Ranma ½ es una obra cuyos derechos pertenece a Rumiko Takahashi. Este fanfiction está realizado sin ningún ánimo de lucro.
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Momento: 15
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—Perdone doctor Yamamura, pero creí que lo atendería en las cirugías de hoy, ¿por qué no estoy en el programa?
— ¿Cómo que por qué? Porque es tu padre ¿Por qué no lo menciono antes? Sabe que no pueden atender familiares.
—Pero… doctor Yamamura no lo he visto en años, si piensa que eso va afectara mi desempeño no es así —sus pasos eran cada vez más rápidos queriendo alcanzarlo y verlo frente a frente.
—Tendo, no voy a repetirlo, aléjese de la sala de cirugía, como familiar será informada al final del proceso.
—Yo no quiero saber como va a terminar, quiero saber como se va a realizar.
— ¿Está diciendo que no le interesa la salud de su padre?
—No, no es eso, es solo que… —resoplo con frustración— esta bien, no importa —finalizo desanimada agachando la cabeza.
—Ya habrá otra oportunidad, ahora donde debe estar es con su familia —su voz rasposa se volvió suave tratando de apoyarla.
—Tengo rondas que hacer —levantó su rostro viendo el desconcertado rostro del hombre—, pero iré a verlos en cuanto pueda —camino en dirección opuesta dándole la espalda, llevando su mano al pecho al sentir sus aceleradas palpitaciones ¿Qué era lo que la tenía tan ansiosa? ¿Saber que ya no tenía la vida de su padre en sus manos? O ¿Qué ahora podría toparse con su familia en cualquier momento?
Seria sencillo, solo no pasaría por la sala de espera donde esperaban sus hermanas y por los gritos a lo lejos se enteró que había un oso panda en el comedor que desapareció en un segundo. Asignada a la zona de urgencia se mantendría ocupada, aunque no sería fácil, un autobús acababa de colisionar creando un ambiente de caos.
La camillas llegaban con los pequeños cuerpos heridos de los niños quienes iban de excursión cuando un hombre a gran velocidad no se detuvo en un semáforo en rojo, varios transeúntes había sido gravemente herido por lo que la sala estaba llena de llantos y rápidas pisadas.
— ¡Preparen la sala de cirugía! —grito el doctor Lee tratando de pasar entre la multitud— Tendo prepárate —Akane asintió firme.
Ya en quirófano la joven Tendo pudo ver a la pequeña niña, uno de los vidrios se había incrustado en su tórax. Preparada observaba con atención los movimientos del cirujano al realizar el procedimiento, sin perder atención de las instrucciones que le daba.
—Disculpe doctor —llego una de las enfermeras—, la familia está muy alterada, piden algo de información —el hombre seguía concentrado en su trabajo por lo que no levanto ni por un segundo el rostro.
—Tendo ve a tranquilizarlos —sintió un escalofrió al oír su nombre.
—Si —camino a la salida segura de las palabras del cirujano, sabía que había controlado la hemorragia pero la situación seguía critica, nunca era sencillo dar tales declaraciones. Lo mejor era omitir cierta información para calmar a los familiares, sin embargo, cada vez que lo hacía sentía el remordimiento de la mentira ¿y si aquella pequeña perdía la pelea? ¿Qué les diría a sus padres entonces?
Salió por el pasillo que parecía tornarse cada vez más largo hasta llegar a las puertas de la sala de espera.
— ¿Señor y señora Kinomoto? —se acercó a la pareja que lloraba desconsolada.
— ¡¿Es usted la doctora de mi hija?! —la madre se levantó rápidamente colgándose de sus vestiduras— por favor díganos ¿Cómo está? —sus ojos estaban irritados y enrojecidos.
—Yui fue traslada de emergencia a quirófano por un traumatismo penetrante, sé que están sumamente preocupados pero su hija es muy fuerte a reaccionado muy bien a la cirugía, por favor sé que en esta situación es difícil mantener la calma pero el doctor Lee ahora está haciendo todo lo posible por salvarla —hablo con calma y fluidez mirándolos a los ojos, intentando mostrar respeto a su dolor. La mujer la tomo de las manos asintiendo.
—Mi pequeña es muy fuerte, sálvela por favor —suplico inclinándose levemente, su esposo que no se había apartado de su lado apretó los frágiles hombros de su mujer.
—Por favor —salieron las palabras atravesando el nudo de su garganta. La joven doctora hizo una pequeña reverencia girando sobre sus talones, pero sus pasos fueron detenidos por una voz.
—Akane —miro de reojo a su familia, notando su acercamiento retrocedió unos pasos.
—Lo siento, hablaremos después.
Desde aquel dia en que Akane se había enterado de la cirugía de su padre no había tenido el valor de hablar con ellas, mucho menos cuando se enteró de que estaría participando en el procedimiento. Si Soun de algún modo se hubiera enterado sabía que rechazaría el tratamiento, parecía un hombre tranquilo pero sabía que era igual de orgullosa que ella.
—Ya es toda una mujer —los ojos de Nodoka brillaron de admiración.
—Pero sigue siendo un desastre en otros asuntos —los labios de Nabiki soplaron suavemente su amargo café.
Después de varias horas de caos de lo que fue una trágica mañana los temores de todos comenzaron a menguar, Akane caminaba a paso lento por el pasillo encontrando a la familia de Yui junto a ella quien aún seguía dormida. La mamá de la pequeña acariciaba sus cabellos con dulzura cuando alzo la vista encontrándose con los de ella, inmediatamente le sonrió con nuevas lágrimas en los ojos. Akane solo asintió devolviéndole la sonrisa.
Tal vez era hora de enfrentarse a otra tragedia familiar, una que había comenzado hace años. Tendría que saber si el resultado sería el mismo, no quería que algún dia fuera demasiado tarde.
—Tendo —el doctor Yamamura la llamo yendo hacia ella—, solo quería informarle que todo salió muy bien, aún no ha despertado pero parece que se recuperara pronto.
—Gracias doctor, mi turno ha terminado así que iba a ir a verlos.
—Solo se quedó una joven, los demás se han retirado si eso la ayuda, es menos presión ¿no? —Akane sonrió ante su comentario. Dio la vuelta para retirarse cuando choco de bruces contra un cuerpo más alto que ella.
—Al fin te encuentro.
—Ranma ¿Qué haces aquí? —dijo sorprendida.
—Supe que fue un día difícil, no quería esperar —Akane desvió su mirada sin soportar esos ojos azules examinándola.
—Bueno parece que todo salió bien, estaba en camino para ver a Kasumi mientras aún está dormido.
—Y ¿por qué no irte a descansar para verlo por la mañana que ya este despierto?
—Ah no, no trates de nuevo de que haga las paces con él, ¿no recuerdas la última vez?
Ranma frunció el ceño —Claro que lo sé, es por eso que le deberías restregar en la cara en lo que te has convertido —Akane lo miro sorprendida para un segundo después comenzar a reír, el joven Saotome tan solo sonrió al ver su rostro iluminado por su sonrisa—. Anda, vamos a casa —la tomo de la mano guiándola a la salida y sin despegar la mirada de sus dedos entrelazados se dejó guiar.
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Continuara…
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¡Hola! ¿Cómo están? Espero que estén muy bien y hayan pasado un buen rato. Los saludo agradeciendo a quienes le han dado una oportunidad y pasan por aquí para leer este pequeño capitulo.
Gracias a Benani0125, Hikari, Arianne Luna y un Guest que comentaron en el capítulo anterior y también a los que no han comentado pero siguen el fic o lo han agregado a favoritos, muchas gracias.
Nos leemos pronto...
