Luffy se encontró recostado a la mitad de la calle mientras jugueteaba con una piedra que había encontrado abandonada. Su cabeza estaba recargada encima de la palma de su mano mientras miraba el paisaje con un gesto aburrido. Habían pasado alrededor de unos 10 o 15 minutos desde que los dos Toraos habían comenzado a pelear entre ellos y la verdad es que el monito se encontraba bastante fastidiado. En otras circunstancias se habría metido a la batalla al momento, pero si se había hecho a un lado era porque pudo notar lo fastidiado que se encontró su aliado. Era como si hubiera tomado esa batalla como algo personal, lo sabía porque el coraje en su rostro era evidente e incluso parecía querer asesinar a su doble.
En realidad, Luffy no entiende por qué pueden luchar entre ellos. Si él se encontrara con otra versión de sí mismo probablemente se emocionaría. Es decir, si era una copia suya entonces compartirían los mismos gustos ¿no? y si eso pasaba significaba que podian irse juntos de aventura y podian cantar y bailar juntos al tiempo que participaban en un enorme banquete. Espera… Pensándolo mejor eso no sonaba bien… Si a esa copia suya también le gustó la carne como a él eso significaba que trataría de robarle su comida. Eso no le gustó… Tal vez Torao tenía razón en molestarse.
¿Acaso Torao también tenía miedo de que le robaran su carne? ¿Por eso se encontraba tan malhumorado?
Mientras ese pensamiento cruzó por la mente del monito echar otro vistazo a la inminente batalla que se estaba formando en el lugar y que había terminado por ahuyentar a los peatones que paseaban por el lugar. Los dos Toraos tienen el mismo estilo de batalla, ambos jugaban con su entorno e intercambiaban su posición de manera constante apenas perceptible para el ojo inexperto pues si alguien sin experiencia en batalla viera la escena sólo vería unos cuantos destellos desapareciendo y reapareciendo en diversos puntos. Luffy sin embargo podía seguir la pelea sin problema, pero esta no estaba llegando realmente a ninguna parte. En su mayoría chocaban sus espadas, se defendían e intentaban asestar golpes pero como los dos conocían sus técnicas a la perfección no podían atinar un golpe certero pues parecían leerse químicos.
—Torao —llamó el menor mientras comenzaba a hurgar en su nariz en un gesto despreocupado— ¿Puedes apurarte? ya me cansé de observar —mencionó aún recostado en su posición sin obtener respuesta— ¿Ese Torao marine te está causando problemas? si puedes ayudarte —de nuevo no obtuve respuesta— ¡Ey! ¿Me estás ignorando? —gritó fastidiado mientras se enderezaba en su posición y cruzaba las piernas sólo para observar como ambas Laws chocaban sus espadas mirándose fijamente al rostro.
Si había algo que el monito odiaba era que lo ignoraran y lo dejaran fuera. Había sido lo suficientemente paciente para tratar de no interferir en una "batalla personal", pero en ese momento ya estaba demasiado cansado. La pelea realmente no progresó ya pesar de que se habían logrado atinar unos cuantos golpes, sinceramente ya quería largarse de ese lugar. Estar mucho tiempo esperando en un solo punto era algo que detestaba hacer pero había hecho una excepción porque la situación le parecía bastante curiosa.
—¡Padre de una vez! —gritó mientras activaba su Gear 2 y en un santiamén se posicionó en medio de los dos Toraos deteniendo el ataque de sus espadas con sus manos usando su haki de armamento para evitar herirse.
—¡No te metas Mugiwara-ya!
—Si Luffy-ya, esta batalla es entre ese impostor y yo.
—Pff… —Exclamó mientras rodaba los ojos— Ni siquiera entiendo por qué están peleando, Torao falso también fue amable conmigo —se encogió de hombros.
—¿Torao falso? —lloró el marino mientras que Law tronó la lengua en un gesto de disgusto ante dicha declaración.
