1 Capítulo 4. Oa comienza su venganza
La noche llega a Céfiro y sus habitantes duermen tranquilamente, a excepción de dos que se encuentran charlando. Son Latis y Guru Clef que charlan sobre la venida de las princesas de Ziceta.
Mientras tanto, Anaís, quién dormía tranquilamente, tiene un ataque de tos.
- Al fin desperté – Oa – creo que es hora de comenzar.
Diciendo esto se levanta, se cambia de ropa por arte de magia y sale del cuarto [Oa sabe de magia, así que sale flotando] dirigiéndose al cuarto de Marina.
- Que bueno que está dormida – dice en voz baja y mientras pone un dedo en su frente empieza a conjurar – sueños, conviértanse en pesadillas, que sueñe con la muerte que le dieron a Zagato y Esmeralda.
En eso, una luz emana de su dedo y entra en Marina, Oa sólo sonríe y se dirige al cuarto de Lucy, donde hace lo mismo.
Ya que sale, cierra los ojos y dice:
- Todavía falta, creo que veré que más hago.
Y diciendo esto se dirige al salón del trono.
- Un espíritu maligno se dirige para acá – dice Latis preocupado.
- Es el mismo que sentimos cuando llegaron las niñas – contesta Guru Clef – pero no te preocupes, no puede entrar aquí si yo no le abro.
En eso llega Oa, ve las puertas y las abre, creyendo que no había nadie.
- Que decías Guru Clef – dice Latis en tono sarcástico mientras se ponía en posición de defensa.
- No es momento para sarcasmos Latis – contesta Guru Clef poniéndose también en posición de defensa.
- ¿A… Anaís? – Preguntan los dos al mismo tiempo.
- ¡E… Estas flotando! – Dice Latis sorprendido.
Oa sólo se les quedo viendo, hasta que logra reconocerlos.
- Ya los reconocí – dice – son el espadachín traidor y el mago supremo sin sentimientos.
- ¿Que quieres decir? – pregunta Guru Clef – no te entiendo Anaís
- No soy Anaís – contesta Oa – para ser el mago supremo de Céfiro eres algo lento, me decepcionas.
- ¿Por qué me dijiste traidor? – Pregunta Latis, poniéndose otra vez en defensa.
- Y todavía lo preguntas – contesta Oa muy molesta – tú abandonaste a tu hermano cuando más te necesitaba, te fuiste de Céfiro sin importarte nada. Y tú – señalando a Guru Clef – hiciste todo lo posible para separar a Zagato de Esmeralda.
- ¿Quién eres? – Pregunta Guru Clef mientras Latis se había quedado sin habla y había palidecido por el comentario.
- No creo conveniente que lo sepas por ahora – contesta con una gran sonrisa – pero pronto lo sabrás, por ahora ya tengo que irme.
Un brillo intenso emana de Anaís y luego cae.
- ¿Está bien? – Latis
- Sí, sólo está dormida.
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
Mientras Oa empezaba con su venganza, en su mente Anaís despierta a donde Oa la mandó.
- ¿Dónde estoy? – Pregunta algo asustada, ya que no ve nada.
De pronto, todo se vuelve claro y se encuentra enfrente a un enorme animal, intenta, pero no puede moverse, cierra los ojos esperando el golpe cuando siente un cuerpo encima de ella que la saca del camino.
- Debes tener más cuidado – dice el chico que la salvó.
Esa voz se le hace muy conocida, y cuando abre sus ojos ve el rostro de Zagato.
Se asusta, intenta decir algo, pero no puede, es como si estuviera muda.
De pronto, Zagato se levanta y se va, ella, involuntariamente, lo sigue.
*¿Qué está pasando aquí?* piensa Anaís *ya sé, debo de estar dentro del cuerpo de alguien, pero ¿de quien?*
Siguió a Zagato, lo que sorprendió a Anaís es que parecía que no la veía. De pronto llegaron al castillo, era igual al de ahora, pero tenía un brillo distinto. Zagato entró con
Anaís detrás, pesaron algunos pasillos hasta llegar al salón del trono, en la puerta había dos personas que Anaís no tardó en reconocer.
*Guru Clef y Latis*
- Hermano, que bueno que ya llegaste – se acercó Latis abrazando a Zagato. Anaís notó que sus ojos una alegría que nunca antes había visto.
