SOMBRAS DE LA NOCHE

SOMBRAS DE LA NOCHE

Entre las sombras de la noche,

una figura camina lentamente por las negruras de la ciudad.

Hacía tanto tiempo que había pasado, que creía haber olvidado todo.

Una pluma blanca, de inmaculada belleza cayó del cielo infinito, y se detuvo a sus pies.

El pasado volvió a ser recordado, ¿por capricho o por necesidad?

Un pequeño ángel que tomaba su mano con cariño

la vio curiosa al ver una lágrima rodar por su mejilla

¿Qué te pasa mamí?

Solo recordaba.

¿A quién?

A una vida que ya se fue.

¿Qué?

No importa. Vamos a casa.

Tu papá debe de estarnos esperando.

¿Quieres mucho a mi papí?

...

¿Por qué no quieres a mi papá?

La mujer no pudo responder.

Solo limpió su solitaria lágrima,

como tratando de volver a olvidar

siguió caminando con la mano de su hija

entre las suyas ansiosa de poder olvidar.

Entre las sombras de un magnifico palacio,

un rey no podía dormir.

Seguía recordando aquello que alguna vez fue.

Observaba el cielo como siempre,

hasta que unos brazos cariñosos pasaron una manta por sus hombros.

No has dormido.

No he podido.

Aun la amas.

Tal vez si.

¿Y a mi?

.........

No contestas.

Creo que me he acostumbrado.

...Lo siento...

No lo hagas.

Sus pasos se alejaron, y él la vio irse del balcón.

Entre sus manos tomó un viejo collar.

Símbolo de lo que había pasado y no sería nunca más.

Otro pequeño esta en el portal.

Lo ve.

Lo odia.

Siente ganas de llorar.

De pedirle que los quiera.

Pero su orgullo es demasiado

¿Por qué no quieres a mi mamá?

Se odia a sí mismo.

Arranca el collar de su cuello y lo avienta contra una pared.

Luego va con el pequeño,

y lo abraza y lo consuela,

como si así también se consolará así mismo.

Tal vez si la quiera.

¿En serio?

Si. E incluso si no, a partir de ahora lo empezaré a hacer.

Hay sangre de nuevo.

Y a pesar de que trata de luchar,

para proteger a una familia que ha aprendido a amar,

no puede.

La sangre de su esposa se derrama

ante los ojos de él y de su hijo,

y él solo puede preguntarse por que.

Te fallé.

... No digas eso...

Perdóname.

No hay nada que perdonar. Hiciste lo que pudiste...

No fue suficiente.

Si lo fue...

Yo...

Cuídate... y cuídalo a él...

Lo haré.

Te amo...

Y ella nunca escuchó a él decir lo mismo.

Y por eso su corazón se rompió,

y lo que quedó se congeló.

Mamá. ¿Nunca quisiste a mi papá?

¿Por que me preguntas eso?

Todo el tiempo que estuvieron casados, nunca te escuché decirle te quiero.

Hablemos de otra cosa.

Quiero hablar de esto.

Pero yo no.

¿¿Por que no nos amas??...

papá siempre me dijo que había otro.

Tal vez lo hubo... pero ya no es nadie...

¿Lo amas a él?

¡¿Por eso nunca nos quisiste?!

No se de que me hablas...

¡Si lo sabes! ¡No me lo dices!

Hija...

¡No me llames así si no lo sientes! ¡Te odio!

La joven salió corriendo

y el corazón de la madre se rompió.

Fue corriendo tras ella, pero no la encontró.

Y el maldito pilar de luz,

la columna luminosa

tantas veces

rezada,

conjurada,

maldecida

y

 anhelada

ahora si la descubrió.

Un grito angustioso rasgando la noche le llegó claramente.

¡¡¡MAMÁÁÁ!!!  ¡NO ME DEJES SOLA!

Pero era tarde...

Ya se había ido...

No pudo responderle..

.

Y un ángel quedó llorando

a las orillas de un templo...

