Una sacerdotisa en Twisted Wonderland
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"La ira nunca desaparecerá mientras los pensamientos de resentimiento sean apreciados en la mente."
- Buda
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[Hace un mes atrás en el dormitorio abandonado]
- Muy bien aquí vamos, de nuevo. - Dijo Shiori toda polvorienta, vestida en su traje de educación física mientras terminaba de anotar los últimos cálculos que había leído de los libros que obtuvo de la biblioteca. - Finalmente ya tengo los ángulos vectoriales precisos. - levantó un dedo al aire. - Ya tomé en cuenta el viento y mi refuerzo positivo... " Creer"
Luego, dejando su libreta al césped junto con varios libros sobre fundamentos del vuelo, se mentaliza previamente antes del momento de la verdad.
- Muy bien, ahora repasemos lo aprendido. - Shiori se levantó del suelo. - Abrir alas, perfecto. - ella sacó las alas translúcidas del Tengu Tennin y la movió un poco. - Frenos de aterrizaje de alto poder. Listos para la revancha. - Miró los zapatos bien sujetados y con las agujetas firmes para evitar tropiezos. - Protector visual. - Ella se colocó los goggle de piscina. - Comentario: buscar más tarde los lentes de aviador perdidos.
Shiori lo tenía todo preparado así que nuevamente estaba lista para intentar su máximo reto.
- Llegó la hora... - Shiori miró con mucha concentración a todo el campo de su residencia. - A volar.
Ella sabía que este era su doceavo intento de emprender vuelo, ya había fracasado muchas veces durante las últimas semanas pero estaba un cien por ciento segura de que esta noche iba a lograr el siguiera volar un par de metros sobre el suelo.
- Si Grim y yo hemos podido con la escoba esto también lo sabré dominar. - Shiori se colocó en una pose de carrera. - Lo voy a lograr - Ella contuvo el aire. - ¡Ahora!
Entonces saliendo disparada como una bala empezó a correr con mucha fuerza para luego vislumbrar la franja que ella había dibujado para el momento del salto.
- ¡Yo puedo! - Dijo Shiori ahora empezando a dar largos pasos. - ¡Yo sí puedo! - Al tercer paso ella flexiona la pierna dominante para ganar impulso. - ¡Yo sí creo en las hadas!
Y entonces dió un saltó al aire...
Al momento de enfocar al cielo casi nocturno en donde las nubes se iban despejando... no había nada volando por allí.
En cambios a unos cuantos centímetros de suelo Shiori lucha con flotar mientras su alas agitaban demasiado rápido que hasta parecía un colibrí. No estaba alcanzó la altura deseada y en cambio el agitar tan rápido las alas hizo que ella descuidara el ritmo al que debía moverla correctamente tanto que estaba empezando a perder el control de ellas debido a la gravedad y la falta de fuerza para elevarse.
- ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No te caigas! ¡No te caigas! - Dijo desesperada Shiori viendo como ella cada vez más perdía la poca altura que tenía- ¡Sube! ¡Sube!
Pero no subió, por el contrario sólo terminó por caer contra el suelo y hasta terminó dando varias vueltas por la tierra debido a la velocidad que iba. Tuvo suerte que el árbol, al que ella se estaba dirigiendo, fuera su único frenó que la detuvo su carrera acompañado de un fuerte ruido estruendoso y una larga cortina de humo que mostró lo mucho que su cuerpo había rodado.
¡Bonk...!
- ¡Ittai! - Chilló levemente Shiori quitándose los goggles y desactivando las alas para finalmente sobarse la cara debido a que medio cuerpo terminó impactado contra la corteza del árbol.
Un poco más y hasta dejaba su silueta.
Ella no lo podía creer, incluso con todos los cálculos y esfuerzos que había dedicado, no había mejorado en nada; ni siquiera hubo un avance. Se suponía que luego de varios días de entrenar no debería de tener fallas pero en lugar de eso el resultado fue mucho más desastroso que las veces anteriores que hasta hacían parecer las caídas de Yui Komori como normales.
A la albina ya le empezaba a temblar un ojo de tan solo pensarlo.
- No, calma shiori. - Se dijo a sí misma tratando de tranquilizarse a sí misma. - respira hondito hiciste tu mejor esfuerzito. Solo hay que seguir intentándolo y ya veras como todo... todo... - La paciencia de Buda era una virtud respetable, pero hasta él también podía perderla y eso también se aplicaba para ella en momentos como este. - ¡Moooh! ¡Estaba tan cerca! ¡Tengo que esforzarme más!
Dijo ella dejándose caer al suelo mientras golpeaba cómicamente sus manos contra el suelo repetidas veces.
En efecto, esta era una de las raras veces se podía ver a Shiori dejándose llevar por la frustración. Si alguien hubiera pasado por allí entonces podía haber notado el inolvidable espectáculo de descarga emocional de una joven sacerdotisa que siempre se mostraba pacífica y paciente. Tal parece ser que al fin y al cabo ella aún era humana.
Hubiera permanecido de ese modo por mucho tiempo, aunque su lado razonable o su pequeña conciencia siempre le recordaba "Que ante el estrés no debía de desesperarse y que encontrara otra solución," entonces ella, haciendo caso a esa vocecita en su cabeza, trató una vez más relajarse e incluso también hizo sus ejercicios de respiración para despejar la mente, aunque el vapor saliendo de sus orejas y el puchero que tenía en su cara aún no se borraban del todo.
- ¿Por qué no funcionó? - Refunfuñó Shiori levantándose del suelo para quitarse el polvo mientras caminaba de un lado a otro pensando en que podía haber fallado. - ¿Qué me falta? lo tenía todo calculado. Los números. La velocidad. La presión. Todo... ¿En qué me equivoque?
Entonces el ruido de un crujido empezó a sonar arriba de ella y el motivo detrás de ello era porque alguien estaba parado sobre dicha ramas.
- Parece ser que tienes una pequeña situación... Señorita Nakamura.
Como si su mal humor se hubiera borrado en un santiamén, Shiori, ante aquella voz conocida elevó su cabeza y vió como una sombra familiar silueta empezó a descender con gracia y pulcritud hacia el suelo seguido de un rastro de plumas negras.
- ¡Director Crowley! - Dijo Shiori en un tono casi avergonzado por el estado en el que se encontraba mientras trataba de quitarse rápidamente todo el polvo que todavía tenía.- a... como... ¿Q-Qué estaba haciendo aquí?
- Solo estaba monitoreando la zona, para verificar que todo estuviera en orden. - Sonrió el Director mientras le extendía uno de los libros y notas que Shiori había dejado cerca del lugar. - Pero tal parece ser que me tope con un pequeño polluelo queriendo aprender a volar.
- Oh ¿Me viste? - Dijo Shiori cabizbaja, tomando todo el trabajo de su investigación y el simple hecho de recordar cada punto de sus fracasos, además del berrinche infantil anterior y del pequeño bicho de la inseguridad con respecto a su marca que amenazaba con volver la hizo sentir un poco triste. - Lamento que me viera de este modo. Llevo intentando varios días intentando volar y pensé que hoy quizás podría conseguir avanzar en algo pero... - Luego soltó un suspiro desganado. - Supongo que todavía me hace falta mucho entrenamiento para siquiera sostenerme en el aire.
El director al ver esa afligida expresión de la joven y la ropa casi hecha un desastre de algún modo logró sentir una empatía por ella. Creo que hasta incluso entendía muy bien esa frustración. El ver como uno no ve resultados a pesar del esfuerzo y sentir que nada cambia era estresante, pero tratando de ver desde otro punto de vista el problema de su alumna entonces una idea se le llegó a la cabeza. Una idea que quizás podría ser la ayuda necesaria para este momento.
Entonces, levantando su mano a la cabeza de la albina, el director acarició lentamente la cabellera para luego darle un leve piquete en la frente con sus dedos con garras, algo que sorprendió mucho a la albina y que relajó su triste ceño fruncido.
- No pongas esa cara. - Le dijo Crowley, mirando una vez más el libro de "principios del vuelo" que ella sostenía. - Tienes todo el conocimiento necesario dentro de esa cabecita, pero siendo sincero, y teniendo experiencia en el vuelo, tengo que decirte que lo has exagerado demasiado... otra vez.
- ¿Disculpa? - Dijo Shiori sintiendo como si una roca hubiera caído sobre su cabeza al escuchar que estaba exagerado, aunque un detalle sobre sus palabras le llamó la atención. - Un momento ¿Usted... sabe volar?
- Se podría decir que sí en gran parte del tiempo aunque se me da mejor las caídas con estilo. - explicó Crowley con una sonrisa presumida.
- Lo de caer con estilo si se lo creo. - Murmuró Shiori con una gota de sudor bajando de su cabeza ya que empezó a recordar las veces en las que el director, de manera sorpresiva e inexplicable, entraba al salón por el techo para poner a prueba sus estudiantes durante las lecciones. - Ahora que lo pienso ¿Como logra entrar a un salón sin siquiera hacer un hueco en el techo?
- Oh, misterios de la vida y detalles mínimos. Pero volviendo al punto central, lo que pasa es que cuando intentas aletear con tus alas usas demasiado la cabeza. Te enfocas mucho en cómo deben pasar cosas exactamente al punto que no permites que estas fluyan a su ritmo
- ¿Dejar que las cosas fluyan a su ritmo?... ¿Algó así como un estanque?
El director asintió con la cabeza.
- El saber la posición o ángulo de inclinación que deben de tener tus alas es solo una teoría mecánica. - Explicó él. - Esto es más un arte fino ya que debes de pensar en ellas como una extensión de ti, de ese modo lograrás adaptarte al aire y a los cambios que este puede tener de manera instintiva y sin pensar demasiado en los errores del pasado o las probabilidades del futuro.
- El aprender a sentirlas en el presente. - Shiori repitió.
- Permite que tu amable director te enseñe una lección especial para que empieces a volar... Lo primero será aprender a mover las alas.- Entonces el director le extendió sus manos. - Te daré una demostración. Primero coloca tus palmas bajo mis manos, esto más que nada sirve como un punto de apoyo para el equilibrio y tener un poquito de confianza.
Shiori dudó un poco al principio pero por otro lado, quizás esta era su oportunidad para ver qué era lo que estaba haciendo mal, por lo que entonces dejó el libro y sus notas a un lado y con un poco de timidez sostuvo las dos grandes manos de Crowley.
El contacto con dichosas manos hicieron que ella por un momento se sintiera confundida ya que la calidez y la sensación que emanaba de ellas le resultaron un tanto familiares como si ya la hubiera sostenido mucho más antes de venir a Twisted Wonderland.
- Bien, ahora despliega tus alas.- Él le indicó.
Ante ese llamado Shiori detuvo sus pensamientos y lentamente sacó sus alas que se iban asomando tímidamente.
- Admirable, Admirable. - Dijo Crowley entrecerrando sus ojos amarillos aconpañado de su clasica sonrisa. - Ahora vamos a empezar la prueba. Fíjate muy bien en cómo se mueven mis alas.
- "¿Sus alas?" - Shiori abrió sus ojos con sorpresa.
Depronto una suave brisa los rodeó a ambos, Crowley, con una cantidad minima de magia considerable la canalizó a travez de su capa que tenía en sus hombros y las bifurcó para que estas empezaran a adoptar la forma de una grandes y elegantes alas negras como las de un cuervo negro con el fin de empezar a aletear con parsimonia.
Shiori sin quitar las manos pudo ver con admiración como los pies de Crowley más pronto que tarde ya estaban empezando a despegarse del suelo. Tal parecía ser que esas alas negras, a pesar del tamaño, podían elevaban el peso del director a medida que él subía de poco a poco.
- El secreto para ganar más elevación está en aletear con fuerza pero sin prisa. - Comentó Crowley, dejando de aletear para caer de pie en el suelo, pero ahora invirtiendo la posición de las manos y ceder el turno a Shiori. - Inténtalo ahora tú.
No estaba muy segura si lo iba a lograrlo a la primera pero no perdía nada el intentarlo ¿Verdad?. Así que intentando elevarse como el director, ella también empezó a aletear con una rapidez desigual y un poco torpe debido a los nervios.
Dicho gesto generó que una pequeña risita aterciopelada se escapara de los labios del director.
- Despacio. No te pongas nerviosa, solo haz lo que normalmente haces. - Dijo Crowley. - Ve con calma y despeja la mente.
Ella, sonrojándose un poco por su pequeña demostración, asintió con la cabeza y una vez más intentó imitar los movimientos de las alas que hizo el director con anterioridad. Debido a la inexperiencia se tomó su tiempo para siquiera sincronizar bien sus alas a tal punto que incluso, de manera intuitiva, cerró los ojos con fuerza tratando de emplear más fuerza sobre ellas.
- Sigue así, Lo estás haciendo bien. - Dijo la voz alegre de Crowley.
- ¿De verdad lo creé? - Respondió dudosa la joven incluso si todavía no abría los ojos. - Siento que nada ha cambiado.
- Oh, al inicio es así. Es parte de la naturaleza humana el sentirse inseguros cuando sale de su zona de confort. - Añadió él tratando de hacer hora con la conversación. - Pero confía cuando te diga que "Cuanto menos te lo esperes el ratón escondido en el hoyo terminará por salir."
- ¿Quién le dijo esa metáfora?
- Se me acaba de ocurrir ahora. - Crowley le sonrió a ella. - ¿A que no fue ingenioso?
- Ya veo... - Una gota de sudor cayó por su cabeza. - Pero ¿Qué tiene que ver eso con lo de ahora?
Nunca pensó que la respuesta que iba a escuchar sería tan inesperada.
- Buena pregunta, eso es porque desde hace ratos que ya has dejado de apoyarme de mis manos. - Respondió con sinceridad Crowley.
- ¡¿Qué?! - Respondió ella abriendo los ojos de golpe.
- ¡Estas sin manos! ¡Ya estás levitando por tu propia cuenta!- Exclamó Crowley.
De manera rápida Shiori bajó la mirada al suelo y en efecto ella estaba ya levitando a varios metros del suelo. Demasiados metros de lo esperado y con Crowley quien estaba frente a ella... con las manos levantadas.
Shiori no pudo evitar gritar internamente.
Por poco y casi terminaba desapareciendo las alas cuando ella sintió el pánico, pero sí el hacer eso significaba que se iba a caer al suelo, con la seriedad de romperse el cuello y decirle sayonara a este mundo, entonces hizo todo lo contrario y empezó a mover con más fuerza las altas para evitar una muerte inminente logrando así entrar a la zona en donde las corrientes de aire la empujaban para trasladarla a otro lado del lugar.
- ¡Awawawawa! ¡¿Q-Qué se supone que haga ahora ?! ¡La corriente me está empujando! ¡Me voy a caer! - Exclamó desesperadamente Shiori moviendo más rápido las alas.
- ¡No entres en pánico! ¡Estás en la zona en donde las corrientes son fuertes! ¡es seguro y te ayudarán a nivelarte! - La incentivó lo mejor que pudo tratando de alcanzarla.
- ¡¿En qué parte de "corrientes que pueden lanzarte al suelo y romperte el cuello como ramita" es seguro?!
- ¡Por eso tienes que extender esas alas cuando sientas las corrientes! ¡Aprovéchalas para planear! ¡Vuélvete una con el aire!
Shiori al inicio exclamaba por el miedo ante otro empuje del aire casi la derriba en pleno cielo y pensó que quizás esta sería la última vez que intentara volar. Ella realmente no creía que estaba preparada para intentar volar tan alto en su primera vez.
- "¿Por qué hice esto en primer lugar? Kami-sama dame un paracaídas por favor." - Pensó Shiori cerrando los ojos esperando a que todo esto terminara.
Pero al momento de pensar en caer despacio fue entonces que sus alas cobraron conciencia propia y dejaron de aletear frenéticamente para empezar a extenderse poco a poco. El Director, a lo lejos, no pudo evitar soltar una amplia sonrisa ya que estaba presenciando con sus propios ojos cómo las cosas sorpresivamente fueron para mejor.
- ¡Abre los ojos! ¡Ya lo tienes dominado! - Exclamó la voz de Crowley.
Y eso fue lo que pasó. Cuando ella, con un poco de miedo, abrió con duda los ojos de pronto pudo sentir que ya no había tanta turbulencia, el aire pasaba por debajo de sus plumas cristalinas y la mantenían suavemente en el aire como si la estuviera aceptando como una parte de ella.
- No puede ser... ¡¿En verdad no lo estoy soñando!? - Dijo casi incrédula Shiori, mirando hacia abajo para ver cómo sus pies se balanceaban en el aire y su cara era acariciada por el viento.
Lo que era mejor era que ella poco a poco podía sentir como una gran cantidad de adrenalina inundaba cada célula de su cuerpo a tal punto que todo su miedo y pánico que alguna vez sintió se transformó en un sentimiento de felicidad y de gozó máximo que fueron reflejados en una gran sonrisa.
- ¡Ahahaha! ¡Woooaaahhhh!. - Exclamó eufóricamente Shiori planeando por los aires. - ¡Qué emoción! ¡Es bellísimo! ¡En verdad estoy volando!
- ¡Bravo, polluelo! ¡Así se hace! - Aplaudió con aliento Crowley viendo con orgullo como poco a poco la sonriente Shiori agarraba el ritmo al planeo. - ¡Ya eres toda una profesional en esto!
- ¡Hahahaha! ¡Esto es tan hermoso! - Rió Shiori ahora también extendiendo sus brazos al igual que sus alas y cerrando los ojos para sentir el aire en la cara.
Esa fue una mala idea por parte de ella ya que al estar tan enfocada en sus emociones, no se percató que se estaba descendiendo demasiado cerca al mar de árboles secos.
- ¡Se siente como en el Genshi Impact! ¡Este es el mejor día de todos... Gghhhhaaaaaahhh!
Tal como se escuchó, el cuerpo de la joven terminó por chocar contra las ramas secas que hicieron un ruido estruendoso.
- ¡Señorita Nakamura! - Dijo Crowley en un tono preocupado mientras se acercaba al comienzo del gran cúmulo de ramas.
- ¡No me lastimé! - Respondió rápidamente la voz de Shiori con eco. - ¡Estoy bien!
...
Luego de aquella práctica y de una carrera a toda velocidad por parte de un director desesperado, finalmente la calma volvió al ambiente y ahora ambos se encontraban sentados en la oficina de Crowley mientras conversaban un poco sobre lo ocurrido.
- No lo hiciste tan mal, para ser la primera vez está bien. - Dijo Crowley vendando la frente de la joven. - Enserio. Te lo digo por experiencia propia.
- Creó que usted también lo está exagerando. - Sonrió Shiori sosteniendo la taza de té caliente que él le había ofrecido. - Pero aun así hoy finalmente se pudo ver una mejora.
- Solo te di un poco de confianza.- él le sonrió suavemente. - No es malo escuchar a la razón, es nuestro mecanismo de supervivencia, pero hay ocasiones en las que algunas veces la razón y la ética no siempre serán la solución a todo. También está el instinto que es vital para el vuelo. Ahora que ya sabes como elevarte lo demás tendrás que aprenderlo por tu cuenta, pero con un poco más de práctica ya irás mejorando.
- Lo haré - Se lo aseguró Shiori determinadamente, aunque una curiosidad pasó por su cabeza. - ¿Cuándo fue que aprendió a volar?
- Me instruyeron desde que era pequeño.
- ¿Qué tan pequeño?
- Casi a la edad de ¿seis?... ¿ocho años?... hmmm, no me acuerdo a qué edad pasó, ya que fue hace mucho tiempo, pero lo que sí me acuerdo fue que todo se lo debo a "mi prueba de fe"
- ¿La prueba de fe? - Shiori lo escuchó con interés. - ¿Es algún tipo de rito de iniciación?
- Personalmente te puedo decir que para mí la "prueba de fé" fue más como un gran pasó en el que aprendí a despegarme de toda duda y entregarme al instinto todo con el fin de lograr lo que muchos humanos y magos llaman lo absurdo o lo improbable. - Con esto Crowley terminó de colocar el gancho para sostener la vendas. - En resumen tenía que saltar desde una altura alta para emprender vuelo con mis propias alas.
- ¡¿Saltar desde lo alto?! Entonces esta iniciación es como un reconocimiento de que eres capaz de volar por tu propia cuenta. - Añadió la albina tratando de entender aquel rito.
- Algo así, de hecho tiene muchos significados que varían dependiendo de cómo lo vea una persona; ya que es una experiencia muy personal. - Crowley se sentó en una silla frente a ella. - En este caso para los magos que tienen alas, ya sean hadas o faes, por más que lo nieguen, poseen un lado humano que les brindan raciocinio o un pensamiento lógico que trata de darle a las cosas un sentido común además de anticiparnos ante las causas y consecuencias de una accionar. Pero al mismo tiempo también tienen un lado totalmente opuesto, el instinto, que está ligado a las emociones que nos despegan de la realidad. Este instinto es la llave fundamental para el vuelo, no funcionará nunca si la razón se vuelve un obstáculo para elevarte.
- Vaya, entonces por ese motivo no podía volar. - Shiori al fin entendió cuál era su falla. - Estaba más preocupada en estudiar la técnica mecánica que nunca tomé en consideración algo tan esencial como los sentimientos instintivos ya que nunca antes lo había intentado y además creía que mientras más me elevaba la caída iba a ser más dolorosa.
- Supongo que aún estás en proceso de aprender muchas más cosas nuevas, pero paciencia... todo a su tiempo.
- Woow... Nunca pensé que sus consejos y su método de enseñanza me fueran de gran utilidad. - Shiori está tan agradecida de por fin aclarar esta duda que se lo dejó en claro al hombre adulto. - Muchas gracias director.
- El honor fue mío. - Le sonrió con una suavidad fraternal que incluso hizo que aquel clásico el hoyuelo en su mejilla se dibujara.
- Solo tengo una última pregunta. - Dijo Shiori dejando la taza.
- Te escucho.
- ¿Puedo saber desde qué altura ustedes saltaban?
...
- ¡Desde esta altura! - Dijo alegremente Crowley estando parado al borde del barandal de la torre más alta del colegio.
Shiori, como un miedoso gato aferrándose a las cortinas con uña y fuerza, se sostenía del piso como si su vida dependiera de ello para asomarse con seguridad y mirar el gran abismo.
- ¡Está demasiado alto! ¡Demasiado alto! - Exclamó Shiori sin poder evitar sentir mucha preocupación por cómo Crowley estaba tranquilo incluso si estaba a un paso en falso de caerse. - ¡No hay cinturones de seguridad y no ha de pasar ningún tipo de prueba de seguridad! ¡¿En verdad siendo tan pequeño saltó desde esta altura?!
- Era parte del rito, aunque luego te acostumbras con el tiempo... - Entonces apoyó sus dedos sobre su mentón para pensar. - ¿O eso fue lo que me hizo mi familia cuando me arrojaron sorpresivamente al abismo? ¿Así fue?
- ¡¿Qué clase de infancia llevó?! - Shiori palideció ante la idea de imaginar cómo los padres de Crowley arrojaría a su hijo al abismo . Aunque si lo analizaba bien este literalmente era otro mundo y las reglas eran otras a comparación del suyo . - Aunque desde esta altura.
Ella asomó la cabeza hacia el abismo. Sí de este modo podría mejorar su vuelo ¿Sería una idea demasiado loca el intentarlo? Es más ¿Lo estaba reconsiderando? pero antes de siquiera ella pudiera decir algo, Crowley, se le adelantó rápidamente y le dijo seriamente.
- Absolutamente no. - Él formó una x con sus brazos. - Ni siquiera lo pienses.
- P-pero si no dije nada. - Respondió sorprendida Shiori ante esa actitud.
- Llevó meses conociendo todos sus pasos señorita y se que en este momento tenías pensado saltar del borde porque querías hacer ahora la prueba de fé y acelerar tu proceso de vuelo ¿Me equivoco? - Crowley ahora se cruzó de brazo como un padre regañando a su hija que estaba a punto de cometer una locura.
- Ahh... bueno... yo... - Shiori tartamudeo un poco dejando al descubierto sus intenciones ¿Desde cuando se volvió tan predecible?
Crowley luego relajó un poco su expresión
- Aun es muy temprano para ti. No estás lista. - Explicó él ahora regresando al piso seguro de la torre. - Sé que usted quiere dar lo mejor de sí, pero este ritual no es algo que se deba de tomar a la ligera. Para poder darla debes de romper todas las cadenas, presiones y dudas que la aprisionan. Solo de ese modo podrás volar.
- ¿Pero entonces cuándo estaré lista? - Preguntó ella.
El director lo pensó al inicio y luego se estar un rato callado al mismo tiempo que la imagen se oscurecía solo le dijo:
- No lo sabrás. Por eso lleva el nombre de "Prueba de fé". - Luego Crowley miró de nuevo al abismo. - Es un salto decidido que debes de dar al vacío. Quizás cuando sientas esa chispa de autodeterminación dentro de tí y ya no tengas ninguna duda será el momento en el que comprenderás la verdadera liberación de las pesadas cadenas que te atan, polluelo.
...
Capítulo 56:
"Jamil Viper"
El aire soplaba sobre la frente sangrante de Shiori, ella todavía tenía sus ojos cerrados, viendo uno de sus tantos recuerdos pasaba por su mente, sin embargo ¿Porque específicamente ese recuerdo está reproduciéndose en su cabeza?
Tarde o temprano la respuesta ante esa interrogante se respondió sola cuando empezó a sentir como sus oídos captaron un fuerte sonido trataba de despertarla.
- ¡WAAAHHHHH!
Al escuchar aquellos familiares gritos fuertes, Shiori, finalmente abrió sus ojos escarlatas de golpe y por fin pudo ver lo que estaba pasando. Tanto ella como todos los demás jóvenes estaban literalmente siendo arrojados por el aire a una velocidad alarmante.
¿Qué pasó? ¿Este era otro de sus locos sueños? ¿Cómo es que llegaron hasta aquí arriba?
Tantas preguntas e incógnitas volaron por la mente dolorida de Shiori, pero que fueron despejadas cuando recordó lo que pasó en Scarabia, el control mental que le puso Jun, la intervención de los chicos de Octavinelle y el Overblot de Jamil.
Estaba apunto de decir algo con respecto a eso pero al ver que iban prendiendo altura tuvo que posponerlas y actuar de inmediato a menos que todos sufrieran un aterrizaje muy pero muy doloroso.
Así que ella mirando por todos lados enfocó su mirada a la persona que tenía más cerca.
- ¡Azul! -Exclamó Shiori, llamando la atención del joven. - ¡Dame la mano!
El joven no lo pensó dos veces e intentó acercarse a la joven haciendo un gran esfuerzo sobrehumano, por unos instantes los dedos de los dos jóvenes tenían dificultades para tocarse ya que el fuerte viento desviaba la dirección a la que querían llegar, entorpeciendo la acción, pero luego de una feroz batalla contra el viento ambas manos por fin lograron entrelazarse para acercar más el cuerpo de la sacerdotisa con el del joven cilophyte.
- ¡Azul escúchame, necesito que uses tus tentáculos para atrapar a los demás! - Le indicó Shiori acumulando un poco de poder áurico.
- ¡¿Mis tentáculos?! - Azul abrió un poco sus ojos, estando un poco inseguro ante tal repentina petición.
Pero no había tiempo para pensarlo detenidamente.
- ¡Rápido! ¡Debes sostenerlos antes de que el viento los separe! - Ella le resaltó una vez más.
Azul entre tanta lucha contra él mismo y sis inseguridades, entonces cerrando con fuerza los ojos hizo que detrás de su saco cuatro de sus gruesos tentáculos salieron rápidamente hacia Jade, Floyd, Kalim y Grim y sostenerlos entre sus ventosas para asegurarse que estuvieran bien fijados.
- ¡Sosténganse fuerte! - Dijo Shiori intentando sacar las alas cristalinas de su espalda.
A medida que el viento ejerce más fuerza no permitían que ambas alas se nivelaran bien o que siquiera dejará que los ojos de Shiori se mantuvieran abiertas para ver el campo de visión.
Cada vez más se estaban perdiendo más altura ocasionando que descendieran con más fuerza debido a la gravedad.
- "Por favor ábranse" - Pensó Shiori sosteniendo con fuerza las manos de Azul.
El grupo de jóvenes ahora entrando a las orillas del cúmulo de nubes oscuras.
- "Ábranse"
Luego de unos segundos después terminaron por atravesar el mar de nubes para empezar a visualizar cómo estaban más cerca de caer al suelo.
- ¡Ábranse ya! - Exclamó Shiori cerrando sus ojos con fuerza.
Y entonces, luego de una horrible sensación de caída hacia el vacío, las alas lograron obtener la fuerza necesaria para enfrentarse contra el viento y finalmente extenderse como un paracaídas que pudo reducir en gran medida la velocidad a la que iban cayendo los jóvenes, aunque la caída no sería la más suave que digamos.
¡BOOOM!
En un desierto oscuro rodeado de dunas blanquecinas y valles resecos, en el que el aire gélido soplaba en todas partes, una leve cortina de arena blanca se levantó en el ambiente dejando por momentos desorientados a los presentes.
- Owowowo... ¿Por qué nos siguen sucediendo estas cosas? - Se levantó Grim con sus ojos hecha una espiral.
- Nos salvamos por poco... - Comentó Shiori a unos pocos centímetros del felino mientras guardaba las alas y se echaba boca arriba para respirar.
De manera repentina ella sintió una ligera presión en su mano derecha y al girar su mirada se topa que a su lado, manteniendo todavía el contacto de manos, estaba Azul también levantando su torso de la arena para guardaba sus tentáculos devuelta a su saco.
- Parece se que nos han enviado volando bastante lejos. - Dijo Azul ahora inclinando su mirada hacia Shiori. - ¿Te encuentras bien?
Shiori solo asintió con la cabeza y estaba apunto se afirmarlo con la voz de no ser por la repentina brisa que pasó sobre ellos y haciendo temblar a la joven albina debido al frío a tal punto que ella terminó por soltar la mano de Azul con el fin de abrazarse a sí misma y mantener un poco el calor corporal ya que de todos los presente ella era la única que todavía llevaba aquellos ropajes expuestos.
