"- ¿Señora... señora, está usted bien?- Dijo Harry al ver que despertaba.
Arabella se levantó de repente:
- ¿Qué? -Dijo, mirando a su alrededor. Estaba recostada en un sillón verde oscuro, que estaba cerca de un chimenea llena de
fotografías de un chico muy gordo. Miró hacia la ventana y recordó lo que había pasado. Observo a Harry con cariño.
- ¿Está mejor? Puedo remojarle otra vez el paño, si desea.- dijo, señalando el pañuelo azul a rayas que Arabella tenía en la
frente.
- No, gracias, estoy bien.- fue lo único que ella pudo articular.
- ¿En serio? Me asusté cuando se cayó allá afuera...
- ¿¡Qué pasa acá!?- Preguntó Tío Vernon, entrando en el living.
- Es que le señora se desmayó, afuera, y entré para ver que le pasaba.
- ¡Ah! Mucho gusto, soy Vernon Dursley, director de una empresa de taladros -dijo agrandándose.
- Igualmente, yo soy Arabella Figg, una auror.
- ¿Qué es eso? -le preguntó, comenzándose a enfadar, Vernon. Harry la miró asustado. Cómo Arabella no sabía que contestar,
siguió las indicaciones por medio de gestos que le hacía el muchacho.
- E-es... una especie de policía en Escocia. -Contestó, diciendo lo primero que le vino a la cabeza. -Vine... a visitar a mi
madre, Loise Fig., que vive acá cerca.
- Si.. la Sra. Fig., mándele saludos de mi parte. Ahora... no quiero ser descortés, pero en este momento están por venir unos
importantes empresarios y, si usted ya está bien, le pediría que se ausente. -Arabella lo miró enojada, pero se levantó, le
hizo una seña a Harry y se fue. Luego de salir, rodeó la casa y se sentó en la vereda de enfrente a esperar.
Cinco minutos después, Harry salió por la misma puerta y se fue a encontrar con ella.
- ¡Harry! Estás enorme... todo un adolescente. No tenía idea que vivías ahí...
- Espere un momento. ¿Usted es la famosa Arabella Figg del grupo de Sirius, Lupin, Mundungus Fletcher?
A Arabella se le llenaron los ojos de lágrimas al escuchar el nombre de Sirius. -Mira Harry...
Así se conocieron los dos. Desde ahí estuvieron muy unidos, siempre Arabella se contaba anécdotas de sus padres y cosas de
él de pequeño. Ese año, Harry, junto con Ron, Hermione y Arabella, logró atrapar a Peter Pettigrew. Muchos mortífagos murieron,
y otros nuevos se unieron. Los dementores se habían asociado con Voldermont, pero por suerte los gigantes no. Gracias a un
enfrentamiento a través de un instrumento llamado lopolizador, pudieron sacarle a Voldermont el poder (que había adquirido al
mes de renacer) de hacer magia sin varita.
Al año siguiente Voldermont empezó a atacar en Hogwarts a quien Harry tenía afecto del alumnado. Cayeron un montón: Ginny,
Fred, George, todo el equipo de quidditch, Cho, todos los de su curso en Gryffindor, Ron, Hermione y un grupo más. Los atacaba
a través de unos arquefroictidos, unos seres que atacaban mientras que dormían. Los dejaba en estada de shock, y no se podía
hacer nada hasta que contuvieran a quien manejaba a los bichos. Lo peor era, que no sólo dañaba a Harry por quedarse solo,
si no que también revelaba por quien tenía afecto. Nadie sabía que Cho Chang podía caer, y de esa forma se dieron cuenta de
que Harry sentía algo por ella (el noviazgo de ellos era secreto).
Esta pesadilla continuó hasta que, por medio de un maleficio en el cual participó Dumblendore, pudieron contener todo el
espíritu y la magia de Voldermont en una esfera de cristal. El cuerpo quedó vacío y la esfera cuidada a más no poder en
Hogwarts."
Los mortífagos no tienen tanto poder... pero... Siguió pensando Harry pero... los dementores sí terminó asustado.
Le mandaría una carta a Dumblendore, decidió, cuando sintió una ruido en el piso inferior. Bajó a investigar y vio la
lechuza de Arabella. No la usé yo para mandar algo pensó, y decidió dejar la carta arriba de la mesada, así cuando se
levantaran la verían. Estaba por depositarla cuando, sorprendido, le pareció ver un sello de confidencial con la letra de
Dumblendore. Mirando que no viniera nadie, la abrió, y logró leer:
Arabella:
Es muy extraño ese sueño que me contaste.¿ Harry está bien? Preguntale si sufre dolores de cicatriz, o si se
siente extraño .Por aquí está todo normal, aunque he observado unas extrañas inscripciones en las paredes de la bóveda
subterránea donde tenemos a Voldermont.
Trata de usar el hechizo que ya conoces para proteger la casa. No sabemos que puede haber sido, pero podría
repetirse con actos diferentes. Antes de ir a dormir, cierra todas las ventanas. De meterse en la pileta puede convertirse
a saltar por el tejado, o hacer malabarismos con un cuchillo. Cuidalo mucho, no queremos que suceda nada.
Sobre el Ministro de magia, me comentaron que será reemplazado por uno de tu grupo, Mundungus Fletcher. Por fin
tendremos a alguien que actúe al mando.
Avísame si pasa algo con Harry. Saludos,
Albus Dumblendore
Cuando terminó, Harry se enojó. No sabía bien por qué era, si por la carta, que no le habían contado nada, o por la
frustración de que pasen esas cosas justamente en ese momento.
Enojado y triste, si saber por qué, se asomó a la ventana y se quedó mudo. La marca tenebrosa estaba encima de la casa
vecina.
