Había una vez

Nota inicial: La siguiente historia ocurre casi un centenar de años después de la Segunda Guerra Mágica, Harry Potter ha decidido dejar el mundo mágico bajo la protección de una nueva generación de brujas y magos, encabezados por su hijo, James Potter II y la hija de George Weasley, Roxanne, actual Ministra de Magia. Todo parece estar bajo control, sin embargo, la tenebrosa sombra, de las consecuencias de la Segunda Guerra Mágica, asechan a los estudiantes de Hogwarts.

Sin más, te invito a sumergirte en esta entretenida historia llena de risas, conflictos, complots, romance y, en especial, del mágico mundo de Harry Potter.

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La mayoría argumenta que la Segunda Guerra Mágica terminó con la caída del que "no debe de ser nombrado", pero la realidad es que aún, después de un centenar de años siguen muriendo personas y desapareciendo niños a consecuencia de los crímenes de Lord Voldemort. Los orfanatos aun cuentan historias sobre hogares destruidos e infancias arruinadas con un denominador en común: los mortífagos…

Año tras año, Viktoria aguarda bajo la indiferente sombra del Orfanato de Southampton, el arribo de la llave que la trasporte a su verdadero mundo. Aquel mágico lugar donde su atroz infancia quede atrás y sus memorias de hechos, tan trágicos que aún le hielan la sangre, se difuminen bajo el resplandor de un nuevo comienzo.

Lejos de esa pesadumbre, los niños son felices con las cosas más simples e inocentes de la vida. Como una carta marcada con un sello rojo y el escudo del mítico Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería resaltando con gran elegancia. Esta es llevada con emoción por una pequeña niña pelirroja que corre seguida de más niños pelirrojos y pecosos. Su camino es un hermoso valle de pastos verdes y bellas flores que lleva a una rústica casa que todos llaman: la Madriguera.

- ¡Abu!, ¡Abu! ¡por fin! -. Grita la niña mientras cruza el umbral de la enorme casa.

Adentro hay cuatro adultos, tres de ellos pelirrojos, además de 7 niños que rondan la edad de entre uno y nueve años. Con ellos está el más viejo de todos, un legendario mago de una gran barba blanca y ropas muy formales.

- ¡Abu! ¡mira, por fin! -. La niña llega frente al anciano enseñándole la carta.

- Abu, Abu. yo también tengo mi carta -. Llega otro niño postrándose frente al gran mago.

- Si, ya las vi. Felicidades. ¿A qué casa les gustaría pertenecer? -. Pregunta el viejo mago

- ¡Abu! ¿cuándo llega la mía? -. Cuestiona otro niño pelirrojo de apenas tres años, jalando el saco del amable anciano

- No es justo, Abu. Yo quiero mi carta -. Interrumpe otro niño de 9 años

El viejo escucha las quejas de uno a uno de sus nietos, bisnietos y hasta un pequeño tataranieto de tres años. Sí, Ron tiene una extensa y muy prolífera familia.

- Niños dejen al abuelo -. Una señora, esposa de uno de los Weasley, llega llevándose a los niños afuera. – Vamos, dejemos a sus primos que hablen con el abuelo, tienen mucho que aprender.

Ron mira con mucho cariño a su revoltosa descendencia cuestionando, si acaso la vida tiene más felicidad para darle.

- Entonces, niños. ¿A qué casa les gustaría pertenecer?

- Fácil, Abu -. La pequeña mira a su hermano gemelo.

- ¡Gryffindor! -. Resuelven los dos niños en unísono haciendo sonreír a Ron

En el orfanato Southampton, un hombre de edad avanzada de ropas desalineadas y de un rostro gentil, además de apacible, se hace presente. Enseguida, pide ver a la pequeña Viktoria mientras acomoda como puede su corbata y esconde bien entre sus ropas su varita mágica para no perderla de nuevo.

La niña al llegar a la oficina de la directora del orfanato ve al viejo mago con mucha sorpresa, no lo conoce, sin embargo, presiente quien es. Se sienta entusiasmada cerca de él, examinando con detenimiento y logra poner un poco nervioso al viejo mago.

- Señora Lewis, nos permite un momento, por favor -. El mago indica con inseguridad, levantándose y colocándose cerca del escritorio de la directora del orfanato.

La señora pasa cerca de Viktoria, sonriéndole con amabilidad para felicitarla en un susurro.

- Bien… ¡aaah!… ¿por dónde empiezo? -. Balbucea el mago haciendo chistosos gestos que provocan que la niña sonría divertida.

- No tiene nada que decirme. Lo he estado esperando desde que llegué aquí. Se quién es -. Viktoria levanta la mirada entusiasmada mirando al anciano

- ¿En serio? -. El mago mira con mucha sorpresa a la niña, notando que un mechón de cabello cubre ligeramente su ojo derecho para esconder que es verde olivo y el izquierdo es azul.

