Bueno, pasaron muchas cosas desde que dije que iba a retomar la historia, una de ellas fue que se me dañó el celular donde tenía la mitad escrita y tuve que empezar de nuevo, pero quedé conforme con el nuevo resultado, capaz las cosas pasan por algo. Espero que a ustedes también les guste, no queda mucho para terminar esta historia y que ustedes no tengan que seguir esperando por mí que soy medio desastrosa. Nuevamente, espero también me disculpen por ello.

ONE PIECE NI SUS PERSONAJES ME PERTENECEN PERO LA HISTORIA SÍ

Sin más que decir ¡A leer!

THE REALLY IMPORTANT
CAP 16

Dolor

No había otra descripción para lo que sentía, mi pecho parecía querer aplastar mis pulmones, el aire parecía faltarme de repente y aun así era suficiente para mantenerme viva, desgraciadamente viva.

Solté la daga, ya no tenía importancia. El golpe seco al tocar la tierra fue un sonido estridente en medio del silencio que reinaba en el pueblo ahora vacío.

Todo perdió sentido, de que servía todo lo que había hecho, todos iban a morir y yo solo podía quedarme como una estúpida observando mi fracaso, el no haber podido salvarlos, el no haber podido darles su libertad, el no haber podido destruir al maldito de Arlong. Les había fallado.

JAJAJAJAJAJAJAJAJA

Esa risa gruesa y odiosa.

JAJAJAJAJAJAJAJAJA

Burlona, hiriente.

JAJAJAJAJAJAJAJAJA

Ese repulsivo sonido, se repetía una y otra vez en mi cabeza. Podía verlo riéndose de mí, inflando su pecho con su enorme ego, mirándome como una niña estúpida que había engañado, burlándose de lo idiota que había sido, disfrutando todo lo que estaba sucediendo.

Empecé a sentir las lágrimas desbordarse por mis mejillas sin poder evitarlo, dolía tanto, mi garganta se comprimía intentando retenerlas, pero era imposible.

Miré el infame tatuaje sellado en mi brazo con sus risotadas atormentándome, ese que representaba que era suya, que le pertenecía para siempre, que nunca sería libre.

Clavé mis uñas en él, lo odiaba, realmente lo odiaba, no existía descripción posible para lo que sentía, quería que desapareciera, que me dejara en paz de una buena vez.

El recuerdo vino a mi mente

Había pasado una mes desde que trabajaba para Arlong, me había esmerado siendo útil y efectiva en las tareas que me encomendaba, desde realizar planos de los sitios en los que me infiltraba, hasta robar sin ser atrapada; me descubrieron unas cuantas veces y todas ellas fui castigada en las mazmorras, sucedía lo mismo cuando cometía errores al dibujar los planos.

Aun así, me mantuve fuerte, pero ese día que llegué después de un robo que estaba complacida con el hecho de que había resultado exitoso

-"Mira, aquí están todas las joyas que pediste"- dije sacando del saco unos hermosos collares con esmeraldas gigantes.

-Oh, estás mejorando- respondió tomando las joyas- Te premiaré con ello, has demostrado ser buena para esto JAJAJAJJAJJA´

Apreté los puños, no quería ser buena en nada que lo beneficiara a él. Decidí mantenerme callada, no quería un golpe por hablar de más, en el mes que llevaba había aprendido a cerrar la boca cuando era necesario y capaz el premio le fuera de ayuda a todos en el pueblo.

-Sígueme

Lo obedecí y entramos en una habitación un poco tétrica, había una camilla en el medio, era bastante rústica con algunas paredes verdes agrietadas. Mis manos temblaban, tenía un mal presentimiento, mi mente no dejaba de crear teorías sobre qué pensaba hacerme en ese lugar

Efectivamente, no fue nada bueno.

-Hoy vamos a darte la bienvenida formal como miembro de nuestra familia- exclamó con una risa macabra en el rostro, de pronto mi terror se convirtió en pánico- ¿No estás contenta?

