Una sacerdotisa en Twisted Wonderland
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"Toda ave que nace aquí tiene que volar por los cielos.
Pero ¿Cómo lo hará con tan solo una ala unida a su espalda?"
- Linked Horizon
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Capítulo 55:
"Cadenas"
El viento fuerte era atroz, las personas correteaban por doquier por el pánico y Shiori solo podía ver con preocupación como la imagen del genio levantaba el palacio del sultán con sus manos para colocarla en la cima de una montaña cerca de Arabia.
- ¡Genio! ¡No! – Exclamó Aladdin tratando de llegar a su compañero con ayuda de la alfombra.
El genio sin poder hacer nada debido a las condiciones de dicho objeto mágico que Jafar sostenía entre sus manos sabía que tenía que obedecer al portador de la lámpara muy a pesar que este no quisiera.
- Lo siento Al. – Murmuró con pena y tristeza el genio. – Tengo un nuevo amo.
- Él no tenía opción. – Comentó Shiori mirando con tristeza al pobre ser mágico que se sentía muy inútil de no poder hacer nada y quedarse callado a un costado de la imagen obedeciendo todas las órdenes de Jafar como un esclavo.
De repente las arenas de la temible arabia giraron alrededor de ella, levantando una gran cortina de polvo no sin antes escuchar.
"¡Si no se inclinan ante un sultán, se inclinarán ante un gran hechicero!"
"¡Genio! ¡Mi segundo deseo es ser el hechicero más poderoso de la tierra!"
Y con el sonido del trueno acompañado la luz rojiza brillante las arenas se dispersaron para mostrar unos minutos más delante de la escena en donde Jafar, ya cambiado de regreso a sus túnicas rojas y negras, estaba descendiendo del aire con una poderosa energía a su alrededor mientras que Iago vitoreaba alegremente.
- ¡Damas y caballeros, demos una cálida bienvenida al gran hechicero Jafar! – Dijo Iago
Jasmine y su padre tan solo miraron horrorizados lo que su tranquila ceremonia prenupcial se había transformado en un abrir y cerrar de ojos debido a un pequeño descuido por parte de Aladdin al dejar la lámpara sola luego del pleito que tuvo con el genio sobre la decisión del tercer deseo.
- ¿Ahora dónde me quedé? – Preguntó Jafar mirando con una sonrisa de arrogancia hacia donde estaban los presentes mientras levantaba aquel báculo con forma de serpiente de ojos carmesíes. – A sí, Tienen que humillarse ante mí.
Entonces con un poderoso hechizo dirigido a la princesa y al sultán, que sin lograr poder hacer algo por culpa de la presión que los empujaba al suelo, entonces como si fueran marionetas tan solo pegaron sus frentes al suelo e hicieron la reverencia. Shiori también quiso moverse para intentar alterar este sueño, pero repentinamente una restricción la atacó provocando que solo pudiera quedarse parada mirando la escena como una espectadora.
- "No puedo mover mi cuerpo" – Pensó alarmadamente Shiori incluso tratando de mover su boca, pero nada funcionaba.
"Jamás debiste aceptar a quien te vino a engañar."
"Saluda a tu príncipe Alí"
Al escuchar eso Shiori levantó su mirada de regreso a la escena en donde Aladdin ya había llegado al escenario para salvar a Jasmine, pero al igual que ella terminó siendo capturado por la magia de Jafar, quien no estando satisfecho con eso también le reveló a la princesa que todo este tiempo el príncipe Alí era Aladdin, el ladrón que había conoció en los barrios bajos de Agrabah.
Shiori pudo ver el rostro angustiado de Aladdin tratando de explicar los motivos de su mentira a una Jasmine toda pasmada, incrédula y confundida; pero lamentablemente Jafar no le dio tiempo para explicar ya que luego de una serie de humillaciones y una bofetada en la cara lo hizo levitar por los aires para separarlos.
"Su vida es un error"
"por eso con rencor"
"Lo lanzaré a un viaje sin final"
"Donde su futuro pintará muy mal"
Aladdin fue llevado al interior de la torre con Abu tratando de liberarse, pero aun así todo fue inevitable.
"Su gran riqueza será pobreza"
"En el fin de la tierra ¡Si!"
Y como si tuviera un bate de golf en sus manos, Jafar, con un movimiento de su báculo hizo que la torre en donde estaba atrapado Aladdin saliera disparado a los cielos del horizonte hasta desaparecer.
"¡Adiós!"
"Ex príncipe Alí"
Y con una fuerte risa maligna perdiéndose a la distancia todo el escenario se empezó a llenar de más arena tratando de opacar la escena hasta dejar todo desértico dejando únicamente atrás a Shiori, quien finalmente pudo volver a moverse mientras tan solo miraba unas dunas vacías y sin nadie alrededor quien la acompañará.
El hecho de ver aquellos montones de arena blanquecina soplando con fiereza a su alrededor sin ninguna señal de vida a la distancia y sin nadie alrededor quien la acompañase la hacían sentir como si estuviera atrapada en una congelada tormenta de nieve.
Hacía tanto frío que ella misma se abrazó a sí misma para conservar el calor, aunque a medida que permanecía más en este lugar más se sentía tan solitaria y lúgubre, el mismo sentimiento gélido que ella recordaba perteneciente a la época escolar de su mundo.
- ¿Dónde estoy? – Se preguntó temblorosa Shiori a sí misma moviendo los ojos de un lado a otro buscando a alguien al mismo tiempo que trataba de caminar por un espacio extenso y sin fin. - ¿Dónde están todos? ¡¿Hola?! ¡¿Hay alguien?!
Pero nadie le respondió más que solo el eco de su propia voz. Eso la asustó ya que no quería volver a sentir todas esas emociones negativas que supuestamente ya había habitado dentro de ella y que supuestamente ya las había superado
¿Por qué otra vez las estaba recordando?
- No me gusta este lugar. – Shiori empezó a hiperventilar a medida que sentía más el frío de la soledad. - ¡Grim! – Exclamó al aire buscando al felino.
Pero nadie le respondió.
- ¡Ace!... ¡Deuce!... ¡Trey!... ¡Cater!... ¡Riddle!...
Nadie le respondió y las lágrimas se empezaron a acumular en sus ojos.
- ¡Leona!... ¡Ruggie!... ¡Jack!...
Otra vez nadie le respondió y la temperatura empezaba a bajar más.
- Ortho... Tsunotaro... Jade... Floyd... Azul...
Ella ya no estaba gritando debido al nudo y dolor que sentía su pecho.
A cada goteo de sus lágrimas cayendo a las arenas ella empezaba a sentirse como si de regreso a tener seis años. Como una niña marcada destinada que nunca podrá ser feliz y que se quedará sola hasta el fin de sus días esperando su marcado destino final.
- Profesor Crewel... Profesor Trein... Profesor Vargas... Sam... - La voz de Shiori empezaba a romperse a cada paso tembloroso que daba y siendo empujada por el frío viento. – Director Crowley... Papá... Mamá... Koichi... Maestro... Sachiko... Raiden... Isao... Hermana Tomoe... Atsuhi... Fudo... Alguien... que alguien me responda...
En eso una sombra cubre a Shiori a sus espaldas haciéndola casi jadear por la sorpresa debido a lo repentino que apareció. Ella quiso voltear su cabeza para ver quien estaba, pero lamentablemente...
¡Clank!...
Aquel campaneo familiar del cuenco tibetano acompañado de aquel sonido vibratorio hizo que Shiori sintiera un continuo adormecimiento en todo su cuerpo como si sus músculos se volvieran tiesos a medida que su frente le empezaba a arder. Shiori con dificultad se llevó sus manos a la cabeza tratando de ignorar ese sonido, pero mientras más luchaba más fuerte se hacía la restricción y no solo eso, sino que también su piel le empezaba a quemar.
- La persistencia y la humildad es un rasgo común de los humanos. – Dijo una voz carrasposa muy familiar. – Pero para cuando lleguemos al nirvana... toda clase de emociones ya no serán necesarias. Al igual que la moralidad, la compasión y otros sentimientos no son solo más que pesadas cadenas que congelan nuestros huesos.
Shiori, reconociendo esa fastidiosa voz carrasposa, intentó encararlo con la clásica expresión fría que ella siempre les mostraba a los demonios que enfrentó en toda su vida, pero rápidamente algo pesado se envolvieron alrededor de sus muñecas provocando que estas cayeran por inercia. Confundida, giró su cabeza de vuelta a sus manos y con horror vio que no solo tenía grilletes esposando sus muñecas y tobillos si no que ahora entre sus manos sostenía con fuerza aquella daga dorada con el que una vez le hicieron la cicatriz de su espalda... manchada de un tono carmesí que goteaba al escenario de las dunas.
Al ver dicho objeto que las manos de Shiori empezara a temblar con horror con un pensamiento preocupantes en su cabeza.
¿De quién era la sangre?
- Vámonos. – Dijo de pronto la voz del sacerdote Jun colocando su mano a su hombro como si fuera un falso consuelo. – Finalmente llegó el día para lo que fuiste destinada por el bien del presente, Sacerdotisa Nakamura.
Shiori recuperando parcialmente su movilidad giró su cuerpo estando dispuesta a gritarle y a rebelarse contra aquella imagen de aquel hombre que tanto daño y horribles traumas le había generado desde muy niña. Quería recordarle que la dejara de una vez por todas y que nunca lo obedecerá ni estando muerta, pero todo lo que salió de sus labios fue un muy dócil pero monótono:
- Sí, señor.
Shiori no podía creer lo que salió de su boca ¿Había escuchado bien? Ella había aceptado sin objetar las órdenes de aquella persona inhumana sin siquiera poner resistencia alguna.
- "¿Qué está pasando?" – Shiori pensó temblorosamente con incredulidad ante sus acciones.
- Finalmente ya estás lista. – Asintió orgulloso Jun. – Es un milagro... Finalmente podremos purgar al resto del mundo tal y como lo que hiciste con aquellas otras afortunadas almas que ya fueron guiadas hacia su nirvana.
el mundo de Shiori se vino abajo.
- ¿Las otras? – Shiori preguntó con miedo. - ¿A quienes?
Entonces el anciano ahora haciendo un suave movimiento de manos al aire para detener la brisa helada al mismo tiempo que dejaba caer una serie de ruidos sordos que se escucharon a su espalda una vez que chocaron contra la arena blanca.
Girando su cabeza con miedo observó con sus ojos encogido, boca temblorosa e hiperventilando la imagen de todos sus amigos y conocidos del Night Raven totalmente inmóviles y sangrando en el suelo con una herida abierta cerca del pecho en donde supuestamente estaba el corazón, con unas miradas opacas y sin ninguna señal de luz.
Ante dicha imagen Shiori solo pudo soltar un grito ahogado. Ella quiso soltar la daga rápidamente al suelo pero las cadenas, como si fueran los hilos de una marioneta, evitaron que dicha acción se llevará a cabo. Después dichos objetos obligaron a la sacerdotisa a caminar con una inquietante calma hacia donde está el grupo para que viera con más detalle "todo lo que ella hizo".
Shiori luchó contra la fuerza como un pobre animal atrapado en alguna jaula tratando de escapar de sus cadenas, pero ya era inútil porque ahora su cuerpo ya no la obedecían como era debido.
- No... no... esto no está pasando... - Lloró Shiori deteniéndose justo a unos escasos centímetros de un pequeño cuerpo lleno de pelaje oscuro y orejas que se suponen que deberían tener llamas azules. – ¡Por favor no! ¡Esto no es real!... ¡Por favor chicos despierten!... ¡Díganme algo!... Por favor...
En eso...
- ¿Por qué nos hiciste eso?
Shiori escuchando esa voz abrió aún más sus ojos con temor y la dirigió a un lado para ver cómo Riddle moviendo sus ojos opacos fulminaba a la albina al igual que las enojadas miradas de Trey, Cater, Ace y Deuce.
- ¿Qué te hemos hecho para merecer este sufrimiento? – Preguntó Riddle.
- No... yo no... - La voz de Shiori se encogió en su lugar.
- Teníamos vidas normales hasta antes de conocerte. – Ahora habló Leona con rencor al lado de Jack y Ruggie imitando el movimiento de sus ojos. – Tú eres la responsable de que estemos así... jamás debimos conocernos.
- Esa no era mi intención... - Shiori lagrimeaba – No quería lastimar a nadie... yo solo... solo quería ser yo misma... quería que me conocieran por como realmente soy...
- ¿Y por un deseo egoísta tuyo nosotros tuvimos que sufrir las consecuencias de tus acciones? – Dijo Azul junto a Jade y Floyd. – ¿Acaso nunca pensaste en cómo eso nos iba a afectar?
Shiori no supo cómo responder a eso y no pudo decir nada más porque de pronto varias voces empezaron a recriminar dentro de los oídos de Shiori para decirle lo cuan egoísta ella era al solo pensar en sí misma. También estaban esas voces que le repetían las mismas palabras hirientes que alguna vez escuchó en el pasado. Todas estaban hablando al mismo tiempo mientras que otras sombras se iban acercando a ella para unirse al tumulto de sacrificios.
Los primeros fueron:
- ¿Por qué no salvaste a mis papás? – Chilló una voz infantil envuelta en un llanto.
Shiori con un nudo en la garganta giró su cabeza a un lado para ver al grupo de varios niños que vivía dentro de su templo de los cuales Mako, Dai y Kai, sus pequeños, se encontraban al frente de todos y mirándola con culpa en un mar de lágrimas.
– Ellos dieron sus vidas por ti. – Dijo Mako acercándose a Shiori para golpearla con sus pequeñas manos en su vientre. – ¿Por qué me los quitaste? ¡Tú los mataste! Se suponía que eras mi hermana... ¡Yo te respetaba!
-Eso no... - Shiori quiso responder tratando de abrazar a la niña, pero un empujón de Dai hizo que la sacerdotisa junto con el peso de las cadenas ahora cayera a la arena estando en shock debido al dolor emocional por ser tratada de esta manera por un familiar cercano.
- Solo pásate el tiempo con nosotros... porque te dábamos lástima... – Dijo resentido Dai también llorando. – Solo nos usaste para no sentir culpa...
- ¡No! ¡Eso no es verdad! –Shiori lloró con más fuerza sentándose de rodillas. - ¡Yo realmente los amo a todos ustedes! ¡Ustedes son mi familia! ¡De eso no lo deben dudar!
En eso otra persona apareció.
- Si eso es así ¿Entonces porque aún no has regresado a casa? – Dijo una voz seria.
Soltando un jadeo, Shiori giró su rostro al otro lado y vio a las sacerdotisas de su templo, al todo el personal, los Ex-Gonnegi, Koichi y a su maestro mirándola con decepción y hasta vergüenza.
- Maestro... - Susurró Shiori.
- ¿Qué es lo que estuviste haciendo? – Ahora pregunto Koichi con una sombra sobre sus ojos. – Mientras todos aquí estábamos preocupados por saber dónde estás, tú te atreves a sonreír en otro mundo ajeno sin importarte ni siquiera saber cómo estamos nosotros... ¿Ya has olvidado quién es tu verdadera familia?...
- Yo nunca los olvidé... - Refutó honestamente Shiori. – Todos los días desde que llegué aquí...incluso a la hora de dormir siempre los tengo en mis pensamientos... yo nunca paré de pensar en ustedes... incluso si eso me dolía.
En eso una familiar figura pasó al lado de Shiori para colocarse al frente de ella. Aquella imagen la dejó helada y con la mirada casi encogida levantó la cabeza para toparse con la familiar túnica de gran sacerdote que tenía sangre, el cabello blanco y unos opacos ojos azules como el cielo que la miraban con odio puro.
- Me mataste Shiori. Me arrebataste a la única mujer que pude amar. – Siseó Hitoshi. – ¿Cuántas torturas, sacrificios y humillaciones crees que debí pasar para protegerte?
- No... p-papá tú no... - Shiori negó con su cabeza y se encogió a un más en su mismo lugar.
La pesadilla no acabó allí porque...
- Nunca debí darte a luz...
Shiori ahora pudo sentir la presencia de su madre y la voz de su madre fulminando por la espalda. Ella no pudo moverse. No pudo decir nada. Solo que quedó congelada escuchando como los pasos de aquella mujer se iban acercando.
- Nos hubiéramos ahorrado tanto dolor y sufrimiento de no ser por tu existencia...
Shiori solo formó una línea delgada en sus labios mientras baja la mirada perdidamente las arenas que sostenían la daga manchada.
- Podría haber continuado mi vida con mi esposo si tú nunca hubieras nacido... Podría haber disfrutado de la ░▒▓█▓ que él me brindó... Yo podría haber vivido más tiempo y quizás mi esposo no hubiera muerto...
Más lágrimas amargas caían de sus ojos escarlatas.
- ¿A cuántos crees que has lastimado por el simple hecho de nacer? Y ¿Cuántos más sufrirán por estar a tu lado?
Entonces algo dentro de la cabeza de Shiori se rompió a tal punto que casi todo el escenario del se desvaneció para ahora mostrarle cómo ella se hundía cada vez más en un estanque de aguas negras en donde las cadenas eran las que guiaban el camino hacia las profundidades.
La daga como la sangre también había desaparecido, sin embargo, algo nuevo apareció...
- Deberías descansar... ¿No lo crees?
Esta última voz ya no sonaba como la de su madre o alguna otra conocida, al contrario, aquel tono ahora se escuchaba como si estuviera hablándose a sí misma.
- ¿Quién está ahí? – Preguntó perdidamente Shiori. – Siento la presencia de alguien más.
Entonces a su atrás, alguien con los brazos blanquecinos y marcados con varias franjas rojas, ahora la estaba rodeado alrededor de su pecho para juntarla sus cuerpos en alguna clase de extraño abrazo de espaldas. Ella no podía ver de quién se trataba, pero aun así permaneció inmóvil.
- ¿Quién eres tú? – Preguntó Shiori una vez más.
Pero aquella presencia solo ignoró su pregunta.
- ¿No quieres ser una conmigo? – Preguntó aquella entidad con su propia voz.
- No. – Shiori respondió secamente. – Yo soy yo. No soy tú.
- Entendiendo... - Dijo tristemente aquella voz. - Pero ya no puedes detenerlo... ya es muy tarde.
En eso la piel de Shiori se llenó de muchas marcas rojas similares a la entidad al mismo tiempo que una tela blanca se ataba a su rostro, pero aun así la sacerdotisa no reaccionó ante eso a medida que seguía cayendo.
- Compartiré mis sentimientos contigo... – Aquella voz colocó una mano sobre la tela blanca para que esta empezara a revelar el sello y las magatamas que estas tenían ocultas con el fin de transmitir todas las emociones reprimidas que tenían guardadas en su interior. – Duele mucho ¿Verdad? Puedo sentir que te duele mucho el corazón.
Al instante una serie de recuerdos dolorosos del pasado se volvieron a repetir en bucle dentro de su cabeza. Se sentía como si un gusano se estuviera adentrando a través de los canales de las memorias y traspasando las capas exteriores para llegar al núcleo de su vida...su alma.
- Detente... deja de buscar dentro de mí. - Resopló Shiori ahora apretando las manos, pero aun así su respiración se hacía pesada a medida que sentía como su corazón se volvía muy pesado. - Es muy incómodo.
- Es parte del proceso. Al inicio duele e incomoda, pero luego se siente bien ¿Verdad?
- No es así como funciona. – Gruñó Shiori. – Se lo que intentas hacer... quieres que otra vez viva todos esos sentimientos de nuevo solo para hacerme caer otra vez ¿No es así?... No lo lograran... Una vez ya encontraré un modo de detenerlo... puedo hacerlo otra vez.
- Eso era antes, pero ahora ya nadie va a poder detenerlo, este es el destino que nos queda seguir. – Dijo la voz ahora con un tono depresivo. – Ya no hay esperanza, nadie vendrá a salvarnos esta vez... estamos solas y siempre lo estuvimos.
- Yo... y-yo no estoy sola. – Contestó dudosamente Shiori, pero al instante el dolor de la frente y el corazón punzó tan fuerte que ella clamó por lo repentino que fue.
- Escucha lo que dices ¿Cuánto más piensas soportarlo? Ya estamos al límite.
- Urg...Parece difícil al inicio... - Tercamente Shiori respondió con dificultad al sentir como la presión aumentaba. – Pero al final siempre lo soluciono... solo son tuercas y tornillos.
La situación era preocupante ya que Shiori podía sentir como una parte de ella quería ceder antes esas engatusadoras palabras, pero no quería hacerlo. No quería obedecer a esa voz y sin embargo ya no quería que el dolor aumentara.
- ¿A quién le importa? – Ahora dicha voz juntó aún más sus cuerpos con fuerza. – Ya no podemos regresar... ya no hay motivos para continuar sufriendo... Yo ya no quiero pasar la eternidad repitiendo un posible mismo un ciclo me lleve a la muerte a donde sea que tome mi decisión... al igual que nuestros antecesores de la marca.
- N-no... te... te equivocas... ¡Arg! – Shiori de nuevo sintió el dolor de su órgano palpitante como si fuera un paro cardiaco.
- Nosotras ¿Qué hemos ganamos con todo esto?... nada. Da igual si regresamos o no... Todo lo que vivimos allí desaparecerá tarde o temprano y volveremos al mismo punto inicial de soledad... eso es a lo que más tememos... perder lo único que nos puede traer felicidad y perderlo en un abrir y cerrar de ojos.
- Cállate – Susurró ahogadamente Shiori recordando las imágenes del sueño y esas miradas de odio.
- Date cuenta que nuestra existencia solo se limita en ser usadas por alguien más y sufrir eternamente por culpa de un destino escrito. – Regaño la voz – Nadie va a salvarnos o ¿Acaso crees que todos ellos, a pesar de toda tu ayuda, estarán allí cuando tú los necesites?... – Preguntó la voz haciendo énfasis en los chicos del Night Raven. –Sabes cómo son. Solo se preocupan por ellos mismos...
Shiori no respondió.
- ¿Cuántas veces no has anhelado ser una chica normal?
Shiori otra vez no respondió.
A media que le daba vueltas y más vueltas entonces más se convencía a sí misma de esas palabras cosa que calmó un poco el dolor de la frente, como si fuera alguna especie de liberación al sufrimiento, pero que no debería ser de ese modo
- Si lo piensas bien, lo único que puedes hacer para llegar a ese sueño es dejar todo atrás y descansar finalmente...- Continuó la voz haciendo que poco a poco la mirada de Shiori se vaya opacando poco a poco. –¿No te gustaría eso? Vivir una vida sin ninguna atadura, pena o sufrimiento. Viviendo solo a base de la alegría y la felicidad que merecemos.
- ¿Eso sé puede?... - Susurró con duda Shiori hundiéndose más en aquella oscuridad de su corazón.
- Por su puesto... - El ente acarició suavemente la cabeza de Shiori. – Solo deja todo en mis manos.
- ¿En tus manos? – Shiori poco a poco iba cerrando los ojos. La voz le estaba resultando muy somnífera como si fuera una canción de cuna.
- Sí, yo llevaré todas tus cargas. – Entonces detuvo el contacto para luego mover lentamente su mano hacia la mano tatuada de Shiori. – Todo lo que tienes que hacer es desconectarte de todo... cierra los ojos y descansa... te lo mereces después de tantos años de trabajo.
Shiori estaba lista para cerrar los ojos y sumergirse en el vacío quizás al final si tenía sueño. Ya faltaba poco para que los párpados se unieran una contra la otra.
Cuando de pronto.
"¡No caigas en eso! ¡Es una trampa!"
Desde arriba del escenario se pudo escuchar como otra tercera voz con un cuerpo luminiscente iba nadando hacía la joven acompañada a una brillante luz blanca que emanaba e iluminaba el cielo, pero aquella voz sonaba distinta e irreconocible a los oídos de Shiori. Era una nueva voz nunca antes había escuchado.
Entonces ella, levantó su rostro para tratar de ver a la dueña de esa voz, pudo sentir como una pequeña calidez abrazaba el alma de la sacerdotisa. Dicho contacto generó que la conciencia de Shiori empezará a mantenerla despierta, sin embargo, el ser detrás de Shiori viendo con enojo como aquella intervención ocasionó que perdiera poder sobre la sacerdotisa entonces solo siguió tentándola.
- Soy la única que te puede ayudar ¿No te gustaría volver a ver a papá? ¿No te gustaría escuchar su voz cantar entre sus fuertes brazos? Eso nos gustaría. – Preguntó aquella voz. – Volveríamos a ver a mamá y pasaríamos la eternidad junto a ellos... ya nunca más estaríamos solas...
- Papá... mamá... - Susurró Shiori una vez más inclinándose hacia la oscuridad.
"¡No, Shiori! ¡No te dejes engañar, todo es una ilusión! Piensa en lo que tu padre quería verdaderamente que hicieras con tu vida... Recuerda las palabras que te dijo Atkormaru ¡Reacciona por favor!"
Aquellas palabras daban vueltas alrededor de la cabeza de Shiori, de algún modo y en ese minúsculo instante ella pudo recordar la imagen de su querida amiga y sobre cómo ella había pedido que ante cualquier problema tenía que enfrentar lo haría con la cabeza en alto y sumado al hecho de que pensar en la promesa de seguir viviendo que le hizo a su padre entonces una chispa se encendió dentro de la mente de la albina.
Su raciocinio al instante se fue recuperando poco a poco al igual que el brillo de sus ojos y lo que la ayudó a volver en sí misma fue la voz de una cuarta persona gritándole.
- ¡Vive! ¡Vive Shiori!
- Esa voz... - Shiori abrió aún más sus ojos al reconocer aquella voz de cierto estudiante del Night Raven.
Pero la segunda voz similar a ella, al ver que estaba perdiendo control y viendo como aquella luz intentaba alcanzarlas entonces tampoco se quedó atrás. Con todas sus fuerzas agarró las cadenas de Shiori y juntas fueron sumergiéndose más hacia las profundidades de la oscuridad a una velocidad alarmante con el único fin de volver a engatusar a la sacerdotisa muy a pesar de que nuevamente le estaba ocasionando muchos dolores a la cabeza y en especial su pecho.
- ¡No! ¡Ya me cansé de seguir peleando y terminar más herida! – Exclamó la voz.
- ¿Qué es lo que quieres de mí? – Preguntó con dificultad Shiori.
- Quiero que todo eso se acabe... - Respondió la segunda voz. - ¿No estás cansada de todo esto? ¿No sería perfecto tener nuestra ░▒▓█▓? – Entonces aquella voz se distorsionó a una voz carrasposa que le repetía - Nuestros ancestros y seres queridos nos están esperando...
- ¿Cómo? – Ahora confundida Shiori ante ahora ese cambio repentino en el tono y en especial esas últimas palabras.
Cuando la sacerdotisa casi pensaba que todo se oscurecía repentinamente sintió un segundo tirón en su brazo derecho que logró atraparla a tiempo para detener el descenso.
Entrecerrando los ojos, Shiori, podía ver a través de la tela, aquel ser luminiscente que emanaba luz tenía un cuerpo blanquecino, unos hermosos con ojos violetas que desprendía calma y una cintura con forma de una gigante y elegante umbrella multicolor que cambia al compás de sus movimientos y que brillaban a un más debido a una familiar armadura plateada.
Solo había una deidad que podía tener esa armadura... esa era ni más ni menos que la mismísima...
- Senhime... - Susurró Shiori mirando con asombro la imagen de aquella Yokai que sin explicación alguna estaba allí con ella, evitando que sea arrastra más en la oscuridad.
- Tus esfuerzos serán en vano. – Replicó la voz a la deidad, ahora distorsionada tratando de jalar a la sacerdotisa. - Una vez que despierte nadie podrá detenerme.
Estaba a punto de arremeter contra la imagen de la deidad cuando repentinamente una serpiente blanca bajó del brazo de la Yokai y empezó a enroscarse alrededor del cuello de aquella malvada identidad que intentaba retener a la sacerdotisa.
Aquel malvado ente luchaba por deshacerse de aquel animal, pero poco casi suelta a Shiori. Se hubiera hundido sola de no ser que a último momento logró sostenerse de la otra mano libre de la albina tirándola de su lado.
La deidad, luchando contra esta fuerza con dificultad, aprovecho este momento para únicamente hablar con Shiori.
- ¡Despierta, esta es tu oportunidad!
Shiori quiso hablar con ella, pero de nuevo la malvada identidad le ocasionó el dolor para que ella únicamente se enfocará en eso más que en las palabras de la deidad.
- ¡Todo será una ilusión! ¡Tienes que buscar la manera de despertar!
El agarre tanto de la sacerdotisa como la de las dos fuerzas estaba manteniendo el agarre en medio de un fondo blanco y negro.
- ¡Tienes que romper el sello! ¡No caigas! ¡Lucha!
Shiori trató de cerrar sus ojos ya que otra vez el dolor de cabeza la atacaba, pero ahora con mucha más fuerza al mismo tiempo que su piel ardía.
- ¡Lucha!
Repentinamente el jalón de ambas entidades ya no podían más y terminaron soltando a la sacerdotisa suspendida en ese escenario dual a su vez que los ojos de Shiori se abrieron de golpe para revelar el brillo del estado Satori y...
Nuevamente ella pudo abrir los ojos. Shiori, soltó un jadeo repentino mientras seguía echada en su cama y observaba todo su entorno con cuidado. Estaba en el dormitorio de Scarabia.
Ella se quedó paralizada unos instantes tratando de calmar las pulsaciones de su respiración.
- ¿Es la realidad o es el sueño? – Se preguntó temerosa Shiori en un silencioso susurro.
Cuando recordó la imagen de Senhime, que hace muchos años Akko le enseñó en uno de sus tantos reencuentros, casi de manera inconsciente ella llevó sus manos a la altura de su cuello. Como era de esperarse ella pudo sentir la superficie cristalizada de dicho objeto bajo el polo y lo acarició con cuidado.
Por la mente de Shiori pasó una serie de dudas sobre si aquella imagen fue solo una ilusión o quizás tal vez verdaderamente era un fragmento del alma de la deidad dentro de la armadura, como lo que ella hace con sus cristales, pero en otra escala ¿Quién lo sabe? Ni ella misma lo sabía con exactitud cómo responder a ellos con tantas posibilidades.
- Fgna... gloria al rey Grim. – Ronroneó una voz a su lado.
