Pues llevaba bastante tiempo dándole vueltecitas a este proyecto y al final he decidido sacarlo a flote. Muchos de los crossovers que hay ahora mismo del anime y los juegos se centran en llevar el casting de los juegos al anime, pero a mi me apetecía explorar la otra alternativa.
Los personajes de esta historia pertenecen a Nintendo.
Capítulo 1: Crudo Despertar
Oscuridad.
Era lo único que rodeaba a Tiff en ese momento. Toda su realidad había sido envuelta en un manto frío y sombrío. ¿Qué había pasado? No lo recordaba. Sólo sabía que la cabeza le daba vueltas. Todo su cuerpo se sentía entumecido e incluso parecía que su corazón latía más lento de lo que debería. No podía moverse. No podía hablar. No podía llamar a sus amigos. No entendía lo que estaba pasando. ¿Por qué tenía tanto miedo? ¿Estaba soñando?
–Tiff, despierta.
Alguien le hablaba en la oscuridad. Una voz que no conseguía reconocer en su estado.
–No puedes quedarte aquí.
¿Dónde era 'aquí'? Se sentía demasiado agotada y débil como para pensar en ello.
–Tienes que encontrarlos. Los otros podrán ayudarte.
¿Encontrar qué? ¿Y quién iba a ayudarla? Esa voz en su cabeza sólo le estaba dando más preguntas en vez de ayudarla. Ella sólo quería dormir. Dormir y desaparecer en aquella oscuridad que la devoraba poco a poco.
–No, Tiff. No puedes caer. Él te necesita. Todos te necesitan– repetía esa voz, con urgencia y angustia.
¿Todos? ¿ A quién se refería esa voz con todos? ¿A Kirby y a su familia? ¿A toda Cappy Town?
–Abre los ojos. ¡Despierta!
Si las personas a las que quería de verdad le necesitaban, tenía que hacerle caso a esa voz. Tenía que despertar.
Tiff se sintió llena de una determinación renovada. Sí, no sabía lo que estaba pasando, pero eso no la detendría. Poco a poco, el calor volvió a su cuerpo. Poco a poco su corazón volvió a latir a su ritmo normal. Poco a poco, podía sentir que la oscuridad se iba alejando.
–Y, por favor: de...
Las últimas palabras de aquella voz fueron cortadas por un fogonazo de luz cálida.
Los ojos de Tiff se abrieron de pronto, cuando sus sentidos volvieron de golpe a ella. Lo primero que notó fue un agradable calor recorriendo su cuerpo. Estaba tumbada en una cama y alguien le había cubierto por completo con una manta (probablemente, su madre). También le habían puesto un paño húmedo en la frente. Claro, había tenido fiebre y por eso había tenido aquel sueño tan extraño que ya apenas recordaba.
Lo que sí recordaba claramente era lo último que había hecho antes de encontrarse tan enferma. Kirby y Tuff habían estado jugando bajo la lluvia y ella había ido corriendo a decirles que se resguardaran si no querían enfermar. Ah, pero ironías de la vida al final la que se había resfriado era ella. Seguro que esos dos estaban jugando a algún juego de mesa o comiendo hasta hartarse mientras que ella estaba en aquella cama.
Bueno, fuera como fuese, parecía que la fiebre ya había pasado. Se sentía ya mucho mejor, aunque aún bastante agotada. Tiff se quitó el paño húmedo de la cabeza y retiró la manta que la cubría. Esperaba encontrar a su madre velándola, como siempre hacía cuando enfermaba, para decirle que ya estaba mucho mejor.
Pero ni su madre estaba allí ni aquella era su habitación.
Aquello dejó perpleja a Tiff, pero no tanto como el lugar en que había despertado. Esa habitación se parecía demasiado a la casa de Kirby, pero había diferencias demasiado notables para dejarlas pasar, y estas eran más importantes en su mente que cómo había llegado a la casa de su amigo y protegido.
"Desde cuándo tiene Tokkori tantas fotos de Kirby?" se preguntó la joven mientras miraba a su alrededor.
Y es que en las paredes, había colgadas numerosas fotografías, todas enmarcadas y conservadas en un estado impoluto. No hacia falta acercarse a ellas para saber que en la mayoría aparecía Kirby: su forma redondeada rosada y sus ojos azulones resaltaban tanto que era imposible no distinguir su silueta.
Otro detalle que no podía dejar pasar por alto era una mesita de noche con un cajón medio abierto, lo cual trastocaba la apariencia ordenada de la casa. Con curiosidad, se levantó de la cama y con la intención de cerrarlo, se acercó al cajón y examinó su contenido: sólo había un calcetín en su interior y un cartel que ponía "no cerrar el cajón, por favor" en una letra que parecía muy elegante y refinada. Ni Tokkori ni mucho menos Kirby podían escribir con tanta claridad. ¿Qué significaba aquello? Bueno, no era su casa así que decidió no tocar el cajón.
