Una sacerdotisa en Twisted Wonderland
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"Las serpientes a veces se perciben como malvadas, pero también se perciben como medicina. Si miras una ambulancia, hay dos serpientes a un lado de la ambulancia. El caduceo, o el bastón de Hermes, hay dos serpientes subiendo, lo que significa que el veneno también puede ser curativo.»."
- Nicolas Cage
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Capítulo 57:
"El final de Scarabia"
La penumbra roja que una vez había rodeado al dormitorio de Scarabia por fin se había disipado para revelar el verdadero cielo estrellado de la noches. A pesar del gran desastre en el que se encontraba la empapada sala principal de Scarabia no significaba que todo lo que se encontraba allí estaba del todo roto.
- Ugh... ¿Dónde estoy? - Dijo Jamil empezando a abrir los ojos de poco a poco.
La luz de la sala era intermitente pero una vez que se acostumbró a ella por lo menos se hizo una idea en donde podría estar y para estar seguro estaba apunto de levantarse para mirar a su alrededor, sin embargo casi al momento de siquiera mover un músculo, se percató de que alguien lo estaba abrazando por lo que bajando su mirada observó al responsable de ese cálido calor. No era ni más ni menos que la misma Shiori, quien lo tenía envuelto entre sus protectores brazos mientras que su cabeza se mantenía apoyada en uno de sus hombros.
- Shiori... - Susurró Jamil pudiendo sentir como un leve calor golpeó su cara y sus mejillas.
Reaccionando ante ese nombre, la albina fue de a pocos abriendo sus ojos a la vez que iba liberando su agarre para finalmente levantar su cabeza y observar el resultado final.
- Este lugar... es la sala de Scarabia... - Susurró ella sentándose frente a Jamil. - Entonces eso quiere decir... - Sintiendo un fuerte alivio recorrer por su cuerpo finalmente pudo soltar una sonrisa cansada para luego echarse al suelo y respirar con tranquilidad. - ...logramos regresar a la realidad.
- Qué alivio. - Sonó la voz de Azul llegando a la zona de lugar junto con los gemelos, Grim y Kalim. - Has vuelto a la normalidad.
- Realmente voy a tener pesadillas con ese monstruo... - Dijo Grim caminando hacia el costado de Shiori. - ¿Está bien Shiori?
- Sí, solo necesito acostarme por un momento. - Respondió la albina acariciando la cabeza del felino. - Buen trabajo, Grim.
El felino solo sonrió felinamente ante aquella mano gentil.
Por otro lado y ante este ambiente pacifico y el ver como Jamil y Shiori finalmente se encontraban bien, Kalim, no tardó mucho en sentir un fuerte alivio a tal punto que sus hombros empezaron a temblar y de sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas.
- Jya, Jyamml... ¡WWAAAAHHHHHHHHH! - Tanto fue su alivió que en un instante se lanzó hacia Jamil para tumbarlo contra el piso con un fuerte abrazo mientras sus ojos brotaban cataratas de lágrimas.
- Bebe nutria, te has puesto a llorar. - Floyd comentó lo obvio.
- Parece que también se olvidó de darle un buen puñetazo a Jamil. - Añadió Jade tratando de convencer a Kalim de que cumpliera lo que alguna vez dijo en el desierto.
- E-es que... - Kalim aspiró su nariz. - Estoy contento de que esté vivo... Estoy feliz...
- ¿Y por eso era necesario volverme a tumbar...? - Dijo pesadamente Jamil sintiéndose asfixiado por los brazos de Kalim. A estas alturas lo apartaría, pero dado a que estaba débil lo dejó pasar por esta ocasión. - Ugh, no importa. - Sentenció palmeando la espalda del albino.
- Yo... Yo... - Kalim se levantó para limpiarse los ojos. - ...No tenía idea de cómo te sentiste todo este tiempo. Tú siempre... - Una vez más aspiro su nariz. - ...Has estado cargando ese peso... no lo sabía...
- Y por esa causa has traicionado a Kalim. - Añadió Azul colocando su saco doblado debajo de la cabeza de Shiori.
- Es verdad~ La serpiente marina ha estado viviendo su vida pensando en lo tonto que eres, Bebe nutria ~ - Floyd todavía trataba de convenser de Kalim de que golpeara a Jamil.
- Viejo, aprende a leer el ambiente... ~ - Dijo Grim con una cara de poker y una gota de sudor bajando de su frente mientras se sentaba en el suelo.
- Ace ya tiene un digno rival. - Añadió Shiori en un tono cansado. - Su batalla será legendaria.
- Hmm~ ¿Dijiste algo Koebi? - Sonrió Floyd ahora acercándose a la albina con todas las intenciones de apretarla entre sus brazos.
- Jade... - Azul lo llamó con una vena en la frente.
- No Floyd. - Dijo tranquilamente su hermano para detenerlo a medio camino con su mano. - Dale tiempo para que se recupere.
- ¿Ehh? Pero yo quiero mi abrazo - Floyd hizo un puchero.
- Por ahora hay que abstenernos hermano.
- Gracias. - Agradeció Azul al de arriba por el milagro.
- Pero cuando ya se recupere la podemos buscar temprano y le podemos dar todos los abrazos que queramos. - Añadió Jade con su sonrisita tranquila.
- ¡Hable muy pronto!. - Gruñó Azul.
Volviendo al punto central.
- Hiciste muchas cosas malas... - Continuó Kalim secándose las lágrimas. - Pero siempre has sido quien ha estado ahí para mí.
- Kalim...- Susurró Jamil.
- Por eso... terminemos con esto. - Kalim finalmente terminó de lagrimear. - Dejaremos de preocuparnos por el estado de nuestros padres. Dejaremos de pretender ser amo y sirviente. - Y entonces le extendió la mano a Jamil. - Empecemos a ser iguales.
- ¿Hah? - Jamil arqueó una ceja.
- Empecemos a ser rivales que aspiran a ser los mejores sin contenernos. - Habló con seguridad Kalim, . - Empecemos de nuevo desde un punto de vista igual, seamos amigos. Como iguales, Jamil.
- ¿Cómo iguales... Amigos? - Repitió Jamil, levantando su torso.
Desviando brevemente su mirada gris hacia donde se encontraba Shiori acostada por unos segundo vio como sus miradas se conectaron brevemente. La albina sabía lo que esa mirada significaba así que asintiendo con la cabeza le dió a saber a Jamil de que esta era la oportunidad para sacar su verdadera voz.
- Hmm... Esa es una solución típica de Kalim. - Jamil soltó una leve risa cansada. - Entonces hay algo que quiero decirte, ahora que somos iguales.
- "Dilo." - Pensó Shiori preparándose mentalmente para la resolución de este capítulo.
Entonces Jamil inhalando tranquilamente una cantidad considerable de aire en sus pulmones no tardó dos segundos en fruncir el ceño y sacar todo lo que necesitaba decir.
- ¡ABSOLUTAMENTE ME NIEGO! - Exclamó Jamil que hasta la sala hizo eco.
- ¿Eh? - Dijo Kalim todo pálido y estático ante ese rechazo.
- ¡¿QUÉ~~~~~~~~~~?! - Exclamó Grim también sorprendido ante esas palabras.
Esto solo era la punta del iceberg.
- ¡Descuidado, descarado, estúpidamente torpe, arrogante, carente por completo de cualquier tipo de tacto, un niño rico materialista y realmente exasperantemente despreocupado! - Jamil nombró y enumeró todos los calificativos posibles sin pelos en la lengua. - ¡¿Quién en su sano juicio sería amigo de alguien así por voluntad propia?! ¡A menos que sea de mi interés, no tengo intención de pasar un segundo de mi tiempo contigo!
- ¿Eh, eeeeeeeeeeehhhhhhh? ¡¿Por qué?! - Dijo Kalim con varias e imaginarias flechitas atravesando su cabecita.
- ¡Definitivamente no se está conteniendo! - Exclamó impresionado Grim. - ¡Ha picado en trocitos a Kalim! ¡E hizo añicos a los trozos!
- Así es la verdadera personalidad de Jamil. - Le respondió Shiori con su sonrisa nerviosa. - Quién hubiera imaginado que sería tan quisquilloso.
- No veo ningún problema. - Intervino Azul con una mirada en Jamil que expresaba que había encontrado algo único . - Para mí, este despiadado Jamil es mucho más favorable.
Jamil solo le devolvió la mirada de poker.
- ¿De qué tanto te ríes? esa sonrisa tuya es espeluznante.
- La verdad es que siempre había sentido curiosidad por ti desde los primeros años.
- ¿Eh? - Jamil alzó una ceja.
Y no fue el único...
- ¿Cómo dices qué dijiste? - Dijo Shiori ahora también sorprendida ante esa revelación
- Por lo general, nunca te destacas: un alhelí, por así decirlo. Asegúrate de no sobresalir académicamente, ya sea en clase o con entrenamiento práctico, pero al mismo tiempo nunca sacabas puntajes reprobados. - Fue explicando de a pocos Azul como si fuera el mismo Sherlock Holmes. - Supuse que lo habías estado haciendo a propósito todo este tiempo. Después de todo, no es impensable en lo más mínimo. Siempre pensé que estabas planeando algo detrás de escena, pero finalmente tuvo sentido para mí después de que Shiori me contara las cosas que ocurrían aquí.
- Ya veo...- Habló Jade con una sonrisita.- Si tomamos a Azul de ejemplo, sus notas en alquimia son altas pero todo cambia cuando miras las notas en la clase de vuelo.
La espalda de Azul se erizó un poco ante ese comentario.
- Hablen de algo más y les juro que no tendré piedad en exprimirlos y volverlos loción para piel. - Amenazó el joven de lentes con una sonrisita pero pegada a un aura intimidante y una vena roja sobresaliendo de su cabeza.
Los gemelos solo se rieron levemente ante esa amenaza, pero Shiori, Kalim y Jamil los miraron con una gota de sudor bajo sus cabezas.
- E-eso es un poco extremo. - Dijo Grim de igual modo que los demás.
- Volviendo al tema. - Continuó Azul.- Jugar mancala contigo el otro día fue lo que realmente confirmó mi sospechas. Mantuviste el control total del juego para no poner a Floyd de mal humor.
- ¿Eh, de verdad? - Dijo Floyd con una leve sonrisa sorprendida. - ¿Puede hacer una mierda así?
- Sería demasiado obvio si perdiera de repente, pero si seguía ganando entonces Floyd solo se frustaría contra su adversario. Lo hiciste para que tu oponente se sintiera mejor después de ganar. No es algo que un estudiante promedio pueda lograr.
- ¡Ahora que lo pienso! - Interrumpió Grim soltando un bufido contra el joven con lentes. - ¡Azul no se contuvo conmigo y pateó mi trasero!
- Entonces mi corazonada era correcta. - Retomó la palabra Azul. - ¡El verdadero potencial de Jamil es realmente maravilloso!
- ¡¿Verdad?! ¡¿No es así?! ¡Jamil es el mejor! - Alabó Kalim.
Grim solo miró a Kalim con una cara que expresaba "¿De qué lado estás?".
- Haré como que no escuché eso. - Dijo el felino.
Ahora fue el turno de Azul acercarse a Jamil.
- Probablemente te llevarás mejor con alguien como yo que con Kalim. - Azul le extendió su mano como si intentara negociar. - ¿Qué te parece? ¿No te gustaría transferirte a Octavinelle y mostrarle al mundo lo que podemos hacer juntos?
Sin embargo la respuesta obvia de Jamil fue muy clara y concisa.
- Jamás. - El azabache rechazó la mano y lo fulminó. - ¡¿Qué diablos te pasa?! ¿Hablando de los asuntos de otras personas?... definitivamente apesta a mierda sombría. Ni estando demente los aceptaria como amigos cercanos.
- Oh, eso tuvo que doler. - Rió Jade.
- Fufufu, no me importa honestamente. - Sonrió Azul sin verse afectado.- Al final me funcionó bien, he ganado una nueva adición a mi colección de secretos, así que lo dejaré así.
- Oh, ¿Tu colección de "Debilidades"? - Dijo Floyd.
- Hmph; No puedes hacer uso de algún "secreto" si ya todos lo conocen. - Bufó Jamil.
- Yo ya no entiendo nada de lo que está pasando aquí y ni quiero saberlo. - Comentó Grim. - La mayoría de los humanos sí que son muy complejos, menos mal te tengo a mi lado para soportar esta locura... ¿Tú qué opinas Shiori?
Pero Shiori no respondió.
- ¿Shiori? - Grim nuevamente la intentó llamar.
Pero al voltear su mirada azulada solo pudo ver como la sacerdotisa se encontraba totalmente inmóvil sobre el suelo, con los ojos totalmente cerrados y respirando tranquilamente como si ningún ruido exterior pudiera perturbar su pacifico estado actual.
- ¿Hola? - Comentó el felino acercándose a su cara para picarla un poco con su pata, pero aun con eso ella no se despertó. - ¿Se durmió ya tan pronto?. - Entonces buscando en su listón del cuello sacó un mini reloj que le indicaba la hora exacta. - Apenas son las 8:30 de la noche.
- Quizás fue por el exceso de energía que utilizó. - Comentó Azul siendo el segundo en notar la ausencia de la joven en aquella encantadora "conversación". - Pobre medusa...- Le acarició un poco el rostro con uno de sus dedos. - Ha gastado cada onza de su poder y energía para salvar a Jamil...
Hablando del diablo y de todo lo que hizo, los gemelos, tampoco tardaron en agregar un suave pero sutil hincapié a esa persona a la que Azul se refería.
- Y ni que hablar de todo el horrible estrés que tuvo que haber pasado en Scarabia y las duras adversidades que toleró hasta antes de que llegara a nosotros. - Dijo Jade, limpiando con un pañuelo, una lagrimita falsa que se escapaba de uno de sus ojos.
- Es más que obvio que merece su descanso por tal hazaña, después de todo se merece todo lo mejor - Rió Floyd.
Y como detalle adicional Azul agregó.
- Sí, definitivamente merece lo mejor de lo mejor... - Y acomodando sus lentes añadió. -... alguien digno como yo por ejemplo.
Un inexistente plato se rompió dramáticamente en el ambiente.
- ¿Disculpa? - Los gemelos rápidamente dejaron de fingir y dirigieron sus mirada sonrientes pero oscuras hacia Azul.
No fueron los únicos porque Jamil sin pelos en la lengua lo encaró.
- ¿Ah? ¿De qué mierda estás hablando? ¿Tú ideal para ella? Debes de haber bebido mucha agua de mar para llegar a esa conclusión. - Jamil agudizó su mirada.
- Para tu información yo crecí respirando bajo el mar todos los días y segundo ¿Por qué no? Conozco a Shiori mejor que nadie en esta habitación. - Contraatacó Azul devolviendo la mirada pero con una sonrisa arrogante. - Sé en gran parte las cosas que a ella le gustan y en especial las que les disgustan, dudo mucho que se fijaría en alguien que la haya obligado a quedarse en contra de su voluntad y hacer un sin fin de cosas que casi la matan.
- Tú tampoco te quedas atrás. - Jamil solo lo fulmino con la mirada. - No es novedad que entre los estudiantes sepan de que tu intentaste "negociar" el dormitorio abandonado que casualmente ella vive allí.
- Las cosas que hice antes es solo mi incumbencia y la de ella. - Respondió Azul con seguridad. - Y sí, cometí un error por todo lo que le hice y lo admito, pero eso me da motivos para mejorar mi lazo con ella en lugar de estancarse en un vaso porque ella se ha ganado mi confianza desde el día que me salvó. Ambos ya nos hemos perdonado mutuamente ¿Pero qué hay de tí? ¿Qué hiciste por ella?
Jamil solo mantuvo su mirada clavada en los ojos de Azul, ambos jóvenes se miraban tan fijamente que incluso la energía del ambiente se volvió pesada en un instante.
Pero por otro lado...
- ¿Eh? ¡¿QQUUÉÉÉÉ?! - Exclamó sorprendido Kalim ante esta nueva revelación no tan esperada. - ¡¿Azul, a ti te gusta Shiori?!
Y con eso el ambiente dejó de ser pesado.
- Gustar sería una descripción muy corta joven Kalim - agregó Jade con su fría y calculadora sonrisa típica. - Él la adora como no te puedes imaginar y no es el único. Hay un minúsculo grupo de personas Incluyéndonos que gustan mucho de la señorita Shiori y nos lo culpo, es linda, encantadora y con un único esplendor. Sin duda alguna un bello tesoro marino que uno puede descubrir.
- Además de que la pequeña Koebi es muy entretenida y chistosa~ - Rió Floyd con un brillo sus ojos heterocromáticos. - Ella siempre me alegra el día cada vez que la encuentro y me gustan mucho sus fuertes abrazos que pueden romper la columna de uno... Eso es lo que más amo de ella.
La mandíbula de de Kalim estaba casi por los suelos ¿Los gemelos también? y no solo eso sino que había un grupo de jóvenes que iban tras el diamante en bruto.
Desde el día en que la conoció, en el momento en el que sus miradas se conectaron en la ceremonia de entrada, siempre pensó que él sería el único quien albergada estos lindos sentimientos en su cuerpo. Nunca imaginó que habría más chicos que tenían el mismo objetivo. Pero ahora que lo recordaba, tenía mucho sentido, porque Jamil también lo había mencionado, incluso estando en su estado Overblot, él dió a entender muy fuerte las emociones que sentía por ella.
- "Jamil hizo tantas cosas por mí desde pequeños." - Pensó Kalim con preocupación. - "Siempre me tuvo que ceder todo lo que él anhelaba. Entonces lo correcto sería que yo debería hacer lo mismo por él, pero..." - La mirada de Kalim se entristeció un poco ya que la idea que estaba pasando por sus pensamientos le oprimía mucho el corazón, algo que lo dejaba muy confundida sobre cómo catalogar esta nueva sensación. - "Pero ¿Porqué me duele tanto el solo pensar alejarme de Shiori para que esté con Jamil? ¿No se supone que debería apoyarlo?"
Y así un montón de pensamientos y dilemas rondaron por la mente de Kalim al mismo tiempo que cierta mirada gris se fijaron en albino brevemente.
- ¿No sé por qué se enoja tanto, joven Jamil? - Azul fingió inocencia . - Claramente dijiste que a ti no te interesaban las personas que compartían similitudes con el joven Kalim. Eso quiere decir que a ti verdaderamente nunca te agradó Shiori lo cual cuenta como un rival menos del cual deba preocuparme.
El solo escuchar eso hizo que Jamil solo chasqueara la lengua y nuevamente atacará cual víbora defendiéndose.
- Detente un momento. Puede que dejé en claro todo lo que pienso acerca de Kalim, pero otra cosa muy diferente es acerca de lo que realmente opino de Shiori y de antemano te voy diciendo esto Azul. - Enderezando mejor su espalda, Jamil, entonces mostró una ardiente mirada desafiante y atacó. - No te atrevas a subestimarme de nuevo. Yo no voy a contenerme más, haré lo que esté en mis manos para ganar no solo esta batalla. - Entonces desvió su mirada en Kalim. - Lo mismo va para tí.
- ¿Eh? - Dijo Kalim saliendo del embrollo de sus pensamientos al mismo tiempo que sus ojos se abrieron con sorpresa.
- Se lo que estas pensando tonto, así que olvídate de esa "humilde" idea que tiene tu cabeza de ceder por pena. No necesito la simpatía de nadie. Ya sea tú... - Jamil luego a todos los presentes. - O cualquiera de ustedes. No voy a entregar la victoria nuevamente y aparte de eso... la pienso ganar con mis verdaderos esfuerzos.
Pensando palabra por palabra, por fin Kalim pudo comprender fuerte y claro las palabras y determinación de Jamil. Sabiendo que no solo se refería en el ámbito académico si no también en cierta dama entonces fueron motivo suficiente para que el albino nuevamente sintiera confianza en sus palabras y aceptando aquel desafío entonces asintió con la cabeza a Jamil y respondió:
- ¡Sí! ¡No planeo perder!
- Entonces ya es un hecho... - Rió Azul mostrando su mejor sonrisa desafiante.
- Qué gane el mejor. - Habló Jade.
- Sí, a partir de este día somos rivales... - Comentó Floyd o dando un cierre a este pacto de jóvenes luego de una gran batalla que casi les cuesta la vida o pudo haberse quedado allí de no ser porque el gemelo más travieso añadió. - Aun con la bebe nutria ya intentó proponer un compromiso a Koebi aun estas muy lejos se enamorarla.
Hubo un silencio incómodo seguido de la cara confundida de Kalim con sus ojos hechos unos puntitos.
- ¿Qué? -Dijo agudamente Kalim.
Realmente fueron los tres segundos más largos para Kalim ya técnicamente estuvo tratando de procesar esta nueva e inesperada información que giraba alrededor de su cabeza y cuando por fin su cerebro terminó por comprender letra por letra entonces fue cuando el pánico hizo acto de presencia.
- ¡¿EHHH?! ¡¿CUANDO PASÓ ESO?! ¡¿Es más cuando le dije eso?! ¡No lo recuerdo! - Kalim no sabia que decir ya que estaba muy confundido y para colmo más preguntas que respuestas inundaba su pobre cabeza que ya estaba echando humo. - ¡¿Qué alguien me explique?!
- "¿Habla en serio?" - Pensaron Azul, Jade y Floyd al mismo tiempo con una cara de poker.
Jamil ante esa predecible respuesta solo rodó los ojos y soltó un suspiro de cansancio.
- Idiota, no me sorprende que tú cerebro lo olvidara. Solo piénsalo por un momento. Hace varias horas atrás... en la pileta de Scarabia... ¿Por qué crees que estos tipos... - Señaló al trio de Octavinelle. - ... casi hicieron un escándalo cuando le entregaste un broche ceremonial perteneciente a tu familia a una chica teniendo en cuenta las tradiciones de nuestro país?
Kalim nuevamente se quedó en silencio un rato, realmente traba de usar hasta la última neurona de su cabeza tratando de entender cada pistas que le acaban de dar.
Como si de encender varios focos al mismo tiempo se hubiera tratado, Kalim, al inicio abrió en grande sus ojos ante la claridad del mensaje y la sinapsis, luego su cara enrojeció a más no poder y finalmente su mente terminó por explotar como la estrella de la muerte lo que ocasionó que él soltó un fuerte chillido cargado de bochorno y oprobio.
El solo recordar vívidamente el momento exacto en el que él acarició el cabello de Shiori mientras le colocaba el broche como si nada era solo recordar una gran metida de pata a niveles estrafalarios técnicamente se había saltado varios pasos mucho más importantes que quería hacer antes de siquiera llegar a una propuesta formal según dictaban las tradiciones de las arenas calientes ¿Por qué lo había olvidado?
- En momentos como este agradezco que Shiori venga de otro mundo porque no respondió a tu propuesta por lo que nada fue formalizado. - Habló Jamil a un aturdido Kalim que echaba humo por la cabeza.
Por lo menos una cosa menos que preocuparse ¿Verdad?
- Muy bien supongo que eso sería todo. - Dijo Azul ahora sí concluyendo la charla lo más pronto posible ya que necesitaba hacer algo muy importante. - Si me disculpan, escoltaré a la señorita Shiori a sus aposentos para que descanse mejor.
Ese era el motivo por el que Azul quería terminar la charla de manera rápida. Jamil, Jade y Floyd no se querían quedar atrás por lo que también estaban dispuestos a también llevarse a Shiori, sin embargo no todo siempre sale acorde al plan ¿verdad?
Justo luego de mirar hacia la misma dirección todos se detuvieron al instante porque solo encontraron un piso vacío con varias líneas blancas parpadeando la silueta de puntos en la que antes estaba la sacerdotisa dormida.
¿A dónde se fue?
Moviendo su cabeza de un lado a otro todo se toparon que al final casi cerca de la entrada Grim caminaba de lo más tranquilo al lado de la alfombra voladora que transportaba el cuerpo dormido de Shiori con mucho cuidado.
- Son muy ruidosos y escandalosos. No la están dejando dormir en paz. Arreglen sus problemas de telenovela a otro lado, nosotros nos marchamos a dormir ¡Buenas noches! - Sentenció Grim ya irritado, fastidiado y cansado a más no poder, pero tan solo siquiera antes de retirarse dio una última advertencia con su adorable y enojada mirada. - ¡Y al primero que trate de despertar le quemó las nachas!
Casi de manera involuntaria Kalim movió sus manos hacia atrás dado al todavía vívido recuerdo de la ceremonia de entrada.
De ese modo, con una amenaza pasivo agresiva de por medio, el felino se fue con la frente en alto junto a su durmiente secuaz a su habitación temporal en Scarabia, dejando atrás a unos a los jóvenes que claramente tenían una venita hinchada sobre sus cabezas ante su derrota contra un gato monstruo que se le adelantó mucho más antes que que lo chicos empezaran su acalorada discusión.
Tal parece ser que al final de todo, el michí siempre será el ganador invicto e indiscutible en todas las conversaciones .
- ¡Maldito gato metiche! - Exclamaron los jóvenes a excepción de Kalim.
- ¡YA CALLENSE! - Chilló Grim como respuesta a lo lejos. - ¡NO SOY UN GATO!
...
- Oh por alá ¿En verdad hice eso? ... - Murmuró Kalim en una esquinita cubriéndose su cara sonrojada con sus manos, mientras su mente repetía en bucle como Shiori se puso contenta cuando le dio el broche y su hermosa sonrisa o su llamativa mirada dulce. - Me tengo que esforzar más...
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Relativamente la noche iba bien, todos estaban acostados en sus respectivas camas e incluso el pequeño Grim estaba acostado muy pacíficamente y a gusto al costado de Shiori. Sí, definitivamente nada parecía que pudiera perturbar dicho sueño pacífico...
o al menos lo fue hasta que de pronto...
Snif... Snif... Snif... Snif...
El rostro de Grim levemente fruncía el ceño ante ese repentino ruido molesto de alguien olfateando, pero que no había durado por mucho tiempo ya que todo nuevamente se volvió silencioso dándole una clara señal de que lo que sea que estuviera respirando escandalosamente ya se detuvo. Entonces Grim, regresando a la comodidad de la almohada y la sábana, sólo cambió su posición para dormir y creyó que podría volver a su plácido sueño.
Pero nuevamente aquel sonido nuevamente irrumpió muy cerca de él y no eran las suaves respiraciones de Shiori, él sabía diferenciarlas.
Snif... Snif... Snif... Snif...
- "Ugh, los voy a hacer trizas." - Pensó Grim despegando sus ojos con una mala cara cansada para luego susurrar fuertemente. - ¿Qué no les dije que no intentarán despertarnos? Les voy a quemar sus nachas...
Sin embargo, al abrir los ojos vio que no había nada cerca de él. Azul. Los gemelos Leech, todos estaban profundamente dormidos. Era extraño si todo relativamente estaba normal entonces...
¿Quién era él que estaba haciendo el ruido?
Fue lo que se preguntó Grim así mismo muy confundido y antes de que se hiciera más preguntas ahora el sonido de unos pasos apresurados seguido de la puerta casi entreabierta lo sacaron rápidamente de su mente.
- "¡Ah ha! ¡Ya te ví! ¡No te vas a escapar!" - Pensó Grim armándose de valor para bajar de la cama y de manera muy silenciosa y apresurada salió de la habitación para perseguir a lo que sea que trataba de huir de la escena.
Los pasillos estaban muy oscuros pero gracias a que Grim traía puesto el cristal que le dio Shiori entonces se fue mucho más fácil guiarse hacia donde ir debido a la luminiscencia que este objeto emanaba. Camino por camino. Pasillo por pasillo. Grim, luego de una gran persecución, finalmente llegó al final del camino que resultó ser la vacía y desordenada sala común de Scarabia. Si uno se fijaba bien en la escena entonces podría ver con sus propios ojos que no había nadie, como si el sospechoso simplemente hubiera desaparecido sin dejar rastro alguno.
- Hmp... Así es, huye del poderoso Grim. - Dijo el felino alumbrando el lugar con el cristal mientras sonreía presumidamente. - Nyahaha problema resuelto.
Sin embargo...
Una roca negra... puedo oler una roca negra en esta habitación...
- ¡Fgna! ¡¿Quién dijo eso?! - Dijo Grim con la cola ahora muy esponjada por el repentino susto que ocasionó aquella voz que sonó casi a sus espaldas.
Ni corto ni perezoso entonces rápidamente empezó a mover el cristal de Shiori de un lado a otro tratando de iluminar la sala lo más que podía mientras giraba y miraba a todas las direcciones esperando ver a alguien, pero no había nada.
- "¿Por qué salí solo?" - Casi lloriqueó internamente Grim.
Esto técnicamente era como en los juegos de terror que una vez Ace, Deuce, Jack y Shiori jugaron juntos, pero la realidad supera mejor a la ficción. Uno arrojaría la toalla y correría por su vida en la oscuridad hasta llegar a su cuarto para sentirse a salvo, pero por algún motivo Grim no quería optar por esta opción ya que quería demostrar que no era un miedoso.
- ¡S-sé que estás aquí! ¡No te tengo miedo! - Dijo Grim claramente estando un poco asustado y con los dientes casi castañeando.
Nadie le respondió y en lo todavía daba vueltas en toda la sala para cuidarse la espalda repentinamente su pata se topó con algo sólido que casi lo hacía chillar fuerte, pero que rápidamente cubrió su boca para no llamar la atención de alguien o darle alguna ventaja al sospechoso.
- ¿Qué fue? - Dijo Grim, ahora apuntando con el cristal hacia donde había pisado.
Para su buena o mala suerte no era ningún pie humano lo que había encontrado sino un cristal negro que inocentemente esta tirado en el piso.
- ¿La roca negra? - Dijo Grim dejando el cristal de Shiori a un lado para sostener con sus patas el objeto oscuro. - ¿Ha estado aquí todo este tiempo?
Grim la olisqueó un poco podía sentir como el hocico se le hacía agua. Tan solo era dar un mordisco y podía darse un pequeño festín nocturno, pero una pequeña parte racional dentro de él, una conciencia para ser preciso, le hizo recordar algo de lo que Shiori una vez le dijo antes. Justo después de los acontecimientos de Azul y su Overblot.
...
