Como los padres, como los hijos
Capitulo 3: Revelaciones
"Tomy, aquí... ¿qué pasó?" César exclamó, el se levanto del sofá y ayuda a Tomy a llegar allí.
Sara recontó la historia del ataque de los soldados y todavía mantiene a su damisela.
Héctor y César se miraron solo para preguntarse la misma cosa ¿Y Saori?? Desde que ella era más poderosa debería haberse dado cuanta de eso. Pronto todos empezaron a hacerles preguntas sobre el ataque.
"¿Por qué no les permitimos descansar, conseguir algo de comer, y nosotros hablaremos sobre esto por la mañana?" Emma sugirió.
"Sara, yo sugiero que usted se quede aquí esta noche... usted puede llamar a su familia y decirles donde esta."
"Gracias, Emma." Sara dijo suavemente. Ella entró en la cocina y marcó el número de Información del Tiempo.
"Hola... tía Ana? Sí, soy Sara... escucha, yo estoy quedándome esta noche con unas amigas en su casa... Sí, Emma es su nombre... bien gracias, yo la llamare luego tía."
"Son las 9:00 PM." Una voz informatizada dijo cuando ella colgó. Ella aparento estar hablando con alguien.
César recogió el teléfono del pasillo.
"Son las 9:00 PM." Una voz informatizada dijo.
´ Eso que... para que, ella no llamó a casa después de todo...` César pensó a sí mismo. Él esperó a que Sara colgara antes de colgar él.
César entro en el cuarto que compartía con Tomy.
´ Lo que es a con esa muchacha?... Yo tengo un sentimiento extraño sobre ella... Yo no sé si se puede confiar en ella. Pero donde estará Saori. ` Él pensó mientras miraba a Tomy y después se acostó.
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La próxima mañana Sara se despertó y olió a tocino, huevos, y tostada. Ella encontró una túnica plegada a en una silla que era para ella. Ella se la puso y bajo.
"Oh, te has levantado ya Sara." Emma dijo alegremente como Sara bajó los escalones.
"Hola." Ella dijo.
"Jorge está sirviendo el desayuno en la cocina."
"Gracias, Emma, por ser tan bueno a mí." Sara susurró antes de entrar en la cocina.
"¡Eh, Sara!" Tristan la saludó tan alegremente como Emma tenía.
"La mañana buena." Ella dijo y saluda nerviosamente. Tristan estaba en la mesa comiendo, Jorge preparando algo y César leyendo el periódico.
"Tenga Sara, esto es para usted." Jorge mientras le da un plato de huevos revueltos.
"Gracias." Dijo Sara mientras se sentaba.
"M-eh, Sara... pruebe los huevos revueltos... están muy buenos. Jorge tiene algún tipo de secreto especial para hacerlos." Tristan dijo con un bocado de tocino.
´ Él es tan amistoso y bullicioso... Simplemente como Kento...` Ella sentía una punzada súbita de anhelo para sus camaradas y para su tia.
´ Yo me pregunto si ellos vuelven bien... la última cosa que yo vi era a tía Ann enfrentándose a esos demonios... Tiene que haber una razón para que yo este en el siglo 20 en presencia de los Caballeros Samurai originales...`
"¿Que es lo que pasa? ¿No le gustan los huevos?" La voz de Jorge la saco de sus pensamientos.
"Yo.. Yo..." Ella miro hacia abajo. "Yo lo siento... Yo realmente no tengo mucho apetito esta mañana."
"Yo te entiendo después de lo de anoche. No se preocupe por eso. Si usted tiene hambre después, puedes comer luego." Jorge le dio una sonrisa amistosa cuando él tomó su plato.
Ella no podría ayudar pero sonrió. Ella se sentía calurosa por dentro, para la primera vez en un rato largo.
´ Jorge me recuerda a Cye... un tipo suave y amable...` pensó para sí misma mientras un rubor rosado apareció en sus mejillas.
"¡Eh, buenos días a todos!" Héctor anunció cuando él entró en la cocina, Tomy detrás de él.
"¿Cómo te sientes?" César preguntó.
"El café primero, hablaremos después." Tomy masculló y ondea una mano a César.
"Allí." Jorge apuntó a la cafetera. Tomy gruñó algo ininteligible. Sara tenía problema para no reírse tontamente.
