Blood in Roses
PAREJA: Harry x Draco
DISCLAIMER: El mundo de Harry Potter le pertenece a J.K. Rowling! Yo solo estoy utilizando los personajes por mero entretenimiento sin fines de lucro :3
ADVERTENCIAS: Es un EWE? (¿epilogo, cual epilogo?) y un What if…? (qué tal si…?) donde nuestros queridos protagonistas son criaturas mágicas! (Mirrow x Dhampir ;3)
Hay relación chico-chico, sexo explícito (Si no te gusta el delicioso, ¿qué haces aquí? x9), personajes algo OoC y probablemente palabras altisonantes. ¡Están advertidos!
Si me equivoco en continuidad, horrores de ortografía o las cosas canónicas, ¡me disculpo de antemano! (porque no podré hacer nada xD)
Notas de la Autora: Hola pequeños! nuevamente por aquí con una nueva actualización :3 mil gracias por sus comentarios: BIT9, susigabi y mi bebe ribeiro. pipe26
A leer se ha dicho!
Nocturnal Serenade V
[¨*¨][*][:*:][*]Una semana después [*][:*:][*][¨*¨]
Debido a que los libros en su biblioteca eran inútiles para su objetivo, decidió darle una visita a la única chica con la que mantenía relación después de la guerra y casualmente poseía los conocimientos necesarios en materia de criaturas mágicas.
Su madre solía decir que las casualidades no existían y suspiró. Cuanta falta le hacía en momentos como ese en el que podría estar a punto de cometer uno de los peores errores de su vida.
-Hola Draco- saludó una voz pausada mirándole por arriba de su revista del quisquilloso.
Su largo cabello de nube traía enredado ramitas de muérdago que dudaba si era de manera accidental o intencional. Con ella jamás se sabía.
-Lovegood- saludó tomando asiento en la silla frente a ella.
El jardín de los Lovegood se veía igual que siempre; frondoso, colorido, con elementos peculiares entremezclados con alta maleza. Incluso en la noche seguía manteniendo ese aire extravagante.
-Sabes que puedes llamarme Luna. Somos amigos-
-Lo sé…- bajó la mirada y estaba seguro que, de poder, se habría sonrojado.
Luna Lovegood fue una total desconocida para él hasta el año anterior cuando estuvo secuestrada en su casa. Él no lo hizo, no fue su plan, pero aun así la sensación de remordimiento no lo abandonó hasta que decidió hacer algo por ella.
La primera vez que almorzó con ella fue por mero compromiso, la segunda por insistencia de la ex –Ravenclaw y la tercera fue por mutuo acuerdo. Pese a ser personas muy diferentes y las conversaciones extrañas, les era agradable la compañía del otro.
-Pensé el mes pasado en ti y me pregunté porque no acordaste una fecha para comer pudin… ahora veo porque- lanzó al aire esa sonrisa soñadora y se colocó sus curiosas gafas sobre la cabeza.
-¿Tan obvio es mi cambio?- Draco bufó cruzándose de brazos.
-Te cambiaste el peinado, no tienes torposoplos-
-Me refiero a que soy un vampiro- la chica soltó una risilla.
-Claro que no eres un vampiro, Draco. La apariencia de los vampiros es muy peculiar. Rostro cadavérico, narices alargadas, aunque los que usan capa se ven distinguidos…. habitan en lugares sinuosos, oscuros y estratégicos a modo de territorio, así que no podrías estar aquí tranquilamente sin querer matarme. Eres un dhampir-
-¿Cómo lo sabes?-
-Es obvio. Siempre te gustó venir en la tarde a ver las cerezas dirigibles y justo llegaste cuando se fue el sol. Descuida no puede matarte-
-Es bueno saberlo- la simpleza de esa chica siempre conseguía descolocarlo -¿y tú como sabes de los dhampir?-
-Fácil, mi padre antes conocer a mi madre y mucho antes de dedicarse a escribir el "quisquilloso", era un investigador de criaturas mágicas ¿Por qué crees que ha escrito esos artículos en el periódico? - Draco quiso decirle que mucho de eso eran disparates, pero prefirió tragárselo -El descubrió muchos seres fantásticos en sus viajes y me contó sus aventuras cuando era niña. Incluso fuimos de viaje una vez a Suecia a buscar Snorkack de cuernos arrugados, fue muy divertido, aunque no encontramos nada por desgracia. Los dhampir son fascinantes, pero no viniste a hablar de eso ¿cierto? -
-Me conoces-
-Te intriga Harry y su condición de mirrow-
-¿Tu sabías que él...? ¿Qué sabes de ellos? - carraspeó ocultando su emoción, reemplazándola al instante por desinterés –Digo, hay muy poca información en los libros. Incluso escuché que a Granger le costó trabajo encontrar datos relevantes-
-Es porque nunca me preguntó- dijo dando vueltas como un hada en el prado. Tan enigmática como siempre en su nube de ensoñación –puedo darte el volumen donde mi padre habla sobre el tema, si lo deseas-
Con una floritura de su varita atrajo un libro de pasta dura y vieja a sus manos. "Criaturas antiguas y sus escondites: volumen IV por Xenophilius Lovegood"
De un soplo apartó el polvo del lomo y lo examinó con rapidez.