Cayó de rodillas

mientras los truenos y relámpagos

empezaban a surcar el cielo.

Sangre corre y transforma los campos verdes en rojo.

Estamos en guerra, así ha sido siempre.

Pero aun así, solo pienso en que ella volverá.

¿Estás seguro? Antes lo pensaste.

Si, lo estoy. Ella vendrá esta vez...

¿De que servirá?

No lo sé... pero algo tiene que ayudar.

Los que se habían amado

durante tanto tiempo

se volvieron a ver.

Ella nuevamente tendría que ver la sangre que había olvidado.

Tendría que volver a romper sus principios

por un mundo que ya no significaba nada.

 Un mundo que ya había olvidado,

un mundo que la arrebató de las manos de su familia.

Él tendría que volver a ver en sus ojos,

y preguntarse si su corazón volverían a latir.

No.

Era un guerrero.

Ella ya era de otro mundo.

Los sueños que una vez los habían unido, ya no existían.

Nada tenían en común.

Eres tu...

Soy yo...

No eres la misma persona...

A quién una vez ame...

Tu también has cambiado...

Han pasado los años...

Me olvidaste...

Te olvide... y tú también lo hiciste...

Ya no eres una niña...

Tampoco tu eres un niño...

Creciste...

Igual tu...

Alguna vez quisimos vivir juntos...

Y al final estuvimos separados...

Me da gusto verte... Y poder recordar... Aunque mi corazón se acongoje...

Al recordar que alguna vez latió por ti,

y que al final de todo, nuevamente te irás...

¿Pensaste en mi?

Día y noche....

Mientras mi corazón estuvo vivo...

Pero un día se rompió...

Y otra persona lo pegó...

Pero aun así, es bueno poder volverte a ver.

Luego de esto...

Será decir adiós para siempre...

Seguirás viviendo sin mi, cómo lo has hecho hasta ahora Y tu vivirás sin mi, y te pondré otra vez al fondo de mis recuerdos, pero... ¿por qué regresé?

Te necesitamos...

Su corazón había esperado

por tanto tiempo a que regresará,

que un día su esperanza terminó por romperse,

pero volvió a vivir.

Decidió volver a vivir,

y se dio la oportunidad de amar.

Cada uno tenía una familia...

Alguien los esperaba....

Tenían alguien a quien debían regresar.

Tal vez ella había quedado en el olvido.

Tal vez si lo había logrado olvidar.

Tal vez no.

Pero ahora su corazón era hielo.

Se había prometido no volver a amar a nadie más,

luego de la muerte de su esposo.

No serviría de nada el que la estuviera viendo de nuevo.

Al final de todo, ella se volvería a ir....

a su hogar con su hija...

Él ya no debía significar nada más que un buen recuerdo...

Sería mejor que su corazón no volviera a latir.

Nuevamente sangre...

Siento haberte llamado por esto...

Mi hija debe de estar preocupada.

Me debe de estar esperando en casa...

¿Tienes una hija?

Si.

Se debe parecer a ti....

Creo que se parece más a su padre.

No sintió dolor al saber esto.

Tampoco placer.

Tal vez si se había congelado su corazón.

El niño asustado ya no lo era.

Ahora era un joven con dolor.

Se acercó a su padre,

desconfiando de la mujer extraña.

Su mirada demostraba sufrimiento,

y una inocencia que había sido

arrebatada muchos años atrás.

¿Quién eres tu?

Tan solo una conocida...

¿De cuando?

De cuando era solo una niña. ¿Y tú?

Soy su hijo. Pero no eres como me han contado.

Tu padre me conoció hace mucho tiempo.

¿Durante la gran guerra?

No era  mayor a ti en ese entonces.

¿Tienes familia?

Tengo una hija como de tu edad.

¿Eres tu a quién amo mi papá en lugar de mi mamá?

Yo...

No importa.

Estás siendo grosero.

Solo hago lo mismo que le hiciste a mi mamá.

Y viejas heridas resurgieron

cuando el joven les dio la espalda.

Me odia.