"Um, Emma, yo estaba pensando." Héctor empezó y entonces detuvo, cuando todas las cabezas se volvieron en su dirección.
"OH..." Tristan exclamó de repente ruidosamente. "Yo voy a...hacer una cosa." Él dijo, recoge su plato y sale del cuarto rápidamente.
"Bien, yo apenas recordé algo que tengo que hacer." Jorge dijo distraídamente y termina tan discretamente como Tristan tenía.
"Bien, Tomy, consigamos un poco de aire fresco." César dijo y arrastra a Tomy mientras los dos tenían una sonrisa en su cara. "¿Únanos, Sara?"
"Um... efectivamente." Ella dijo y comprende qué está pasando.
Ya en la sala de estar, César le echo una mirada a Tomy y este cabeceo.
"Es tiempo de las preguntas." Tomy dijo y abre la puerta. "Vamos fuera."
´ Oh no! ` Sara lloró interiormente.
"En primer lugar, nosotros queremos la verdad sobre donde te estas quedando." César dijo en cuanto ellos estuvieran en el porche.
"¿Qué quieres decir?" Sara preguntó, corazón golpeando.
"Nosotros sabemos realmente que no estas quedándote en casa de tu tía." César contestó.
"¿Dónde estás quedándote?¿Eres en verdad una estudiante de intercambio?"
"Yo... Yo..." Sara tartamudeó y busca una respuesta. "¡Porque me cuestionan?!".
"Sara, basta ya de actuar... nosotros sabemos que no eres una estudiante de intercambio... así que dinos la verdad." Tomy suspiró.
´ Dios, Tomy, cómo yo deseo que yo pudiera decirle.` Ella pensó y lo mira fijamente tristemente.
"Yo no puedo decirle todavía la verdad ENTERA." Ella susurró.
"¿Usted no puede?" César preguntó.
De repente el aire todavía creció, y Sara podría sentir una energía extraña, familiar. César y Tomy se tensaron. La energía de una de las Armaduras.
Había una llamarada luminosa de luz y un orbe resplandeciente aparecía en enfrente de ellos. Una figura se materializó en el porche, la figura de un hombre. El corazón de Sara detuvo casi cuando ella lo reconoció. Pelo azul salvaje, oscuro, una cicatriz en un lado de su cara. Cronos.
Su ojo creció ancho y ella podría manejar sólo un lamento estrangulado de sorpresa. Tomy y Salvia se echaron miradas angustiadas.
"Y-Y-usted... usted sólo..." Ella tartamudeó y apunta a Cronos.
"Sara, mire, nosotros podemos explicarlo." Tomy empezó y pone sus manos en sus hombros. Ella no lo oyó. No había tiempo para esconder nada. Ella se negó a tocar a la damisela en dolor delante de un Demonio.
"¡Asesino!!!" Ella gritó y arremete a él. "Yo vine al pasado para detenerte a ti y a los tuyos!..."
"Que..." Cronos exclamó cuando él regateó su ataque. "¡Sobre qué está delirando usted?!"
"¡Yo estoy aquí para enviarlo al infierno de donde usted vino!!" Ella gritó y ataca de nuevo. Una luz amarilla estaba apareciendo alrededor de ella.
"S-Sara?..." César tartamudeó.
"Yo no puedo esconderlo ya... ¡Yo lo destruiré, Demonio de la Oscuridad!"
Tomy y César se miraron. Entonces Héctor salió de la casa.
"Que esta pasando?... ¡Woah, Cronos! ¡Sara?!"
" ...Por mi futuro, mis padres, mis amigos y el fin de los demonios..."
"No entendemos nada, nosotros también estamos perdidos." Tomy murmuró como Tristan y Jorge se acercaron.
"¡Sara, deje de lucharlo!" Jorge gritó.
"¡Usted no tiene que protegerme, Jorge el Agua!" Ella gritó.
"¿Qué?" Él exclamó y detiene.
" ¡...SAGITARIO, VEN A MI!!!" Sara gritó. Las lozanías de cerezo que giran alrededor de ella y una armadura amarilla que la viste.
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"Espero que Tomy no se lo tome a mal. Malditasea porque no me callaría, estoy mejor con la boca callada."
