El fantasma de una niña honesta @pont-face { pont-family: Wingdings; } @pont-face { pont-family: MS Mincho; } @pont-face { pont-family: Bradley Hand ITC; } @pont-face { pont-family: Comic Sans MS; } @pont-face { pont-family: \@MS Mincho; } P.MsoNormal { pont-FAMILY: "Times New Roman"; pont-SIZE: 10pt; MARGIN: 0cm 0cm 0pt; mso-style-parent: ""; mso-pagination: widow-orphan; mso-fareast-pont-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: JA } LI.MsoNormal { pont-FAMILY: "Times New Roman"; pont-SIZE: 10pt; MARGIN: 0cm 0cm 0pt; mso-style-parent: ""; mso-pagination: widow-orphan; mso-fareast-pont-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: JA } DIV.MsoNormal { pont-FAMILY: "Times New Roman"; pont-SIZE: 10pt; MARGIN: 0cm 0cm 0pt; mso-style-parent: ""; mso-pagination: widow-orphan; mso-fareast-pont-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: JA } A:link { color blue; TEXT-DECORATION: underline; text-underline: single } SPAN.MsoHyperlink { color blue; TEXT-DECORATION: underline; text-underline: single } A:visited { color purple; TEXT-DECORATION: underline; text-underline: single } SPAN.MsoHyperlinkFollowed { color purple; TEXT-DECORATION: underline; text-underline: single } DIV.Section1 { page: Section1 } OL { MARGIN-BOTTOM: 0cm } UL { MARGIN-BOTTOM: 0cm }

El fantasma de una niña honesta

Alias

Naoko no Obake

************************************************************************************

¡¡¡¡¡Konyanyanchiwaaaa!!!!! Héme aquí una vez más, para coraje de los lectores que detestan a la autora y beneficio de los hepatólogos y doctores de las salas de urgencias que se aburren mortalmente por no tener ningún quehacer. Sobreviví a los cinco litros seguidos de Cocacola y el takoyaki que engullí, y ahora me dispongo a comer 10 hamburguesas Mc Donalds con sus respectivas papas a la francesa para que me inspiren a seguir con la segunda parte de este "fic of mine."

Y como siempre, CCS no me pertenece, sino a Clamp, bla, bla, bla, bla, bla. Tomen en cuenta que la pobrecita autora de este fic carece de uso de razón (por eso escribe esta historia) y que apenas tiene 14 años, así que no se le echen encima por usar a los personajes de Card Captor Sakura. ¡PERO EL FIC SÍ ES SUYO, ASÍ QUE DEBEN DARLE CRÉDITO POR ESCRIBIR UNA HISTORIA TAN MENSA COMO ÉSTA ·_·!¡JA, JA, JA, JA, JA! (Risa maniática.)

Bueno, todas las blasfemias, bendiciones, ofrecimientos amables para internarme en un manicomio, huevos podridos y demás para mí, son bienvenidos (o malvenidos) a naoko_tachido@hotmail.com . No sean mala onda y escríbanme para que a mi emilio no le salgan telarañas. ¡Ah! También se reciben galletas de animalitos.

Naoko Tachido.

************************************************************************************

······························································································································································································

Capítulo 2: En la Plaza de Tomoeda.

Dos hombres entraron a toda prisa en la plaza de Tomoeda. Al parecer eran perseguidos por alguien, porque volteaban hacia atrás repetidamente, con los ojos dilatados de terror. La gente los miraba con inquietud, pero al posar la vista en sus manos encallecidas, volvía la cabeza para otro lado con miedo latente en los ojos, sudor frío y vuelcos de corazón.

Llevaban metrallas.

