EL EMBLEMA DE LA ARMONÍA

EL EMBLEMA DE LA ARMONÍA

Por: Ariadna

Capítulo 5: ¡Los estabamos buscando!

Todos estaban intentando descansar alrededor del lago. Matt desechó la idea de pescar y se instaló tranquilamente a tocar su armónica.

Yamato sentía que por alguna razón la música se escuchaba mejor en el Digimundo, seguramente porque no estaba el molesto ruido de los autos y la gente, y también porque ese extraño mundo lo hacía sentir a él especial, y por ende, lo hacía sentir bien, y así lo reflejaba en el sonido de su armónica.

De pronto sintió a alguien que se acercaba, y se detuvo.

-tocas muy bien. – lo alabó Lina, parada delante de él.

-gracias, Lina es tu nombre, ¿verdad?

-ajá. No sabía que había un músico entre nosotros…

-sólo toco en mis ratos libres.

-pues yo que tú me hago profesional, ya me gustaría a mi tocar un instrumento así… - comentó ella.

-¿no estabas escuchando tu 'Walkman'?

-parece que se echó a perder o se le acabaron las pilas, que sé yo… ¿te importa si me quedo a escucharte? Me siento mucho mejor cuando mantengo mis oídos ocupados…

-uh… bueno…

Matt no pareció entender bien las razones de ella, pero siguió tocando. Lina se sentó cerca de él y cerró los ojos.

Pero Matt se detuvo de nuevo cuando vio que una pelota de basquet volaba directamente a la cabeza de la chica.

-¡¡CUIDADO!!

El chico apartó bruscamente a Lina y el balón rebotó contra el árbol en el que ella estaba apoyada.

Segundos después llegaron corriendo TK, Ryoga y Jar.

-¿estás bien, hermana? – le preguntó Ryoga acercándose a ella.

-¡no molestes! – Lina respondió duramente, a la vez de que se ponía de pie.

-lo siento, Lina, hermano, - trató de disculparse TK. - es que la pateé con demasiada fuerza y dio un efecto extraño y…

-¡este tipo de pelotas no se patean, Takeru! – lo retó Matt. – ¡son más duras que las de fútbol y producen más daño!

-lo sentimos. – se disculpó Goku-chan esta vez.

-pueden irse por ahora, ¡pero que no se vuelva a repetir!

Dicho esto, los tres chicos se fueron libres de castigo a jugar un poco más alejados de ahí.

-gracias. – murmuró Lina acercándosele. - ¿así que TK es tu hermano menor?

-ah, sí. Y Ryoga es el tuyo, ¿no?

-medio hermano. No tengo ningún hermano de verdad. – explicó ella con un gran tono de disgusto.

-¿padres divorciados?

-exacto.

-los míos también. – contó él. – TK y yo no vivimos juntos.

-pero parecen llevarse muy bien. Que envidia, me hubiese gustado tener un hermano así… - comentó la chica.

-lo tienes. – aseguró Matt.

-¡Ryoga no vale, él es hijo de otra mujer!

-pero siguen teniendo la misma sangre, ¿no?

Lina no respondió, él tenía razón a pesar de todo…

Otro ruido los interrumpió, esta vez fue el movimiento de los arbustos detrás de ellos. Ambos se giraron sintiendo como algo se acercaba. Y era… el viejo conocido digimon con apariencia de perro, ojos rojos, un gran cuerno y una piel cubriendo casi todo su cuerpo.

-¡Gabumon! – exclamó Matt, increíblemente feliz.

-¡Matt, al fin te encuentro! – el digi compañero del portador de la Amistad corrió hacia él y lo abrazó con fuerza.

-¿qué…? ¡¿Qué es ESO?!

Hasta ese momento Matt había olvidado que Lina estaba con él, viendo aterrorizada al extraño monstruo digital.

-hola, Lina. Mucho gusto en conocerte al fin. – la saludó Gabumon.

Yamato se extrañó.

-hey, ¿cómo es que sabes su nombre?

*************************

Joe estaba recostado en una de las rocas a la orilla del lago, tomando una relajada siesta, hasta que… ¡una gigantesca ola lo empapa por completo!

Un momento… un lago no produce olas… Yaen era quien lo había mojado de pies a cabeza.

-¡hermana! ¿Por qué hiciste eso?

-diversión, hermanito. Es divertido hacerte enojar. – respondió con una enorme sonrisa. - ¡eres tan serio!

-yo seré serio pero tú eres extraña, ¿cómo puedes ser de una manera frente a unos y completamente distinta frente a otros? Responsable e irresponsable, valiente y miedosa, tranquila y bromista…

-no lo sé… - Yaen hizo una pausa. – hey, nunca me había puesto a pensar en eso…

-¡eres increíble!