También mi hija... pero debe de estar sola...

y ella le tiene miedo a estar sola....

Tu también lo tenías.

Desde que su padre murió, ella le teme aun más.

En cuanto esto terminé... la volverás a ver.

¿Lo prometes?

Si.

Eso me tranquiliza. Se que siempre cumples tus promesas

Trataré de cumplir esta también.

La batalla era cruel.

¿Pero cuando no lo era?

Nuevamente ella trató de ayudar.....

Amigos murieron frente a sus ojos que ya no eran castos.

Trató de adivinar lo que pasaría.

Cualquiera hubiera creído que había aprendido

a no confiar en una fuente tan inexacta como el destino,

que gira su rueda sin importar a quién perjudique.

Justo como el tiempo...

Que jugaba con las vidas a su antojo.

Era igual. La misma cosa...

Los separaba,

los había obligado a olvidarse,

a encontrar otro hogar...

y ahora, cuando por fin se habían olvidado,

los habían vuelto a juntar.

Durante una cruel batalla, ella vio el final.

Vio a su hija y a un ángel...

Juntos como ellos habían querido estar.

Pero se distrajo... y un temblor rasgó la tierra...

Ella cayó por un risco, y nuevamente él la salvó.

Sus alas de ángel surgieron de su espalda

y sus brazos la envolvieron.

Su cuerpo aun era cálido,

y aun cabía a la perfección entre sus brazos.

Y sin querer recordó, recordaron,

todo lo que se quisieron, y todo lo que pudo ser.

Pero una lanza, tal vez perdida, tal vez no,

atravesó al ángel y a la mujer.

Y aunque el joven príncipe

también brotó alas de ángel

y trató de salvarlos, era tarde.

 Estaban heridos de muerte.

¡¡¡Papá!!

Cuídate...

¡¡¡No me dejes solo!!!

No lo estarás...

¿Cómo lo sabes?

Por primera vez, no desconfíes de mi...

cree en lo que te digo...

El padre vio con orgullo a su hijo.

En lo que se había convertido.

Le dio su espada.

Su corona.

Un abrazo.

Trajo lágrimas a los ojos del joven príncipe.

No seré fuerte...

Lo serás.

Pero... estaré solo.

Encontrarás a alguien.

La guerra....

Terminará la guerra, ya verás.

Ganaremos... Y tu estarás bien...

Papá...

Te quiero hijo...

Yo también te quiero papá... dile a mamá que...

Lo haré...

El joven se fue,

rezando para poder ser

lo suficientemente fuerte para no llorar.

Sostuvo la espada con fuerza,

mientras trataba de conservar intacto su orgullo

y mientras sus lágrimas caían

y marcaban el final de su vida como la había conocido..

Moriremos... ¿verdad....?

Siento... siento no haber cumplido mi promesa...

Yo... yo siento no haber vuelto a ver a mi hija...

Toma...

Le dio el collar.

El amuleto que alguna vez

había sido un recuerdo de su amor.

Tal vez puedas regresar...

No viví junto a ti... al menos, quiero morir junto a ti...

Yo también...

Si cumpliste tu promesa...

¿Cómo dices?

Volveré a ver a mi hija...

Y con lágrimas en los ojos lo besó.

Solo un momento para recordar.

Un momento para pensar en ese pasado

que habían atesorado por años,

pero luego lo guardaron en el rincón del olvido

para poder seguir viviendo y respirando.

Un momento para regresar a ese pasado que ya no sería.

Para regresar a un lugar que ya no existía.

La abrazó fuertemente contra su pecho,

y un pilar de luz los envolvió.

Al desaparecer,

sus cuerpos sin vida estaban en el suelo rojo,

con una leve sonrisa.

Su corazón que se había congelado

había vuelto a sentir calor...había vuelto a latir.

Ella había vuelto a creer... y había vuelto a soñar.

***

En el campo de un viejo y abandonado templo,

la hija aun esperaba el regreso de la madre.

Ansiosa de volverla a abrazar,

y desmentir las crueles palabras que le había dicho.

