Una sacerdotisa en Twisted Wonderland

· ┈┈┈┈┈┈ · ꕥ · ┈┈┈┈┈┈ ·

"Si estás atravesando un mal momento, sigue caminando. Lo malo es el momento no eres tú."

- Buda

· ┈┈┈┈┈┈ · ꕥ · ┈┈┈┈┈┈ ·

Capítulo 51:

Días de cautiverio

- El deslumbrante palacio real. – Dijo Shiori caminando por aquel enorme palacio árabe en blanco y negro observando cada pared adornada con bellos adornos y patrones y viendo su reflejo en el brillante piso hecho de mármol.

En eso ella capta el ruido de dos voces muy cerca de la zona en donde ella se encontraba, por lo que moviendo la cortina frente a ella observó cómo el sultán estaba hablando con Jafar, quien tenía un largo pergamino que casi llegaba hasta el piso, sobre la elección del pretendiente de la princesa Jasmine.

- ¿A quién? Dilo. – Preguntó el sultán escuchando todo lo que el hombre mayor decía.

- Dicen que el gran visir. ¡Ah! Pero si se trata... de mí. – Dijo Jafar fingiendo sorpresa.

- Pero... - El sultán toma una lupa para leer un fragmento del pergamino. – Yo leí que la ley dice que solo un príncipe puede casarse con la princesa ¡Estoy seguro! ¡Yo lo ví por aquí!

- A problemas urgentes medidas drásticas mi señor... -Agregó Jafar acercando su cetro con forma de serpiente al sultán para que este mirara a los ojos de la gema y entrar en un trance completo.

- Si medidas drásticas... - Repitió obedientemente el sultán.

Shiori al ver esta escena de alguna manera sintió que algo dentro de ella gritaba que esta escena en específica le resultaba familiar pero que no podría decir con exactitud que era esto lo que tanto ella misma quería decirse y en como Jafar estaba relacionado con Kalim. Ambos eran muy opuestos en muchos sentidos y la actitud explosiva que mostró esta noche no reflejaba nada de la silenciosa serenidad que guardaba este hechicero del desierto.

- Ordenareis a la princesa que se case conmigo. – Ordenó Jafar.

- Ordenaré a la princesa que... - Pero el sultán de algún modo logró romper el hechizo brevemente luego de pensar lo que estaba diciendo. – Pero eres demasiado viejo.

Shiori tuvo que taparse la boca para evitar soltar una carcajada que luchaba por salir de su boca; estaba segura que si alguien la escuchara hasta pensarían que una hiena se sentiría orgullosa de la similitud.

- ¡La princesa se casará conmigo! – Nuevamente levantó la voz Jafar.

- La princesa se casará... - El sultán estaba a punto de ser controlado, pero en eso el ruido de cornetas y tambores irrumpieron el lugar logrando sacarlo nuevamente de su control. - ¿Qué? ¡¿Qué es eso?! ¡Esa música!

El albino bonachón salió de su sitio para asomarse a su terraza y ver que un gran desfile con camellos dorados, pavos reales y mamíferos raros iba en camino hacia él. Shiori, al también seguirlo, pudo reconocer que quien estaba a la cabeza era el Genio de la lámpara disfrazado mientras que a su atrás estaba Abú en su forma de elefante cargando a Aladdin sobre su lomo.

"Gloria al príncipe Alí"

"Viva el príncipe Alí"

- ¿El sultán y su visir...? – Susurró ella.

A medida que la canción se iba desapareciendo al igual que el escenario, Shiori dio un suspiro creyendo que estaba a punto de despertar de su sueño para levantarse y ver la mañana del siguiente día, pero en lugar de eso repentinamente siente algo pesado en sus manos y en sus pies que provocaron que ella terminara cayendo a las profundidades de un oscuro líquido denso al compás de un ruido de los eslabones moverse sonó al chocar con el suelo. Al sentarse de rodillas y bajar su mirada se dio cuenta que se trataban de eran una especie de cadenas que poseían un leve brillo rojo.

Ahora Shiori estaba confundida, esto no era parte de la película.

- ¡Qué alguien nos ayude!

Shiori soltó un respingo al escuchar las tantas voces familiares que repetían la misma frase. Girando lentamente su cabeza a un lado su mirada se encogió ante la imagen de cientos de espectro demoníacos que tenían formas humanoide que intentaban llegar hasta ella pero que la mitad de sus cuerpos estaban unidos a una sólida masa negra con varios pergaminos adheridos que impedían que salieran de su totalidad.

Era tan doloroso de ver que incluso muchos de ellos brotaban lágrimas en forma de sangre mientras que también algunos suplicaban:

- libérame...

- Ustedes...- Dijo Shiori con la voz fragmentada mientras que de sus temblorosos ojos escarlatas votaban varias lágrimas al ver el aura de dolor y sufrimiento que veía.

- Ayúdame, por favor. Libéranos...

En eso un enmascarado aparece para acercarse a uno de los tantos pergaminos con el fin de liberar a uno de los espectros que claramente, al caer por completo en el suelo, comenzó a ser sometido por el mismo hombro que empezó a dar un cántico que generó que el espectro empezará a retorcerse desesperadamente en el piso como si fuera un animal salvaje sin saber lo que era una vez o si siquiera recordar su nombre, pero lo único que tenían en mente era solo por fin descansar eternamente y ser libres por completo.

Shiori dejó de escuchar los gritos y súplicas de los demás, quienes desaparecieron al instante para luego ser reemplazadas por la imagen del sacerdote Jun quien se acercaba a la sacerdotisa encadenada.

- Escucha atentamente sacerdotisa Nakamura... Esta son las inmundicias que nuestro mundo tiene ocultas en nuestro día a día si no se desligan de lo que los ata a este plano y llevan una vida llena de pecado, no es muy diferente a las de los demonios... - Dijo el anciano.

El enmascarado empuña una especie de daga de oro que estaba purificada y se acerca con cautela a aquel espectro.

Shiori, al ver lo que ese hombre iba a hacer, intentó luchar y romperlas las cadenas para detenerlo, pero nada eso funcionaba. Pateó. Jaló. Gritó. Usó su poder áurico y espiritual. Pero nuevamente eso no funcionó.

- Con el pasar del tiempo el mundo se está pudriendo... - Continuó el sacerdote.

- ¡Cállate! – Gritó Shiori siguiendo jalando con fuerza, pero a medida que intentaba romper esa cadena.

- Y quienes lo causan merecen morir...

- ¡Ya, cállate! ¡Solo cállate! ¡Mentiroso! ¡Todo lo que sale de tu boca son solo puras patrañas de tu mente retorcida!

- Esa es nuestra tarea, aunque signifique sacrificar nuestra mente y alma, al final la salvación vendrá para todos y al fin saldremos de la rueda del Samsara – Jun continúo mirando sin inmutarse. – El mundo no puede continuar así ¿Alguien más sería capaz de eliminar a la escoria de este mundo? Si no lo hacemos nosotros ¿Quién lo hará?

El enmascarado se detuvo frente al espectro que chillaba agudamente y Shiori se desesperó más.

- ¡Detente! ¡No lo mates! -Ahora ella empezó a suplicar. - ¡Por favor! ¡Tienes que darle un Sutra para salvar su alma o sino no podrá descansar en paz!

- Eso es, no hay nadie. – Dijo Jun. – Pero nosotros podremos hacerlo...

- ¡Por favor! ¡Aún tiene su alma!

El oscuro espectro humanoide movió su mano oscura hacia ella pidiendo que se acercara mientras que el enmascarado levantaba la daga.

- ¡Te lo suplico! ¡No los mates! – Shiori miró al espíritu que ahora empezaba a vocalizar con su espectral voz.

¡Anee-Sama! ¡Sálvame!

El enmascarado anticipa su brazo.

- ¡PARAAAAAAA! – Exclamó Shiori extendiendo su mano tatuada intentando alcanzar la mano oscura de ese espectro.

Pero ya era tarde, aquel adulto, de un fuerte corte dejó una línea roja que marcó la piel pegajosa y oscura de aquel pobre espíritu perdido que terminó explotando en cientos de pedazos que cayeron dispersados al igual que si liquido negro se esparció

Shiori solo se quedó paralizada con la mirada desconsolada y los iris temblando por tal acto de crueldad. Había un poco de líquido oscuro que manchó su mejilla pero que rápidamente fue evaporado al mismo tiempo que los pedazos.

- Con nuestros conocimientos y con tu cooperación lograras llevar a cabo con nuestra voluntad. – Jun sobó la espalda de Shiori mientras que con la otra dejaba en el suelo el cuenco tibetano para luego girarlo con la baqueta generando el dolor en la frente de Shiori. – Podremos lograrlo... usando tu poder ¡Cambiaremos el mundo!

Esa fue la valla que rompió el límite, así que levantando sus manos con cadenas Shiori tuvo todas las intenciones de alejar aquel contacto que ese sacerdote tenía sobre ella. Pero ni bien ella lo empujó, este último mencionado, terminó desapareciendo junto con el cuenco en una cortina de humo que no dejó ningún rastro atrás y a su vez deteniendo el ruido vibratorio.

Shiori se encontraba jadeando para controlar sus emociones, todavía no quería derrumbarse rápidamente. Se negaba a nuevamente sentirse pequeña e indefensa como hace años anteriores, pero que gracias a esa impotencia este recuerdo nuevamente sentía que la quemaba por dentro y en su espalda.

- Llevas en tu mente el sello de nuestra voluntad ... y finalmente obedecerás los que tu destino dicte. Callada y sin replicar.

Al instante Shiori abrió sus ojos ante esas nuevas palabras.

- ¡¿Qué?! ¡¿A qué te refieres?! – Exclamó ella levantando su rostro.

- Tú eres nuestra mejor arma, pero aun eres débil para cuando llegue el día final...

Fue el último eco que resonó en el ambiente oscuro con Shiori todavía encadenada. Por un lado, fue alentador ya no escuchar esa voz fastidiosa, pero por otro lado ese último mensaje la dejó intrigada.

- ¿Su voluntad? ¿A qué se refiere? – Susurró Shiori enfrascada en esas palabras.

- ¿Realmente no lo sabes?

Al instante Shiori se sorprendió mucho por la repentina voz masculina distorsionada tanto que movió su cabeza de un lado a otro hasta toparse que a su lado había una gran serpiente negra de ojos rojos viéndola fijamente.

Era una suerte que aquel oscuro lugar todavía estaba iluminado por la única luz que había por encima de ellos como si fuera un punto blanco de luz pegada en la superficie, pero que estaba alejada.

- ¿Quién...? – Shiori preguntó un poco confundida al ver a tal animal que poseía un aura muy familiar.

- No te preocupes, vengo a hacerte un poco de compañía se nota que la estas pasando mal... - Respondió la serpiente viendo detalladamente las cadenas.

- Agradezco tu compañía. – Comentó Shiori acomodando los grilletes, aunque pudo notar de que el reptil se quedaba viéndola muy detenidamente. - ¿Qué pasa?

- ¿Puedo? – La serpiente hace referencia a las cadenas.

Shiori luego de pensarlo bien solo asintió con la cabeza muy aparte de que, a estas alturas, ya no podía hacer mucho más que solo estar echada.

En lo que ella estaba quieta siente como la serpiente mirada todos los detalles y eslabones que la mantenían aprisionada al piso inexistente oscuro.

– Si... esto es interesante... - La serpiente tocó la cadena.

- ¿Qué? – Preguntó Shiori.

- No hay ningún rastro de magia que haya visto, pero puedo sentir una gran energía atada a esto... - Murmuró el reptil. – Es como un sello de obediencia... uno muy fuerte...

- ¿Un sello dices? Pero eso es imposible cuando fue que... - Shiori trató de pensarlo bien una fecha específica, pero su mente no estaba contribuyendo mucho en ese aspecto.

- No te esfuerces en recordarlo. – Advirtió la serpiente ahora yendo a su rostro para usar su cola y mover un poco el flequillo recto de la albina. - Muy aparte del sello que ya tienes, tu mente de alguna manera se le ha programado a un mecanismo de borrado temporal que se genera cuando despiertas luego de haber pasado en un trance. Puedo deducir que antes ya te han intentado controlar, pero dado a tu reacción obviamente no lo puedes recordar y es por eso que tu subconsciente lo está acumulando aquí antes de desaparecer.