—Yo diría que fue demasiado amable ¿No es así? — preguntó el tatuado al momento colocaba su espada enfrente de él como si se tratara una espada de esgrima y tras apuntar a una zona vital del marine gritó— ¡Injection shot!
—Room —mencionó mientras comenzaba a cortar unos edificios— ¡Tact! —Usando su habilidad movió los escombros delante de su cuerpo utilizándolos a manera de escudo antes de que el golpe de su oponente pudiera golpearlo— ¿Eso es lo mejor que puedes hacer? —se burló.
—¡Deja de copiar mis habilidades! —bramó molesto— No me agrada que un maldito degenerado se haya obsesionado conmigo.
—¿Ahhh? ¿Quién está obsesionado contigo? — respondió asqueado— ¡Y no me llames degenerado!
—¿Hay otra manera de llamar a un pervertido? —se burló.
Luffy estuvo a punto de reprochar nuevamente por ser ignorado cuando repentinamente tuvo que enfocar su atención en los malditos marines, los que habían comenzado a escuchar rodear al lugar tras la destrucción de la ciudad provocada por el gran alboroto que esos dos estaban provocando. Cuando estos llegaron a la escena se impresionaron de ver a su capitán peleando, eso en principio no era raro, pues todos estaban informados sobre la aparición de Mugiwara no Ace en la isla y claro que notaron al joven de chaleco rojo, pero lo verdaderamente extraño consistía en que este estaba más centrado en luchar contra ¿Sí mismo?
Claro que el líder y segundo al mando de los marines dedujo que lo más seguro es que se tratara de algún impostor, el cual su capitán había descubierto tratando de infiltrarse en la base y por eso mismo estaba más centrado en acabar con aquel hombre y por ello es qué está les seguramente a sus hombres que capturarán a Mugiwara y que también intentarán evitar interponerse en la pelea de su capitán, y fue así como la mayoría de los marines que se encontraron en la isla habían comenzado ahora a luchar contra Luffy, el que sin mucho esfuerzo iba noqueando a varios de estos casi por montones.
Mientras tanto el capitán de los piratas de corazón había comenzado a hacer lo mismo que el menor, al mismo tiempo que se defendía de los ataques de aquella copia barata suya, ya antes había hecho multitareas, pero ahora le parecía un poco más complicado que antes , pues ese marine con su rostro sabía demasiado bien el cómo combatía, pero algo que no esperaba pasó de un segundo a otro, pues cuando intento atacar nuevamente al contrario vio como este despareció de su vista con un Shambles y en su lugar apareció Mugiwara por lo que sin darse cuenta estuvo a punto de dañar a su aliado con uno de sus ataques.
Claramente Trafalgar pensó que esa era una artimaña muy sucia, pero cuando volteó para encararlo descubrió que, de hecho, al haber cambiado de lugar con Luffy estuvo un punto de correr el mismo destino que el menor, al casi ser atacado por sus propios hombres quienes al igual que él se detuvo tan solo unos segundos antes de poder tocarlo, algo que seguramente lamentaba, pues le hubiera gustado ver como ese maldito pervertido acosador terminase como coladera.
—¡Deténganse soldados! —ordenó el capitán de la marina— esta batalla ha llegado a su final, ahora vuelvan a sus posiciones y ayuden a los heridos.
Todos los soldados presentes no tuvieron más opción que obedecer a su capitán y sinceramente muchos de los marines suspiraron con eso, pues la verdad no estos creían que pudiesen vencer a Mugiwara, al cual actualmente muchos lo comparaban con los Yonkou en fuerza y sinceramente no querían comprobar que tan cierto era eso.
—¡Sí capitán! —dijeron todos al tiempo que se paraban en firmes y saludaban a su superior.
—Y conforme a ustedes dos —volvió a hablar el líder de los marinos— no me agrada mucho la idea, pero quiero que hablemos tranquilamente para saber porque demonios Luffy-ya y tu remedio mío están aquí.
