¡Por fin tengo de atraso unos días! Esperemos que la próxima lo publique incluso antes de que culmine el mes.

ONE PIECE NI SUS PERSONAJES ME PERTENECEN, PERO LA HISTORIA SÍ

Sin más que decir ¡A leer!

THE REALLY IMPORTANT

CAP 13

DEBILIDAD EN LA FORTALEZA

Nami lloraba, lloraba mucho, no sabía porqué, pero se sentía muy mal verla llorar, como si me doliera el pecho. Quise decirle algo pero no se me ocurrió qué, no era muy bueno para hacer cosas reconfortantes, ni tan listo como Ace para decir algo importante que la hiciera sentir mejor. Ella seguía allí llorando, estaba sobre la arena cubriéndose la cara, no tenía que hacerlo, jamás me burlaría; el olor salado del mar llegó a mi nariz, al igual que sus quejidos a mis oídos y cada vez que los escuchaba intentaba pensar más rápido.

Las palabras no salían de mi boca, quería preguntarle si le dolía algo, Chopper siempre podía ayudar y si alguien le había hecho daño, lo encontraría, lo golpearía y no permitiría que volviera a lastimarla porque eso hacen los nakamas; pero no podía. De pronto se lanzó hacia mí y sus brazos cruzaron mi cuello, mi camisa empezó a mojarse, seguía llorando.

-Solo... Quédate así...- dijo en voz muy bajita, casi no la escuchaba ¿Acaso podría leerme la mente?

La rodeé con mis brazos también, mi cuerpo se movía solo pero no me molestaba. Nami olía a mandarinas, me gustaba mucho; parecía que estaba funcionando porque no la escuché llorar más, la escuché agradecerme, quise decirle que es lo que haría cualquier nakama pero nuevamente no pude. Era extraño, pero sentía como si ya hubiera hecho todo esto antes.

Nami empezó a desaparecer entre mis brazos, mi cuerpo no se movía ¿Qué estaba pasando? Si no hacía algo Nami terminaría de desaparecer ¡Muévete! ¡Muévete! Solo podía verla irse ¡Por qué no podía ayudarla! Sus ojos me miraron, estaban rojos y lágrimas volvían a salir

-¡Quiero estar contigo y los demás! ¡No quiero estar sola!-gritó mientras terminaba de desaparecer y yo no pude hacer nada

.

Olía a esa fea mezcla de remedios y detergente, mi pecho dolía mucho. Algo me refrescaba la nariz y la boca, quería agua. Intenté abrir los ojos, era difícil, estaban pesados; apenas abría un poco una luz fuerte me cegaba, cuando por fin lo logré todo parecía borroso, solo veía puras cosas blancas y nada más.

-¡Luffy! ¡Por fin despiertas! ¿Tenías un mal sueño? Estabas muy inquieto y estás un poco sudado. Casi llamo a la enfermera, menos mal despertaste.

Reconocía esa voz, pero estaba un poco lento como para responder a ella, mi cabeza se sentía como las pesas de Zoro; estaba empezando a odiar también esa sensación de no recordar las cosas, todo era confuso, imágenes borrosas aparecían en mi cabeza pero no terminaba de distinguir que había pasado. El techo era blanco, las paredes también, incluso los muebles, mi ropa y la cama...

¡Estaba en un hospital!

Mi pierna estaba vendada y mis manos atadas a la camilla. El pecho me dolía ¿Estaba herido allí? ¿Por qué dolía tanto?

¡Nami!

¿Había sido un sueño? Lo recordaba, ella llorando, yo sin moverme.

¡Tengo que ayudarla! Me intenté levantar de golpe, pero mis manos amarradas me lo impidieron, estaba débil y muyy lento. Lo hice de nuevo, las cuerdas no me dejaban; Nami me necesitaba no podía quedarme acostado sin hacer nada. De pronto todo me vino a la cabeza, la isla, el tipo ese de nariz fea cómo se llamaba... Arnold... Aron ¡Arlong!

-¿¡Dónde está Nami!?-grité, capaz el abuelo la había encontrado o Zoro. No pudo haberse quedado en esa isla con el nariz larga.

Alguien rió

-Te despertaste tal como dijo Zoro que lo harías, fue una buena idea amarrarte. Nunca cambias Luffy.