-¿Por qué algo así no estuvo a la venta?- era mucha información, incluso detalles íntimos narrados a modo de entrevista a un mirrow de carne y hueso que vivió en Islandia. "La fecha es de hace 20 años" se dijo admirado viendo la foto mal hecha de la imponente criatura.
-Mi padre es muy meticuloso con sus publicaciones y no tolera la falta de profesionalidad de la gente que no lo tomaba en serio… por ello tuvo muchos problemas con la imprenta. Pero me gusta imaginar que estos secretos que se esconden en sus páginas son un lenguaje muy especial entre él y yo-
-¿No temes que vaya a utilizar esta información a mi beneficio?-
-No. Eres un ser racional y sensible como yo, nunca usarías de forma errónea el conocimiento que te es entregado. Harry necesita alguien que lo comprenda y vea más allá de lo que él ve sobre sí mismo y no tengo duda que tú eres ese "alguien"-
-Me sobreestimas-
-El aprecio nunca ha nublado lo que alcanzan a ver mis ojos- sonrió de forma enigmática.
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Harry suspiró dándole un sorbo a su cerveza de regaliz.
Siempre pensó que cuando una cerveza de mantequilla no era suficiente, una de regaliz con 9% de alcohol era la solución a sus problemas, pero en ese momento, no sentía ningún cambio en su cuerpo.
"No solo besé la mejilla de Malfoy, hice un maldito camino de besos y lo toqué como un jodido demente calenturiento" torció el gesto de solo recordar lo que hizo hacia solo tres semanas atrás. A su parte racional le asqueaba cada una de sus decisiones, pero aquella criatura que reptaba y envolvía su cerebro en cuanto se le daba la libertad siseaba complacido, refunfuñando un poco por no haber prolongado su estadía al lado del rubio.
"Es como haberme puesto cachondo con una escultura de hielo" se dijo sintiendo pena ajena al recordar el desastre en sus pantalones esa noche.
Cuando las cosas sabes que no saldrán bien, siempre salen peor. Y esa no fue la excepción.
-Anímate hermano, quita la cara larga- Ron le dio un codazo amistoso pasándole otro tarro de cerveza –estamos en un hermoso campo de quidditch recién remodelado y aun puedes oler la cera de escoba cara y la pintura. Las flechas están en su mejor momento dándole una paliza a los tengu como hacía años no se veía de este lado del charco. Hay buenos camaradas y cerveza ¿Qué más se puede pedir?-
El moreno observó la efusividad de sus amigos mirando el partido y asintió.
-Y que lo digas-
-Vamos Harry, se hizo lo que se pudo. Malfoy es un hijo de puta sin una pizca de empatía y ya sabíamos a lo que nos enfrentábamos. Era obvio que no aceptaría, pero valía la pena intentar ¿huh? Al menos ahora sabemos que será difícil que muera ya sabes, al ser un no vivo y toda la cosa-
-Me pregunto quién lo habrá matado-
-No lo sé. Pero ¿Quién no querría matarlo, cumpa? Es la definición perfecta de "bastardo". Seguro que si lo buscas en el diccionario aparece su foto- Harry sonrió un poco tratando de concentrarse en el partido.
Iban 400 contra 15 y supo que ya no quedaba mucho tiempo del partido, el buscador de las flechas ya no quería prolongar más la apabullante derrota porque se acababa de lanzar en picada en cuanto la snitch dorada hizo su aparición.