Algunos instantes después de haber entrado los individuos a la plaza y sembrado el pánico entre la gente, que comenzaba a dar voces (si bien muy ligeras, para que esos tipos no empezaran a disparar), la policía llegó armando escándalo, y siete oficiales irrumpieron violentamente en la escena. Con rapidez los ladrones se vieron acorralados, aunque los policías mantenían su distancia de ellos para no ser recibidos por una lluvia asesina de balas. El que parecía ser el líder de los uniformados trató de convencerlos para que se entregaran pacíficamente, pero los dos sujetos apuntaron hacia él, indicando claramente que no estaban dispuestos a dialogar.

- ¡Si no nos dejan huir de aquí, disparamos!

- ¡Entréguense a la policía inmediatamente!

- ¡NO!

- ¡No disparen!¡Queremos negociar!¡Los dejaremos ir, pero no disparen, por favor!

La gente, presa del terror, veía cómo los ladrones perdían los estribos y empuñaban sus metrallas fieramente. Y uno de ellos movió su pierna.

- ¡NOOOOO!

- ¡KENICHI, NO TE LES ACERQUES, NO…!- pero fue demasiado tarde, porque tanto Kenichi como el otro policía fueron acribillados y murieron instantáneamente en el lugar. El pánico se desató por completo, y simultáneamente, la balacera.

************************************************************************************

Algunos instantes antes de la balacera, completamente ajena a todo lo que pasaba afuera de la librería, Naoko se dirigía a pagar sus nuevos libros, completamente absorta en sus pensamientos.

"¡Guau!Ya no podré quejarme de que no tengo nada que leer… ¡Algún día seré una gran escritora de novelas de terror y de misterio!¡Ojalá me pasara algo así!" se dijo mentalmente la niña de los anteojos, refiriéndose a ninguna hstoria de fantasmas en particular y a todas al mismo tiempo. "Pero bueno, como eso no ocurrirá, me conformaré con leer todo esto y contárselo a mis amigos… ¡Ja, ja, ja! Lástima que a Sakura- chan no le gusten las historias de fantasmas… "

Naoko se sorprendió cuando no vio a ningún cajero ni cajera que le pudiese cobrar los libros. Finalmente oyó algo de lo que pasaba allá afuera. Un muchacho de unos catorce años le advirtió a Naoko que no se acercara a la puerta, pero ella lo ignoró.

Dejando sus libros encima de la caja, Naoko se acercó con curiosidad para asomarse y ver por qué se estaba armando tanto alboroto, cuando oyó unos súbitos estruendos que casi de inmediato reconoció como los que producen los disparos. Y ya que la puerta era de vidrio, la niña pudo ver, tirados muy cerca de la entrada, algunos casquillos de balas.

"¡Balas! Pero qué…"

En esta ocasión el curso de sus pensamientos fue bruscamente interrumpido por un horrible estallido, y como en cámara lenta vio el vidrio de la puerta estrellarse y volar en mil pequeños fragmentos, que salieron despedidos hacia todas las direcciones posibles. Y milagrosamente, ningún vidrio le cayó a ella.

Pero hubiera sido preferible que eso pasara…

Una bala perdida, que había hecho añicos la puerta de la librería X, despedida por la devastadora fuerza de una metralla, no había encontrado un blanco lo suficientemente duro para detener su trayectoria. Pero en el camino del proyectil estaba una niña de diez años, de lentes y cabello corto, vestida con un uniforme de primaria…

Naoko contempló, sin ninguna emoción aparentemente, cómo la bala se acercaba, segura e inexorable, hacia ella. Sus ojos cafés la estudiaron con detalle: la punta redondeada, el color negro metálico, la exactitud de su forma, su precisión y su fuerza, el extraño e irreal contraste que formaba la bala próxima a su ser con los últimos vidrios que se desprendían de la puerta, los cuales parecían haberse detenido en pleno aire… después perdió la bala de vista, y sus ojos se nublaron como si ella estuviera viendo todo bajo una cortina de agua. Después, nada.

Todos los que estaban en la librería X vieron horrorizados cómo el cuerpo de Yanagisawa Naoko se elevaba levemente y, sin emitir sonido de ninguna clase, se desplomaba pesadamente sobre el suelo y los vidrios.