Shiori sintiéndose estática solo movió el iris de sus ojos escarlatas a un lado junto con su cabeza para ver que cerca de ella allí estaba Grim plácidamente dormido en forma de ovillo mientras murmuraba entre sueños.
Al inicio la sacerdotisa solo se le quedó un buen rato mirándolo quieta y sin pestañear. Tenía miedo de que la imagen se cambiará de un momento a otro al siquiera parpadear una vez y por un segundo pensó que quizás este sería otra clase de sueño que se tornará en pesadilla, pero si quería saber la verdad entonces tendría que moverse y ser valiente.
Desplazándose lentamente a un lado, Shiori encendió el Ajna de sus ojos, movió con cuidado su mano tatuada hacia la cabecita del felino. Casi a mitad del camino iba a desistir de la idea de tocarlo, pero teniendo en cuenta sobre sus pensamientos entonces sin pena y gloria terminó por cerrar el contacto suavemente con el gato y finalmente pudo sentir como su cuerpecito subía y bajaba en armonía con la respiración suave.
Obviamente Grim al sentir el calor de la sacerdotisa, de manera inconsciente, se restregó bajo aquella mano gentil expresando su total comodidad. La tranquilidad era tanta que siguiendo a la fuente de calor se aproximó a ella y se abrigó cerca de su pecho para continuar sintiendo los mimos de la albina mientras continuaba durmiendo.
- Una respiración... Un latido... Una calidez... – Ella enumeró. - Una suavidad ...Un aura.
Shiori al reconocer dichos rasgos típicos de un ser vivo no pudo evitar derramar varias lágrimas al compás de un retenido llanto de alivio. Fueron tantas las emociones del momento que ella abrazó con cuidado el cuerpo de Grim hacia ella para sentir su calor.
Esta era la realidad.
- Gracias kami-sama... Gracias buda... - Susurró Shiori ya con los ojos de vuelta a la normalidad.
Ella verdaderamente estaba muy agradecida por el hecho de no estar atrapada en otra pesadilla.
De pronto la puerta del cuarto se abrió revelando la imagen de un gemelo Leech trayendo una taza de té en una de sus manos mientras que la otra sostenía un paquete.
- Señorita Shiori... Grim... es hora de levantarse. – Dijo elegante Jade mostrando aquella cara amigable como todo un buen anfitrión.
Desde hace un par de minutos tanto él como Azul y Floyd habían ayudado a regresar a Shiori de vuelta a su cama para que ella pudiera descansar un poco más con las esperanzas que ella pudiera amanecer más tranquila, hasta le había traído un té como una adición, pero al ver como los ojos de la chica estaban derramando lágrimas otra vez entonces su expresión cambió a uno de preocupación.
Jade, cerrando la puerta con el pie para tener un poco de privacidad, se acercó a la cama del dormitorio, dejó las cosas cerca de la mesita de noche y la empezó a examinar en búsqueda de alguna señal de dolor.
- ¿Qué tienes? ¿Te duele algo? – Preguntó él.
Shiori intentó controlar sus emociones inestables, pero el ver a Jade también vivo y siendo el mismo tritón de siempre le trajo un poco más de calma a su corazón.
- No...no es eso Jade... - Shiori, incorporándose de la cama, intentaba buscar las palabras adecuadas mientras intentaba cubrirse sus ojos para que no notara que estaba llorando. – Perdón... es solo que...
Jade viendo cada acción de la joven, suavizó su mirada heterocromática y sacándose el guante acercó su mano desnuda en la mejilla de la joven dejando sorprendida a la sacerdotisa al mismo tiempo que ella sentía como la otra mano era tomada por Jade y la baja lentamente con el fin de que no le ocultara sus ojos escarlatas.
Por algún motivo su contacto físico no generaba aquella ansiedad de siempre aparecía en el corazón de Shiori ¿Era alguna clase de consuelo silencioso quizás?
- ¿Tuviste un mal sueño? – Preguntó el gemelo con cuidado.
Luego de pensarlo detenidamente ella respondió:
- Algo así... - Ella poco a poco fue recuperando el ritmo tranquilo de su respiración.
Hubo otro momento de silencio, pero aun así no fue incómodo.
- ¿Quieres hablar de ello? – Jade preguntó con cautela y tacto.
Shiori levantó su mirada y miró directo a los ojos heterocromáticos del gemelo. Había pensado nuevamente en aquellas miradas enojadas que vio en sus sueños y de cómo era tan distinta a la suavidad de aquellos ojos que ahora la observaba en esta realidad.
¿Sería correcto decirle acerca de lo que vio?
Se sentía muy indecisa ya que por un lado siempre es bueno contarle a alguien algo que a uno le aflige, pero retornando a su pequeña costumbre, ella no quería preocupar a nadie.
A veces este pequeño detalle de ella misma le enojaba ya que no le permitía expresarse. A pesar de que ya había lidiado con aquella inseguridad en el torneo de Savanaclaw pareciera ser que todo su progreso a querer mejorarla se hubiera derrumbado en un instante por culpa de un sueño propio lo cual le resultó muy irónico. Era como si repentinamente hubiera regresado a ser aquella niña indecisa e insegura que vivía miedo de saber cómo una pequeña decisión suya podría cambiar la vida de otro.
No quería que eso nuevamente la detuviera, pero una cosa era pensarlo que hacerlo en el momento.
Por otro lado, Jade, al ver en esos ojos toda la confusión y duda plasmada en esa mirada recordó aquellas memorias del pasado que vio en sueños. Gracias a ellas él pudo comprender un poco más las emociones por las que ahora quizás Shiori estaba pasando.
Él dedujo que en estos momentos lo que sé que haya visto fue algo que la pudo haber desestabilizado y que muy probablemente se encontraba en un dilema si hablar o no.
Podría haber intentado usar su magia única para ver qué era eso que dejó exaltada a Shiori, pero pensó que no sería adecuado y además no lo hubiera podido hacer por respeto únicamente a ella. Por lo que decidió optar por otra decisión mientras seguía secando el rastro de lágrimas.
- Descuida, no te voy a obligar a decírmelo. – Comentó Jade casi en cálido susurro. – Sin embargo, quiero que sepas que cuando te sientas lista... puedes contar conmigo ¿De acuerdo? Con mucho gusto te prestaré mis oídos para escucharte.
Shiori agradeciendo en silencio esa opción soltó un suspiro y asintió lentamente su cabeza.
- Te traje un poco de té verde. – Comentó el heterocromático mirando brevemente la taza. – Solo espero que no se haya enfriado.
- Te lo agradezco, perdón por las molestias. – Dijo ella en un tono casi bajito.
Jade aún no se sentía satisfecho con esa respuesta por lo que tratando de animar un poco los ánimos de la joven y viendo que estaban solos entonces con un tono casi nasal le dijo:
- No tienes que. También estamos aquí para cumplir sus deseos. Gracias. Gracias.
Shiori, ante ese perfecto tono de voz similar a Ed Sullivan, no pudo mantener esa mirada melancólica y en cambio se llevó delicadamente las manos a la boca y trató de contener inútilmente una risita por aquel infomercial que hizo aquel gemelo. Casi era como si él intentara imitar el mismo carácter del genio de la lámpara en Aladdin.
Puede que no era la brillante sonrisa que ella daba siempre, pero con ser capaz de hacerla olvidar momentáneamente aquel mal sueño entonces ya era más que suficiente para Jade, aunque honestamente quería escuchar más de esa aterciopelada risa.
- ¿Qué pasa? ¿De nuevo estás llorando? – Sonrió Jade casi mostrando sus dientes puntiagudos y sosteniendo con sus dos manos sobre ambos lados de las sonrojadas y suaves mejillas de la joven con el fin de picarlas a modo de cosquilleo, generando que ella ahora soltara una que otra pequeña risita. - ¿Quizás debería hacerle más cosquillas para que no llore, señorita Shiori? No queremos llegar a eso ¿O quizás sí?
- No. no. No es necesario. – Dijo Shiori ahora más tranquila, tanto así que ella sostuvo, con su mano tatuada, una de las manos de Jade para detener el cosquilleo. – Pero gracias por eso, ya me siento mucho mejor.
- Fue un placer. – Respondió Jade, pero sin aun separarse.
- Te daría un abrazo ahora, pero siento que lo haré incómodo. – Comentó ella a modo de broma...
Sin embargo, para Jade eso no representaba ningún problema.
- Por mi... no es ningún problema señorita. - Jade se acerca un poco.
Fue en ese mismo instante que sus miradas se conectaron una vez más, puede que la albina estuviera casi despeinada y desarreglada a comparación de Jade que ya estaba vestido presentablemente, pero eso no quitaba el hecho de que ambos estaban empezando a sonreír cálidamente el uno contra el otro.
Aunque luego de hablar por fin lograron despertar al felino que rompió su ciclo de sueño.
- Ffnya... ¿De qué tanto hablan? – Dijo Grim sobándose sus ojitos. - ¿Iremos a marchar al oasis?
Como si eso no fuera suficiente alguien quien venía a la habitación, que había escuchado el comentario el felino y que aparte revisaba consigo un registro de papeles de horarios distribuidos que había realizado en poco tiempo como parte del plan que tenían que hacer, abrió de nuevo la puerta y reveló su identidad:
- Nos levantamos tan temprano precisamente para evitar eso. – Aquella persona era Azul acomodándose sus lentes para levantar su mirada y sonreírle encantadoramente a la albina, como le hubiera gustado empezar su día. – Buenos días Shiori, Es hora de...
Pero en cambio sus palabras y sentimientos felices se cortaron a medio camino, juntos con el agrietamiento inexplicable de las lunas de sus lentes y la gruesa pila de papeles partidas a la mitad de manera verticalmente limpia en el que cada una parte era sostenida por las manos de Azul.
Él no podía creer lo que sus ojos azul cielo miraban. Sentada en esa cama, toda sonrojada y con los ojos casi brillosos se encontraba su medusa siendo acariciada de manera delicada por Jade quien le sonreía con aquella sonrisa cálida que enamora a uno.
- Jade... - Deletreó sombríamente Azul con una vena pulsante sobres su frente. - ¿Se puede saber que estás haciendo?
Al instante los presentes se percataron de la presencia de Azul en especial cierto susodicho que estaba riendo internamente.
- ¡Oh! Buenos días Azul. – Saludó Shiori, sonriéndole en un inicio al mencionado ya que aquella no expresión no duró mucho al ver con una gota de sudor como resultaron aquellas hojas de papeles partidas a la mitad. – T-Tus papeles...
Azul iba a comentar algo acerca de esta escena cuando vio la leve irritación que tenían los ojos de su medusa, cosa que le llamó la atención.
- ¿Pasó algo? – Preguntó cautelosamente, aunque con un tiño de celos. – Tus ojos están irritados.
- ¿Eh? No... es decir sí, pero no... Lo que pasó fue que - Trató de explicar avergonzadamente Shiori. – Solo tuve una pequeña exaltación debido a un sueño... nada más...
En medio del tartamudeo de Shiori, Jade, dirigió su mirada hacia su líder para enseñarle a propósito una sonriente y radiante cara "inocente" mientras respetuosamente no se mostraba afectado por las expresiones que hacía Azul:
- Vaya Azul, no te había visto venir. Mil disculpas, nada más vine únicamente a despertar a la señorita Shiori y ofrecerle una calidad taza de té como a ella le gusta. – Entonces regresó a la albina ahora sosteniendo su barbilla para que ella únicamente lo mirara sólo a él. - ¿No necesitas algo más señorita?
Shiori sin entender el contexto de dicha acción, no se inmuto y siendo modestas solo le dijo:
- No, no te preocupes Jade. Una vez más te lo agradezco.
- Me alegra escuchar eso. – Respondió dulcemente Jade acomodando a propósito el mechón recto de la albina con su otra mano libre para ganarse la mirada fulminante de cierto líder que trataba de no explotar y quedar en ridículo frente a su medusa, pero viéndolos lo cuan juntos estaban fue una fuerte patada en el vientre. – Cuando me necesites ya sabes dónde encontrarme y con mucho gusto podríamos continuar lo que dejamos pendiente...
Adiós a la paciencia. Antes de que Shiori le respondiera al gemelo, Azul, con pocos trotes fuertes tomó el hombro del gemelo y les dijo a secas:
- Tú y yo... Afuera...
Y así Azul terminó jalando al sonriente Jade del brazo hacia las afueras del dormitorio para tener una pequeña charla "amistosa" con su vice-líder, dejando atrás a unos confundidos Grim y Shiori.
- ¿Q-qué acaba de pasar? – Preguntó Grim confundido.
- Creerme, también estoy muy confundida. – Comentó Shiori tomando la taza de té entre sus manos.
El solo percibir el aroma fresco de las hojas de té verde emanar del líquido le generó una sonrisa en su rostro seguido del primer soborno.
Un sabor totalmente equilibrado y sin nada de azúcar, tal y como ella recordaba el sabor de la infusión que preparaban en las ceremonias del té de su templo... un sabor nostálgico.
Luego del primer sorbo junto a una exhalación ella agregó:
- Hoy las mascaras caerán y con ellas las verdades surgirán. Me pregunto si estaré lista para eso... - Luego pensó en una persona de la cual estaba aún más preocupada debido al presentimiento y lista de acontecimientos podrían pasar el día de hoy. - Jamil
Pudo haberse perdido en pensamientos cuando de pronto la voz de Grim la interrumpió.
- ¿Ffgna? ¿Qué es eso? - Dijo señalando con su pata a un lado.
Shiori, haciendo caso a las palabras del gato, giró su cabeza a un lado y abrió sorprendida sus ojos ante el paquete que Jade había dejado, pero que traía una nota encima.
- Ah, eso es...
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Dentro de las habitaciones del líder de dormitorio un dormido Kalim respiraba tranquilamente bajo las lujosas sábanas que tenía su cama.
- Te gustará esta jalea... Diamante... - Murmuró entre palabras el Líder del dormitorio de Scarabia. – Son de ñame...
Por cómo se veía la línea de baba caer sobre la comisura de sus labios y la sonrisa se podría decir que la estaba pasando bien en sueños.
- Buenos días, Kalim. – Dijo una voz elegante sonando a un lado de él.
- Mmhh... ¿Jamil?... Buenos días – Comentó Kalim empezando a salir de su sueño, aunque fueron solo para cambiar su posición hacia el otro lado de la cama.
- De hecho, no, Yo soy Jade. – Rio levemente el gemelo. – Supongo que nuestros nombres tienen cierta similitud... Fufufu.
Al instante todo rastro de sueño que tenía Kalim se esfumó al no escuchar la voz reconocida de Jamil que se levantó medio confundido para verificar verdaderamente que no era alguna falla en la matriz que, sino que en realidad quien lo despertó no fue su vice-líder sino fue Jade con la cara llena de marcas moradas en formas circulares y no solo eso, sino que la mayor sorpresa se lo llevó cuando vio al resto de los presentes.
- ¿Eh?... ¿Eh? ¿Qué están haciendo todos aquí? – Kamil inclinó la cabeza a un lado. - ¿Qué le pasó a tu cara Jade?
- Te he preparado una muda de ropa y algo de té para ayudarte a despertar y comenzar el día. – Comentó Jade extendiendo de manera educada la taza. – Y por lo de las marcas no se preocupes, me topé con un gigante pejelagarto enfadado.
- El "pejelagarto" tenía sus motivos. – Enfatizó entre murmullos Azul, casi echando humo por su cabeza.
- ¿Eh? ¿Un pejelagarto? ¿Qué? ¿Eh? ¿Y Jamil? – Comentó Kalim aún más confundido que antes, aunque terminó aceptando la taza.
- No te preocupes. – Agregó Azul entregando el conjunto de ropa que usualmente Kalim usaba. – Somos más capaces de ayudarlo con las tareas sencillas.
Toc... Toc... Toc...
Después de aquel llamado, la puerta de la habitación fue abierta de par en par para mostrar a Jamil entrando como de costumbre para realizar la misma rutina de todos los días.
- Kalim, ya es hora de que... ¡¿Qué?! - Pero las palabras de Jamil se cortaron abruptamente al mismo tiempo que sus ojos miraron con paso a las personas presente en la habitación de su amo. – Azul, Jade ¿Qué hacen aquí con Grim?
- ¡Aaah, Jamil! Buenos días. – Azul saludó "inocentemente" – Este es tu día de suerte. Siéntase libre de tomarte un descanso si quieres porque ahora nosotros cuidaremos del joven Kalim por usted todas las mañanas a partir de hoy hasta el final de las vacaciones.
- Yay, así es. – Vitoreó alegremente Grim apareciendo en escena con un corbatín morado pegado a su cuello y sosteniendo una toalla, como todo un mayordomo.
Técnicamente la mañana para Jamil una vez más lo tomó muy desprevenidamente por los cabellos que ocasionaron que cada vez más viera este escenario totalmente descolocado.
- ¡¿Disculpa?! – Respondió alarmado Jamil.
- Luego de discutirlo mucho nos hemos dado cuenta de algo mientras charlamos anoche. – Azul le dijo a Jamil "recordando" la noche de juego. – Que tú, mi querido compañero, eres el único estudiante trabajador que ha estado trabajando tan duro día tras día, Jamil.
- Después de todo. Scarabia nos ha dado la bienvenida gentilmente. – Añadió Jade. – Y pensamos que deberíamos hacer algo por ti a cambio.
- Nosotros somos... ¡La "Fabulosa Liga Desintoxicante Super Mindfulness De Facilitación y Relajación para Jamil"! – Presentó Grim ahora levantando animadamente sus patitas al aire. – o abreviando... la FLDSMDFR para Jamil.
Uno esperarías un efecto de sonido o un cartel de neón para indicar los aplausos en el ambiente, aunque la realidad era que solo Jamil tenía los ojos en blanco combinado con un tic nervioso ante aquella "Ayuda" que ofrecía el grupo de Octavinelle.
- ¿Qué clase de nombre es ese? E-eso es estúpido... - Murmuró honestamente Jamil, pero para asegurarse de que nadie lo escuchara rápidamente cambió sus palabras. – Eso no es necesario.
Sin embargo, para otra personita fue como si la misma iluminación hubiera llegado a su cabeza después de un largo tiempo.
- Oh... OH... ¡OHHHHHHH! – Exclamó Kalim con estrellitas en sus ojos. - ¡Es una grandiosa idea! Siempre he estado tratando de encontrar una manera de facilitarle las cosas a Jamil.
- Es maravilloso presenciar los nobles sentimientos de Kalim por su asistente. – Habló Jade sacando un pañuelo de su abrigo para limpiarse la lágrima falsa de cocodrilo y compararlo con su líder. – Si Azul aprendiera un par de cosas de ti, sería tan feliz.
- ¡Ahahaha! – Rió sarcásticamente Azul tratando de mantener su sonrisa, pero con una venita pulsante adornada en su frente. – Realmente te gusta meterte en los asuntos de otras personas ¿No es así Jade? Tengo el presentimiento de que el pejelagarto está regresando.
Pero tuvo que dejar todo eso de lado para seguir con el plan.
- Dicho esto, puedes estar tranquilo y dejarnos todo esto a nosotros Jamil. – Dijo el joven con lentes, aplaudiendo dos veces. – Disfruta de tu tiempo libre.
- ¡Aceptaré esta oferta! – Asintió hiperactivamente Kalim. - ¡Bien por ti, Jamil!
- Muy bien, Joven Jamil. – Jade tomó de los hombros del mencionado y lo guió rápidamente hacia la puerta. – Por favor, tomate un buen descanso.
Y con portazo en la cara Jamil se quedó en el silencio del pasillo todavía procesando lo que acababa de pasar.
- ¿Qué diablos están planeando? – Murmuró Jamil con un ojo aun temblando. – No tengo tiempo para descansar, debería ir pronto a preparar el desayuno.
Sin nada más que pensar, dejó de quedarse quieto mirando a la puerta cerrada y se dirigió hacia la cocina de Scarabia, pensando en el menú y la cantidad de platos que tenía que realizar el día de hoy. Parecía ser que el día sería muy agitado... ¿Verdad?
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- ¿Pero qué diablos está pasando aquí? – Comentó Jamil una vez más abriendo bien los ojos ante otro escenario inesperado.
Todos los estudiantes de Scarabia se movían de un lado a otro atendiendo las sartenes, sazonando los ingredientes salados en ollas soperas y cortando los vegetales a la velocidad que ellos podían. Técnicamente aquí no había nada fuera de lo común ya que eso era lo normal que hacía, lo que sí llegó a sorprender al vice-líder era ver a la última persona que pensaría que dirigiera a varias personas y pedidos al mismo tiempo y sin perder la paciencia.
- Oye, pequeño pececito. Aún no le han dado los toques finales a eso, así que no te lo lleves. – Informó Floyd a dos de los estudiantes que casi se llevan los platos a la mesa principal.
- M-mis disculpas. – Respondió el joven dejando en paz el plato.
- Las verduras ya están fuera del horno. – Comentó otro estudiante sacando con guantes las bandejas que emitían un delicioso y picante aroma.
- Ya lo he probado, así que pónganlo sobre la mesa. ~ - Respondió relajadamente Floyd.
- ¡¿El desayuno ya está listo...?! – Dijo Jamil sintiendo aún más en una dimensión desconocida, pero conociendo el temperamento de este gemelo en específico cuando uno le da la contraria no era algo por lo que quisiera pasar y menos el día de hoy. Así que tratando de seguir la corriente solo trató de contener sus emociones. - ¿Hiciste todo esto, Floyd?
Al escuchar su nombre el heterocromático giró su cabeza hacia el origen de la voz familiar.
- Buenos días serpiente marina. – Saludó Floyd. - Así es, yo y los pescados fritos de Scarabia hicimos todo esto. – Movió su brazo en forma de abanico para presentar todos los platillos que se estaban formando en la barra de cocina antes de ser colocados en la mesa principal. - ¿Sabías que Azul te informó que seríamos tus ayudantes verdad?
- N-No hay problema... - Comentó Jamil con una gota de sudor bajando de su mejilla, pero aun así eso no lo tranquilizó para nada. – Pero no puedo dejar que un invitado trabaje en los dormitorios.
- Hmmm Técnicamente no somos invitados. Más bien somos tus compañeros de entrenamiento.
Aun así, Jamil trató de refutar.
- Pero, Kalim solo come comida preparada para mí por qué le preocupa ser envenenado.
- ¿Hah? ¿Perdoname? ¿Qué estás insinuando? – Floyd hizo un puchero de desconcierto. – ¿Crees que yo no puedo preparar una buena comida? y no solo eso si no que crees que la envenenaría. - Luego de eso colocó un puchero. - Eres muy cruel serpiente marina, le diré a Koebi que no te gusta mi comida.
"¿Qué, acaso es tu madre?" Quiso decirle Jamil de frente pero no quería tentar el mal humor por lo que tuvo que reprimir su enfado.
- No lleguemos a extremos. - Respondió Jamil tratando de no poner de mal humor a Floyd aunque el hecho que mencionara a la chica que hasta ahora no ha aparecido le llamó la atención. - Un momento... ¿Shiori no estaba por aquí?.
Entonces desviando su mirada por todos lados estaba buscando la cabellera blanca pero no estaba por ningún sitio. ¿En dónde estaba?
- Ella tenía otras actividades que hacer por lo que se quedó a cargo de preparar la mesa aparte de preparar un pequeño implemento. - Comentó Floyd recordando lo que Azul le pidió que repitiera a Jamil si en caso estaba buscando a Shiori. - Oh, volviendo a tu tema. Si te preocupa tanto entonces deberías hacer la prueba del veneno, la bebe nutria comerá todo lo que tiene tu sello de aprobación ¿Verdad?
- Eso es... - Jamil quería refutar, había algo que no le cuadraba pero al ya verse acorralado no le quedó de otra más que aceptar de mala manera la propuesta. - Probablemente estaría bien...
En eso tanto el estudiante de cabellera castaña junto al de cabellera morada traían con ellos mismos pocillos de metal con una pequeña porción de lo que habían cocinado.
- Vice-líder de dormitorio. ¡Pruebe las verduras asadas que hicimos! - Dijo el castaño.
- Creo que esta sopa resultó bastante bien, pero... ¿Qué le parece? - Dijo el pelimorado.
- E-esta bien, los probaré a todos- Comentó Jamil respondiendo a cada respuesta. - Sin embargo ¿Se prepararon para la marcha? Usualmente comemos cuando regresamos...
En eso apareciendo repentinamente en un parpadeo al lado de Jamil, Azul, con su encantadora sonrisa le respondió:
- Y es por eso que yo, como jefe del dormitorio de Octavinelle, le ofrecí al joven Kalim una pequeñísima propuesta con respecto a los desfiles.
A Jamil casi le da un micro paro cardíaco por aquella repentina aparición.
- ¡Wah! ¡¿De dónde saliste?! - Dijo Jamil.
Pero Azul continuó con su explicación.
- En lugar de hacer caminatas largas y hacer un ejercicio aeróbico que implica marchar a larga distancia pensamos que a lo mejor el entrenamiento con pesas moderadas tendrá un mayor impacto en la mejora de la resistencia y la fuerza. - Honestamente Azul realmente preferiría hacer este tipo de ejercicio antes de deshidratarse bajo el sol por lo que esta propuesta también le beneficiaba a él, pero tendría que probar con hechos que su propuesta estaba fundamentada. - Más importante aún, el desierto es extremadamente caluroso y me preocupa mucho que muchos cayeran por la insolación.
- Ustedes tienen una fuente realmente grande justo afuera ¿Verdad? - Comentó alegremente Floyd. - Es mucho más divertido simplemente nadar.
- De hecho. Según mi experiencia, nadar ayuda a quemar grasa mucho más rápido que caminar. - Añadió como último punto Azul recordando todo el esfuerzo y régimen que tuvo que hacer de niño para llegar a lo que es ahora.
-En otras palabras ¿Ya no tendríamos que marchar todos los días? - Preguntó el estudiante con cabello castaño en un tono lleno de esperanza.
- ¡Es la mejor idea que he escuchado! - Vitoreó el joven de cabello morado a su lado. - ¡¿No lo cree así vice-líder?!
Jamil solo pudo sonreír incómodamente mientras que por dentro maldecía con la mirada al trío de Octavinelle.
- Así es y con nuestra instructora las cosas serán mucho más interesantes. - Murmuró lo último Azul ocultando su sonrisa. -El desayuno también es la comida más importante del día para ayudarlo a mantener la energía y la concentración durante todo el día, tengan cuidado de no comer demasiado.
Luego de aquel consejo de parte de Azul las últimas personas también empezaron a llegar comenzando con Jade, Kalim y Grim quien iba siendo sostenido por el albino.
- Buenos días. - Saludó Kalim a todos los estudiantes quienes respondieron al saludo. - Oh, ¿Ya está lista la comida?
- ¡Waoooh! Todo se ve delicioso. - Comentó Grim con el hocico casi echando baba.
- Parece que Floyd se siente bien hoy. - Sonriendo Jade mirando con aprobación la pulcritud y presentación de los platillos. - Si no está de buen humor, entonces la comida tendría un sabor acorde a eso, ya saben cosas normales en mi hermano...
Al instante la nube de ilusión de Grim se rompió ante ese comentario.
- ¿Porque siempre se tienen que desquitar con la comida? - Chilló Grim inflando sus mofletes. - ¿Qué culpa tienen ellos de sus estados de humor? Ahora ya me da miedo comer.
En eso una femenina voz extra apareció finalmente a escena.
- No digas eso, estoy segura que Floyd hizo un buen trabajo.
El gato reconociendo la voz de su secuaz entonces movió su cabeza a un lado junto con el de los demás y lo que vieron los dejó con la boca seca, con los ojos abiertos y un leve sonrojo en sus mejillas a excepción de dos personas.
Frente a ellos Shiori se encontraba radiantemente con el cabello bien cepillado y limpio. Llevaba puesto un vestuario deportivo que consistía en una casaca blanca abierta que mostraba que por dentro ella tenía puesto un transpirable y ceñido polo oscuro de manga corta con cuello de tortuga acompañado de unos short oscuros que llegaban hasta los muslos pero a partir de aquí este fue punto focal importante de los chicos porque las piernas de Shiori se podrían catalogar como las piernas que debería tener una gimnasta: la completura tonificada ideal para emplear los saltos pero mezclado con la suavidad perfecta para verse femeninas, aquellas extremidades eran casi ocultas con una medias largas negras que moldeaban bien su forma, claro dejando un espacio libre entre el short y la calceta para mostrar un poco de piel y como último detalle las zapatillas blancas con franja rojas a sus lados.
- Chicos, la mesa ya está lista para colocar los platos. - Comentó Shiori al resto de los residentes de Scarabia quien asintieron sus cabezas para luego llevar todas las fuentes que ya estaban listas.
- Mirada al frente. - Refunfuño ahora el pelicastaño del grupo sosteniendo firmemente la cabeza de cierto pelimorado que llevaba dos fuentes al mismo tiempo.
- Ni que fuera tú. - Comentó sarcásticamente el pelimorado haciendo un puchero aunque sonriendo por dentro de ver como adorablemente su compañero tenía estas actitudes infantiles por sus celos.
Con la gran mayoría de los estudiantes fuera ahora solo quedaba un reducido grupo protagónico.
- El patio también estaba listo para el entrenamiento de hoy. - Shiori sonrió. - Estoy esperando a que llegue.
- Oh, yo ya me estaba preguntando dónde estabas. - Comentó Grim saliendo de los brazos de Kalim para luego ser cargado por Shiori.
- Si tenía que dejar todo listo para el entrenamiento del día de hoy. - Acomodó al felino en su pecho como si fuera un niño pequeño. - Estoy emocionada... ¿Qué tal las cosas aquí? - Preguntó por último a los chicos presentes.
Rápidamente la gran mayoría de ellos salieron de su ensueño y trataban de mirar únicamente la cara de la sacerdotisa mientras le asentía la cabeza.
- Oh sí todo está bien Shiori. - Azul acomodaba sus lentes para disimular. - ¿Tuviste algún problema con algún percance?
- No, por suerte no hubo problema. - Dijo ella aunque había notado como Kalim todavía tenía la mirada perdida. - ¿Kalim?