- Bueno… no lo había visto nunca, pero… sé que es un mago que viene de Hogwarts. Trae una carta para mí.

- ¿Cómo lo sabes?

- Mi madre me lo contó todo antes de… -. La pequeña duda y su rostro se entristece.

- Lo siento -. Murmura el viejo mago, apenado, y le da la carta

La niña abre la carta leyendo su nombre, Viktoria Jones, y las típicas palabras donde anuncian que ha sido admitida en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

- Por cierto, mi nombre es Neville Longbottom seré tu profesor de herbología

- ¡Genial!

La chiquilla no lo resiste, comienza a llorar de emoción, añorando el futuro que ya la espera lejos de la vida mundana de los muggles.

Una semana después, Viktoria llega a Hogwarts emocionada con su primer día, porta con elegancia su uniforme escolar, no ha cambiado mucho a lo largo de estos años, se dejó atrás las faldas para usar jumper negro, suéter, pantalón, chaleco y túnica de mismo color.

Afortunadamente, para la niña, ya ha quedo atrás esa loca semana con el profesor Longbottom, ya que, el hombre se perdió en Londres al no acordarse donde está el Caldero Chorreante que lleva al callejón Diagon (sí, el mago olvidó donde queda su propia casa) y hasta extravió la lista de útiles.

Después de cruzar el lago, la antesala y llegar al gran salón, la selección de alumnos ha empezado. El legendario Sombrero Seleccionador trabaja como de costumbre, anunciando enérgico la casa a la que cada niño pertenecerá.

- Gwendolyne Lovegood

Pronuncia un hombre de tez oscura, vestido, como siempre, con su impecable traje muy al estilo dandy y su peculiar bufanda, su nombre es Manfred Campbell, subdirector de Hogwarts, jefe de Hufflepuff y profesor de encantamientos.

La bisnieta de Ron pasa con mucho entusiasmo mientras su hermano gemelo la anima. Apenas el sombrero roza su cabello, el objeto mágico anuncia que ha sido seleccionada para Gryffindor y posteriormente lo mismo sucede al pasar su hermano, Weldon.

- Viktoria Le… -. El profesor se sorprende y duda un momento, volviendo a leer su pergamino -. Viktoria… ¿Lestrange?

Los niños se estremecen al escuchar aquel apellido, recordándoles como aquella familia había sido de magos tenebrosos y que algunos de sus miembros habían cometido muchas atrocidades, aquello provoca un gran revuelo y cuchicheos. En tanto Neville palidece al acordarse del sufrimiento que esa familia le había provocado.

Desde el pequeño grupo de niños recién llegados, aparece abriéndose camino la niña del orfanato con su piel blanca, cabello largo casi negro con un mechón al costado derecho que cubre su ojo verde olivo.

- Chicos guarden silencio -. El director de la escuela habla con mucha serenidad, callando los murmullos en el gran salón.

El director de Hogwarts es Oliver Wood, que después de dejar el Quidditch regresó a dar clases de vuelo para posteriormente tomar el lugar de la profesora Minerva McGonagall, al jubilarse.

Viktoria, pasa a donde está el Sombrero Seleccionador mientras se sienta, el profesor Manfred le coloca el objeto mágico en la cabeza.

- Mmm… interesante. Hace mucho que no recibía a una Lestrange -. Reconoce el objeto mágico mientras analiza a la chica -. No, desde la caída de Lord Voldemort.

- No soy como ninguno de ellos -. Replica la joven con enojo al ver murmurar a todos, algunos se ríen y otros la miran con desprecio.

- ¡Oh! ya veo, estás ansiosa de devolverle el honor a tu familia

- No, el honor es una simple palabra sin valor para mí, yo quiero escribir mi propia historia -. Viktoria habla con determinación, mirando despectiva a los estudiantes e ignorando por completo los mágicos movimientos del Sombrero Seleccionador.

- ¡Excelente! ya sé a dónde enviarte

En tanto, desde lejos los gemelos Gwendolyne y Weldon miran con desagrado a la joven, ya casi la odian sin ni siquiera conocerla ya que los crímenes de los mortífagos aun retumban en el mundo mágico con gran eco.

- No, a Gryffindor. No, a Gryffindor. No, a Gryffindor -. Murmuran los gemelos con gran recelo desde sus asientos.

- ¡Ravenclaw! -. Anuncia con gran pompa el sombrero seleccionador provocando de nuevo murmullos y mucho desagrado.

Los presentes, están confundidos ya que todos los Lastrange habían estado en Slyderin, por lo tanto, muchos terminan creyendo que la joven miente sobre su apellido, que sólo es una chica cualquiera nacida de muggles buscando fama.