- Escúchame Grim. - Dijo ella. - Prométeme que ya no comerás ninguna piedra de procedencia desconocida del suelo.
- Pero si no me pasa nada. - Refutó él. - Me encuentro bien.
- Lo sé Grim, pero aun así no es higiénico que te lo comas directo del piso. ¿Nunca te preguntaste cuántas bacterias te pudiste haber llevado a la boca?
- Todo el tiempo.
- Mira... Hagamos un trato. - Le ofreció la albina levantando su dedo meñique. - Si no comes más de esas piedras del suelo yo te prometo por la garrita que como recompensa te puedo preparar mis famosos Daifuku Mochi de fresa las veces que quieras.
- ¡Ahhh! ¿En verdad las harías para mi? - Dijo Grim muy emocionado.
- Lo haré pero si tú cumples parte de lo acordado, ¿Capiche?
- ¡Lo que sea por tus dulces! ¡Lo prometo! - Dijo Grim entrelazando la garra de su pata al meñique de Shiori.
...
Al recordar la propuesta de la albina realmente hasta hacía muchas muecas graciosas y refunfuños en señal de que realmente lucha contra el deseo de comer esa brillante y aromática piedra.
Normalmente uno diría que si él se la come ahora entonces ella nunca se enteraría de la verdad porque está dormida, pues no. Shiori técnicamente era un detector de mentiras andante gracias a sus ojos y no le convenía mentirle porque al final se enteraría y sería peor si ella descubre la jugarreta.
- ¡Fffnnaaggg!... ¡Maldita tentación!. - Chilló Grim empezando a alejar la piedra lejos de su cara. - Quiero la piedra, pero también quiero los dulces... además se lo prometí.
En momentos así ¿Dónde había una chimenea para quemarla dicho artefacto infernal del mal es las brasas del fuego?
Sin embargo...
Ahí está... lo sabía... ¡Kukuku... Heeheeheeheehee!
Antes de que Grim reaccionara en un parpadeo la piedra negra desapareció de sus pequeñas patas, dejándolo muy confundido.
¿A dónde se fue la piedra?
Estaba apunto de moverse cuando de pronto el sonido de dientes masticando y tragando con fuerza y desesperación. Alguien estaba con él en la sala y lo peor de todo era que se había quedado gélido por el miedo. Con un poco de curiosidad inquietante solo movió un poco su cabeza para ver por el borde de sus ojos como a unos metros de él había una silueta encorvada, que pudo distinguir un poco debido a que estaba oculta por la sombra de la columna, tenía la piedra en su agarre que ya iba teniendo marcas de mordidas.
Es picante... pero aún tiene una leve riqueza al respecto...
Por como se escuchaba estaba muy hambriento y quizás por eso todavía no notó su presencia, debía de aprovechar de eso para salir del lugar e ir a un lugar seguro
- "Tengo que regresar a la habitación." - Pensó Grim sudando a mares mientras ahora miraba el cristal de Shiori que había dejado de lado y empezó a extender su cola en forma de tridente muy lentamente para no hacer ningún ruido, todo para que un plan improvisado pasará con su cabeza peluda. - "Muévete... muévete..."
Hmm... Ya me lo he comido todo...
- "No lo mires... no lo mires..." - Se repitió Grim en un tono muy ansioso ya casi estaba a nada de sostener el cristal lila. - "Ya falta poco..."
Más... quiero más rocas negras...
Y finalmente pudo agarrar el cristal sin embargo por más que él lo trató de levantar el objeto lo más suave posible el leve ruido de las cadenas de plata se escuchó claramente haciendo que Grim soltara un fuerte respingo ante el pequeño ruido; casi muy temeroso por el tenso y silencioso ambiente casi de manera temblorosa regresó su mirada hacia la silueta que vio antes para solo ver un par de brillantes ojos azules brillando en las oscuridad que lo miraban fijamente.
- "¡Mierda ya me vio!" - Exclamó Grim, ahora sintiendo como la adrenalina se inyectó en sus patas para luego lanzar de manera inesperada una mágica bola de fuego azul que terminó por chocar con la silueta y generar un fuerte ruido estruendoso que él aprovechó para salir corriendo como alma que se lleva el diablo.
En ningún momento de la carrera él se detuvo y mucho menos se atrevió a mirar atrás, ese era el peor error de los protagonistas en las películas de terror que vio. Felizmente logró visualizar la puerta de la habitación y corriendo aún más rápido finalmente logró entrar al cuarto y cerrar la puerta lo más rápido que pudo para luego sumergirse en las sabanas de la cama y llegar hasta Shiori y abrazarla en su pecho mientras cerraba sus ojos con fuerza esperando dormir pronto y esperara que todo lo que vio solo fue parte de un sueño.
- "¡Nunca más vuelvo a salir solo por las noches! ¡Eso fue aterrador!" - Juró Grim hundiéndose más en el calor de la albina.
Al fin y al cabo Shiori era su lugar más seguro que confiaba en momentos como este.
Pero...
Regresando a la silenciosa sala común de Scarabia todo lo que se quedó atrás solo fue una bandeja circular de plata parcialmente quemada, pero cuya superficie todavía bien pulida se podía claramente ver el reflejo de la habitación...
...Como si fuera un espejo.
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Jamil no sabía que decir en este momento. Miró a su alrededor y no había nada más que una oscuridad infinita en la que él se encontraba solo. Era como si estuviera viendo de frente a un fondo oscuro en la que varios ecos de varias voces irreconocibles hablaban a su alrededor.
- ¿En dónde estoy? - Se preguntó Jamil
En eso y suave siseo susurró levemente a un lado de su oído que lo dejó bien alarmado. Rápidamente giró su cabeza a un lado y para su sorpresa y confusión solo se trataba de una serpiente con alas que iba descendiendo con una elegancia lenta hacia él. No era cualquier reptil si no que esta era blanca y con unos bellos ojos rojos como rubíes que lo miraban fijamente.
Por algún extraño motivo Jamil no se asustó ya que había algo en la mirada de dicho animal que le generaba una especie de confianza, como si sintiera una inmensa paz.
Jamil intentó levantar su mano para acercarla al animal para que esta se posara en su mano, pero ni bien hubo un ligero rozamiento entre ambos, como si alguien hubiera apagado la luz, todo finalmente se hundió en la oscuridad de una pantalla negra seguido de una voz femenina que le dijo...
- Búscala ella te está esperando...
Luego de aquellas palabras Jamil abrió los ojos de par en par. Estaba en su cuarto como de costumbre.
- Fue un sueño... - Dijo él sobándose los ojos y tomando su teléfono para ver la hora.
Eran como las cinco de la mañana, el cielo todavía estaba oscuro pero con varios indicios de que el sol estaba apunto de salir en una hora.
Con esa excusa quizás hubiera regresado a la cama a completar sus horas de sueño, pero la sensación de resequedad de su garganta y el hambre lo obligó a levantarse de la cama para ir en búsqueda de agua y regresar a dormir.
...
Caminando con calma Jamil caminó por los pasillos de dormitorio viendo alguno que otro rastro de lo que ocurrió el día anterior. Había uno que otro recuerdo de la batalla que todavía podía recordar pero mucho de los recuerdo de ese día estaban incompletos, pero lo nunca olvidaría fue el como Shiori lo había ayudado a salir de su oscuridad y le mostró ese hermoso lugar pacifico.
- "Hablando de ella... ¿Estará bien?" - Pensó Jamil con una ligera cara larga acompañada de una mirada culpable al recordar el como ella terminó luego de la batalla. - "Ella hizo tanto por mi al punto de quedar muy agotada y yo solo la trate como si fuera alguna clase de desesperado premio que tenía que ganar... No sé cómo dirigirme hacia ella.."
Ya estaba apunto de llegar a la cocina de Scarabia. Solo era cuestión de dar solo un par de pasos, pero en medio del camino se detuvo.
¿Por qué?
Porque sus oídos agudos escucharon como alguien estaba caminando dentro de la cocina y abriendo y cerrando los cajones.
Debido a las experiencias anteriores de gente infiltrada o asesinos en la casa de los Al-Asim entonces Jamil se apoyó contra la pared lo más silencioso posible. No tenía su pluma en las manos pero no será necesario, ya estuvo en situaciones similares por lo que esto no era novedad. Con mucha calma avanzó hasta el borde de la puerta preparándose para lo que podía pasar, pero cuando inclinó su cabeza y miró por el borde se topó con la que menos se esperaba... Shiori.
Ella estaba secando los utensilios y bowls que ya estaban lavados y a juzgar por el dulce aroma de las especias junto a la mantequilla impregnada en el ambiente, al parecer había cocinado.
Al menos con eso él se pudo relajar un poco al ver que no se trataba de ninguna amenaza, pero eso no significaba que la albina no hubiera sentido su presencia.
- Veo que te recuperaste pronto, Jamil. - Dijo ella dejando de mover las manos, pero tampoco se giró de su posición. - ¿Noche pesada?.
Jamil al inicio se exaltó un poco, pero viendo que ya era inútil esconderse entonces salió de donde estaba y, armándose de valor, entró a la cocina.
- Lo mismo pregunto - Dijo Jamil aunque sintiéndose un poco tenso, pero supo tomar el control de la conversación. - ¿Estuviste aquí mucho tiempo?
- Algo así. Me levanté muy temprano y cuando traté de dormir nuevamente ya no pude más. - Dijo Shiori brevemente. - Así que decidí estar aquí un rato y me puse a hornear galletas, para matar el tiempo y despejar un poco la mente.
Luego ella señaló a su lado una bandeja pequeña de galletas que estaban enfriándose.
- Ya veo. - Comentó brevemente Jamil, sintiendo un poco de nostalgia ante este tipo de escenario ya que le traían memorias del pasado con su familia.
En ningún momento Shiori volteó la mirada a verlo, haciendo que Jamil empezara a pensar que quizás ella si estaba molesta con él y que este era su modo de expresarlo...
...O al menos así lo pensó cuando ella interrumpió sus pensamientos con su voz.
- No falta mucho para que la tetera con el agua esté lista. - Dijo Shiori apoyando sus manos en la barra para luego preguntarle. - ¿Quieres un poco de té?
Jamil comprendió que esta era su oportunidad para romper la brecha que los separaba; si quería reparar al menos una de las pocas cosas que él podía tener entonces decidió dar un pasó adelante.
- Sí, en ese caso déjame ayudarte con el té. - Respondió Jamil colocándose a un lado de Shiori para ir a las gavetas y sacar dos taza junto con el polvo de té, el azúcar y una que otra especia para complementar la bebida, mientras que la albina terminaba de secar y guardar los utensilios que tomó prestado.
A medida que ellos iban en lo suyo, con una que otra mirada escurridiza que se daban del uno hacia el otro cuando miraban hacia otro lado, Shiori decidió que ahora era su turno de dar su aporte en la charla antes de que todo continuará siendo incómodo.
- ¿Sientes alguna dolencia?
- No.. Me siento un poco mejor. - Respondió rápidamente Jamil.
- Qué bueno ¿Algo más?
- Bueno... mi cuerpo ya no está tan adolorido como antes, pero siendo honesto aun así hay tantas cosas que todavía rondan por mi cabeza.
- ¿Te refieres a lo que pasó en tu estado Overblot? - Añadió Shiori.
Casi al momento de mencionar la palabra Overblot, Jamil detuvo su mano que sostenía la cuchara con el polvo de té y se quedó un buen rato estático ya que los pocos recuerdos que tuvo en ese estado, junto a lo que le hizo a ella antes de todo el caos empezará, transcurrieron en su mente y con ello...
- ¿Pero qué hay de tí? ¿Qué hiciste por ella?
Muchos pensarían que Jamil se había quedado mudo, pero luego de pensarlo bien sabía lo que tenía que decir. Entonces, separando sus labios delgados, habló:
- Shiori... - Susurró él dejando la cuchara en la taza para llamarla.
- ¿Qué pasa? - Ella también detuvo sus manos que sostenía un bowl de metal, lista para escuchar.
- Escucha yo... no tengo las palabras adecuadas que justifiquen las cosas que hice. Yo me equivoqué y a causa de mis decisiones te he obligado en contra de tu voluntad a quedarte en un asunto que no te compete, me he aprovechado de tu inocencia y abusé de tu amabilidad. - Jamil colocó sus manos en el mostrador y la fue apretando con fuerza debido a la vergüenza y la culpa que aún albergaba dentro de él con respecto a lo que le hizo a la joven. - He traicionado tu confianza desde un inicio y me he portado como un completo imbécil y un falso...
Shiori giró su cabeza hacia la dirección en la que estaba Jamil.
- Está muy claro que tienes todos los motivos para odiarme y alejarte y... y yo... yo... - Decir esta parte era algo no le gusta decir, pero teniendo en cuenta ahora el contexto de la situación él sintió que era necesario decirlo. - Yo entenderé si tomas esa decisión, y sí suena muy hipócrita de mi parte después de todo lo que pasó, pero lo que trato de decirte es que...
En eso sus palabras fueron cortadas al instante cuando la calidez de una mano se posó sobre la suya y desviando su mirada gris descubrió que se trataba de la mano de Shiori.
- No creo que todo lo que hicimos fuera falso. - Dijo Shiori en un tono acongojado. - Créeme... sé cómo diferenciarlos.
Con los ojos confundidos entonces, Jamil, levantando su mirada lentamente vio como Shiori lo miraba con una mirada que tenía ciertos tonos de tristeza.
- En el pasado... hubo alguien quién me mintió una vez. - Ahora Shiori habló. - Fingió ser amable conmigo y me trató de una forma tan linda que creí que era verdadera, pero solo terminó siendo un truco ya que solo buscaba herirme y humillarme... y lo peor era que esperaba que nunca me diera cuenta de lo que estaba haciendo a mis espaldas.
- "¿Humillarla y herirla? ¿Quién sería capaz de lastimarla a tal punto?" - Preguntó Jamil con una mirada de preocupación.
- Mis maestros siempre me han enseñado que si quiero tener paz conmigo misma, el perdón es el primer paso de ello... - Shiori hizo una breve pausa tratando de calmar el dolor de su pecho que todavía sentía su pobre corazón de tan solo recordar a ese muchacho de cabellos oscuros y ojos café y sobre todo recordó fugazmente lo que pasó después luego de aquel día cuando finalizó las internacionales de Gimnasia. - ...Nunca pudimos llegar a nada porque él simplemente huyó y todo lo que sé es que se mudó a otro lugar.
Shiori pensó con reflexión en todas las cosas que ella hizo en su depresión cuando supo la verdad que Nanai y Sayu y de lo que habían planeado a sus espaldas, su tristeza solo se hundió más cuando "tuvo la brillante idea" de leer aquel dicho libro prohibido que contenía registrado todos los datos personales de los anteriores marcados incluyendo la fecha que recibieron la marca y también unos trágicos datos que la marcaría de por vida hasta el día de hoy.
- Si te soy honesta, admito que por un segundó si pensé en descargar toda mi rabia contra él, pero al final no pude hacerlo. No se si es porque soy demasiado débil o porque tengo la fuerza suficiente para evitarlo.
- No eres una muñeca sin emociones... - Comentó Jamil entendiendo perfectamente ese sentimiento. - Tienes emociones que te harán reaccionar dependiendo de la situación ya sea estando enojada o triste. Eres libre de hacer todo lo que decidas.
- Sí, tienes razón... - Comentó Shiori ahora mirando el tatuaje de su mano. - Estando aquí conviviendo con ustedes, pasando momentos con ustedes y siendo yo misma he descubierto que mi alma posee mucha más libertad que antes. Tanto para odiar... - Pensaron los integrantes del culto rojo. - como para amar... - Pensó en su familia y en sus amigos.
- "Entonces ya tomó su decisión... " - Pensó Jamil bajando los ojos con tristeza. - "Lo lógico sería que ella me odie..."
Antes de qué terminara la frase Shiori rápidamente añadió...
- Se lo que debo de hacer. - Entonces ella regresando sus ojos sobre Jamil dijo: - Y he decidido que te daré una segunda oportunidad, Jamil.
Los ojos de Jamil se abrieron los ojos con sorpresa y levantándose otra vez vio como Shiori con una sonrisa cálida que le generó un fuerte palpitar en el corazón del joven de cabello azabache, pero aun así su lado lógico no tardó mucho en manifestarse.
- No. No me lo merezco. - Susurró Jamil. - Shiori, yo te hice cosas horribles...
- Y yo casi termino por partirte a la mitad tú columna. - Contraatacó Shiori.
- Te he usado con el fin de expulsar a Kalim.
- Y te he aplicado un suplex que casi te quiebra el cuello y te rompe la cabeza.
Y allí estaba, la terquedad de Shiori en su máximo esplendor al rehusarse a perder, pero no era la única.
- ¡Por poco y casi te mató estando en mi estado Overblot! - Jamil trató de razonar con ella, pero ella todavía esquivaba ese argumento.
- No eres el primero quien lo intenta.
- Shiori, esto es serio. - Comentó Jamil mirándola seriamente a la cara.
- Yo también estoy siendo muy seria. - Shiori frunció levemente el ceño.
- Date cuenta, tienes varios motivos lógicos para odiarme ¿Por que te esfuerzas tanto en ver algo bueno en mí?
A lo que ella respondió.
- Porque todos en algún momento hemos metido la pata y en grande, confío en las segundas oportunidades y se a quienes se las debo de ofrecer. Lo demás dependerá de lo que tú harás de aquí en adelante. - Respondió con una seguridad Shiori que casi deja sin aliento a Jamil.- y sí soy consciente de que hiciste muchas cosas de las que no justifican las acciones que cometiste, heriste a muchos y me mentiste para que tu plan saliera sin falla, pero también puedo ver a través de tus ojos que estás dispuesto a tomar la responsabilidad de tus acciones sin huir. Eso ya habla mucho de ti y me lo has demostrado varias veces incluso al venir aquí.
Jamil podía sentir cómo cada palabra de la albina llegaba muy en el fondo del joven al punto que sus mejillas iban adquiriendo un leve calor.
- S-Solo fue una coincidencia. - Jamil dijo como excusa, pero la manera en como lo dijo no sonaba muy convincente y hasta sonaba nervioso. Claramente se recriminó mentalmente ante su descuido nivel Kalim.- "¿Por qué he tartamudeado? ¡El tonto es contagioso!"
- Aja.- Shiori le arqueó una ceja.- ¿Y entrar a mi cuarto en la madrugada también fue una coincidencia?
Al instante los hombros de Jamil se sacudieron rápidamente por la exaltación debido al inesperado comentario, lamentablemente fue algo que Shiori noto al punto de sonreír divertidamente.
- No sé de qué hablas. - Jamil continuó negándose a la vez que desviaba la mirada de la albina. - ¿En qué te basas?
¿Qué en "qué se basaba"? Oh Shiori tenía varios puntos que lo unen a Jamil y se las iba a decir todas.
- Jamil...- Advirtió Shiori. - La vez que me enfermé había un plato con agua en el escritorio y al día siguiente mágicamente desapareció...
Jamil iba a responder que eso no era una prueba suficiente pero Shiori fue rápida y continuó hablando.
- Y antes de que me digas que pudo haber sido cualquier estudiante, un fantasma o el mismo Kang el conquistador en persona, me di cuenta justo cuando hablé con Azul y los gemelos en el desierto. - Shiori ahora adoptó una mirada serena. - En el momento en el que estaba poseída y apunto de atacar a Kalim y a Grim hubo un campaneo en medio de la batalla que me detuvo al instante. Esa era una de las restricciones que yo tenía y que nunca se lo dije a nadie porque ni yo misma sabía de su existencia hasta entonces. El único quien quizás sí pudo saberlo fue el visitante nocturno que estuvo en mis sueños el día que enfermé ¿Pero cómo algo tan intangible como un sueño pudo haber tenido tanta relevancia en un caso real? Eso se debe porque tuvo que ser una persona experta en el campo de la mente para siquiera atravesar las capas del sueño, entonces ¿Qué persona cuya increíble magia relacionada a la mente, que investigó de la existencia de mi sello y que casualmente estaba presente en la batalla para detenerme cuando todos fueron retenidos en el suelo, pudo haber estado presente en mi cuarto esa noche?... Los estudiantes de Scarabia están lejos de la batalla, lo cual nos deja a una única persona... tú.
Jamil tenía sus ojos bien abiertos como los de una lechuza muy despierta. El análisis deductivo de la joven fue tan minucioso análisis que técnicamente lo había acorralado entre la espada y la pared.
- ¿Y dime cuantos nombres más tienes, Hebi-san~? - Shiori sonrió levemente ante ese afirmativo silencio.
- No, yo... - Al instante Jamil trató de corregir el descuido que acaba de cometer, pero ya era tarde. Ya se había delatado solo al no responder rápido.
Jamil ante este jaque mate solo soltó un suspiró de resignación, otra vez lo había atrapado con las manos en la masa.
- Supongo que negarlo ahora sería inútil ¿Verdad?. - Admitió entre palabras Jamil, masajeándose las sienes.
- Hmmm. - Shiori lo pensó un poco. - Puede que sí aunque si hubieras continuado negándolo yo hubiera seguido desmintiéndolo.
- Ya, pero en serio. - Jamil trató de volver al punto central de la conversación. - Él que sepas que fuí yo ¿Qué tiene que ver con lo que estábamos hablando?
- Lo tiene que ver todo. - Habló Shiori ahora dejando las bromas de al lado para mirarlo con mucha seguridad. - Jamil, si no hubieras ido esa noche entonces nunca hubiera sabido de la existencia de mi sello y sabe Buda que hubiera pasado si no me lo hubiera quitado. Me ayudaste a recuperar una memoria muy importante que estaba perdida y me ayudaste a no olvidar todo acerca del sello de restricción.
- Sabía de su existencia, pero aun así eso no evitó que tú fueras controlada. - Jamil respondió casi bajando nuevamente la mirada. - Tus manos se hubieran manchado de sangre si nunca te hubiera lanzado mi magia única.
- No sabías mi palabra clave, podría haber ocurrido en cualquier momento... y no solo ataque a los demás, también te he atacado a ti. - Shiori caminó hacia Jamil para apartar un poco el cuello de su polo y ver la venda que tenía su torso para sostener la gasa que tenía su espalda debido a la herida que causó el fragmento del espejo, eso la hizo sentir un poco culpable . - Te herí de gravedad y si no me hubiera controlado te podría hasta haber matado.
- No fue tu culpa, fue el sello...
- Así es, al igual que tú al estar influenciado por el Blot de tu pluma mágica... ¿Pero sabe algo? - Y recuperando más seguridad ella sostuvo con una mano la mejilla de Jamil y elevó su mirada para mirarlo fijamente y decirle. - ...pero de lo que estoy segura es que Incluso si tú estabas en tu estado Overblot, incluso si yo estaba apunto de matar a Kalim, tú al final tocaste el cuenco y me has detenido. Tú no me obligaste a mancharme las manos... no, fue al contrario, tú has evitado que yo cometiera un asesinato. Gracias a tu intervención y la de los demás puede encontrar la fuente del problema y pude destruir la última cadena que me aprisionaba con el Loto Rojo.
Shiori recordó las dos ocasiones en que Jamil se disculpó con ella de manera indirecta, durante el sueño y antes de entrar en su estado Overblot ¿Cómo podía estar enojada con un chico que desde un inicio se mostraba arrepentido y que incluso la ayudó a liberarse de algo que quizás en un futuro pudiera haber sido caótico? De alguna manera extraña la imagen de Jazmin abriendo la jaula para liberar a sus aves al firmamento pasó por su mente y lo comparó con la actualidad.
- Jamil ¿No te das cuenta? Tú me ayudaste a que lograra obtener mi libertad y no tienes ni idea de lo cuan agradecida estoy aun si lo hiciste con un propósito o no. - Dijo Shiori con un gran sentimiento de gratitud.
Jamil sintió como el dulce toque de esa mano emana una gran gentileza que no pudo evitar colocar su mano sobre la de ella y cerrar brevemente sus ojos para sentir un poco más de esa calidez aun si no lo merecía.
- Bueno... no puedo decir que fuiste la única a la que liberaron... - Bromeo un poco Jamil, ganándose una leve risa de Shiori.
- Sí, qué coincidencia.
Pero antes de que alguien dijera algo la tetera empezó a silbar y con ello el toque de ambos jóvenes se separó para poder colocar las tazas de té y las galletas ya enfriadas.
- Siendo honesto no tengo idea de como nos trataremos de aquí en adelante, ahora que ya sabes como soy realmente. - Dijo Jamil entregando la taza caliente a Shiori.
- Es verdad, supongo que no solo te bastará con escuchar "Oye dejemos atrás el hecho que quisimos matarnos y volvamos a confiar de nuevo" - Dijo Shiori entregando un plato con galletas a Jamil.
- Pff...Eso se escuchó horrible. - Rió levemente Jamil levantándose una galleta a la boca.
- Auch... Qué directo... - Shiori se llevó tranquilamente la mano a su pecho y fingió un dolor no sin antes dar un sorbo de su té.
- La verdad duele... - Él bufó levemente.
- ...pero no vives de la ignorancia. - Ella recordó las palabras que una vez le dijo.
- Realmente no lo olvidarás en un buen tiempo ¿Verdad? - Recalcó Jamil con una ceja temblando debido a que Shiori estaba haciendo una indirecta sobre su presencia en la madrugada.
- ¿Qué? No puedo evitarlo. Y hablando de eso... - Sonrió Shiori para que luego su frente se oscureciera rápidamente seguido de sus manos atrapando las mejillas de Jamil y empezar a estirarlas lo suficiente para que él prestara atención a la reprimenda pendiente que ella tenía preparada para él en relación al tema de aquella noche. - ¡Por más que haya sido de ayuda, la cual agradezco, está mal entrar a escondidas al cuarto de una mujer! ¡Nunca en tu vida vuelvas a entrar a hurtadillas a la habitación de una chica sin su consentimiento y menos si esta estaba en prendas menores! Porque de lo contrario y en otras circunstancia te hubiera volteado la cara como un cuadro de Picasso, esto es lo mínimo que vas a recibir ¿Estamos de acuerdo?
Jamil solo asintió furiosamente ante esa reprimenda pasivo/agresivo y Shiori al ver esa respuesta finalmente soltó las mejillas del joven para regresar a su estado pacifista.
- Qué bien que llegamos a un acuerdo. - La sombra de la frente de Shiori desapareció reemplazándola por su aura tranquila.
- Vaya sacerdotisa resultaste ser. - Comentó Jamil sobándose las mejillas aunque la pequeña sonrisa no se borraba de su cara. - Eres vengativa...
- Fujuju ¿Qué te puedo decir?. - Shiori sonrió de lado. - Soy solo una simple sacerdotisa que está aprendiendo a ser libre, eso es todo y te lo merecías.
Aunque otro pensamiento rondaba por su mente.
- "Aun así..." - Pensó ella desviando sus ojos a otro lado. - "¿Cómo podremos...?"
Y no fue la única en pensar.
- "¿... recuperar la confianza sin hacerla forzada o incómoda?" - Pensó Jamil con cautela y detenimiento
Hubo un breve silencio entre ambos jóvenes, no hubo ruido en la cocina y mucho menos alguien se había aparecido. Todo parecía ser relativamente callado y sin mucho que ver ¿Verdad?
Pues digamos que luego de un momento de pausa, finalmente una idea que podría servir apareció repentinamente en la mente de cierta joven.
- Jamil. - Ella lo llamó.
El joven, al escuchar su nombre, regresó su mirada hacia la albina
- ¿Alguna vez has oído hablar acerca de la Cantarella? - Dijo Shiori muy calmadamente ahora sosteniendo entre sus dos manos la taza.
- ¿Cantarella? - Preguntó Jamil tomando otra galleta. - ¿Es algo de tu mundo?
- Algo así. Es una flor que era utilizada por la familia Borgia en la Italia del pasado. - informó Shiori viendo como Jamil se llevaba la galleta a sus labios. - En este mundo ustedes la conocen más como la Acquetta di Perugia...
Jamil solo asentía con la cabeza ante ese dato nuevo para finalmente morder la superficie crujiente del alimento.
Sin embargo...
- Fue lo que le eché las galletas... - Confesó Shiori como si solo hubiera hablado del clima.
Jamil repentinamente se quedó estático en su sitio, todavía sosteniendo entre sus labios la galleta y sin romper su compostura. Desviando lentamente su mirada gris hacia Shiori, él pudo notar que ella no había tocado su plato de aperitivos y no solo eso también la manera en cómo lo miraba.
Esos afilados ojos sonrientes que expresaban una tranquilidad inquietante lo hacían sentir como si estuviera frente una serpiente albina que lo miraba fijamente con unos intensos ojos escarlatas tan penetrantes que esperaban pacientemente como su presa Iba a reaccionar ante su veneno.
Jamil solo se quedó tranquilamente quieto por unos segundos antes de que Shiori desviara su mirada para continuar bebiendo de su té.
- Ya veo... - Dijo Jamil terminando de comer la galleta que tenía en sus labios. - Qué coincidencia... Porque ese té también está envenenado.
Ahora Shiori fue la que quedó brevemente quieta para mirar el té con tranquilidad y luego desviar su calmada mirada escarlata hacia la taza intacta de Jamil para luego mirarlo otra vez al rostro.
Los ojos de la albina captaron como la clavada y fija mirada gris y casi rojiza de Jamil ahora la miraban como si estuviera a solo un movimiento de lanzar su magia única, pero que simplemente nunca ocurrió. Si Shiori pudiera catalogar esos ojos serían más como... Si una cobra negra la estuviera rodeando de su cuello delgado, listo para morderla y envenenarla con sus colmillos.
Ambos jóvenes tranquilos se quedaron viéndose mutuamente durante un buen rato de tiempo en un silencio que muchos catalogarían como gélido y hasta tenso. Tal parece ser que ese no era un problema para Jamil y Shiori.
- ¿De verdad? - Preguntó tranquilamente Shiori volviendo a beber otro sorbo de su té, para finalmente regresar a su gentil sonrisa y decirle con toda confianza al joven. - Entonces este té está delicioso.
- Estás galletas también lo están. - También le sonrió Jamil relajando la mirada.
Este era su primer paso para volver a confiar el uno contra el otro y lo habían entendido perfectamente aunque no lo hayan dicho textualmente.
