Capítulo 13:

Consecuencias [I]

Astral que esperaba pacientemente a que su amado terminara de comprar dos aperitivos lujosos y de edición limitada. Nunca supo exactamente cuándo fue que su vista se desvió por culpa de un extraño ruido provenir a unos metros de él.

Su aguda visión encontrando de pronto caballos desbocados viniendo en una dirección cercana a la de él. El carruaje que jalaban los animales apenas pudiendo mantenerse aun en marcha antes de que él decidera encaminarse, por propia seguridad hasta la panadería en la que se encontraba su amado.

Sus pasos siendo detenidos una vez su visión periférica detecto algo inusual, una mata de color azul cielo asomándose antes de que supiera que esa cosa se estaba moviendo para quedarse paralizada. Su mirada regresando a la calle solamente para que, en menos de unos segundos, ya se hubiera lanzado hasta aquella pequeña cosa que descubrió, era un lindo niño de cabello azul y mirada aterrada.

Sus manos extendiéndose con éxito para tomarlo bruscamente en brazos. La adrenalina en su cuerpo activándose antes de que pudiese alejarse de un solo salto. Aterrizando limpiamente en la vereda a unos cuantos metros del inminente choque que se vivió junto al carruaje.

La sangre y los gritos llegando después.

Su estado alerta pareciendo funcionar hasta que aquella mata de cabello azul volvió a moverse esta vez en sus brazos. Reaccionado una vez todo parecía volver a un tiempo normal. La lentitud antes percibida muriendo para dejarle ver cómo es que aquel niño comenzaba a temblar casi incontrolablemente. Su llanto asustado siendo inevitable mientras su mirada lograba conectarse con la de él aun en shock. Las lágrimas asomándose antes de que, algo dentro de Astral se removiera sin remedio. Suavizando su mirada para luego abrazar al niño en sus brazos de manera protectora.

Escondiendo al niño en su pecho como si aquello pudiera esconderlo del Mundo. Las caricias llegando de manera inevitable. Tanto como los susurros al pequeño niño. Tratando de calmarlo.

—Ya, ya... No paso nada... Tranquilo. Tranquilo. —Aquel niño pareció negar después de unos segundos. Su reacción haciéndole saber a Astral que ya había salido de ese momento aterrador para reaccionar a su voz. Dando puntos a su favor para continuar con su labor. —...No llores más. Tranquilo... Estoy aquí, estoy a tu lado. Y estas a salvo... Calma, calma...

El tono conciliador haciendo separarse al niño por un minuto para poder observarle. Siendo Astral el que recibió una mirada casi tan dorada como la de él.

El recuerdo de su propia mirada de su antigua vida llegando a su psique como consecuencia. Un ligero vuelco resonando en su corazón antes de decidirse a sonreírle aquel lindo niño. El cual le observo contemplativo y lleno de lágrimas solamente para querer esconderse en su pecho. Sus pequeñas manos aferrándose a las ropas ajenas mientras asentía. Su cuerpo tembloroso no coincidiendo con la aguda voz. La cual, trataba de ser valiente.

—N-No estoy asustado... —Astral solo levanto una de sus cejas. Incrédulo. —...Solo... Solo... Quiero a mi hermano... —Pidió el pequeño. Ganándose una sonrisa más por parte de Astral. Una increíble ternura naciendo en su corazón antes de asentir al pedido. Acercándose hasta el lugar de los hechos para saber si el hermano del pequeño estaba cerca de él.

El polvo de aquella calle levantándose lo suficiente para dificultar la vista, deteniendo por un momento su búsqueda antes de que pudiera maldecir una vez más a todo lo que se moviera o no lo hiciera. Culpando a ese Dios o Diosa que lo hizo renacer en una novela. Encontrándose entonces, de frente a aquellos protagonistas que hacían de su vida más difícil. La mirada aterrada que le dirigieron a él solamente consiguiendo que suspirara.

Él realmente quería simplemente seguir su camino y ayudar aquel pobre niño. Así que, recordando su papel, fue que no tuvo más remedio que comenzar a utilizarlo desde ese momento. Su voz alzándose sin más. Tomando la palabra. Su mirada pareciendo brillar con peligro ante lo dicho.

—Vaya, pero miren lo que encontré, que sorpresa. —Menciono. Un tono lleno de burla resonando antes de que el niño mirara detrás de él. Notando a sus cuidadores solamente para ignorarlos ante la sensación de seguridad que le daba Astral. Pidiendo una vez más lo que quería.

—...Quiero a mi hermano...

—...Tranquilo. —Hablo nuevamente Astral. —Te ayudare a encontrarlo, mi nombre es Astral... ¿Puedo saber el tuyo?

—...Haruto... Pero mi hermano me dice Haru... —Se presento de manera tímida aquel pequeño niño antes de seguirse aferrando a Astral. Abrazándolo para no dejarlo ir. Tratando de calmarse. Dejando que el mayor le mirara un poco más antes de ignorar lo que pasaba a su alrededor.

Siendo III el primero en reaccionar con apuro. Acercándose hasta aquel hombre que consideraba peligroso. Siendo seguido casi inmediatamente por Vector, su voz alzándose para detenerse a un par de metros del peliblanco. Mirándole con cautela.

—...Señor Astral... Tiempo sin verlo...