"Igual esta es la casa de un fan de Kirby. Si ese es el caso, tiene una obsesión malsana con él" pensó la niña mientras se acercaba a examinar las fotos para ver su contenido. Si las fotos las había hecho un stalker peligroso o algo del estilo, tendría que avisar al jefe Bookem.
El rosa del Kirby de ese fotos parecía más brillante de lo usual. De hecho, todo parecía más brillante de lo normal, así que Tiff lo achacó a la saturación de las imágenes. Pero lo que más le llamaba la atención de las fotos, y algo que la trastornó bastante eran las imágenes capturadas.
En muchas de los fotos, Kirby aparecía con Dedede, pero la actitud del detestable monarca de Dreamland hacia la bola rosada era extraña. Aquella malicia y rabia con la que el rey solía tratar a Kirby (al fin y al cabo, este consideraba al pequeñín como una molestia de la que debía librarse a toda costa) estaba totalmente ausente, incluso en aquellas fotografías en la que el rey aparecía enfadado, que eran bastante pocas teniendo en cuenta el terrible temperamento del pingüino. En su lugar, en muchas de imágenes Dedede parecía mirar a Kirby con confianza, respeto y ¿cariño? Era inquietante cuanto menos. ¿Quién trucaría esas fotos para hacer parecer a Dedede alguien que no era?
Además, aunque Meta Knight y algunos Waddle Dees estaban presentes en muchas de las fotos, no había ni rastro ni de ella, ni de Tuff ni de alguno de los cappies. En su lugar, había muchos seres que no conocía, algunos más similares a los monstruos que Dedede habia encargado en el pasado para deshacerse de Kirby que a los habitantes de Dreamland que ellos conocían. ¡En algunas salía Knuckle Joe e incluso Kine y Rick! ¿Por qué estaban esos tres y no estaban ella y su hermano en ninguna de las fotografías?
Y luego estaba el propio Kirby, quien parecía ser más grande en esas imágenes de lo que era en realidad, siendo casi del mismo tamaño que Meta Knight. A parte de eso, en muchas de las fotos parecía más confiado, aunque su expresión amable y su amor por la comida (salía comiendo en más de la mitad de las fotos) no había cambiado.
"Esto es rarísimo. Estas fotos tienen que ser un montaje. Pero, ¿quién haría algo así y por qué?" se preguntó Tiff. "Igual esto es un plan de Dedede, pero no puede ser obra de un monstruo. Es imposible que Dedede haya conseguido un monstruo si Nightmare ha sido destruido."
Nightmare, el terrible villano que había estado detrás de la empresa a la que Dedede había comprado los monstruos, y un tirano que había cometido miles de atrocidades en el pasado, había sido derrotado un año atrás. Después de la caída del terrorífico mago y su compañía, el rey no había cesado en absoluto en su empeño de derrotar de Kirby, sustituyendo a los monstruos por robots construidos por él mismo y Escargoon, su mano derecha y quien curiosamente también estaba ausente de las fotografías. Meta Knight decía que las creaciones de esos dos no sólo eran menos peligrosas que los monstruos de eNeMeE para la población de Cappy Town, sino que además eran un buen entrenamiento para el joven Guerrero Estelar, así que nunca había hecho nada para detenerlos.
Tiff suspiró y volvió a centrarse en ese sinsentido que eran las fotografías.
"Quizás sigo soñando. No hay ninguna otra explicación a todas estas cosas extrañas" decidió la joven. "Vaya, me ha tenido que dar muy fuerte la fiebre."
–Anda, ¡ya estás despierta, poyo!– oyó decir a alguien a su espalda, sacándola de golpe de sus pensamientos.– ¿Cómo estás?
Tiff se giró. Reconocería aquella voz y ese peculiar "poyo" en cualquier lugar y situación, aunque nunca le había oído expresarse de manera tan clara.
Detrás de ella, estaba esa bolita rosa a la que quería como si fuese un miembro más de su familia. Aquel bebé había dado un vuelco a su vida y a la de su hermano, y le había hecho vivir aventuras que nunca habría imaginado.
Aunque había un par de cosas que no terminaban de encajar en el Kirby que se mostraba ante ella.
–¡Kirby!– exclamó Tiff.–¡Acabas de hablar! E incluso pareces más mayor. Esto termina de confirmar que estoy soñando.
"En cualquier momento mamá, papá o Tuff vendrán a ver cómo estoy y me despertarán de este sueño febril" se aseguró a sí misma.
