Spectacular Lincoln Loud

SAGA VI Siniestras — Sinister

Capítulo 27 Red Fraction (Mell)

"I have a big gun; I took it from my Lord"

Abrió los ojos para encontrarse de frente con un techo descuidado y un olor fuerte a peste. Intentó llevar sus manos a la nariz, encontrándose con que no llevaba puesta una bata médica, sino que estaba vestida con sus viejas ropas de rockera. Lo supo inmediatamente por la falda, casi había olvidado lo que era demostrar su pasión a la música punk a través de la ropa. Casi parecía una vida ajena a lo último que recordaba.

Un ataque de rabia intensa y pura, tras haber apuñalado a SpiderKid recordaba tener problemas para respirar, como si el mundo se le viniera abajo y todo pesase demasiado. Después completa oscuridad y silencio. No tenía forma de saber cuánto tiempo, pero por el lugar tan distinto en el que estaba y la condición de salud que tuvo antes de perder el conocimiento sabía que había sido mucho tiempo.

Probablemente ni siquiera hubiera despertado de no ser por los gritos que venían de la otra "habitación" o en ese punto parecía mejor llamarlo sección, porque claramente estaba en las alcantarillas, no sabía si de la ciudad o de donde, pero no era un lugar que pareciese limpio. Ella misma estaba en un catre individual a tan solo centímetros de las aguas residuales.

A eso la había llevado su vida, perdiendo no solo a su amada novia, sino también a su familia e incluso cosas que daba por sentadas como una cama cómoda o una habitación segura. Se quedó sentada en la orilla de la cama, viendo en la dirección donde venían los gritos.

Al otro lado de esa misma habitación se encontraba una capsula criogénica conectada a un generador, la reconocía inmediatamente, era la de su amada Sam la cual continuaba atrapada en su prisión eterna.

Con pasos lentos se acercó hasta tocar el metal frío externo, acarició intentando hacer el mismo gesto con el cual abrazaba a Sam, pero fue inútil, solo recibió de vuelta el frio tacto de la maquinaría. Al intentar ver por la ventanilla el interior notó que estaba tan frio que en lugar de ver a su amada tenía su propio reflejo.

Pudo ver su rostro, uno completamente demacrado por ojeras, a pesar de haber estado durmiendo mucho tiempo, además de un cabello desaliñado y grasoso por la suciedad. Pero lo más destacable eran sus ojos, ya no eran marrones como los había tenido de toda la vida, eran de un azul brillante celeste, como si esa fuera su cicatriz del odio, ojos azules que parecían producir su propia luz.

Nunca nadie la volvería a ver como una persona normal, todos pensarían que era una mutante, a pesar de que claramente ella no tenía poderes eso no importaba. Ya de por si era un monstruo para mucha gente como los padres de Sam.

Se sintió intrigada por seguir el hilo de las discusiones que venían de la otra sala, ni siquiera le importó ver que en uno de los catres se encontraba encadenada una niña rubia de lentes. La creía reconocer como amiga de Lincoln, pero fallaba completamente en saber su nombre. Se le veía como una chica que había llorado mucho recientemente.

Finalmente llegó a la intersección donde se encontraba toda esa gente gritando, eran voces conocidas, por lo que su corazón se calmó un poco, pero no quería entrar en medio de las discusiones, así que escuchó:

—¡De ninguna manera! Es un alienígena, cariño, no podemos confiar en… Eso.—dijo claramente la voz de su padre.

—Todos los análisis que he realizado sobre el tejido sobrepasan cualquier límite de mis conocimientos actuales en química y soy de las mejores del mundo, así que tengo que concordar con nuestra figura paterna, desconocemos completamente qué es.—dijo Lisa con sus tentáculos andando de un lado para otro, o al menos eso creía que eran los sonidos metálicos que hacía al caminar.

Es nuestro aliado para finalmente vengarnos de SpiderKid.—escuchó una voz doble, claramente una era la de Lori, pero la segunda era completamente desconocida—Sigo siendo yo misma, no he cambiado.

—Entonces, ¿Por qué el traje negro?—dijo preocupado el señor Loud.

—Puede cambiar.—dijo rápidamente la voz sin eco de Lori—¿Ven?

Luna no podía ver, y se sintió fastidiada, así que sin importarle que estaban en medio de la discusión decidió entrar. Lo que encontró la dejo sorprendida, ahí se encontraban los tres miembros de su familia que había escuchado antes.

La figura más predominante era más que nada Lisa con sus tentáculos grises y metálicos moviéndose en el techo de un lado a otro, pero con ella sentada en una caja de latas de supermercado a medio usar y detrás de ella una computadora con bastantes líneas de código pasando por la pantalla. Tenía su bata de laboratorio y por debajo un traje verde de tela firme para protegerse de los golpes, así como unos lentes parecidos a los de aviador los cuales parecían tener integrados pantallas por el tenue brillo que siempre emitían sus ojos.

Cercana a ella y relajando su espalda contra una pared se encontraba su hermana Lori, la cual no parecía tener nada raro, fuera de una chaqueta de cuero que le quedaba grande y en lugar de sus shorts que siempre usaba, ahora tenía unos leggins del mismo color. Su mirada era fría, calculadora, no la que solía recordar cálida y algo paranoica.

Finalmente, en el otro extremo se encontraba su padre con un traje completamente nuevo, este siendo lo más parecido a una armadura mecánica verde llena de propulsores en sus muñecas, codos y tobillos, además de dos alas extensibles que parecían filosas al tacto. No pudo evitar sorprenderse por aquello y, aunque sabía perfectamente que su padre era un criminal gracias al traje del Buitre, no pudo evitar salir corriendo en su dirección y darle un abrazo.

—Oh…mi niña—dijo el hombre conmovido y regresando el abrazo, probablemente el primero que recibía genuinamente tras la última visita que le permitieron hacer en la cárcel hace más de medio año.

—Lo siento… Lo siento…—dijo Luna queriendo disculparse—Intentando vengarte solo me lastimé a mí misma.

—No te preocupes, Lisa me contó todo.—dijo el señor Loud acariciando su cabello—Está bien, yo también te amo, con ojos celestes y todo.

Ambos rieron ante la afirmación, Luna después de todo había encontrado de vuelta ese cariño que creía perdido, y si el costo era una marca permanente, que así fuera. Aquel abrazo hubiera durado más, cuando de repente Lori comenzó a fingir que tenía tos para llamar la atención:

—Hola Luna, o tal vez prefieras Elemental.—dijo levantando mucho una ceja—La heroína de la familia…

Rápidamente Luna sintió su sangre hirviendo, ese tono no le gustaba y tampoco ayudaba que tanto el señor Loud como Lisa evitaban ver a su hermana mayor.

—No pedí ser una heroína, solo detuve a la loca Anne y todo el mundo asumió lo que debía hacer.—dijo Luna a la defensiva mirando de arriba abajo a su hermana—¿Cuánto tiempo ha pasado?

—Desde el apagón como dos meses.—confesó Lisa tecleando en su computadora.

—¿Ya es mayo? P-p-pero…—se sintió abrumada Luna para después ver a su papá—¿Te centraste en liberarlo sis? ¿Qué hiciste con esos desgraciados del Kingpin y la Comadreja?

—No lo suficiente.—dijo Lisa cerrando sus puños y volteando a con su familia.

—¿SpiderKid?—preguntó Luna hastiada sabiendo la respuesta.

—SpiderKid.—contestó Lisa con sinceridad.

—Chicas, chicas, ya no deben preocuparse por ese estúpido niño, tenemos la clave para detenerlo.—dijo Lori confiada.

—¿A ti que mosca te picó?—dijo Luna claramente confundida, esa no era la Lori que recordaba.

—No diría mosca.—dijo ella con una sonrisa de medio lado que casi parecía como un tiburón a punto de surgir de las profundidades.

—De todas maneras va a tener que enterarse.—dijo el señor Loud no queriendo voltear—Muéstrale.

A pesar de encontrarse genuinamente confundida no se esperó en lo absoluto que en cuestión de segundos su hermana Lori fue cubierta por un líquido negruzco y que de su pecho saliera una araña blanca y alargada mientras parecía ganar masa muscular y garras alargadas en las manos. Finalmente, su rostro fue completamente cubierto por aquella sustancia, una sonrisa de dientes afilados se dibujó, así como dos grandes ojos blancos completamente estériles y que parecían carente de toda expresión que no fuera odio. Pudo ver la lengua de Lori salir como si de una serpiente se tratase y tuvo que retroceder impactada. Era como ver una versión adulta y musculosa de SpiderKid, dejando a Lori completamente irreconocible.

Aquello no podía ser real, esa cosa no era su hermana, no debería ni siquiera existir algo así.

—¿Q-q-qué te paso?—dijo impactada Luna.

Rápidamente en menos de un parpadeo todo el líquido negro se condensó hasta volver a formar la chaqueta de cuero negra que ahora portaba su hermana, así como los leggins.

—¿Lori?

—Sí, soy yo.—dijo ella para lanzar al final una risotada—Larga historia resumida, este ente alienígena que vino con intenciones pacíficas junto al proyecto Zeus. SpiderKid lo robó y lo utilizó como traje en contra de su voluntad, hasta que finalmente ese niño presumido se deshizo del traje porque no le gustaba que el simbionte intentase detenerlo en sus actos de violencia. Palabras más, palabras menos, vino a mi porque sabía que yo podía detenerlo.

—¡¿Qué tanto pasó en un mes y medio?!—dijo Luna completamente sorprendida—¿Cómo sabes si el alienígena es bueno o malo?

—Si fuera malo hubiera intentado hacerme daño, pero no, me da el poder necesario para seguir adelante.—dijo Lori acariciando la chaqueta de cuero.

—Okey, supongamos que te creo.—dijo insegura Luna—¿Cómo derrotarías a SpiderKid? Lisa literalmente puso de patas arriba a toda la ciudad y mira como terminamos.

—Es lo mismo que llevamos rato preguntándole.—dijo el señor Loud mirando hacia el suelo—Dijo que quería esperar a que estuviéramos todos reunidos.

—No queremos que la sorpresa se arruine.—dijo Lori convencida de que tenía la carta ganadora.

—Muy bien Lori, todos estamos aquí.—dijo Lisa hastiada—Ahora dime, ¿Cuál es tu ventaja estratégica sobre SpiderKid? ¿Descubriste su kriptonita?

—Mejor aun.—dijo Lori finalmente poniéndose en el centro de la habitación—Sé quién es.

Sus tres familiares no pudieron evitar voltear a verla completamente confundidos. Luna odiaba tanto la figura de SpiderKid que olvidaba que debajo de esa máscara roja con blanca había un niño de verdad.

—¿Cómo?—dijo Lisa completamente intrigada.

—El simbionte estuvo con SpiderKid, tengo acceso a sus recuerdos, sus estrategias que uso para "derrotarlas".—dijo Lori presumida haciendo énfasis en las comillas.

—Fue pura suerte.—dijo Lisa con los ojos entrecerrados.

—No estaba preparado para luchar.—dijo el señor Loud tosiendo fuerte.

—¿Y por qué no nos lo dices de una vez?—recriminó Luna no confiando mucho en Lori.

Definitivamente la amaba, pero cargaba un aura tan diferente a la Lori que recordaba que era como si fuera guiada por un titiritero.

—Dije hasta que estemos todos.—dijo Lori finalmente acercándose a Lisa.

—Absolutamente no.—dijo Lisa decidida.

—Ya hablamos de esto cariño…—también el señor Loud se encontraba disgustado.

—¿Eh?—en cambio Luna se encontraba confundida—¿Hay más de…?

Se sintió como si algo pesado cayera en su estómago, quería decir "de nosotras", pero claramente el solo pensarlo le hacía sentir mal ya que no quería ver a nadie más de su familia metida en esas alcantarillas.

Ellas no eran buenas, ni un ejemplo a seguir, por el lugar donde estaban y la apariencia de sus tres familiares no se le dificultaba demasiado averiguar que los cuatro se les consideraba enemigos públicos, sobre todo después de lo que hizo Lisa y posiblemente si los Defensores contaron como ella los traicionó entonces todo estaba claro.

Por primera vez Luna asimiló que ella era una villana. Pero los villanos eran estos entes llenos de odio y rencor que intentaban arruinar la vida de todos… Ella solo quería vengar a su padre y darle una probada de su propia medicina a SpiderKid… Ella no era mala… No podía serlo.

Todo eso pasó por su mente en menos de un segundo, se encontraba casi tan pálida como cuando se inyectaba con el reloj de Lisa.

—No, literalmente somos las únicas Loud descarriladas y de hecho nadie sabe de mi nuevo amigo simbionte.—dijo Lori negando con la cabeza—Pero no somos las únicas afectadas por SpiderKid.

—¿Qué?—oficialmente Luna estaba confundida.

—¿Sabes cuantos enemigos se ha formado solo en Ryker?—dijo Lori complacida.

—La mayoría ladrones o secuestradores de poca importancia y para nada útiles.—dijo Lisa molesta.

—Pero hay al menos siete que no son de poca importancia.—dijo Lori levantando su dedo índice—Lisa sé que tú quieres que lo hagamos solas, pero considéralo, Mysterio es un misterio, nadie sabe nada de él fuera de que quiere matar a Osborn.

—Afirmativo.—dijo Lisa de brazos cruzados.

—Y por lo que escuché que hiciste con la Comadreja y el Kingpin, no creo que podamos contar con ellos ni sus aliados como el Arquero o Rhyno.—dijo Lori riendo de medio lado.

—Ni siquiera lo pensaría, esa gente son escoria.—dijo el señor Loud molesto.

—Electro y el Lagarto, la pareja disfuncional de los Connors nunca supe que los capturaran, pero eran tan buscados como tú, Luna y el Hombre de Arena.

—Yo sé donde están, pero no valdrían la pena el esfuerzo, Martha no quería saber nada del mundo criminal.

—Eso nos deja a dos, una de ellas recientemente enviada a la cárcel tras que SpiderKid la hiciera lucir mal frente a la policía.—dijo Lori satisfecha—Sandgirl, la hija de Marcus.

—Ya te dije que esa chica nos odiaría.—le dijo Lisa contundentemente.

—Pero tú no ves los recuerdos que yo veo de SpiderKid, ella odia a SpiderKid más que nada en el mundo, bueno, después de su padre claro está.—dijo Lori sonriendo de medio lado—Al cual mató, por lo que Lana ya no tendrá que sufrir más por ese desgraciado.

—Luna la congeló y yo la entregué en bandeja de plata a que su padre la secuestrara, no va a funcionar.—dijo Lisa frustrada de que Lori siguiera con esa idea.

—Tenemos un enemigo en común, podemos hacer nuestras diferencias a un lado.—dijo Lori satisfecha—Además, está en la misma sección de la prisión que la que verdaderamente busco.

—¿Y a quién buscas sis?—dijo sin entender Luna.

—Toma asiento.—le recomendó el señor Loud mientras Lisa rodaba los ojos.

—La Escorpiona.—dijo con simpleza Lori como si fuera lo más natural.

Durante un momento Luna creyó estar escuchando mal, después de todo lo que tuvieron que hacer para detener a la maldita Ronnie Anne Santiago ahí se encontraba su hermana Lori enfrente de las tres personas que más habían sufrido toda la basura del mundo de héroes y villanos de su familia diciéndoles que debían liberar aquel ente demoniaco que tanto se habían esforzado por encerrar, y sobre todo:

—¡Jamás!—dijo molesta Luna—¡Ella casi mató a Sam! ¡Casi te mata a ti! ¡Quedé muy lastimada tras enfrentarla en esa estúpida escuela para protegerte! ¡¿Qué pasa por tu cabeza?!

No quería pelear con su hermana, pero ahí se encontraba levantándole la voz mientras apuntaba con un dedo acusador. Veía como Lori se encontraba con esa misma sonrisa fanfarrona en medio de la habitación del alcantarillado, como si esperase esa reacción.

—Sé lo que hizo.

—Parece como si no.—dijo molesta Luna—¿Sabes qué? Somos cuatro, SpiderKid no tendrá ninguna oportunidad contra nosotras, ¿Por qué quieres liberar a nadie más?

No iba a dejar que Lori justificase a esos monstruos.

—SpiderKid tiene literalmente a los Defensores, juntos son al menos seis, siete si contamos a Leni…—dijo Lori pensando durante un momento antes de descartar—Seis de ellos, SpiderKid y su molesto asistente, Daredevil, Alias, la Gata y el Arquero Asesino.