Por más extraño que parezca todo, los dos hombres que minutos antes estaban peleando debido a un pequeño monito, ahora se encontraron ambos sentados en el piso uno delante de otro con el ceño más fruncido de lo habitual y una cara que aparentemente demostró la molestia que estos tienen por tener aun que respirar el mismo aire que el otro. En esta tregua el marino le explicó al de tatuajes y luego de que este le diera su versión de lo que había pasado el contrario comenzó a explicar su parte, dando a conocer de esta forma que se encontraron en la isla Odile, la cual era vulgarmente conocida como "la isla de la paz", debido a que gracias a la tutela del Trafalgar marine nadie queria acercarse a causar alboroto alguno ahí;
Por lo que sin prestar atención a lo que pasó a su alrededor fue en dirección al botiquín más cercano y tomo una caja de banditas adhesivas y la llevó con la intención de colocarle una al cirujano de la muerte, claro que Trafalgar noto todo esto pero sinceramente no le dio importancia, siguiendo escuchando la explicación de su copia, aunque claro que esta atención se perdió un poco al ver como Luffy ya había echado a perder seis banditas y ahora estas se encontraron o hechas bolita o pegadas en sus manos, algo que le parecio demasiado tierno y mas al ver su cara de concentracion al intentar quitar los plasticos protectores. Y no importaba cuantas más agarraba Luffy no había siquiera podido ganarle a una sola e incluso ahora su rostro tenía algunas,
—¡Ay por todos los cielos! —grito ya harto de ver como una nueva curita había terminado pegada a su pie de una forma muy extraña— solo dámela y yo te la pongo.
-¿What? ¡Noooo! —grito Luffy ofendido— Sabo me enseño a hacerlo sé que puedo, pero es más complicado de lo que recordaba.
—Ah, bien —comenzó a decir Law un poco más calmado— solo tienes que quitar primero un lado, luego lo pegas en el lugar que quieras y quitas el otro lado
Le explicó cuidadosamente el mayor, pero claro que no espero lo que pasó a continuación, pues luego de seguir sus instrucciones y quitar el primer lado le pudo el adhesivo a Law en la mejilla donde su corte se encontró para luego terminar de colocarla algo chueca, pero el punto es que Luffy lo había logrado, pudo "curar" a Torao sin demasiados problemas, bueno tal vez casi se había terminado la caja con las banditas, pero eso era lo de menos, lo que le importaba es que él lo había hecho y se sintio muy orgulloso de ello.
—Listo —dijo cuando hubo terminado— ya estás curado.
—Gracias —soltó Law con una leve sonrisa, luego de que tocara suavemente la bandita.
—Que envidia —se escuchó decir al marine tras un largo suspiro— Como me gustaría que mi Luffy-ya fuera tan adorable como tú —le dijo a Luffy para luego dirigir sus palabras y su mirada al otro Trafalgar— que suerte tienes de tener un novio tan lindo.
El rostro de Trafalgar se coloreó de rojo al escuchar esas palabras, por todo lo que implicaba en ello, claro iniciando porque literalmente bajo su guardia ante un imbécil. básicamente había dejado que otra persona viera su lado vulnerable ante Mugiwara-ya y eso era algo que hacía que el cirujano de la muerte se sintiera un tanto humillado pues se había esforzado todo ese tiempo de alianza en estabilizar lo más neutral posible para que los nakamas del monito no notaran sus sentimientos por su capitan. Y sin embargo allí estaba él, mostrándose vulnerable ante la atenta mirada de su versión alterna.
—Entonces… —habló el marino ignorando la incomodidad de su contrario— En pocas palabras ustedes vienen de otro universo ¿Es correcto?
—Ese parece ser el caso —concluyó el tatuado— Es la única explicación dado que es imposible que dos personas posean el poder de una misma fruta del diablo.
—¿Cómo pasó? —pregunto curioso
—Lo último que recuerdo es haber chocado con una mocosa y de pronto apareció aquí. Estábamos intentando obtener información cuando… Bueno… Ya sabes lo que pasó.