–¿Soñando?– preguntó Kirby, visiblemente confundido.– Ah, aún debes de estar aturdida. Tenías una fiebre muy alta cuando te encontré.
A Tiff le extrañaron a aquellas palabras, pero decidió que lo mejor para su salud era seguirle la corriente al Kirby de su sueño.
–Oh, ¿entonces tú me trajiste a aquí?– le preguntó. Kirby asintió como respuesta.– ¿Y dónde me encontraste?
–En un bosque cercano, poyo. Iba de camino al castillo de Dedede junto a Gooey cuando nos topamos contigo.
¿Gooey? Tiff no había oído ese nombre en su vida. Seguramente, sería alguna de las criaturas extrañas que aparecían en las fotos. Y aquello era algo que no debía ocurrir. ¿No se supone que los sueños están basados en cosas que tu cerebro conoce? ¿Cómo podía entonces ese sueño inventarse nombres y personajes de la nada?
Además, estaba la claridad con las que sus sentidos percibían todo a su alrededor. A medida que pasaba el tiempo desde que se había levantado de la cama, se sentía más despejada. Y aquello la atemorizaba. La teoría de que estaba soñando se desvanecía por momentos y eso hacía todo perdiese el sentido.
Un Kirby más mayor, gente que no conocía, esas fotos en las que Dedede actuaba fuera de personaje... Si no era un sueño, tenía que haber alguna explicación lógica a todo aquello. ¿Habrían inventado de algún modo Dedede y Escargoon una máquina del tiempo y la habían mandado al futuro? No, eso no sólo era descabellado sino que no explicaba la ausencia de las personas que ella conocía de las fotos. ¿Qué sería entonces? No se le ocurría nada que explicase esa situación absurda.
Bueno, había algo, pero eso era imposible.
Y a todo esto, ¿cómo es que Tokkori no había entrado aún a quejarse? Ese pájaro amargado y gruñón había tomado la casa de Kirby como si fuera suya, e incluso si con el paso del tiempo su actitud hacia el pequeño Guerrero Estelar se había suavizado un poco, era muy extraño que no estuviese gritando que se fueran porque quería ver la tele, echarse una siesta o algo de ese estilo.
–Siento haberte dejado sola, pero se me habían acabado los Maxi Tomates y tuve que salir a buscar uno– dijo de pronto Kirby, sacándola de sus cavilaciones y rompiendo el silencio incómodo que se había formado.–Son mi comida favorita. ¡Cuando te comas uno ya verás como te sientes mejor!
No. Aquello estaba mal. La comida favorita de Kirby eran las sandías. Ella lo sabía mejor que nadie porque era la que mejor conocía a Kirby. Contra más pasaba el tiempo, menos encajaban las cosas. Contra más pasaba el tiempo, más crecía esa sensación de que algo estaba mal que la había acompañado desde que había abierto los ojos, algo que había optado por ignorar hasta ese momento. Contra más pasaba el tiempo, más estaba segura de que ese lugar no era el que ella conocía.
–Oye Kirby, ¿dónde está Tokkori?– le preguntó Tiff a su amigo, con voz un poco temblorosa.
–¿Tokkori? ¿Quién es ese?– le preguntó este de vuelta.– Si es alguien que viajaba contigo, lo siento, pero no lo hemos visto, poyo.
Kirby no conocía a Tokkori. Tokkori no estaba en las fotos. Ella no estaba en las fotos.
–Kirby, ¿sabes quién soy?– preguntó finalmente, pese a que en el fondo ya sabía la respuesta. Y era una respuesta que temía oír.
La expresión de tristeza que cruzó la cara de Kirby antes de que ni si quiera hubiera empezado a articular palabra alguna confirmó sus peores temores.
–Lo siento, poyo. Parece que tú me conoces a mi...
Tiff sintió como la realidad le golpeaba con fuerza en su pecho antes de que Kirby terminase de hablar.
–...pero yo no tengo ni idea de quién eres.
El crossover con Granblue Fantasy sigue siendo mi prioridad, así que no se con cuanta frecuencia actualizaré este fic (eso sí, los capítulos definitivamente serán más cortos). Ambas historias son totalmente independientes, aunque la interpretación de los personajes de los juegos es prácticamente la misma, pero si quereís leer cómo Nightmare les hace un Isekai a Kirby, Meta Knight y Dedede, estáis invitados a pasaros por él.
Si alguien que me seguía por mis fics de tf2 está leyendo esto, lo siento: no sé como seguir con My Little Fortress. Tengo pensado escribir un último capítulo de Convivencia para darle una despedida apropiada, pero por lo demás creo que ha llegado el momento de pasar página.