Dicha acción no pasó de alto por Azul y siendo bastante cortez con la chica entonces se quitó su sacó y rápidamente la abrigo. Shiori sintiéndose agradecida por dicha acción y todas las ocasiones que tanto él como el de los demás hicieron por ella; finalmente pudo sentir como aquel frío de la zona iba disminuyendo ante la calidez de aquel saco.
- Una vez más te lo agradezco, Azul. - Dijo ella con su mirada brillosa.
- No tienes que agradecerme. - Contentó Azul sacando su cristal para curar la frente de la albina y limpiar la sangre que empezaba a secarse. - Al fin y al cabo eres una trabajadora muy importante del Mostro Lounge, no puedo darme el lujo de perder personal. - Él bromeó un poco.
- Malvado, lo tenías planeado para que ahora me tocara devolverte el favor ¿Verdad?- Sonrió Shiori levantó una ceja divertida.
- Ya me conoces bien. - Azul le respondió del mismo modo, aunque siendo sinceros su tono de voz y sus motivos para salvarla no tenía segundas intenciones o buscaban algún beneficio, lo cual lo sorprendió mucho de sí mismo al inicio. Tal parece ser que a estas alturas eso ya ni le molestaba, sino que lo encontraba un tanto interesante.
La escena hubiera continuado de no ser que ciertos gemelos se vieron en la necesidad de romper aquella burbuja de felicidad breve con sus comentarios.
- ¡Mierda, está helado...! ¡Como debajo del glaciar! - Comentó Floyd.
- Kalim. Kalim, ¿Estas bien? Por favor aguanta. - Dijo calmadamente Jade dando suaves golpecitos a la cara de un Kalim que estaba abriendo sus ojos de poco a poco.
- Uhh.. ugh... ¿Dónde estamos...? - Habló Kalim, aun poco desorientado.
- Estoy tan aliviado de que hayas regresado. De alguna manera hemos llegado al final del territorio de Scarabia.
La temperatura del lugar continuaba descendiendo algo que de algún modo todos lo notaron, en especial Azul.
- Grim tiene un pelaje espeso, y nosotros estamos acostumbrados al frío hasta cierto punto, pero... - Dijo Azul mirando brevemente tanto a Shiori como a Kalim. - Probablemente sería peligroso para Shiori y Kalim quedarse aquí por mucho tiempo.
- No tenemos escobas ni alfombra, y tampoco podemos volar. ¿Qué sugieres que hagamos? - Preguntó Jade.
- Estoy cansado ¿Tendremos que caminar todo el camino de regreso? - Dijo Floyd totalmente fastidiado por el simple hecho de pensar en las tantas millas que ellos tendrían que caminar para volver.
- Tomó bastante tiempo antes de que aterrizáramos aquí, así que sospecho que caminar de regreso también nos tomará algunas horas. - Dijo Azul terminando curada la frente de la albina y ayudándole a incorporarse.
En eso Azul con un movimiento de manos invocó uno de sus famosos pergaminos de oro para tomarlo entre sus manos y mirar de nuevo a Floyd.
- Antes de eso, Floyd, esa voz me molesta. - Dijo Azul con una brutal sinceridad. - Voy a romper el contrato para que tu voz regrese a la normalidad.
- ¡¿Quuuééé?! pero ya me estaba empezando a gustar... - Floyd hizo un puchero.
A Azul no le interesó y simplemente rompió y desintegró el contrato tal chasquido de Thanos, sin pena ni gloria.
- Ehem, ahh, probando un... dos... tres... - Finalmente la voz característica de Floyd ha sido restablecida, aunque eso significaba decir adiós para siempre a la voz del sapo con bronquitis. - Sí, he vuelto a la normalidad. - Claramente eso al final no afectó al estado de ánimo de Floyd.
- Y pensar que le "prestarías" a Azul tu magia única... Estoy tan impresionado, mi querido hermano. - Comentó Jade a su gemelo, aunque luego le sonrió con ironía. - Siento que él hubiera inventado alguna razón para no devolverte la magia, así que por ese motivo yo nunca haría un trato con él.
- Eso suena totalmente como algo que también haría, pero no me importaría vivir sin mi magia.-Floyd lo dijo en un tono inocente y una sonrisa irónica - Haría otro contrato en caso de que me aburra de mi voz.
A un lado de ellos tanto Azul como Shiori lo miraron con una mirada de poker.
- Saben que puedo escuchar todo lo que están diciendo ¿verdad? - Azul está a nada de arrojarles un zapato.
Pero dicha acción nunca se llevó a cabo porque el repentino sollozó de alguien cambió el ambiente del escenario.
- Jamil... Yo confié en tí y aún así. - Así es, aquel lamentable lamento acompañado de unos tristes ojos rojos que vertían varias lágrimas, se trataba de ni más ni menos que...
- Kalim... - Susurró Shiori con tristeza.
- ¿Estás llorando, Pequeña nutria? -Dijo Floyd inmutable ante esas lágrimas y al contrario de ellos solo inclinó su cabeza a un lado como si no entendiera el reaccionar del albino. - ¿Estás triste?
- ¡Es mi culpa...! - Dijo Kalim mirando al suelo arenoso. - He excluido a Jamil sin siquiera darme cuenta de lo que le sucedía... ¡Jamil realmente no es el tipo de persona que hace estas cosas!... ¡Siempre me está ayudando y es muy confiable y bueno!
Shiori escuchando cada palabra de arrepentimiento y confusión aún atrapada en la voz de Kalim le hicieron entender de que él aún no estaba digiriendo del todo la realidad de la situación por más que literalmente estuvo frente al problema durante mucho tiempo. Juntando lo poco que habló con Jamil, aparte de todas las frustraciones que reveló cuando lo acorralaron, y la historia de Kalim finalmente comprendiendo en parte las formas y verdades de las almas de tanto Kalim como Jamil.
Alguien debía despertarlo de aquella ilusión que su propia mente creó para no aceptar la realidad.
Aquel sentimiento no era para nada lindo y ella lo sabía perfectamente porque ya había pasado por dos situaciones similares; una más dolorosa que la otra que casi la llevan a cometer la mayor estupidez de su vida. Claro que felizmente ella nunca lo llevó a cabo gracias a la ayuda de su familia, la terapeuta y hasta la de Koichi cuando tenía seis años y a los trece fue su maestra Helga cuando la hizo reaccionar, de una manera no tan delicada pero necesaria, en su momento de debilidad.
El punto era que, en ambas situaciones, todas esas experiencias le ayudaron a abrir más los ojos a la realidad y le enseñaron a cómo ahora afrontarlas.
Entonces soltando un suspiro y sabiendo lo que tenía que decir ella lo llamó.
- Kalim, entiendo que aún estás tratando de asimilar todo lo ocurrido hoy y que todo esto aun te resulte chocante, pero es precisamente por esto que ha llegado la hora de que te des cuenta de algo de quizás debiste haber visto venir desde hace mucho.- Entonces ella soltó la bomba con dosis de realidad. - Una persona por más cercana que sea no arroja a sus amigos a los confines del desierto. En el caso de Jamil creo que es por esta inocente amabilidad tuya lo que motivó a que él ya se cansara.
- ¿Eh? - Al instante Kalim detuvo sus lágrimas.
Al instante todos tenían los ojos abiertos ante las palabras serias de Shiori y en especial Kalim quien levantó su mirada hacia ella y en lugar de ver una mirada compasiva sólo estaba una mirada pasiva pero aun manteniendo cierta pinceladas de seriedad en sus rasgos faciales.
- ¡Allí está! ¡Usó su legendario sermón de reproche en Kalim! - Dijo Grim anonadado. - Aunque se ha suavizado más de lo normal.
- Pero... Ahora que lo veo, estoy del lado de Koebi. - Comentó Floyd. - En términos de amabilidad, la bebe nutria, es mucho más agradable que Koebi... y eso a veces resulta ser... fastidioso.
- ¿Qué? ¿P-pero...? - Balbuceó el albino.
- Eso es correcto. - Interrumpió Jade con su clásica sonrisa monótona. - Si alguien me hubiera traicionado así... Usaría cada palabra en mi léxico para destruirlo mentalmente y emocionalmente, luego lo ataría con todas mis fuerzas y lo arrojaría a las profundidades del mar.
Sí, ninguna de esas palabras combinaba con aquella sonrisa tranquila.
- Me sorprende que nada de lo que dijiste fuera una broma. - Dijo Shiori con una gota de sudor bajando de su cara.
- Al contrario Señorita Shiori, el ver como se culpa a sí mismo y actuar como un mártir es, perdón que lo diga, realmente espeluznante. - Finalizó Jade.
- ¿Espeluznante? - Dijo Kalim en un tono indignado. - pero, en realidad, Jamil nunca me traicionaría.
- "Hay un largo camino para abrirle los ojos a Kalim" - Pensó Shiori.
Y como si alguien hubiera escuchado sus pensamientos Floyd añadió
- Pero al final te apuñaló y luego trató de culparte por todo. Eso es una cagada.
- Así es. - Habló Jade. - Comparando su comportamiento con el de Azul hace que hasta él parezca un santo y ni que hablar de la señorita Shiori porque terminaría siendo el mismo diablo. Créeme que te hará bien gritarle "Traidor" en su cara.
- Decir las cosas frente a la cara en su estado actual no creo que sea una buena idea. - Shiori dijo.
- No. No. Tienes sus motivos, pero entiendo a donde tratas de llegar con lo que dijiste. - Dijo Azul acomodando sus lentes para luego mirar a Kalim.- La actitud gentil de Kalim hacia los demás es completamente diferente a la de Jamil y la mía. Más bien teniendo en cuenta todo lo que pasó probablemente Jamil construyó un fuerte rencor a lo largo de los años. Después de todo, Kalim le ha estado causando problemas a Jamil desde que era pequeño, comportándose así.- Entonce Azul soltó un leve bufido.- No te culpo, no has hecho nada malo. Naciste con un estatus que te coloca por encima de los demás. Te criaste disfrutando del amor de tus padres y de las personas que te rodean para que te convirtieras en una persona buena y honesta. En conclusión, te has vuelto sin saberlo arrogante.
- Siento que es simplemente ingenuidad en el caso de Kalim-san. - Añadió Jade.
Kalim se quedó helado por todo lo que escuchaba. Entonces ¿Sí era su culpa el que todos estos acontecimientos sucedieran? El dormitorio, sus residentes, Jamil, los chicos de Octavinelle e incluso Shiori y Grim se vieron lastimados por no haberse dado cuenta antes. Estaba tan cegado de su mundo perfecto que nunca se percató de todo lo que pasaba a sus espaldas.
Shiori vio a donde iba esa mirada y antes de que nuevamente comenzará a arrepentirse o a culparse por lo sucedido entonces colocó sus manos en los hombros del albino con firmeza, pero sin llegar a lastimarlo, y lo obligó a mirarla para que ella pudiera decir con una firmeza pasiva:
- La ingenuidad se relaciona con la inocencia, la cual puede convertirse en una virtud algunas veces y otra veces en una desventaja. Ser ingenuo o ingenua ante la mayoría de las personas solo significa que te enfocas en lo bueno sin tomar en cuenta la intención de otras personas. Para entender a la persona debes de ser capaz de ver ambas caras de la misma moneda... solo de ese modo podrás tratar de llegar a la verdad.
Kalim ante aquellas palabras al inicio se quedó mudo, luego se quedó mudo y al final tratando de comprender un poco lo que todos le han dicho entonces llegó a una conclusión.
- Entonces Jamil... ¿Es una mala persona...? - Dijo él.
- Él está a un paso de volverse el ser más malvado que Scarabia haya tenido si continúa hundiéndose en su oscuridad. - Le respondió Shiori. - Pero todo dependerá de tí y el cómo lo vas a confrontar en esta situación. Debes de tomar la responsabilidad de la situación de tu dormitorio antes de que lo pierdas todo. Ahora que escuchaste todo lo que él tenía que decirte en su momento de ira... - Entonces luego lo soltó y le hizo la pregunta más importante de su vida. - ¿Qué es lo que piensas hacer Kalim?
Kalim no necesitaba dudarlo más, porque él ya sabía lo que tenía que hacer.
- Entonces... ¡Tenemos que volver! - Dijo Kalim con convicción. - ¡Voy a luchar contra él y lo llamaré traidor!
- "Así que será al estilo Night Raven." - Fue lo que pensó Shiori con ironía antes de que una extraña sensación misteriosa pasó leve por su cuerpo. -"¿Qué?" - Se dijo confundida tratando de enfocarse en aquel sentimiento.
- ¡Un golpe no es suficiente! - Dijo enfadado Grim acercándose al grupo. - ¡Nos engañó a todos, hizo cosas pervertidas contra Shiori, nos obligó a casi pelear con ella y muchas cosas más! ¡Haz que marche al oasis, que regrese diez veces, mochale las manos por ladron y mañoso y dárselo de comer a un tigre!
- No sería una mala idea. - Comentó Azul estando a favor de la venganza por todo lo que pasó. - Sin embargo no olvidemos que la vida de Jamil estará en peligro si no lo buscamos pronto. Tenemos que regresar antes de que su magia lo consuma.
- Entonces ¿Cómo logramos hacer eso? ¿A velocidad de dos pies? - Dijo Floyd arqueando una ceja.
- ¡Eso tomará demasiado tiempo! ¡A ese pasó ya me volveré una paleta de hielo! -Chilló Grim descartando la idea de caminar por lo que giró su cabeza hacia la sacerdotisa. - Shiori... alguna idea para regresar
Pero Shiori no contestó, eso dejó un poco preocupado a todos los presentes aparte de presenciar aquel ceño fruncido que tenía en su frente.
- ¿Shiori? - Grim nuevamente la llamó.
Por suerte aquel silenció no duró mucho, sin embargo la noticia que ella lanzaría no sería para nada agradable.
- Ese hombre... aún sigue vivo... - Dijo Shiori en un tono muy serio.
- ¿Eh? - dijeron extrañados todos los presentes.
Shiori se acarició la frente.
- La cosa que vivía dentro de mi sello de obediencia... Tenía una gran parte del alma de Jun... él aún existe dentro de mi.
Casi al instante todos los jóvenes palidecieron ante la noticia.
- ¡¿Pero no se suponía que tenía que haberse eliminado junto con tu sello?! - Dijo preocupado Azul.
- Quizás al momento de destruirse, esa parte servía como un núcleo que terminó por aferrarse en alguna parte de mi cuerpo para no desaparecer. - Shiori puso una mueca de desagrado.- Antes no podía notarlo pero ahora en estos momentos puedo sentir cómo algo se está alimentando de mi alma...
Ella no mentía ya que su cuerpo empezaba a palidecer a la vez que se sentía pesada que casi se derrumba al piso de no ser que logró poner su mano a tiempo para sostenerse.
- ¡Shiori! - Exclamó Kalim colocando a un lado de ella al igual que Azul para solo verificar con desesperación como ahora unas sombras oscuras se iban dibujando bajo los ojos de Shiori como si fueran ojeras.
- No tenemos tiempo que perder necesitamos deshacernos de ese fragmento antes de que termine de consumir a Shiori. - Razonó Jade.
- ¿Peró que se supone que hagamos? - Dijo preocupado Floyd. - Es muy obvio que esto se trata de algo que proviene del mundo de Koebi y nosotros no tenemos nada de allí que nos pueda ayudar.
Sin embargo ante ese último comentario la mente de Azul hizo un repentino "Click" momentáneo porque recordó aquel sonido de cierto objetó que había escuchado cuando estaban en la cocina preparando el almuerzo.
- Quizás sí pueda existir un modo, pero antes de llegar a eso... - Dijo Azul ahora mirando a la sacerdotisa. - Shiori, no te va a gustar lo que te voy a preguntar pero es necesario que recuerdes algo...
Shiori solo levantó su cabeza hacia su dirección.
- ¿Recuerdas cómo fue que llegaste a tener ese sello en tu frente? ¿Algún rito? ¿Objeto? o ¿Algo que hayan usado contigo?
A pesar del cansancio Shiori realmente trato y trato de hacer un sobre esfuerzo para recordar aunque sea una pista de algo que podría utilizar y fue entonces que ella casi de manera abrupta abrió sus ojos de par en par al recordar las imágenes de aquel sueño que tuvo justo después de haber hablado con Jamil y luego de sufrir aquel derrame nasal, fiebre y dolor de cabeza que pasó aquella noche. De no haber sido por esa serpiente negra y sus ojos hipnotizantes ella hubiera continuado olvidado aquel importante recuerdo.
- El culto del loto rojo... - Respondió Shiori palideciendo con horror. - Ahora lo recuerdo. En esa noche yo estaba recuperándome en el área médica. Jun y los demás sacerdotes entraron a mi habitación y se acercaron a mi camilla... Ellos traían en sus manos un cuenco tibetano.
- ¿Qué hacían ellos en tu habitación? - Preguntó Azul, tratando de reprimir su sentimiento de ira por lo que quizás pudieron haberle hecho a su medusa a una edad temprana.
- Lo poco que recuerdo fue que ellos giraron una baqueta alrededor del borde del cuenco y empezaron a decir algo. Había un fuerte sonido vibratorio y entonces fue... - Una vez más las palabras de Jun resonaron en su mente. - Me dieron una orden... que para cuando yo estuviera en trance y dijeran mi palabra clave "libertad" entonces yo debería de realizar su voluntad.
- ¿Qué clase de voluntad? - Preguntó preocupado Kalim, sintiendo que estaba apunto de escuchar algo terrible.
- Ellos... - La mirada de Shiori se llenó de angustia y enojo al recordar lo que esos hombres querían de ella y en especial recordó el destino de aquellos pobres niños que fueron víctimas de ese culto. - ...querían que cuando yo perfeccionará mi marca, entonces... Entonces yo...- Cerró fuertemente sus manos sobre la arena y luego de calmarse un poco entonces continuó hablando- ...tendría que llevar a cabo un exterminio a todo ser vivientes que encuentre en mi camino, incluyendo a todos los del culto, todo porque querían que guiará sus almas hacia su supuesto nirvana.
Un escalofrío recorrió la columna de cada presente ante tal horripilante e insana idea sumamente radical. Lo más escalofriante de todo esto era que no todas las personas, en el mundo de Shiori, tenían una habilidad especial como las de ella o su familia. Gran parte de ellos eran humanos comunes y corrientes, y si ella los hubiera atacado con todo el poder como el que ellos presenciaron en Scarabia entonces nadie se hubiera salvado y si lo pensaban más Shiori se iba a llevar la peor parte del plan porque ella tendría que cargar con la culpa, rencor, ira y agonía de tantas almas en su conciencia por el resto de su vida.
Fue una gran suerte que nada de eso nunca se llevó a cabo.
- Luego de eso ya no puedo recordar nada.- Shiori apoyó su mano bajo sus ojos.- No puedo creer que hasta incluso ellos se encargaron de que yo olvidara todo lo que pasó aquel día solo para que nunca llegará a esta verdad.
Azul y el restó de los jóvenes pensaron que quizás ella se sentía totalmente destrozada internamente. Era lógico y no la culpaba, es más quisieron intentar darle ánimos para que ninguno de esos pensamientos nocivos la consumiera más de lo que ella estaba sin embargo...
- ¡No lloraré! - Se apresuró a decir ella antes de que alguno de ellos intentara sentir lástima por ella. - Perdón. Es que solo aun estoy enojada conmigo misma porque fui una ingenua al nunca sospechar las cosas que pasaban en ese lugar antes.
Hubo un breve silencio en el desierto en el que nadie dijo nada, pero eso no significaba que todo se debía de ahogar en un vaso de agua ya que no era el momento
- Un momento ¿Dijiste que los sacerdotes se aseguraron de que no recordarás nada de lo que pasó aquella noche? Entonces cómo fue que lograste recordarlo si esto claramente era una restricción del sello - Dijo Jade siendo el primero en romper el silencio.
- Ese tema tampoco lo he aclarado pero lo que sé es que en la noche que caí enferma de alguna manera al día siguiente pude recuperar ese fragmento perdido de mi memoria. - Respondió Shiori.
- Oh, ese día. Todavía recuerdo que en la madrugada remojé un paño en ese plato de agua que había en el cuarto para bajarte la fiebre. - Dijo Grim recordando con orgullo su hazaña - Agradecerme el haber salvado tu cabeza.
Shiori quería hacer un comentario sarcástico acerca de eso, pero se percató de que gracias a las palabras de Grim, ella pudo percatarse de un detalle importante.
- ¿El plato de agua? espera ¿Grim estás totalmente seguro de lo que dices? - Preguntó Shiori con un tono de esperanza.
- Pues claro que estoy muy seguro. No soy tonto. - Dijo el felino ofendido. - ¿Acaso dudas de mis capacidades médicas?
- Preguntó por qué a la mañana siguiente, cuando desperté ese plato ya no estaba en la habitación.
- ¿Eh? Es imposible que haya salido del cuarto. Hasta recuerdo que nos encerraron con llave. - Dijo Grim sorprendido.
Fue entonces que Azul pudo deducir algo que estaba claro.
- O los objetos de Scarabia están poseídos o quizás... - Azul hizo una pausa. - alguien de la misma casa y con grandes capacidades mágicas entró a hurtadilla a la habitación cuando ambos dormían.
Entonces otro recuerdo golpeó a Shiori.
"Conozco bien ese molesto sentimiento de agachar la cabeza y rendirse fácilmente, quizás por eso estoy aquí."
- "Imposible..." - Susurró ella entre pensamientos mientras notaba como poco a poco el patrón se iba dibujando en su mente.
"Esto ayudará a estimular tu memoria. Mientras te voy preguntando iremos desbloqueando fragmento por fragmento tus recuerdos ¿Estas lista?."
- "¿Porque recién me dí cuenta?" - Su mirada se notaba más sorprendida.
"Ya no nos queda tiempo. mírame..."
"Susurró de la serpiente"
- "Todo este tiempo fuiste tú... "
"Hasta luego... gracias por todo y también perdóname..."
- Hebí-san es... - Shiori estaba apunto de decir el verdadero nombre de la serpiente negra, pero se vio intervenida cuando una fuerte tos la atacó seguido de un pequeño líquido que salió expulsado de su boca hacia la arena, preocupando a los demás.
Azul suavemente le dio una palmadas en su espalda para calmar la tos, pero cuando su mirada captó la mancha que cayó al suelo tanto él como los demás con la mirada encogida vieron que en la arena blanca había gotas medianas de sangre.
- Maldición... no ahora... .- Susurro preocupada Shiori recuperando la respiración y limpiaba el poco rastro de sangre en su mano y boca.
- Estás empeorando, debemos de actuar ya. - Dijo Azul.
- Lo he pensado un poco. - Dijo Shiori a cuestas. - Creo saber lo que podemos usar... Hay que usar un cuenco tibetano.
- ¿Cuenco tibetano? - Preguntó Kalim
- Es una especie de cuenco de metal que emite un sonido vibratorio cuando es golpeada. - explicó brevemente Shiori. - Si con eso ellos pudieron colocarme el sello entonces quizás con eso podamos deshacernos de este problema.
- Te diría que es solo una hipótesis, pero por como esto te generaba la parálisis entonces tiene un poco de sentido. - Añadió Azul.
- ¿Eh? ¿Cómo sabías de eso? - Pregunto Shiori sorprendida
- Durante la hora del almuerzo a uno de los estudiantes se le cayó un bowl al suelo y tu repentinamente te quedaste muy quieta. - Respondió él recordando aquel suceso. - Si sumo eso con lo que dijiste, no es difícil descubrirlo.
- Ahora que lo pienso lo mismo pasó antes de que atacaras a Kalim. - Dijo Jade recordando el sonido del campaneo en medio de la batalla. - Repentinamente hubo varios campaneos en la sala y te paralizaste.
- ¡Fgna! ¡Es verdad yo también las escuche! - Dijo Grim.
- Y es por eso que Shiori pudo recuperar su conciencia por un momento. - Azul colocó la última ficha de este rompecabezas. - Ella volvió en sí porque las órdenes del sello chocaron contra la orden de la parálisis. No se puede obedecer a dos órdenes tan contradictorias en simultáneo porque de lo contrario ambas terminarían por anularse entre sí.
Shiori realmente estaba muy agradecida de la mente aguda que tenía el trío de Octavinelle. Esta era la respuesta que estaba buscando en relación al sello que le colocaron
- Entonces esa es la clave para liberar a Koebi. - Dijo Floyd. - Podemos usar el cuenco para que así Koebi pueda buscar a la pequeña mierda que está tratando de comérsela y exterminarla de una vez por todas para regresar.
- ¿Y qué estamos esperando? ¡Hay que hacer ese cuenco pronto! - Dijo Grim en un tono ansioso.
- Hay un problema, para eso primero tendríamos que encontrar varios metales para fabricar uno. - Dijo Azul.
- ¡¿No podemos usar simplemente magia como Deuce y su caldero?! - Respondió Grim.
- Tonterías, la magia no solo se trata de hacer aparecer cosas debajo de la manga... sino que también se trata de transmutar, descomponer y luego reconstruir la materia con los materiales de tu entorno con ayuda de la magia. - Regañó el joven pulpo. - Si no posees la suficiente magia entonces no puedes obtener algo a partir de la nada y mucho menos algo sólido como un cuenco hecho de metal. La cuestión es ¿De donde sacas metal en un desierto vacío?
- Jeje eso es muy fácil, porque~... - Respondió divertidamente Floyd acercándose a Shiori para que luego, sin pena ni gloria, le abriera el sacó que Azul le había dado para exponerla de nuevo. - ¡Aquí tenemos los materiales!
Esto claramente hizo que Azul se enfadara con Floyd por el poco tacto que tuvo con Shiori ahora que se estaba debilitando.
- ¡Floyd, vuelve a abrigarla! ¡Ella está delicada, no puedes simplemente...! - Pero al instante Azul se calló ya que al final Floyd tenía razón.
Las pulseras, aretes, baratijas tanto en el cuello y las ropas de la sacerdotisa estaban hechas de oro y plata, lo que significaba que quizás podían crear ese cuenco metálico a partir de estos materiales.
- Lo ves, si tenemos los materiales~ - Sonrió infantilmente Floyd ante su victoria.
- Si que te encanta llamar mucho la atención, ¿No es así Floyd? - Sonrió Jade ante la ocurrencia de su hermano.
- No puedo evitarlo Jade. - Respondió su gemelo.
Por mucho que quería enojarse, Azul sabía que tenía la razón, por lo que sin perder mucho el tiempo él empezó a tomar cada uno de los accesorios que tenía la joven quien empezaba a tiritar por el frío.
- Perdón. Aguanta un poco más, no tardaré mucho. - Le susurró Azul.
- Descuida... puedo soportarlo. - Respondió ella tratando de sostener su sonrisa a pesar del cansancio.
Luego de tomar todo lo necesario entonces hizo un recuento de todo lo que tenían.
- Tsk...No es suficiente. - Azul chasqueó la lengua. - Incluso con todo lo que tenemos no hace falta un poco más para siquiera hacer un cuenco pequeño.
- ¿Ffgna? ¿Entonces de dónde sacamos más? - Preguntó Grim preocupado.
Azul iba a responder ante esa pregunta cuando una voz suave intervino en la escena.
- ¿Puedes usar esto?
Todo los presente giraron sus cabezas hacia un mismo punto y contemplaron que quien había dicho aquella palabras fue Kalim, quién se había quitado los anillos que eran reliquias de su familia, el collar grande de su cuello y los brazaletes de la muñeca y el hombro para entregárselo sin dudarlo a Azul.
- Kalim pero eso son de tu... - Jade iba a hablar pero nuevamente Kalim lo interrumpió.
- No me importa, si son de ayuda para salvar a Shiori entonces no tengo ningún problema en entregarlos. - Respondió Kalim con convicción. - Yo ya no quiero que nadie más sufra y mucho menos ella. Después de lo mucho que hizo por nuestro dormitorio, incluso si fue traída a la fuerza, quiero que ella más que nadie se recupere.
- Kalim... - Susurró alagada Shiori activando por reflejó su Ajna, solo para comprobar una vez más como la brillante alma bondadosa de Kalim no estaba mintiendo al momento que dijo aquellas palabras.
Azul sabía no tenía tiempo que dudarlo y viendo la cantidad de material que Kalim le ofrecía podía lograr incluso crear un cuenco mediano. Incluso si se hubiera tratado de otra persona todas estas acciones le demostraron a Azul que el líder de Scarabia realmente sentía un gran aprecio y afecto a su medusa.
Tal parece ser que al final este despistado niño albino si era un digno rival en esta guerra de sentimientos.
Pero volviendo con lo importante y ya juntando todas la baratijas en un mismo tumulto brillante, logró invocar un hechizó que logró transmutar los elementos de oro que empezaron a derretirse y cambiar la forma hasta finalmente tener un cuenco fino.
- El cuenco ya está listo. - Informó Azul a Shiori ahora sentada en la posición de flor de loto para una mejor concentración.
- ¿Esto realmente funcionará? - Preguntó muy dudoso Grim.
- Tendremos que averiguarlo. - Comentó Shiori anticipándose. - Hagamos una prueba.
Entonces Azul, asintiendo con la cabeza, acercó su pluma mágica al borde del cuenco metálico y sin pensarlos demasiado empezó a girar su muñeca alrededor de los bordes para generar un fuerte ruido vibratorio que hizo que la joven joven casi de manera inmediata se quedara inmovil al mismo tiempo que en las profundidades de su mente presenciaba cómo ella iba cayendo por aquellas familiares la aguas negras.
- "Sí... Lo recuerdo... ¡Este es el mismo lugar!" - Pensó ella con victoria mirado a su alrededor, sin embargo su felicidad no duraría mucho porque rápidamente sus ojos se encendieron en una luz lila que generó que ella recibiera un golpe invisible que la regresó a la realidad.
