Una sacerdotisa en Twisted Wonderland
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"La manipulación, alimentada con buenas intenciones, puede ser una bendición. Pero cuando se usa malvadamente, es el comienzo de la calamidad kármica de un mago."
- T. .L
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Capítulo 53:
Una visita no deseada
A la mañana siguiente en el dormitorio de Scarabia dos jóvenes se situaban en el patio caminando de un lado a otro como leones encerrados, pero con un rostro palidecido y con señales de preocupación absoluta.
- Me enteré que Shiori y su gato se refugiaron en Octavinelle... - Dijo el primer joven de cabellos castaño al lado de su pareja que estaba justo a su lado.
- Aparte de que se fueron también se llevaron la alfombra mágica de Kalim. – El segundo estudiante pelimorado se le estaba empezando a caer el cabello por el estrés. - ¡¿Qué pasará si él se entera?!... Estamos jodidos ¡¿Qué debemos hacer?!
- Esto no puede estar pasando. – El pelicastaño ahora miró desesperado al pequeño joven pelimorado. - ¿Cómo dejaste que pasara?
Esto a él no le gustó ni un poquito y mucho menos en el tono que le hablo.
- ¡¿Qué cómo dejé que eso pasara?! Es un jodido chiste ¿verdad? – El pelimorado se cruzó de brazos. – Yo no fui él quien de repente le dio ganas de hacer una endoscopía con la lengua. De repente me dijiste "Será rápido, nadie lo notará" ¡Y luego me empujaste a la pared! ¡Urg!... esto es el colmo.
- Ya sabes que no soy confiable con esas cosas. – Refutó el castaño, pero debido al estrés ahora estaba empezando a hablar un poco de más. - ¡Tú eres el guardameta!
- ¡Es lo más estúpido que has dicho en tu vida!
Y entonces ambos se desafiaron con sus miradas que hasta parecían que se lanzaba una invisible corriente eléctrica, todo mientras respiraban agitadamente por todos los gritos que se estaban dando.
Era increíble que nadie haya venido hasta ahora
- ... ¿y si nos besamos para matar la tensión? – Comentó deliberadamente el pelicastaño.
¡Pum...!
Minutos después de otra ronda de gritos de parte de una persona, finalmente se calmaron...
- Ugh, no tienes remedio. – Suspiró enojado el pelimorado con el puño al aire.
- Perdón, habló de más cuando estoy nervioso. – Suspiró el castaño con un ojo morado y un edema en la cabeza
Pero entonces vio como el pelimorado empezó a caminar rumbo hacia otra dirección.
- ¿A dónde vas? – Preguntó su pareja.
- Es muy obvio. Debemos ir a preguntarle a Jamil que piensa primero ¡Así que camina!
Pero antes de siquiera regresar el sonido de una voz a sus espaldas junto en de unos pasos los detuvo al instante.
- Buenos días, lamentamos la intromisión.
Los jóvenes al reconocer esa voz de cierto líder voltearon sus cabezas y pudieron visualizar claramente al trío de Octavinelle que los estaban saludándolos a ambos cordialmente y no solo eso sino que también, siendo custodiada por los gemelos también, estaban Grim y Shiori quien estaba vestida con su limpia la blusa blanca y la falda roja.
- Mierda, hace calor. Es como mediados de verano. – Se quejó Floyd entrecerrando los ojos al mirar al sol.
Los dos estudiantes jadearon de sorpresa.
- ¡Son esos tipos de Octavinelle! ¡Los que nos dieron una paliza ayer! – Dijo el primer estudiante.
- ¡¿Qué se traen aquí en Scarabia?! – El segundo estudiante se puso a la defensiva.
- Aaahh, lamento mucho lo de anoche. – Se "disculpó" Azul, mirando apenado a ambos jóvenes. – Pero parecía como si estuvieran intimidando a unos indefensos animales pequeños, así que terminé cubriéndolos con la bondad de mi corazón. Pero, luego de escuchar toda la historia completa, me di cuenta de que nos habíamos convertido en cómplices de estos dos ladrones al robar la alfombra mágica. Y ahora que lo sé, asumo toda la responsabilidad en devolver a los dos ladrones a donde pertenecen. – Hizo una pausa para señalar a Shiori y Grim. - En otras palabras, estamos aquí para devolver la alfombra mágica.
- Ugh... No se hagan ilusiones, no estamos aquí porque nos guste. – Refunfuño Grim. – Pueden callarnos, pero mataran nuestro espíritu de libertad.
- "¡Ya la estás exagerando!" – Pensaron todos los presentes.
Los jóvenes solo miraron sospechosamente.
La alfombra, que estaba enrollada y en manos de Azul solo movió desganadamente sus fiambres como si intentara golpearse la frente o algo similar
- "Todo se escuchó muy sospechoso" – Pensó con preocupación Shiori mirando a la dirección de los jóvenes. – "No desconfió del plan de Azul, pero me preocupa que estos jóvenes ya hayan notado las intenciones."
Pero sorpresivamente...
- Ah... está bien. – La cara del primer estudiante se transformó en una llena de confusión.
- ¿Gracias por su cooperación...? -Añadió el segundo también confundido.
- "¡¿En verdad se la creyeron!?" – Gritó mentalmente Shiori.
En eso una persona se acerca al grupo reunido.
- Hola chicos. Ya casi es la hora del entrenamiento matutino. – Era Jamil examinando lo último de la lista de actividades que tenían hoy. – Kalim se enojará si llegan tar... -
Pero al levantar su cabeza sus ojos se abrieron de par en par al ver al trío de Octavinelle. Claramente no pudo evitar soltar un leve jadeo ante esta inesperada visita.
- ¡Que sorpresa, Jamil! Buenos días ¿Cómo te está tratando el día? – Saludó formalmente Azul.
- Azul Ashengrotto y los hermanos Leech... - Jamil los miró con cautela. - ¿Qué están haciendo aquí?
- Es desfavorable para nosotros regresar a nuestra ciudad natal durante el invierno. – Dijo Jade.
- Por eso pasamos nuestras vacaciones en el dormitorio todos los años~ Aja~ - Completó alegremente Floyd.
- ¿Cómo... dicen? – Shiori pudo jurar que vio como un ojo de Jamil empezó a temblar.
- Por cierto. – Interrumpió Azul levantando un poco la alfombra. - ¿Sabes dónde podría encontrar a Kalim en este momento? Me gustaría devolverle su alfombra mágica, como ves...
- ¿Eh? ahh... Entiendo. – Jamil procesó la charla. – Si es una entrega, me encargare de ello.
Él estaba a punto de tomar dicha tela, pero rápidamente fue interrumpido por Azul.
- No, no te preocupes. Esta alfombra mágica es como un tesoro nacional. – Explicó el Líder de Octavinelle. – Será muy problemático para nosotros si nos culpan por dañarlo, así que me gustaría entregárselo y explicarle nuestra situación en persona.
- Kalim no es del tipo que se molesta por eso, así que yo me encargaré ...
Pero otra vez Azul se negó.
- Tranquilo, no es necesario que pague la tarifa laboral del 20% por devolver algo que se perdió. – Azul sonrió inocentemente.
- También nos gustaría disculparnos por estorbar el trabajo de los estudiantes de Scarabia anoche. – Dijo Jade.
- "¿Anoche?" – pensó Jamil.
Pero viendo como los otros dos residentes, negaron con la cabeza, para que no digan nada sobre la huida de la sacerdotisa o sobre el pleito que hubo.
Claramente tenían que desviar el tema de conversación.
- También trajimos pizza de mariscos como regalo~ - Floyd levantó una caja cuadrada con dicho alimento ya mencionado en su interior.
- En cualquier caso, me gustaría entregársela directamente. - Miró a la dirección de la puerta de entrada al dormitorio. - ¿Ya está despierto, supongo?
Jamil suspiró ante la insistencia de Azul.
- Ya te dije que yo... - El azabache quiso hablar con el líder de Octavinelle, pero ni bien habló Azul ya estaba subiendo las escaleras que llevaban al interior del dormitorio. Claramente Jamil se percató de ese detalle un poco tarde. - ¡No pases a mi lado Azul!
Y luego Jamil salió tras el joven de lentes, dejando atrás a todos los últimos presentes.
- Deberíamos ir con él, Señorita Shiori. – Susurró Jade a la albina.
- No te quedes atrás ahora ¿Está bien? – Alentó animadamente Floyd.
- De acuerdo. – Asintió Shiori.
- Estos tipos no aceptan un "no" como respuesta. – Comentó Grim echándose al hombro de Shiori.
Pero ella no respondió aquel último comentario ya que, mientras caminaba con los jóvenes, sus ojos escarlatas nunca se desviaron lejos de la espalda de Jamil.
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Kalim estando sentado en un cojín de la sala común estaba revisando algunos papeles detenidamente cuando de pronto la puerta principal del lugar se abre estruendosamente y de par en par hasta revelar el causante de este gran ruido. Rápidamente el Líder de Scarabia pudo identificar a la persona.
- ¡Oh! Hola Azul. ¿Qué te trae aquí? – Saludó alegremente Kalim.
- Hola, Buenos días, ¿cómo te va hoy, Kalim-san? – Respondió Azul caminando hacia él. - ¡Scarabia es tan maravilloso como lo recuerdo! Afuera está nevando, pero parece que aquí todavía es verano. Este parece ser un lugar maravilloso para construir un resort ¿No estás de acuerdo?
- ¿Oh? No entiendo mucho lo que dices ¡Pero gracias por el cumplido! – Kalim lo miró con los ojos hechos unos puntos, pero aun así manteniendo su sonrisa.
Azul tenía que moverse rápido por lo que antes de que llegara Jamil aprovecho estos momentos para su siguiente movida.
