Residencia de la familia Tachibana - Patio trasero
-En una casita de color rojo muy al estilo de Snoopy se encontraba una mujer de pelo morado durmiendo abrazando un peluche de Mumei, una linda búho de Hololive, la demonio de pelo morado movía su cola de lado a lado feliz de la vida sin que…
Sin saber que pronto su vida como la de su amada Tamamo no mae cambiaría…
[...]
En un pequeño descampado...
Dos mujeres estaban peleando con todo lo que tenían. Ninguna de ellas quería perder por lo que a pesar del cansancio y el dolor continuaron su pelea en un breve instante la dama zorro superó este pequeño obstáculo para seguir batallando.
La recién llegada a la casa Tachibana peleó hasta que sus energías se agotaron del mismo modo su oponente casi no tenía fuerzas para seguir pero... Tampoco no mae "la que trae la desgracia" con su transformación bestial pudo darle pelea a quien se decía a la recién llegada a la residencia Tachibana.. Cuando Lia-chan la mujer que fue una amiga de la dama zorro se descuidó la matriarca de la familia de la súcubo pudo asestar un fuerte golpe en contra de su enemiga. Sin embargo, la chica con dientes de tiburón tenía otros planes aunque...
—Quintum elementum - Sanguinis vincula (Quinto elemento - Grilletes de sangre) —Dijo la demonio estando en medio de ambas peleadoras. Atando con sus grilletes de color rojo sangre a su esposa que intentaba liberarse sin éxito alguno.
—¿Quién eres? —Preguntó con cierta molestia la chica con dientes afilados.
—Deberías arrodíllarte ante mí, ser insignificante —dijo la demonio de pelo negro y ojos como el mismo fuego mirando donde su oponente.
—Ante la única persona por quien me pondré de rodilla es por mi amo, el señor Luzbel —confiando en su fuerza y en sus habilidades Lia-chan creó un par de espadas con las que cargó contra su oponente que suspira cansada.
—Patética..eres realmente patética... —Susurró la demonio extendiendo su brazo dejando su palma abierta mirando donde su contraria—. —Recibe tu castigo por levantar la mano contra una diosa... Muere y que tu alma podrida descanse en paz... Ensem finge meum et transfige per omnes qui summae deitati adversantur! satiaberis sanguine inimicorum tuorum! perfunderis lapsi sanguine! ...Die... et iterum mori...! (¡Cambia de forma mi espada y atraviesa a todos los que se oponen a la deidad suprema! ¡Te saciarás con la sangre de tus enemigos! ¡Te bañarás con la sangre de los caídos! ¡...Muere..y vuelve a morir..!) —Pronunció Ceres convocando su arma que se materializó a los pocos minutos de empezado la batalla—. —Szczerbiec, ahora vas tomar la sangre de esta criatura
—¡Esa cosa no me ganará...! ¡Nada le ganará a mis espadas afiladas! —Dijo la chica de pelo blanco chocando ambas espadas contra la espada que había convocado la ahora mujer de pelo negro.
—Para sorpresa de la pequeña Lia-chan su ataque no hizo nada contra la demonio que se encontraba parada frente a ella sonriendo por lo bajo. Por el impacto de aquel golpe un gran cráter se creó bajo los pies de Ceres...
—¿Por qué no puedo destruir esta espada? ¿¡Por qué demonios no puedo...!? —Enfurecida la chica de pelo blanco seguía lanzando golpe tras golpe intentando derribar a su oponente.
—¿En realidad quieres saber la razón por la cual no puedes vencerme? —Preguntó la ahora mujer de pelo negro—. —La razón por la que no puedes vencerme es por qué... ¡Soy una diosa y los dioses no tenemos comparación! ¡..Pensabas que una simple cucaracha como tú podría hacerme frente! ¡Ilusa..! —Exclamó Ceres empujando su brazo hacía arriba aunque esto fuera visto como un acto cualquiera para su oponente fue como ser lanzada por una catapulta. El cuerpo de Lia fue mandado a volar por el cielo..
—Maldita..sea... ¿Cómo es que está una simple súcubo puede tener tanto poder...? —Dijo la chica con dientes afilados intentando detenerse pero le era imposible por la fuerza que usó su adversario—. —¿Acaso voy a morir..de esta forma? —Susurró con temor en su voz la niña de ojos azules.