Pero aún faltaba una sola cosa pendiente para dar un buen cierre y empezar a sanar todas las heridas ocasionadas en un pasado, pero esta si tenía que salir desde el fondo del corazón y con honestidad.
- Shiori... - Jamil la llamó .
- ¿Si? - Respondió Shiori.
- ...Lewid (Perdóname) - Se disculpó usando el lenguaje antiguo que ella le enseñó.
Hubo una breve pausa para procesar las palabras y finalmente con la respuesta la decisión final ha sido nuevamente tomada.
- Jamil... - Llamó Shiori
- ¿Si? - Respondió Jamil.
- lewid. (Yo te perdono) - Ella aceptó las honestas palabras de Jamil y sin la necesidad de usar el Ajna de sus ojos.
Ambos jóvenes solo se sonrieron mutuamente con honestidad pura y continuaron acompañándose en todo lo que quedaba de la madrugada en lo que las galletas y el té se acababan.
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Con el pasar de los días finalmente muchos pudieron recuperarse de sus heridas en su totalidad e incluso ayudaron a arreglar el desastre que dejó la anterior batalla ya que no querían lidiar con el director si se llegara a enterar del desastre y se lo informará a sus padres. Realmente en situaciones así la magia era de mucha ayuda o de lo contrario hubiera tardado varias semanas para reparar tan solo una parte de todos los daños.
Durante esos días muchos de los estudiantes de Scarabia visitaron a Shiori más que nada para disculparse por todos los problemas que le ocasionaron a ella y a Grim y también le agradecieron por haberlos salvado del control mental. Shiori les explicó que tanto ella como Grim y el trío de Octavinelle fueron los que trabajaron en conjunto para solucionar la situación por lo que no se podía llevar todo el crédito.
Era lo correcto desde su punto de vista. Desde ese día Shiori estableció un buen lazo con muchos de los jóvenes de dicho dormitorio en especial con aquellos dos vigías que cuidaban los pasillos durante la noche.
En fin la reparación fue rápida y con ello el dormitorio de Scarabia recuperó su deslumbrante resplandor y con ello la sonrisa deslumbrante de Kalim hablando con todos los jóvenes que estaban reunidos frente a la pileta de agua.
- Muy bien. - Exclamó alegremente Kalim. - ¡Ahora que Jamil y Shiori se han recuperado por completo y todos terminamos nuestras tareas, eso significa que es hora de una fiesta navideña!
Y abriendo sus brazos de par en par, a espaldas de Kalim, había un montón de elefantes y camellos cargando varios elementos para organizar una fiesta en el desierto.
- ¿Alguna vez vas a dejar de ser un chico fiestero? - Comentó neutralmente Jamil sin mostrarse para nada sorprendido.
- No le des tantas vueltas. - Habló Azul, acomodando sus lentes. - Creo que esto está bien. Nos merecemos disfrutar de una animada fiesta navideña.
Y con ello los gemelos no tardaron en acercarse a Azul para informarle sobre los últimos detalles que quedaban pendientes antes de partir hacia el desierto.
- Los camellos ya están cargados con mucha comida y bebida para todos. - Comentó Jade.
- ¡Y también trajimos nuestros trajes de baño para el oasis! - Comentó Floyd animadamente.
- ¡Qué bueno! - Kalim se contentó más. - Entonces...¡Los elefantes y los pavo reales están listos, así que comencemos nuestro desfile al oasis!
- Todavía no me acostumbro a ustedes. - Dijo Shiori viendo como varios elefantes usaban una de sus trompas para jugar suavemente con ella mientras ella les acariciaba con gentileza. - Pero quizás pueda hacer una excepción por hoy.
Ella estaba vestida con unas ropa árabes frescas desde un top blanco una falda roja con lindos ornamentos que sonaban como cascabeles y que además ocultaban bañador oculto que trajeron los gemelos le trajeron como cortesía. Su cabello estaba sujetado en una coleta alta y además usaba un turbante para protegerse del sol.
- ¡Vámonos! - Exclamó felizmente Grim, alzando el puño al cielo para luego correr hacia los pavos reales y mirarlos un poco más de cerca . - ¡Estoy listo para la fiesta del oasis! ¡La la la!
- ¡Yo también! - Comentó Floyd muy emocionado persiguiendo al gato.
- Esos dos. - Suspiró Jamil caminando por donde el gato se fue y evitar una accidente. - Será mejor alejarlos de los pavos antes de que los espanten.
- ¡¿Eh?! Jamil, ¿Estás seguro que estás bien? - Dijo Kalim siguiéndole el paso al azabache, aun estando preocupado por su "amigo". - Si empiezas a sentirte mal solo dilo ¿De acuerdo?.
- Cállate... dije que estoy bien ¿No?
- Fufu... que emocionante. - Comentó Jade caminando tranquilamente en búsqueda de su gemelo.
Shiori al ver cómo los jóvenes empezaron a alejarse entonces les dio un par de suaves palmadas a la piel de los enormes animales para que ellos continuaran en lo suyo. Ella estaba a casi nada de perseguir a los jóvenes y al felino, cuando de pronto una persona se acercó a sus espaldas para detenerla.
- ¿Ya te encuentras mejor? - Dijo una suave voz masculina.
La sacerdotisa supo identificar bien esa voz y volteando su mirada escarlata le sonrió.
- Sí, por fin he recuperado mi energía y mis heridas ya se han sanado de todos ¿Tú está bien, Azul?
- Afortunadamente sí, pudimos reparar Scarabia y todos nos hemos recuperado como si nada hubiera pasado o algo así. - Le sonrió el joven de lentes. - Solo espero que esto no te haya dejado secuelas.
- Descuida, la estoy pasando bien aunque no lo parezca. - Ella le respondió mirando los alrededores. - Ojalá hubiera traído la cámara fantasma, hay tantos paisajes de referencia que me gustaría fotografiar.
Un leve brilló pasó por los lentes de Azul.
- Qué bueno es saber eso. - Comentó Azul abriendo uno de sus sacos para hurgar en uno de su bolsillo y sacar la cámara fantasma de Shiori. - Sabía que la ibas a necesitar.
Primero Shiori lo miró sorprendida y después una hermosa sonrisa adornó su labios mientras tomaba su apreciada cámara.
- Tú... ¿Como...? - Dijo Shiori.
- ¿Recuerdas los documentos que solicitaste cuando Grim se fue al baño? Justo el día que me diste tu regalo - Comentó Azul viendo como Shiori asintió la cabeza por su pregunta. - Pues al final llegaron el día de ayer.
- ¿Qué? ¿Ya tan pronto? - Dijo Shiori aún más sorprendida. - Pensaba que esos documentos tardaban meses, ya sabes por los protocolos y el papeleo.
- Si hubiera sido largo, pero esto es uno de los muchos beneficios de tener un padrastro que es abogado. - Azul acomodó sus lentes. - En fin lo deje con los fantasmas de tu hogar y como estaba cerca entonces me acordé de que nunca te separas de tu cámara por lo que la traje en caso que la necesitas.
- Tengo que admitirlo me has dejado con la boca abierta, jefe. - Sonrió Shiori abrazando la cámara. - Pero en serio te lo agradezco Azul. Mandale también un agradecimiento a tu papá de mi parte.
- Así será. - Respondió Azul mirando brevemente hacia donde todos los demás se estaban yendo. - Solo esperemos que Grim no se ponga de quisquilloso.
- No lo hará... lo conozco. - Ella pensó se Grim. - Puede ser muy exigente pero nunca un mal agradecido; con eso ahora podré completar mi regalo.
El escuchar la palabra regalo hizo que Azul también recordase aquel objeto que quería entregarle tanto a su medusa desde hace mucho y esta era la oportunidad.
Era la hora, no más distracciones y nada de enredos.
Azul respiró hondamente y pensando muy bien en sus palabras entonces habló:
- Shiori. - Primero él la llamó.
- ¿Sí? ¿Qué pasa? - Ella respondió muy sorprendida a su llamado debido a la expresión seriedad pero calmada del rostro del joven de ojos color azul cielo.
- Veras desde el día en que nos conocimos hemos pasado por mucho... - Azul hizo una pequeña pausa debido al sentimiento de vergüenza al recordar el pasado. - ...Caí en un estado Overblot, podría haberte hecho daño o peor podría haberte matado y a los demás de no ser gracias a tu intervención.
- Azul, eso quedó atrás... - Contestó Shiori estando preocupada de que Azul todavía sintiera culpa desde ese día. - Los dos nos hicimos daño y nos hemos perdonado.
Azul sabía porque Shiori decía eso, estaba verdaderamente preocupada por él, y eso hizo que el nuevamente sintiera ese dulce cosquilleo dentro de su corazón que ocasiona que él nuevamente dibujara una sonrisa muy cálida en su rostro. Una sonrisa que solo la iba a mostrar cuando Shiori este frente a él sin máscaras y sin filtros.
- Tú has sido muy benevolente conmigo y todavía me sorprende mucho que me hayas perdonado fácilmente a pesar de todas las cosas que hice, además de también conocer a mi antiguo yo. - Continuó Azul.
Shiori iba a responderle algo con respecto a eso pero él no se lo permitió ya que esto no se trataba de sentir culpa, agachar la cabeza y mucho menos menospreciarse, al contrario, se trataba darle un bello detalle, que si bien no era lo justo, por lo menos era un detalle que él quería darle como simbolismos de aquel perdón que ambos habían hecho.
Shiori ya cumplió con su parte cuando le hizo su regalo, ahora era su turno.
- Aun con el perdón y nuestro nuevo comienzo... una parte de mi siente que no hay precio suficiente para retribuir todo lo que te he hecho. - Azul luchaba para no sonrojarse, sin embargo con Shiori mirándolo con un adorable rostro muy atenta a cada palabra que decía, era un reto muy fuerte pero podía lidiar con ello. - Sé que no hay un precio suficiente que pueda modificar mis acciones del pasado, pero solo espero que con esto podamos comenzar a llevarnos mucho mejor que lo que fueron estos días.
Hasta el momento Azul pensó que todo iba bien. Creía que nada podía salir mal.
- ¿Eh? ¿Hay algo que me estas ocultando? - Shiori alzó una ceja divertida. - ¿Es algo de lo que me deba de preocupar?
Azul solo rió levemente y con toda la confianza que tenía en ese momento se llevó la mano al bolsillo para sacar la concha marina blanca, sin embargo no había nada. Él trató de buscarlo en el otro bolsillo y tampoco había nada.
La concha marina no estaba en sus bolsillos.
Casi al instante Shiori pudo ver como Azul pasaba de ser un joven seguro de lo que hacía uno a uno con un rostro que decía a todo pulmón que estaba a punto de caer en la desesperación.
- ¡¿Qué?! Ay No. No. No. No. - Dijo Azul ahora buscando en todos los bolsillos posibles y tratando de recordar en donde pudo haberlo dejado. - ¡¿Por qué ahora?!
Al instante Shiori se preocupó mucho ante esta reacción y trató de calmarlo lo mejor que podía antes de que Azul se desesperarse más.
- Azul tranquilo - Le dijo suavemente ella colocando su mano en su espalda. - ¿Qué ocurre?
- No está... - Respondió él ahora palpando en todo sus sacó.
- ¿Qué no está?
- El regalo que compré ¡Tú regalo! ¡La concha marina blanca que llevaba siempre conmigo!
- ¿Una concha blanca? - Al instante un foco se prendió dentro de la mente de Shiori como si hubiera recordado algo.
- ¡Sí! ¡Lo cargaba conmigo a todos lados pero ya no está! - Azul se llevó una mano al frente y trataba de contar hasta diez para relajarse. - ¡No puedo creer que esto me esta pasando ahora! ¡Yo no pierdo nada!
No había más que hacer. Todo estaba arruinado. Su oportunidad de hacer algo lindo por la chica a la que tenía interés se había ido por el caño en cuestión de segundo. Todo lo que quedaba por hacer sería disculparse, buscar su olla de pulpo y hundirse en ella hasta nuevo aviso.
Estaba a punto de disculparse con Shiori con respecto a esta última actitud, pero cuando giró su mirada ahora Shiori era la que buscaba entre los bolsillos de su ropa. Eso lo dejó ahora confundido.
- Verás uno de los chicos de Scarabia que estaban limpiando uno de los desastres de los pasillos encontraron una concha pequeña en el suelo y pensaron que era mío o algo así... - Explicó Shiori ahora sacando lo que le habían recibido hace un par de horas. - Y cuando me visitaron me dieron esto.
Cuando ella abrió sus manos era la concha blanca que Azul había comprado, pero la casi mala noticia era que la superficie estaba tan agrietada que no se podía ver los bellos detalles dorados que tenía dibujado en la superficie. Lo único bueno era que no estaba fragmentada o partida pero ya no era como estaba antes.
- Oh no... - Suspiró Azul sosteniendo la mano de Shiori por debajo para inspeccionar aún más los daños de su regalo. - Ay, Shiori. Perdón. Tenía un plan. Un muy estúpido plan. Hasta lo tenía anotado en mi teléfono.
- Okey... Azul... - Shiori trató de hablar con él pero tal parece ser que la mente del joven con lentes ya estaba en otro lado.
- Quería dártelo en un momento especial para sorprenderte, pero entonces Jade y Floyd empezaron a darte cosas y Kalim también y yo no quería que el mío fuera predecible y es por eso que yo...
Shiori había escuchado lo suficiente de esas palabras y viendo las lindas intenciones de Azul, en toda su explicación, un agradable sentimiento pasó por su cuerpo que coloreó sus mejillas de un delicado tono rosa.
Antes de que Azul se perdiera en su tren de pensamiento, Shiori, sin haberlo pensarlo mucho y de manera no tan esperada ella colocó su única mano libre sobre las mejilla del joven e inclinando su rostro le dió un muy rápido beso a un lado del lunar del joven que tenía casi cerca de su mejilla lo cual ocasionó que mágicamente la palabrería de Azul se detuviera abruptamente seguido de una mirada llena de shock.
Pasó de todo por la cabeza de Azul confusión, halago, timidez, felicidad y un sin fin de emociones agradables que lo dejaron congelado en su sitio como si una corriente eléctrica lo hubiera golpeado o mejor dicho como si el piquete de una medusa lo hubiera electrocutado.
- ¿Eh? ¿Tú... me diste... un beso? - Susurró Azul todavía tratando de procesar lo que acaba de ocurrir de manera inesperada.- ¿Por qué?
- Sí yo... - Shiori sintió cómo de nuevo su ansiedad se estaba manifestando debido a su momento de impulsividad, pero eso no evitó que ella respondiera. - ...verás de donde yo vengo no tenía tanta suerte que digamos cuando se trata de formar lazos con gente que no fuera mi familia debido a las consecuencias de lo que soy.
Azul la escuchaba atentamente pero ahora se había llevado la mano en la zona en donde Shiori lo había besado.
A veces a Shiori se le olvidaba que era mitad japonesa por lo que hacer este tipo de gestos para un americano era normal mientras que para el oriente era algo un poco más personal o hasta familiar.
- Bueno... y el que tú y los gemelos, e incluso Kalim, se hayan tomado el tiempo para regalarme todo esto... - Ella acarició con cariño la concha, procesó bien sus palabras y tranquilizando su mente y corazón Shiori finalmente respondió. - Me hacen sentir muy feliz, a veces confundida por lo inesperados que fueron, pero muy contenta y muy agradecida con todos ustedes por haberme ayudado y por dejar que esté a su lado a pesar de todo. Son lo mejor que pude haber encontrado en este mundo y agradezco mucho el haberlos conocido y en especial tí también Azul.
Dichas palabras y halagos hicieron que el corazón de Azul diera un vuelco debido a tantas emociones que casi termina saliéndose de su pecho al igual que la tinta que quería salir de su boca. Claramente él se auto pellizco su costado para evitar a toda costa que esto último ocurriera por lo que calmándose finalmente pudo continuar con la charla.
- He... qué gusto. - Dijo Azul con una leve sonrisa y soltando una pequeña risa. - Aunque yo soy el quien está más agradecido por haberte conocido.
Ahora Shiori fue la que se rió levemente para luego mirar de reojo a la concha en forma de abanicó.
- Protección y fuerza vital. - Ella comentó.
- ¿Disculpa? - Preguntó Azul al escuchar esas dos palabras.
- Una vez, Akko, me mencionó que las primeras veces que se encontraba con Senhime siempre le regala unas preciosas conchas marinas en forma de abanico que provenían de la legendaria isla Horai, ya que según su criterio representa muy bien a su esposa. - Shiori recordó aquel dulce recuerdo. - La coraza externa simbolizaba la protección que ella le brindaba a su pueblo y a los que amaba... - Entonces ella abrió la coraza con cuidado para ver el pigmento rojo que tenía en su interior. - ...y por dentro simbolizaba la fuerza vital que duerme dentro de su verdadero yo.
Una vez explicado eso Shiori se quedó mirando el pigmento rojo que había dentro. Esta era la primera vez que miraba lo que había en su interior ya que no quería husmear en algo que quizás no le pertenecía, pero dada a la nueva información entonces ahora tenía el permiso de abrirla.
Al inició pensó que se trataba de alguna clase de sombras o algo similar, pero cuando vio que de vez en cuando había ciertos destellos dorados y verdes que aparecían fugazmente al inclinarla un poco su memoria fue estimulando un recuerdo de su pasado, más en específico cuando sus hermanas y ella subían al bosque de su templo y caminaba por un campo llenos de diversas flores que había cerca.
Ante ese cambió de color debido a la luz los ojos de Shiori pasaron de ser tranquilos a unos llenos de asombro y exaltación. Ella no podía creer lo que estaba viendo y continuó mirando con más detalle aquella pasta roja.
- No puede ser... ¿Acaso esto es...? - Dijo Shiori casi sin aliento.
Y Azul, viendo aquella reacción, recordó lo que Sam le había dicho cuando le ofreció aquel producto el día que fue a buscar el regalo.
...
- ¿Buscas encantar el corazón de una señorita de lugares muy lejanos? Pues este producto de las mismas tierras del este puede ser lo que estés buscando. - Sam hizo un movimiento de manos para mostrarle con una especie de humo moldeable la imagen de la elegante Concha Marina. - Es un bello cosmético que hasta incluso la legendaria flor que creció en la adversidad disfrazada de héroe la usó alguna vez para salvar a un rey. Cuentan los mitos que su intenso tono rojo de su pigmento podía brindar una gran protección contra la mala fortuna y a los malos espíritus... además cualquier amante de las flores que conoce muy bien esta pasta sabrá apreciar este producto muy difícil de conseguir...
...
A veces Sam daba miedo por las cosas que sabe en el momento menos esperado, pero tal parece ser que no se equivocó ya que la reacción de Shiori fue la prueba necesaria para ver que una vez más el hombre sombra atinó en el blanco.
- Es un labial hecho a base de flores naturales. - Comentó Azul todo lo que había averiguado del producto. - Sé lo mucho que te gusta la jardinera y las flores... así que pensé que quizás este producto natural te podría gus...
Pero las palabras nuevamente se cortaron al ver como de los ojos de Shiori unas lágrimas caían de sus ojos de manera silenciosa.
- ¡¿Eh?! ¡¿Qué pasó?! ¡¿Por qué lloras?! - Dijo Azul en un tono muy preocupado y alarmado ya que pensaba que quizás a la sacerdotisa no le hubiera gustado el regalo o peor que le hubiera hecho recordar algo doloroso. - ¿Fue demasiado?
Pero entonces ella rápidamente respondió:
- No es eso... - Shiori secó sus lágrimas con su antebrazo libre para ahora finalmente sonreírle radiantemente a pesar de sus ojos llorosos. - ¡Es "Benibana"!
- ¿B-Beni-qué? - Azul la miró un poco raro debido a la última palabra mencionada.
Shiori lanzó una breve risita ante esta reacción.
- En mi mundo hay una flor que traducida a mi idioma es Benibana, es una de las tantas flores de pigmento amarillo que puedes emitir un bello color rojo vivo único cuando se oxidan. Fueron usadas para pintar los kimonos en épocas antiguas y también son usadas como cosméticos naturales. Estas flores solamente crecen en el pueblo de Mogami y también... - Shiori pensó con cariño en su hogar. - Crecen cerca de la montaña de mi templo... Mi hogar... No puedo creer que incluso en este mundo crezcan este tipo de flores... - Ella llevó la concha a la altura de su corazón mientras daba leves brinquitos y su aura botaba varias plumas de ángel y brillitos . - ¡Estoy muy feliz!
Azul pudo sentir como el mar de calma volvía a él acompañado de un aire de ternura. En serio, un día de estos y esta chica hasta le podría ocasionar un paro cardiaco con sus intensas emociones, pero no se podía quejar ya que finalmente consiguió una reacción muy genuina de ella, además de presenciar en vivo y en directo su adorable lado infantil de su medusa.
- Gracias Azul, por traerme tan dulces recuerdos... - Ella se lo agradeció ahora abalanzándose hacia él para abrazarlo con todas sus fuerzas. - Gracias. Gracias. Gracias por este hermoso regalo... es perfecto...
La mejillas de Azul se colorearon un poco ante estas palabras y esa acción por parte de la sacerdotisa, así que rodeando sus brazos sobre la cintura de Shiori también le devolvió el abrazo y disfrutaba de como sus cuerpos estaba apegados uno contra el otro. Trató de no sonreír como idiota para mostrarse sereno y maduro, aunque en momentos ya así casi parecía imposible.
- Bueno ¿Qué esperabas? Era de esperarse de un buen líder de dormitorio cuya casa se rige bajo la benevolencia de la bruja del mar. - Respondió con orgullo Azul.
- Así lo veo. - contestó Shiori finalizando el abrazo para acomodar su cabello y mirar una vez más el maquillaje. - Benibana o Flor de cártamo, en el lenguaje de las flores significa...
- La tolerancia / La tolerancia. - Añadió Azul al mismo tiempo que lo hizo Shiori.
Esa sincronía de voces hizo que ambos jóvenes empezaran a reír juntos. Un poco más y hasta se iban a parecer a los gemelos Leech.
- Lamento mucho que terminara rota. - Suspiró Azul al ver las grietas de la concha. - Sí gustas puedo pedirle a Sam que la cambie por una nueva.
Shiori lo pensó poco y viendo como terminó el exterior de esta caparazón entonces ella se identificó mucho con el objeto debido a la cicatriz de su espalda y sonriendo levemente cerró la tapa para finalmente mirar a Azul.
- De hecho con las grietas me gusta más. - Le dijo ella con toda la confianza y seguridad de sus palabras. - Su cicatriz es una marca que demuestra lo mucho que luchó para no quebrarse a pesar de todos los golpes que recibió... me gusta.
Azul entendiendo ese significado entonces no insistió más en el tema y respetó la decisión de Shiori, después de todo ya tuvo lo que quería y con una garantía adicional de un dulce beso y un fuerte y emotivo abrazo por parte de su medusa antes que a cualquiera.
- "Ja... En sus caras." - Pensó Azul en todos aquellos jóvenes que alguna vez intentaron cortejar a la albina, pero no debía cantar victoria pronto.
Había mucho por hacer y no se iba a rendir. Se podría decir que hubo un buen avance aunque todavía podía sentir la muralla que todavía los separaba a ambos ya que por algún motivo tuvo el presentimiento de que Shiori no quería pisar la zona del romance. Incluso con las indirectas no tan directas como la confesión de Jamil o los torpes y tímidos intentos de cortejó de algunos chicos que estaban interesados en la sacerdotisa, ella todavía los trataba como si solo fueran amigos o como si no hubiera entendido la indirecta, la cuestión era ¿Por qué colocaba esa brecha?
Quizás lo iba a averiguar más adelante, pero lo que tenía claro era que gracias a Sam ahora sabía que habían ciertas cosas provenientes del mundo de Shiori que de alguna manera también estaban aquí ¿Qué otras cosas más compartían el mundo de Shiori con su mundo? ¿Quien sabe? Todavía había mucho que investigar pero tal parece ser que necesitará más contactos para buscar más pistas.
Porqué el director no es el único quien estuvo investigando datos relacionados con Shiori.
Pero por ahora solo se iba a concentrar en su descanso luego de una paliza y pasar un buen tiempo con ella.
- Entonces... ¿Lista para el viaje? - Le preguntó Azul empezando a caminar.
- Más que lista capitán. - Respondió Shiori colgando su cámara y siguiéndole el paso a Azul. - Solo te tengo una pregunta.
- Te escucho...
- ¿No te mueres de calor con el saco y el sombrero?
Esa era una buena pregunta que muchos querían saber pero esta solo quedará entre ambos jóvenes.
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El recorrido hacia el oasis fue entretenido. Hubo una que otra charla con doble sentido por parte de Azul y Jamil, Kalim intentando formar lazos con Jamil quien todavía lo rechazaba, Shiori tomando varias fotos del viaje y con un Grim emocionado por la fiesta que se había montado en el desierto. Había de todo un poco sombrillas, comida, bebidas frías, buena música y hasta el oasis estaba lleno de agua para poder nadar en ella.
- La fiesta está lista para comenzar. - Anunció alegremente Kalim a todos sus residentes. -¡Come, Canta, baila, diviértete y deja que todas tus preocupaciones desaparezcan!
Con ese veredicto puesto, la música se subió a todo volumen y con ello las risas y el jolgorio de los jóvenes residentes también se empezaron a escuchar.
- ¡Vamos Jamil! - Dijo Kalim tomando el brazo de Jamil para corretear hacia otro extremo del oasis. - ¡Ven a bailar conmigo!
- ¡Estoy bien así...! - Trató de refutar Jamil pero al final terminó siendo "raptado" por el alegre albino hacia una improvisada pista de baile que habían instalado allí.
No muy lejos de la zona, el trío de Octavinelle junto a Shiori y Grim solo los miraron alejarse del lugar para bailar mientras eran resguardados y puestos a salvo bajo la sombra de una palmera que tenían cerca.
- Ambos son muy buenos. - Comentó Jade mirando de reojo a Azul con una "inocente" sonrisa. - Azul ¿No te gustaría que te enseñaran?
- Basta, por favor. - Lo freno Azul mirando hacia otro lado. - Ese obstáculo ya es demasiado para un tritón.
- "Oh... no sabe bailar..." - Dedujeron Shiori y Grim ante esa revelación obvia.
- ¿Eh? pero para bailar con la señorita en medio de una pelea y en tu verdadera forma no fue ningún reto ¿verdad? - Dijo Jade con labia.
Azul estaba a nada de ahorcarlo por el comentario pero por suerte la ley de caos en persona lo tenía bajo control aunque solo tuviera una sola cosa en mente.
- ¡Yo si quiero bailar con ustedes! ¡Vamos! - Exclamó Floyd tomando entre sus brazos a su gemelo y a Azul hacia la zona de baile para aprender a bailar.
Según Shiori pudo ver como los pasos de Floyd eran un poco torpes pero tal parecer eso ni le importaba y ni le mataba su felicidad muy a pesar de que algunos de los estudiantes lo miraban con una ceja alzada, Jade por otro lado era guiado por su hermano por lo que no hubo mucha diferencia y Azul... bueno es solo los miraba mientras solo se mantenía mirando a los gemelos, no quería hacer el ridículo por no saber bailar y no estaba dispuesto a tomar ese riesgo.
Muy a lo lejos Shiori al ver como todos los jóvenes disfrutaban de su círculo de amigos riendo, bailando y pasando el rato, la hizo sentir con un poco de envidia ya que por sus pensamientos la imagen de Ace y Deuce pasaron por su mente, provocando que ella se sintiera un poco triste por no haber recibido aunque sea una llamada de ellos durante todos estos días, ni siquiera recibió un mensaje muy a pesar de que ella sí había enviado algunos esperando alguna respuesta.
- ¿Por qué la cara larga? - Preguntó Grim mirando a Shiori con un vaso de refresco entre sus patas. - ¡Alégrate! ¡Hoy es un buen día! ¡Hay comida!
- Lo sé, es solo que... - Shiori acarició levemente el dorso de sus manos.- Es solo que viéndolos disfrutar en grupos...me dan la noción de que soy la única que no tiene un amigo cerca.
- ¡¿Y yo qué?! - Dijo ofendido el felino, soltando vapor por las orejas en llamas.
- hehehe excepto tú, Grim. - Shiori le sonrió a Grim.
- Así me gusta. - Grim volvió a sonreír presumidamente, aunque muy en el fondo se preocupaba por ella por lo que pensando muy arduamente busco la manera en distraerla para que no estuviera triste. - No estés triste, mira todo lo que hemos logrado. Sobrevivimos una vez más a un día de locos, el clima está despejado y tenemos comida gratis. No hay nada mejor que unas buenas y merecidas vacaciones de invierno.
Shiori mirando al felino de reojo no pudo evitar sonreír levemente al ver como su compañero intentaba animarla y para colmo Grim tenía razón. Por lo que dándole la razón a este gato, ella enterró todo rastro de emoción negativa y la sacó de su cuerpo para poder disfrutar de este día más de vida.
- Tienes razón, Grim. - Shiori le acarició la cabeza. - Disfrutemos de este día al máximo. Nos lo merecemos.
- ¿Verdad que tengo la razón esta vez?- Grim sonrió felinamente ante ese tacto. - Soy lo mejor.
Shiori, soltando una risa, solo le siguió la corriente para bromear un poco con él.
- Salve, oh poderoso mago Grim. - Ella hizo una leve reverencia. - Soy vuestra servidora.
- ¡Nyahaha el dominio total del mundo! - Festejó Grim.
Shiori, levantando su cabeza, realmente luchaba para no soltar una risa. Tenía todas las intenciones de seguir bromeando con él cuando de pronto no muy a lo lejos una familiar voz resonó en el oasis.
- ¡Eyyyyy! !Heyyyyy, Shio-chan!
Los ojos de Shiori se abrieron con mucha sorpresa ante esas voces muy familiares ¿Acaso su mente y oídos le estaban jugando una mala pasada?
- Esas voces... imposible - Ella rápidamente giró su cabeza hacia aquella dirección al mismo tiempo que Grim la imitaba.
- ¿Hm? alguien está corriendo desde el otro lado del desierto. - Comentó Grim, colocando su pata sobre sus ojos para ver con mayor claridad.
