Esta es una historia que se me ocurrió un día en el que leí el nombre de Marduck como nombre para designar al diablo. Fue en la quinta entrega de "Entrevista con el vampiro" de Anne Rice, e inmediatamente relacioné el nombre que decía con la serie de Neon Genesis Evangelion. Con el pasar del trayecto de mi casa al trabajo, uní las dos historias, y este ha sido el resultado.

Antes de nada, quiero decir que esto es una paranoia de mi obtusa mente y mi retorcido pensamiento... aunque claro, ¿quien dice que no pueda ser cierto?

En fin, ya sólo me queda decir que todos los derechos de Neon Genesis Evangelion pertenecen a Gainax y "Memnoch, el diablo" a Anne Rice. Esta historia se escribe sin ánimo de lucro y no acaparo ningún derecho sobre los personajes.



DIABLO, EL VERDADERO GÉNESIS.



1ª parte



Misato estaba hackeando con los códigos secretos que Kaji le había proporcionado el sistema MAGI. Abriendo los ficheros encontró algo que la llamó la atención de sobremanera. Con cuidado sacó un pequeño disco y lo introdujo en la ranura del terminal que estaba utilizando. El suave murmullo la indicó que se estaban grabando los ficheros correctamente.

El sonido de unos pasos hizo que girara la cabeza hacia el oscuro pasillo por el que había penetrado y que su mano derecha buscara la culata de su arma en su pecho. Durante unos instantes que parecieron siglos, sólo el frenético retumbar de su corazón resonó en sus oídos. Un pitido del ordenador indicando que la grabación se había realizado con éxito la sobresaltó y con un rápido movimiento sacó el disco saliendo de allí, no sin antes echar un último vistazo y cerciorarse de que no había nadie más.

Cuando cerró la pesada puerta de contención que sellaba el lugar a cal y canto, una neblina surgió de la nada y se extendió por el suelo hasta los pies del terminal del ordenador. De la oscuridad surgió una mano que tecleó varios comandos sin que la pantalla se encendiera. Por fin y con toda tranquilidad apretó la tecla de "Enter" con su dedo índice y la luz de dicha pantalla iluminó la habitación de repente. No había nadie allí para observar que hasta la mano que misteriosamente había estado manipulando el terminal habían desaparecido; tampoco había nadie para ver que la pantalla estaba parpadeando con colores chillones una única palabra... VICTORIA.

-Esto no puede ser verdad- se repetía Misato -es demasiado místico-.

Conducía su coche por las calles de Neo Tokyo-3 en dirección a su apartamento. Aparcó en la calle y subió a su apartamento con el disco en las manos dispuesta a comprobar la información que acababa de recoger. Abrió la puerta -¡Shinji! ¡ya estoy en casa!- saludó, pero como de costumbre este no la respondió. Desde que el EVA UNIDAD-00 se había destruído para acabar con el Ã