De repente,

sintió como un par de manos cariñosas  la abrazaban

y murmuraban un - te quiero- ..

Tal vez había sido el viento.

Pero al bajar la vista

encontró en su cuello un extraño amuleto

con una piedra rosa.

Sus ojos se llenaron de lágrimas

al saber los cuentos que su madre

le había contado de niña eran verdad.

Mamá...

Él joven príncipe lucho con valor,

a pesar de tener el corazón destrozado.

Y una noche, mientras observaba con tristeza el cielo,

como su padre había hecho tantas veces,

frente a él apareció una columna de luz

y una hermosa chica surgió de ahí.

Sus facciones le recordaban a la que su padre había amado,

salvo por sus ojos color miel.

Ella cayó de rodillas,

mientras las lágrimas seguían saliendo de sus ojos.

Reconocía el lugar como el que

 su madre le había mencionado en cuentos.

Las dos lunas le demostraban que era verdad.

Su madre... ya no la volvería a ver...

Había muerto, ahora estaba segura de eso.

Vio al joven frente a ella,

y con lágrimas se dio cuenta

de que se parecía mucho al joven rey del que su madre le había hablado

con voz soñadora tanto tiempo atrás....

Cuando todo era perfecto, por que aun era una niña.

Cuando podía creer en los cuentos de hada.

Él era idéntico, salvo por los ojos verdes que brillaban con dolor.

¿Eres tu...su hija...?

Si... ¿y tu...?

Su hijo...

¿Murieron?

Si...

Ya no la volveré a ver... y ella creía que la odiaba...

Ella sabía que no lo hacías.

Quería volverte a ver...

Pero tal vez si la odio.

Tal vez yo también lo odio...

Me abandonó...

Me dejo solo...

En un mundo que no es mío...

Con una responsabilidad que no quiero...

Con gente que no conozco...

Con una vida que no es mía,

que tal vez sería mejor destruir....

Quisiera hacerlo también...

Tú tal vez puedas, pero yo no.

¿Por que?

Él me prometió que todo estaría bien.

¿Le creíste?

No lo sé... pero quiero hacerlo.

Yo deje de creerles. Me engañaban.

¿A ti también?

Si... me dijeron que nunca estaría sola...

y ahora lo estoy...

Yo también lo estoy...

No quiero querer a nadie.

¿Por que?

Por que a los que quiero me abandonan.

Te entiendo... ¿qué harás?

No lo sé... no tengo nada... ni aquí, ni allá.

No se si allá tengas algo.

Pero aquí te ofrezco mi amistad...

¿Por qué habrías de hacerlo?

Para que así ninguno de los dos estemos solos.

¿Qué tengo yo que darte?

Solo compañía en la soledad.

¿Seguro que nada más?

Si. Debería ser yo

el que te preguntará que puedo darte.

Ya me dijiste, tu amistad.

No es lo único. Hay más.

¿Cómo que?

Hay guerra... muerte, sufrimiento...

 Angustia y soledad.

Eso en todo lugar hay.

¿Te quedarás?

Me quedaré.

Y una sonrisa surgió en los labios de los dos.

Él la ayudó a levantarse, y ella curó sus heridas.

Esa noche, durmieron en la misma cama,

 pero solo lloraron y compartieron su tristeza,

y quedaron dormidos entre los brazos del otro..

Muchos años pasaron, la guerra siguió,

cada vez más cruel, más sanguinaria, más hambrienta

y muchas noches fueron compartieron en la misma cama,

con sus besos y caricias trataron de superar el sufrimiento

y de aprender nuevamente a amar sin lamentos.

Ella había heredado el talento de su madre,

y varias veces adivinó lo que depararía el destino.

Él heredó el orgullo de su padre,

pero pudo aprender a doblarlo, y admitir que la necesitaba.

Él, con su ayuda, logró matar al dragón,

y controlar al robot que podría salvarlos.

Ella, con su ayuda, volvió a sonreír.