Jamil al ver que el albino no quitaba la mirada de ella entonces por primera vez sintió una extraña sensación diferente a las anteriores dentro de él a lo largo de los años de convivencia que provocaba que él afilaba su mirada. Por lo que para evitar que Kalim siguiera con esa mirada entonces le dio un leve golpe de su codo para regresarlo abruptamente a la realidad para que por default Kalim dijera:
- Eh. ¡Ah! Sí todo está muy hermosa... - Quiso sonar amigable como siempre, pero el tiro le salió por la culata y ya fue tarde cuando se percató de lo que dijo - ¡Es decir BIEN! ¡Todo está bien! ¡No hay nada malo con el día...! ¡No digo que esté feo! ¡No! ¡No! ¡No! ¡Todo lo contrario! Ya sabes... es un buen día para... para... - Balbuceó Kalim empezando sonrojándose y llegando dijo sin pensar. - ¡PARA COMER JALEAS!
Hubo un silencio incómodo, todos los presentes tenían una ceja alzada, miraron raro a Kalim quien empezaba a sentirse avergonzado como nunca en su vida, aunque él tan solo ver su sonrojo le daba una pinta adorable.
Sonriendo burlonamente en secreto, Jamil, solo miró a otro lado como si no hubiera hecho nada.
Era muy obvio que muchos de los presentes ya saben para quien fue dirigido ese obvio intento de cumplido pero al ver que él mismo líder de Scarabia se ponía su propia traba entonces era un peso menos..
- "Al menos su principal rival es él mismo." - Pensaron muchos
Claramente Shiori lanzó una encantadora sonrisa ante el comentario de Kalim y también le siguió la corriente para al menos calmar su incomodidad..
- Sí, es un lindo día. - Respondió ella mirando a la ventana para ver el cielo claro.
Si era un lindo día, parecía que nada podría arruinarlo.
- Oh, casi lo olvido. Muchas gracias por el atuendo Jade. No me esperaba este detalle tuyo. - Agregó como último la sacerdotisa.
A no ser por ese comentario.
Casi al instante de escuchar esas palabras los jóvenes se ensombrecieron la frente en especial las de Azul y Jamil.
- "¡¿Espera qué?!" - Pensaron en simultáneo para mirar a la dirección del gemelo tranquilo.
Así es, la segunda persona que estuvo tranquila desde la llegada de la albina, aparte de Grim, fue el mismo Jade quien daba una sonrisa tranquila que no le fue de agradado ni tanto para Azul como para Jamil ya que sabían que tras ese rostro inmutable Jade se estaba riendo internamente de los demás presente, como si hubiera ganado en algo.
- Menos mal que le haya gustado, señorita Shiori. Le queda anillo al dedo. - Comentó tranquilo Jade para luego desviar su mirada hacia un lado en donde se encontraban Jamil y Azul para sonreírle presumidamente con sus ojos. - El solo pensar en lo incómoda que podrías haber estado en estos días usando ese conjunto de invierno en un clima caluroso y seco me preocupaba mucho.
Jamil llevó sus manos a la espalda para apretarlas con fuerza mientras presionaba los dientes debido a aquella punzada que volvió a atacar en su interior al ver como Jade "osadamente" se acercaba a la albina.
- Fue muy amable de tu parte, gracias. - Shiori agradeció verdaderamente.
Si bien era cierto que Jade la trataba siempre cortesía después de los acontecimientos de Octavinelle se podía sentir que algo con ellos cambió ya que el día de hoy ha sido muy dulce y amable de lo usual, y eso es algo que ella verdaderamente apreciaba desde el fondo de su corazón.
- No se preocupe señorita. - Respondió Jade. - Al fin y al cabo usted me regaló un lindo terrario, además que siempre mantienes el buen humor a Floyd cada vez que puede... "Tenía que devolverle el favor de algún modo".
Ante ese énfasis en aquellas palabras por parte de Jade, Azul, empezó a notar ciertas cosas que le empezaron a sonar sospechosas desde su punto de vista
- "Un momento Floyd en la noche anterior le había comprado una ropa que iba acorde a la estatura y el apodo de Shiori ¿Y ahora Jade también le había comprado un conjunto que calzaba con sus medidas?" - Azul era perspicaz, no tardó mucho en atar los cabos detrás de esas acciones para darse algo que técnicamente pasó frente a sus ojos y que no se dio cuenta. - "¡ESOS DOS SON UNOS COPIONES! ¡Sabían desde un inicio que yo tenía planeado darle un regalo a Shiori y ahora la oportunidad de sorprenderla se arruinó! ¡Esos dos se adelantaron!"
Jade al ver como Azul refunfuñaba, como todo un púlpito enojón, solo sonrió presumidamente de un lado al lograr su objetivo cometido: "Dejar en claro que él también tenía sus trucos para cortejar más a Shiori."
- "Ugh, ríe mientras puedas Jade. Ya verás. cuando regresemos al Mostro Lounge trabajaras sin para hasta los huesos se te vuelvan polvo y te reseques a medio camino." - Y luego cambió su mirada hacia el otro gemelo. - "También va para tí Floyd..."
Pero al girar su cabeza Floyd ya no estaba en donde se supone que debería estar parado. La pregunta "¿A dónde rayos se había metido?" rondaba incesantemente por la cabeza de Azul, o al menos duró hasta que giró su cabeza hacia otros 180°.
- ¿F-Floyd? - Comentó Shiori mirando hacia abajo con un signo de interrogación sobre su cabeza.
Sin embargo para los otros fue como una patada en la cara ya que ahora aquel gemelo tritón se encontraba abrazando las piernas de la albina con fuerza como si fuera un niño chiquillo abrazando en regazo de su madre mientras que sus ojos heterocromáticos botaba mucho muchos brillitos y su mejilla se frotaba de un lado a otro en los blandos muslos.
- Renunció la existencia de otros dioses, esta es mi nueva religión ahora.~ - Comentó Floyd sin pena y gloria mientras tenía una gran sonrisa. - Es tan blandito como una medusa... - Pero murmurando bajito añadió mientras mostraba sus dientes puntiagudos.- ¿Me pregunto qué sabrán si las muerdo solo un poco?
Puede que ninguno de los presentes haya escuchado ese comentario pero para cierto líder que lleva años de vida compartiendo con el gemelo sabía leer sus acciones y eso lo exalto.
- ¡Floyd! - Exclamó Azul ahora acercándose a la escena para tomar una de las piernas del gemelo travieso y empezó a jalarlo hacia otro extremo - ¡¿Qué diablos estás haciendo?! Sueltala... ¡Estás siendo irrespetuoso! - Pero aun así, Floyd, no se movió de su lugar.
- No~ ...Quiero quedarme aquí. - Floyd hizo un puchero abrazando con resistencia a Shiori. - Si tú nos separas entonces yo me pegaré más a Koebi como un chicle durante todo el día.
- ¡Jade, dile algo! - Azul le dijo al otro gemelo.
- Vaya situación... - Jade riendo elegantemente a la vez que se hacía el ciego. - Pero no veo mucho el problema. Si Floyd está feliz ¿Porque ponerlo de mal humor?
- ¡Jade!
- En tal caso, como medida de precaución. - Entonces Jade se ubicó cerca de la sacerdotisa y la abrazó de espaldas para que junto con su peso sirvieran como un punto de anclaje para que no cayera por culpa del tirón. Aunque a estas alturas: "Cada acción tiene una segunda intención." y el objetivo de Jade era solo estar más apegado a la joven como su hermano.
Azul apretando los dientes solo continuó jaloneando la elevadas piernas de Floyd mientras que los dos gemelos solo reían ante la situación en la que Shiori se veía envuelta. La pobre chica intentaba apaciguar la pelea del trío de manera pasiva y una gota de sudor bajaba de su cabeza.
- ¡Oh! ¿Qué están haciendo? ¡Se ve divertido! - Comentó inocentemente Kalim volviendo a sí mismo. - ¡Muy bien! ¡Yo también me uno al brazo grupal!
Pero antes de siquiera avanzar la mano de Jamil rápidamente se coloca sobre su hombro y lo detiene a medio camino, lo que sorprendió mucho al albino.
- ¿Jamil? - preguntó Kalim viendo a un Jamil con una sombra cubriendo su mirada.
Hubo un breve silencio y todo para Jamil empezó a sonar como un ruido blanco mientras sus ojos no se apartaban de la mirada de Shiori y esa leve sonrisa que ella, aunque claramente aún tenía que seguir actuando como si eso no le afectará por lo que respirando hondamente le dijo:
- No perdamos el tiempo... es hora de ir a desayunar...
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Finalmente después de ese drama en la cocina, todos estaban sentados en la mesa de la sala común de Scarabia.
- Bebe nutria. La serpiente marina ya se encargó de la degustación de venenos en tus comidas. - Floyd le colocó el plato correspondiente de Kalim.- ¡Que disfrutes tu comida~!
- ¡Gracias por la comida! - Agradecieron todos los presentes para finalmente llevar la cuchara a la boca y degustar sus platillos.
Decir que estaba delicioso era comentar muy poco, cada bocado que saboreaban era una explosión de sabores en su paladar.
- ¡Oh, esta sopa está deliciosa! - Comentó Kalim disfrutando la comida.
- ¿De verdad? - Floyd sonrió de oreja a oreja. - Es una famosa sopa de mariscos.
Todos realmente parecían estar disfrutando de este desayuno aunque Jamil no se mostraba de ese modo ya que se mantuvo en silencio e inexpresivo, cosa que Shiori parecía ser la única que lo pudo notar a pesar de estar separados por varios asientos, le preocupa mucho pero sería imprudente resaltarlo en medio de la comida por lo que debía esperar el momento adecuado mientras tanto probaría el camarón de tenía su sopa.
- ¡NO KOEBI! ¡ESTÁS COMETIENDO CANIBALISMO!
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Durante el estudio en conjunto.
- Lo más importante para recordar al hacer encantamientos antiguos es el vocabulario. - Comentó Azul resaltando las palabras clave junto a la explicación en la que consiste el hechizo.
- Honestamente me cuesta mucho memorizar tantas palabras. - Kalim se mostró apenado por este problema que siempre tenía a la hora de estudiar. - Siempre me generan sueño.
- En tal caso tengo el método de estudio perfecto para ti. - Respondió Azul extendiendo la mano para levantarlo de su asiento, cosa que Kalim aceptó sin dudarlo. - Intenta caminar vueltas por la habitación mientras lees las palabras en voz alta.
- Oh, nada mal. - Comentó Shiori, recordando las caminatas que ella daba con sus pequeños para que ellos pudieran memorizar mejor los sutras budistas, los cánticos de los pergaminos y algunas canciones . - De ese modo ayuda a estimular el doble a la memoria.
- Usualmente recomendamos este método para aquellos que no pueden mantenerse quietos mientras estudian. - Añadió Jade como dato extra.
- Me pregunto si yo también podré mejorar con eso... - Comentó Grim en un tono bajito mirando el cuaderno de notas. - Quiero ser un mago decente.
Shiori al notar aquel tono del gato entonces ella se acercó a él y acariciando su cabeza y lo llamó:
- Grim...
Claramente el felino al escuchar eso movió una de sus orejitas y desvió su mirada hacia la albina.
- Estamos todos juntos en esto. - Ella le sonrió suavemente. - Recuerda que eres un luchador, y como uno no estás dispuesto a rendirte; así que demuestra lo mejor que puedes hacer... yo se que lo lograras
Al escuchar esas palabras Grim de algún modo le sonrió de vuelta a Shiori y regresando a su tono presumido pero alegre respondió.
- ¡Pero qué cosas dices! ¡Es obvio que no voy a desistir de mi meta! - Y así Grim tomó el cuaderno de notas entre sus patas y levantándose se su cojín. - ¡Sí puedo manejar esto! ¡Será pan comido! ya lo veras Shiori.
- "Lo se muy bien Grim" - Pensó Shiori mirando orgullosamente al felino.
Aunque en todo el momento de esa conversación Jamil se quedó brevemente mirándola con unos ojos anhelantes ya que él había escuchado aquella conversación motivacional de parte de la sacerdotisa a su compañero de dormitorio.
- "Pareciera como si ella fuera una madre que motiva a su hijo." - Fue lo que pensó Jamil cuando una rápida memoria del pasado pasó su cabeza, pero antes de siquiera detenerse a detallar y recordar cada momento, rápidamente frunció el ceño y esfumó cada amargo recuerdo para nuevamente enfocarse de nuevo en el libro de texto.
- ¡Muy bien, intentémoslo todos! - Interrumpió la voz de Kalim.
- ¡Sí, líder! - Respondieron los demás presentes empezando a levantarse.
Claramente eso hizo que Jamil rápidamente tratara de esfumar esos pensamientos raros mientras miraba como todos los demás residentes ya comenzaba a caminar por toda la amplia sala durante con sus anotaciones. Aunque los únicos que todavía estaban sentados eran Jamil y Shiori.
- ¿Tú no vas con ellos? - Preguntó Jamil.
- De hecho prefiero estudiar de este modo... - Respondió Shiori anotando todo lo escrito de uno de los libros a un cuaderno de anotación que tenía ella- Me resulta más tranquilo.
- Ya veo, supongo que somos dos. - Jamil desvió su mirada hacia las anotaciones de la albina, aunque se topó con la sorpresa que toda la escritura de Shiori estaba en otro idioma extraño, para ser exacto todo estaba escrito en kanjis. - "Es verdad... Ella es de otro mundo..." - Pensó Jamil notando un pequeño detalle.
- ¿Pasa algo? - Pregunto la albina al ver la mirada detenida de Jamil en su cuaderno.
Al percatarse que se quedó callado por mucho tiempo, trató de corregirlo rápidamente y de manera natural.
- Es solo que ahora he notado... ¿Cómo es que no tienes problemas para comprender nuestro idioma? - Jamil ahora cambió su mirada hacia la joven. - Por lo que tengo entendido tú eres alguien que viene de otro mundo, pero aun así no muestran dificultad para entender nuestra lengua ¿Cómo lo lograste?.
Jamil pensó que de ese modo podría averiguar un poco más acerca de esta chica pero tratando de mantener sus emociones al margen.
En cambio Shiori solo abrió sus ojos con sorpresa de que alguien por fin se percataron de ese detalle hasta ahora y mirando con cuidado como muchos de los estudiantes aún siguen distraídos con el otro método de estudios entonces se acercó un poco al joven y con una sonrisita le preguntó.
- ¿Quieres saberlo?
Jamil accidentalmente miró de nuevo esos hipnotizantes ojos escarlatas brillantes y pudo sentir cómo su rostro extrañamente se le empezaba a calentar de manera gradual a medida que no apartaba la vista, pero eso no debía de pasar por lo que manteniendo su rostro tranquilo como siempre y suprimiendo sus emociones solamente asintió con la cabeza, aunque era consciente que podía sentir como su garganta repentinamente se había secado.
Al ver aquella afirmación entonces Shiori cambió la hoja de sus apuntes.
- Aunque no lo parezca la verdad es que la habilidad para comprender los idiomas se lo debemos al idioma muerto que tanto yo como mi familia aprendimos como medio para elaborar nuestros pergaminos y sorprendentemente este lenguaje también aplicó para el suyo. - Comentó Shiori casi en un susurró.
- ¿Un idioma muerto? - Jamil arqueó la ceja.
- Te lo mostraré. - Entonces Shiori empezó a hacer el alfabeto que manejaban en este mundo y a su lado estaba el idioma muerto que tanto ella como a muchos de su familia aprendieron durante varios siglos y milenios atrás tanto para comunicarse secretamente entre ellos.
Luego de varios trazos y símbolos Shiori reveló el alfabeto de dicho idioma.
- Este lenguaje que nosotros manejamos lo llamamos "Okrand o hanashimasu" o el "habla Okrand" Es un dialecto raíz que según cuentan los textos: Se rumoreaba que mi antepasado Ichiro luego de adquirir el sello también ganó una especie de lengua que le permitió conectarse con más personas sobrepasando la brecha que los separaba en aquel entonces que era el idioma de mi mundo.
- Una lengua madre. - Comentó Jamil.
- Algo así. Ichiro intentó compartir dichos conocimientos al pueblo en aquel entonces, pero solo pudo llegar a transmitir el idioma entre los familiares y aquellos que estaban interesados, los cuales terminaron siendo solo unos pocos.
Shiori por un momento se quedó mirando detenidamente ambos alfabetos, esto llamó mucho la atención de Jamil ante el repentino cambio de humor en la joven.
- ¿Qué ocurre? - Preguntó Jamil
- Es que... He notado que nuestros idiomas no son tan diferentes como lo imaginé en un inicio. - Dijo ella con melancolía. - Es un poco raro explicarlo. pero ustedes dominan un idioma muy similar a los que tenía mi mundo como por ejemplo el inglés y hasta creo que habían estudiantes que hablaban francés.- Hizo un pausa para acomodar su cabello. - Al igual que tú también me hizo sorprendente el hecho de que no haya tenido algún problema para comunicarme con ustedes, pero al mismo tiempo también me causa intriga ya que mi cabeza no para de decirme si esto solo es una coincidencia o algo más grande de lo que me puedo imaginar.
- ¿De verdad? - Comentó Jamil mirando sin creer lo que escuchaba.
Una vez más mirando aquel extraño alfabeto y analizándolo detenidamente cada trazo en búsqueda de alguna falla o incoherencia, pero mientras más lo miraba detenidamente empezó a notar ciertos en los patrones que extrañamente casi le parecían familiares. No era como si la figura ya la hubiera visto antes, si no que había uno que otro rasgo que le hacía un poco reconocible si lo comparaba con los textos antiguos.
- ¿Cómo es que con esto puedes aprender otros idiomas? - Preguntó en voz alta Jamil
- He aquí el secreto. - Entonces Shiori empezó a juntar tanto el idioma de este mundo junto de Shiori como ejemplo seguido de todo un proceso para dividir varias gramáticas y sobreponerlas con otras para mostrarle a Jamil de cuántas lo que cada fragmento de cada lengua se amoldaba para llegar a aquel extraño alfabeto.
Este proceso fue bastante llamativo y hasta interesante para Jamil, ya que para alguien que entiende encantamientos antiguos este tema estaba en parte relacionado con los léxicos y las pronunciaciones correctas al momento de leer un conjuro o siquiera una runa.
- Ya veo si aplicas la decodificación a base de deconstrucción además de superponer con gramáticas base de acadio, no importa cuál idioma uses todas al final todas terminan formando el mismo alfabeto. - Comentó intrigado Jamil. - Por ende si dominas este lenguaje entonces es como si dominaras con facilidad el resto de los idiomas... es por eso estudiar idiomas no se te hace un problema.
- No lo pude haber dicho mejor... Es una excelente y acertada acotación. - Ella al inicio respondió alegremente al ver como alguien estaba interesado en este idioma, pero luego una sombra morada se adorna sobre su cabeza. - Si tan solo esto también se aplicará para lenguaje animal.
Jamil se sorprendió mucho ante ese repentino cambio de carácter.
- ¿Tienes problemas con ese lenguaje?... pero si es de los más fáciles. - Comentó Jamil con incredulidad.
Eso solo hizo que aquella sombra morada que estaba sobre la cabeza de Shiori se agrandará aún más a tal punto que también ella empezó a dibujar con su dedo círculos en el piso.
- ¡Los fonemas y las reglas con las que se aplican con lo que me enseñaron se contradicen mucho! ¡El significado cambia mucho si uno modifica siquiera un minúsculo tono de miau! - Shiori lloró cómicamente mientras inflaba levemente sus mejillas a modo de puchero. - Todavía me falta pulirlo más para dominarlo.
Al ver esa cómica aura deprimente le recordó mucho a su hermana cuando era pequeña trataba de cocinar las primeras veces eso hizo que, Jamil no pudiera evitar soltar una pequeña risa ante el recuerdo acompañado una leve sonrisa, cosa que logró cambiar la mente de Shiori quien se sorprendió mucho al ver esa risa que terminó por también contagiar.
Fue un agradable momento pero luego hubo un silencio entre ambos. Podría haber durado por mucho tiempo aunque ya habiendo tocado este tema sobre lenguas y gramática, una llamativa propuesta apareció en la mente de la joven sacerdotisa por lo que lo llamó una vez más.
- Oye Jamil... ¿Te gustaría...? - Al inicio se acobardó un poco pero luego tomando un poco de valentía le dijo a Jamil. - Claro que si tu lo quieres. ...¿Te gustaría aprender el OrkrandHanashimasu?
Jamil al inicio se iba a negar ya que según el deber que tenía que era el vigilar a Kalim por más que Azul y los demás le dijeron que descansara por ello, pero por algún motivo que no pudo explicar al ver una ves esos ojos escarlatas no lo pensó mucho y yendo en contra de lo en un inicio tenía planeado respondió:
- De acuerdo.
...
No fue tan malo como pensó a pesar de que Jamil se había recriminado mentalemente por su momento de debilidad al no negarse a pasar tiempo con la albina. Podía cuestionar su poco profesional métodos que sus emociones respondieron, pero no podía negar que el resultado le resultara cómodo... le gusto mucho este tiempo de estudio.
Nadie sabe cuánto tiempo pasó pero el punto fue que tanto Shiori como Jamil estuvieron tan enfrascados en el dialecto aprendiendo aquella lengua mutuamente e intercambiando palabras simples y de cómo conjugarlos según las reglas gramaticales que el idioma requería.
- Supak , Mehanik es. dap? / Hola, ¿Cómo te llamas? - Preguntó Shiori mirando cara a cara a Jamil que escuchaba con atención cada palabra que la joven le decía.
- Supak, Anik ...- Jamil hizo una pausa para tratar de recordar la conjugación de cada palabra - ...es. Jamil Viper. / (Hola, mi nombre es Jamil Viper)
y con ello se terminó una parte de la lección.
- Mat, Jamil. - Aplaudió Shiori en aquel idioma distinto al nativo. - kaperinkiyishues.
- Solo entendí el pronombre "tú". - Dijo honestamente Jamil mirando casi confundido la albina, quien soltó una adorable risa por la reacción.
- Lewid... Es decir, perdón. - Shiori volvió a hablar normal. - Lo que dije fue: "Buen trabajo Jamil. Tú mente lo captó rápido"
Esas palabras hicieron que un leve cosquilleo en su interior apareciera levemente haciendo que se sintiera cómodo, cálido y hasta feliz. Eso lo preocupó mucho y lo hizo sentir aún más culpable de lo que ya estaba sintiendo, esta no era la idea de su plan y se estaba distrayendo mucho al querer pasar más tiempo con ella y olvidaba su verdadero objetivo.
Era extraño ¿Cómo diablos si quiera un comentario pudiera revolver algo que estaba fríamente planeado?
- No es para tanto. - Habló Jamil tratando de contener esas emociones y mostrar "Modestia" de un alumno promedio. - Solo... solo hice lo que me explicaste. A cualquiera que le hubieras enseñado quizás le hubiera pasado lo mismo.
- ¿Así? - Shiori arqueó la ceja divertida. - Si te soy honesta hasta a un adulto le hubiera tomado toda una semana entera siquiera aprender y entender los pronombres en este idioma. Y tú en tan solo unas horas lograste no solo aprender eso si no que aprendiste a saludar lo cual demuestra tu habilidad...Buen trabajo.
Jamil no respondió había bajado la guardia con ella, aunque si lo pensaba quizás por esta vez podría tomar el cumplido sin tener de aparentar modestia falsa y siendo honesto por una vez. Se sintió bien. Una vez más aquel cosquilleo se manifestó en su cara; por lo que decidió girar su rostro a un lado para que la albina no viera como su cara se calentara, y como anticipación también levantó la capucha de su uniforme para disimular un poco más.
Shiori solo lo miró con los ojos ligeramente abiertos pero al sentir como el aura de Jamil se estaba moderando y mostrando tranquilidad entonces, sentía que iba por buen camino lo cual hizo que ella le sonriera a Jamil, aunque él no la estuviera mirando.
Quizás el momento hubiera sido agradable para Jamil en ese instante de no ser que alguien estuviera llegando a la escena.
- Oh... ¡Realmente siento como varios de los textos se están grabando en mi mente! - Comentó Kalim ya casi finalizando su texto.
- Lo mismo digo. - Comentó Grim.
- ¿Así? - Shiori miró divertida al gato mientras se levantaba para dirigirse al felino.- ¿Entonces no tendrás problemas si te hago un pequeño cuestionario, Grim?
- Hah, Pruébame. - Reto el felino.
- ¡¿Oh, le harás preguntas?! - Kalim también se acercó. - ¿Puedes hacérmelas a mí también?
Pero al momento que Shiori se empezó a alejar Jamil por un instante el joven mencionado la quiso detener, pero no supo cómo expresarlo por lo que solo se quedó quieto en su sitio mirando como Shiori se iba acercándose a Grim y a Kalim quienes estaban cerca del grupo de Octavinelle.
Ante eso Jamil soltó un exhalo pesado a la vez que nuevamente su expresión bajo aquella capucha se endureciera.
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Después de la hora del estudio llegó la sesión de entrenamiento físico a las afueras de Sarabia.
- El ejercicio ligero también ayuda a procesar todo lo aprendido. Sin embargo, no se esfuerce hasta el punto de estar exhausto por que eso solo provocara todo lo contrario al objetivo central de este cronograma. - Dijo Azul ya listo con su traje de educación física.
- Hacer simulación de batallas también ayuda a aliviar algo de estrés. - Añadió Jade como dato extra.
- ¡Aja! ¡Me uniré también! ¡Hay que alocarnos! - Ese fue Floyd entre el tumulto de alumnos para seleccionar a su próxima víctima como todo un tiburón al acecho. - Que alguien venga a pelear conmigo ~
Muchos de los estudiantes al escuchar eso solo desviaron su mirada con nerviosismo y rezaron a su dios para que Floyd no los seleccionara.
- Muy bien dividamos en grupos en equipos de cinco y empecemos. - Cantó Kalim viendo como todos los grupos se formaban.
Shiori y Grim estaban caminando por el patio buscando a quien unirse, pero si somos sinceros la verdad era que ella trataba de buscar a Jamil. ¿Por qué? el motivo más obvio, La razón era porque teniendo experiencia con tres ataques de Overblot ella temia a que eso sucediera el dia de hoy si uno no colocaba las medidas de precaución por lo que si ella estaba cerca de Jamil, el próximo candidato a entrar en este estado, entonces quizás podría intentar en un modo disimulado y natural intentar aliviar su carga y estrés solo hasta cuando el plan de Azul fuera aplicado.
EL único detalle era que Jamil no estaba por ningún lado empezaría a buscar por otra zona por lo que cuando estaba apunto de cambiar su rumbo de pronto el agarre de una mano sobre su hombro la sorprendió mucho a tal punto que ella giró su cabeza a un lado para ver el dueño de aquella suave mano.
- Azul. - Dijo ella mirando a la dirección del joven con lente.
- Empezaremos pronto, pero tenía pensado calentar antes...- Comentó Azul acomodándose un poco los lentes y le preguntaba con toda la calma del mundo. - ¿Te gustaría ser mi pareja?
Shiori ante esa pregunta, sin llegar a ser descortés y viendo que tardó mucho tiempo en buscar a alguien entonces confianza acompañada con una sonrisa cómoda le dijo abiertamente:
- Por supuesto que sí, Azul.
Oh... cómo le gustaría a Azul que esas palabras también se aplicará en otro modo si uno mal entendiera su última pregunta, pero como fue el único que lo escuchó entonces nadie lo molestaría ni haría mofa de sus palabras... gozaría de ese recuerdo para sí mismo.
- Aunque... - interrumpió Shiori recordando los anteriores entrenamientos en Scarabia. - me preocupa que muchos inician su entrenamiento sin calentar antes. Se que suena exagerado pero se pueden dar un esguince por error.
- Oh, sobre eso. - Comentó Azul tirando de la cuerda de su cuello para mostrarle el cristal que ella le había hecho. - No es necesario que te encargues sola. Ahora que tenemos este cristal nosotros también podemos ser capaces de ayudarte a curar a quienes se tuerzan un pie por accidente, de ese modo ya no tendrás que hacer el trabajo de medico sola hasta quedar exhausta por ir corriendo a auxiliar a cualquiera que torpemente se tropiece.
Entonces él mirando aquél cristal inconscientemente no pudo evitar soltar una gentil sonrisa mientras recordaba con halago el día en que ella había entrado a su oficina a solas y le entregó dichos regalos.
- Muchas gracias por entregarme este magnífico tesoro Shiori, lo precio mucho. - Susurró Azul
Shiori sin estar lista para esa sonrisa se quedó totalmente cautivada, ya que Azul casi siempre expresaba las mismas expresiones de mafioso que controlaba sus emociones cuando estaba frente a público o frente otros alumnos, pero cuando realmente era honesto él tenía una de las más bellas sonrisas que una puede imaginar además de que sus ojos azules cielo también se iluminará mucho más, casi rivalizando al mismo cielo.
Sin duda alguna a ella le agradaba mucho el ver esa expresión de Azul y lo que era aún mejor era que ahora sabía con veracidad que a él si le había gustado su regalo. El simple hecho de sacar una sonrisa a aquellos que ella aprecia la hacía sentir bastante satisfecha ya que había logrado por lo menos alegrar un poco el día.
- M-Me alegra mucho saber que te haya gustado, Azul. - Comentó Shiori extrañamente sintiéndose tímida y con ansiedad que se demostró cuando sus dedos empezaron a juguetear entre ellas. - Me tenía preocupada, por un segundo pensé que dirías que era demasiado o que quizás no te gustara.
Dichos detalles no pasaron por alto para Azul por lo que indagando un poco más detrás de ese repentino comportamiento, por lo que para averiguara más entonces continuó la charla:
- ¿Por qué pensarías eso?
Entonces los recuerdos del pasado sobre el intercambio de regalos que su familia realizaba en estas épocas cada año pasaron por la mente Shiori, generando así que ella sonriera con nostálgica para después responder con sinceridad:
- Únicamente sólo entregaba regalos a la familia. Nunca antes tuve la oportunidad de entregarle a alguien ajeno a mí, excepto Akko, para hacerle este tipo de detalles... y como se acercaban las fiestas navideñas... y los conocí a ustedes... - Al instante sus mejillas se sonrojaron al ver que le daba muchas vueltas al asunto. - Sentía que debía darles algo que... que expresara... bueno... que ustedes también son muy especiales para mí...y no quería darles algo simple, por lo que me esmeré mucho.
