Disclaimer: Twilight pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de DaniDarlingxx, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.

Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from DaniDarlingxx, I'm just translating with the permission of the author.

Capítulo beteado por Yanina Barboza

Grupo en Facebook: Tradúceme un Fic


Ochenta y uno

Es más que extraño despertarse en un lugar que no es mi cama o el sofá de mi oficina.

En el buen sentido, quiero decir.

Uniéndome a la tierra de los vivos rodeado por el cálido aroma a fresas de Bella, la habitación pintada de dorado por la luz de la mañana, con los músculos doloridos y envuelto en un pequeño capullo de mantas y almohadas.

Sí, podría acostumbrarme a esto.

Mi primer instinto antes de estar lo suficientemente despierto como para tener pensamientos completos es estirar la mano y encontrar la cosita caliente, suave y con curvas que debería estar a mi lado.

Pero en cambio, me encuentro con sábanas frías y vacías.

Frunciendo el ceño, ruedo sobre mi espalda, haciendo uno de esos estiramientos curativos de todo el cuerpo. Del tipo que despierta cada músculo, tendón y nervio de tu cuerpo. Hasta anoche, habría llamado a este tipo de estiramientos mejores que el sexo.

Nada es mejor que ese sexo.

Mierda.

Un vistazo al reloj me dice que son alrededor de las ocho de la mañana, pero realmente no puedo recordar la última vez que dormí después de las cinco.

Por otra parte, me mantuvieron despierto hasta bastante tarde anoche...

Mis dedos recorren mi cabello mientras me incorporo, alisando el alboroto y despeinándolo de una manera diferente, y busco mi ropa interior para cubrir la polla tensa que esperaba enterrar en Bella esta mañana. Pero luego recuerdo nuestra desnudez frenética en la cocina, y una nueva sonrisa aterriza en mi rostro al recordarlo.

A la mierda; no es como si ella no me hubiera visto ya desnudo.

Solo tengo que preguntarme dónde está Bella por un momento ya que el olor a canela y tocino me saca de nuestro pequeño nido de amor y me lleva a la cocina.

Está de pie junto a la estufa, con mi maldita camiseta, luciendo muy sexy, sacudiendo su trasero y cantando una canción de rap mientras voltea algo en una sartén.

Baila sobre la polla, ahora te han servido. Me gusta una polla con un poco de curva. Golpea este coño con un gancho…*

―¿Golpea este coño con un gancho? Auch —me río, apoyándome casualmente en la puerta.

Ver a Bella saltar y gritar porque la asusté solo me hace reír más fuerte, y lo siguiente que sé es que tengo una espátula volando hacia mi cabeza.

Bueno, lo sería si su puntería no fuera tan mala.

―¡Edward! Me asustaste muchísimo —grita, llevándose la mano al pecho.

Todavía me estoy riendo a carcajadas cuando recupero la espátula y me acerco a ella, envolviendo mi brazo alrededor de su hombro para acercarla a mí y besar su cabeza.

―Lo siento, cariño, no fue mi intención.

Ella parece tan indefensa como yo para contener el contacto físico frente al miedo, sin dudar en abrazarme por la cintura.

―Mierda, lo menos que puedes hacer es besarme en los labios. ―Tiene que estirar el cuello para mirarme desde su ángulo, y si no lo supiera mejor, diría que parece un ángel, con sus grandes ojos marrones, labios carnosos y cabello desordenado.

De acuerdo, tal vez un ángel caído.

—Ew, aliento matutino —gimo, apartando la cabeza deliberadamente.

Agarra mi mandíbula y me jala hacia ella, sin dejarme otra opción que presionar mis labios contra los suyos.

―Tuve tu semen en mi boca y mi lengua en tu culo anoche, ¿de verdad crees que me importa un carajo?

Sus sucias palabras me hacen besarla de nuevo, más fuerte, deslizando mi lengua en su boca y gruñendo ante la pura intensidad con la que todavía la deseo.

Ella también lo siente, pero nos enfría bastante rápido, retrocediendo lentamente con una sonrisa en su bonita cara.

―Mmm, esto es bueno y todo eso, pero te hice el desayuno, y no voy a dejar que me distraigas para quemarlo.

―¿Cocinas para mí dos veces en menos de veinticuatro horas? Sí, eres jodidamente perfecta.

―¿Todavía no has decidido si vas a conservarme o no?

Es uno de esos momentos vulnerables de Bella que solo puedo vislumbrar. Por lo general, es tan segura de sí misma, pero de vez en cuando, su inseguridad se nota. Solo hace que me guste más, el hecho de que se sienta cómoda dejando esa fachada conmigo.

―Diablos, sí, te conservaré. ―Mi mano se desplaza más abajo, agarrando su trasero y jalándola más fuerte contra mí―. No puedo dejar pasar este culo, eso es seguro.

Golpea mi brazo juguetonamente, muy consciente de que solo estoy bromeando sobre la segunda parte, luego toma una nueva espátula y me apunta.

―Te puse un nuevo cepillo de dientes si quieres encargarte de eso mientras termino la tostada francesa.

―¿Tostada francesa?

Al diablo con conservarla... Me casaré con ella.

―Ajá, pensé que, ya que te di picante anoche, esta mañana te daré algo dulce. Ahora, adiós. Ve a asearte.

—Sí, madre —bromeo, dándole un último golpe en el culo antes de agarrar mi ropa interior y dirigirme al baño.

―Madre, ¿ah? Eh... No tan bueno como sería si te llamara papi.

Esta jodida chica.


*La canción que Bella está cantando se llama Captain Hook de Megan Thee Stallion.