Lo bueno de todo fue que dado a que el sello se obedecía de había debilitado con anterioridad entonces esta vez ella no pudo olvidar los motivos por los que entró en trance, pero ahora tenía que lidiar con leve sangrado que caía de su nariz.
- ¡Shiori! - Exclamaron todos preocupados.
- ¡Fgna! ¡¿Qué pasó?! - Grim se exaltó.
- No es nada. - Shiori contestó rápidamente a la vez que se limpió la nariz con su antebrazo. - Vamos por buen camino... de nuevo.
Azul, al inicio mostró signos de duda, pero no tenía tiempo que perder por lo que nuevamente acercó la pluma al cuenco y volvió a generar aquel sonido, solo que esta vez se aseguró de que durará por más tiempo.
Shiori una vez regresó las aguas oscuras y pensaba que esta vez iba a lograr la búsqueda, pero lamentablemente su breve estado satori la volvió a sacar del trance.
- ¡Agh! ¡De nuevo! - Pidió ella aguantando el dolor.
Otra vez tocaron el cuenco, pero nuevamente fue rechazada.
- ¡De nuevo! - Repitió Shiori.
Otra vez fue rechazada.
- ¡De nuevo! - Cada vez ella se estaba estresando al no ver un resultado.
Y otra vez fue rechazada.
- ¡De nuevo!
Rechazada.
- ¡De nuevo!
Rechazada.
-¡De nuevo!
Rechazada.
- ¡De nuevo!
Rechazada.
- ¡DE NUEVO! - Shiori siguió insistiendo
Pero entonces...
- ¡Ya fue suficiente Shiori! - Exclamó Azul dejando el cuenco de lado. - Esto no está funcionando, tu cuerpo se está resistiendo a ser controlado de nuevo.
- ¡No! ¡No me estoy resistiendo! - Respondió tercamente Shiori pero empezando a llegar a su límite por culpa del cansancio y la desesperación.
- ¡Solo te estaría lastimando más! ¡No pienso tocar más el cuenco!
- ¡No podemos detenernos! - Ella explotó emocionalmente. - ¡Me rehúso a que ese sujeto nuevamente me arruine la vida de nuevo! ¡Muchos ya han sufrido por su culpa! ¡Y si no lo saco de mi interior entonces no podré ser de ayuda en esta batalla! ¡Y si no puedo ser de ayuda entonces les habré fallado a tí y a todos como su amiga y como sacerdotisa! ¡No podré volver a ver a mi familia y se van a preocupar aún más si se enteran que jamás regresé! ¡Habré rotó la promesa que le hice a mi padre! ¡No podré purificar el alma de Jamil y se morirá porque simplemente no pude sacar a un parásito que se le dio la gana de pegarse a mi alma para que sobreviviera! ¡¿Se me olvido decir algo?!
Claramente muchos se quedaron boquiabiertos ante este arrebato poco inusual de la joven que hasta parecía ser que hablaban con otra persona que no fuera la paciente joven. Aunque, si lo pensaba bien intentaron ponerse en sus zapatos unos segundos entonces ellos comprendieron que el motivo de esta desesperación era debido a que una vez más la vida de Shiori estaba al borde de la muerte y realmente ella quería sobrevivir ante una posible muerte dolorosa que estaba siendo ocasionada por ese anciano del culto.
Fue entonces que Shiori, recapacitando mejor la situación luego de ese silencio, sabía que su comportamiento no era el adecuado en estos momento y se estaba dejando llevar por el cansancio y la frustración contra las únicas personas que realmente estaban tratando de ayudarla. Ellos no se merecían eso y avergonzándose de esta actitud suya entonces bajo la mirada al suelo y con unos ojos cargado de angustia rápidamente añadió:
- Perdón, no quería levantar mi voz. - Shiori confesó ahora hablando bajito. - Se que ustedes realmente me quieren ayudar pero... muchas cosas dependen de las acciones que tomé ahora. Es por eso que no puedo darme el lujo de detenerme.
Ya habiendo escuchalo lo suficiente entonces Jade se acercó a la joven, se sentó frente a ella con un solo objetivo, encararla.
- ¿Y eso es lo que estás buscando al gritar y lloriquear de esa forma, Nakamura? - Dijo él con seriedad. - Claramente se nota que quieres quedarte con ese fragmentó de aquel anciano dentro tuyo.
Al instante tanto Kalin, Grim, Azul y Floyd ahora miraron sorprendidos ante aquella atípica actitud de Jade.
- Uwaa... Jade está muy enojado...- Susurró Floyd a Azul. - Está colocando su cara de seriedad además de estar peleando con Koebi.
Azul no podía estar más que de acuerdo con eso e incluso se sorprendió aún más al escuchar como él llamó a Shiori por solo su apellido.
- ¡¿Qué cosas dices?! - Ella le contestó. - ¡¿Porque querría quedarme con ese sujeto dentro de mi?!
- No lo sé. Quizás solo lo usas de excusa para no volver a hacer tu trabajo como sacerdotisa. - Jade se cruzó de brazos. - Es lógico. Si no te mejoras, no vuelvas a trabajar y ya no te preocupas de que te vuelvan a lastimar otra vez.
Shiori soltó un jadeo de indignación ante esas palabras.
- ¡¿Hah?! ¡Eso es ridículo!
- ¡Entonces deja de enfocarte en el bienestar de los demás por un segundo y empieza enfócate en el tuyo! - Entonces le clavó su intensa mirada heterocromática casi cerca de su cara. - Claramente no estás pensando las cosas con claridad y te estas dejando llevar por la desesperación de algo que ni siquiera sabrás si sucederá o no. Si no vas a pensar en tu bienestar de ahora, entonces olvídate de la idea de salvar a los demás. ¿Cómo piensas en ayudar a los demás si ni siquiera puedes lidiar contigo misma en estos momentos? ¿Qué pasó con la actitud calmada que demostraste cuando peleamos en el océano? ¿Quién diablos eres ahora?
Shiori se quedó helada ante esas palabras y lo estuvo aún más cuando miró fijamente los ojos de Jade.
Lo que ella observaba era su propio reflejo en un estado muy demacrado que hasta alguien estando a Kilómetros de distancia notaría lo alterada que estaba. No tenía nada de armonía y paz en su mirada escarlata. El solo verse a sí misma le recordaba a como lucía su rostro cuando tenía nueve años o peor seis años.
Verdaderamente no reconoció a la chica adolecente que la estaba mirando fijamente.
- Oye Jade... creo que te estás pasando demasiado... - Comentó Kalim tratando de apaciguar el tenso ambiente.
Sin embargo...
- No... él tiene razón. - Comentó Shiori regresando a su actitud calmada de siempre mientras se apretaba las sienes debido a la vergüenza de sus anteriores impulsos. - Hasta ahora solo me estaba enfocando en los posibles futuros inciertos que pasarían si no logró eliminar el alma de Jun de mi cuerpo y de manera muy irresponsable solo he empeorado las cosas al estar desesperada.
- ¿Entonces qué harás ahora? - Le respondió Jade.
No había necesidad de preguntarlo porque Shiori, luego de abofetearse sus dos mejillas y trató de serenar su mente para responder esa pregunta.
- Qué ¿Qué voy a hacer Leech?... es muy obvio... - Entonces ella con ahora una fuerte llama de determinación ambiciosa grabadas en sus afilados ojos escarlatas le respondió. - ¡Voy a sacarme a este parásito de mi cuerpo porque quiero vivir!
Ambos jóvenes tenían sus intensas miradas clavadas uno contra el otro, pero fue debido a esa mirada determinante la que provocó que Jade finalmente volviera a ver el verdadero rostro que Shiori debería de tener y terminó por regresar a su sonrisa tranquila aunque su mirada aún se mostraba desafiante.
- Entonces demuéstralo. - Entonces Jade sacó su pluma mágica y con un movimiento de muñeca atrajo el cuenco metálico hacia su mano para finalmente colocarla con firmeza al suelo. - Demuéstrame que eres capaz de no solo decir palabras bonitas y vacías.
Shiori miró con profundidad aquel artefacto que durante mucho tiempo representaba todas las conexiones, horrores y traumas que la unían a su pasado en el culto del loto rojo. Su más pesada cadena.
- Muy bien, estoy lista. - Respondió ella.
- No... Yo no seré quien toqué este cuenco. - Respondió Jade ahora extendiendo su pluma mágica a Shiori. - Si realmente quieres curarte lo vas a tener que hacerlo por tu propia cuenta.
Shiori al inicio lo pensó un poco y viendo por donde Jade la quería guiar entonces se deshizo de toda duda, tomó la pluma con su mano tatuada y poco a poco la fue acercando al cuenco de oro. Fue entonces que finalmente ella dio vuelta la pluma sobre el borde del cuenco dando paso al ruido vibratorio. Shiori cerró sus ojos y empezó a enfocarse tanto el sonido del objeto como el de la voz de Jade .
- Respira hondo. Vacía tu mente y no trates de volverte histérica como la última vez. - Le advirtió Jade. - Encuentra donde se encuentra ese fragmento que te está matando y elimínalo.
Al finalizar la voz del gemelo tranquilo, las tormentosas imágenes del pasado dentro del culto del loto rojo, los horrores y agonías que tanto ella como Koichi sufrieron en ese lugar volvieron a la mente de Shiori provocando que el estado Satori la regresara a la realidad para que ella pudiera colocar sus manos sobre su pobre corazón asustado. El sangrado nasal regresó pero acompañado de un jadeo y una opresión en el pecho debido al miedo de aquel trauma.
- Esa época oscura ya se acabó. - Habló Jade. - Libérate de tus miedos.
Shiori de nuevo respiró hondo una vez más y nuevamente volvió a tomar con más firmeza la pluma para girarla alrededor del cuenco mientras regresaba a cerrar sus ojos.
Una vez más al escuchar la vibración ella pudo sentir como el piso desaparecía dejando caer su cuerpo inmovil hacia aquel vacío desconocido. Fue entonces que en vez de luchar contra aquella fuerza que retenía y la jalaba hacia las profundidades, como en las veces anteriores, solo se dejó guiar hacia donde las corrientes la querían llevar, sin importar cuán pesadas sean las cadenas que la rodeaban.
- "El cuerpo y el alma se conectan por la mente." - Habló Shiori entre pensamientos. - "Y soy la única persona que la conoce mejor que nadie."
A espaldas de ella apareció nuevamente aquella serpiente blanca con ojos escarlatas que la fue acompañando en todo esta caída.
- "Estas aguas oscuras como la tinta representan mis problemas, traumas y temores al igual que en el caso de los chicos cuando tenían su estado Overblot."
Muy a pesar de los ruidos y las voces de aquel pasado doloroso gritaban en sus oídos, ella no abrió los ojos.
- "Si es así... entonces dejaré que mi mente sea la que me guíe hacia la raíz de este mar de desequilibrio."
Aun si los pensamientos, con todos los posibles los futuros que podrían suceder si fallaba la estaban incitando a pensar, ella no abrió los ojos. Solo se concentró en buscar en la fuente de su problema actual sin permitir que ni el pasado ni el futuro se volvieran la piedra que bloqueaba su camino.
- "Sólo así lograré recuperar la libertad que me corresponde."
Fue entonces que la punta de la cabeza de Shiori finalmente logró llegar al final del túnel de aquellas aguas oscuras solo para que todo el lugar se oscureciera en un parpadeo seguido de un cascabeleo.
...
Al inicio todo era penumbra y un silencio intranquilo en el que no había ni una sola alma presente, o al menos lo fue hasta que un reflector iluminó una zona de aquel espacio y con ello una figura en traje rojo fue cayendo seguido de un grito debido a la gravedad y altura a la que iba.
¡Plaf!
Entonces aquel cuerpo inerte impactó con mucha fuerza contra el suelo empapado que incluso el golpe hizo eco en todo el lugar.
Si uno miraba con detenimiento entonces podrían notar que dicha persona, a pesar de haber caído desde una gran altura, milagrosamente todavía seguía con vida. Aquella persona cuyos ojos no mostraban ni una sola iris y que se arrastraba como un gusano sobre aquel suelo oscuro no era ni más ni menos que el líder del culto del loto rojo... Jun.
- ¿Por qué?- Se preguntó Jun luchando por respirar aunque su voz está cargada de enojo. - ¿Cómo ha podido ocurrir?... Me convertiré en un dios... ¡Nadie va a detenerme!...
Jun, a medida que se arrastraba por el suelo, pudo escuchar los suaves sonidos de unos pies descalzos caminando cerca de él. Tanto así que al momento de levantar su mirada lo normal sería ver a la persona causante de aquellos pasos pero en lugar de eso con lo que se topó fue con la figura de una colosal serpiente blanca y intensos ojos rojos que le siseaba amenazantemente con sus afilados colmillos y serpenteante lengua larga listo para atacar.
Claramente el anciano por instinto y por reacción retrocedió lo más rápido que pudo para alejarse provocando que en proceso su mano resbalara con el piso resbaladizo y con ello que su espalda terminara chocando contra la superficie.
Rápidamente se tuvo que levantar esperando que la serpiente no se hubiera acercado más, pero lo que pasó fue qué la serpiente blanca desapareció y en su lugar había otra persona en la oscuridad.
- Pero qué sorpresa. - Dijo la voz femenina dando un pasó al frente para que la luz iluminara su figura. - Precisamente te estaba buscando y, de pronto, eres tú el que acudes a mí.
- ¿S-Shiori? - Susurró el anciano mirando sorprendido de ver a la mismísima Shiori Nakamura.
- No vuelvas a llamarme de ese modo... - Recalcó Shiori ahora empezando a caminar con una amenazante lentitud. - Mi familia y mis amigos son las únicas personas que pueden llamarme por mi nombre.
Jun, al ver cómo la joven se iba acercando poco a poco, sintió como un sentimiento de pánico despertara dentro de su cuerpo al punto que su desesperadamente buscaba cualquier medio posible para detenerla.
Y cuando me refiero a que hizo lo que sea me refiero a usar trucos sucios para poder manipular emocionalmente a la joven.
- ¡Espera, te lo ruego! - Suplicó Jun cambiando su cuerpo a la misma imagen moribunda del padre de Shiori el día en que falleció. - ¿De verdad piensas acabar conmigo? ¿A mi, a tu propio padre?
Shiori al instante detuvo su andar.
- "¡Todavía es humana! ¡Se confundirá!" - Pensó con alivio Jun, planeando alguna táctica que podría usar para a su favor que la joven bajara su guardia y así volver a controlarla para retornar a su plan inicial.
Por un instante Jun realmente pensó que quizás tenía la victoria, pero qué equivocado estaba...
Por qué al mirar mejor el rostro de la albina solo pudo ver cómo esta se mostraba aún más fría que un glaciar.
Era claro que ella no iba a caer en ese vil truco. Por lo que sin dudarlo realizó los nueve sellos de manos para invocar "El loto ascendente" bajo el cuerpo sacerdote y deshacer la transformación al mismo tiempo que lo sometió con mucha fuerza contra el suelo como si de la nada una gran roca hubiera caído encima de su huesudo cuerpo.
- ¡Ahg! ¡¿En verdad lastimarías a tu padre sin dudarlo?! - Exclamó con confusión y sorpresa el anciano.
- Mi padre murió hace mucho tiempo. Jamás te atrevas a faltarle el respeto a su memoria. - Shiori le contestó mientras le clavaba su gélida mirada. - No creas que con usar su rostro o el de alguien cercano mío vas a poder controlarme de nuevo como aquella vez en mi sueños ¡No me subestimes!
Jun no se tomó bien está rebeldía por parte de la Sacerdotisa Nakamura por lo que tuvo "la brillante idea" de abrir su bocota.
- ¡¿Qué mal he cometido?! - Preguntó exaltado el anciano ciego. - ¡Incluso en tiempos antiguos muchos de tus anteriores antepasados y antecesores también sacrificaron muchas vidas para llegar a la paz de tu pueblo! ¡Yo solo quería ser como ellos! ¡Quería ser un dios que logrará salvar a la humanidad de una posible destrucción futura o quizás del mismo infierno! ¡Quería enviar a cada ser a un nirvana perfecto y lleno de libertades sin ataduras! ¡Lo único que hice fue sacrificar a los eslabones débiles para conseguirlo! ¡Les dí un propósito funcional! ¡¿Es eso tan terrible?!
Shiori solo frunció el ceño de su cara.
- Aún tengo muchos asuntos pendientes a los que atender... - Entonces Jun extendiendo su huesuda mano con dificultad hacia Shiori le imploró. - Ayúdame, Sacerdotisa Nakamura. Aún estamos a tiempo de crear aquel mundo ideal y perfecto para todos los muertos y nuestros seres queridos.
Pero la sacerdotisa...
- No soy tu muñeca. - Le contestó Shiori ignorando la petición del hombre. - Eres un sinvergüenza sin reparo ¿Eslabones débiles? Esos inocentes niños acudieron a ustedes porque no tenían un lugar donde vivir. Ellos tan solo querían un hogar seguro y una familia amorosa al cual pertenecer. Confiaron en ustedes y los respetaban mucho ¿Y cómo se los pagaron? ¡Transformándolos en experimentos humanos, jugando con sus mentes hasta el punto de olvidar quienes eran y sacrificandolos como si fueran crías de ganado!
- ¡El fin justifica los medios!
- ¡Te equivocas, has usado esa excusa para escapar de la realidad de tus atroces actos! - Shiori lo señaló. - ¡Me has utilizado para lastimar a mis amigos y me has maltratado de muchas maneras posible! ¡A una niña de seis años! pero no pudiste ni conseguirás destruirme. - Shiori hizo una pausa. - ¡¿A cuantos inocentes has engañado y manipulado para llegar a tu meta retorcida?!
- ¡¿Así que de eso se trata todo esto?! ¡¿Venganza por los marcados artificiales?! ¡¿Odio por aquellos que te ayudaron a ser más fuerte de lo que eras antes?! Hahaha ¡Entonces no somos tan diferentes como piensas! - Se bufó el anciano. - Tú y yo somos iguales.
- ¡No lo soy! - Shiori lo fulminó con la mirada.
- Admítelo, hacemos lo que sea necesario siempre y cuando sea para una causa mayor. Es un acto digno de un salvador ¿No lo crees? Podríamos ser considerados héroes... ¡Incluso dioses! ...deberías de estar agradecida con eso.
Realmente daban ganas de callar a este sujeto por cómo iba hablando. Realmente no había ninguna pizca de arrepentimiento o culpa alguna, sino que fue todo lo contrario hablaba como si fuera un acto del cual deberían aplaudir. Sin duda alguna Jun tenía un talento único para hacer que uno se sacará de casillas, pero Shiori sabía que eso era lo que él buscaba por lo que no le dio ese beneficio.
Era triste de ver como un ser humano puede llegar a tal punto sin retorno, pero eso no significaba que ella debía sentir pena.
Entonces Shiori recordó todo lo que aprendió en el Twisted Wonderland en estos meses y pensó en todos los amigos que fue haciendo en este retorcido mundo. Pensó en Grim, Riddle, Ace, Deuce, Trey, Cater, Leona, Ruggie, Jack, Azul, Jade, Floyd, Ortho, Tsunotaro, Billy, Willian, Bletcher, los cuadros de la escuela, Rosalia, los fantasmas del colegio, Kalim e incluso Jamil, también pensó en sus maestro Trein, Crewel, Vargas, Sam y el director Crowley. Cada uno de ellos le enseñaron una valiosa lección a pesar de las batallas, peleas y obstáculos que tuvieron que pasar juntos para que pudieran seguir caminando hacia adelante.
"No todos los humanos son unos santos. Habrá muchos de ellos que son peores que el mismo diablo. Con esa clase de personas tienes que ser más astuta, fuerte y sobre todo restregarles en toda su maldita cara ¿Quien carajos eres tú? y de lo que es capaz para proteger tu orgullo y honor. Sólo así esos imbéciles sabrán que se metieron con la persona equivocada."
Las palabras de su entrenadora Helga resonaron en su cabeza y con ello las palabras de su querida amiga también resonaron en su mente.
"No tengo el derecho de decidir cómo tú debes de vivir, así que más que una promesa es una petición mía. Prométeme que, con esta segunda oportunidad, seguirás viviendo con la frente en alto y en libertad absoluta como lo has hecho hasta ahora..."
Si había algo de lo que ella aprendió estando en el Night Raven y de esas personas especiales era que:
"Cuando te metes con el villano equivocado, lo pisoteas y lo llevas al límite... abstente a las consecuencias de haberlo hecho perder la paciencia."
- ¿Un héroe dices? - Dijo la sacerdotisa arqueando una ceja. - ¿Y quién te dijo que yo quería ser una heroína?
- ¿Eh? - Jun se quedó callado ante esa pregunta.
- ¿Odio? ¿Venganza? ¿Una salvadora? Soy mucho mejor que todo eso. No me impongas el destino que tú quieres que yo tenga. Yo voy a decidir mi vida por mi propia cuenta. - Habló Shiori mostrando aún más convicción en sus palabras hacia un Jun todo desubicado. - ¿Triste? ¿Decepcionado? ¿Esperabas que fuera a vengar a algún muerto del pasado? No volteo al pasado, me distrae del ahora y si yo elijo proteger a alguien será porque yo quiero y no porque alguien más me lo haya ordenado, pero hoy... ¡También pienso salvarme a mí misma!
De pronto una gran corriente de energía áurica en forma de luz y viento salió del cuerpo de la albina e inundó en todo el lugar como una muestra del poder y la fuerza espiritual que pertenecían solo a Shiori.
Debido a la energía del entorno, las figuras y los patrones de aquellos tatuajes que Shiori tuvo cuando fue manipulada, se dibujaron en su piel y con ellos apareció una delgada cadena casi translúcida que atravesaba la espalda de Shiori y el pecho de Jun.
Sin mucho drama ella tomó un extremo de esta y la sostuvo entre sus dos manos.
- Pondremos fin a esto, Jun. - Comentó Shiori.
Jun se alarmó mucho cuando anticipó lo que Shiori tenía planeado hacer en estos momentos y se levantó lo más pronto posible para detenerla, incluso si debía matarla; pero entonces se vio retenido abruptamente.
El motivo de esto era que del suelo mojado unas sombras negras emergieron como balas y se empezaron a pegar al cuerpo del anciano como si fuera algún tipo de pegamento hecho de petróleo.
- ¡¿Qué?! - Exclamó Jun viendo como aquella masa viva que cada vez se volvía más pesada. - ¡¿Qué es ésto?!
- Míralo con más detenimiento y lo sabrás. - Shiori solo le respondió vagamente.
Dicho y hecho, porque cuando Jun lo miró con mayor claridad vio que sobre la masa había un par de manos pequeñas... No, eran muchas manos pequeñas sosteniéndolo con fuerza.
- Ustedes son... - Dijo Jun casi sin aliento al ver a quienes les pertenecían aquellas manos.
Exacto, aquellas manos pertenecían a todos los niños y niñas que fueron víctimas del culto del loto rojo. Cada uno de esos niños en túnicas rojas miraban al anciano con un enojo puro que hasta sus pequeñas manos presionaban con más fuerza sobre el cuerpo del anciano quien empezaba a sudar a mares por el dolor.
- Asahara Jun, te arrepentirás de lo que has hecho hasta el final. - Shiori empezó a recitar uno de sus ya conocidos sutras.
- ¡¿Oye qué estás haciendo?! ¡Detente todo esto ahora!- Exclamó Jun con los ojos casi queriendo salir de sus órbitas.
Pero Shiori lo ignoró.
- Sufrirás hasta la muerte. Será mucho peor que cualquier tipo de tortura, herida o enfermedad.
- ¡¿Qué no escuchas?! ¡Este sutra es para exterminar demonios! - Una vez más recriminó enojado el anciano.
- Por ello me compadezco de tu existencia. - Shiori hizo una pausa para responder a Jun. - ¿Alguna vez ha visto la forma en la que luce, "Sacerdote Jun"?
- ¡¿De qué hablas?!
De la nada los niños de su alrededor empezaron a soltar varias pequeñas risitas mientras miraban el suelo con tanto detenimiento y diversión. Jun sin entender mucho el por qué de esas repentinas risas entonces bajó su mirada hacia el suelo y lo que vio lo dejó petrificado porque no estaba su reflejo.
En lugar de eso solo había la imagen reflejada de una horripilante bestia infernal hecha de puros huesos y carne putrefacta que lo asustó mucho ya que Jun negaba que dicha monstruosidad fuera él.
- Al abandonar tu humanidad y renunciar a la vida, tu alma terminó adoptando la forma que mereces tener... te has convertido en el demonio que siempre fuiste. - Shiori dio un paso al frente al compas de un cascabeleo. - Este es el resultado de lo que tú quisiste.
-¡Imposible! ¡Ese no soy yo! ¡Esto no era lo que yo quería! - Exclamó ahora aquel demonio con una voz distorsionada mientras miraba su reflejo.
- ¿Seguirás negando tu culpa? Que lastima...- Shiori dió otro paso al frente con otro cascabeleo. - El tiempo se acabó, es hora de tu juicio.
Cascabeleo...
Esa noticia alarmó mucho a Jun.
- ¡Espera, Sacerdotisa Nakamura! - Imploró el demonio entré gritos. - ¡Los marcados no pueden ser los jueces en el ciclo de la vida de las personas! ¡Sería ir en contra de los designios divinos!
Entonces Shiori de nuevo se detuvo.
- Hmmm... es verdad. Yo no puedo ser tu jueza. - Dijo ella de una manera pensativa.
Jun por un momento se sintió aliviado, pero no por mucho tiempo.
- Por ese motivo... te enviaré con un juez perfecto y justo que está muy ansioso de conocerte. - Shiori aconsejó de una manera tan tranquila como si estuviera hablando del clima. - Solo asegúrate de no mentirle en su cara o, como me lo dijo una vez mi papá, te rasgará la lengua.
La iris del demonio se encogió por el pánico y se pudo ver como Jun palideció ante las palabras de la sacerdotisa.
- Jizō... Bosatsu... - Susurró Jun.
- Si mal lo recuerdo en mi mundo tú te suicidaste en prisión, pero si la mitad de tu alma estaba conmigo entonces supongo que tu otra mitad no pudo ser designada a ningún lado debido a que está incompleta. - Entonces la sacerdotisa finalmente llegó frente al demonio para mirarlo cara a cara y sin mostrar nada de miedo. - Por eso... Que el gran rey Enma se apiade de tu alma, porque él será tu juez en el Yomi.
Sin mucho que decirle, la sacerdotisa, colocó su mano tatuada hacía la cara del demonio petrificado y finalizó su ritual con su frase mítica.
- "Purificación Divina... Zen"
Al finalizar la frase, la marca de buda, se encendió con su brillo celestial y del suelo de agua, justo por debajo del demonio, se formó un círculo de luz que lo empezó a succionar hacia las profundidades, como si repentinamente el piso sólido se hubiera desaparecido. Claramente Jun se aferró al borde del piso como único punto de anclaje para no desaparecer pronto, aunque ya era demasiado tarde para que siquiera hiciera algo.
Una vez que Shiori activaba la Purificación Divina ningún demonio se salvaba para siquiera contarlo.
- Bien, es hora de regresar a la realidad. - Dijo Shiori finalmente rompiendo la cadena que la unía con Jun con sus manos desnuda. - Resiste Jamil, ya voy en camino.
Ella estaba a punto de irse del lugar cuando una vez más Jun la detuvo.
- ¡Espera! ¡No! ¡Aguarda! ¡¿Por qué vas a salvar a ese sujeto?! - Pidió desesperado el demonio. - ¡Sabes muy bien chico es igual que yo! ¡Te usó e intentó también manipularte para su beneficio! ¡¿Por qué él merece ser salvado?! ¡¿Qué lo hace diferente?!
Shiori pensó en Jamil y en todo lo que hizo en Scarabia. Es verdad que lo que hizo fue muy traicionero de su parte, pero por otra lado ella conocía otra parte de la faceta de Jamil que faltaba ser aclarada. Para poder entenderlo por completo necesitaba confrontarlo, al fin y al cabo tenía una asunto pendiente con él.
Si ella quería llegar al final de todo este drama primero tendría que conocer el verdadero rostro de Jamil. Sólo así llegaría a su verdad.
Sabiendo lo que tenía que decir ella solo respondió:
- Merece ser salvado porque él aún está a tiempo de corregir los errores de sus acciones . - Shiori giró su mirada devuelta al demonio. - No te compares con Jamil, porque incluso él es mucho más humano de lo que tú jamás lograste ser... Adiós.
Entonces Shiori empezó a caminar lejos del monstruo rumbo hacia la salida.
- ¡Nooo! ¡Espera! ¡No me abandones! ¡Tu deber como la marcada sacerdotisa es la de salvar a todas las almas humanas incluso si se trata de los más ruines! ¡¿Qué clase de sacerdotisa eres al dejar que uno tenga esta condena?! ¡¿Quién diablos te crees que eres?!
- ¿Qué quién soy? y ¿Qué clase de sacerdotisa soy? - Preguntó Shiori dando la última mirada que le iba a dedicar al demonio. - Creo que no te lo dejé claro aquella vez que te di aquel golpe en la cara, así que presta atención...
Fue entonces que Shiori, dedicando su mejor mirada desafiante, por primera vez en su vida levantó bien en alto su dedo medio y lo apuntó hacia Jun para decirle a gritos las palabras de oro que se quedarían grabadas en la mente de Jun para toda la eternidad:
- ¡Yo soy Shiori Nakamura! ¡Y solo soy una maldita sacerdotisa con libertad!
Entonces los tatuajes de la espalda y su piel se destruyeron como un cristal roto que se fueron evaporando como partículas de polvo brillantes al mismo tiempo que el círculo de luz adquirió más fuerza y terminó por arrastrar al demonio al interior de aquel abismo mientras que se iba desintegrando cada parte de su ser corrupto.