Azul a cada palabra que escuchaba de Shiori podía sentir como sus mejillas se calentaban al ver cada reacción que hacía su medusa desde el brillo de sus ojos escarlatas, la respiración casi agitada y el sonrojo que luchaba por aparecer en su cara. Era una vista encantadora.
Y lo iba a hacer aún más porque Grim, estando presente con ellos y viendo por donde iba la conversación, una anécdota del pasado también pasó justo frente a su cabecita al recordar cuando en una de las ocasiones Grim había pillado a Shiori cuando ella había pedido permiso para usar el espejo y como quería saber a donde iba entonces la sacerdotisa terminó llevándolo.
Él había pensado que solo iría a pasear pero cuando sumó dos más antes este recuerdo y la relación al regalo entonces su mente se iluminó y no no dudo en meter su cuchara en la conversación aunque fuera de un modo inocente:
- Oh, ahora ya lo entiendo. A eso te referías con siempre dar algo especial ¿Es por eso que ese día casi terminas peleando contra esas sirenas cuando querían comprar ese llavero con forma de concha marina que viste cuando visitamos el mar de la atlántida?.
Al instante tanto los ojos de Azul y Shiori se abrieron de par en par como si fueran canicas dando distintas reacciones.
- ¿Y ahora porque están callados? - Preguntó confundido Grim.
- "¡Grim NOOOOOOO! ¡Se suponía que no debías decir eso!" - Pensó Shiori con preocupación al mirar la mirada sorprendida de Azul. - "¡Ay no, ahora Azul podría malinterpretar las palabras de Grim y pensara que verdaderamente me peleé con alguien cuando lo que en realidad pasó fue que todas las sirenas se volvieron locas cuando descubrieron que el llavero era el último artículo que quedaba! ¡¿Qué podía haber hecho en ese instante?! Técnicamente era una Battle Royale para adueñarse de ese último artículo que quedaba. ¡Era perfecto para Azul y quizás nunca hubiera encontrado algo igual! ¡Pero no lastimé a nadie, al contrario me tuve que defender!"
En efecto ella había entrado en un ataque panico mental y cuando ella estaba en uno entonces su cabeza no pensaba con claridad y los planes se enredaba a un más a tal punto que ella empezaba a dudar sobre cuál opciones factible podía utilizar para explicarse.
- "¡Ahhhhh Kami-sama! ¡Oh my goodness ! ¡Nish! ¡Maldición mi boca no se quiere mover para explicar! ¡Esto nunca antes me había pasado cuando le di el primer regalo a Akko! ¡¿Por qué me pasa esto ahora?! ¡¿Qué voy a hacer?! ¡¿Qué voy a hacer?! ¡¿Qué voy a hacer?! ¡¿Qué voy a hacer?! ¡¿Qué voy a hacer?! ¡¿Qué voy a hacer?! ¡MI MENTE ESTÁ BLOQUEADA!"
Técnicamente la cabeza de Shiori terminó con los ojos casi llorosos y soltando vapor por sus orejas por el sobrecalentamiento que su cabeza ahora rojita, tenía que liberar tensión de algún modo para poder restaurar sus pensamientos mientras que para Azul fue todo lo contrario a lo que la sacerdotisa pensaba.
- "¿En verdad ella hizo todo eso por solo mi regalo?" - Azul estaba aún más halagado de que alguien como Shiori se hubiera esmerado demasiado por conseguirle tan solo un llavero. - "Shiori, llegaste a tal extremo para darme esto..." - Entonces miró con admiración a su medusa en estado petrificado.
Azul tenía pensado en un inicio indagar más sobre ese detalle y tratar de calmarla, pero en ese mismo momento recordó que él también tenía algo para ella.
- "Esperen... ¡Eso es!" - Pensó con victoria Azul finalmente analizando este momento.
Esta era la oportunidad que él estaba buscando.
Si lo analiza bien este era prácticamente el escenario ideal para que Shiori se fijará más en él, sí decía las palabras apropiadas entonces...
...
- Azul...yo... - Llamó tiernamente Shiori con las manos sobre sus ojitos de cachorrito que amenazaban con llorar. - Lo siento, de seguro pensaras que soy una salvaje sin educación... ¡Qué vergüenza!
Shiori estaba apunto de salir huyendo del lugar cuando entonces Azul, viendo ante tal acción, cuidadosamente la detuvo con su mano acerco la otra sostuvo la otra manos libre de la sacerdotisa para que no se vuelva a ocultar.
Shiori estaba muy asombrada por aquel contacto que tuvo con Azul entonces ella giró su rostro para solo toparse con la tranquila mirada de Azul.
- Shiori... No deberías sentir vergüenza. - Comentó Azul ahora sosteniendo una de las mejillas de Shiori con el motivo de limpiar la lagrimilla con su pulgar. - Porque te conozco lo suficiente para decir con seguridad sé que no serías capaz de lastimar a nadie, es más no fuiste la única en tener esa idea...
Entonces con su otra mano la llevó a su otro bolsillo y le extendió la delicada y fina concha marina que contenía aquel maquillaje.
- Azul... - Susurró Shiori embelesada.
- Al igual que tu yo también quería darte algo que expresara mis sentimientos de gratitud, disculpas, pero sobre todo algo más...
- ¿Algo más? - Shiori entrecerró los ojos con intriga pero con un sonrojo adornando su cara. - ¿Qué es...?
- Eso es algo que el tiempo solo nos lo dirá... - Sonrió Azul únicamente a la albina.- Y sí también tú me lo permites...
- ¡¿Qué?! - Shiori sintió un fuerte palpitar en su pecho junto a un sonrojo que adornaba sus mejillas.
- Pero por ahora solo puedo ofrecerte esto como un comienzo, soy paciente así que tienes todo el tiempo para...
Pero no pudo continuar ya que Shiori elevando sus manos hacia las mejillas de Azul ella lo miró con esos hermosos ojos escarlatas brillantes y es sonrisita encantadora que emanaba pureza y sobre todo reciprocidad. Lo mejor de todo fue que ella empezó a cerrar sus ojos mientras poco a poco se inclinaba hacia él.
Era idea de Azul o de pronto sintió como si alguien estuviera tocando una suave balada romántica que tan solo mejoraba el escenario y no solo eso sino que también escuchó el leve susurro de alguien pidiendo imitar los movimientos de la albina por lo que siguiendo sus instintos también empezó a cerrar sus ojos e inclinar la cabeza para entonces...
...
- "¡Es el plan perfecto!" - Comentó Azul volviendo a la realidad. - "Claro que si lo modifico un poco podría hacer que la probabilidad de ganar su amor sea una garantía."
Con la mente ágil de Azul él en un instante ya tenía listo un plan fríamente calculado que podría arrasar contra Jade y Floyd y sus intentos de sabotear su regalo. Azul, se consideraba a sí mismo un experto en las relaciones humanas y conocía a Shiori a la perfección así que sabía jugar bien sus fichas. Él podría revertir su sabotaje y usarla a su favor.
- "Puede que Jade y Floyd piensen que llevan la delantera por solo entregar su regalos de manera aleatoria creyendo así cautivaran a Shiori, pero ese fue su mayor error." - Un destello pasó por los lentes de Azul. - "Estudiando la reacción de los humanos la verdadera clave para que un regalo sea entregado perfectamente... es cuando se lo das en el momento indicado para un mayor impacto emocional... - Luego le dio una mirada a Shiori - ¡Cómo lo es ahora! Ella tiene las emociones abiertas y alteradas y si aplico las palabras correctas ella no solo se sentirá aliviada sino que también me verá bajo otra perspectiva y podremos acercarnos más... además como ella fue la primera en tocar el tema del obsequio entonces al ser alguien que no espera nada a cambio entonces esta será mi victoria."
Colocando su mano en uno de sus bolsillo verificó que todavia tenia aquella concha delicada que contenía aquel maquillaje fino
- "Conozco las actitudes de Shiori y ya tengo pensada la lista de posibles respuestas que ella me puede dar para contrarrestarlas." - Dijo Azul a sí mismo mientras miraba a su alrededor. - "Gracias al cronograma que hice ahora todos técnicamente están ocupados en alguna conversación trivial o buscando compañeros para los grupos, esta es mi oportunidad para acercarme más a Shiori."
Estaba listo para sacar su regalo.
- "¿Quién hubiera imaginado que el comentario del gato metiche saldría a mi favor?" - Azul sonrió de al lado. - "Gracias por abrirme el camino, preservaré este valioso momento por el resto de la eternidad."
Este quizá hubiera sido el inicio de una cadena de posibles probabilidades que podían haber sucedido de algo sumamente hermoso ; tan solo bastaba con decir una frase, una oración y una serie de letras para llevar a cabo el cometido...
...Pero...
... Como ya lo saben siempre ley del caos no respeta las estrategias y con ello vienen la improbabilidades en forma de momentos inesperados como estos:
- ¡Koebi entrenemos juntos! - Apareció de la nada Floyd técnicamente haciendo un placaje a Shiori entre sus largos brazos para levantarla al aire y dar muchas vueltas, haciéndolos lucir como un torbellino.
- ¡Ffnaa, ayuda! ¡Me estoy mareando! - Exclamó Grim aferrándose al cuerpo de la albina.
- Oya~ Tranquilo Floyd o la vas a romper. - Comentó Jade en un tono divertido.
-Ahaha no lo entiendo mucho, pero parece que se están divirtiendo mucho - Sonrió Kalim
- Ah... ¿En qué momento...? - Comentó Azul todavía viendo incrédulo como repentinamente su momento se iba alejando de él cada vez más.
- Nos faltan otras dos personas para completar el grupo y como los vimos a los dos tan solitos y alejados, pensamos que tal vez estaban buscando a más gente... - Comentó Jade con una sonrisa "inocentemente" - '¿No es genial Azul? Ahora podemos formar un amable grupo, la pasaremos muy bien en multitud.
Azul ante esa palabras de doble sentido al inicio se quedó congelado pero luego una vena hinchada se asomó sobre su cabeza y empezó a apretar los dientes mientras dedicaba una mirada fría a los gemelos.
- "¡Me lleva la...!" - Azul renegó entre pensamientos.
- ¿Qué pasa Azul? - Recalcó Jade sonriendo maquiavélicamente con sus ojos - ¿Por qué tan serio?
Azul sabia que estaba quedando como un idiota y para evitar esto tenia que también que mostrar amabilidad para no agria la situación y quedar mal.
- No es nada Jade, es solo que el sol está muy fuerte el día de hoy que hasta un pescado se podría secar ¿No te parece?. - Dijo Azul por fuera cuando por dentro. - "Oye Jade...yo siempre te he considerado un amigo cercano, pero si en el entrenamiento un hechizo está a punto de golpearte no moveré un dedo para ayudarte."
- Fu hu hu~ tan cómico como siempre. - Rió Jade.
- ¡Ahahaha! Hacer esta simulación será muy divertida. - Comentó alegremente Kalim.
Y así un grupo con los mencionado se había formado exitosamente aunque omitiendo en hecho que a la lejanía y oculto detrás de la fuente del dormitorio se podía ver cómo, de manera oculta, la mirada de Jamil se iba oscureciendo más ante dicho grupo que se "Divertía" y en especial cuando Floyd se negaba a bajar a Shiori de sus brazos y seguía dando vueltas como un imbécil, según él, mientras que ella solo se aferraba al gemelo para no caer.
No le gustaba que estuvieran tan cercanos.
Aquella imagen solo le generaba un rechazo intolerable y lo expresó abiertamente cuando su mano aplastaba con fuerza la botella de agua que sostenía su mano.
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Después de una larga sesión de entrenamiento para descansar la mente de cierta sacerdotisa que volvió a la normalidad llegó la mejor parte del día.
- Como todavía estamos en crecimiento, la parte más importante de nuestro día es... - Comentó Azul mirando al frente. - ¡Así es, la hora de la comida!
Frente a él varios implementos de cocina como ingredientes estaban cuidadosamente seleccionados y colocados sobre la mesa de trabajo con una pulcritud que gritaba a los cuatro vientos la buena calidad que tenían a simple vista.
- Debes asegurarte de obtener un buen equilibrio de nutrientes. - Comentó Azul tomando una de los cuchillos que tenía cerca para empezar a afilarla con proeza contra una piedra al agua. - Comer en exceso o no comer afectará nuestro rendimiento más adelante ¿No es así Jade?
- El conocimiento de la preparación de alimentos y los ingredientes también es muy valioso. - Añadió Jade sintiendo como la mirada fija de Azul tocaba su nuca mientras seguía afilando el cuchillo.
- Quizás debería intentar aprender a cocinar. - Lo pensó Kalim mirando que era lo que podía hacer. - No tengo que preocuparme por el veneno si yo preparo mi propia comida ¿Verdad?
Kalim creía que esta sería una buena oportunidad para realmente aprender algo nuevo ya que casi nunca se le permitía realizar la mayoría de las actividades que pintaban peligrosas para él, por lo que todo al final se le era entregado listo y preparado. Quizás de este modo podría apoyar en algo en lugar de solo esperar sentado sin hacer nada.
Sin embargo...
- Alto allí. - Interrumpió Jamil mirando con seriedad a Kalim. - Solo terminaras lastimándote de nuevo.
Ante esa negativa fue el turno de Floyd de revertir el comentario.
- Entonces estás a cargo de revolver la olla, bebe nutria. - Comentó alegremente Floyd.
- Oh, no estaría mal. - Comentó Shiori viendo el lado positivo. - Si Kalim tiene a alguien quien lo guié entonces no correría mucho riesgo de lastimarse y además aprendería a prepararse algo en caso de él estuviera solo y Jamil estuviera ocupado.
- Si, eso es justo lo que estaba pensando. - Comentó Kalim estando de acuerdo con Shiori.
- "Lo dudo mucho" - Jamil rodó los ojos. - "Si apenas puedes recordar hacer bien una sola tarea en específica."
- Vigílalo bien para que la sopa no se queme, de acuerdo.- Añadió Jade aconsejando a Kalim.
- ¡Claro! ¡Dejámelo a mí! - Asintió Kalim. - Me esforzaré para no cometer ni un error aunque sea algo pequeño...
Al escuchar eso Shiori recordó una de las tantas frases de su maestro cuando ella trataba de siempre trataba de mejorar en sus disciplinas.
- "Chiri mo tsumorebayama to naru" - Shiori le dijo a Kalim en su idioma, el japonés.
- ¿Qué? ¿Qué dijiste? No entendí nada. - Solo pudo responder confundido Kalim como el resto de residente que tenía un signo de interrogación sobre sus cabezas al no entender dicho extraño idioma en taka taka.
Shiori solo rió un poco por las reacciones.
- Solo dije un proverbio común de mi mundo qué significa: "Incluso si se acumula muchos granos de arena o de polvo se forma una montaña". El pequeño esfuerzo puede resultar en una victoria, poco a poco se hacen grandes mejoras. A veces hacemos esfuerzos que al parecer no tienen resultados o que parecen minúsculos, pero recuerda que poco a poco se van construyendo grandes resultados y metas. - Entonces ella miró al resto de los jóvenes para sonreírles maternalmente y decirles. - Por eso den todo lo mejor de ustedes.
¿Alguna vez recibieron unas bonitas palabras de aliento que te alegraron el día o que por lo menos te incentivan a mejorar más? pues ese fue el caso de muchos de los presentes que al escuchar dichas palabras se sintieron bien, ya que nadie acostumbra a que alguien les dijera algo lindo que transmite un agradable sentimiento cálido con el fin de darle ánimo a alguien por más simple que pareciera.
- Muy bien, todos hagamos algo delicioso para el almuerzo.- Jade se dirigió al resto de los residentes de Scarabia con una sonrisa, quienes asintieron sus cabezas y exclamaron un fuerte "sí" para luego dirigirse hacia sus zonas de trabajo para preparar los ingredientes.
A Shiori le agradó mucho este ambiente repleto de auras tranquilas y alégrese proveniente de aquellos jóvenes que realmente estaban pasando el momento, esa era el espíritu que ellos deberían de tener y queriendo ser parte de eso ella también había decidido ayudar con la cocina ya que no puedo hacerlo en el desayuno.
- Empezaré a cortar la verduras. - Murmuró Shiori colocando el delantal que tenía cerca para tomar la primera tanda de vegetales seguido del cuchillo que tenía cerca.
Así el tiempo empezó a correr. Los minutos se convirtieron en una hora entre charlas y mezcla de sazones,Azul y Floyd inspeccionaba cada platillo que los jóvenes tenían pensado realizar el dia de hoy para darles algunos tips extras para mejorarlo, Kalim se esmeraba con mover la cuchara de la olla de la sopa con Jade mientras que Jamil lo vigilaba desde una distancia por si cometí algun error común en la cocina y Shiori se encontraba picando las últimas verduras para mezclarlas con la carne molida junto con Grim quien ya tenía las patas y parte de su pelaje llenas de harina; realmente al felino no le gustaba sentirse con polvo encima por lo que se acercó a un grifo cercano para limpiarse.
Sí, todo lucía bastante tranquilo sin embargo.
- Oye me puedes pasar la pimienta que tienes cerca. - Dijo un estudiante de Scarabia que exprimía limones para aderezar la ensalada fresca.
- Claro viejo. - Dijo el otro joven que vigilaba la sartén mientras extendía su mano libre hacia la mesa de trabajo para buscar el frasco de la pimienta que estaba cerca de los cuencos de metal que utilizaban como platos.
Había tanteado un poco en la zona hasta por fin toparse con la forma cilíndrica del condimento, pero con lo que no contó es que al momento de tomarlo con su mano está por accidente empujó un cuenco metálico que estaba cerca al suelo generando así que un sonido vibratorio resonara en el lugar.
Clank...
Para muchos solo fue un accidente que a cualquiera le podría haber pasado en un momento dado pero para Azul y Jamil fue motivo de alerta máxima ya que sus preocupados ojos se abrieron de par en par ya que ese sonido les sonó muy familiar. Rápidamente giraron sus cabezas hacia una misma dirección esperando no creer que era lo que estaban pensando.
El motivo era más que claro porque frente a ellos podían ver a Shiori de espaldas totalmente paralizada a medio camino de cortar el vegetal que sostenía. Cualquiera que hubiera pasado a su costado diría que nada malo le estaba pasando, pero si se hubieran detenido siquiera un segundo para verla a detalle quizás hubieran notado que sus ojos escarlatas estaban opacos y sin pestañear.
- "No puedo moverme." - Dijo desesperada Shiori entre pensamientos todavía sosteniendo el cuchillo. Quiso mover sus manos pero tan solo pudo moverlas un poco dando la pinta de que estaba temblando, pero de allí a más no pudo ni siquiera mover el dedo meñique. - " Muévete...Muévete..."
Esto no era como la parálisis que tuvo en el patio de entrenamiento. Claro que no, era mucho peor ya que por más que en su mente estaba consciente, sentía lo que pasaba en su entorno y su cerebro intentaba ordenar a su cuerpo que se moviera de nuevo este no respondía.
Parecía que la situación poco a poco se tornaba terrible ya que Shiori podía sentir un horrible sentimiento de estar inmóvil al igual que en sueño. Ella sentía que en cualquier momento su conciencia empezaba a despegarse de su cuerpo para empezar a caer a ese vacío profundo del olvido al que no quería volver, pero no sabia que hacer. Prácticamente era como si la estuvieran arrojando al mar con grilletes que le impidieron buscar algún medio de escape.
Cuando todo parecía que se tornaría oscuro, entonces repentinamente una pequeña luz en medio de esa oscuridad se iluminó en forma de un suave y pequeño toque frío como el hielo que pasó sobre sus mejillas.
- Oye despierta ¿Qué pasó? - preguntó confundido Grim picando las mejillas de Shiori con sus patas mojadas. - ¿Por qué te quedaste congelada de repente?
Al instante como si los nervios sensoriales de la piel pudieran reaccionar ante ese cambio rápido de temperatura que emitía la pata fría y húmeda; algo dentro de Shiori hizo que ella pudiera recobrar el brillo de sus ojos acompañado de un escalofríos que sacudieron su cuerpo de cabeza a pies como si hubiera tenido un adormecimiento de pie.
- ¡Kya! ¡Tienes las patas muy frías! - Chilló Shiori alejando el cuchillo a un lado para tiritar por el repentino frío que ahora sentía sin embargo entre pensamiento un pequeña versión de Shiori lagrimeaba cómicamente. -"¡Eso fue horrible! ¡Por un segundo realmente pensé que caería a un hoyo sin fondo!"
-Pues claro que están frías, si me las he lavado, mira. - Comentó Grim mostrándole sus patas limpias. - ¿Ahora me dirás que tanto pensabas?
Shiori viendo que le estaban hablando regresó a la realidad con una sacudida de cabeza y estaba a punto de decirle a Grim algún sermón con respecto de tocar la cara de la gente con las manos mojadas pero si lo miraba desde un punto de vista positivo ella ahora podía moverse de nuevo. Así que luego de pensarlo detenidamente solo pudo suspirar tranquila y alivio.
- Oh menos mal. - Pensó en voz alta Shiori sobando con agradecimiento la cabeza de Grim. - Gracias por eso Grim.
- ¿Eh? ¿Gracias? ¿Pero si solo me lavé las patas? - Dijo Grim confundido. - ¿Hmmm? Es muy rara. - Ahora jaló la masa del fideo cortado en círculos para colocar la carne molida con las verduras que Shiori ya había cortado.
- Ya se me pasará. - Comentó Shiori intentando calmar sus emociones para continuar cocinando. - Terminemos pronto con las Gyozas, el agua ya está caliente.
- Okey...
En eso dos personas se acercaron al lugar de la joven y la llamaron de manera suave y de manera sutil para no llamar la atención.
- Shiori. - Fue Azul quien vino rápidamente ella. - ¿Todo en orden?
- Eh... si todo esta bien. - Respondió ella.
- ¿Estás segura de ello Koebi-chan? - Dijo Floyd arqueando una ceja pero colocando su mano bajo su frente. - Estás tan pálida como un langostino marfil.
- Sí, por un momento sentí un fuerte escalofrío. - Comentó Shiori llevándose el dorso de la mano para limpiar el rastro de agua que Grim le dejó en su cara.
A lo lejos de aquella conversación Jamil no pudo moverse de su sitio y otra vez apretaba las manos. Una vez san sintió aquel deseo de acercarse a ella para ver si se encontraba bien, pero ¿Y si eso solo empeorara estos sentimientos que seguían golpeándolo en su interior? ¿Cuál era el punto de acercarse si de todas maneras tendría que mostrar un perfil bajo para no causar un escándalo? Cada vez más se convencía a sí mismo que nada de lo que sucedía en el día le estaba gustando para nada.
Siempre había sido bueno para mantener al margen sus emociones y deseos a cambio de mostrar siempre una imagen errónea suya en los momentos tensos, pero ahora parece ser que el día de hoy esa marca pulcra estaba apunto de romperse.
- ¡Oh, incluso yo puedo hacer sopa! ¡A ha ha! - Interrumpió la voz alegre de Kalim miro con orgullo la olla a lao de un Jade que parecía felicitándolo y no solo él sino de todo aquel que estuvo cerca de Kalim.
Pero el simple hecho de sumar esto a la mezcla hizo que Jamil volviera a aquel semblante serio e irritable.
- Solo ayudaste a remover la olla. - Comentó Jamil en un tono bajo, pero aun así se sentía muy irritado a estas alturas .
No lo podía soportar aparte del dolor de cabeza que empezaba a sentir y las ganas de mandar todo al diablo, sabía que debía tranquilizarse; por lo que sin informar nada a nadie salió de manera silenciosa del lugar rumbo al dormitorio de Scarabia para estar un momento a solas, al fin y al cabo nadie lo buscara.
Así siempre han sido las cosas mientras que Kalim brillara ante todos, él solo se limitaba a mantenerse en la sombra.
Sin embargo aquel pensamiento de Jamil no es del todo correcto porque tan solo una persona dentro de esa cocina notó su ausencia y además de ver ese aura que era un grito de su alma reprimida una joven decidió hacer vista gorda ante eso y también salió en su búsqueda excusándose de que haría una pausa de sus actividades..
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El camino no fue mucho, de hecho Jamil ya se encontraba sentado cerca de la pileta mirando con aburrimiento como el chorro de agua cayendo en las aguas cristalinas de la fuente tratando de mantener la calma de sus pensamientos si bien eso lo ayudaba un poco no era lo suficiente para que todo de borrar de un momento a otro.
Jamil solo suspiro observando su reflejo de las agua ondulantes seguido de la aparición de la imagen Shiori caminando lentamente hasta llegar a su lado.
- No de nuevo... - Murmuró Jamil masajeando su frente. ¿Era idea suya o también el cuello y la espalda le estaba empezando a doler más? - Ya basta de seguirme.
- Si realmente eso quieres podría retirarme. - Sonó la voz femenina a su espalda. - Pero pensé que quizás necesitabas algo.
Rápidamente Jamil, al escuchar esa voz, abrió grandes los ojos y volteó su mirada para ver que en efecto Shiori estaba allí presente a su lado.
- Tú... ¿Qué estás haciendo aquí? - Preguntó Jamil mirando a los alrededores en búsqueda de alguien más pero tal parecía ser que ella vino sola y sin Grim.
- Solo quería ver si estabas bien. - Explicó Shiori sentándose a su lado.- Sentí como saliste de la cocina tenso y pensé que quizás algo malo te estaba ocurriendo ¿Todo bien?
- "De todos los presentes... ¿Ella se preocupó por mí?" - Pensó Jamil sintiéndose halagado pero hubo algo que en parte le preocupó. - ¿Fue muy notorio? - Le preguntó a la albina.
- Bueno si te soy franca nadie lo notó, fuiste muy cauteloso. - Afirmó la albina viendo como en parte eso tranquilizó un poco a Jamil.
- Si tú me notaste entonces supongo que tal vez no lo soy del todo. - Dijo él.
- Técnicamente esquivaste la mirada de todo un dormitorio sumado con tres estudiantes de Octavinelle y un gato. - Ella respondió con una leve sonrisa. - multiplicado por dos globos oculares yo diría que aún es una gran cifra.
Jamil podía sentir también quería esbozar una sonrisa pero antes de que siquiera cometiera otro error entonces decidió apoyar sus brazos sobre sus piernas e hizo un gran esfuerzo para reprimir sus emociones aunque a estas alturas y estando a solas con esa joven en específico le costaba un poco ya que él podía sentir una extraña sensación que únicamente sentía alrededor de Shiori que lo hacía sentir como si no tuviera la necesidad de fingir además de las muchas dudas que en su mente le generaban en su conciencia.
El ruido del agua cayendo era lo único que sonaba en los alrededores y era un agradable sonido para Shiori ya que le de algún modo traía paz y un poco de frescura bajo este sol que tenía Scarabia.
- Es un lugar tranquilo. - Comentó Shiori mirando a la elegante fuente. - Me recuerda mucho a la fuente conmemorativa que tiene el templo de mi familia.
Jamil luego de tranquilizarse posó su mirada en ella, escuchando cada palabra que salía de su boca.
- Solía visitarla cuando me sentía muy ofuscada y estresada cuando algo no resultaba como yo lo esperaba o cuando me afectaban las duras críticas que recibía de algunos familiares de sangre que en aquel entonces eran por así decirlo cabecillas del clan. - Explicó ella recordando la estatua de su madre. - Era un buen sitio en el que podía sentirme cómoda y despejar la mente.
Aunque dichas palabras fueron tomadas en cuenta por Jamil porque al ver la mirada relajada de Shiori supo en ese momento que no lo estaba engañando.
- ¿Tan fuertes eran sus normas? - Preguntó Jamil.
Shiori asintió con la cabeza mientras tocaba brevemente con su mano la superficie del agua.
- Desde que era una niña siempre he recordado sus duras miradas, nunca entendía porque siempre les caía mal. Luego comprendí que era debido a que era la primera descendente en nacer con una marca incompleta... eso por algún motivo no les agradaba. - Ella mostró su mano derecha. - nunca será una buena marcada, un fracaso, la vergüenza del clan, inmadura, incapaz. Siempre escuche esos comentarios y por más que intentaba demostrarles todo lo contrario y por mucho que realmente intentaba mejorar, aunque sea con otras cosas relacionadas, quería demostrarle que no era inútil... por lo que trataba de seguir sus reglas pero nada era suficiente para ellos.
Si bien Jamil no había padecido algo similar a eso podía entender bien lo mucho que a un niño le dolía cuando por más que uno sabe que es bueno en algo no puede obtener el tan ansiado reconocimiento que uno se merece ya sea por una razón u otra.
- Anhelaba tanto su aprobación y reconocimiento... pero eso me llevó a tomar decisiones que me llevaron a conocer a personas que atentaron contra el bienestar de muchos y también la mía. - Shiori levantó tanto su mano libre a la altura de su hombro en donde estaba parte de su cicatriz mientras recordaba brevemente, con una mirada afligida, los sucesos dentro del loto rojo y las terribles decisiones que los antiguos Onmyōji cometieron . - Sin embargo no puedo decir que todo fue malo... - Shiori pensó en su hermano Koichi. - Ya que aprendí un poco más acerca de cómo funcionaban las cosas en mi mundo y el pensamiento de algunos adultos.
El vice-líder de Scarabia usualmente no era el tipo de persona que suele dar palabras de optimismo como Shiori ya que era realista, pero eso no quería decir que no podría ofrecer por lo menos comprensión.
- Eras una niña y querías dar lo mejor de ti. No está mal el querer intentar descartar y mostrar de lo que uno es capaz sin que nada o nadie los ahogue por reglas que ya han sido escritas en piedra. - Respondió Jamil. - Me imagino que tuvo que ser horrible... Que los adultos o los que tengan el poder se aprovechen de esa infancia e inocencia que uno tiene para imponer lo que creen que es correcto...
- Que te digan lo que debes hacer o de lo contrario fracasarás... - Añadió Shiori recordando las actividades que realizó estando dentro del loto rojo.
- No poder nunca tomar tus propias decisiones por temor a algo... - Continuó Jamil.
- A veces te sientes tan... - Dijo ella.
- Estás... - Dijo él.
- Atrapada / Atrapado. - Dijo ambos al mismo tiempo.
Entonces, con los ojos casi abiertos de par en par, se miraron mutuamente con asombro pero luego nuevamente se sonrieron honestamente ya que al parecer ambos jóvenes habían encontrado algo que tenían en común, aunque no lo mostraron de manera explícita.