Harry recordó esa emocionante sensación de ir tras la snitch y como el universo se diluía a su alrededor siendo uno con la emoción y adrenalina, con su vista solamente focalizada en ese punto dorado que pasaba zumbando a una velocidad impresionante; el campo era el único lugar donde su mente estaba clara y las cosas adquirían sentido.
-Debería comprar una escoba nueva- dijo acompañando a los demás a hacer una "ola".
-¿Para qué? Dice Mione que tienes unas alas impresionantes o eso dicen los libros- Ron solo le prestaba media atención y comenzó a silbar enloquecido.
-No quiero ni pensar en eso- musitó abatido. La idea de tener "alas" no le hacía gracia y no le apetecía descubrir si podía utilizarlas.
-Yo creo que deberías i-intentarlo otra vez- dijo la temerosa voz de Neville a su lado haciendo que se percatara por primera vez en esa tarde que estaba ahí.
-Ni siquiera he intentado usarlas como para "hacerlo otra vez" Neville- el chico de cara redonda negó.
-No, yo me refiero con Malfoy, hablar con él. Hermione dijo que Malfoy es la llave de tu felicidad y yo creo que, si alguien en todo el mundo mágico merece ser él más feliz, eres tu Harry. Tal vez no tenga sentido ahora por las riñas infantiles y lo pesado que fue con nosotros, pero estoy seguro que solo es una parte de él la que nos mostraba, la nefasta… si es tu pareja destinada, no creo que sea enteramente malo- le sonrió y Harry le dio una palmada.
Eran unas palabras reconfortantes, pero en ese momento nada útiles.
-Gracias Neville, pero te imaginas que vuelva a su casa y decirle "oye, sé que no eres tan malo y la otra vez no encontré las palabras correctas ¿te gustaría ser mi pareja? Porque estamos destinados a estar juntos y aunque intentamos matarnos en el pasado ahora podemos canalizarlo de otra forma como besándonos y acostándonos- Neville rio con nerviosismo - ¡que le den! dudo que haya algo que pueda hacer o decir para convencer a Malfoy estar con él-
-¿Tú crees? ¿Por qué no lo vuelves a intentar omitiendo los besos y el sexo?- Harry sintió que su corazón dio una pirueta en su pecho hasta caer en su estómago, pesado como una piedra.
-Malfoy…-
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El pavimento seguía ligeramente húmedo por la llovizna vespertina y de reojo observó a su acompañante.
Su alta y erguida figura seguida por sus movimientos felinos cual depredador le daba un aire misterioso y sombrío que le provocaba repelús, pero que por extraño que pareciera calentaba sus entrañas.
Le había lanzado una pobre excusa a Ron, pero supo que no hacía falta, era obvio que le daba su bendición por su propio bien.
Esa caminata era surreal.
-¿Te gustaron tanto los besos que viniste a buscarme?- intentó sonar gracioso, pero aquello solo fue lamentable. El rubio arqueó una ceja y Harry exhalando todo el aire de sus pulmones jugueteó con sus manos –digo tonterías cuando estoy nervioso-
-Ya. Así que siempre estas nervioso. Es bueno saberlo- Harry bufó ofendido.
-¡Yo no...! ¡Argh! ¿Qué quieres?-
-Para alguien que pide favores eres muy osco y sin contar torpe al hablar- Malfoy traía su cabello sujeto con una cinta negra y este se agitaba ligeramente con el viento nocturno. Se veía tan suave que tuvo la tonta idea de repasarlo entre sus dedos –investigué sobre tu condición-
-¿Condición? ¿soy acaso un experimento medico? ¿una aberración de la naturaleza?- comenzaba a cabrearle su actitud.
-Algo así, no que yo sea algo distinto- se alzó de hombros, gesto que hizo que Harry bajara la guarda por el momento.
Por un momento olvidó el hecho de que era un "no vivo" como señaló Ron. Con curiosidad observó su cuello de alabastro y en efecto, había una gruesa estela plateada a su alrededor que parecían dedos…
–Un mirrrow. Una criatura acuática antigua, eso explica tu piel- un fragmento de terror se apoderó de él pensando que nuevamente había adquirido esa tonalidad verde enfermiza pero un suspiro llegó cuando notó que seguía igual que siempre.