- Me he topado con tu alfombra mágica y estoy aquí para devolverla – El peliplata le extendió la tela.
Kalim al instante se sorprendió mucho al ver su pertenencia afuera de la bóveda.
- ¿Eh? ¿Ese tipo escapó solo de nuevo? – Dijo él tomando la tela entre sus manos para luego volver a mirar al líder de Octavinelle. – Lamento mucho las molestias.
- Oh no te preocupes. A propósito... - Azul respondió tranquilamente mientras cambiaba el tema viendo como Jamil ya había llegado a la sala común junto con los demás. – No sabía que todo Scarabia fuera a pasar sus vacaciones en el dormitorio.
- Así es. ¿Ustedes también se quedaron? – Preguntó Kalim.
- Correcto. Qué maravillosa coincidencia ¿No lo crees? – Sonrió Azul cerrando alegremente los ojos. – Y por eso estoy aquí para sugerirte un campo de entrenamiento conjunto entre Scarabia y Octavinelle para aprovechar al máximo nuestro tiempo.
- ¡¿Qué?! – Jamil se alarmó.
Esto se estaba saliendo de control de una manera inesperada.
- Siento que también tenemos mucho que aprender de su dormitorio y la forma de operar durante las vacaciones. – Explicó Azul de una manera casi tentadora como alegre...
Como si se tratara de sobornar a un niño con un dulce sin que se diera cuenta de sus verdaderos motivos.
- ¡Suena genial! – Kalim aceptó a la primera esta propuesta. – Me encantaría que el jefe del dormitorio de Octavinelle se quede con nosotros.
Todo esto se le estaba saliendo de control por lo que Jamil intervino rápidamente.
- Kalim, estoy en contra de eso... - Objetó él.
- ¿Qué? – Kamil borró todo rastro de alegría para cambiarla al de confusión. - ¿Porqué?
- Estamos entrenando exactamente porque necesitamos ponernos al día con los otros dormitorios. ¿Y luego estás invitando a un líder diferente a quedarse aquí? Es como invitar a un enemigo a nuestro territorio. – Jamil intentó razonar con él.
- Llamarlos enemigos es demasiado. Además, dejaste que Shiori y Grim se quedaran aquí, ¿recuerdas? Y ellos son de otros dormitorios. – Refutó Kalim.
- Eso es... - Jamil quiso contestar a ese hecho, pero rápidamente se había percatado que el haber usado ese argumento no le fue de ayuda. - Tienes razón, pero... - Soltó un suspiró y luego miró a Azul con cautela. – Sabes que no debes, ¿Eres consciente de todo esto Azul?
- Entiendo lo que estás tratando de decir, Jamil-san. Somos prácticamente rivales, después de todo. – Azul se giró media vuelta hacia la puerta para iniciar la siguiente fase de su plan, por lo que entró en personaje y con un tono desanimado le dijo. - Desafortunadamente, tendremos que despedirnos por ahora. Kalim-san, Jamil-san, les deseo buena suerte en su entrenamiento.
Y como un dramático caminó pesadamente hacia Jade y Floyd quienes también mostraban una mirada de tristeza.
- ... Supongo que los tres tendremos que pasar el duro invierno solos una vez más ... Bueno, no es nuestra decisión, así que vámonos. – Dijo resignado Azul.
- Después de que trabajamos tanto tratando de atrapar la alfombra mágica, también... - Añadió Jade sacando un pañuelo para limpiar la pequeña lagrimita que se asomaba en uno de sus ojos.
- Y el Mostro Lounge es un completo desastre por eso. – Floyd miró cabizbajo como un niño pequeño siendo regañando.
Y como si hubieran estado sincronizados los tres suspiraron pesadamente seguido de un:
- ~~~~~~ Ah... Qué triste. – Los tres, antes de dirigirse a la puerta como tres almas en pena, dieron una última mirada de cachorro perdido.
Shiori y Grim, a un lado de ellos, ya tenían sus ojos hecho punto y sus bocas eran una total línea recta acompañada de una gota de sudor bajando sobre sus cabezas.
- ¡Sin duda ese es un suspiro de "déjanos quedarnos"! – Susurró Grim.
- Y el Oscar para los mejores actores es para el trío Octavinelle. – Comentó Shiori.
- ¿Qué es un "Oscar"?
Alguien muy cauteloso como Jamil habría notado las dobles intenciones de Azul, claramente el vide-líder de Scarabia poseía una cara de "No me engañas con ese truco"y se iba a mantener firme con su decisión.
Lástima que esa cautela no la tenía el chico albino de al lado.
- ¡Alto! – Exclamó Kalim corriendo hacia Azul y los demás antes de que se fueran.
Jamil solo se golpeó la frente con su mano mientras soltaba un suspiro de queja y frustración silenciosa.
- Azul eres un mago de alto nivel. - Recalcó Kalim. - ¡Hacer que se quede aquí seguramente beneficiará a Scarabia también! Además, rechazar a un invitado que vino hasta aquí en la puerta ensuciaría el lema de la familia Asim.
La oreja de Azul se movió un poco ante la buena noticia, que puso al instante que había ganado este combate, su "alegría" fue tanta que cambió rápidamente de estado de ánimo y ahora estaba estrechando la mano de Kalim que subía de arriba abajo repetidamente.
- Aaah... Kalim ¡Eres realmente una persona amable y de buen corazón! – Exclamó orgulloso Azul mientras los gemelos aplaudían de fondo de la habitación repitiendo una y otra vez felicidades. – Me encantaría. ¡Haré todo lo que pueda para ayudarte también!
- Nosotros también los ayudaremos con la cocina y la limpieza si es necesario. – Agregó Jade al lado de Floyd.
- ¡Eso sería de gran ayuda! Entonces Jamil tendrá menos trabajo. – Kalim aplaudió.
- ¡No te preocupes por mi...! - Jamil quiso refutar, pero nadie lo escuchaba, entonces rodó. – Ugh, no estás escuchando nada.
Shiori solo le dio una palmadita en su espalda como apoyo contra su leve estrés.
- Bueno, entonces sé que acabas de llegar, pero ¿Por qué no empezamos esta práctica? Dejen sus cosas por allí y diríjanse al patio. – Pidió amablemente Kalim.
- Entendido. – Azul palmeó sus manos a la altura de la boca con el fin de esconder sonrisa desafiante bajo sus manos. Entonces luego miró a Jamil para decirle. - Espero que todos ustedes no sean demasiado duros con nosotros.
La tensión entre ambos era grande, pero a través de sus miradas parecían que ambos se podían comunicarse mentalmente. Las palabras eran muy claras, se estaban desafiando mutuamente.
Esta era la primera vez que el aura de Jamil se mostraba verdaderamente fastidiado y eso se manifestó en su aura que fue percibida por la albina.
- "A comenzado la cacería para buscar las respuestas sin tratar de mostrar las verdaderas intenciones por las que todos estamos aquí." – Pensó Shiori quedándose inmóvil en su sitio. – "¡Y el primero en bajar la guardia, será expuesto!"
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Y tal y como se lo proclamó, cada uno de ellos estuvieron viendo, monitoreando y analizando cada situación que el día lo ameritaba. Fueron a entrenar, almorzaron juntos, ordenaron y limpiaron cada sección de manera pacífica y tranquila a comparación de los últimos dos días. El resultado final de esta batalla de ingenios es que Kalim en ningún momento del santo día reveló la otra personalidad por lo que eso significaba que no había nada de pistas ahora.
¿O quizás...?
- Hoy tuvimos al Kalim alegre. – Comentó aliviado Grim echado en la almohada de su habitación en Scarabia.
- Sí, definitivamente ese era el mismo Kalim que yo conozco. – Añadió Azul.
- Sin embargo, cuando Kalim entra en su segunda faceta, es mucho más estricto. – Explicó Shiori tratando de ayudar a aportar a los hechos. – Sus ojos lucen opacos, sin vida y hasta hostiles, como si guardaran rencor.
- ¿Podrían ser solo cambios de humor normales? – Teorizó Jade pesando a un lado de la habitación y estando casi cerca de su gemelo.
- ¿Qué quieres decir con eso? – Floyd miró ofendido a su Jade mientras hacía un puchero.
- La cuestión es que simplemente no me puedo imaginar al joven Kalim de mal humor como Floyd... - Jade nuevamente ahora palmeando la cabeza de Floyd. – Siento como si hubiera algún otro factor subyacente a considerar.
- Puedo hacerme una idea, pero sin pruebas no lo puedo asegurar en un 100%... - Murmuró preocupada Shiori jugando con el cristal blanquecino de Senhime en su cuello.
- ¿Eh? – Jade, mirando la mirada afligida de Shiori, y se acercó a ella para ahora palmear un poco los hombros. – Tranquila. Sé lo mucho que te preocupa todo esto, pero tienes que ser fuerte y prepararte para cualquier escenario.
- Lo siento. – Se disculpó ella palmeando sus mejillas repetidas veces. - Tiene razón tenemos que concentrarnos.
- Hablando de estrés. Jamil dijo que el motivo es porque el resultado en el torneo de Magift y los exámenes finales. – Comentó Grim.
- ¿Eh? – Floyd arqueó una ceja en señal de confusión. - ¿A la bebé nutria le importa esas cosas?
- ¿Nutria? – Ahora el confundido era Grim.
- Está hablando del joven Kalim. A Floyd le encanta apodar a las personas con el nombre de criaturas marinas. – Explicó Jade a Grim. – Por ejemplo, él se refiere a ti con cariño como "foquita" debido a tu silueta un poco regordeta y adorable también.
- Siento que me estás insultando. – Bufó Grim erizando su pelaje. – Y además no estoy gordo, estoy esponjoso.