- ¿Algo así como cuando sucede un trauma? – Dijo ella uniendo las similitudes.

- Algo, pero que asombrosamente solo se da en situaciones muy específicas... - La serpiente vio que Shiori ahora tenía la cara muy confundida y hasta un poco preocupada de toda esta situación. – Te preocupa mucho pensar que sea grave ¿Verdad?

- En parte, por un lado, quiero creer que esto sea solo un sueño mezclado con mis recuerdos del cual despertaré, pero... - La albina recordó el anterior sueño y ese vació que sintió al despertar. - ya tuve sueños de esta clase y tengo el presentimiento de que este es uno de ellos. – Suspiró con pesar. - Aunque si lo que dices es verdad entonces yo terminaré por olvidar todo esto... - Apretó sus manos ahora con forma de puños. - ¿Qué me hicieron? ¿Qué lo que no quieren que vea?

Muy en el interior Shiori tenía miedo de averiguar la verdad de ese tal sello que tanto resonaba en su cabeza, pero realmente preferiría saberla antes de ser una ignorante que camina el día a día creyendo que no pasa nada cuando claramente algo si está pasando a escondidas de ella misma.

La serpiente se quedó mirando un buen rato a la sacerdotisa y luego suavemente le dijo:

- Te puedo ayudar con eso. – El reptil usó su cola para acomodar el mechón blando de Shiori. – Tendré que dar preguntas rápidas y concisas para que el sello y tu mente no me rechacen, será difícil, pero vale la pena intentarlo.

- ¿Qué? Un momento – Preguntó Shiori cautelosamente. - ¿Por qué estás haciendo esto?

El reptil lo pensó unos instantes en las que bajó levemente su cabeza. Shiori se estaba preguntando a sí misma qué clase de pensamientos tendría este animal, pero que de algún modo podía sentir que estaba rodeado de un sentimiento de culpa al igual que un aura familiar.

- Digamos que puedo ver que a través de tus ojos que no te quieres quedar callada, se nota que te rehúsas a ser una ignorante que no se da cuenta de lo que sucede a tu alrededor. – Agregó la serpiente. – Conozco bien ese molesto sentimiento de agachar la cabeza y rendirse fácilmente, quizás por eso estoy aquí.

- "¿Agachar la cabeza?" – Pensó Shiori.

- Confía en mí, te prometo que incluso puedo intentar probar un método para que no olvides todo esto...– Dijo el reptil oscuro.

- ¿Y puede funcionar?

– Es poco probable, pero a veces uno debe tomar algunos riesgos.

Shiori se quedó viendo unos instantes a la serpiente.

- Te parecerá curioso escucharlo, pero siento que te conozco... - Susurró Shiori.

La serpiente solo soltó una suave risa ante esas palabras, aunque no sonaba maliciosa sino tranquila.

- Yo sí sé quién eres, pero no te puedo decir quién soy o al menos ahora no todavía... No perdamos tiempo y mírame a los ojos. – Dijo la serpiente volviendo sus ojos en un fuerte tono rojo que hasta brillaba. -. Esto ayudará a estimular tu memoria. Mientras te voy preguntando iremos desbloqueando fragmento por fragmento tus recuerdos. ¿Esta lista?

Shiori aún tenía sus dudas sobre esta idea, pero si esta serpiente tenía razón en algo era que no se rendiría fácil. Estaba dispuesta a saber qué era lo que tanto esos vejestorios querían a través del sello, aun si la verdad fuera aterradora.

- De acuerdo, confiaré en ti. – Asintió Shiori mirando a los ojos de la serpiente para perderse en el fuerte tono rojo que parecía ser como lava.

- Ahora recuerda el momento y el lugar en el que te pusieron el sello... - Susurró la serpiente.

Shiori al inicio le costó mucho concentrarse ya que sentía que había un hueco vacío en su mente que parecía ser una mancha que no permitía ver lo que tenía oculto.

- Concéntrate... - Dijo la serpiente. – "Susurró de la serpiente"

Entonces ella nuevamente pensando visualizo a ese hueco en su mente y se imaginó a sí misma intentando tocarla con su mano tatuada para ver si podía alejarla, pero en lugar de esto vio como esta mancha empezaba a hundirse hacia dentro tratando de evitar tocarla, Shiori viendo ese avance luego con coraje empezó a adentrarse a aquella mancha que terminó por absorberla por completo

- Recuerda ¿Dónde estabas tú cuando empezaste a olvidar tus recuerdos?

Al traspasar al otro lado, puedo ver que su entorno había cambiado un poco. El ambiente en el que ella estaba pudo lograr ver era una réplica muy similar a la enfermería que tenía el loto rojo, las mismas camillas, gavetas con medicinas y varios monitores cardiacos de las que su versión más pequeña estaba conectada mientras tenía una máscara de oxígeno en su nariz y boca. Si mal ella recordaba ese día fue cuando...

- Estaba en la enfermería, había entrado en un paro cardiaco cuando me hicieron pelear con un espectro mientras estaba envenenada. - Shiori respondió mecánicamente con los ojos opacos.

La serpiente se quedó un poco callada, pero luego continuó preguntando.

- ¿Dime quienes estaban a tu alrededor ese día en la enfermería?

Shiori vio que su versión niña tenía los ojos casi semiabiertos mirando a un área en específico por lo que mirando a esa dirección vio que la puerta empezaba a abrirse para mostrar a varias figuras con túnicas rojas y familiares que entraban a la enfermería para situarse alrededor de la pequeña.

- Veo al líder del culto rojo, Jun, y a varios de sus enmascarados rodearme mientras estaba recuperándome. Ellos sostienen algo... – Respondió Shiori.

- ¿Algo?... Dime ¿Qué era? – La serpiente dijo.

Shiori moviendo su vista pudo ver claramente un objeto brillando por la luz del foco.

- Es un pequeño cuenco tibetano hecho de metal y una baqueta. – Dijo ella.

- Hmmm no es suficiente... ¿Dime qué hacen con esos objetos?

En eso Shiori vio que uno de los hombres tomó el pequeño brazo de Shiori y sacó una aguja, claramente la niña a pesar de su poca lucidez empezó a temblar de miedo y quiso poner resistencia, pero que rápidamente se detuvo porque el enmascarado tocó el cuenco con la baqueta y generó un campaneo que paralizó el cuerpo de la chica, pero no su mente.

Así lograron sacarle un poco de su sangre y luego la untaron en el mismo cuenco tibetano con el fin de soltar uno que otro cántico.

- Me han paralizado con el campaneo del cuenco. Querían mi sangre para llenarla en su interior y ahora le están dando cánticos – Agregó ella.

Una vez finalizada la oración el líder untó su dedo huesudo en líquido rojo y empezó a dibujar un patrón en su frente mientras le estaba hablando.

- Acaban de trazar algo en mi frente.

Y en eso el líder del loto rojo tomó la baqueta para empezar a girar alrededor del borde metálico del cuenco con el fin de provocar el sonido vibratorio. La niña soltaba un silencioso quejido, pero para la Shiori adolescente ahora fruncía el ceño mientras sentía un fuerte palpitar en su cuerpo.

- ¡Arg! Ese ruido perfora mis oídos. – Dijo Shiori intentando llevarse las manos a los oídos pero que debido a las cadenas no podía hacer mucho.

- Ignora ese ruido y solo concéntrate en la voz de ese líder. – Dijo rápidamente la serpiente sintiendo cómo la mente de Shiori quería rechazarlo pero que se rehusaba a desaparecer.

Shiori, sintiendo como ahora el ruido del cuenco estaba en silencio pudo ver y escuchar atentamente las cosas que ese anciano ciego estaba diciéndole letra por letra detenidamente sus arrugados labios. A medida que la sacerdotisa escuchaba los detalles, sus ojos se encogieron desconsoladamente y soltó un jadeo de horror ahogado ante la verdadera razón por la que últimamente sentía el dolor de cabeza y por qué tenía este sello.

- Oh por dios. – Una lágrima cayó de los ojos opacos de Shiori. – No... yo... no... - Su cuerpo empezó a temblar.

- ¿Qué ocurre? - Preguntó la serpiente viendo sorprendido la reacción.

- Ellos... ellos quieren... Eso no... - Tartamudeó la albina.

- Respira con calma ¿Qué quieren de ti?

La sacerdotisa obedeció esta orden.

- Quieren... Quieren que use mi marca para exterminar a todos... - La voz de Shiori sonaba como si fuera un hilo delgado a punto de romperse. – Me quieren obligar a hacer una masacre...

- ¡¿Qué?! Dame todos los detalles necesarios. – Dijo la serpiente abriendo sus ojos de par en par.

- Hay una palabra... si alguien la dice cuando esté en trance yo... yo... - Shiori negaba con su cabeza en medio de la desesperación. – ¡No!... ¡no quiero eso!

La serpiente sabiendo todo lo que quería saber rompió el contacto visual logrando así que Shiori dejara de ver esos recuerdos y regresaba al mismo lugar el cual estaba encadenada mientras que un tren de pensamientos pasó rápidamente por su mente.

- Así que se trataba de esto... - Susurró entrecortadamente Shiori. – Todo este tiempo ¿Esto era lo que querían de mí?... Koichi... los demás...

En eso otro sonido de desplomó suena frente a ella, la serpiente había colapsado a su lado y también respirando con dificultad.

- ¡Hebi-san! – Exclamó Shiori extendiendo sus manos.

Como el animal está cerca de ella esta vez pudo tomarla su cabeza entre sus manos para acomodarlas en sus muslos y abrazar su cabeza para usar su aura para aliviar el dolor.

- Resiste, te pondrás bien. – Susurró Shiori.

La serpiente abriendo uno de sus ojos solo pudo ver la preocupada mirada escarlata de la albina mirando solo a él para darle toda su atención y cuidados para sanarlo.

- La resistencia del sello y tu mente ocasionan que cualquiera que intente ingresar también se verá afectado. - Susurró el reptil levantando un poco la cabeza. – Menos mal nos retiramos a tiempo.

- Pero ¿Seguro que estás bien? ¿No hay nada más que te duela? – Preguntó Shiori viendo si el cuerpo de la serpiente estaba bien.

- No te preocupes... este dolor no es nada a comparación de las anteriores que he recibido.

- ¿Eh? – Dijo Shiori.

Pero entonces todo empezó a apagarse de poco a poco, al levantar sus cabezas hacia el firmamento vieron que aquella luz blanca estaba desapareciendo lo cual les daba a entender a ambos que el tiempo ya se les estaba acabando.

- Me voy a despertar...– Habló preocupada Shiori.

- Ya no nos queda tiempo. – Respondió la serpiente usando su cola para tomar el mentón de Shiori. – Mírame "Susurró de la serpiente" – Entonces él encendió nuevamente sus ojos rojos lava y le dijo rápidamente. – Al despertar recordarás este sueño junto con aquella memoria que te fueron arrebatadas. Ya no olvidarás nada...

- No olvidaré nada... - Repitió Shiori otra vez en trance pero que luego salió rápidamente para ver cómo todo su entorno cada vez más se volvía oscuro y casi silencioso.

- Hasta luego... - Dijo la serpiente cerrando sus ojos rojos para luego ser engullido por la sombra junto con la sacerdotisa. – Gracias por todo y también perdóname...

Y con un fuerte jadeo Shiori se despertó de golpe de la cama, dando fuertes respiraciones y mirando a su entorno solo comprobó que estaba en la habitación de Scarabia. Todo estaba callado y la luz del amanecer estaba traspasando por el ventanal dorado.

- Que noche... - Dijo Shiori sobándose la frente.

Pero al haber hecho eso ese movimiento, rápidamente los recuerdos del sueño y de aquella conversación que tuvo golpearon en su memoria provocando que ella reaccionara. Entonces ella se levantó por completo de la colcha y corrió al espejo que tenía la habitación para mirar su reflejo y levantar su fleco esperando ver algo, pero no había nada.

Ella estaba empezando a sobrepensar demasiado la situación y estaba casi a punto de asimilar que todo lo que vio era solo algún producto de su imaginación o al menos esa idea perduró hasta que su mirada vio el reflejo del tocador. Puede que ayer estaba con fiebre y todo, pero estaba segura en un 100% que allí había un bol de agua y los trapos, pero que ahora ya no estaban.