************************************************************************************

- ¡TOUYA!¡YA TE HE DICHO QUE NO ME GUSTA QUE ME DIGAS MONSTRUO!

- ¡CÁLLATE Y PREPARA LA CENA, KAIJUU! Aunque tal vez debería ayudarte, porque de lo contrario papá y yo moriremos intoxicados si dejamos que prepares la cena tú sola, ¡ja, ja, ja, ja, ja!

- ¡No es gracioso, Touya!¡Y no cocino tan mal como tú crees!

- ¿Ah, sí?- dijo el moreno muchacho. Olvidándose de la discusión con su hermana y entrando a la cocina par ayudarla a preparar la cena, Kinomoto Touya, que estaba algo aburrido, prendió la televisión aunque fuera para tener un poco de ruido en la casa. La comida con Yuki había estado deliciosa pero por desgracia el conejo de nieve no podría ir a cenar a la casa Kinomoto, y los dos hermanos llegaron a su residencia más temprano de lo que esperaban. Fujitaka- san había avisado que llegaría un poco tarde a cena porque tuvo más trabajo en la Universidad Touwa, pero advirtió que, por supuesto, tendría más hambre de lo acostumbrado, para que Sakura se fuera previniendo e hiciera más curry (ya que eso iban a comer.)

"Noticia de última hora: Hace apenas unos minutos se desató una balacera en la plaza de Tomoeda, entre dos ladrones que huían después de haber intentado un atraco contra el banco Y, y los tres oficiales que impidieron que el delito se llevase a cabo, junto con los refuerzos que éstos solicitaron cuando los ladrones salieron corriendo del banco. Por desgracia esto ha tenido un saldo rojo, ya que…"

- ¡Vaya!- dijo el hermano de Sakura.- Menos mal que hoy no fuiste a la plaza, kaijuu. Pobres de los que hayan estado ahí…- Touya dejó de hablar cuando vio el cambio de color en su hermana menor. Sakura dejó de cortar la zanahoria y soltó imprudentemente el cuchillo, que cayó al suelo.

La plaza de Tomoeda…

- ¿Sakura?¿Daijôbu desu ka?

Sakura sintió que se le iba el alma a los pies cuando la cámara filmó la puerta destrozada de la librería X. Lágrimas se agolparon en sus ojos verdes.

- Iie, oniichan…- contestó ella sollozando.- Naoko- chan me invitó a ir a la plaza con ella después de la práctica de porristas… y le dije que no… nadie fue con… con ella… ella… ¡se fue sola!- gritó Sakura, mientras lloraba. Touya la estrechó contra su pecho para consolarla, sintiendo un nudo en la garganta.

- Y… ella… pero no sabemos cómo esté… tal vez se encuentra bien…

- No… porque ella… ella siempre va a surtirse de libros a esa librería…

- ¿Qué librería?

- La… la librería X… la de la puerta destrozada… ¡es mi culpa, Touya, es mi culpa!¡Si yo hubiera estado con ella…!

- Claro que no, Sakura; no es tu culpa. Cálmate. Iremos, si quieres, a la plaza, y preguntaremos por tu amiga Naoko. Zettai daijôbu, ¿ne?

Un poco más tranquila, Sakura alzó su mirada y le sonrió a Touya a pesar de sus lágrimas.

************************************************************************************

Para cuando los Kinomoto (pues Fujitaka, preocupado por Sakura al oir lo ocurrido en la plaza de Tomoeda, había salido de la Universidad Touwa a toda velocidad) llegaron al lugar de los hechos, se dieron cuenta de que Tomoyo, Sonomi, Chiharu, Rika y Yamazaki ya estaban ahí, esperando noticias de Naoko.

- ¡Tomoyo- chan!¡Chiharu, Rika, Yamazaki- kun!- gritó Sakura y se echó a correr hacia ellos, que la abrazaron. Los cuatro lloraban sin cesar.