—Sí, puedo decir lo mismo. —Saludo Astral, apenas importándole el intento de valentía de III. Acunando un poco más al niño en sus brazos. —¿Qué le trae por aquí Duquesa? ¿Paseaba por la capital?

—Regrese al infante por favor. —Demando III. Estirando sus brazos, ignorando en aquel momento toda etiqueta para sorpresa de Astral. El cual se quedó en silencio antes de contemplar la situación en la que se encontraba. Parpadeando de manera curiosa.

"¿A caso esta Michael exigiéndome algo sin miedo?" Cuestiono mentalmente para dar un vistazo más al pelirosa. Percatándose del ligero temblor en el cuerpo ajeno. Dándole una respuesta. "No. Sí tiene miedo. ¿Será por el niño? ¿Teme que le haga algo?" Astral miro una vez más al protagonista. Llegando a una conclusión. "Sí. Si teme que le haga algo... ¿Debería acceder?"

Sus pensamientos cortándose antes de que, los tres hombres se alertaran ante el movimiento agresivo de un caballo que alcanzo a zafarse de sus ataduras. Su carrera viniendo a ellos sin esperar. Siendo Vector el que tomo rápidamente a III en sus brazos antes de dirigirse a un lugar seguro. Dejando atrás a Astral junto al niño por unas décimas de segundo para luego querer alcanzarlo. Su intención siendo la de moverlo o arrojarlo a un lado para que no se hiciera un daño.

Sus planes fracasando una vez Astral se movió por sí mismo. Saliendo elegantemente del camino antes de quedarse quieto. Su corazón siendo el que resonaría en inquietud para luego llegar a una nueva conclusión. Regresando su mirada hasta el caballo que siguió de largo y de ahí a los protagonistas. El sonrojo de Michael pasando a ser algo que realmente encontraba innecesario notando la peligrosa situación. Reafirmando la decisión que no sabía, causaría más de lo que inicialmente pensaba. Alzando su voz en consecuencia.

Haciendo caso a sus pensamientos.

"Si lo dejo junto a ellos, este niño probablemente muera... Ni yo soy tan despiadado para dejarle a tan terrible destino."

—...De la vuelta Duquesa. Yo mismo llevare al niño hasta su hermano...

—¿Qué? —La simple respuesta de Michael pareciendo concordar con la expresión de Vector. Los cuales se mostraron sorprendidos y aterrados al mismo tiempo. Separándose antes de ir en búsqueda del menor que apenas les dirigió la mirada.

—¡Usted no está a cargo de Haruto! —Exclamo Vector. Encarando al peliblanco junto a III. Deteniendo su paso. —No debe inmiscuirse en asuntos que no le atañen Duque...

"¿En serio están peleando por matar al niño? ¡Ni loco lo dejare a ellos! Los protagonistas tienen inmunidad a la muerte. ¡Los demás no!" Exclamo pensante y casi escandalizado Astral. Su rostro dejando ver su natural expresión seria antes de sonreír. Su mirada brillando con peligrosidad, exponiendo rápidamente su postura.

¿No me han escuchado? Yo mismo llevare con seguridad al niño a su hermano. Dejen de meterse en mi camino...

—¡Usted no...! —Quiso reclamar III antes de detener sus palabras. La voz ajena resonando en los oídos de los presentes antes de asomarse a la escena. El color negro de sus ropas resaltando naturalmente al igual que su sonrisa. La cual se detuvo a mitad de camino. Parpadeante.

—¡Astral mira! Pude conseguir... ¿Qué está pasando aquí?

—Yuma... —Llamo Astral antes de mostrar aquel niño en brazos. Ganándose rápidamente la atención de su amado, el cual se acercó con rapidez. Observando a su alrededor.

—¿Astral? ¿Qué sucedió? ¿Quién es ese niño? —Cuestiono Yuma. Acercándose al infante para poder apreciarlo antes de que un pensamiento se colara en su mente. Sorprendiéndose para luego hacérselo saber al peliblanco. Susurrante. —¿Astral secuestraste al niño?

—¿Qué? ¡No! —Susurro en respuesta Astral antes de suspirar. Explicado rápidamente. —No sé si escuchaste el estruendo, pero sucedió un accidente. El niño estaba en el medio así que lo salve... Eso es todo...

—...Oh... —Dijo Yuma. Antes de mirar mejor al infante, y de ahí a las presencias a sus espaldas. Sabiendo entonces, que su día ya no iba a ser el mismo. El cabello rosa y la mirada anhelante dirigida a él anunciando solamente una cosa.

Mas trabajo.

Yuma solo quería seguir pasando su forzado descanso en paz. Tal pareciera que la suerte del Villano se le estaba contagiando.


Si alguien pudiera describir el momento, dirían que el ambiente era demasiado. Incómodo, por no decir, tenso. El silencio del lugar apenas importándole al pobre niño que aún se mantenía en los brazos de Astral. Sus pequeñas manos aferrándose a él sin descanso mientras miraba curioso y más calmado a su alrededor. Aquella cafetería de colores cálidos y dorados. Consiguiendo dar la paz a aquellos que ignoraban la pesada mirada de los protagonistas para el Villano y viceversa. La mesa siendo lo único que retenida a los presentes mientras Yuma solo parpadeaba de aquí allá. Posando sus manos sobre su regazo. Suspirando sonoramente antes de notar que los bocadillos pedidos llegaban a la brevedad.