- Alguien estuvo aquí. – Dedujo Shiori caminando al tocador para tocar la superficie. Plana que tenía únicamente su teléfono y... su ropa.

Fue en ese momento que Shiori sintió el aire de la ventana pasar por su piel al descubierto y erizando su piel, era una suerte que todavía tenía puesta su ropa interior roja, pero aun así necesitaba cambiarse y pronto.

- Mmggh... no necesito más galletas... Mmnyaaa... - Ella pudo ver a Grim hablar entre sueños mientras movía su nariz de un lado a otro.

Realmente era una imagen muy linda desde su punto de vista.

Tu harás que nuestra voluntad se vuelva una realidad.

Otra vez esa fastidiosa voz pasó en su mente. Girando su cabeza hacia el espejo tomó gran parte de su abundante cabello largo y la colocó al frente para visualizar la gran grotesca cicatriz de su espalda. Había pasado tanto tiempo desde entonces, pero aquella herida lucía como si todavía fuera reciente. Su padre dijo una vez que posiblemente terminaría siendo un queloide permanente. Intentó usar la curación divina para borrarla y también medicamentos, pero esta era una de esas tantas excepciones que la marca y la medicina tenía como debilidad cuando se trataba de heridas causadas por artefactos benditos o malditos.

Ella pasó sus dedos por su hombro para siquiera tocar el inicio de la herida, pero muy a pesar de que ya no dolía, el recuerdo de cómo llegó a obtenerla todavía se quedaba grabada permanentemente en su mente al igual que una cosa más.

- Tengo que buscar la manera en cómo romper ese sello. – Murmuró ella tomando una decisión. – Pero ¿Cómo?

Estaba tan perdida en su mente que no escucho el ruido de las llaves ingresando al pestillo para desbloquear el seguro y abrir las puertas de par en par y de golpe.

- ¿Cuánto tiempo planean quedarse dormido? ¡Levántense! – Exclamó el estudiante de Scarabia.

Pero, así como las palabras entraron de golpe se calló al instante ante la vista que tenía sus ojos. No sabía qué decir o que pensar tan solo se quedó congelado en su lugar mientras varias gotas de sudor empezaron a caer sobre su cabeza.

Shiori giró su cabeza hacia la dirección de donde vino el ruido para mostrar únicamente su mirada estoica digna de un peligroso Yokai sin emociones, pero con la frente ensombrecida y una vena palpitante a la altura de su mejilla.

Esto era una cuenta regresiva antes de que estallara la bomba...

- ¿Ffgna? ¿Qué está pasando? – Grim finalmente se levantó de golpe en la cama. – Son las 6 de la mañana...

Pero al ver la situación él también se quedó de piedra ante la expresión y el aura ferviente de Shiori.

- A-ah, ¡M-Marcharemos diez kilómetros hacia el O-oasis del este e-está ma-mañana! – Tartamudeó el joven tratando de mantenerse sereno, pero aún estaba muy nervioso ya que sentía como dagas apuntaban a su cuello.

- ¿Quieres que caminemos diez kilómetros sobre arena caliente? ¿Por qué tenemos que hacerlo? – Exclamó Grim saliendo de su petrificación para quejarse con el estudiante.

Esta era una perfecta excusa para que el estudiante saliera de la habitación, aparte de salir vivo, por lo que viendo su oportunidad se acercó a la cama y tomó al gato su pescuezo.

- ¡D-Deja de quejarte, el jefe del dormitorio te ha ordenado que te unas! ¡Entonces ve..!

Pero las palabras se cortaron abruptamente cuando una mano firme tocó su hombro. Él joven giró lentamente su cabeza y frente suyo vio a la sacerdotisa de llameantes ojos escarlatas extendió la palma abierta de su mano firme y anticipando lo que muchos ya están pensando lanzó una fuerte cachetada.

¡Plaf!...

El alarido de un joven al mismo tiempo que el estruendo de una bofetada fuerte y el choque de una pared resonó en toda Scarabia colocando a muchas alertas.

...

Dentro de un bus de viaje Ace se levantó abruptamente de su sueño mientras miraba la ventana de su asiento para ver que todavía era de noche.

Al comprobar que todo estaba tranquilo y sereno se volvió a echar en su asiento, pero apoyando su brazo a un lado de su cara. Por alguna extraña razón sintió un deja vu.

...

Volviendo a la escena, un estudiante estaba deslizándose de la pared de donde había chocado para caer al piso con espirales en sus ojos mientras que veía a varios pequeños gatos negros con orejas flameantes volando en círculos sobre su cabeza.

En la puerta Shiori sostenía protectoramente en sus brazos a Grim mientras que, con ceño fruncido clavado en el joven y los cabellos moviéndose como la misma medusa, le dijo espectralmente:

- ¡Y la próxima vez, toca la puerta antes de entrar a la habitación de cualquier persona! – Exclamó lo último y cerrando la puerta para finalmente cambiarse.

Y como cereza en el pastel, Grim abrió un poco la puerta para asomar su cabeza y mirar al estudiante caído.

- ¡Pervertido! Hmp– Dijo Grim haciendo una seña de ojos con sus patas para ahora sí cerrar la puerta.

· ┈┈┈┈┈┈ · ꕥ · ┈┈┈┈┈┈ ·

Una vez que todos estaban cambiados, incluyendo un estudiante con la marca de una mano impresa en su cara, partieron rumbo al desierto. Shiori aun traía puestas las ropas que trajo el día de ayer ya que ni siquiera le permitieron salir del dormitorio para que vaya a conseguir un atuendo adecuado para el clima de hoy, pero al menos tenía sujetado su cabello en un moño para que el viento soplara su nuca.

- Este día no puede volverse raro. – Comentó Shiori caminando con los estudiantes.

Pero al caminar un poco todos los presentes vieron como Kalim los estaba esperando montado en un elefante para que todos lo pudieran ver claro.

- Retiro lo dicho. – Añadió Shiori

- ¡Es hora de comenzar su marcha hacia el Oasis Este! – Exclamó Kalim apuntándole con su báculo- ¡Quien se atreva a quedarse atrás recibirá un castigo más tarde!

- En que nos metimos. – Lloriqueó Grim siendo el mago con más mala suerte ya que al tener más pelaje más rápido sentía el calor del día.

- ¡Dejen de hablar y muevan esos pies! ¡Vamos!

...

Hacia un sol de infiernos y el cielo estaba tan despejado que ni siquiera una nube podría hacer sombra para protegerlos del calor. Habían estado caminando por más de media hora.

- ¡Tú! – Kalim señaló a Grim en que luchaba para pararse. – Te estás quedando atrás.

- Déjame descansar un poco. – Chilló Grim esperando que Kalim recapacitara.

- ¡Eso no va a pasar! ¡Date prisa! – Recriminó Kalim. – ¡Esto solo demuestra que he sido demasiado indulgente con todos ustedes! Fui ingenuo por no darme cuenta de esto hasta ayer.

- Ven Grim. – Shiori cargó a Grim en sus brazos para al menos usar sus brazos para proteger al felino del sol.

- Pero... ¿no te estás deshidratando? – Preguntó el felino.

- Descuida... - Susurró Shiori. - He pasado por cosas casi similares así que puedo mantenerme de pie.

En eso tenía razón, odiaba admitirlo, pero gracias a esos ejercicios ascéticos de ese culto su resistencia a algunos climas era un poco tolerable, lástima que eso no se aplicaba para el escorzo de su cicatriz.

Pero volviendo al tema las energías de Grim estaban casi hasta por el suelo y realmente se notaba que necesitaba descansar o si no decaerá a medio camino. No tenía planeado dejar al felino atrás, ella era fuerte y pasó por muchas cosas peores antes así que esta caminata no era nada.

La sacerdotisa, una vez asegurada de que Grim reposara, levantó su mirada a los ojos fríos y opacos de Kalim para ver que este todavía la miraba con enfado o al menos lo fue por pocos segundos ya que después de dio la espalda para no seguir viéndola.

- "¿Por qué me está evitando?" – Pensó Shiori enfocando sus ojos escarlatas en la espada de Kalim.

...

Ya pasó más de una hora y muchos de los jóvenes ya se vieron afectados por el calor, muchos redujeron su caminata hasta empezar a bajar su velocidad, algo que el líder terminó por darse cuenta.

- ¡Se están volviendo más lento! ¡Muevan esos pies! – Gritó por enésima vez Kalim.

- P-prefecto ¡Ya no podemos...! – Susurró el joven de cabello castaño claro empezando a jadear de cansancio.

- Ustedes... ¡Es por esa actitud que no pudimos colocar en el torneo y en las pruebas!

- ¡Mucho calor! ¡Necesito agua! ¡Estoy más reseco que este desierto! – Dijo Grim cabeceando un poco.

- El Oasis está un poco más lejos. Resistan un poco. – Dijo Jamil a un lado de la sacerdotisa. – ¿Todo bien?

- Hasta ahora todo está bien, aún puedo continuar. – Asintió Shiori remangando sus mangas y realizando varias poses para estirar los huesos de su columna y cadera para tronar los nudos que se estaban formando.

Con eso listo ella continuó su caminata, pero dejando atrás a varios jóvenes sonrojados por aquellos hipnotizantes movimientos que solo suertudos que estaban cerca de ella pudieron verlo en primera fila.

- Vista al frente. - Refunfuño un joven de cabello morado jaló de las orejas a un joven de cabello castaño que tenía en sus mejillas la marca de dos manos.

...

Finalmente, luego de caminar duro por el desierto, llegaron a un lugar con mucha más arena y palmeras secas. Nadie podría decir con tanta exactitud qué tan extenso era este desierto, pero con todo lo que caminaron diría que tan solo avanzaron un tercio de un total.

- Esto ya se parece a algo de mis sueños... - murmuró cansadamente Shiori recordando el segundo sueño de la película de Aladdín. – El príncipe Alí montaba una procesión de elefantes y camellos dorados...

- Oye, no empieces a alucinar ¿El calor ya rostizó tu cerebro? – Preguntó Grim con una gota de sudor bajando de su cabeza mientras tocaba la frente de la joven. – ¿O acaso otra vez tienes fiebre?

- No, por suerte no es fiebre. – Respondió Shiori.

- ¡Todos deténganse! – Exclamó Kalim bajando del elefante.

Con esa orden dictada mucho de los residentes cayeron rendidos al suelo para descansar los pies, pero aun sudorosos con el calor. Shiori tuvo mucho cuidado al sentarse cerca del tronco una palmera seca y deshojada ya que el sudor empezó a empapar la tela de su vestuario lo cual provocaba que varias partes se pegaran a la zona más irritable que de la sacerdotisa tenía en su espalda a su vez provocando una incómoda fricción al moverse.

- ¿Y-ya llegamos al oasis? – Preguntó Grim bajando del hombro de Shiori para caminar sobre la tierra.

- Tomaremos un descanso de quince minutos aquí y luego comenzaremos nuestra marcha de regreso al dormitorio. – Comentó Jamil.

- Agua, agua. – Grim miró a todos lados del desierto para solo encontrar un hueco en la arena. - ¡¿Qué demonios?! Este Oasis está completamente seco.

A la pronunciación de aquel líquido, Kalim, empezó a escuchar esa palabra repetidamente dentro de su mente a la vez que dirigió su mirada hacia donde estaba Shiori sentada dando leves respiraciones profundas para no desfallecer y abanicaba con blusa.

Al ver con mayor detalle ese cansado rostro femenino hizo un click dentro de los recuerdos y corazón de Kalim que fue aclarando poco a poco su camino hacia la realidad.

Entonces casi de manera automática el líder de Scarabia empezó a caminar hacia la dirección a la que estaban Grim y Shiori.

- Agua... Agua... - Repitió Kalim, para luego empezar a recuperar el brillo de sus ojos.

Cuando llegó a unos pasos cerca de ambos residentes del dormitorio abandonado se agacho de cuclillas para estar a su altura.

- ... ¿Necesitas agua? – Preguntó Kalim ahora mostrando su rostro de preocupación.

Shiori se quedó un rato viendo los ojos vivos de Kalim y estaba casi sorprendida con el cambio de actitud que él ahora está adoptando con ella. Era como si todo lo anterior que hizo se hubiera quedado atrás y que ahora hubiera vuelto a ser el mismo chico que ella conoció en la cafetería.