- ¿Han sabido algo de la niña?- preguntó Fujitaka a Sonomi.

Ella negó con la cabeza.

- La policía se niega a declarar algo al respecto. No tengo idea de qué le haya pasado a la pobre de Naoko… pero aparentemente ya todos los que estaban en la plaza han sido sacados de aquí… y no vimos a Naoko entre ellos.

Fujitaka le dio las gracias brevemente a Sonomi.

- ¡TOUYA- KUN!- gritó el señor Kinomoto cuando vio que Touya era violentamente repeflido por tres policías. Pero el joven logró ingeniárselas para burlarlos y entró a la plaza, dirigiéndose a la Librería X.

Cuando llegó a dicho establecimiento vio que la puerta estaba, efectivamente, hecha añicos por el balazo. Un policía recogía los casquillos tirados mientras otro recogía una gorra: la de Naoko- chan.

- ¡¡OIGA!!

- ¿Y usted quién es?¿Qué hace aquí?¿Quién le dio permiso de entrar?

- ¡Eso no importa!¿Sabe de quién es esa gorra?¡Es de una amiga de mi hermana!¿Dónde está ella?

- No lo sé, sólo estoy aquí para recoger evidencias y otros objetos. Lo siento mucho pero no sé qué haya pasado con la amiga de su hermana. Y si me hace el favor…

El policía ya no tuvo necesidad de continuar, porque los tres oficiales que habían intentado detener a Touya a la entrada agarraron a éste y lo sacaron por la fuerza. A regañadientes, Touya salió. Y una vez afuera les contó a los demás lo que el investigador le había dicho.

- Qué horror… ¿y ahora a quién le preguntamos?

- Cálmate, Sonomi- kun. Lo más razonable será buscar al jefe de la investigación y preguntarle a qué hospital se llevaron a los heridos, para que así encontremos a Naoko- san.

Justo en ese momento la familia Yanagisawa, sin Naoko, por supuesto, llegó a la plaza Tomoeda.

- ¡MI HIJA!¡MI HIJA!¿DÓNDE ESTÁ MI HIJA?¿USTEDES ESTABAN CON ELLA?¡POR FAVOR, DÍGANME QUE MI NAOKO ESTÁ BIEN!- sollozaba desgarradoramente Yanagisawa Shika. Los presentes tuvieron que decir que ignoraban lo que le había pasado a la niña, y la esposa lloró inconsolable en los brazos de su esposo. Pero Fujitaka sí habló con el jefe de la operación, quien le pidió todos sus datos y le pidió a Sakura que le describiera a Naoko, para que, en cuanto se supiera algo, fueran debidamente notificados.

************************************************************************************

Al día siguiente, en Tomoeda Shougakkou se ofreció un minuto de silencio en memoria de Naoko. Cierto que aún no sabían exactamente lo que le había pasado, pero los profesores no albergaban mayores esperanzas.

Syaoran, que se había enterado del suceso hasta esa mañana, tuvo que consolar a la Card Captor. Se puso colorado como un jitomate, pero en esos momentos semejante cosa no importaba.

Se reanudaron las clases después de alguna media hora en la que la escuela era un caos: los detalles del atentado, sus protagonistas, las hipótesis de los niños idiotas que nunca faltaban, y la suerte desconocida de Naoko. Cuando Terada Yoshiyuki (éste es EL NOMBRE VERDADERO del profe Terada) entró al aula para impartir su clase de matemáticas, se impuso el silencio.

************************************************************************************

- Kaijuu Sakura…- Touya susurró, mientras su imouto subía desanimada las escaleras, después de haber comido sólo la mitad de su cena. Sakura estaba realmente deprimida. Ni siquiera Yukito había logrado levantarle el ánimo.