- ¡No es nada personal! - Agregó Shiori como cereza en el pastel
Durante la eterna caída para Jun todo sucedió en cámara lenta, pudo ver con los ojos sorprendidos que detrás de Shiori había una gran cantidad de personas que fueron apareciendo para respalda con mucho orgullo, dentro de ellas estaban todos chicos que Shiori conoció y estableció un lazo especial en el Night Raven, también estaban el personal que trabaja en el templo Nakamura, los cinco guardianes que se convirtieron en Onmyōji, frente a ellos estaba el maestro Kyo sosteniendo los hombros de Koichi, su ex-herramienta, quien con una sonrisa de al lado también le estaba señalando con el dedo medio en alto al mismo tiempo que le decía entre palabras "Jodete perra", pero lo más impactante e importante de dicha imagen era que tanto la imagen de Hitoshi como Kaori se encontraban sosteniendo los hombros de su hija como señal de que ellos aun estaban con ella dando su apoyó y amor incondicional sea cual sea el camino que ella escogiera e incluso si ella no podía verlos.
Con un grito final el demonio terminó por desintegrarse por completo hasta no dejar rastro alguno de su maligna existencia y con ello el círculo de luz se expandió aún más para purificar cada metro cuadrado del oscuro lugar mientras que más partículas de luz iban danzando en el espacio.
Shiori, ahora volviendo a sentir la paz y serenidad en su mente, relajó sus manos y pudo ver cómo todo su escenario se volvía de un tranquilo color blanco puro. Eso no era todo. Ya que de pronto las imágenes de todos los niños y niñas del culto del loto rojo inundaron en aquel espacio, ahora luciendo unas hermosas y brillantes Yukatas plateadas y blancas mirando a Shiori con total agradecimiento y felicidad.
- Ya se acabó. - Shiori les susurró maternalmente. - Ya pueden irse a descansar.
La luz del lugar empezó a engullir todo lo que estaba a su paso. Los niños por unos instantes se quedaron quietos mirando a la sacerdotisa, pero luego sabiendo lo que tenían que hacer sonrieron alegremente entre ellos, alzaron en alto sus manitos y las movieron de un lado a otro para despedirse de Shiori no sin antes decirle:
- ¡Adiós Anee-sama! ¡Muchas gracias!
Entonces uno por uno los niños iban desapareciendo hasta no dejar a nadie atrás.
- Por fin, irán a un lugar más tranquilo en donde nadie los volverá a lastimar. - Por los ojos de Shiori se le escaparon un par de lágrimas y con ello ella pudo cerrar un círculo de su vida diciendo a aquellos niños del pasado. - Itterasshai.
...
Mientras tanto en la realidad, los jóvenes sólo podían quedarse mirando cómo el cuerpo Shiori se mantuvo quieta en la misma posición de flor de loto, con la pluma de Jade solamente tocando el borde del cuenco y con los ojos cerrados, sin emitir ningún ruido alguno.
- ¿Me pregunto qué estará pasando? - Preguntó Kalim estando preocupado mientras luchaba contra el frío del lugar.
- Nadie lo sabe, pero quizás me pueda hacer una idea. - Comentó Azul.
- ¿Aunque Koebi ya se ha demorado un poco no lo creen? - Añadió Floyd.
- Es una batalla por su vida, es lógico que tarde un poco. - Dijo Jade mirando los ojos cerrados de la albina.
Entonces...
- Ella volverá. - Dijo la voz segura de Grim, llamando la atención de los presentes. - Sé que ella lo logrará rápidamente, porque sé que es la secuaz más fuerte que tengo.
- Así es Grim. - Dijo Kalim estando de acuerdo con él. - Lo más importante es no perder la esperanza.
Azul, Jade y Floyd iban a decir algo con respecto a eso, pero se vieron interrumpidos cuando de pronto una energía lila empezó a iluminarse en el desierto. Al girar sus cabezas hacia aquella dirección al inicio se vieron cegados por una luz cegante que casi tuvieron que cubrirse los ojos para que no fueran afectados, sin embargo al tratar de descifrar el origen de aquella luz pudieron presenciar en carne propia como aquella luz se volvía en una caleidoscópica energía áurica que emanaba el cuerpo de Shiori y que incluso se expandía en formas suaves ondas de luz tan acogedoras como un abrazo protector y tan cálidas como una llama de fuego que podía proteger a uno del hostil frío.
- Esta luz es... - Dijo Azul sintiendo como sus brazos bajaban a la par como dicha energía envolvía su cuerpo como una suave caricia.
- ¿Es el alma de Koebi? - Comentó Floyd viendo como aquellas ondas traspasaba su mano derecha para amoldarse como si fuera una energía pura que quería brindarle calor a la vez provocaba que su tatuaje ubicado en el dorso de su mano se iluminará como una clara señal de resonancia.
- No... - Comentó Jade haciendo una pausa para ver el tatuaje de su mano - ...Es su aura.
- "Que cálido es." - Pensó Kalim dejándose envolver con aquella acogedora aura, pero sin apartar su mirada sorprendida de la joven.
Eso no fue todo, ya que al ser tanta la energía armoniosa proveniente de la marca de buda unida a la gema mágica de la pluma de Jade, entonces crearon algo pequeño pero milagroso.
La zona en donde Shiori estaba sentada poco a poco empezaron a florecer vegetación verde y a sus costados brotaron unas raíces cuyos tallos verdosos hicieron florecer de manera veloz muchas blancas y rosadas flores de adenium que emanaba un agradable aroma.
Jade, a pesar de estar sorprendido como el resto de jóvenes ante dicha imagen y acto, solo pudo sonreír a un lado ya que sabía o se hacía la idea de lo que estaba pasando en estos momentos.
- Bien hecho, Shiori.- Dijo Jade en un tono bajo.
Y como si hubiera escuchado su voz entonces ella abrió repentinamente sus ojos al compás que estos y sus tatuajes brillaron en señal de que ella liberó el estado Satori, iluminando aún más el desierto.
- ¡La sacerdotisa Shiori vuelve a entrar en acción! - Vitoreó alegremente Grim levantando el puño al cielo con su tatuaje brillante.
Una vez ya realizada la misión de purificar el cuerpo de la sacerdotisa, la armoniosa energía de luz que la rodeaba regresó al interior de Shiori al mismo tiempo que sus ojos volvían a la normalidad. Cuando su aura, al igual que los tatuajes, dejaron de ser visibles ella finalmente pudo soltar la varita de Jade seguido de un suspiro de tranquilidad que escaparon de sus labios.
- ¿Cómo te sientes? - Le preguntó Azul acercándose junto a Floyd y los demás.
Shiori primero miró sus manos y al mirar a su alrededor, y verificar que había regresado a la realidad, ella finalmente pudo responder.
- Me siento más liviana. - Ella levantó su mirada tranquila hacia el trió de Octavinelle, Grim y a Kalim. - Muchísimas gracias por ayudarme. A todos ustedes. - Entonces un pensamiento tentativo cruzó en su mente aunque primero debía de pedir permiso por precaución. - Me gustaría poder darles un abrazo si no les molesta.
No era una novedad el haber escuchado sobre los legendarios abrazos mortales de la chica, pero al ser tritones de dos morenas y un pulpo eso no representaba ningún problema, es más hasta Floyd lo esperaba con ansias. Mucho menos fue un inconveniente para un felino acostumbrado a los cariños de la albina y de un joven albino que no podía decir que no a un abrazo.
- Hmm... - Jade fingió pensarlo mucho . - Está bien, después de todo teníamos "ese asunto pendiente".
Y antes de que Azul comenzará un pleito con respecto a ese tema, Shiori velozmente los abordó a todos con un fuerte y cariñoso abrazo de seis con Jade en el medio.
...Crack
- "Ay.. Si que aprieta muy fuerte" - Pensó Kalim sintiendo como se le escapaba el aire, pero al ver el rostro de alivio de Shiori lo dejó pasar por alto. - "Pero no importa... Bienvenida de vuelta, diamante en bruto"
Todo fue muy lindo y emotivo, pero tenían que avanzar. El tiempo corría y todavía tenían muchas cosas que hacer.
- Muy bien... regresemos a Scarabia. - Dijo Shiori finalizando el abrazo.- ¿Alguna idea?
- Honestamente no hay mucho que podamos usar. - Jade miró la diminuta zona de vegetación que Shiori revivió al estar sentada para acercarse y recuperar su pluma mágica, para después mirar a la lejanía una larga y profunda zanja que estaba seca. - Un río nos permitiría nadar de regreso. Pero cualquier río que haya estado por aquí seguramente ya habrá secado hace mucho tiempo.
- De saber que reviviras una parte de este desierto mejor te hubiéramos colocado en la zanja a ver si creabas un poco de agua. - Comentó divertido Floyd. - Aunque de solo imaginarlo Koebi hubiera sido arrastrada por la corriente por estar dormida.
- ¿Eh? - Shiori al inicio no sabía de lo que estaban hablando, pero cuando su mirada se giró hacia las plantas y el pequeño césped estaba cerca de ella entonces se quedó incrédula. - "¿Yo...hice esto? Pero... Las plumas mágicas reaccionan con magia ¿Cómo es posible que yo...? " - Se preguntó mentamente sorprendida
Sin embargo antes de que alguien pudiera decir algo entonces el comentario de los gemelos fue resonando en la cabeza de cierta persona que desvió su mirada roja.
- ¿Un río? - Kalim miró fijamente la zanja para que luego un foco se encendiera sobre su cabeza. - ¿Necesitan agua?
- Sí. Sí Floyd y Jade pudieran tomar sus formas verdaderas, entonces serían más rápidos que cualquier escoba. - Dijo Azul tratando de buscar minuciosamente una solución al problema. - Sin embargo, llenar un río seco está más allá de nuestras habilidades.
Oh lo que no se esperaría el joven Azul ni los jóvenes gemelos Leech.
- Pero yo puedo hacer eso. - Dijo tranquilamente Kalim, con su clásica sonrisita.
Primero hubo un silencio, luego los ojos del trío de Octavinelle se abrieron como platos y finalmente giraron sus cabezas hacia el joven alvino mientras exclamaban en conjunto:
- ¡¿EEEEHHHHH?!
- ¡Oh, es verdad! - Recordó Shiori. - ¡Tú magia única!
- Con solo una pequeña cantidad de magia, mi "Oasis Maker" puede producir cualquier cantidad de agua. - Explicó Kalim. - ¿Sí hago un río, podemos volver al dormitorio?
- No es una mala idea. - Shiori lo alentó.
- ¿Qué tipo de magia única es esa? ¡Es muy asombrosa! - Dijo Azul todavía sin poder creer lo que sus oídos escuchaban.
- ¡Ah hah hah! Sin embargo, dado a que tenemos plomería, en realidad no es de mucha ayuda. - añadió humildemente Kalim con una sonrisita.
- ¡Nada de "Ah hah hah"! - Regañó Azul haciendo rápidos cálculos mentales y diagramas de valores. - ¡Con esa magia sería una bendición para los países que no tienen agua potable segura! ¡Algo así...Imprimiría montones de dinero!
Y como si eso no fuera mucho, el desierto se encargó de que las últimas palabras de Azul se repitieran en eco con muchos de los presentes teniendo una gota de sudor bajando de su cabeza ante aquel momento impulsivo de joven con lentes.
- Ejem... -Jade tosió para desviar la atención de los presentes. - Vamos a estar de acuerdo de no volver a discutir esto e ignoremos la pequeña tangente de Azul...- Luego su vista heterocromática se posó en el líder de Scarabia.- Kalim, Si fueras tan amable.
- ¡Lo tengo! Solo tengo que crear un río. - Kalim sacó su varita para transformarla en su báculo con forma de serpiente. - Déjenmelo a mí.
Recitando las palabras correctas y apuntando hacia una de las zonas en donde estaba la zanja Kalim en un santiamén, con el poder de su magia única, logró crear un gran rió que empezaban desde donde ellos se encontraban y de dirigían hacia donde ellos tenían que ir.
- Increíble... -Dijo sorprendido Grim abriendos grande sus ojos. - El río está cobrando vida ante nuestros ojos.
- Si se reparten dos personas para cada uno será más que suficiente. - Dijo Azul. - Vámonos...
- ¡Yo iré con Koebi! - Floyd rápidamente atrapó primero a Shiori entre sus brazos mientras que ella tenía un leve sonrojó en sus mejillas por el repentino abrazo.
Muchos los presentes se le quedaron viendo sorprendidos y sin pestañear a Floyd, haciendo ahora que él fuera el quien mirara raro a todos los demás por el mutismo.
- ¿Qué? - Floyd miró ofendido a Azul y Jade.- Ustedes dos tuvieron un momento importante con Koebi en el que les cambiaron sus vidas. - Luego volvió a su sonrisa infantil apretando su abrazo. - ¡Ahora me toca a mí!
- Ahh, no te preocupes Floyd puedo usar el cristal de Akko para nadar. - Shiori quiso ofrecer esta alternativa para el joven.
Pero rápidamente fue denegado con un rotundo:
- No~ - Le dijo Sonrientemente Floyd, mirándola fijamente. - Necesitas recuperar tú energía para la pelea ¿Verdad?~
- En serio puedo na... - Shiori quiso hablar pero nuevamente fue denegada.
- No. - Dijo otra vez Floyd pero ahora su sonriente e infantil cara se fue acercando con una sombra oscura sobre su frente y fue entonces que nuevamente repitió. - No...
Shiori sabía que la conversación sería eterna si continuaba negándose por lo que con una gota de sudor bajando de su cabeza solo le dijo al joven heterocromático:
- Está bien...
- ¡Yay! - Vitoreó Floyd finalmente soltando a Shiori para ahora ir con Jade hacia el rió.
Mientras los gemelos caminaban hacia ese punto, Shiori, aprovecho esta oportunidad para ir con Kalim y Azul y tomar sus precauciones.
- Solo por si las dudas, necesito que me extiendan sus manos . - Pidió la albina.
- ¿Eh? ¿Para que las necesitas? - Pregunto confundido Kalim al igual que Azul.
- Para vencer a Jamil debemos pensar dos pasos más adelante que él. - Shiori les sonrió a ambos jóvenes. - Esto más que nada es una contramedida en caso necesitan sanarse rápido.
Azul, por lo poco que los gemelos le comentaron cuando él entró en su modo Overblot, tenía por lo menos una noción de cómo funcionaba aquel sello por lo que sin pensarlo mucho él se quitó su guante y le extendió su mano a su medusa. Kalim al ver que Azul obedeció aquella petición él tampoco se hizo de esperar y también extendió su mano.
Con una fuerte mordida que albina se hizo en el dedo índice, seguido de la creación de los dos sellos con forma de "la marca de buda" ahora tanto Kalim como Azul poseían gravadas en el dorso de sus manos "la bendición de los marcados".
- "Así que este es el famoso sello del que tanto hablaban Floyd y Jade " - Pensó Azul mirando ahora su tatuaje. - "La muestra máxima de la confianza de Shiori."
Kalim se quedó medio hipnótico al ver cada trazó dibujado sobre su piel. No era como sus tatuajes blanco en sus brazos pero de alguna manera, muy rara de explicar, pudo sentir como si una parte de Shiori estaba junto con él.
Por otro lado tanto Jade y Floyd, al estar al borde del rió, sacaron sus plumas mágicas y con un rápido movimiento de muñecas en simultáneo dos símbolos circulares se dibujan sobre la superficie del agua para que ambos hermanos sin dudarlo mucho se arrojaran hacia aquel círculo mágico Y traspasarlo al mismo tiempo ocasionando un gran chapuzón que se levantó de las aguas del río.
Pasaron un par de segundos silenciosos en los que ambos gemelos todavía se mantuvieron bajo las aguas, pero felizmente dicho suspenso se terminó cuando los gemelos Leech salieron a la superficie ahora en sus verdaderas formas de tritones.
- Vámonos, antes de que se congele. - Informó Jade levantó su cuerpo larguirucho. - Azul, Grim, por favor sostenganme fuerte.
Grim realmente tenía pensado irse con Shiori pero "las estrella no están alineadas para ese destino" por lo que Azul, para no perder el tiempo solo tomó el pescuezo de Grim se lo llevó hacia la espada de Jade.
- Ven a mi Koebi~. Tú también Bebe nutria - Sonrió Floyd alegremente de oreja a oreja. - no se olviden de agárrame la espalda con mucha fuerza.
Shiori y Kalim, respectivamente, no dudaron en entrar al agua para luego subirse a la espalda de Floyd. Aunque claramente, Kalim, al estar atras tenia menos espacio para sostenerse de la espalda del trito por lo que "pensando" mejor las cosas se le ocurrió que para asegurarse de no caer al río tendría que agarrarse de otro punto cercano y que mejor lugar que aferrarse a la cintura de Shiori mientras apegaba su cuerpo con de ella, obviamente con todas las intenciones puras e inocentes que este muchacho podía tener.
- ¡Listo, podemos irnos! - Comentó Kalim mirando al frente.
Shiori, por otro lado, al sentir la cercanía de un chico en su espalda tendría un motivo lógico para sonrojarse, pero dado a que estaban contra el tiempo y su mente estaba muy concentrada en la misión que no le tomó mucha importancia; además conocía muy bien las intenciones de Kalim, por lo que no hizo mucho drama con la cercanía de sus cuerpos pegados.
- ¡Sí, vámonos! - Dijo ella.
pero para los demás.
- "Maldición, su inocencia le da tantas oportunidades muy beneficiosas y no las aprovecha." - Exclamaron todos entre pensamientos.
- ¡Momento! -Preguntó Grim ahora estando sentado a la espalda de Jade. - ¿Por qué Azul tampoco se vuelve un tritón? ¿No puede nadar rápidamente solo?
El primero en salir de sus pensamientos fue el gemelo más tranquilo.
- Como te lo explico... - Jade explicó con una "inocente" sonrisa dentada mientras mantenía muy bien a raya sus celos.- Azul no es un nadador rápido ni siquiera estando en su forma original.
Claramente Azul no pudo evitar ponerse rojo de la vergüenza por lo que rápidamente trató de justificarse con un argumento incuestionable.
- Nuestras aletas están construidas de manera diferente. - El joven con lente sosteniendo con tanta fuerza la espada de Jade, quien siguió manteniendo su sonrisa a pesar de soportar la dolencia ejercida por las manos de Azul - ¡Volvamos a Scarabia! - Sentenció último.
Y una vez que todos estaban posicionados los dos gemelos empezaron a nadar rápido hacia la senda que Kalim les abrió gracias a su magia única.
Mientras iban avanzando Shiori volteo su cara hacia atrás para mirar fijamente a Kalim:
- Lo ves Kalim. - Ella le sonrió.- Te dije que tu magia única en algún momento te puede sorprender cuando menos te lo esperas. Buen trabajo.
Con eso dicho ella regresó la vista al frente, pero Kalim todavía se mantuvo con la mirada aun sorprendida por aquella palabras. Por algún motivó le hicieron sentir bien tanto que un leve sonrojó adornó sus mejillas y abrazó con un poco más la cintura de Shiori mientras que esbozaba una pequeña sonrisa.
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En Scarabia, todo aún se mantenía en una tensa penumbra rojiza. Jamil se encontraba sentado en el trono que únicamente podía ser usado por el líder del dormitorio como muestra de su liderazgo.
- ¡Traigan la comida y las bebidas! ¡Tendremos un banquete! - Exclamó Jamil con jolgorio. - ¡Hoy festejamos el día en el que ese estupido sultán se ha ido y dejó pasé al gobernante legítimo!
Los estudiantes de Scarabia, sin poder hacer nada solo inclinaron sus cabezas y se pusieron de rodillas ante la imagen de Jamil junto a su Overblot como muestra de obediencia hacia su líder.
- Aaah~ Que relajante. - Jamil inclinó su espalda contra el respaldo del trono. - Puedo sentir que me estoy volviendo más fuerte.
- Será como usted lo desea, mi señor. - Dijo el controlado estudiante de cabello castaño en un tono vacío.
- El amo Jamil es el legítimo Líder de Scarabia. - Añadió el joven de cabello morado que estaba a su lado.
- ¡Tres hurras por el amo Jamil! - Exclamó un joven pelirrojo del grupo.
- ¡Jajaja, Eso me gusta! ¡Alabenme más! - Ordenó Jamil.
- Eres muy guapo... - Dijo un joven con lentes.
- ¿Oh-ho?
- Es tan alto y bronceado. - Dijo la voz chillona casi como la de un felino.
- ¿Qué más?
- Tus ojos se ven agudos cuando muestras inteligencia. - Dijo una voz elegantemente tranquila.
- Continua...
- Tiene estilo~ - Dijo una voz divertida.
- ¡Y luces súper fuerte! - Añadió otra voz extremadamente alegre.
- ¿Algo más?
- Esa aura oscura te da una apariencia tan distintiva y que me roba el corazón. - Dijo coquetamente una voz femenina.
- Hmm, qué maravilloso cumplido... Fue muy creativo.- Jamil sonrió de al lado mientras seguía ensoñado con su ego y narcisismo.
Sin embargo, como una pequeña burbuja, su tranquilidad se reventó cuando se percató que esas voces le resultan muy familiares, en especial la última. Rápidamente giró su cabeza a un lado para únicamente contemplar que allí parados con la frente el alto, los brazos cruzados y miradas fijas se encontraban nuestro grupo de jóvenes listo para el siguiente reencuentro.
- Espera... ¡¿Ustedes?! - Exclamó Jamil con sorpresa. - Pensé que los había enviado volando a los confines de la tierra ... ¿Cómo regresaron aquí tan rápido?
- ¡Llenamos un río seco y volvimos nadando! - Comentó Kalim mostrando su cetro con su gema mágica.
- Estaba más lejos de lo que pensaba y fue agotador. - Comentó Floyd quejándose.
- ¡¿Qué dices?! - Jamil solo dió una mirada aburrida como si eso no fuera nada. - Tch, ya veo. La magia única de Kalim. Hmph, parece se que tu magia no es completamente inútil y yo que pensaba que solo era bueno para regar las plantas o salpicar con ellas.
- Fu hu...Me parece que subestimas la magia de Kalim. - Rio Azul acomodando sus lentes.
- Tú solo lo ves por el ámbito monetario, Azul. - Susurró Shiori a su lado con una cara de poker.
- Shh, lo sé pero no mates la magia del momento. - Respondió él.
Pero volviendo al tema central, Kalim dió un pasó al frente.
- Jamil. - él lo llamó. - Finalmente he comprendido lo que realmente piensas sobre mí. - Entonces lo señaló con su báculo. - ¡Sin duda eres un ruín y un traidor!
- ¡Y tú un imbécil! Eres quien me creyó sin una pizca de escepticismo. - Respondió Jamil con burla.
Pero a pesar del insulto, Kalim, no se inmuto.
- ¡Te desafío a un duelo mágico! - Dijo el albino de mirada roja con convicción. - Haré que me devuelvas lo que me robaste.
- ¡¿Robo?! ¡No hice nada por el estilo! - Jamil se paró muy enojado junto con su Overblot quien empezaba a cargar una ráfaga de energía oscura. - ¡Tu fuiste el quien me lo quitó todo! ¡Haré que te arrepientas! ¡Te daré una muestra de mi verdadero poder!
De manera repentina Jamil ordenó al Overblot que disparará la ráfaga de energía hacia los jóvenes, provocando así una gran nube de polvo y humo se levantara. Se podía ver claramente como él chico corrompido tenía una insana sonrisa grabada en su rostro con tinta, pero que no duró mucho cuando el humo se disipó y observó un mural hecho de mándalas que brillaba frente al grupo de nuestros protagonista se iba desapareciendo una vez cumplida su función.
- Siento decirte esto Jamil. - Intervino Shiori. - Pero si quieres lastimar a mis amigos entonces vas a tener que pasar sobre mi cadáver. - Entonces ella le sonrió desafiante. - Aunque te advierto que será difícil porque no pienso perder tan fácilmente.
Jamil, debido a su estado de locura, interpretó estas palabras como un acto de rebeldía por parte de su sultana; lo cual lo enojó mucho debido a que por culpa de esos malditos de Octavinelle y en especial de Kalim la alejaron del lado al que debería estar. Ese era un acto imperdonable. Así que chasqueando la lengua dirigió su mirada hacia los estudiantes de Scarabia quienes todavía estaban inmóviles.
- ¡Atrápenlos! - Ordenó Jamil haciendo uso de su magia única.
Los estudiantes rápidamente giraron sus cabezas en simultáneo hacia el grupo de rebeldes y se levantaron de sus sitios para correr para acatar la orden de su "Amo".
Claramente los jóvenes se colocaron en una posición de ataque y también se lanzaron al ataque.
A lo largo de los minutos muchos de los hechizos chocaban uno contra otro generando uno que otro leve temblor y sacudida en la sala principal de Scarabia.
Al ver como la primera tanda de estudiantes se esparcía en toda la sala principal, Shiori y Grim, fueron los primeros en salir de la formación para repartir sus primeros ataques.
- ¡Vamos Grim! ¡Demostremos de lo que es capaz un residente del dormitorio abandonado! - Exclamó Shiori cerrando sus ojos brevemente para empezar a acumular más energía áurica de su entorno.
- ¡Déjame a mí iniciar el espectáculo! - Respondió Grim.
Entonces Grim, acumulando una gran cantidad de magia en su gema mágica, lanzó una serie de grandes bolas de fuego azul que pudieron anular los hechizos de los controlados y proteger a su secuaz el mayor tiempo que podía.
- ¡Bien, mi turno! - Dijo Shiori abriendo sus ojos escarlatas para realizar los nueve sellos de las manos.
Los pétalos en el suelo no tardaron en aparecer con una luz brillante logrando atrapar todo aquel estudiante que rondaba por cerca de Shiori y que además no portaba su sello.
Muchos de ellos seguían tratando de cumplir la orden que se les dió pero con dificultad.
- "Debemos deshacernos de su control mental." - Pensó Shiori. - "De lo contrario no podremos llegar hasta Jamil si ellos continúan interponiéndose."
En eso, uno de los pétalos del sello que estaba cerca de las llamas de Grim se tocaron mutuamente generando así que que dicho pétalo se envolviera en las llamas azules que se tornaron lilas y que además contagiaron al resto de las hojas hasta envolver a cada pétalo y línea del sello presente y transformarlo en una inmortal flor de Loto lila en llamas.
- ¡Wow eso si que es otra onda! - Gritó emocionado Grim al lado de Shiori viendo cómo aquellas llamas danzaban a su alrededor.
Por suerte aquellas llamas no quemaban vivo a los contrincantes, sin embargo lo que Shiori tomó importancia fue que que de alguna manera el ataque provocó que el fuego lograba revelar como una especie de aura oscura estaba pegada a los cuerpos de aquellos jóvenes poseídos sin la necesidad de usar el Ajna.
- "¡Eso es...!" - Dijo Shiori reconociendo aquella energía oscura que parecía estar conectada por un hilo que los unía a Jamil.
Antes de que ella lo pensara más entonces sintió como más estudiantes controlados estaban llegando hacia su zona para empezar a conjurar más hechizos.
- ¡Grim ven a mi hombro! - Exclamó Shiori, logrando que su acompañante obedeciera. - Por esta vez te dejaré bautizar este ataque... ¡Así que ponle un buen nombre! ¡"Técnica mixta:.."!
Entonces Grim al ver como las manos de Shiori se movían a la posición Mudra Dharmachakra y luego observar el resultado de la mezcla de sus técnicas entonces rápidamente un nombre genial y apropiado apareció en su cabeza.
Él llamó esta técnica...
- ¡"...Loto Explosivo"! - Exclamó alegremente Grim con su gema mágica nuevamente brillando.
Entonces Shiori ejerció una fuerza de presión en el sello que en combinación con el fuego de Grim crearon una fuerte explosión candente de energía que expulsó a los estudiantes congelados; y que además lograron que las llamas se expandieran en toda la sala común para revelar las manchas oscuras que todos estudiantes de Scarabia tenían atadas en sus cuerpos.
Ella sabía que no podían quedarse en un solo lugar mirando el resultado del ataque, así que junto con Grim empezaron a moverse a otro lado de la sala tratando de esquivar con habilidad los otros los hechizos que intentaron llegar hacia ella desde la distancia mientras buscaba algún plan.
Era increíble la batalla. Shiori usando sus hoces para romper los hechizos junto con Grim devolviendo todos ataques con su magia de fuego los volvían un invencible dúo mágico imparable.
Por otro lado de la pelea Jade y Floyd, a pesar del cansancio, se encontraban espalda con espalda combinando sus hechizos de agua para protegerse mutuamente a medida que muchos de los controlados los atacaban con varios hechizos neutrales que parecían balas con la intención de romper su campo de fuerza.
- Realmente son unos persistentes. - Comentó sarcásticamente Jade tratando de mantener el ritmo y mirando de reojo a su gemelo para preguntarle tranquilamente. - ¿Podrás ayudarme hoy, Floyd?
El gemelo entendiendo las palabras de su hermano, también lo miró de reojo y sonrió con su hermosa tétrica sonrisa dentada.
- ¡No hay problema Jade! - Dijo Floyd en un tono emocionado. - ¡¿Qué hacemos?!
No iban a resistir por mucho tiempo por lo que, asintiendo sus cabezas, Jade mantuvo su hechizo de agua mientras que Floyd cambiaba su hechizo a uno de viento; todo con el fin de que al abrir al mismo tiempo sus brazos en par de par lograran expulsar un fuerte torbellino de agua que se tragó a los enemigos que estaba cerca de su rango y lanzarlos con fuerza hacia la dirección en donde estaba Jamil quien logró esquivar esquivar el ataque pero aun así no se veía sorprendido.
Del mismo modo Azul, transformando su varita en su característico bastón, vio como muchos de los jóvenes de Scarabia empezaron a embestirlo con muchas bolas de fuego que iban cayendo desde distintas direcciones.
Él joven Cilophyte, analizando cada ataque, logró por lo menos contrarrestar ágilmente cada bola de fuego con varios escudos mágicos que iban generando muchas nubes de vapor, sin embargo al usar los hechizos de agua contra el hechizo de fuego y todavía tratando de recuperarse de su anterior encuentro entonces su resistencia iba disminuyendo ocasionando que cada vez se agotara más.