- ¡Bueno, duh! Mi garganta está momificada. – Intervino Grim con los ojos en blanco. – A este paso no vamos a evaporar.

- ¡Entonces te traeré agua perfectamente fresca y deliciosa para beber! – Sonrió radiantemente Kalim.

Entonces el líder de Scarabia sacó su pluma mágica y la lanzó al aire para transfórmalo en un cetro dorado que tenía a una serpiente de ojos rubíes rodeando la punta, lo curioso era que la gema mágica de Kalim estaba situada en la cabeza de esta serpiente como si fuera una corona. Una vez que la transformación terminó Kalim tomó en cetro con sus manos y la elevó lo más alto que pudo para empezar a recitar.

- "Descanse en las arenas calientes

- "Una fiesta interminable. ¡Canta y Baila!"

- "¡Oasis Maker!"

Con la energía mágica acumulada lo suficiente entonces Kalim enterró en cetro en el oasis y desde el cielo empezó a caer varias brillantes gotas de agua en forma de suave lluvia.

- ¡Whaaa! ¡Gloriosa lluvia! – Festejó a Grim extendiendo sus patas para empaparse por completo.

Shiori elevó su cabeza al cielo para cerrar los ojos y sentir como el líquido remojaba cada parte de su rostro, cabello y cuerpo, fue una gran sensación de satisfacción ya que el hecho de estar en contacto con algo frío ayudaba a limpiar y eliminar los rastros de sudor a su vez que su cicatriz se lo agradecería mucho ya que al estar humectada el escozor de la piel ya no le irritaba.

- ¡Qué refrescante! ¡Todo mi cuerpo se siente renovado...! – Dijo el estudiante de cabello castaño claro.

- ¡Estoy vivo! – Revivió el joven de cabello morado a un lado de su compañero.

- ¡Me alegra que te guste! Si necesitan agua, puedo crear suficiente para llenar todo el Oasis hasta el borde. - Sonrió Kalim. – Mi magia única, "Oasis Maker", me permite convocar una gran cantidad de agua deliciosa con solo un poco de magia.

- Aunque "Hacer mucha agua" suena bastante normal para una magia única. – Dijo Grim – También hay mucha magia de invocación de agua ¿Verdad?

- Aw, no seas así. Hacer lotes con solo un poco de esfuerzo es lo que hace que mi magia única sea especial. - Habló Kalim. – Poder conjurar mucha agua durante una época sin el suministro de agua y calefacción adecuados tiene su propio mérito. – Luego se deprimió un poco. – Bueno, es bastante mediocre en una época en la que el agua está fácilmente disponible en tuberías de interior y esas cosas, ¿eh?

Shiori no está de acuerdo con lo último dicho y no se quedó callada.

- De hecho, no es tan mediocre como piensas. – Dijo ella ganándose la atención de Kalim. – Un día de estos cuando menos te lo esperes hasta eso puede que hasta te sorprendas, todo dependerá de cómo lo veas. Nunca subestimes algo que puede parecer simple a simple vista. – Terminó dando una leve sonrisa.

- ¡Ahaha! Es verdad. – Kalim sonrió. – Si de algo estoy seguro es que mi agua es la más deliciosa en todo el mundo.

- Ahora que lo mencionas... - Grim sacaba por intervalos su lengua rasposa para probar el agua. - Tienes razón. Es fresca, suave y no es nada tibia. Este es el tipo de agua que es realmente fresca y me dan ganas de beberla sin parar.

- ¿Puede un monstruo diferenciar entre tipos de agua? – Jamil llegó una ceja mientras llegaba al punto en donde estaban los dos albinos.

- No es de esperarse de alguien quien tiene el paladar a prueba de todo. – Asintió Shiori llamando la atención del vice-líder.

- ¿Cómo así...? – Pero él al instante enmudeció y levantó la mirada a un lado rápidamente mientras controlaba muy efectivamente el sonrojo de su cara. – Iré un rato a verificar si los residentes están bien, no tardo. – Dijo tranquilamente saliendo del lugar.

Shiori con un signo de interrogación en su cabeza mientras veía como Jamil se iba con los estudiantes, aunque ella pudo notar como él acomodaba bien su capucha, supongo para que no se mojara el cabello.

- ¡¿Qué?! ¡Oye eso ofende mi gusto culinario! ¡Mi sentido del gusto es incomparable! ¡Me escuchas! – Se defendió Grim inflando sus mofletes.

- Así es ¡Sabía que Grim sabría la diferencia! – Rió inocentemente Kalim, sacando algo de sus bolsillos. – Bien hecho, te daré otra galleta como regalo.

- Ugh. – El pelaje de Grim se erizó para luego esconderse detrás de la albina. – Tengo hambre, pero no quiero comer algo tan seco ahora.

- Vamos tan solo ... - Kalim quería darle la galleta a Grim pero, gracias a eso se dio cuenta de un detalle que lo dejó un poco sonrojado a la vez que detenía su magia única de repente.

- ¿Hmmm? ¿Qué pasa? – Preguntaron Shiori y Grim.

- Emmm b-bueno... - Kalim solo desvió un poco su mirada, se rascó nerviosamente su mejilla mientras que con una mano señalaba su camisa.

Shiori al bajar su mirada se percató que su blanca camisa estaba tan mojada que estaba empezando a traslucir un poco el sostén rojo de Shiori. Ahora entendió un poco porque Jamil se retiró.

- Ah... - Murmuró ella en un tono bajito mientras los colores empezaban a pintar su cara.

Normalmente cuando Shiori tenía su ropa deportiva o traje de baño no le incomodaba nada porque no tenía nada de qué avergonzarse, pero esto ya sobrepasó los límites de su timidez y ansiedad. Ella deseaba muy fuertemente que la tierra se abriera ahora mismo y se la tragara por completo.

- ¡Perdón! perdón... No quise... Ahaha...ehhmmm... – Kalim mirando de un lado a otro mientras trataba de solucionar este detalle rápido. – Oh, ya se. T-Toma

Entonces Kalim se quita rápidamente el chaleco de su uniforme y se lo entrega a Shiori para luego darle la espalda por respeto a su privacidad.

- Perdón no era mi intención usar el "oasis maker" para... ya sabes. – Él intentó vocalizar algo coherente.

- D-descuida... acepto tus disculpas... - Respondió nerviosamente Shiori tratando mantener la serenidad como siempre. – Se que no lo hiciste a propósito.

- Que bien... - Se alegró un poco Kalim de que al menos Shiori no se sentía incómoda a su lado. – Ahh... te daré un tiempo para que te cambies...

Shiori al ver que se alejaba rápidamente lo tuvo que detener.

- E-Espera. No te vayas. – Ella tomó de su mano para que no se fuera.

Claramente Kalim se sonrojó un poco más y se detuvo al instante.

- ¿Qué pasa? – Preguntó él sin voltear.

- Es que... - Shiori proceso un poco lo que iba a proponerle, pero a estas alturas preferiría mil veces que Kalim estuviera aquí antes que cualquier otro muchacho. – Necesito... que alguien me cubra... cuando me cambie... bueno para que los demás...

Kami-sama esto era muy difícil de decir o al menos eso fue lo que pensó la sacerdotisa con un fuerte sonrojo en la cara.

- ¡Oh! Claro. Sí, yo... Cought... Yo te cubro. – tosió Kalim apegándose a la palmera para tener la vista en el paisaje mientras escuchaba como Shiori empezaba a desabrochar los botones de su camisa.

Kalim, siendo el chico respetuoso que es, no volteó su mirada sonrojada en ningún momento por más tentado que estaba, es más hasta vigiló que ninguno de los estudiantes estuviera viendo por esta zona en la que él estaba para no causarle más molestias a Shiori.

Aunque por otro lado él realmente sentía que con una disculpa no era suficiente para compensar esta situación al diamante en bruto, estaba pensando en qué más podría hacer para que ella se sintiera cómoda y que no se formará distancia entre ellos.

Mientras tanto con Shiori y Grim

- Es totalmente diferente de cuando nos fuimos ¿Volvió a ser él mismo? – Susurró Shiori en un tono bajo quitándose la camisa mojada para ponerse el chaleco oscuro con rojo.

- Tienes razón, él era totalmente diferente cuando dejamos los dormitorios. – Respondió Grim en el mismo tono.

- Hm ¿Sucedió algo? – Preguntó Kalim.

- Nada, ya casi termino... - Dijo Shiori cerrando finalmente los botones para finalmente aparecer a un lado de Kalim. – Gracias... por no voltear.

- No hay de qué, Ahaha. – Rió Kalim nerviosamente observando lo bien que le queda el traje de Scarabia en ella.

Resaltaba el escarlata de sus ojos y su rosada piel. Un poco corto dado a que el chaleco solo podría cubrir gran parte del torso, aunque dejaba casi expuesto su vientre levemente tonificado.

Claramente hubo un ligero silencio incomodo en el ambiente, ni uno no sabía que decirle al otro, tanta era la tensión que hasta un genio preferiría vivir más milenios dentro de su lámpara a que estar presente en ese silencio.

- Ehh Shiori. – Kalim rompió primero en romper el hielo.

- ¿Sí? – Respondió rápidamente ella.

- Cuando regresemos al dormitorio permíteme compensarte por las molestias.

- ¡Oh! N-no es necesario, ya te disculpaste. Eso ya quedó atrás. – Dijo ella.

- Pero aun así quiero hacerlo, es lo correcto. Pensaré ya en algo... – Kalim insistió mientras trataba de pensar rápido, aunque eso no era su fuerte ya que lo primero que llegó a su mente fue lo primero que dijo. – ¡Oh! sabías que en mi casa tenemos unos cubiertos de este tamaño. – Señaló con sus dedos un tamaño minúsculo. - ¿Cómo los hacen tan pequeños? Hay jaleas también...

- ¿Jaleas? – Shiori arqueó una ceja un poco confundida ante el abrupto cambio de tema.

- ¿Jaleas también? – Repitió Grim.

- Sí, jaleas también. Jaleas de ñame. Jaleas de higo y de dátiles... exóticas... deliciosas... ja-jaleas sin semillas...– Explicó nerviosamente él.

Pobre Kalim se estaba desviando demasiado del tema, pero no todo está perdido ya que gracias a la ayuda divina alguien pudo salir de este embrollo.

- Kalim, nuestros quince minutos han terminado. – Dijo Jamil llamando la atención de su líder mientras le traía un repuesto del chaleco de su uniforme. – Reunamos a todos para regresar.

- ¿Tan pronto? – Dijo Kalim recuperándose de su pequeña charla para observar a su alrededor y notar que algunos residentes todavía estaban descansando mientras se colocaba la prenda faltante. – ¿Podemos dejarlos descansar un poco más?

- Si holgazaneamos por aquí por mucho tiempo, el sol se pondrá más alto y la temperatura junto con él. – Justificó Jamil.

- Ese es un buen punto. – Asintió Kalim chasqueando los dedos para correr hacia su elefante y montarlo para levantar su voz y decir:

- Muy bien todos, ¡Es hora de prepararse para volver a tiempo para el desayuno!

En lo que los grupos se agrupaban Jamil se dirigió a Shiori.

- A juzgar por la expresión de Kalim, deduzco que te habló sobre las jaleas ¿verdad? – Jamil arqueó su ceja.

- ¿Qué, fue muy obvio? – Dijo Shiori

- En todos estos años que estuve a su lado solo he visto unas pocas veces a Kalim ponerse nervioso y cuando lo está siempre suele hablar de jaleas... demasiado diría yo.

Shiori solo soltó un suspiro divertido por aquel dato y no lo culpa ya que ella también es así cuando se pone nerviosa, aunque suele ser un "poquito" exagerada con su tren de pensamiento.

En eso un rápido flash brillo cerca de su cara a la vez que una sombra se colocó sobre su cabeza. Shiori salió de su mente y levantó su mirada para toparse a Jamil extendiendo lo que parecía ser una gran sombrilla de tela llena de varios adornos elegantes.

- ¿Y esto? – Preguntó Shiori mirando el tamaño de la umbrela.

- Cuando regresamos al dormitorio el sol suele subir su temperatura por lo que ahora son necesarias estas sombrillas para aguantar la exposición. – Jamil señaló a varios jóvenes invocando varias sombrillas de este mismo estilo. – Usa este...