- Ya era hora Zagato – dijo Guru Clef con una sonrisa – la princesa Esmeralda los está esperando.
Anaís se sorprendió muchisimo, la princesa Esmeralda todavía estaba viva, esto la confundió un poco, pero después se dio cuenta de que estaba viviendo en los recuerdos de alguien.
Las puertas se abrieron y entro Guru Clef, seguido de Latis y Zagato, y esté seguido de Anaís.
- Princesa Esmeralda – dijo Guru Clef
- Dime Guru Clef – se escuchó una voz hermosa desde el trono.
- Aquí te traigo a tus dos nuevos protectores – dijo esto mientras se hincaba.
Zagato y Latis hicieron lo mismo, pero Anaís se quedó de pie [recuerden que ella no maneja el cuerpo en el que está].
- Este joven es el mejor espadachín de Céfiro, su nombre es Latis y será el que dirigirá a los soldados – dijo Guru Clef mientras señalaba a Latis con la mano (ya se había parado).
- Mucho gusto – contestó la princesa Esmeralda
- El gusto es mío – termino Latis, mientras besaba la mano de Esmeralda.
- Este joven será tu mago personal, se llama Zagato y es uno de los mejores magos de Céfiro – continuo Guru Clef, está vez señalando a Zagato.
- Mucho gusto – repitió Esmeralda
- El gusto es mío – contestó Zagato, mientras le besaba la mano, en ese instante, volteo para verla y sus ojos quedaron prendados en los de ella.
Por lo visto, le pasó lo mismo a Esmeralda, que se sonrojó un poco mientras retiraba su mano, ya recobrada dijo:
- Les estoy muy agradecida por el servicio que me van a dar, pueden retirarse.
Anaís, que estaba viéndolos, noto la reacción de Zagato y Esmeralda.
*Se amaron desde la primera vez que se vieron* pensó Anaís mientras sus ojos se entristecían *y nosotros los matamos solo por eso* y no pudo evitar que una lagrima saliera de sus ojos.
De pronto todo se volvió negro y no vio nada más.
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
Volviendo a la actualidad
- ¿Qué sucedió hace unos minutos Guru Clef? – Pregunta Latis – ya no siento el espíritu maligno.
- No sé – contesta Guru Clef con Anaís en brazos – ya no la siento, pero parece que se ha posesionado de Anaís.
- Pobre – continúa Latis - ¿les decimos a las chicas?
- No lo creo – contesta Guru Clef algo pensativo – sería arruinarles su venida a Céfiro, hay que esperar si podemos ayudar a Anaís, y si no, se los decimos.
Latis no estuvo muy conforme con la respuesta, pero creyó también que era lo mejor.
Llegaron a la habitación de Anaís, la dejaron en su cama y la taparon (cuando desapareció Oa reapareció su pijama), iban saliendo cuando escucharon unos gritos.
- ¡YA NO! – Marina
- ¡BASTA! – Lucy
- Esas fueron Lucy y Marina – dijo Latis al escucharlos.
- Ve a ver que le pasa a Lucy – dijo Guru Clef algo consternado – yo iré a ver a Marina.
Así lo hizo Latis, y después de sacudir por un buen rato a Lucy logró despertarla.
- La… Latis – dijo Lucy al reconocerlo, se abrazó a él y continuó llorando
- ¿Qué tienes? – le preguntó Latis preocupado
Después de lograr contenerse, Lucy le cuenta su pesadilla, que cada vez que terminaba comenzaba, como una cadena sin final.
- Recuerda Lucy – contestó Latis al finalizar el relato – que mi hermano y la princesa Esmeralda decidieron ese destino, ustedes no tienen la culpa.
- Por favor – suplicó Lucy – quédate está noche conmigo
Latis asintió, y sentándose en la cama, abrazó a Lucy, que muy pronto quedó dormida.
Mientras, Guru Clef, después de haber usado un hechizo logró despertar a Marina.
- Guru Clef – dijo al reconocerlo y se abrazó a él.
Guru Clef se sonrojó un poco, pero comenzó a acariciar el cabello a Marina.
- Ya todo está bien – dijo con su voz tranquilizadora - ¿qué fue lo que soñaste?
Marina le contestó lo mismo que Lucy a Latis.
- Recuerda que la decisión de la princesa Esmeralda y Zagato fue esa – contestó Guru Clef una vez que Marina terminaba de contarle la pesadilla – ustedes no tuvieron la culpa. Ahora duerme tranquila.