El té caliente y humeante siendo colocado frente a los mayores mientras una pequeña taza era seleccionada para el menor. Un poco de leche siendo servida para su gusto. Dejando los condimentos extras sobre la mesa. El sirviente encargado realizando satisfactoriamente su trabajo para después retirarse con una limpia reverencia. Su mirada curiosa posando de un cliente a otro antes de alejarse. Susurrando para sus compañeros. Reconociendo de buenas a primera quiénes eran los que estaban ahí. La imponencia de cada noble solo ayudando a que los rumores comenzaran.

La voz de Michael siendo la que resonó primero, acallándolos. Encarando a Astral. El cual parecía más desinteresado que serio. Su postura dirigiéndose al niño que a los protagonistas. Queriendo ignorarlos.

—Mis disculpas por intervenir de manera tan descortés Duque Astral... —Se disculpo III. Su postura tensa apenas importándole a Astral. El cual le miro con detenimiento. —Pero me temo que ha habido un mal entendido...

—¿Un mal entendido? ¿Con qué exactamente? —Cuestiono Astral. Su tono serio solo consiguiendo alertar a los protagonistas. Quienes le observaron con cautela. Suspirando para buscar una solución.

—Justamente sobre lo que ocurrió...

—¿Se refiere a cómo es que descuidaron a un niño en plena avenida con un carruaje dirigiéndose a él a punto de matarlo? —Se burlo Astral. Comenzando a sonreír medianamente. Posando una de sus manos sobre la cabeza del más pequeño, dando una caricia.

—Le ruego no insinué cosas que no fueron. —Pidió cortésmente Vector. Claramente ofendido. —Haruto se alejó sin permiso y sin cuidado...

—Entonces fue su error... —Ataco inmediatamente Astral. Dejando de sonreír. —Un niño es curioso por naturaleza, ¿Cómo es que fueron tan descuidados?

—Nosotros no... —Quiso hablar III. Deteniéndose al escuchar una nueva voz hablar. Su mirada fijándose en aquella persona antes de desanimarse notoriamente.

—Duquesa Michael. —Llamo Yuma. Mirando directamente al pelirosa. Su seriedad siendo algo que sorprendió a ambos protagonistas. —Asuma su error. De otra forma esta charla se alargará más allá de la cuenta...

—Yuma... —Llamo suavemente III. Una culpabilidad llenando su corazón ante el descuido sobre el niño frente a ellos. Provocando que bajara su mirada. —...Realmente lo sentimos. Fuimos descuidados...

—¿No eso está mejor? —Cuestiono Astral, su burla aun impresa en su tono. —Ahora, ¿Pueden retirarse? Yuma y yo nos haremos cargo del niño...

—¿Eh? —III y Vector entraron en pánico. Imaginándose lo peor hasta que Yuma hablo una vez más. Aun de manera disgustada. —¡Espere por favor...!

—Duquesa, Marqués... Hagan favor de retirarse... Ya han hecho suficiente...

—Yuma... —Susurro III con insistencia. Tomando la taza ofrecida entre sus manos. Apretándola sutilmente antes de fruncir sus labios. Negando después. —Lo siento mucho. Vector y yo fuimos descuidados. Pero no podemos desligarnos de nuestro cuidado a Haruto... No nos retiraremos...

"¡Ah! Como son tan..." Pensó Yuma. Su molestia dejándose ver antes de que Astral posara una mano sobre las suyas. Negando con suavidad. Desviando su mirada a los protagonistas antes de que una idea viniera a su mente. Sonriendo medianamente.

—En ese caso, Joven Marqués, Joven Duquesa... Me temo no me gustaría estar con ustedes hasta que me digan algo en especial...

—¿Algo en especial? —Cuestiono Vector. Sintiendo un mal presentimiento. La sonrisa burlona de Astral calando profundamente en su orgullo antes de enojarse. Aguantando sus ganas de gritar a causa de la mano que III insistía en sostener. Negándole a la brevedad.

—Así es... —Confirmo Astral. Comenzando a disfrutar de su papel. Su mirada comenzando a brillar de manera determinante. —...Como sabrán. Salve al niño a costa de mi propia seguridad. Y ciertamente no he recibido ni un solo agradecimiento por ello... ¿No es eso descortés?

—...Eso...

Vamos... Usted, Joven Duquesa que se jacta de modales, ¿No sabe dar las gracias? ¿Hn? Si ese es el caso, me temo el Gran Duque Arclight estará decepcionado...

—¡Tú...! —Quiso reclamar Vector. Siendo detenido por III. El cual se levantó de su lugar para luego posarse cerca del peliblanco. Reverenciándolo profundamente. Ocultando su mirada, mordiendo ligeramente sus labios.

—...Por favor. Duque Astral Encinereb. Reciba mi más profundo agradecimiento por arriesgar su vida para salvar a mi protegido... Gracias por salvarlo del terrible destino ante un accidente o peor...

Oh~... —La mira de Astral brillo un poco más. Sus intenciones pareciendo aumentar antes de que Yuma pudiera descifrarlas. Sorprendiéndose de ellas. —... ¿Es acaso que el Gran Duque Arclight no le enseño a agradecer correctamente al ver que alguien salva una vida aun cuando esa vida era su responsabilidad?