Shiori agradeció por sombrilla a la vez que Grim por fin está más cómodo bajo una sombra, pero luego se dio cuenta que Jamil no traía otra para él.

- ¿Qué hay de ti Jamil? – Preguntó ella preocupada

- Puedo soportar caminar bajo estas temperaturas así que estaré bien. – Jamil explicó tranquilamente.

Pero antes de siquiera retirarse se vio interrumpido cuando Shiori lo detuvo con su mano.

- Espera, no tienes que verte perjudicado. Compartamos la sombrilla. – Propuso la albina.

- ¿Qué? – Jamil abrió sus ojos un poco.

- Sí, míralo de este modo. La sombrilla es grande y claramente dos personas pueden caber adentro. No sería justo si tú eres el único que se quedó sin algo con que cubrirse con este brillante sol y con la capucha no será suficiente. – Ahora Shiori explicó su punto. - Como tú lo has dicho la temperatura está subiendo ¿Te parece bien?

- Es verdad, es mejor prevenir que lamentar. – Añadió Grim.

Jamil se quedó un rato pensando en aquella propuesta y viendo que muchos ya estaban ya posicionados a su alrededor para marchar entonces no le quedó de otra más que quedarse bajo la sombrilla junto a Shiori y Grim.

- Está bien, Shiori. - Susurró él colocando su mano en el bastón. – En ese caso permíteme llevar la sombrilla...

Shiori solo negó con su cabeza.

- La sostendremos al mismo tiempo... - Sonrió ella también sosteniendo el bastón, pero estando pegada a las manos ásperas de Jamil. – Así el peso de la sombrilla será compartido para ambos y será mucho más fácil llevarlo. No es necesario que una persona cargue con todo el peso solo cuando la otra sabe que puede aportar para que sea justo.

El azabache se quedó un rato viendo en aquellos ojos escarlatas como los rubíes del cetro que llevaba el hechicero de las arenas, cuyo brillo hipnótico resplandecía cuán cristal recién pulido. Si él bien lo recordaba Kalim siempre le alardeaba de ella una y otra hasta el cansancio y como siempre al inicio no le tomó mucha importancia, hasta pensaba que no había nada en especial con la prefecta del dormitorio abandonado y también pensaba que sería casi igual a Kalim; pero que equivocado está ahora entendía bien por qué su "amo" se había quedado prendado de aquella joven... Es muy lista, verdaderamente gentil, no miraba por encima de nadie y es muy hermosa a su propio estilo tanto en el interior como el exterior.

Y ahora él también estaba empezando a actuar, sentir esas y otras emociones de manera diferente. Maldecía el día en que ambos hablaron, interactuado y reído juntos, ya que de no ser por esa pequeñísima conexión que tuvieron ahora no estaría lidiando con los nuevos dilemas se generaban en su cabeza que lo hacían sentir tan... atrapado.

Cuando todo estaba listo entonces todos los residentes levantaron sus sombrillas y caminaron de regreso al dormitorio. Todos los residentes, Shiori y Grim mantuvieron su vista al frente para caminar, pero solo un par de ojos grises todavía estaba posado en la dama que estaba a su lado haciendo lo que siempre le había enseñado a hacer...quedarse callado.

En silencio contemplaba cada detalle desde la nariz y los mechones rectos que perfilan el rostro de la sacerdotisa hasta la parte inferior del chaleco y el inicio de la falda en donde se podía ver claramente parte de las dos líneas cruzadas de una cicatriz. La mirada de Jamil al instante se suavizó un poco mientras disimuladamente se frotó su frente y una vez más se estaba preguntándose a sí mismo ¿Cómo se hizo aquella herida en su espalda?

...

- ¿Cubiertos? ¿Jaleas? ¿Por qué dije sobre las jaleas? – Kalim se tapó la cara con las manos mientras un fuerte sonrojo ahora inundó toda su cara. - Oh diamante en bruto...

· ┈┈┈┈┈┈ · ꕥ · ┈┈┈┈┈┈ ·

Cuando todos finalmente regresaron el desayuno felizmente estaba listo a lo que muchos de los residentes no tardaron mucho en asaltar la mesa para ya empezar a comer después de una larga caminata bajo el sol del desierto y Grim también fue uno de ellos.

- No quiero estar atrapado en una prisión otro segundo más en mi vida. – Dijo Grim tragando rápidamente para luego esbozar una sonrisa de satisfacción. – pero me duele admitir que la comida aquí es realmente buena

- ¿Vida de prisión? – Kalim tenía un signo de interrogación sobre su cabeza. - No te entiendo mucho, pero estoy feliz de que disfrutes de la comida. ¡Ten todo lo que quieras! – Sonrió al final.

En eso Kalim toma uno de los platos de la mesa.

- Hoy tenemos queso azul hecho con leche de vaca. Pruébala con algunas galletas. -Sonrió radiantemente él.

- Eh... tendré que decir que no, lo siento... - Grim negó su cabeza de un lado a otro.

- Aw, vamos ¡No seas tímido! ¡Ten un poco! – Kalim río sin malicia y nuevamente le dio de comer la galleta con el queso a Grim.

- ¡AjFAKNOAWA! – Grim exclamó con la boca llena.

- "Este escenario se me hace familiar" – Pensó Shiori viendo la escena con una gota de sudor bajando de su cabeza, Aún faltaba mucho para que su ropa seque por completo, pero era una suerte que Jamil con ayuda de su magia le hubieran dado un temporal uniforme de Scarabia para que lo usara.

- Kalim, no fuerces demasiado a Grim. – Advirtió Jamil a un lado sentado con Shiori. – Vas a hacer que se ahogue.

- Oops, tómate tu tiempo. – Kalim alejó el aperitivo de su boca al captar el mensaje. – Hay mucha comida.

Grim solo tragó lo que tenía masticando mientras caía rendido al cojín con los ojos en blanco.

- Ese no es el problema aquí. – Murmuró Grim.

- Tenemos un poco de helado de ayer para el postre. – Añadió Kalim. – Usualmente suelo alinear un montón de sabores diferentes y luego usar una cuchara grande para obtener una cucharada gigante. A eso lo llamo "el estilo Kalim".

- ¿Usas solo una cuchara? – Preguntó Grim bastante extrañado pero interesado. - ¿Es posible eso?

- ¡Exacto! – Asintió el albino. - ¡Siempre hay un espacio para el postre, como muchos dicen! Voy a traer un poco, por lo que esperen aquí.

Pero ni bien él se paró, Jamil lo detuvo rápidamente.

- Kalim, espera. Iré a buscarlo, así que espera aquí. – Dijo Jamil parándose a su lado.

- Estoy bien. Todo lo que tengo que hacer es sacarlo de la nevera, ¿Verdad? – Habló Kalim despreocupadamente.

- Idiota ¿Qué tipo de sirviente dejaría que su amo lo atienda? – Preguntó Jamil frunciendo el ceño. – Ojalá estuvieras más consciente del hecho de que eres el heredero de la familia Asim. Si descubren que te obligue a hacer algo así, nuestros padres se enfadarán y me darán un sermón.

- Jamil, siempre eres tan serio. No hay problema. Somos estudiantes juntos en una escuela en este momento. – Argumentó Kalim.

Jamil tan solo suspiro al no poder lograr cambiar de parecer a su líder.

- Entonces vamos a comprometernos entonces. – Suspiro el ojigris. – Los voy a colocar en el plato así que ¿Puedes ayudarme con el transporte?

- ¡No hay problema! – Kalim levantó su pulgar en alto.

En lo que el líder del dormitorio hablaba, Grim estaba acomodando mucho su lazo con rayas.

- ¿Hm? ¿Sucede algo? – Preguntó Kalim al ver a Grim tan oculto.

- Ah, no. ¡Nada, en lo absoluto! – Sonrió inocentemente Grim.

- Genial, volveremos pronto. – Kalim guiño un ojo

Shiori, quien no les quitó los ojos a ambos, solo cerró sus párpados y sonrió alegremente.

- Tomate tu tiempo. – Dijo ella.

Con eso dicho, Kalim junto con Jamil, atravesaron el portón hasta desaparecer por completo.

Por lo que Shiori corroboró que ninguna palabra en las que ellos intercambiaron palabras mentían ¿Cómo lo sabía? Es muy sencillo porque mientras que sucedía la conversación de esos dos, Shiori, en ningún momento dejó de mirar a la interacción de las auras de los dos jóvenes gracias a que su Ajna estuvo prendido en todo momento vigilando si había alguna anomalía en sus auras cuando Kalim intercambiada su personalidad.

- ...Ahora estoy realmente confundido. – Comentó Grim acercándose al oído de Shiori. – Este Kalim realmente no escucha a los demás, pero no creo que sea un mal tipo.

- Y no te equivocas en esa teoría. – Murmuró Shiori desactivando su técnica visual. – De hecho, basándonos en todo lo que hemos visto hasta ahora... todo esto ha sido un sube y baja de emociones totalmente opuestas la una contra la otra.

- No me digas... ¿Has descubierto algo? – Preguntó Grim.

- Por ahora tengo escenarios, pero hay dos de ellas que están queriendo destacar levemente usando los argumentos de los demás más todo lo que hemos visto. – Dijo Shiori levantando su teléfono con el fondo de la pantalla de bloqueo que era la foto de Grim durmiendo tiernamente.

- ¿Y porque esas dos quieren destacar?

– Porque ambas tienen algo en común. – Ella deslizó su pulgar sobre la pantalla para mostrar la otra imagen del fondo de pantalla que era la foto de ambos. – Hay un detonante que genera esos cambios abruptos en Kalim. No se cual sea, pero es algo.

En eso escucha un par de pasos atrás de ella. Por el tiñó de esa brillante aura ardientemente que amenaza con quemar todo y la mirada de miedo de Grim, Shiori, supo de quién se trataba.

- Kalim está detrás de mi ¿Verdad? – Preguntó tranquilamente Shiori a Grim.

El felino al inicio dudosamente solo negó repetidamente su cabeza, pero que luego la cambió a un leve asentimiento y ya estando más seguro afirmó totalmente mientras levantaba sus hombros.

Shiori giró su cabeza a un lado y nuevamente se topó con la furiosa mirada de Kalim mirando a sus residentes mortalmente callados.

- Ustedes... – Kalim siseó venenosamente para luego gritar. - ¡¿Cuánto tiempo planean holgazanear aquí?! ¡¿Quién se creen que son, el sultán?!

- ¡¿Qu-Qué?! – Exclamaron todos los presentes.

- ¡Limpien este desastre! ¡Es hora del entrenamiento de la tarde! – Kalim cerró las manos en puños.

Nadie replicó nada, tan solo agacharon sus cabezas y acataron las órdenes de Kalim.

Por otro lado, Kalim bajo su mirada para toparse con Shiori. Ella estaba esperando a que él le gritara algo en este estado que le diera más pruebas, pero al igual que las otras veces no le dijo nada y tan solo se quedó un buen rato mirándola.

- Eeep... ¡Ahora volvemos con el aterrador Kalim! – Grim tembló como maraca.

Al escuchar eso, Kalim, movió sus apagados iris a las de felino le apuntó con su cetro y le dijo:

- No te dejaré escapar. Practicaremos hechizos defensivos hasta la noche.

En eso Jamil llegó corriendo del pasillo y observa como toda esta escena está sucediendo, pero él al igual que muchos de los presente no podían hacer nada ya que si interfieren entonces pensaban que el castigo se sumaría más. Técnicamente todos estaban con la espada contra la pared por lo que tendrían que quedarse callados.

En cambio, Shiori esta vez se levantó del suelo y apartó el cetro de Kalim lentamente con su mano, la idea era mirarlo fijamente a sus opacos ojos y hablar con él cara a cara. Esta era su oportunidad para seguir atando algunos cabos sueltos por lo que tendría que pensar bien en sus palabras y también usar su personalidad de "Sacerdotisa".

- Grim es mi residente y como la prefecta del dormitorio abandonado, cualquier orden que se les da tiene que ser previamente notificado conmigo. – Habló calmadamente, pero mostrando firmeza y serenidad. - No nos vamos a negar al entrenamiento, eso es un hecho, pero si tienes algo más de que quieres decir lo hablaremos de manera serena y tranquila como un líder tiene que ser. Yo te escuchó fuerte y claro, así que no hay necesidad de gritarnos el uno contra el otro o siquiera desviar las miradas, Kalim.