[...]
Flashback..
En alguna parte del Kólasi
Espero muchas cosas de ti, Lia -dijo un hombre de pelo rubio y ojos como el mismo fuego que sonreía. Esto había hecho que la chica se sonrojara para el malestar de otra mujer que les acompañaba...
¿Ya estás ofreciendo tu culo, Lia? -Preguntó una mujer encapuchada riendo por la reacción de su compañera.
No es de tu incumbencia lo que haga... -Responde la chica de mirada afilada.
Vaya parece que hice enojar a la perrita del amo, Luzbel -se burló de nuevo la misteriosa mujer que pasó de largo de la albina.
¿Qué dijiste? -La chica de pelo blanquecino intentó ir por la chica encapuchada pero una pared de fuego fue lo que le impide a la Shark Ghost golpear a su enemiga jurada.
¿Crees que una simple soldado como tú podría conmigo? Apenas y has subido de rango no te creas mucho maldita semi-humana -dijo la figura encapuchada desde el otro lado de la muralla de fuego antes de pasar su pierna con la que pateó el estómago de su enemiga quien cae de rodillas en el suelo..
Malna..malnacida... -Susurró Lia-chan sosteniendo su vientre.
Ya les tengo que no quiero peleas en mi hogar. Sí tanto quieren pelear, vayan a otro lado. Jean D'Arc ¿cuál es tu reporte? -Preguntó el hombre de pelo rubio.
-Dejando escapar un pesado suspiro la mujer se quitó su capucha...
Al parecer su hermana, Suikyo-sama se encuentra viviendo una vida pacífica en la tierra de los humanos, para ser más exacta se halla viviendo en lo que llaman BS. AS junto a un gran grupo de mujeres que parecen ser sus esposas -Jean se dio la vuelta revelando el hermoso rostro de una mujer de cabello rojo y ojos verde oliva.
Ya veo. Parece que mi hermana se olvidó por completo de sus orígenes. Eso no importa ¿qué hay del otro sujeto? -Volvió a decir el hombre de cabellera rubia.
¿Se refiere al que encontró el cinturón...? Pues, él también tiene su familia, según nuestros espías que infiltramos en el santuario de esa diosa pagana casi siempre va a entrenar con uno de los caballeros dorados. Son presa fácil -se burló la mujer de pelo rojo.
No quiero que hagan nada imprudente, puede que sea como dices pero esos malditos humanos terminaron con la vida de un dios -Luzbel suspiró llevando su mano derecha a su frente acariciando sus sienes..
¡Luzbel-sama! ¡Deje que vaya al santuario y le traeré la cabeza de esos malditos humanos! -Exclamó un chico de pelo negro azabache. Este sujeto se puso detrás de la pelirroja..
¿Qué quieres, Hewlett? -Pregunta nuevamente el demonio íncubo.
Quiero ir al santuario. Sí me lo permite iré por la cabeza de esa mujer pero antes quisiera su permiso para tomar mi venganza contra la maldita gata y su esposo que nos envió a mi madre y a mí a esa dimensión de mierda -responde con odio en cada una de las palabras que escupe el chico de pelo negro elevando a cada segundo su poder cósmico.
Hahahaha... ¿Para eso quieres ir al santuario? Para vengarte de una humana y su esposo.. Desde un principio dije que eras solo un lastre para nosotros y el señor Luzbel -se burló de nuevo la mujer de pelo rojo mirando de reojo a su compañero.
Me importa muy poco lo que digas, Jean. ¿Acaso sigues molesta con esa mujerzuela que no te pudiste coger? -Ahora le tocó al pelinegro burlarse de la fémina que cambió su sonrisa por una mirada asesina.
Vuelves a decir eso y te juro que te mataré.. Juró que te mataré, Hewlett -amenazó la dama de pelo rojo elevando su poder.
¡Dejen de comportarse como unos niños! -Exclamó otra voz desde un punto más alto.
Parece que estamos todos -sonrió por lo bajo el chico de pelo negro.
[...]
Ahora que están reunidos quiero pedirles mis fieles sirvientes que me traigan la cabeza de mi hermana Asuka y maten a todos los que se interpongan en su camino -declaró el de ojos rojos levantando su mano dejando la palma abierta mirando al techo...