-¡ACE!

Estaba en una camilla al igual que yo, con muchas vendas en el pecho y en los brazos, parecía una momia como de la película ¿Qué le habría pasado? Quería hablar con él, pero tenía que encontrar a Nami primero, el dolor en mi pecho seguía allí. Intenté con todas mis fuerzas levantarme nuevamente, aunque era inútil. Si no me apuraba ella...

"Vete a casa, no nos volveremos a ver""

"Estoy segura que lo que te dijo lo hizo para protegerte"

"Siempre ha tenido esa mala costumbre de sacrificarse por los demás sin pensar en ella"

Volví a jalar las cuerdas, ella disfrutaba estar con nosotros, se veía feliz y cuando me dijo aquello parecía tan extremadamente triste. Todo por culpa de ese nariz larga.

"¡Quiero estar contigo y los demás, no quiero estar sola!"

"Nami es solo una ladrona mentirosa"

-¡LUFFY!

Un golpe en mí mejilla me hizo detenerme, no dolió demasiado.

-Deja de hacer eso, se te abrirán las heridas. - me dijo Ace sentándose en mi cama.

-Pero Nami...

Se acercó a mí y me dio un abrazo, el dolor en mi pecho pareció amenguarse un poco, aun así sentía esas ganas de...

-Yo... No pude ayudarla Ace, soy muy débil- dije muy bajito- ¿Por qué me duele tanto el pecho?- una lágrima salió de mis ojo, no quería llorar, mi abuelo decía que era de gente débil y yo tenía que ser fuerte, menos en frente de Ace, pero ese dolor se hacía más fuerte.

-Es porque tienes muchas cosas adentro Luffy.

- ¿Muchas cosas?- no lo entendía

-Impotencia puede ser, tristeza, rabia... Está bien llorar, desahógate. No le diré a nadie, las personas fuertes también necesitan un respiro aunque no lo creas.

Lo dejé salir, no pensé nada, siempre podía confiar en Ace y siempre tenía razón.

No sabía cuánto tiempo había pasado, pero el dolor en mi pecho era mucho menos, me sentía como una pluma. No lloraba desde que era chiquito y el abuelo y papá me regañaban con un golpe fuerte; nunca lo hacía por más que no me gustara algo, porque siempre es mejor actuar que no hacer nada si quieres algo, aunque sea más difícil y tardes más. Algo como el entrenamiento de Zoro, mientras más duro entrena, más fuerte se hace; pero esta vez...

-Nami está bien.

Me sorprendí mucho al escucharlo ¿Ace conocía a Nami? ¿Dónde la conoció? Ace nunca mentiría. Lo miré con más atención, se veía un poco cansado ¿Estaría bien que se haya levantado de su cama? Era aburrido estar acostado. De seguro estaba bien, Ace era muy fuerte.

-Me encontré con Nami la semana pasada en una fiesta de esas que te aburren- empezó como si me fuera a contar una de esos viajes que hacía de negocios, a veces eran muy divertidos- en esa fiesta estaba Nami, tenía una misión al parecer y como yo también tenía una, nos unimos. No diría que tuvimos éxito, pero tampoco que fracasamos, lo único que sé es que logró escapar, me salvó la vida incluso.

-¡De verdad!

-Así es- sonrió de oreja a oreja- Nunca te había visto tan preocupado por una chica.

-Nami es mi Nakama, es normal que me preocupe por mis nakamas Ace. Tú mismo me dijiste que debía hacerlo como si fueran mi familia.

Me miró como si hubiera dicho algo gracioso.

-Aun eres un niño Luffy- se echó a reír.

-¡No soy un niño!- no sé qué le parecía tan gracioso

-Si si

Me olvidé de las burlas de Ace por un momento, mi estómago empezó a sonar. Necesitaba carne para buscar a Nami, me volvería fuerte y no pararía hasta encontrarla; por lo menos sabía que estaba bien.

-¡TENGO HAMBRE!

La puerta se abrió de repente, creí incluso que se rompería la pared.

-DEJA DE GRITAR MOCOSO QUE ESTAMOS EN UN HOSPITAL

-Pero también estás gritando shishishi.