Muchos de los jóvenes presentes tragaron grueso y empezaron a sudar balas por los nervios, de todas las personas presentes nunca creyeron que Shiori estuviera entre comillas "desafiando a Kalim".

¿Qué es lo que pasará? Jamil miraba tenso la imagen, los estudiantes casi ni se movían y el silencio se seguía extendiendo.

Shiori siguió esperando pacientemente la respuesta, pero Kalim nunca dijo nada. Solo que quedó mirando fijamente con esa mirada vacía como si no la pudiera reconocer. Por lo que cambiando su dirección se acercó a los demás estudiantes y les dijo:

- ¡Salgan todos al patio! – Luego él salió del lugar sin decir nada más.

Muchos por fin pudieron respirar, pero rápidamente empezaron a limpiar con ayuda de la sacerdotisa que tomó los platos que podía para llevarlos a la cocina, pero a medida que caminaba en sentido contrario de los jóvenes que correteaban ella tenía oculto un leve brillo en sus ojos.

- "Otra vez no me dijiste nada y me has evitado, Kalim" – Se habló mentalmente consigo misma. – "Gracias a nuestra inexistente charlaahora me has ayudado a despejar más baches del camino al reducir tantos de los varios escenarios que tenía planteados como conjeturas."

Las verdades tarde o temprano saldrán a la luz, pero todo era cuestión de tiempo... y ella era toda una experta en el don de la paciencia.

· ┈┈┈┈┈┈ · ꕥ · ┈┈┈┈┈┈ ·

Al caer la noche, luego del arduo entrenamiento, dos de los residentes de Scarabia terminaron por echar llave a la puerta del dormitorio en el que Shiori y Grim se hospedaban.

- Muy bien, esos dos ya están encerrados correctamente. – Suspiró resignadamente el primer estudiante de cabello castaño mientras miraba con culpa la puerta.

- ¿Qué pasa? – Preguntó su acompañante pelimorado.

- Nada... es solo que... no me agrada tener que encerrar a Shiori de esta manera. – Suspiro el primer muchacho. – Hizo mucho por nosotros y hacerle esto... No lo sé...

- Comprendo lo que quieres decir... - Respondió el acompañante colocando su mano en su hombro. – Vámonos a revisar las otras habitaciones.

- Hay muchos más estudiantes que han tratado de fugarse... El líder de dormitorio Kalim probablemente ya está furioso. – Susurró el primer joven empezando a caminar hacia otro pasillo. – Aparentemente, tampoco está escuchando los consejos de Jamil.

- ¿Cuánto tiempo durarán las cosas así?... -Suspiró desanimadamente el acompañante. – Quiero irme a casa.

- No hay que desanimarnos ahora. – El primer estudiante palmeó sus mejillas repetidas veces. – Yo también quería pasar mis vacaciones con mi familia, pero...

Y eso fue lo último que se pudo escuchar...

ya que tras la puerta Grim y Shiori tenían apoyado sus orejas para escuchar detalladamente los pasos de los jóvenes alejarse.

- ¿Ya se han ido los vigías? – Preguntó Grim.

- Ya están por doblar la esquina. – Dijo Shiori con los ojos cerrados para sentir mejor las ubicaciones de las auras de los estudiantes. - ya no hay nadie en el pasillo. – Finalmente abrió sus ojos.

- El entrenamiento fue tan duro que me dieron ganas de vomitar. – El felino bajo sus orejas.

- Me sorprende que todavía estés de pie después de una caminata bajo el sol y de hacer ejercicio sin parar. – Respondió ella.

- Eso en parte se lo debo a tu cristal. – Grim levantó su collar de tela para mostrar que debajo tenía el cristal lila brillante de Shiori.

- Me alegra que esto te ayudará a recuperarte, aprendiste a usarlo rápidamente. – La sacerdotisa sonrió aliviada.

-Sip, es muy útil en momentos cuando me siento realmente agotado. – Dijo Grim guardando su cristal. – En fin, no hay que distraernos Es definitivo que el director no va a poder rescatarnos, así que no tenemos más remedio que manejar esto nosotros mismo.

Shiori viendo que Grim hablaba seriamente entonces decidió prestar atención a lo que su amigo tenía que decir.

- Es por eso que hice todo lo posible para idear un plan de escape infalible. – Grim levantó su rostro orgullosamente.

- ¿Qué clase de Plan? – Preguntó la albina alzando una ceja.

- Presta atención y asómbrate. – Ahora Grim empezó a rebuscar entre su collar. – Recuerdas aquellas historias que me contaste sobre ese humano llamado Andy que va a una horrible prisión durante dos años por error.

- Te refieres a la película de "sueños de fuga" – Shiori recordó la filmografía de Frank Darabont.

- No. No. Esa en la que se hace amigo de otro humano llamado Morgan que está en la prisión y que gracias a que puede tener objetos del exterior y le da a Andy un martillo de piedra oculto en un libro.

- "Sueños de fuga" – Shiori levantó las manos.

- ¿Por qué lo repites? No. En la que Andy usa el martillo para salir de la prisión a escondidas de todos y que al final de la historia se reencuentra con su amigo de la prisión en una playa con un barco logrando así cumplir su sueño de fuga.

Shiori solo puso una cara de poker al inicio, pero sabía que no tenían tiempo para discutir de filmografías por lo que fue al grano.

- ¿Y qué pasa con esa historia en relación a tu plan? – Preguntó Shiori cambiando el tema.

- Veras agarré el artículo más importante para nuestro escape durante el almuerzo de hoy. ¡Admira! - Y de su cuello peludo, Grim, sacó una cuchara sopera de plata que hasta botaba brillitos. - ¡Usaremos esta cuchara para cavar por el suelo, poco a poco!

- Te diría una o dos cosas sobre este plan... - Dijo Shiori mirando la felicidad del gato. – Pero estamos en un mundo sacado como de película. Es lo mejor que tenemos por ahora y como lo diría Andy "La esperanza es algo bueno y lo bueno nunca muere."

- Así es. – Pegándose a una de las paredes cerca de la puerta buscar una zona fácil de cavar.

- Pero eso va a necesitar tiempo y perseverancia... - Añadió Shiori tomando la posición de flor de loto en el piso.

- A Andy le tomó poco tiempo de lo esperado el hacer un hueco enorme con un martillo de piedras. ¡Déjamelo a mí! – Grim levantó su pulgar a la sacerdotisa. - ¡No por algo me llaman el maestro del escape de madrigueras en casa!

- Ahora entiendo porque mi jardín tenía algunos huecos. – Comentó Shiori con una vena roja sobre su frente.

Grim solo se estremeció un poco.

- Eso fue solo coincidencia. – Explicó Grim. – Ayúdame a vigilar la puerta por si alguien se acerca.

Shiori no respondió más y cerró los ojos para suspender todos sus otros sentidos con el fin de tener un mayor rango de detección áurica a su alrededor mientras que a su vez ayudaba a acumular más energía que podría ser de ayuda más tarde.

- Esta te la dedico a ti Morgan Freeman. – Grim levantó la cuchara para luego empezar a picar el piso del dormitorio.

1 hora después...

- ¡Ya está más suave de lo que pensaba! Saldremos de aquí en poco tiempo. – Dijo Grim todavía escarbando el piso.

2 horas después...

- Uff, solo excavar me está aburriendo tanto... - Grim masajeó sus patitas. – Cambiemos de lugar un poco, Shiori. Yo vigilaré.

Shiori saliendo de su concentración intercambió lugares con Grim para ahora hacer su aportación en esta fuga, aunque para acelerar un poco invocó las alas del Tengu Tennin para que de manera casi silenciosa empezó a usar una de las garras y la cuchara para abrir un poco más en hueco mientras que el otro brazo libre botara los rastros de piedras y tierra que fueron haciendo por los huecos de la ventana cerrada para eliminar la evidencia.

Muchas veces ella pensó que sería fácil si simplemente usará sus técnicas para derribar la puerta, pero la idea era escaparse desapercibidos por lo que ese método no se podría llevarse a cabo y tendrían que ir por la idea de Grim a pesar de que parece ser la idea más alocada, pero era mejor que a no hacer nada.

Aparte de eso, ella notó que últimamente Grim se estaba esforzando mucho más de lo normal por los dos en estos últimos días y le alegra mucho ver la dedicación que él ponía. El tener a alguien de confianza como él en momentos como esto le era tan reconfortante, lo quería mucho a este gato monstruo o como le diría a Akko... este pequeño Bakeneko.

4 horas después...

Entre intercambios, limpieza y vigilancia, Grim y Shiori, captan el sonido de unos pasos acercándose hacia donde ellos dormían.

- ¡Oh rayos! ¡La patrulla se acerca! – Susurró un grito Grim tomando un tapete para cubrir el hueco. - ¡Rápido finge que estás durmiendo!

De ese modo, Shiori y Grim, se lanzaron a la cama, se taparon con la sábana y se mantuvieron en silencio sintiendo y escuchando de manera torturante aquellos pasos que no se iban tras sus puertas. Aquel sujeto afuera se quedó varios minutos parado afuera de la puerta y hasta pensaban que no se iría tan rápido por lo que tuvieron que ser muy pacientes para esperar el momento preciso para continuar con su plan.

Y así, con el pasar del tiempo, la noche terminó y los pájaros estaban trinando a la espera de que el alba saliera.

- Nos tomó toda la noche, pero finalmente hicimos un hoyo decente. – Comentó Grim viendo su obra maestra en proceso. – Deseo estar curado. – Puso su pata en el lugar donde estaba su cuello para aliviar el dolor muscular de sus brazos peludos. – Es una lástima que esto no se aplique con la falta de sueño.

- Dejemos la fuga de la prisión por ahora. – Dijo Shiori tapando la superficie del hueco para luego dirigirse al gato y sobarle la cabeza con mucho cariño. – Buen trabajo, Grim.

Grim solo ronroneó felizmente ante esa felicitación con una gran sonrisa cansada.

En eso el ruido metálico de unas llaves chocando contra el cerrojo de la puerta para desbloquearla y abrir las puertas de par en par hasta revelar al mismo residente del día de ayer, pero con la diferencia de que traía puesto unas vendas atadas a sus ojos mientras trataba de guiarse en con el tacto sus brazos.

- ¡Levántense! Es hora de nuestra rutina matutina. ¡Estamos marchando al Este del Oasis nuevamente! – Exclamó aquel estudiante, mirando a la puerta.

Shiori y Grim trataron difícilmente de aguantar las risas en sus labios y hocico por la graciosa situación, por lo que entre temblores y una sonrisa tonta solo respondieron:

- S-sí, gracias por avisar humano. – Dijo Grim pellizcando su brazo para aguantar más.

- Oye... ¿para qué la venda? – Preguntó Shiori.

El estudiante tan solo se puso rígido al recordar las consecuencias que se ganó su cara al haber entrado sin avisar a la habitación temporal de Shiori.

- Es por seguridad. - Respondió tensamente el joven y si mi mal lo recordaba aún no se había disculpado con ella desde aquel incidente por lo que aprovechando que estaba allí decidió hablar. – Y-Yo...

La albina al ver el nerviosismo del joven al instante cambió su expresión a una más tranquila, el pobre tenía un aura que denotaba vergüenza.

- Yo quería disculparme por lo de ayer. No era mi intención ser un irrespetuoso... veras yo tengo pareja y cuando le conté sobre lo que pasó también me recrimina por abrir la puerta sin avisar... - El joven se sobo la otra mejilla. – Así que lamento mucho lo que pasó ayer Shiori.

Viendo como el joven se disculpaba de manera honesta, Shiori, solo suspiró y se acercó al joven para desatarle la venda de los ojos para que se miraran cara a cara.

- Acepto tus honestas disculpas, pero ten mucho cuidado a la próxima. – Asintió Shiori extendiendo su mano rectamente para hacer las paces.

Claramente el chico sintió que un peso se había desaparecido de encima rápidamente y eso era algo bueno, ya que terminó aceptando la mano de la joven para dejar en el olvido lo que pasó ayer.

- Aun así. – Dijo Shiori una vez que dejó el contacto con el joven. – Dos por nuevamente no tocar la puerta.

