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¡Hola!, antes que nada quiero agradecerles que sigan leyendo este fic, sé que está muy largo, pero cuando escribí esta historia, no estaba consciente de que a los lectores les iba a cansar tanta extensión... espero terminen el fic, pueden ir leyéndolo poco a poco, para que no les aburra, aunque, según mi opinión, la trama va mejorando.
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Capítulo 10 "Rumbo al Castillo Legendario"

/En nuestro capítulo anterior, los hijos de los elegidos se habían dispersado en grupos de 6, los de la zona norte y los de la zona sur, cada equipo buscaba ahora encontrar el castillo legendario/

--(zona norte: Osen, Zet, Doguen, Seiyuro, Mayumi y Ben)

El alegre y apuesto niño de 12 años, llamado Seiyuro Takaishi, traía cargando en su espalda a una niña débil y pelirroja (Osen) de nueve, se veía notablemente agotado y gotas de sudor corrían por su frente, como corre agua por los ríos.

- Debemos descansar - sugirió Mayumi Ishida con rostro preocupado - Primo Sei, necesitas descansar.. ¡Si no fueras tan terco yo cargaría a Osen por tiempos y todo sería más sencillo!

- Ya te dije que es un placer cargar a O-chan, es mejor que ella descanse.

- Vaya "placer" - añadió el irónico Ben - más bien creo que te encanta lucirte como héroe al cargar a la cerebrito.

- Es verdad - afirmó con tono seco - tal vez me guste lucirme... pero no es tanto por eso que lo hago, nuestra amiga se ve muy débil y yo soy el responsable por ser el mayor.

- Guarden silencio - ordenó el nerd (Doguen), al ver que una discusión se acercaba - Osen puede despertarse en cualquier momento, el efecto del sedante ya casi se acaba.

Mayumi siguió insistiendo.

- Entonces primo ¿descansamos?

- Sí, creo que está bien - accedió el hijo de TK con algo de nostalgia, a May no le agradaba verlo tan raro.

Ellos llevaban aproximados 2 días viajando desde que se habían hallado a Ben Tachikawa y May Ishida; durante el transcurso del viaje hacia el Castillo Legendario la pequeña Izumi había empeorado su salud de forma admiranble, incluso habían llegado a extremos de drogarla con sedantes para que no sufriera.

Seiyuro Takaishi recostó a su amiga en la hierba, le entristeció verla tan débil y pálida; no lo entendía, si bien había visto a esa niña enferma toda su vida, jamás hubiera imaginado visualizarla tan mal.

"¿Qué voy a hacer?" pensó desconsolado mientras se recostaba junto a ella y miraba el hermoso paisaje que mostraba el cielo "no permitiré que se muera ¡No es justo!... pero aunque me duela, creo que no está en mis manos" sus pensamientos se interrumpieron porque su prima menor le habló.

- Zetaro y Doguen fueron a Pescar - anunció - será mejor que descanses, Ben y yo nos haremos cargo de vigilar y cuidar a Osen.

- De acuerdo - contestó él, mientras se acomodaba entre la hierba - Oye May, ¿Sabes qué es lo que pienso?

- ¿Acerca de Osen?

- Sí, de su enfermedad..

- Creo que piensas lo mismo que yo. La enfermedad que la azota no es natural; los síntomas y signos que aparecen nunca son los mismos; algo extraño pasa, pero ese "algo" va a terminar matándola - la rubia se turbó al decir eso, definitivamente la muerte de su amiguita sería algo terrible, le estremecía pensar siempre en lo peor, pero la verdad es que nunca fue un alma muy positiva.

- No seas drástica, hay que tener fe en que se curará

- Yo.. mejor ya no sigo pensando en consecuencias; duérmete, yo me encargo de Osen y Ben estará de guardia.

Sei cerró sus ojos, el cansancio le permitió hacerlo dormir casi instantáneamente; Ben, que hasta entonces se hallaba vigilando arriba de un árbol se acercó a May.

- ¿Cuánto tiempo estaremos aquí? - indagó, su pregunta era algo absurda, pero lo que él tenía en mente era dialogar con su interesante "amiga".

- Seiyuro está rendido, dudo que se levante en poco tiempo.

- Entonces levantaré el campamento para pasar la noche - agregó sintiéndose mártir.

