Todos los derechos sobre la serie de Card Captor Sakura son propiedad de CLAMP, así como sus personajes. Yo sólo escribo esto para que la gente pase un buen rato y se olvide de la realidad sin tener que abusar de las drogas.

Este tiene una dedicación especial para Sakura_Corazon (si así no se escribe, me corriges), la cual me pidió un fic de Eriol y Tomoyo. "Que sea trágico" me dijo, y como a mí no me cuesta nada crear historias, me inventé una en un dos minutos. Este ha sido el resultado, espero que os guste.



CARTA SENTIMIENTO



Ha pasado el tiempo, es verano y Sakura ha convencido a su padre para hacer un viaje a China. En casa de los Kinomoto, Tomoyo ayuda a Sakura a hacer las maletas mientras esta la mira sorprendida como su amiga empieza a sacar vestidos de un baul que ha traído y los desparrama por la cama sin decidirse por los que Sakura se llevará.

-¡Tengo una idea! ¡llévatelos todos!- dijo Tomoyo emocionada -pero me tienes que prometer que te harás fotos con todos puestos-.

-¡¿Qué?!- se sorprendió Sakura -sólo voy a estar una semana fuera, no voy a tener tiempo de ponerme todos esos vestidos-.

-Debes ponerte guapa... vas a ver a Shaoran- la contestó esta.

Sakura se llevó la mano a la cabeza mientras con la otra negaba -pero es que son demasiados-.

Tomoyo usó su arma secreta con Sakura. Puso cara de decepción y el resultado fue inmediato.

-Está bien, está bien- se rindió Sakura -me los llevaré-.

Tomoyo volvió a sonreír. Su táctica siempre daba el resultado esperado.

En el aeropuerto, Tomoyo observaba como el avión despegaba. Kero iba en el equipaje de mano con su forma adoptada, mientras que Yue también iba como Yukito puesto que Touya le había invitado. Suspiró dejando caer la cabeza y pensando en lo larga que iba a ser la semana sin su mejor amiga.

-Hola Tomoyo, que sorpresa encontrarte aquí- oyo a su espalda.

Se giró y vio a Eriol con una pequeña mochila en la espalda que la sonreía amigablemente mientras se ajustaba las gafas con una mano.

-¡Eriol! ¿qué haces aquí?- preguntó Tomoyo sonriente.

-Vine porque algo se quedó pendiente, pero vamos a tomar un helado ¿te parece?-.

Se fueron los a la cafetería y comentaron como les había ido desde que Eriol se fuera a Inglaterra. Eriol la contó que había estado estudiando bastante la cultura japonesa, y que rebuscando entre todos los libros encontró uno que era en especial muy interesante.

-Se trata de una enciclopedia de todas las cartas de Clow que existen. Algunas ni siquiera Keroberos o Yue tienen constancia de que existen, es por eso que he venido-.

Tomoyo se llevó una mano a la boca sorprendida -¿no me digas que todavía hay cartas de Clow sueltas?-.

Eriol la tranquilizó cogiendo la mano que tenía libre entre las suyas -no te preocupes, seguro que entre Sakura y yo la podremos capturar sin problemas-.

La niña bajó su cabeza -Sakura se acaba de ir a hacer un viaje a China con su familia-.

Las facciones del muchacho se endurecieron por un momento, pero recobró la compostura enseguida soltando las manos de Tomoyo -entonces no me queda más remedio que capturarla yo solo-.

-Yo te podría ayudar- se ofreció ella -siempre estaba con Sakura cuando tenía que capturar alguna carta-.

-Muchas gracias- agradeció este -pero esta carta es muy peligrosa-.

-¿Por qué?-.

Eriol comenzó a hablar como si hablara para sí mismo -se trata de la carta Sentimiento. El amo Clow la creó para aislarse de cualquier tipo de sentimiento cuando tenía que realizar algún hechizo en el que sus sentimientos le podrían haber jugado una mala pasada. Esa carta absorve cualquier sentimiento humano y deja a la persona más fría que un témpano de hielo-.

-¿Y cómo es que ni Sakura, ni Shaoran, ni tú pudísteis sentirla?-.

El chico volvió a sonreír mientras se levantaba de la mesa -eso es porque nuestros poderes provienen justamente de nuestros sentimientos. Esa carta no emite ninguna mágia, sólo absorve, como si fuera una esponja-.

Tomoyo se levantó también de la mesa en donde estaban los dos sentados. El helado se lo habían terminado y Eriol se dispuso a despedirse cuando esta le volvió a preguntar.