- Elegí una nutria porque siempre está sonriendo mientras toca la batería, como una nutria. – Explicó Floyd sonriendo de oreja a oreja.
- Entonces me pusiste Koebi ¿Por mi estatura? – Shiori le preguntó a Floyd sujetando al gato que tenía ganas de arrancar los ojos de alguien con sus garras.
- Honestamente me vi tentado a cambiarlo desde pececito Koi hasta pececito ángel, pero meh sonaban aburridos y la mayoría de ellos ya fueron tomados. Me da mucha flojera cambiarlo así que te quedas con Koebi-Chan~.
Pero entonces movió sus ojos a su dirección y le sonrió infantilmente. Shiori, reconociendo esa expresión, ya tenía en mente lo que estaba a punto de pasar.
- Ya sabes como dice el dicho. – Entonces Floyd hizo énfasis en la siguiente frase que casi sonaba como si quisiera soltar una que otra risa. - "Camarón que se duerme se lo lleva la corriente"
La sacerdotisa suspiro.
- Típico de ti. – La albina lo miró seriamente, recordando la batalla con Azul. Desde el momento que ella estaba atrapada en aquella corriente fue motivo suficiente para que Floyd se quedó con "Koebi" aunque a cada rato siempre le hace un hincapié por ese momento. – Aunque no hay mucha diferencia teniendo en cuenta que Koichi me llamaba "Enana".
- Volviendo al tema. – Interrumpió Azul. – Kalim realmente no es del tipo de persona que se vuelve emocionalmente inestable debido a las bajas calificaciones.
Otra vez la tensión volvió al aire, o al menos así lo fue para Shiori.
- Creo que es muy posible que haya otra razón para ello, para ello necesitamos aprender más sobre Kalim si queremos resolver este problema. – Entonces la mirada de Azul se dirigió hacia Jade. – Jade ¿Puedo pedirte que tengas una pequeña "charla" con él por un rato?
Jade comprendiendo el mensaje asintió con la cabeza.
- Entiendo. Sin embargo, el joven Jamil podría planear un pequeño desafío. – Dijo él. – Kalim por otro lado podría "hablar" sin problemas.
- Entonces, voy a ir a "jugar" con el Umihebi mientras haces eso~ - Floyd se veía emocionado.
- Eso suena maravilloso. ¿Puedo "unirme" también? – Agregó Azul.
Y finalmente los tres no pudieron evitar soltar una silenciosa pero malvada risita que obviamente tenían guardados segundas intenciones.
- Sus ojos definitivamente están diciendo algo más. – Murmuró para nada sorprendido Grim ahora subiendo al hombro de Shiori.
- Es lo mejor que tenemos. – Suspiró Shiori para luego sumergirse en sus pensamientos. - "Puede que ahora tengamos una teoría que tiene un 91% de probabilidad fiable, pero hasta que no tengamos prueba física o una declaración tendremos que ir con cautela."
Luego ella pensó tanto en Kalim como Jamil mientras que sus dedos se entrelazan entre sus manos y las levantó a la altura de su frente con el fin de rogar a sus ancestros.
- "Buda-sama, solo espero poder equivocarme..."
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En una de las recamaras de Scarabia, Jamil se encontraba echado sobre su cama y con el brazo cubriendo parte de la mitad de su cara. Sentía como su cabeza quería estallar, pero ya saben que el mejor lugar para poder desahogarse es en tu mejor zona de confort, ósea en la propia habitación de uno mismo.
- Ugh... Kalim está decidiendo las cosas por su cuenta otra vez. – Renegó en silencio mientras repasaba todo lo que tenía que hacer. - ¿Sabe lo duro que he trabajado en esto?... Al menos ya está dormido, así que no debería haber más problemas esta noche.
- No es necesario que una persona cargue con todo el peso...
El recuerdo de aquel día otra vez volvió a él en forma de un eco que susurraba suavemente en su oído como una brisa que intentaba reconfortarlo al igual que de un bálsamo se tratase contra las heridas.
Fue una linda sensación como también preocupante.
- Maldita sea. – Jamil rápidamente trato de alejar todo tipo de pensamientos en relación con esa persona en especial.
Pero ya era inútil.
Mientras más trataba de alejarse, negar y reprimir esa pequeña llama de ideas tan irracionales, que nunca creyó poder imaginar, estas más lo amenazaban con provocar un incendio de emociones de la que ya no habría vuelta atrás.
– Es ridículo... sí apenas la conozco. - Dijo él
- No digas eso, tú también eres importante. Has estado trabajando duro, mejor que nadie...
- Es como Kalim... pero al mismo tiempo no lo es. – Ahora él se giró a un lado de la cama para reposar sobre su hombro mientras que una de sus manos apretaba con fuerza la sabana. – Quiero odiarla, de ese modo podría continuar como hasta ahora y no estaría pensando o sintiendo estas tonterías... pero no puedo. – Relajó su mano.
- Y tú ¿Cómo estás Jamil?
– La culpa no se quiere ir... y ella no me deja de sonreír.
Jamil solo se quedó quieto mientras miraba fijamente su mano en la que una vez hubo una herida que ella curó sin segundas intenciones más que solo el bienestar de los demás y la de él, se preocupa genuinamente y no lo subestima. Al igual que la leyenda del diamante en bruto.
- Soy un tonto...
Una vez más trató de organizar sus ideas y ya estaba a punto de comenzar a prepararse para ir a descansar.
Hasta que...
Toc... Toc... Toc...
Como si el mismo universo justo hubiera confabulado en contra de él ese mismo día alguien había tocado a la puerta de su dormitorio.
- "¿Quién podría ser a esta hora...?" – Pensó Jamil mientras caminaba hacia su puerta.
Como si no hubiera tenido suficiente frente a él aparecieron las últimas personas con las que él esperaba no encontrarse pronto.
- Buenas noches, Jamil. – Saludó cortésmente Azul.
- Ho~la~ - Añadió Floyd apareciendo a su lado.
- "¿Y ahora qué?" – Jamil tenía unas grandes ganas de soltar un grito al cielo por tan mala suerte. – "¿Qué falta después? ¿Que Shiori venga también?"
- ¡Vinimos de visita! – Saludó Grim apareciendo del otro lado.
Y con él gato presente entonces obviamente vino...
- Lamentamos mucho las molestias. – Shiori apareció al lado de Grim un poco tímida.
- "Yo y mi boca." – Pensó alarmado Jamil tratando de serenarse y mostrarse como el chico de siempre porque después de dar unas leves respiraciones les habló a todos. - ¿Qué necesitan?
- Encontramos un juego de mesa que nunca había visto antes cuando Kalim-san nos recorrió su bóveda del tesoro. – Explicó Azul mostrando bastante fluidez al momento de hablar al mismo tiempo que sacaba una caja de madera bien tallada. - Kalim-san me explicó las reglas, pero simplemente no pude entenderlo.
- ¿Cómo juegas a este juego de mesa? – Floyd pregunto mostrándose cada vez más animado. - ¿Qué pasa con los agujeros y las joyas...?
- Oh, eso es "Mancala". – Jamil se relajó un poco. – Es un juego muy popular en casa.
- Como miembro del Club de juegos de mesa me gustaría poder saber más sobre este juego ¿Te gustaría ir unas rondas conmigo? – Preguntó Azul.
- Yo también quiero~ - Rió Floyd. – Quiero jugar con Umihebi. Ah hah~
- No hay forma de que el gran Grim se retracte de un concurso – Proclamó el felino.
Jamil viendo a cada uno de ellos tan solo pensó un poco, pero viendo que no había peligro alguno entonces más pronto que tarde reveló su respuesta.
- ... Kalim ya está dormido, así que no debería ser un problema. – Dijo él haciendo una breve pausa. – Está bien, pero mi habitación no puede acomodar para tanta gente, así que vayamos al salón.
La primera parte del plan fue un éxito y a partir de aquí dio inició la segunda ronda de la investigación.
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Al otro lado del dormitorio, muy alejadas de los otros jóvenes, Kalim le estaba dando un recorrido a Jade mientras mantenían una conversación bastante agradable y cordial.
- Mil disculpas, joven Kalim. No pensé que ya te irías a la cama. – Se disculpó Jade. - Debería regresar mañana. No puedo creer lo egoísta que fui por pedir volver a ver la bóveda del tesoro.
- Está bien, no te preocupes ¿Qué quieres ver? – Preguntó despreocupadamente Kalim mientras le dedicaba una agradable sonrisa.
- Esas artesanías que tienes son una vista muy rara bajo el mar y estoy muy interesado en la cultura de tu país como puedes ver, sobre todo porque el vasto desierto es exactamente lo contrario de nuestra ciudad natal. – Jade se mostró bastante curioso e interesado.
- ¡Ah! ¡Creo que tengo una alfombra en algún lugar que también se vería bien dentro de tu dormitorio! Se desperdiciará en el almacén, pero si gustas puedes tenerla si quieres ~ - El albino se lo ofreció amablemente.
- ¿Eso estaría bien? – Jade se sorprendió ante dicha muestra de generosidad.
- ¡Por supuesto! Es por aquí.
Abriendo la puerta de la bodega tanto los dos jóvenes estudiantes de segundo año del Night Raven ingresaron para una vez más ver las maravillas que esta habitación guardaba en su interior.
- ¡Ah, verlo de cerca es realmente una vista maravillosa! – Dijo "conmovido" el tritón tratando de improvisar un poco en la conversación por lo que uso el primer objeto se su vista vio para usarlo a su favor. - Kalim-san, ¿Qué es esta tela verde pavo real?