—Ahora entendiendo por qué veía tan diferente a Luffy-ya… Empezando por las cicatrices en su cuerpo las cuales asumí en un principio que era maquillaje —mencionó mientras notaba cómo el monito ahora corría hacia él y le regalaba todos los restos de curitas desperdiciados.
—Ten Torao marine… Tal vez alguno te sirva shishishi —rió por lo bajo mientras sonreía enormemente viéndose tan deslumbrante como el sol.
—Tan lindo… —susurró pero tuvo que toser fingiendo demencia al notar como su versión alterna volvía a mirarlo con molestia— Gracias —corrigió mientras tomaba las banditas entre sus manos— Por cierto Luffy-ya, no es necesario que me llames "Torao marine " suena extraño.
—¿Entonces cómo te llama? —ladeó la cabeza.
-Mmm…. —colocó una pose pensativa— ¿Por qué no me llamas sólo Law? es decir… Es lindo que me llames Torao pero pienso que sería complicado entendernos si usas el mismo apodo para ambos.
-¿Ley? —repitió para confirmar, a lo que el marine asintió con la cabeza— Mmmmm… No lo sé — respondió pensativo mientras volteaba a mirar a su aliado a quien le estaba temblando la ceja— Creo que será confuso —se encogió de hombros— ¡No ! ¡Ya sé, serás Torarine! —concluyó mientras regresaba al lado de Torao quien parecía un poco orgulloso por la decisión tomada, mientras que el marine solo se sentía un poco decepcionado.
—Si fueron absorbidos aquí por el poder de un usuario de fruta del diablo veo complicado que pueden regresar sin ayuda de esta ¿Se les ocurre algún motivo por el que alguien quisiera perder de ustedes?
—¿Sólo una? —respondió el tatuado con un tono de burla— No sé qué tan coherente sea revelarle esto a un marino, pero la verdad es que en nuestros universos también éramos perseguidos.
—¿Son piratas? — preguntó un poco impresionado.
—¿Intentará capturarnos? — preguntó Luffy a su aliado mientras se ponía a la defensiva.
—No, tranquilos… No pienso hacer nada —su aliento cansino— No soy tan estricto como para perseguir criminales de otro espacio temporal. Los crímenes que hayan ocurrido en su universo no son mi problema.
—Ya veo —respondió el monito mientras se relajaba y volvía a sentarse.
—Como sea tenemos que averiguar qué tipo de poder fue el que nos presentó hasta acá —agregó nuestro Law— Si no sabemos el nombre de la fruta será imposible investigarla y por lo tanto nos quedaremos aquí eternamente —chasqueó la lengua en un gesto de disgusto - ¡Maldita sea! ¡Justo cuando estamos en guerra contra Kaido!
—¿Kaido? ¿Quieren enfrentarse contra un almirante?
—¿Ah? —exclamaron Luffy y Law al mismo tiempo— ¿Cómo que almirante? —preguntaron.
—Sí, el almirante Kaido es uno de los grandes héroes de la marina, obtuvo su posición después de la gran batalla contra el emperador Sakazuki en Punk Hazard.
—¿Kaido está almirante aquí? — preguntó Luffy.
—¿Akainu es emperador? —continúo el tatuado mirando fijamente a su aliado quien se veía igual de confundido que él.
—Si… ¿No es así en su universo? — preguntó el marino interesado.
—¡Por supuesto que no! ¡Tu mundo es extraño! —gritaron los piratas al mismo tiempo, mientras Lawe comenzaba a sobar sus sienes por la nueva información procesada
—Digamos que en nuestro mundo es al revés… Kaido es un emperador y Sakazuki es el almirante en flota —continuó el mayor explicando la diferencia.
—¿Y dicen que mi universo es extraño? —se defendió el contrario— Más bien su mundo es el que está al revés.
—Como sea… —Interrumpió— Si no vas a capturarnos ¿Nos dejaremos movernos libremente por la isla? al parecer eres el que esta al mando aqui. No quiero ser perseguido mientras intentamos averiguar cómo diablos nos podremos largar de aquí.