Pero para Shiori fue como si la piel se le erizaba ante las dos imágenes que a lo lejos iban corriendo hacia su dirección.
- "No puede ser..." - Pensó Shiori entrecerrando los ojos, tratando de ver con claridad la imagen de dos siluetas que era refaccionada por el calor. - "Esas personas son... ¿Raiden? ¿Isao?"
Pero al instante ella descartó esa idea ya que a pesar del parecido era imposible que sus dos Onmyōjis estuvieran aquí, así que masajeando sus ojos una vez más miró la imagen y en definitiva no se trataban de ellos, fue algo mucho mejor.
- ¡Heeeeyy! ¡Shio-Chan! ¡Grim! - Exclamó Ace corriendo todo sudado sosteniendo su saco a un lado de su brazo.
- ¡¿Se encuentran bien?! - Ese fue Deuce sacudiendo su brazo libre de un lado a otro para que ella los pudiera ubicar.
Era su imaginación o la sacerdotisa estaba viendo que Deuce estaba trayendo un bate de metal en su otra mano libre.
- ¿Ace y Deuce? - Dijo Grim sorprendido con la inesperada llegada de los dos jóvenes
Shiori, al igual que el felino, también estaba demasiado sorprendida a tal punto que inconsciente ella ya había salido de la sombra de las palmeras rumbo hacia ellos. ¿Acaso era otra ilusión pero ahora debido al calor? ¿Este era otro de sus sueños? ¿Se desvanecerán si los tocaba?
- Ace... Deuce... - Balbuceó Shiori señalando a los dos jóvenes todavía sin poder creer su presencia. - ¿Q-qué...?... ¿Qué están...?... ¿Qué tal...?
Tantas preguntas... tantas interrogantes... La mente de Shiori estaba hecha todo un lío. La pobre sacerdotisa no podía procesar o digerir bien esta inesperada sorpresa. Sus amigos estaban aquí frente a ella, todos sudados pero con una cara de preocupación que poco a poco se iba transformando en un alivio.
Ella quería preguntarles el porqué estaban aquí y muchas otras dudas pero todas ella fueron cortadas cuando repentinamente los jóvenes la atrajeron hacia ellos y la abrazaron con mucha fuerza que hasta parecían no querer soltarla.
Este aroma, está aura y esta presencia, no era otra ilusión, en verdad eran sus mejores amigos. Su felicidad junto al Shock hizo que ella también les devolviera el abrazo sin importar que estuvieran todos sudados y llenos de arena.
- Hola... ¿Shiori estás bien? - Preguntó rápidamente Deuce ahora viendo si su amiga tenía alguna herida física. Por suerte no vio ninguna.
- Sí... sí estoy bien. - Shiori respondió rápidamente.
- Ahh... Ahh... Loca nos tenias preocupado... Ahh... Ahh... ¿Por qué hace tanto calor? ¡Todavía no es verano! - Jadeo Ace mirando a su alrededor. - Pero eso no importa ¿Todos están bien? ¿Ocurrió algo?
- ¿Eh? Sí ya todo está bien... - Ella alzó su mirada para verlos mejor. - Pero... ¿Qué les pasó? ¿P-Por qué lucen como si hubieran corrido una maratón?
- ¿Ahh? ¡No me digas que lo olvidaste, loca! - Ace la miró como si de verdad estuviera loca. - ¿Qué demonios te pasó?
- En cuanto recibimos tu mensaje de emergencia: "Estamos encerrados en Scarabia" tratamos de contactar al instante, pero todas las líneas han colapsado en estos días. - Comentó Deuce mostrando su teléfono.
- Que mal servició por parte de las líneas telefónicas. - Dijo Ace.
- No pudimos ponernos en contacto contigo en lo absoluto y cuando tu selló brilló entonces supimos que algo malo te estaba pasando por lo que tratamos de llegar lo más pronto aquí. - Le mostró el bate de metal. - Hasta me traje esto por si lo necesitábamos.
- "Por eso no recibía llamadas... No se olvidaron de mi..." - Shiori sintió un dulce calor en su pecho al mismo tiempo que sus mejillas se colorearon un poco. Estaba muy feliz de que las cosas no fueran como ella ya se lo había imaginado, sus dos mejores amigos estaban aquí con ella fue la mejor sorpresa que podía haber pasado en un día. Había tanto que quería contarles cuando un detalle entre las palabras de Deuce le llamó la atención. - ¿Eh? ¿Mi mensaje de emergencia?
- Oh sí, casi lo olvidé cuando te enfermaste tomé tu teléfono y les dije a estos dos que estábamos en aprietos. - Un foco se encendió sobre Grim, pero luego su rostro se volvió uno de reproche. - No pensé que serían de tan poca ayuda. Aparecen justo cuando ya todo acabó ¡Qué pésimo servicio!
- ¡¿DISCULPAME?! No pudimos teletransportarnos usando magia porque la maldita puerta no se abría. - Dijo Ace en un tono ofendido y casi nada de ahorcar al gato. - ¡Soportamos vientos despiadados! ¡Infernales colas interminables del transporte público! ¡Tuvimos que viajar diariamente de regreso a la maldita escuela! ¡Y así nos agradeces!
- "¿Qué? ¿En verdad pasaron por todo eso?" - Shiori activó brevemente su Ajna para verificar que en efecto Ace no mentía y tenía razón.
- No es mi culpa que hayan llegado tarde. - Grim le dio una cara de poker mientras tomaba su juguito.
- No estoy seguro de lo que hiciste pero... - Deuce miró como todo estaba tranquilo. - Pero parece que se están divirtiendo, así que supongo que eso significa que estás fuera de peligro...Le ganaste.
- Sí, se podría decir que sí... - Dijo Shiori sonriéndole a sus amigos. - Pero con mucha ayuda.
- Lo ves dije que ella iba a estar bien... - Ace golpeó levemente el codo de Deuce. - ...Y tú estando tan desesperado que hasta incluso estabas apunto de llorar.
- ¡Yo no iba a llorar! - Exclamó Deuce todo avergonzado. - ¡¿Qué tiene de malo que ella me preocupe?!
- ¡Porque siempre lo terminas dramatizando, Magdalena!
- ¿Ah? ¡Vuelve a repetirlo!
Y si la clásica discusión de esto dos iniciaron como de costumbre, lo lógico sería que Shiori se interpusiera en esta pelea para detenerla, pero dado a todo lo que había escuchado en lugar de enfadarse o empezar a soltar sus clásicos sermones entonces ella solamente extendió sus manos a cada mejilla de sus amigos y poniéndose de puntitas ella les plantó un beso en cada mejilla a cada uno de ellos seguido de otro abrazo por parte de ella.
Al sentir esos suaves labios los jóvenes al instante pararon de discutir como si hubiera sido algún truco de magia. Deuce, en menos de lo que salía un genio de su lampara, se había puesto todo colorado que hasta incluso sus oídos empezaban a emitir grandes cantidades de vapor por sus orejas debido a los nervios y al dulce cosquilleo de su vientre, era la primera vez que una chica lo besaba aparte de su madre y su pobre corazón estaba apunto de querer salirse de su pecho. .
- ¡¿O-oye a qué vino eso?! - Preguntó Ace en un tono casi agudo.
Él estaba levemente sonrojado y con los ojos bien grandes debido al acto repentino de su amiga cercana.
- No es nada... - Shiori recostó su cabeza en el medio de los dos jóvenes mientras una lagrimas de felicidad corrían en pequeñas cantidades de sus ojos seguido de una sonrisa que ella estaba dibujando en su rostro. - Solo... estoy feliz de verlos de nuevo... Muchas gracias por venir, chicos.
Al instante Ace y Deuce sintieron como un líquido caliente pasar por sus cuello todos sus acciones infantiles se detuvieron rápidamente. Era muy raro el ver a Shiori llorar a menos que le hayas dado un buen motivo, muy a pesar de que los jóvenes se hacen una idea del porque ella estaba si solamente soltaron un suspiro de resignación y se dejaron abrazar por la chica incluso si su pulmón termina prensado.
Ace palmeó la cabeza de la albina mientras que Deuce le sobó con cuidado la espalda.
- ¿Quiénes son? - Dijo alegremente Kalim con el resto de jóvenes llegando al emotivo reencuentro. - ¿Algunos de tus amigos, Shiori?
- Sí, mis mejores amigos. - Dijo Shiori se alejó un poco de ellos para mirar quienes habían llegado a su vez que se quitaba las lágrimas.
- ¡Oh, hola cangrejo! - Saludó Floyd con su afilada sonrisa dentada. - ¿Has venido a pasar el rato?
- ¿Cangrejo? - Preguntaron Deuce y Shiori al mismo tiempo con un signo de interrogación sobre sus cabezas.
- Ahhh, estoy en el equipo de baloncesto con Floyd... - Comentó Ace. - Jamil también está en nuestro círculo.
- ¡Oooh! Ya veo ¡Entonces cualquier amigo de Jamil es amigo mío! - Kalim les dió la bienvenida.
- Oye... ¿Cuántas veces tengo que decirte que no soy tu amigo? - Regaño Jamil, pero al ver que sus palabras no tenían efecto de el albino tan solo soltó un suspiro. - Él no está escuchando.
- ¡Ya que ustedes vinieron hasta aquí, únanse a nosotros!
En eso dos personas más se incluyeron en la amigable charla.
- Tenemos pizza y pasta por aquí. - Ofreció Azul cordialmente.
- ¿Les gustaría algo de beber? - Lo siguió Jade.
Al instante recuerdos traumáticos del mes anterior pasaron por las memorias de Ace Y Deuce al ver al trío Octavinelle reunidos y juntos.
- ¡Geh geh! ¡Son esos chicos de Octavinelle! - Dijo Ace alarmado ante su presencia.
- ¡S-Shiori! ¿Por qué andas con ellos? - Deuce susurró cerca del oído de la albina.
- Ellos fueron los que nos ayudaron a solucionar un percance que tuvimos esta semana. - Respondió Shiori en el mismo tono de voz.
Cosa que el Grim también escuchó.
- No tienen ni idea de todas las cosas terribles que Shiori y yo pasamos. - Agregó Grim.- Así que prepárense para escuchar una de las más épicas y estrafalarias historias que el gran mago Grim les contará...¡Así que tomen asiento!
- ¿Heroico? ¿Qué pasa con esa actitud? - Ace alzó una ceja para luego mirar a la albina. - Bueno, me alegra mucho que estés bien.
- Cielos... ustedes dos sí que saben cómo asustar a una persona. - Sonrió Deuce.
- Sí, perdón por todas los inconvenientes que tuvieron que pasar. De nuevo los hice preocupar. - Comentó Shiori rascándose la mejilla mientras desviaba ansiosamente su mirada a un lado con una pequeña sonrisa. - Gracias por venir hasta aquí.
- ¿No exactamente? - Ace reventó la burbuja ensoñadora de Shiori en un parpadeo en un intento de no parecer preocupado. - Solo tenía videojuegos en casa, así que estaba súper aburrido...
Shiori sabía que este era el modo tímido de responder de Ace. Él era muy denso para sacar lo que verdaderamente siente a menos que esté cabreado o enojado, pero si la vida te da un balonazo en la cara pues entonces regrésale con un ladrillo, por lo que simplemente lo miró con una cara muy estoica y con ojos de juzgaban al pobre alma de Ace quien era vigilado por aquellos ojos escarlatas.
- ¡¿Qué pasa con esa cara?! - Exclamó el chico con pelo color terracota. - ¡¿Para qué mentir?! ¡Ya sabes como soy!
La sacerdotisa dió un suspiró mientras desviaba su cara a otro lado provocando así que una estaca invisible se clavara en la cabeza de Ace ante esa ley de hielo.
- Soy el que te dijo que me enviaras un mensaje de texto en cualquier momento. - Comentó Deuce todavía con un leve sonrojo. - Yo estaba dispuesto a cumplir mi palabra.
Pat...
- Muchas gracias Deuce. - Agradeció Shiori colocando sus manos a los hombros de Deuce, aparte de darle la espalda a Ace. - Eres un buen amigo. Te quiero mucho compa.
- ¡¿Ah?! Ahhmmm y-y-yo también te quiero Shiori. - Susurró Deuce sonrojándose tímidamente.
- ¡Oye! - Exclamó Ace sintiéndose excluido.
Y por otro lado el trío Octavinelle y Jamil lo fulminaron con la mirada la maldita suerte de Deuce a excepción de Kalim.
- Todos ustedes realmente no son para nada honestos. - Comentó Grim mirando a los jóvenes con una mirada aburrida.
Y así con todos los círculos de amigos ya establecidos entonces la verdadera fiesta estaba apunto de iniciar.
- Muy bien ¡La fiesta ha regresado! - Kalim exclamó muy emocionado tratando de animar el ambiente. - ¡Saquen la comida y toda la música! ¡Vamos a tener las mejores vacaciones de nuestras vidas!
- ¡SÍ! - Fue lo que exclamaron todos los jóvenes en un tono emocionado para el mejor día de sus vidas.
La música había empezado y con ellos las risas, las alegrías y sobre todo el espíritu libre de cada joven se percibió muy fuertemente en este pequeño Oasis en donde todos olvidaron las preocupaciones por una vez y disfrutaron del presente.
Jamil por otro lado solo miró a su alrededor para ver como todos realmente la estaban pasando bien a pesar de todo. él sabía muy bien que las cosas iban a cambiar pronto, pero lo sabrá manejar ya que después de todo por lo menos podían contar con una persona á quien podía considerar a la única chica que confiaría sin dudarlo.
Entonces sus ojos se posaron brevemente sobre Kalim expresando toda su alegría para mantener vivo y alegre el ambiente.
- Santos cielos... - Suspiró Jamil cruzándose de brazos. - Nunca cambiaras...
Pero a pesar de que todos estaban distraídos en algo nadie pudo notar la pequeña sonrisa que él había dibujado en su rostro.
Realmente la fiesta fue bastante gratificante para todos aquellos que estaban de lado de aquellos amigos para compartir hermosos recuerdos. La risas reinaban, el agua estaba fresca, no había nada que pudiera arruinar este momento y es esto tan solo estaba apunto de mejorar.
El sonidos de una cuerdas de una Sarod sonando en bluque marcaban un ritmo pegadizo a medida que mucho mucho de los jóvenes asienten las cabezas según los tempos de las palmadas que empezaron a escucharse en la radio.
- ¡WHHOOO TEMAZO! - Exclamó el estudiante de Scarabia con cabello morado seguido de vitoreo de sus compañeros.
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
- Ohhh, qué buenos ritmos. - Comentó Shiori marcando el ritmo con su pie. - Es muy pegadiza.
- Es una de las canciones más populares en nuestras tierras. - Dijo Jamil, quien estaba a unos pocos metros de ella.
- Me gusta mucho la manera en cómo uno puede colocarle las letras que quiera mientras baila. - Añadió Kalim llegado a la escena.
- ¿A sí? - Ella lo miró sorprendida.
- Así es... - Sonrió Kalim, empezó de a poco a mover su cuerpo para bailar. - Uno puede expresar lo que uno siente para experimentar un verdadero Jai Ho.
Una vez dicho eso Kalim, recordado bien los tonos de la melodía, empezó a cantar seguido de un armónico baile, mientras que muchos de los residentes vitorearon con fuerza al ver el increíble y enérgico baile de su líder.
Aaja, aaja jind shamiyane ke tale / Ven, ven bajo el techo de hojas
Aaja jariwale nile aasmanketale / Bajo el azul cielo
Y con ellos los residentes lo acompañaron con un fuerte.
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
Como si fuera alguna clase de baile contagioso muchos que estaban sentados no dudaron en también en empezar a bailar a su propio ritmo, desde pasos de hip hop hasta otros más tradicionales, con la diferencia de que ellos rodearon en un gran círculo a Kalim junto a Shiori y su grupo de amigos .
Casi cerca de la primera fila Floyd se encontraba bailando al lado de su hermano quien imitaba sus movimientos como si fuera su espejo mientras que Azul solo los miraba y aplaudía.
Shiori, Ace, Deuce y Grim, al ver que eran los únicos parados como árboles, se miraron mutuamente y encogiéndose de hombros también se unieron al baile. Ya saben lo que dice el dicho "Si no puedes con ello... uneteles"
Kalim al ver como todos estaban emocionados entonces empezó a cantar con más fuerza.
aja, aaja jind shamiyane ke tale / Ven, ven bajo el techo de hojas
Aajajariwale nile aasmanketale / Bajo el azul cielo
Y con ellos todos los presentes repitieron:
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
Kalim, dejándose llevar por el momento, señaló a Shiori al mismo tiempo que mucho aumentaron los vítores porque eso solo significaba una cosa.
-UUUyyyy Shiori, creo que te está desafiando a un duelo. - Comentó Ace apegándose a un lado de ella para que pudiera escucharlo.
- ¿Eh? ¡Enserio! - Dijo Shiori sorprendida
- ¿Un duelo? - Grim lo miró con sus ojos saltones. - ¿Por qué habría de pelear?
- Sabía que traer esto no fue un desperdicio. - Dijo Deuce aun con el bate a su espalda.
- No es clase de duelo tarados, es un duelo de baile. - Respondió Ace dándoles al dúo un leve golpe por detrás de la cabeza para luego dirigirse a su amiga y ponerla al frente. - ¡Adelante Shiori! ¡Saca los pasos prohibidos!
- ¡¿Y por qué yo tengo que ir al frente?! - Dijo Shiori.
- ¡Porque te retaron a tí, porque sabes bailar y porque sabes cantar músicas improvisadas sacadas de la manga! ¡Tienes madera para ganarle! - La animó Ace.
- ¡¿Y por qué no me acompañas?! - Exclamó Shiori viendo como Ace regresó rápidamente al círculo.
- ¡Nosotros solo haríamos el ridículo frente a Kalim y luego de esa presentación solo te daremos nuestros ánimos desde aquí!
- ¡No me digas! ¡Gracias por tu apoyo, Trappola! ¡Qué considerado eres! - Dijo sarcásticamente Shiori mirando como Kalim la estaba esperando. - Pero muy bien. Si lo vamos a hacer lo vamos a hacer a mi modo... ¡Grim!
- No te preocupes, lo tengo. - Grim levantó su pata para salir corriendo hacia otro extremo.
- ¿A dónde va? - Preguntó Deuce alzando una ceja.
- ¡Traerá la cereza del pastel! - Respondió simplemente Shiori analizando la música.
- ¿La cereza? - Dijeron Ace y Deuce
- ¡Solo les advierto.. ! - Shiori los señaló. - ¡Si yo me hundo, ustedes se hundirán conmigo!
Entonces Kalim tratando de animar a Shiori trató de convencerla una vez más.
Jai Ho! / ¡Victoria!
Jai Ho! / ¡Victoria!
Jai Ho! / ¡Victoria!
Los pasos de Kalim estaban tan llenos de energía desde movimientos de cadera, coordinación de brazos y piernas hasta piruetas para animar al público. Parecía que cualquiera que estuviera cerca de él terminaría siendo opacado incluso si se trataba del mismo sol.
Ratti, ratti sachi / Fui perdiendo
maine jaan gavayi hai / La claridad de mi existencia
Nach, nach / bailando
koylo pe raatbitayi hai / sobre el fuego de la noche
Akhiyon ki neend / el sueño de mis ojos
maine phoonko se uda di / yo aparté
Gin gin / Para contar
taarem maine ungli jalayi hai / La estrellas con la flama de mis dedos
- ¡Lo tengo! - Exclamó Grim levitando un gran tambor aislado y dos baquetas que las instaló rápidamente. - ¡Ya estoy listo! ¡Toma! - Le entregó a la albina dos velos de color celeste y rojo que encontró por allí.
- Gracias Grim. - Agradeció Shiori amarrando el velo en sus muñecas. - A mi señal.
El felino solo se subió sobre el tambor y levantando sus baquetas esperó.
- ¡Espera! ¡Espera! - Dije Ace mirando sorprendido al gato. - ¡Sabes cómo tocar esa cosa!
- ¡Aprendí a la fuerza para los desfiles del desierto! - Respondió Grim. - ¡Ahora ya tengo el poder absoluto!
Una gota de sudor solo se bajó de las cabezas de Ace y Deuce.
Aaja, aaja jind shamiyane ke tale / Ven, ven bajo el techo de hojas
Aajajariwale nile aasmanketale / Bajo el azul cielo
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
Entonces durante la parte instrumental Kalim haciendo pausa a su baile miró nuevamente a Shiori esperando la respuesta a su invitación y lo que vió le hizo sacar una sonrisa más radiante ya que ella, junto a Grim, ya estaban listas en una posición inicial esperando su gran momento.
Grim tenía sus baquetas alzadas al cielo mientras Shiori afiló bien su mirada desafiante y con una sonrisa coqueta solo esperó pacientemente.
Entonces el todo público ahora gritó:
(¡Baila!)
(¡Baila!)
Cuando las percusiones empezaron a sonar esa fue la señal para que Shiori empezara a mover sus caderas en un movimiento hipnótico al ritmo de Grim tocaba muy bien el tambor.
Todos los chicos dejándose llevar por la emoción ahora empezaron a dar ánimos Shiori.
(Ahora, conmigo)
(tú baila para hoy)
(Por qué este día de movidas)
(Los problemas)
(Los que sea)
(¡Salud!)
(¡Baila!)
(¡Baila!)
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
La clave para dar un buen espectáculo es cuando empleas bien los pasos de baile a la mano de las emociones del momento. La emociones que Shiori sentía era felicidad, orgullo y mucha libertad por lo que apoyándose de esas tres emociones empezó a efectuar pasos de bailes sensuales y movimientos elegantes y precisos con una ligera combinación de pasos de gimnasia rítmica .
Shiori podía intentar cantar en árabe para seguir la corriente, ¡Pero al diablo con la corriente! Su corazón decía que eligiera lo que quisiera por lo que usando el inglés ella continuó la letra con su armoniosa voz:
Escape away / Escapa lejos
I'll take you to a place / te llevaré a un lugar.
This fantasty of you and me / Esta fantasía tuya y mía
i'll neverlose my chance / Nunca perderé mi oportunidad
Una vez más los coros gritaron al ritmo del tambor de Grim:
(¡Jai Ho!) / (¡Victoria!)
Y en medio de los coros Shiori agregó vocablos largos que complementaban muy bien a medida que bailaba.
Yeah, yeah
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
Yeah, yeah
Todos los chicos cercanos de Shiori tenían casi la boca abierta. Ellos pensaban que el tipo de baile más apropiado para ella sería algo muy similar a los bailes ceremoniales humildes y recatados como lo que una sacerdotisa normalmente hacía, pero esto superó las expectativas.
Esos pasos ondeantes de sus caderas era una tentadora invitación a perderse entre ellas y el contorneo de su cuerpo dejaba que el cuerpo de Shiori revelará una hermosa silueta.
Sin miedo al éxito ella no dudó en acercarse con energía a Kalim con una maroma para luego empezar a responder a su duelo con pasos que hicieron retroceder al albino con ritmo a medida que ella trataba de cerrar su brecha con una seguridad única.
I can feel you / Puedo sentirte
Rushing through my veins / corriendo por mis venas
there's no anocean in my heart / Hay un océano en mi corazón
i will never be the same / Ya nunca más seré la misma
Entonces ahora contorneando su cuerpo lentamente, ella se unió a la voz del coro pero ahora sin los vocablos de antes.
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
Just keep it burnin', yeah, baby, just keep it comin' / solo mantente ardiendo, si nene solo sigue manteniéndolo
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
You're gonna find out, baby,I'm one in a million / Vas a darte cuenta, nene de que soy una entre un millón
Kalim, lejos de sentirse amedrentado, solo se entusiasmó más y ahora empezó a corresponder la energía de Shiori para cantar y a bailar con ella mientras se movían por todo el círculo.
La energía, la adrenalina y la energía dentro del cuerpo de Shiori iban en aumento a cada segundo de la música a tal punto que ella pudo sentir una gran pasión recorrer por todas sus venas tan adictiva que la iba soltando y liberando cada vez más.
Tantas fueron las emociones fuertes que ella sentía que quería compartirla con todos, porque lo que Shiori, con los lazos de sus muñecas, fue jalando a varios de los jóvenes al centro para que también se unieran al baile.
Obviamente dentro de las víctimas tenían que estar sus amigos, en especial el responsable de este estado... Ace.
Así qué enfocando a su objetivo Shiori no le dio tiempo para que se percatara de lo que iba a pasar y ejecutando bien su fuerza con el lazo lo capturó por su muñeca y lo atrajo hacia ella con varios giros
Cuando final lo tuvo frente a ella casi podía escuchar la voz de su entrenadora Helga en su mente diciéndole:
- "¿Quieres contagiar al público con tu entusiasmo?... Pues entonces aprende a usar el mejor encanto que tienes. Todos tenemos un lado seductor escondido en alguna parte de nuestros cuerpos. La tuya está justo en la mirada de tus ojos y la delicadeza de tu voz... si aprendes a usar esos dos lados entonces tendrás al mundo rendido a tus pies."
Eso fue lo que Shiori hizo. Con su dedo índice levantando su mentón y acercando un poco a su rostro le susurró suavemente:
- Muéstrame lo que puedes hacer... - Shiori le sonrió ladinamente de al lado. - ¿O acaso tienes miedo, miedosito?
Ace ante esa mirada al inicio parecía haberse congelado, pero que no duró por mucho tiempo cuando del mismo modo se puso juguetón con ella.
- Oh... si tanto lo quieres ver pues solo observa y verás. - Ace dibujó su cara pícara y sonriente cuando quería algo.
Entonces Kalim entonó:
Jai Ho! / ¡Victoria!
Entonces Shiori empezando a bailar pegada con Ace, quien pudo seguir bien el paso, luego ella sutilmente le dedicó un párrafo:
You are the reasonthat i breathe / Eres la razón por la que respiro
Luego Shiori atrajó a Deuce para bailar aunque con él fue más calmado ya que aún se mostraba un poco nervioso por su cercanía, pero eso no mató su estado de ánimo alegre:
Jai Ho! / ¡Victoria!
You are the reason that i stillbelieve / Eres la razón por la que sigo creyendo
Y mirando a Grim vio como este al final dejó las baquetas a otro alumno y salió del tambo para ir a al lado de Shiori y bailar con ella mientras ella le decía:
You are my destiny / Eres mi destino
Jai ho! / Victoria
Entonces ella nuevamente empezó a atraer a más gente pero ahora fue al grupo de Octanivelle. Al siguiente que atrajo para bailar fue a Floyd quien animadamente no puso resistencia y bailó con ella mientras juntaban sus cuerpos.
Jai Ho! / ¡Victoria!
No there is nothing that can stop us / No hay nada que pueda pararnos.
Luego atrajo a su gemelo Jade para bailar muy elegantemente.
Jai Ho! / ¡Victoria!
Nothing can ever come between us / Nada podrá jamás interponerse entre nosotros.
Entonces usando ambas telas capturó a Azul. Él al inicio se mostró un poco tenso por el hecho de no saber ¿Qué bailar con la albina sin quedar mal? Ella por supuesto notó eso, por lo que adaptándose con él solo entrelazo sus manos con las de él y giraron al compás de la música para que ella le dedicara las siguientes palabras.
So come and dance with me / Así que ven y baila conmigo
Jai ho! / Victoria
Antes de separarse, Shiori atrajó a Azul cerca de ella y guiñándole un ojo agregó:
You and me / Tú y yo
it's destiny / It's destiny
Dejando a un sonrojado joven de cabello peliplata ella llamó a todos para el centro y comenzó su solo a la vez que ahora bailaba con Kalim y el resto de los presentes.
Catch me / atrápame
Catch me / atrápame
Catch me / atrápame
C'mon, catch me / Vamos, atrápame
i want you now / te quiero ahora
I know you can save me / Sé que puedes salvarme
i need you now / te necesito ahora
I am yours forever / Soy tuya para siempre
yes forever i will follow / Si siempre te seguiré
Anyway / A cualquier sitió
and any day / Cualquier día
nevergonnalet go / Nunca te dejaré ir
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
Justo en el momento en el que el coro entonó esa frase, Shiori, lanzó el veló una vez más la multitud para sacar a bailar al siguiente joven. Muchos de los presentes se apartaron para ver quien era el seleccionado.
Al otro extremo del velo...
Levantando su brazo para mostrar el amarre del velo a su muñeca...
El siguiente seleccionado fue ni más ni menos que Jamil.
Por unos segundo Shiori lo miró con ojos sorprendidos ya que ese chico con una sonrisa y mirada casi lívida y llenas de confianza dibujadas en su cara era como si entre eso ojos le estuviera dando un silencioso mensaje oculto que solo ellos podían entender.
- "¿Estás segura de que no te arrepentirás de elegirme?"
y Shiori volviendo a su estado enérgico con una ceja divertida alzada respondió con toda confianza entre miradas.
- "No pienso arrepentirme."
- "Entonces espero que estes lista"
- "Sabes que lo estoy."
Entonces sin previo aviso Jamil sostuvo la tela con su mano y rápidamente atrajó el cuerpo de Shiori a su lado seguido de una perfecta vuelta entre ambos para terminar con una pequeña separación entre sus caras.
Entonces Jamil dijo:
'I need you' / 'Te necesito'
Shiori respondió:
Gonnamake it / Vamos a hacerlo
Jamil una vez más preguntó:
'I'm ready' / 'Estoy listo'
Y ella nuevamente respondió:
So take it / 'Entonces tómalo'
A estas alturas a ellos no les importaba cuáles eran las reacciones del entorno, ambos solo se enfocaron entre ellos. Los dos se podían ver la confianza entre sus miradas y coordinando bien sus pasos, entonces empezaron a bailar juntos con el rojo todavía uniendo sus muñecas al mismo tiempo que ambos cantaban intercaladamente al ritmo de los coros:
Primero fue Jamil:
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
'You are the reasonthat I breathe' / Eres la razón por la que respiro
Luego fue Shiori:
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
You are the reason that I stillbelieve / Eres la razón por la que sigo creyendo
Entonces ambos dijeron:
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
'You are my destiny / Eres mi destino'
'Jai Ho! Oh, oh, oh, oh!'