—¿Cómo de que Leni?—dijo el señor Loud sin entender.

—Larga historia.—dijeron al mismo tiempo tanto Luna como Lisa y Lori.

Durante un momento Luna analizó lo que decía su hermana, claramente los héroes tenían la ventaja numérica, aunque atacasen los cuatro como familia no iban a tener oportunidad.

—Realmente solo cinco de ellos pelean, pero ese niño asistente va a ser un dolor en el trasero.—confesó Lori.

—¿Qué hay del Smythe?—preguntó Luna—¿O el Hombre de Arena? Incluso el Duende Verde sería mejor.

—SpiderKid destruyó al Spider Slayer uno punto cero.—dijo Lisa decepcionada—Nos distrajimos robando el traje del Buitre y lo perdimos, el Duende Verde es un rotundo no tras de que nuestro padre se enfrentase a él y le congelara medio rostro provocando su furia, y eso descartando que no sabemos dónde encontrarlo, además el Hombre de Arena fue asesinado por Sandgirl justo antes de que fuera capturada y encerrada en máxima seguridad de Rykers.

—Junto a la Escorpiona.—dijo Lori rápidamente.

—No.—dijeron los tres Loud restantes en la habitación.

—Al menos escuchen.—dijo Lori ya sin esa sonrisa confiada y abrazando más fuertemente su chamarra de cuero—Soy la primera consiente de lo que hizo Ronnie, me secuestró e intentó matarme, pero yo también sé mejor que nadie porqué lo hizo…

—¡Estaba loca!—dijo su padre.

—Si, loca porque murió Bobby…—dijo Lori mostrando por primera vez una sombra en su mirada—También me afectó mucho, pero hay algo que nadie sabe…

—¿Qué cosa?—dijo Lisa levantando mucho su ceja.

—Es mi culpa.—confesó finalmente después de tanto tiempo—Por mi culpa Bobby y ella no pudieron apenas pasar tiempo como hermano y hermana.—dijo Lori mirando directamente a su padre—Después de lo que pasó en Brooklyn él no podía dejar que me derrumbara.—continuó viendo a Luna—Incluso cuando ustedes eran atacadas él siempre estaba ahí para apoyarme, conduciendo al centro comercial cuando no tenía porque.

—Lo… Lo recuerdo.—dijo Luna llevándose ambas manos a su espalda avergonzada.

—Y le hice una promesa antes de que muriera.—dijo ella con una lágrima recorriendo por su rostro—Le prometí que cuidaría a Ronnie si algo le pasaba.

—Cariño…—intentó hablar su padre.

—Fallé, no solo cuando Ronnie se volvió la Escorpiona, también desde antes, estaba tan hundida en mi miseria que tardé bastante en acercarme a ella, si lo juntas a que me tenía rencor porque sentía que le quité a su único hermano antes de que muriera…

Todos quedaron completamente callados.

—Luna, tu peleaste contra ella pero contéstame, si le hubieras hecho una promesa a Sam, ¿No harías todo por cumplirla?

La chica se quedó paralizada, sabía cuál era la respuesta.

—Sabes que nos intentará matar de nuevo.—dijo Lisa rápidamente.

—Ahora tenemos como defendernos en caso de que intente cualquier cosa.

Rápidamente el brazo de Lori se volvió completamente oscuro formando una especie de espada de liquido negruzco.

—Este es el trato.—dijo Lori—Liberamos a la Escorpiona y a Sandgirl, ambas odian a SpiderKid tanto o incluso más que nosotras, si me ayudan a liberarlas tendrán mi apoyo y los conocimientos de Venom sobre SpiderKid a detalle.

¿A este punto había llegado Luna? ¿Tan desesperada por vengarse de ese niño engreído que tenía que recurrir a personas que odiaba? ¿Así iba a ser su futuro de aquí en adelante?

—De acuerdo.—dijo Lisa finalmente—Lo haremos.

—Pero cariño…—intentó hablar el señor Loud.

—Tiene razón en dos cosas.—dijo Lisa elevándose con los tentáculos por encima de sus otros familiares—Estamos en desventaja numérica, seis de nosotras contra seis de ellos balancearía todo.—dijo finalmente con una sonrisa de medio lado—Y si verdaderamente ella sabe información de SpiderKid, es algo que podemos utilizar.

—Sabía que razonarías.—dijo Lori volviendo a tener esa sonrisa presumida.

—Pero a la mínima que sospeche de esas dos, no dudaré en matarlas.—dijo Lisa mostrando sus tentáculos a su hermana—Ya estoy harta de que la gente me falle.

—No fallarán.—dijo Lori convencida.

—Bien, si Lisa dice que puede, por más que no me guste, te seguiremos Lori.—dijo Luna no muy convencida.

—Necesitaremos nuestros mejores esfuerzos para lo que pretendemos hacer hermana.—dijo Lisa antes de recordar algo—¿Y sabes? Tal vez si convencemos a Santiago, podríamos sintetizar una cura para Sam…

La chica sintió su corazón encogerse al mismo tiempo que sus ojos celestes volteaban a ver aquel congelador frío y metálico.

—Lori dime, ¿Cómo planeas atacar una prisión de máxima seguridad?—dijo Luna plenamente convencida.

Lisa sonrió de medio lado, Luna sabía que aquello no podía ser bueno, pero para los guardias de esa prisión.

Volvían a ser una familia unida tras toda la tragedia, y aunque no estaba del todo segura del plan, estaba dispuesta a todo con tal de la venganza, Elemental iba a volver con sus grandes armas de hielo.

"Sick with Justice"

Ahora era el Buitre.

Al señor Loud no le encantaba la idea que su hija proponía, pero no tenía alternativa ahora, todas ellas estaban perdidas tanto o más que él en el camino de la villanía. Ya no eran buenas chicas esperando salir adelante, era su culpa que todas hayan terminado así por dar el ejemplo.

Interrumpió rápidamente esos pensamientos, él había hecho lo correcto al decirle sus verdades a Osborn. La justicia le había fallado, era demasiado evidente que él no tenía forma alguna de sostener económicamente un prototipo de armadura voladora tan avanzada.

Pero les creyeron a sus sucias palabras en lugar de investigar y hacer su trabajo, con tal de encerrar al "responsable" y tener alguien tras las rejas. Aislándolo de los seres que más amaba por un error que había cometido por desesperación.

No tomó mucho tiempo terminar de poner su armadura verdosa y agitar las alas hasta llegar a la sala de operaciones donde Lisa ya se encontraba con su bata de laboratorio y armadura metálica siendo cargada por los tentáculos.

Lori se limitaba a acariciar el cabello de aquella chica rubia que había traído, el señor Loud creía reconocerla como una de las amigas de Lincoln, por lo que se acercó y preguntó:

—¿Quién es?

—Gwen Stacy.—dijo Lori al mismo tiempo que acomodaba la diadema rosada—Ella intentó detener a SpiderKid, pero no pudo… Es solo una niña.

—Tú también eres una niña cariño.—le remarcó su padre—Apenas tienes diecinueve.

Pudo ver como Lori apretaba sus puños en los bordes de la chaqueta y se mordía la lengua para no hacer una mueca.

—Ya sería considerada mayor de edad en muchos países.—dijo ella girando los ojos.

—Tal vez, pero para mí eres mi niñita especial y me preocupas.—dijo el hombre sentándose en el borde de la cama al lado de ella—Si confías en esa… cosa…

—Simbionte.—le corrigió Lori.

—Ese simbionte, sí, entonces entiendes que el camino que vamos a seguir es uno del que no hay vuelta atrás…

—Sí, lo sé, vi como terminaron todos ustedes.—dijo Lori fríamente—En este punto ya no me importa, solo quiero detener a SpiderKid, después de todo lo que nos hizo… Tu no viste como lloraron todas cada maldita noche después de…—se detuvo porque unas lágrimas se estaban asomando peligrosamente por sus ojos—Y luego cuando nos enteramos de Lisa y Luna, mamá casi no lo soportó… Lo odio por lo que nos hizo, por su egoísmo, por su cara dura… Sus valores…Todo…—dijo ella molesta abriendo finalmente los puños—Pero las voces del simbionte no quieren arriesgarse a que SpiderKid tenga una mínima oportunidad de ganar.

—¿Y qué ganarías rescatando a la que intentó matarte?—le preguntó su padre aun dudando.

—Se lo prometí a Bobby…

El hombre recordó sus propias palabras que había dicho hace tantos meses:

—Los hombres de verdad siempre cumplen sus promesas.—susurró.

—¿Soy un hombre de verdad entonces?—dijo ella sonriendo de medio lado.

—No… Literalmente.—dijo el padre de familia regresando la broma.

Ambos rieron hasta que Lisa mostró imágenes de Rykers en su computadora, esperaron un minuto más hasta que finalmente llegó vestida Luna. Al señor Loud no le gustaba que su hija de dieciséis iba vestida con un leotardo oscuro que le cubría completamente los brazos, encima de esta ropa llevaba un saco largo que cubría hasta sus botas de cuero y una mascarilla como la de los hospitales. Como armas tenía en la espalda lo más parecido a una escopeta del tamaño entero de su brazo, así como una especie de rifle que llevaba colgado del hombro y unos brazaletes que llevaba en las muñecas los cuales parecían generar las armas cuerpo a cuerpo.

—Bien familia, tenemos que crear una distracción si queremos hacer algo mínimamente respetable en la prisión.—dijo Lisa mostrando cuatro cámaras en la computadora—Ellos saben que Buitre y Octopus están libres, pero no saben nada de Elemental y…

Venom.

—Venom.—dijo Lisa para completa la frase—Podemos crearles una distracción mientras ustedes dos se infiltran en la prisión.

—Pan comido.—ironizó Luna exteriorizando las mismas dudas que tenía Lynn.

—Congélalos sis, nosotros nos encargamos de las cámaras.—dijo Lori imitando el acento británico de Luna cosa que molestó a Lynn.

—¿No es demasiado peligroso para ellas?—preguntó el señor Loud—Si atacamos juntos…

—No tenemos super fuerza, esas bestias tienen retenido a cosas como el Doctor Banner o la propia Megan Hartnell.—dijo Lisa con simpleza—De hecho, padre, nosotros seremos el mayor foco de atención.

—¿Por qué?—dijo el hombre no muy seguro si le gustaba ese tono.

Después de repasar el plan, y gracias a los conocimientos de Lori respecto a Ronnie pudieron determinar el plan necesario para rescatar a las dos chicas, Lisa estimaba que tenían un límite de quince minutos antes de que los militares permitieran el uso de armas de contención peligrosas.

Lo siguiente que supo el señor Loud fue que se encontraba volando en contra de su voluntad y a toda velocidad mientras esquivaba las balas de los helicópteros de combate que lo perseguían. En el suelo Lisa se encontraba usando sus tentáculos metálicos para combatir contra tres tanques al mismo tiempo mientras reía como desquiciada.

El hombre tenía que alejar a los helicópteros de su niñita o de lo contrario toda esa distracción no tendría valor alguno. Apenas habían pasado cinco minutos y ya se sentía abrumado por la cantidad de recursos que Rykers estaba usando para capturarlos.

Podía ver que después de cruzar un callejón de la parte de adelante se le atravesó un dron que cargaba una red metálica. Esquivó elevándose con sus alas y propulsándose en vertical hasta salir en los tejados de los dos edificios. Pudo ver como los helicópteros de combate frenaban su andar mientras él se lanzaba en picado por donde había venido.

Tomó una de las granadas que Lisa le había dado y que usase solo en caso de emergencias, aquello definitivamente era una emergencia por lo que apuntó en medio de los helicópteros y escuchó un sonido atronador como si todo el aire de una esfera hubiera sido absorbido a un punto muy pequeño.

Pudo ver como varios helicópteros retrocedieron su andar y se estrellaron unos contra otros después de que la granada los moviera de sus rutas. Pudo ver las explosiones acercándose cada vez más a él al mismo tiempo que descendía a toda velocidad.

Logró esquivar a duras penas aquellos armamentos, provocando una barrera de fuego que se extendió por toda la avenida de la isla principal.

—¡Sí!—dijo emocionado por haber aportado su parte.

Pero rápidamente se dio cuenta del silencio sepulcral de la parte de abajo, fuera de los gritos de horror por ver a esa figura metálica verde alzándose sobre el fuego se encontraba completamente callada la calle.

—¡Lisa!—dijo preocupado sabiendo que su hija debería estar luchando, pero no escuchaba nada.

Subió lo más arriba que pudo y deshizo su camino de escapada, preocupado por lo que podría pasarle a su niñita especial, sintiendo que, si la habían atrapado, o peor, si le habían hecho cualquier cosa, jamás se lo iba a perdonar a sí mismo.

Su sorpresa fue mayor cuando tuvo que frenar de golpe y ver a su hija recostada en uno de los tentáculos mientras con un segundo se colgaba de una de las paredes y los dos restantes tenían a un militar sangrando.

—¿Lisa?—dijo su padre inseguro a lo que ella volteó a verlo como si fuera lo más natural del mundo.

—Figura paterna, escuché mi granada de implosión, ¿Eso fue lo que eliminó a los helicópteros?—dijo decepcionada—No esperaba menos.

—¿Estás bien cariño?—dijo no pudiendo evitar sentirse preocupado.

—Por supuesto.—dijo Lisa levantándose de su asiento y lanzando el militar varios metros por el aire hasta que este aterrizó en el suelo rodando.

—¿Mataste a gente?—dijo el señor Loud no sabiendo qué pensar.

—¿No lo hiciste tú con los helicópteros?—dijo Lisa sin importarle—Si te hace sentir mejor, no, los dejo vivos la mayor parte del tiempo, no soy un monstruo.—dijo ella mientras tomaba de otro de los cuerpos de los militares mechones de cabello—ADN militar…

—Ya casi pasan los quince minutos.—dijo el señor Loud preocupado escuchando como a la distancia se acercaban vehículos veloces.

—Sí, por lo que oigo de las radios mandaron cazas dentro de la ciudad.—dijo ella riendo—No puede ser, una espera que los militares puedan hacer algo, pero solo demuestran ser una decepción, por supuesto que un caza en medio de la ciudad va a ayudar a alguien.—dijo gritando al aire.

—Tal vez ahora ellos nos están distrayendo a nosotros mientras atacan a tus hermanas.—dijo el señor Loud viendo como un avión de caza pasaba entre los edificios a toda velocidad, dejando una estela de granadas a su paso.

Lisa simplemente se acercó a él y este se cubrió con las alas, provocando que estuvieran aislados de las explosiones, aunque verdaderamente sintió aquellos golpes, eran fuertes.

—Vámonos.—dijo Lisa una vez el Buitre separó sus alas—En cualquier momento van a comenzar con los francotiradores.

Y dicho esto un disparo pasó dándole a una de las alas del Buitre. La chica negó con la cabeza, para ella todo esto era un juego, para el señor Loud eran muchas vidas que estaba arrebatando, pero no podía rendirse, no ahora cuando estaba tan cerca de que él y sus hijas consiguieran la dulce venganza que tanto merecían.

No solo de SpiderKid, sino también de todos los sistemas de justicia. Ellos fueron tan incompetentes como para descubrir quién había estado detrás del Buitre y ahora eran lo suficientemente patéticos como para que la familia Loud les ganase sin mayor problema.

Finalmente, justicia de verdad estaba pasando y aun le quedaban unos minutos antes de continuar con lo que habían prometido.

Y si el precio a pagar para hacer lo correcto eran algunos militares heridos y unas avenidas quemándose por distintas explosiones, ¿Qué importaba al señor Loud? La sociedad le dio la espalda, ahora él le daba la espalda con tal de ser fiel a sus hijas, lo único que importaba en ese mundo.

"I just wanna blame you!"

Miraba al techo con aburrimiento. Jugaba con su gorro rosado de lana entre los dedos de sus manos, la única pertenencia que había logrado que la dejaran tener. Lo miró directamente recordando como aquel gorro había sido un regalo de su mamá cuando ella aún era joven. Cuando ese monstruo al que llamaba padre continuaba encerrado y ella podía ir a la escuela sin tener que pensar en nada que no fuera relajarse.

Al principio lo había odiado, un gorro de lana rosado, mientras ella quería seguir las tendencias góticas de esa época. Sonrió ligeramente al recordar su infancia… Si tan solo su madre no hubiera enfermado… Tal vez ella hubiera estado en un lugar completamente distinto.