-¿De qué hablas? Mi piel se ve bien o bueno, igual que siempre…-
-Necesitas agua constante Potter. Con mis ojos puedo ver que estas deshidratado y tus escamas comienzan a mostrarse-
-¡Tonterías!-
-Bien, no me creas- se detuvo –lo que sí es claro es que no puedes sobrevivir sin el contacto de una pareja. No solo por algo tan frugal como la felicidad que mencionó Longtonto sino como un instinto de supervivencia. Para que la criatura se calme se necesita un enlace con su pareja destinada y así tener control sobre ella y que tengas una vida "normal"- hizo las comillas al aire y Harry se quedó sin aliento.
-¿Cómo lo…?- no pudo terminar la frase. Eso era lo que le había dicho Hermione, no exactamente las mismas palabras, pero básicamente esa era la idea.
-Investigué. Simple curiosidad- le restó importancia.
-Ya. Porque investigar sobre viejos némesis y su sangre de criatura ancestral es tu pasión- Draco soltó un bufido –vuelvo a preguntar ¿Qué haces aquí? Dudo que un partido de quidditch sin relevancia te hubiera motivado a salir de tu grandiosa mansión-
-Cierto. Decir que quise ver tu cara rajada tampoco es convincente- el moreno puso los ojos en blanco –no, vine a buscarte porque quiero proponerte un trato donde ambos salgamos beneficiados- ahora fue el turno de Harry de alzar la ceja.
-¿No acabas de decir que omitiera los besos? ¿Quién te entiende Malfoy?-
-Y no es por los besos. Haces mucho ruido al besar, pareces un anciano desdentado sorbiendo sopa-
-Eso es muy gráfico ¿Lo dices por experiencia? –sus mejillas ardían por la crítica.
-Aunque te duela, me necesitas. Necesitas ver y sentir mi piel al menos un día ¿o me equivoco? - Harry gruñó molesto. Cuanto le gustaría decirle que estaba en un gravísimo error, pero no podía pronunciar palabra, justo en ese momento estaba suprimiendo sus deseos de mordisquear su pálida piel –y yo estoy dispuesto a dártelo a cambio de que te cases conmigo- sonrió mostrando sus afilados colmillos y fue como un balde de agua fría contra su cara.
-Que considerada oferta. No todos los días alguien que clama odiarme pide mi mano en matrimonio- rio con acidez –gracias, pero no gracias. Tendré que rechazarlo. Te recuerdo que no siento nada por ti-
-¿Y eso que? Comparto tu opinión de que serías la última persona en la que pensaría casarme, pero lo necesito. Tú me necesitas-
-No entiendo a dónde quieres llegar, Malfoy-
-Necesita mantenerse el linaje Malfoy para que mi hogar siga manteniéndose en pie y ahí es donde entras tú, Potter. Malfoy Manor agoniza, el único legado que me dejaron mis padres, la casa donde nací… es lo mínimo que les debo. Si nos casamos tu magia sería suficiente para sostenerla-
-Esto se llama extorsión-
-No, es como dije: "un trato"-
-Pero no tendría sentido casarnos, digo…- lo medito tratando de tomarse en serio sus palabras –err… estas muerto…-
-Nuevamente señalando lo obvio- apretó el puente de su nariz con fuerza –Es posible casarnos, aun así. ¿no crees que a lo largo de 13 generaciones de pureza de sangre ocurrió uno que otro accidente? Obviamente hay planes de contingencia como este-
-Ya. ¿Un poco de sana necrofilia no daña a nadie? -
-Gracioso. ¿Vas a hacerlo o no Potter? No tengo toda la noche-
-Ya lo creo que no- lo miró fijamente y su cuerpo se estremeció. Ese era un giro de circunstancias que nadie pudo prevenir, ni Hermione con su vasto conocimiento ni él con su racha de mala suerte.
Sería normal o al menos bordearía la línea de la normalidad y eso era lo más cerca que había estado en esos meses, pero ¿a qué precio?
"Ser el marido de Draco "maldito-muerto-viviente" Malfoy" torció el gesto.
Si lo pensaba sabía que su racionalidad se interpondría y con pesar suspiró.