Los ojos azules del líder de Octavinelle se entrecerraron al ver cómo él estaba siendo empujado hacia atrás en un intento de hacerlo caer, pero clamaren él no se dejaría vencer fácilmente.
- ¡No dejaré que ninguno de ustedes me lastime! - Dijo firmemente Azul ahora colocando sus dos manos sobre el bastón y con un movimiento lateral entonces envió una gran ola de agua que alejó a muchos jóvenes y que con fuerza los empujó a un extremo de la pared en donde todos impactaron con fuerza contra dicha superficie.
Para Kalim fue un poco duro el tener que pelear contra aquellos inocentes camaradas con los que alguna vez intercambio palabra, momentos y hasta recuerdos. Ellos no tenían la culpa de estar involucrados en todo este problema y tampoco deben de cargar con aquel peso que tanto sus decisiones como las de Jamil le ocasionaron. Por mucho que no quería lastimarlos tenía que deshacerse de aquella duda porque lamentándose no ayudaría a nadie y tampoco iba a frenar toda esta locura
- Perdonenme. - Dijo Kalim cambiando su mirada triste a una firme para luego empezar a repartir muchos ágiles movimientos acrobáticos al compás de sus hechizos luminiscentes que al contrario de los hechizos neutrales que eran de un tono oscuro, estos eran tan brillantes como el mismo sol al igual que el color de su aura.
Los estudiantes trataron de mantenerse a raya contra los ataques luminiscentes de Kalim pero sorpresivamente él era tan veloz que sin esperarlo lograron brindarle al albino un clara brecha que él logró aprovechar para enviar rayo tras rayo de luz que empujó a sus residentes a otro lado.
- Tch... - Jamil chasqueó la lengua al ver como sus sirvientes les estaban tomando mucho más tiempo de lo esperado.
- ¡Jamil! - Exclamó Kalim ahora ubicando a Jamil con su mirada roja para cambiar su dirección e ir corriendo directamente hacia él.
Jamil no se inmuto contra su aproximación, esa más estaba analizó mejor la situación del momento ya que sus afilados ojos estaban enfocados en cierta albina quien seguía luchando contra las marionetas. Sabiendo lo que tenía que hacer para hacer su siguiente movimiento entonces movió su brazo al cielo, hizo que su Overblot empezará a acumular nuevamente una poderosa esfera de magia color azul que tenía fijo hacia a donde iba a caer. Entonces comprimiendo más el ataque, este se dividió en muchos rayos que en un inicio subieron lo más alto que podía sin tocar el techo para luego caer como meteoritos y dirigirse hacia todos los intrusos que todavía estaban luchando contra los estudiantes.
Shiori al sentir dichoso ataque sobre ellos entonces reaccionó de manera impulsiva y rápidamente, luego de un giró reverso sobre su pie para lanzar una hoz a los alumnos que tenía en frente y empujarlos lejos, luego corrió rápidamente hacia otro punto de la sala.
- ¡Oh no! ¡No te atrevas! - Dijo Shiori dando un salto en medio de su corrida hacia la mesa central que tenía cerca junto con Grim para luego extender ambas hacia el cielo con sus manos abiertas y exclamar. - ¡"Muro de mandalas"!
Entonces, empleando una gran cantidad de energía áurica, creó un gran mural translúcido sobre ella y todo el comedor para recibir todo el gran impacto del ataque.
- ¡Ahg! - Exclamó brevemente ella al sentir el pesó de todo ese ataque que casi la derriba de la mesa.
Por poco y ella casi se caía, pero gracias a su persistencia pudo evitar derrumbarse del todo; sin embargo ahora tenía una dificultad para levantarse mientras sostenía el ataque de Jamil entre sus manos, como si irónicamente fuera el mismo Atlas cargando el peso del mundo en sus hombros.
Dado a que este era un gran ataque entonces Shiori empezó a elevar más su energía para tratar de igualar la magnitud de magia oscura y no ser aplastada en el proceso.
Al escuchar el grito, Kalim, desvió su mirada hacia la albina y vió con mucha preocupación la situación en la que ella se encontraba.
- ¡Shiori! - Exclamó Kalim frenando su corrida e ir hacia ella para tratar de ayudarla.
- Tonto. - Sonrió Jamil viendo que su plan salió lo planeado por lo que aprovechando esta distracción finalmente pudo dar las nuevas órdenes a sus marionetas. - ¡Ataquen a los estafadores de Octavinelle y al inutil Ex-Líder sin piedad!
La albina al escuchar esas palabras, un terrible deja vu recorrió su columna y casi de manera inmediata dirigió su mirada hacia donde estaba Kalim y vio entonces con horror cuando pasó a ver la situación del escenario.
Ella pudo ver como en cámara lenta como todo los estudiantes, como si tuvieran una mente conectada, decidieron atacar al mismo tiempo con muchos hechizos de hielo que crearon picas. Era imposible que Azul y los demás se protegieran de todos los ataques a tiempo y a la velocidad que iban.
- "¡Esto es malo! ¡Muy malo! ¡Si bajo las manos entonces el ataque de Jamil nos aplastará a todos, pero si no actúo ahora entonces mis amigos correrán peligro!" - Pensó preocupada Shiori con las iris encogidas, sintiéndose acorralada entre dos decisiones en las que no parecía haber un escape. - "¿Qué debo hacer? ¡No tengo ninguno de mis pergaminos conmigo para protegerlos! ¡Me precipité muy pronto! ¡No pude anticipar las intenciones de Jamil!"
Por momentos Shiori sintió como su visión distorsionaba el escenario al mismo escenario cuando ella y su familia se enfrentaron al gashadokuro.
- " No, de nuevo... Es el mismo escenario de aquella vez.".- Sus ojos escarlatas se estaban llenando de una fina capa cristalina al ver de manera rápida un recuerdo del sacrificio de su padre. - " ¡No! ¡Eso no!"
Los ataques cada vez más estaban llegando hacia Azul, Floyd, Jade y Kalim, que luego de derribar a otra tanda de estudiantes, recién se percataron del ataque sorpresa que estaba a nada de atravesarlos.
- "¿En verdad...es un jaque mate? ¿No podré hacer nada de nuevo?" - Fue lo que pensó Shiori sintiéndose atrapada.- "¿Otra vez los voy a perder de este modo? "
Tanto era el estrés en la mente de Shiori que ella casi de manera inconsciente movió la mano, en donde estaba su brillante marca de buda, hacia sus amigos como si intentara alcanzarlos.
Fue entonces justo en ese mismo momento y en ese mismo instante que un suave palpitar resonó en su cuerpo. Sorprendentemente, a comparación de los anteriores palpitares, este no dolía; al contrario tranquilizó el cuerpo de Shiori al punto que el pánico disminuyó.
- "¿Qué?" - Pensó ella con mucha confusión.
Y con ello algo sobrenatural pasó.
Prestando con mucha atención a los ruidos del alrededor entonces ella logró escuchar no una, sino varias voces hablándole a su mente susurrandose.
Pero la que más destacó fue una sola...
- "Ya no eres la misma de aquel entonces." - Dijo una voz masculina.
- ¿Eh? - Respondió Shiori congelada.
Y con ello como si fuera la primera estrella encendiéndose en el cielo una especie de estela de luz azul y lila apareció repentinamente y comenzaba poco a poco a adoptar la forma de una silueta humana. Trazo por trazo, una vez que las líneas de luz terminaron por dibujar un perfil, Shiori, pudo reconocer fácilmente los rasgos familiares de aquella imagen. Era una cara muy reconocible para ella porque siempre la solía verla todos los días cuando iba a la fuente conmemorativa de los marcados.
Aquel hombre llevaba puesta un elegante traje Samue de seda oscura con un círculo blanco parcheado en la parte posterior de su espalda, de cabellos oscuros como la noche y una intensa mirada escarlata como el lirio japonés rojo.
- "Te has fortalecido a lo largo de tu camino y ahora ya tienes todo el poder necesario para llevarlo a cabo..."
En efecto frente a Shiori se encontraba la imagen del mismísimo Ichiro Nakamura mostrando como en su mano derecha estaba la marca de buda.
- "Tu eres...- Pensó Shiori ahora sintiendo como su entorno se paralizó al igual que ella mientras más antepasados aparecían uno por uno.
- "¿Qué clase de mirada patética es esa? - Exclamó seriamente Seiwa Nakamura, el hijo intermedio de Ichiro cuya marca estaba ubicada en su hombro izquierdo descubierto. - ¡Levántate de una vez! ¡Un Nakamura siempre da la cara por aquellos a los que estamos dispuestos a defender!
- "Aún no es tarde." - Dijo tranquilamente Jingu Nakamura, la primera marcada del clan e hija de Seiwa. Su marca solía estar en su espalda descubierta. - "Todavía estás a tiempo de salvar a aquellos que tanto amas."
- "Nunca te rindas." - Dijo el guerrero del periodo Edo Mitsunari Nakamura, cuya marca estaba grabada en su ojo derecho. - "Protege a los que amas con tus mejores habilidades y ve más allá de lo que crees que puedes."
- "Aun si las cosas se ponen difíciles, pon un pie frente al otro y sigue adelante." - Le dijo la sacerdotisa Hojo Nakamura cuya marca se encontraba en el inicio de su clavícula.
Y así muchos de los 106 ancestros de Shiori la alentaron a su modo de ser hasta llegar a los dos últimos antecesores más importantes de la albina
- "No estás sola, mi querida nieta..." - Dijo tranquilamente Iyo Nakamura, el hermano mayor de su maestro Kyo Nakamura. Su marca estaba grabada en el medio de su frente - "Siempre parece imposible hasta que se hace."
Y finalmente habló la legendaria y poderosa descendiente 107° del clan, cuya marca estaba en la mano izquierda...
- "Eleva tu fuerza, hija mía." - Dijo Kaori Nakamura que a pesar de tener un porte firme y sereno tenía su mirada y pequeña sonrisa que reflejaba un cálido rostro maternal.
- ... (Madre) - Dijo inconscientemente Shiori sintiendo un nudo en la garganta.
- "Ya lo hiciste una vez, pero ahora la tienes que elevar mucho más allá de los límites..." - Aconsejó Kaori, colocando sus manos en ambos lados de la cara de Shiori con suavidad. - "Desata todo tu potencial interior y manifiéstala a través de tu marca."
Entonces cada ancestro iban regresando a su antigua forma de estela de luz celeste y con una aura tranquila regresaron a la marca de Shiori al mismo tiempo que ella cerraba sus ojos y sentía como cada parte de su aura aumentaba más allá de la energía común que ella tenía en mezcla con sus emociones.
- "¡Tu serás la joven que reescribirá el destino de los marcados!" - Exclamaron todos los antecesores al mismo tiempo una vez que ingresaron al tatuaje. - "¡Tu lograrás romper las cadenas de nuestro destino!"
Entonces cuando el tiempo nuevamente corrió y con ello Shiori abrió sus feroces ojos escarlatas mientras lanzaba un grito de guerra al compás de su fuerte, brillante y abrasadora energía áurica lila que iluminó el lugar.
- ¡Ahg! ¡¿Qué es eso?! - Exclamó Jamil cubriéndose los ojos ante tal brillo cegador.
Lo mismo pasó con los jóvenes de Octavinelle y Kalim que sin poder ver nada solo pudieron cubrirse los ojos mientras escuchaban como los hechizos terminaron por llegar a la zona y explotar estruendosamente.
¡BOOOMMMM!...
La gran explosion dejó hecho un desastre la sala principal de Scarabia al mismo tiempo que levantó una gran cortina de humo. Uno diría que ese sería el final trágico de este encuentro pero esto apenas empezaba.
Cuando la luz y el polvo fueron menguando, los chicos, al inicio abrieron los ojos dudosamente esperando algún signo de dolor, pero no había nada. Esto era raro porque ellos ya se iban haciendo una idea de que por lo menos tendrían algún que otro corte o perforación pero estaban sanos, a salvo y sin ninguna herida física.
¿Qué estaba pasando?
La respuesta se aclaró cuando la nube de polvo se iba difuminando más y Kalim, Azul, Jade y Floyd no tardaron mucho en abrir sus ojos con sorpresa ya que a su alrededor cada uno tenía varios indestructible murales de mandalas que giraban a través de un escarchado y luminiscente halo lila que también contenían danzantes pétalos de flores de loto que trazaban un círculo imaginario alrededor de los jóvenes.
- ¡¿El muro de mandalas...?! - Dijo Azul en un tono sorprendido y lo fue aún más cuando de su mano vió como el sello de la bendición de los marcados ahora empezaba a brillar en el dorso de su mano. - ¡Eso significa...!
Y en efecto, al girar su rostro junto hacia la mesa del comedor junto con los demás pudieron presenciar como Shiori finalmente pudo enderezar mejor su columna para mantener con mucha más fluidez el ataque de Jamil mientras que con la otra mano tatuada la extendía hacia sus amigo para controlar aquellos murales de lotos y halos que los rodeaban.
- ¡No dejaré que nuevamente me quiten a las personas que amo! - Exclamó firme Shiori ahora cerrando la mano que tenía en el cielo para que el mural junto con el ataque de Jamil se eliminaran mutuamente en una fuerte explosion hecha de escarcha y energía inofensiva que se iba difuminando en el lugar.
- ¡¿Cómo?! ¡¿Qué clase de poder es ese?! - Jamil estaba sorprendido por aquel inesperado resultado, se suponía que la sacerdotisa solo podía crear un muro a la vez, estaba seguro de eso por cómo recordada en los entrenamientos que ella realizó en Scarabia además del el torneo mágico, nunca creyó que ella sería capaz de incrementar sus técnicas y mucho menos multiplicarlas.
- ¡Shiori! - Exclamaron con felicidad Kalim, Azul, Jade y Floyd.
Y eso no fue todo, si no que la sacerdotisa sin perder el tiempo entonces llevando dos dedos a la altura de sus labios, concentró toda su energía en los sellos de sus amigos y trasladó gran parte de la "Curación Divina" que muy aparte de curar sus todas sus heridas físicas también recompuso su estamina y elevó su energía magia en un instante.
- ¡Increíble me siento con mucha más energía! - Jadeó Kalim sintiendo repentinamente una gran energía fluía a través de él.
- ¡He je je~! ¡Segunda ronda! - Exclamó Floyd totalmente entusiasmado. - ¡No puedo esperar para cuando salga de aquí! ¡¿No lo crees Jade?!
- Así es Floyd. - Sonrió su hermano.
Por otro lado Azul, a pesar de sonreír con alivio por su medusa, entre pensamiento trataba de entender porque Shiori todavía se mantiene inmovil en su lugar.
No era normal que ella se mantuviera quieta en un solo lugar fijo y mucho menos con todo el poder que ahora tenía. Algo trataba de decir ya que ella acostumbraba a siempre estar en movimiento para contraatacar y ser la clave final para purificar al Overblot; a menos que...
Entonces una idea clara llegó a la mente de Azul.
- "Ya veo... los estudiantes controlados." - Dijo él entendiendo el objetivo de Shiori. - ¡Escuchen todos!
Azul llamó la atención de Jamil, Jade y Kalim.
- Tenemos que encargarnos de todos los estudiantes - Ordenó Azul mirando a cada uno de los jóvenes con las manchas oscuras pegadas a su cuerpo. - Mientras ellos sigan aquí no podremos acercarnos a Jamil así que...
Tenía que ser muy cauteloso con sus palabras y acciones para que Jamil no notara sus intenciones por lo que trazó mentalmente un rápido plan y le respondió a sus aliados:
- Así que "¡Debemos evitar que estos sujetos se acerquen a Shiori!" - Dijo resumidamente Azul moviendo sus lentes de arriba hacia abajo. - ¡Hay que derribar a todos!
Tanto Jade y Floyd al ver ese movimiento de Azul entonces entendieron claro el mensaje por lo que solo asintieron sus cabeza y se enfocaron en los estudiantes de Scarabia.
Kalim, aun si entendía o no el mensaje, lo único que sabía era que para llegar Jamil tenían que encargarse de sus residentes así que preparando su báculo y su pose de lucha ya tenía en claro lo que debía hacer. Todo para proteger a sus compañeros de Octavinelle y en especial a su diamante en bruto.
Y dicho y hecho, Shiori al sentir como sus amigos ya estaban bien entonces deshizo los murales alrededor de ellos y los dejó continuar su batalla mientras que ella continuaba acumulando más energía en su interior para un propósito mucho más importante.
A simple vista realmente parecía ser que dicha posición podría ser una desventaja para el grupo ya que ella sería un blanco fácil, sin embargo todavía contaban con la ayuda de Grim quién protegería a su secuaz de aquellos que intentarán hacerle daño.
- ¡AARRRHHHHH! - Exclamaron los jóvenes de Octavinelle y Kalim en simultáneo mientras corrían hacia la horda.
Aquel grito solo logró llamar la mirada aburrida de Jamil.
- ¡Idiotas! ¡Atacar a su enemigo de frente es una insensatez! - Se burló Jamil dando la siguiente orden a sus súbditos y analizando cuál sería el mejor movimiento para ganar. - ¡Quemenlos vivos!
Entonces los estudiantes de Scarabia cargaron sus hechizos contra Azul, Jade, Floyd y Kalim que ahora se dispersaron en puntos claves para ganar más rango y cerciorarse de que ninguno avanzara hacia la albina, dando comienzo a la segunda ronda.
La batalla a comparación de antes ahora era brutal. Hechizos tras hechizos. Sacudidas tras sacudidas. Golpes tras golpes. El incremento de energía mágica se hizo de notar en una gran escala a comparación del primer encuentro que nuestros jóvenes magos tuvieron.
Azul, Jade, Floyd y Kalim atacaban con todo el poder que tenían en sus manos, sin embargo le dieron tiempo suficiente a Jamil para pensar en varios contraataques que podría usar a su favor.
Pensando detenidamente, Jamil, al parecer se percató de que nada lo ayudaba a avanzar por lo que empezando a fastidiarse nuevamente cambió la táctica, sin embargo a cada minuto que aquellos intrusos continuaban defendiéndose con uña y dientes más estaba perdiendo la paciencia ya que solo quería que aquellas alimañas murieran de una vez por todas, pero de alguna manera buscaban la manera de sobrevivir como asquerosas cucarachas.
Por más que quería recuperar a la sultana que le arrebataron sabía que no debía precipitarse, no era tan imbécil como para ir de frente y mucho menos con la adrede posición en las que aquellos tipejos estaban dispersos. Si lo analizaba bien pudo deducir que este escenario estaba hecho a propósito para que Jamil se acercara a un trampa que era Shiori.
- ¿Me toman por imbécil? - Gruñó Jamil. - Hmmp... Veamos qué tanto pueden resistir cuando su plan se vuelve en su contra.
Continuando con la pelea los estudiantes controlados corrían de un lado a otro hacia nuestro los jóvenes y enviaron sus ataques varios ataques consecutivos y sin piedad. Nuestros jóvenes protagonistas trataron de defenderse lo mejor que podían, pero en un momento dado parecía ser que los hechizos fueron demasiado para ello a tal punto que se vieron obligados a retroceder y generando de ese modo una brecha que Jamil pudo vislumbrar claramente.
Jamil sin dudarlo mucho dio la orden a sus esclavos a atacar de manera inmediata. Ya podía saborear como estaba a punto de estar a un paso más cerca de la victoria.
Podía sentir como estaba cerca de lograr aquella libertad que tanto esperaba, pero...
...voló demasiado cerca del sol y sus alas de cera se derritieron.
El motivó de esto era que en realidad dicha brecha no estaba del todo descuidada como aparentaba porque rapidamente Azul, al ver cómo los estudiantes estaban a nada de atacarlos, entonces rápidamente se recompuso y bloqueó todos sus ataque de fuego con muchas torres de agua que hizo a su alrededor provocando que saliera mucho vapor a consecuencias del choque de elementos.
Esto era contraproducente para Jamil ya que al no poder verlos a simple vista por las nubes entonces los estudiantes poseídos se detuvieron a medio camino desorientados y hasta inmóviles al ver que no estaban recibiendo más orden.
- ¡Mierda! - Gruñó Jamil invocando velozmente un hechizo con forma de tormenta de arena para despejar su campo de visión.
Pero de nuevo actuó tarde porque aquella supuesta brecha descuidada era en realidad la trampa en la que él había caído.
¿Por qué?
Porque de pronto una rayo dorado salió de la poca neblina que quedada y golpeó con una gran fuerza directamente a un costado del enorme Overblot que lo empujó hacia las columnas, cerca del gran balcón de Scarabia, lo que ocasionó que Jamil arrugara su cara ya que al estar unido a su encarnación no sólo compartió su dolor su no que también fue arrastrado con él.
Se podía sentir como el enojo de Jamil iba tomando posesión de su mente porque sabía a quién le pertenecía el ataque y lo dejó saber a los cuatro vientos.
- ¡MALDITO SEAS KALIM! - Jamil Exclamó.
Pero entonces...
- ¡Sujeta bien tu lengua! - Regañó ladinamente Azul acumulando una gran cantidad de magia para crear rápidamente gran tornado de agua que atrapó a todos los alumnos se su entorno y los guió rápidamente hacia un lado de la sala mientras exclamaba. - ¡Jade! ¡Piensa ya!
Jade, atentó al aviso, entonces tomó el control del torbellino y luego la empezó a dar vuelta a su alrededor con el fin de tomar impulso y levantarla con todas sus fuerza hacia el techo.
- ¡Floyd, son todos tuyos! - Jade llamó a su hermano.
- ¡HE HE HE HE! ¡¿Qué haré por ti?! - Rió Floyd corriendo velozmente hacia dónde se dirigía el ataque para que en sincronía de un hechizo de viento diera salto bien alto y atrapara el torbellino.
Junto con la velocidad de la gravedad Floyd usó la inercia para que el torbellino de agua impactara contra el suelo con una fuerza que hasta incluso creó un cráter en el suelo.
- ¡Y Canasta! - Sonrió Floyd aterrizando al suelo.
Por unos segundos los chicos sonrieron al ver cómo derribaron al gran número de estudiantes, pero su sonrisa se borró al instante cuando vieron que, muy a pesar de haber recibido un gran ataque de tal magnitud, estos todavía se movían e incluso intentaron levantarse.
- ¡¿Terminaron de jugar?! - Dijo Jamil levantándose. - ¿Creen que no me he dado cuenta? Puedo anticipar cada movimiento de ustedes.- Y en efecto, luego de unos segundos, él vio como a escondidas Kalim ya iba corriendo hacia el grupo de estudiantes apuntándolos con su cetro.- y sé lo que van a hacer ahora.
Sabia lo que planeaba hacer así que tratando de evitar que ese idiota sonriente nuevamente estuviera un paso adelante de él entonces empezó a controlar a su Overblot para que ahora juntos empezaran a darle caza.
Jamil en conjunto con su Overblot convocó varios de los orbes oscuros para disparar al albino sin piedad.
Kalim, desviando su mirada roja por el rabillo de su ojo, vio como Jamil ya lo tenía en la mira, por lo que entonces se llevó sus manos a sus labios y con un fuerte silbido llamó a un aliado más a la batalla.
Allá cerca de las grandes ventanas abiertas apareció velozmente su alfombra mágica para atrapar a Kalim y emprender vuelo mientras esquivaban muchos de los ataques en el aire.
- ¡A que no me puedes atinar, serpiente! - Kalim lo provocó a Jamil, ganándose una mirada fulminante de este.
- ¡¿Serpiente dijiste?! - Siseó Jamil con ira en la venas. - ¡¿Te gustaría ver que tan serpiente puedo ser?!
Entonces Jamil dejándose llevar por el enojo entonces empezó a perseguir a Kalim con varios rayos que Kalim intentaba bloquear y esquivar en medio del aire.
- No importa lo que hagas. - Comento con sarcasmo Jamil tirando más ataques como todo un desquiciado, tratando de atinarle a Kalim. - No importa cuanta magia gasten - Él envió más rayos contra Kalim que por suerte logró esquivarlos con sus escudos de fuego y la agilidad de la alfombra. - ¡Ni con toda la ayuda que tienes, nunca podrás ganarme tonto cabeza hueca! ¡Yo al final seré él quién dará un salto al frente!
- ¡Tal vez me veas como un cabeza hueca! - Respondió Kalim. - ¡¿Pero no estás olvidando una cosa?!
- ¡¿Qué dices?! - Preguntó Jamil extrañado.
- ¡Puede ser que siempre estés a un salto al frente! ¡Pero recuerda que siempre habrá alguien con más poder que estará dos pasos mucho más al frente que tú y yo, Jamil! ¡Un diamante en bruto!
Antes de que Jamil siquiera lo pensara entonces sintió como una gran energía lila a su espalda empezó a incrementarse colosalmente como una gran flama de fuego.
Fue en ese momento que Jamil se percató de su error.
Al momento de girar su rostro vio como todos sus marionetas estaban inmóviles porque debido a que se había concentrado en derribar a Kalim se había olvidado en enviar más órdenes, dándole una oportunidad única a la persona que todavía no había atacado hasta el momento.
- ¡Elévate aura! - Dijo Shiori ahora con toda su energía al máximo para empezar a correr muy velozmente junto con Grim hacia los alumnos controlados. - ¡Ayúdame a crear un milagro!
- ¡Noo! ¡Tengo que evitar que ella llegué a ellos! - Dijo Jamil ahora cambiando sus tácticas, pero debido a que estaba muy lejos de la zona entonces no le quedó de otra que volver a intentar manipularlos con su magia única. - ¡Deténganla!
Entonces los estudiantes controlados, recibiendo la orden, apuntaron a Shiori y lanzaron una cantidad insana de cuerdas mágicas que iban a aprisionar a la joven.
Pero...
- ¡Ah no! ¡Eso sí que no! - Exclamó repentinamente Grim apoyándose fuertemente en el hombro de Shiori y escupió una gran llama de fuego que sirvió de escudo para Shiori y que también quemó el gran número de cuerdas a medida que ambos avanzaban hacia adelante
- ¡NO! - Exclamó Jamil viendo que actuó muy tarde.
- ¡Es tiempo que se liberen de esta oscuridad! - Dijo Shiori enfocándose en las manchas e hilos negros que tenían pegadas.
Entonces ella se preparó para usar la danza del Tengu Tennin, solo que esta vez de una manera diferente.
Muchos de los controlados nuevamente empezaron a cargar sus hechizos para detenerla con el mismo ataque como último recurso desesperado, pero ese fue justo su segundo error porque Shiori ya había ganado la delantera.
- ¡"Técnica mixta:"! - Dijo ella realizando unos rápidos giros pívot sobre un pie y con los brazos extendidos trazó varias hoces lilas que se cruzaron entre sí para formar una gran cantidad de estelas lila que salieron disparadas como balas hacia el grupo de estudiantes de Scarabia con el fin de ocasionar un corte luminiscente que atravesó el pecho de todos los estudiantes - ¡"Corte purificador... Zen"!
En efecto Shiori combinó en un solo el ataque el poder de las hoces del Tengu Tennin, junto a la sanación de la curación Divina y la liberación de la purificación Divina para que atacaran únicamente a la energía oscura que estaba pegada en sus víctimas sin llegar a ocasionar ningún daño físico.
Cuando la luz purificadora resonó en todo el cuerpo de los jóvenes con un fuerte palpitar esto ocasionó que sus verdaderas auras espirituales despertaran de sus prisiones logrando así disminuir un poco el control que generan la magia oscura de Jamil dando pasó a una rápida calcinación de llamas lilas por parte de la Purificación Divina que las eliminó por completo hasta no dejar rastro alguno.
De ese modo todos los jóvenes controlados finalmente volvieron a recuperar el brillo de sus ojos. Por fin estaban libres de aquellas cuerdas que los ataban a Jamil, pero al estar tan agotados por todo el control mental y el exceso de magia que gastaron tan solo ellos pudieron cerrar sus ojos al instante y se dejaron caer rendidos al suelo como costales de papas.
- ¡Ahora chicos! - Exclamó Shiori a Azul, Jade y Floyd.
Los mencionados al escuchar el llamado apuntaron con sus plumas al gran cráter, en el que estaban los desmayados estudiantes, para enviar varios hechizos de viento que cortaron el suelo y trasladaron a los estudiantes al primer piso a salvo de cualquier intento de que Jamil los volviera a controlar.
- Imposible... - Murmuró Jamil con un ojo temblando y sin poder creer lo que acaba de pasar. - Esos tipos... ¡¿Se atrevieron a burlarse de mí?!
Acaba de perder a su ejército de marionetas. Fue lento al reaccionar y no pudo anticipar un obvio plan que su enemigo tenía. Jamil estaba hiperventilado por el simple hecho de que alguien lo estaba superando. Se suponía que él con todo el poder que tenía debería de haber ganado.
- "Malditos... Nunca se los voy a perdonar" - Siseó Jamil mirando con odio a nuestro jóvenes de Octavinelle y en especial a Kalim.
Fue entonces que en ese mismo instante sintió como un gran cúmulo de ira se iba almacenando en su interior como una tormenta a punto de aplacar contra sus enemigos. A medida que acumulaba más y más magia oscura su mirada se desvió momentáneamente hacia donde está Shiori, quien iba corriendo para reunirse con Azul y los demás.
El solo ver como la mirada de Jamil se afilaba más solo podía significar una cosa...peligro.
- ¡Lo logramos! - Dijo Grim vitoreando por momentos ahora saltando del hombro de Shiori al suelo y mirando al hueco.- ¡Fiu~ fue pan comido!
- No cantes victoria aún, Grim. - Comentó Azul tratando de recuperar su respiración. - Aún no hemos acabado.
- Es verdad. - Comentó Jade. - Solo hemos quitado un obstáculo del camino, pero todavía tenemos mucho que hacer.