Y del mismo modo repitieron la estrofa.
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
'No there is nothing that can stop us' / 'No hay nada que pueda pararnos.'
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
Nothing can ever come betweenus / Nada podrá jamás interponerse entre nosotros.
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
'So come and dance with me' / 'Así que ven y baila conmigo'
'Jai Ho!' 'Victoria'
Los pasos de esos dos estaban a otro nivel. Jamil y Shiori tenían tanta coordinación en sus pasos que incluso subiendo la intensidad de sus movimientos, ambos podían mantenerse al margen del uno contra el otro como un perfecto complemento.
'You and me' / 'Tú y yo'
'it's destiny' / 'It's destiny'
Y tal como se predijo la fiesta no se detuvo. Todos continuaron bailando, pero ahora Shiori deshizo el amarre de la tela a la muñeca de Jamil para que así todos pudieran bailar libremente y sin limitación alguna.
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
(Baila)
(Baila)
En medio del baile Ace miró de manera fija la confianza y la alegría que había en el rostro de Shiori, no sabría como calificarlo pero, a comparación de sus anteriores rostros, esta era mucha más radiante que las anteriores que conoció.
Como si fuera su verdadero rostro.
- Ha cambiado... - Dijo Ace.
- ¿Eh? ¿Qué ha cambiado? - Preguntó Deuce quien estaba cerca de él.
- Shiori.
- ¿Qué tiene? - Deuce desvío su mirada hacia su amiga tratando de buscar alguna diferencia pero no había nada.
- Está diferente... - Respondió Ace - No se como ponerlo en palabras pero es como si...
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
(Baila)
(Baila)
(Jai Ho!) / (¡Victoria!)
- Es como si ella tuviera mucho más libertad que antes.
...
Un par de horas más adelante...
Shiori se encontraba respirando agitadamente, prueba de ellos eran las cantidades de sudor que corrían sobre su frente y cuello. Previamente había empleado tanta energía en su cuerpo que ahora estaba casi agotada sin embargo ese no era el motivó por el cual ella jadeaba como si hubiera corrido una maratón.
- ¡A...Ace...! - Susurró Shiori.
- Solo relájate Shio-chan, te acostumbraras pronto. - Dijo tranquilamente el joven con el tatuaje de corazón al frente de la albina, como si ya hubiera tenido experiencia previa..
Squeez... Squeez...
El sonido de algo apretando se escuchó levemente al mismo tiempo que Shiori soltó un leve jadeo por la inesperada presión y entonces miró a Deuce quien estaba a su atrás.
- Deuce... Ahh... detén esta locura... Por favor. - Le suplicó la albina con un leve rubor en la cara.
Pero Deuce solo la miró con una mirada de culpa.
- Lo siento Shiori, pero no tenemos otra opción... - Comentó Deuce mirando ahora hacia abajo - Solo será por unos segundos... aguanta un poco más.
Squeez... Squeez...
Otro jadeo se escapó de los labios de la albina.
No podía creer cómo las cosas habían terminado y se suponía que la fiesta en el oasis iba tan bien hasta este momento, pero las circunstancias dieron una vuelta de 180° y ahora ella se encontraba atrapada entre quienes se suponían eran sus mejores amigos.
- Ugh... Ustedes... ¡Ahh! - Shiori luchó para pronunciar bien sus palabras y una vez que acumulo el suficiente aire entonces con una vena hinchada sobre su cabeza chilló cómicamente. - ¡Se me van a salir los órganos! ¡No aprieten fuerte las cuerdas!
- ¡Son necesarias luego de todas tus travesuras con las fotos! - Respondió Ace con la misma vena hinchada en su cabeza. - ¡No volveremos a caer dos veces en tus trucos taka taka!
- ¡Pero es parte del encanto! - Shiori hizo un leve puchero mientras se defendía. - Puede que la primera vez sí quería divertirme, pero la última no fue por decisión mía... ¡Soy inocente! ¡Confíen en mí, esta foto no es la excepción!
- ¡No lo será porque nosotros tomaremos la foto! - Ace tomó la cámara fantasma para entregarla a Deuce. - Ubica la cámara.
Deuce se fue al frente para posicionar la cámara.
- Hahahaha Koebi-chan luce como un gusanito. - Rió a carcajadas Floyd mirando la cuerda.
- Me siento más como una rehén de ISIS. - Respondió en un murmuro Shiori.
- Oya~ ¿Incómoda por las cuerdas señorita Shiori? - Preguntó Jade con inocencia. - Si gustas puedo cambiarlas el estilo para que se vea más estético como las de este catálogo.
En eso Jade sacó una revista de tantas que hizo aparecer de la nada para entregarla a Shiori, quien sacó sus manos de las cuerdas para hojear con curiosidad lo que el gemelo le había entregado.
Azul, por puro azares del destino, vio el tipo de revistas Jade le pudo haber entregado a su medusa guiándose por la pila que el gemelo sostenía en su otra mano. Lo que vio casi terminaba por hacerlo escupir tinta de su boca, el motivo de esto era que al ver que en la parte posterior había una imagen de un maniquí femenino con varias cuerdas apretando su cuerpo de una forma asimétrica.
Era un catálogo de cuerdas bondage.
Con un fuerte grito interno y a la velocidad de un rayo, Azul ,de un rápido y fuerte jaloneo arrebató las revistas que sostenía Jade y sin dudarlo las prendió fuego con magia hasta no dejar rastro alguno, sin embargo solo había un problema.
- "¡La revista que Shiori tiene!" - Azul se alarmó mucho al ver como Shiori se quedó mirando el contenido de una de las páginas de la revista. - ¡Shiori no la leas!
Azul realmente trató de proteger los ojos puros e inocentes de la albina de esas revistas no aptas para ella aún, pero entonces...
- Uhmmm agradezco mucho tu ayuda Jade, pero creo que esto solo sirve para bridar la carne de res. - Dijo Shiori mostrando la foto exacta de un trozo de carne con una cuerda de algodón enrollada.
- Oh, qué torpe de mi parte. - Se disculpó Jade recuperando la revista de cocina. - Supongo que nuevamente me he confundido. Debo prestar mucha atención antes de generar un mal entendido.
- Jajaja no te preocupes, si la princesa sirena asimilaba que un tenedor era similar a una peineta esto solo fue un error. - Comentó Shiori con su sonrisita.
Ante esas palabras, el pobre líder de Octavinelle, al instante se volvió de piedra a medio camino mientras repetida tensamente:
- ¿Bridar?
- Sí Azul, bridar. - Jade ahora miró a Azul con una sonrisita que superaba al verdadera sonrisa del gato sonriente. - ¿O acaso has mal pensado algo? ¿No es así, Azul?
- ¡Tú! ¡Hijo de...! - Murmuró el joven con lentes luchando con el sonrojo de la vergüenza.
Estaba a punto de estrangular a Jade, pero la voz de Deuce interrumpió el intento de homicidio.
- La cámara ya está ubicada. - Exclamó Deuce, dejando la cámara colgando.
- ¡Ya oyeron chicos! - Gritó Kalim reuniendo a sus residentes para colocarse a un lado de Shiori. - ¡Fórmense para la foto del anuario!
- ¿Por qué te han atado? - Le preguntó muy confundido Jamil a Shiori a la vez que se ubicaba a su costado.
- Es una contramedida. - Respondió Ace ubicándose cerca de Kalim y Shiori.
- ¿Contramedida?
Luego de enfocar bien la lente, Deuce, salió corriendo hacia donde Jamil y Shiori para ubicarse. Los gemelos y Azul se posicionaron detrás de la albina. Por último el restos de estudiantes se colocaron a su alrededor
- Ahora si. Nada de trucos loca. - Dijo Ace con orgullo. - Solo será una foto normal.
- Ya sé, ya sé. - Shiori rodó los ojos. - Solo será una foto normal.
- Pobre secuaz, todas sus travesuras le han sido devueltas en esta forma de gusanito. - Comentó Grim subiendo a la cabeza de la albina para posar. - Bueno, no se le quitara lo traviesa ¡Sigamos adelante!
Shiori soló dió un jadeo de sorpresa antes esas palabras para luego dibujar sus lagrimitas de cocodrilo en sus ojos.
- Eras mi amigo y tú me traicionaste, Grim. - Dijo ella dramáticamente, pero que no duró por mucho tiempo ya que tanto Shiori como Grim solo terminaron por reír de las tonterías que ella estaba diciendo.
- Todos miren a la lente... - Informó Kalim al mismo tiempo que Deuce levantó su pulgar listo para presionar el botón.
Y entonces...
¿Realmente pensaron que esta foto sería una excepción?
Pues pensaron mal.
Ya que, no muy a lo lejos, los elefantes que estaban tranquilos tomando de la fresca agua del oasis, debido a la sed, la estaban pasando muy bien. Pero sabían que en un gran porcentaje de los oasis pueden abundar toda clase de animales ocultos que incluso pueden existir en el ecosistema más secó como lo es el desierto.
Existe de todo un poco serpientes, escorpiones, coyotes, lagartos... ratas.
Squeak... Squeak...
Dos chillidos leves detrás de una manada de elefantes que estaban frente a un oasis lleno de agua y que incluso a un extremo estaban los jóvenes a punto de sacarse la foto.
¿Qué creen que pasará?
Ni bien los elefantes escucharon esos dos chillidos detrás de ellos no dudaron en regresar sus miradas hacia el origen del sonido. Gran sorpresa se llevaron cuando no muy lejos de ellos un muy adorable ratón canguro de pelaje marrón venía brincando en búsqueda de algo para comer.
El pequeño animal pensó que en esta zona con agua sería un buen lugar para buscar algo, pero nunca hubiera imaginado todo el efecto dominó que desencadenaría su mera presencia. Los elefantes levantaron sus grandes orejas, abrieron bien sus ojos y luego de lanzar una barrita de sus trompetas no dudaron en saltar al único sitio seguro en donde un ratón no se arriesgaría a estar, el agua. Sin perder el tiempo, estos colosales animales, saltaron en conjunto de sus lugares hacia el oasis generando así una gran ola de agua que se dirigía a grandes velocidades hacia el punto en donde se encontraban nuestros jóvenes.
- ¿Eh? ¿Escucharon eso? - Preguntó Shiori con una oreja alzada.
- Buen intentó loca. No caeremos en eso. - Respondió Ace.
- Pero...
- ¡Shhh!
- ¡Uy, pero qué pesado eres! - Informó Shiori dejando el lado de Ace para mirar a la cámara y sonreír seguida de la señal para tomar la foto.- ¡Muy bien! ¡Todos digan "Baklava"!
- ¡Baklava! - Fue lo que exclamaron todos sonriendo.
3... 2... 1... ¡Flash!
Ni bien Deuce presionó el botón de la cámara fantasma la luz del foco parpadeó en una luz intermitente que daba noción de que la foto ya empezó a capturar el principio y el fin del evento caótico.
Para detallar mejor cada parte de esta foto, primero hay que verlo en cámara lenta mientras que la melodía de "What a wonderful world" suena como música de fondo.
Todos los residentes de Scarabia al inicio estaban sonrientes mirando fijamente la lente, pero entonces la ola finalmente llegó a ellos y como a cualquier tsunami el caos llegó primero a los desafortunados que estaban cerca de la orilla, haciendo que sus caras pasaran de un estado feliz a uno lleno de shock y sorpresa. Muchos trataron de apoyarse de la persona más cercana que tenían para no caerse de bruces a la arena, pero dado a que el agua también estaba el piso pues entonces sus pies también terminaron por resbalarse; hasta muchos de los jóvenes de Scarabia salieron ridículamente volando por el impacto del líquido.
Por otro lado, nuestros jóvenes protagonistas tampoco se salvaron del mini tsunami.
Cuando el agua atropelló a Ace, este sin cambiar su cara sonriente, empezó a caer de bruces al suelo y cuando recién se percató que su cara iba a chocar con la arena fue entonces cuando su cara cambió a una de alerta.
Para Deuce, ni bien escuchó los gritos de atrás rápidamente giró su cabeza para ser recibido por el agua que impactó en su cara hasta empujarlo como si hubiera estado frente a una explosion.
Grim también había girado su cabeza y al ver como el agua se acercaba, agachó sus orejas y saltando de la cabeza de Shiori se colocó hacia su pecho y se sostuvo de las cuerdas como si su vida dependiera de eso; dejando a la sacerdotisa confundida ante su repentina acción.
Jade, Floyd y Azul al ser golpeados por el agua estos empezaron a caer hacia adelante empujando accidentalmente a las personas que tenían enfrente. En este caso serían Shiori, Kalim y Jamil.
Al momento en el que el Agua goleó las piernas atadas de Shiori y al no poder moverse apropiadamente entonces ella empezó a caer como si fuera un árbol recién talado con un Grim chillando en su pecho y con una cara de alerta máxima porque ambos sabían muy bien que la caída iba a doler. Sin embargó y para suerte de la chica, Jamil y Kalim, al percatarse de que Shiori se iba a caer con Grim entonces extendieron su manos rápidamente y trataron de volver a pararla apropiadamente pero entonces el agua más el peso de los chicos de Octavinelle los hizo nuevamente caer de manera chistosa.
Al final todos los jóvenes terminaron siendo transportados por el agua hacia donde se podía, con todos regados boca arriba en la arena, con toda la ropa mojada y una mirada indescriptible como si fueran pescados fuera del agua intentado preguntarse una y otra vez qué fue lo que acababa de pasar.
- Wow... Realmente ustedes sí que saben cómo tomar fotos ¡Eso fue bárbaro!. - Comentó Shiori siendo libre de las cuerdas, al lado de un Ace con la cara enterrada en la arena. - Se que no te gustará que te diga esto pero... ¡Te lo dije!
- ¡No me lo digas! - Respondió sarcásticamente Ace con la cara todavía enterrada en la arena.
- Entre esto y que Shiori tome la foto, definitivamente hubiera preferido que Shiori la hubiese tomado. - Comentó Deuce con un zapato perdido.
- Ffgna.. ¿Alguien anotó la matrícula? - Comentó Grim con sus ojos en forma de espiral por la turbulencia.
- ¿Todos están bien? -Preguntó Azul levantándose.
- Yo me encuentro bien. - Señaló Jade levantándose de la arena para mirar a su gemelo. - ¿Tú Floyd?
- Yo... ¡QUIERO HACERLO DENUEVO! - Exclamó muy entusiasmado Floyd con los puños al aire.
- ¡NOO! - Fue lo que exclamaron una gran parte del grupo incluyendo Jamil.
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Todo lo bueno al final tiene que acabar. Una vez que la fiesta acabó Shiori y Grim finalmente pudieron salir de Scarabia con total libertad como debía de ser rumbo al dormitorio abandonado. Sus amigos tuvieron que regresar a sus casas con ayuda del espejo de la oscuridad, pero ahora que la señal había sido restaurada entonces era seguro que esta vez los mensajes y las llamadas iban a llegar.
Shiori, antes de salir del dormitorio del hechicero de las arenas, había decidido entregarles un par de cristales a Kalim y Jamil como un regalo adelantado por las vacaciones de invierno y ellos con mucho gusto lo habían aceptado. Ahora una parte de ella se quedará con ellos.
- Finalmente estamos de vuelta en el dormitorio. - Suspiró Grim metido en el afelpado sacó de invierno de Shiori.
- Se siente como si estuviéramos fuera por mucho más tiempo. - Respondió la albina mirando el recorrido de nieve. - Este lugar es definitivamente más relajante.
- Tú lo has dicho.
En eso una voz a la distancia interrumpió su charla.
- ¡Hey, Shiori! ¡Grim! - Los recibió alegremente el fantasma Billy.
- ¡Regresamos! - Shiori les devolvió el alegre saludo.
- Incluso vivir con fantasmas es algo lindo después de vivir en esa prisión. - Respondió Grim con una sonrisa gatuna.
Y con ello William y Bletcher también aparecieron.
- Pensábamos que habían muerto porque no volvieron a casa en un largo tiempo. - Dijo Bletcher. - Todos estábamos muy preocupados, ji ji ji...
- Sí, lamentamos mucho este inconveniente. - Se disculpó Shiori.
- Pero es un gran alivio verlos de regreso sanos y a salvo. - Comentó William.
- ¿Las cosas fueron difíciles por aquí durante nuestra ausencia? - Shiori miró a los alrededores.
- Nada nuevo honestamente. - Dijo Billy. - Seguimos adelante y nos encargamos de dar a las hadas de fuego sus troncos de madera a diario.
Ante la mera mención de las hadas tanto grim como Shiori palidecieron como hojas blancas.
- "¡Ah, Las hadas!" - Gritaron mentalmente Shiori y Grim al acordarse de la misión que les había encargado el director.
- Ahora que lo mencionas... ¡Lo olvidamos por completo! - Chilló Grim.
- No es posible que se nos haya olvidado esta tarea importante. - Añadió Shiori con la frente morada y apunto de caer de rodillas a la nieve, pero recordando lo que los fantasmas habían dicho entonces todos esos sentimientos se convirtieron en gratitud y alivio al mismo tiempo que mirada escarlata llena de brillitos y pequeñas lagrimillas. - Gracias por cuidar de las hadas, se los agradezco.
- No fue nada. - Sonrió Bletcher. - No íbamos a permitir que nuestras vacaciones se convirtieran en un bloque de hielo.
- Y como sorpresa, ha aparecido el banquete que el director había ordenado. - Informó William.
Esa noticia fue música para los oídos de Grim que, con una radiante sonrisa, él festejó esta racha de buena suerte según su criterio.
- ¡Nyaha! ¡Es hora de la fiesta! ¡Tengo que verlo con mis propios ojos ahora mismo! - Grim salió del sacó de Shiori corrió lo más pronto posible hacia el interior de la casa.
Los fantasmas no tardaron en seguirle el paso al felino dejando a Shiori atrás. Ella de algún modo miraba con una sonrisa la alegría y el optimismo con el que este día la recibió a medida que pasaban las horas. Hoy iba a disfrutar lo que quedaba del día.
Sin embargo una ligera punzada en su cuerpo le advirtió de una presencia que estaba muy cerca de ella. Giró su cabeza por todos lados pero mientras más hacía eso el aura presente se movía hacia otro lado. No se trataba de la energía de un fantasma o de un humano, era distinta pero muy similar a cierto joven con cuerno que apareció en la mente de la sacerdotisa.
- De nada sirve esconderse... - Shiori llamó al entorno. - ... Sé que estás aquí.
Entonces la energía terminó por ubicarse a espaldas de ella. Girando su cabeza hacia atrás en efecto se topó cara a cara con el mismísimo Lilia, quien estaba flotando boca abajo. Era irónico decirlo pero se sentía como si fuera aquella escena de Spiderman con MJ, pero sin la telaraña, la lluvia o el beso.
- Ooh ¿Así que has vuelto? - Dijo el chico de Diasomnia.- Me sorprende que me hayas percibido incluso si me mantuve bien camuflado,
- Ya me asustaste una vez antes, esta vez no volveré a caer en ese truco dos veces. - Shiori reconoció su rostro la vez que lo conoció en la ceremonia de entrada, en la cafetería y cuando necesito de su ayuda para lidiar con el tema de Leona y el partido de Magift. - ... Es Lilia Vanrouge ¿Cierto?.
- Correcto. Soy el Vice-prefecto de Diasomnia, a su servicio madame. - Dijo cortésmente habiendo una reverencia en el aire mientras extendía su mano en señal de respeto.
- El gusto es mío. - Respondió Shiori.
Shiori, estando familiarizada con esta clase de saludos, no dudó en extender su mano derecha hacia la mano Lilia y permitir que el tomara sus dedos con delicadeza, sin embargo a medio camino se detuvo ya que al ver de cerca el tatuaje de la sacerdotisa sus ojos en menos de una fracción de segundo se abrieron con una gran sorpresa ya que el ver cada trazo y patrón de los pétalos hizo que un muy rápido recuerdo pasó por su mente pero que supo disimular muy bien.
- ¿Hay algún problema? - Interrumpió la voz confundida de Shiori.
Saliendo de su ensoñación y regresando a su estado de antes, besó levemente la mano tatuada de la albina para luego finalmente colocar los pies sobre la tierra.
- No hay ningún problema, más bien discúlpeme si la hice sentir incómoda, suelo soñar despierto. - Sonrió tranquilamente Lilia.
- Oh no. No es ningún problema, lo comprendo bien. - Respondió Shiori educadamente - ¿Qué lo trae por aquí?
- Vengo a entregarte una tarjeta navideña dirigida a usted por una determinada persona. - Dijo Lilia haciendo aparecer una tarjeta para luego entregarla a Shiori
- ¿Una carta? - Ella tomó el sobre elegante para abrir el sello de cera con cuidado y revelar que en su interior había una de esas icónicas tarjetas navideñas pero con el hecho de que la carátula tenía ilustrando un castillo con espinas.
La tarjeta tenía mucha personalidad y lo que la hacía presentable era la bella escritura pulcra y elegante que tenía en su interior. De tan solo leerla y de tener una carta formal hizo que Shiori se sentía como si estuviera dentro de la época de "Orgullo y prejuicio".
Solo había un pequeño detalle.
- "¿Y el remitente?" - Se preguntó Shiori al no ver ningún nombre escrito en la tarjeta ni el sobre. - "¿Quién me está enviando una carta? ¿Será alguien conocido? ¿Será alguien de Diasomnia o algún desconocido que me conozca?"
Tantas preguntas y la única pista que tenía era el sello de cera con la M elegante y el acrónimo de tenía escrito al final de la tarjeta.
- Estaba de muy mal humor porque no lo invitaron a ninguna fiesta navideña de nuevo este año... - Suspiró Lilia para luego mirar con tranquilidad a la albina. - Si alguna vez elaboras una fiesta con tus amigos, invítalo también...
- ¿Está bien...? - Dijo Shiori todavía preguntándose a quién se refería.
Ella estaba apunto de preguntarle a Lilia cuando rápidamente Lilia la interrumpió.
- Entonces, mi negocio aquí está terminado. Que tengas unas maravillosas vacaciones.
- ¡¿Eh?! Espera yo... - Shiori quiso detenerlo pero en un abrir y cerrar de ojos, Lilia había desaparecido sin dejar rastro alguno. - Yo no me pude despedir...
Nuevamente ella se había quedado mirando la carta de Lilia y mirando el texto una o dos veces vio que al pie de la carta se encontraban las siglas elegantes y en mayúsculas.
- Enviado por "M.D."... - Ella leyó en voz alta. - ¿M.D.? Entonces mi remitente... ¿Es un doctor? ¿Acaso mi médico hematólogo me envió una carta?
Por sí mucho no lo saben en el norte de América las siglas M.D. son la abreviatura de "Medical Doctor" que traducido al español sería "Doctor en Medicina" motivó por el cual Shiori está confundida y segundo, están en lo correcto, ella visita a un médico especializado en hematología a petición de Crowley dado a los bajos niveles de hemoglobina que revelaron sus últimos exámenes médicos.
- ¡Shiori! ¡Si no entras, te perderás la fiesta! - Grim la llamó desde el interior de la casa.
- ¡Ya voy! - Respondió ella guardando la carta.
- ¡Ho ho ho! ¡Felices vacaciones! - Vitorearon los fantasmas.
Ella estaba apunto de pasar por el umbral de la puerta cuando de pronto su tono de llamada vibró en uno de sus bolsillo. Su teléfono estaba sonando. Sacando el apartó de su prisión y prendió la pantalla para ver quien la llamaba. Grande sería su sorpresa cuando vio las letras registradas en su agenda.
- ¡¿Director?! - Dijo Shiori presionando el botón verde para contestar la llamada y colocar su oreja para escuchar la otra línea. - ¿Hola?
- ¡Señorita Nakamura! ¡Oh que alivio la llamada por fin entró! - Respondió Crowley.
Pero en eso alguien ,a lo lejos, le estaba hablando al director desde una larga distancia.
- ¡Señor bájese de ese árbol! ¡No es seguro!
- ¡Ahorita no joven! ¡Esta es una llamada de vida o muerte y necesito toda la cobertura posible! - Chilló el director desde la otra línea, tal parece ser que lo que dijo funcionó porque la otra persona paró de gritar. - ¡Señorita!
- Director... - Ella respondió.
- ¡Es bueno escucharla de nuevo! ¡Cuando las líneas se cortaron tuve un presentimiento de que algo había pasado ¿Qué pasó? ¿Te sucedió algo? ¿Te quedaste sin medicinas? ¿Algún extraño se acercó a tí? ¡¿Algo pasó en mi ausencia?!...
Y así una lista interminable de preguntas bombardearon el oído de Shiori, pero felizmente ella pudo buscar el momento precisó para responder.
- No. No. No se preocupe, ya todo está tranquilo. Lo peor ya pasó...
- ¿Qué?... ¿Lo peor?... ¿Qué ocurrió?...
Shiori se tomó el tiempo necesario para explicar lo sucedido en Scarabia, claramente omitiendo el hecho de cuán destrozado resultó el lugar, pero gran parte de la narración fue escuchada atentamente por Crowley.
- ... y eso fue lo que pasó. Tuvimos suerte de sobrevivir. - Finalizó Shiori.
La línea por el otro lado se quedó en silencio por un buen rato y eso ya estaba preocupando a Shiori.
- ¿Director? - Ella lo llamó esperando a que la línea nuevamente se colgará.
Y entonces...
- Perdóname Shiori...
Al escuchar ese tono bajo y suave en la voz del director, hizo que un escalofrío helará la sangre de la albina al mismo tiempo que se empezó a abrazar a sí misma ya que ese sentimiento en su pecho le resultaba tan nostálgico que podía sentir como si hubiera vuelto a tener 9 años. Esa voz se escuchó demasiado similar al tono de voz que tenía su padre cuando regresó a casa luego de todo lo que pasó en el culto del loto rojo.
- No se suponía que deberías de haber pasado por esto de nuevo. Luego de todo lo que pasaste... - Suspiró el director. - Lo lamento mucho... otra vez tuviste que verte en la obligación de pelear una vez más. Quizás... si tan solo yo hubiera...
Al instante, Shiori ,tratando de contener las lágrimas se aclaró la garganta y sosteniendo con sus dos manos el teléfono ella respondió:
- ¡Pero...! - Y luego ella bajó su tono de voz. - Pero... Gracias a esto he logrado superarme cada vez más, Director.
- ¿A sí? - Crowley sonrió levemente detrás del teléfono.
- ¡Sí! - Shiori asintió mientras trataba aliviar el escozor de los ojos. - He superado más retos, t-también hice más amigos y ya... ya siento que... empecé a liberarme de tantas cadenas. que me angustiaba antes.
Una vez más el teléfono se quedó callado por unos segundos y la tensión se empezaba a formar en el aire dejando una albina un poco nerviosa debido a este silencio, pero que no duró mucho ya que entonces, con tan solo unas pocas, el director respondió:
- Me alegra escuchar eso... estoy muy orgulloso de ti
Con tan sólo nueve palabras fueron más que suficientes para que Shiori solo esboza una linda sonrisa acompañada de lágrimas silenciosas.
- Continúa dando todo lo mejor de tí, obviamente teniendo en cuenta tu seguridad y cuidado ¿De acuerdo?
- Así será, Director... - Respondió Shiori ahora sintiéndose mucho mejor.
- Muy bien, yo continuaré viajando por el este. Asegúrate de tomar todas tus medicinas y de comer bien. Tú próximo examen médico se acerca así que procura cuidar mucho tu salud.
- Lo haré... haré mi mejor esfuerzo. - Ella prometió. - Cuídese mucho.
- Tú también cuídate. Nos vemos, polluelo.
La llamada podría haberse terminado allí cuando de pronto en la otra línea se escuchó un crujido de algo rompiéndose.
- ¿Eh? / ¿Eh? .- Dijeron Shiori y Crowley al mismo tiempo.
Lo que pasó después fue que Shiori desde la otra línea escuchó claramente el ruido de las ramas de un árbol golpeando repetidamente al director que daba uno que otro ruido de dolor hasta incluso grito por la caída, pero que fué cortada cuando un ruido sordo finalizó el griterío.
- ¡Director! - Shiori lo llamó esperando escuchar una respuesta, pero todo estaba en silencio. - ... ¿Director?
Ella trató de llamarlo una vez más y por suerte el director todavía seguía vivo.
- No me... lastimé... - Fue lo único que respondió. - Te llamaré... Luego...
Y con ello la llamada se colgó.
- Esperó que no haya sido grave. - Dijo Shiori estando un poco preocupada por el director.
Se limpió el rastro de lágrimas que quedó de sus ojos y respirando profundamente el viento gélido del ambiente ella finalmente pudo regresar a su tranquilidad interior para poder así entrar al dormitorio y continuar con la cena.
Pero eso le tomaría un poco de tiempo.
En eso el sonido vibrante del teléfono empezó a sonar repetidas veces, notificando que estaban llegando varios mensajes a su teléfono.
Absorta por ese sonido incesante ella nuevamente encendió el teléfono y pudo ver con sus propios ojos como un montón de mensajes empezaron a llegar como gotas de lluvia a su teléfono preguntando por ella y si se encontraba bien. Todas y cada una de ellas eran de todos los amigos cercanos que ella fue haciendo en ese tiempo.
Mensajes y llamadas perdidos de Riddle, Cater, Trey, Leona, Ruggie y Jack
- Espera... espera... todos me hablan al mismo tiempo. - Dijo Shiori tratando de leer los mensajes y responder lo más que podía.
Y como cereza al pastel varías videollamadas empezaron a timbrar.
Sin embargo no muy cerca de allí, escondido entre las arboledas secas del dormitorio se encontraba vigilando Lilia.
-Es imposible... - Murmuró el antes de una vez mas teletransportarse de vuelta a su hogar.
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De regreso al Valle de las espinas un muy sereno Lilia se encontraba caminando entre todos los pasillos del castillo rumbo hacia un sitió en específico, La biblioteca.
- Solo espero que sea una coincidencia. - Murmuró la fae empujando la puerta de manera leve para iluminar la habitación con las miles y grandes cantidades de textos y libros muy antiguos que dicho lugar tenía guardado y que había leído un millón de veces.
Lo único que no esperó era que justo en ese mismo lugar se encontraba Malleus también leyendo con una tranquilidad y elegancia digna de un futuro rey.