- Qu.. qué qui quieres decir con eso- no pude evitar tartamudear, estaba muy asustada

-¡Por fin tendrás nuestro característico tatuaje!

No pasó más de un segundo de escuchar eso antes de que me echara a correr, no obstante, no llegué muy lejos; Arlong me atrapó en seguida con sus largos brazos. Mi desesperación me volvió como un animal salvaje que sabía que estaba a punto de ser asesinado,

-NO POR FAVOR NO QUIERO NO QUIERO- grité, patalee, lloré, mordí, arañé; hasta que un golpe en mi cabeza me dejó inconsciente.

Cuando desperté, la sensación punzante de mi brazo vendado me hizo saber que estaba allí, pero el mareo y la somnolencia no me hizo caer en cuenta hasta un día después que el mismo Arlong retiró la venda y lo vi, no recuerdo más allá de haber intentado arrancarme la piel y a Arlong riéndose

-Ahora eres mía Nami

Una ráfaga de viento me devolvió a la realidad, vi la daga a mi lado. No lo pensé demasiado, la tomé nuevamente, mis nudillos se volvieron blancos ante la presión que ejercía en ella y la enterré en esa maldita marca. Una y otra vez.

Arlong no me iba a ganar siempre, lo iba a destruir, aunque fuera lo único que hiciera en toda mi vida. Me había quitado todo, ya no me quedaba absolutamente nada. Lo odiaba, era injusto, maldita sea.

-¡ARLONG!

-¡ARLONG!

-¡!ARLONG!

-¡ARLONG, ARLONG, ARLONG, ARLONG!

-AR...

Mi mano quedó suspendida en el aire, alguien me había detenido. La sangre resbalaba cómo hilos desbordantes que poco a poco dejaban de distinguirse y empezaban a verse como un mar rojo abarcando todo hasta llegar al suelo.

Mi brazo palpitaba y me mandaba fuertes corrientes de dolor al igual que mi garganta, aun así, no sé comparaba en absoluto con cómo me sentía realmente, se quedaba pequeño.

-Nami.

Su voz fue tan fácil de reconocer, como si nunca hubiera dejado de escucharla. Me hacía sentir tan patética que me viera en aquel estado, pero a esas alturas, era lo de menos. Simplemente quería que me dejara en paz, que se alejara, que me hiciera caso una puta vez.

Y al mismo tiempo quería que me consolara...

-Luffy- mi voz salió con un tono ridículamente lastimero.

La daga cayó al suelo nuevamente, pero esta vez el sonido quedó en segundo plano. Me esmeraba tanto por protegerlo y siempre terminaba volviendo ¿Que acaso no entendía que todo conmigo terminaba mal?

-¿Qué quieres? No sabes nada- intenté ser lo más despreciable que pude, pegué la mirada al suelo, no podía enfrentarlo, no ahora

- No sabes lo que ha estado pasando en esta isla los últimos años.

-No, no lo sé- respondió con simpleza, como si eso no fuera importante.

-¡No es asunto tuyo! Te dije que te fueras de esta isla ¿no?

-Sí, me lo dijiste.

Su actitud me estaba exasperando.

-¡LÁRGATE!

No sé movió ni un ápice, su figura se veía un poco distorsionada a través de mis ojos acuosos y los rayos de sol vibrantes. Por qué no podía hacer caso una puta vez Hundí mis uñas en la tierra y empecé a alzarla, era totalmente inútil, era incluso ridículo.

No tenía por qué verme así, no tenía por qué estar aquí, no tenía que estar conmigo.

-¡LÁRGATE!

-¡LÁRGATE!

-¡LÁRGATE!

-¡LÁRGATE!

-¡LÁRGATE!

-¡LÁRGATE!

-LAR...- mi voz se rompió, no podía más, seguí llorando como una niña estúpida. Me llevé la mano sana a la boca para ahogar mis gemidos.