No rodeada de paredes completamente blancas sin la más mínima fisura donde pudiera entrar aire mayor a una rejilla con filtros que al detectar un puñado de partículas rápidamente activaba una alarma. Estaba comenzando a acostumbrarse a que ocasionalmente a mitad de la noche se despertase debido a que la alarma sonase y escuchase fuego saliendo de ese agujero, resulta que insectos como cucarachas, moscas o arañas intentaban colarse constantemente buscando un agujero donde poner sus huevecillos…

Recordó la vez que vio a la araña completamente cubierta en fuego saliendo por el agujero mientras la alarma sonaba hasta dejarla casi inmóvil. Ella tuvo que acercarse a la pared y aplastar a la araña. Al voltear a la cámara de seguridad intentó gritar para que apagaran la alarma y pudiera volver a dormir, pero no lo hicieron.

Desde ese momento hasta las nueve de la mañana tuvo que soportar el repetitivo y alto zumbido de la alarma yendo y viniendo. De nuevo su día arruinado gracias a una araña… No pudo evitar recordar a SpiderKid tras el incidente.

Ese estúpido niño seguía libre a pesar de todo, mientras ella se encontraba encerrada, lo odiaba, lo odiaba demasiado como para si quiera dejar de pensar en él como el culpable de que estuviera en esa situación. Ella luchó para hacer lo correcto en todo momento y así le pagaban.

Quiso dormirse nuevamente en ese aburrido día, pero rápidamente notó como si la habitación se congelara un par de grados, incluso la ranura por donde tenía contacto con el mundo exterior parecía estar soltando una ráfaga de hielos en miniatura.

Lentamente una de las paredes comenzó a cristalizarse hasta que comenzó a escuchar golpes del otro lado. Megan no estaba segura de qué era, pero se preparó generando en sus manos una pica y un hacha de arena.

Finalmente, la pared se derrumbó y una nube de polvo se levantó provocando que dos figuras oscuras aparecieran frente a ella. Las luces de emergencia se activaron con su color rojizo, al momento de reflejarse en su piel de arena notó como un brillo rosado la rodeaba.

Aquellas figuras se acercaron, demostrando sus verdaderos colores, una de ellas las conocía bastante bien.

—¡¿Volviste solo para burlarte de mí?!—gritó molesta apuntando con su hacha de arena directamente hacia SpiderKid con su traje oscuro.

Pero algo era distinto, Megan lo sabía perfectamente, esa altura no era la correcta, tampoco esa pose casi encorvada y muchísimo menos que estuviera al lado de la Elemental.

—¿Qué significa esto?—dijo sin entender Sandgirl.

—Yo las cubro, has lo que… Debas hacer.—dijo Elemental mientras apuntaba con su arma de hielo a un guardia que corría por el pasillo.

Tambien lo odias, ¿No es asi?

Megan podía ver que de cerca ese traje parecía más bien recubierto con una sustancia tan viscosa como el lodo, con una textura que no se veía tocando. No era el mismo contra el cual había peleado con SpiderKid, pero la simbología era una copia idéntica.

—¿Quién eres?

Soy Venom, hemos visto el odio que sentías por SpiderKid.

—¿Y qué si lo odio? No soy…

Iba a decir una villana, pero ahora claramente es lo que era para la sociedad, ¿Qué sentido tenía negarlo estando ella en una celda?

Ven con nosotras, queremos verlo muerto. Nos ha quitado demasiado, pero necesitamos toda la ayuda posible para recuperar lo que es nuestro por derecho.

Durante un momento Sandgirl vio esa figura oscura, con una sonrisa de poca confianza, para después voltear a la Elemental con ese cubrebocas que le cubría medio rostro y el pelo azul celeste.

—Si les ayudo, ¿Ustedes lo matan?—dijo ella provocando que sus brazos volvieran a la normalidad—¿Lo prometen?

Es una promesa. Más que un objetivo que compartimos piénsalo como un bien mayor eliminando aquel desgraciado y vengando a todas sus víctimas.

Por un lado, volver a la infeliz prisión donde todo el mundo se había olvidado de su existencia, dejándola completamente en el olvido. Por el otro, tenía en frente de ella a la única persona que genuinamente la había ayudado en un momento difícil después de tantos años.

—SpiderKid es un hijo de puta…—dijo Megan con los ojos entrecerrados y mirando sus manos de arena—Por su culpa… Soy un monstruo.

Todas nosotras somos monstruos que ha creado, por ejemplo, este traje negro lo usaba para ganar más fuerza, así te pudo dar batalla, finge ser un santo, pero no es mejor que ninguna de nosotras, cada que puede hace trampa.

Esa convicción en las palabras, ese odio tan puro, era precisamente lo que sintió esa tarde que se rompió en su apartamento, el traje negro aumentando sus sentidos ahora hacía sentido como ese niño le había dado tanta guerra. El mundo le había dado la espalda, ¿Por qué debía Megan intentar recomponerse cuando el primer acto de bondad que había tenido en años había sido de esta sombra? Ni siquiera los estúpidos Defensores tuvieron la decencia de buscarla cuando acabó toda la mierda del apagón. Ella no le debía nada a nadie, y en cambio el mundo le debía mucho, tal vez el daño que le habían hecho era irreparable, pero ella iba a recomponerlo desde las cenizas.

Y si para levantarse necesitaba abrazar un lado más oscuro de ser, ¿Qué importancia tenía? De nada servía ser buena.

—Estoy dentro.—dijo levantándose de la cama y formando armas de arena nuevamente.

La chica solo pudo ver como ese ente oscuro sonrió de par en par mientras daba media vuelta y con sus garras aplastaba una de las arañas chamuscadas que habían estado en el tubo con el cual antes Megan se había comunicado al exterior.

Era libre de nuevo.

"I'm your ángel"

—Respira…

La luz roja dejó de brillar sobre su veneno morado provocando que este volviera a tener un color más cálido. Cubrió sus oídos para no tener que pensar en que la última vez que había sonado la alarma ese estúpido de Elektro le había prometido la libertad, solo para ser encerrada nuevamente.

—Exhala...

La luz roja volvió rápidamente, cubriendo toda la habitación, mostrándole la sangre de los inocentes que hirió y aún peor los cuerpos de aquellos a los que mató.

—No, no, no, no fui yo.—dijo Ronnie mientras se llevaba ambas manos a la cabeza—Fue ella, fue ella…

Pero Escorpiona había desaparecido tan pronto ella entró a la prisión, aburrida por la falta de emociones fuertes, dejando a una simple niña no mayor a doce años encerrada sin si quiera la oportunidad de ver la luz del sol. AL ver hacía arriba notó tres figuras sumidas por la oscuridad bañadas por aquella figura rojiza.

—¿Eh?—dijo completamente confundida.

Fue entonces que una de estas figuras sumidas en la oscuridad se le acercó con pasos confiados y una sonrisa parecida a la de un tiburón a punto de matar a su presa. Retrocedió dos pasos mientras sus ojos se volvían morados y su cola de Escorpiona se alzaba amenazante.

—¡¿Qué quieren?!

No tenemos mucho tiempo.—dijo la figura oscura con una voz que parecía hacerse eco a sí misma, casi haciéndola demoniaca—Solo digamos que todas nosotras odiamos a SpiderKid, y sabemos que tú también.

Ronnie volteó a ver a las otras, una era la chica de arena, por supuesto que se acordaba de ella, todos en la prisión creían que era el Hombre de Arena, además era de las pocas celdas a las que no se les permitía tener entrada o salida, celdas como la suya.

La otra figura ni siquiera tuvo que hacer memoria, esa mascarilla cubriendo medio rostro, ese cabello celeste, esa pistola con forma de escopeta y cubierta de un aura helada.

—Luna Loud.—dijo la Escorpiona siseando su cola por instinto—¿Qué les hace creer que iré con ustedes?

De nuevo la figura oscura con esa araña blanca y alargada en el pecho se acercó y la tomó del hombro con su musculosa mano diciendo:

Porque nosotras sabemos quién es SpiderKid, sus debilidades, sus fortalezas, nos falta fuerza bruta, pero solo queremos gente que lo odie, que lo odie de verdad, tanto o más que nosotras.

Era como escuchar al diablo hablar.

—Mira, no te conozco niña, pero me liberaron para juntas matar de una vez por todas a SpiderKid.—dijo Sandgirl alargando su mano y atrayendo cerca de ella a un guarda completamente armado que estaba camuflado, lanzándolo con fuerza al suelo—¡En cualquier momento vendrán por nosotras!

—¿Cómo puedo confiar en Elemental?—dijo Ronnie retrocediendo—Le hizo mucho daño a la Escorpiona.

—Tú sabes lo que le hiciste a mi familia, pero ¿Sabes qué? Vive y deja morir.—dijo Luna molesta mientras continuaba haciendo guarda—Estoy dispuesta a trabajar contigo si eso significa matar a SpiderKid.

Durante un momento la chica se detuvo para asimilar esas palabras, no tenía motivo para seguir viviendo en la prisión, su madre y padre la habían abandonado completamente. Asistieron forzados al juicio, apenas pudiendo dirigirle la mirada, redimirse no servía de nada.

—La venganza fue lo que me trajo aquí.—dijo viendo las paredes de la celda—Es lo único en lo que pensaba.

Y ahora será lo que te saque de este agujero.

Esa sonrisa, esa maldita sonrisa en un rostro completamente oscuro, con esos ojos blancos inexpresivos.

Notó que al fondo había una cuadrilla de guardias acercándose con trajes especiales para detenerlas a las cuatro. Era ahora o nunca.

Sabiendo que incluso aunque negase todo, ya estaba involucrada en la mierda, y si era sincera consigo misma, quería ver muerto a ese estúpido niño. Tal vez Lori le quitó a su hermano, pero SpiderKid le quitó su oportunidad de ser libre, de ser normal…

No, no se lo quitó a ella, se lo quitó a Ronnie Anne. Ronnie era una víctima, ella solo era quién haría justicia hacia la pobre e inocente Ronnie.

—Llevaba mucho tiempo sin sentir aire fresco.—dijo aquella niña sonriendo mientras sus ojos se inundaban de un aura morada—¡Linda ropa muchachos! ¡¿Será a prueba de veneno?!

Mientras sonreía levantó la cola y con tan solo pensarlo de su cola salió disparada una cantidad de veneno descomunal que había estado conteniendo los últimos meses en su espina dorsal, sintiendo casi como si tuviera un peso menos en su espalda. Para cuando terminó vio que el pasillo estaba completamente despejado, con los guardias tirados en el suelo mientras intentaban quitarse el veneno que se había filtrado al interior de sus trajes.

—Patéticos.—volteó a ver a las villanas—¿Prometen que lo vamos a matar?

Lo prometo, y jamás rompo una promesa.

No estaba segura de quién era ese nuevo payaso, pero las otras dos eran lo suficientemente poderosas como para asegurarse una victoria contra la araña. Finalmente, las alarmas sonaron por todo el edificio con mayor intensidad, intentando desmayarlas por el ruido, pero Elemental sin demora comenzó a congelar los circuitos cercanos a ellas.

—Andando.—dijo Luna sabiendo que no tenían tiempo que perder.

Las cuatro corrieron por el pasillo mientras escuchaban gritos por toda la prisión de diversos presos entre sorprendidos e impactados de que los guardias no estuvieran haciendo nada.

No sabían lo que pasaba fuera de esos gruesos muros de concreto.

"Only a call away"

Ya las tenían a ambas, se habían jugado el pellejo de Lisa y su padre con tal de liberarlas, pero todo había salido como aquel traje negro había dicho a Lori en su mente. Podía sentir como el traje intentaba decirle que hacer, a donde ir y cómo actuar, pero ella simplemente continuó andando.

No iba a escuchar nada que no le sirviera para que SpiderKid pagase sus pecados, ya había tenido suficiente tiempo lidiando con demonios y voces en su cabeza, otras más no la desviarían de su objetivo.

Venganza.

Para su fortuna, aquella sustancia negruzca, ella y las otras cinco compartían algo en común.

Después de que Luna congelara otra de las paredes de concreto fue que le tocó el turno a la chica de arena de convertir una de sus manos en un martillo y dar un golpe conciso a la pared provocando que incluso la vibración se sintiera por el suelo.

A sus espaldas los guardias se acercaban a toda velocidad por un pasillo, apuntando sus armas, Venom sonrió de vuelta al mismo tiempo que las trampas de telarañas se activaban y provocaban que las primeras olas de guardias salieran disparados directamente a las paredes en menos de un segundo, completamente cubiertos por telarañas negruzcas.

Ella sola con el traje no hubiera podido hacer nada más que eso, quitar de en medio algunos guardias molestos, era estando todas unidas que iban a lograr un escape de un Ryker reforzado, la prisión de villanos más dura del mundo.

Al momento de que la pared se derrumbó notaron como un tanque de guerra apuntaba directamente en su dirección, pero Sandgirl creo una barrera antes de que el tanque pudiera ser activado, una vez el disparo impactó contra el cuerpo de arena esta fingió intentar escapar moviendo su cuerpo entre las paredes del lugar provocando que las armas la siguieran por un momento graso error puesto que la Elemental como si de un lanzallamas se tratase comenzó a esparcir escarcha por todo el lugar, ralentizando los movimientos y comenzando a congelar a todos los guardias.

Incluso el tanque de guerra tuvo problemas para girar el cañón y apuntar a la Elemental, de no ser porque recibió una patada por parte de la Escorpiona probablemente hubieran podido hacer algo, pero esa patada hizo que el tanque quedara de cabeza provocando que no pudiera moverse.

Venom escuchó claramente helicópteros acercándose así que lanzó una telaraña al techo y con fuerza estiró hasta estar en la parte de arriba, sabía que las armas estaban apuntándole. Pero no le importó ya que con ambas manos las extendió y lanzó sus telarañas oscuras bloqueando completamente la visión de los que iban dentro, forzándolos a ganar altitud.

La Escorpiona se dio cuenta de aquello y desde su posición lanzó chorros de ácido directamente a las hélices de uno de los helicópteros, provocando que este comenzase a girar sin control y ambos chocasen. Hubo una explosión en el aire que por poco las distrae, de no ser porque continuaban todas luchando fieramente contra todos los guardias de la prisión.

La Elemental con sus poderes de hielo decidió que había llegado el momento de hacer lo que Lisa le había recomendado, tomó su arma de hielo y gritó:

—¡Todas juntas!

Rápidamente Venom y la Escorpiona se acercaron mientras Sandgirl continuaba lanzando a los guardias hacia atrás. Miró de reojo como todas estaban unidas y se deshizo en una avalancha de arena que al momento de llegar con todas ellas las envolvió en una capa de arena para protegerlas.

—Gracias.—dijo Luna antes de ver hacia abajo y apuntar con su pistola de hielo, generando una plataforma helada la cual las comenzó a impulsar hacia arriba, lejos de las armas de los guardias.

Cuando estaban a una distancia lo suficientemente considerable Sandgirl volvió a su forma humana mientras se sacudía varias balas que le habían acertado en distintas partes del cuerpo.

En cualquier momento llegará.

Lori se había asegurado de que todo se desarrollase en menos de quince minutos, estaban a punto de cumplirse el plazo, podía sentir gracias al simbionte como se acercaban varios helicópteros de apoyo, esta vez más grandes, probablemente armados hasta la medula.

Pero a ella no le importó puesto que frente a ellas se apareció el Buitre con su traje mecánico tomando de sus alas a Elemental y Venom. Ronnie tomó la mano del traje negro y Sandgirl de la Elemental. Todos salieron volando a toda velocidad directamente de vuelta a la ciudad mientras la alarma de Ryker era activada para cerrar el puente. Cosa que no les afectó en lo más mínimo.

Venom sintió la brisa que dejaba atrás, finalmente lo había conseguido, con el apoyo del traje y su propio ingenio había creado la amenaza perfecta, una completamente dispuesta a terminar con su enemigo en común.

"You make me want to break you. No matter who you are."

Para Lisa aquel requisito era ridículo, ella era la que debía exigir los términos, no Lori, pero no podía negar que ninguno de su familia tenía super fuerza como las dos candidatas que había pedido. La más cercana era ella con su guante ya desgastado que utilizó para luchar contra SpiderKid.