- Veo que regresaste pronto, Lilia. - Comentó Malleus apartando su mirada del libro.- ¿Lograste entregar mi recado?
- Sí, ella ya lo recibió. - Comentó Lilia cerrando la puerta.
- ¿Y ella se dio cuenta?
- Tal y como lo pediste, no le dí ni una sola pista.
- Ya veo, gracias por acceder a mi petición.
- Lo que sea para mi pequeño protegido. - Bromeó un poco Lilia.
- Yo ya no soy un niño. - Malleus entrecerró su mirada verde, pero eso no inmuta en nada a Lilia.
- Fu hu hu, eso lo sé muy bien, pero aun así las costumbres de siempre mueren muy tarde. - Comentó ultimó para ahora enfocarse en buscar aquello que estaba buscando.
Malleus lo vio moverse de un lado para otro, buscando entre repisas y varios estantes libros que hacía flotar a su alrededor pero ni bien él hojeaba todas las hojas rápidamente las regresaba el libro de vuelta de donde lo sacó y continuaba la búsqueda. Usualmente dejaría que Lilia continuará en lo suyo, pero la curiosidad le estaba ganando.
- Veo que hay algo que no puedes encontrar. - Malleus se levantó de su asiento al mismo tiempo que una cadena delgada se deslizó de su cuello. - ¿Es algo de suma importancia?
- Solo quiero verificar con algo que vi hace poco y si tiene relación con algo que acabo de recordar. - Lilia cerró el libro que sostenía para mirar a Malleus. - Se que suena paranoico pero ya sabes como soy cuando siento mucha curiosidad por algo.
Pero al instante en que los ojos de Lilia se enfocaron más en lo que se sostenía del cuello de Malleus y entonces fue cuando lo vio. Un cristal lila que emitía una imperceptible energía inusual.
- ¿Y ese collar? - Preguntó Lilia.
- Oh, esto... - Comentó Malleus levantando con cuidado el cristal. - La hija del hombre me lo entregó antes de que me retirara del Night Raven. Me dijo que según en su tierras es como un artículo de protección. - Luego él sonrió levemente - Fue un muy adorable detalle de su parte el compartir conmigo parte de su cultura y civilización que totalmente desconozco.
Sin embargo Lilia no respondió y solo se quedó absorto escuchando repetidas veces las últimas palabras que mencionó Malleus.
- Civilización... - Susurró Lilia antes de que sus ojos se abrieran de par en par
Y con eso él devolvió todos los libros con magia y se dirigió hacia otra dirección de la biblioteca. Malleus, extrañado por esta actitud, al ver como su guardián iba con tanta prisa no dudó ni un segundo en seguirlo.
- ¿Me puedes explicar por qué tanta prisa? - Preguntó Malleus.
- No puedo ofrecerte una respuesta concisa ahora. Hasta yo siento que es una locura lo que estoy pensando . - Dijo Lilia llegando al extremo de una pared vacía para que con un rápido hechizo revelara la puerta que estaba oculta y entrar en ella junto a Malleus. - Pero vale la pena averiguarlo.
- ¿Es algo de lo que me deba de preocupar? - Malleus dijo con una voz solemne.
- Como te lo mencione solo es cuestión de verificarlo. -Entonces Lilia con un hechizo de fuego reveló que en el interior de dicha puerta oculta había otra sección de libros mucho más antiguos de los que estaban en la biblioteca, se podía comprobar debido a la humedad y el desgaste de todos ellos.
- Por lo que veo, esas respuestas que anhelas ameritan que abras la sección oculta del castillo. - Malleus empezó a indagar ya que también quería saber la respuesta.
- Aquí solía guardar muchos de mis textos antiguos... lo que busco no es algo que todos los libros del exterior sean de mucha ayuda. - Respondió Lilia caminando hacia el interior de la puerta secreta. - Solo espero que el tiempo no la haya decolorado.
- Entonces supongo que es información que abarca mucho más antes que todos lo textos que narran la época de los dioses
- Correcto, justo en una época en la que la magia que conocemos aún no se formaba del todo.
Al llegar a la zona acordaba entonces empezó a buscar libro por libro.
- Cuando era mucho más joven había escuchado varias historias acerca de distintos tipos energías ancestrales que muchos consideraban como la primera magia de aquel entonces, desde luces que tocan las tierras nativas, Entidades espirituales que luchan contra fuerzas demoníacas en un ciclo interminable y la existencia de un poder indescriptible que era capaz de servir como una fuente de energía pura.
- Jo~ Así que dicha fuente funcionaba como las gemas mágicas con la magia.
- De hecho se rumoreaba que eran mucho mejor que las gemas y que por ese motivo eran mucho más codiciadas por los humanos de aquel entonces aparte de sus otras grandes propiedades : Desde curación, protección, longevidad y hasta avances tecnológicos. - Comentó Lilia. - Pero lamentablemente los humanos de aquel entonces decidieron darle un uso más militar para ganar territorio. Al final se dice que su poder era tan grande que terminó por hundir a todo un continente entero al olvidó cuando ocurrieron las épocas de los cataclismos.
- Recuerdo que mis tutores siempre me mencionaron que durante esas épocas fue el declive para muchas culturas que desaparecieron de la noche a la mañana, todo lo que quedaron como prueba de su existencia sólo eran minúsculas ruinas esparcidas o enterradas. - Dijo Malleus.
- Con el pasó del tiempo las historias se retuerce y deforma a la original pero como son mitos nadie sabe con exactitud que es verdad o cual es la mentira. - Respondió con sinceridad Lilia guardando moviendo varios libros.- Otros dicen que estos mitos que te fije no existen y hasta otros decían que ese poder se refugió en otro lugar para que no sea encontrada en el mapa.
- Entonces dices que por cualquier medio que lo busques, se te será imposible encontrar algo escrito ya que esa información, según lo que dices, está perdida. - Malleus trató de entender la lógica de Lilia.
- Al inicio pensé en esa posibilidad ya que era una historia que muy pocos la conocían en mi época ya que se contaba de boca en boca, o a menos así lo fue hasta que un día en uno de mis viajes, hace muchos años atrás, pasaba por un bazar y conocí a un humano que estaba vendiendo reliquias antiguas pertenecientes a su familia, recuerdo que me gustaba comprar las enciclopedias ambulantes para entretenerme mientras viajaba y fue justo ese día en el que encontré algo que se asemeja mucho a esa nostálgica historia que te conté. - Entonces Lilia encontró una serie de pergaminos viejos y las sacó todas para luego colocarlas sobre la mesa cercana que había por allí para desenrollar una por una. - Cuando le pregunté al humano un poco acerca de aquel pergamino, solo me dijo que había estado tanto tiempo en su hogar que muy probablemente era de algún familiar lejano que quizás era un pintor, lo cual resultaba un poco irónico ya que ellos era de una familia de pastores, pero que ya no las necesitaban porque tan solo eran unos borradores.
Y cuando desenvolvió el último pergamino de la ilustración casi desgastada y doblada fue entonces que Lilia observó lo que tanto buscaba.
- Yo al igual que el resto pensé que solo era eso... un mito... Una leyenda urbana que hasta podía entretener a un niño como Silver. - Dijo Lilia mirando lo que estaba escrito sobre el pergamino. - o así lo fue hasta el día de hoy, cuando vi un peculiar tatuaje nunca antes visto proveniente de una humana que repentinamente llegó de otro mundo.
Malleus tenía una mente rápida y supo en unos pocos segundos a lo que Lilia se estaba refiriendo... Se trataba de la hija del hombre, Shiori.
- Las letras están desgastadas y casi no se puede leer nada pero esta imagen es la que más se asemeja a la narración de esa historia porque la fuente de energía era un cristal.
Malleus se inclinó un poco para ver mejor la imagen y al verlo a más detalle solo pudo observar a la gran estela turquesa que estaba unida a siete individuos de cabellos blancos y piel morena a través de un hilo de luz que salía de su pecho.
- ¿Sabes quienes son esas personas? - preguntó Malleus.
- Si mi mente no me falla creo que según la leyenda... era la familia real de aquella civilización perdida. Ellos eran los únicos que tenían un acceso más directo con esa fuente de energía.
Entonces Malleus levantó su cristal lila y la comparó con la ilustración una y otra vez.
- No se parecen mucho... - Comentó Malleus al no ver ninguna igualdad. - Ni siquiera tiene el mismo color característico de la fuente principal.
- Puede que no sea igual, quizás cambió o mutó ¿Quién lo sabe? Quizás a simple vista no tenga que ver con la señorita Shiori, pero si te fijas bien la imagen la silueta de la estela se asemejan mucho a los pétalos de una flor ¿Acaso el tatuaje de la señorita no tiene un tatuaje similar forma a la de esta estela?
Y allí fue cuando Malleus abrió brevemente los ojos ya que si lo recordaba bien, todas las veces que Shiori le mostró su tatuaje y ahora comprándolo con la imagen había unas pocas similitudes, pero aun así era demasiado pronto para sacar conclusiones; para llegar a la verdad es necesario tomarse el tiempo para analizar cada parte y verificar si estaban o no relacionadas.
- Es una lastima que no exista tanta información detrás de este mito. - Comentó Lilia enrollando el pergamino. - Y teniendo en cuenta la influencia del flujo del tiempo no sabremos con exactitud cuánto se habrá retorcido esta historia ¿Verdad Malleus?
Pero el azabache no respondió, dejando un tanto preocupado a Lilia por aquella reacción.
Malleus se quedó mirando fijamente su cristal con preocupación y luego empezó a recordar la energía colosal que vio alrededor de la hija del hombre. Eran muchas coincidencias pero ¿Eso significaba que sería algo peligroso a la única humana que aún no tenía miedo de su presencia? Tantas conversaciones nocturnas y de charlas fugaces hicieron que su cercanía se volviera lo más similar que tuvo a un amigo de verdad ¿Esta información atentaría contra su efímera vida? ¿Y que alguien empieza a investigar? o peor ¿Y si esa información caía en las manos equivocadas?
Lilia pudo sentir la leve angustia de Malleus y apoyando su mano sobre su espalda le dió un apoyo ya que si había algo que podía dolerle a Lilia era el ver la cara triste de sus hijos.
- No te preocupes Malleus, sé lo mucho que la estimas. - Comentó Lilia en un tono comprensible. - Nada saldrá de estas paredes y mientras nadie lo investigue a fondo seguirá siendo un mito... esta conversación solo se quedará entre tú y yo.
- ¿Solo entre ambos? - Preguntó Malleus.
- Solo entre ambos. - Prometió Lilia.
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- ¡Fuaaa! ¡Ese festín estuvo delicioso! - Comentó Grim felizmente empachado. - Hoy dormiré muy bien.
- Me alegra tanto que festejes bien tus primeras vacaciones de invierno. - Dijo Shiori terminando de guardar los utensilios que usaron. - Pero las sorpresas aún no se acaban hoy.
- ¿Eh? ¿Aún hay más? - Preguntó curioso Grim.
Entonces Shiori guiñándole un ojos a los fantasmas del dormitorio entonces ellos, al entender el mensaje oculto, asintieron sus cabezas en simultáneo y salieron del lugar hacia el segundo piso lo más pronto posible.
- ¿A dónde van? - Pregunto confundido Grim.
- Hmmm a cazar un ratón quizás. - Respondió vagamente Shiori acercándose a Grim, para que luego con sus manos cubriera los ojos del felino.
- ¿Qué estás haciendo? - Dijo el felino colocando sus patas sobre la mano de Shiori.
- Es parte de la sorpresa, sígueme. - Ella ayudó a Grim a levantarse de su sitio y transportó hacia otro lado
- Pero no veo nada. - Por lo mucho que escuchaba podía oír la risa de los fantasmas a su alrededor a la vez que algo se colocaba frente a él. - ¿Qué estás planeando?
- Eso mataría la sorpresa. - Recomendó Shiori. - Ahora extiende tus patas.
Grim se quedó pensando por un buen rato ya que trataba de averiguar qué era lo que Shiori estaba tramando y haciendo uso deductivo de su pequeña cabecita en donde respondió:
- Oye, ¿Esto no se trata de una broma verdad?
- Él día de los inocentes ya pasó. No te pongas inquieto, solo confía en mí.
A regañadientes, Grim, solo refunfuño su hocico y haciendo caso de Shiori extendió sus patas a ambos lados. Lo que nunca se esperó era que de repente una especie de tela recubrió su cuerpecito como si fuera alguna especie de manto.
- ¡Ffgna! ¡¿Me están atando?! - Preguntó Grim preocupado. - ¡Entonces si es una broma! ¡Rumpeltinszky, esto no era parte del trato!
- No te precipites Grim~ - Dijo cantarinamente Shiori. - Porque puede que las cosas parezcan ser algo, cuando en realidad terminan siendo otra cosa.
- ¿Eh? ¿De qué hablas? - Grim se tranquilizó un poco al sentir cómo algo se abrochaba en su cintura seguido de otra tela colocando sobre su cabeza.
- Lo sabrás a la cuenta de tres. - Shiori susurró tranquilamente. - 1... 2... 3... ¡Sorpresa!
Y la sacerdotisa al levantar las manos de los ojos de Grim, el felino totalmente sorprendido, finalmente pudo ver que frente a él había un espejo que era sostenido por los fantasmas. El motivo de dicha sorpresa era que su reflejo revelaba que él llevaba puesto una elegante túnica ceremonial muy similar a la que usaban los chicos durante la ceremonia de entrada.
- E-esto es... - Dijo Grim casi sin aliento mirando a Shiori.
- ¡Ta da! Es tu propia túnica ceremonial del Night Raven. - Shiori le sonrió cálidamente.
- Y no es cualquier túnica. - Dijo William.
- Está hecho con los mismos materiales que las túnicas tienen. - Continuó Billy
- Y fue hecha a mano por Shiori. - Agregó Bletcher.
- Tú... ¿La hiciste solo para mí? - Dijo Grim en un tono bajito mientras se miraba al espejo.
- Me tomó un poco de tiempo perfeccionar las costuras, pero gracias a la tutela del profesor Divus finalmente pude replicar una túnica para ti. - Explicó Shiori recordando las varias noches en vela tratando de mejorar en el arte de la costura.- Todavía recuerdo la primera vez que nos conocimos. Realmente hiciste un gran impacto aquel día por querer usar la túnica que llevaba puesta.
Grim no tenía palabras para describir lo que siente en estos momentos. Sentía una gran felicidad pero acompañada de una linda calidez que lo envolvía a comparación del primer recuerdo frío que venía a su mente de aquel pasado tan borroso. No se quería ni imaginar que hubiera sido si ellos nunca se hubieran conocido ¿Se habría perdido de esta calidez? ¿Se hubiera perdido del amor y cariño que Shiori le ofrecía cada día?
- Guh... Guhh. - Los ojitos de Grim se llenaron de lágrimas y con una repentino salto voló hacia Shiori para chillar cómicamente- ¡Secuaz!
Shiori, siendo rápida en reflejos, abrió sus brazos de par en par y atrapó a su compañero para abrazarlo contra su pecho.
- ¡Muchas gracias! ¡Es el mejor regalo que me pudieron haber dado! ¡Gracias! - Grim agradeció una y otra vez.
La sacerdotisa ante la actitud de Grim, con una sonrisa dibujada en su rostro, solo acarició con ternura su suave lomo para tranquilizarlo.
- Gracias Secuaz. - Grim levantó su cabeza. - Te prometo que voy a cuidar hasta la última de las fibras de esta túnica y si Ace le intenta hacer algo entonces entonces lo voy a carbonizar.
- No lleguemos a esos extremos, por favor. - Murmuró Shiori con una gota de sudor bajando de su cabeza. - Pero lejos de eso me alegra el verte feliz.
- Feliz sería poco. - Comentó Grim ahora limpiándose de los ojos para nuevamente bajar de los brazos de Shiori mientras miraba desde todos los ángulos su nueva túnica ceremonial. - Estos es un sueño hecho realidad... Mi propia túnica. Ahora ya nadie me llamará mascota y me verán como un mago, podré ir a eventos especiales del colegio y asistir a las ceremonias de entrada.
- Oh y hablando de eventos especiales, deberíamos estrenar tu túnica para este día tan especial. - Comentó Shiori levantándose de su lugar para traer algo que ella había ocultado en uno de los gabinetes de la despensa.
Grim intentó inclinar su cabeza para ver qué era lo que Shiori sostenía entre sus manos, pero al momento de hacer eso también vio como los fantasmas se alinearon frente a Grim con una sonrisa.
- ¿Qué sucede? - Preguntó curioso Grim.
Shiori mirando con seguridad lo que sostenía en sus manos se agachó nuevamente frente a Grim y le entregó lo que parecía ser un papel opalina con la firma y huella digital de Shiori en la parte inferior del documento, pero cuando empezó a leer el título se sintió aún más confundido.
- ¿Carta... de adopción? - Grim leyó el título y cuando leyó el contenido de la carta entonces una mirada de sorpresa sé iluminó en sus ojos azules y de manera muy lenta las dirigió hacía Shiori quien sostenía una pluma en su mano.
- Grim, cuando me contaste que no tenías familia al cual dirigirte, no me puedo ni imaginar las tantas dificultades que pudiste haber pasado estando por tu propia cuenta. - Dijo Shiori. - Sé que en el tiempo que llevamos conociéndonos pasamos de todo un poco: Exámenes finales, Overblots, peleas en cafeterías y no olvidemos las veces que casi te metes en problemas con Ace y Deuce.
- Ni me las recuerdes. - Comentó Grim recordando aquellos momentos.
- Pero a lo que quiero llegar es que hemos pasado por mucho que no quiero que nada malo te pase y que mucho menos que te falte algo. Por eso he decidido compartir mi apellido contigo para que seamos familia a partir de este día.
- ¿Familia? ¿Seré parte de tu familia? - Susurró Grim esa palabra tan familiar.
- Así es, será chiquita en este mundo pero si quieres puedes ser parte de ella. - Shiori colocó su mano en las suaves mejillas de Grim. - Kazoku significa familia en mi país y la familia significa que nadie se queda atrás ya que siempre tendrás un lugar al cual regresar.
Grim miró una vez más el certificado y todavía no podía creer en como un pedazo de papel le podía generar tanta alegría. Nunca antes había tenido una familia y no sabía en lo que consistía, pero con todo lo que pasó al lado de Shiori y el apoyo mutuo que se tienen del uno con el otro creo que poco a poco iba entendiendo mejor ese lindo concepto.
- Y además con este certificado te traerá muchos beneficios cuando requieran de tus datos personales como por ejemplo: Tener mayor facilidad de acceso para hacer retiros de nuestra cuenta de ahorros para que uses bien el dinero y lo uses en caso de que me ocurra algo, podrás crear tu propio documento de identidad y muchos otros beneficios. Nunca te faltará nada y a pesar de que no estemos ligados por la sangre puedes referirte a mi como tu familia. - Entonces Shiori le extendió la pluma hacia Grim . - Pero si solo tú lo quieres.
¿Había que pensarlo dos veces para ser parte de la familia de una joven de otro mundo? Para Grim esa respuesta fue un no rotundo y sin miedo o duda alguna de su decisión tomó la pluma entre sus patas, colocó el certificado en el suelo para apoyarse y firmó en el espacio en blanco con su nombre. Bletcher le acercó un huellero para que el felino dejará la marca de sus huellitas y con esto oficialmente Grim, frente a los fantasmas como testigos a punto de llorar por la emotiva escena, tenía derecho a llevar el apellido de Shiori para que el sistema lo reconozca como "Grim Nakamura"
- ¿Entonces... serás mi mamá? - Preguntó Grim entregando el acta a Shiori.
- ¿Tú me ves como a una madre? - Dijo Shiori ahora trayendo el marco de vidrió para enmarcar el documento en la pared.
- Hmmm...bueno... eres estricta y cariñosa al mismo tiempo pero no te siento como una madre... - Comentó Grim caminando a su lado. - Te siento más como si fueras mi cómplice, como alguien cercano que está a mi lado en las buenas y en las malas como... como...
Grim trataba de buscar la palabra indicada para calificar la palabra y la tenía en la punta de la lengua dada a las veces que Ace había mencionado a alguien con quien pasó varios momentos de su juventud antes de mudarse a este instituto. Felizmente Shiori sabía a lo que se refería Grim y decidió ayudarlo.
- Entonces... ¿Me ves como a tu hermana?
- Eso mismo. - Grim asintió con la cabeza.
- Pues entonces a partir de hoy tú serás mi hermano y también seré tu hermana. - Sonrió Shiori ahora colgando el cuadro a la pared del dormitorio.
- Así será. - Grim nuevamente trepó hacia los brazos de Shiori para abrazarse mutuamente mientras miraban el certificado que los unía legalmente, logrando así hacer llorar a los fantasmas a ectoplasma tendido.
Una hermosa ceremonia improvisada, para un momento tan especial.
- Pero que no se te olvide que seguirás siendo mi secuaz.
-Sí, sí... pero ahora ya sabes que puedes contar conmigo ¿Verdad?
- ...Sí, ya que ahora somos una Kazoku.
...
Finalmente la hora de la noche llegó y con ello Grim ya se había acostado en la cama mientras que Shiori, ya en su pijama, estaba terminando de dibujar los últimos detalles de lo que recordaba del Overlblot de Jamil junto a todas la anotaciones que ya había escrito en su diario de reporte o como ella le gusta decir "El diario de la sacerdotisa" y a su borde tenía grabado el Kanji representativo del 3 dibujado en su superficie.
¿Porqué tercero?
Porque ella tiene un total de tres libros que compartían el mismo título pero que eran para distintos usos.
El primero es su clásico cuaderno de dibujo que siempre utiliza para sus dibujos e ilustraciones de su estados de ánimo o cuando simplemente cuando el art block no está presente.
El segundo era más que nada una guía para su futuro sucesor de la marca. En este libro estaba escrito toda la historia de su marca, las historia de sus antecesores, el lenguaje antiguo que necesitará aprender y varias guías e ilustraciones para entrenar la marca y mejorarla. Este era su proyectó más ambicioso pero sería de gran ayuda para su siguiente generación... si es que logra tenerlo, pero todavía eso último no estaba en sus planes por muchos factores que todavía tiene que lidiar.
Y tercero y más importante era su diario de casos relacionados con el Blot.
Usualmente ella en su anterior mundo acostumbraba a que en cada caso que ella fuese sin importar si fuere un exorcismo, ritual de Purificación o lo que sea ella tenía que siempre registrarlo como un reporte.
En este diario ella describe a detalle todo los sucesos que ocurrieron con sus amigos cuando entraban en su estado Overblot, anotando las causas de aquel desbordamiento, las capacidades que ellos poseían en ese momento, el problema raíz en que el Blot se sostuvo para acumularse y la liberación final que ambos experimentaron antes de llegar al fondo blanco.
- Al parecer las emociones negativas o reprimidas sirven como alguna clase de energía principal para la existencia de la encarnación cuando el estado Overblot aparece . - Comentó Shiori, delineando las facciones del rostro de Jamil. - Cuando esa energía se acaba a la encarnación no le queda de otra que absorber el alma del individuo para que todavía pueda existir.
Ella recordó al monstruo de la cueva y el alma tormentosa que todavía vivía en su interior.
- Hasta ahora todo lo que sé es que uno de los métodos para separar a una encarnación de su invocador es romper el lazo o nexo que los une. En este caso el romper la cabeza de cristal, pero eso no solo elimina al Overblot sino que acelera el proceso de absorción del alma del invocador y además de que su cuerpo se ve afectado y para evitar eso tuve que usar mi marca para evitar la desaparición y guiar el alma de regreso a su cuerpo.
El dibujo había quedado bien, la ilustración de la encarnación se asemeja mucho a lo que recordaba, pero aun así había tantos misterios que todavía no estaban claros y que tendrá que averiguarlo en el tiempo que esté aquí.
- Hablando de misterio Jade me mencionó que mi cristal evitó que la pluma de Azul se llenará de manchas al momento de usar la magia como energía principal para el rosario...y no solo eso sino que también la gema mágica de Jade reaccionó a mi marca. ¿Será posible que haya algo que une a este mundo con mi marca?
Entonces un ruido en el ambiente la interrumpió.
- Mmyah mmnya... Hmm, ese pavo es mío... -Murmuró Grim en sueños.
Shiori tuvo que contener una leve risa ante ese quiebre de tensión y mirando la hora decidió que lo mejor ahora sería dormir, ya mañana iba a empezar un nuevo día y con ello una lista de actividades que hacer.
Ella estaba apunto de echarse, cuando de pronto el espejo de su cuarto se iluminó.
- El espejo está... ¿Brillando de nuevo? - Dijo Shiori moviéndose de la colcha para llegar más rápido al objeto luminoso, pero en el proceso terminó aplastando un poco la cola de Grim con su mano.
- ¡Fgya! Owwow, hhggh... - Exclamó levemente Grim, pero dado a que estaba tan cansado que a los pocos segundos se volvió a dormir rápidamente.
- Perdón, perdón, perdón... te pise la colita. - Se disculpó Shiori en un tono susurrante.
Entonces, verificando que Grim se volvió a dormir, entonces bajó de la cama y caminó de puntillas hacia el espejo esperando no despertarlo. Una vez frente al reflejó ella miró como una neblina blanca empeñaba toda la superficie con una silueta negra que poco a poco se iba aclarando, tenía una sensación de quitar el humo y ver con mayor claridad el espacio.
- Esa sombra con grandes orejas otra vez... - Dijo Shiori tratando de acercarse más.
- ¿Hay.. alguien ahí? ¿Quién eres?
- "¡Lo sabía, es él!" - Pensó Shiori reconociendo esa icónica voz de infancia. - "¡Esa voz es muy reconocida... ¿Pero verdaderamente será él?"
Ella sabía que no debía extender más el silencio que reinó en el lugar por lo que rápidamente respondiendo dijo:
- Mi nombre es Shiori Nakamura...
- Suena algo misterioso pero hermoso. - Dijo la silueta.
- Jeje gracias. - Dijo ella con humildad antes de lanzar la pelota. - ¿Y quién eres tú?
- ¡Aja! Me llamó Mickey... Mickey Mouse. - Respondió alegremente la sombra.
Normalmente todo lo relacionado con Disney era solo pura fantasía en su mundo creado por un hombre que iniciando desde lo más bajo terminó creando una de las empresas más capitalistas de todo el mundo y la responsable de criar a toda una generación con historias fantásticas de magia e ilusión.
Si Shiori le hubiera contado a alguien de su mundo que había conocido a Mickey Mouse en persona nadie se lo creería y la tildarían de inmadura e infantil, pero al diablo con esos comentario, la sacerdotisa estaba viviendo un evento muy importante de su vida y nada de la vida de afuera iba a impedir este legendario encuentro.
- ¿Estoy soñando nuevamente? - Dijo Mickey.
- Yo también me hago esa pregunta. - Le respondió Shiori con calma, aunque por dentro quería chillar de emoción.
- Esta es la tercera vez que tengo el mismo sueño. Usualmente siempre hay unas cartas vivientes y una caja musical danzarina, pero tu voz es lo único que puedo escuchar con claridad. Me pregunto si por casualidad no eres algún producto de mi imaginación...
- Esa frase también te la repetiría, pero dudo mucho que para mi esto no sea solo un sueño.
- ¿Dónde estás? -Preguntó la sombra del ratón.
- Estoy en...
Y de pronto todo se oscureció en un parpadeo, todo lo que quedaba presente era la voz de Shiori terminando su frase a la oscuridad.
"Estoy en Twisted Wonderland"
No se sabe por cuánto tiempo Shiori estuvo en la oscuridad pero pasó tan rápido que al simple abrir de ojos, ya era de mañana y que para colmo ella ya estaba acostada sobre la caliente cama.
- ¡¿Eh?! ¿Cuándo llegué aquí? - Preguntó Shiori levantando su cuerpo para mirar al ahora espejo opaco. - ¿Como? Si hace poco todo estaba de noche.
- Fnaa~ desde hace mucho que no dormía así de bien, sabes. - Comentó Grim levantándose de la cama para empezar a estirarse.
- Ah, buenos días Grim. - Ella lo saludo.
Grim iba a responder el saludo, pero rápidamente colocó su cara de reproche
- Oh sí, ¡Ayer en la noche me pisaste la cola! - Refunfuñó el gato. - ¡Debes ser más cuidadosa! ¡Soy delicadito!
En lo que Grim daba su sermón, la mente de Shiori estaba varada en otro lado ya que este acontecimiento volvió a suceder por tercera vez.
- "Entonces Mickey no fue un sueño" - Pensó Shiori mirando al espejo con mucha intriga. - "Me pregunto qué es los que habrá del otro lado del espejo"
Grim al ver el actuar de la albina, detuvo su regaño y la miró confundida.
- ¿Qué pasa? ¿Por qué estás tan sorprendida? - Preguntó Grim con un signo de interrogación sobre su cabeza. - Debemos encargarnos de nuestras labores de hoy ¡Y luego volvamos a Scarabia por comida!
Verdaderamente algunas cosas no cambian...
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Luego de que las vacaciones de invierno terminaron... por fin comenzó el mes de enero.
La nieve comenzaba a derretirse, todavía hacía mucho frío en el aire y muy cerca de las estatuas de los siete grandes Shiori se encontraba acomodando su bufanda mientras caminaba rumbo a sus clases junto a Grim cuando una voz familiar sonó a sus espaldas, haciendo que esta se volteara para ver el origen de esas voces.
- Hey, Shio-chan. Feliz año nuevo. - Saludó Ace
- Siempre nos vemos, pero parece que ha pasado mucho tiempo, eh. - Dijo Ace también llegando a su lado.
- Ace. Deuce. Feliz año nuevo. - Saludo Shiori con una sonrisa. - Es bueno verlos otra vez.
- Jeje~ Apuesto a que me extrañaron durante las vacaciones. - Comentó Grim presumidamente..
- Si claro mira cuanto te extrañamos. -Cometó Ace sarcásticamente con una cara nula.
- Dejen de bloquear el camino, Chicos.
Otra nueva persona se unió al grupo, ese era ni más ni menos que.
- Hola Jack. - Saludo Shiori dándole la bienvenida. - ¿Qué tal las vacaciones?