-No te golpeo solo por no dejarte más tonto de lo que estás- me empecé a reír con más fuerza y me miró feo-Aunque debería, te ves en perfectas condiciones.

El viejo siempre resultaba bastante gracioso, realmente agradecía que no me pudiera pegar, ya que lo hacía bastante fuerte, era peor que las patadas de Sanji o las de Zoro.

-No te atrevas a ponerle un dedo encima a mi bebé Garp ¿No ves que sobrevivió a una situación traumática?- dijo mi mamá entrando a la habitación, para llegar a mí y empezar a toquetear mi cara, era un poco fastidioso, pero no me molestaba del todo.

-Te lo vuelvo a decir Marie, lo tienes demasiado mimado.

Siguió revisando mi cara en busca de algo al parecer. Dejó de hacerlo y se quedó viéndome fijamente

-¿Tengo algo en la...

- Me alegro mucho que estés bien Luffy, andaba muy preocupada- dijo abrazándome con fuerza- te sacaré de aquí de inmediato, iré a terminar el papeleo. Tu padre te espera en casa.

Antes de salir se detuvo y puso esa mirada con la que siempre nos regañaba a Ace y a mí cuando jugábamos en el jardín y entrábamos a la casa llenos de lodo. Daba un poco de miedo, pero no me estaba mirando a mí, menos mal shishishi.

-Ace...

Ace tembló un poco y tragó con fuerza.

-Vuelve a tu cama de inmediato.

-Sí, madre.

La puerta se cerró y Ace se acostó nuevamente en su camilla del feo color blanco, definitivamente era el color que más odiaba. Combinaría perfecto con el negro, tipo las banderas con esas calaveras geniales; una vez intenté dibujar una, Zoro dijo que había quedado horrible shishishi, pero seguro andaba envidioso. Mi estómago volvió a sonar...

-Viejo ¡Tengo hambre!

Suspiró

-Eres un caso perdido mocoso. Iré por las enfermeras.

La puerta se cerró nuevamente, quedando Ace y yo solos. Era raro verlo con todas esas vendas, Ace era muy fuerte y casi nunca se hacía daño.

-Oye Ace ¿Qué te hiciste allí?- le pregunté señalando sus brazos.

Me miró un poco sorprendido y luego empezó a restregar su cabello. Siempre hacía eso cuando le hacía preguntas que según él, eran difíciles de responder.

-Verás... Hubo un pequeño incendio en la misión que te comenté y me quemé un poco.

-¿Un incendio? ¡Saliste de la aburrida oficina! ¡Cuéntame!

Siguió pasando la mano por su cabello, no había hecho ninguna pregunta rara, que supiera.

-Bueno supongo que puedo contártelo, pero no le digas nada a papá. Es nuestro secreto- pidió mientras me sonreía.

-Te lo prometo por toda la carne del mundo Ace shishishi.

-¿Recuerdas a los Trafagal?

-A Torao, claro que lo recuerdo. Siempre anda con cara de limón agrio como Zoro, pero es divertido.

Ace sonrió

-Ese mismo, su padre estaba creando un virus muy peligroso que podría matar un montón de personas, solo por el dinero que le produciría vender la cura. Mi deber era detenerlo, ahí fue donde me encontré a Nami con Arlong y...

-¡El tipo de nariz fea!

Ace me miró como si me hubiera salido otra cabeza.

-¿Lo conoces?

-Ese es el maldito que lastima a Nami, lo conocí en la celda. Tengo que derrotarlo para que la deje en paz.

-Es verdad que fue él quien te secuestró. Luego tienes que contarme sobre eso. Por ahora voy a terminar mi historia.

Ace me contó que Nami lo ayudó a encontrar al padre de tomeo y que se topó con una mujer extraña que era bastante fuerte, me hubiera gustado verlo, Ace se enfrentó a ella y Nami ayudó a Tomeo, pero después una bala dio con un tanque y se produjo el incendio. Nami logró activar la alarma que apaga los incendios y escapó, era bastante genial, por eso era mi Nakama. Luego le conté todo lo que pasó en esa isla, me gustó contarle como escapé y encontré a Zoro shishishi, fue muy divertido, pero dejó de serlo cuando recordé lo que dijo Nojino y como me fui. Me enojaba demasiado como habló ese tipo de Nami, como si le perteneciera y pudiera hacer lo que quisiera con ella.