Arabella se levantó de repente:
- ¿Qué? -Dijo, mirando a su alrededor. Estaba recostada en un sillón verde oscuro, que estaba cerca de un chimenea llena de
fotografías de un chico muy gordo. Miró hacia la ventana y recordó lo que había pasado. Observo a Harry con cariño.
- ¿Está mejor? Puedo remojarle otra vez el paño, si desea.- dijo, señalando el pañuelo azul a rayas que Arabella tenía en la
frente.
- No, gracias, estoy bien.- fue lo único que ella pudo articular.
- ¿En serio? Me asusté cuando se cayó allá afuera...
- ¿¡Qué pasa acá!?- Preguntó Tío Vernon, entrando en el living.
- Es que le señora se desmayó, afuera, y entré para ver que le pasaba.
- ¡Ah! Mucho gusto, soy Vernon Dursley, director de una empresa de taladros -dijo agrandándose.
- Igualmente, yo soy Arabella Figg, una auror.
- ¿Qué es eso? -le preguntó, comenzándose a enfadar, Vernon. Harry la miró asustado. Cómo Arabella no sabía que contestar,
siguió las indicaciones por medio de gestos que le hacía el muchacho.
- E-es... una especie de policía en Escocia. -Contestó, diciendo lo primero que le vino a la cabeza. -Vine... a visitar a mi
madre, Loise Fig., que vive acá cerca.
- Si.. la Sra. Fig., mándele saludos de mi parte. Ahora... no quiero ser descortés, pero en este momento están por venir unos
importantes empresarios y, si usted ya está bien, le pediría que se ausente. -Arabella lo miró enojada, pero se levantó, le
hizo una seña a Harry y se fue. Luego de salir, rodeó la casa y se sentó en la vereda de enfrente a esperar.
Cinco minutos después, Harry salió por la misma puerta y se fue a encontrar con ella.
- ¡Harry! Estás enorme... todo un adolescente. No tenía idea que vivías ahí...
- Espere un momento. ¿Usted es la famosa Arabella Figg del grupo de Sirius, Lupin, Mundungus Fletcher?
A Arabella se le llenaron los ojos de lágrimas al escuchar el nombre de Sirius. -Mira Harry...
Así se conocieron los dos. Desde ahí estuvieron muy unidos, siempre Arabella se contaba anécdotas de sus padres y cosas de
él de pequeño. Ese año, Harry, junto con Ron, Hermione y Arabella, logró atrapar a Peter Pettigrew. Muchos mortífagos murieron,
y otros nuevos se unieron. Los dementores se habían asociado con Voldermont, pero por suerte los gigantes no. Gracias a un
enfrentamiento a través de un instrumento llamado lopolizador, pudieron sacarle a Voldermont el poder (que había adquirido al
mes de renacer) de hacer magia sin varita.
Al año siguiente Voldermont empezó a atacar en Hogwarts a quien Harry tenía afecto del alumnado. Cayeron un montón: Ginny,
Fred, George, todo el equipo de quidditch, Cho, todos los de su curso en Gryffindor, Ron, Hermione y un grupo más. Los atacaba
a través de unos arquefroictidos, unos seres que atacaban mientras que dormían. Los dejaba en estada de shock, y no se podía
hacer nada hasta que contuvieran a quien manejaba a los bichos. Lo peor era, que no sólo dañaba a Harry por quedarse solo,
si no que también revelaba por quien tenía afecto. Nadie sabía que Cho Chang podía caer, y de esa forma se dieron cuenta de
que Harry sentía algo por ella (el noviazgo de ellos era secreto).
Esta pesadilla continuó hasta que, por medio de un maleficio en el cual participó Dumblendore, pudieron contener todo el
espíritu y la magia de Voldermont en una esfera de cristal. El cuerpo quedó vacío y la esfera cuidada a más no poder en
Hogwarts."
Los mortífagos no tienen tanto poder... pero... Siguió pensando Harry pero... los dementores sí terminó asustado.
Le mandaría una carta a Dumblendore, decidió, cuando sintió una ruido en el piso inferior. Bajó a investigar y vio la
lechuza de Arabella. No la usé yo para mandar algo pensó, y decidió dejar la carta arriba de la mesada, así cuando se
levantaran la verían. Estaba por depositarla cuando, sorprendido, le pareció ver un sello de confidencial con la letra de
Dumblendore. Mirando que no viniera nadie, la abrió, y logró leer:
Arabella:
Es muy extraño ese sueño que me contaste.¿ Harry está bien? Preguntale si sufre dolores de cicatriz, o si se
siente extraño .Por aquí está todo normal, aunque he observado unas extrañas inscripciones en las paredes de la bóveda
subterránea donde tenemos a Voldermont.
Trata de usar el hechizo que ya conoces para proteger la casa. No sabemos que puede haber sido, pero podría
repetirse con actos diferentes. Antes de ir a dormir, cierra todas las ventanas. De meterse en la pileta puede convertirse
a saltar por el tejado, o hacer malabarismos con un cuchillo. Cuidalo mucho, no queremos que suceda nada.
Sobre el Ministro de magia, me comentaron que será reemplazado por uno de tu grupo, Mundungus Fletcher. Por fin
tendremos a alguien que actúe al mando.
Avísame si pasa algo con Harry. Saludos,
Albus Dumblendore
Cuando terminó, Harry se enojó. No sabía bien por qué era, si por la carta, que no le habían contado nada, o por la
frustración de que pasen esas cosas justamente en ese momento.
Enojado y triste, si saber por qué, se asomó a la ventana y se quedó mudo. La marca tenebrosa estaba encima de la casa
vecina.