La selección de Viktoria a Ravenclaw no cae para nada en gracia para los alumnos de aquella casa, por lo que, sólo la reciben con caras largas y desagrado, sin embargo, ella en ningún momento pierde la disimulada sonrisa que apenas aparece en la comisura de sus labios. Está acostumbrada a las burlas y el desagrado de los que la rodean.

Después del banquete todos desalojan el gran salón a excepción de Neville y Oliver, que tienen una charla bastante interesante, en medio del gran salón.

- Me engañaste Wood. ¿Por qué no me advertiste sobre esa niña? -. Recrimina Longbottom al director.

El viejo mago respira profundamente esperando que su respuesta no altere más al profesor de herbología.

- Quería que tú y la niña limaran asperezas. No quiero que le tengas rencor

- ¡Es una Lestrange! -. Recrimina el profesor la insolente petición del director

- Vamos Neville. Eso paso hace muchos años, ni siquiera debe de saber lo de tus padres

En ese momento, se abren las puertas del gran salón dejando entrar a un hombre, mitad mago mitad vampiro, complexión muy delgada y ojos penetrantes verdes.

- Hektor, gracias por venir -. El director va a recibir al profesor y lo lleva a donde esta Neville.

El profesor de Herbología, saluda nervioso al profesor de pociones y jefe de la casa de Ravenclaw, aún se estremece de sólo pensar en los orígenes de aquel pálido hombre. Al verse interrumpido en su protesta, Longbottom decide irse, caminando hacia la salida.

- Neville dale una oportunidad, ella no es como sus antepasados -. Oliver lo detiene un momento, colocándole la mano en el hombro.

- ¿Cómo lo sabes? -. Longbottom cuestiona, enojado

- Tú mismo me dijiste lo alegre que es y lo bien que se llevaron. Piénsalo, no la condenes por cosas que no hizo

Neville se retira del gran salón confundido ya que Oliver tiene razón, pero la enorme cicatriz emocional que los Lestrange le provocaron, no es fácil de olvidar.

- Tengo un trabajo para ti -. Anuncia Oliver sentándose cerca de una mesa.

- Es sobre la niña Lestrange. ¿Verdad? -. Interviene el profesor Hektor Vinter, parándose frente al director.

- Así es, por alguna razón su apellido en el mundo muggle era otro y eso es lo que me inquieta. ¿Por qué esconderse?

- Fácil, los Lestrange tienen decenas de enemigos en el mundo mágico

- Lo sé, pero ¿Quién? Temo, que esa persona este entre nosotros -. Oliver hace una pausa levantándose con mucho esfuerzo para poner su mano en el hombro del profesor. - Cuando me convertí en director, juré proteger a todos los estudiantes de Hogwarts y eso la incluye a ella. Hektor, tú viste como los alumnos y profesores la miraron apenas escucharon su apellido

- Como tú digas, la protegeré -. Vinter habla con fastidio, ya tiene suficiente con la clase de pociones, además, de su interminable investigación sobre Alquimia para que ahora le dieran el inmerecido honor de hacerla de niñero.

- Gracias Hektor, muéstrale la escuela mañana después de clases y trata de averiguar algo.

El profesor asienta con la cabeza y se retira junto con el director del gran salón mientras platican de otras cosas.

Hektor, le explica a Viktoria como esta "organizado" el castillo para que no se pierda, además, de un breve resumen sobre la historia del lugar, sin embargo, para la niña hay un tema que le empieza a dar vueltas.

- Profesor Vinter, tengo una duda -. Anuncia la niña interrumpiendo al hombre. - Supuse que ahora que saben que soy una Lestrange me darían la llave de la bóveda de la familia

- Mmmm… lo siento. La bóveda fue saqueada durante la Segunda Guerra Mágica y lo poco que quedó fue para pagar indemnizaciones.

- ¿Cómo? debió quedar algo… algún objeto -. La niña muestra preocupación ante las palabras del profesor.

- Nada… hay algo especial que busques-. Tantea el profesor intuyendo que algo oculta la joven y conociendo a quien le servía la familia Lestrange, pensó lo peor.

- No -. Contesta secamente la niña sin mirar al profesor

- En ese caso no te preocupes por el dinero, el colegio tiene un fondo especial para magos y brujas huérfanos. No te faltara nada en Hogwarts.

La niña está desconcertada no se imaginó que, en el mundo mágico, menospreciaran y vieran con tanto rencor a los Lestrange, más aún, les hayan robado todo absolutamente todo, hasta la vida.

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Nota final: Eso es todo por el momento, en el siguiente episodio conoceremos a los demás personajes de esta historia, así que, nos vemos el siguiente capítulo.

Gracias por leer y llegar hasta aquí. Si deseas dejar un comentario me harías muy feliz.