Disclaimer: Twilight pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de DaniDarlingxx, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.

Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from DaniDarlingxx, I'm just translating with the permission of the author.

Capítulo beteado por Yanina Barboza

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Setenta y ocho

BPOV

Este hombre es una maldita máquina. Una talentosa máquina de follar. Y lo digo tanto en el sentido de que necesita el término para enfatizar sus esfuerzos como en el hecho de que es literalmente una máquina que folla.

¿Índice de recuperación? Minutos. ¿Aguante? Impecable. ¿Pura maldita belleza en la forma en que se mueve, suena y huele? Fuera de este mundo.

Él no se detiene; haciéndome correrme con su boca o sus dedos entre rondas, poniéndome en posiciones que solo he visto en libros y pornografía. Cada uno agrega una sensación tan deliciosa y diferente que solo me hace desear más, tocando, besando y lamiendo cada maldita pulgada de mi cuerpo. Lugares que no creo que hayan sido tocados por labios o lenguas antes.

Cuando me embiste por detrás, envuelve mi cabello alrededor de su puño y golpea mi trasero con tanta fuerza que probablemente mañana tenga moretones. (No es que me importe). Sus uñas se arrastran por mi columna, y sus caderas embisten contra mí en golpes fuertes y duros, y su boca dice tantas cosas sucias que probablemente podría correrme solo con sus palabras.

Y luego cuando está encima de mí, clásico misionero, me acaricia la cara y me besa suavemente, y me dice lo hermosa que soy.

Cuando lo estoy cabalgando, me ayuda a moverme con la punta de sus dedos magullando mis caderas y me exige que le cuente todas mis fantasías. Promete hacerlas realidad, y luego me levanta y me embiste desde abajo, luciendo todo delicioso con sus músculos flexionados y el sudor que he lamido de su piel más de una vez esta noche.

Y cuando llegamos a la ducha, y lo tomo en mi boca, lo veo echar la cabeza hacia atrás y decirme lo bien que se siente mi boca. Cómo nunca se cansará de mí. Lo mucho que quiere correrse en mi cara bonita.

Y lo dejo, y luego lo limpio con mis dedos y trago cada gota. Porque nunca me cansaré de él tampoco.

Toda la noche es sucia, depravada e indecente. Usamos todos los condones que trajo, además de hacer mella en mi reserva personal. Esto va a ser caro, pero me importa una mierda.

Porque también es jodidamente divertido y parece que es exactamente donde se supone que debo estar.

Nos reímos tanto como gritamos. Jugamos tanto como follamos.

Y cuando finalmente no podemos más, y colapsamos uno encima del otro, no estoy segura de dónde termina él, y empiezo yo.

Ni siquiera estoy segura de querer averiguarlo.