Y le dio dos suaves golpecitos en su hombro para caminar junto con su gato hacia la sala común.

· ┈┈┈┈┈┈ · ꕥ · ┈┈┈┈┈┈ ·

Tal y como sucedió el día de ayer todos caminaron por el desierto hasta llegar al Oasis. No era necesario decir que ya todos los presentes en este lugar cayeron al suelo rendidos jadeando pesadamente y sudando a mares como no tenían ni idea; aunque la diferencia era que el sol del día de hoy era demasiado abrumador debido a que estaban en medio día, la hora en la que el sol está su altura máxima.

Los que estaban más afectados en este clima cayeron en Shiori y Grim quienes por la falta de sueño luchaban para no caer al desierto cruel.

Shiori sentía como los rayos solares atravesaban su ropa y le estaba quemando mucho la espalda por lo que tuvo que contener lanzar uno que un fuerte quejido por culpa de la fricción de la tela caliente su cicatriz, es más hasta creía que a ese paso le estarían saliendo ampollas.

- ... Mi garganta está hecha pedazos. – Jadeó Grim más seco que una pasa mientras miraba a la dirección en la que Kalim descendía del elefante. – Kalim. Por favor danos agua. – Suplico.

- ¿Darte agua? – Siseó Kalim. - ¿Cómo te atreves a darme órdenes?

Al instante su mirada opaca pero fría se posó en Grim quien al sentir su intimidante aura soltó un chillido y se escondió detrás de la albina.

- Yo no soy tu suministro de agua personal. – Luego soltó una risa levemente burlona. – Si tanto quieres agua, sácala del Oasis si tienes sed.

A muchos de los residentes no les agradó para nada este tono de voz y muchos menos lo que dijo.

- ¿Obtener agua de un Oasis seco? – Dijo desconcertado el estudiante de cabello castaño claro.

- ¿Qué tan dictador puede ser? – Respondió el pelimorado, que lo acompañaba, del mismo modo.

- En serio ¿En qué rayos tiene la cabeza el Líder? – Comento el pelirrojo.

- Descuiden. – Dijo Jamil caminando hacia los jóvenes rendidos. - Sabía que esto pasaría, así que empaqué un poco de agua. Vayan a los camellos y compártanla con todos.

Los tres jóvenes soltaron un suspiro de alivio ante al menos una buena señal en medio de todo este entrenamiento infernal.

- Muchas gracias. – Agradeció el de pelo castaño. – Realmente estaremos mejor contigo como jefe de dormitorio.

Un silencioso jadeo de sorpresa fue suprimido en la boca de Jamil.

- No digas nada imprudente. – Dijo él. – Tendrías problemas si Kalim te escuchara.

- Pero es la verdad. -Añadió el pelirrojo.

- Desde que empezó a actuar así, has estado haciendo el trabajo del prefecto, Jamil. – Dijo el pelimorado.

- Shh... ese es el destino de los que sirven... - Jamil lo pensó un poco y bajó un poco la mirada. – No, para los que trabajan para la familia Asim. – Sin más querer dar más vueltas, cambió de tema. – El sol de la tarde empeorará el viaje de regreso.

- Jamil... - Susurró con asombro uno de ellos.

Pero entonces Kalim nuevamente dictó sus órdenes.

- ¡Atención! ¡Se acabó el tiempo de descanso! ¡Vuelvan a la formación!

Ya muchos de los presentes ante eso ya no pudieron contenerse más.

- Jamil... yo... yo... – Dijo el castaño apretando sus manos. – No quiero quedarme más en este dormitorio.

- Yo también ¡No pienso seguir más al líder! – Dijo el pelimorado.

- ¿Cómo puedes soportar seguir sus órdenes? – Preguntó el pelirrojo.

- Eso es... - Jamil hizo una breve pausa.

Shiori ante ese silencio prestó toda su atención a lo que él iba a decir.

- Porque él es Kalim Al-Asim... - Fue lo que Jamil respondió.

- ¿Es porque han estado juntos desde que eras joven? o ¿Por qué te agrada como persona? – Preguntó Shiori acomodando la capucha del uniforme para que sus ojos tuvieran sombra y así activar brevemente su Ajna.

- La primera es otra razón, pero la segunda... quién sabe. – Jamil solo suspiró. – Ya hablaremos de esto más tarde. Haré algo para que Kalim no lo note. ¿Podrían darme algo de tiempo?

Shiori viendo todo con detenimiento apagó su Ajna

- De acuerdo, Jamil. - Dijo ella dando una mirada llena de confianza depositada en Jamil.

· ┈┈┈┈┈┈ · ꕥ · ┈┈┈┈┈┈ ·

Al llegar la noche luego de la marcha y de almorzar algunos residentes junto con Shiori y Gri mesaban reunidos en la sala común formando un círculo alrededor de el vice-líder de Scarabia.

- ¿Están todos aquí? – Preguntó Jamil, mirando a los presentes.

- Sí... - Asintió un estudiante. - ¿Y el jefe del dormitorio?

- Está dormido. Le di un somnífero mezclado con su té de hierbas, para que estuviera profundamente dormido.

- Entonces ¿De qué se trata todo esto? – Preguntó Grim echado en los brazos de Shiori mientras sus ojitos azules se entrecerraban. – Ya estoy tan cansado... quiero irme a dormir pronto.

Ambos estaban ubicados a espaldas de Jamil.

- Todos estamos cansados. Quedémonos callados y escuchemos. – Dijo un segundo estudiante.

Con todos los presentes callados Jamil pudo continuar hablando.

- Entiendo que se sienten insatisfechos con Kalim en estos momentos. Los mantiene a todos en el dormitorio y los hace entrenar durante las vacaciones. Definitivamente está siendo irracional. Yo tampoco creo que esté haciendo lo correcto.

- ¡¿Entonces por qué le dejas seguir haciendo lo que quiere?! – Preguntó desesperado el primer estudiante.

- Créeme, ya lo intenté varias veces. Simplemente no me escuchó en lo absoluto. – Dijo Jamil.

- Pero ustedes pueden llevar sus quejas directamente a Kalim si no están satisfechos con ellas. – Comentó Grim.

- Eso es, eh... Bueno, veras... - El segundo estudiante no supo cómo responder ante esta opción.

- ¿Por qué no pueden decirle lo que piensan a Kalim? – Grim miró a todos los residentes dudosos. - Todos ladran, pero no muerden, meh.

– Si solo se quedan mirando sin hacer nada entonces el problema no se va a solucionar. – Añadió Shiori. – Todos ustedes tienen derecho a también dar a entender sus quejas si hay algo que no les parece justo... no deberían callarse por miedo.

- No es eso, también lo hemos intentado. ¡Tantas veces! Pero...- El primer estudiante miró al suelo con una mirada llena de dudas, tristeza, pero sobre todo parecía como si estuviera en un dilema y él no era el único.

- Pero cuando no está en uno de sus estados de ánimo, es super amable y de gran corazón. – Añadió el segundo estudiante.

- Antes de que las cosas se pusieran así, todos lo respetamos mucho. – Dijo un tercer estudiante. – Pensábamos que era mejor que cualquier otro jefe de dormitorio.

- Escuchó mis preocupaciones cuando no pude acostumbrarme a la vida en el dormitorio. – Dijo el primer estudiante.

- Yo tenía pensado abandonar el instituto, pero él se quedó despierto para ayudarme a ponerme al día con las clases. – Añadió el segundo.

- Es un poco rudo y a veces no tan confiable, pero aun así lo amamos. Estar en Scarabia fue muy divertido. Pero... – Finalizó el tercero.

- Sí, es un buen jefe de dormitorio. Trata a todos por igual y es muy humilde. – Comentó Jamil abatidamente. – Me preguntó qué fue lo que pasó...

- No te niego que con pocas interacciones con las que tuve con Kalim hasta puedo decir que es un buen chico, a simple vista pareciera que no lo pueden criticar. Todos lo aman tanto que no pueden dejarlo solo. - Dijo Shiori viendo como muchos asentían con ese hecho. – Pero, aun así, con esto cambios o no, deben de decirle la verdad.

- Es verdad, nunca es bueno quedarse aquí quieto sin hacer nada. – Añadió Grim, - Por ejemplo, si ustedes vieran a Shiori hacer algo fuera de ella ¿Se quedarían quietos? yo no, no dudaría en detenerla.

- ¿De verdad lo harías? – Susurró Shiori sorprendida con aquella afirmación.

- ¡Pues claro! No por algo eres mi secuaz.

Shiori ante tales palabras del felino solo acarició su peluda cabeza mientras que ella esbozaba una suave sonrisa.

- Gracias Grim. – Habló ella.

- Apropósito y cambiando de tema ¿No creen que lo mejor sería llevarlo al médico? – Preguntó Grim mirando a Shiori. – Su mente y su personalidad se vuelven como una moneda. Eso no es normal ¿Habrá comido algo raro o algo así?

Ese comentario hizo que por el momento los ojos de Shiori se abrieran momentáneamente ya que este era un buen momento para seguir con el descarte.

- De hecho, Grim recuerda que te mencione que tenía dos teorías que tienen grandes posibilidades de que una de ella posiblemente sea la más acertada. – Dijo Shiori levantando dos de sus dedos.

- ¿Pudiste averiguar algo? – Comentó Jamil acercándose a Shiori.

- Como dije son solo dos ideas, pero... - La sacerdotisa hizo una pausa para mover sus iris escarlatas a los ojos grises de Jamil. - Por ahora solo pueden ser contestadas por ti Jamil.

Al instante muchos de los residentes solo se miraron confundidos entre ellos mientras que Jamil tenía una gota de sudor bajando de su mejilla, pero aun si manteniéndose sereno.

- ¿Yo? – Preguntó él.

- Si y esa es...

Hubo un poco de tensión entre ambos por lo que Jamil se esperaba cualquier cosa de lo que Shiori le fuera a decir.

- La primera teoría es envenenamiento... - Señaló Shiori con su primer dedo. – Muchas veces me comentaste que había muchas personas que atentan contra la vida de Kalim ¿No es así?

- ¿Eh? Ah, eso es cierto. – Asintió Jamil un poco más tranquilo.

– Pero por tu expresión no puede ser veneno ¿Verdad?

- Correcto. Porque si fuera, entonces él estaría enfermo y como su probador de veneno yo también lo estaría.

- Lo cual nos deja con la segunda teoría. – Shiori bajo un dedo. – Esto podría tratarse de un trastorno de bipolaridad. Si Kalim tuviera dos personalidades entonces eso explicaría el porqué de un momento a otro cambia totalmente, además de que por lo que hemos visto el actúa como si no recuerda nada de lo hizo en su otra personalidad cuando sale de ese estado.

- ¿Un trastorno?... Es una posibilidad que no puedo negar. – Jamil se llevó sus dedos a la altura de su mentón pensando detenidamente en esta segunda opinión. – Aunque, un doctor... Si volvemos a la tierra de las Arenas Ardientes, podemos ver al doctor que tiene la familia Asim. Sin embargo, como es ahora, eso podría ser difícil.

- No puede ser ¿Qué hacemos?... – Preguntó el estudiante pelimorado.

- Ya valió madres, pero no podremos seguir así. – Dijo el estudiante de cabello castaño apoyando su brazo a su acompañante para tranquilizarlo un poco.

- El problema al que nos enfrentamos ahora es como el que atormentó a Heartslabyul. – Habló Jamil. – Estaban sufriendo bajo las reglas de su jefe de dormitorio y nadie podía hablar debido al miedo que le tenían a Riddle. – Miro de regreso a Shiori con una suave sonrisa. – Por eso quiero tu consejo como los que resolvieron ese problema ¿Qué crees que deberíamos hacer?

Shiori se quedó un buen rato mirando a Jamil y luego de pensarlos le respondió de manera calmada pero reflexiva.

- Cuando pasó ese día tuvimos varios choques emocionales. No voy a entrar mucho en detalles por respeto a la privacidad de Riddle y de mis amigos, pero lo que puedo decir que fue un poco de trabajo por ambas partes tanto el de los residentes como el de Riddle lo que nos ayudó a mejorar las cosas en su dormitorio.

- He oído algo acerca de eso. – Dijo un tercer estudiante. – Pero me sorprende mucho que tengas una buena relación con su líder. También dice que te dijo cosas hirientes y que casi sus vidas corrieron peligro ¿Por qué confías tanto en él?