—¿Eh?... ¿A qué se refiere? —

De rodillas... —Exigió Astral a la brevedad. Congelando a los presentes. —Debe agradecerlo de rodillas... De otra forma. El honor de su familia será manchado por su descuido... ¿Desea acaso que ocurra eso... Joven Duquesa?

—Michael... —Llamo alarmado Vector. Sus uñas enterrándose en las palmas de sus manos antes de notar con horror como es que su amado caía de rodillas. Sus manos posándose en el suelo antes de hacer lo que pedía Astral. Humillándose así mismo. Logrando ampliar la sonrisa de Astral.

—¡Yo, Michael Arclight! Duquesa del Ducado Arclight. Agradezco sinceramente la ayuda prestada del Duque Astral Encinereb...

Astral miro un poco más a Michael antes de reír bajamente. Dejando por un momento al niño en los brazos de Yuma para luego levantarse de su asiento, acercándose a III. Susurrando en su oído.

—¿No estas más satisfecho? Me has faltado al respeto al exigirme a ese niño... Te recuerdo que debes mantener tu boca cerrada para que nada más ocurra. ¿Me has entendido?

III bajo un poco más su mirada. Asintiendo ante lo escuchado. Sus ojos aguándose ante la humillación hecha. Aguantando su llanto antes de que el mismo Astral el tomara de sus manos, levantando del suelo. Obligándole a mirarle. Alzando su voz para que pudiese ser escuchado.

Ah~ Duquesa es tan amable. No tiene porqué molestarse más. No fue ningún problema ayudarle. Me causaría una pena enorme si algo le pasara a ese niño u a otro. No tiene por qué ser tan serio... ¿No es verdad? —Cuestiono Astral. Tomando con un poco más de fuerza las manos que temblaban ante él. Sonriendo más ampliamente. —Vamos, siéntese... Un hermoso Doncel como usted debe conservar sus modales...

Los susurros al rededor no se hicieron esperar. El ruido comenzando una vez más antes de que III regresara a su lugar. Claramente afectado. Solamente para recibir inmediatamente el apoyo de Vector, quien le susurro amablemente mientras Astral regresaba a su lugar. Una de sus manos siendo jalada antes de notar como es que Yuma le preguntaba con la mirada sobre lo hecho.

Obteniendo el murmuro de Astral. Quien miraba al frente. Aun con su papel resplandeciendo.

—Quiero que se vayan... —

—Oh... —Fue la rápida respuesta de Yuma antes de entender lo que estaba haciendo su amado. Su vista regresando a ambos protagonistas, los cuales se mantenían aun en su propio mundo mientras Vector seguía consolando a III. Dando miradas furiosas de vez en cuando al peliblanco. Su bienestar asegurándose con ello. Bajando su pánico inicial. Llamado a sus pensamientos.

"Entiendo. Un shock fuerte como ese para el protagonista debería funcionar para alejarlos. De otra forma, algo me dice que solo complicaran las cosas... Me pregunto luego si Astral no estudio más al Villano para actuar como él... Siendo Astral" Yuma miro al peliblanco. Observado su postura recta y su media sonrisa. Llegando a una conclusión. "Sí. Si es Astral de seguro lo hizo. Ah~ ¿Por qué es tan complicado?"

Yuma suspiro. Apenas regresando su atención antes de que una suave y tenue voz se escuchara. Su mirada bajando a sus brazos antes de toparse con la cara más bonita que alguna vez vio. Emocionándole tan solo por sostenerle.

—...Tengo hambre... —

"¡Santísimo Dios me has bendecido con un ángel!" Pensó totalmente encantado. Superando lo sucedido. Sonriendo entonces al niño en brazos, acercándolo un poco más a la mesa.

—¿Tienes hambre? Bien, bien. Mira aquí... —Llamo Yuma al menor. Acercando la taza pequeña y llena de leche. —Esta es tuya, puedes beberla... ¿Quieres alguna galleta? ¿Qué tal un pastel?

El pequeño niño miro primero a aquella taza, luego a los bocadillos ofrecidos, y por último a Yuma. Su mirada quedándose en él antes de sentir la misma seguridad que con el peliblanco. Sus manos aferrándose dulcemente a las faldas de Yuma antes de atreverse a aprobar lo dado. Sus manos yendo hasta la taza para alzarla y darle un sorbo. Una mueca extraña viniendo después.

—¿Pasa algo? Ah... —

—Haruto... —Se presento el niño a Yuma. Mirándole mucho más calmado. Sus ojos volviendo a tener ese hermoso y brillo característico de los niños. —Mi nombre es Haruto... Pero mi hermano me dice Haru...

"¡Dios quiero que me des hermosos niños como este!" Pensó una vez más Yuma mientras asentía. Mucho más contento y emocionado. Su vista iluminándose ante la mirada de Astral, el cual se relajó una vez noto que los protagonistas no iban a dejar su brazo torcer. Decidiendo ignorarlos para apreciar la escena a su lado. Tomando su propia taza de té para dar un pequeño sorbo.

—Entiendo Haruto... Mi nombre es Yuma, puedes llamarse así. ¿Qué te parece? —Se presento Yuma. Logrando una pequeña sonrisa en el menor.