- Hmm... No estuvo nada mal. - Respondió Jack con tranquilidad. - ¿Y tú? ¿Cómo has estado?
- Me encuentro tranquila. - Respondió Shiori. - He tratado de cuidar bien mi salud en estos días así que, estoy dando lo mejor que pueda.
- No lo malentiendas, pero... - Jack se masajeó la nuca. - si necesitas cualquier cosa siempre puedes contar con nosotros.
- Gracias Jack. - Shiori aceptó la propuesta.
- ¡Oh, Jack! Te ves menos bronceado de alguna manera. - Comentó Ace notando una diferencia en su fornido compañero.
- Ahora que lo mencionas es verdad. - Comentó Shiori al igual que Deuce.
- ¿De verdad? - Dijo Jack mirando su piel morena. - Supongo que es porque fuimos a esquiar durante las vacaciones.
- Oh~ ¿Eres de la zona nevada? - Preguntó Ace.
- ¿Qué es esquiar? - Preguntó Grim muy curioso bajando del hombro de Shiori. - ¡Yo también quiero intentarlo!
Pero al momento de traspasarse Grim no se percató que pasó muy cerca de Deuce.
- ¡Deja de moverte alrededor de mis pies, Grim! - Dijo Deuce moviéndose a un lado para no pisarlo por accidente.
Sin embargo un evento inesperado chocó contra el cuerpo de Deuce ocasionando que un ruido sordo llamara la atención de los presentes.
- ¡Ah..! - Se escuchó una voz
Al girar su mirada, Deuce, se topó con un joven de cabello lavanda tirado en el suelo y respirando agitadamente como si estuviera huyendo de algo.
- ¡Lo siento! - Deuce se disculpó de inmediato extendiendo su mano para ayudar al chico. - ¿Estás bien?
Entonces el joven levantó su mirada al frente.
Shiori se sorprendió ante el rostro de este muchacho, era muy lindo pero había algo en él que le hacía sentir como una memoria regresaba a su mente.
Un recuerdo de alguien muy familiar de un joven de ojos turquesa.
"Pon un poco más de tensión a la cuerda Shiori-sama. Si la cuerda está floja la flecha no podrá salir disparada con propiedad."
- "Su rostro es muy similar al del hermano Atsuhi." - Pensó Shiori sorprendida por los paralelismos.
Pero todo eso cambió cuando vio cómo el joven al levantar su mirada y ver como todo lo estaban mirando hizo que él simplemente apretara los puños, se mordiera los labios con impotencia y sus ojos se llenaron de lagrimillas que no quería derramar.
- ¡¿Qué...?! ¡¿P-Porqué estás llorando...? - Preguntó Deuce sin saber qué hacer.
- ¡Profesor~! ¡Deuce hizo llorar a alguien de otro dormitorio! - Dijo Ace en un tono aniñado mientras señalaba acusadoramente a Deuce
- ¡No fastidies, Ace! - Deuce lo fulmino con la mirada.
- Un poco de humor por favor. - Dijo Ace.
Pero eso simplemente hizo que se ganara un zape en la cabeza por parte de la sacerdotisa.
- ¿Te crees chistosito, verdad? - Regaño Shiori.
- Sí, de nuevo a la rutina. - Comentó Ace sobándose la cabeza.
Deuce solo rodó los ojos para una vez más enfocarse en el chico caído.
- Perdónalo, ha perdido neuronas. - Deuce se agacho a la altura del joven para ofrecerle su espalda. - Y discúlpame, no sabía que te estaba doliendo mucho. Te llevaré a la enfermería, así que agárrate fuerte de mí.
Pero el joven lejos de aceptar la ayuda más lágrimas amargas se asomaron en sus ojos.
- Ya... Ya tuve suficiente... - Murmuró el joven de cabello lavanda.
- ¿Eh? En... ¿Qué? - Preguntó Deuce confundido.
Sin embargo, en lugar de responder a la pregunta, el chico simplemente se levantó del suelo y continuó corriendo hasta perderse.
- Ah, se escapó. - Comentó Ace. mirando a la dirección a la que ese niño salió corriendo.
- ¿Quién será? - Preguntó Shiori sintiendo curiosidad por aquel joven.
- Él está en la misma clase que yo. Es de Pomefiore. - Respondió Jack mirando a Shiori. - Su nombre es Epel Felmier.
- Epel de Pomefiore... - Repitió Deuce, aunque de algún modo sintió que había algo que no andaba bien con él porque esa mirada era la de alguien quien estaba sufriendo.
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En una de las habitaciones elegantes de Pomefiore, en donde había un gran salón de entrenamiento de Ballet se encontraba un hermoso joven de cabellera rubia, porte elegante y mirada estricta que miraba el interior de la habitación con un total desconcierto... ese alguien era ni más ni menos que Vil Schoenheit
- Ese niño se escapó ¿No? - Aquel hermoso joven se cruzó de brazos, para luego posar su mirada hacia otro lado. - ¡Rook! ¿Dónde estás, Rook?
En eso abriendo la puerta principal de la habitación otro joven de Pomerfiore de cabellos color dorado canaria con forma de corte bob y un gran sombrero hizo un acto de presencia con su inquebrantable sonrisa tranquila.
- ¿Me has llamado, Roi du Poison? - Dijo tranquilamente Rook.
- Ve y atrapa a ese chico, inmediatamente. - Ordenó Vil.
- Oui, si eso es lo que deseas.
Y con la misma velocidad que apareció, Rook, salió por la puerta a cumplir sin duda alguna la orden que su líder de dormitorio le pidió hacer.
- No dejaré que te escapes. - Gruño Vil mirando a uno de los espejos de la habitación. - Haré cualquier cosa para que logremos la máxima belleza.
Después de todo él era reconocido como el opresor de la belleza...
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- Por cierto chicos... ¿Están ocupados esta noche?- Preguntó una joven albina a su grupo de amigos.
Shiori se encontraba caminando por los largos caminos del instituto rumbo hacia un punto con una mirada que se distraía con ningún obstáculo.
- ¿Eh? Hmmm hoy no nos toca alguna actividad se Heartslabyul. - Comentó Ace.
- ¿Tienes planeado hacer algo? - Pregunto Deuce.
Subiendo escalón por escalón, el eco de las botas de Shiori, resonaban a cada paso con un energía llena de seguridad. Ella tenía un objetivo principal.
- Esto es opcional para los que quieren asistir, pero necesito testigos. Si gustan pueden invitar a más. - Respondió Shiori.
Los maestros Divus Crewel, Mozus Trein con Lucius, Ashton Vargas e incluso Sam estaban mirando desde la ventana de sus respectivos salones o puestos a la espera del evento que ya les fue notificado con previo aviso.
- ¿Testigos para que? - Pregunto Jack.
El rumor del evento corrió de oído a oído como pólvora ya que había un grupo de jóvenes reunidos cerca de la entrada del instituto charlando entre ellos mientras esperaban.
Dentro de estos grupos estaban Riddle y Trey mirando expectantes por los cielos casi despejados con las primeras estrellas iluminando el cielo. Cerca de ellos está Cater con su teléfono filmando en vivo para que todos sus seguidores también sean testigos y aun lado de él se encontraba Ace y Deuce quienes cuidaban a Grim como se lo prometieron a Shiori.
Por otro lado, en una zona menos ruidosa, estaban Leona, Ruggie y Jack y algunos jóvenes de Savanaclaw teniendo una mejor vista del panorama del exterior del instituto pero todavía lo suficientemente cerca para estar al tanto.
Azul, Jade y Floyd se encontraban viendo desde la primera fila la gran pantalla de uno de los salones con alguno chicos de Octavinelle que en secreto y con un poco de ayuda de Ignihyde lograron tener un mejor acceso a la cámaras de seguridad exteriores para monitorear en cada rincón de los techos.
En otra ubicación Jamil y Kalim se encontraban sentados en la alfombra mágica esperando pacientes la hora de la verdad con algunos de los residentes se Scarabia que también estaban en el exterior del colegio cruzando los dedos.
Pero falta una persona más y a lo lejos de todos los grupo Malleus se encontraba mirando el espectáculo con total tranquilidad, la humana le había mencionado que esta prueba era opcional si quería venir a verla. Él conocía muy bien en lo que consistía este reto ya que él también la había hecho y sería una falta de respeto el no ir como testigo, ya sea invitación o no para él es un honor el ir a verla además de sentir una curiosidad de ver por primera vez el acceso de un humano.
- Tengo que realizar una prueba muy importante para mi y me gustaría que estén allí. - Dijo ella.
Shiori finalmente llegó a la puerta que estaba buscando y estaba apunto de tomar el pomo dorado para abrir la puerta, sin embargo esta se abrió por sí sola con magia. La puerta, al abrirse por completo, reveló al director Crowley apoyando su mentón sobre sus manos mientras mantenía una tranquila sonrisa dibujada en su rostro al ver a la albina.
- Hasta que llegaste. - Dijo el hombre enmascarado.
- ¿Sabía que llegaría? - Preguntó Shiori.
- Fueron tus pasos seguros lo que me advirtieron. - Crowley se levantó de su silla y con una mirada llena de seguridad dijo. - Ya estás lista.
Los minutos pasaron y Crowley guió a Shiori al ascensor, luego de un movimiento de palanca, las rejas se cerraron frente a ellos con seguro para luego empezar a subir los pisos.
A medida que subían los pisos, Shiori, en todo momento tenía la mirada al frente, tratando de respirar tranquilamente y mentalizarse en lo que estaba a punto de pasar mientras que en sus manos sostenía un artefacto que Crowley le había dado hace poco de entrar al ascensor.
...
- Esto te será de ayuda. - Dijo Crowley entregando a Shiori una plateada máscara oscura de cuervo con la única diferencia que el pico era más pequeño. - Yo mismo le coloque un hechizo para que el viento no entre a tus ojos.
...
Shiori dio unas ligeras bocanadas de aire para luego mirar con fijamiento como los números de los pisos iban en aumento.
En eso Shiori pudo escuchar la voz de su maestro Kyo susurrarle en su oído...
"Tienes en tus manos el poder de forjar tu propio destino... "
y no fue la única ya que ahora escucho la voz de su padre:
"Si tienes la fuerza y el amor necesario entonces podrás romper las cadenas de tu ansiado destino..."
Otro piso más y ahora la voz era de su hermano Koichi.
"Vas muy bien enana, solo sigue adelante y no pares..."
Un pisó más y las voces de Raiden, Isao, Tomoe, Atsuhi y Fudo le hablaron e incluso pudo oír a varios de los miembros del templo y la de sus pequeños.
"¡Buena suerte Shiori-sama!"
Otro piso más y esa vez fue la firme voz de Helga
"Las gimnastas como nosotras no huyen de los problemas... las enfrentamos incluso si caemos."
Finalmente Shiori y Crowley llegaron al último piso de la torre más alta del Night Raven. Shiori una vez más pudo ver el piso de concreto hacia el vacío y los familiares barandales que alguna vez vio hace meses, solo que esta vez había una abertura totalmente abierta invitando a todo aquel ser que estuviera allí presente para acercarse y eso fue lo que la sacerdotisa hizo a medida que se colocaba la máscara de cuervo sobre sus ojos.
Entonces el recuerdo de la baranda nuevamente inundó brevemente su mente.
"¿Pero entonces cuándo estaré lista?" - Preguntó ella.
"No lo sabrás. Por eso lleva el nombre de la prueba de fé" - Dijo Crowley. -"Es un salto que debes de dar..."
Una vez que Shiori caminó hacia el borde de la baranda, del mismo modo que antes, se agacho un poco para poder ver como varios de los estudiantes lucían muy pequeños desde la altura que ella los veía. Era extraño ya que era como si todo estuviera en miniatura pero al mismo tiempo era fascinante ya que la altura era muy alta.
Era ahora o nunca. Ya estaba aquí y no había marcha atrás.
Con esto ya establecido entonces Shiori, con toda la seguridad establecida en cada célula de su cuerpo, no lo pensó dos veces y tomando impulso de sus piernas arrodilladas, ella, saltó hacia el vacío con la cabeza apuntando hacia abajo.
- ¡Saltó! - Gritó alguien de la multitud.
Y entonces todo pasó en cámara lenta.
Muchos de los jóvenes soltaron un jadeo de sorpresa y temor ya que Shiori todavía seguía cayendo.
Shiori pudo sentir como el viento trataba de tapar sus oídos debido a las corrientes de aire e incluso otra corriente rompió por momentos su posición actual haciendo que ella perdiera balance y empezará a girar sin control.
Mucho de los jóvenes y los amigos de la sacerdotisa por instinto tenían listas sus plumas mágicas en caso que esto pasara y estaban listo para amortiguar la caída de la albina, pero esta era una prueba que tenía que hacerlo sola y sin la ayuda de nadie, así que tensando su cuerpo de alguna manera logró nivelarse para que ella ahora viera cuántos metros le quedaban antes de golpear contra el piso y empezando una mental cuenta regresiva se preparó para el gran show.
3...
2...
1...
- "¡Alas fuera!" - Exclamó Shiori mentalmente, logrando sacar sus alas translúcidas y empezando a elevarse por todos los alrededores del colegio.
Se pudo escuchar el vitoreo de los jóvenes de Hearslabyul, Savanaclaw, Octavinelle y Scarabia. Ya sea estando en el suelo, cerca de una ventana o estando con las mejores de las vistas, todos fueron capaces de ver el gran ascenso de la sacerdotisa por los cielos.
- Nada mal hija del hombre. - Sonrió Malleus a la distancia.
Shiori podía sentir la euforia a tope tanto así que ella por momentos dejaba de aletear para que sus manos se sostuviera de las astas de algunas banderas y usarlas como si fueran las barras de gimnasia para girar y cambiar inesperadamente su trayecto.
Los trucos no terminaron aquí ya que también, por momentos, ella hacía uso de sus garras para sostenerse de los tejados y continuar corriendo sobre ellos para que así nuevamente saltara al abismo y continuar volando.
- ¡WHHHOOOOAAAAAH! - Exclamó Shiori.
Ahora lo último que quedaba por hacer era el broche de oro: "El aterrizaje"
Viendo en qué lugar libre podría aterrizar entonces miró como objetivo al campo de educación física. Planeando sus alas, Shiori, empezó a descender de a pocos atravesando las capas de las corrientes, ya para cuando estaba en la última, y a una distancia prudencial, entonces colocó su cuerpo de manera vertical para que con sus pies aterrizará al suelo con un deslizamiento que casi la hacia tropezar pero termino de pie como una campeona.
Luego de varios jadeos ella Finalmente recuperó su aliento, levantó su mascara y con una gran sonrisa se sintió realiza.
Lo había logrado...todas esas emociones del ¿Qué pasará?, miedos y riesgos todos fueron liberados con una sola acción para tomar en cuentas solo una cosa... el presente. Esta fue su prueba de fé.
Clap... clap... clap...
- Buen trabajo polluelo. - Dijo la voz Crowley.- Finalmente lo entendiste.
Shiori girando su cabeza pudo ver que a sus espaldas estaba el director aterrizando al mismo lugar en donde ella cayó con una mirada llena de orgullo reflejado en su cara.
- Siento... como si hubiera logrado dar un gran paso en mi vida. - Dijo Shiori levantándose el antifaz. - He descubierto mi propio salto de fé.
- Y esto solo es el comienzo. - Se acercó Crowley para sobarle la cabeza con cariño. - Buen trabajo.
Shiori levantando su cabeza con ternura solo le sonrió ampliamente y le dijo.
- Fue gracias a usted y a nuestra conversación lo que me inspiró a tomar esta prueba me ha ayudado de muchas maneras que no pensé que me serían útiles en mi camino... gracias por ser un guía en mi camino. Apreciare este día y sus palabras como no tiene idea Director. Eres lo mejor. - Dijo Shiori con toda la honestidad que su corazón sentía en ese momento.
El director se quedó un tanto sorprendido y halagado por este comentario, casi ningún estudiante de aquí era como esta pequeña niña que siempre miraba lo bueno en él y lo trataba con un gran respeto que casi nunca estaba acostumbrado a recibir. Eso lejos de hacer inflar a su ego hizo algo diferente era como si un cálido y lindo calor llenará su pecho como si fuera un sentimiento que lo hacía sentir orgulloso y querido como el de un invisible hilo familiar unido a ella.
¿Era raro describirlo?
Sí.
Pero ¿Era incómodo?
Extrañamente no.
Él muy en el interior sabía que no se merecía la apreciación alta de esta chica, no después de todos los eventos que pasó y de lo mucho que confía en él para averiguar la manera de como regresarla a su mundo. Había muchos riesgos en el camino y quizás un camino difícil que deba recorrer debido a las cosas que averiguó en su viaje, pero las cosas iban a ser distintas esta vez, de eso era algo que lo tenía muy en claro...
A esta chica la iba a proteger sin importar qué.
Incluso si ella lo terminaste odiando. Incluso si ella lo viera como el peor ser que este mundo haya conocido, mientras ella esté bien y nadie la abuse o la lastime entonces estaría dispuesto a lo que sea.
- No creo que deberías colocarme en un pedestal, pequeña. - Dijo Crowley. - Si supiera de la mayoría de los errores que cometí de seguro te decepcionarías al instante.
- Todos los seres nos podemos confundir, no hay nadie perfecto. - Comentó Shiori tratando de subir el ánimo. - Es parte de la vida caerse pero nunca terminar echados por el resto del día sin hacer nada... Así lo aprendí.
Entonces un ligero recuerdo la imagen de una persona del pasado pasó brevemente sobre el cuerpo de Shiori haciendo que Crowley recordará un poco a aquella persona que vio.
- Ese optimismo y esa valentía, me recuerdas mucho a un humano que conocí hace mucho tiempo. - Comentó Crowley.
- ¿Un humano? - Shiori inclinó un poco su cabeza.
- Sí, era muy similar a ti, aunque él siempre me decía que era un extravagante, un evador de las responsabilidades y casi siempre no confiaba en mí.
Shiori alzó una ceja ante este dato pero el director continuó.
- Pero gracias a esa persona muchos lograron cambiar aunque sea un poco...
- ¿Quién era esa persona? - Preguntó Shiori con ojos curiosos.
Crowley por un momento se quedó callado. No era porque no quería responder si no que realmente trataba de recordar el nombre de esta persona, pero mientras las intentaba recordar solo había poco recuerdos que poco a poco iban regresando, quizás con el pasar de los días podrá recordarlo.
- Tenía un nombre corto, pero ya casi no puedo recordar su nombre. - Crowley se acomodó el saco. - Pero sé que era el humano más increíble que conocí en mi vida.
- Me lo imagino. - Opinó Shiori a su lado.
- Sí, si las cosas hubieran sido diferentes entonces hasta podría haberlo considerado un hijo. - Comentó como broma el Director.
- Jejeje me imagino que su esposa o sus hijos no tendrían problemas con un integrante más ¿No lo creé?. - Comentó Shiori, pero dichas palabras inocentes ocasionaron que el director ahora la viera un poco rara debido a la seriedad con la que ella se expresó..
- ¿Esposa? ¿Hijos? - Solo dijo el hombre enmascarado para luego reírse un poco. - Ha ha ha, que buen chiste, no polluelo no estoy casado y mucho menos tengo hijos ¿Por qué pensabas eso?
Shiori también lo miró un poco pensativa y luego de recordar lo que alguna vez pensó y viendo la reacción obvia del director entonces se dio cuenta de un detalle que casi la hacía quedar en ridículo si lo hubiera hablado con alguien más.
- "¡AHHHH NO PUEDE SER!... ¡PERO FULANITO Y MENGANA!... ¡MARIA CARMEN!" - En la mente de Shiori sus pensamientos todo era un caos debido a lo cuan erróneos estaban, pero por fuera trataba de mantenerse tranquila y serena aunque muy en el fondo quería decir fuertemente "No mames"
- ¿Eh? ah, ah... ¿Dije eso? - Shiori dijo nerviosamente mirando hacia otro lado. - Oh ho ho Me dejé llevar por el momento y terminé hablando de más... jijiji solo fue una broma... ejem si una broma...
- "¿Por qué siento que me veo a mi mismo en esa frase?" - Pensó Crowley con una gota de sudor bajando de su cabeza.
Dire pudo haber dicho algo, pero los jóvenes son jóvenes y según el libro solo debe escuchar atentamente sin prejuzgar.
- En fin estoy lista para regresar al colegio. Fue una excelente prueba y quiero ver a mis amigos, Bye bye. - Shiori estaba a punto de huir naturalmente de la escena, cuando Crowley la detuvo con su mano.
- Un momento señorita, aun no he terminado. - Dijo Crowley, atrapando la atención de la joven. - Dado a que en los últimos meses han surgido muchos desastres incluso en mi ausencia, este es un estado muy crítico que debemos atender ahora.
- Los Overblots - Shiori captó el mensaje.
- Exacto, se que usted junto con muchos alumnos han ayudado a manejarlo pero ya son cuatro veces en las que arriesga su vida y no puedo permitir que eso siga continuando aún en mi ausencia usted debe de tener todo lo necesario para salir ilesa, por eso he tomado una medida de precaución.
- ¿Una precaución?
- Ellos te serán de ayuda cuando no esté cerca ya que serán mis ojos y oídos cuando los necesites y además serán una extensión extra para tí, aparte de ser un regalo de navidad atrasado.
- "¿Ellos?" - Pensó Shiori ahora sintiéndose más intrigada.
- Cubre tus oídos. - Recomendó Crowley.
Con dicha información ya entregada Crowley empezó a respirar profundamente y controlando sus cuerdas vocales él separó sus labios y levantando su mano cerca de su boca hizo un sonido muy similar al graznido de un cuervo cuando llama al otro pero que por alguna razón sonaba ridículamente fuerte como si fuera el mismo grito de Black Canary pero que por suerte no era tan destructor.
- ¡¿Qué caraj...?! - Dijo Shiori cubriéndose los oídos, pero otro graznido censuró su palabrota.
Una vez que el graznido se detuvo, Shiori finalmente pudo bajar las manos y vio como todo volvió a la tranquilidad, sin embargo había algo diferente con el viento como si fuera una brisa que apareció de repente en el lugar.
Shiori tuvo que nuevamente colocarse el antifaz para que el polvo no llegara a sus ojos.
En eso.
- Levanta tus dos manos. - Comentó Crowley. - De este modo ellos te aceptaran.
Shiori, sin entender mucho y con un gran signo de interrogación sobre su cabeza, simplemente levantó con duda sus manos y las dejó de ese modo por un tiempo.
Craw... Craw...
Craw... Craw...
El sonido de otros graznidos empezaron a sonar a medida que el viento aumentaba de frecuencia como si quisiera botar a Shiori, pero ella ubicando bien sus pies en la tierra se mantuvo de pie. Entonces, luego de aguantar por unos cuantos segundos entonces algo se posicionó en ambos brazos de la chica. Shiori abrió los ojos muy en grande al ver unas espirales de viento rodeando sus brazos.
- Son... - Shiori quiso decir algo, pero entonces el viento se calmó y con ello la revelación de tanto misterio que ocultaba aquella espirales de viento.
Una mirada escarlata como las de ella con un hermoso plumaje oscuro casi castaño al lado de otra mirada azul cielo con un limpió plumaje blanco la miraban con mucha intriga y curiosidad.
Se trataban de dos cuervos de un tamaño mediano.
- Qué no te engañen sus tamaños. - Comentó Crowley a su lado. - Estos cuervos pueden cargar tanto peso del que te imaginas, además son tan listos que hasta entienden el lenguaje humano, aprenden rápido y son las criaturas más agradecidas que este mundo puede tener.
- No se... que decir. - Shiori todavía trata de asimilar este regalo. - Bueno si... gracias... pero wow no me esperaba esto... estoy en shock.
- Sabía que te gustaría. - Crowley palmeó su cabeza. - Pensaba solo comprar a uno pero cuando el vendedor quiso acercarse al cuervo albino el otro cuervo lo empezó a picar como nunca, hasta parecía que le iba a arrancar un ojo... Fue un hecho poco raro de ver y quien era yo para separarlos ¿A que no soy amable?
- ¿Por qué raro? - Dijo Shiori
- Porque según la ley de la naturaleza usualmente los cuervos albinos son muy maltratados por otros cuervos oscuros, incluso hasta la madre a veces los devora cuando son recién nacidos.
- Qué cruel... con lo lindo que es.- Comentó Shiori mirando al cuervo albino quien ante ese halago agitó tiernamente sus alas como si fuera un saludo que dibujó una sonrisa en la albina.
En cambio el otro cuervo al ver esa sonrisa empezó a caminar por todo el brazo de Shiori hasta llegar a unos pocos metros de su cara para ver de cerca el color blanco de su cabello y el de sus ojos escarlatas como si estuviera inspeccionando algo.
- Hola, es un gusto conocerte. - Saludo educadamente Shiori.
Y luego de unos segundo en que el cuervo negro no parpadeó en ningún momento sus ojos entonces finalmente se tranquilizó y con su pico toqueteó levemente la cabeza de Shiori y regresó a su mano derecha.
- Deberías ponerle un nombre. - Recomendó el hombre enmascarado. - de ese modo ellos sabrán a qué te estás refiriendo a ellos.
- ¿Y ellos no tienen nombre propio? - Preguntó Shiori, algo que hizo que Crowley y los cuervos dieran un sonido de sorpresa. La sacerdotisa al ver esas miradas entonces rápidamente se explicó.- ¿Eh? bueno... En clases de lenguaje animal me enseñaron que hay animales que nacen con un nombre y si ellos tienen el suyo propio me gustaría respetarlo ya que no me parece correcto o educado el cambiarlo sin su consentimiento.
Los cuervos al escuchar esas palabras de la boca de Shiori y de entender cada palabra entonces fue como una revelación ante ellos a tal punto que finalmente pudieron ver el aura tranquila de la chica y al analizarla detenidamente fue una linda invitación a que ellos dieran un suave graznido qué se oían como un gorgojeo.
- ¿Eh? ¿Qué pasa? - Preguntó Shiori ahora al ver como ambos cuervos se colocaron en sus hombros para apoyar sus pequeñas cabezas sobre el cuello de la sacerdotisa.
- Parece que les caes muy bien. - Sonrió Crowley entendiendo sus palabras. - Ellos quieren que les pongas un nombre.
- ¿A sí? ¿No habrá problema con ello?- Shiori desvió su mirada en ambos cuervos y ellos al tener la atención de la albina solo asintieron con la cabeza. - Está bien... a ver... - Ella los acarició la cabeza. - Tienen que ser buenos nombres... intrépidos... ¡Dramáticos!
Shiori pensó y pensó pero ningún nombre le pareció justo. Tenían que sonar increíbles, que al simple hecho de llamarlos fuera como una gran entrada triunfal como en esos grandes conciertos que su padre asistió cuando era un niño amante del rock de los 80's. Algo tan impactante como Pink Floyd, Guns N' Rose, Iron Maiden, ABBA... No podía ser AC/DC ya que los ocupaban Ace y Deuce así que no contaba.
- "Si koichi estuviera aquí realmente me diría: Solo ponle un nombre cualquiera no seas una Reina del drama." - Ella pensó, aunque esa última palabra "Reina" resonaba por alguna razón en su mente. - "Reina... Hime... Queen"
En eso, al pensar en nombres de grupo musicales, la mente de Shiori maquinó en dos nombres que sonaban increíbles y además que le gustaban mucho ya que era un gusto compartido que tenía con su padre desde pequeña.
- Los tengo... - Dijo Shiori con total seguridad para luego colocar sus manos frente a sus cuervos para que estos colocara sus patas sobre ellos y verla de frente para recibir sus nombres.- ... Con el permiso que ustedes me brindaron, sus nombres a partir de este día serán...
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[Bonus extra]
En un día claro con algún que otro tumulto de nieve rodeado por allí, cerca de un camino lleno de árboles casi congelados, un joven de gran estatura pero con una capucha azul que ocultaba bien su rostro y audífonos a alto volumen con música Idol mientras caminaba en uno de los senderos muy poco concurridos del instituto mientras sostenía una pequeña bolsa de compras.
- Ugh... detesto salir. - Dijo aquel chico en un tono bajo. - De ser por mi lo pediría online, pero hoy tan solo quedaban unos pocos tomos en la tienda de Sam y eran de edición limitada. Sería un insulto si los hubiera dejado pasar... pero aun así odió tener que salir.
Luego de una caminata aquel chico llegó a una zona llana de su camino y miró el entorno un poco para cerciorarse de no ver a nadie cerca.
- No hay ninguna persona como siempre... Qué bueno. - Comentó el joven aliviado. - "Por está zona casi ningún estudiante pasa por aquí, es perfecto para mi. No lidio con nadie, nadie me vé y puedo regresar en paz a mi dormitorio... si, nada puede ocurrir aquí"
O eso es lo que él pensó cuando de pronto sus audífonos empezaron a fallar haciendo que la siguiente pista musical se escuchase con un mal ruido incluido.
- "¿Eh? ¡¿Y justo tiene que ser ahora?! Realmente el destino me odia tanto que incluso interrumpió mi playlist." - Pensó fastidiado el chico pausando a su música para dejar con cuidado la bolsa de compras a un lado y buscar algo entre sus bolsillos. - "No señor, eso sí que no lo permito."
Y entonces bajando su capucha el joven dejó fluir su largo cabello zafiro que estaba en llamas solo para sacarse los audífonos y sacar un destornillador estrella.
- Veamos cual es el problema. - Comentó el chico de cabello flameado desarmando una parte de sus audífonos y ver todo el cableado y los sistemas. - Hmmm la sombra del árbol me tapa.
Así que moviéndose cerca del campo plano en donde los pequeños brotes de narcisos y asfódelos estaban brotando a pesar de la nieve entonces tuvo la suficiente luz para poder reparar sus audífonos.