- Oh, eso es seda tejida. – Explicó Kalim desdoblando un rollo de tela mientras la miraba con cariño. – Hace mucho tiempo se enmendó la ley de que solo la realeza podía casarse con la realeza y cierta princesa que se casó con "una rata callejera" de los barrios bajos usaba ese color en su vestuario. Ese es un color que es muy popular entre hombre y mujeres.
- Que maravilloso. La sirenita, cautivada por el mundo humano, estaría absolutamente fascinada por todo esto. – Sonrió el gemelo. – La seguridad debe ser difícil de administrar en este lugar.
- Jamil se encarga de eso. – Kalim empezó a enrollar la tela que había destendido. – Incluso ventila todas las alfombras y rollos.
- Jamil es un ayudante tan capaz. Azul también ha hablado muy bien de él.
- Ehehe ~ Lo es, ¿verdad? ¡Es realmente asombroso! Fue Jamil quien me enseñó a mejorar mi magia y también a cómo estudiar mejor. Enseña mucho mejor que cualquier tutor que haya tenido. – Kalim sonreía cada vez más mientras recordaba todos esos momentos. - ¡Ah! ¡Él también es un gran bailarín! Aunque en realidad él no baila frente a mucha gente.
- Veo que tienes una opinión tan alta en él, aun así, que me pregunto por qué no te ha mencionado nada.
Kalim no comprendió esto último dicho y tan solo inclinó su cabeza a un lado.
- Obligar a tus residentes a renunciar a sus vacaciones para quedarse aquí y soportar un entrenamiento estricto todos los días... - Remarcó Jade. – Eso es algo que realmente no puedo imaginarte haciendo.
- Umm... ya sabes... – Kalim intentó pensar en una respuesta consistente, pero esto solo le generaba más dudas. - ¿Es porque lo necesitamos, creo?
Jade sabía que esta era la oportunidad para buscar respuestas por lo que tenía que seguir con el interrogatorio.
- ¿No fue tu decisión? ¿Por qué suena eso como una pregunta? – Dijo él.
- Sí, tienes razón. Se suponía que esa era mi decisión, pero... - Kalim se masajeó la cabeza tratando de recordar, pero nada aparecía ¿Verdad? – Siento que he estado perdiendo el tiempo últimamente...
- ¿Y por qué?
- Jamil dijo que es porque me estoy cansando de mis deberes y todo eso...
- ¿Oh? - Jade empezó a ver un patrón en este esquema.
- Siempre tuve la mala costumbre de quedarme dormido durante las conversaciones difíciles. Mis tutores, y Jamil, solían enojarse mucho cuando hacía eso. – El albino se rascó la mejilla con un poco de vergüenza.
- ¿Y a qué cosas difíciles te refieres, para ser exactos? – Jade preguntó.
- Cosas como asumir la responsabilidad, el Torneo Magift, los exámenes, y no clasificar en ellos ... Había tanto en qué pensar que me quedé dormido. – Entonces Kalim ocultó su preocupación con una sonrisa, aunque está lejos de verse sincera se veía preocupada. – Ahaha... soy un jefe de dormitorio inútil.
En eso, al momento de volver a colocar la tela a su lugar, accidentalmente su codo bota una especie de caja negra que dejó caer. El objeto, que por suerte era tan solo uno, ruido que hizo parecía ser metálico por lo que no se rompió felizmente.
Kalim se agacho para recoger y ver lo que se le había caído, aunque por alguna razón cuando levanto el dichoso objeto se trataba se detuvo un instante para contemplarlo. Se trataba de un broche de cabello dorado, algo pequeño, pero con un toque lindo y elegante dado a las gemas rojas que tenía incrustadas en él. El pasador también era metálico, pero con el mango que tenía la forma de pluma de pavo real que a su vez tenía otro pequeño rubí incrustado en él casi como si fuera sus plumas mágicas.
Sin embargo, al ver el brillo de aquellos rubí hizo un click en su mente y empezó a pensar en cierta persona que también poseía este mismo color, pero en sus ojos.
- "Es verdad, aun no le he dado algo para disculparme" – Pensó Kalim sonrojándose un poco dado a lo que pasó aquel día mientras jugueteaba con el broche.
Ahora que lo pensaba también muy a pesar de que él sabía que Shiori rondaba por aquí nunca tuvo otra oportunidad para hablar con ella más que solo pequeños retazos que eran minúsculos. Le resultaba muy extraño ya que tenía tantas ansias de pasar mucho tiempo con ella también para conocerla mejor, pero por algún motivo y al igual que su "estrés" con los otros asuntos de los resultados luego de pasar con ella, aunque sea un poco, se "dormía"
- Entonces ¿No fue tu idea hacer este campamento de entrenamiento de vacaciones de invierno? – Jade nuevamente preguntó.
- ¿También, lo fue... eso creo? – Kalim acarició el pequeño broche entre sus manos cada vez sintiéndose más y más confundido.
- "Otra respuesta indecisa..." – El heterocromático entrecerró un poco los ojos ya que esta conversación no estaba yendo a la zona a donde quería ir – "No me deja otra opción. Mi tasa de ganancias es quizás del 5%, pero ahora sacaré mi carta de triunfo"
De pronto el vice-líder de Octavinelle colocó su mano enguantada en su ojo izquierdo mientras simulaba una dolencia, obviamente esto ayudó a que Kalim bajará la guardia y ahora toda su atención estaba 100% dedicada a su invitado.
- ¿Qué pasó? – Preguntó Kalim preocupado.
- Lo siento, parece que se me metió algo en el ojo. ¿Podrías echar un vistazo? – Dijo Jade sobándose un poco el ojo mientras que con la otra la metía en su bolsillo en donde se encontraba su pluma mágica.
- ¿Estás bien? ¿Puedes inclinarte un poco...? – pidió el albino viendo como el gigante gemelo se agachaba a su altura con el fin de inspeccionar la molestia del gemelo. - ¿Cuál ojo?
- Mi ojo izquierdo... - Susurró adolorido el gemelo.
Cuando Kalim posó sus dos ojos rojos al área afectada rápidamente, Jade, supo que era el momento de actuar y abrió su ahora brillante ojo dorado en dirección a Kalim. Todo al mismo tiempo que le decía suavemente:
Mira fijamente mi ojo izquierdo ...
Sí, así como así ...
No hay necesidad de tener miedo, quiero ser de ayuda.
- "Shock the Heart"
Casi al instante los ojos de Kalim se opacaron y se quedó totalmente inmóvil en su lugar.
- Debes jurar responder con la verdad y solo la verdad a mis preguntas...
Era hora de despejar este mar de dudas.
- ¿Tú conoces...
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En la sala común de Scarabia los tres jóvenes y Grim jugaban al máncala, aunque Shiori más que nada ayudaba al animalito a darles pistas de dónde colocar sus gemas para que el felino pudiera hacerle frente a Azul.
- ¡Hurra~~ Yo gano! ¡Eso lo convierte en mi tercera racha ganadora! – Vitoreó Floyd levantando sus brazos al aire.
- Eres un buen oponente cuando realmente puedes concentrarte. – Jamil alabó al gemelo al finalizar su siguiente ronda.
Por otro lado.
- ¡Ffgya! ¡Estuvimos cerca! – Lloró cómicamente Grim bien viendo su resultado. - ¡No tienes piedad conmigo Azul!
- Esto me da cuatro victorias y una pérdida, pero como miembro del club de juegos de mesa tengo una reputación que defender. – Justificó Azul encogiéndose de hombro, aunque a kilómetros se podía ver su sonrisa llena de orgullo.
- Aunque he de admitir que tus capacidades analíticas no paran de sorprenderme. – Mencionó Shiori tomando la gema roja de su casa. - No solo se trata de quien llena la casa de más gemas, sino que como saber administrar aun si pareciera que estuvieras perdiendo el juego... - Luego lo miró con una sonrisa. – Tengo que admitir que te he subestimado.
- Es un lindo cumplido de tu parte Shiori. – Azul le devolvió la sonrisa. – Pero aun así no esperes a que con eso la próxima vez tenga piedad.
- ¿Y quién dice que la quiero? – Shiori levantó una ceja divertida. - ¿Una ronda más?
Dios. Azul, no puedo evitar pensar que esa pequeña sonrisa de desafío en ella era tan adorable, pero aunque pareciera que ambos estuvieran tonteando la realidad era que esto era parte del plan para que ayudara a despejar las sospechas de los presentes sobre el verdadero motivo por el que estaban aquí. Era una suerte que no había necesidad de fingir cada acción,
–Fuhuhu tendrá que ser otro día. - Azul dirigió su mirada a Jamil. - Cambiando el tema el set de Jamil contra Floyd fue de tres derrotas contra dos victorias ¿No?
- ¿Hm?... – Jamil ahora era quien alzó la ceja. – Ha pasado un tiempo así que supongo que estoy oxidado. Kalim solía hacerme jugar con él durante horas y horas hasta que finalmente ganara. Aunque no soy muy bueno.
- "¿Así lo piensas?" – Pensó Shiori sintiendo como el alma de Jamil lanzaba sutiles vibras.
- Ya veo... Ffmm. – Fue lo que dijo Azul ahora acomodando sus lentes y murmuraba para sí mismo. - Así es como es.
- ¿Qué quieres decir con eso? – Jamil escuchó ese murmureo. – Eres un tipo raro.
- Oh no, solo estoy hablando solo. – Respondió Azul. – Solo estaba pensando que tú y Kalim crecieron juntos, ¿Es correcto?
- Sí, desde que tengo memoria... - Respondió el azabache mirando tanto al Floyd como al líder de Octavinelle. - Oh, sí, ustedes tres también son amigos de la infancia.
- Eso parece~ - Respondió vagamente Floyd.