Y haciendo otro hechizo hizo que durmiera otra vez, la acomodó en su cama y se fue a su cuarto.
Sueño:
Comenzaba con la princesa Esmeralda y Zagato abrazados, luego aparecía Rayearth en medio y los separaba, sacaba su espada y mataba primero a Zagato, este al ver que estaba muriendo quiso abrazar a Esmerada, pero Rayearth lo evito poniéndose enfrente de Esmeralda. Luego se voltea y mata a la princesa Esmeralda, que solo lloraba por la muerte de Zagato.
Cuando amaneció, el primero en levantarse fue Guru Clef, que después de vestirse se dirigió a desayunar; la segunda fue Anaís, que estaba muy deprimida, se cambio y se dirigió desayunar; los terceros fueron Caldina, Ráfaga y Odi que llegaron al mismo tiempo que Anaís; después llegó Marina, después Lucy y por último Latis, que tuvo que ir a su cuarto a cambiarse.
- ¡Qué bueno que todo ya está listo! – Dijo Caldina muy emocionada, tratando de subir los ánimos a todos, que tenían unas caras [excepto Guru Clef, ya ven que inexpresivo es].
- Es cierto – continúo Ráfaga – todo está perfecto para la llegada de las princesas de Ziceta
- ¡¿QUÉ?! – Grito Marina, que se le había subido un poco los ánimos - ¡¿TATRA Y TATA VIENEN HOY?!
- Así es Marina – contestó Caldina algo contenta – y si mal no recuerdo van a venir con muchos niños – dijo volteando a ver a Odi y a Lucy, que por arte de magia su cara cambió con una sonrisa.
- ¡¿NIÑOS?! – Preguntó emocionada.
- Así es – contestó Ráfaga
Al ver que su plan había funcionado, Caldina sonrió contenta, Lucy y Marina estaban sonriendo, Guru Clef se veía un poco mejor al ver a las chicas mejor, y Latis también se sentía un poco mejor.
Nadie se había dado cuenta de que Anaís seguía muy seria, pero en sus ojos se denotaba una gran tristeza.
CONTINUARÁ ..........
La noche llega a Céfiro y sus habitantes duermen tranquilamente, a excepción de dos que se encuentran charlando. Son Latis y Guru Clef que charlan sobre la venida de las princesas de Ziceta.
Mientras tanto, Anaís, quién dormía tranquilamente, tiene un ataque de tos.
- Al fin desperté – Oa – creo que es hora de comenzar.
Diciendo esto se levanta, se cambia de ropa por arte de magia y sale del cuarto [Oa sabe de magia, así que sale flotando] dirigiéndose al cuarto de Marina.
- Que bueno que está dormida – dice en voz baja y mientras pone un dedo en su frente empieza a conjurar – sueños, conviértanse en pesadillas, que sueñe con la muerte que le dieron a Zagato y Esmeralda.
En eso, una luz emana de su dedo y entra en Marina, Oa sólo sonríe y se dirige al cuarto de Lucy, donde hace lo mismo.
Ya que sale, cierra los ojos y dice:
- Todavía falta, creo que veré que más hago.
Y diciendo esto se dirige al salón del trono.
- Un espíritu maligno se dirige para acá – dice Latis preocupado.
- Es el mismo que sentimos cuando llegaron las niñas – contesta Guru Clef – pero no te preocupes, no puede entrar aquí si yo no le abro.
En eso llega Oa, ve las puertas y las abre, creyendo que no había nadie.
- Que decías Guru Clef – dice Latis en tono sarcástico mientras se ponía en posición de defensa.
- No es momento para sarcasmos Latis – contesta Guru Clef poniéndose también en posición de defensa.
- ¿A… Anaís? – Preguntan los dos al mismo tiempo.
- ¡E… Estas flotando! – Dice Latis sorprendido.
Oa sólo se les quedo viendo, hasta que logra reconocerlos.
- Ya los reconocí – dice – son el espadachín traidor y el mago supremo sin sentimientos.
- ¿Que quieres decir? – pregunta Guru Clef – no te entiendo Anaís
- No soy Anaís – contesta Oa – para ser el mago supremo de Céfiro eres algo lento, me decepcionas.
- ¿Por qué me dijiste traidor? – Pregunta Latis, poniéndose otra vez en defensa.