- "¿Me pregunto si esta Magictuber sacará otro cover más esta semana?" - Pensó el chico moviendo rápidamente sus dedos para examinar el problema del ruido e incluso usó las pantallas holográficas que invocó con su mano para medir la frecuencia de la energía . - "A pesar de que recién comenzó en las redes tiene un buen gusto en canciones. Muchas de ellas son buenas y ni que hablar de las ilustraciones y animaciones que usa para sus videos... son geniales."- Otra movida de cables y pernos. - "Hasta también se animó abrir peticiones a sus suscriptores y el comentario con mejor recibimiento entonces será el siguiente proyecto que hará ¿Si le pido que haga una de las "Moiras del destino" lo hará bien? O ¿Será muy arriesgado? aunque su voz es como si pudiera llegar a los tonos Calíope... Me gustaría saber cómo sería una de sus canciones en la versión de Miko-Miko."
Y con un click entonces el chico nuevamente recompuso sus audífonos, se los colocó y nuevamente pudo volver a escuchar justo la canción que aquella Magictuber que habían interrumpido.
La acústica de las guitarras y el sonido del Piccolo fue música para sus oídos, el joven sintió un gran alivio al saber que sus auriculares todavía funcionan.
Deai ni iro wa nakute / Monocromo fue nuestro encuentro
Monokuro fukinukeru / Fue sin color en blanco y negro
Itami goto kimi / Y compartí el dolor
yudanemashou. / Que llevo dentro.
- Fu hi hi~ Ningún desperfecto de fábrica es rival para mí. - Regodeó el chico con mucho orgullo que las sus ojos amarillos también sonreían. - "Eres un genio Idia Shroud"
Hacía mucho que una melodía no lo hacía sentir como si estuviera en vivo en el concierto de sus idols favoritas, la talentosa voz de esta cantante podría llegar a ser contagiosa a tal punto que él meneaba lentamente la cabeza y movía sutilmente el destornillador como si fuera una Penlight mientras tarareaba y cantaba un poco de aquella canción fuera de este mundo.
Kizuato tsuyoku nazoru / Este dolor me sigue y es hondo
Youshanai aki ga kite / La cicatriz de un triste otoño
Suzushii yubi / Y me enredé en tu red
temaneku mama ni / He de caer sin querer
- La mejor parte. - Dijo el chico escuchando la entrada de las guitarras.
Toketa ato no yakkai na / Como un frío cubo de hielo
Koori mitai na watashi no /Que se derrite entre tus dedos
- "¡Está bien! ¡Está bien! ¡Ya me decidí! ¡Haré la petición! " - Pensó un poco emocionado Idia ahora nuevamente tecleando su pantalla holográfica. - "No será mucho, pero con un personaje de alta gama, experto en covers, entonces es muy poco probable que pueda salir mal. Todo dependerá de la artista... Confió en tu talento Miko-Miko"
Antes de siquiera presionar el botón de enviado, dos sombras grandes ahora pasaron rápidamente cerca del chico de cabello flameado provocando que hiciera una pausa a su escritura, ya que su instinto introvertido le advertía que algo estaba apunto de pasar. Giró su cabeza a ambos lados y por suerte no vio a nadie con forma humanoide sinó solo un cuervo albino y azabache posados en una rama de los árboles.
Craw... Craw...
Craw... Craw...
- Uf... son solo aves... - Suspiró el muchacho.
Por unos segundos pensó que quizá se estaba volviendo paranoico y que solo imaginaba cosas cuando nuevamente otra sombra más grande empezaba a dibujarse sobre él.
Casi al instante sus ojos se volvieron unos puntitos blancos de nuevo por este presentimiento. Por lo que ahora estando muy seguro de que esto no era paranoia miró hacia el único sitio que no revisó... arriba. Entonces cuando levantó su mirada se topó primero con el bendito sol cegador, había olvidado que esa cosa existía, por lo que sus ojos se vieron entorpecidos por los rayos cancerígenos que no le permitían ver con claridad por lo que la única manera de aclarar su visión era con solo levantar sus manos sobre sus ojos y reducir la cantidad de luz que lo estaba volviendo ciego. No fue difícil hacerlo pero lo extraño comenzó cuando el panorama se fue aclarando para ahora mostrar a una figura femenina, que usaba una máscara de plata, tenía alas translúcidas y que además iba descendiendo hacia su dirección... Esa era Shiori.
- ¡¿En el nombre de la diosa Athena que es eso?! - Fue lo primero que pensó el muchacho al no poder identificarla.
Yasashiku sukutte / Rescatame juega lento
Uwakuchibiru de asobu / Ponme en tu boca y muéstrame amor
Entonces los auriculares de Idia se fueron bajaron un poco, debido a la posición de su cabeza, logrando así escuchar un poco el ruido del exterior que decía:
- ¡Echen paja! ¡Quítate! - Exclamó Shiori ahora a pocos centímetros de chocar con el chico quien también empezó a exclamar y que además, por reflejó, soltó el destornillador.
Y entonces, por un momento, el mundo se detuvo.
Sore de mo hitotsu no / Y aun así yo seguiré
ai no katachi o sagasu / En busca de una forma de querer
Tooku yori mo ima o musunda / Donde tu y yo podamos juntos estar
Kareta hitomi wa / Mirándonos de frente
La cara del chico era un poema ya que tenía una expresión que claramente decía qué diablos está apunto de pasar en esa fracción de milisegundo mientras que el de la chica fue un poco más difícil de saber que mirada estaba colocando por el antifaz pero se podía percibir que Shiori emitía un aura de preocupación porque sabía muy bien que su caída iba a doler en especial a aquel muchacho que no la escuchó venir.
Casi parecían ser los modelos perfectos para una pintura compuesta de un delicado ángel cayendo a bendecir a un joven confundido o como por otro lado como si fuera una reinterpretación del cuadro de Luca Giordano "el Angel Michael venciendo a Satanás".
Dekireba kono mama / Y si pudiese de acabar
tsutsumarete owaritai / Atrapado por la oscuridad
Sono negai wa yoru wa munashiku / Y en la noche no en vano he de evitar
asa o tsuretekuru / Lo que el futuro muestre
Shiori, antes de caer por completo, de manera instintiva había rodeado con sus brazos la cabeza del joven para protegerlo de alguna contusión que quizás podría haber pasado, por lo que gran parte de los golpes se los llevó ella.
¡PUM...!
¡Shack...!
¡PLAF...!
Un par de audífonos y bolsas salieron volando junto a un choque fuerte de cuerpos que dieron varias vueltas sobre la nieve, las pobres flores también terminaron por salir volando pero fueron mínimas. Por suerte las vueltas no duraron mucho, pero ahora el cuerpo de aquel muchacho quedó tendido sobre la nieve mientras tenía un pesó extra sobre él.
Yasashikute / Un cálido
atsukute / y muy sutil
hikyou na kisu de / Beso apasionado
Irodotte yo / Demos color
saigo no yoru / a esta noche que hoy
tsukigaterashiteru / La luna nos va a regalar
- ¡Ittai! ¡Algo sólido golpeó mis costillas! - Murmuró Shiori levantando su mirada.
Pero entonces todo el dolor que sintió se esfumó cuando escuchó el ligero ruido sordo empezó a sonar cerca. Entonces ella recordando que había caído sobre alguien entonces rápidamente bajó su mirada para ver que a quien asfixiada con su peso se trataba de un muchacho que estaba luchando por respirar ya que su cara estaba enterrada en su busto.
- "¡Miércoles lo estoy aplastando!" - Shiori se alarmó poe su pose muy comprometedora por lo que de manera inmediata levantó la mitad de su cuerpo para inspeccionar al joven que tenía por debajo de ella.
Por su enorme saco azul pudo ver que por la insignia bordada entonces este chico pertenecía a Ignihyde. Era muy alto, tenía un rostro atractivo a pesar de la sombra debajo de sus ojos y sus dientes eran afilados como los de Akko pero lo más llamativo de él era ese cabello de flameante que se movía como si fuera fuego.
- Ese cabello... ¿acaso él es...? - Murmuró la chica recordando a cierto niño que paseaba por la escuela y que era su amigo, Ortho.
Pero antes de seguir pensando se percató que el joven no se movía como si se le hubiera bajando la presión. Es más, ahora que lo vé mejor, estaba desmayado.
- Ay no... oye amigo... ¡¿Estás bien?! - Shiori lo llamó muy preocupada.
Intentó darle suaves golpecitos a la mejilla de Idia pero aun así esta no despertaba.
- ¡Oh dios! ¡Oh dios! ¡Oh dios! ¡Mate a un estudiante! - La albina llevó sus manos a la cabeza desesperadamente. - ¡Ay no puede ser! ¡Ahora sí es definitivo que me iré a la cárcel! ¡Y por solo ir a comprar! ¡Y luego... y luego...! - Nuevamente el drama se estaba formando en su mente pero antes de que eso siquiera pasará entonces ella rápidamente se abofeteó sus mejillas con sus dos manos para regresar a la realidad. - ¡Ya cálmate! ¡En lugar de desesperarte piensa las cosas con calma! A ver Piensa... piensa... piensa... primero debo sacarlo de la nieve.
Viendo que cerca de ella había árboles entonces usó eso de apoyo para colocar al joven y apoyar su espalda en él. El haber rodado juntos ayudó bastante a reducir la distancia hacia los árboles por lo que no fue problema mover el cuerpo. La joven pudo ver como la cabeza del chico nuevamente amenazaba con caer encima de Shiori por lo que ella intentó poner resistencia con su cuerpo y con mucho cuidado, asegurándose de que no se golpeara la cabeza, volvió a enderezar al joven y solo para estar segura colocó su mano detrás de su nuca llameante para reposarlo contra el árbol.
- Quizás debería llevarlo a la enfermería ¿Pero y si al moverlo puedo hacerle más daño? - Shiori pensó en una manera de ayudar al joven.
- Craw... Craw... - Murmuró apenado el cuervo albino mientras se colocaba en un hombro de la chica.
- No. No te preocupes, no fue su culpa. Ustedes cumplieron su tarea al decirme en donde aterrizar. - La joven le respondió. - Yo debí prestar atención pero me distraje al revisar la lista de compras para la reunión de películas con los chicos.
En eso, mientras la chica se concentraba más en hablar con los cuervos, por otro lado el joven de cabello azul empezó a mover sus ojos debajo de sus párpados y finalmente, luego de una batalla, estos lentamente empezaron a abrirse aunque su mirada estaba muy desorientada ya que veía doble.
- "¿Quien... es...?" - Pensó el joven tratando despertar pero lo primero que vio fue una larga cabellera blanca que se veía borrosa. - "¿Álamo blanco?"
- Craw... Craw... - Murmuró el cuervo azabache ahora colocando en el otro hombro libre.
- ¿Pálido dice? - Repitió la chica ahora mirando de regreso al joven. - ¿No está respirando?
Entonces la albina apoyando su cabeza en el pecho del joven empezó a concentrar sus oído para escuchar sus latidos, pero al hacer esto, la coronilla de su cabeza, pasó muy cerca de la nariz del muchacho que sin quererlo terminó respirando el aroma de ese cabello blanco.
- "Este olor... huele a menta... con flores..." - Pensó confundido aquel chico.
- Late muy rápido... pero aún está con vida. - Dijo ella un poco más aliviada ahora mirando al rostro del joven y al ver como poco a poco se iba levantando ella nuevamente intentó hablar con él. - Amigo... hey... hola... ¿Te encuentras bien?... ¿Te duele algo?
Finalmente luego de un par de parpadeos entonces Idia pudo enfocar mejor su vista, lo que significaba que su raciocinio empezó a nuevamente a función y al ver a una persona enmascarada con dos aves carroñeras muy cerca de él, era literalmente sobrepasar los límites del espacio personal que él estaba muy poco acostumbrado lo que ocasionó que tanto su pena como su pánico lo hicieran sentir muy ansioso y hasta estresado por tener que lidiar cara a cara con una persona.
Estaba a punto de retroceder, pero al tener el árbol a su espalda no había otro lugar a donde huir. Estaba acorralado.
Shiori al ver que pánico de joven entonces trató de calmarlo, pero no pudo decirle nada más porque repentinamente el rostro de Idia cambió de tenso a uno lleno de dolor insoportable y por cómo su gran mano cubrió su clavicular pectoral entonces allí era de donde provenía la dolencia.
Idia tratando de aguantar entonces abrió un poco su saco para meter su mano y toparse que adentro estaba el destornillador que estaba usando para reparar sus audífonos hace poco. No sabía cómo había entrado allí, pero lo preocupante fue que al momento de sacar el objeto tanto sus manos como la punta del objeto estaba ensangrentada.
- "Allá va una buena camisa." - comentó sarcásticamente Idia mentalmente
Esto hizo que Shiori se quitara el antifaz de su cara para finalmente mostrar su mirada escarlata teñida con un sentimiento de gran preocupación al ver la sangre del muchacho y sintiéndose muy culpable de haberle causado esa herida.
Sabía lo que tenía que hacer y no se quedaría de brazos cruzados .
La albina, al moverse un poco de su sitio, entonces alarmó un poco al chico quien nuevamente regresó su mirada al frente y finalmente pudo ver la cara de la tan famosa y única alumna del Night Raven, Shiori Nakamura. Tenía muchas flores de asfódelo y narciso enterradas en su cabello casi despeinado debido a la caída, tenía una piel era de un tono rosa con uno que otro rubor por el frío, pero lo que llamó más su atención fueron esos llamativos y misteriosos ojos escarlatas que por alguna razón transmitían paz y tranquilidad.
Idia no sabía en qué momento del universo dejó de moverse o de respirar, no se podía creer que una situación así le estuviera pasando ahora mismo, pero tratándose de él su mente estaba hecha un caos.
- "¿Esto está pasando? ¿Acaso desperté en mundo de Shoujo Manga? ¡¿Qué debería hacer?!" - Y así muchas ideas erráticas llegaron a la cabeza de Idia a al punto que trataba de mirar a otro lado que no sea la angelical cara de esa chica ya que el fuego de su cabello amenazaba con teñir las puntas de ese tono rosa cuando se ponía nervioso . - " ¡No me puedo mover! ¡Ella se está acercando! ¡Es la primera vez que una chica se me acerca tanto! ¡¿Y por qué tengo tanto miedo?! ¡Idiota te estas desangrando y tú solo piensas en todas estas cosas! ¡Muévete! ¡¿Pero por qué me da la impresión de que el tiempo pasa lento?! o ¡¿Es así como lo veo?! ¡AWAWAWAWAWAWA...!
Shiori al ver como Idia no decía nada y que estaba temblando creyó que estaba entrando en un cuadro de Shock por lo que aprovecho de eso para acercarse un poco al joven y abrir un poco más la abertura del saco.
- "¡Alto! ¡Alto! ¡No estoy listo para un evento de este nivel!" - Chilló mentalmente Idia al sentir como aquella chica usaba sus pequeños dedos para acercarlos cerca de su cuello. - "¡Ay no no no no! ¡¿Qué estás pensando golfo?! ¡No te proyectes! ¡NO TE PROYECTES!"
Y tenía razón porque al final se dio cuenta de que ella solo colocó su mano ahí porque quería bajar un poco el cuello de su polo a rayas que se estaba ensangrentado con la única idea de mirar con calidad la profunda y larga herida que el destornillador hizo.
- ¡Ah! ¡¿Qué?! ¡¿Qué?! - Tartamudeó en voz alta Idia al sentir el ligero aire exterior.
Entonces la joven, al ver con detalle la gravedad de la herida, levantó su mano derecha a sus pequeños labios rosados para morder la superficie de su guante y sacarlo con el fin de revelar su tatuaje que empezó a brillar en su clásica luz lila.
- ¿Eh? - Miró un tanto nervioso por el tatuaje de esa chica pero al mismo tiempo intrigado por la forma que tenía.
Pero todo eso fue momentáneo porque entonces ocurrió el contacto.
Hubo un respingón por parte de Idia cuando aquella mano entró en contacto con su herida seguida de esa luz cálida. Era como si una energía totalmente pacífica y tranquila estuviera recorriendo por todo su cuerpo y calentándolo de una manera que hasta el pudo sentir la ternura y el cuidado que esa mano emanaba.
Estaba estático, esto era nuevo y sorprendente porque era la primera vez que se sentía muy calmado a pesar de que a una linda chica lo estaba tocando, se sentía como si por un momento se hubiera olvidado de todas las cargas, miedo y temores que cargaba en su espalda, ya saben las preocupaciones de siempre, como si fuera alguna clase de analgésico que calmaba los dolores se uno cuando le duele algo... fue agradable.
La curación fue rápida y cuando Shiori pudo sentir que ya no había nada que curar entonces apagó su tatuaje y empezó a alejar su mano para mirar el resultado.
Idia está todavía absorto y lo estuvo aún más cuando bajó su mirada y miró su herida. Con sus propios ojos estaba observando que ya no había ninguna señal de aquella herida horrible ni siquiera estaba la sangre de su polo también desapareció, como si simplemente se hubiera esfumado.
- "¿Qué fue eso?" - Fue lo que pensó Idia con muchas interrogantes. - "Esa energía no se sentía como la magia. Según lo que sé es que ella no es una maga, pero tiene algo que la hace similar a una aunque de manera totalmente distinta, ya que no depende de una gema mágica para ejecutar una técnica con algún efecto rebote como el blot y no parecer verse perjudicada por usar ese una técnica de curación... ¿Qué...?"
- Perdóneme joven. - Shiori le habló en un tono apenado, haciendo que el saltara un poco de donde estaba sentado. - No me fijé en donde iba a aterrizar y terminé causándole una herida, en verdad lo lamento.
- ¿Eh? Ahmm no, no, no... e-es decir sí pero... Uhhhh... no importa... - Idia desvió tímidamente su mirada a un lado, el nerviosismo había regresado.. - S-solo... G-gracias por el support de rango healer... - Respondió nerviosamente Idia y de manera rápida.
- ¿Eh? - Shiori lo miró unos instantes antes de parpadear por lo que dijo.
Idia al instante se quería morirse allí mismo, se le había escapado su jerga de gamer.
- "¡NNNOOOOOOOO! Mierda la acabo de cagar" - Gritó internamente Idia nuevamente sintiendo el pánico palpitando cerca de su cuello. - "Tú primera vez hablando con una chica y ya le has demostrado que eres todo un Nerd ¡bravo Idia! Premio nobel Idia ¡BENDITO PREMIO NOBEL!"
A estas alturas todo lo único que le quedaba era solo recoger los restos de su inexistente dignidad.
- "Ya ni modo... fallamos a la primera... FF" - Pensó Idia estando a nada de huir de la zona. - "En momentos así sólo el destino se puede reír de mí."
Shiori veía que este chico estaba muy nervioso incluso con su presencia. Era incorrecto decirlo pero le resultaba un poco tierno esa timidez, pero al mismo tiempo entendía muy bien ese miedo ya que cuando era pequeña era igual.
En esas época le era muy difícil confiar en un desconocido y mucho menos hablarle era todo un reto y claramente el chico intentaba hacer su mayor esfuerzo para hablar, ella respetaba. De algún modo Shiori tuvo una fuerte sensación de querer ayudar a ese muchacho y lo iba a hacer cuando de repente ella pudo escuchar que no muy a lejos de ellos estaban los auriculares a alto volumen de Idia que reproducen una canción que le resultó familiar por lo que extendió sus manos hacia el aparató y los levantó de la nieve para sostenerlo cerca de ella y lograr escuchar un poco mejor la canción.
- Esa melodía... - Murmuró Shiori con sus grandes ojos curiosos.
Otro golpe bajo a la dignidad de Idia al presentimiento de ser prejuzgado ahora mismo.
- "¡¿Qué más quieres de mi dios?!" - Pensó Idia estando a nada de entrar en un paro cardiaco. - "Me quiero morir ¡Me encantaría morirme ahora mismo!"
Solo había una solución para terminar este tormento, el plan iba a ser sencillo: Tomar los audífonos y la bolsas, salir corriendo a su dormitorio como si no hubiera un mañana, encerrarse en su cuarto y posiblemente se cambiaría el nombre y la identidad para nunca más salir ¿Suena a un gran plan no? Eso era todo lo que tenía que hacer, de ese modo no tendría que lidiar con ella otra vez y la vergüenza que recordaría a partir del día de hoy cada vez que viera su cara.
Pero la vida tiene giros inesperados y uno de ellos era que...
- Oh, "las Moiras del destino" - Comentó alegremente Shiori reconociendo la canción de los audífonos a Idia. - Nada mal chico, se nota que tienes buenos gustos.
¿Espera qué?
Idia estaba muy sorprendido ante este giro inesperado de los eventos y mucho más por las palabras que salieron de su boca
- ¡¿Eh?! ¡¿T-Tú sabes de ellas?! - Comentó muy sorprendido Idia.
- Jijiji, todavía soy una amateur en sus canciones, pero me gusta mucho el analizar las canciones y los registros de voz. - Comentó Shiori con una linda sonrisa empezando con su tic cuando hablaba de algo que le gustaba. - Y siendo sincera, a pesar de ser un grupo Idol, con las pocas canciones que fui escuchando de ellas tengo que admitir que sus estilo musical mezclado con los distintos timbres de voz que cada una de ellas tiene generan un contraste muy melódico que funciona de maravilla en lo que respecta usar tonos altos y bajos y lo sorprendente que eso que tiene un dominio tan alto en los falsetes que hasta casi pasan desapercibidos. Eso es algo que toma mucho tiempo y práctica para un cantante y que ellas lo hagan de una manera que suene tan natural eso demuestra la calidad y la dedicación que las Moiras le han puesto a cada una de las letras... se ve que son grandes veteranas. Pero lo que más admiro de ellas es que el verlas como cantan y animan a su público sin importar cómo las vean y sea la edad que tengan son sus canciones y su vibra contagiosa lo que hicieron que a mi también me empezaran a gustar mucho...
Idia solo tenía la boca abierta como un pez, sin decir nada; pero lo si era nuevo de él era que de alguna manera sus ojos ámbar amarrilo empezaron a botar unos ligeros brillos de emoción que trataba de controlar pero que no podías. Había encontrado otra fan de las Moiras en ascenso y que además las respetaban tanto como a él.
- "¡Ella sabe de las moiras!" - Pensó con emoción el joven al haber encontrado a alguien con un gusto en común.
Shiori al ver el mutismo del joven ahora hizo que ella fuera la que se sintiera tímida porque se percató de toda la palabrería que acaba de hacer por solo un tema musical.
- Ah... Perdón jejeje. Nuevamente me deje llevar por la emoción ¿Verdad? Esto me suele pasar muy a menudo. - Rió Shiori desviando tímidamente su mirada a un lado mientras se rascaba su mejilla. - Debes de estar pensando que soy una parlanchina.
- ¡No! ¡No! ¡Para nada! - Idia levantó un poco su voz al igual que un poco las llamas de su cabello, haciendo que Shiori lo mirara sorprendida y que los cuervos salieron volando hacia la rama más cercana.
Claramente el joven al percatarse de su exaltación regresó a ser el mismo chico introvertido y tímido de siempre.
- E-Es decir... no lo pensaba así, de hecho... Lo que dijiste no es errado... si no... - No era bueno con las charla pero tenía que admitir que hacía su mejor esfuerzo. - Tienes toda la razón.
Un ligero cosquilleo hizo que Shiori levemente se sonrojara un poco más de lo que ya estaba por el frío ante ese sutil cumplido pero entonces ella le sonrió tímidamente ya que muy pocos creían que ella sonaba muy exagerada cuando tenía ese tic suyo y siempre trataba de mantenerlo a raya y no perderse entre sus palabras.
- Uhmm gracias. - Agradeció la joven subiendo un poco la bufanda.
Eso por algún motivo hizo que Idia también se sonrojara por sus lindas reacciones lo que ocasionó su cabello con unas ligeras puntas rosadas, algo que Shiori noto.
- Ah... no no no. - Dijo Idia tratando de ocultar torpemente su cabello de fuego con la capucha mientras se sonrojaba.
Shiori miró con disimulo el cabello del joven y el ver esos cambios dependiendo de sus emociones le resultó muy llamativo que inconsciente hizo que sus pensamientos salieran fuera de su boca.
- Wow... tu cabello es cool. - Dijo ella.
Idia entonces nuevamente se congeló y regresó su mirada ámbar de regreso a la joven quien acaba de darse cuenta se lo habló. Eso obviamente hizo que ella ahora fuera la que se sintiera ansiosa.
- Ahmmm g-gracias... yo lo hago crecer.- Intento decirlo sarcásticamente, pero ahora sonó como un mal chiste que dejó en silencio el ambiente.
Pero al menos fue un mal chiste que hizo que Shiori luego soltará una breve y dulce risa.
- Perdón... el silencio fue incómodo. - explicó ella rompiendo el hielo. - Me gustó tu chiste.
- ¿Enserio? - Idia respondió.
- Bueno no fue chistoso pero por eso me reí.
- je... que bien...
Quizá hubiera sucedido varias cosas a partir de ese momento pero las cosas buenas también tienen que verse interrumpidas por el timbre de un celular.
Aquel ruido hizo que los dos jóvenes salieran de su mundo cerrado y regresaran a la normalidad. Shiori reconociendo ese timbre busco entre los bolsillo de su uniforme y sacó su teléfono celular para prenderlo y ver quien era la que la llamaba.
- Discúlpame- Rápidamente se excusó la chica para contestar la llamada mientras recogía las compras que había dejado tiradas en la nieve al igual que Idia con su bolsa cerca del árbol. - ¿Hola?... Sí, ya voy para la casa... Sí, ya compré todo lo que faltaba y más les vales que no hayan seguido viendo la película sin mí... ¿Qué?... No, Grim sabe que no debe acercarse a la licuadora... ¡¿Cómo?!... ¡¿Qué hizo qué?! ¡¿Fue Ace, verdad?! Así que solo un reto...
En lo que ella continuaba conversando, Idia por momentos comenzó mirar más a detalle Shiori desde cómo acomodaba su largo cabello blanco hasta como se agachó al suelo para recoger sus artículos. Dios, por un momento se sintió como un fisgón por lo que sacudiendo su cabeza solo se enfocó en recoger su bolsa y retirarse aunque un extraño y nuevo sentimiento dentro de él le susurrara que no se fuera del lugar, pero su cobardía fue más fuerte.
- Diles que si en 5 minutos no hacen las paces entonces que preparen bien sus oídos para mis sermones... Si llegaré pronto, nos vemos Deuce. - Entonces Shiori colgó la llamada y respiró hondamente.
Realmente sus amigos tenían un talento único para meterse en problemas así que tenía que regresar pronto.
Girando su cabeza regresó a ver a Idia y lo vio casi estando a punto de retirarse del campo, al parecer su conversación iba a terminar aquí, pero viendo que todavía sostenía sus audífonos entonces ella se apresuró a alcanzarlo.
- ¡Espera! - Ella lo llamó.
Idia por reflejó se exaltó y regresando su mirada al mismo punto vio como la chica regresaba hacia él a trotes.
- Té estas olvidando esto. - Ella le extendió sus audífonos.
- Oh... ahmm... gracias... - Murmuró el chico tomando sus auriculares.
- Y también toma esto. - La albina nuevamente rebusco en su bolsa de comprar y sacó un pequeño paquete de caramelos de sabores mixtos. - Se que no es mucho pero nuevamente me disculpo por el golpe.
Idia no respondió debido a la sorpresa pero tampoco declinó el regalo, es más lo aceptó de manera silenciosa.
Entonces.
- ¡Nii-saann!
Se empezó a escuchar la familiar voz de Ortho alrededor.
- Bueno me tengo que ir... - Shiori se despidió pero solo que quedó un poco más porque necesitaba saber una última cosa - Fue un gusto conocerte... Uhmm
Idia, entendiendo la interrupción, entonces apoyando su manos en su brazo respondió.
- Soy Idia...
- Idia... - Shiori memorizó el nombre. - De los caracteres "Ver" y "Saber" en griego... Nada mal. Fue un gusto conocerte, me llamó Shiori.
- Ehmm s-si... adiós... Shiori - Se despidió el joven.
Entonces una vez establecida la despedida formal, la albina, con toda la prisa que disponía se puso a correr de regreso a la llanura, nuevamente sacó sus alas y mirando por última vez al joven nuevamente agregó.
- GB... - Ella se despidió moviendo su mano de un lado a otro para que finalmente junto a sus cuervos emprendieron vuelo de vuelta al dormitorio abandonado.
El joven estaba sin aliento , esa joven se acaba de despedir con una nomenclatura de juego cuando alguien se desconecta de una partida ¿Lo decía por solo moda? o realmente estaba relacionada con ello. El punto era que de cualquier modo él se sentía como si hubiera experimentado una simulación de juego otome inverso y que lo que es más increíble es que no lo fallo en la ruta al que lo arrojaron a pesar de los errores que cometió... fue todo un logro desbloqueado para él.
- Vaya... es increíble... - Comentó Idia mirando casi embobado hacia dónde salió volando aquella chica sintiendo un sin fin de rara pero nuevas emociones que hicieron que su cabello de fuego otra vez manifestara las llamas rosadas en sus puntas .
Idia se podría haber quedado un momento parado en donde estaba para procesar lo ocurrido y podría haber estado así durante un buen tiempo, cuando repentinamente un objeto negro se cayó de algún bolsillo de Shiori hacia el campo.
- ¡Ah , alto aguarda...! - Comentó Idia viendo hacia donde cayó el objeto.- ¡Se te cayó algo!
Idia trato de llamarla de todas las maneras posibles que él podía en ese momento, sin embargo ella ya se estaba alejando cada vez más y a medida de que su silueta se iba disminuyendo entonces lo lógico es que ella no lo puede oír porqué estaba lejos de la zona.
Curioso por saber qué es lo que sé cayó entonces caminó hacia donde creía que estaba entonces giró la cabeza de un lado a otro y finalmente logró encontrar aquello que cayó literalmente del cielo. Lo que encontró solo fue una cosa.
- ¿Una libreta? - Idia se agacho para recoger un cuaderno negro que tenia una inscripción en la tapa. - "El diario de la sacerdotisa" ¿Será alguna novela que está leyendo?
Entonces dejándose llevar por la curiosidad abrió el cuaderno y hojeándola, en pocos segundos sus ojos se abrieron de par en par y lo que vio escrito allí lo dejó estático.
- Esto es... - Susurró Idia con los ojos muy abiertos y con el aliento casi perdido.
Lo que estaba escrito allí marcaría un antes y un después en el futuro...
Continuará...
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Próximo capítulo: Fairy Gala parte 1