-Bien-
-¿Bien qué?- preguntó el rubio con una sonrisa cínica pintando sus labios. Cuanto lo detestaba.
-Acepto Malfoy. Me casaré contigo. Solo espero que mi sortija sea desagradablemente costosa- lo fulminó con la mirada.
-Oh, ya lo verás, Potter-
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Leyó una y otra vez el texto que Luna le dio, memorizándolo de corazón y sintió después de tantos largos días algo parecido a la emoción.
Si veía más allá de su mutuo repudio, podía observar que Potter tenía cierta influencia sobre él y lo que sintió no fue circunstancial. Realmente pudo sentir el ardor de su piel y sus besos repartidos consiguieron debilitarlo como si volviera a ser… humano.
Deseaba más de aquello, aunque sea de forma ficticia, ansiaba sentirse nuevamente vivo y para su tristeza él era el único que podría brindárselo.
Lo tenía justo servido en bandeja de plata; a su merced. La suerte era extraña y actuaba de formas peculiares.
Acomodó sus mancuernillas y con furia notó las chispas pálidas que salían de su varita ahora inservible. Era peor que un crio que ni un "incendio" podía crear para iluminar las velas.
Theo más de una vez le dijo que estaba siendo un loco precipitado y que ni siquiera se había detenido a contemplar otras opciones para mantener con "vida" Malfoy Manor. Tiempo era lo que le faltaba y cuanto lamentaba el decrepito estado al que sucumbía conforme pasaban los días.
-¿Vas a seguir de amargado diciendo lo demente que estoy o vas a ayudarme?- su amigo gruñó acomodándole el corbatín y negó con la cabeza.
-Tu padre se retorcerá en su tumba cuando sepa que estarás casado con el imbécil de Potter y tu madre…-
-Ella, aunque no estuviera de acuerdo con mi decisión, estoy seguro que se sentiría orgullosa por tratar de salvar lo que considero sagrado-
-Eres un grandísimo tonto-
-Lo sé, ya me lo dijiste doscientas veintiséis veces el día de hoy- se alzó de hombros -¿vas a quedarte o tendré que hacerlo todo solo?-
-¿Y perderme tu humillación? Para nada. Además necesitas un experto en runas; eres un inútil sin mí- esbozó una torcida sonrisa -¿Debería comenzar a llamarte Draco Potter?-
-Largo- sin decir más, Theo se apresuró al recinto principal donde sería la ceremonia y Draco se quedó solo con los pensamientos nada agradables burbujeantes sobre sus cejas –Como sea, cuanto antes mejor- se dijo ante el espejo que no mostraba reflejo alguno. Era lamentable perderse su propia magnificencia.
Miró el reloj que marcaban las 11:30 pm y supo que estaban a buen tiempo.
Dejó un ramo de gardenias en el sepulcro de su madre esperando que le brindara su fortaleza y se colocó la más pequeña en la solapa de su frac, listo para su autoimpuesto destino.
-No se ve mal- musitó acercándose a la chimenea donde ya se encontraban las runas en el suelo y el circulo donde se llevaría a cabo la ceremonia.
Había listones coloridos colgando del techo justo encima de su cabeza y solo espera que la magia de Potter fuera lo suficientemente fuerte para proceder con el handfasting.
Aquella vieja ceremonia que fue llevada a cabo por su tatarabuela Ursa Malfoy que mezclaba el antiguo ritual celta con magia antigua. La representación de la unión de almas y dos fuerzas que se complementan como el sol y la luna, la eternidad y la buena fortuna.
"Claro que será suficiente" se dijo dándose ánimos "derrotó al mago más poderoso de la época siendo un infeliz niñato de 17 años"
-Malfoy, ¿estás seguro que esto servirá? -
-Claro. Las ceremonias mágicas pueden llevarse a cabo con un número reducido de personas ¿querías que estuvieran todos tus amigos y que diéramos banquete en honor a nuestra feliz unión? -
-Esa maldita sorna tuya. Claro que no- sus mejillas enrojecieron y a Draco le pareció divertido lo fácil que era avergonzarlo –me refería a la ceremonia, a secas. Nunca vi algo así en la boda de Bill y Fleur-
-Ni idea quienes son esos, pero no hay de que preocuparse, Theo es el cerebro de la operación y nada puede salir mal. Solo necesitas aprenderte estas líneas, agitar tu varita al final de los votos y un testigo. Veo que elegiste a la come libros. Fino- rio al ver al escuchar el acelerado corazón de la chica de cabello esponjado.