-Así que... ¿no quieres que te ayude?-.

Algo en el interior del chico se movió cuando vio la cara de decepción en ella. La hizo un gesto con la mano indicando que fuera con él -está bien... pero tienes que hacer todo lo que te diga-.

Tomoyo volvió a sonreír, su estratagema había surtido efecto como con Sakura.

Pasaron el resto de la semana juntos buscando la carta. Eriol estaba alojado en la casa de Tomoyo -así siempre podré ayudarte en el caso en el que la carta aparezca- y este no pudo negarse a sus deseos. Pasaban todo el día juntos y cuando llegaba la noche, ambos estaban tan rendidos de recorrer las calles de un sitio para otro que después de cenar se quedaban dormidos cuando se sentaban en el sofá para ver un poco la televisión.

El último día, los dos caminaban por el parque del pingüino cuando una persona se cruzó por su camino como si de un zombi se tratase. Eriol se quedó mirando a la persona fijamente mientras Tomoyo hablaba de lo rápido que había pasado la semana.

-Creo que la carta está por aquí- la cortó sin levantar la voz.

-¿Qué? ¿aquí?- preguntó esta observando también al hombre.

-Sí, ese hombre está totalmente vacio por dentro... obsérvale-.

Una mujer que parecía que parecía estar esperando a alguien, sonrió al verlo y cuando el hombre se acercó a ella, esta le abrazó. Pero el individuo ni siquiera se inmutó, reconoció a la mujer, pero no hubo ninguna muestra de afecto hacia ella.

-La carta Sentimiento se alimenta de todas los sentimientos de las personas, desde el amor hasta el odio- frunció el ceño al ver como el hombre no correspondía al enfado de la mujer por ser tan parco en su saludo -esta carta no necesita la magia de nadie para vivir, puede mantenerse quitando los sentimientos de las personas, es la más independiente y la que más le costaba al amo Clow mantener quieta-.

Tomoyo estaba absorta viendo la escena en la que la mujer le daba un tortazo y salía corriendo mientras el que debía ser su novio, simplemente se daba la vuelta y se iba por otro lado. Eriol por si parte la observa de reojo con algo de preocupación.

-No puedo dejar que se exponga de esta manera- pensó este.

-¿Vamos esta noche a por ella?- preguntó de repente Tomoyo girando la cabeza de repente hacia Eriol.

-¿Eh?... ¿qué?- fue cogido por sorpresa mientras la miraba -sí... claro- fue lo que logró decir mientras se atragantaba.

La noche llegó y en el parque del pingüino, Tomoyo y Eriol estaban preparados para enfrentarse a la carta sentimiento.

-¿De verdad crees que voy bien así?- preguntó Eriol mientras se tiraba de la camisa.

-¡Estás perfecto!- exclamó Tomoyo mientras no dejaba de grabar al chico con su inseparable cámara.

Estaba vestido con una camisa holgada de color azul, cuello abierto ribeteado en dorado; las mangas anchas, estaban bordadas con runas como si de un brazalete mágico se tratase y tanto en el pecho como en la espalda tenía bordado en negro brillante su círculo mágico. Los pantalones eran de color verde, un poco ajustados pero sin limitar su movimiento; pequeñas estrellas brillantes estaban repartidas por toda su superficie. Para terminar, llevaba unos botines de color marrón oscuro sin punta y que se llevaban por encima del pantalón.

-Me siento un poco extraño vestido así- se intentó quejar el chico mientras se observaba detenidamente -hubiera preferido el que traje conmigo de Inglaterra-.

-¿No te gusta?-.

Eriol se la quedó mirando por un momento y la sensación que tenía cada vez que ella le ponía esa cara de decepción le volvió a hacer cosquillas. Sonrió y abrió los brazos -pero este traje es perfecto para atrapar a la carta Sentimiento-.

Una ráfaga de aire frío cruzó el parque en ese momento haciendo que Tomoyo se estremeciera. Eriol observó con gesto serio los alrededores, pero no había ningún signo de la carta.

-Esto no me gusta- murmuró para sí agarrando con más fuerza el báculo.

Como si de una descarga se tratase, un rayo apareció desde detrás de unos árboles dirigido hacia Eriol. Este sólo tuvo tiempo de saltar hacia un lado mientras el rayo golpeaba duramente el suelo.

-¡Cuidado Tomoyo!- logró exclamar el chico al esquivar el ataque.