Y los dos juntos admitieron que se necesitaban mutuamente,

aunque sólo fuera para fingir.

Dejaron de dormir en camas separadas,

y empezaron a compartir la habitación.

Poco a poco, el amor se adueño de su corazón.

Antes de darse cuenta, sus almas empezaron a vivir como una sola,

y dejaron de ser amigos, para convertirse en algo más.

En algo que tenían miedo de saber y demostrar.

Ella le llamaba su ángel.

Aún antes de saber la verdad sobre su gente,

que luego un día el le confesó.

Él la llamaba su estrella.

Y muchas veces volteó a verla

a ella para saber donde estaba.

Vida empezó a latir en su vientre.....

Vida que se perdió por un error.

Él trató de evitar sus lágrimas,

y ella lloró todo su corazón.

No llores más. Por favor...

No quería que esto pasará...

¡No quería que esto pasará!

Yo tampoco lo quería...

En verdad quería que naciera...

También yo.

Así si volvía a quedar sola, lo tendría a él.

No estarás sola...

Era mi hijo...

Nuestro hijo...

¿En verdad lo crees así?

Si.

Se abrazaron, y no dijeron más y solo

sus sollozos entrecortados surgieron de su habitación.

Pero luego de esa noche, todo cambió.

Ahora sus besos eran diferentes,

la sangre más real,

el dolor menos liberador,

las caricias más tiernas...

La inocencia que no habían perdido

la primera vez que estuvieron juntos,

la liberaron cuando por primera vez

hicieron el amor algún tiempo después.

Pero de sus labios nunca surgió un te amo.

Tenían miedo.

Temor de que al hacerlo,

se marcharían,

como sus padres y a los que habían amado

lo habían hecho

tanto tiempo atrás.

La vida volvió a latir en su vientre,

y todo el cariño que nunca tuvo como hijo,

él lo dio como padre.

Todo el amor que se negó a recibir como hija,

 lo entregó como madre.

La batalla final llegó.

Sangre brotaba de los heridos,

y él nuevo rey ahora tenía motivos para luchar...

Una familia que salvar.

El recuerdo de su madre muriendo frente a él,

y luego imaginarla a ella,

a su estrella en la misma situación

congelaba su sangre,

y le daba fuerzas cuando quería rendirse.

No permitiría que eso pasará.

Que ella lo abandonara.

El parto se había adelantado, y no había forma de avisarle al rey.

La atendieron, y trataron de ayudarla,

pero ella solo quería verlo.

Quería verlo y que él viera a sus hijos.

Quería vivir.

Quería volver a ver a su ángel.

¡¡¡¡¡NO PUEDO RENDIRME ASÍ!!!!!

Fuera de la fortaleza:

Dolor,

Sangre

Traiciones,

Muerte...

Dentro del castillo:

Sangre,

Miedo,

Dolor,

Posible muerte...

No puedo morir aquí...

Tengo que seguir...

Me esta esperando...

Prometí que luego de esto nos volveríamos a ver...

El deseo de no romper

su promesa les dio nueva fuerza

y trataron de volver a luchar.

Un grito rasgado surgió de sus labios resecos,

y volvieron a vivir..

¡¡¡REGRESARÉ A TI AMOR!!! ¡¡¡CUMPLIRÉ MI PROMESA!!!

Un momento en que podían haber renunciado.

Vieron la luz, pero regresaron.

Respira...

Lucha...

Sigue...

Tu puedes...

¡¡¡VIVE!!!

No te rindas ahora...

Debes regresar con los tuyos...

Me esta esperando...

Espera volver a verme...

Se que cumplirá... yo también lo haré...

Dame fuerzas Dios mío...

Nunca he creído en Ti...

Bien sabes que te odie...

Por eso, solo te pido esto...

Que regrese con bien...

Déjame volverla a ver...

Demuéstrame que eres real...

Quiero volver con ella...

Él es mi familia...

No me alejes de mi estrella...

No te lleves a mi ángel...

Cumple mi ruego Señor.

La batalla había terminado.