-bueno, rétame después. Necesito que me respondas unas cuantas preguntas respecto a este lugar.

La chica salió del agua y se sentó junto a su hermano menor en las rocas.

-¿realmente salvaron el mundo hace un año atrás? – Joe asintió. - ¿quiere decir que eres algo así como un héroe?

-no creo que sea para tanto… - el chico se sonrojó.

-wow! ¡De seguro ni Shin ni Shuu se creerían esto!

-en realidad, tanto Shin como papá y mamá saben de esto… a Shuu se lo conté pero no sé si me creyó, como no estaba en Odaiba cuando todo ocurrió…

-¿¿qué?? ¡¿Entonces soy la única que no sabía nada?! ¿Por qué?

-pues… Shin se enteró porque estuvo en la batalla contra Myotismon con nosotros, y como todos los otros padres de los demás chicos sabían, Shin me convenció de contarles a los nuestros, y a nuestro hermano Shuu, de paso. Tu estabas tan metida con la teoría de la explosión nuclear que simplemente supusimos que no me creerías…

-en eso tienes razón, no te hubiera creído nunca. Pero hablando de otra cosa, hace rato, antes de que aparecieran ustedes, nos encontramos con un extraño fenómeno, bueno, aquí todo es extraño, pero… ¿son parte del Digimundo esas luces blancas donde no hay nada? – Yaen creyó no explicarse bien, pero Joe la entendió a la perfección.

-eso es a causa de Apocalymon. Está desconfigurando al Digimundo y lo hace desaparecer por pedazos. Nosotros vinimos acá a detenerlo.

-¿y nosotros? ¿A qué vinimos?

Joe negó con la cabeza.

-creo que sólo Izzy sabrá la respuesta.

-mmm… no me gusta dejarle todo el trabajo pesado a un chico menor que yo.

-a mí tampoco, pero él es el único que entiende más o menos bien este lugar.

De repente una nueva ola empapa al portador de la Sinceridad, pero esta ola fue formada por una gran cantidad de peces de colores que tiraron a Joe al agua. En ella, Joe sintió llegar por debajo de la superficie a su digi compañero acuático de extrañas manos, piel manchada y unos hermosos ojos verde claro.

-¡los estabamos buscando! – exclamó el Digimon antes que nada.

-y nosotros a ustedes, Gomamon. – respondió Joe mientras el monstruo digital se montaba en su espalda hundiéndolo en el agua. - ¡cuidado, eso es peligroso!

-el mismo viejo Joe de siempre… - murmuró Gomamon siempre con una sonrisa.

El digimon acuático dejó a Joe, salió del agua y se acercó a Yaen.

-¡Hola! – la saludó.

La chica no dijo nada, tenía los ojos abiertos como platos y observaba al extraño ser con algo de temor.

-ah, Gomamon, te presento a mi hermana mayor. – dijo Joe una vez que logró salir del agua también.

Su Digi amigo se sorprendió un poco.

-¿Yaen es tu hermana? ¡Que bien!

-¿conoces a Yaen? – el chico de lentes parpadeó dos veces.

-claro, por supuesto que la conozco, tal como te conocía a ti la primera vez que nos vimos.

Joe volvió a parpadear.

-¡¿QUÉ?! – exclamaron Yaen y él al mismo tiempo.

*************************

-hum, estaba seguro que la pelota cayó por aquí… - murmuró TK.

-¿y si está en algún árbol? – cuestionó Goku-chan.

-puede ser… creo que a Rock no le va a gustar esto… - comentó Ryoga.

-no se preocupen, yo me subiré a un árbol y buscaré desde arriba. – dijo Takeru.

Al rato…

-¿ves algo? – le gritó Jar.

-nada de nada. – escuchó ella que le respondía desde arriba - hey, espera, ¿qué es eso?

TK vio a lo lejos una enorme nube negra, y bajo ella, una especie de castillo, trató de fijarse más en los detalles pero un grito desde abajo lo distrajo.

-¿qué pasa? – preguntó bajando lo más rápido que podía.

-jaja, es que encontramos la pelota y luego Ryoga se asustó al ver a ese peluche volador. – explicó la niña indicando a un digimon anaranjado que miraba curioso a Ryoga.

-¿Patamon?

-¡TK! ¡Que suerte que te encontré! – el digimon alado corrió a los brazos de tu amigo. – le estaba preguntando a este chico y a Jar donde estabas.

-¡no me llamo Jar, yo soy Goku-chan!

-pero si tu nombre es Jar… - contradijo Patamon.

-¿y cómo sabes su nombre y no el de Ryoga? – cuestionó TK. – creo que debemos volver con los demás.