—Me gusta... Lo llamaré así Señora Yuma... —Asintió Haruto. Tomando una galleta cercana a su mano. Dándole un mordisco para luego beber de nueva cuenta su leche. Parpadeante.

—Un placer. ¿Haruto-kun, hay algo que no te guste? —Preguntó Yuma. Deteniendo la merienda del menor. El cual bajo su cabeza antes de asentir.

—...No está dulce...

"¿Dulce? ¿Habla de la leche?" Cuestiono Yuma en silencio para luego mirar el contenido. Sonriendo antes de atender aquella queja, extendiendo su mano para alcanzar la miel ya predispuesta al gusto de ellos. Tomando una cucharada para luego ponerla a la taza del menor. Agitando suavemente para luego alejar la cuchara. Sonriendo amenamente después. Tomando la palabra.

—Pruébala... Debería estar mejor... —El niño le miro antes de atender lo escuchado. Su mirada llenándose de maravilla antes de beber de aquella leche con miel. Un lindo sonrojo subiendo a sus mejillas para hacerles saber a los adultos su gusto. Encantando a Yuma y Astral al mismo tiempo.

—¡Me gusta! ¡Esta deliciosa! Gracias...

"Que niño tan mas educado" Pensaron al unísono Yuma y Astral. Relajándose notoriamente antes de que los protagonistas volvieran a hablar. Viéndose más tranquilos que antes. Su seriedad dando a entender a Astral que se decantarían a ignorar lo sucedido. Haciéndoselo saber en seguida.

—Espero que mi falta de respeto haya sido pagada con mi gratitud... —Menciono III. Suspirando antes de dirigir la mirada al niño del lugar. Sintiendo que debía aguantar todo lo que el Villano quería hacerle para solo asegurarse que Haruto estuviese bien. Siendo apoyado rápidamente por Vector. Siguiendo su ejemplo.

—Gracias por ayudarnos... Estaremos con ustedes hasta que el niño sea entregado a su hermano... —

"Ah~ el sistema de perdón de los héroes. En realidad, funciona bastante rápido. Si estuviese en su lugar me golpearía a mí mismo para luego irme del sitio junto al niño." Pensó Astral. Ignorando las palabras antes de asentir. La atención dirigiéndose al niño en los brazos de su amado.

Decidiendo que, aun si los protagonistas no tenían ganas de dejarlos, aun así su día debía ser lo suficientemente placentero como para disfrutarlo. Alzando su voz y dejándola en alto para hacerle saber a los presentes lo que pensaba.

—Bien. En ese caso. Pasemos un día divertido... ¿Qué dices Haruto-kun? —Cuestiono Astral. Sonriendo como normalmente lo haría. Preocupando a los protagonistas. Ganándose una sonrisa de su amado, como un asentimiento emocionado del menor.

—¡Sí!

Y entonces, la salida obligatoria de los protagonistas junto al Villano comenzó.

Su primera parada siendo los puestos de comida y chucherías que se mantenían cerca de ellos. Yuma siendo el que llevaba sin más a Haruto de la mano para arrastrarlo felizmente hasta ellos. Señalándole lo que quería mientras Astral les seguía en silencio. Los protagonistas manteniendo una distancia que consideraban segura o apta. Susurrando entre ellos cada vez que Astral pagaba por lo que Yuma y Haruto tomaban y se llevaban. El oro comenzando a correr por sus manos sin importar darle una segunda mirada antes de seguir con esa labor.

La siguiente parada siendo en un parque lleno de juegos y payasos que consiguieron divertir a Haruto. Yuma siendo el que se mantenía con más ahincó en su cuidado y entretenimiento, mientras Astral se quedaba sentado cerca de ellos.

Una preciosa visión llegando a sus ojos ante la sonrisa de Yuma y el llamado constante del infante que insistía ser alzado o llevado a ver lo que le atraía la atención. Juegos viniendo casi por regla antes de que III se involucrara tímidamente. Una amena tarde sucediendo mientras Vector se quedaba a vigilarlo. Esto siendo ignorado mientras Astral comenzaba a fantasear con su propio hijo o hija yendo de un lugar a otro con su amado.

El cálido sentimiento quedándose en su pecho antes de seguir con demás paradas. El niño siendo la principal causa.

Bibliotecas siendo visitadas como lugares llenos de ruido. Dulcerías y más tiendas llamando a ser recorridas mientras Haruto hacia de mediador entre III y Yuma. Los cuales se hablaban por cuestiones relacionadas al menor. Siendo Yuma el que ignoraba los intentos de III sobre una conversación privada. Usando al menor como excusa antes de seguirle la corriente. Alejándose del pelirosa.

La tarde siendo pasada de tal manera hasta que Haruto entro a una tienda donde antes Yuma y Astral ya habían estado. Los tres pisos recibiéndolos tanto como una sala de espera. La dueña del lugar acercándose mientras daba órdenes a sus empleados, los cuales corrían con cintas métricas y telas que se necesitaban. Saludándolos alegremente.

—¡Sus Excelencias! ¡Es un honor tenerles una vez más por aquí! ¿Hay algo en especial que estén buscando? —Cuestionó la Dama. Señalando sutilmente la sala de espera mientras esperaba una respuesta. Siendo Astral el que contesto en un tono tranquilo. Mientras los demás se sentaban en la sala de espera.