Ace no me interrumpió ni una vez, no sabía cómo lo lograba, me costaba no decir nada cuando él contaba sus relatos, no podía evitarlo eran increíbles. La carne llegó justo cuando terminé y no hablamos más de eso ¡La carne es muy importante! Estaba riquísima, sentía como si hace años no la hubiese probado...

Luego de unas horas ¿Tal vez? Llegamos a casa, mi mamá dijo que me pondría guardaespaldas, no me gustó mucho la idea, podía cuidarme solo; lo que pasó solo fue porque me distraje, pero me pareció divertido cuando me dijo que Zoro se había ofrecido. Si Zoro se perdía siempre como iba a cuidarme shishishi. Le pregunté también si Sanji podía serlo y aceptó, también le gustaba mucho la comida de Sanji y sabía que era fuerte.

No necesitaba que me cuidaran, pero ahora ambos tendrían que estar siempre conmigo, no me aburriría shishishi; sí que se me ocurrían ideas geniales. Tuve que usar una muleta muy incómoda para llegar a mi cuarto, me dolía un poco la pierna, ya le diría a Chopper que me revisara bien, era mejor que todos esos del hospital; de seguro me decía algo para curarme más rápido. Tenía que apresurarme a buscar a Nami.

-Luffy cariño, tu padre te está esperando en su oficina. Ten cuidado con las escaleras; iré a resolver unos asuntos y volveré a casa a cuidarte.

-Puedo cuidarme solo mamá

-No me demoro- dijo antes se irse corriendo, siempre quería hacer las cosas ella pero al final se distraía y me dejaba tranquilo shishishi, era mejor así.

Subí los escalones, a veces me dolía un poco la pierna, solo un poco. Me tardé más de lo normal pero lo logré, las chicas que limpiaban quisieron ayudarme, hubiera sido más fácil, así no podría contar cómo entrenamiento. Debía volverme mucho más fuerte.

-Te estaba esperando, aunque esperaba que te tardaras un poco más, lo siento- habló mientras dejaba de ver unos papeles que se veían bastante aburridos.

Cerré la puerta y me senté frente a su escritorio, no me gustaba la oficina, solo habían puros libros y nada interesante qué hacer.

-Cuéntame qué pasó desde el principio.

Le dije lo mismo que a Ace, igual que él, me escuchó sin decir nada.

-Siento que haya pasado eso, le indiqué a tu madre que te buscar protección, ya que no pudiste solo

-Yo si pue...

-No quiero protesta alguna Luffy, deberás entrenarte más. Ahora escúchame, te pueden hacer daño para usarlo en mi contra, debes ser más cuidadoso, por suerte tu abuelo se ocupó de todo. No te debes preocupar más por Arlong, nos encargaremos de atraparlo, ya lo teníamos en seguimiento de todas formas y con respecto a esa chica Nami, no la vuelvas a ver, ni tengas contacto alguna con ella. Es una criminal al igual que Arlong.

-¡Nami no es una criminal!

Mi padre pareció sorprenderse.

-¡Quiero encontrarla! Ella no es mala.

-No es tu asunto Luffy, está involucrada con Arlong y es mi deber confinarla independientemente si fue bajo su voluntad o no. No puedo hacer nada al respecto.

-¡No me importa! ¡Nami es mi Nakama!

-¡Suficiente!-gritó golpeando el escritorio- Te olvidarás del asunto, volverás a la universidad y te esforzarás para poder ser digno de controlar nuestras empresas junto a Ace.

-¡No lo haré! Nami es mi Nakama y voy a encontrarla.

No esperé a que me dijera algo más y me fui de la oficina, tiré la puerta, estaba muy enojado. Nunca me opuse a nada porque una vez terminara la carrera y dirigiera un tiempo las empresas podría comprar un barco con mi dinero y recorrer el mar con mis nakamas. Eso siempre me lo decía Ace.

Las clases eran muy muy aburridas, pero conocí a muchos Nakamas, así que me esforcé en no ser tan tonto y pasar los exámenes, era muy difícil, solo ver las letras y los números me mareaba y alguien tenía que explicarme varias veces; pero le había dicho a Shanks que algún día sería tan libre como un pirata y conocería sitios nuevos, no podía rendirme. Pero como podría hacer eso sí no era capaz de proteger a mis nakamas. No iba a abandonar a Nami, no me importaba que él me lo prohibiera.