Aun recordaba esa batalla, lo mucho que dolió su estómago durante días tras el golpe que le dio. Lo mucho que su orgullo fue dañado. Había sido derrotada por un niño increíblemente bruto, inferior ante todo sentido. Pero solo ganándole por mera suerte y porque tenía a un grupo coordinado de gente mientras que ella lideraba solo a ratas de alcantarilla.

Vio sus tentáculos brillando de color metálico debido a un rayo de luz que se colaba de la superficie. Fue a la habitación principal, donde se encontraban todas aclimatándose a la situación.

—¿Es aquí donde se oculta la peligrosa Octopus?—dijo decepcionada Ronnie.

—No es la primera vez que se esconde bajo tierra.—dijo Megan estando cerca de la niña y bastante desconfiada cuando notó a la doctora rápidamente se le quedó viendo.

Apenas en un momento su cuerpo se desfiguró y se volvió una estaca gigante que apuntaba directamente al cuello de Lisa mientras otras extremidades detenían los tentáculos que utilizaría como defensa. Ella ya esperaba eso.

—Tu fuiste la que creo esa cárcel para encerrarme.—dijo Megan generando una cabeza a la altura de la cabeza de Lisa—Por tu culpa ese hijo de puta me tuvo con él.

Lisa ni siquiera parecía inmutada, era más como una molestia menor.

—No, idiota.—dijo con completo desprecio—Era la cárcel para Marcus, el tipo estaba obsesionado con mi familia como ya sabrás, lo amenacé con contenerlo en esa cárcel en caso de que tratase de pasar la raya.—dijo una mentira lo suficientemente confiada que incluso hizo a Megan alzar una ceja—Cuando SpiderKid y tus amiguitos Defensores apagaron las defensas, Marcus me lo robó y utilizó en tu contra.

La chica de arena notó como todos menos la Escorpiona estaban apuntando con diversas armas, miró con recelo a Octopus, lo que decía era lógico, pero algo en esa actitud tan pasiva en contraste con la energética niña que vio con Norman o el monstruo malévolo que vio bajo tierra era inusual.

—Nunca fueron mis amigos.—dijo retrocediendo sus picos de arena y volviendo a formarse como humana—Se olvidaron de mi...

—Que tus amigos te den la espalda es lo peor, lo viví de primera mano.—preguntó Ronnie desde atrás recargándose en una pared metálica—¿Qué hay aquí?

—¡Aléjate de ella!—gritó entonces Luna apuntando con su arma directamente a la chica.

—¿Qué?—dijo sin entender Ronnie mirando bien aquella pared metálica—Parece un congelador.

Quiso dar una patada, pero un rayo de hielo interfirió congelando su pie.

—¡Oye!—gritó provocando que sus ojos se volvieran morados.

—Basta.—dijo Lisa sin interés y con uno de sus tentáculos rompiendo el hielo del pie—¿Recuerdas la chica rubia que mataste en el centro comercial?

Fue entonces que la Escorpiona volvió a ocultarse, regresando a esos ojos solamente Ronnie Anne, quien rápidamente sintió escalofríos ante aquella pregunta.

—La veo en cada una de mis pesadillas… Herí a muchas personas, pero no olvidas a la primera que matas.—dijo ella con la mirada perdida.

—Felicidades, no está muerta.—dijo Lisa presionando un botón y mostrando en la pantalla los signos vitales—Aunque está muy mal herida.

Lisa apagó la pantalla, no necesitaba gastar energía innecesaria de los generadores que había construido. Pudo ver como Ronnie empezaba a llorar mientras caía al suelo intentando buscar alguien que pudiera calmar su dolor, pero todos estaban alejados de ella… Todo menos la figura negra quien se acercó y la tocó por el hombro.

—Conozco a la persona que puede generar una cura.—dijo Lisa mostrando una simulación en su computadora—Para tu veneno, aunque… Dudo poder lograr nada para el estado de Escorpiona…

Lisa sabía perfectamente que Ronnie no quería confiar en una Loud, pero si había una que podía destacar sobre las demás esa era Lisa, además prometiendo enmendar uno de sus mayores arrepentimientos simplemente con un poco de veneno.

—¿Por qué haces esto? Me debes odiar por lo que les hice…—dijo Ronnie arrodillada y entre lágrimas, temblando del miedo.

—Si fuera por mi ustedes dos ni siquiera estarían aquí, pero necesitamos fuerza bruta.—dijo Lisa utilizando sus tentáculos para teclear mientras daba media vuelta en la silla y se dirigía a la mesa principal—Se lo deben a ella.

Ambas chicas voltearon a Venom.

Así es.

—¿Por qué? ¿Cuál es el truco? ¿Quién es?—dijo rápidamente Mega tambien desconfiada.

Somos Venom.

—¿Somos? ¿No binarie? ¿Debería saber tus pronombres?—dijo Megan girando los ojos debido a lo poco esclarecedor que fue aquella respuesta.

Ya se los dije, odio a SpiderKid más que a nada. Intentamos ser su traje para luchar contra el crimen, y abuso del poder que le dimos, intentó matar a varios criminales, comenzó a estrangular animalitos con nosotros puestos pensando que nadie lo veía, mató al Capitán Jameson cuando ya no le fue útil, oh, nos mostró lo podrido e hipócrita que puede ser este mundo.

Hablaba con seguridad mientras el resto del grupo se juntaba en esa mesa llena de personas unidas bajo el manto de matar a ese estúpido niño. Lisa tenía que admitir que el odio que mostraba ese ser alienígena inspirador.

El traje te escogió a ti Megan, porque vio de primera mano el daño que SpiderKid hacía a las buenas personas.—respondió Venom provocando que la referida bajase la mirada—Y Ronnie, la persona debajo de este manto te escogió a ti personalmente.

—¿Por qué?

Creo que es hora de que lo sepas, Luna.

Antes de que Ronnie pudiera reaccionar Lisa notó como una ráfaga de aire frio cubrió el cuerpo de la chica sentada junto a ella, dejando solamente la cabeza libre y temblando completamente.

—¡¿Qué demonios creen que hacen?!—dijo Megan indignada.

Es necesario.—confesó Venom al mismo tiempo que comenzaba a retroceder su piel negruzca de vuelta a una chaqueta de cuero—Tenemos un historial.

A Lisa no le costó trabajo ver como los ojos de Ronnie se volvían completamente morados al mismo tiempo que movía su cabeza de uno a otro lado para librarse. Esa ira inmaculada, la recordaba perfectamente de cuando luchaba por sus hermanas a inicios de año… Había pasado tanto en esos meses.

—¡Maldita hija de puta!—gritó la Escorpiona queriendo saltar encima y arrancarle la cabeza, pero incapaz de moverse.

—Bueno… Creo que eso lo justifica.—dijo Megan levantando mucho la ceja, jamás habiendo visto una ira tan pura.

—Está calmada a como estaba cuando la enfrenté.—dijo Luna viendo decepcionada a la chica latina.

—¡¿Es por eso por lo que me querías?! ¡Te odio!—gritaba a todo pulmón hasta que una telaraña negra cubrió su boca.

—Oh Escorpiona, basta, no tiene sentido que sigas, desperdicias saliva.—dijo Lori caminando con las manos dentro de la chaqueta de cuero—Le hice una promesa a tu hermano de que te iba a cuidar, realmente solo necesitamos a Megan, si quieres irte, te descongelaremos y serás libre.—dijo ella con seriedad le quitó la telaraña de la boca.

—Te odio con todo mi ser, ¿Por qué haces esto?—dijo ya la Escorpiona sabiendo que no podía moverse—Cuando me liberes te mataré.

—No podrías, el traje me protege.—dijo Lori acercándose finalmente—Y aunque de alguna manera me ganases, tengo a mi familia.

—Es lo que me quitaste.—dijo Ronnie ya no pudiendo distinguir su propia identidad entre ella y la Escorpiona.

—No lo hice, Bobby no podía estar para las dos con el poco tiempo libre que tenía.—dijo Lori cerrando los ojos lentamente—No sabía que te afectaba hasta que fue demasiado tarde.

—No puedes regresármelo, todo ese tiempo que nos robaste…—hablaba cada vez más entrecortada por el frio.

—No, y no es lo que te prometí al sacarte del agujero que te terminé llevando, te dije que íbamos a matar a SpiderKid, y lo merece después de lo que ha hecho.—dijo Lori caminando al centro de la habitación—Todas aquí hemos sufrido peleando contra SpiderKid de una en una, a veces perdiéndolo todo.

—Sí…—dijo el señor Loud mirando directamente a su niñita volviéndose una mujer.

—Lo perdí todo por confiar en él.—dijo Megan con rencor.

—Casi muero por su culpa.—dijo Luna cerrando los puños.

—Lo odio…—fue lo que dijo Ronnie aun mostrando sus dientes de la ira.

—Continua.—se limitó a decir Lisa observando aquel discurso casi distante.

—Yo lo quiero muerto, no me importa quien haya sido, no puede ir por ahí arruinando la vida de las personas, fingiendo ser bueno ante las cámaras pero apenas le das la espalda solo es un asqueroso lobo en piel de cordero.—se detuvo al ver como todos la miraban fijamente—Hemos fracasado deteniendo su imperio del terror en las calles de manera individual y siempre fallando, pero juntas, nada nos detendrá, porque tenemos inteligencia.—dijo apuntando a Lisa—Lealtad.—apuntó a su padre—Rencor.—dijo apuntando a Megan—Sed de justicia.—apuntó a Luna—Y tal vez lo más importante, sed de venganza.—dijo apuntando a Ronnie y luego a la chaqueta de cuero—No les pido nada fuera de que nos unamos por un bien en común, matar a ese hipocrita. Juntas, no tendrá nada que hacer, no tendrá tiempo ni de decir una de sus bromas de mal gusto.—miró directamente a Ronnie—Pero tienes que decirme Escorpiona, ¿Podemos confiar en ti?

—Yo… Yo las odio…—dijo aun intentando liberarse, pero al ver que era inútil se quedó mirando a Lori fijamente—Te odio tanto… Pero ese niño me quitó todo… Por su culpa… Soy el monstruo que terminé siendo.

Pareció que Megan, Luna y Lynn asintieron al mismo tiempo que Lori apuntaba a una parte del hielo, cubrió su mano con las garras del traje y liberó a la Escorpiona de su encierro.

—Lo sé.—dijo Lori finalmente volteando de vuelta a ver al resto—Gracias al traje sé quién es SpiderKid, sé de todos sus aliados y sus identidades secretas… Al menos de los que el idiota sabía, Megan podrá confirmar alguna información.

—Si hablas de los Defensores, creo que sí.—dijo Megan con una sonrisa cómplice.

—¡Dilo ya!—gritó Luna desesperada.

—Ese bastardo va a pagar.—dijo el señor Loud de brazos cruzados.

Pero Lisa permaneció quieta, mirando tras sus gafas directamente a Lori, tenía que valer la pena haber gastado parte de su arsenal en liberar a esas dos descerebradas que ni siquiera le caían bien.

—Es muy simple.—dijo al mismo tiempo que la chaqueta de cuero volvía a cubrirla de cuerpo entero—Todas en esta habitación lo conocen.

—Dilo de una vez…—dijo la Escorpiona intentando abrazarse a sí misma para recobrar calor.

Lincoln Philip Loud es el puto SpiderKid.

"It's always been hell since I was born"

—¿Quién?—dijo sin entender Megan, pero se cruzó de brazos al ver que el resto de las presentes se encontraban pasmadas.

Pudo ver el rostro de la Doctora Octopus completamente torcido, aquello no era sorpresa, era más bien indignación su pequeño pecho subía y bajaba peligrosamente como si estuviera a punto de lanzar un grito.

La reacción de la Elemental como de la Escorpiona fue similar, siendo que se quedaron con los brazos completamente tensados y parecía que las rodillas les temblaban mientras que sus rostros se contraían, el de Elemental casi parecía como si le hubieran dicho que alguien había muerto, mientras que la Escorpiona tenía los dientes tensados y su nariz arrugada con los ojos brillando de morado.

Finalmente volteó al Buitre esperando que el único otro adulto en la habitación tuviera una reacción similar, pero se sintió atrapada en un manicomio al ver que del visor resbalaban lágrimas mientras temblaba del enojo.

Era como si para todas esas personas algo hubiera hecho clic en sus cabezas, mientras que para ella solo le sonaba vagamente el nombre… Recordó entonces que la familia Loud no eran solo niñas, siempre había un… Pero era imposible, el niño tenía cabello blanco, sería ridículamente simple descubrir su identidad secreta, aun usando máscara algún error hubiera cometido.

—¡Mientes!—le dijo la Escorpiona a Venom apuntando con su cola—¡Él no puede ser SpiderKid! Loud odia a los mutantes.—dijo rápidamente recordando las palabras de su amigo.

—Entonces ¿Qué crees que hacían él y Peter cuando desaparecían? ¿Besarse?—dijo Lori negando con la cabeza decepcionada—No te preocupes, no tienen que creerme solo a mí.

Dicho esto, a punto hacia una dormida Gwen Stacy que estaba amarrada de muñecas y tobillos para que no escapase en un catre sucio.

—Gwen… Gwendolin.—dijo meciéndola primero de manera calmada, pero rápidamente aplicando fuerza hasta que la vio abrir los ojos abruptamente—Hola.

—¿Qué?—la chica rápidamente intentó alejarse, pero notó que estaba inmovilizada e intentó luchar inútilmente, a Megan no le gustaba ver eso en un una niña—¿Ronnie?

Parecía que su voz estaba a punto de romperse, tenía lágrimas recorriendo el rostro mientras intentaba liberarse del agarre.

—¡Por favor! ¡Ayuda!—dijo moviendo su cabeza violentamente y tirando los lentes de su cabeza.

—No te vamos a hacer nada.—le dijo Lori tomándola del hombro para tranquilizarla, pero solo logró agitarla más.

—¡No! ¡No! ¡No! ¡He cometido un grave error!—gritaba Gwen luchando por librarse de las ataduras—¡No debo estar aquí! ¡No quise hacerlo! ¡No quise!

Pataleaba mientras lloraba lastimosamente, verdaderamente aquello parecía no estar llevando nada así que hizo un ademán para intentar ir por ella, pero sintió un tentáculo tomándola del hombro, invitándola a permanecer en su lugar. Miró de reojo a Octopus, esa niña había leído su movimiento a pesar de ser sutil en cuestión de segundos, entendió que estaba metida en algo muy peligroso.

—Te dejaste llevar, el poder corrompe, solo eres una niña.—dijo comprensivamente Lori como si hablara con una de sus hermanas menores.

—¡Yo no soy mala!—gritó enfurecida Gwen desde la cama no queriendo ceder a escapar—Por favor…

—Nadie aquí lo es.—dijo entonces Lori tomando una de las muñecas y liberándola—¿Necesitas agua?

Pero Gwen rápidamente intentó librarse apenas su mano estuvo libre, fue detenida porque Lori le tomó suavemente.

—¿Quién es ella?—dijo Megan confundida, esa definitivamente no la conocía.

—Gwen Stacy.—contestó Octopus.

—Ronnie… Ronnie, por favor, fuimos amigas…—dijo Gwen mirando directamente a la Escorpiona—¡NO ME MATEN!

—Woah woah woah.—la detuvo entonces Lori—Nadie te va a matar, no somos SpiderKid.

—¿Eh?—dijo Gwen completamente confundida—¿Cómo sabes lo de…?

—Tenemos nuestros métodos, un pajarito nos dijo que intentó matarte y tú le regresaste el favor.—dijo Lori llevando sus manos a la chaqueta de cuero.

—No quise hacerlo… Por favor… No me hagan daño…

—Solo quiero dejarte libre.—confesó Lori mostrando que estaba dispuesta a desenredar uno de sus tobillos—Pero necesitamos saber quién es SpiderKid, y ese mismo pajarito me contó que tú eras literalmente de las pocas personas con ese conocimiento.

Fue como si Gwen volviera a hiperventilar, cerró los ojos y protegió su rostro al mismo tiempo que gritó:

—¡No! No quieres saberlo…—comenzó a decir al ver las figuras sumidas en la oscuridad de las alcantarillas viéndola directamente.

—Gwen, es muy simple, dinos quien es, y te dejamos ir.—dijo con sinceridad vacía Lori.

—¿Por qué? ¿Qué quieren hacerle?

—Nada que no se haya buscado.—dijo Lori asertivamente—También lo odias, admítelo.