Cuán patética podía llegar a ser no podía soportarlo más, solo quería sentirme protegida otra vez, solo él podía lograr eso, darme esperanza de que las cosas podían cambiar, de que podía ser diferente, de que tenía posibilidades de ser feliz.

Me rendí, no quería alejarlo más.

Luffy- el nombre sonó a medias en un chillido lastimero.

Lo miré a los ojos por primera vez desde que dijo mi nombre.

-Ayúdame

Podía rechazarme después de todo lo que le dije y a pesar de ello era tan él, tan Luffy, se acercó a mí y se puso a mi altura. Nuestros rostros quedaron frente a frente, su rostro estaba serio, poco común en él, mi mente estaba nublada, no podía imaginarme que pasaría ahora.

Sin decir ni una palabra me colocó nuevamente de forma un tanto tosca el collar con el sombrero de paja.

Me quedé sorprendida, ese collar que era tan importante y yo le había devuelto otra vez estaba en mi cuello, se sintió cálido, no sabía cómo un simple collar podía lograr eso pero me sentía reconfortada en cierta forma, como si fuera un bálsamo para el dolor.

Se levantó y me dio la espalda.

-¡PUES CLAROO!

-Luffy...

POV LUFFY

Iba a derrotar a Arlong como diera lugar, iba a hacerlo pagar por todo lo que sufría Nami y la llevaría conmigo para seguir divirtiéndonos juntos.

Sentía todo mi cuerpo como si estuviera amarrado con una cuerda de esas que son muy difíciles de desatar, pero no tenía nada, creo que Ace le llamaba estar tenso y solo recordar como Nami lloraba y se lastimaba hacía que sintiera esa sensación molesta, además de las ganas de golpear a Arlong.

Nadie lastimaba a mis nakama, nadie volvería a lastimarla.

Le dejé mi collar a Nami, sentía como si mi corazón fuera apretujado al verla tan triste, ella lo necesitaba más que yo, Shanks lo entendería, iba a volver por ella sin importar qué, era una promesa.

Caminé unos pasos y empecé a correr, mientras más rápido volviera con Nami mejor, lástima que no estaba Chopper para curar sus heridas, la llevaría con él cuando volviera.

Aumenté la velocidad y el viento empezó a chocar con mi cara, pero me tuve que detener de golpe, casi, por poco pego la cara al suelo me encontré con Zoro, estaba apurado, no podía perder tiempo discutiendo con él.

-Luffy…

-Tengo prisa Zoro, luego

-Siento lo que dije sobre la bru… sobre Nami, salvó a Ussop de ser asesinado.

Me sorprendió escuchar a Zoro disculparse, era un poco gracioso verlo con la cara toda roja como un tomate shishsishis, sabía que al final vería que Nami no es mala.

-No te rías idiota, es en serio.

-No se puede tomar en serio un hombre que insulta a una dama, marimo de mierda.

-Tampoco uno que es rechazado por todas, ero-cook.

-Tú… serás… cómo te atreves a burlarte los sentimientos lastimados de un caballero.

-No veo ninguno.

Sanji le dio una patada a Zoro y este la esquivó y sacó su espada para darle un golpe.

-¿A que no son divertidos capitán fufufufu?

-Se llevan muy bien shishsishishi.

-No sé en dónde ven que se llevan bien esos dos.- dijo Usopp, estaba templando shishsihsishi.

-Me alegro que te encuentres bien, sabía que Nami no podía haber hecho algo así.

-Yo por un momento pensé que nos había traicionado y que iba a matarme, pero se hirió ella misma para ayudarme a escapar. Tengo que reconocer que esa mujer tiene buenos dotes actorales, no tan buenos como los míos pero sería una buena sucesora de mi legado de aventuras.

Sonreí, Nami era increíble.