Tomoyo estaba absorta viendo como la carta tomaba cuerpo y lo grababa todo con su cámara. Cuando la carta se hizó visible, pudo ver su forma; era igual que un demonio eléctrico con cara humana; esta cambiaba constantemente, pasaba de la alegría, a la adoración, al odio, a la resignación, a la tristeza, en fin a todos los sentimientos humanos.

Eriol lanzó un potente hecizo paralizante, pero Sentimiento lo esquivó fácilmente y su cara cambió a la burla. Contraatacó este con un lo que parecía un rayo eléctrico del que Eriol se libró creando un escudo. El rostro de Sentimiento cambió entonces por el de asombro, pero al minuto siguiente fue reemplazado por el de prepotencia.

Con una agilidad felina, Eriol se lanzó hacia la carta creando un hechizo de cárcel, pero esta en vez de defenderse, saltó directamente hacia la cámara de Tomoyo y se introdujo en ella.

-¡¡Tomoyo suelta la cámara!!- gritó.

Era demasiado tarde, Tomoyo calló al suelo como si hubiera sido fulminada. Antes de acercarse, creo un escudo alrededor de los dos y paró el tiempo. Después se aseguró que Sentimiento no había escapado de su escudo, pero lo que más le extrañó fue que no encontró rastro de la carta. Con una sospecha, se acercó hasta Tomoyo y la tocó la cara. Estaba fría como un glaciar. Se retiró asustado, pero se repuso y buscó el pulso encontrándolo normal.

-Debe estar dentro de ella- pensó -mientras esté allí no puedo hacer nada, pero si no hago algo pronto, puede acabar por matarla-.

Tomoyo suspiró y una neblina salió de sus labios para volver al estado en el que se encontraba. Eriol aferró la mano de la chica y comenzó a susurrar una letanía más antigua que el hombre en una lengua incomprensible con los ojos cerrados. Una luz empezó a surgir de sus manos y se fue extendiendo por el cuerpo del muchacho. La frente de este, comenzó a empaparse de sudor y apretó los parpados sin dejar de repetir el conjuro.

De repente, Eriol desapareció de la vista, sólo quedó el cuerpo de Tomoyo tumbada en el suelo protegida por el escudo intemporal.

Eriol abrió los ojos muy despacio. El esfuerzo hecho le había dejado muy agotado y temía no estar en condiciones de enfrentarse a la carta Sentimiento. Mantener el conjuro consumía grandes cantidades de magia, por lo que decidió ir con cuidado. Observó a su alrededor cuidadosamente, se encontraba en lo que parecía una verde pradera sin fin; a su lado encontró vestidos que bailaban solos un eterno vals y como si fueran atraidos por su persona empezaron a bailar a su alrededor como electrones a un átomo.

Empezó a andar despacio y los vestidos se quedaron atrás al compas de su inaudible música. Como salidas de la tierra, una serie de burbujas de colores empezaron a flotar en el aire. Una de ellas; flotó hasta la altura de sus ojos, era de color azul marino y dentro de ella pudo ver la escena en la que Tomoyo confesaba a Sakura que prefería ver a la persona amada feliz aunque no estuviera a su lado. Eriol avanzó un poco y en otra burbuja de color rosa pudo ver la escena en la que Eriol limpiaba la nariz a Tomoyo después de tomar un batido hacía dos días.

Estaba el chico viendo todas esas escenas cuando a lo lejos, algo comenzaba a cobrar brillo. Aferró su báculo y echo a correr hacia allí. Cuando llegó, encontró algo que le dejo boquiabierto; la carta Sentimiento estaba encerrada en un baul de cristal. Dentro del baúl también se encontraban unas pequeñas réplicas de Sakura y de Eriol.

-¡Sentimiento!- la llamó.

Sentimiento volvió la cara y una sonrisa malévola apareció en su rostro cambiante.

-Vas a volver al lugar que te corresponde con las demás cartas de Clow-.

La carta enseñó las dos figuras y habló -estoy encerrado aquí sin posibilidad de salir- la cara cambió a una de lástima.

Eriol se acercó hasta el baul y lo tocó con las manos, pero al instante las retiró -si te saco de ahí acabarás conmigo y con Tomoyo-.

Sentimiento cambió a una cara de odio infinito -si no me sacas dejaré a esta chica tan vacia que hasta un pez tendrá más sentimientos que ella-.

-Podría destruir el baul contigo dentro y se acabaría el problema- contestó sonriendo triunfalmente.

-¿Estás seguro?- preguntó burlonamente enseñando las dos figuras -¿sabes? este es el centro del amor, lo conozco muy bien y te puedo decir que estas dos figuras representan a las dos personas más importantes en la vida de Tomoyo. Si lo destruyes, nunca podrá amar a nadie-.