-Oi Luffy ¡Espera!

Me detuve solo porque era Ace, quería golpear algo.

-Vas demasiado rápido como para tener una muleta

-¿Qué pasa?

-¿Por qué te ves tan molesto? ¿Zoro se negó a venir? Jajaja

-Ahora no Ace.

-Oi Luffy, lo siento, lo siento. Parece algo serio, capaz pueda ayudarte- él siempre tenía una solución a todo.

-Papá me prohibió buscar a Nami, pero no me importa porque yo...

Ace se apresuró a ponerme una mano en la boca.

-oueysef Aejce

Puso un dedo en su boca y supuse que debía quedarme callado, confiaba totalmente en Ace.

-Vamos a mi habitación.

Una vez llegamos me senté en su cama, me sentía cansado, mis piernas temblaban.

-Ahora dime exactamente qué dijo papá.

Le conté todo sin guardarme nada, al recordarlo me venía nuevamente el enojo, pero si alguien podía ayudarme era Ace.

-Bien Arlong es muy peligroso, en la misión que hice logramos capturar a varias personas relacionadas con él y hablaron sobre Nami como su aliada, además de varios negocios que tenían con él, que nos dan las pruebas que necesitábamos para atraparlo.

-Nami no

-Sé que Nami no es una mala persona Luffy, también me gustaría ayudarla tomando en cuenta lo que me dijiste. No tengo ningún dominio sobre los planes de papá, más bien lo que hice fue en contra de lo que él realmente quería, pero no pudo impedirlo. Tu puedes hacer lo mismo-me tomó de por hombros- no tengo poder sobre la armada, pero si puedo sacarle información a papá de qué día irán a por Arlong, están esperando que vuelva a Cocoyachi. Forma un grupo de Nakamas con los que puedas ir a rescatarla de forma que no quede involucrada mortalmente o Arlong decida deshacerse de ella.

Ace decía demasiadas cosas muy rápido, pero me esforcé en entender, el tipo de nariz larga podía matar a Nami y ella también podría morir en el enfrentamiento por la armada.

-No te preocupes por el armamento. Solo ocúpate en fingir que estás llevando tu vida, entrena y espera a que te avise. Si papá o el abuelo lo descubren, no podré hacer nada Luffy.

-¡Ace eres el mejor shishishi!

Puso una mano en mi cabeza, para revolver mi cabello.

-Lo sé, lo sé. Padre me llamó, concéntrate en descansar.

Acepté puesto que me sentía muy cansado y eso que estuve una semana en el hospital, así no podría entrenar. Me tiré en la cama de espaldas, el collar rebotó contra mi pecho haciéndome cosquillas, aun recordaba cuando Shanks me lo dio.

Ese día estaba jugando con Ace a las atrapadas, estábamos en la playa, aún puedo recordar los rayos de Sol súper brillantes y el olor del mar; me perdí, me parecía a Zoro shishishi, choqué con unos hombres que eran bastante feos y me empezaron a golpear, pero nunca pensé en rendirme, eso es de cobardes y yo no era un cobarde. Luché con ellos hasta que no sentí mi cuerpo, uno iba a golpearme otra vez, pero Shanks me salvó, no pude ver bien la forma genial en que los derrotó.

"Eres muy valiente niño"- me dijo con una sonrisa gigante aunque le estaba sangrando la frente.

"No soy un cobarde"

"Claro que no" "Habrías Sido un buen pirata en tú época eh"- me cargó, aunque no sentí casi nada.

"¿Un pirata?"

"Así es, un hombre libre y valiente que lucha con sus enemigos en el mar mientras descubre sitios impresionantes"

"Quiero ser un pirata..."

"La verdad es que yo también, pero en estos tiempos no existe algo como tal niño. Me llamo Shanks por cierto, debemos buscar a alguien que te cure ¿Cuál es tu nombre?"

