MÍO

Y aquí estoy, junto a él, todavía no puedo creer que al fin es mío, y que yo soy suya, que al fin somos uno.

Recuerdo cuando al fin tuve el valor de decirle que lo amaba, fue después de la pelea contra Enishi, me preocupé tanto por él, que ya no pude contenerme, y decidí que era ahora o nunca, así que le dije "Kenshin, lo único que deseo es pasar el resto de mi vida contigo...te...te amo", y también recuerdo sus hermosos ojos violeta llenos de asombro ante mis palabras, él no lo podía creer y yo no esperaba ninguna respuesta de su parte, sólo necesitaba desahogarme, decirle lo que sentía antes de que algo pudiera pasarle, y sabía que a partir de ese momento nuestra relación cambiaría para siempre.

No esperaba que me correspondiera, y fui yo la que estuvo llena de incredulidad al oir lo que me dijo "Kaoru-dono...no, Kaoru" cuando dijo mi nombre sin el sufijo de formalidad, supe que mis sentimientos eran correspondidos "Cuando vi tu cuerpo sin vida, creí que la mía había acabado. Yo lloré por la muerte de Tomoe, en verdad la amé, pero cuando creí que te había perdido para siempre...no supe que hacer conmigo, sentí que el mundo se me venía encima...lo que intento decir es" tomó mis manos entre las suyas "jamás podría vivir sin ti, Kaoru, eres la razón que me anima a seguir vivo, eres lo que más amo en el mundo, eres la persona más importante en mi vida" y de sus ojos brotaron lágrimas, al igual que de los míos, los dos lloramos de la felicidad que sentíamos porque el uno era la razón de vivir del otro.

Y luego me rodeó con sus fuertes brazos, con todo su amor, me abrazó como aquella vez que se despidió de mi para irse a Kyoto, pero esta vez no me soltó, y me recosté en su pecho que siempre me brindaba protección, me sentí en paz al oír los latidos de su corazón, mientras el acariciaba con sus manos mi cabello. Jamás voy a olvidar ese momento.

Anoche fue la más bella de mi vida, fue nuestra primera noche juntos, cuando nos volvimos uno, no sólo en alma, sino también en cuerpo, me dio todo su ser, así como yo me entregué a él. Ahora que amanece, y veo su rostro descansando a mi lado, no puedo describir con palabras lo que siento, Kenshin, el vagabundo que robó mi corazón, es ahora mío, lo amo, y lo qué mas me llena, es que él también me ama.

FIN