—Un gusto, no hay algo que tengamos en mente. Sinceramente estamos aquí a petición de un Joven Caballero... —Menciono, señalando elegante a Haruto. El cual ya había tomado una de las revistas en la mesa, hojeándola lentamente antes de enseñar sus hallazgos a Yuma. El cual asintió. Contento.

—...Entiendo... —Dijo la dueña del lugar. Una idea surgiendo una vez noto como es que el niño conseguía toda la atención de los adultos. Emocionándose visiblemente antes de dirigirse a Astral. Manteniendo en todo momento su respeto. —Su Excelencia, si me permite... Hay una nueva línea que abarca ropa para una familia entera. Mamá, Papá e hijo o hija. ¿Desea verla?

Oh~. —Susurro Astral antes de darle un segundo vistazo a su amado y al niño en sus brazos. Una pequeña ilusión naciendo antes de sonreír. Asintiendo a lo escuchado. —Me gustaría...

—En ese caso, me llevare primero a su acompañante y al niño, ¿Le parece bien?

—Esposo... —Corrigió casi al instante Astral. Una mirada orgullosa colándose mientras expandía su sonrisa. Mirando a la fémina frente a él. —Es mi esposo y un niño a nuestro cargo. Su nombre es Haruto. Asegúrese de recordarlo...

—Como ordene. —Acepto la dueña. Notando ya un cambio en el hombre frente a él. Sintiéndose más tranquila a la última vez que le vio. Acatando la orden.

Acercándose a Yuma y Haruto para después llevárselos. Dejando atrás a Astral y a los protagonistas. Un ambiente incómodo comenzando desde ahí mientras el pelirosa recordaba lo vivido anteriormente en ese lugar. Una mueca angustiada apareciendo en su rostro solamente para ser calmado por Vector, el cual comenzó a hablar con él a susurros. Las risas venideras apenas importándole a Astral, el cual había cerrado sus ojos en espera de la dueña del lugar. Enterrándose en sus pensamientos.

"Hace dos meses y unas semanas, Yuma y yo nos escondíamos para salir a pasear y comprar lo que necesitábamos para su debut. Ahora... ¿Qué tanto a cambiado desde entonces?"

Sus pensamientos deteniéndose momentáneamente al escuchar la risa de III como el coqueteo de Vector. Dándole una rápida respuesta a lo que pensaba. Animándole abrir sus ojos.

"Ahora los protagonistas hablan sin miedo a ser juzgados. Su enamoramiento va en crecimiento, y yo les coloco estúpidos obstáculos. Por otro lado... Yuma y yo... Ya somos reconocidos en sociedad como esposos." Una sonrisa nació en sus labios. Dulce, anhelante. "¿Qué tanto se asemeja a nuestro sueño en nuestra antigua vida?... Diría que mucho, recuerdo que me propuse un mes antes del accidente... Y en este instante. Justamente ahora, Yuma y yo... Incluso podemos formar una familia sin necesidad de adopción u otro método para concebir." Su mirar desviándose al techo elegantemente antes de seguir con sus pensamientos. Ignorando deliberadamente a los protagonistas, quienes le miraron cautelosos. "¿No esta es una oportunidad perfecta? Haruto incluso parece nuestro niño. Aunque su cabello azul lo delate..." Pensó, antes de percatarse de un detalle.

"Cabello azul. Ahora que lo recuerdo. ¿No había algo importante respecto a ese color de cabello? ¿O quizá a los ojos dorados de Haruto? Presiento que debería tomarlos en cuenta, pero... No recuerdo exactamente porqué. ¿Será peligroso? Aún falta encontrar a su hermano, aunque las vagas respuestas de Haruto nos hizo saber que su hermano estaba en el Palacio. Y III dijo que se tardaría... ¿Estaré haciendo lo correcto al quedarme con él a pasar el rato?" Se cuestiono. Regresando su vista una vez más a su alrededor. Quitando su sonrisa.

"Tal vez imaginó cosas..." Se quiso animar. Antes de que, ante su vista. Se cruzará el color rojo sangre de un vestido acompañado de bordados negros. Su mirada bajando para toparse con unos tacones altos y elegantes de color rojo. Una serpiente sirviendo como adorno ante lo que alcanzo a ver después. Un corte de sirena en aquel vestido dejando libre un corte más que mostraba parte de las piernas de su portador. La elegancia manteniéndose en todo momento mientras la cintura se acentuaba y los hombros pasaban a estar descubiertos. Mangas largas aun así delineando los brazos delgados a la vez que una tela transparente color negro, de todas formas, los cubrieran con reverencia. Las joyas habiendo sido dejadas en lugares discretos y precisos.

Su vista subiendo lo suficiente para toparse con la mirada que más amaba. El maquillaje pesado y oscuro dándole un toque diferente al que tenía el día de hoy. Su presencia resaltando por sí sola antes de caminar elegante hasta Astral. Quien sin notarlo había quedado prendado de aquella hermosa y atrayente imagen.