- Y todavía lo preguntas – contesta Oa muy molesta – tú abandonaste a tu hermano cuando más te necesitaba, te fuiste de Céfiro sin importarte nada. Y tú – señalando a Guru Clef – hiciste todo lo posible para separar a Zagato de Esmeralda.
- ¿Quién eres? – Pregunta Guru Clef mientras Latis se había quedado sin habla y había palidecido por el comentario.
- No creo conveniente que lo sepas por ahora – contesta con una gran sonrisa – pero pronto lo sabrás, por ahora ya tengo que irme.
Un brillo intenso emana de Anaís y luego cae.
- ¿Está bien? – Latis
- Sí, sólo está dormida.
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
Mientras Oa empezaba con su venganza, en su mente Anaís despierta a donde Oa la mandó.
- ¿Dónde estoy? – Pregunta algo asustada, ya que no ve nada.
De pronto, todo se vuelve claro y se encuentra enfrente a un enorme animal, intenta, pero no puede moverse, cierra los ojos esperando el golpe cuando siente un cuerpo encima de ella que la saca del camino.
- Debes tener más cuidado – dice el chico que la salvó.
Esa voz se le hace muy conocida, y cuando abre sus ojos ve el rostro de Zagato.
Se asusta, intenta decir algo, pero no puede, es como si estuviera muda.
De pronto, Zagato se levanta y se va, ella, involuntariamente, lo sigue.
*¿Qué está pasando aquí?* piensa Anaís *ya sé, debo de estar dentro del cuerpo de alguien, pero ¿de quien?*
Siguió a Zagato, lo que sorprendió a Anaís es que parecía que no la veía. De pronto llegaron al castillo, era igual al de ahora, pero tenía un brillo distinto. Zagato entró con
Anaís detrás, pesaron algunos pasillos hasta llegar al salón del trono, en la puerta había dos personas que Anaís no tardó en reconocer.
*Guru Clef y Latis*
- Hermano, que bueno que ya llegaste – se acercó Latis abrazando a Zagato. Anaís notó que sus ojos una alegría que nunca antes había visto.
- Ya era hora Zagato – dijo Guru Clef con una sonrisa – la princesa Esmeralda los está esperando.
Anaís se sorprendió muchisimo, la princesa Esmeralda todavía estaba viva, esto la confundió un poco, pero después se dio cuenta de que estaba viviendo en los recuerdos de alguien.
Las puertas se abrieron y entro Guru Clef, seguido de Latis y Zagato, y esté seguido de Anaís.
- Princesa Esmeralda – dijo Guru Clef
- Dime Guru Clef – se escuchó una voz hermosa desde el trono.
- Aquí te traigo a tus dos nuevos protectores – dijo esto mientras se hincaba.
Zagato y Latis hicieron lo mismo, pero Anaís se quedó de pie [recuerden que ella no maneja el cuerpo en el que está].
- Este joven es el mejor espadachín de Céfiro, su nombre es Latis y será el que dirigirá a los soldados – dijo Guru Clef mientras señalaba a Latis con la mano (ya se había parado).
- Mucho gusto – contestó la princesa Esmeralda
- El gusto es mío – termino Latis, mientras besaba la mano de Esmeralda.
- Este joven será tu mago personal, se llama Zagato y es uno de los mejores magos de Céfiro – continuo Guru Clef, está vez señalando a Zagato.
- Mucho gusto – repitió Esmeralda
- El gusto es mío – contestó Zagato, mientras le besaba la mano, en ese instante, volteo para verla y sus ojos quedaron prendados en los de ella.
Por lo visto, le pasó lo mismo a Esmeralda, que se sonrojó un poco mientras retiraba su mano, ya recobrada dijo:
- Les estoy muy agradecida por el servicio que me van a dar, pueden retirarse.
Anaís, que estaba viéndolos, noto la reacción de Zagato y Esmeralda.
*Se amaron desde la primera vez que se vieron* pensó Anaís mientras sus ojos se entristecían *y nosotros los matamos solo por eso* y no pudo evitar que una lagrima saliera de sus ojos.
De pronto todo se volvió negro y no vio nada más.
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
Volviendo a la actualidad
- ¿Qué sucedió hace unos minutos Guru Clef? – Pregunta Latis – ya no siento el espíritu maligno.
