POR UN BESO…

Por: Ariadna.

Capítulo 2: TOMOKO.

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Saludé a la recepcionista y al par de enfermeros que la acompañaban.

Ya era común que ellos me vieran llegar a esta hora del día al hospital.

Suspiré.

Ryuji…

Ryuji lleva ya más de un año internado en este hospital y aún no recibe otra visita que no fuese mía ni sus fieles guardaespaldas, así como de Junta….

El chico que cambió mi vida…y la de Ryuji…

No lo culpo por eso, todo lo contrario, le agradezco, ya que nunca me hubiese dado cuenta de los verdaderos sentimientos de Ryuji si no fuera por él…. A pesar de que eso casi le cuesta la su vida, y la mía….

Subí al ascensor.

Traté de relajarme un poco…. Los hospitales siempre me produjeron miedo, y el ver a Ryuji encerrado aquí todo este tiempo me da escalofríos. Aunque siempre se lo oculto…

Cuando la puerta se abrió en el piso indicado, distinguí la figura de una chica de cabellos oscuros tratando de entrar a la fuerza a la habitación de mi novio. Claro que le era un poco difícil con los guardias custodiando la puerta.

-¡Déjenme pasar! ¡Tengo algo importante de hablar con Tomoko Saeki!

-¿Y de qué quieres hablar? – pregunté yo al acercarme.

-¿Tomoko? – interrogó ella.

-¿Quién quiere saberlo? – volví a preguntar.

-Oh, disculpa mis modales. Mi nombre es Kotomi Takanashi y necesito hablarte de Junta Momonari.

-Siento haber causado tanto alboroto allá arriba, es que esos guardias no querían decirme nada.

-No hay problema.

Ambas estamos ahora en la cafetería del hospital.

Realmente me intriga el saber de que quiere hablar y que relación tiene ella con Junta.

-Te preguntarás de qué quiero hablarte y que relación tengo yo con Junta ¿no es así?

Sonreí. Me leyó la mente.

-Verás, Junta me ayudó tiempo atrás con un problema por mi constitución física, que es muy parecida a la de él...

-¿Te refieres a lo de vomitar?

-Ajá, algo así. Fue muy tierno conmigo y, bueno, terminé perdidamente enamorada de él.

Volví a sonreír. Esa historia me suena familiar… es mi historia también.

-Esto produjo problemas, claro. Ya que mi mejor amiga, Ami Kurimoto, también estaba (y está) enamorada de Junta. Y ella tenía (y tiene) más oportunidades de llegar a su corazón que yo, debido a no sé qué historia sobre un Megaplay boy…

Así que ella también conoce esa historia…

-Pues al final me di por vencida, les desee suerte y me fui a vivir por un año a Alemania debido a una beca.

-Ah! Con razón tu nombre me sonaba familiar, eres la chica que sacó el segundo lugar en las últimas olimpiadas juveniles, ¿no?

-Ajá.

No dijo nada más. Ella espera alguna reacción referente al tema de Junta. No dije nada.

Al cabo de un rato de silencio, ella continuó:

-Bueno, hace dos días volví y me di cuenta de que Junta y Ami, a pesar de que los había dejado encaminados y que ambos saben cuanto se quieren, en un año de paz… ¡No han llegado a nada!

Me sorprendí un poco con su enojo ¿no se supone que debería estar contenta de que Junta no esté atado a nadie?

-en mis últimos días en Alemania me di cuenta de que aún lo amaba… aún…lo amo…. Pero ¿cómo se supone que voy a olvidarlo si él está solo y sin compromiso?

-¿no deberías estar feliz por eso? – pregunté dudosa.

-¡Claro que no! Junta ES de Ami. ¡No quiero, ni puedo, quitárselo!

-Entonces, lo que tu necesitas es que Junta y Ami lleguen a "algo", ser novios o algo así ¿es eso?

-Exactamente. Por eso necesito hablar contigo. Necesito saber como haces para llamar la atención de un chico.

-¿Qué?

-¡Claro! Tu lograste despertar al Megaplay de Junta. Tu novio se volvió loco, literalmente, para darte a entender cuanto te quería. Debes de tener o hacer algo especial para lograr ese efecto en los hombres.

Me ofendí. La manera en como se refiere a mi persona es como si yo fuera una… una…

-Mi forma de ser o actuar no tiene nada que ver. Lo de Junta no fue culpa mía, y tampoco lo fue lo de Ryuji. – respondí de forma cortante.

-Está bien, no te enojes, retiro lo dicho. – se disculpó. – Ahh! Es solo que quiero ayudar a ese par de tontos y no sé cómo. – cruzó sus brazos sobre su pecho, mientras fruncía el ceño y sacaba la lengua, en un gesto de falso enojo.

-¿Y ellos qué han hecho al respecto? – pregunté ya en un tono más amigable. Se nota que ella es una buena chica a pesar de ser tan impulsiva.

-¡de todo! Eso creo… estuve conversando con Junta y me contó que durante el último tiempo han tenido alrededor de 20 citas o más.

-¿y AÚN no son novios?

-No. Todas finalizaron en desastre. Son…como decirlo….muy amigos para hacer otra cosa que no sea divertirse como tales.

-¿y se han besado?…. nah! Disculpa por esa tonta pregunta, de seguro que ya….

-¡¿Un beso?! – me interrumpió. - ¡Claro! Algo tan obvio, simple y fácil… el mejor recuerdo que tengo de Junta es aquel beso…

Cierto. También tengo como un buen recuerdo aquel beso que me di con Junta.

Pero…

¿De que sirve un beso en una relación que lleva 17 años sin llegar a nada?

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