Asimismo Yue y Kero estaban preocupados por su ama. Nunca la habían visto así de triste. Yue observaba, desde la copa de un árbol y bien oculto, la ventana del cuarto de Sakura- chan. Para no preocuparla no quiso decirle que últimamente había empezado a sentir magia que a él le era muy familiar…

- Sakura- sama…- y Yue desplegó sus alas para irse de allí.

Kero también estaba muy preocupado. Le había gritado en la mañana, le invitó de sus dulces, le contó chistes, se puso algunos diseños que Tomoyo le había hecho cuando Sakura empezó a cazar las cartas y hasta bailó hawaiano con todo y una faldita, pero nada de eso hizo reir a la Card Captor. Peor aún, ni la mención del gaki ("mocoso") chino la alegró aunque fuera un poco.

Agitando sus alitas, el "mono de peluche" le deseó las buenas noches a Sakura y se acurrucó para poder dormir, pero con un ojo abierto para vigilar a su ama, sólo por si acaso.

************************************************************************************

Fujitaka y Touya hablaron un poco. El señor Kinomoto le aconsejó a Touya que por el momento dejaran a Sakura en paz para que pudiera desahogarse y sentirse mejor. Touya se resignó. Su papá tal vez tenía razón, después de todo.

Ambos hombres lavaron los trastes y recogieron la mesa. Fujitaka guardó en un tupper lo que quedaba de la cena de su hija y lo metió al rerigerador para que no se echara a perder y calentarlo más tarde. Después los dos se fueron a acostar.

A pesar de lo que le había aconsejado a Touya, Kinomoto- san entró silenciosamente al cuarto de Sakura, que estaba dormida, le dio un beso en la mejilla, acarició la cabeza de su hija paternalmente (¡PATERNALMENTE, NO SEAN MALPENSADOS!) y se fue.

Touya no podía dormir. Tenía un vacío en el estómago. Presentía que a Naoko le había pasado algo más. ¿Qué podría ser?

Las tres de la mañana y seguía sin poder dormir. Touya se levantó bruscamente de su cama y se cambió de ropa, para ponerse una playera sport verde pálido y unos pantalones de color caqui (caqui, kaki, khaki, bla, bla, bla, es lo mismo). Luego se puso unos calcetines blancos y salió sin hacer ruido de la casa, calzándose sus tenis antes de cerrar la puerta de su casa.

El muchacho agarró su bicicleta y la llevó un poco lejos para que nadie de su casa despertara y lo viera. Cuando estuvo a una distancia razonable se subió en su bicicleta y se puso a pedalear.

Tratando de aclarar sus pensamientos llegó hasta el Parque Pingüino, en el que no parecía haber nadie.

Touya bajó de su bicicleta y la dejó recargada en un árbol, y se acercó unos pasos al rey pingüino.

Entonces supo por qué tenía un vacío en el estómago.

- ¿T- Touya- kun?

Touya miró hacia adelante y vio a Naoko parada a un lado del rey pingüino. No estaba herida, no estaba pálida, no se veía golpeada, no nada. Sólo le faltaban sus lentes y…

Estaba flotando.

- Oh, Dios mío…

Continuará….

OMAKEOMAKEOMAKEOMAKEOMAKEOMAKEOMAKEOMAKEOMAKEOMAKEOMAKE

¡¡Hola de nuevo!! Milagrosamente he terminado el segundo capítulo de esta historia y, por supuesto, me dispongo a iniciar el tercero. ¿Qué rayos le pasó a Naoko?¿Dónde está su cuerpo?¿Cómo ayudará Touya a Naoko? Y además… ¿No se irá a morir Sakura cuando sepa lo que le ocurrió a su amiga? Si de veras les interesó la historia y/o no están francamente aburridos y están leyendo este fic por pura desesperación, no se pierdan el próximo capítulo. Tengan compasión de la pobre autora y mándenle un mensaje a la dirección de correo electrónico (alias "emilio") que aparece al principio del fic. ¡Ja ne!