- No sé – contesta Guru Clef con Anaís en brazos – ya no la siento, pero parece que se ha posesionado de Anaís.
- Pobre – continúa Latis - ¿les decimos a las chicas?
- No lo creo – contesta Guru Clef algo pensativo – sería arruinarles su venida a Céfiro, hay que esperar si podemos ayudar a Anaís, y si no, se los decimos.
Latis no estuvo muy conforme con la respuesta, pero creyó también que era lo mejor.
Llegaron a la habitación de Anaís, la dejaron en su cama y la taparon (cuando desapareció Oa reapareció su pijama), iban saliendo cuando escucharon unos gritos.
- ¡YA NO! – Marina
- ¡BASTA! – Lucy
- Esas fueron Lucy y Marina – dijo Latis al escucharlos.
- Ve a ver que le pasa a Lucy – dijo Guru Clef algo consternado – yo iré a ver a Marina.
Así lo hizo Latis, y después de sacudir por un buen rato a Lucy logró despertarla.
- La… Latis – dijo Lucy al reconocerlo, se abrazó a él y continuó llorando
- ¿Qué tienes? – le preguntó Latis preocupado
Después de lograr contenerse, Lucy le cuenta su pesadilla, que cada vez que terminaba comenzaba, como una cadena sin final.
- Recuerda Lucy – contestó Latis al finalizar el relato – que mi hermano y la princesa Esmeralda decidieron ese destino, ustedes no tienen la culpa.
- Por favor – suplicó Lucy – quédate está noche conmigo
Latis asintió, y sentándose en la cama, abrazó a Lucy, que muy pronto quedó dormida.
Mientras, Guru Clef, después de haber usado un hechizo logró despertar a Marina.
- Guru Clef – dijo al reconocerlo y se abrazó a él.
Guru Clef se sonrojó un poco, pero comenzó a acariciar el cabello a Marina.
- Ya todo está bien – dijo con su voz tranquilizadora - ¿qué fue lo que soñaste?
Marina le contestó lo mismo que Lucy a Latis.
- Recuerda que la decisión de la princesa Esmeralda y Zagato fue esa – contestó Guru Clef una vez que Marina terminaba de contarle la pesadilla – ustedes no tuvieron la culpa. Ahora duerme tranquila.
Y haciendo otro hechizo hizo que durmiera otra vez, la acomodó en su cama y se fue a su cuarto.
Sueño:
Comenzaba con la princesa Esmeralda y Zagato abrazados, luego aparecía Rayearth en medio y los separaba, sacaba su espada y mataba primero a Zagato, este al ver que estaba muriendo quiso abrazar a Esmerada, pero Rayearth lo evito poniéndose enfrente de Esmeralda. Luego se voltea y mata a la princesa Esmeralda, que solo lloraba por la muerte de Zagato.
Cuando amaneció, el primero en levantarse fue Guru Clef, que después de vestirse se dirigió a desayunar; la segunda fue Anaís, que estaba muy deprimida, se cambio y se dirigió desayunar; los terceros fueron Caldina, Ráfaga y Odi que llegaron al mismo tiempo que Anaís; después llegó Marina, después Lucy y por último Latis, que tuvo que ir a su cuarto a cambiarse.
- ¡Qué bueno que todo ya está listo! – Dijo Caldina muy emocionada, tratando de subir los ánimos a todos, que tenían unas caras [excepto Guru Clef, ya ven que inexpresivo es].
- Es cierto – continúo Ráfaga – todo está perfecto para la llegada de las princesas de Ziceta
- ¡¿QUÉ?! – Grito Marina, que se le había subido un poco los ánimos - ¡¿TATRA Y TATA VIENEN HOY?!
- Así es Marina – contestó Caldina algo contenta – y si mal no recuerdo van a venir con muchos niños – dijo volteando a ver a Odi y a Lucy, que por arte de magia su cara cambió con una sonrisa.
- ¡¿NIÑOS?! – Preguntó emocionada.
- Así es – contestó Ráfaga
Al ver que su plan había funcionado, Caldina sonrió contenta, Lucy y Marina estaban sonriendo, Guru Clef se veía un poco mejor al ver a las chicas mejor, y Latis también se sentía un poco mejor.
Nadie se había dado cuenta de que Anaís seguía muy seria, pero en sus ojos se denotaba una gran tristeza.
CONTINUARÁ ..........