- ¿Eso parece? Esa es una forma extraña de decirlo. – Dijo Grim confundido ante la reacción del gemelo.
- Aparentemente hemos estado en la misma clase desde la escuela primaria pero la primera vez que hablé con él fue justo antes de secundaria. – Floyd luego sonrió. – Entonces, realmente no tenemos ningún recuerdo de "amigos de la infancia".
Shiori estuvo escuchando la conversación y puede que tanto el trío de Octavinelle parecía que lo que tenían eran algo formal, pero eso es lo que parecía ser a simple vista, aunque muy en el interior pareciera que no fuera así ¿O era suposiciones de ella? No los juzgaría ya que ella, teniendo en cuenta su pasado, no era un buen ejemplo sobre tener a amigos de su misma edad.
Tenía muy en claro que cada persona tiene una manera distinta de tener una amistad.
Por ejemplo ella técnicamente entablaba conversaciones con personas mayores y su única amistad que podría considerarse genuina fue con una deidad de milenios de años como Akko; pero entonces pensó en su hermano Koichi y el cómo las circunstancias unieron sus caminos de para pasar de ser conocidos a ser hermanos adoptivos, se podría decir que era un amigo/hermano al mismo tiempo, pero con el hecho de que él iba otro colegio y tenía su propio círculo de amistades afuera del templo, por lo que sus momentos juntos eran escasos a comparación que cuando estaban en el Loto rojo.
- Tus puntos de interés son demasiado específicos, eh... - Comentó Shiori.
- Yo era un alumno muy tranquilo y prefería no descartar demasiado. – Respondió Azul.
Con el simple hecho de mencionar la palabra destacar, la sacerdotisa tuvo un recuerdo fugaz de su otro mundo. En especial la época escolar.
- Supongo que en aquel entonces ya éramos dos. – Dijo ella, aunque si lo pensaba de todas maneras el resultado final hubiera sido inevitable teniendo en cuenta todos los acontecimientos que pasaron. – De hecho... eso tampoco hubiera servido. – Expresó sus pensamientos en voz alta.
Aunque Jamil y todos los presentes no despistaron este detalle. A juzgar por la mirada caída y distante muchos se dieron cuenta fácilmente que la sacerdotisa nuevamente estaba pensando en algo con relación a su otro mundo, pero no lucía ser como un feliz recuerdo.
- ¿Estás bien? – Preguntó Jamil.
- Ah...No, no es... – Shiori estaba a punto de comentar que no era nada, pero eso en parte sería como si estuviera huyendo de la realidad por lo que no se quedó callada y solo expresó con honestidad. – Es solo que acabo de tener recuerdos de mi anterior colegio.
- ¿Koebi-chan recordaba a tus otros amigos del mundo? – Preguntó intencionalmente Floyd.
Pero Shiori no respondió a esa pregunta, algo que tomó por sorpresa a los demás, ya que la realidad de esta verdad de la vida de Shiori era que en su otro mundo no tenía a alguien a quien podría ser considerado un amigo.
- Bueno ¿La familia se puede contar? – Shiori preguntó un poco avergonzada al revelar esta pequeña parte de ella.
Al inicio pensaron que era broma, pero al que Shiori realmente estaba hablando en serio entonces esto dejó de ser solo un simple comentario.
- ¡¿Eh?! – Muchos de los presentes abrieron sus ojos ante ese comentario.
- Pero Koebi-chan es amistosa y no tienes problemas para hablar con alguien. – Dijo Floyd. – Es imposible que en tu otro mundo no tengas amigos.
Azul abrió un paréntesis en su investigación ya que de pronto recordó aquel instante después de ser derrotado en el estado Overblot, justo en el momento en el que ambos estaban en ese espacio oscuro.
- Bueno sí estuve en contacto con varias personas desconocidas en el templo, pero la mayoría de ellos eran personas mayores. – Se defendió ella. – Así que por ese lado mejoré mi timidez.
- No me puedo imaginar que nadie se quisiera acercarse a ti y teniendo en cuenta que eres literalmente una importante imagen pública como... no se... ¿Vil? – Comentó Jamil analizando esto.
- Allí es donde entra el otro punto aparte. La verdad es que en aquel entonces no le había dicho a nadie que yo era la sacerdotisa del templo Nakamura, los únicos que lo sabían eran los docentes de mi instituto. - Shiori luego suspiró.
Recordaba que en esos días siempre ella tenía que llevar puesto guantes en sus manos para que no vieran el tatuaje de su mano. Llevar siempre papeles médicos para demostrar que su cabello era natural blanco en el caso que la escuela reciba una visita de los inspectores educacionales para ver el manejo de su institución, si no lo hubiera hecho la hubieran obligado a teñir su cabello de negro. También tenía que usar otro tipo de caracteres en su apellido para que los demás no pensaran que había alguna clase de preferencia con ella. Finalmente, también recordó los lindos lentes fotocromáticas que la ayudaba a camuflar el color de sus ojos a unos marrones; como la característica principal de la familia era la mirada escarlata esos anteojos formaron gran parte de su vida hasta cierto momento.
Sip, había tantos protocolos que tenía que seguir al pie de la letra para no meter en problemas a nadie y era aún más teniendo en cuenta en la estricta sociedad en la que vivía, aunque en parte ella en lo único que estaba de acuerdo era con solo esta idea de mantener su identidad oculta ya que había tenido una segunda razón por el cual había accedido a ese estilo de vida.
- ¿Por qué ocultaste el título con el que naciste? – Preguntó Azul bastante interesante en ese aspecto de su medusa. – No es algo por lo que te deberías de avergonzar.
- No fue por vergüenza. Sé lo que soy. – Shiori respondió. – Siempre lo tuve presente desde un principio, pero lo hice porque...
Shiori al inicio se mostró nerviosa, jugueteaba con sus dedos y con el rostro poco sonrojado por el pensamiento ingenuo e inocente que poseía en aquel entonces.
- Porque...Bueno... - Shiori, luego de suspirar, reveló su segundo motivo. – Por qué nadie ve tu verdadero interior si eres la sacerdotisa del templo de Nakamura.
Al instante todos los presentes se quedaron en silencio, tratando de entender las acciones que llevaron a Shiori a tomar esa decisión.
Azul y Floyd no tenían idea de cómo funcionaba el mundo de ella, pero conociendo lo humilde y lo meticulosa que era con respecto a las mentiras pudieron deducir que todo lo que ella quería era buscar una amistad sincera como la que tenía con Akko sin tener en cuenta la posición de uno.
- Pensaba que si al menos mostraba mi verdadero yo interno entonces nadie me juzgaría por el título por el que nací y me aceptarían por lo que soy... solo una joven más. - Entonces su mirada se entristeció un poco ya que, a pesar de ese esfuerzo de parte de ella, al final todo fue en vano y las cosas terminaron por escaparse de sus manos. - Pero aun con eso, no ayudó.
Muchos de los presentes alzaron una ceja ante ese detalle.
- Me di cuenta de muchas cosas que nunca pensé que llegaría a pasarme al salir del templo, la otra cara de la realidad. – La sacerdotisa hizo una breve pausa - El conocer como es el verdadero perjuicio social y de cómo puede afectar al pensamiento colectivo de las personas de nuestro entorno. La percepción de una acción y de cómo eso se puede interpretar. Un país en el que hay que seguir un modelo igualitario porque según muchos lo diferente no es admitido... ni siquiera para una hāfu.
- ¿hāfu? – Floyd inclinó su cabeza a un lado.
- Es decir ser una mestiza. En japón, mi universo, a las personas que no tienen un linaje puro perteneciente de un mismo país y supuestamente su sangre está mezclada con razas extranjeras entonces son llamados mitad puros. Si una japonesa o japones se casa con un hāfu entonces sus hijos también son considerados hāfu. – Shiori explicó soltando un suspiro de decepción. – Una total ridiculez. Son solo puras tonterías hecha por gente sin nada de tolerancia que aún siguen atrapadas en el tiempo.
- ¡Eso! ¡Son gente de mierda! – Exclamó Floyd estando de acuerdo con Shiori.
- ¡Floyd! – Casi todos le llamaron la atención al gemelo, pero Floyd ni se inmutaba.
Aunque cambiando el tema todos los presentes, en especial Azul tomaron mucho en cuenta este detalle ya que esa mirada en su delicado rostro le resultó tan familiar porque era la misma cara que él tenía cuando era niño. Parecerá irónico pero el verla ahora era como si observara a un reflejo casi idéntico de su antiguo yo.
Nunca tuvo la oportunidad de tener un verdadero amigo aparte de mí, así que siéntase orgullosos de ser sus primeros amigos reales
Recordó las palabras que Akko le dijo a él y a los demás al momento de irse, y ahora comprendía un poco más acerca del mundo emocional a la que Shiori posiblemente hubiera pasado en su infancia.
- Entonces te molestaban. – Jamil no pregunto, sino que afirmó muy seguro ese hecho.
- Oh sí que lo hacían... – Shiori respondió acariciando la cabeza de Grim mientras recordaba los sucesos después del viaje escolar. – Pero luego se detuvieron.
- "¿Se detuvieron? Pero sí logró detener su acoso entonces debería estar contenta con eso, pero entonces..." – Azul pensó mirando en silencio a la albina. – "¿Por qué luce melancólica?"
- ¿No se lo dijiste a tu familia? - Preguntó Floyd.
- Mi familia ya tenía que lidiar con varios asuntos serios como casos o administración dentro y fuera del templo. Antes de aquel entonces pensaba que lo mejor sería no ocasionar ningún problema más. - Respondió ella.
- ¿Y tu hermano? ¿No siempre estaba contigo? – Ahora quien preguntó fue Grim levantando su cabeza. – Ya sabes, para que te protegiera durante aquellos momentos.