Muchos de los presentes e incluso Jamil pusieron mucha atención a esa pregunta porque también quería saber el motivo por el que alguien quien tuvo que pasar con situaciones que atentaban con su vida y seguir tranquila como si nada hubiera pasado.

- Eso es porque... - Shiori hizo una pausa. – Yo creo fielmente en las segundas oportunidades. – Pensó en Akko, Riddle, Leona, Azul y en especial a Koichi. - Las personas que hacen daño a otros también son almas que también han pasado por mucho, es un camino muy doloroso de recorrer porque uno se siente verdaderamente perdido. Se que eso no justifica lo que hicieron y son consciente de ello, pero no puedo dejarme caer en mis resentimientos y prejuicios porque de ese modo no seré capaz de ver con claridad el verdadero interior personas y comprender su manera de ver las cosas.

Recordó una de las muchas enseñanzas de su maestro.

- Una persona sabia una vez me dijo: "Tranquilamente considera lo que está bien y lo que está mal. Aceptando todas las opiniones por igual, sin apresuramiento, sabiamente, observa la ley. No pienses, no juzgues, observa el devenir de tu vida y lo que la afecta. Se un testigo, aunque seas participante. No tomes causa ni partido. No adoptes prejuicios. La vida es lo que es y debes aceptarla. Luchar contra lo que te incomoda significa que el Ego está triunfando, y si te dejas llevar perderás la consciencia de tu existencia."

Muchos se quedaron con la boca abierta, de alguna manera el escucharla hablar de esa manera los hacía sentir como si estuvieran hablando con un adulto en vez de un adolescente, era una sensación un poco rara pero muy reveladora, ya que gracias a ese comentario los dejo un poco reflexivo a muchas situaciones que nunca imaginaron con anterioridad.

Jamil por otro lado se quedó mirando a Shiori con asombro ya que él nunca se esperó que esa fuera a dar una respuesta así ya que él...

- ¡OH! ¡Tengo una idea! – Interrumpió Grim la conversación y los pensamientos de los demás. - ¿Qué pasa sí Jamil desafía a Kalim a un duelo para convertirse en el próximo jefe de dormitorio? ¡El director sugirió eso a Ace y Deuce! Aunque ellos terminaron perdiendo.

Shiori se puso un poco nostálgica y melancólica al escuchar los nombres de sus amigos, en todos estos días no recibió ningún mensaje de ellos.

- La magia única de Kalim no es impresionante, ¡Así que probablemente sea más fácil! – Añadió Grim mirando a Jamil.

En realidad, para muchos de los residentes de la casa de Scarabia esa era una muy buena opción viable para cambiar la situación de sus problemas, pero para uno de ellos...

- ¡Me niego completamente a hacerlo! – Respondió firmemente Jamil.

- ¡Pues entonces no pidas consejo si lo vas a rechazar! – Grim hizo un puchero mientras que de sus orejas salían nubes humo por el enojo. - ¿Por qué no lo haces?

- Porque mi familia, el clan Viper, ha estado siempre sirviendo a los Asim por generaciones. – Explicó Jamil más calmadamente. - ¿Crees que perdonarían a un sirviente que le dé la contra a su amo? Si el padre de Kalim descubre que hice algo así, mi familia sufriría las consecuencias. – Luego suspiro pesadamente. – Lo siento, pero no puedo arriesgar el bienestar de toda mi familia por esto.

- Aun así, Jamil, los asuntos de los adultos no deberían de influir en los jóvenes. – Respondió Shiori. – No tienes porqué cargar con ese peso en tus hombros por solo un asunto que solo concierne entre estudiantes del Night Raven.

- No tengo elección. Este es mi deber como alguien nacido del clan Viper. – Respondió Jamil apretando sus manos, algo que notó en silencio la sacerdotisa.

- Oye, ambos entendemos porque no quieres desafiar a Kalim, pero si el líder sigue actuando así, los estudiantes estarán muy molestos con él. – Añadió Grim. – Riddle en general ya era así, pero el caso de Kalim es completamente ilógico.

Shiori sintió mucho orgullo por cómo Grim se estaba expresando en esta charla polémica, eso nota el gran cambio que toda esta experiencia juntos los han hecho crecer.

- ¡El gato tiene razón! – Dijo el primer estudiante.

- ¡No soy un gato! – Respondió Grim.

- ¡Ya no podemos seguir el ritmo de los caprichos del prefecto Kalim!

- No está cumpliendo las condiciones de ser un prefecto, y está siendo contrario al corazón y al alma de Scarabia. – Dijo el segundo estudiante.

- ¿El corazón y alma de Scarabia? – Preguntó confundida Shiori.

- Uno de los requisitos para ser un Líder de Night Raven es ser "Alguien que sea el más adecuado para el líder del dormitorio" – Explicó Jamil. – En el caso de que no haya un mejor candidato, entonces la forma más fácil de encontrar a esa persona es a través del duelo. Cada dormitorio tiene sus propias condiciones, por lo que "ser apropiado" varía en cada casa. Por ejemplo, he escuchado que ha sido una tradición que el prefecto de Pomefiore sea alguien capaz de hacer un veneno más fuerte que cualquier otra persona.

Un escalofrío pasó por la nuca de Shiori al escuchar la palabra veneno.

- Eso suena como un dormitorio aterrador... - Grim tenía una gota de sudor bajado de su cabeza. – Entonces ¿Por qué eligieron a Kalim para ser el líder de Scarabia?

- Fue nombrado por el prefecto anterior. Parece que la forma de trabajar de Kalim y sus virtudes personales fueron consideradas las más "apropiadas" – Sonrió levemente. – Yo también estaba muy feliz cuando lo nombraron ese día.

Shiori siguió mirándolo junto con Grim.

- ¡Pero eso fue gracias a tu ayuda! Todos aquí sabemos eso. – Dijo el estudiante castaño.

- ¿Por qué no te eligieron Jamil? – Se quejó el segundo estudiante de cabello morado.

Ya eran tantas las insistencias de los residentes que empezaban a generar un dolor de cabeza en Jamil, tanto que por unos segundo no midió sus palabras.

- No odies al jefe del dormitorio anterior. – Dijo él con el ceño fruncido. – No hay forma de que un pariente de la familia Asim elija a alguien aparte de Kalim... ¡Ah!

Fue entonces que se dio cuenta de lo que dijo y se tapó la boca al instante. Pero ya era tarde para regresar en el tiempo porque todos los presentes lo escucharon fuerte y claro.

- ¡Aja! ¡¿La familia Asim está involucrada de nuevo?! – Preguntó Grim.

- No sabía nada de eso... en otras palabras ¡Es por sus conexiones! – El primer estudiante sacó apresuradamente sus conclusiones.

- Qué lamentable... ¡La familia Asim está siendo injusta! – Dijo el segundo estudiante.

En eso todos los presentes no dudaron en hacer comentarios despectivos con respecto a la familia de Kalim.

- Por favor, olviden todo lo que dije. – Quiso advertir Jamil, pero aun así nada parecía cambiar de parecer para los jóvenes.

- Chicos, se están dejando llevar demasiado por las emociones. Hay que pesarlo con la cabeza fría, no debemos sacar conclusiones apresuradas sin tener pruebas. – Comentó Shiori tratando de ayudar a Jamil al apaciguar la cantidad de auras enojadas que estaban rodeadas en el ambiente.

- ¿Qué hay que pensar? si todo está claro. – Contestó el castaño. - El Night Raven se supone que es un instituto prestigioso que premia los logros personales. - ¡No es un lugar que valore las conexiones familiares!

- Así es ¡Vice-líder, no podemos ignorar más esto! – Exclamó el tercer estudiante con cabello rojo.

- ¡La posición y el estatus de nuestras familias no deberían importar dentro de esta escuela! Todos somos iguales aquí ¿Verdad? – Dijo el segundo estudiante pelimorado.

- Eso es... Aun así... - Jamil ya no sabía qué decir.

Era imposible, cada vez más estudiantes dejaban salir todos los primeros pensamientos que pasaban por su mente. Aunque de este modo Shiori por si acaso no dudo en activar el Ajna para ver si no había estudiantes con las manchas del blot. Por suerte no había ninguno hasta ahora.

- Scarabia es un dormitorio que se basa en la mente táctica del hechicero de las Arenas. – Un cuarto estudiante albino salió al frente. – Yo siempre he pensado que alguien responsable como la familia Viper tiene la prudencia necesaria para ser un jefe de dormitorio en comparación con la familia Asim.

- ¡Espera! ¡Yo tampoco soy especial de ninguna manera! – Se apresuró a decir Jamil ¡tratando de cambiar el tema. - ¡Todas mis notas son a medias! No hay forma de que yo encaje como Líder.

Otra vez Shiori cambió su mirada hacia Jamil.

- "¿Resentimiento?" – Pensó ella ahora finalmente aprendiendo a leer la misteriosa y complicada aura de Jamil.

- La magia no es el único factor decisivo cuando se trata de ser líder. - Dijo el cuarto residente.

- ¿Qué les parece chicos? ¿Quién creen que es mucho mejor siendo líder? – El tercer estudiante preguntó a todos los presentes.

- ¡Es Jamil por supuesto! – Dijo el primer estudiante.

- ¡Sí! ¡Jamil es mucho más apropiado para ser el líder de Scarabia! – Dijo el segundo estudiante acompañando al primero.

- ¡El hecho de que pertenezcamos a una familia sin nombre no significa que tengamos que escuchar a un líder incompetente!

- ¡Tiene razón! ¡No necesitamos un líder incompetente aquí!

- ¡No lo necesitamos! – Exclamaron todos haciendo mucha bulla.

Sin embargo, al estar tan encerrados en sus pleitos no se percataron que un par de pasos se iban acercando acompañado de una fuerte vibra de enojo.

- ¿Qué están haciendo todos reunidos aquí tan tarde?

Todos al instante enmudecieron, los latidos de sus corazones se aceleraron por el miedo y lentamente todos se giraron a la misma dirección de la que vino aquella venenosa voz... era Kalim.

- ¡Nos encontró! – Grim se quedó quieto en el hombro de la chica.

- ¡Ka-Kalim! – Dijo Jamil intentado explicar esta reunión, pero fue callado.

- Parece que fui demasiado benevolente con ustedes esta tarde. Todavía están llenos de energía. – Kalim se cruzó de brazos mirando a todos con su opaca mirada fulminante. – ¡Jamil! ¡Ponlos a todos en el patio!

- ¿El patio...?

- ¡Que practiquen magia hasta que sus cuerpos caigan al suelo!

La boca de muchos se desencajó ante aquella orden.

- ¡Oye, pero esa es una orden descabellada...! – Alguien del grupo susurró desconsoladamente.

- ¡Ya he superado mis límites para esto! – Dijo Grim asustado.

Al ver que nadie se movió, Kalim, simplemente golpeó su mano sobre la mesa más cercana que tenía.

- ¿No escucharon? ¡Muévanse ahora!

Jamil al ya no poder hacer mucho, al igual que los demás presentes solo le quedó asentir con la cabeza.

- Entendido. – murmuró él para luego mirar a todos los jóvenes. – Vámonos afuera.

En lo que todos iban caminando hacia el lugar designado, Shiori se volteó por un breve instante para ver a escondidas como Kalim mantenía su vista al frente y manteniéndose inmóvil.

- "Me deshice todos los obstáculos." – Pensó Shiori. – "Ahora todo lo que tengo que saber es reconocer quién te está haciendo todo esto."

- "...Quiero que sepas que yo también estoy dispuesto a estar allí para lo que necesites."

- "Kalim, ahora sé con seguridad que dijiste esas palabras con la más pura sinceridad de tu corazón."

- "Se que recién nos conocemos poco, pero tienes un fiel amigo en mí."

- "Tú me lo juraste y ahora yo te lo juro..."

- "...Nunca lo dudes."

- "Yo te voy a ayudar... a mi modo, pero buscare la forma." – Shiori levantó su ferviente, determinante y brillante mirada escarlata. – "... llegaré al final de todo esto."

Continuará...

· ┈┈┈┈┈┈ · ꕥ · ┈┈┈┈┈┈ ·

Próximo Capítulo: El precio de un salto adelante