-¡Si! —apoyó Luffy— ¡Necesitamos regresar para patearle el trasero a Kaido y convertirme en rey pirata!
El hombre de blanco guardó un minuto de silencio en lo que observó a ambos hombres. Había entendido su situación aunque incluso para él era un poco difícil de aceptar la versión que su contrario le había dicho. Sólo les creía porque él mismo había sido testigo de que ambos tenían la habilidad de la ope ope no mi ya qué, de lo contrario, habría continuado con la batalla hasta encarcelar a su copia e interrogarlo. A parte de su fruta compartida, el hecho de que Luffy-ya fuera diferente a la persona que él conocía también había ayudado a que el marino se auto convenciera.
—Luffy-ya — preguntó el hombre de blanco— ¿Puedes decirme cuántos años tienes?
—¿Eh? —Ladeo la cabeza confundido— Diecinueve — respondió restándole importancia.
—Tal como lo pensé —suspiró— Pude deducir tu edad con lo que me dijiste momentos atrás sobre no tener hermanos menores… El tú de este universo tiene 22 años, eso explica porque tu rostro se ve más aniñado.
— ¡No soy un niño! —bufo molesto.
—No pretendía ofenderte —corrigió— Solo quería dar a relucir que les creó —comenzó a sobarse la cabeza en un gesto de cansancio— No se preocupen… Les explicaré a mis hombres sobre la situación. Pueden quedarse el tiempo necesario en esta isla solo no llamen demasiado la atención.
—¡Yujuuu! —festejó el monito mientras se acercaba al doble de Torao— A pesar de que eres un marine sigues siendo amable en este mundo también. Como espero, Torao es un buen tipo.
—¿De quién de los dos estás hablando? — preguntó el tatuado un poco molesto.
—¡De los dos por supuesto! Shishishi.
—Solo los ayudo por ti Luffy-ya —Aclaró el mencionado un poco sonrojado por la dulzura del menor— Después de todo soy amigo del Luffy-ya de este mundo.
—Ey Torarine ¿Cómo soy yo en este mundo? —pregunto el menor curioso
—¿Cómo eres aquí? —repitió la pregunta mientras grababa a su Luffy-ya— Eres increíble — protestó orgulloso mientras sus mejillas se sonrojaban— El tú de aquí pertenece a la armada revolucionaria, él es muy fuerte y posee el poder de la mera mera no mi, es calmado , inteligente, centrado y un gran estratega. Siempre le está causando problemas al gobierno mundial porque a pesar de todo posee un poder destructivo, siempre está al frente del campo de batalla ¡Es increíble! —suspiró como un tonto enamorado ante la mirada impresionada de Law quien no podía creer lo increíblemente transparente que era al mostrar sus sentimientos.
—¿La mera mera? — preguntó el chiquillo sin poder evitar recordar a su hermano— Ya veo… Ace… Aquí también…
—Oh… Tu hermanito también es un problema.
—¿Mi hermanito?
—Si… Tu hermano se llama Gol D. Ace ¿No es cierto?
—¿Gol? — preguntó aún extrañado.
—Sí… Espera… —Comenzó a rebuscar entre sus cosas sacando los carteles de se busca que solía cargar siempre consigo para reconocer a los criminales— Es él ¿No es cierto?
—Ooooh —gritó emocionado mientras le arrebataba el cartel de las manos— ¡Si es Ace! —exclamó entusiasmado— ¡Mira Torao! —rio feli — Ace se ve más pequeño en la foto.
Nuestro Trafalgar tomó el cartel entre sus manos sólo para observar la fotografía de puño de fuego. En el cartel podía leerse "Gol D. Ace" y tenía una recompensa de 1.550.000 millones de berries. En la fotografía el pecoso se mostró con una enorme sonrisa y llevaba consigo el característico sombrero de paja del cual era fácil deducir por qué los apodos estaban revertidos en ese universo.