Su apreciación deteniéndose solamente por pura fuerza de voluntad, bajando una vez más su mirada para poder ver aquel niño acompañando a Yuma. Su lindo traje rojo y oscuro causando un vuelco a su corazón antes de que quisiera de verdad secuestrarlo y convertirlo en su propio hijo. El azul de su cabello pareciendo ser lo único que no concordaba con la vestimenta, pero si dándole un toque único que fue alabado por la dueña del lugar, la cual se acercó hasta Astral antes de señalar con emoción y elegancia a sus clientes. Sonriendo abiertamente ante ello.

—Su Excelencia, estos son los modelos que ahora están de moda en todas las sociedades, le comento que su Excelencia Yuma-sama, fue el que escogió el color y el diseño. Lo demás fue dejado a petición del Jovencito que le compaña... ¿Gusta tomar la ropa que le pertenece?

Astral no necesito más palabras antes de asentir. Levantándose de su lugar para ir directamente con su amado, alzando una de sus manos antes de tomar suavemente una de las mejillas ajenas. Acariciándolo mientras su mirada se maravillaba ante la visión recibida. Dejándole anonado.

—Estas precioso... —Alabo Astral. Ganándose una sincera sonrisa de Yuma, el cual asintió. Una de sus manos siendo tomada para hacerle dar una vuelta, dándole una vista más a su vestido. Sonrojándolo antes de que pudiera reír con alegría.

—G-Gracias... Tu ropa también ya está en espera, me... Encantaría verte en ellas. —Susurro Yuma. Dando un paso más cerca de su amado. Su mirada notando como es que los protagonistas le observaran incrédulos. Una idea viniendo ante eso, haciendo afilar su sonrisa. —Astral... He vestido de rojo, ¿Sabes lo que quiero decirte?

—Por supuesto. —Asintió Astral, saliendo de su estupor, siguiendo el juego al menor. Sonriendo de lado ante ello. —Iré a cambiarme entonces, no puedo dejar a mi esposo sin su complemento en ropa, ¿Cierto?

Kufufu~ es así... —Sonrió Yuma. Tomando de la mano a Haruto para alejarse de su amado. Yéndose a sentar en la sala de espera, paciente a ver cómo es que Astral se retiraba. Una extraña emoción comenzando a nacer antes de que pudiera notar la mirada del pelirosa. Quien no dudo en hablarle. Casi angustiado.

—¿Yuma? ¿Desde cuándo usas esas ropas?

—¿Eh? ¿Eso? Desde que me case, por supuesto no lo habrías notado... —Respondió Yuma restándole importancia. Tomando al niño en brazos para luego mirar la estupefacción en III y Vector. Sonriendo en consecuencia.

—Yuma... Esos colores, no... —

—Ahórrate el comentario. No estoy de humor. Has estado todo el día detrás de mí como un niño desamparado. ¿Puedes parar ya? Es molesto... —Pidió Yuma. Su tono orgulloso pareciendo dañar a ambos protagonistas por igual. Entristeciéndolos ante algo que Yuma ignoraba. Y que los mismos insistían en creer.

—Yuma... Tu no eras así. —Reclamo suavemente Vector. Negando antes de que Yuma sonriera de manera ligeramente arrogante.

—Sí, sí lo era, pero nunca deje verlo hasta ahora... ¿Que acaso no saben que las personas pueden tener secretos?

—¡Yuma ese no eres tú! —Mencionó III su preocupación siendo visible. Atrayendo la atención del niño que los miro contemplativo. Parpadeando de forma curiosa.

—¿Qué puedes saber tú si es que soy o no soy algo a lo que tú te aferras? ¡Despierta III! Esta es la situación ahora. Ya déjame en paz...

—Yuma... No. No tu. —Susurro el pelirosa. Causando un suspiro por parte de Yuma. Molestándolo ante su insistencia. Tratando de contener su frustración.

—Michael... Por favor. No sé qué estás pensando pero, para. Recuerda lo que te dije. Yo soy quien decide, soy quien habla por mí y soy el que desea esto... Detente... —Pidió Yuma. Su mirada seria dejándolo en claro ante la mirada sorprendida de los protagonistas. Quienes susurraron entre sí antes de asentir. Mucho más seguros de algo.

Ignorando me hecho de que Haruto miraba todo de manera calculadora. Su brillantez opacándose antes de ver a Yuma. Una sonrisa colándose de pronto en sus labios al recordar cómo es que su hermano también decía esas palabras. Su comparación haciéndolo confiar ciertamente en el Doncel que le cuido y le brindo su amistad. Al igual que el peliblanco que no le perdía de vista ni por un segundo. Aquellos detalles cautivándolo antes de seguir aferrándose a las ropas del Doncel, bajando su mirada una vez más a la revista en sus manos. Sonriendo suavemente.

—Está bien... —Hablo III en un tono diferente al usual. Su seguridad saliendo ante la curiosidad de Yuma. Quien festejo internamente ante esas palabras para luego sentir como es que en verdad estaban colocando su paciencia a prueba. —Pero debo decirte que, si de alguna manera el Duque Astral te ha estado convenciendo. Eso no seguirá siempre... Los privilegios acabaran y tu seguridad peligrara...

—¿Eh? ¿A qué te refieres? —Cuestiono Yuma. Cruzando sus brazos mientras dejaba de sonreír. Mirando detenidamente al pelirosa.

