Harry Potter le pertenece a JK Rowling

Pareja: Albus Potter y Lottie Elwes (OC)

Capítulo 1: Cita a Ciegas.

Iba a matarlo.

Definitivamente Scorpius Malfoy era hombre muerto.

¿Por qué le había seguido el juego? Tenía que reconocer que ambos tenían la culpa de esta situación, será divertido le dijo aquella vez. Le creyó cuando dijo que los magos ya no usaban el periódico para encontrar citas que la nueva moda eran las lechuzas, que no corría peligro al poner su nombre apellido y perfil de lo que buscaba: una mujer mayor a él, de 25 años en adelante. Hasta a el azabache de ojos verdes le pareció que Scorpius estaba siendo demasiado selecto con la edad.

Broma o no, su amigo rubio ya había anotado eso en el pergamino.

-Albus. Es imposible que una mujer se interese por un chiquillo como tú. Ya verás que nadie responderá el anuncio.

En menos de dos horas, entró a su ventana un sobre que al verlo anunció:

-Albus Potter, tienes correo. Una dama se interesó por ti. Debes ir hoy a las 6:00 PM al caldero Chorreante. No puedes declinar la invitación, sería una falta grave, si no vas tu foto aparecerá en la portada y todos verán quien eres en realidad. Tienes que llevar una flor roja en tu ropa para identificarte, ella también llevará una en su vestimenta.

Si las miradas pudieran matar Scorpius estaría dos metros bajo tierra.

-¿Decías? Dijo evitando golpear a su mejor amigo.

-Lo mejor será que te arregles. No sabía que más decir, en realidad no creyó que alguien respondiera a los anuncios.

Quizás el debía poner sus datos ahí, a lo mejor también le salía una cita, ya que Rose no daba ninguna señal de que fuera a corresponderle algún día.

Lo más sensato era ayudar a su amigo, ya que él fue el de la idea de escribir en el pergamino, si todo salía mal podía llevar a Albus a comer un helado y si todo salía bien de todas maneras pediría un helado.

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Albus Potter estaba sentado en una de las mesas del Caldero Chorreante. Esperando, por primera vez en su vida no sabía que decir. Se sentía nervioso, desde que había salido de Hogwarts y había empezado su carrera de Auror no había tenido tiempo para concertar citas, a decir verdad era la primera vez que iba a una sin conocer a la otra persona. Se había colocado la flor en la orilla de su saco. Llevaba ropa de color negro y una camisa de color azul.

¿Lo vería atractivo? ¿Ella querría conocerlo a él? Tenía muchas dudas en su mente, incluso estaba seguro que la mujer al verlo saldría corriendo. Muchos lo admiraban por ser un hijo del hombre que vivió.

No se dio cuenta que su cita estaba buscando a la otra persona con la flor de color rojo en la vestimenta. Una mujer de cabello negro, ojos marrones cubiertos por un par de lentes, llevaba su cabello recogido en una coleta alta, tenía una pulsera del mismo color de su vestido en ella llevaba la flor de color rojo. Hasta que notó al joven que llevaba una flor del mismo color que la suya.

¿Sería el su cita a ciegas?

Solo sabía que su hermano menor la había metido en ese embrollo.

Solo esperaba no darle una mala impresión, quizás el esperaba a alguien más joven.

-Buenas tardes. ¿Albus Potter? Preguntó finalmente si no era la persona citada daría un par de vueltas más por el lugar tal vez pasaría comprando comida en la tienda e iría a cenar con su padre.

-Si, soy yo. ¿Usted es…? Se sonrojó al ver a la mujer frente a él.

-Soy Lottie Elwes, soy tu cita a ciegas al parecer. Sonrió tratando de ser cordial. ¿Puedo sentarme?

-Claro, ¿Tú respondiste al pergamino?

-Es una historia graciosa en realidad, fue mi hermano el que respondió por mi, le preocupa que su adorada hermana mayor se quede sola. ¿En tu caso tu de verdad querías salir con alguien de mi edad?

-Mi amigo llenó el pergaminos. Pero debo reconocer que es agradable conocerle.

-¡Que dulce! ¡Muchas gracias!

El tiempo transcurrió mientras los dos se conocian. Albus supo que ella no había ido a Hogwarts. Lottie supo que el era un auror.

Un mago y una muggle.

Ella prefería llamarse así, aunque el término correcto era Squib. Su padre y hermano eran magos pertenecientes a la casa de Ravenclaw, pero Lottie no había nacido con magia, incluso hubo un tiempo donde ella quiso establecerse en el mundo muggle, pero su familia le pidió quedarse con ellos.

Albus Potter perteneció a la casa de Slytherin siendo el único de su familia en ir a una casa diferente, la gran mayoría era Gryffindor. Supo que su color favorito era el azul, el de ella era el color rosa.

Rieron mientras cenaban, los ojos verdes de Albus brillaban al ver a Lottie siendo feliz con lo que tenía en su vida, ya que no le molestaba ser alguien sin magia, el no la hacía de menos, al contrario le llamaba la atención ver cómo ella se autonombraba una simple muggle más.

A ella le pareció tierno que el hijo del afamado Harry Potter estaba luchando por tratar de hacerse su propio nombre ante la sociedad, trataría de hacerse un auror que lucharía por lo correcto.

Cuando se dieron cuenta de la hora, eran más de las ocho de la noche, el azabache se comprometió a llevarla hasta su casa. Se fueron caminando, a Lottie le gustaba más irse de aquella manera más sencilla. Viendo la luz de la luna reflejarse en el camino. Finalmente llegaron a la casa de ella.

-Muchas gracias por asistir, me divertí mucho.

-Lo mismo digo. ¿Te parece bien si nos podemos ver el próximo sábado a medio día? Podemos ir a Hogsmeade si tú quieres. Preguntó esperando que ella aceptara la invitación.

-Claro Albus, me encantaría ir contigo.

Los dos sonrieron sabiendo que era el comienzo de lo que esperaban que fuera su mejor historia.