Eriol apretó los puños mientras escuchaba a Sentimiento. Una sensación de rabia contenida que nunca la había experimentado se fue apoderando de él y los recuerdos de la última semana pasada con ella fueron recorriendo su memoria.

-Te propongo un trato- dijo al fin.

La carta dibujó el asombro en su rostro -¿qué trato?-.

Eriol levantó la cabeza y le miró a los ojos -yo por ella-.

Sentimiento saltaba de alegría dentro del baul de cristal -de acuerdo, acepto el trato-.

El chico comenzó recitar un hechizo para abrir el baul. El objeto temblaba, pero no se abría y la impaciencia de Sentimiento fue creciendo.

-¿No sabes abrirla?- se acercó hasta la cerradura y puso una de sus eléctricas manos sobre ella -¡yo lo haré!- dijo dejando la figura de Sakura en el suelo.

Eriol abrió los ojos en ese momento y pronunció la última parte del conjuro. Sentimiento vio horrorizado que lo que en realidad iba a hacer Eriol era destruirla de la única manera posible. Kamikaze.

Tomoyo se levantó temblando de frío del suelo. Lo último que recordaba era la descarga que le dio su cámara cuando la carta sentimiento entró en ella. De Eriol no había ni rastro, excepto por su báculo que yacía a su lado. Buscó por los alrededores sin encontrarle, entonces se dio cuenta que su cámara había estado grabando todo lo que había ocurrido.

Sin perder un instante, cogió los dos objetos y se los llevó a casa, siempre mirando para atrás buscando a Eriol. Nada más llegar, fue directamente a su cuarto y encendió el vídeo y el televisor.

Sacó la cinta de la cámara y la introdujo dentro del vídeo. Rebobinó la cinta entera y empezó a verla. Pudo ver como Eriol se miraba a sí mismo y distinguió un ligero rubor cuando le pilló mirándola mientras pensaba que ella estaba filmando su ropa. Vio la pelea contra la carta Sentimiento y de repente la imagen se llenó de estática por unos momentos.

Tomoyo se encontraba ansiosa por saber qué es lo que pasó después, pero no duró mucho porque la imagen volvió a ser nítida. Entonces vio que el paisaje era diferente, parecía el césped de un parque; en la imagen estaba Eriol con los brazos en cruz mientras de sus manos salían un aura de color amarillento. Dicha aura encerraba a la carta Sentimiento que se debatía y su rostro mostraba un horror tal que la chica se estremeció.

Sentimiento se acercaba al cuerpo de Eriol y se empezó fundir con él. El gesto de dolor del muchacho sobrecogió a Tomoyo, pero Sentimiento seguí fundiendose con su cuerpo. Por último y con una cara de profunda tristeza se terminó por fundir con Eriol.

Este hincó una rodilla en tierra y miró hacia el objetivo. Su típica sonrisa apareció y habló hacia ella.

-Como dijiste una vez... prefiero que seas feliz aunque no sea a mi lado-.

Su cara se contrajo por el dolor y la imagen desapareció siendo sustituida por estática. Tomoyo estaba petrificada en su sitio. Miró de repente hacia su regazo y vio que tenía agarrado el báculo con fuerza. Dos lágrimas cayeron en él y se recostó observando el techo sin decir palabra.

Sakura llegó al aeropuerto y enseguida vio a Tomoyo que la estaba esperando.

-¡Que guay! sabía que me estabas esperando- exclamó Sakura al llegar al lado de Tomoyo.

Tomoyo sonrió pero sin mucha convicción. De repente, Sakura sintió una presencia y miró hacia todos lados.

-¿Qué pasa Sakura?- preguntó Tomoyo.

-No sé... es como si hubiera sentido la presencia de Eriol cerca- la contestó, pero enseguida se llevó la mano a la cabeza -pero debe ser el cansancio ¿no te parece?-.

Tomoyo se llevó las manos al corazón y bajó la cabeza -sí... debe ser el cansancio-.

Mientras tanto en el baul de cristal, la figura de Eriol se movió sólo un poco, y sonrió para sí mismo.

-Mientras me guardes en tu corazón, nunca moriré-.







FIN......................................................................... ..............................



Terminado. Espero que os guste, pero si le ha gustado a Sakura_Corazon, me doy por satisfecho. De todas maneras me podéis decir que escribo muy mal y que mis historias no valen para nada en redskinhead@latinmail.com que siempre contesto a todo.