A Jamil por lo menos le fue un poco reconfortante el encontrar a alguien que por lo menos intentaba comprenderlo sin proponérselo, pero no quitaba el hecho que se percató que una vez más no tuvo que aparentar nada ya que en todo momento en lo que conversaron fluyó él fueron sincero al igual que ella, como si fueran iguales.
Aunque claro el orgullo de Jamil claramente no quería ceder ante esta "debilidad suya" por lo que carraspeando su garganta y girando su cabeza rápidamente a un lado estaba a punto de cambiar el tema, pero la teoría del caos vuelve a interrumpir la escena cuando de pronto la punzada del cuello y parte de la espalda nuevamente atacó a Jamil.
Llevándose la mano a la nuca, Jamil trato de masajear la zona para calmarla, sin embargo lo que se esperaba era que un par de manos extra se colocaran delicadamente sobre esa zona generando que Jamil casi soltara un jadeo de exaltación y se volviera rígido.
Aquella reacción se debía a que al estar en contacto con aquel tacto hizo que su mente recordara el primer día en que la conoció y como ella sanó su mano con aquella energía cálida... seguido de aquel mensaje que fue la primera piedra en todo en este embrollo emocional.
"Da todo lo mejor de ti ese día, Joven Jamil"
- Los músculos de tu cuello están muy tensos. - Comentó Shiori serenamente aunque con un leve tono de preocupación mientras palpaba la zona del trapecio de su espalda. - ¿Desde hace cuánto que están así?
Jamil tratando no pensar en el tacto de la albina intentó modular su boca y tranquilizarse:
- Es reciente... - Dijo Jamil.
Al menos no sonó fuera de sí mismo, aunque muy en lo profundo algo dentro de él empezaba a latir con un poco de más frecuencia además de sumarle el hecho que en colaboración con su mente se estaba planteando un escenario que podría considerar un deseo suyo por lo que se recrimino mentalmente:
- "Ya cálmate, no hay manera de que eso pase...¿O sí?"
Shiori pudo sentir lo tenso que estaba la espalda de Jamil y ya se estaba imaginando el motivo por el cual él se sentía quizás de este modo. No era para nada agradable el tener este tipo de dolores vinieran de manera sorpresiva por lo que decidió que lo iba a ayudar pero con la condición de que sí Jamil se lo permitiera, ya que tampoco la idea era obligarlo a hacerle algo que lo incomodara más.
- Jamil... - Shiori se acercó un poco a Jamil para que pudiera escucharla.
Casi estando cerca de la zona de su oído causándole un leve escalofrío..
- ¿Sí? - Preguntó Jamil con cautela, moderando su rubor.
- Nunca te faltaría el respeto y realmente no quiero sonar muy osada pero... ¿Te molestaría si te ayudo a aliviar tu tensión? - Preguntó ella. - Sé un poco de masaje quiropráctico así que conozco bien los ejercicios que debo realizar.
Primero pasó un segundo...
Luego otro segundo se añadió...
Y finalmente...
- "¡Oh por Alá!"- Pensó Jamil mostrando un rostro tranquilo por fuera pero por dentro festejaba con una inexplicable euforia como si hubiera obtenido la mismísima lámpara mágica que el hechicero de la arena una vez tuvo en su poder.
- Pero está bien si no lo quieres, lo primero siempre es priorizar la comodidad del paciente. - Dijo Shiori alejando poco a poco sus manos del cuerpo de Jamil, generando así que aquella sensación de calidez se iba alejando de aquel joven. Algo que casi lo dejó atónito porque repentinamente un familiar vacío lo empezó a infestar. - Lo entenderé... es más creo que en la enfermería hay medicinas para eso. Puedo ir tras ellas.
Esta era una encrucijada para Jamil. Técnicamente tenía dos alternativas: o declinaba la oferta y se alejaba de ella con la posibilidad de seguir con el carácter que siempre trató de mantener pero arrepentirse por un largo tiempo o por el contrario aceptar con la probabilidad de que fuera en contra de todo lo que una vez dijo anteriormente y adoptando una respuesta que muchos pensaran que quizás nunca aceptaría. Beneficio y perjuicio tenían el mismo peso.
Jamil supo al instante que debía ser su respuesta rápida y tomando su decisión respondió:
- No es necesario.
Shiori al instante volteó su mirada al joven de espaldas y vio como Jamil se bajó la capucha de su cabeza para darle un mejor acceso a su cabeza y piel para luego quitarse el collar dorado que abrazaba a su cuello.
- ¿Estás seguro de tu decisión? - preguntó una última vez Shiori para estar segura. - ¿Esto es lo que quieres?
Era una decisión muy tonta y poco profesional por parte de Jamil; Sin embargo, sí él era honesto, lo que verdaderamente quería era tan sólo volver a sentir, aunque sea una vez más, esa suave mano cálida que una vez lo curó y mostró una lado que nunca antes había sentido como esperaba ni en su infancia y en su adolescencia.
- Conozco lo suficiente... - Dijo tranquilamente Jamil. - ...Confío en ti.
Al escuchar esas palabras Shiori entonces suavizó su mirada y empezó acomodarse en el mural para luego extender su mano en la parte posterior del cráneo del joven.
- Comenzaré desde aquí. - Inició Shiori moviendo su dedos y manos en la zona posterior de la cabeza con cuidado de no tocar las zonas más sensibles como el nervio de Arnold. - Aquí es donde inicia la tensión del músculo cervical.
A estas alturas Jamil solo asintió con un murmuró mientras empezaba a enfocarse como esos delicados dedos delgados rozaban con presión y suavidad su cabeza sintiéndose más relajado. Se sentía muy bien tanto que sus ojos por momentos se cerraban para sentir aún más el tacto ¿Hacía tanto que no sentía este alivio?
Shiori, luego de unos minutos enfocándose en la cabeza sabía que tenía que continuar por lo que luego fue descendiendo las manos para llegar al cuello y usar tanto sus palmas y sus pulgares empezó a moverlos en suaves círculos y ejercía un poco más de presión.
- A ver si podemos mejorar la circulación, que fluya la sangre. - Explicó la suave voz de Shiori. - En esta zona, casi ubicada entre el bulbo raquídeo y la espina dorsal, se sitúa el quinto chakra de nuestro cuerpo llamado Visuddha o el Chakra del sonido.
- Ah... - Suspiró Jamil en un tono bajo al sentir como el músculo volvía a circular sangre en una agradable sensación muy liberadora.
- ¿Qué pasó?. - Shiori se detuvo brevemente. - ¿Presioné muy fuerte?
- No. - Jamil tranquilizó su voz. - Está bien así, lo estás haciendo bien.
- Me alegra escuchar eso. - Shiori regresó las manos al cuello. - Si te duele mucho me avisas para bajar la presión.
Jamil solo pudo asentir levemente la cabeza, permitiendo de que la joven continuará con la labor y empezando a relajarse entre esas gentiles manos que lo hacían sentir adorado.
Hacía mucho que Shiori no volvía a realizar este tipo de masajes. Le traía dulces memorias del pasado de cuando su padre realizaba este tipo de tratamiento a varios de los trabajadores del templo que sufren de contracturas durante las labores, ella siempre estuvo presente en cada sesión como su pequeña enfermera asistente para ayudarle en lo que se podía.
Es más, era en esos momentos en el Shiori presenciaba como su padre estaba concentrado que casi de manera automática él no podía evitar tarareaba alguna que canción que sabía a modo de tic, aunque era un lindo rasgo que él que también fue heredado en ella en forma de una suave melodía.
No he de llorar / But i'cant Cry
No he de derrumbarme / And i can't start to crumble
Shiori luego pasó sus manos al trapecio de la espalda mientras que Jamil escuchaba atentamente su suave cantar. Si él tuviera que clasificar la voz de Shiori sería algo similar a un dulce arrullo que intentaba curar las cicatrices invisibles que uno traía consigo, era una sensación le resultaba muy tranquilizante y pacífica
Pues vuelve a intentar / Whenever they try
Callarme y vencerme ya... / To shut me and cut me down...
- Esa canción... - Murmuró Jamil abriendo un poco los ojos.
- Perdón, esto suele pasar muy poco cuando me quedo tan callada por mucho tiempo. - Shiori volvió a masajear la espalda. - Seguiré concentrándome en lo que hago.
- Ya veo... - Jamil volvió a cerrar los ojos aunque muy en los profundos pensamientos del joven él anhelaba que aquella canción no se detuviera. - Pero no me molestaría que siguieras cantando... me agrada la letra. - Luego entre pensamiento añadió. - "Como el sonido de tu voz."
Shiori viendo que a Jamil no le incomodaba que ella se pusiera a cantar entonces decidió continuar:
Silencio nunca / i can't staysilent
Desean que enmudezca / Though they wannakeep me quiet
Y qué tiemble con la idea... / And i tremblewhen they try it...
Las manos se movían lentamente amasando y estirando con cuidado cada músculo de la espalda. Shiori pudo sentir como la tensión del joven iba disminuyendo, lo cual era una buena señal, por lo que continuó así hasta poder intentar aliviar un poco las cargas de Jamil.
Y callar / All i know
no será / is i won't
mi vida / gospeechless
Por otro lado y a estas alturas Jamil mientras escuchaba lo que Shiori decía nuevamente volvió a pensar en todo a lo que sometió a ella al mantenerla aquí, si bien no debía arrepentirse de sus elecciones por algún motivo cuando se trataba de ella el sentimiento de culpa aparece repentinamente y lo hacía entrar en dudas; hasta se planteaba una situación en caso en lo que pasaría si ella descubriera la verdad de su presencia aquí ¿Se decepcionará de él? ¿Perdería la poca confianza que ella le depositó en él? pero mucho más importante ¿Porque le preocupaba mucho el cómo lo viera?
No acepto / 'Cause I'll breathe
Que tratan de sofocarme / When they try to suffocate me
Dejen de subestimarme / Don't you underestimate me
La respuesta fue muy clara... perdió contra sus emociones.
Y callar / All i know
no será / is i won't
mi vida / gospeechless
Ella siempre fue sincera con él y comprensible aun si él nunca le dijo nada. Era esta la razón por la que por momentos podía sentir una mezcla de calma con enojo usando como argumento todas las reacciones que tuvo el día de hoy; eran las pruebas claras. Era irónico ya que, al igual que Kalim, él también terminó teniendo una conexión que lo unía a Shiori
Pero había un problema: el amo y el sirviente no podían tener al mismo punto de interés ya que tan solo uno de ellos debía tenerlo y por decreto de poder el único quien sale victorioso en todo siempre y lo será hasta el fin de los tiempos el "Amo" y el sirviente sólo tiene que ceder. El solo hecho de pensarlo revolvía el estómago de Jamil.
- "No quiero..." - Pensó amargamente Jamil.
Mientras tanto Shiori pudo ver con su Ajna como una leve aura de culpa y cólera se había formado de manera minúscula dentro del alma de Jamil lo cual se manifestaba como una pequeña mancha negra que amenazaba con crecer. Ella no iba a permitir eso continuará creciendo por lo que llevando sus manos a la zona de los hombros entonces empezó a canalizar su aura para que por lo menos con eso pudiera neutralizar aquella pequeña energía oscura.
- Ten cuidado con el estrés. - Comentó suavemente Shiori. - Se dice que es el peor veneno que nuestro cuerpo puede tener en grandes cantidades.
Jamil no respondió. Esto generó que una de las cejas blancas de Shiori se levantara ante tal silencio , pero todo pensamiento quedó atrás cuando la mano de Jamil se posó en la suya. Había suavidad y cuidado en ellas a pesar de la aspereza.
- Jamil, puedo sentir que hay algo que te está preocupando. - contestó Shiori con honestidad, pero aun así Jamil no respondió. - Y conozco bien lo mucho que eso puede doler a uno cuando no lo sacas de tu interior ya sea por un motivo o no. Muchas veces aun yo aun sigo cometiendo ese error y no es fácil contárselo a alguien ya sea por la poca confianza o porque no queremos involucrar a nadie pero... si sientes que necesitas que alguien te escuche aun si fuera el problema más pequeño puedo prestarte mis oídos para escucharte.
Hubo otro silencio más, pero Jamil cerró brevemente los ojos para reflexionar sobre toda la situación y estaba más que claro, esa chica dijo con tan pocas palabras lo que él alguna vez quería escuchar y no tuvo que recurrir a nada para obligarla a decirlo, definitivamente esto no era algo que debía ceder así como nada más.
Así que despejando las dudas sabía lo que tenía que hacer.
- Shiori... - Llamó Jamil.
- Dime. - Respondió ella.
- Aún no estoy listo para decirte todo sobre mis problemas... es un tema muy personal que yo debo de lidiar por mi propia cuenta.
Shiori vió que por el momento no mentía con sus palabras pero eso no quitó que al inicio entristeció un poco los ojos al escuchar esa respuesta pero iba a respetar su decisión, sin embargo eso no significaba que él joven haya terminado.
- Pero mañana en la mañana. En la cocina de Scarabia. Cuando todos estén descansando ¿Podrías esperarme?
Esas palabras tomaron por sorpresa a Shiori y viendo que por lo menos era un pequeño avance le respondió.
- Está bien...
Ya con esa respuesta clara Jamil giró su cuerpo a un lado para poder mirar al rostro calmado de Shiori, por como podía ver había varios de los mechones de cabello blanco se colocaron adelante casi tapando su cara por lo que levantó su mano y cómodo esos cabellos rebeldes atrás de la oreja sensible de la joven quien soltó un leve respingon algo que quiso un poco reír honestamente a Jamil ya que aquella reacción le recordó a un conejo asustado, pero luego sus miradas se encontraron en medio del camino y se quedaron quietos durante mucho tiempo.
Para Shiori ahora que lo vería detenidamente los ojos su tacto y la forma afilada de la mirada de Jamil de alguna manera sentía que le recordaba a alguien, de hecho si recordaba bien en uno de sus primeros sueños creía que la única persona que tenía esos rasgos era la...
- ¡Koebi~! - La cantarina voz de Floyd irrumpió el entorno.
Como si la fuente los hubiera rociado de agua fría sobre ellos tanto a Jamil como Shiori se alejaron rápidamente del uno del otro y miraron juntos a la dirección de donde vino la voz solo para ver como el resto de los estudiantes, el trío Octavinelle, Grim y Kalim iba llegando al dormitorio cargando la gran cantidad de platillos a excepción de los cinco últimos mencionados.
- ¡Oh aquí estabas diamante en bruto! - Saludó alegremente Kalim corriendo hacia la albina. - Te estaba buscando por todos lados.
Luego repentinamente Kalim tomó las manos de Shiori y la giró a un lado opuesto de donde estaba Jamil para sonreírle cálidamente cosa que a azabache no le gusto nada.
Las cosas solo empeoraron cuando escuchó los pasos de Azul y los dos gemelos acercándose al lugar por lo que levantó su capucha.
- No te vi en la cocina ¿Olvidaste algo? - Preguntó inocentemente.
- No, solo quería estar un momento en la fuente. - Respondió Shiori.
- Eres malvada Shiori ¿Por qué me dejaste con estos dos? - Lloriqueó Grim siendo llevado con una cangurera improvisada de Floyd.
- Era una medida de precaución. - Sonrió Jade. - No es nada personal.
- ¡Dice eso pero tu sonrisa dice otra cosa! - Chilló el felino.
Sin embargo alguien tenía que cambiar el tema
- ¿Ya te sientes mejor? - Pregunto Azul a la albina y estando un poco celoso al ver como Kalim estaba pegado a su medusa..
- Si, el aire fresco ayudó mucho. - Asintió Shiori liberando una de sus manos para tratar de acomodar su cabello y murmurar algo para sí misma. - Debería recogerme el cabello.
El solo hecho de ver esa acción hizo que Kalim recordara lo que él tenía guardado en su bolsillo por lo que aprovechando la situación este era un buen momento para ,según su opinión, poder entregarlo ¿Verdad?
- Oh, es verdad. Antes de que se me olvide. - Dijo Kalim buscando entre sus bolsillos. - Recuerdas que en el oasis te dije que te buscaría algo para compensar el mal momento que pasaste cuando usé mi magia única.
- "¿Qué?" - Fue lo que pensaron el trío de Octavinelle, en especial Azul.
- Eh... sí... - Tartamudeó Shiori sonrojándose aun por el recuerdo.
Ese fue otro golpe para los presentes, excepto Grim.
- Hehe... Finalmente puedes encontrar algo acorde a tí. - Respondió alegremente Kalim ocultando entre sus manos el regalo.
- Oh Kalim no te hubieras molestado... - Añadió Shiori tratando de sonar modesta.
- No te preocupes, ya verás que te gustara. - Dijo Kalim. - Ahora, permíteme...
- ¿Heh?
En un segundo la mirada de Shiori se abrió grande al ver como Kalim cerró la brecha entre ello, casi causando un infarto entre los presentes y la mirada encogida de Jamil al ver como atrevidamente Kalim estaba tocando justo en la zona que él había tocado para cepillarlo con sus dedos.
- "Ya basta" - Pensó Jamil sin poder desviar su mirada que se encogió más al recordar el significado de ese broche. - "No... No lo aceptes..."
Y al parecer muchos parecían tensos antes esta escena ya que también conociendo parte cultural del país de Kalim sabían lo que simbolizaba regalar ese tipo de adornos..
- En mi cultura regalar un broche, es como una muestra del cumplimiento a una promesa. Al igual que la leyenda de un vándalo y la princesa, el broche era el medio para que ambos se volvieran a encontrar... - explicó Kalim sonrojándose tiernamente.
- "¡¿Se lo va a decir tan pronto?!" - Pesó el trió de Octavinelle listo para intervenir en caso de que escucharan las palabras que ellos debían de evitar a toda costa.
- "¿El vándalo y la princesa?...No me digas..." - Shiori empezó a sonrojarse a más no poder mientras que su mente empezaba a volverse un lío emocional. - "¡¿Se refiere a Aladdin y Jasmine?! ¿Pero de dónde salió esa versión? Que yo recuerde eso no estaba en la película animada"
- Y también simboliza algo más... -Añadió Kalim mirando con un poco de serenidad.
- "Detente... No la toques..." - Jamil continuó ahogando su voz entre pensamientos mientras que sentía la bilis en su garganta. - "Shiori no te dejes tocar por él... él único que puede tocarte es..."
Pero ya era tarde porque Kalim ya había colocado el pasador de la cobra para sostener el cabello, formalizando de ese modo el obsequio. No podía decir nada frente a esta escena, muchos estaban mirando y podrían expandir rumores, pero el solo hecho de seguir mirando lo enojaba cada vez más.
- Intervención. - Dijeron los gemelos y Azul mirándose mutuamente para tener un acuerdo pacifista y empezar a dar los primeros pasos para separar a esos dos.
Sin embargo luego de esa decisión Kalim nuevamente los sorprendió con sus inocentes comentarios.
- Pero honestamente es algo que no recuerdo mucho... así que considéralo un regalo a la promesa que te hice Ahaha. - Ahora Kalim sonrió despreocupadamente.
De manera cómica tanto los dos gemelos y Azul ante esta respuesta cayeron abruptamente al suelo al ver con irónica como Kalim acaba de sabotearse a sí mismo otra vez, si eso no era algo triste entonces no sabían cómo catalogar esto.
- Listo. - Dijo Kalim mirando con orgullo aquella gema brillante sobre el cabello blanco de la sacerdotisa. - Te queda muy bien.
-G-Gracias Kalim. -
Hasta aquí llegó el límite de la paciencia de Jamil y algo dentro de él como una cuerda tensa... se rompió.
Esta sería la última vez que él se callaría.
...
- "¡Esto tiene que ser una maldita broma!" - Exclamó exasperadamente Azul casi tapando su cara con su sombrero para que no vieran su rostro celoso ya que al parecer los gemelos no fueron los únicos en pensar regalarle algo a Shiori y ya se estaba quedando al último. - "¡¿Qué clase de cruel karma es este?!"
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Dentro de la sala común de Scarabia todos los jóvenes ya se encontraban finalizando de almorzar.
- Aaah, eso estuvo bien. - Sonrió Kalim estando satisfecho con su comida.
- Comer bien y descansar lo suficiente entre actividades puede ayudar con el desarrollo del cerebro. También te ayudará a estudiar mejor por la noche. - Murmuró Azul con una sombra morada flotando sobre su cabeza, todavía trataba de recuperarse luego de aquella escena concierto broche que ahora Shiori llevaba puesto.
- ¡Eres tan inteligente, Azul! Eres tan impresionante . - Alabó el albino para luego cambiarla a un rostro un poco avergonzado. - No puedo creer lo muy imprudente que fui al presionar tan lejos a mis residentes. Todavía necesito aprender mucho para ser un buen líder.
- Todos cometemos errores. - Respondió Azul saliendo de su zona sombría para responder un poco con sinceridad ya que había recordado un poco el día en el que pasó por su estado Overblot. - Aún queda mucho tiempo antes de que se acaben las vacaciones de invierno. Todavía puedes compensarlos.
Ante esa buena vibra muchos de los estudiantes no dudaron en también mostrar su comodidad y diversión de estar con amigos cercanos.
- No me importaría quedarme en la escuela si el entrenamiento fuera así. - Dijo un estudiante.
- Sí. De todos modos, solo podemos pasar tiempo juntos de esta manera mientras estamos en la escuela. - Añadió otro estudiante.
- Me siento como si acabara de despertar de una pesadilla... - Finalizó el estudiante que casualmente estaba cerca de Jamil.
El joven mencionado solo miraba la escena con una mirada oscura y plana mientras aparentaba que estaba tranquilo, pero por dentro estaba hirviendo de ira.
Aun así la charla en la mesa continuó.
- Veo que hay muchos estudiantes de Scarabia que son buenos con la astrología y los encantos antiguos. - Comentó Azul.
- El Hechicero del Desierto aparentemente era bueno en previsión, por lo que los estudiantes con las mismas habilidades se reúnen aquí. - Añadió Kalim rascándose nerviosamente la mejilla. - Sin embargo, tampoco soy bueno en eso. ¡Ahaha!
- Escuché que el Hechicero pudo tener éxito con una premonición a pesar de que usó equipo artificial. Creo que la razón por la que pudo sistematizar la astrología más rápido que otros magos fue porque era un pensador más avanzado que los demás.
- Jeje ¡Los Siete Grandes sí que supieron cómo ganarse su puesto!
Dicho comentario hizo que Jamil clavara dagas con la mirada en su rostro estoico.
- Shiori ¿En tu mundo también podían hacer adivinación?- Kalim luego pasó su mirada hacia Shiori.
Shiori viendo que le estaban hablando finalizó de masticar su alimento para luego responder la pregunta del albino.
- La verdad es que solo no hay muchas personas que la practiquen, pero se podría decir que si habían personas que podían tener acceso a ese tipo de prácticas.- Shiori dejó el tenedor a un lado. - Un ejemplo de ello sería como Nostradamus o los profetas.
- ¿Entonces en tu templo no lo practicaban? - preguntó Azul interesado en el tema.
- De hecho solo la usamos para cosas mínimas para leer la fortuna a través de Piromancia, posesión con algún dios profético, objetos medium, etc. Había muchos medios pero al final todo dependía de lo mucho que uno practicaba y profundizaban en esta rama.- Shiori recordó muchas de las actividades de sus hermanas y en especial a cierto niño mudo.- Es más en el templo vive un amable pequeño niño que desde que nació ya tenía un don para la adivinación cuando está en trance... se llama Kai.
La imagen del niño pasó rápidamente por la mente de Azul, Jade y Floyd, recordando así todo el sueño que ellos vieron la noches anteriores.
- ¡Oh, entonces es un hecho que tú debes de ser una clarividente! - Kalim respondió con seguridad.
- De hecho no lo soy. - Respondió con sinceridad Shiori con el orgullo dañado.
- ¿Eh? Pero eres una sacerdotisa ¿No? ¿No puedes ver el futuro? - preguntó Kalim inocentemente.
- Hacer rituales para la fortuna no es lo mismo que la clarividencia, pero recuerdo uno que otro recuerdo cuando intenté practicarlo. - Shiori respondió con una nerviosa mirada de poker y una gota de sudor bajando sobre su cabeza ya que el recordar las primeras veces que casi hizo explotar la hoguera era uno de sus secretos bochornosos de su vida cuando era niña. - Pero digamos que casi terminó conociendo a Buda por eso.
- ¿Buda? - Kalim inclinó confundido su cabeza.
- Pero qué hay de eso que tu amiga pelirroja dijo algo acerca de "No se que cosa paranormal"
- El "presentimiento paranormal" es más como un sexto sentido que sucede algo de gran escala en el acto y que dependiendo de la persona se muestra de diferentes maneras. - explicó Shiori.
- Oh, es verdad. - Recordó Grim bajando sus orejas al recordar lo mucho que Shiori sostenía su corazón cuando ocurrían los ataques de los Overblots. - ¿Te duele mucho cuando te pasa eso?
Al instante muchos de los se miraron extrañados esa pregunta, pero eso no evitó que ella le respondiera con sinceridad.
- Al principio me dolía, pero con el pasar del tiempo aprendí a manejarlos. - Shiori le acarició la cabeza.
- Pero no se volverán graves ¿verdad? - Preguntó un poco preocupado el felino.
- No lo hará. - Pero la sacerdotisa se lo aseguró.
Azul se quedó mirándola por unos momentos tratando de imaginar todo el cúmulo de recuerdos feroces que tenía almacenado su medusa en su memoria y podría haberse quedado de ese modo durante mucho tiempo de no ser que en el sonido de la alarma de su teléfono marcó la hora exacta.
- Son casi las 3 de la tarde. Estudiemos un poco y luego tomemos un descanso. - Dijo Azul levantándose de la mesa.
- ¿Quieres que prepare un poco de té? - Preguntó Jade.
- No, me ocuparé de eso ya que he hecho el mayor progreso hasta ahora.
- En tal caso, Floyd y yo levantaremos la mesa junto con los demás. - Dijo Shiori levantando los platos que podía junto a Floyd. - ¿Te parece bien Floyd?
Pero Floyd solo le sonrió ampliamente mientras asentía con la cabeza para tomar la fuente que tenía cerca y junto con el resto de Scarabia levantaron la mesa para llevarlas a la cocina y limpiarlas. A Shiori se le hizo extraño el que Floyd se haya quedado callado pero no le hizo tantas vueltas al ver su buen estado de humor.
De repente al quedar pocas personas una estudiante más de la mesa se levantó de su lugar y miró directamente normal al líder de Octavinelle..
- Te echaré una mano. - Habló Jamil acercándose al ojiazul.
- Eso sería maravilloso, vamos, Jamil. - Respondió Azul comenzando a caminar junto con Jamil quien lo perseguía a su ritmo.
Shiori por un momento giró su cabeza aun lado para ver cómo la silueta de Azul se iba alejando con Jamil y por un segundo se preocupó por ambos, se estaba preguntando si todo iba a estar bien pero antes de que siguiera entre pensamientos Jade colocó su mano en su hombro y la regresó a la realidad.
- Dejemos esto pronto, esta es su señal. - Dijo el gemelo tranquilo tratando de calmar la angustia de la joven.
- Está bien. - Respondió Shiori continuando sacando su rosario para dar una corta oración metal. - "Kami-sama, protegelos..."
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-Parece ser que los residentes han mejorado un 15% con respecto a ayer. - Dijo Azul acomodando sus lentes mientras seguía caminando por el largo pasillo de Scarabia junto a Jamil que poco a poco iba alcanzando por la espalda a Azul al mismo tiempo qué él de manera sutil sacó su pluma mágica. - Yo diría que eso es muy bueno. Shiori estaba tan preocupada de que Kalim realmente estuviera pasando por algún periodo de inestabilidad mental últimamente, pero parece ser que se ha calmado desde que vinimos aquí ¿No es maravilloso que él esté recuperando la confianza de los residentes?
El simple hecho de escuchar eso Jamil cerró sus ojos y le respondió a Azul de manera corta y clara.
- Eso va a ser un problema.
Al instante Azul detuvo su pasó y girando su cabeza hacia atrás solo pudo decirle.
- ¿Perdón? .
- Lo siento, pero necesito que todos ustedes dejen Scarabia... - Jamil solo dió un paso adelante hasta llegar casi al frente de Azul. - ...Y vuelvan al fondo del mar.
Goteo...
Goteo...
Goteo...
- Jamil, ¿Qué pasa? - Azul arqueó una ceja y colocó sus manos dentro de los bolsillos, se le hacía muy extraño aquella respuesta que Jamil le acaba de decir. - ¿Te he ofendido de alguna manera?
- ¿Realmente no lo sabe? - Jamil se frotó brevemente los ojos con la mano libre que tenía. - ¿Incluso después de ver lo triste que estoy?
- ¿Eh? - Azul viendo con extrañeza la cara de Jamil ya que no había ni una sola lágrima
Ese fue un grave error ya que al abrir los ojos, Jamil al compás de la magia de su pluma mágica atraparon la mirada azul cielo de Azul.
- Me has mirado a los ojos... - Esbozó una sonrisa oscura. - ...Idiota.
"La persona reflejada en tus ojos será tu amo."
"Debes responder cuando se te pida y obedecer cuando se te ordenen..."
"Susurró de la serpiente..."
Repentinamente la mirada de Azul se encogió y se tomó la cabeza mientras que si cara se dibujaba una expresión de dolor.
- ¡¿Qué?!.. Ugh... ¡Mi cabeza...! - Siseó entrecortadamente el ojiazul.
- El dolor pasará una vez que dejes de resistirte. - Dijo Jamil sin dejar de mirar con gozo como Azul se retorcía. - Solo ríndete ya... ¡Obedeceme!
Con un leve espasmo y un último gruñido de resistencia Azul dejó de manera rápida dejó caer sus manos inmóviles y poco a poco iba levantando su cabeza cuya mirada se mantenía cerrada.
- Respóndeme Azul. - Preguntó Jamil ahora cruzándose de brazos.- ¿Quién es tu amo?
- Mi amo es... es... - La voz de Azul al inicio parecía estar luchando por frenar las palabras, pero rápidamente esa idea se descartó cuando abrió los opacos ojos ahora rojos como la lava y respondía de manera obediente y fluida. - Es usted, Amo Jamil. Por favor, deme sus órdenes, mi señor.
