Duelo por los vivos

Por Nochedeinvierno13


Disclaimer: Todo el universo de Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.

Esta historia participa en el Drabblectober de "[Multifandom] Casa de Blanco y Negro 3.0" del Foro "Alas Negras, Palabras Negras".

Prompt: Prohibido.


Abril, 1996. La Madriguera.

Se iban a cumplir dos años desde que se gradúo de Hogwarts y Percy Weasley podía decir que su vida estaba tomando forma.

Había conseguido el puesto se Asistente Junior del Ministro de Magia y el señor Fudge estaba más que conforme con su desempeño. Siempre se deshacía en halagos hacia su persona y le decía lo lejos que llegaría. Bill podía tener a sus momias y Charlie a los dragones, pero él era el único que podía labrarse una verdadera reputación en el Ministerio.

Penny, por su parte, también había entrado en la burocracia mágica. Más concretamente en los Servicios Administrativos del Wizengamot. Aunque su sueldo no era la gran cosa, le daba para pagarse un modesto piso en la zona más barata de Londres. Almorzaban casi todos los días juntos. Al no tener a Oliver de por medio, Percy se sentía como cuando tenían doce años y pasaban horas hablando de cualquier cosa.

Con Oliver se podría decir que las cosas estaban bien.

Él estaba audicionando para varios equipos de quidditch, pero no conseguía más que calentar el banco de suplentes. Los entrenadores no dudaban de su potencial, pero no se sentían seguros de poner a un novato profesional en el campo. Y eso hacía que Oliver se sintiera frustrado. Percy no le preguntaba al respecto porque, al instante, se le ensombrecía la mirada.

«Ya encontrará el equipo ideal para él», era su pensamiento.

Pensaba que tendría más tiempo con Oliver antes de que eso sucediera. Más tardes viendo la puesta del sol en la Madriguera; más noches clandestinas, ahogando gemidos en la almohada para que sus padres no los escucharan. Tan íntimo, tan prohibido.

Su madre no veía nada de malo en el hecho que compartieran habitación, teniendo en cuenta que ya habían sido compañeros en la época de colegio. Claro que ella no sabía lo que hacían cuando la noche caía.

Por alguna razón, Percy no había hablado con sus padres al respecto. No le genera vergüenza o incomodidad, simplemente no quería que el trato cambiara. No quería responder preguntas sobre cómo había sucedido o cuándo porque ni siquiera él sabía la respuesta. Quizás los sentimientos siempre habían estado allí, agazapados, aguardando el momento justo para surgir.

Y a veces sentía temor por el amor tan inmenso y arrebatador que sentía por Oliver. ¿Qué no estaba dispuesto a hacer por él?

Por eso no estaba preparado para que Oliver le dijera que un equipo francés le había ofrecido un contrato por cuatro años.

—No sabía cómo decírtelo —se excusó—. Ya sabes cuánto deseo ser un jugador profesional. Y si bien pensé en trabajar en el Departamentos de Deporte y Juegos Mágicos…

—No es lo que quieres para tu vida —completó Percy—. Lo entiendo, Oliver. —Lo besó en la nariz, en los labios, en el cuello, para que no viera sus ojos húmedos—. Prométeme que vendrás a verme.

—Vendré tantas veces como pueda.

Le quedaba esperar que cumpliera su palabra.