*************************

Ivan y Tai salieron por fin del agua, y se instalaron al lado de Mimi y Lys.

-este sol es muy raro. Se siente tan fuerte como el sol de nuestro mundo pero no quema nada, menos hará que pueda broncearme un poco. – comentó Lyslee.

-al menos aún hay sol. La última vez que nos vimos las caras con Apocalymon todo era oscuridad y ni siquiera había un suelo donde pisar… - recordó Taichi.

-¿y aún así lograron vencerlo? ¡Genial! – exclamó Ivan, que comenzaba a interesarse en esta extraña aventura.

-¿crees que ya hayan renacido Leomon y los otros, Tai? – le preguntó Mimi, con una seriedad poco acostumbrada.

-no lo sé, Mimi, esperemos averiguarlo pronto…

En eso, Sora y Rock se acercan al grupo.

-hola, ¿cómo está el agua? – saludó Rock.

-bastante bien, hermano. Hey, ¿dónde están tus lentes? – interrogó Ivan, viendo que el chico no los traía puestos.

-ah, eh… los guardé. – Rock estaba rojo de nuevo.

-hey, ¿cómo es que él se quema y nosotras no? – comentó Mimi, viéndole la cara.

Sora rió para sus adentros.

-¡chicos, miren a quien encontré! – se escuchó la voz de Joe a lo lejos desde las rocas.

-¡los Digimons llegaron! – exclamó otra voz y por otro lado, Matt.

Joe, Yaen y Gomamon se acercaron al resto del grupo y se dirigieron hasta donde estaba Matt, junto con Lina, los niños más pequeños y casi todos los digimons, incluyendo a Biyomon, Agumon y Palmon.

Sora, Tai y Mimi corrieron a abrazar a sus respectivos compañeros con mucho cariño.

-¡que bueno volver a verte, Sora!

-si, Tai, ustedes nos han hecho mucha falta.

-disculpa de nuevo, Mimi por no haberme despedido de ti…

-no te preocupes Palmon, ¡porque estamos juntas de nuevo!

Lina, Yaen, y Ryoga ya se habían recuperado de la sorpresa de ver a esos monstruos digitales hablando, pero no Lys, Ivan y Rock.

-Wow! ¡En serio hablan! – exclamó Ivan.

-son… muy bonitos… - murmuró Lyslee, tratando de no asustarse demasiado.

-esto es DEMASIADO extraño… - se limitó a decir Rock, parpadeando varias veces.

-¿dónde están los demás? – Sora preguntó.

-Gatomon y Tentomon fueron ya a su campamento. – explicó Agumon.

-pero eso no es todo, ¡Gabumon conoce a los otros chicos! – contó Matt mirando de reojo a su digi compañero.

-Gomamon también. – agregó Joe

-y Patamon. – finalizó Takeru.

-eso no es cierto. – los contradijo Gomamon.

-¿cómo que no es cierto?

-yo sólo conozco a Yaen, no sé quienes son estos otros chicos.

-lo mismo digo yo. – se incluyó Gabumon. – sólo conozco a Lina.

-y yo a Jar. – concluyó el digimon de la Esperanza.

-¡Goku-chan! – corrigió la niña, mirando con cierto enfado al digimon.

-si, eso, Goku-chan.

Los niños elegidos intercambiaron miradas preocupadas.

-¿y qué dicen ustedes? – Tai miró a su digimon.

-no sé los otros, pero sé que él se llama Ivan. – Agumon indicó al susodicho.

-y ella se llama Lyslee, pero todos la llaman Lys desde pequeña. – Palmon se acercó a la chica para saludarla.

-y yo sé que tú te haces llamar Rock y muy pocos conocen tu verdadero nombre, S… - Biyomon iba a decir aquel nombre, pero Rock alcanza a cubrirle la boca (más bien el pico…).

-mmm… creo que mejor volvemos al campamento. – propuso Tai con seriedad. – si esto es lo que creo que es, necesitaré una buena explicación.

-lo mismo digo. – Matt estuvo de acuerdo.

Continuará…

Notas:

¡Cap 5! ¿Han notado que me pongo muy feliz cuando logro avanzar en mis fanfics ^^?

Ya sé que hice mucho lío con el encuentro, espero ir más rápido en los próximos capítulos…

Se me ocurrió…. Creen que se pueda crear una canción para pedir comentarios?? Algo así como…

"Por favor… lalala, si alguna parte de esta historia. lalala… te ha llegado a interesar… shalala…deja tu review y la autora te lo agradecerá, shashasha!"

Ok….. ¬_¬U he dormido poco últimamente, no me hagan caso… =P (Ryu-kun!! Tú y tus contagiosos lapsus estúpidus!!)