Primero Jamil dejó salir un pequeño bufido, luego fue una leve risa y finalmente se terminó convirtiendo en una carcajada insana.
- Me subestimaste como hechicero ¿No es así? ¡Te lo mereces líder de Octavinelle! - Se regodeó Jamil por fin liberando todo lo que estaba reprimiendo desde hacía mucho tiempo atrás aunque luego colocó una cara de enfado puro. .- Maldición... ¡El plan en el que he estado trabajando lentamente durante todo este tiempo se echó a perder gracias a tí y a tu compañía! ¡No tienes ni idea de lo mucho que me costó el tratar de convencer a Shiori y a su gato parlante para colocarlos en contra de Kalim y así derrocar su título de líder de dormitorio sin tener que ensuciarse mis propias manos... ¿Cuántos hilos crees que tuve que mover y al mismo tiempo parecer mediocre?
Luego de esa larga reprimenda Jamil luego se calmó para organizar mejor sus ideas y así reescribir su plan.
- Primero tengo que hacer que le ordenes a los gemelos a regresar al Mar del Coral... Aunque, un momento... - Luego otra idea llegó a su mente para luego preguntarle al controlado Azul. - Has devuelto la magia que le robaste a la gente usando tus contratos. ¿Verdad?
- Si. - Azul respondió dócilmente.
- Tch, supongo que no puedo usarte como una herramienta poderosa. - Jamil chasqueó la lengua. - La magia única de Azul tiene muchos méritos ventajosos, pero mantener control mental por un periodo prolongado de tiempo sería difícil...
- ...Pero aún recuerdo con detalle todo lo que contenían los contratos. - Añadió Azul.
- ¿Qué? - Jamil prestó atención a ese detalle.
- Todos los que hicieron tratos conmigo, sus secretos... problemas, debilidades, deseos... lo recuerdo todo.
- Pero que desagradable colección. - Jamil se burló. - Tenía toda la razón al no acercarme tanto a tí; pero volviendo al caso ¿Tienes algún secreto importante de nuestro director Dire Crowley?
- Por supuesto. Conozco secretos que nunca querría revelar y además conozco un gran secreto que ha mortificado mucho a Shiori.
El solo escuchar esos dos puntos y estar totalmente confiado la sonrisa maligna de Jamil se extendió más acompañada de una risa.
- Ja Jaja... ¡Es perfecto! ¡Todo va a salir a la perfección! - Rió con fuerza jamil para luego agregar entre pensamientos. - "Si ese secretó es lo que pienso entonces finalmente podré compensar todo a lo que tuve que someterla. Me ganaré más el aprecio de Shiori... y estaré más cerca de que esté conmigo." - La dicha de pensar un mundo para ambos fue tanta que casi se desviaba del tema, por lo que tuvo que hacerle un pare para poder enfocarse por lo que regresó su mirada al joven con lentes. - ¡Azul, tú serás mi genio de la lámpara!
- Maestro ¿Es tu deseo el conocer los secretos del Director Crowley y el de Shiori Nakamura? - Dijo Azul.
- Por supuesto.- Asintió presumidamente Jamil. - Si puedo explotar las debilidades del Director y si uso sabiamente ese secreto de Shiori, entonces.. ¡Puedo expulsar a Kalim de la escuela y así me convertiré en el líder del dormitorio! - Luego la imagen de la joven albina extendiendo la mano con una cálida sonrisa pasó por su mente. - ¡Y yo finalmente podré...!
- ¿De qué hablas? - Murmuró una voz femenina cargada de tristeza.
Toda la euforia que alguna vez Jamil sintió al inicio se transformó en una especie de balde de agua que cayó encima de él. Pensó mucho que quizás esta era alguna especie de ilusión pero al girar lentamente su cabeza hacia atrás más pronto que tarde su peor temor se acaba de cumplir.
- Gracias por contarnos todo. - Dijo la voz de Jade.
Las personas que habían llegado no eran ni más ni menos que los gemelos Leech llegando a la escena junto a Grim quien acompañaba a la persona que Jamil no quería que se enterara de esta parte de la verdad, pero ya era tarde porque Shiori ahora lo miraba con una mirada de congoja, confusión y sobre todo traición.
- Shiori... - Susurró pesadamente Jamil sintiendo un dolor dentro de él al ver esa mirada que perforaba en su alma.
- ¡Finalmente revelaste tu verdadera personalidad! ¡¿Cómo te atreves a manipularnos de esa manera?! - Grim extendiendo su pata hacia el azabache.
- ¡¿Qué?! ¿Cuánto han escuchado? - Preguntó Jamil sintiéndose acorralado contra la espada y la pared.
- Lo hemos escuchado todo. - Dijo Jade sacando el teléfono de su bolsillo. - Desde la conversación que tuviste con Azul desde que saliste del salón se estaban grabando y transmitiendo en directo para toda la escuela usando el teléfono inteligente de Azul.
- ¡¿Qué?! - Jamil lo miró estupefacto.
- Actualmente, hay más de 5000 personas en sintonía viendo la transmisión en vivo desde el Magicame de Azul. - Jade mostró la pantalla para mostrarle que no mentía. - Aparentemente, "El plan maligno en una cierta academia de magia" se volvió tendencia. El debut en el escenario del vice-líder. Por supuesto, todos los residentes del dormitorio también estaban mirando desde el salón.
Jamil lo estaba fulminando con la mirada y estaba a punto de responderle cuando de pronto la voz de Shiori se escuchó.
- Jamil - Los hombros de Shiori temblaron levemente al recordar aquel familiar sentimiento de engaño que una vez sintió hace tiempo atrás, muy aparte de las ya conocidas como el caso del loto rojo y los antiguos Onmyōji, hubo alguien que ya una vez trató de mentirle de la manera más cruel que involucró sus más inocentes sentimientos. - ¿Acaso solo querías usarme... como otra herramienta más?
Oh no, ella nuevamente sentía como las lágrimas del enojo intentaba picarle a los ojos. No quería volver a llorar y mucho menos por aquel chico que no se merecía ni sus lágrimas.
Jamil por otro lado se alarmó al ver como cada vez más Shiori empezaba a ver otra imagen equivocada de él por lo que trato de explicarle a la albina. Puede que al inicio sí sabía lo que tenía que hacer cuando apareció en la cocina, pero luego todo cambió cuando vió como ella lo trataba. Incluso si estaba trabajando a escondidas para que todo pudiera continuar, todos los momentos con los que tuvo y sus palabras cuando estaban a solas no fueron mentiras.
- No, espera. - Jamil quiso explicarle a ella. - Esto no es lo que parece.
- ¿Entonces por qué? - Shiori activó su Ajna aunque aun manteniendo la mirada triste, algo no cuadraba porque todas las veces que ella vio la misteriosa alma de Jamil hubo breves destellos que mostraron por lo menos una pequeñísimas honestidad, sus ojos se lo mostraron, como cuando estuvieron en la pileta. No quería tener que juzgar precipitadamente por más que estaba dolida no debía dejar que sus fuertes emociones tomen el control de ella o de lo contrario no llegaría a nada y estaría lejos de solucionar el problema. Necesitaba saber la forma, la razón y la verdad detrás de las acciones de Jamil.- ¿Por qué lo has hecho?
Jamil estaba apunto de explicárselo pero justo en ese momento varios pasos corriendo hacia el mismo pasillo llegaron a la escena del drama, se trataban de todos los estudiantes mirando con desilusión y decepción al vice-líder de Scarabia sosteniendo sus teléfonos por donde vieron el directo.
- Vice-líder Jamil, dinos que no es cierto.- Dijo tristemente el estudiante de cabello castaño.
- ¡¿Usted... nos ha estado engañándonos a nosotros y al líder todo este tiempo?! - Añadió el estudiante de cabello morado.
- ¡Eres el lobo con la piel de oveja! ¡Eres un mentiroso! - Regañó Grim abrazando la cabeza de Shiori al sentir como ella estaba triste por la situación, sabía más que nadie que su secuaz sufría por dentro pero que no lo demostraba porque necesitaba mostrarse fuerte ante esta terrible situación. Por lo que era su papel dar los sermones.
- E- eso es... - Jamil se sintió más acorralado al ver todos los ojos de sus residentes pensando lo peor de él, por lo que trataba de justificarse. - Se equivocan, yo solo...
- No trates de fingir inocencia. - Resaltó Jade colocando su mano en el hombro de Shiori. - El hecho de que Azul no pueda moverse es debido a tu magia. Esa es una prueba suficiente... Jamil. - Luego, guardando su teléfono, levantó su mano libre y lo señaló. - ¡Le lavaste el cerebro a Kalim usando tu magia única, quisiste manipular a la noble señorita Shiori en contra de su voluntad para sólo causar confusión en Scarabia!
Luego de un incomodo pero breve silencio, al final Jamil solo suspiró, no pensó que las cosas terminarían de este modo, con todos mirándolo como si fuera el ser más despreciable de que tierra haya visto, pero de todas esas mirada la única que todavía no lo veía así era la mirada de Shiori. Si bien él podía ver que todavía había dolor a través de ellos era ese brillo lo que le decía que aun estaba preocupada por él y dispuesta a escucharlo a pesar de todo.
- No tenía la intención de que las cosas llegaran tan lejos. - Le dijo Jamil a la albina y con un movimiento de labios silencios como el de una serpiente le dijo rápidamente, sin que nadie lo notara mucho. - ...Perdóname.
Shiori solo abrió los ojos levemente al escuchar ese tono de voz. Viendo el alma de Jamil, pudo ver que no estaba mintiendo en esa parte, pero eso no era lo último que diría el joven de cabello azabache y no solo eso sino que una parte de su mente refrescó una memoria de uno de sus sueños...
Más en específico cuando conoció a aquella serpiente negra.
- Pero...Ya no hay vuelta atrás. - Jamil desvió su mirada y levantó su pluma hacia donde estaba el líder de Octavinelle controlado. - ¡Azul, te ordenó que vayas tras ellos y atraparlos!
Azul de manera repentina giró rápidamente su cabeza hacia donde estaban los presentes y empezó a caminar hacia ellos.
- Sí, como desee, Amo. - Respondió el joven con lentes.
Shiori reaccionando al instante se colocó delante de los gemelos y extendiendo su mano estaba a un paso de convocar su muro de mándalas no sin antes decirle a Azul:
- ¡Azul, despierta! ¡Por favor regresa a tus sentidos! - Pero antes de que pudiera siquiera realizar una técnica Azul fue rápido y la tomó de las muñecas para detenerla.
- Él no puede escucharte... decirle algo es inútil. - Respondió Jamil.
- Sí, soy el sirviente leal del amo Jamil... - Respondió Azul cerrando sus ojos.
La victoria casi parecía a favor de Jamil, pero repentinamente el ojiazul soltó las muñecas de Shiori y girado de vuelta a su "Amo" reveló que sus ojos volvieron a ser como el azul cielo acompañado de una sonrisa victoriosa que le respondió con rebeldía:
- ¡Como si eso fuera a suceder alguna vez!
- ¡Azul! - Shiori sonrió con esperanza ganándose un guiño de parte del mencionado.
Casi todos, excepto los gemelos, se sorprendieron mucho al ver como Azul se había librado del control mental de Jamil sin problema alguno, pero el más afectado de todos era Jamil ya que él no comprendía cómo diablos como aquel pulpo se libró tan fácilmente sin verse afectado.
- ¡¿Qué?! - Exclamó Jamil.
- Te regresó las mismas palabras que me dijiste hace poco. - Azul se quitó el polvo de su caso. - Me subestimaste al pensar que era tan solo un un simple mago codicioso ¿Me equivocó? Me temo que el Karma siempre cumple con su cometido. Ahora, nadie le creerá al vice-líder cuando digas que estás haciendo esto por el bien de los estudiantes. ¡Que te sirva eso de lección kármica!
- ¡¿Qué diablos está pasando?! - Jamil miró con exasperación. - ¡Se suponía que deberías tener el cerebro controlado cuando me miraste a los ojos!
- Simplemente soy un mago muy cauteloso que siempre tiene una contramedida para todo lo que se me presenta. - Luego Azul miró a un lado hacia donde estaba cierto gemelo que extrañamente estaba muy callado desde hacía tiempo. - ¿No es así. Floyd?
- Bajaste la guardia tan fácilmente ¿No, serpiente marina? - Finalmente Floyd respondió después de mucho tiempo sin embargo había algo que destacaba en proporciones bíblicas.
¿Qué demonios? Su voz sonaba ridículamente mucho más grave que la de Tim Strorm si hubiera aspirado algo a lo opuesto al helio.
- ¡¿Qué diablos le pasó a tu voz?! - Grim lo miró desencajado.
- Hice un contrato con Azul para obtener esta voz profunda. - Sonrió Floyd acercándose al otro lado libre de Shiori para acercarse y mostrarle su sonrisa dentada.- ¿Qué opinas Koebi-chan ¿No es grave e impactante?
Shiori se estremeció un poco al sentirse entraña ante esa voz antinatural.
- Impactante sí es, suenas como si te hubieras tragado a un sapo con bronquitis. - Añadió Shiori.
- He he he ¿Qué cosas dices? - Rió Floyd. - Suena genial es un precio justo a cambio de prestarle a Azul mi "Bind the Heart"
Shiori abrió los ojos de par en par ante ese dató y regresó su mirada hacia el joven con lentes quien iba a explicar las movidas de su plan.
- La magia única de Floyd es capaz de bloquear la magia de un oponente y redirigirla a otro lugar. - Inició Azul.
- Es por eso que pudiste evitar el hechizó de Jamil. - Shiori se dió cuenta del truco. - Usaste el "Bind the Heart" para redirigir el ataque.
- Correcto, Shiori. - Sonrió Azul recapitulando su plan. - Estafé a Floyd para quedarse con su magia. Al momento de que me separé de ustedes con Jamil sabía que él me atacaría por lo que siempre estuve al tanto de cada pasó qué él daba y luego, todo lo que tenía que hacer era fingir que me controlaba para que Jamil bajará la guardia y revelar sus planes. - Chasqueó los dedos. - Así de sencillo.
- Tienes una personalidad bastante retorcida, Azul. - Grim lo miró con mucha sospecha mientras una gota de sudor bajaba de su cabeza. - No me sorprende.
- Preferiría que lo llamaras astucia. - Refutó Azul fulminando brevemente al gato. - En cualquier caso, pensé que Jamil sería el único aquí lo suficientemente fuerte como para rivalizar con la magia única de Jade... Precisamente por esa suposición elaboramos este plan.
En eso una persona más salió del tumulto de gente acumulada, sosteniendo su teléfono a la mano y con dando pasos dudoso pronunció:
- ¿Ja... mil...? - Sonó la voz rota de Kalim, mirando con total negación a la persona que se consideraba lo más cercano a un fiel amigo. - ¿Qué está pasando aquí?
- Kamil... - Pronunció Jamil.
- Es mentira ¿verdad? - Kalim trato de sonreír como siempre pero con mucha dificultad.- ... nunca tratarías de manipularme. Sé que últimamente ha habido momentos en que me estaba distrayendo mucho y perdiendo la noción del tiempo, pero... yo... eso es... solo es por mi anemia ¿No es así? - Tartamudeó un poco.
Shiori miraba con tristeza a Kalim ya que era más que obvio que para él de seguro el dolor era tan impactante que todavía su momento no lo quiere asimilar. Saber la verdad era un arma de doble filo a veces son buenos, pero también provocan dolor.
- Yo... siempre suelo quedarme dormido en cualquier lugar; siempre me regañas por eso.. - Continuó Kalim ahora no tratando de derramar las lágrimas que se estaban acumulando en sus ojos brillosos. - ¿Es así verdad? Solo he estado somnoliento, ¿Verdad?
El joven azabache al inicio miró abatido a su amo. Parecía tan pensativo entre sus pensamientos que hasta lucía desanimado, o eso parecía antes de que se fuera al diablo ya que repentinamente se echó a reír con más fuerza al punto que sonaba escandalosa como si hubiera escuchado un chiste.
- Oye, ¿Qué pasa? - Preguntó aún más confundido el joven como el resto de los presentes.
- Eso es exactamente de lo que estoy hablando... - Jamil calmó su carcajada pero no su mirada fulminante. - Vera "amo", desde que tengo memoria, esa actitud tuya despreocupada, idiota y amigable... - Sin contenerse más le exclamó fuertemente. - ¡SIEMPRE LA HE ODIADO! ¡Sigues haciendo lo que quieres sin pensar en todas las mierdas que me obligas a hacer por tí!
- "Entonces Kalim es la razón por la que Jamil ahora tiene su punto de quiebre" - Pensó Shiori analizando la situación fue entonces que lo recordó y lo entendió.
"No está mal el querer intentar descartar y mostrar de lo que uno es capaz sin que nada o nadie los ahogue por reglas que ya han sido escritas en piedra."
Por eso el alma de Jamil tenía ese aura misteriosa alrededor de su alma. Esa no era su verdadera esencia, todo lo que vió desde los pequeños destellos de honestidad que presenció siempre se trataron de las emociones acumuladas y reprimidas de tantos años de quedarse callado y sin poder sacarlas, al igual que como solía ser Koichi cuando lo conoció por primera vez.
- Tu sonrisa es totalmente repulsiva... ¡Ya me cansé! .- Jamil apretó más su pluma mágica cuya gema empezaba a brillar poco a poco acorde a la ira que sentía su portador. - No me sirven de nada las palabras dulces. Siempre he deseado, todos los días desde mi existencia, que desaparezcas de mi vida... ¡PERO ESO SE TERMINA HOY! ¡Me importa una mierda lo que a mi o a mi familia! ¡ya no me importa nada de eso!
Luego de ese gritó Jamil dirigió su mirada enojada al grupo de estudiantes de Scarabia que lamentablemente establecieron un contacto visual; Kamil de algún modo sabía lo que iba a pasar y trató de impedírselo.
- ¡Detente, Jamil! - Dijo Kalim extendiendo la mano mientras trataba de evitar el contacto visual pero Jamil fue rápido y usando la fuerza a su favor para lanzarlo sin delicadeza hacia donde estaban el grupo de Octavinelle.
- ¡Kalim! - Shiori exclamó logrando atrapar al albino.
- ¡Shiori él va ha...! - Kalim intentó advertirle pero ya era tarde.
Jamil esparciendo por sus venas y su gema su magia única a grandes cantidades para luego exclamar a los estudiantes:
"¡La persona reflejada en sus ojos será tu amo!"
"¡Deben responder cuando se les pida y obedecerán cuando se les ordenen...!"
"¡SUSURRO DE LA SERPIENTE!."
Entonces todo el maldito caos empezó. Los estudiantes se llevaron las manos a la cabeza tratando de luchar contra el control mental pero el dolor era tan fuerte que no tardaron mucho en ceder con el fin de apaciguar esa dolencia y sufrimiento que los carcomía por dentro.
- ¡¿Está tratando de usar control mental en todos los residentes del dormitorio?! - Exclamó preocupado Azul tratando de evitar junto con los demás aquel truco, lástima que los demás no corrieran con la misma suerte ya que varios estudiantes ahora poseían una miradas vacías y sin voluntad alguna.
- ¡Ustedes! - Exclamó Jamil a sus marionetas. - ¡Atrapen a Kalim y a los bastardos de Octavinelle! ¡Y tráiganme a Shiori!
Todos los estudiantes al escuchar esa orden asintieron al unísono y sacando sus varitas fueron en manadas hacia el grupo mencionado.
- ¡Jamil! - Gritó Kalim.
- ¡Cuidado Kalim! - Dijo Shiori jalando a Kalim a su espalda mirando de frente al alumno de enfrente y rápidamente empezó a repartir pulsaciones para paralizar su cuerpo.
Pero algo nuevo ocurrió, aquel estudiante que se supone que debería estar paralizado empezaba a moverse como si nada le hubiera afectado.
- ¡¿Qué?! - Shiori Exclamó con sorpresa cómo el alumno iba a aplacar contra la albina.
- ¡Shiori! - Exclamó Azul queriendo acercarse a la zona pero otro hechizó lo obligó a alejarse antes de que lo hirieron.
Él temía que algó malo le pasara pero lo que no contaba era que ella no estaba sola, ya que gracias a Grim, quien apareció repentinamente, él logró invocar una bola de fuego que si bien no era mortal fue lo suficiente fuerte para alejar a aquel estudiante de su secuaz.
- ¡A mi secuaz nadie la toca, pervertidos! - Exclamó el felino sacándoles la lengua rasposa.
- ¡Grim! - Shiori sonrió ante la llegada del gato.
Y junto como el dúo dinámico inquebrantable ahora intercalaban sus técnicas al igual que como pasó en el torneó mágico para alejar a los estudiantes controlados con muros de mándalas y enjaularlos en franjas de fuego que les cerraban el pasillo.
Fue un alivió para el líder de Octavinelle el ver como Shiori podía manejarlo, no quitaba el hecho que estaba preocupado, pero aun así tendría que lidiar con una horda de estudiantes que buscaban derribarlos. Por otro lado Jade y Floyd como los expertos en pelea que son asintieron con sus cabeza y se ubicaron al lado de Azul para apoyarlo en su dúo, así que sacando sus varitas, también empezaron a luchar mezclando un poco de magia y uno que otro golpe a mano desnuda.
Hechizo contra hechizo. Golpe tras golpe. Tecnica contra técnica todo dedicaban sus fuerzas para no caer en este ataque de fuego cruzado. Hubo muchos objetos que se rompieron en el proceso de la pelea, pero siendo honestos a estas alturas eso ya no importaba. Agua. Madera. Fuego. Aire. Hechizos neutrales. Por mucho que trataban de detener a los estudiantes poseídos, estos, no paraban de levantarse del suelo y continuar luchando, era como si su maldita barra de estamina nunca se acabara.
- No puedo creer esto. - Dijo Azul enviando otro hechizo de viento y esquivando el resto, aunque se le notaba que ya se estaba agotando. - ¡Está controlando a tantas personas al mismo tiempo y les está dando órdenes por separado! Definitivamente no hay nada de mediocre en él ¡Con un nivel así hasta podría posicionarse como el mejor estudiante del instituto! ¡No solo en su propio dormitorio!
Floyd propinó una patada limpia en la cara de un estudiante quien venía a atacar por la espalda a Azul.
- ¡Siguen levantándose sin importar cuánto peleemos contra ellos! - Dijo el gemelo con su voz ronca y casi jadeante. - ¡¿Qué son... Zombies?!
- Al menos esos Zombis se pueden detener de un disparo en la cabeza. - Comentó Shiori a unos metros de ellos extendiendo sus brazos. - ¡"Muro de mándalas"!
El muro lleno de lotos aparecieron repentinamente y con una fuerte presión de aire logró empujar lejos a una buena cantidad de alumnos pero no lo derribó del todo por lo que Shiori extendió un brazo hacia ellos dió pase a Grim quien se apoyó en ella para trazar varias líneas de fuego para retener a esos estudiantes en una hilera de fuego, pero aun así quedaban muchos por retener.
Sin embargo Kalim aun estaba muy angustiado por ver cómo las cosas terminaron y no quería que continuaran de ese modo por lo que intentó una vez más razonar pacíficamente con Jamil y ofrecerle una solución.
- ¡Jamil, detente! - Suplicó Kalim. - ¡Está bien! ¡Regresaré a casa para que tú seas el líder! ¡Así que por favor...!
Pero Jamil lo interrumpió.
- ¿Hah? ¿De qué hablas? - La mirada de Jamil se endureció. - ¡Mis grilletes no desaparecerá tan fácilmente, Kalim! ¡No mientras tú estés vivo!
Entonces Jamil con un movimiento de muñeca lanzó una vez más su magia en gran cantidad contra Kalim quien solo miró estático como aquel ataque veloz iba contra él.
- ¡Desaparece! - Exclamó Jamil expulsando una gran ráfaga de energía oscura.
La velocidad a la que iba no le daría tiempo para defenderse o si quiera conjurar una defensa y sabría dios que más estaría a punto de pasar. Los jóvenes de Octavinelle no podrían ayudarle ya que ellos estaban casi siendo rodeados y apenas se podían defender.
Parece ser que este sería el final pero no para alguien más quien estaba con los sentidos hasta el topé fue como si su sexto sentido le estuviera advirtiendo lo que estaba apunto de pasar y además conociendo este tipo de escenarios y recordando lo que pasaría si se queda quieta supo reaccionar por impulso, así que sin pensarlo dos veces su cuerpo salió a defender a Kalim.
- ¡No! - Exclamó una voz femenina.
Entonces tanto Kalim, Grim, Azul, Jade y Floyd abrieron sus ojos de par en par ya que sabía lo iban a pasar, ya era tarde para actuar algún plan de emergencia porque la girar sus cabeza hacia donde provino la voz vieron como Shiori empujó a lejos a Kalim para luego ser golpeada por la magia de Jamil.
Al principió todos creyeron que solo se trataba de un hechizo neutral pero cuando Shiori sintió aquella sensación de caer tiesa por un agujero negro entonces fue cuando supo que lo que la golpe no fue un hechizo normal sino la magia única de Jamil.
Esto no pinta bien y, dentro de su subconsciente, trató de luchar con las cadenas que paralizaban en cada extremidad además de empezar a escuchar el característico zumbido vibratorio que perforaba sus orejas con mucho dolor mientras entraba en trance.
"Espera un poco más y estarás cerca de contemplar el nacimiento de un nuevo mundo."
Repentinamente ella dejó de hundirse pero lejos de sentirse aliviada ahora se encontraba estancada en un punto medió de aquel abismo viendo todo lo que estaba pasando a su alrededor a través de sus ojos exteriores.
Para cada acción de siempre habrá un propósito y Jamil viendo la intervención de Shiori fue motivo para que él sonriera con malicia ya que su plan había salido tal y como esperaba.
- ¡Shiori! - Exclamaron los presentes viendo como el cuerpo de Shiori poco a poco iba cayendo inmóvil al suelo con los ojos transformando del escarlata al rojo lava.
Kalim, siendo el más cercano y viendo con preocupación cómo su diamante en bruto estaba cayendo al suelo, se movió rápidamente tratando de evitar que la joven se lastimara por el golpe por lo que lanzó su cuerpo para amortiguar su caída. Pero ni bien solo la tocó repentinamente desapareció provocando que el albino solo se cayera al piso sin gracia alguna.
Shiori había desaparecido.
El trío Octavinelle, Grim y Kalim solo miraron confundidos la escena preguntándose ¿Qué diablos acaba de pasar y que le pasó a Shiori?
- ¿Buscaban esto? - Dijo la voz burlona de Jamil.
Kalim, al igual que los presentes, casi con el nudo en sus gargantas elevaron la cabeza hacia el mismo punto de donde vino la voz de Jamil vieron como él, sonriendo victoriosamente, sostenía entre sus brazos a una desmayada y agonizante Shiori quien trataba de luchar contra el agonizante dolor del control mental.
- ¡Señorita Shiori! - Exclamó Jade.
Todos estaban a punto de ir en contra de Jamil, pero él fue rápido.
- No intenten atacar. Sí saben los que les conviene. - Ordenó Jamil enviando un claro mensaje de amenaza entre sus palabras mientras Shiori luchaba contra el dolor.
Los jóvenes estaban contra la espada y la pared por lo que no les quedó de otra que frenar para tratar de evitar que las cosas empeorarán aunque lo que realmente querían era saltar hacia Jamil con el fin de despedazarlo y recuperar a la sacerdotisa de sus viles garras.
El verlos tan dudoso hizo que azabache aprovechará esta situación para con un hechizo eliminar las franjas de fuego y así permitir pasar a sus marionetas para que ellos pudieran de encargan de apresar a todo los intrusos.
- ¡Shiori! - Exclamó Grim casi yendo a correr hacia su secuaz, pero el pie de un estudiante controlado lo pisó contra el suelo.
Shiori por otro lado aún intenta buscar la manera de recuperar su movilidad, pero no pudo hacer mucho. Todo lo que podía mover en ese momento solo era mover un poco los labios para detener a Jamil.
- Jamil... no... lo... - Shiori tratando de hablar con claridad le estaba pidiendo a Jamil que se detuviera, que no continuara por ese camino de odio, pero hasta eso también le parecía difícil tanto que el joven moreno, al ver como la sacerdotisa luchaba, solo acercó uno de sus dedos sobre sus delicados labios para silenciarlo de manera suave.
- Shhh... Te dolerá si intentas colocar resistencia. - Jamil le susurró casi cerca de su oído para que solo ella lo escuchara y sonriendo con los ojos le añadió. - Cuando acabe con estos inútiles te quitaré la restricción y ya no sentirás dolor. A ti no te pienso hacer daño... querida.
Con esa palabras pronunciadas y percibiendo el intoxicante aroma del perfume de la albina su mente ya no pensaba con claridad y le empezó a dar un suave beso corto en su mejilla, luego fue descendió por su cuello para finalmente rodear sus brazos alrededor de su delgado cuerpo para que con la pluma mágica se deshiciera de aquella prendas que aquel molesto pesado le dió y cambiarlo a uno mucho más digno de una reina.
La vistió con un top rojo que cubría su delicado busto y hombros. Sus piernas fueron cubiertas con una larga falda roja con un corte al lado. Tenía puesto un hermoso velo rojo sobre la cabeza con lentejuelas doradas y también se le fueron colocados varios rubíes y accesorios de oro en la cabeza, orejas, cuello, muñecas y tobillos que le daban una pinta de realeza.
El solo ver lo cuan hermosa se veía en este traje hizo que Jamil soltara una risa de satisfacción.
Esto era inaudito, el simple hecho de ver como Jamil tuvo el atrevimiento de hacer todas esas acciones en contra del consentimiento de la sacerdotisa generan repudio que removía los estómagos del trio de Octavinelle y que además se les hervía la sangre en las venas, pero para el pobre Kalim fue una fuerte estocada en el corazón al ver esta imagen.
- ¡Reza para que tus huesos no se vuelvan polvo para cuando te apriete! - Exclamó Floyd con una vena palpitante en la cara y con su hermano apretando sus dientes filosos.
- ¡Si le vuelves a poner un dedo encima de ella, haré que te arrepentirás! - Exclamó Azul apretando las manos tratando de zafarse de los estudiantes sin tener mucho éxito.