—No… No lo odio…—dijo Gwen agachando la cabeza—Es…

—¿Complicado?

Gwen volteó a verla para luego asentir lentamente mientras se limpiaba las lágrimas.

—Sabes lo que nos hizo, a todas nosotras.—dijo Lori pasando el brazo por la mayoría de los presentes, menos en Megan quien pareció levantar mucho la ceja.

—Yo… Lo sé… Pero…—hiperventilaba Gwen—Es… Es mi…

—¿Es un amigo tuyo?—la motivo a continuar.

—No… Dijo que ya no éramos amigos…—recordó la chica cerrando los ojos—Perdóname por esto…—dijo con los dientes cerrados y soltando un par de lágrimas—Es… Lincoln…

Para sorpresa de Gwen nadie pareció reaccionar fuertemente, por el contrario, parecía como si sus rostros hubieran confirmado una mala noticia.

—… ¿Ya lo sabían?—dijo sin entender Gwen—¿P-p-porqué me…?

Pero fue interrumpida cuando Lisa la tomó del hombro con uno de sus tentáculos y apretó en un nervio provocando que volviera a caer rendida en la camilla.

—¿Necesitan más pruebas?—dijo Lori con autosuficiencia recargándose en la pared con los brazos cruzados.

—Pero… Lincoln es nuestro Little bro… Es… Es…—parecía que Luna no encontraba palabras—Es mentira, no puede ser verdad, ¿Puede?

Volteó a ver Lisa esperando encontrar una negativa, pero Lisa veía con toda seriedad directamente a Lori, Megan notaba como el ambiente parecía sobrecogedor.

—Ese… Ese…—el Buitre parecía sobrecogido por la noticia—Después de todo lo que hice por él…

—Bobby murió porque no detuvo a Mysterio a tiempo ya que quería pedirle autógrafo a Daredevil.—comenzó a listar Lori causando que la Escorpiona retrocediera.

—Puta madre…—Ronnie se llevó las manos a la cabeza para intentar no llorar, pero terminó riendo—Esa buena para nada no era tan inútil después de todo...

Para Megan era claro que la mente de todas era un hervidero en aquel momento, llena de sentimientos contrarios.

—Encontré la máscara en su cuarto durante el apagón.—continuó el señor Loud conectando puntos.

—Por eso nos abandonó toda la semana…—dijo Luna llevándose una mano al corazón—No…

—Aún no lo sabemos.—dijo con simpleza Lisa manteniendo temple.

—Lo siento hermanita, créeme, es horrible, pero si me dan tiempo les diré tooodo.—dijo Lori con una sonrisa siniestra que nada tenía que envidiar la de tiburón cuando tenía puesto el traje.

Hasta donde Megan sabía, ese niño era familiar de al menos la mitad de las presentes y amigo de la otra lunática, en cambio para ella ese nombre no representaba nada.

—Familias, eh.—dijo al aire mientras cruzaba sus brazos y miraba desafiante a todos—Dicen que nunca te puedes deshacer realmente de ellos, que debes quererlos… Pura mierda.—dijo fastidiada—Mi papá me volvió en este monstruo que soy ahora, y nunca me arrepentiré de lo que le hice… Hay personas que son simplemente malas… Y a veces esas personas son parte de tu familia.

—Pero… Es mi hijo.—dijo el Buitre rendido.

—¿Y a cuantas personas va a dejar que su hijo arruine la vida hasta que deba detenerlo?—dijo Megan indignada—No soy su psiquiatra, solo vine para detener a SpiderKid y que reciba su merecido, Escorpiona, tú también estuviste en la prisión, cuéntales.

Durante un momento vio como la chica menor de edad dudaba internamente sobre qué hacer, frotaba sus manos violentamente contra la tela de su traje.

—Es verdad, había gente en la prisión por culpa de SpiderKid que no eran malas personas…—dijo ella mirando hacia abajo—Está La Mancha, un tipo con poderes de portales que por cometer un error con un hidrante de agua lo golpeó SpiderKid y envió directo a la cárcel entre burlas y humillaciones. También Kraven el cazador, quien fue amenazado por el Kingpin que si no mataba al niño le iban a matar a su esposa o el pobre Rhyno, un tipo que se redimió como héroe y lo enviaron a la cárcel después de que SpiderKid casi lo matara, todo porque lo reconocieron como criminal retirado cerca de una escuela en Brooklyn.—comenzó a contar las historias de la cárcel.

—También conocí a Eddie, estuvo con SpiderKid cuando tú y el Duende Verde pelearon.—dijo Venom apuntando al Buitre—Era un tipo super amable, dulce y sensato, miren.

Rápidamente mostro en su teléfono la red social del individuo, llena sobre comentarios de que SpiderKid era una amenaza, que casi moría por culpa de este, que lo habían echado de su apartamento, del trabajo y hasta le había roto su cámara fotográfica y que el niño estrangulaba gatitos en basureros por diversión.

—¿Estrangular qué?—dijo Luna claramente impactada—¿Por qué?

—El traje vio lo que hay dentro de su mente.—le dijo Lori con franqueza—Está enfermo de poder, lo hace solo porque sabe que nadie puede detenerlo, ¿Y quién va a creer que un héroe enmascarado hace esas cosas en su vida privada?

—Eso tiene sentido, noté que era un completo engreído, el muy tarado casi se muere por luchar contra Rhyno durante el Apagón solo porque creía que estaba por encima de los demás.—dijo ella mostrando una cara de asco.

—Y en la escuela era prácticamente un bullying hacia los demás presumiendo su fuerza…—dijo Ronnie recordando el cambio de su amigo.

—En la casa se la pasó mintiendo a todos…—dijo el señor Loud recordando aquel último regaño que le dio a Lincoln.

—Yo casi lo detengo.—dijo entonces Lisa con los ojos cerrados y ambas manos frente a ella tocándose las yemas de los dedos.

—Pero es solo un niño.—intentó decir Luna.

—¿Y es diferente a cuando era un niño sin nombre?—le dijo Lori levantando una mirada acusadora—Si no lo detenemos, ¿Quién lo hará?

—Tenemos que ser las malas para desenmarañar sus redes de mentiras, hipocresía y egolatría.—dijo Luna limpiándose con un pañuelo lágrimas que habían recorrido su rostro.

Durante un momento pareció que iban a protestar, pero todas en la habitación asintieron y volvieron a unas facciones llenas de resentimiento y odio. Megan estaba casi segura de que ella misma debía lucir así, pero era lo que ese niño merecía, morir.

"They make me want to break them. No matter who they are!"

Para Ronnie todo finalmente había encajado, las desapariciones del albino, sus extrañas excusas de porqué llegaba tarde a todos lados y su forma de distanciarse de los demás. Era como si en lugar de tener una máscara de Escorpiona, estuviera usando maquillaje de payaso. Durante tanto tiempo creyéndole a ese impostor bueno para nada, saco de mierda inmunda.

La ira de la Escorpiona iba en aumento, no solo por estar de nuevo cerca de la roba hermanos, sino porque se sentía completamente engañada. Aunque algo dentro de ella comenzó a sentir alegría.

—Ojo por ojo, diente por diente.—dijo Ronnie provocando que todos voltearan a verla y ella sonriera de medio lado—Me quitaste a mi hermano, te quitaré al tuyo.

Apuntó a Lori casi de manera natural, tenía que racionalizar de alguna manera todo aquello, un lado de ella quería hacerse a un lado, dejar toda esa senda de autodestrucción. Pero el otro lado de ella, el que estaba en posesión de su cuerpo le decía que no tenía sentido defender a Lincoln Loud, su venganza iba a ser con Lori.

—Te dejaremos herirlo de muerte si dejas de intentar matar al resto de nuestra familia.—dijo Lori con los ojos entrecerrados.

La sonrisa de Ronnie fue suficiente para cerrar el trato.

—Entonces decidido.—dijo Lisa seca y apenas sin emoción alguna—Las seis juntas atacaremos a SpiderKid, ¿Alguna objeción?

Pudo ver como Luna y el señor Loud miraban hacia otras direcciones, no queriendo ver las sonrisas que tanto ella como Lori y Megan cargaban, incluso Lisa parecía contenta en el fondo.

—Y también tenemos que detener a esos héroes buenos para nada.—dijo rápidamente Lori.

—No cometo el mismo error dos veces.—dijo Lisa cerrando los ojos y exhalando.

Entonces fue que Lori comenzó a contar todos los detalles posibles acerca de Lincoln, primero comentando que recibió sus poderes por la mordida de una araña en una excursión escolar al zoológico… Ronnie aun recordaba esa visita, y sí había recordado a Lincoln actuando demasiado raro justo ese día.

Después comenzó a detallar como debido a que accidentalmente causó la muerte del señor Parker se sintió culpable y manipuló a Peter Parker para que siempre le ayudara con lo de la araña.

—¡Imposible! ¡Peter me lo hubiera…!—se detuvo en su arranque de ira, de nuevo sus ojos morados mostraban profunda decepción—Me lo hubiera dicho.

—Lo tiene amenazado a este punto, Parker ha intentado salir de su red de mentiras, pero tiene miedo a lo que Lincoln le puede hacer o a su tía.—dijo provocando que Ronnie se pusiera pálida.

Si tan solo hubiera sabido que por eso Peter hacía la tarea de Lincoln, o que por ese motivo lo defendía tanto a sus espaldas.

Rápidamente Lori les contó cómo Parker había hackeado el sistema de la policía, causando que Lisa alzara mucho su ceja. Pero ni siquiera interrumpió a Lori, sino hasta que llegaron a la parte que les interesaba.

—Por meras casualidades se formaron los Defensores.—dijo viendo en los recuerdos que el simbionte le proporcionaba.

—Sí, en la prisión todos hablan sobre los Defensores esto, los Defensores aquello…—agregó Ronnie—Son leyendas a este punto, ¿Qué sabes de ellos?

—Sé quiénes son la mayoría, SpiderKid al menos lo sabía.—dijo Lori llevándose una mano a la cabeza—Papá, creo que esto te va a interesar, ¿Quieres saber porque Matt Murdoc te defendió en el juicio a pesar de ser muy perjudicial para su carrera?

—¿Mattie?—dijo el señor Loud sintiendo como si hubiera tragado culpa en su estado natural, algo en su estómago se había removido al escuchar ese nombre.

—Sí, bueno, querrás sentarte un momento.

Aparentemente Daredevil era un abogado ciego, irónico, pero de cierta manera tenía sentido para Ronnie, el diablo de Hell's Kitchen era famoso por que nadie podía verlo a los ojos directamente debido al grosor de su casco, al menos en la prisión. Pudo ver al Buitre prácticamente desmayándose al enterarse la noticia, después de todo Murdoc había sido el abogado de la familia Loud.

Y así, uno por uno, Lori Loud reveló toda la información de los héroes, como que la Gata era una tal Carol, esos nombres no significaban nada para Ronnie, si a lo mucho Alias siendo Jessica Jones. Durante un momento pensó que esa mujer era una inútil, entonces recordó que fue la única que le dijo acerca de Lincoln como SpiderKid antes de todo el embrollo en que estaba metida.

No le importaban sus identidades, solo quería matarlos, romper sus rostros y desfigurarlos, solo quería liberar toda esa rabia que tenía dentro, lista para explotar, no le importaba cómo o con quién.

Aparentemente el Arquero Asesino era una entidad misteriosa para los recuerdos de SpiderKid, a lo cual Lisa rápidamente añadió:

—Oh, eso es fácil trabajó para Osborn.—vio como Megan asintió—Era Larry Burton Queen.

Rápidamente el señor Loud volteó a ver a su hija completamente extrañado:

—Yo lo conocí, era un buen chico, ¿Cómo que un asesino?—dijo indignado.

—Parece que hay una tendencia con gente que se corrompe mientras más cerca están de Lincoln o SpiderKid, Carol pasó de una chica común y corriente a una de las ladronas más habilidosas de la ciudad.—dijo Lori dando un golpe en la mesa—¿Alguna duda?

—Yo.—dijo Megan confundida—A esos… No hay que matarlos, ¿Verdad? Alias medio me caía bien.

—No, no es necesario matarlos no han hecho nada malo contra nosotras.—dijo Lori con honestidad—Pero intentarán detenernos, probablemente ya se estén reuniendo mientras estamos aquí.

—Son buenos para hacernos perder el tiempo.—dijo Lisa refunfuñando.

—Creo que eso lo deja todo claro.—dijo Lori pretendiendo cerrar el tema—Solo faltaría un nombre, algo para hacerles sentir miedo, que sepan que estamos listas para acabar con todos ellos y no nos van a volver a detener.

—Mi idea original eran las Loud Siniestras.—dijo Lisa rodando los ojos—Pero ya no somos solo Louds.—se quedó mirando a ambas novicias.

—Pero me gusta eso de Siniestras.—dijo Luna rápidamente.

—Voy a ser sincera, también me gusta ese nombre, tiene cierto atractivo y misterio.—dijo Megan cruzándose de brazos y echando hacia atrás la silla.

—Si somos seis contra seis, ¿Qué tal Seis Siniestras?—promovió Ronnie—Así también para recordarnos que estamos juntas en esto, no importa lo que pase, herir a una de las siniestras, es como lastimar a todas.

No hubo objeción alguna.

Y las Seis Siniestras nacieron.

No porque se agradaran, ni por poder y mucho menos por dinero. Todo eso lo podían conseguir por su cuenta fácilmente. Lo hacían simple y llanamente para deshacerse de la molestia arácnida. Para vengar lo que les pasó. Para ser la sombra que extinga finalmente la red de mentiras de SpiderKid dejandola en la oscuridad más profunda.

"For you I'd go to the End of the Earth"

Era su niño especial, su Lincoln P. Loud, el orgullo de su sangre, a pesar de los errores que había cometido en la escuela. Un niño bueno.

No un enmascarado amoral.

Debía ser mentira, no podía ser real que su hijo fuera lo que afirmaban, SpiderKid era un niño irritante y falto de moral, un maleante que solo buscaba hacer chistes mostrando la superioridad de sus habilidades ante gente inferior.

Lincoln no era nada de eso…

Pero si lo que dijo Lori sobre la picadura de la araña era cierto, entonces no pudo evitar encajar la evidencia en su cabeza, cada vez provocando que todo tuviera sentido.

Probablemente era Lincoln, pero eso no evitaba que él era su padre, había jurado protegerlas… Protegerlas… Lincoln no era una chica. Él había jurado proteger a sus niñitas antes de ponerse ese traje. Desde ese entonces solo había fracasado una y otra vez, sin oportunidad alguna de redención, solo recibir el castigo de todo el peso de la ley.

Y todo gracias a ese asqueroso SpiderKid…

Era disonante, su hijo era bueno, SpiderKid era malo. Como agua y aceite, dos entidades que no debían estar juntas y que sin embargo explicaban demasiado bien los incidentes por los que había pasado el niño durante el último año, como ese cambio de actitud violenta.

Fue a tomar un respiro del tenso ambiente y se encontró a su hija Luna nuevamente, completamente abandonada en la oscuridad, con sus ojos celestes iluminando el rostro en medio de las alcantarillas. Se acercó con cautela y puso una mano en su hombro antes de agacharse y sentarse al lado de ella.

—¿Qué pasa mi rockera?—dijo intentando sonar como el padre que ya no era, pero notó que esa voz hace mucho tiempo que se había perdido.

De todas maneras, Luna lo abrazó y comenzó a llorar en su pecho para sorpresa del hombre, entre llantos logró decir:

—Casi lo maté…

—No… No hay que matarlo, tal vez…—intentaba decir el señor Loud buscando alguna escapatoria a las implicaciones de lo que tenían planeado las Siniestras—Tal vez solo tengas que congelarlo antes de que lo maten, Lisa estoy seguro de que intentará ayudarlo.

—¿Cómo puedes estar tan seguro?—dijo ella limpiándose parte de las lágrimas en el rostro.

—Porque ella te ayudó cuando estabas en tu punto más bajo, ¿No?—dijo el señor Loud viendo los ojos de su hija inyectados en celeste—Y a mi también me ayudó cuando escapé de la cárcel… Sé que Lisa parece distante y fría, pero en el fondo, nos quiere.

—Yo no sé si estaría segura de esas palabras.—dijo Luna limpiándose más lágrimas cada vez menos torrenciales—Lincoln la humilló, la dejó como una incompetente, y no hay nada que la haga enojar más que eso, por lo que sé, le hizo cosas terribles a Osborn y el Kingpin…

—Ellos eran malas personas.—intentó hacerla recapacitar el señor Loud.