- Así es, debemos reunirnos con Kalim pronto. - Dijo Shiori
Sin embargo, antes de que alguno pudiera hacer algo casi de manera inesperada una fuerte tormenta de arena proveniente del balcón explotó en todo el lugar haciendo que muchos de los presentes terminaran cayendo al suelo y que Kalim se caiga de la alfombra por la magnitud del choque.
- ¡¿Una técnica de viento?! - Exclamó Azul levantando su mirada.
- ¡Ah! ¡¿Pero de diablos?! - Exclamó Grim, pero al tratar de proteger sus ojos eel polvo, inesperadamente fue arrastrado hacia la tormenta como si no pesara nada. - ¡AAHHHHH...!
- ¡Grim! - Exclamó Shiori al ver como su felino compañero desapareció en la tormenta.
- ¡AAAHHHHHHHH...! - Los siguientes en exclamar fueron los gemelos, quienes al no poder sostenerse de algo también terminaron siendo succionados al interior de la tormenta.
No solo ellos fueron los únicos ya que también Kalim y la alfombra se vieron afectados por los fuertes vientos que terminaron por succionarlos.
Ahora solo faltaban dos personas.
- ¡Azul! - Shiori trató de extender rápidamente su mano al joven de lentes para no perderlo.
- ¡Shiori! - Azul respondió también tratando de alcanzar su mano, sin obtener mucho éxito.
Pero como si el viento tuviera conciencia propia entonces intentó separar a los dos jóvenes quienes intentaban luchaban con todas sus fuerzas contra las ventisca para entrelazar sus dedos que estaban casi rozándose; Sin embargo la fuerza de la tormenta nuevamente tomó mucha más fuerza y terminó por alejar la mano de Azul de Shiori.
La albina no podía creer lo que estaba mirando.
Azul fue arrastrado hacia la tormenta.
No había podido salvar a Azul, ni a Jade, Floyd, Kalim y a Grim.
- ¡AZUL! - Exclamó ella luego siendo la última arrastrada hacia la tormenta.
Nadie podía ver nada, todo lo que podían sentir era como estaban siendo arrastrados por una invisible espiral en el piso.
Shiori, luego de dar unas vueltas por el suelo, pudo sentir como su espalda finalmente había chocado contra algo sólido. Se trataba de una especie de baranda de mármol. ¿Fue doloroso? Sí, pero no podía quejarse mucho ya que aquel objeto le sirvió como un punto de anclaje que la ayudó en parte a sujetarse con fuerza y ya no ser arrastrada.
- "¿Dónde están? - Preguntó ella cerrando sus ojos para buscar sus auras.
Tenía la esperanza de volver a ver a los chicos y estuvo muy atenta a lo que podía pasar en caso que viera a los jóvenes.
- ¡Grim! - Exclamó Shiori tratando de buscar detectar el aura de su pequeño compañero en medio del polvo, pero no escuchó su respuesta.
Es más no podía ver nada ya que la energía oscura de la magia estaba impregnada en las partículas de la arena lo que no le daba la oportunidad a la sacerdotisa de visualizar con claridad las auras del entorno, sin embargo ella todavía podía sentir una minúscula esencia como prueba de que si estaban en la zona en donde ella estaba..
- ¡Azul! - Ella trató de llamar al líder de Octavinelle.
Pero nadie respondió.
- ¡Jade! ¡Floyd!
Nuevamente nadie le respondió.
- ¡Kalim!
Parecía que nuevamente nadie le respondería a su llamado. A no ser que...
- De nada sirve que los llames... - Dijo la voz distorsionada de Jamil mientras chasqueaba los dedos y hacía desaparecer la tormenta en un parpadeo.
A pesar de que Shiori era libre de aquella fuerza se quedó congelada por momentos en su sitio porque cuando la tormenta de arena se disipó pudo ver como en una esquina del balcón sus queridos amigos estaban siendo rodeados con una especie de energía roja y eléctrica que los mantenía rígidamente de rodillas en el suelo.
Claramente todos ellos, por suerte no estaban siendo manipulados por el "Susurro de la serpiente" de Jamil, pero se podía ver que estaban luchando para moverse o siquiera poder hablar, pero lamentablemente ellos solo podían estar quietos y callados en aquel lugar.
- ¡Chicos! - Dijo Shiori en un tono preocupado, parándose del suelo para ir corriendo hacia ellos con todas las intenciones de ayudarlos.
Sin embargo una columna de fuego le cerró el paso y lo mismo sucedió del otro lado dejándole tan solo un camino reducido que la guiaba hacia una única persona que todavía estaba presente.
- Debieron dejar Scarabia cuando tenían la oportunidad. - Comentó Jamil mirando a los muchachos con puro odio.- Nos hubiéramos ahorrado tantos problemas.
- Jamil... - Shiori adoptó rápidamente una pose de combate y enfocarse totalmente en cada posible movimiento de Jamil para contraatacar en el caso que pelearía con ella.
Por otro lado, Jamil, al escuchar su nombre de los labios de la sacerdotisa entonces desvió su opaca mirada gris hacia Shiori para finalmente reencontrarse cara a cara.
Shiori pudo sentir la gran cantidad de tensión que emana aquella mirada, era como ver de frente a los ojos de una serpiente que tenía fija a su siguiente víctima.
Lo que uno se esperaría sería ver cómo el rostro de Jamil se llenará de mucha furia o siquiera empezar a maldecir a Shiori por ser partícipe de su pérdida; pero en lugar de eso fue todo al contrario.
La razón de eso era porque Jamil poco a poco fue relajando su afilada mirada y sus expresiones faciales.
- Tranquila Shiori, no hay necesidad de pelear entre nosotros. - Habló Jamil tratando de calmarse a pesar de que su encarnación gritaba por acabar con ella.. - No soy tu enemigo... Yo no quiero tener que lastimarte... No a la única persona que realmente se preocupó por mi.
- ¡¿Qué?! - Dijo Shiori muy confundida encendiendo por reflejo su Ajna para tratar de ver si esto era alguna clase de truco. - ¿De qué estás hablando?
Entonces Jamil a pesar de su estado de locura cuando vió como el rostro de Shiori todavía seguía siendo sereno pero con un ligero tono de preocupación entonces bajó un poco la intensidad de la llamas, lo suficiente altas para que no escapara pero tampoco tan abrasadoras como para lastimarla o asustarla.
- De nada más que la pura verdad de algo que llevo guardado en mi interior... - Dijo Jamil casi en un tono tranquilo. - ...Eres una chica extraordinaria, Shiori. Dulce para los momentos amargos y directa cuando es necesario. No te dejas llevar por las apariencias o las primeras impresiones, es más tratas de comprenderlas en su totalidad. Posees un sentimiento genuino de empatía hacia los demás cuando te pones en los zapatos del otro... - Y con mucha seguridad le confesó un pequeño sentimiento reprimido que antes no podria expresarle. - ...Tú eres la luz que ha aparecido en mi cabeza desde el día en que nos conocimos.
Hubo un breve momento de silencio.
Más de uno estaba en un estado de Shock puro, en especial los chicos paralizados. Sí pudieran ellos movier sus expresiones faciales entonces ellos estarían con las bocas abiertas y con los ojos en blanco porque:
- "¡¿ACABA DE CONFESARSE?!" - Gritaron entre pensamientos los muchachos de Octavinelle.
- "Entonces... Jamil también..." - Pensó sorprendido Kalim ante esta revelación.
Para sorpresa de Shiori, el tener unos ojos que te mostraban cuando un alma vibraba cuando miente, le estaba demostrando que Jamil en todo momento no había mentido en sus palabras.
¿De verdad eso era lo que sentía él por ella?
- "¡No! ¡No! ¡No pienses en ello!" - Shiori se abofeteó mentalmente ante aquellos pensamientos.
Ya una vez había malinterpretado este tipo de palabras y no volvería a dejarse llevar de nuevo. No hasta estar totalmente segura, truco o no ella no debía de bajar la guardia.
Entonces Jamil con un leve movimiento de manos nuevamente hizo aparecer aquella silla elegante en el que ella una vez estuvo sentada cuando se encontraba inmovil por su magia única.
- ¿Te acuerdas de esta silla? - Le preguntó él. - Este trono la hice especial para ti, Shiori. Realmente yo quería que tú me acompañaras en este nuevo reinado... pero la tiraste.
- Jamil yo... - Susurró Shiori.
- Shhhhh... Está bien. Te perdono... - Dijo Jamil interrumpiendo a la albina, sin embargo la magia oscura nuevamente estaba infectando su mente lo que ocasionó que su amargura volviera a dominarlo. - Pero... lo que no puedo perdonar... ¡Son a aquellos que me miran por encima de mí!
Entonces Jamil con un movimiento de manos hizo que las cabezas de Azul y los demás a se estampara contra piso como si hicieran alguna clase de reverencia forzada que en serio sonó muy dolorosa.
- ¡No! ¡Jamil basta! ¡No los lastimes! - Ella suplicó estando muy preocupada por ellos, algo que enojó un poco a Jamil.
- ¿Por qué has escogido a unos... - Siseó Jamil al mismo tiempo que las serpientes que estaban al final de su cabellos mostraban sus colmillos. - ... ineptos tan estafadores e inútiles como ellos? Es que... - Pero una vez más trató de controlar con dolor su ira ya que no quería que la albina se alejara más de él, por lo que apoyando sus manos en la silla continuó hablando. - Shiori ¿En esa fuente? ¿Te acuerdas cuando hablamos juntos? La calidez de tu tacto y la comprensión de tus palabras fue pura euforia para mi ¡Realmente pude sentir que querías entenderme! ¡Por fin pude encontrar a alguien con el que podía ser yo mismo y no un mediocre!... Pero en vez de ello, me dejaste por esos... - Señaló a los amigos de la albina. - ¿Esos tipejos? ¿Así has rebajado tus estándares?
- "¡Oye!" - Querían exclamar los jóvenes paralizados.
- En primera no sería rebajarme y segundo por favor abstente de degradarlos, ellos no merecen ser tratados de esta forma. - Defendió Shiori al mismo tiempo que trataba de buscar un modo para poder liberar a Jamil de su encarnación que poco a poco estaba matando su atormentada alma que pedía a gritos ayuda por lo que relajando su mirada intentó dialogar con el joven poseído. - Jamil podemos ayudarte. Tú alma corre peligro si continúas atado a tu Overblot. Sí no lo haces esta terminará absorbiendo tu alma y puedes hasta morir a causa de ello. Confía en mí, sé que puedes detener esta locura... - Entonces entre un leve susurro de tristeza ella le dijo.- No quiero que mueras de esta manera.
Jamil no estaba del todo satisfecho con esa respuesta, tanto así que ladeó su cabeza de un lado a otro en total decepción.
- Qué triste. Tan, tan triste. - Dijo él sintiendo como la locura regresó. - Pero... Aun así puedo sentir tú genuina preocupación por mí y es por eso que te daré una oportunidad. Aún no es tarde.
Fue entonces que Jamil junto con su Overblot empezaron a caminar rumbo hacia Shiori quien trataba de buscar una salida, pero no había más caminos más que solo Jamil y el balcón.
- ¿Qué estás haciendo? - Dijo Shiori casi retrocediendo un poco.
- Ahora estás aquí. Enfrente de mí. - Jamil le extendió sus brazos. - Uno puede salvar al otro, porque hoy celebraremos tu rendición, Shiori.
Shiori estaba lista para mover a un lado, pero Jamil fue rápido y de un parpadeo transportó a Shiori hacia sus manos que ahora estaban acariciando con suavidad ambos lados de su cara.
- "¡No, Shiori!" - Exclamaron entre pensamientos los jóvenes atrapados que estaban atrapados.
- Así que ábreme tú mente y tú corazón. - Dijo Jamil volviendo sus ojos de un tono rojo y, dejándose llevar por su locura, entonces hechizó a Shiori con su magia única. - Sumérgete en mi mirada y déjame hacerte renacer de nuevo... mi sultana...
Poco a poco la mirada escarlata de Shiori se volvía a una de color rojo lava.
En toda su vida, Shiori siempre se había comparado con muchos de los aprendices, sacerdotisas, sacerdotes que habían logrado tantas cosas en la vida cuando ella no hacía nada más que llorar cuando era una niña. Siempre les tenía tanta envidia porque quería ser igual de fuerte para que cuando un día ocurriera algo entonces podría ser de ayuda, sin embargo muchas veces falló estrepitosamente en su meta y a causa de eso muchas personas fueron lastimadas.
Los integrantes de su templo sufrieron grandes heridas cuando los demonios intentaron atacarla en sus primeros años de vida, también recordó la vez en cómo su hermano Koichi salió a defenderla de sus agresores mientras que ella solo estaba escondida en un árbol, también pensó en su padre y en cómo murió por protegerla a causa de sus acciones precipitadas y finalmente pensó cuando ocurrió la batalla para salvar a Azul de su Overblot. Ella tuvo que necesitar de la ayuda de los demás para que pudiera salir de aquel vórtice y tuvo que necesitar de más ayuda para lidiar con los otros dos Overblot's anteriores.
Se había esforzado tanto hasta romperse los huesos y al cansancio extremo solo porque quería demostrar a los demás que podría ser alguien y también para que al verse al espejo pudiera ver su propio valor.
Y por un segundo ella pensó que se había equivocado cuando había tocado fondo, desde aquel punto de vista no vio ningún cambio. Todavía seguía necesitando de la ayuda de muchas personas.
- "La estudiante que derrotó a tres Overblot's... no es más que una falsa mentira..." - Pensó Shiori.
Es verdad, ella no hizo todo el trabajo sola. Tuvo ayuda de los líderes de dormitorio y de los residentes que ahora eran sus amigos.
Uno creería que si alguien no puede manejar sus problemas solo entonces no eras más que un ser muy dependiente y que nunca podrá hacer las cosas por su propia cuenta. Sin embargo, pensar de ese modo es un error.
Nadie puede llegar a algo sin siquiera haber recibido la ayuda de alguien a lo largo de la vida.
Es más, ahora que finalmente ella se encontraba en esta situación entonces logró comprender mejor que el recibir ayuda no era un sinónimo de debilidad. No había nada de malo en dejar que quienes te quieren te ayuden.
Fue gracias al apoyo colectivo y la cooperación uno con otros de todos lo que hizo la diferencia.
- "Lo más importante es siempre creer en uno mismo, pero una pequeña ayuda de los demás es una gran bendición."
Shiori recordó de manera fugaz una de las tantas lecciones que su maestro compartió con ella cuando ya estaba empezando a recuperarse de sus heridas emocionales.
Con esas palabras en claro, Shiori, llegó a la conclusión de que para marcar una diferencia y llegar a un resultado óptimo el apoyo colectivo de cada persona era una clave fundamental. Si ella quería lograr esa meta entonces todo iba a depender de este momento crucial y decisivo que iba a tomar aceptando la responsabilidad con la que ella asumiría. No dependerá de la decisión de sus familiares del templo, no dependerá de la decisión de su hermano Koichi, no va a depender de su padre, ni su maestro y el de nadie más... sino únicamente la suya.
Ya no era la niña de tres años que pedía ayuda para que la protegiera de los demonios, era una nueva Shiori.
Ella ahora era una sacerdotisa con libertad.
Una chica cuyo deber ahora era la de ayudar a sus seres amados a ganar esta batalla, pero solo lo iba a lograr si solo daba un salto de fé.
- ¿Qué dices Shiori? - Dijo Jamil ahora levantando las cabezas de los jóvenes quietos para que vieran el espectáculo .
- Yo... - Habló entrecortadamente Shiori mientras cerraba sus ojos y formaba un par de puños en sus manos.
Los chicos no lo podían creer ¿Shiori se estaba rindiendo ante el control metal?
Jamil al ver que ella no estaba respondiendo entonces levantó su barbilla para ver su rostro.
- ¿Sí? - preguntó Jamil una vez más.
- Yo... - Shiori repitió el monosílabo mientras estaba en trance.
Pareciera ser que la situación se repetiría una vez más, pero como ya lo mencioné este escenario ya no era la misma que en aquella ocasión inicial.
Ahora que ella había aprendido a cómo romper cualquier cadena que intentara aprisionar entonces ya nada la puede retener.
Frunciendo el ceño Shiori nuevamente abrió sus feroces pero brillantes ojos Iluminados por activar momentáneamente el estado satori y le resaltó firmemente dos palabras que tanto ella como el resto de sus ancestros gritaran al unísono:
- ¡No quiero!
Jamil se exaltó tanto ante esos impactantes ojos que lo hicieron retroceder un paso hacia atrás, pero dicho acto fue aprovechado por la joven, ya con ojos devuelta a la normalidad, para que de manera veloz se abalanzara sorpresivamente sobre Jamil como si una serpiente lo hubiera atacado de frente.
Por reflejo, Jamil, trató de quitársela de encima, pero solo eso ayudó a que Shiori utilizara su flexibilidad para empezar a deslizarse por todo el cuerpo de Jamil y lograr confundirlo aún más a parte de cambiarle constantemente el balance del peso que hasta parecería que lo iba a hacer caer al suelo. Una vez hecho esto ella, luego de varios deslices, logró llegar a su espalda y rápidamente cerró sus brazos alrededor de su cintura con el fin de apretarlo con todas sus fuerzas hasta el punto que se escuchó fuertemente como los huesos de su columna tronaron de manera escandalosa.
- ¡ARG! - Exclamó Jamil casi sin aliento ante tal fuerza de agarré.
- "¡Eso Shiori!" - Vitorearon Azul y los gemelos entre pensamientos.
- "¡Si! ¡Dale con la silla!" - Pensó Grim.
Por como Shiori vio de reojo a sus amigos todavía inmóviles, sabía que ella necesitaba esforzarse aún más para romper el hechizo por lo que tomando la primera idea precipitada que apareció en su cabeza empleó toda su fuerza en sus brazos, fijó bien sus pie al suelo y empezó a inclinar su espalda hacia atrás para que finalmente levantara el cuerpo de Jamil y aplicar un limpio y perfecto Súplex Alemán.
- "¡Auchhh!" - Si los chicos pudieran hacer una mueca de dolor ellos ahorita están con esas caras.
Eso tuvo que doler, pero fue lo necesario porque al golpear la parte posterior de la cabeza de Jamil se generó una leve contusión que hizo que él perdiera toda clase de concentración en su magia, logrando así liberar a Grim, los chicos de Octavinelle y a Kalim del hechizo.
Sin embargo no todo era bueno ya que el Overblot al sentir el descontrol de la magia de su portador entonces empezó a arrojar un fuerte rayó dirigió a la albina, quien rápidamente empujó a Jamil a una lado para empezar a correr hacia el barandal.
- ¡Alto! - Exclamó rápidamente Jamil a su encarnación viendo con pánico como Shiori estaba a nada de llegar al borde del balcón.
Pero fue muy tarde ya que Shiori estaba entre quedarse calcinada por un rayo de energía o el gran abismo de la baranda.
Solo había dos caminos para escoger
¿Cuál de las dos era la respuesta?
Solo una.
Preparándose mentalmente ella sin pensarlo mucho imagino que en vez de ver la barandilla estaba aquel caballete con el que entrenaba con su entrenadores Helga para realizar el Yurchenko.
Todo pasó en cámara lenta cuando Shiori emprendió marcha hacia su ejecución, primero ella ya había realizado anticipadamente el Round off en el suelo y luego dio saltó con un Handspring sobre el mural del barandal para adentrarse al vacío al mismo tiempo que el rayo de energía pasó por encima de ella.
- ¡Shiori! / ¡Señorita Shiori! / ¡Koebi! - Exclamaron en pánico Azul, Grim, Jade y Floyd.
- ¡No, Shiori! - Exclamó Kalim viendo como el cuerpo de Shiori empezó a caer de cabeza al abismo seguido de su grito que se iba disminuyendo. - ¡No!
Jamil tenia los ojos encogidos ante el acto de "suicidio" de su sultana, se negaba a creer eso fue lo que pasó. Rápidamente se levantó del suelo y corrió hacia el borde para ver en donde se encontraba la chica. Para su mayor consternación, sorpresa y confusión solo se duplicó aún más cuando asomó casi la mitad del cuerpo y no logró ver nada.
¿A dónde diablos se fue ella?
Antes de que más dudas llegarán a la mente de todos, de pronto una sombra cristalina pasó por debajo de Jamil que lo derribó contra el suelo para que continuará elevándose al cielo
¿Qué era eso?
Muchos de los jóvenes se estaban haciendo esa pregunta y por unos segundos pensaron que estaban viendo alguna especie de espejismo o ilusión porque al entrecerrar los ojos hacia el cielo podían ver a una especie de serpiente blanquecina de ojos rojos que tenía una bellas alas que la elevaban al cielo.
- Melsokar... / ¿Melsokar?... - Susurraron sorprendidos Kalim y Jamil asociando el espejismo con el mito cierta serpiente con alas que narraban en los textos de Herodoto.
Pero ni bien la silueta pasó por la brillante luna, seguida de un parpadeo, el espejismo cambió. Ahora en lugar de la serpiente blanca se encontraba ni más ni menos que Shiori extendiendo su alas cristalinas por el cielo nocturno mientras se volvía una con el aire para surfear entre las corrientes como si hubiera nacido para esto.
- ¡Woooooo! - Exclamó con euforia Shiori cual canto de un ave libre en pleno vuelo.
Kalim sonrió aliviado, Los hermanos Leech y Azul pudieron respirar con tranquilidad al ver como su medusa se encontraba bien.
- ¡Realmente está volando! - Exclamó Grim animando a su secuaz. - ¡Adelante Shiori!
Y así Shiori enfocando su mirada al gigante Overblot se lanzó en picada para concentrar la energía en sus piernas cual depredador volador y lanzó sus hoces lilas a la encarnación quien se movió para proteger su cabeza de cristal sin embargo la hoz no iba en dirección de su cabeza sino a su pecho, pero la piel era demasiado sólida a comparación de las anteriores encarnaciones que al final colocó resistencia ante el ataque de la albina.
- "¡No pares! ¡No te atrevas a detenerte! ¡Si solo puedo llegar hasta aquí entonces haré todo lo posible para retener a la encarnación! " - Pensó Shiori ahora extendió su pierna apuntando hacia donde estaba su ataque seguido de su pie que iba tomando fuerza debido a la fuerza de la gravedad y velocidad. - "¡No te rindas! ¡Sigue adelante!"
El tener los brazos protegiendo la cabeza no evitó que el Overblot atacará, por lo que apuntando a la albina y acumulando mucho poder arrojó un poderoso rayó mágico.
Shiori tampoco se quedó de brazos cruzados y también se preparó para el ataque por lo convocando varios muros de mandalas, uno seguido de otro, recibió el ataque hasta que solo se quedó un muro haciendo frente al gran rayo que trataba de detenerla en medio del aire y a casi pocos metros de él.
Ambos ataques luchaban por el dominio para bien quien era el primero en rendirse.
- ¡GGYYYYAAAAAAAHH! - Shiori gritó con energía tratando de meter más presión y fuerza a su única pierna que mantenía el muro de mandala.
Los chicos al escuchar ese grito sabían que no debían quedarse quietos, era hora de actuar.
- ¡Vamos hay que ayudar! - Exclamó Azul a los gemelos.
Tanto él como los gemelos no se hicieron esperar más y también se lanzaron hacia la zona usando muchos hechizos de agua para apagar el fuego que había alrededor y llegar a Shiori para respaldarla, sin embargo alguien los detuvo.
- ¡Se acabó! ¡Nadie más se burlará de mí! - Gruñó Jamil casi al punto que está resoplando como un desquiciado al que acaban de rechazar mientras emanaba más magia oscura de su cuerpo. - ¡Nunca se los voy a perdonar! ¡Los eliminaré de una buena vez! ¡Soy el legítimo gobernante de Scarabia!
- ¿Cómo cuanta magia estaba reprimiendo? - Comentó Azul preparando su bastón.
- Ni idea, pero definitivamente no seremos para nada suaves. - Sonrió calmadamente Jade preparando su pluma.
- Te vamos a quebrar uno o dos huesos más por intentar controlar a Koebi. Y por segunda vez. - Comentó de manera oscura Floyd tronando sus huesos.
- Realmente estos sujetos dan miedo cuando están juntos. - Comentó Grim bajando sus orejas ante lo que había escuchado. - De tan solo recordar como peleaban bajo el agua parecía que nadie se salvaría de ellos, me llena de escalofríos.
- "¿Bajo el agua?" - Pensó Kalim luego mirando hacia la sala común y su gran espacio que tenían. - "¡Bajo el agua!"
A Kalim se le había ocurrido una inesperada idea.
- Azul. - Kalim susurró al joven de lentes. - Déjame encargarme de Jamil .
- ¡¿Qué dices?! - Azul lo miró confundido pero también susurrando. - No es por ser pesimista, pero si a penas nosotros, trabajando en conjunto, podemos lidiar contra él.
- Eso lo sé.
- ¿Entonces?
Entonces Kalim acercándose un poco le contó lo que tenía planeado hacer.
Azul abrió sus ojos de par en par y miró a Kalim como si estuviera hablando con otra persona. Entonces rápidamente cambió su expresión y respondió.
- ¡Es una locura! - Azul levantó su voz. - ¡Pelear solo con él por tu propia cuenta! ¡Es suicidio!
- ¡¿Qué?! / ¡¿Pelear solo?! - Exclamaron ahora los gemelos.
- Confíen en mí. - Les suplicó Kalim mirando fijamente a la imagen de un embravecido Jamil. - Hay algo extraño en Jamil. No sé como explicarlo, pero está disperso.
- ¡Pero...! -Grim iba a replicar fue interrumpido.
- No hay tiempo. - Luego Kalim les guiñó un ojo. - Por Favor "saquen a todos los estudiantes y ponganlos a salvo, no quiero que ellos salgan lastimados".
Azul se quedó un tiempo mirando aquella mirada de Kalim y luego de permanecer en silenció finalmente respondió.
- ...De acuerdo... pero asegúrate de que tu hechizo sea poderoso. - Aconsejó Azul. - Mientras sea más... - Luego miró hacia donde estaba Shiori entreteniendo a la encarnación. - ...Podremos ganar este duelo.
- ¡¿De qué diablos hablan?! - Exclamó Jamil enviaron una fuerte llamarada de fuego hacia el grupo para separarlos.
Aprovechando esto Azul, Floyd, Jade y Grim salieron corriendo del balcón hacia el comedor como almas que se llevaba el diablo.
- ¡No se escaparan de mí usureros! - Jamil les iba a dar caza pero un rayó de luz pasó por las narices de Jamil. - Tsk... ¡No interfieras!
- Lo siento, pero ellos no serán tus contrincantes. - Dijo firmemente Kalim adoptando una pose de pelea. - ¡Yo lo seré!
Como si de alguna clase de chiste mal hecho se tratara, Jamil, solo se burló de Kalim con una fuerte carcajada maniaca.
- ¡HAHAHAHAHAHA! ¡No me hagas reir! - Jamil luego incrementó la densidad de las flamas. - ¡No eres rival para mí!
- ¿Por qué tanto a la defensiva? - Kalim sonrió de un lado mientras mantenía su mirada desafiante y lo provocaba más para que solo Jamil se enfocara en él. - ¿Asustado Viper? ¿Miedo a quedar de nuevo en el segundo lugar?
Esa mirada presumida y en especial esas palabras hicieron que Jamil se enojara más al punto en que sus venas resaltaron en su piel y además de querer quemar vivo a Kalim sin importarle lo que sucediera a su alrededor.
- ¿Quieres un duelo uno a uno? bien, acabemos con esto. Solo tú y yo, Kalim. - Jamil sonrió con superioridad. - Así verás quien verdaderamente es el maldito segundo.
- ¿Qué tanto esperas? - Kalim le extendió la mano para abrirla y cerrarla repetidas veces como si lo estuviera llamando. - ¡Vamos, es hora de que te golpee en la cara!
Jamil sin esperar ya solo empezó a lanzar varios tornados de fuego seguido de otros. Kalim no se echó atrás y también atacó con el mismo hechizo de fuego que terminó por anularse mutuamente. El joven con cabellos de serpiente, enojado ante eso, nuevamente atacó rápidamente con otro tornado de fuego, pero Kalim logró crear a tiempo un escudo de fuego que detuvo el ataque de Jamil hasta que ambas técnicas nuevamente se cancelaran mutuamente.
Jamil está jadeando del coraje, entonces Kalim sin perder el tiempo ahora fue su turno de atacar con un ataque doble de fuego que iba rumbo a Jamil. Él joven contaminado, al ver como el ataque se dirigía hacia él, se hizo a un lado ágilmente y empezó a desplazarse para atacar a Kalim por los costados. Kalim pudo ver el ataque a tiempo y usó de nuevo el hechizo de fuego para atinar a todas las bolas de fuego.
Así, fuego contra fuego y voluntad contra voluntad, la pelea continuó hasta que ambos empezaron a jadear por cansancio.
Sin embargo repentinamente Kalim casi se cae rendido al suelo como si le hubiera dado un bajón de energía, pero por suerte se apoyó a tiempo de su báculo para no caer del todo algo que Jamil se burló con superioridad.
- ¡HaHaHa! ¡Te dije que nunca me ganaras! ¡Ya no tienes escapatoria! ¡El fin de nuestra batalla está cerca! - Se regodeaba Jamil, irguiendo su columna para levantar sus manos y empezar a invocar más bolas de fuego. - ¿Algunas últimas palabras, segundo?
- De hecho solo dos palabras. - A pesar de respirar como si estuviera cansado, Kalim desvió su mirada a un lado y se enfocó en otro punto fijo.
Jamil a pesar de su estado no fue tonto y claramente notó esa mirada hacia su espalda.
- ¡Shiori! ¡Ahora! - Exclamó Kalim.
- ¡¿Qué?! - Dijo alarmado Jamil dándole la espalda a Kalim y preparándose ante cualquier ataque, para solo ver que Shiori... todavía estaba haciendo fuerza contra su Overblot.
Oh por dios...