-Pero como te estaba diciendo, nadé contra la fuerte marea del mar, luché contra un enorme monstruo marino con tres aletas y filosos dientes, así el gran Usopp logró llegar a la orilla sano y salvo, para así enfrentarse con las fuerzas que le quedaban a la feroz selva amazónica.

-Sugoiiii.

De pronto Sanji y Zoro me dieron un golpe en la cabeza.

-Serás idiota.

Me dolió, no sabía por qué me habían pegado, pero recordé que tenía algo importante que hacer.

-Vamos a patearle el culo a Arlong- grité chochando mis puños.

-¡Si Capitán!- respondieron todos y aunque fuera algo extraño sentí como si siempre me hubieran dicho así y era increíble.

POV NAMI

Pasaron unos segundos desde que Luffy se fue, capaz unos minutos o tal vez unas horas. Mi cuerpo empezaba a pasarme factura con fuertes descargas de dolor al intentar realizar algún movimiento, la sangre seguía saliendo a borbotones de mi brazo y la herida de mi mano estaba abierta otra vez manchando la venda de un vívido color carmín.

Empecé a sentirme débil, pero no pensaba quedarme llorando y lamentándome hasta que Luffy solucionara mis problemas, era mi responsabilidad hacerlo.

Apoyé el peso de mi cuerpo en mi brazo izquierdo para poder levantarme, un fuerte mareo sacudió mi cabeza en conjunto con una desagradable necesidad de botar todo lo que tenía en el estómago, que por suerte no había nada.

Mi cabeza impactó sin demasiada fuerza en el suelo, a pesar de que mi brazo sano se llevó el mayor impacto no pude evitar soltar un grito al sentir el ardor producido por el movimiento brusco en mis heridas.

Empecé a llorar nuevamente, era una situación muy degradante, me sentía tan frustrada. Mi vista empezó a volverse borrosa, no quería perder la consciencia, tenía que ir hasta donde estaba Arlong, mi familia y Luffy…

-Parece que necesitas ayuda, gata ladrona.- dijo alguien mientras alzaba delicadamente mi cabeza y pasaba mi brazo por encima de su hombro, no lograba verlo por el Sol, era una sombra oscura.

Me alzó y un chillido salió de mi boca involuntariamente, mi hombro palpitaba sin cesar al igual que mi mano. Mis piernas también fueron elevadas y no pasó mucho tiempo antes de que me dejaran sentada encima de un barril como una muñeca.

-Eres muy descuidada, no se vio afectado ningún nervio importante… Esto te va a doler, muerde esto- Puso un pañuelo entre mis dientes.

No me dio tiempo de predecir si quiera lo que iba a pasar cuando un líquido que seguramente era alcohol entró en mis heridas, mordí con fuerza el paño, todo se volvió negro unos segundos y empezó a volver a la normalidad poco a poco, por un momento pensé que había perdido la consciencia.

Cuando mi vista empezó a darme lucidez, pude saber quién era.

-Law…

No podía creerlo, él realmente estaba allí, ayudándome.

-Quédate quieta- una venda apretó mi hombro con fuerza parando el sangrado que había disminuido desde hace un rato. El dolor era menos intenso.

-Tu… ¿Cómo sobreviviste?

-No hagas preguntas innecesarias.- dijo mientras apretaba más la venda a propósito ¿Siempre había sido tan arisco?

Terminó de vendar mi mano sin mucha dilación, era un toque preciso, muy profesional. Se notaba que tenía experiencia en ello, sabía mucho de medicina después de todo.

Miles de preguntas se agolpaban en mi mente, pero me las callé, sabía que no me las respondería. El alivio que me invadía de tener una culpa menos, él estaba vivo, había cumplido mi misión, algo había salido bien…

-Toma esto, no conseguí más nada acá.- me extendió una mandarina y me pareció curioso, nunca fui muy supersticiosa pero me gustó pensar que Berbemelle era la que me había ayudado, una última vez.