—Entonces… Ace… ¿Está bien? — preguntó tímidamente el monito mientras miraba al mar con sus enormes ojos abiertos de par en par y con un brillo misterioso que el mayor no supo interpretar— Ace… Ace… ¡¿Él está a salvo?! —su tono de voz se escuchó un tanto alterado y asustado lo que ocasionalmente que nuestro Law recordará la ocasión en donde lo vio herido y llorando por su hermano y volvió a sentir ese mismo vuelco en su corazón que sintió en ese momento.
—Oh sí —respondió el marine percatándose también del cambio en el ambiente— Él sigue navegando por el mar causando destrozos a dónde quiera que va.
—Ya veo… — respondió mientras cubría sus ojos bajo su sombrero de paja y llevaba ambas manos a su pecho tocando su cicatriz en el proceso— Ace está a salvo.
Al verlo de esa manera, nuestro Trafalgar se sintió en la necesidad de abrazar al monito. Sabía de primera mano lo doloroso que había sido para el menor superar la muerte de su hermano. Él había presenciado en persona cómo se había roto en la mitad de la guerra y se había desmayado del shock provocado por presenciar la muerte de puño de fuego en su cara. Es por eso que él se había expuesto en esa maldita guerra, pues se había negado a dejarlo morir allí. Una persona como él no merecía un final tan trágico.
No supo si lo que lo movió en ese sentido fue su sentido del deber como médico, la leve atracción que había sentido por Mugiwara-ya desde tiempo atrás o el hecho de que cuando lo vio a través de las pantallas convirtiendo y esforzándose por salvar a su hermano aún a costa de su propia vida le grabó a sí mismo. Se vio reflejado en Mugiwara-ya y pensó en su versión de niño cuando lo único que pudo hacer fue observar aquel maldito edificio incendiándose con su pequeña Lammy dentro.
No pudo salvar a Lammy y Mugiwara-ya no pudo salvar a Ace. Es por eso que él entendió cómo se sintió en ese momento y simplemente no pudo abandonarlo. Estaba dispuesto a salvarle la vida y por eso entró al lugar más del peligroso mundo ignorando el miedo que sus nakamas sintieron.
—Entonces —El tatuado fue regresado a la realidad al escuchar cómo el monito volvía a hablar— Sabo… ¿Sabo cómo está? — mientras preguntaba regresaba su mirada al único hombre que podía darle respuestas— Es genial que Ace esté cumpliendo su sueño pero también quiero saber cómo le va a Sabo aquí —sonrió despreocupadamente.
—¿Sabo? —repitió el marino mientras una sombra sombría se formaba en sus ojos.
Nuestra Ley no necesitó que su contrario respondiera para saber lo que iba a decir. Las pistas que había obtenido hasta el momento sobre el funcionamiento de ese universo habían sido bastantes para que él supusiera lo que había ocurrido con su otro hermano. Él no tenía problemas con que el marino le hablara de su mundo mientras eventualmente buenas noticias pero no deseaba dejar que ese sujeto lastimara más a su aliado con información que no necesitaba saber. Así que sin decir una sola palabra le regaló una mirada amenazadora al hombre de blanco quien captó su señal pues al final de cuenta eran la misma persona.
—Él está bien… Ambos son compañeros en la armada revolucionaria —mintió.
—¡Eso es genial! ¡Sabo y yo luchamos hombro a hombro! —festejo.
—En cualquier caso… —cambió de tema— Ya que ustedes dos se quedarán en la isla bajo mi custodia por tiempo indefinido será mejor que empezar a conocer el lugar —Sonrió ladinamente— Así que… Trafalgar dos, puedes investigar todo cuanto quieras me aseguraré de que mis hombres no interfieren.
—Bien… —respondió sin deseos de agradecerse a sí mismo.
—Mientras tanto Luffy-ya —continúo mientras tomaba al monitor de las manos— ¿Te gustaría que tú y yo tuviéramos una cita?
-¡¿Que?! —preguntaron a ambos, aunque uno de ellos sonaba bastante enojado.
Continuará…