Jamil acaba de ser engañado por Kalim quien justo ahora se había levantado rápidamente del suelo y envió un rayo de luz que atacó la espalda del joven contaminado para derribarlo.
Como si fuera alguna clase de acción en cadena, el Overblot sintió el dolor de su poseedor y sufrió las consecuencias de estar atados; ya que perdió su fuerza de agarre dándole una ventaja a Shiori para empujara su muro de mandalas hacia su cocido cuerpo y finalmente conectar su pierna con la piel cosida y empujarlo con mucha fuerza hacia el centro del pasillo, junto a Jamil quien terminó siendo arrastrado por él.
Cuando finalmente la velocidad disminuyó, Jamil se apoyó en sus brazos y levantó con dificultad aunque su ojos estaban llenos de más furia.
- ¡Maldito embustero! ¡Fingiste que estabas cansado! ¡Me engañaste! - Exclamó Jamil adolorido tratando de levantarse mientras miraba como Kalim se asomaba por las columnas que conectaban con el balcón. - ¡Eso fue un ataque sucio!
- ¡Nada es sucio en una pelea! - Contestó Shiori aterrizando al lado de Kalim. - Buen trabajo, Kalim.
- Gracias, pero aún no hemos acabado. - Respondió Kalim con su clásica sonrisa.
- ¿Eh? -Shiori lo miró confundida.
Entonces a la lejanía, una voz irrumpió en el lugar.
- ¡Shiori!
Aquella voz que la llamaba apresuradamente se trataba de Azul a la lejanía, junto a Jade y Floyd cubriendo con una gruesa capa de hielo la puerta principal.
- ¡Sella las columnas con tus muros! - Le pidió apresuradamente el Joven con lentes. - ¡No dejes ningúna zona despejada!
Shiori, a pesar de la confusión ante aquel repentino pedido, sabía que no debía quedarse quieta, por lo que por instinto hizo casó al llamado y giró su cuerpo para empezar sus muros.
Jamil ante el movimiento de la albina quiso detenerla pero ni bien dio un par de pasos, el candelabro del comedor, repentinamente cayó casi frente a él.
- ¡¿Qué mierda?! - Exclamó enojado Jamil mirando ahora hacia arriba para solo ver como Grim sostenía una tuerca en su pata mientras se sentaba en el péndulo de suspensión para no caer al suelo. - ¡Maldito gato! ¡Pudiste matarme!
- ¡Es el gran mago Grim para tí, serpiente! ¡Yo nunca he querido matar! - Corrigió Grim. - ¡Solo mutilar o lesionar de gravedad!
Jamil rechino con los dientes pero rápidamente fue distraído por la voz de Kalim.
- Se acabó Jamil. - Dijo el albino sosteniendo con sus dos manos su báculo mágico. - ¡Yo nunca me voy a rendir!
Entonces Jamil, abriendo con sorpresa sus ojos, vió como Kalim extendió sus brazos hacia el cielo seguido de una luz celeste que iba acumulando en su gema mágica.
Shiori supo reconocer aquel poder familiar que emanaba su báculo y ahora viendo con más detalle como en su entorno tenía a varias de las ventanas y puertas cerradas con hielo y como Azul, Jade y Floyd ya habían preparado unos familiares círculos frente a ellos entonces no tardó mucho en sumar dos más dos para descifrar lo que estaba a punto de pasar. Así que sin dudarlo mucho ella se llevó su mano al cuello y se dejó envolver con la luz blanca del cristal de Senhime.
Entonces Kalim cerrando sus ojos rojos y acumulando la energía suficiente en su cetro conjuró las palabras de su magia única para que finalmente con un gritó a todo pulmón exclamara:
- ¡"Oasis Maker"!
Con todas sus fuerzas Kalim golpeó la punta de su centro al piso, y como si fuera el mismo moisés separando el mar rojo, entonces una gran cantidad de agua empezó a llenarse en todo el comedor con un gran tsunami.
Jamil, como acto reflejo, levantó sus manos frente a su cara y trató de luchar contra la cantidad inmensa de agua que intentaba derribarlo, pero al ser demasiada entonces terminó cediendo ante él y su fuerza al igual que su encarnación.
La cantidad de agua era ridículamente alta que, como si de llenar un vaso se tratara, pudo saturar cada esquina de la sala hasta llegar a unos metros del techo en donde Grim todavía se aferraba al candelabro. Para él todo parecía ser como si estuviera frente a un enorme acuario como los que había en Octavinelle y sin embargo todavía no pudo ver ningún rastro de los jóvenes en la superficie porque pensó que la batalla se estaría desarrollando bajo el agua.
No estaba equivocado.
Bajo aquellas aguas Jamil hizo todo lo posible para aguantar un poco la respiración y hasta fue capaz de crear rápidamente una especie de burbuja de aire temporal para que pudiera respirar. Sabía que no debía quedarme mucho tiempo en el agua ya que esto le representaba una desventaja a sus movimientos ahora ralentizados.
- "Debo salir de aquí lo antes posible." - Pensó Jamil tratando de mover sus manos y pierna con más fuerza,
Pero entonces un par de veloces sombras pasaron a un lado de él provocando Jamil girara su cabeza para buscarla con la mirada lo que sea que se haya movido, pero no encontró nada, en cambio:
- ¡¿Vas a algún lado, serpiente marina~?! - Jamil pudo escuchar la voz tétrica de Floyd muy cerca de él.
- Ven, no seas tímido... vamos a jugar un poco más... - Esa fue la voz de Jade.
Una vez más Jamil giró su cabeza hacia atrás y nuevamente no encontró nada...
Pero en terrenos subacuáticos el pez que reacciona lento automáticamente se convierte en la presa de aquellos depredadores de sangre fría que rondean en el lugar como veloces tiburones... o en este caso como anguilas morenas
Repentinamente Jamil sintió cómo de repente sus pies sintieron un invisible tirón que lo empezó a hundir hacia las profundidades, como si le hubieran colocado una pesada pesa.
- "¡¿Y ahora qué?!" - Dijo Jamil bajando su cabeza para inspeccionar el motivo de su descenso pero repentinamente una especie de invisible calambre golpeó sus brazos y torso de manera dolorosa. - "¡ARRGGHH!"
Es correcto. El dolor compartido. Si Jamil sentía esta clase de dolor fantasmal eso solo significaba una cosa...
Su Overblot estaba siendo atacado.
Jamil, a pesar de la dolencia, bajó una vez más su mirada y observó como Jade y Floyd en sus verdaderas formas iban nadando con una gran velocidad alrededor del enorme Oveblot lanzando varios hechizos de hielo que lo iban dañando.
La encarnación trató de proteger su cabeza de cristal lo mejor que podía. Obviamente el Overblot, cansado de tener que esperar más órdenes de Jamil, entonces empezó a actuar por su propia cuenta para sobrevivir por lo que empezó a disparar más de sus rayos hacia los gemelos, pero todos sus ataque fallaron estrepitosamente debido a la densidad del ambiente que lo volvían más lento y predecible.
- He oído de esculturas bajo el mar antes pero esta... honestamente no le encuentro la perspectiva... - Comentó Jade tratando de "entender el enfoque de escultura movible" mientras esquivaba los rayos con fluidez. - ¿Tú qué dices hermano?
- Oh hermano, es obvio que no es una escultura del todo~. - Rió Floyd nadando del lado opuesto que su gemelo. - ¡Le hace falta un poco más de hielo!
Luego de que Floyd esquivara un rayo más entonces cambió el elemento de su hechizo y sin dudarlo lanzó un fuerte hechizo de hielo que ahora cubrió por completo el brazo derecho del Overblot, logrando así que el brazo de Jamil también se congelara como si realmente estuviera rodeada de hielo.
- ¡Oya, ya empiezo a ver el ángulo! - Rió Jade. - ¡Pero te faltó un poco de este lado!
Entonces Jade, del mismo modo que su hermano, lanzó su hechizo de hielo hacia el brazo izquierdo del Overblot y lo paralizó.
- ¡Y como toque final!/¡Y como toque final! - Dijeron ambos gemelos encontrándose en el mismo punto para cruzar sus plumas mágicas y usar una mezcla de magia de viento junto con electricidad para crear un fuerte torbellino eléctrico que salió disparado hacia el Overblot de Jamil con un fuerte estruendo. - ¡golpe directo!/¡golpe directo!
Jamil sintió un fuerte espasmo ocasionada por la corriente eléctrica que casi lo obligaba a deshacer su máscara de aire. El ataque realmente lo dejó muy mal herido y ni que hablar del hecho de ser arrastrado por un enorme peso muerto que tenía un par de rocas de hielo en ambos brazos que los terminó hundiendo con más fuerza al piso de aquel lugar.
Por suerte el ataque y el golpe hicieron que los grilletes de hielo se rompieran, pero el agotamiento cada vez más empeoraba en su cuerpo con tinta.
El joven corrompido sabía que tenía que cambiar la táctica, ya no le quedaba mucho tiempo y antes de que se cansará más o que la máscara de oxígeno se desvaneciera entonces Jamil miró por todos lados tratando de orientarse en el espacio y buscar algo a su favor, pero todo lo que pudo ver a su alrededor solo era más agua y muebles flotando. Sin embargo en un momento dado algo más llamó su atención y entrecerrando los ojos para verlo con claridad se percató que varios metros de él, cerca de la columnas, había una especie de campo de aire en el que estaba Kalim todavía clavando su cetro en el suelo y totalmente inmovil para mantener el flujo de agua mágica.
Jamil supo al instante que allí era en donde debía de atacar, si detenía a Kalim entonces detendría su magia única y con ello el flujo de agua. Ya sea por la desesperación, locura o incluso la ira a estas alturas él ya perdió todo raciocinio lógico para siquiera pensar en los peligros de su alrededor o de algún plan razonable. Su único objetivo ahora era el de solo querer acabar con todo lo que tenía en su camino de una vez por todas, por lo que junto con su encarnación empezaba a acumular la última reserva de más magia que tenía para terminar con Kalim de un solo ataque.
Así que sin más Jamil apuntó hacia Kalim.
Ya estaba nada de lanzar el hechizo y sin embargo, sí lo hubiera pensado detenidamente, entonces se hubiera dado cuenta de dos pequeñísimos y minúsculos detalles que omitió por culpa de su exaltación.
- Shiori... ¿Me concedes esta pieza?... - Preguntó un joven cilophyte de piel morada y oscura mientras extendía uno de sus tentáculos.
- Sería todo un honor, Azul - Respondió cierta joven con armadura de senhime aceptando el amable gesto ventoso del joven sin mostrar ninguna incomodidad.
No muy lejos de la zona, antes de que Jamil hubiera empezado a acumular su energía e incluso mucho antes de siquiera llegar al suelo, tanto Azul y Shiori ya se habían encontrado en medio del agua para prepararse para la fase final.
Ellos eran la última clave para detener a Jamil por lo que tenían que disponer todo lo que tenían a la mano para ganar.
Ambos una vez más tendrían que demostrar de lo que los pulpos y las medusas pueden lograr cuando trabajaban juntos.
Antes de que Jamil lanzara su ataque entonces se vio interrumpido cuando varias corrientes de energía aparecieron serpenteando por todo el lugar obligaron a que él girara su cabeza en búsqueda del origen de dicho poder. Al hacerlo todo lo que pudo presenciar fue la imagen de dos jóvenes cuyas manos ahora se volvieron a encontrar empezaron a canalizar el poder mágico de Azul en conjunto con el poder áurico de Shiori para crear las dichosas corrientes como si fueran alguna especie de caminos.
A medida que eso sucedía ciertos aspectos físicos de aquellos jóvenes iban cambiando al mismo ritmo en el que las almas de Shiori y Azul entraron en una resonancia sincronizada. Primero el tono del cabello Azul empezaba a tener una puntas blancas mientras que las de Shiori se volvían de un tono plateado casi lavanda, de las mejillas de Shiori también se le dibujaron una tres franjas moradas muy similar a las branquias dorsales que Azul tenía en su torso que afilaban su femenino rostro y en el caso de Azul las franjas de su rostro eran blancas. Como último detalle cuando nuevamente abrieron sus ojos en simultáneo se podía apreciar como de un lado tenían un ojo color escarlata mientras que la otra era de un color azul cielo cuya pupila era rectangular.
Jamil no entendía aquella energía abrumadora que ambos jóvenes expulsaban, pero sabía que no pintaba nada bueno para él por lo que intentó cambiar la dirección del ataque hacia ellos, sin embargo este cambio repentino le costaría muy caro porque había bajado la guardia y dándole una oportunidad a dos siluetas larguiruchas que aparecieron silenciosamente a su espalda con una brillante mirada heterocromática digno de un depredador.
Sin esperarlo Jamil sintió como dos largas colas se enrollan alrededor de sus brazos y cuerpo como fuerte cuerdas que lo apretaban con la suficiente fuerza para no dejarlo escapar o siquiera moverse correctamente.
Él sabía con claridad quiénes eran las únicas personas que llegaría a tal extremo.
- "¡MALDITOS! ¡SUELTENME!". - Jamil fulminó con la mirada a los gemelos mientras trataba de resistirse y zafarse de la restricción, pero debido a la mucosidad de la piel de los tritones entonces sus manos resbalaban sobre la piel escamosa.
- Es tiempo de que la serpiente regrese a su cesta. - Dijo Jade.
- Viejo, el show se acabó. - Añadió Floyd para luego mirar hacia otro lado. - ¡Azul!...¡Koebi!... ¡Es todo suyo!
- "No..." - Pensó Jamil ahora desviando su mirada hacia los mencionados anteriormente.
Y fue en ese momento que Jamil presenció como aquellas miradas heterocromáticas ahora lo miraban fijamente para que con una sonrisa sincronizada ahora entrelazaron sus dedos y adoptaron una postura muy similar al vals mientras que un total de ocho halos de luz circulares, muy parecidos al loto ascendente pero mezclados con círculos mágicos, empezaron a aparecer a su alrededor.
La encarnación al sentir la amenaza del enemigo entonces trató de acercarse lo más cerca posible de ellos para atacarlos con todos sus rayos oscuros que iban en distintas direcciones pero que rápidamente Azul y Shiori movieron sus manos entrelazadas hacia la dirección en donde venía el ataque y de manera automática los ocho círculos se colocaron frente a los jóvenes y los protegieron cual campo protector hasta que todos y cada una de los rayos oscuros desaparecieron en un tumulto de burbujas de aire
Una vez que la nube de burbujas se desvaneció, Azul y Shiori, hicieron que aquellos círculos luminiscentes ahora regresara de vuelta a su posición inicial para luego responder con una voz sincronizada:
- Ahora... es nuestro turno...
Sin nada más que esperar ambos jóvenes y los círculos se dispusieron a entrar a las corrientes juntos para empezar deslizarse con ayuda de los tentáculos de Azul y las umbelas de Shiori que empezaron a generar presiones corrientes continuas que los ayudaba a nadar con más velocidad hacia donde las corrientes los guiaban.
La encarnación trató de arrojar más rayos, pero dado a que Azul y Shiori ahora tenían la ventaja del escenario entonces ellos pudieron fácilmente esquivar con habilidad cada hechizo oscuro realizando cambios consecutivos en las posturas de su danza acuática.
El overblot cambiando su táctica entonces con un rápido análisis de la situación adivino hacia donde sería su siguiente ubicación, entonces en un momento preciso se colocó en medio del camino y con el puño cerrado esperó el momento preciso para atacarlos directamente y derribarlos.
Parecería que los jóvenes estaban a punto de ser embestidos con violencia, pero ninguno de ellos se inmutó. Al contrario, ante la dichosa presencia del ataque, ellos movieron una vez más sus manos entrelazadas entonces lograron llamar a uno de los ocho círculos de luz y la colocaron frente a ellos para revelar el siguiente as bajo la manga
De aquellos gráficos, como si fuera alguna clase de círculo de convocación, repentinamente salió inesperadamente un translúcido tentáculo de gran tamaño, muy similar a las ventosas de un pulpo fantasma, con tan solo un solo objetivo... Quitar a la encarnación del camino de un solo golpe.
Golpeando al Overblot con tanta fuerza se logró quitarlo del camino hacia otro lado para que Shiori y Azul pudieran continuaran danzando en el agua. Sin embargo aquel círculo mágico no fue el único en tener una ventosa porque ahora el resto de aquellas circunferencias también le empezaron a crecer aquellos enormes y amenazantes tentáculos translúcidos que protegían a Shiori y a Azul.
Esta técnica era el resultado de la unión de los poderes únicos de un pulpo y una medusa.
- ¡Magia áurica: "Waltz del Kraken"! - Exclamaron Shiori y Azul en simultáneo comenzando una vez más la danza pero ahora en conjuntó con las ventosas.
A lo largo de cada giro y deslizamiento que los hacía parecer un bello fotograma de dos bellas criaturas acuáticas danzando en medio de la pelea, los dos jóvenes iban controlando cada tentáculo que iba entrando y saliendo de los círculos a una gran velocidad para atacar a la encarnación en todos los ángulos posibles trataba de esquivar cada destructivo tentáculo que levantaba más espuma y generaba temblores.
El estar unido a Jamil solo limitaba a la encarnación hasta una cierta distancia de la que podía alejarse de su dueño por lo que intentar huir no era una opción.
- "Esto no está pasando..." - Pensó Jamil mirando con la mirada encogida mientras soportaba el dolor.
Bofetadas. Golpe abajo. Saque lateral. Gancho limpio. Aplastamiento de ventosa contra el suelo. El Overblot trato de defender su cabeza en cada uno de esos ataques y sin embargo a medida que la velocidad de aquellos tentáculos iba en aumentó entonces llegó un momento en el que la criatura ya no podía defenderse más, dando paso a que empezara a recibir los ocho golpes consecutivos que iba agrietando la cabeza de cristal.
- "Yo... no puedo perder... no ante ellos... no ante Kalim..." - Pensó Jamil.
Entonces con unos últimos pasos, Azul y Shiori adoptaron una posición en la que los siete tentáculos ahora aprisionaron a la encarnación al igual que unas cadenas que restringía cada uno de sus movimientos del Overblot en caso que este quisiera volver a atacar.
- Tanta magia oscura... - Dijo Azul levantando una vez más la mano entrelazada para controlar el octavo círculo restante que se movió frente a ellos para apuntar hacia la cabeza.
- ...Dentro de un frasquito. - Añadió Shiori ahora canalizando más energía áurica en aquel círculo que empezaba a brillar un poco más de lo normal.
Se acercaba el final definitivo.
Entonces Jamil quitándose inconscientemente la máscara de aire solo pudo decir ahogadamente:
- ¡NO LO HAGAN!
Los dos jóvenes se encuentran en el montículo final.
Se preparan para acumular más energía.
Se perfilan y finalmente con un fuerte brillo el último tentáculo salió disparado de círculo brillante y perforó de una estocada la cabeza de vidrió para luego hacerla estallar en muchas piezas de vidrio que liberaron la tienta de su interior.
-¡AAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRRRRHHHHHHHHHH! -Fue lo que que exclamó Jamil ante el horrible dolor de cabeza y de toda la energía oscura que expulsó de su cuerpo obligando a que tanto Jade y Floyd lo liberaran de sus ataduras, al fin y al cabo ya no tenía a donde irse debido a su cuerpo debilitado.
Al escuchar ese grito, Kalim, finalmente vio como la encarnación había sido vencida lo que significaba que tenía que parar su magia única, cosa que hizo en un instante.
Seguido de eso Shiori, quien junto con Azul ya había vuelto a la normalidad, se deshizo de su muro de mándalas para que el agua empezara a salir por borbones del balcón como una catarata hasta vaciar la sala por completo
- Ve Shiori... - Jadeó Azul realizando un círculo mágico para recuperar su forma humana lo más pronto posible por lo que tuvo que liberar la mano de su medusa. - Tienes que llegar a él antes que su magia se agote.
- Lo haré. - Asintió Shiori empezando a correr a toda prisa hacia donde el cuerpo de Jamil había caído de rodillas cerca de las columnas mientras las piezas de la armadura de Senhime regresaba a su forma de cristal.
Al no tener sus pergaminos entonces Shiori sabía que en esta ocasión debía apresurarse lo más pronto posible antes de que el cuerpo de Jamil desapareciera rápidamente. Ella no iba a dejar que él destino de Jamil terminará de manera trágica por lo que empleando cada fuerza de su ser a sus piernas entonces corrió hacia adelante.
- ¡Jamil! - Exclamó Shiori, extendiendo sus brazos.
Jamil, al escuchar esa voz y esos pasos descalzos que iban corriendo hacia su dirección, con la poca energía que le quedaba levantó un poco su cabeza para ver con su mirada casi nublada el rostro preocupado de Shiori.
- Solo quería ser... el número uno... - Susurró cansadamente Jamil tratando de también extender dificultosamente su mano hacia la albina mientras su cuerpo poco a poco se volvía translúcido. - Solo... - Los ojos de Jamil casi estaban empañados con un líquido cristalino que se hacían más claros a medida que sus párpados se iban cerrando al igual que su mano temblorosa iba bajando debido al cansancio. - Solo... quería... ser... libre...
El solo ver como esos ojos se iban cerrando, como aquella mano empezaba a bajar y como aquellas palabras escaparon de los labios de Jamil hicieron que Shiori finalmente terminará por deslizarse por piso mojado para ganar más velocidad y de un impulso chocar contra el cuerpo translucido de Jamil con el fin de rodearlo sus brazos cálidos seguido de su ahora brillante marca tocando el cuerpo del joven corrompido.
- Jamil, no permitiré que te vayas de este modo. - Shiori le susurró a Jamil para ahora canalizar su energía seguido de su técnica final. - ¡"Purificación Divina, Zen"!
Con una brillante luz llenando la sala entonces como siempre el alma de Shiori entró a la oscuridad de la mente de Jamil estando preparada para lo que fuera a ver.
Y entonces todo se oscureció...
Shiori pudo ver como las cortinas de humo monocromáticos estaban empezaron a moldearse poco a poco hasta adoptar la forma de un largo y exótico pasillo elegante provenientes de aquellas memorias que la mente de Jamil quería mostrarle.
Supongo que luego de tres Overblot's hicieron que Shiori ya se empezara a acostumbrar a este tipo de ambientes a los que debe mostrarse calmada y atenta a cada detalle, palabra y sentimiento que escucharía del interior de Jamil.
Luego de que el escenario se concretó entonces la aparición de un joven Jamil parado al lado de un pequeño Kalim no tardaron en hacer acto de presencia. El pasillo en donde ellos se encontraban estaba lleno de sirvientes que caminaban por los alrededores realizando sus actividades mientras miraban a los dos pequeños estaban charlando.
- Esta debe ser la casa de los Al-Asim - Dijo Shiori mirando de reojo el escenario.
- ¡Jamil! ¡Juguemos juntos! - Dijo un muy entusiasmado el pequeño Kalim mientras levantaba una caja de Máncala. - Hoy es el día en que te ganaré en este juego de mesa.
- ¿Otra vez? - Respondió un poco desganado Jamil. - Yo siempre termino ganando. También me gustaría jugar otras cosas...
Ante ese comentario rápidamente una mujer adulta que estaba cerca del lugar y cuyos rasgos eran muy similares a los de Jamil, abrió sus ojos de manera asustadiza y se acercó de manera inmediata a la zona en donde estaban los dos niños para acercarse a Jamil en específico.
- ¡Jamil! ¡Cómo te atreves a hablar así con el amo Kalim! - Regaño la señora.
Aquella mujer no dudó en darle un coscorrón a la cabeza del infante de cabello azabache.
- ¡Ay! - Se quejó Jamil llevándose las mano a la zona del golpe.
Sin embargo de manera repentina otra manos de mayor tamaño tomó la cabeza de Jamil y la inclinó hacia delante, se trataba del padre de Jamil quien junto a su esposa también inclinaron sus cabezas ante el pequeño niño albino quien los miraba sin entender lo que aquellos adultos estaba haciendo.
- Amo Kalim, gracias por invitar siempre a mi tonto hijo a jugar contigo. - Dijo Aquel hombre de manera sumisa.
- Estamos realmente agradecidos de tener a un amo tan bondadoso. - Fue lo que alabó la madre de Jamil. - Esto es seguramente el fruto de tan excelente educación del joven amo.
Sin embargo para los ojos inocente pero perspicaces de Jamil era muy triste y humillante el tener que ver siempre como su familia se minimizaba frente a la familia de Kalim por cosas mínimas como esta. Era como si ellos dijeran a los cuatro vientos que no son nada y nadie, cosa que hicieron que el pequeño Jamil se mordiera las mejillas y cerrará muy fuerte las manos por la impotencia del momento.
- Así que aquí fue el momento en donde tú resentimiento comenzó. - Dijo Shiori mirando detenidamente la mirada de incomodidad del pequeño niño cuando escuchó aquellas palabras de sus padres. - Jamil...
Fue entonces que el recuerdo se detuvo para dar paso a la voz omnipresente de Jamil quien iba redactando su punto de vista de aquel momento.
- El primer recuerdo que siempre llega a mi memoria es el de mis padres inclinando la cabeza en sumisión a Kalim y a sus padres... Yo odiaba verlos así.
- Se tomaron muy en serio su trabajo como sirvientes. - Comentó Shiori al vacío. - Creo que me hago una pequeña idea de lo que quizás pudieron haberte dicho luego de esto.
Y en efecto la imagen del recuerdo no tardó en difuminarse en neblina para cambiar a otro escenario. Era una habitación compartida ya que había una segunda cama con alguien aún más pequeño debajo de ellas durmiendo, pero lo más importante del recuerdo era la parte en donde el pequeño Jamil estaba sentado en su cama frente a sus padres sentados en el borde de esta con unas miradas llenas de seriedad y preocupación.
- ...Escucha bien, Jamil. - Susurró el padre. - En cualquier desafío siempre asegúrate de perder a propósito unas dos o tres veces. No intentes superar al amo Kalim.
La mirada de Shiori se frunció un poco ante esa petición.
- Eres un chico muy inteligente. - Ahora habló la madre con las manos frotándose con nervios. - Así que estoy seguro de que puedes imaginar la posición en la que estamos... ¿Verdad?
Luego la mirada de Shiori se posó en aquella mujer y noto ese tic nervioso en sus manos dejándola un poco sorprendida ante una posible idea.
Para el pequeño Jamil esas palabras fueron un gran golpe en su autoestima y se notaba que quería decir reclamarles y dejar que sus pensamientos se expresaran, pero al desviar su mirada hacia un lado hacia donde estaba en bulto durmiente entonces solo comprendió que si hacía lo que pensaba hacer entonces solo desataría una discusión interminable por lo que sólo optó morderse la lengua para que luego con un suspiro desganado y bajando la mirada al suelo añadiera:
- ...Entiendo.
Una vez más la imagen se congeló nuevamente, Shiori al ver dicho acto de Jamil, no dudó en sentarse al lado libre del pequeño para colocar su mano gentil sobre su pequeña cabeza y acariciarla en señal de empatía mientras seguía escuchando la voz de Jamil.
- La familia de Kalim está muy por encima de la mía. Entonces... Eso significa que Kalim también debe de estar por encima de mí.
- Y por ende tuviste que mostrar un bajo rendimiento ¿Cierto? - Susurró suavemente Shiori.
- Ya sean en calificaciones, atletismo o incluso en los juegos. Cada vez que estaba con Kalim, tenia que fingir ser un incompetente.
Entonces la imagen del recuerdo se difuminaron para mostrar una gran secuencia de todos los momentos en los que Jamil, por más que sabía que podía dar lo mejor de sí, nunca pudo mostrar todo el potencial que poseía por culpa aquellas órdenes de sus padres que siempre resonaban en su cabeza como un disco repetido.
- ¡Jamil, mira! ¡Gané el primer lugar en el festival de danza! - Dijo un pequeño Kalim levantando un trofeo frente a Jamil quien también le respondió con una sonrisa, pero incluso Shiori pudo reconocer que esa sonrisa era falsa ya que en esta competición Jamil tuvo que fingir equivocarse en muchos pasos.
El recuerdo saltó unos años más adelante...
- ¡Ahaha! ¡Lo logré! ¡3 victorias y 2 derrotas en Máncala, lo que me convierte en el ganador! - Sonrió radiantemente Kalim y nuevamente la sonrisa de Jamil se mostraba falsa.
En otro año.
- ¡Gracias a que me ayudaste a estudiar para el examen de historia mágica, logré obtener un 75! - Festejó Kalim para luego mirar la nota de Jamil. - ¿Eh? ¿Tienes un 70? ya veo. Anímate, ¿De acuerdo?
- Oh Kalim... - Susurró Shiori ahora entendiendo el porque Jamil detestaba la actitud del albino.
Entonces la voz escuchando ese recuerdo no dudó en recriminarlo.
- Tú no me ganaste. Yo tuve que perder a propósito todo este tiempo. - Gruñó Jamil. - Siempre eres tan despreocupado. ¡Presta atención por una vez, tonto!
Ahora el recuerdo se sitúa un año antes de la época actual, cuando Kalim y Jamil estaban cerca de terminar su primer año en el Night Raven. Uno de Ex-Líderes del dormitorio, que tenía unos rasgos muy similares a los de Kalim, le anunció al mencionado una noticia que ni tanto él como Jamil se lo hubieran esperado.
- ¿Voy a ser el jefe del dormitorio de Scarabia? - Dijo Kalim muy confundido, pero eso no borró su brillante sonrisa y mucho menos apagó su entusiasmo de siempre. - Realmente no entiendo lo que está pasando, ¡Pero déjamelo a mí! - Levantó su pulgar en alto mientras desviaba su mirada hacia otro lado y agregó en sus palabras. - ¿Verdad, Jamil?
Pero Jamil en vez de mostrar siempre su rostro falso este solo se mostró momentáneamente en Shock total y los las iris temblando ya que negaba que todo lo que estaba presenciando solo fuera una mentira o una broma.
Nunca lo fue.
El escenario se difumino para ahora formar la tan conocida oficina de Crowley quien miraba a Jamil quien realmente hacía todo lo posible para mostrarse sereno y tranquilo.