- Mi hermano... - la sacerdotisa susurro mientras lo recordaba.
- Ambos íbamos a escuelas distintas por lo que no le conté mucho acerca de este detalle, ese fue mi gran error de joven. Callé tantas cosas. Koichi más que un amigo fue como un verdadero hermano para mí cuando más lo necesite emocionalmente muy a pesar de cómo fue nuestro primer encuentro. – Shiori recordó las pequeñas peleas infantiles que ambos se tenían en los entrenamientos del loto rojo cuando ella quiso entablar rápidamente una conexión con él. – Pero como ya les dije, para que él o alguien de la familia no se preocupara, en aquel entonces siempre trataba de solucionar mis propios problemas, aunque por alguna razón Koichi siempre terminaba enterándose de alguna manera.
- ¿Tu hermano al final terminó implicado? -Jamil preguntó tratando de comprender mucho los motivos por lo que Shiori trataba de ocultar esta parte de su vida a su familiar.
Él tenía una hermana y si a ella le hubiera pasado por lo mismo claro que se preocupaba de igual manera que como el hermano de Shiori, muy a pesar de que suelen discutir mucho por cosas simples, pero era lo lógico.
- Por voluntad propia unas pocas ocasiones, pero gran parte de ellas ya no había nada que hacer. Aunque he de decir que muchas veces me regaño por no haberle contado nada. – La albina asintió.
- Bueno, son hermanos. Si se preocupa por ti claramente se iba a enojar si algo te fuera a llegar a pasar. – Jamil suspiró. - ¿Era necesario el no haberle dicho nada?
- Creo que lo hice porque... - Shiori lo pensó luego debió su mirada hacia la luna que se asomaba en el gran balcón. – Supongo que, en gran parte, era debido a que antes tenía miedo a que me volviera a odiar como antes.
Esto confundió un poco a mucho y llamó aún más la atención a Jamil.
- ¿Odio? – Dijo él - ¿Por qué?
Shiori regresó su mirada hacia el joven azabache y con una serena tranquilidad reflejada en su rostro le respondió:
- Por el hecho de haber nacido como una Nakamura. – Levantó su mano con el tatuaje. – y por cómo supuestamente, el hecho de que la existencia de los marcados del pasado, terminó afectando en su dolorosa infancia.
Jamil tuvo un gran control de emociones para no mostrar su sorpresa, pero a cambio de eso otra vez hubo un silencio sepulcral en la habitación.
- "El odio debido a un apellido de renombre... ¿esto acaso es una broma?" – Pensó Jamil sintiendo como una gota de sudor rebalsaba sobre su mejilla por esa ironía del universo al mismo tiempo que una opresión a la altura de su pecho.
Pero fue una opresión que fue percibida por la sacerdotisa, pero no por el gato quien todavía trataba de entender un poco más acerca de este recuerdo que Shiori compartía con todos.
- Entonces, antes destacaste de una manera diferente a como lo era Azul. Por supuesto que, con lo ancho, que ... – Grim estaba hablando de más y rápidamente tanto Azul como Shiori taparon el hocico del felino. - ¿ASASJK ?
Creo que este gato a veces no puede leer el ambiente de su entorno.
- ¡Grim, creo que acordamos mantener eso en secreto...! – Susurró bajito Azul mientras miraba tétricamente a Grim y una vena roja se hinchaba sobre su cabeza.
- Tu realmente quieres escuchar otro sermón sobre el respeto a las promesas. – La neutral mirada rojiza de Shiori estaba posada en pequeño animalito mirándolo como si una serpiente estuviera pensando si comerse al ratón. - ¿No es así Grim?
- No dije nada... - Respondió rápidamente un Grim que se sentó tranquilo, aunque una capa de sudor estaba bajando rápidamente como balas sobre su pelaje. Realmente no quería evocar al camino de la muerte por haber hablado de más.
Aunque esta interrupción de parte del gato ayudó mucho a que todos volvieran al eje principal y a calmar el ambiente después de aquella confesión.
Jamil solo miró raro al dúo frente a Grim sin darle mucha importancia, aunque ese contacto de manos le dejó un gusto agrio en la boca y por más que quería mostrarlo sabía que eso sería contraproducente por lo que supo bien cómo disimularlo, como si no le estuviera afectando.
- ¿Y ahora eres su líder de dormitorio? Qué relación tan extraña. – Comentó Jamil.
- ¿Eso crees? Solo lo estoy haciendo porque Azul es bastante interesante. – Respondió sinceramente Floyd.
- Tanto Jade como Floyd no tienen ninguna razón para someterse a mí. – Añadió Azul ahora alejando su mano del hocico del animal. - Para ellos, simplemente estamos "pretendiendo".
- ¿Te refieres a jugar al amo y al sirviente? Eso lo hace más confuso. – Jamil los miró confundido al no entender el tipo de relación que llevaban.
- A lo que quiero llegar es que cuando decidan que ya no soy digno de ser su líder o empiezan a aburrirse de mí los dos me dejarán y definitivamente intentarán quitarme mi puesto. – Él sólo lanzó un elegante bufido divertido. - Bueno, no tengo intenciones de perder de ninguna manera.
- No tenemos planes de desafiarte ~ - Floyd desvió su mirada heterocromática a Azul para darle una sonrisa muy sospechosa y casi con dobles intenciones. – O al menos no por ahora ~ Aha ~ - Soltó una risa.
- Supongo que ustedes tres están en igualdad de condiciones en este momento, eh. – Jamil solo los miró con una gota de sudor bajando de su cabeza, aunque viendo de otra manera tenía sentido y hasta pensaba que eso era lo más probable.
- Solo permanecemos juntos porque es divertido, pero si se vuelve aburrido, entonces solo diremos bye bye~. – Sentenció el gemelo y a juzgar por su tranquila cara no tenía arrepentimiento alguno de lo que decía. – El vice-líder tampoco es el criado del líder ¿Lo sabías? Esto es lo normal.
Aunque el comentario no parecía ser tomado relevante, para Jamil era todo un mundo diferente.
- ¿Lo normal? – Murmuró él frunciendo el ceño mientras recogía una por una las gemas rojas de una casilla llena. – He sido sirviente de la familia Asim desde que nací, así que eso es algo que no puedo entender.
Luego de retirar las fichas rojas al final solo quedó una ficha azul que estaba debajo de aquel tumulto rojo.
- El amo es el amo y el sirviente es el sirviente... - Jamil tomó la ficha azul. – Y siempre lo será hasta el día de tu muerte.
Hubo un momento de silencio, ya que esas palabras eran profundas y un como deprimentes viniendo de alguien como Jamil.
Fue entonces que Shiori viendo la situación decidió aportar un poco.
- ¿Y tú qué es lo que realmente opinas con respecto a eso? – Le preguntó ella.
Jamil alejó todo sentimiento de enojo atrás y lo reemplazó con un asombro muy poco sutil al momento de escuchar esas palabras, tanto así que él y muchos de los presentes miraron entre pasmo y sorpresa.
Puede que esa mirada y ese silencio hizo que Shiori se sintiera un poco ansiosa, como si de la nada le hubiera crecido otra cabeza repentinamente.
- ¿Qué pasa? – Preguntó una vez más ella.
- Ah... no. no es nada. Es solo que...– Respondió anonadado Jamil. - Eres la primera persona que me hace esa pregunta.
- ¿Eh?... – Shiori miró ahora fijamente a Jamil. – Bueno es que, yo quiero escuchar tu opinión.
- Ah... bueno mis padres siempre dicen que...
- Espera... - Ella lo detuvo amablemente. – La opinión de sus padres es la suya, pero lo que me gustaría saber, si se puede, son tus verdaderos sentimientos y emociones ya que las opiniones de uno mismo también importan aún sí duelen.
Quizás podía haber sido la luz tenue de las linternas del salón o alguna clase de reflejo por la luna que se asomaba por el barandal del balcón, pero lo que no se podía negar que esa mirada que mostraba Jamil era como si alguien hubiera dado en el clavo sin fallar, pero la cuestión era ¿Por qué? Solo le estaba preguntando su opinión.
Jamil no estaba muy seguro o preparado para hablar sobre ese tema aún debido a que el dúo de Octavinelle estaba cerca, en cambio si ella hubiera parecido sola en esta noche entonces no dudaría en expresarlo libremente ya que por todo lo que vio en su comportamiento no lo juzgaría, pero había un contratiempo y eso sería a que ya sería ir en contra de todo lo que una vez se había dicho anteriormente en su cuarto.
Era tan confuso...
Pero en eso unos pasos se empezaron a escuchar cerca de la sala alertando un poco a los presentes, en especial Jamil quien al girar la cabeza y escuchar pudo reconocer el familiar tintineo de los brazaletes de oro de alguien en específico.
- Oh, ¿todavía están despiertos y jugando? – Dijo la alegre voz de Kalim resonando en el lugar. - ¡Oh, Mancala! Qué recuerdos jugábamos mucho cuando éramos pequeños, ¿no?
Pero Jamil que, aunque pareciera que ya había salido de su primera exaltación, no pudo evitar mostrar una segunda debido al escenario.
Una vez más no pudo evitar pensar que esto no estaba dentro de lo que él esperaba.
- ¿No estabas ya dormido? – Al inicio susurró incrédulo Jamil, pero luego rápidamente cambió su expresión a una severa. - Te sigo diciendo que no te pases solo por la noche, ¿recuerdas? ¿Qué pasa si te secuestran de nuevo...?
- Te preocupas demasiado, Jamil. – Dijo Kalim despreocupadamente. - Está bien, estaba caminando con Jade todo el rato.