—Lincoln es una mala persona… Yo… Yo soy mala… Somos villanos.—dijo Luna completamente desecha ante la idea.

—No.—le respondió con simpleza el señor Loud—La realidad no es tan simple como buenos y malos Luna, sé cómo te sientes, pero cuando tomé el manto del Buitre no lo hice porque quería entrar a este mundo criminal.—dijo mirando la armadura—Quería protegerlas y que no les faltara nada… Que tuvieran dinero...

—Pero te perdimos…—dijo Luna casi como reclamo.

—Lo hice por amor, iría hasta el fin del mundo por cualquiera de ustedes.—dijo el señor Loud cerrando los ojos—Las amo a todas y ese es mi mayor pecado.

—¿Y Lincoln?

Hubo un silencio largo e incómodo en el cual el señor Loud parecía mirar a la oscuridad de las alcantarillas mientras que Luna lo miraba horrorizada.

—Tu hermano tuvo muchas oportunidades de cambiar, pero si sigue haciendo lo mismo que hasta ahora, ¿Cuánto tardará en herir al resto de tus hermanas?—dijo sin abrir los ojos—Fueron sus acciones de una u otra manera lo que nos trajeron aquí, ¿No?

—Yo…

—Congélalo antes de que Ronnie o Lori tengan oportunidad de hacer nada…

—Pero…

—Promételo.

—No sé si…

—Promételo.—le ordenó su padre.

—Lo… Prometo.

El señor Loud sonrió finalmente, no le gustaba que su hija estuviera triste, pero tampoco podía lanzarse atrás. Había entrado a la madriguera del conejo listo para detener a SpiderKid, y eso no iba a cambiar. Ni siquiera por que este fuera su hijo.

Lincoln había dañado tanto a la familia Loud que detenerlo era lo mejor para todas ellas.

Para frenar el ciclo de violencia y crimen tenía que hacer un último sacrificio, pero lo estaba haciendo por ellas.

Y solo por ellas.

"I have no prayer"

—¡¿Qué demonios?! ¡Debe ser una broma!—gritaba desde su oficina el señor Nelson.

—¿Foggy?—entró Matt inmediatamente a la oficina.

—No puede ser…—se dejó caer el abogado al mismo tiempo que llevaba ambas manos a su rostro para limpiarlo—Por supuesto que apoyaremos en todo lo que sea posible oficial.—colgó el teléfono y volteó a ver al chico intentando hablar.

—Escuché suficiente, ¿Me necesitas aquí o puedo salir a detenerlas?—dijo Matt con un semblante serio.

—Es tu cliente, si la policía pregunta te mandé a casa por tu implicación con los Loud.—dijo el hombre simplemente—Y Matt… Cuídate.

—Gracias… Señor Nelson.—dijo correctamente el nombre.

Sin esperar más el tipo ciego salió con toda confianza de la oficina ni siquiera fingiendo su ceguera y dirigiéndose inequívocamente al estacionamiento. Su estómago estaba revuelto, por supuesto que recordaba a la Doctora Octopus dejándolo ridiculizado a él y el resto de sus compañeros.

Y ahora no estaba sola, el Buitre, la Elemental, la Escorpiona e incluso Sandgirl habían sido liberados junto a un SpiderKid con traje negro…

—Tanto que luchamos por quitárselo.—dijo Matt molesto—Solo para que volviera a usarlo.

Se veía en la obligación moral de llamar al chico, pero al mismo tiempo si su teoría era correcta y Lincoln había vuelto a usar el traje negro solo le daría la ventaja a los villanos de que supieran que iba a cazarlos.

Pero, por otro lado, si Lincoln no era ese SpiderKid negro… ¿Entonces quién podría ser?

Desde que aprendió las técnicas de combate del viejo y alcohólico Stick supo que debía confiar en su instinto y no en la lógica, a veces solo el espíritu sabría la respuesta moralmente correcta. Por lo que tomó su celular y presionó los botones de marcado rápido.

—Contesta…—pidió al mismo tiempo que iba por al tejado del estacionamiento.

Estaba poniéndose el casco cuando finalmente escuchó el tono de respuesta.

—¿Hola?—escuchó una voz de un niño casi destrozada.

—¿Lincoln?

—¿Señor Murdoc?—preguntó desde el otro lado de la línea.

—Me alegra que estes…

Se detuvo a media frase porque escuchó un ruido metálico acercándose. Sin apenas tiempo de reaccionar un ala metálica lo empujó varios metros en el aire, aun no tenía toda la armadura puesta y al caer se raspó en el suelo del estacionamiento.

El celular de Matt quedó destruido al tocar el suelo, provocando que la llamada colgase de golpe.

—Hola Mattie.—dijo entonces una voz casi desalmada desde el cielo—Verá, sus servicios de abogacía no fueron muy satisfactorios, venimos por un rembolso.

—¿Qué?—dijo sin entender el hombre sin miedo mostrando por primera vez esa emoción frente a un villano—¿Cómo?

—Supimos que intentarías ayudar, pero queríamos quitarnos de en medio a gente entrometida.—dijo una voz etérea que conocía bastante bien.

—¿Megan?

—Sandgirl.—escuchó al mismo tiempo que sus brazos y piernas quedaron cubiertos por grilletes de arena dejándolo inmóvil.

—No es personal.—le apuntó el Buitre con un arma de hielo directamente al rostro—Pero francamente debió hacer un mejor trabajo.

—¡Lynn! ¡Paren esta locura!—gritaba ya con su voz natural, no quería mostrarse débil, pero no podía apenas ni mover la cabeza.

Pudo escuchar como sus propios latidos del corazón acelerados antes de que tanto la chica de arena como el Buitre le dieran un golpe en la cabeza que le hiciera no solo sangrar la nariz, sino también noquearlo sin oportunidad de sentir nada.

—Uno menos.—dijo entonces a una radio el señor Loud.

"Si keep the gun with me"

—Le dije a ese niño, una y otra vez, si no los matas van a intentar escapar.—dijo desde su escondite el Arquero mientras se ponía su ropa interior especial—Pero solo recibí lecciones de moral barata.

—Oh vamos, ya no matas desde que estamos buscando la escuela de mutantes.—le dijo la Gata tomando su sujetador del suelo y corriendo a toda velocidad por su traje—Admítelo, los Defensores te hicieron bien.

—A veces no lo sé.—dijo mientras contaba sus flechas.

Desde la habitación del baño Carol escuchó su celular sonando y sintió como si un gélido hielo recorriera su espalda, solo Kingpin debería tener ese número… Bueno Kingpin y aquella vez que habló con su amiga de vuelta en el ferri.

—¿Lori? Oh Dios mío, chica, ¿Dónde estás?—preguntó esperando estar en lo correcto.

—Tengo miedo Carol, no encuentro a mis hermanas, no dejan de marcarme en todos lados, creo que la policía quiere encerrarnos, no sé en quien confiar mi papá y mis hermanas y yo…—parecía a punto de derrumbarse en el teléfono.

Nunca había escuchado a alguien tan desesperada, tragó en seco y dijo:

—No te muevas de donde estás, ocúltate.—dijo Carol tomando un bolígrafo y escribiendo en un cuadro del papel higiénico—¿Dónde estás?

—No lo sé… Creo que… ¿Un Starbucks de Time Square?—dijo intentando hacer ejercicios para tranquilizarse.

—Iré ahí de inmediato, estoy cerca, no te muevas.—dijo Carol terminando de poniéndose su traje—Acabo de tintar mi cabello de blanco, me reconocerás de inmediato.

—Eres la mejor…

—Te la debo, eres la única que intentó protegerme cuando supe que era mutante, sin ti probablemente estaría en la prisión.—admitió ella sonriendo con añoranza—No te muevas.

Colgó el teléfono y salió a ver como Hawk terminaba de ponerse su camiseta.

—Una amiga mía está en Time Square, es la hija del Buitre, así que puede ser un objetivo.—dijo ella con simpleza—Tu ve por Daredevil.

—No, puede ser una trampa, no te dejaré sola.—dijo Hawk tomando su arco y flecha listo para atacar.

—Mhhh…—terminaron de ponerse encima las ropas de civiles y ocultaron sus antifaces en sus bolsillos.

A Carol no le gustaba la idea, pero aun si no fuera una trampa y por casualidad se encontrase con el grupo de villanas, no quería enfrentarlas ella sola. Saltaron desde el penthouse y se dirigieron a toda velocidad directo a la famosa calle, notando que estaba llena de personas mirando a las múltiples pantallas de los edificios, asustadas por las imágenes de los criminales.

Ahí estaba un dibujo conceptual de la Doctora Octopus, una foto de la Elemental antigua, una imagen de Megan y de la Escorpiona de la cárcel, otra del Buitre sacada de los viejos titulares y una última de SpiderKid con el traje negro.

No entendía como era posible que Lincoln pudiese estar involucrado, después de todo era familiar de la mitad de los que aparecían como involucrados, pero ella había visto por todo el trauma que tuvo que pasar para enfrentar a su familia por el bien de la ciudad.

Le era imposible imaginar que Lincoln hubiese cambiado repentinamente de ideales.

Notó un peinado rubio entre la multitud tras mucho esperar y se acercó encontrándose a una Lori algo diferente a la que recordaba desde la última vez que la vio. Seguía usando una blusa sin mangas celeste y un short café corto, pero le acompañaban sus vestimentas con una chaqueta de cuero negra y unos leggins que combinaban. Estaba sentada en el mostrador de una tienda de café completamente sola en la mesa del balcón sin nadie más que un adolescente recostado en su mochila en otra mesa cercana.

—Lori.—dijo rápidamente ella acercándose para abrazarla—Cariño, ¿Cómo estás?

—Ahora mucho mejor…—dijo con una falsa risa la chica que le regresó el abrazo.

—¿Qué hace usted aquí en plena luz con tantas amenazas sueltas?—se acercó el arquero intentando saludarla con un beso en la mano, cosa que Lori retiró la mano.

—Quería estar en un lugar público para que hubiera testigos.—dijo Lori sin mostrar preocupación.

—¿Testigos?—preguntó Carol intentando soltarse del abrazo, pero notando como cada vez sentía mayor presión contra el cuerpo de Lori.

Parecía que el Arquero iba a ayudarla cuando repentinamente el adolescente dormido se levantó mostrando que era una chica de cabello corto y cubrebocas azul y apuntó con un arma de hielo al tipo al mismo tiempo que lo tomaba del brazo haciéndolo sentir como si una mano fría de un cadáver le hubiera tocado.

—Hola Larry…—dijo claramente la voz de la Elemental, lo que inmediatamente asustó a Hawk Arrow

—¡¿Cómo es que..?!

—Oh chicos, nos lo pusieron demasiado fácil.—dijo Lori en un susurro a Carol—Luchen y toda la gente alrededor morirá…

Ambos héroes se miraron impactados antes de asentir y mostrar rendición.

—Estás cometiendo un grave error.—le dijo Carol molesta a su amiga.

—Hazlo Elemental.—ordenó en cambio Lori.

Rápidamente y sin darles tiempo a reaccionar Luna accionó su pistola en el balcón, dejando las estatuas de la Gata y el Arquero como civiles intentando luchar por escapar. En menos de un segundo donde antes había estado la dulce Lori ahora se encontraba el musculoso cuerpo de Venom con su sonrisa de tiburón triunfante.

No faltaron en escuchar los gritos de todos lados en el local y rápidamente el miedo se extendió por las calles. Ambas eran increíblemente reconocibles para todos los presentes, pero eso no les importó a ellas, quienes se limitaron a enredar con telarañas a ambos héroes y salir a toca velocidad columpiándose entre los edificios mientras la policía se escuchaba acercándose a la distancia.

"For my safety"

Aquello era todo, esa ciudad era un manicomio. Desde lunáticos controla mentes, mejores amigas que mataban a tu madre para protegerte, una amenaza global prácticamente cada trimestre y constantes héroes y villanos saliendo literalmente de las alcantarillas.

Eso era todo.

Jessica había sido criada por las calles de Queens, pero no podía seguir permitiéndose que la envolvieran en estos casos de crímenes y violencia. Había abierto su agencia de detectives Investigaciones Alias para perseguir infidelidades, secretos empresariales, quizás algún que otro asesinato. No para luchar contra la niña tentáculo o la loca de los hielos de nuevo.

Aún tenía problemas para tocar el agua fría sin recordar la prisión en la que la encerraron con tal de hacer daño a la ciudad.

Tomó su celular y vio que en el fondo de pantalla se encontraba la foto de ella con los Defensores, tanto el Diablo, como la Gata, el Rhyno (aún no se podía creer que lograsen ponerlo de su lado), a su lado el Arquero, la niña Loud que le recordaba mucho a su examiga Trish de joven y finalmente Lincoln Loud y Peter Parker.

No quería dejarlos detrás… Pero no podía seguir fingiendo ser una heroína, solo quería una vida normal, con o sin poderes.

Escuchó alguien tocando su puerta violentamente provocando que se sobresaltara del susto, pero conociendo a sus vecinos solo debía ser su vecino quien de nuevo habría perdido sus llaves en una borrachera.

Lo que Michael no sabía era que Jessica le había quitado sus llaves desde el mes pasado precisamente para ver cuanto tardaba en comprar unas nuevas.

—Michael ya te he dicho que consigas unas llaves nuevas, no puedo estar…—se detuvo al abrir ligeramente la puerta y ver que detrás de esta no había ningún Michael sino un traje verde que recordaba demasiado bien.

Cerró la puerta de golpe, pero fue un acto inútil debido a que la madera fue rápidamente atravesada por un puño cubierto por un traje protector verde. Salió corriendo, volteando un momento atrás y notando que la cabeza de la chica ya había entrado dentro de su apartamento mostrando unos ojos que brillaban de profundo morado.

De todos los colores tenía que ser el maldito morado. Sintió como si todo su mundo diera vueltas, pero a sabiendas que no iba a poder ganar la batalla en su apartamento intentó saltar por la ventana solo para sentir como era tomada del tobillo por una garra metálica.

Utilizó su fuerza para tomarse del borde la ventana al mismo tiempo que volteaba atrás y veía como desde las sombras de su apartamento una sonrisa robótica y fría comenzaba a acercarse cada vez más. La conocía perfectamente, su captora.

Se soltó de la ventana y sabiendo que no quedaba más que pelear intentó golpear el tentáculo con el que la tenía agarrada, pero rápidamente los otros tres tentáculos metálicos la tomaron de tobillos y muñecas lanzándola contra el suelo.

Ella era increíblemente fuerte y con piel casi invulnerable, pero esa niña genio no mayor a seis años parecía imbatible porque de apenas un movimiento estaba neutralizándola.

—Jessica, mi amiga.—dijo entonces la voz de Ronalda, la recordaba muy bien, incluso antes de que se convirtiera en el monstruo que terminó siendo—Nada personal, pero necesitábamos deshacernos de ustedes.

—¡Suéltenme!—exigió intentando mostrarse como si tuviera algún tipo de autoridad sobre esas dos niñas.

—No tendría ninguna utilidad.—dijo la doctora Octopus sonriendo con autosuficiencia—Para nosotras.

Era como si disfrutase haciendo aquello, no podía mover prácticamente ninguna de sus extremidades, pero aún le quedaba la cabeza por lo que la hizo para atrás en un fútil intento de golpear uno de los tentáculos cuando fue detenida de súbito por la cola de Ronnie Anne encerrándola.

Nuevamente estaba siendo ahorcada por la misma chica en su apartamento, esa ciudad era el infierno en la Tierra. Pero de una manera u otra suponía que el infierno apenas iba iniciando.

Volteó a la ventana y vio el sol del atardecer empezando a ocultarse entre los edificios.

La siniestra noche estaba a punto de iluminar la ciudad.

Y lo único que deseaba era vivir lo suficiente como para ver cuando la luz del sol volviera a alzarse sobre su cabeza.

Sintió un recorrido eléctrico cruzando su cuerpo mientras intentaba resistirse para no caer desmayada, pero sus esfuerzos fueron fútiles, cerró los ojos después de haber aguantado durante casi un minuto entero el castigo.

Oficialmente la ciudad había perdido a sus Defensores.

Pero había ganado en cambio sus horas más Siniestras.