 Su padre había tenido razón.

Había salido victorioso.

De repente,  pudo escucharla

claramente en su corazón.

Lo necesitaba

Abrió sus alas y surcó los cielos,

angustiado por ella.

A quién amaba con todo su corazón.

Entró por la ventana, y vio a alguien llorando.

Temía lo peor...

Que ella lo hubiera dejado solo.

Corrió hasta la habitación que ella había usado.

Rogó por un milagro.

Por que ella hubiese mantenido su promesa.

Por que no lo hubiera abandonado.

Abrió la puerta rápidamente

y sintió las lágrimas en sus ojos,

luego sintió las gotas saladas deslizarse por sus mejillas.

Te esperaba.

Yo...

¿Verdad que son lindos?

Se acercó y se sentó junto a ella,

viendo a los dos pequeños ángeles

que su estrella tenía en brazos.

El pequeño tenía el cabello de su madre y sus ojos.

La pequeña tenía su cabello y los ojos de su madre.

Son preciosos.

Estas herido...

Y su mano de seda acarició su mejilla roja .

No importa...

Pero...

Solo me importas tu...

Tenía miedo que me fueras a dejar sola.

Primero hubiera venido a despedirme.

Yo...

Yo también tengo miedo de decirlo.

¿Lo sabes?

Sí.

¿Qué te parece si lo decimos juntos?

Él tuvo que sonreír ante esta propuesta,

y besó la frente de su ahora esposa.

De acuerdo.

TE AMO.

Sintieron libertad al haberlo dicho.

Lágrimas salieron de los ojos de ella

y él mismo pudo sentir como en sus ojos amenazaban con caer.

Pero solo la abrazó, y besó sus cabellos,

antes de volver a ver a los recién nacidos.

¿Cómo les pondremos?

¿Que te parece... Hitomi a ella?

Si... y Van a él...

Sin palabras asintieron.

Entre las sombras de la noche se volvieron a acurrucar.

Una vez habían sido unidos por la tragedia.

Ahora por el amor.

Dos ángeles los vieron desde el cielo.

Sonrieron y les dieron su bendición.

Ellos también eran felices ahora.

De sus hijos era turno.

Les deseaban lo mejor.

La mágica luz tal vez no sería llamada nunca más....

Tal vez sí...

Ellos ya no estarían solos.

Y ahora podrían sonreír.

Y entre las sombras de la noche,

que alguna vez fue mortal,

descansan tranquilas seis almas y seis conciencias.

Dos de inmaculada inocencia.

Dos que por fin descansaban juntos en el cielo.

Y otras dos, muchas veces heridas,

pero que ahora,

habían encontrado la felicidad.

FIN

Notas de la autora:

Raro, raro, raro, raro, raro, raro, raro..... Esto es el resultado de cuando no quieres hacer la tarea, y prefieres hacer todo antes de hacerla.

Se lo dedico a mi amiga Suu-chan, ya que en cierta parte, el hecho de que me tiene traumada con una historia que esta escribiendo, hizo que escribiera este fic –¡así que no finjas demencia Suu-chan! Te mandé pedrada directa con eso del corazón congelado. ¬¬ y sabes bien a que historia me estoy refiriendo-  ^^ Espero te guste.

Le agradezco a mi tía Anaís, por haber escrito un fic TAN maravilloso como es Sueños Lejanos, que fue el fic que inspiró esta historia ^^ Domo Arigato tía.

También a Sam Kuonji. Por sus magníficos fics, que inspiraron a mi tía, y por consiguiente me inspiraron a mi ^^ Arigato amiga.

Por esta vez, como este fic esta en el número 10 de mi RARÓMETRO, aceptó insultos, y que los confundí, y todo lo que quieran. Para cualquier comentario, mi mail es hechicera_kali_cefiro@yahoo.com.mx y hechizera_kali_cefiro@hotmail.com

JA NE

XO

Hechicera Kali

Notas de una hermana:

ME ENCANTAAAAAAAAA!! ^^

Atte: Isis