Esto fue como una patada en la cara a Jamil ya que eso para él ese fue el último escenario que hubiera pensado que pasaría si hubiera salido del cuarto.
Con aquella distracción puesta Shiori encendió su técnica visual y vigiló cada detalle del alma de Jamil una vez más.
- ¿Eh? ¿Jade? – Jamil miró a un lado de Kalim
Y cruzando la puerta apareció el vice-líder de Octavinelle sonriendo campantemente a su estilo.
- Sí, estuve a su lado todo este tiempo. – Respondió él mostrándose respetuoso como siempre.
Aunque esa tranquilidad no pintaba bien para Jamil.
- Kalim-san es una persona maravillosa. Fue muy amable conmigo en muchos sentidos y sobre todo... - Jade miró fijamente a Jamil, como si debajo de esa mirada tranquila habría la sonrisa de un depredador marino listo para rodear a su pequeña presa. - se tomó el tiempo para explicarme tanto.
- Tú ... ¿Qué le hiciste a Kalim? – Jamil siseó en un tono bajo a Jade mientras su mirada se mostraba serena.
- ¿A qué te refieres? Solo estábamos teniendo una pequeña charla divertida, ¿No es así, Kalim-san? – El gemelo dirigió su mirada al alegre albino.
- Sí, solo le estaba mostrando la bóveda del tesoro. – Respondió Kalim
Pero ya nada entraba a los oídos de Jamil. Por como Shiori observaba la escena se trataba de una ira silenciosa, pero que se veía totalmente embravecida.
Eso hizo que ella ahora empezará a cruzar los dedos. A estas alturas la situación cada vez se estaba quedando peligrosamente clara.
- Oh, Jamil. Trajimos una alfombra azul y plateada de casa, ¿no? – Kalim no estaba al tanto del ambiente por lo que inocentemente continuó hablando. - ¿Sabes a dónde fue eso? No puedo encontrarlo por ninguna parte
Entonces Jamil se acercó a Kalim, lo tomó de la mano y jalando de su brazo caminaron juntos rumbo hacia la salida de la sala común con destino a la habitación del albino.
- Regresemos, Kalim... - Jamil habló casi duramente.
- ¿Eh? ¿Por qué ahora de repente...? – Kalim quiso preguntar sobre este extraño comportamiento inesperado de Jamil, pero este último ya no tenía paciencia y tan solo jalo un poco más el brazo del joven con el fin de salir de la habitación pronto.
- ¡Solo vuelve a tu habitación!
- ¿¡Waah!? Bien, lo entiendo, ¡No tienes que tirarme! – Kalim giró su cabeza hacia el gemelo tranquilo. – Lo siento, Jade. ¡Te lo encontraré en otro momento!
- Está bien... hasta luego. Fuhuhuhu~ – Se despidió Jade sacudiendo la mano de un lado a otro.
Y finalmente la sala quedó nuevamente en un silencio sepulcral, dejando atrás un rastro del juego al que estaban jugando acompañado del ambiente un poco denso por lo último que pasó. Pero muy a pesar de lo sucedido esto solo terminó por sentenciar un veredicto final.
Goteo...
Goteo...
Goteo...
- Hay tantos detalles que debo contarte, Azul, pero primero debemos volver al dormitorio. - Sugirió Jade susurrando cerca de Azul mientras vigilaba el lugar. - Aquí no es seguro hablar.
- Entiendo. - Azul cerró la caja del mancala para que junto con los gemelos se dirigieran hacia el dormitorio. – Regresemos a la habitación, Shiori.
El joven de lentes quiso llamar a la sacerdotisa, pero ella ahora se encontraba totalmente quieta en su mismo sitio mirando como único punto fijo el sitio por donde se fueron Jamil y Kalim.
Azul y los demás les pareció muy raro este comportamiento repentino de la albina. Intentó una vez más llamarla por su nombre una vez más, pero el resultado terminó siendo lo mismo que el anterior, con un silencio de parte de Shiori. Viendo que esto no iba a ninguna parte, más pronto que tarde decidieron acercarse a ella para sacarla de su zona mental para repetirle lo último que habían dicho.
Estaban casi a unos pocos metros de llegar hacia ella, pero cuando tuvieron un mejor ángulo de la cara de la joven de pronto detuvieron su camino. ¿El motivo se preguntan? era que él presenció cómo la mirada de Shiori lucía totalmente conmocionada y desalentada como si le hubieran dado una mala noticia sin anestesia alguna.
No había necesidad preguntarle sobre lo que le pasaba ya que pudo deducir que, al igual que él, Shiori también había llegado a la misma conclusión que él. Pero aquella expresión que vió era tan atípico de la sacerdotisa.
Su rostro reflejaba todos sus sentimientos del momento como si de un libro abierto se hubiera tratado. Sus ojos estaban bien abiertos y con el Ajna encendido, el iris de sus ojos estaba encogido y sus labios estaban pegados en una línea recta.
La verdad detrás de esa reacción era que Shiori pudo visualizar una vez más aquella misteriosa mancha oscura perteneciente del blot. Al igual que a la primera noche que ella junto con Grim estuvo en Scarabia. Finalmente se topó cara a cara con el principal sospechoso que, según lo que sus ojos le revelaron a su mente, quería negar aquella realidad.
Aquel sospechoso que quizás estaba envuelto en todo este tumulto de eventos entorno a Scarabia y al mismo tiempo el origen de dicha energía oscura únicamente y solamente apareció cerca de la única persona que estaba presente con ellos en todo momento desde que interrumpieron en su habitación hasta la aparición de Kalim y Jade.
Aquel cuya máscara de incógnito iba poco a poco desmoronándose y aclarándose revelaron tan solo una sola verdadera cara.
- Jamil... - Fue lo que susurró Shiori dejando escapar tan solo una fugaz lágrima que cayó de su ojo hacia el suelo generando así un silencioso cuarto goteo en la habitación, que impactó inerte al suelo de la sala común de Scarabia.
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Después de los acontecimientos con respecto a la charla que tuvieron con Jamil, luego de una gran revelación, el trío de Octavinelle junto con la sacerdotisa y Grim regresaron al cuarto de hospedaje para conversar, unir y revelar todo lo que habían recolectado en estos largos minutos.
- Gracias por tu arduo trabajo, Jade. – Agradeció Azul sentándose al borde de la cama. - ¿Tuviste una buena "conversación" con Kalim?
- Sí – Asintió Jade mirando brevemente de reojo a Shiori, quien estaba también cerca de la cama. – Tú presentimiento era correcto. Es muy probable que a Kalim le están lavando el cerebro y controlado con magia.
Shiori ahogó un jadeo silencioso mientras disimuladamente se abrazaba a sí misma para no perderse en este mar de emociones. Anteriormente ya había limpiado sus lágrimas por el shock así que esta vez tendría que calmarse si quería avanzar con este asunto.
- ¿Lavado de cerebro? – Exclamó sorprendido Grim.
- Calza bien con todo lo que hemos visto. Desde la falta de memorias al despertar de su trance y las extrañas actitudes que no calzan con su personalidad. – Comentó Shiori aun apretando un poco la tela de sus mangas. – Todo este tiempo ha sido controlado.
- ¿Cómo es eso posible?
- ¿Sabes cómo Ruggie-san es capaz de controlar los movimientos de las personas con su magia? ¿Verdad? – Añadió otra vez Jade. - Existe una variedad de magia hipnótica que también puede controlar la mente de una persona. Sin embargo, requiere una técnica de alto nivel y capacidades mágicas, así que no hay muchos magos que se atrevan a usarlo.
Al escuchar eso, Shiori, levantó una mano a su frente y se le ocurrió una pregunta que quizás podría decirle al trío de Octavinelle, conociendo su nivel de magia e intelectualidad aguda quizás ellos podrían darle pistas de cómo liberarse del sello que residía dentro de ella.
- ¿Hay algún modo para romper un control mental o la fuente de donde proviene ese poder? – Preguntó intuitivamente Shiori.
Jade y Azul al inicio miraron confundidos esa pregunta, pero al ver la seriedad con la que Shiori hacía esta pregunta lo pensaron detenidamente para luego responder con sinceridad.
- Dependiendo de qué tan fuerte sea el control mental las probabilidades de romper una son muy escasas. – Dijo Azul. – Se toman en cuenta muchos factores dependiendo de la persona controlada ya sea que tan obstinado es al momento de dejarse ser controlado o si es el hechizo es lo suficientemente fuerte como para aplacar contra la voluntad de alguien.
Esto desalentó un poco a Shiori, pero aún no estaba lista para tirar la toalla. Sabía que los verdaderos retos no eran fáciles, pero aunque exista una posibilidad por más pequeña que sea podría ser un as bajo la manga por lo que lo tendrá en consideración.
- Eso sí, he de recalcar que esto es diferente de la magia de Ruggie y parece estar más en la línea del hipnotismo. – Añadió Jade. – Sin embargo, es una técnica de nivel mucho más alto que requiere mucha magia para usarla. Realmente hay muy pocos magos que puedan usarlo...
- Sería imposible a menos que tengan la técnica y el poder mágico de Azul. – Dijo Floyd.
- Incluso a mí me resultaría difícil intentar controlar a un ser vivo sensible, como los humanos. – Habló Azul.
- Pero no creo que haya nadie tan bueno como Azul en Scarabia. – Respondió Grim dándose cuenta de un detalle. – Kalim solo puede crear un poco de agua con su magia única y Jamil dijo que solo alcanza el promedio en términos de calificaciones.
- Es allí cuando entra en otro punto. – Shiori bajo un poco su mirada, más que nada tratando de entender este hueco argumental.