Cómo ordene nuestro señor -dijeron los cuatro demonios al mismo tiempo. Los cuatro estaban arrodillados frente a su amo mirando el piso.
Por su lealtad y fiel servicio les haré entrega de las armaduras que ese infeliz dejó atrás.. -Sonrió de forma perversa el sujeto de pelo rubio lanzando cuatro cristales que caen en manos de sus sirvientes.
¿Estás son..? -Preguntó Jean mirando lo que tenía en su mano.
Sí, esas son las armaduras de los berserker que cayeron ante Athena -responde Luzbel sonriendo dejando que sus colmillos aparecieran.
Con esto por fin podré cumplir mi venganza... -susurró Hewlett.
¡Ahora vayan se los ordeno mis fieles sirvientes y traigan la cabeza de mi hermana y de ese tipo que se hace llamar Ninja! -Exclamó el hermano mayor de la demonio.
Cómo ordene nuestro señor Luzbel -dicen los lacayos del sujeto de pelo rubio antes de desaparecer.
[...]
Unos minutos después...
¿Qué putas quieres, Jean? -Preguntó la chica de pelo blanquecino.
Tranquila. Solamente quiero hablar contigo -la pelirroja levantó sus brazos dejando que estos estén a la altura de sus pechos.
Ya dime que quieres tengo algo de prisa -Lia-chan miró a un lado.
¿Qué es es...? -Antes de que la chica de pelo blanquecino dijera algo su compañera de armas tomó prisioneros los labios ajenos haciendo que Lia-chan abriera grande sus ojos...
¿Quieres ser la esposa del señor Luzbel? -Dijo la dama de pelo rojo. Ante estás palabras los ojos de la peli plata se posaron en el cuerpo de su compañera de armas.
Sí dijera que me interesa.. ¿Cómo puedes ayudarme? -Pregunta interesada la jovencita de ojos color azul.
Toma -rápidamente la mujer de rojos cabellos puso en la mano ajena lo que parecía una piedra de color negro que desprendía un aura tenebrosa. Es un arma secreta que ha creado ese maldito loco...quiero que la tengas tú, Lia. Sé qué podrás darle un buen uso.. Perdón por molestarte tanto pero..era la única manera en la que podía acercarme a ti..aunque no sientas lo mismo que yo... Estaré feliz de que al menos estés con la persona que amas... -Susurraba la mujer de pelo rojo mirando a un lado.
Gracias Jean de verdad eres una buena amiga -dijo Lia-chan abrazando a su compañera que sonrió de forma perversa mientras no era vista.
Cuando se separaron las dos féminas fueron por caminos diferentes, Jean la que controlaba el fuego como una maestra se dirigió hacia el agujero que habían hecho en la prisión donde los demonios dormían mientras que la chica tiburón se fue hacia la salida del Kólasi dispuesta a pelear contra la hermana de su amo sin saber a lo que se enfrentaba...
Fin del flashback
[...]
Volviendo al tiempo actual con las combatientes..
—¡No voy a morir de esta forma, le demostraré a Luzbel-sama y a todos que soy la más fuerte...! —Exclamó la pequeña niña tiburón sin saber que a sus espaldas estaba su oponente.
—Sigo diciendo que eres muy ingenua y una criatura patética... —Dijo Ceres dando un fuerte golpe con su espada a la jovencita de ojos azules que apenas y pudo cubrirse con sus espadas.
—¿Qué quieres decir..? ¿Acaso también me subestimas? —Cayendo en picada junto a la mujer de pelo negro Lia habló...
—No te estoy subestimando ni nada..solamente digo que eres una criatura realmente estúpida peleando por alguien como mi hermano.. —responde Ceres ocultando sus ojos entre los mechones de su cabello oscuro alejándose un poco de su oponente para luego golpear con su pie a Lia-chan quien cae de forma pesada contra el piso abriendo un gran cráter...
—Mal.. Maldita..seas... Todos me subestiman por ser pequeña..creen que soy débil pero he demostrado que soy fuerte. Soy una de los cuatro reyes imperiales.. Pero.. Luzbel-sama nunca me mirara... A menos que derrote a su hermana.. Demostrando que soy..la mejor... —Se dijo a sí misma la pequeña de pelo platinado. Ella tenía sus brazos extendidos a lo largo de su cuerpo malherido. A duras penas pudo ponerse de pie mientras miraba donde estaba ahora su rival mirándola con superioridad...