"I'll do it with no sweat"

—Departamento de policía de Nueva York, al habla Harold McBride.—respondió rápidamente el teléfono el cual no paraba de sonar—No, no es con nosotros, la brigada de Rykers ya está desplegada en todos los puntos estratégicos, pero con gusto podemos tomar cualquier información que rele…

Le colgaron.

Iba a suspirar molesto, pero inmediatamente entró otra llamada.

—Departamento de policía de Nueva York, al hab…—se detuvo porque del otro lado escuchaba gritos histéricos por lo que tomó una libretita de mano y una pluma—¿Dónde las vio? ¿Hell's Kitchen? ¿Hace un par de horas? Su información será de mucha utilidad, gracias por contribuir y…

Colgaron.

Escuchó el teléfono sonando nuevamente, pero no se sentía listo, había pasado las últimas horas del día tomando las llamadas de un sinfín de ciudadanos que clamaban haber visto a las Seis Siniestras.

Atacando Times Square, un centro comercial en Hell's Kitchen, un edificio departamental en Queens, la propia prisión de Rykers, era como si el Gran Apagón estuviera ocurriendo de nuevo por toda la ciudad, pero esta vez con las comunicaciones disponibles y con las noticias propagando desinformación a toda velocidad.

—No, le aseguramos que la Mancha sigue aprisionado señor.—dijo fastidiado Holiday al lado suya.

Lo más frustrante de todo era que no podía ir con su esposo, hijo o ni siquiera al pobre Lincoln y sus hermanas que deberían estar pasando por un infierno para protegerlos en aquel momento, se tenía que bastar con que Stacy estaba haciendo esfuerzos sobrehumanos en contra de la junta directiva para moverse de encubierto por toda la ciudad.

—Departamento de policía de Nueva York, al habla Harold McBride.—se presentó después de su descanso de un minuto.

—Oh tú.

Porque la cosa no podía ponerse mejor, ahora tenía que lidiar con su suegro.

—¿Norman?—preguntó sin esperar una respuesta realmente—Esta es una línea pública señor, tiene el número telefónico de nuestra casa si…

—Necesitaba hablar con el Capitán Stacy, tu superior.—dijo Norman con simpleza.

—No está.

—¿Cuándo volverá?—preguntó sin perder el tiempo Norman.

Harold volteó de uno a otro lado, después de todo Norman era el alcalde de la ciudad, asi que de manera confidencial dijo:

—Esto es extraoficial, pero Stacy salió a proteger a las Loud, Howard le está ayudando.—confesó el oficial al mismo tiempo que acomodaba el papeleo en su oficina para hacer ruido.

—Ya marqué a Howie y no contesta.—dijo Norman molesto, seguramente porque consideraba todo este proceso una pérdida de tiempo—Necesito comunicarme con Stacy cuanto antes y este era el número de su oficina.

—Es el número general de la NYPD.—le contradijo el señor McBride—¿Tiene papel? Le voy a decir el nuevo número de George.

Después de unos segundos y de que Norman confirmara el número telefónico estaba claro que había obtenido lo que quería, por lo que le extrañó que no colgara.

—¿Sería todo suegrito?—preguntó intentando ser amigable, pero sintiéndose bastante incomodo por el silencio en la línea.

—Tú también estás invitado al ayuntamiento, no dejaría a nadie de la familia fuera.—dijo Norman con simpleza.

—¿Disculpe?

La llamada fue cortada de golpe. Harold ni siquiera le importó que inmediatamente el teléfono frente suya volvió a sonar, ¿A qué se había referido con eso último? Se enteraría apenas terminase su jornada laboral, porque mientras Rykers continuara prohibiéndole a los agentes de campo ayudar continuaría ahí sentado.

—Departamento de policía de Nueva York, al habla Harold McBride.

"They mean business"

—Hasta que finalmente lo encuentro Capitán.—dijo Norman molesto y frustrado por el teléfono.

—¿Alcalde? Un honor que me busque…—dijo confundido el hombre creyendo que eso era lo que debería decir—¿Cómo encontró este número?

—No tiene importancia.—cortó por lo sano Norman—¿Está con la familia Loud?

—Así es señor.—dijo rápidamente el hombre mostrando respeto hacia la autoridad—Sé que no es mi asignación, pero era lo más ético por hacer y aceptaré la responsabilidad que conlleve.

A Osborn realmente no le interesaba aquello, cada minuto que perdían era solo darle más ventaja a la doctora Loud, y no iba a cometer ese error dos veces.

—Tengo una orden para usted, traiga a la familia Loud directamente al ayuntamiento de efecto inmediato.—dijo el hombre decidido.

—Con todo respeto señor, ¿Bajo qué cargos?—dijo sin entender el Capitán Stacy.

Nadie le cuestionaba su actuar nunca, pero este policía ya estaba actuando en contra de todos los manuales y protocolos, por lo que si quería una solución más optima debía de responder:

—Los protegeré.—dijo con simpleza.

—¿No fue precisamente en uno de los laboratorios Oscorp donde robaron piezas la doctora Octopus y el Buitre la semana pasada?—preguntó el Capitán Stacy sabiendo que aquello iba a dolerle.

—Y por eso mismo estoy más preparado para este tipo de situaciones.—dijo con simpleza Osborn—¿Qué cree que hará usted solo contra la niña de arena?

Pudo escuchar el silencio del otro lado de la línea, lo tenía justo donde lo quería, Norman podía tener muchas carencias, pero no era un mal negociante, nunca perdía si en verdad se lo proponía.

—Tendrán no solo la protección puntera de Oscorp, también contarán con el ejercito.—dijo con simpleza Norman—Si no nos damos prisa van a volver a secuestrarlas y probablemente entonces liberarán algo horrible en la ciudad, justo como la vez pasada.

Aun así, no parecía convencer al oficial, el cual parecía estar discutiendo con muchas personas en el automóvil.

—Tu hija también estará más a salvo aquí.—dijo dando un golpe bajo—Me dijeron que Howie está contigo, dile que traiga a Clyde también, la alcaldía es el lugar más seguro de toda la ciudad.

—Mi hija…—dijo antes de lanzar un largo suspiro, alguien al lado suyo pareció decirle que no tenían otra alternativa, tal vez el propio Howie—Estaré por la cuarenta y cinco en diez minutos, el vehículo tiene las matrículas RZC029, si no es mucho pedir consiga escolta, no dejo de creer que nos están siguiendo.

—La tendrá, mucha suerte Capitán, si cumple con esta parte, recibirá un aumento, eso delo por seguro.—dijo intentando sonar amable, pero de alguna manera pareciendo más siniestro.

Colgó la llamada.

—Dos pueden jugar a ese juego doctora Loud.—dijo tomando una copa de champagne.

Caminó por la habitación con ayuda de un bastón debido a su movilidad limitada y se encontró con un tanque de rehabilitación. En medio de este se encontraba el cuerpo bastante deshecho de Weasley cubierto de líquido verde.

—Atrévete a volver a atacar cuando las tenga en mis garras.—dijo con desprecio hacia el tanque golpeando el cristal y sintiendo su puño enrojecido al igual que su rostro.

Una risa estridente se escuchó por la oficina al mismo tiempo que uno de los papeles de la hoja de Norman caía, era una carta dirigida a una familia donde lamentaban la terrible perdida del joven Mike tras ser empalado por el Spider Slayer. "En esta línea de negocios se corren muchos riesgos, de los cuales el muchacho era consiente".

No tenía manera de volver a ver a Weasley de la misma manera, no después de haber matado a ese niño frente a sus ojos. Miraba con odio el tanque, aunque sabía que solo estaba desviando sus emociones, en verdad toda esa rabia era dirigida a Lisa.

—Prometí que protegería a mi familia, a todos.—dijo viendo al chico en el tanque y dándole la espalda al mismo tiempo que las luces nocturnas de la oficina se encendían—¿Por qué tenías que irte cuando más te necesitaba?

Sabía la respuesta perfectamente.

Y estaba relacionada a cuatro tentáculos metálicos financiados con su dinero.

"No time to waste on pig"

—Señor.—se acercó un hombre con sombrero de vaquero al trajeado—Señor Fisk.

—¿Qué quieres Shocker?—dijo el Kingpin tomando un cigarrillo y encendiéndolo lentamente.

—Señor, tenemos reportes que Lisa Loud está volviendo a atacar la prisión Rykers y distintas parte de Nueva York.—dijo rápidamente Montana acomodando su sombrero—Tenemos una escolta preparada con usted y con Vanessa para ir al refugio seguro.

El hombre millonario miró por la ventana con claro enojo. Él era el Kingpin, el rey del crimen en la ciudad, no alguien intimidado por una patética niña de cinco años con complejo de egolatría. Aspiró fuertemente tomando una de las sillas que tenía en su oficina y lanzándola contra la ventana a prueba de balas. La silla rebotó y se rompió contra su propio cuerpo.

—Andando, pero te quiero como Shocker de escolta.—dijo levantándole un dedo índice peligrosamente cerca de su pecho.

—Así será señor.—dijo Montana cerrando los ojos, enserio odiaba ese traje—No le fallaremos.

—Más te vale.—dijo el Kingpin saliendo de su propio nido de inmundicia.

Odiaba tener que tomar el protocolo Octopus tan pronto tras haber pasado por todo, pero algo era seguro, no iba a dejar que volvieran a dañar a Vanessa, no después de todo lo que tuvo que sufrir ahí abajo. Ella lo era todo para él, valía incluso por encima de su dinero, dignidad u orgullo.

—Lo hago por ti amor.—dijo viendo una fotografía de la vieja Vanessa, misteriosa, segura de si misma, sonriente, hermosa.

Cuando llegó al coche vio la mujer que tenía su lado, su pelo antes lacio se encontraba hecho jirones y desacomodado, casi grasoso. Su rostro antes fino y elegante, se encontraba con los pómulos marcados debido a la falta de alimentos, no es que no le dieran, es que le dolía comer debido a que su mandíbula estuvo dislocada durante varias horas en esa sala de tortura. Sus brazos antes delicados como porcelana ahora parecían a punto de romperse como si fueran cartón mojado. Sus ojos misteriosos y confiados ahora mirando al frente con una expresión perdida en la nada.

Estaba rota.

Pero si algo sabía Wilson Fisk es que no hay herida que no pueda ser curada, se negaba a dejar ir al amor de su vida, en el fondo de esa mujer rota aún se debía encontrar su Vanessa, no podía terminar todo así…

—Cariño, vamos a salir.—dijo tomándola de la mano.

Rápidamente sintió como Vanessa protegía su mano en su pecho y comenzaba a hiperventilar.

—Vamos a Cancún… ¿Recuerdas? ¿Nuestra luna de miel?—decía el hombre a la mujer perdida.

—¿Cancún? ¿Fisk?—dijo ella recobrando un poco del brillo perdido en sus ojos, pero rápidamente retrocedió aterrada.

Al indagar en la causa de esa súbita muestra de miedo notó que como el chofer se había subido el propio Montana con un traje afelpado completamente amarillo y lleno de cuadriculas, así como dos bandas rojas en sus costados, además de unas botas y guantes del mismo color rojo, cargando en sus muñecas los dos instrumentos que utilizaba como armas, unos cañones sónicos que había desarrollado John Ohn mientras fabricaba diferentes armas para su guerra contra la Comadreja.

Recordó como el ataque del propio Buitre a su cadena de suministros provocó una reacción en cadena que lo había llevado de ser el capo más peligroso de la ciudad, a estar sometido a salir corriendo de la ciudad apenas se moviera esa maldita niña. El propio Ohn quedó desfigurado hasta volverse la Mancha y solo esas armas sónicas fueron de utilidad de todo ese proyecto.

—¿Qué haces con ese traje Shocker?—dijo molesto el Kingpin.

—Me pidió que lo usara mientras estuviera cerca de usted.—dijo el hombre comenzando a salir de la camioneta—Pero si le molesta puedo quitarme…

—No… No.—dijo Wilson Fisk ordenando con un tronar de dedos que volviera a la camioneta—No hay tiempo, arranca, nos vamos al refugio.

—A sus ordenes jefe.

Ya era de noche, había perdido demasiado tiempo haciendo los preparativos antes de largarse, pero algo era seguro, no iba a volver hasta que Octopus estuviera encerrada tras las rejas. Todas sus operaciones criminales estaban en riesgo debido a una estúpida niña.

—Confío en que por una vez harás tu maldito trabajo SpiderKid.—dijo con rabia mirando por la ventana polarizada—Cuento contigo.

Probablemente era el único en toda la ciudad que contaba con el niño.

Eso incluía al propio SpiderKid.

"Queen of ice she'll sing a final song to you"

—No puede ser…—dijo el cantinero al mismo tiempo que tomaba el control de la televisión para subir el volumen.

—¿Qué pasa?—preguntó la mujer al mismo tiempo que terminaba de tomar su trago.

—Parece que la estúpida Doctora Octopus escapó de la cárcel.—dijo el hombre repitiendo lo que decía el titular—No puede estar pasando de nuevo, ¿Qué hicimos para merecer esto?

—Votamos por Osborn para tener menos mutantes y desde que subió al poder no han parado esas noticias.—dijo uno de los tipos que estaba más cerca de la televisión.

—Hay que darle tiempo caballeros, no se cambia el mundo de un día para otro.—dijo otro que apenas se podía sostener en la silla—Además, estos se están escapando de la cárcel, ¿No es la segunda vez que lo hacen?

—No es muy difícil escapar de ahí.—dijo la mujer provocando que el resto de sujetos voltearan a verla.

—¿Por qué lo dices tan segura señorita? ¿Acaso eres de las que escapó en el Gran Apagón?—dijo uno de ellos mirando con los ojos entrecerrados.

—Jaja, ¿Lo dices por mi color de piel?—dijo ella intentando mostrarse confiada a pesar de que estaba rodeada por muchos blanquitos borrachos, pero realmente se notaba como temblaban sus piernas y no dejaba de ver la televisión—¿No es la segunda vez en este año que escapan de la cárcel de máxima seguridad? No debe ser una buena cárcel si estos incidentes pasan tan cerca uno de otro… A eso van nuestros impuestos…

—¡Sí!—gritó el primer sujeto molesto—¡Yo no pago mis impuestos a tiempo para que esos guardias buenos para nada se rasquen la cabeza y dejen escapar asquerosos mutantes!

—Mark, ni siquiera pagas tu cuenta en el bar.—le dijo el cantinero alzando mucho la ceja.

—Algún día lo haré…

—Si ese día no es pronto tendré que prohibirte la entrada.—dijo el cantinero alzando la vista al techo—Señorita, ¿A dónde va?

—Mi esposo llegará a casa en cualquier momento, no creo que lo hagan trabajar con la ciudad bajo ataque.—dijo ella como si fuera nada—Toma.

Le lanzó un billete de cien dólares al cantinero al mismo tiempo que se levantaba a toda prisa y salía corriendo a toda velocidad.

—Pero solo eran treinta y seis dólares.—dijo el cantinero intentando dar la feria antes de que ella saliera del bar.

—¡Con lo que sobre anótalo a favor de la cuenta de Mark!—gritó la mujer antes de salir corriendo por la avenida principal.

—¡Wuhu!—gritó el borracho contento antes de exigir otro trago.

—Mark, debes más de trescientos dólares, esto solo cubre una parte.—le dijo el cantinero ya dejando de prestarle atención a la mujer que había salido corriendo.

Pero no dejaron de ver sobre la noticia de estas villanas escapando de la cárcel con ayuda de la terrible Doctora Octopus. Ese era un nombre que Martha jamás iba a olvidar.

Después de todas las cosas horribles que hizo para ese pequeño demonio no quería ni siquiera pensar en lo que iba a hacer ahora que estaba buscando el apoyo de múltiples criminales. Se dirigió al apartamento que estaba rentando bajo el nombre de Linda Stotch, junto a su esposo enfermizo Steve… Aún tenía que pensar una mejor coartada para el siguiente refugio.

—¿Martha?—escuchó una tenue voz a la vez que cerró la puerta con llave.

—Linda, cariño, ahora es Linda.—dijo lanzando las llaves a un tazón justo al lado de la entrada.

Era un apartamento pequeño, apenas de una habitación junto a una sala—cocina—comedor y un baño con regadera, hubiera preferido bañera, pero no es como que quisiera llamar la atención.

—Lo siento… Linda… Me alegra verte.—dijo el hombre desde el sofa.

