Existe sólo un momento en el que Obito Uchiha se permite sacarse la máscara fuera de su kamui, y es cuando se encuentra a solas con las primeras luces del amanecer.
Firmemente erguido frente a una pequeña cueva, observa el espectáculo del añil inundándose de rayos rosados y naranjas. Es una visión que siempre lo calma y le da sosiego. Es algo tan hermoso.
Cuando está solo en medio de la naturaleza procura no perderse amaneceres como ese. Incluso si está en una misión con el molesto chico que él mismo se había ofrecido a vigilar de cerca y que ahora duerme en el interior de una pequeña cueva, está dispuesto a asumir el riesgo.
Es peligroso desenmascararse ahora, lo sabe, más piensa que no será atrapado. Puede oír la respiración de Deidara, suave pero profunda, sin cambios desde hace más de una hora. Sin dudas, está dormido.
Se vuelve para observarlo, una sombra de inquietud se agita en su interior. La luz cálida comienza a filtrarse por la angosta entrada de la cueva y choca contra el protector de frente rayado de la Roca. Ilumina su cabello como el heno, destaca su nariz, esos pómulos redondeados, las mejillas sonrosadas, la boca perfecta apenas entreabierta.
El ninja enmascarado sacude la cabeza, como últimamente hace cada vez que le ataca un pensamiento de ese tipo.
Vuelve la mirada hacia la bola de fuego que parece una gran yema de huevo en el horizonte y lo ilumina todo con una bella luz amarilla, expulsando nubes de contornos carmín hacia los límites de su visión. Suspira con una pequeña sonrisa, la única que se permite tener más allá del recuerdo de Rin, antes de bajarse la máscara y penetrar en la fría cueva. Allí se detiene centímetros enfrente de su compañero, apenas tapado con la túnica de las nubes rojas.
Deidara. Aquel torbellino necesario. Con una apariencia casi vulnerable, pero, ante todo, siempre hermoso, detrás de las largas pestañas pintadas. Obito parpadea con fuerza, sin querer creerse el monólogo de su mente. La incomodidad estalla al fin en su cuerpo. Aprieta sus dedos enguantados, se agacha sigiloso hacia el muchacho. De verdad quiere eliminar su confusión con una navaja, hacer lo necesario para ponerle fin a sus sospechas.
Saca un kunai y lo coloca en la garganta desnuda a la velocidad del rayo, ejerciendo apenas algo menos que la presión justa. La sangre en sus venas se enfría de repente.
Deidara se queja, ojos aún cerrados.
–Tobi, por un momento casi creí que no serías como el resto de los shinobi, hm.
Un ciempiés ha rodeado a Obito. Algo que sería el final del juego para muchos, sopesa, pero no para él.
Utiliza el kamui de los hombros hacia abajo, como para decirle que él puede con todo, y el ciempiés cae al piso, abrazando a la nada. Acto seguido, Obito aparece arrodillado a su lado, un poco más allá de su posición original.
Deidara se incorpora como empujado por un resorte, y esta vez sí abre los ojos, para inclinarse sobre él impulsivo
–¡¿Cómo hiciste eso?!– le curiosea enseguida, sin importarle el kunai aún en la mano de su discípulo.
La túnica se desliza y muestra primero los hombros, luego su torso y espalda desnudos. Obito no puede evitar distraerse mirando un poco.
–Los ninjas ocultamos nuestras técnicas, senpai– canturrea, dejando caer el arma al suelo.
–Pero aquí somos un equipo y debería conocer tus técnicas más básicas para funcionar bien, hm. A menos que esa sea tu técnica estrella.
Obito sonríe tras la máscara.
–Magia.
Deidara lanza un bufido de risa ante el desplante. Gira los ojos y prefiere cambiar el tema.
–¿A qué viniste? ¿Ya cayeron?– pregunta, en referencia a las víctimas que les marcó Pein.
Obito se pierde en la redondez del hombro desnudo. La espalda encorvada parece tan suave. Cree ver un lunar, pero la túnica le estorba la visión y eso le irrita brevemente.
–Disfrutando las vistas, eh– Deidara se endereza y se levanta el cabello, mostrándole al desnudo su cuello y nuca –. Ahora creeré que intentabas degollarme para no volverte homo, hm.
Para sus adentros, se ríe de su ocurrencia, imaginando al inocente Tobi en esa situación. Finalmente se suelta el cabello y se incorpora con un sonoro bostezo, masajeándose los hombros, disfrutando del leve calor del sol naciente en su piel semi bronceada. Entonces recuerda que es la hora acordada para iniciar su próxima guardia, y que por ello Tobi había ido a despertarlo como es habitual entre los shinobi adolescentes.
Obito no sabe qué responder. Menos aún cuando lo ve en ropa interior y despeinado, apurado por vestirse.
–El senpai tiene mucha imaginación.
Es lo único que logra articular.
Y maldice para sus adentros cuando aquella piel deja de estar al alcance de su visión.
–Algún día caerás, hm– se escucha osada la respuesta, y el tono de voz del rubio lo deja más confundido que cuando meditaba a solas frente al amanecer.
Deidara lo dice por decir. Le da igual si cae o no. Aunque si cayera, mejor.
Compone su habitual media coleta y se aleja hacia la entrada de la improvisada guarida en busca del sol.
Y Obito queda inmóvil, las manos nerviosas crujiendo en un puño impotente, intentando dilucidar qué es lo que está pasando, queriendo saber por qué esa mañana Deidara se ve más hermoso que el amanecer.
Creía que no llegaba pero lo hice. Es tarde pero lo logré. Me ha salido algo muy corto, se nota que hace tiempo que no escribo. Pero quise probar otro estilo narrativo, y aunque me costó mucho creo que me gusta el resultado final. No sé bien cómo clasificar este fic, pero estoy feliz de escribir de nuevo y de poder participar en la week. Es un año muy ajetreado y comienzo con la tesis, por lo que los fics están muy en hiatus, pero jamás abandono a Encuentros, Consecuencias, Vasana y compañía. El ObiDei es muy importante para mi y bello, como este prompt lo indica. En la cuenta de tumblr tobideiweek punto tumblr se están compartiendo cosas muy bonitas, hay unos fanarts muy bellos. Uno del prompt "Beautiful", donde Deidara descubre el rostro con cicatrices de Obito, lo acaricia y le dice que son hermosas, es de los aportes más poéticos de este año. También hay uno de vampiros muy sexy, y uf, la aventura en paracaídas de Alphabetta no tiene desperdicio. Publicaré este fic también en Ao3, a ver si comienzo a copiar todos mis fics allí porque no confío mucho en últimamente, los mensajes y reviews no llegan, #eldesastre.
Ojalá estén disfrutando de la week, sea cual sea el momento en que leen esto. Me voy a trabajar y a rogar por llegar con otro fic para el último día. Sayo y feliz Tobidei Week 2022!