—Es mejor que te rindas. No quiero mancharme las manos de sangre —Mencionó la dama de pelo negro quien empuña su arma.
—Tsk..crees que voy a dejarme vencer tan fácil... No..yo pelearé hasta el final por mi querido Luzbel .. Por eso no me importa si tengo que romper algunas reglas —dijo Lia-chan sacando del bolsillo de su pantalón la pequeña esfera que se tragó...
—¿No me digas que eso..es..? —Preguntó la diosa de pelo negro abriendo sus ojos como si dos fueran un par de platos.
—Sí, a parte de nuestras armas el señor Luzbel nos dio... —La pequeña niña con dientes de tiburón sonrió—. —Una amiga me dio esto para poder acabar con...
—Lia-chan no pudo terminar de hablar ya que algo estaba sucediendo con su cuerpo. Ella se comenzó a hinchar, sus músculos, su carne y huesos sufrieron una grotesca transformación.. El crujir de los huesos de la pobre chica se combinaron con sus gritos de dolor que poco a poco dejaron de ser humanos pasando a ser ahora un gorgoteo inentendible para terminar finalmente convirtiéndose en una masa amorfa de color negro con tentaculos sobresaliendo de la misma, lo último que pudo escucharse de ella fueron las palabras que nunca pudo decirle a su amado...
Luzbel...sama... Lo..amo...
—Quousque vis ostendere te esse fortissimum... Propter stultitiam et cupiditatem dominationis, immolas pedisequos tuos? (Hasta dónde llegarás para demostrar que eres el más fuerte... Por tu estupidez y ansias de poder ¿sacrificas a tus propios lacayos?) —Dijo la mujer de pelo negro empuñando su arma. Ceres sintiendo toda la tristeza y dolor de Lia-chan mordió su labio hasta hacerlo sangrar...
—A.. Ayu... Ayuda... Luz.. Luzbel...sama... —Eran las pocas palabras que se podían entender de lo que antes fue una linda niña tiburón.
—Etiamsi dixero manus meas sanguine non maculare ... faciam ut unum de posteris tuis facias ... mi Gea-chan (Aunque dije que no me mancharía las manos de sangre..tendré que hacerlo para salvar a uno de tus descendientes..mi querida Gea-chan) —Susurró la mujer de vestido rojo caminando lentamente hasta la gran masa de color negro que palpitaba y movía intentando caminar...
—A..A...Ayuda...
—Por eso odio tener estos tontos sentimientos humanos..los odio demasiado... —Dijo casi en un susurró la mujer de pelo negro que empuña su arma pero en ese momento...
[...]
—¡Tachibana-san..! Detente... —Exclama una voz familiar para la demonio que se detiene en seco.
—¡Suikyo-chan..! —Ahora fue la voz de otra mujer.
—¡Darling...! —Dijeron en coro las esposas de la demonio que habían llegado gracias a la otra dimensión de la gatita mágica.
—¡Mamá...! —Por último fue la jovencita de pelo gris que había llegado gracias a una de las técnicas que aprendió de su esposo.
—¡Asuka detente ahora mismo! —Exigió el chico vestido de Ninja que acompaña a su esposa.
—La demonio se había detenido en seco estando a unos cuantos pasos de su oponente que se había convertido en un monstruo. Ninguno de los conocidos de la súcubo pudo creer lo que estaba frente a ellos. Delante de ellos se encontraba otra persona, la mujer que conocieron había desaparecido, ahora mismo era una diosa que haría lo que sea para ganar la pelea. La mujer de pelo negro volteo lentamente su cabeza haciendo que su familia se quedará sin palabras al ver en que se había convertido su amiga...
—No se metan humanos esta no es su pelea —dijo la demonio mirando de reojo a los recién llegados que retroceden por una pequeña onda expansiva que les fue lanzada.
[...]
—Sí aprecían sus vidas será mejor que no se metan en esto —mencionó la mujer de pelo negro girando su cabeza para mirar al frente.
—¿Qué ha pasado, mamá? —Preguntó la chica mágica con su voz casi rota por la desesperación.
—... —Silencio.
—¿De verdad eres tú, Suikyo-chan? —Aios la hermana gemela de la demonio habló.
—Alejense…insectos molestos.. ¡Vayánse de aquí…ahora mismo!