-Ron se hubiera desmayado si le digo… y creo que yo lo haría si me detuviera a pensarlo-
-Entonces no lo hagas-
Lo miró de arriba abajo y se notaba que no había puesto de su parte. Vestía vaqueros y una camisa a cuadros de una tela barata, sus zapatos desgastados a juego con sus torcidas gafas redondas, pero lo peor de todo era ese nido de cuervos muertos sobre su cabeza; no sabía si darle un peine o darle sepultura. Era una boda obligada, pero eso no quería decir que la etiqueta podía quedar olvidada.
"Y este mequetrefe será mi marido, vaya timo" se dijo recordando porque estaba haciendo eso.
-¿No crees que son un tanto cursis y oscuros estos votos?-
-Lo son, pero lo escribió mi tatarabuela, así que, si vamos a usar su método y sus anillos, qué más da-
-¿Lista Granger?- preguntó Theo alzando su varita.
-Aún tengo mis dudas. Esto es una locura con todas sus letras- dijo entrecerrando sus ojos al rubio –pero si es por el bien de Harry haré mi parte-
Al comenzar las campanadas del viejo reloj de la estancia, anunciando la medianoche, ambos testigos comenzaron a dibujar patrones al aire como si este se tratara de un lienzo intangible, destellos de luz plateada escapaban de sus varitas y pudo sentir que algo grande estaba pasando.
Draco sin previo aviso tomó la mano del moreno que se estremeció por su gélido contacto.
Debían estar justo en medio del circulo y terminar de repetir los votos antes que Theo y Granger regresaran a su punto de inicio. Le dio un asentimiento a Potter para que comenzara y tomó su otra mano para que lo mirara fijamente.
-En el valle de las sombras, mi varita iluminará tu senda- Theo encendió la primera vela del norte -ahí donde se une la agonía y la soledad. En la ilusión del mañana, mi mano disipará tus dudas y miedos- sintió la mano de Harry temblar al repetir la frase, pero solo se apretó contra la suya.
-Hasta el último aliento juro cuidar tus sueños- Fue el turno de Granger encender la tercera vela del este y pudo ver el halo dorado que comenzaba a rodearlos -Con este anillo mi corazón te entrego y mi vida a la tuya enlazo... por toda la eternidad-
Al colocar los anillos, Harry hizo su parte con su varita desprendió del techo 3 listones de diferentes colores que entrelazó como un bucle sus manos aun unidas. El primero era dorado, el segundo rojo y el tercero marrón.
Draco no iba a besarlo y por más que fuera la tradición, no era una obligación.
Con una ligera inclinación tomó la mano de Potter y besó el anular donde se encontraba el anillo.
Ese sería su juramento. Estarían juntos, no le haría daño y estaba conforme con eso. Pero ¿Qué sería de un juramento si no había sangre de por medio?
Mirando sus ojos verdes, notó el deseo en ellos, ese mismo ardor de la criatura mitológica que anidaba en su interior y se encontraba en llamas solo por él. Sin agregar palabra, mordió su cuello.
Preciosa sangre fluía en su boca inundándola con su sabor ferroso y algo más. Algo dulce y fresco, tan cálido que solo consiguió estremecerse ante la sensación nunca antes experimentada. Era tan diferente a las reservas, tan abrumadora y llena de vida como el corazón que la bombeaba.
Un gemido escapó de la boca de Potter y por su expresión embriagada de deseo, deducía que también lo estaba disfrutando.
Una lengua de fuego los envolvió y pudo ver como el tapiz de su árbol familiar cobraba vida nuevamente agregando a Potter a una de sus ramas junto a él y cada grieta y fisura que se formaron en los pilares y cúpulas, comenzaban a desaparecer lentamente.
Escuchó a lo lejos gritar a Granger, pero no le importó; hasta que estuvo saciado soltó a Potter que se desmayó entre sus brazos.
El enlace estaba competo.
Notas finales: y eso es todo amigos! justo antes de mi cumpleaños ojojo!
Espero regresar pronto con otro 2x 1!
Que esten muy bien, les mando un beso y abrazo enorme! :*