Pero Jamil los ignoró de manera olímpica ya que ahora quería probar el dulce néctar de aquellos labios rosados de la joven por lo que casi inclinando su cabeza por poco lograba su cometido hasta que su mayor fuente de enojo y estrés habló:
- ¡Jamil por favor déjala! - Rogó Kalim . - ¡Ella no te hizo nada! ¡No le hagas esto!
Jamil estaba fastidiado de no poder tener un momento tranquilo con Shiori, por lo que decidió a lo que iba a hacer iba a dar su ultimátum, pero no podía tener a Shiori en brazos por lo que de manera temporal creó una especie de asiento elegante para colocar con cuidado a su diamante en bruto.
- No sabes como me estas colmando la paciencia, podría deshacerme de todos ustedes ahora. - Dijo Jamil acariciando el cabello de la sacerdotisa inmóvil. - Pero ese sería un pago inadecuado por años de humillación y subestimación. - Jamil luego se fue acercando peligrosamente hacia el albino y su compañía - "No olvides tu posición, Jamil". "Olvida quien eres, Jamil" - Siseó con enojo recordando la voz de aquellos familiares del pasado.
- "¡Jamil por favor no les hagas nada!" - Lloró internamente Shiori sintiéndose patética de no poder hacer nada y sintiendo como el dolor de la frente ahora comenzaba a aumentar al compás de una susurrante voz terriblemente familiar. - "Me duele la cabeza... No me siento bien..."
"Cuando tu mente esté en un estado de trance junto con tu palabra clave..."
- Jamil... - Kalim intentó hablar con él pero no lo escuchó.
- No. Lo que necesitas, Kalim... - Dijo Jamil apretando más las manos con ira contenida. - es sufrir tal como yo sufrí al ver como me lo quitaste todo durante tantos años ¿Pero teniendo tu puesto como líder bastará?
- Ya basta.
- ¿O ver cómo los estudiantes destruyen a tus enquencles aliados de Octavinelle?
- Basta. Para. Te lo suplico.
- No, la pena más apropiada debe ser obligarte a ver mientras te quito lo que más amas. - Siseó Jamil señalando con su gema a la inconsciente Shiori que mostraba un rostro lleno de dolor. - ¿Duele verdad? Ahora entiendo porque le tienes tanto cariño, sin duda alguna ella es un verdadero diamante en bruto y en las manos correctas podría brillar aún más.
"Tú harás de nuestra voluntad una realidad..."
La pluma de Jamil reveló como más manchas iban apareciendo en su gema generando preocupación entre los presentes que aún no estaban controlados.
- ¡Jamil ya basta! ¡Si sigues usando más tu magia única de esta manera excederán los niveles seguros del blot! - Jade trató de hablar con raciocinio.
- ¡Callate! ¡Tú no me das ordenes! - Jamil le gritó al gemelo Leech. - ¡No escucharé las órdenes de nadie nunca más! ¡Yo... Yo...!
"Tu palabra clave será..."
- ¡Yo obtendré mi libertad!- Finalizó Jamil provocando que su gema se oscureciera por completo.
Y al mismo tiempo el cuerpo de Shiori dió un fuerte golpeteo de su corazón que hizo que sus ojos volvieran al tono escarlata, pero estos ya no lucían aquella mirada gentil que alguna vez caracterizó a nuestra sacerdotisa.
- "¡No!" - Exclamó entre pensamientos Shiori mientras que una luz roja se iba iluminando a su espalda y en su frente.
Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo... Goteo...
De la gema corrompida varias gotas oscuras salieron como un fuerte chorro de liquido negro que salpicó de manera violenta por el cuerpo de Jamil hasta formar varias escamas que se solidificaron y se mezclaron con su forma física para adoptar su nueva transformación . La llama magenta, que representaba su alma, se situó en su ojo derecho. Su piel morena ahora estaba pálida como un cadáver y llena de tatuajes de henna elegantes. Su cabello azabache tenía varias hebras con forma de serpientes oscuras de ojos rojos. Llevaba túnicas de seda roja casi quemada con varios arneses negro y accesorios dorados como que rodeaban su pecho, brazos, muñecas y cintura. Sus hombros tenían hombreras hechas de tinta sólida. Su cabeza tenía un turbante negro con un rubí adornando en el centro como si fuera una clara señal de que ahora Jamil era nuevo sultán de Scarabia.
Sobre el charco sobrante del Blot, la encarnación de las emociones negativas de Jamil, empezó a formarse hasta adoptar la forma del cuerpo cocido de alguna especie de genio con la piel roja, una cola que hasta aparecía ser como la de una serpiente que se hundía en la sombra oscura y su cabeza contenía aquel enorme frasco de cristal con forma de turbante de un visir que derramaba de tinta oscura de magia.
El aire del lugar se tornó de un color rojo oscuro junto a una neblina pesada y fuertes corrientes eléctricas recorrían a través de ellas, era todo un escenario que a más de uno de nuestros protagonistas podría inquietar debido a la situación que se encontraban.
- ¿Qué demonios? ¿Qué le pasó a Jamil? - Dijo Kalim en un tono preocupado.
- El aire que nos rodea se ha deformado. - Dijo Jade mirando a su alrededor con un terrible sentimiento familiar. - ¡Esto es igual a lo que le pasó a Azul...!
- El estado Overblot. - Añadió Azul frunciendo el ceño. - las cosas se volverán difíciles ya que no tenemos refuerzos alrededor.
- ¡¿Por qué siempre nos tiene que pasar esto?! - Exclamó Grim levantando su carita. - ¡¿Este tipo también acaba de entrar en su enloquecido modo malvado?!
- "Esto no es bueno. La energía negativa de la influencia está aumentando." - Pensó Azul tratando de salir de las restricciones de los estudiantes pero estos se esmeraban en sostenerlo como si su vida dependiera de ello.
- Acabemos con esto. - Dijo Jamil sonriendo malignamente. - ya me he cansado de vivir así.
- " Tenemos que devolverlo a sus sentidos. En el momento que se le acabe la magia, será su perdición." - Sin embargo un pensamiento preocupante llegó a su cabeza. - "Un momento... ¡Shiori! ¡La magia de Jamil la afectará en este estado!"
Por lo que, Azul, dirigiendo su mirada hacia la silla improvisada esperaba verla aún ilesa y a salvo de aquella encarnación, pero lamentablemente su corazón se preocupó mucho más cuando solo vio el asiento vacío con el rosario Juzu balanceándose en el respaldo.
Él no fue el único en notar aquella ausencia, ya que los gemelos, Grim y Kalim también se percataron de ese detalle y trataron de buscarla con la mirada, pero a medida que no la veían su preocupación solo fue aumentando.
Por otro lado Jamil, a pesar de estar en este, estado se percató de aquellas miradas miserables que no eran ocasionadas hacia su imponente figura sino por algo más. Tratando de pensar en todas las posibilidades por las cuales estos sujetos estaban de este modo, no tardó mucho en unir los puntos y casi rompiéndose el cuello al momento de girar la mirada pudo comprobar que su sultana ya no estaba en el lugar en donde la había dejado.
Acercándose a aquella silla quiso tomar aquel rosario entre sus manos, pero lo que no nunca se esperó fue que al momento de sostenerlo de repente, como estuviera en llamas volcánicas, provocó un rechazo al contacto de Jamil logrando lastimarlo minúsculamente.
Claramente, a modo de reacción, Jamil terminó arrojando a que rosario lejos de él tratando de apartarse aquel objeto lo mas lejos de él pero lo suficientemente cerca de una de las columnas del pasillo.
- ¡¿A dónde se fue?! - Dijo Jamil mirando de un lado para el otro esperando ver la larga cabellera blanca, pero aun así no encontró nada.
De repente...
¡Crash!... ¡Crash!... ¡Crash!...
De manera sorpresiva al otro extremo del pasillo se escuchó un fuerte estruendo que casi exaltó a más de uno de los presentes no controlados.
Jamil y los demás, reaccionando al ruido fuerte, regresaron sus miradas para solo ver como varios de los espejos que el dormitorio tenían como adorno ahora fueron pulverizados en varios fragmentos filosos que estaban regados por el suelo, pero la actividad aún no acabó allí.
Tap... tap... tap... tap... tap...
Ahora el eco de varios y descalzos pasos del tamaño de un pequeño iban corriendo por todos lados. Casi nadie no podía explicar de dónde venía el sonido lo cual los hacía sentir un poco ansioso, pero la situación no terminó allí ya que ahora también se empezaron a percibir uno que otros tétricos sollozos infantiles sobrenaturales que a veces sonaban agudos y otras veces graves.
Como si el ambiente ya no era lo suficientemente cargado, pues ahora se podía sentir como la temperatura del lugar empezaba a descender como si hubieran ingresado a un congelador y además de que las luces del pasillo empezaban a prenderse y apagarse de manera repetitiva, al igual que cuando los cables de la electricidad fallaran.
Todos miraron por todos lados esperando ver algo, pero a medida que no veían nada la intriga aumentaba, incluso para Jamil. Cada vez que el více-líder de Scarabia escuchaba como los pasos iban sonaban muy cerca de él, rápidamente volteaba la cabeza rápidamente para buscar al culpable pero aun no veía nada.
Y así el mismo patrón se repetía hasta que finalmente las luces se apagaron a la vez que los lamentos y los pasos frenaron de manera brusca...
O al menos así lo fue de no ser de unos suaves pasos acompañado del ruido de las pulseras volviéndose.
Tap... tap... tap...
Al regresar sus miradas hacia el ruido, allí finalmente estaba Shiori, manteniendo la cabeza baja, caminando con dificultad y con sus hombros temblando de vez en cuando como si tuviera tiritando por el frío.
En un escenario distinto quizás el trió de octavinelle dirían que estaban aliviados de ver a la albina de pie, pero este no era el caso ya que por algún motivo tenían un presentimiento dentro de ellos que les decía que algo no cuadraba bien.
- Shiori - Murmuró Jamil viendo como Shiori luchaba para llegar hasta él a tal punto que a mitad del se tropiezo en el camino.
Jamil siendo rápido para reaccionar ordenó a su Ovlerblot que moviera su mano hacia ella para evitar que se cayera, cosa que hizo con mucho cuidado. Una vez cerca de él, la dejó junto a Jamil y retrocedió un poco.
- Te advertí que no se movieran, es perjudicial para ti o de lo contrario... - Jamil le habló con un poco de preocupación, sin embargo se vió obligado a frenar de hablar por que a modo de sorpresa, tanto para él como al de los demás, vieron como la sacerdotisa con los pocos pasos que le quedaban terminó cerrando la brecha de su cuerpo con el de Jamil seguido de cabeza recostada sobre en el fuerte hombro del joven con cabellos de serpiente y colocando sus delicadas manos sobre su pecho.
A Grim casi se cae al suelo con posibilidad de ocasionar una abolladura al suelo
Kalim soltó un jadeo de exclamación ante esa escena.
Azul casi vomita tinta sintiéndose asqueado.
Jade estaba pensando en un millón de posibilidades de quebrar de manera dolorosa los huesos a Jamil cuando todo esto se acabe.
Y Floyd:
- ¡¿Koebi pero que carajos estas haciendo?! - Exclamó Floyd totalmente confundido e indignado.
Pero todas aquellas reacciones fueron ignoradas tanto para Shiori como para Jamil, quien al sentir como la joven empezaba a dejar de temblar, como si el estar con él hubiera calmado de sus temblores, entonces dedujo que quizás a lo mejor Shiori dejó de luchar contra el control mental y ahora ella ya estaba a su merced.
- ¿Shiori?... - Susurró Jamil al inicio pero luego su mirada se suavizó y terminó mostrándote aún más cómodo tanto así que rodeando los brazos a la espalda y cintura de Shiori y la caercó más aél, casi dejando de lado todo lo que pasó anteriormente. - ¿A qué viene todo esto... Hmm?¿Acaso este es tu modo de decirme que me estás aceptando como tú sultán?
Shiori no respondió pero en lugar de eso empezó a también serpentear sus manos sobre la espalda de Jamil generando que él soltara una leve risa.
- Así me gusta. - Jamil con una mano la colocó en la mejilla de la joven. - Definitivamente una hermosa flor del desierto como tú debería estar entre los brazos del hechicero más poderoso del mundo. ¿Qué dices... aceptarías ser mi reina?
Sin embargo dentro del subconsciente de Shiori.
- "¡Jamil! ¡Márchate! ¡Por favor!" - Fue lo que la sacerdotisa podía exclamar entre pensamientos.
pero por fuera solo lo último pudo decir en su cuerpo fue:
- Jamil... huyé...
Jamil frunció el ceño confundido ante ese último tono de voz, pero ni bien pasó un segundo algo de manera repentina algo se clavó en su espalda, generando un fuerte punzada dolor que hiciera que abriera bien sus ojos a más no poder mientras soltaba un jadeo de dolor.
Los ojos de los demás también se abrieron mucho ya que ellos con sus propios ojos vieron de manera dolorosa como un gran fragmento de uno de los espejos rotos fue clavado como un dardo a la espalda del vice-líder de Scarabia y que además la mano de Shiori estaba en un posición similar a cuando ella convocaba sus pergaminos con el tatuaje brillando pero en un tono lila oscuro..
Claramente la encarnación al sentir como su usuario estaba experimentando el dolor rápidamente con un movimiento de manos envió una fuerte ráfaga de luz candente que logró impactar con fuerza el suelo en donde los dos jóvenes se encontraban para que de una rápida movida logra separarse a tiempo y finalmente se vieran cara a cara.
- ¿Shi...ori? - Dijo Jamil conmocionado viendo como los ojos de Shiori ya no transmitían esa calidez característica de ella tenia si no que ahora estaban opacos, fríos y vacíos, además de ellos también pudo ver como varias marcas rojas empezaban a dibujarse en su piel y en especial en la frente en donde su flequillo se apartó para mostrar claramente las tres magatamas encerradas en un círculo.
- "¡Jamil!" - Exclamó con angustia la voz interna de Shiori buscando la manera de luchar por el control de su cuerpo.
Ella no quería ver cómo iba a presenciar una masacre hecho con sus propias manos pero tal parecía ser que su voluntad no estaba siendo escuchada lo cual la desesperaba más.
La situación no se detuvo allí ya que la sacerdotisa poseída luego de un backflipella al instante tomó impulso de sus tobillos y corrió hacia Jamil levantando nuevamente dos de sus dedos al mentón para empezar a atraer algo. En efecto, los fragmentos del espejo revelaron en su superficie como esto tenían escritos una serie de manchas de sangre que formaban la caligrafías del lenguaje muerto de la sacerdotisa, muy idénticas a las de sus pergaminos, que salieron flotando alrededor la sacerdotisa con el fin de arremeter contra Jamil quien luchaba con esquivar cada filoso objeto que se blandían como mortales avispas cuyos aguijones eran peligrosas dagas que volaban con su propia voluntad con el fin de cortarlo y eso no era todo ya que también tenia desvía cada golpe que Shiori trataba de propinarle.
Jamil no tardó mucho en darse cuenta sobre el motivo de este extraño actuar, por lo que decidió mantener la lucha mientras intentaba defenderse. Fue entonces que le dijo a la sacerdotisa:
- ¡Shiori escúchame, detén tus ataques! ¡"Susurro de la serpiente"! - Jamil lanzó su magia única contra Shiori esperando así poder detenerla, pero a pesar de haber hecho un contacto de ojos, el hechizó fue rechazado, lo que ocasionó que el selló de la frente de la joven le regresara el ataque en forma de un fuerte dolor de cabeza por el intento de controlar a una bestia imparable.
La sacerdotisa poseída viendo su oportunidad lanzó una serie de fragmentos para luego decir:
- "Llamas de amaterasu"
Los sellos de los fragmentos se activaron y envolvieron de unas incandescentes llamas filosas que ahora salieron disparadas hacia el cuello de Jamil.
La escena hubiera sido grotesca si Jamil no hubiera movido su cabeza a tiempo. Los fragmentos sólo pudieron ocasionar un corte en la mejilla del joven para luego chocar contra la pared de atrás y reventar en una fuertes llamas candentes que iban dejando marcas de quemaduras sobre la pared.
Jamil pudo sentir como el dolor de cabeza disminuyó, pero esta era una batalla brutal en donde no puedes detenerte ni por un momento a menos que quieras perder la vida..
- Muere, demonio - Dijo fríamente Shiori en simultáneo de una anciana voz carrasposa mientras sacaba sus alas del TenguTennin de su espalda que empezaron a perder sus plumas cristalinas para regresar a ser solo espinas toscas. - "Segunda danza: Kamaitachi"
Moviendo dos movimientos de brazos en forma de X, Shiori, envió dos enormes y deformes hoces lilas que cortaron todo a su paso como peligrosas cuchillas que podían rasgar cualquier tipo de superficie sin importar que tan duro estaba. El overblot de manera independiente, al ver como su invocador corría peligro entonces también empezó a responder con violencia lanzando más rafagas de energía que chocó con el ataque de Shiori provocando una serie de grandes ondas expansivas explotaran en medio del pasillo.
Esto ocasionó que muchos de los estudiantes controlados salieran expulsados muy lejos del lugar, sin embargo Azul, Jade, Floyd, Kalim y Grim sosteniéndose fuerte de la alfombra del suelo aprovecharon esta oportunidad para liberarse y tomar sus plumas mágicas. Menos mal que fue a tiempo porque en eso una gran cantidad de fragmentos restantes del espejo, al sentir sus presencias en el entorno, empezaron a caer cerca de ellos como flechas.
- ¡Todos cúbranse! - Exclamó Azul señalando a las columnas mientras usaba su varita para desviar los fragmentos con sus hechizos de agua.
Todos acataron su orden sin dudarlo, y en el momento preciso, salieron corriendo hacia los pilares más cercanos que ellos tenían cerca para refugiarse.
Al ver que sus ataques no funcionaban ella hizo que aquellas espinas ahora atacaran a Jamil peró este logró la manera de seguir esquivando cada inestable golpe ocasionando que el pasillo cada vez más se llenará de varios cráteres y zarpazos.
- ¡¿Qué le pasa a Shiori?!- Exclamó Kalim mirando a un lado de su pilar. - ¡¿Por qué está tratando de matar a Jamil?!
- Si hubiera sido yo es totalmente comprensible el porque quiere matarlo, pero estamos hablando de la señorita Shiori. - Respondió Jade colocando a Grim a su costado mientras iba mirando con preocupado a la albina salvaje cada vez más enviando más hoces y vidrios rotos que iban destrozando todo el pasillo tratando de atinarle a Jamil quien se defendía de manera hábil. - La conocemos bien y ella es de las personas que nunca llegaría a estos extremos de violencia, no es propio en ella.
- ¡¿Entonces Jamil la está intentando controlar?! - Comentó confundido Grim a su lado viendo preocupado el extraño comportamiento de su secuaz.
- De ser así no lo estaría atacando... - Comentó Azul asomandose por el borde de otro pilar. - Es muy claro... Ella está siendo manipulada por alguien más.
¡Brroooooommmmmmm!...
Otra onda de impacto desató una sacudida en el lugar.
- ¡¿Pero quién?! - Continuó Floyd .
Azul ya sabía quién era y de tan solo pensarlo provocaba que este cerrara sus puños por la cólera mientras fruncía su ceño. Se trataba de aquel maldito anciano responsable de la cicatriz que su medusa tenía en su espalda.
- ¡No podemos dejar que ella continúe así! - Dijo Grim con las intenciones de salir de su escondite e ir tras Shiori.
- ¡Espera Grim! - Pero Jade lo sostuvo a tiempo.
- ¡No! ¡Suéltame! ¡No puedo dejar que siga así! ¡Tengo que ir con ella! - El felino comenzó a patalear.
- ¡Y si tú te vas hacia ella, sin ningún plan, te matará!
- ¡No me importa! - Chilló tristemente Grim sorprendiendo a los presentes. - ¡Le dije que la detendría si en algún momento se desviaba del camino! ¡Se lo prometí!
- Grim... -Susurró Kalim del mismo modo triste, empatizando con el felino y viendo con impotencia el dolor que quizás su diamante en bruto estuviera pasando.
Azul, al ver cómo todas las cosas terminaron de este modo, regresó su mirada hacia la batalla de su medusa contra Jamil y el overblot. Su corazón se oprimió a medida que el sentimiento de tristeza se iba inundando dentro de él.
- "No..." - Pensó Azul sintiendo una leve opresión en su pecho , justo donde está el cristal de Shiori.
- Pesadas cadenas que se congelan en mis huesos... - Dijo la voz distorsionada de la albina.
Aquel rostro que siempre mostraba compasión y cariño hacia sus seres queridos ahora no expresaba una cara estoica y sin alguna emoción, como si fuera una muñeca vacía.
- "No es, no puede ser..." - Azul se llevó la mano hacia esa zona de su pecho, mientras bajaba la mirada.
- Ya no son necesarias para el deber de un marcado...
Aquella joven que siempre usaba su poder con el fin de defender y proteger a los demás ahora fue reemplazada por una sanguinaria persona que atacaba con toda la intención de asesinar a sus enemigos.
- .top (Dios úsame)
Esa no era su medusa...
Lud-dup...
Entonces un fuerte pulsación pasó por el cuerpo de Azul casi haciéndolo jadear por la sorpresa, por un segundo pensó que se trataba de su propio corazón pero al bajar la mirada vio que en su pecho había una pequeña y tenue luz lila que se iluminaba bajo su saco y no solo la de él sino también las de los gemelos y bajo listón de Grim.
Extrañado por esa luz, Azul, se llevó la mano hacia ese lugar y logró sacar el origen de dicho palpitar. Resulta ser que dicho brillo provenía del mismo cristal que Shiori le dió y que ahora estaba parpadeando al compás de las pulsaciones que este emitía.
La cuestión era saber ¿Porque?
- "Ya no más..." - Dijo una fantasmal quebradiza voz femenina que sollozó en eco.
Los gemelos Leech, Grim y Azul al instante abrieron sus miradas ya que ellos fueron los únicos capaces de poder escuchar aquel lamento.
El joven con lentes de manera rápida regresó su mirada hacia la batalla y lo que vió lo dejó tanto a él como los anteriores mencionados con las palabras atoradas en su garganta ya que de manera casi espectral, con varias cadenas en medio de un torbellino energía oscura y que estaba repleta de ojos que le gritaban todo tipo de insultos, se pudo ver tenuemente el espíritu de Shiori llorando.
- "¡Por favor huyan de mí...!" - Suplicó aquella joven siendo azotada por ese viento oscuro. - "¡Ya no quiero lastimar a mis amigos!"
- Shiori... - Susurró Azul, sin poder explicar cómo era capaz de ver el alma atormentada de su medusa.
Y en efecto, el alma de Shiori al verse en una gran sobrecarga de emociones eso hizo que los cristales de manera colectiva reaccionan a su esencia original ya que al estar hechos con la misma alma y aura entonces de algún modo pudieron brindarles a los jóvenes, que poseían dichos objetos, la capacidad de poder tener acceso a una de las tantas habilidades que su portadora tenía poseía. Y ese poder era de ver a través del halo rojo bordada alrededor de las iris lo que hay entre en el mundo terrenal y lo que no se puede ver... el Ajna.
Con esas tristes imagen de Shiori y recordando el sueño en que la situación se repetía, Azul, ya sabía que no tenía que dejar sola en esto a su medusa. Ella ya le había salvado la vida una vez y ahora él tenía que pagarle con la misma moneda.
- "¿Así que obligar a una niña a hacer este trabajo sucio era tú plan?" - Renegó mentalmente Azul recordando ese maldito rostro de aquel hombre ciego. - " Es de lo más miserable que pudiste haber hecho."- Apretó aún más sus manos al punto que la superficie de la columna empezaba a quebrarse por la fuerza que empleaba- "Tú definitivamente eres el ser más despreciable que hayas existido... Nunca te lo voy a perdonar."
En eso otra sacudida hizo temblar el pasillo haciendo que por poco los presentes se cayeran al suelo, pero fue gracias a eso que Azul por cosas del destino pudo ver algo en el suelo que por unos momentos brilló con una leve luz blanca. Esto provocó que él dirigiera su mirada para comprobar que era lo que vio brillar.
- Su rosario... - Dijo Azul reconociendo el objeto.
Fue ese mismo momento y en ese instante que él recordó aquel sueño que tuvo cuando el padre de Shiori usó aquel rosario, ¿Si con la energía de él transmitía podía hacer funcionar dicho objeto entonces qué pasaría si usaba energía mágica? A juzgar como Jamil reaccionó cuando lo tocó entonces si su hipótesis no fallaba ¿Se podría usar contra la energía oscura que estaba dentro de Shiori? De ser así entonces tendría que usar su magia para emplear la fuente de energía, pero había un detalle ¿Cuántas manchas de blot se acumularían en su pluma? Porque seamos franco si su fin es rechazar la energía oscura entonces podría quebrar o destruir su pluma mágica ni bien salga el primer blot a menos que usará algo para evitar que se formaran, pero no existía tal artefacto de tal nivel... ¿o sí?
- "¡El cristal!" - Exclamó mentalmente Azul.
El plan que tenía en mente era muy arriesgado y hasta peligroso pero era la única idea que tenía a disposición, todo iba a depender de la rapidez de sus acciones además de tomar una contramedida improvisada. Entonces se quitó su cristal y lo ató alrededor de su pluma. Una vez que se aseguró de que la cadena plateada estaba bien sujetada, dio una rápida respiración y luego de pensarlo bien salió de la columna para correr hacia donde estaba el rosario.
Pero ni bien hizo esto, la sacerdotisa poseída, frenó sus ataques y giró su cabeza hacia la dirección de Azul. Al ver hacia dónde se dirige la voz carrasposa cerca de su frente le dijo:
"Destrúyelo, él también es un demonio"
El overblot de Jamil aprovecho este momento de distracción para intentar atacar con su ráfaga de magia pero se le fue devuelta cuando Shiori con su mano tatuada invocó al instante un muró de mándalas que le regresó el ataque empujándolo hacia un extremo del sitio y también jalando a Jamil en el proceso hacia un gran gabinete de madera que lo rompió en el proceso junto a varios objetos metálicos que tenía dentro.
Entonces con las espinas en la espalda de la albina, listas para atacar, salió corriendo a una velocidad insana hacia el joven de lentes mientras empezaba a levantar el brazo para que junto con las espinas formarán aquella hoz mortal.
- "¡Azul, corre!" - Exclamó el alma de Shiori antes de ser tragada por la oscuridad.
Al escuchar los rápidos pasos corriendo y la voz, Azul, giró con velocidad su cabeza y vió lo que estaba a punto de pasar por lo que moviéndose del lugar logró evitar que casi le decapitaran su cabeza, sin embargo eso no era todo ya que la sacerdotisa cambiando de posición estaba apunto de atacar de frente a Azul.
- ¡Azul! - Exclamaron los gemelos y Kalim mirando con horror la escena.
- ¡Detente! - Gritó Grim a más no poder.
A la sacerdotisa no le faltaba mucho para finalizar de trazar la línea que separaría la cabeza del cuerpo del líder de Octavinelle, tan solo era cuestión de terminar el patrón y todo hubiera acabado...
Pero para decepción de ella Azul fue mucho más audaz y sabiendo que podría ser atacado, ni bien había salido de su zona segura, usó el "Bind the heart'' a tiempo para desvíar la hoz hacia el techo, luego de ello rápidamente levantó su mano con el rosario junto la pluma mágica y el brillante cristal de Shiori atado.
Con todos los elementos listos empezó a administrar su magia tanto para el cristal como para el rosario y la pluma para desatar un brilló en las pequeñas cuencas del rosario que lograron iluminarse y expulsaron una energía blanca que frenó a la sacerdotisa poseída pero que al mismo tiempo que hería mucho a aquella energía oscura que chilaba y maldecía tanto a tal punto que los fragmentos de los espejos terminaron explotando en polvo cristalino por la sobrecarga de energía que se salió de control.
- ¡Shiori! - Exclamó Azul intentando hacer reaccionar a la joven.
Pero aquella energía oscura, al ya no querer estar cerca de aquella zona peligrosa , entonces tuvo que obligar a la joven a retroceder y recomponerse de todo el desgaste que ese ataque le ocasionó mientras el cuerpo de la albina desprendía un leve humo como si hubiera sido carbonizada.
Los jóvenes, al ver cómo era seguro salir, corrieron hacia Azul quien se tambaleó un poco al sentir como una gran parte de su energía casi se drenó en solo un ataque.
- Azul resiste. - Dijo Jade sosteniendo a su líder antes de que este cayera a un lado.
- ¿Te encuentras bien? - Pregunto preocupado Kalim.
Azul trató de recomponerse rápido mientras el brillo del rosario disminuye.
- Si duda alguna hay que tener un gran control de energía para usarlo... - Sonrió Azul mirando el rosario. - Pero al menos sabemos que esto es una clave para lidiar con esta situación.
- ¡¿Oye... qué hiciste con el collar?! - Preguntó Grim ahora una más confundido. - Lo que hiciste fue algo similar a uno de los ataques de Shiori.
- No sé con exactitud cuál es su mecanismo, pero tal parece ser que usando una cantidad de energía puede crear alguna especie de luz que rechaza la energía negativa.
- ¿Cómo sabes eso? - Comentó Kalim.
- Acabo de descubrirlo ahora, pero también lo sé por eso. - Entonces Azul mostró la gema de su pluma totalmente limpia y sin ningún rastro del blot, algo que dejó muy sorprendido a los presentes.
- Con un ataque así debería tener más de un blot. - Comentó sorprendido Jade.
- Allí es donde entra el cristal de Shiori. - Respondió Azul. - Al parecer no solo puede curar heridas sino que también purificó las manchas de mi pluma.
- ¡¿Los purificó?! ¿Quieres decir que el cristal de Shiori tiene la habilidad para evitar que un mago se llené de blot?
- Entonces con esto podemos salvar a Koebi. - Preguntó Floyd.
Pero antes de que Azul respondiera la voz distorsionada de aquella aura oscura que movía aquellos espectrales ojos de manera individual.
- Malditos... - Siseó con ira contenida.
Los demás presentes se colocaron en guardia estando atentos de aquella masa oscura.
- Todos ustedes la pagarán muy caro por hacerme eso...