Ahí estaba su amado esposo, y por primera vez pudo ver lo mucho que se parecía a su hijo, con los pómulos caídos debido a la malnutrición, el cabello débil amenazando con caer, unas profundas bolsas en los ojos demostrando su cansancio extremo… Era como ver de nuevo a su hijo demacrado en el hospital, pero ahora crecido.

—A mí también me alegra verte Curt…Steve.—dijo ella intentando no mirar.

Pero era inevitable, esa extremidad que casi parecía un muñón asqueroso de un evento radioactivo. Se había acostumbrado tanto a que su esposo no tuviera un brazo, que ver ahora uno escuálido, doblado como pata de Lagarto y del tamaño de la mitad de un brazo era bastante extraño.

Estaba bastante segura de que la enfermedad de su marido era de hecho potenciada precisamente por las toxinas que esa extremidad debía estar mandando al resto de su cuerpo. Pero no podía permitirse perder a Curt, no quería ver nunca más al Lagarto, él era su esposo, no un animal.

—Ya aprenderemos a decir bien nuestros nombres, hay que irnos.—dijo Martha con prisa.

—¿Qué? ¿A dónde?—dijo el científico confundido—Siempre estamos huyendo…

—Porque siempre estamos en peligro Curt…—dijo ella cerrando la maleta que tenía de emergencia de golpe, sus papeles falsos estaban ahí—Hice cosas de las que no me enorgullezco con tal de salvarte de… Ti.

Se tuvo que detener, casi parecía como si estuviera reclamándole, pero ella sabía perfectamente que no era culpa de su esposo los eventos de esa trágica noche a inicios de año.

—Yo…

—No, no es tu culpa.—dijo ella rápidamente—Lo sé, créeme… Es solo el estrés lo que me hace decir sin sentidos.—dijo ella negando antes de ayudar a su esposo a levantarse para que caminase con sus muletas—¿Me ayudas andando de aquí hasta la camioneta?

—Yo debería ayudarte a llevar la maleta…—dijo Curt intentando hacer como si tuviera fuerzas.

—Cariño, estás enfermo… Y francamente tengo puesto un exoesqueleto con poderes de electricidad ahora mismo, para mi es como llevar un bolso de mano.—dijo tomando la maleta con un solo dedo y levantándola como si de una pluma se tratase—Vamos.

Ella tomó las llaves del tazón e insertó las llaves en la cerradura, giró el picaporte y abrió la puerta de par en par.

—Apenas iba a tocar a la puerta.—escuchó una voz que la hizo temblar porque la reconoció al instante—¿Sabes que mi canción favorita se volvió We are Young?

Y al ver al frente notó esa misma pistola de hielo con la cual congeló a más de una veintena de personas en un pub hace tantos meses. Estuvo a punto de accionar su electricidad, pero una ráfaga de frío inundó la habitación.

Y antes de que Martha pudiera reaccionar se encontraba completamente cubierta de escarcha al mismo tiempo que la Elemental tarareaba en voz alta el coro de la letra de esa simplista canción.

Finalmente iba a recuperar a su hermosa Sam después de todo lo que tuvieron que sufrir.

"No need to think about it. You do it or you die. I am hard as steel. Get out of my way!"

Al abrir los ojos notó que ya no estaba en su apartamento, sino en un sistema de alcantarillado bajo tierra con sus muñecas encadenadas y un collar que también la retenía.

—Irónico…—pensó al ver las cadenas que la retenían.

—Martha, perdón, Linda, ¿Cómo has estado?—dijo la doctora Octopus desde las sombras y acercándose con una sonrisa fría como el metal.

La doctora Connors intentó escapar por mero instinto, pero rápidamente los tentáculos de Lisa se posicionaron al lado suya. Sintió como si su garganta estuviera bloqueada por un hueco de aire que le impedía hacer cualquier ruido, lo único que escuchaba a parte de los brazos mecánicos y el goteo del agua del techo eran los latidos acelerados de su corazón.

—¿Te comió la lengua el Lagarto?—preguntó Lisa desinteresada—No importa solo necesito que termines para lo que te contrate.

—Liberé a todos los villanos de la prisión de Rykers.—reclamó Martha mostrándose firme.

—También te pedí una cura para esta chica.—dijo apuntando a un congelador—Conseguiste curar a tu esposo bastante bien, pero no hiciste progreso alguno con lo otro.

Señaló directamente a una camilla donde se recostaba el doctor Curt Connors completamente atado para apenas poder mover la cabeza.

—¿Martha?

—¡Curt!—gritó ella intentando moverse para alcanzarlo, pero de nuevo las cadenas de Lisa la detuvieron—¡No tengo manera de curarla! No conservaste una prueba del veneno… Aunque yo hice el suero sin una muestra exacta sería imposible.

Para su sorpresa Lisa no cambió su sonrisa, simplemente hizo una señal hacia una de las esquinas y pudo ver como la Escorpiona se acercaba por caminando lentamente con los brazos cruzados.

—Hola doc, me informaron que gracias a ustedes ahora soy así.—dijo Ronnie mirándola con los ojos entrecerrados y apuntando con su cola directamente al rostro.

—Se suponía que era solo para el cáncer… Nunca pensamos que…

Intentaba justificarse, pero vio como el aguijón se acercaba peligrosamente a su cuello, por lo que volvió a sentir que algo bloqueaba su garganta y pudo ver a Ronnie apuntando a un vaso de precipitado que estaba en frente de ella. En menos de un segundo este fue llenado por un líquido verdoso con grumos morados de un tono putrefacto. Olía a acido, le sorprendía la facilidad con la que Ronnie podía generar ese veneno, casi como si tuviera una producción constante en su medula espinal.

Justo como había pensado con Curt, si lograban aumentar la producción de glóbulos rojos y combatir la blastosis permitiendo leoucocitos saludables, al haberse combinado con el ADN de un escorpión debían generar una solución alcalina con reacciones alérgicas en la piel, excepto claro para el cuerpo productor de aquella sustancia.

Estaban tan cerca de encontrar una cura… Y ahora su trabajo era usado en su contra para actos villanescos.

Claramente Lisa notaba lo enfocada que estaba en aquel veneno porque la tomó del hombro y la hizo voltear de la mesa química a su esposo.

—Consigue la cura y no tendremos que lastimar a nadie.—dijo Lisa como motivante al mismo tiempo que se alejaba directamente a la salida, tenía lo que quería.

—¿Cómo nos encontraste?—dijo Martha al ver cómo tanto ella como Ronnie se iban de ahí.

—Yo era la asistente del alcalde, tengo acceso a las cámaras de la ciudad.—dijo Lisa como si fuera lo más natural—¿Acaso creíste que la policía no te tenía vigilada? Martha, no eres una niña.

Dejándola con la miel en los labios se retiró la villana provocando que su estómago comenzara a revolverse.

Ya no importaba el pasado, ni cómo había llegado hasta ahí, ahora solo importaba encontrar una cura para ese estúpido veneno si quería que ella y Curt salieran ilesos de ese infierno.

Pero conociendo a Lisa Loud, estaba segura de que eso no era lo único que le iba a exigir.

"Pay back all at once. Suck away the tender part!"

Lo logramos…

Las voces en su cabeza habían vuelto, rodeándola durante un momento en completa oscuridad mientras veía en sus ojos un efecto parecido a la estática de la televisión. Su cuerpo estaba recostado en una de las camillas que Lisa había preparado para ellas.

—Aun no, falta matar a Lincoln.—dijo Lori mostrándose reacia.

Y lo haremos, pero entonces, ¿Qué? ¿Crees que las Seis Siniestras se quedarán unidas?

—No lo sé, ni me importa.—dijo con simpleza Lori—¿Qué más podríamos hacer?

Tienen una fuerza e inteligencia incomprensible, juntas podrían cambiar el mundo, hacerlo un lugar más justo.

Lori se quedó callada por un momento mientras se dejaba ser más consumida por la estática.

Danos el control, nosotros te guiaremos a tener un mundo mejor, uno donde no haya pena o dolor, donde todas tus hermanas puedan ser felices.

La idea era tentadora… Demasiado tentadora.

—No, aun no.—se resistió Lori—Hasta no verlo muerto.

Ese es el espíritu… Entonces descansa Lori Loud, que esta noche sea para recuperar fuerzas, mañana antes del atardecer SpiderKid estará muerto.

La chica no podía ver a esa masa negruzca, pero aquellas palabras le hicieron sonreír.

—Por Bobby…—susurró antes de caer profundamente dormida con una sonrisa de satisfacción en el rostro.

"You made a mess, for Christ sake of this rotten world, shit out of luck. Go with my vision"

Continuara…

Notas.—Sip, estamos en la recta final, es hora de aumentar las apuestas, es hora de ver quienes sobrevivirán y los que no. Se vienen momentos brutales, y hay puntos de esta historia que estuvieron planeados desde prácticamente el capítulo uno, que inicie la saga más cruel. Tomen un vistazo de lo que será el siguiente capítulo.

Epílogo—

"Light up the fire, right on the power. Weapon I haven't at all!"

—Bienvenidos familia Loud.—salió el alcalde de la ciudad a recibirlos mientras a su espalda iban guardias armados hasta los dientes.

Lincoln miró hacia arriba, notando las grandes puertas de la alcaldía estando frente a esta. La última vez que estuvo ahí fue durante la ceremonia que tuvo con el señor Fantástico y el Doctor Strange.

En aquel entonces la calle estaba viva y llena de vida con gente clamando su nombre a viva voz como el salvador de la gente de a pie. Ahora era una calle completamente desprovista de vida, militarizada por todos los puntos cardenales, con una lluvia torrencial anunciándose en el horizonte de aquella despejada noche.

Un velo de oscuridad siniestro había cubierto la ciudad y él no hizo nada para detenerlo.

No era como si en verdad quisiera.

Estaba harto.

Todo su maldito esfuerzo por detener a cada una de las amenazas que azotaban la ciudad, todo su trabajo, dolor emocional, sudor y esfuerzo que le costó encerrar a Ronnie, a su padre o detener a Lisa, todo lo que tuvo que sufrir contra el maldito simbionte. Ahora gracias a Gwen Stacy todo su mundo se estaba desmarañando.

Su red de familia y amigos estaba cada vez más destrozada, sus estudios completamente dejados de lado. Su vida amorosa era un chiste, ¿Cómo podía amar a nadie si ni siquiera podía quererse a sí mismo? Su situación emocional era incluso peor, no solo era el culpable de que su familia cayera al lado oscuro, sino que también lo fue por liberarse del simbionte.

Si no hubiera sido tan egoísta y hubiera luchado por su cuenta, Gwen jamás hubiera obtenido ese simbionte… Su familia aun estaría intentando recuperarse y no metidas hasta el fondo en un entramado de héroes, villanos, mafias y ejércitos.

Con tan solo un año y medio con el manto de SpiderKid había pasado de ser un niño feliz con sus once hermanas, padre y madre. A terminar siendo un adolescente marcado para siempre con un camino de muerte, destrucción, mentiras y traiciones constantes.

Todo ese tiempo pensando que Lincoln Loud había sido el responsable de su miseria. Pero ahora todo era tan claro, Lincoln era un niño feliz, SpiderKid tomó esa vida y la arruinó hasta dejarla destrozada y desfigurada. Irreconocible a ese niño tonto e inocente que columpiaba por la ciudad tan solo a inicios del año escolar.

—El señor Osborn va a protegerlas en lo que esta crisis se resuelve.—dijo rápidamente el Capitán Stacy volteando a ver a todas—Es el lugar más seguro de la ciudad.

—Yo… No podría…—iba a decir la señora Loud.

—No hace falta que diga más, todos sabemos lo que Lisa hizo ahí abajo a Howie, no es culpa de ustedes que esa niña haya terminado así…—dijo invitándolos a pasar—Pero sí es un riesgo para ustedes continuar en las calles.

La familia Loud junto a los McBride y el Capitán Stacy cruzaron por el lobby hasta llegar a una habitación gigante, Lincoln sintió que aquella arquitectura era demasiado detallada, casi haciendo parecer a la casa de Clyde como algo muy pequeño.

Los instalaron en dos habitaciones, una para hombres y otra para mujeres. El señor Osborn se acercó a su hijo y lo obligó a salir de la habitación mientras todas se instalaban en diversas camas. Las ventanas que había en los cuartos estaban cubiertas con barrotes reforzados y las camas eran todas de un mismo color blanco apagado.

Era como si estuvieran en una cárcel gracias a que su familia escapó de la cárcel. Pero también era el lugar más seguro por estar.

No pudo mirar a los ojos al Capitán Stacy, no después de que le confesó que su hija era Venom y casi mata a SpiderKid, a él, a Peter y Clyde. Su mejor amigo de la infancia se encontraba mirando melancólico por la ventana viendo los truenos a la distancia.

Fingió ir al baño solamente para salir al callejón cercano por medio de una de las ventanas del baño por la que trepó y comenzó a vomitar una vez afuera, la noticia de su familia escapando en la prisión finalmente lo había quebrado y no había nadie a su alrededor para apoyarlo, tal vez era lo mejor, no merecía apoyo. Solo desprecio.

Tomó desde debajo de sus ropas civiles la tela de SpiderKid y comenzó a arrancarla con fuerza desgarradora.

—¡Ya no quiero ser tú!—gritaba al aire mientras terminaba de romper el traje y tomaba todos los pedazos para dejarlos en un bote de basura que tenía aun restos de comida—¡Mi vida está arruinada!

Solo quedaba la máscara, la tomó con fuerza y puso frente suya, aquel era el rostro de SpiderKid, posiblemente la figura más odiada de toda la ciudad. La marca de la bestia, su recordatorio que él era quien había causado todo ese sufrimiento y terror que rondaba por las calles.

La responsabilidad no le importó, tampoco los valores de lo que habló su abuelo o la promesa que hizo al señor Parker, ni tampoco las palabras de su padre. Todo había terminado para él, nadie podía esperar realísticamente que él enfrentase a su familia, todos juntos.

Su celular sonó, era Parker, sabía el número de memoria de tantas veces que lo veía.

—Lincoln yo…

—No Peter.—le dijo con simpleza—No puedo hacerlo…

—Pero Lincoln, no he podido contactar con Matt o Jessica, eres el único que puede hacer algo…

—No.—dijo decidido—Ya nunca más.

—¿Qué estás diciendo amigo?—desde el otro lado de la línea parecía genuina preocupación.

—SpiderKid se acabó.—dijo Lincoln cerrando los puños en la máscara y tirándola directamente a la basura.

La lluvia que tanto amenazaba previamente comenzó a caer en torrentes, pero aquello no le importaba ya. A partir de ahora solo debía quedar Lincoln Loud.

—Nunca más.

Susurró al mismo tiempo que colgaba a Peter y daba media vuelta regresando directamente a la alcaldía, no se molestó en voltear atrás, solo agachó la mirada y ando bajo la lluvia mientras la máscara aun hasta arriba de la basura se dejaba liderar por el viento levemente, intentando levantarse y volver a su dueño, pero perdiendo rápidamente la energía y quedando completamente atorada en el borde del bote de la basura, viendo a su dueño alejarse lentamente, pero a pasos seguros.

"Get down on your knees. Got a good head on your shoulders. For you I'd go to the End of the Earth… Do what you want! Do it with dedication!"

Y si Lincoln no iba a detenerlas, solo quedaba una persona en toda Nueva York para frenar la amenaza. Tomó el lanzatelarañas que había preparado desde antes y tomó de su armario una copia idéntica al traje de Lincoln, había aprendido los patrones desde hace mucho tiempo.

—Debo estar loco…—dijo el chico mirando a cualquier parte de su habitación para aferrarse a algo.

Pero su vista solo se clavó en la fotografía de su tío y él abrazados cuando era más joven. Lincoln claramente no iba a reponerse fácilmente de esto y ningún otro de los Defensores contestaba.

Peter Parker estaba completamente solo.

—Intentaste hacer lo correcto hasta el final.—dijo acariciando la fotografía de si tio—Es mi turno de hacerlo.

Se detuvo un segundo mientras una lágrima recorría su rostro.

—Hasta las últimas consecuencias.

Dicho esto, se puso el traje de SpiderKid preparado ya con un sistema mecánico básico que mantuviera rigidez en sus brazos para el balanceo, listo o no apuntó con las telarañas y salió en forma pendular del edificio a toda velocidad en contra del clima caprichoso de la ciudad.

"I'll put out your misery"