- Director, ¿Por qué eligió a Kalim como prefecto? - Dijo Jamil. - No tiene un talento excepcional y todavía no es un estudiante de segundo año. Todos tenemos las manos ocupadas tratando de cubrir sus errores.
- En el Night Raven no hay una regla que impida que los líderes de dormitorio sean jóvenes residentes. - Respondió Crowley con solemnidad.
- Pero...
- Joven Viper, para cumplir con los requisitos de educación a veces es necesario de "algo" - Crowley se levantó se su despacho para acercarse a Jamil. - Además la familia del Sr. Asim nos proporcionó una donación muy grande, como ya lo sabrás. Por lo tanto, en mi posición, mis manos están atadas.- Entonces el hombre adulto colocó su mano en el hombro de Jamil. - Sé que eres lo suficientemente inteligente para saber lo que eso significa... estoy seguro de que puedes entenderlo.
Aquellas palabras fueron otro golpe emocional para Jamil. No podía creer lo que estaba escuchando, incluso en el colegio aquella frase siempre lo perseguía. Tanta frustración. Tanta impotencia. Tanta amargura, fueron manifestadas cuando Jamil cerró sus puños y nuevamente se mordió la lengua para no decir algo de más como muestra de que no puede hacer nada más.
- Para estas alturas y con todas esas emociones reprimidas Jamil era una bomba de tiempo. - Dijo Shiori apareciendo en medio del Jamil y Crowley de aquel momento. - En cualquier momento iba a desmoronarse y esta fue la gota que rebalsó el vaso.
- Los adultos siempre dicen lo mismo. - Habló la voz de Jamil haciendo eco en el recuerdo que poco a poco iba desapareciendo para mostrar el escenario oscuro y un camino que la guiaba hacia una dirección. - "Estamos seguros de que tú nos entiendes" Pero... - Entonces la voz se le quebró un poco. - Aun así... ¿Quién estará allí para entenderme?
Escuchando esas palabras y finalmente viendo por donde se encontraba Jamil entonces a Shiori no le quedó de otra más que solo caminar con seguridad hacia el camino que se abrió hacia ella
El eco de un goteo resonó en la oscuridad al igual que el sonido de los pasos descalzos de Shiori.
- Sigamos apoyándonos el uno al otro ¡¿De acuerdo Jamil?! - Dijo la imagen de un Kalim que Shiori pasó de largo.
- Suficiente...
- Jamil es el único que nunca me traicionaría. - Dijo otro Kalim.
Shiori aceleró un poco más sus pasos.
- ¡Por favor basta...! - La voz de Jamil cada vez más se llenaba de amargura y de tristeza.
Otro goteo más...
- Kalim, mientras estés aquí, yo...
Otro goteo...
- ¡Yo tendré que vivir mi vida entregándote todo!
Goteo...
- Yo... incluso yo... yo también quería ser el número uno.
Silencio...
A medida que Shiori llegó a la zona pudo ver con sus propios ojos como los restos del Overblot decapitado estaban tirados sobre el suelo invisible del lugar pero no se estaban hundiendo a comparación de las veces anteriores. No, es más, del cuerpo de la encarnación salían tantas cadenas oscuras que eran guiadas hacia otro punto.
Siguiendo el trayecto de los eslabones Shiori pudo ver que al final del camino, enterrando su rostro entre sus rodillas, se encontraba Jamil inmóvil. Estaba encadenado con varias cadenas que aprisionaban todas las extremidades de su cuerpo, torso y cuello. Lo más triste de todo era que él no parecía estar luchando contra ellas, es más se estaba rindiendo.
- Puedo sentir que la estas pasando muy mal. - Comentó calmadamente Shiori parándose frente a Jamil.
- ¿Por qué me ves así? - Comentó Jamil sin levantar el rostro de sus rodillas. - ¿Acaso doy tanta lástima que merezco de tu compasión? ¿Acaso tratas de ver algo a través de mi corazón?
- No. No es necesario.- Ella suspiró.- Tus intenciones se muestran solas.
Hubo un breve silencio umbral...
- ¿No te parece irónico? - Preguntó Jamil levantando levemente una de sus manos para sacudir un poco las cadenas hechas de sus propias emociones oscuras. - Para alguien quien acaba de usar toda la magia de su estado Overblot al final terminó siendo el único encadenado... como un maldito esclavo. Una clara señal de que no puedo huir de lo que me espera... - Jamil hundió aún más su cara en sus rodillas. - Los odio... los odio a todos...
- "Pero si es así. Entonces ¿Por qué esta tristeza?" - Pensó Shiori activando el Ajna para ver ahora con claridad el Alma de Jamil. - "¿Qué significa esta gran tristeza que se puedo percibir al exterior de su alma? "
- Si tan solo Kalim nunca hubiera existido, entonces yo nunca habría hecho las cosas que hice. De tan solo pensarlo... solo reafirma mi odió hacia él.
- Incluso si crees que Kalim es el responsable de todas estas emociones, no me parece correcto que lo conviertas en un chivo expiatorio... Eso no lo soluciona todo.
- ¿Ahora tú también lo vas a defender? Tch, era de esperarse... Mis padres ya lo hicieron una vez así que no espero nada de nadie... y mucho menos de ti. - Se mofó Jamil, pero Shiori pudo notar que dentro de esas palabras había mucho dolor en ellas. - Al final todo y todos terminaran de lado de Kalim.
- Un momento.. yo nunca dije que estoy del lado de alguien. - Respondió honestamente ella cruzando sus brazos sobre su pecho. - De nada me sirve a mi quedarme de un solo lado de los hechos. Si solo me enfocara en una realidad entonces mi visión sería rígida y tediosa, por eso siempre suelo optar por un punto de vista más neutral.
- Esa postura no existe...
- Si la hay y es más me ayuda a comprender y entender al resto de los demás porque así mi campo de visión es más completo ¿No te parece más lógico?
- Nada de lo que dices tiene sentido.
- Quizás para ti no tiene sentido porque solo te enfocas en tu propia perspectiva. - Entonces Shiori bajó las manos. - Pero no te culpo, desde pequeño siempre te dijeron que seas comprensivo ante muchas de las cosas que no estabas de acuerdo. Por eso que solo tomas en consideración tu punto de vista porque piensas que nadie se tomó la molestia de pensar que era lo que sentías en ese mismo instante.
- ¿A dónde quieres llegar? - Pidió tajantemente Jamil. - Nada de lo que digas cambiará lo que soy y las cosas que hice.
- Nunca dije que quería cambiarte.
- ¡¿Entonces?!
- Solo acabo de llegar a la conclusión de que tanto Kalim como tú no tienen la culpa de todo lo que sus antecesores o tú familia pudieron haber padecido hace unos años atrás antes de que ustedes nacieran. Eso era un asunto de adulto que ellos debieron de asumir como un tema aparte. No debieron de permitir que eso los hubiera involucrado a ustedes dos.
Jamil no dijo nada, dejando en claro que ahora él estaba escuchando las palabras de la sacerdotisa quién ahora se había sentado para estar a su altura.
- En tu caso es verdad que a los niños que son considerados excepcionales, genios o con un gran potencial son automáticamente ya considerados como pequeñas personas que pueden llegar a ser independientes y que pueden llegar a un nivel de comprensión similar a la de ellos debido a su madurez temprana. - Luego su mirada se entristeció.- Pero ese es un gran error que la gran mayoría de adultos cometen, porque por más que un pequeño tenga un alma vieja ellos todavía siguen siendo niños inocentes e ingenuos... que necesitan de atención y afecto.
Shiori inspeccionó un poco las cadenas para averiguar si había una manera de romperlas, pero ni bien acercó su mano una energía oscura tan candente como las llamas del averno rechazó el contrato de Shiori haciendo imposible que ella pudiera hacer algo contra dichos eslabones unidos.
Esto era una señal de que una parte testaruda de Jamil se niega a ser salvado.
- No pierdas tu tiempo... Es imposible romper estos eslabones una vez que estás atado a ellas. - Comentó desganado Jamil cerrando sus puños. - Lo mejor para todos y para mí es quedarme aquí; así que vete y déjame solo. Al fin y al cabo ¿De qué te sirve salvar a un "ruin traidor" como yo?
- "Mientras siga engañandose en este lugar sus cadenas lo absorberán y su alma no se salvará." - Shiori pensó detenidamente la situación hasta que finalmente volvió a hablar. - Me pregunto si realmente existe una esencia pura que no muestre confusión alguna.
- No trates de justificar mis acciones. - Gruñó Jamil adivinando las intenciones de Shiori. - Soy consciente de lo que hice, no trates de cambiarlo. Te engañe porque quería usarte para expulsar a Kalim. Te obligué a quedarte en Scarabia en contra de tu voluntad. Te sometiste a un agotador entrenamiento que te hizo enfermar. - A medida que los recuerdos de aquellos días volvían a su cabeza su tono de voz cada vez se elevaba más fuerte, pero también se podía escuchar cómo se iba quebrado y cargado de culpa. - ¡Te hice cosas desagradables! ¡Te hice sentir como si fueras un objeto! ¡Y por intentar usar mi magia única contra tí... por poco ocasionó que tus manos se manchen de sangre! ¡¿Cómo puede justificar a alguien que te hizo esto?! ¡No tiene sentido! ¡No te entiendo! ¡Nada de lo que me tratas de decir tiene sentido!
- Jamil... - Shiori lo llamó serenamente haciendo que él parara de gritar. Claramente ella hizo esto con el motivo de que Jamil dejará de empezar a sentirse culpable consigo mismo y para detener cualquier intento de las cadenas que trataban de matar a Jamil . - Es verdad que hiciste muchas cosas de las que muchos podrían considerar como una acto de traición, pero confía en mí cuando te digo que tú eres diferente en gran medida a muchas personas que llevaron sus ideales al extremo...
Ella pensó en el sacerdote Jun, su séquito de seguidores y en los antiguos Onmyoji de su templo.
- Esas personas eran peores que el mismo diablo porque perdieron aquello que podría haberlos salvado de su condena. - Dijo ella.
- ¡¿Y qué se supone que es lo que me hace diferente de ellos?! ¡¿El saber cocinar?! ¡¿El administrar un dormitorio?! ¡¿Esas cosas las puede hacer cualquiera?! ¡Todo era falso! ¡¿Qué se supone que me queda luego de todas las cosas que hice?!
Una vez más hubo un leve silencio del lugar y por un momento Jamil pensó que la albina por fin se había retirado.
Pero como siempre estaba equivocado.
- Tu humanidad... - Dijo ella ganándose un jadeo de sorpresa por parte de Jamil . - Lo que nos diferencia de las demás criaturas y de los demás es nuestra humanidad. Con nuestra humanidad, ideales, libertades y convicciones podemos llegar a ser una mejor versión de nosotros mismos pero también nos puede transformar en los seres radicales y perversos cuando estas son llevadas a un extremo. Los seres humanos se equivocan y eso no nos vuelve unos seres miserables, solo nos volvemos miserables cuando carecemos de la empatía y de humanidad.
- Pero... yo...
- Jamil.. aunque no lo has dicho verbalmente tú ya has admito que te equivocaste y si eres capaz de reconocerlo entonces también puedes ser capaz de levantarte a pesar de las heridas y continuar hacia adelante.- Entonces la voz de Shiori se suavizó. - Aunque no lo creas conozco a alguien muy cercano a mi que comparte el mismo sentimiento que tu siente en estos momentos.
- ¿Cómo puedes decir que puedo continuar hacia adelante? Si ni siquiera puedo librarme de mis propias cadenas. Aun si me mantengo con vida nadie podrá acabar con este odio que siento. - Respondió Jamil.
- Eso lo sé perfectamente. Yo no soy nadie para curar de la noche a la mañana todas las heridas de tu alma atormentada porque esto es algo que debes hacer por tu propia cuenta.
Jamil estaba a punto de echarla de este lugar oscuro para que ella no "desperdiciara" su tiempo tratando de darle una charla filosófica, al fin y al cabo nadie verdaderamente trataría de comprenderlo.
O así lo fue antes de que Shiori continuará hablando.
- Pero tan solo quiero saber ¿Qué es lo que te causa tanta tristeza?
Al instante los ojos de Jamil se abrieron de par en par ante esas palabras y finalmente pudo levantar su acongojado rostro de sus rodillas hacia la albina quien no lo miraba con odio ni con rencor ,a pesar de cómo la había tratado, sinó que en lugar de eso sus ojos escarlatas tenían de un bello brillo que emanaba empatía y atención.
- ¿Qué? ¿Mi tristeza? - Preguntó Jamil casi en un susurró y estando anonadado.
Entonces de manera inesperada pero calmada Shiori se fue acercando un poco más a Jamil al mismo tiempo que empezaba a levantar sus brazos con toda las intenciones de abrazarlo. Obviamente Jamil al ver dicho acto rápidamente intentó rechazarla.
-¡No...! ¡No te acerques! - Gritó alarmado Jamil tratando de retroceder pero la cadena no se lo permitió.
- No temas Jamil... no estarás solo en esto... - Dijo Shiori continuando acercándose con su cálida sonrisa.
- ¡Suficiente! ¡No quiero escuchar falsas promesas! ¡Ni tú ni nadie va a poder ayudarme en mi destino como esclavo! ¡Así siempre han sido las cosas para mi y nada las va a cambiar! ¡Al final nadie puede comprenderme!
- Si piensas que nadie puede salvarte entonces te demostraré que puedes ser capaz de controlar tus propias cadenas que atan a tu alma. - Respondió Shiori. - Además esto también me ayudará a entender un poco más el sufrimiento por lo que tuviste que pasar.
y fue entonces que Shiori ante todo pronóstico cerró la brecha de sus cuerpos con un abrazo al mismo tiempo que las cadenas empezaron a quemar su piel como hierro ardiente.
- ¡Ah! - Shiori aguantó el dolor mientras se negaba a separarse de Jamil.
- ¡No! ¡Suéltame! - Exclamó Jamil con pánico tratando de zafarse de ella pero sin mucho éxito. - ¡Déjame! ¡Solo terminaré lastimándote más!
- Te equivocas... sabía muy bien lo que pasaría... Esto es algo que yo decidí por mi misma ...- Jadeó Shiori rodeando cada vez más el cuerpo de Jamil. - Porque ahora... puedo sentir todo el dolor que tanto has tenido que soportar...
- Ya no sigas... por favor...
- Cuando tocó tu alma... no puedo sentir la furia y el rencor que hay en tú corazón... Estás triste... - Entonces Shiori reforzando un poco más su abrazo con una sonrisa comprensiva añadió. - Jamil tú no sentías odio puro hacia tus semejantes y mucho menos a Kalim... tú todo lo que pedías era que te prestaran atención para que les pudieras mostrar tu verdadero valor ¿No es así?
Jamil no pudo evitar soltar un jadeo ante esas palabras. Todas y cada una de las palabras que Shiori había dicho gran parte de ellas eran la verdad. Su impresión fue tanta que dejó de poner resistencia y el lugar de eso solo empezó a temblar al mismo tiempo que un par de gotas cristalinas se desbordaban más de sus mejillas pálidas.
- Yo... solo... solo... - Ahora los ojos de Jamil se empañan de lágrimas silenciosas que caían sobre la sacerdotisa. - Solo quería ser reconocido. Quería demostrar que no era un mediocre. La verdad es que tenía mucho miedo de nunca poder ser libre y de nunca poder mostrar mi verdadero potencial por una estúpida regla.
A medida que Jamil iba revelando parte de sus emociones interiores las cadenas poco a poco dejaron de quemar haciendo que Shiori ya no sintiera dolor por las quemaduras y en lugar de eso ella solo continuó abrazando a Jamil hasta que él soltara cada emoción reprimida en su cuerpo.
- Debió ser un calvario para tí. - Dijo ella acariciando la cabeza posterior del joven - Soporta toda esta carga a una edad tan temprana.
- Sí... Así lo fue... - Respondió Jamil regresando el abrazo.
- Pero ya es tiempo de que te liberes de estas ataduras... ya no te reprimas más. - Entonces Shiori se alejó solo un poco del joven para mirarlo cara a cara y limpiar con el dorso de su mano el rastro de lágrimas sin cambiar su rostro tranquilo. - En esta academia no están ni tus padres, ni los padre de Kalim, ni los criados de tu casa y nadie más que te puede decir lo que debes hacer.
- Pero muchos se lo pueden contar y si mis padres se enteran...
- Entonces ellos tienen que aprender a vivir de que tienen un hijo muy talentoso al que no pueden reprimir por siempre. Ustedes viven en una época moderna y las cosas ya no son las mismas a comparación de tiempos anteriores.
- Dudo mucho que las cosas cambien.
- El cambio viene con el tiempo y con las futuras generaciones. Es más, ahora que Kalim ya dijo todo lo que quería decirte y eres más consciente de ti mismo, ahora creo que es tu turno de sacar tu verdadera voz.
- Hmp dudo mucho que lo entienda o que él pueda hacer algo... - Jamil desviando un poco su mirada. - Es muy denso y tonto para entender muchas cosas.
- Sí, puede que Kalim sea muy denso para muchas situaciones de su entorno, pero no es un chico malo. Estoy segura de que si lo hablas con él esta vez quizás las cosas pueden mejorar o cambiar como último recurso. - Propuso Shiori dando una última reflexión que pudo aprender de todo este drama. - Pero solo lo sabrás si das un salto de fe.
Jamil se quedó mirándola por un gran rato y luego miro sus cadenas, realmente no tenía ni idea de cómo romperlas. Si Shiori no podía romperlas entonces ¿Qué era lo que faltaba para poder liberarse?
Shiori sabía que esto era una batalla interna que Jamil tenía que lidiar ya que se trataba de sus propias cadenas, el único que las podía conocer mejor era él mismo y nadie más. De alguna manera le recordó mucho al modo en que ella había roto su propia cadena.
Si ella pudo lograrlo entonces ¿Que le impedía a Jamil romper las suyas?
Ese mar viene / Here comes a wave
y me quiere llevar / meant to wash me away
con olas que ahogan mi aliento / A tide that is taking me under
Una vez más la mirada de Jamil se desvío hacia Shiori, quien todavía estaba sentada a su lado, ella de la nada había empezado a cantar aquella melodía que escuchó en la fuente.
Uno creería que este no era un buen momento para siquiera cantar, pero en esta ocasión era diferente porque a medida que seguía entonando la melodía lo que ella en realidad estaba haciendo era revelar fragmentos de aquellos pensamientos que había cargado desde que era pequeña y que ahora se lo estaba compartiendo con Jamil con el fin de que no se rindiera ante aquellas cosas que parecían imposibles...
En este caso sus cadenas...
Por su razón / Swallowing sand
Debo todo ocultar / Left with nothing to say
Mi voz se extingue en el trueno. / My voice drowned out in the thunder
No he de llorar / But i won't Cry
No he de derrumbarme / And i won't start to crumble
Pues vuelve a intentar / Whenever they try
Callarme y vencerme ya... / To shut me and cut me down...
Entonces Shiori levantó su mirada hacia el cielo oscuro para expresar con más fuerza aquello que tanto guardaba en su interior.
Silencio nunca / i won't be silent
Desean que enmudezca / You can't keep me quiet
Y qué tiemble con la idea... / Won't tremble when they try it...
Y callar / All i know
no será / is i won't
mi vida / go speechless
No acepto / 'Cause I'll breathe
Que tratan de sofocarme / When they try to suffocate me
Dejen de subestimarme / Don't you underestimate me
El callar / 'Cause I know
no será / that i won't
mi vida... / go speechless...
Entonces todo nuevamente se quedó en silencio. Shiori, no podría calificarlo como un silencio incómodo pero Jamil tampoco decía algo. Era como una especie de punto neutral entre ambas encrucijadas que podía haber continuado de ese modo durante un buen rato.
Pero para sorpresa, el silencio no sería eterno tal como decía la canción:
Siglos de reglas / Written in stone
Y absurda verdad / Every rule, every word
Que se han escrito en piedra / Centuries old and unbending
Ahora quien estaba sorprendida era Shiori pues al seguir con la mirada el origen de esa hermosa voz descubrió que Jamil era quien estaba continuando la melodía pero ahora complementando con todas sus emociones y amarguras de la niñez que tuvo que guardar en su interior.
Quédate inmóvil / Stay in your place
Y no hables jamás / Better seen and not heard
Adiós a esta leyenda / But now that story is ending
Ahora Jamil era quien levantó su mirada hacia el techo oscuro.
Y yo... / 'Cause I...
No quiero derrumbarme / I cannot start to crumble
Los llamo intentar / So come on and try
A callarme y vencerme ya / Try to shut me and cut me down
A medida de que Jamil entonaba sus emociones internas, Shiori, pudo sentir cómo las cadenas de Jamil empezaron a temblar como si la voz del joven ocasionará algún tipo de reacción las estuviera obligando a realizar dicha vibración que trataban de convencerlo de volver a sentarse.
Esto solo podía significar una cosa y de tan solo pensarlo Shiori no puedo evitar sonreír de orgullo porque ella reconocía esa ardiente llama de espíritu libre que lucha por ser libre de sus propias dudas y esta era la culminación de dicha evolución espiritual... La rebeldía.
Así que levantándose del suelo ella observó como Jamil también se levantó en sus dos pies con grilletes y con las dos manos encadenadas tomó con fuerza pura los eslabones que lo retenían por ambos extremos y con un tono de voz fuerte exclamó:
¡Silencio nunca! / ¡I won't be silenced!
Y con un fuerte tirón Jamil rompió sus primeras cadenas para luego arrancar las demás que estaban en su cuello y torso estando seguro de lo que hacía mientras sentía como poco a poco iba ganando más de aquella verdadera libertad que estaba buscando.
Desean que enmudezca / You can't keep me quiet
no tiemblo con la idea / Won't tremble when you try it
Y callar / All I know
no será / is I won't go
mi vida... / speechless
¡mi vida...! / ¡speechless!
Al instante el escenario empezó repentinamente a temblar. Shiori y Jamil casi de manera automática se pegaron espalda con espalda y adoptaron una postura de combate porque ni bien el temblor disminuyó una lluvia de cadenas invisibles salieron de la oscuridad tratando de capturar a los jóvenes.
Pero ellos se negaban a ser nuevamente dominados por lo que entonces empezaron a atacar a cada eslabón que eran quemado por las llamas de Jamil y destruidos por las hoces lilas de Shiori.
Entonces ambos entonaron sus voces en simultáneo:
Los recibo/ Let the storm in
Firmes como rocas/ we cannot be broken
No han de cerrar nuestras bocas/ No, we won't live unspoken
Entonces Shiori dijo:
Y callar / 'Cause I know
Luego Jamil dijo:
No sera / that we won't
Y finalmente ambos dijeron:
Nuestras vidas / go speechless
Las cadenas no dejaban de aparecer nunca pero tampoco lo hicieron la voluntad de los jóvenes quienes luchaban con uñas y dientes.
De pronto una un reflector de luz se iluminó sobre las cabezas de los jóvenes lo cual hizo que Jamil y Shiori desviaran sus ojos hacia el lejano techo y observaron que al final del túnel estaba la salida de esta prisión oscura.
Por esa razón el Overblot no se estaba hundiendo en las aguas de tinta, ambos ya se encontraban en lo más profundo de esas aguas oscuras y todo lo que tenían que hacer era llegar a ese lugar que debía ser su escape. Pero el fondo oscuro, al ver sus intenciones, nuevamente empezó a temblar lo que significaba que más de las cadenas oscuras, mucho más resistentes que antes, aparecieron esperando así que alguna de ellas pudiera capturar a los adolescentes, pero ambos no se lo iban a permitir.
Jamil fue bloqueando las cadenas con un campo mágico de viento mientras le decía a su propia oscuridad de su interior.
Creen que me van a enjaular / Try to lock me in this cage
No lograrán mi rendicion / I won't just lay me down and die
Entonces Shiori añadió sosteniendo propio su pecho:
Mis alas rotas / I will take these broken wings
Pero entera en llamas / And watch me
Luego ella sacó sus alas cristalinas al compás de sus brazos ahora abiertos de par en par.
Vuelo hacia el sol / burn across the sky
Ambos nuevamente miraron al punto blanco en el cielo y luego se miraron entre ellos para asentir mutuamente y nuevamente fundirse en un cálido y fuerte abrazo seguido de las siguientes palabras:
Sus acciones nuestra voz... / Hear the echoes saying we...
...No amedrentan / ...Won't be silenced
Ya con el agarre bien enganchado entonces ambos emprendieron vuelo hacia la salida seguido de aquellas cadenas que ahora los empezaba a seguir con mucha furia ya que a cada segundo que Shiori abanicaba sus alas más se iba alejando de esas cadenas.
Si quieren creer / Though you want to see us
Qué temblamos con la idea / Tremble when you try it
El callar no será nuestras vidas / All we know are we won't go speechless
¡Vidas...! / ¡Speechless...!
Y a medida que ellos subían juntos por aquellas aguas oscuras a un lado de ellos un reflejo en el que se podían ver a una serpiente oscura y una serpiente blanca con alas se entrelazadas juntas y que se ubicaban a la misma altura que Jamil y Shiori se encontraban.
No acepto / 'Cause I'll breathe
Que traten de sofocarnos / When they try to suffocate us
Dejen de subestimarnos / Don't you underestimate us
Entonces Jamil extendiendo una mano hacia la luz y dijo:
El callar / 'Cause we know
no será / that we won't
nuestras vidas... / go speechless...
Luego Shiori extendiendo también una mano y añadió:
Y callar / All we know
no será / is we won't
nuestras vidas... / go speechless
Y tocando la luz blanca al mismo tiempo exclamaron juntos:
¡Vidas...! / speechless
Entonces todo el espacio se difumino en un pacifico fondo blanco que expandió por completo sin dejar ningún rastro de manchas oscuras y mucho menos no había rastro alguno de ninguna cadena. Al contrario todo lo que se encontraban allí era solo un bello campo lleno de hermosas flores blancas de jazmín de la noche que rodeaban los cuerpos tirados de los dos jóvenes que todavía estaban abrazándose a pesar de que ahora se encontraban en un mundo ideal.
Jamil tenía su cabeza apoyada en el cuello de Shiori mientras que ella sobaba lentamente la cabellera azabache del chico, sus piernas estaban entrelazadas y sus respiraciones eran tan tan pacíficas y armoniosas como si solo estuvieran durmiendo.
O al menos no del todo.
- ¿Jamil...? - Susurró Shiori.
- ¿Si? - Respondió Jamil en un tono calmado.
- En casa... ¿Realmente no tenías a nadie de quien apoyarte en esos momentos tan duros de tu vida?
Jamil lo pensó un poco y entreabriendo un poco sus ojos decidió responderle con sinceridad:
- Honestamente al no poder replicar nada y desconfiar de muchos entonces todo lo que tenía de confianza era solo era a mi mismo.
- Ya veo...- La mirada de Shiori se entristeció un poco.
- Pero... no todo fue malo.- Jamil pensó en una persona muy importante para él- - Si había alguien con el que por lo menos podía ser yo mismo... Esa es mi hermana menor Najma...
- Tu hermana... - Levantó un poco su cabeza. - ¿Ella también pasa por lo mismo que tú?
- Trato que ella no pase por lo mismo... - Respondió seguramente el azabache ahora con su cuerpo empezando a llenarse de costras oscuras que se iban despegando en forma de escama que liberaron la verdadera forma purificada de Jamil. - Aun si hay tantas cosas en las que no concordamos, soy su hermano mayor... y como tal yo por lo menos trato de que ella reciba toda la aprobación que merece tener.
Shiori no necesitaba de su Ajna para saber si Jamil decía la verdad, fue su suave tono de voz y el orgullo que estaba impregnada en cada una de sus palabras lo que demostraba que no estaba mintiendo y eso por lo menos eso alegró un poco a Shiori.
- Eres un buen hermano...
- No es para tanto... era mi deber...
- Deber o no eres una gran persona...
Jamil esbozó una pequeña sonrisa seguida de una pequeña risa solo le dijo a Shiori:
- Cállate...
Y Shiori respondiendo a esas palabras también sonrió y entre risas le contestó.
- No lo haré... Oblígame...
Ambos jóvenes, luego de un largo silencio, no pudieron contenerse más y sólo se empezaron a reír con más fuerza, pero sin dejar de lado el abrazo.
Cerca de aquellos sonrientes y relajados jóvenes, casi pasando desapercibidos, también se encontraban durmiendo aquellas dos serpientes enrolladas en sus largos cuerpo y con las cabezas apoyadas una al costado de la otra, disfrutando de la calidez mutua que las alas de la serpiente blanca que envolvió a ambos reptiles.
Y con ello el suave viento del lugar sopló liberando la dulce fragancia de las flores blancas tanto Jamil y Shiori vieron como todo el lugar se iba iluminando cada vez más al punto que el campo se iba desapareciendo pacíficamente.
- ¿Listo para regresar? - Preguntó Shiori.
- Tarde o temprano tendremos que regresar. - Suspiró Jamil.- Habrá mucho qué decir...
- Descuida... veras como las cosas cambiaran un poco. Todo dependera de ti... - Shiori entonces buscó con su otra mano libre la mano de Jamil, quien al sentir su tacto cálido no dudó en entrelazar sus dedos con los de ella aceptando lo que tenía que pasar.
- Bueno... al menos ya no tendré que retenerme más. - Comentó Jamil empezando a cerrar sus ojos.
- Así será... - Finalizó ella también cerrando los suyos.
Y con ello el rastro de los jóvenes abrazados, el campo de flores y las dos serpientes dormidas se dejaron envolver en la luminiscente luz que representaba la vida.
- Jamil... ¡Jamil! ¡Shiori! - Sonó aquella voz tan familiar junto a otras que también empezaron a llamar a alguien más.
- ¡Shiori!
- ¡Señorita Shiori!
- ¡Koebi!
- ¡Despierta Secuaz!
Continuará...
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Próximo capítulo: "El final de Scarabia"