—Me temo... —Hablo esta vez Vector, sonriendo después de mucho tiempo. Afilando su mirada. —Que, si te está dando poder, en algún momento te lo quitara. Quizá ahora estés cegado y creas que te ama o algo parecido. Sin embargo, eso se acabará. Él de tejara una vez termine de usarte para sus caprichos...

—Yuma. —Llamo III. Su mirada pareciendo brillar en advertencia. —Tal vez deseches estas palabras. Quizá no las tomes en cuenta, pero quiero que te quede claro una cosa... Astral no te ama y jamás te amara. Eres su juguete y su entretención. En algún punto te botara una vez vea sus objetivos cumplidos, no se acordará jamás de ti... Barrera el suelo contigo y te humillara como jamás pensaste o piensas que lo haría... —III detuvo sus crueles palabras antes de suspirar, sonriendo medianamente mientras sentía una enorme culpa por decirle eso a su mejor amigo. Disculpándose internamente. —...Y sinceramente espero que sufras, para que puedas ver lo que dejaste ir con tu familia y amigos... Quienes verdaderamente te queremos. No como ese monstruo...

—Michael... —Susurro Yuma. Aquellas palabras consiguiendo remover algo dentro de él antes de que bajara su mirada. Dando la apariencia que esperaba III. Quien aprovechó tal hecho para verificar que no era un lavado de cerebro lo que su amigo tenía. Retomando la palabra.

Se que es una pena ahora que tal vez lo diga. Pero es mejor que regreses a casa ahora que puedes, que tu familia te espera. En donde puedes estar en cama y protegido... No tienes porqué seguir aguantando los tratos de alguien como el Duque... Puedes ser libre si lo deseas...

—¿Libre? —Susurro Yuma. Aun con la mirada abajo. Consiguiendo una sonrisa casi triunfante de III y Vector. Quienes asintieron a su palabra.

Exactamente. Esa libertad que has anhelado y que te espera en casa... Puedes tenerlo si luchas por ella. No te dejes engañar por cosas caras o bonitas caras... Mucho menos por tratos horribles e inhumanos...

—Michael... —Llamo Yuma. Su mente trayendo aquellas horribles imágenes de las que hablaba III. En donde Astral le cuidaba y velaba por su seguridad. En donde le acaricio o lo beso. E incluso cuando le cargo una vez sus zapatillas le lastimaron. Su calidez y su verdadera sonrisa calmando una tormenta antes de subir su mirada. La cual se afilo lo suficiente para hacer retroceder a ambos protagonistas. Impresionándolos. —Pff~ ¿De verdad piensas que me lavo el cerebro? Creí que eran más inteligentes... Me das pena Michael...

—¿Q-Qué?

—Déjame dejarte algo en claro. —Menciono Yuma, dejando suavemente a Haruto en el sofá antes de dirigirse hasta el pelirosa. Acercándose a él peligrosamente mientras su nueva apariencia resaltaba. Causando muchas más dudas a ambos protagonistas. —Yo también puedo jugar III. Yo también puedo manipular, hablar y tergiversar mis palabras. ¿De verdad crees que soy tan inocente? La verdad es que no. Te equivocas. Así como te equivocas en todo lo demás. No hay enemigos Michael. No hay planes. ¡Así que deja ya de molestarme o de lo contrario me desquitare con lo que más quieres! ¿Sabes de lo que hablo no es así? —Cuestiono mirando de soslayo a Vector. Afilando su sonrisa, la cual parecía brillar de manera peligrosa. —No queremos que nuestras reputaciones salgan dañadas... ¿O sí?

—Yuma... —

"No es un lavado de cerebro, es un hechizo de control." Pensaron ambos enamorados antes de notar como es que Yuma se alejaba de ellos. Sentándose una vez más en su lugar justo a tiempo para luego percatarse de la presencia que esperaban.

Astral siendo el que llego bellamente arreglado. La ropa oscura y en colores rojos haciéndole resaltar naturalmente ante su apariencia cautivadora y galante. La camisa que dejaba ver parte de su pecho dándole un punto a su favor una vez posó la mirada en su amado. Quien le recibió rápidamente. Levantándose para encaminarse a él. Posando sus manos en el pecho ajeno. Acercándose sin preguntar para luego atrapar sus labios en un beso casto. Silenciado el lugar ante su acción.

Acción que, simplemente Astral aceptó sin más. Acercándolo a él para profundizar aquel beso. Inclinándose tenuemente para luego separarse. Sonriendo ante aquel gesto. Mirando al menor.

—¿A que vino eso?

—…Me gusta mucho Mi Señor. ¿No puedo hacerlo?

—... Kufufu~ Para ti jamás habrá un no por respuesta…

Michael y Vector sintieron que definitivamente tenían que contactar al obispo. ¡Yuma estaba siendo controlado!

Yuma por su parte solo sonrió ampliamente. Dejándose abrazar por su amado. Feliz de saber, que siempre estaría ahí para él.

Haruto solo observo todo con una cara inocente. Notando que era la hora en la que su hermano prometió volver a verle. La noche comenzando ya caer sobre ellos. Ansiosa por continuar aquella aventura de los protagonistas ante ilusiones falsas y los Villanos. Quienes solo querían volver a su hogar.

¡Por favor! Que alguien detuviera ese Drama