"Soy Monkey. D Luffy"

"Así que Luffy eh" "Parece que te andan buscando"

"Quiero ser un pirata, ser valiente y visitar muchos sitios nuevos en el mar, no quiero irme a casa"

"Así que te gustó la idea" "Te daré esto, perteneció a un gran pirata y desde entonces mi familia lo ha conservado"

Me dejó en la arena

"Si nos volvemos a encontrar y cumples tu sueño, podrás devolvérmelo. Te ayudará a recordar lo que eran los piratas. Adiós niño"

No volví a ver a Shanks, pero nunca olvide a los piratas. No dudé en dárselo a Nami, Shanks también lo hubiera hecho, porque ella también quería ser pirata y quería que fuera valiente y no lo olvidara. Se lo podría explicar a Shanks cuando lo viera, que Nami necesitaba recordarlo mucho más que yo

-Gomu mierdoso- ese era Sanji pateando la puerta shishishi- Cómo te atreviste a ponerme de niñero sin consultarme.

-¿Trajiste comida?

-Tú...- suspiró y me dió una bolsa que olía delicioso

-Solo lo hice porque Marrie-san me lo pidió-dijo haciendo esas poses raras que siempre había y dando vueltas por la habitación.

Sanji siempre era muy divertido shishishi

-Tan desagradable como siempre ero-cook

Apreció Zoro, tenía una venda en el brazo, parecía estar bien, recordaba como esa bala le dio. Zoro era bastante fuerte shishishi.

-Tan entrometido como siempre marimo de mierda ¿No te perdiste en el camino?

-¿Que insinuas perver...

-Luffyyyy- gritó Chopper lanzándose encima de mí con lágrimas ¿Por qué lloraba si estaba bien?

-Hey Chopper

-Estaba preocupado por ti idiota

-Estoy bien Chopper, además si tengo algo mal tú eres el mejor doctor que hay.

Chopper se separó de mí y empezó a hacer poses extrañas también shishishi

-No me voy a alegrar solo porque me digas que soy el mejor idiota estúpido.

-El gran Usopp tuvo que pasar por grandes peligros para poder llegar hasta ti, gracias a mí estás sano y salvo. - exclamó sacando el pecho como esos héroes geniales se las revistas.

-¿De verdad?- Usopp era increíble, como habría hecho-No te vi en la isla

-Eso es porque... Porque por supuesto el gran Usopp estaba escondido para no ser descubierto mientras operaba

-¡Con razón!

-No seas idiota Luffy- dijo Zoro golpeando a Usopp en la cabeza shishishi, debió haber dolido- Son puras mentiras. Salimos vivos a duras penas de allí gracias a tu abuelo.

-Iteee, como te atreves a decirme mentiro...

Zoro se quedó viendo a Usopp con su cara de limón agrio

-Discutiremos luego ese punto jajaja. Siempre hay tiempo no hace falta hacerlo ahora Luffy.

-Acaso huiste marino de mierda- gritó Sanji dándole una patada a Zoro.

Él la esquivó e intento golpearlo. Se veía divertido, ojalá pudiera unirse, pero se sentía muy muy cansado. Pero podía ver todo con claridad, sus nakamas conformaban un equipo perfecto, podrían salvar a Nami juntos.

-¡Oi!-grité para que me prestaran atención-¡Vamos a rescatar a Nami!

Escuché varios gritos, pero estaba muy cansado, mis ojos se cerraron de inmediato. Me sentía feliz, pues pronto iniciaría una gran aventura.

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.

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Debo admitir que tuve toda la intención de publicar lo antes posible, pero me costó muchísimo escribir en este capítulo, meterse en la mente de Luffy es todo un reto que capaz solo pude completar a medias. Aun así quise que Luffy tuviera sus momentos también de debilidad emocional, donde todas esas cosas que siempre afrontar sin pensar tengan una repercusión en él, como el llevar una vida que no es de su agrado, al asistir a una universidad, hasta el punto de haber fracasado al ayudar a Nami y en cambio generarle una carga al ser secuestrado. Por supuesto, todo explota en ese hecho que es significativo, ya que él se preocupa profundamente por las personas que quiere.

Disculpen si el capítulo llegó a ser lento o pesado, en el próximo tanto él como Nami tendrán acción y la historia empezaría a entrar en su desarrollo cumbre. Ya saben que si tiene alguna crítica constructiva, sugerencia o comentario estaré encantada de verlo. Nos vemos