Saori aparco el coche en la entrada de la casa de Emma. El día anterior había estado trabajando cuando debería haber estado aun de vacaciones.
"La próxima vez que vea a Key le digo que no."
De repente sintió una energía familiar. Ella dio la vuelta a la casa y fue hacia el porche.
Cuando llego allí se encontró una extraña escena, estaban todos los chicos, un hombre con armadura al que no conocía y...
"...SAGITARIO, VEN A MI!!" Sara gritó. Las lozanías de cerezo que giran alrededor de ella y una armadura amillara que la viste.
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"¡Esa es MI armadura!" Saori gritó cuando vio a Sara que tenia su armadura. Todo el mundo se volvió hacia ella.
"Madre, no puede ser." Sara dijo en especticismo al ver a Saori.
´ Madre... Saori?? ` César se dijo a sí mismo.
Momentáneamente distraída por el arranque de Saori, Sara hizo una pausa para que Tristan pudiera cojerla.
"¡OWW! ¡Tristan!" Ella gritó. "¡Déjeme! ¿Él es malo, por qué no lo lucha usted, él va a matar a mi madre?!?"
"¡Yo pienso que tienes que contestar unas preguntas primero" le dijo Tristan. Saori por su parte se acercaba despacio a la escena.
"Señora." Cronos dijo y se apoya para encontrarse a Sara.
"Está equivocada. Yo ya no llevo el nombre de Demonio de la Oscuridad... Mi armadura es la Armadura de la Obediencia."
"¡No, si eso fuera VERDAD, serías un Caballero Samurai?!" Sara disparó atrás. "¡Usted está hiriéndome, Tristan!"
"Tiene que ser un truco, chicos." Tristan gruñó. Saori estaba al lado de César y Tomy.
"Yo estoy de acuerdo, un truco." Tomy. "¡Qué juego está jugando usted con nosotros?!" Él gritó a Sara.
"No es un juego." Ella susurró, lágrimas que ruedan abajo su cara.
Ella mira a Saori que aun la mira con especticismo. Una cruz aparece en el cuello de Sara y empieza a brillar al igual que la cruz de Saori. Poco a poco la luz de las dos cruces se va apagando.
"Y eso?? " Tristan.
"¡Déjala, Tristan! ¡Quizá ella podría contestar nuestras preguntas mejor si ella puede respirar!" Héctor exclamó.
Llama blanca salió de la casa bostezando después de una siesta larga. Él miraba a Saori y luego a Sara y Cronos. Él caminó hacia Sara y gruñe humildemente.
"No, Llama Blanca." Ella susurró. "Usted me conoce..."
Él olfateó a Sara, revelado un sonido confundido, la olfateó de nuevo, miro a Saori y entonces puso su cabeza en su regazo y revela un ronroneo.
"Eres tan joven Llama Blanca." Ella susurró. "Es bueno ver una cara familiar."
"Um, excúseme," Tomy dijo. "¿¡POR QUÉ llevas la armadura de Saori?!"
En ese momento Saori se vuelve y hay otro estallido de luz y una mujer se materializa.
"¡Corina!" Héctor exclamó. Saori la miro y luego a Cronos.
"¿Le dio Cronos mi mensaje? Yo tengo un sentimiento terrible, algo terrible está a punto de pasar..." Corina vio a Saori y luego a Sara.
"S-Sara... Eres realmente tu?!..." Corina masculló y camina adelante.
"Pero que es lo que pasa." César gimió y cuelga su cabeza.
"Esto no hay quien lo entienda." Jorge murmuró y mira a Saori que tenia una expresión muy seria en su cara, Héctor también la miraba.
"¡Corina!" Sara lloró, se apresura a los brazos extendidos de Corina y la abraza. "Que alegría que estés bien! Y que joven"
"¡Eh! ¡De que la conoces Corina???!" Héctor lloró.
"Tomy..." Corina susurró y luego mira a Saori. "Atenea... esta es Sara... vuestra hija."
Una ola de susto cercó a lo largo del grupo entero. Tomy sentía que sus piernas no lo apoyaban cuando él se derrumbó hacia el porche. Saori miraba en susto a Corina y a Sara.
´ Mi hija... ` y cae de rodillas al suelo.
"Nosotros tendremos mucho que explicarles cuando ellos se recuperen." Corina murmuró.