- ¿Aún sigues vivo? - Encaró Azul activando con el cristal de nuevo el Ajna rodeando sus ojos azules para mirar cara a cara al ente oscuro que atrapó a su medusa. - Ahorrate tu monólogo. Ya sabemos que no eres más que un miserable parásito que ni siquiera tiene las agallas para dar la cara en persona.
Aquella sombra negra solo entrecerró los ojos.
- No veo temor en sus rostros ¿Será cierto que no sienten nada al contemplarme en esta forma o es acaso solo son criaturas estúpidas?
- Honestamente cuando te veo me siento como si estuviera mirando directo a un retrete atorado. - Respondió hostilmente Floyd.
- Así que esa cosa es el origen de tanta maldad... - Comentó Jade también fulminando con el ajna esa aura oscura. - De tan solo ver genera un asco.
- ¡Librera ahora a mi secuaz, monstruo! - Exclamó Grim erizando su pelaje.
- "¿Con quién están hablando?" - Se preguntó confundido Kalim viendo preocupado al trío de Octavinelle y Grim que observaban algo que está por encima de Shiori. No entendía mucho la situación, había tanto que asimilar, todo lo que sabía era que aquella persona que estaba en frente no era aquella joven alegre y esperanzadora que conoció.
La energía oscura, ante tales comentarios, solo se empezó a reír maniaticamente mientras los ojos se quedaron formaban como medias lunas.
- Así que, así serán las cosas... Pero sus esfuerzos ya fueron en vano...
Entonces obligando a la sacerdotisa a usar sus uñas, sin mostrar dolor absoluto, se las clavó con mucha fuerza en su muñeca para luego tirarla de ellas y arañar con profundidad hasta su antebrazo provocando un largo camino de sangre que salpicó al suelo.
El resto de los jóvenes solo miraron alarmados y con horror dicho acto que ordenó aquella cosa.
- Mientras sea yo quien controle este cuerpo, no podrán hacer nada para detenerme... - Las espinas TenguTennin se movieron bajo el brazo herido para que estas fueran recubiertas por la sangre que ahora estaba siendo absorbida por aquella técnica al mismo tiempo que varias letras rojas escritas en el idioma antiguo se empezaran a manifestar en la cicatriz que Shiori tenía. - Por eso... ¡ME ENCARGARE DE QUE TODOS USTEDES Y TODO ESTA ISLA SE HUNDAN A LAS PROFUNDIDADES DEL INFIERNO!
Aquella oscuridad de manera rápida usó la curación divina para cerrar las heridas y luego generó un fuerte impulso eléctrico que forzó a Shiori entrar en el estado Satori con el fin de purificar la sangre acumulada en las espinas que emitirán un aura de poder peligroso. Dando comienzo a la segunda ronda.
Ella nuevamente lanzó las hoces lilas hacia el grupo de jóvenes que lograron esquivar su ataque a tiempo. Los chicos luego fueron testigos de ver como esas hoces impactaron contra uno de los tantos muebles del lugar y esperaban a que fueran destruidos, pero no, ya que en lugar de eso casi de manera veloz los objetos que fueron alcanzado por aquellas técnicas se empezaron a cristalizar seguido de varias venas de lava que recorrieron dichos objetos para recién explotar en muchos pedazos.
Aprovechando la distracción, la sacerdotisa activando los sellos dibujados en su espalda se acercó a una columna para tocarla con la mano sangrienta. Lo que pasó después fue que repentinamente, bajo la mano, unos rápidos caracteres se encendieron en la superficie que lograron hacer que la joven traspasara dicho objeto sólido como si fuera un fantasma intangible hasta no dejar rastro.
- ¡Desapareció! - Exclamó Kalim.
- ¡Esperen... ella aún está aquí! - Dijo Grim moviendo sus orejas de un lado a otro escuchando los pasos de la sacerdotisa corriendo alrededor de ellos.
Entonces todos los jóvenes activaron de nuevo el Ajna en sus ojos para poder buscarla. El escenario si bien parecía inquietante debido a los ojos y el rastro de energía oscura que flotaban en el escenario, la sacerdotisa, no aparecía por ningún lado o al menos lo fue hasta que una gran mancha roja se dibujó por encima de ellos como si le estuviera advirtiendo de algo.
- ¡Apartarse! - Gritó Jade tomando a Kalim y Grim para salir de la zona en donde estaban
Azul y Jade, escuchando esa advertencia también salieron del lugar y vieron como el sello en el que había entrado la sacerdotisa apareció en el techo para expulsar a la joven quien lanzó una gran hoz vertical hacia el suelo para hacerlo explotar contra el suelo que ocasionó una onda de impacto que separó aún más a los presentes. Luego, al caer al suelo, la joven cambió el ataque empezó a realizar una rápida secuencia de Arabesquepivotseguido de un:
- "Tercera danza: Shirasagi"
Cuando ella empezó a realizar las vueltas al instante levantó brazos y una pierna con el fin de lanzar varias hoces que salían dispersadas según la danza caótica que ella realizaba a gran velocidad, al igual que un aspersor de agua.
En esta fase todos los jóvenes trataban de esquivar y contraatacar cada ataque que salía maniáticamente disparada de la joven ocasionando más explosiones y destrozos en el lugar. Eso no era todo ya que a medida que avanzaba el tiempo más se estaban comenzando a cansarse y si querían ver la luz del siguiente día no deben de fallar, por lo que tenían que buscar una forma de detener esos giros.
Así que ahora Floyd miró con detenimiento la secuencia de las hoces, muchos pensarían que esto sería un poco complicado para él debido a que tenía que mantenerse en movimiento para no ser rebanado, pero gracias a la buena memoria que tenía esta sería su carta de ayuda. Y así lo fue porque luego de analizar la situación entonces empezó a notar una falla en estos ataques; aquel error que vió se trataba de una pequeña brecha que inconscientemente se generaba en cada ataque que dejaba un claro espacio libre hacia la joven, el único detalle era que solo duraban unos pocos segundos y en un momento preciso.
- "Lo siento koebi" - Pensó Floyd preparando su pluma.
Entonces estando muy enfocado en cada movimiento esperó pacientemente como un depredador mientras estaba al tanto del transcurrir de los segundos. Cuando ya memorizó como se iban a realizar cada secuencia de la danza entonces, ya sabiendo lo que debía de hacer, entonces logró ver una vez más la brecha abierta y rápidamente lanzó un rápido hechizo de viento que golpeó a un costado de la joven logrando así romper su equilibrio y frenar los giros para derribarla al suelo.
- ¡Azul ahora! - Exclamó Jade.
Azul, dando un fuerte esfuerzo, empezó a correr hacia la sacerdotisa para prepararse a usar el rosario una vez más, pero el aura demoníaca al ver como se acercaba su verdugo nuevamente hizo de las suyas y terminó nuevamente usando el sello de la espada de Shiori para dibujar el sello en el suelo y así lograr traspasar a su muñera a otro plano, con el fin de no darle tiempo al joven con lentes de siquiera atacar.
- Mierda - Azul lo maldijo frustradamente y nuevamente activó el Ajna para buscarla entre el escenario.
Pero entonces, al momento que nuevamente lo activó, vieron cómo el escenario se empezaba a llenar de varias manchas rojas empezaron a parpadear con desenfreno, lo cual significaba una sola... se venía un gran tsunami de ataques.
Y dicho y hecho, en todo el lugar se llenaron de una numerosa cantidad de muros de mandalas que se movían de un lado otro, obligando a los jóvenes a moverse nuevamente para evitar ser tocado con esos murales, pero ahora se venía otro problema ya que luego aparecieron varios sellos rojos que dispararon muchas hoces lilas que chocaban contra un muro de mandalas para generar sí muchas explosiones que levantaron una cortinas de humo y muchos temblores.
Realmente habría que tener muy mala suerte si alguien hubiera pasado por ese pasillo, y más aún si debes tratar de evitar cada ataque a la perfección como el caso de los jóvenes quienes rápidamente crearon un campo de fuerza mágica alrededor de ellos para tratar de aguantar aquellos frenéticos ataques lo más que podían. Aguantaron y aguantaron tanto que hasta se podía ver como Azul y los demás realmente lo estaban dando todo de sí para sobrevivir.
Luego de unos largos segundos todo llegó a un silencio en el que tanto los campos de fuerza como el frenético ataque se detuvieron. Los jóvenes jadeaban por el agotamiento y hasta sudaban a mares debido al sobreesfuerzo que tuvieron que emplear para aun estar de pie, trataron de recuperar el aliento pronto Sin embargo...
- Ya se los he dicho... no serán capaces de detenerme...
Repentinamente la sacerdotisa salió del suelo para levantar dos de sus dedo y recitar su siguiente ataque:
- Dios del trueno, ve al frente...
Un enorme sello de sangre se encendió debajo del suelo en el que todos estaban parados seguido de una fuerte luz que generó una corriente eléctrica que paralizó y atacó a todos los pobres jóvenes exclamaron fuertemente por el dolor del ataque recorría por todas las partes de sus cuerpos.
La sacerdotisa solo se quedó mirando aquellos rostros llenos de sufrimiento todavía con la cara neutral que tenía.
Por suerte la tortura no duró mucho pero fue el ultimo ataque necesarió para derribar a Azul, Jade, Floyd, Kalim y Grim, quienes cayeron al suelo con un ruido sordo y respirando entrecortadamente. Esto apenas iniciaba:
- Son unos estúpidos. Unos verdaderos estúpidos...- Se burló aquella voz carrasposa. - Han desperdiciado cada onza de su poder en tratar de salvar algo que ya no se puede recuperar ni por más que se esfuercen.
- Mientes... - Dijo Azul mirando como Shiori todavía estaba luchando contra sus cadenas mientras seguía escuchando sus ruegos. - Ella aún sigue allí... Yo sé que aún está peleando para volver...- trató de levantarse pero al final terminó cayendo al suelo.
- ¿No puedes levantarte? - Respondió con ironía la voz carrasposa. - ¿Te consigo un espejo?
Azul solo pudo levantar su cabeza hacia la dirección de la joven.
- ¿Puedes apreciar lo miserable que te ves?
El líder de Octavinelle solo lo fulminó con la mirada.
- Azul... - Dijo Jade tratando de moverse junto con Floyd como tratando de llegar a él pero estaban muy mal heridos que solo pudieron gatear un poco.
- ¡Basta! ¡Libera a Shiori!. - Dijo Kalim casi al borde de las lágrimas.
Pero aquel ser oscuro, sin inmutarse ante aquellos patéticos intentos desesperados de unos simples niños agonizando, hizo que las espinas de la joven empezaran a emitir un brillo peligroso.
- ¡Chicos...! ¡Por favor...! ¡Aléjense de mí...! - Dijo el alma de Shiori viendo la escena con desesperación. - ¡Huyan!
- Hazlo. - Ordenó la voz anciana moviendo el cuerpo de Shiori hacía Azul.
- ¡Huye!
- ¡Acaba con la vida de aquellos pecadores!
- ¡HUYE!
- Mueran...
Pero ni bien caminó un par de pasos repentinamente una bola de fuego azul fue directo hacia ella con toda la voluntad de detener su caminar.
Claramente el ser oscuro tuvo que obligar a la joven a retroceder un poco para que el ataque no le quemara la cara por lo que dirigió su mirada fría hacia el lugar en donde vino el ataque y con lo único que se encontró fue a un pequeño Grim caminando con dificultad hacia la albina con su pata levantada.
- ¿Qué diablos haces? - Preguntó toscamente la voz.
- "¡No, Grim!" - Pensó Kalim preocupado al igual que los demás.
Aquel ente solo se dignó a mirar cómo el felino caminaba con torpeza hacia una de las piernas de la joven con el fin de golpearla con la poca y minúscula fuerza que le quedaba.
- Devuélvemela... - Dijo el gato siendo observada por la mirada fría de Shiori. - Devuelveme...a mi secuaz...
Pero aquella voz solo le respondió sarcásticamente:
- No me hagas reír.
Los ojos de la oscuridad solo entrecerró los ojos y sin querer desperdiciar energía sólo obligó a la joven que pateara con mucha fuerza al gato quien salió volando hacia donde estaba Kalim.
- ¡Grim! - Exclamó Kalim acercándose al felino para rodearlos con sus brazos y protegerlo.
- Dejen de seguir peleando. - Respondió la voz carrasposa ahora logrando hacer que Shiori moviera los sellos de sus manos para dibujar el loto ascendente bajo los cuerpos de los joven para que dejaran de moverse. - Acepten que han perdido...
- ¡Ya basta! ¡No! - Gritó el alma de Shiori viendo como un brazo se iba levantando para primero atacar a Kalim y a Grim.
- Este es el destino que los dioses quieren que ustedes tengan y debemos de respetar su voluntad...
- ¡No! ¡No! - Y aunque sus ojos aún lucían vacíos, claramente se pudo ver cómo esto se aguaron un poco.
- Así lo está escrito en el gran Asahara...
Y entonces la sacerdotisa poseída salió corriendo hacia sus dos primeras víctimas.
- ¡NOO! - Exclamó Shiori.
Kalim al ver lo que estaba a punto de pasar, de manera intuitiva cerró los ojos y cubrió más el cuerpo de Grim, esperando a que dolor llegará mientras que entre sus pensamientos solo dijo:
- "Shiori..."
De pronto...
¡Clank...! ¡Clank...! ¡Clank...!
Una serie de campaneos metálicos se escuchó en todo el pasillo seguido de un sonido vibratorio ¿Acaso se trataba de aquel campaneo que se escucha cuando alguien muere?
No.
No se trataba de eso ya que nadie había muerto, al contrario el "loto ascendente" se empezó a desdibujarse y junto a ello los jóvenes pudieron recuperar su movilidad.
- "¿Qué estaba pasando?"- Se preguntaron los chicos.
- Chicos... - Dijo dificultosamente ahora la voz femenina de Shiori.
Los jóvenes casi soltando un jadeo de sorpresa levantaron sus miradas y vieron cómo el cuerpo de Shiori se mantuvo inmóvil a mitad del camino justo antes de que atravesara el cuerpo de Kalim.
- Shiori... ¡¿Shiori, eres tú?! - Exclamó Azul con esperanza.
- Chicos... tienen que huir ahora ... por favor... -Suplicó ella temblando ya que el sello de la frente luchaba contra la parálisis del sonido, esta era una oportunidad que ella no debía desaprovechar antes que aquel ruido se detuviera.
- ¡¿Cómo dices...?! - Dijo Azul casi exaltado por aquella petición.
- ¡¿Qué estás haciendo niña tonta?! ¡Destrúyelos! - Gritó exigentemente la voz carrasposa.
- Pronto... volveré a perder... el control de mi cuerpo... - Dijo Shiori a cuestas tratando de retroceder la mano. - A este paso... entonces, yo... ¡Los voy a matar! ¡Tienen que huir de aquí y salvarse!
Tanta humillación y tanta impotencia hizo que el gato, a pesar de estar recuperando su respiración, terminó enojándose todavía más por la situación ya que no lo soporto más y le gritó a Shiori:
- ¡Maldita sea! ¡Basta ya!
Tantos los jóvenes presentes y la misma Shiori miraron hacia el mismo punto estando sorprendidos de que Grim alzara la voz en tal tono.
- ¡Ya me cansé de que siempre te trates de sacrificar cuando más nos necesitas! ¡A ti también te vamos a salvar lo quieras o no! - Grim asomó su cabeza de los brazos de Kalim. - ¡No voy a huir...! ¡No pienso huir... y dejarte aquí sola!
La mirada opaca de Shiori se sorprendió contra esa palabras y tan solo pudo mostrar una infinita tristeza pero al mismo tiempo una suave calidez, pero la oscura sintió una leve sensación de ser desplazado, se alarmó mucho y contraatacó..
- ¡Eso no lo permitiré!
Entonces el aura oscura presionó más el sello de la frente de Shiori ocasionando que ahora sus ojos opacos se volvieran blancos y seguido de un fuerte e insoportable dolor de cabeza que la lastimaba mucho y que además empezaba a suprimir toda clase de recuerdos que alguna vez definieron a Shiori. Aquella experiencia era tan dolorosa ella se llevó sus manos a la cabeza y empezó a agitarse como si estuviera luchando contra el sello mientras poco a poco empezaba a actuar como si fuera una animal salvaje.
- ¡CUMPLE CON TU DEBER DE MARCADA!
- ¡No quiero! - Pudo gruñir ella. - ¡No les harás daño!
- Si no quieres obedecer... - Cansados de tanta rebeldía entonces sin pensar en las consecuencias llevó las manos de la joven hacia su propio cuello y empezó a asfixiarse. - ¡Entonces te obligaré a olvidarlo todo!
Pero antes de siquiera obstruir el sentido respiratorio de la joven rápidamente un par de manos extras detuvieron aquella asfixia. Era Azul tratando de sujetar las muñecas de Shiori fuera de su cuello, mientras que en su muñera reposaba aquel rosario.
- ¡Shiori reacciona! ¡Tienes que pelear para expulsar a ese monstruo de tu cuerpo! - Le suplicó Azul con las pocas energías que le quedaban.
Shiori solo pudo fruncir más el ceño y como una animal rabioso solo le gruñía mientras los tatuajes rojos se volvían toscas. Cada vez más la joven perdía cada vez más todo rastro de raciocinio y humanidad con la que había nacido, aunque por dentro tan solo deseaba que aquella pesadilla finalizará.
Entonces ella aplicando fuerza junto con su peso tumbó a Azul contra el suelo ocasionando que aquella pequeña concha marina blanca que estaba guardada en uno de los bolsillos del chico se cayera a un lado con un ruido sordo.
- Shiori... - Jadeó Azul tratando de evitar soltar a la albina quien se sacudía cada vez con violentamente para tratar de liberarse.
- Ella ya no te reconoce... ahora solo obedecerá mis órdenes... - Exclamó la voz carrasposa pero ahora sonando de manera demoníaca. - ¡SACERDOTISA NAKAMURA, MÁTALO!
- ¡No lo escuches! -Le exclamó Azul para continuar hablando con Shiori. - ¡Shiori! ¡Detente, Shiori! - Sus ojos se estaban llenando con una fina capa cristalina de tinta. - ¡No te rindas! ¡Te tienes que salvar!
Y no fue el único en dar palabras de apoyo.
- ¡Koebi no dejes que te controle! - Exclamó Floyd apoyándose entre sus codos.
- ¡Tienes que resistir! - Exclamó Jade al lado de su hermano.
- ¡Resiste! ¡Sé fuerte! - Exclamó Kalim.
- ¡Despierta Shiori! - Le gritó Grim.
Shiori entre gruñidos intentaba utilizar cualquier cosa para acabar con la persona que tenía enfrente, pero a la vez sus ojos de manera inexplicable se le empezaron a formar más lágrimas.
Aquellas lágrimas provenían de su corazón y alma atormentada.
- Shiori, por favor... - Azul le suplicaba mirando con tristeza a aquellos ojos que cada vez más perdían humanidad a la vez que perdía fuerza en el agarre.
- Hagas lo que hagas será inútil. Toda la humanidad que tenía fueron selladas con estos tatuajes... Ella ya dejó de ser una mujer normal incluso desde el día que recibió su marca.
Aun así Azul no se rindió y siguió luchando, porque quería volver a ver a aquella dulce chica que lo salvó de la oscuridad... y de la que se enamoró.
- "¿Qué hago? ¿Qué debo hacer para que me reconozca?" - Pensó Azul mirando a aquellos ojos blanco que dejaban caer varias lágrimas de miedo, dolor, tristeza y confusión hacia su rostro.
El solo ver esas delicadas lágrimas y sentir todos los sentimientos puros de Shiori. hacían que el alma de Azul se afligiera mucho más por lo que en un intento de poder tranquilizar a la joven solo pudo pensar en una cosa.
Entonces esforzándose se levantó del suelo hacia el rostro de Shiori y acercando sus labios hacia aquellas delicadas lágrimas de la albina, las besó al igual que ella lo hizo en aquel dulce nirvana blanco.
El tiempo pareció detenerse en ese instante ya que la sacerdotisa se quedó quieta sintiendo esa muestra de afecto y calidez tan familiar.
Hubo muchas miradas de sorpresa por la repentina acción de Azul e incluso Grim se sonrojó un poco ante esa escena.
- ¿Por qué estás dudando sacerdotisa Nakamura? ¡Acabalo de una vez! - Exclamó con ira la voz demoniaca.
- "Shiori...yo sé que puedes volver... "
Azul sabía que eso no sería suficiente por lo que aprovechando que Shiori estaba en un estado de completa quietud, detuvo su beso y con toda seguridad ahora pudo soltar las muñecas de la joven con el fin de poder levantarse mejor y así tomaron entre sus manos las mejillas de la chica.
- Shiori... - Susurró el joven de ojos color azul cielo mirándola profundamente.
En ese momento otro recuerdo del pasado del Shiori pasó por la mente de Azul junto con el mensaje final que le dejó su padre. Esta era su última carta para salvarla, o era todo o era nada.
Entonces tratando de calmar su respiración separó sus labios y le arrulló:
¿Qué debo dar... / What would i give
...Para vivir... / if i could live...
Fuera del agua? / Outta these Waters?
¿Qué hay que pagar... / What would i pay
...Para un día... / To spend a day
...completo estar? / Warmon the sand?
Al instante Shiori suelta una leve jadeo de sorpresa ya que su corazón, emociones y su cuerpo empezó a recordar tales letras y notas que le generaban una gran tan nostálgicas que tranquilizaba toda su alma.
Pienso que allá / Betcha on land
lo entenderán / They understand
puesto que no prohíben nada / Bet they don't reprimand their daughters
Por qué habría... / Bright Young women
...De impedirme... / Sick of swimmin'
Ir a jugar / Ready to stand
Entonces azul pudo ver como Shiori lo miró todavía estando en un estado de Shock e hipnosis. Era una clara señal a que iba por buen camino por lo que continuó cantando:
A estudiar que hay por saber / And ready to know what the people know
Con mis preguntas y sus respuestas / Ask'em my questions and getsomeanswers
¿Qué es fuego? Y ¿Qué es quemar? / what's a fire? Andwhy does it
¿Lo podré ver? / what's the Word? burn!
¿Cuándo me iré? / When's it my turn?
Quiero explorar / wouldn't love
Sin importarme cuando volver / Love to explore that shore up above?
Entonces dando una última caricia dulce con su pulgar, Azul, juntó su frente con la de Shiori y finalizó la canción con la última estrofa:
El exterior / Out of the sea
Quiero formar / wish i could be
Entonces la sacerdotisa recuperando las iris y sus pupilar separó sus labios agregó:
"Parte de ti" / "Part of that world"
Con esa última frase recitada, finalmente pudo reconocer la imagen masculina frente a él. Por supuesto con aquel cabello claro y esos ojos azul cielo sólo podía ser una persona especial.
- A... Azul... - Susurró ella vertiendo más lágrimas.
él líder de Octavinelle no lo podía creer realmente su medusa a pesar de la fuerte restricción pudo reconocerlo y hasta dijo su nombre, tanta era su dicha que de manera casi inconsciente le sonrió de vuelta.
Pero el alivio fue corto ya que nuevamente el sello nuevamente intentaba presionar la mente de la sacerdotisa haciéndola que ella otra vez se tomara la cabeza, pero a comparación de antes ahora ella trataba de colocar más resistencia.
- ¡NO, TÚ SOLO DEBES OBEDECERME! - Exclamó la voz en la frente de Shiori.
Shiori solo negaba con la cabeza una y otra vez mientras que el sonido vibratorio todavía ayudaba a que por lo menos ella pusiera más resistencia ante dos fuerzas opuestas que trataban de luchar por quien sería el primero en controlarla
- ¡Shiori! -Exclamó Azul tratando de acercar su mano con el rosario.
- ¡RÓMPELO! ¡RÓMPELO! ¡RÓMPELO! - Ahora por algún motivó la voz sonaba mucho más desesperada que antes, tanto que no especificó la orden que quería exactamente.
Entonces abriendo un ojo vio el motivo por el cual la voz se escuchaba ahora de ese modo se debía a su rosario. Es más ahora que empezaba a recordar, supo que antes de estar en este estado la obligaron a dejar el rosario; si esto era la clave para romper sus cadenas entonces ya no había que otra que acabar de una vez con este pleito.
- "¡¿Quiere que rompa algo?!" - Pensó Shiori ya estando muy enfadada. - "¡Bien!"
Entonces sin dudarlo le quitó el rosario Azul y luego con las manos lo empujo lejos de ella.
Azul al inicio estaba confundido por dicha acción pero al ver como un humo salía de la mano de Shiori al tocar su rosario, fue entonces que comprendió el porqué lo alejó. Era una medida de precaución porque Shiori estaba a punto de cometer sus clásicas y locas ideas.
- ¡Trágate esto, Jun! - Exclamó Shiori a todo pulmón.
Así es ella, soportando el dolor de las quemaduras, se colocó el rosario a su cuello y le administró la máxima cantidad de energía áurica para aplicar la purificación Divina en combinación con el poder del rosario Juzu que se encendió una luz blanca que trataba de eliminar todo rastro de contaminación dentro de ella.
Tanto la sacerdotisa como la energía oscura de su frente gritaron por el ardor, pero aun así Shiori trató de poner resistencia.
Puede que el rosario solo sirviera para frenar el control mental pero hasta que no encuentra el medio con el que la controla seguirá purificando el cuerpo sin importar que tanto sufre el humano poseído, por eso Shiori debía buscar la fuente.
- ¡Shiori! - Exclamaron los presentes viendo como la sacerdotisa me movía de un lado a otro como tratando de soportar el dolor.
Entonces...
¡Crack!
El sonido de algo quebrándose se escuchó cerca de los oídos de la sacerdotisa, algo se había roto en su frente.
- ¡Así que allí te escondes! - Gritó Shiori ahora acercándose a una columna que estaba cerca.
La voz del sello al ver lo que la sacerdotisa tenía planeado hacer solo se alarmó más.
- ¡NO!.. ¡EL PODER DE LA MARCA ES MÍA!... - Exclamó la voz oscura. - ¡TÚ ME NECESITAS!
Así que apoyando sus manos sobre la columna, ella solo le respondió con furia.
- ¡¿Y a quién carajos le importa?!
Entonces ella golpeó su frente contra la dura superficie escuchando como de nuevo el sonido de algo quebrándose se escuchó.
Kalim jadeó con preocupación al igual que el resto de los presentes que miró extrañados aquella acciones de la joven.
Shiori toda podía sentir la presencia oscura así que continuó golpeándose la cabeza una y otra vez a tal punto que su frente empezó a sangrar.
- Shiori... - Dijo Azul con la mirada encogida vió como joven continuaba golpeandose su cabeza. - ¡Shiori detente!
Y con un fuerte golpe las tres magatamas finalmente se rompieron como un cristal y salieron expulsadas de la frente de Shiori para desaparecer en el aire, y no solo eso, sino que también a las espinas le volvieron a crecer sus plumas y los sellos de la espalda de borraron.
El rosario viendo que ya no había alguna energía contaminada entonces se apagó al igual que el tatuaje de Shiori.
Ya con aquella liberación Shiori por fin pudo sentir cómo su cuerpo volvía a ser libre, tanto que ella y el mareo a causa por la pérdida de sangre y el tanto golpearse en la cabeza hicieron que ella cediera a un pequeño descanso por lo que terminó cayendo al suelo.
- ¡Shiori! - Exclamó Azul, sintiendo un fuerte impulso que lo obligó a levantarse y correr hacia la joven.
Al llegar a ella Azul pudo ver que aún respiraba estaba consciente, lo cual eso representaba un gran alivio para él. Y no fue el único ya que Jade, Floyd y Kalim cargando a Grim también se acercaron al dúo para verificar que la albina se encontrara bien.
Ni bien Shiori sintió varias presencias familiares a su alrededor empezó a abrir los ojos para que así todos pudieran ser testigos de cómo la mirada escarlata recuperó el brillo que tenía que tener. Todos pudieron soltar otro suspiro de alivio.
Para la sacerdotisa el verlos a todos con vida y uno que otro golpe hizo que Shiori nuevamente derramara lágrimas de felicidad y arrepentimiento.
- Lo siento mucho... los he lastimado a todos... - Lloró Shiori. - Debí ser más fuerte..
- Eso ya no importa, no es tu culpa. - Azul la abrazó con cuidado. - Todos ya sabíamos que tú querías regresar.
- ¡Fgnaaa! - Lloriqueó Grim saltando a la cabeza de la joven y la abrazó también. - ¡Tonta! ¡Nunca más vuelvas a lastimarte de ese modo! ¡Nos tenía preocupado!
Shiori solo asintió con la cabeza.
Sin duda alguna era un bello momento, pero era demasiado pronto para si quiera relajarse.
Y eso fue porque de pronto una presión en el ambiente con forma de un viento rojo rodeó a todos los presentes. Todos trataron de moverse pero no pudieron moverse.
- ¿Pero qué? - Dijo Kalim girando su cabeza a un lado.
En efecto esto tan solo era el comienzo porque allí extendiendo su mano se encontraba Jamil con una mirada enojada e insana.
- Reyes incompetentes, estafadores... ¡No tengo uno para ninguno de ustedes! - Dijo Jamil ahora haciendo levitar a todos. - ¡Los lanzaré a un viaje sin final! ¡Donde sus futuros pintarán muy mal!
Y con un fuerte movimiento de manos lanzó con magia a todos los presentes hacia el horizonte
- ¿¡WAAAHHHH!? - Exclamaron fuertemente todos los presentes hasta que sus gritos fueron disminuyendo debido a la distancia rápida que recorrían.
- ¡Adiós...! - Jamil exclamó con una risa exagerada. - ¡... Ex líder, Kalim! ¡Hyah Hyah Hyah Hyah!
La risa tardó mucho tiempo en cesar, en todo ese tiempo en el que se iba sumergiendo a su oscuridad, solo pudo caer sentado al suelo mientras miraba hacia el horizonte por donde había arrojado a todos.
- Dejaré que esos tontos hagan el trabajo por mí... - Susurró Jamil soltando algo que mantiene sujetado en su otra manos. - Aún te queda una última cadena que soltar, pero sé que volverás a mí... Shiori
y con un ruido metálico el objeto cayó al suelo emitiendo un sonido vibratorio.
... ¡Clank...!
Continuará...
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Próximo episodio: "Jamil Viper"