- Y no te equivocas en ello, Shiori. – Azul leyendo fácilmente los pensamientos de la sacerdotisa mientras acomodaba sus lentes. – Dicen que un felino inteligente esconde sus garras.
- Entonces "quién lo está haciendo", ¿Qué gana al controlar a la pequeña nutria? – Se preguntó Floyd.
- Desafortunadamente, no pude extraer esa información. – Suspiró Jade ante aquel recuerdo.
- ¿No pudiste resolverlo incluso con tu magia única?
Entonces un signo de interrogación apareció en la cabeza de Shiori y Grim.
- ¿La magia única de Jade? – Preguntaron los dos al mismo tiempo.
- Hmmm... no creo que hayamos visto su magia única todavía ¿Qué hace? – Preguntó Grim.
Jade ante tal descuido de su hermano gemelo solo suspiró.
- Floyd, siempre te digo que tengas cuidado de revelar nuestra magia única a los demás ¿No es así? – Jade regaño a su hermano, quien se encogió de hombros ante la advertencia.
- Bueno, aunque decirle a Shiori y Grim no hará ningún daño. – Justificó Azul. – Shiori es una jovencita con fuertes principios morales así que no puede haber una persona más digna de confianza que ella.
Shiori de manera silenciosa se sonrojó un poco con ese comentario repentino, aunque fue detalle que los gemelos notaron al instante. Ellos claramente no estarían allí pintados.
- Oh vaya, eso es algo tan lindo e inusual viniendo de ti Azul ¿Me preguntó por qué será? – Rio educadamente Jade, aunque por su miraba daba a entender otro significado mientras se acercaba a un lado de Shiori y jugueteaba un poco con el cabello blanco.
- ¿A qué viene esa mirada? – Azul solo alzó una ceja inquisitoria y poco fastidiado por el cambio de ubicación del gemelo. Obviamente podía ver claramente lo que el gemelo le decía entre palabras.
- Nada en especial ~ - Rió ahora Floyd ubicándose al lado libre de la albina haciendo lo mismo que su gemelo. – No hay nada de qué enojarse.
- ¿Qué están haciendo? – Preguntó Shiori ahora muy confundida al igual que un gato.
Pero Jade solo evadió la pregunta con otra pregunta.
- ¿Ya te habían dicho que tu cabello es suave? – Dijo él levantando un poco de las hebras blancas que parecían ser hebras de hilos finos que bajo la luz de la habitación parecían ser de plata.
- El cabello de Koebi-chan brilla como una perla y es blandito como la umbrela de una "medusa" ~ - Dijo Floyd también jugueteando un poco con el cabello de la albina.
Claramente los gemelos omitieron soltar una risita dado a la mirada que Azul le estaba dedicando a ellos, por este acto. Era claro sus emociones, pero no desaprovecharon esta oportunidad para juguetear un poco con los nervios de su "Líder de dormitorio".
- Ustedes... - Azul frunció el ceño y con una vena hinchada sobre la cabeza.
Pero ni con eso Jade se inmuto y continuó conversando.
- Pero como dijo Azul, puedo confiar en ti. – Dijo él. – Aquellos que saben cómo funciona mi magia única casi siempre toman precauciones contra ella, por ello realmente no me gusta divulgarla. Mí magia única, "Shock the heart", me permite hacer que una persona diga la verdad una sola vez.
- ¿Kyah? ¿Entonces no puedes mentir? – A Grim se le erizó la piel.
Si ya convivir con Shiori que técnicamente era como estar cerca de un detector de mentiras casi fiable, entonces con dos serias su perdición ¿Y ahora como mentiría sobre las veces que comió las galletas a espaldas de la albina?
- ¿Solo una vez? – Pensó Shiori a Jade.
- Así es señorita Shiori, solo pudo usarla una vez por persona. Una vez que lo he usado nunca más lo puedo usar en esa persona. – Asintió el heterocromático. – También es ineficaz contra aquellos que tienen una alta resistencia mágica o son extremadamente cautelosos, como Azul.
Sumando dos más dos Shiori pudo llegar a una conclusión.
- Así por eso la mantienes en secreto, para tener una ventaja sobre tu adversario primero este tendría que tener la guardia baja ¿Verdad? – Ella dijo.
- O en otros casos cuando no tiene la guardia. – Jade asintió. – Realmente es una magia única con muchas restricciones.
- Pero también funcionan muy bien en personas que son cobardes y bebés llorones. – Completó tétricamente Floyd.
- Fufufu, eso es cierto.
Jade estuvo de acuerdo con su gemelo a la par que también soltaba su clásica risita.
- Esa sonrisa suya me aterroriza. – Dijo Grim asustado.
- Créeme que a comparación de la sonrisa de la Kuchisake-onna o la carcajada de Ohaguro bettari la de Jade y Floyd son muy normales. – Comentó serenamente la albina mientras recordaba a esas dos especies de yokai yūrei.
- "¿Kuchi-qué?" – Ahora todos miraron raro a la albina.
- Nada. Nada importante... - Solo ella sacudió la cabeza de un lado al otro al ver que nuevamente habló de más.
- De todos modos... - Interrumpió Jade recuperando su compostura serena. – Kalim siempre ha sido una persona abierta y amigable, así que fácilmente cayó en mi magia, Sin embargo...
Entonces Jade contó todos los hechos que pasaron en la bóveda de Kalim:
...
- Debes jurar responder con la verdad y solo la verdad a mis preguntas... - Dijo Jade.
Era hora de despejar este mar de dudas.
- ¿Tú conoces a algún estudiante de aquí que pueda usar magia hipnótica? – El heterocromático miró detenidamente a albino.
Cuando la pregunta terminó de formularse, Kalim automáticamente habló con la verdad.
- Sí lo conozco. – Respondió secamente él.
- Entonces ¿Cómo se llama? – Pidió Jade empezando a sonreír ante la ganancia que estaba a punto de adquirir son tan solo un simple intercambio de palabras.
Pero su felicidad no duraría bastante.
- No puedo decirlo. – Fue lo que Kalim respondió.
- ¿Qué? – La sorpresa de Jade fue tanta que hasta él se quedó absorto.
Era imposible que Kalim se hubiera liberado de su magia ya que aún lucía en trance, por lo que solo había una razón por la que él no respondió a esta pregunta.
- Bajo ninguna circunstancia puedo revelar su nombre. – Advirtió el albino. – Hice una promesa hace mucho tiempo, así que no puedo decirlo.
Puede que esto hubiera lucido como una pérdida, pero fue al contrario ya que gracias a este testimonio muchas cosas se aclararon en su mente.
- ...Ya veo. Entiendo. – Suspiró Jade llevando su mano a su propio mentón para meditarlo y apagaba su ojo izquierdo junto con su hechizo.
Con el fin de la magia ya no había ninguna restricción que mantenía atrapado a Kalim por lo que empezó a despertar de su trance.
- ... ¿Hm? ¿Eh? ¿Qué estaba haciendo ahora? – Preguntó Kalim un poco desorientado mientras se llevaba la mano a la cabeza.
Sin perder mucho el tiempo, Jade, solo siguió la corriente.
- Muchas gracias, joven Kalim. – Jade inclinó su cabeza respetuosamente. – Gracias a ti todo se ha aclarado.
Kalim realmente estaba confundo con las palabras, pero lo único que entendió era que estaba recibiendo las gracias por algo que "tal vez" hizo
- Ooh... Muy bien. Realmente no lo entiendo, ¡Pero es bueno que te sientas mejor! – Respondió alegremente el albino.
- Efectivamente. – Jade también sonrió. – Como ni te lo imaginas.
...
- Eso fue lo que pasó. – Finalizó Jade.
Como si se hubiera tratado de un chiste, Azul, se olvidó de sus anteriores sentimientos y solo soltó una risa por la ironía ante la anécdota.
- Jajajajaja Fascinante. Esto significa que tu magia única fue derrotada por la humanidad de Kalim. – Dijo él.
- Es muy frustrante admitirlo, pero sí, eso es correcto. – Asintió Jade con una sonrisita.
- Parece ser que la bebe nutria también tiene una gran boca cuando se trata de confesar. – Añadió Floyd.
- Pero eso muestra cuánto atesora esa promesa.
- Fufu... – Azul tranquilizó su risa y acomodaba sus lentes. - Aunque esa terquedad puede haber desaparecido y revelar la verdad de todo lo que sucede en Scarabia. – Luego de eso mostró seriedad. – Pero acabemos con esto y cojamos la cola escondida en la arena.
- ¿La cola? – Grim preguntó confundido por lo último
- No literalmente Grim. – Shiori respondió acariciando el pelaje oscuro del felino. – Significa que irán directo al grano.
La verdadera prueba de fuego estaba a punto de empezar, una en donde las máscaras terminan hechas trizas en el suelo de las verdades.
...
- ¿Quedó claro lo que tienen que hacer? – Preguntó Azul finalizando de contar su plan.
- Sí- Casi todos los presentes de la habitación asintieron con la cabeza.
- Que bueno. Entonces podemos dar por terminada la reunión. – Sonrió el peliplata aplaudiendo una vez.
- Un momento... tengo una última pregunta. – Grim alzó su pata.
Azul suspiró por aquel inconveniente.
- ¿Cuál es tu pregunta? – Dijo él
- Solo hay una habitación disponible y una cama. Cuatro humanos, o algo así, y yo – Grim colocó sus patas sobre su mentón. - ¿Cómo vamos a dormir?
Al instante todos los presentes se percataron de aquel detalle y enmudecieron repentinamente. La tensión era tan densa que se podía cortar con un cuchillo.
- Ah... - Fue lo único que dijeron el grupo de jóvenes.
Continuará...
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Próximo capítulo: "El verdadero rostro de una sacerdotisa"