La abrí con cuidado, como si fuera un valioso tesoro, lo era realmente.

-Vine a cumplir mi parte del trato.

-¿Cómo supiste que estaba acá?

Me miró fijamente un segundo dudando si responderme y mi estado tan deplorable pareció conmoverlo un poco al menos.

-Fue mugiwara-el silencio reinó un minuto mientras parecía cerciorarse que no iba a morir pronto.

- Me voy.

-Llévame contigo.

La respuesta fue un firme no manifestado a través de una mirada asesina que no me resultaba en absoluto intimidante.

-Vas a ser completamente inútil. Mírate- Ciertamente aún me sentía débil, la mandarina ayudó bastante, me sentía con fuerzas para pararme por mí misma, no era suficiente, pero confiaba en el camino sentirme mejor.

-Si no me llevas tú iré por mi cuenta
Se detuvo en seco.

-Si te quedas en el camino, te dejaré.
Después de todo no era un arisco tan duro como quería aparentar.

POV LUFFY

Estábamos cerca de la entrada, no había ninguna seguridad, ningún tipo que golpear. Seguro estaba por irse, no lo dejaría escapar. Iba a tumbar la puerta, pero mi teléfono sonó con el tono de Soul kIng.

Todos me miraron feo excepto Robin que se estaba riendo, capaz no era tann discreto. Respondí rápido, solo podía ser una persona.

-Oi Ace.

-Luffy el abuelo va en camino, siento no haber podido conseguir la información antes, tienes 10 minutos antes de que llegue con toda los marines.

-Gracias Ace.

-Luffy, Cuídate.

-Confía en mí shishishishi todo saldrá bien, he sido muy cuidadoso.

-Eso es lo que más me preocupa… Estaré atento.

Ace colgó y vimos a lo lejos a las personas del pueblo, tenían lanzas, dagas y cuchillos. Estaban intentando tumbar la puerta con los hombros. Estaban bien, menos mal.

-¡Otra vez!- gritó el tipo que tenía un molinillo en la cabeza y arremetieron contra la puerta, esta empezó a agrietarse.

-Oi déjenmelo a mí. Yo me encargaré de Arlong.

-¿Quién carajos son ustedes? No les incumbe esto, Arlong nos debe mucho, se lo haremos pagar- las personas empezaron a gritar que era cierto pero no me importaba, le había hecho una promesa a Nami y la cumpliría.

-¡Nami es mi nakama, Arlong también me lo debe!

-No te metas en nuestros asuntos chico, vuelve a tu casa.

-Luffy sé que quieres a Nami pero no tienes que involucrarte en esto- me dijo la chica de cabello morado, se llamana noino, moino, algo así.

Iba a responderles que no me importaba lo que pensaran, yo iba a derrotar a Arlong, pero Zoro me tocó el hombro.

-Luffy es extraño que no hayan guardias en la puerta.

Zoro tenía razón, no había nadie. De repente escuché un ruido entre unos arbustos, tenía que ser eso, mi abuelo me lo había enseñado, que tenía que estar atento a los más mínimos sonidos extraños porque el enemigo siempre buscaría tomarte por sorpresa, eso solo podía significar que..

-¡CUBRANSE!

.

.

.

EL próximo cap se viene la pelea final de esta historia, estoy emocionada por ello, me gusta mucho escribir escenas de acción, resultan más sencillas que las sentimentales que en este capítulo me pareció complejo describir algo tan fuerte como los sentimientos de Nami en un momento así a pesar de que me vi la escena como 20 veces al igual que expresar los sentimientos de Luffy. Espero sinceramente no terminar el año sin terminar esta historia
Saludos y muchas gracias a los que han estado comentando y al tanto de esta historia, me motivan mucho a hacer el esfuerzo de terminarla.

En fin me disculpo por lo corto del cap, el próximo será más largo, prometido.

¡Nos leeremos pronto!