- ¿Tú? ¿Acomidiéndote a trabajar por los demás? ¡Creo que los milagros existen! - exclamó ella con su habitual sarcasmo.

El rostro de Ben puso una expresión de indignación; sin embargo, no pudo evitar sonrojarse.

- Parece que disfrutas humillándome - renegó Ben, mientras se retiraba

- Tal vez - respondió ella.


Las reflexiones acerca del futuro incierto que los dominaba, invadieron su joven mente, a May no le gustaba nublar sus pensamientos con preocupaciones, sin embargo, era inevitable hacerlo. Mientras pensaba, Osen despertó, sus negros ojos lucían decaídos, la expresión de su rostro no tenía interpretación sencilla.

- Qué bueno que despertaste ¿Cómo te sientes?

- Bien, May...

- Siempre dices lo mismo, debes decir la verdad.

- Pues.... tú también ocultas muchas cosas, aunque no quiero recordártelo - la niña suspiró - sólo que ya sabes como soy, compréndeme.

- Hasta eso - murmuró - te comprendo.

May vio como su amiga abría mecánicamente la Laptop.

- Osen ¿No estarás pensando en ponerte a descifrar datos, verdad?

- Tengo que hacerlo, voy atrasada; papá confía en que descifre la información en F2 y la pase en F5; todo lo que hay en esta máquina nos será de mucha utilidad - guardó silencio unos instantes, para luego proseguir - además creo que es necesario aprovechar los instantes de lucidez que tengo, ya estoy cansada de esos sedantes que me da Doguen; claro que sin ellos, me hubiera muerto del dolor....

- No entiendo qué es lo que te pasa, algo no está bien, es como si algo te controlara.

- Así parece - musitó la pelirroja mientras comenzaba a teclear, estaba un poco feliz pues no se sentía tan mal - ¿Sabes, May?, tuve un sueño muy extraño, pero creo que es significativo.

- ¿Ah, sí? ¿Qué soñaste?

Mientras dialogaban Ben, al ver que Osen Izumi había despertó, fue hacia ellas.

- ¡Cerebrito! - exclamó animadamente - Veo que ya estás de maniática con esa computadora arcaica, seña de que ya estás mejor.
- No la molestes Ben - ordenó Mayumi - Osen trabaja, además, dice que tuvo un sueño muy interesante que puede ser la clave para descifrar todos estos datos.

- ¿En serio? ¿Y yo salgo en ese sueño?, si es así ha de estar muy interesante

- Pues indirectamente sales - respondió la pequeña dueña del Conocimiento - estaba apunto de decirle a May lo que soñé.

Benjamín se sentó junto a las niñas, miró fijamente a Osen, como Mayumi; entonces la chica Izumi comenzó a relatar el sueño.

- Yo entraba a una especie de cuarto que tenía forma cilíndrica, esa habitación estaba llena de signos; me encontraba muy asustada, tal vez porque no entendía el significado de esos garabatos - hizo una mini-pausa - entonces , un brillo deslumbrante salió de ciertos signos.

- Esos signos eran los emblemas ¿verdad? - interrumpió la chica dueña de la Amistad.

- Sí, eran los emblemas, lo curioso es que estaban amontonados en grupos de seis - explicó Osen - La luz que emitían las crestas se unía o fusionaba.... entonces, desperté

- ¡Cómo toda la vida, las cosas quedan a medias! - renegó el principito - ¿Y quieres decirme en qué parte salgo yo, Osen?

- Sale tu emblema, bestia - dijo May - y tienes razón, Osen, al decir que hay un misterio en tu sueño

- Sí, hay varias coincidencias, como que en el sueño los emblemas se agrupen en 6; nosotros somos 6.

- Es probable que los otros 6 estén juntos - agregó Ben.

- Es verdad; ojalá así sea - replicó May

- Lo dices porque te preocupa tu hermano - afirmó el niño

- ¡Claro ¿Qué esperabas?, Kotty no está impuesto a estar solo!, quien sabe como se encuentre; pero ¡no te metas en lo que no te importa! - gritó Mayumi algo exaltada, el chico Tachikawa la sacaba de quicio.

"Genial, ¡no te digo!" pensó el niño irónicamente "no doy una con esta niña, pero me atrae estar con ella".

Osen no siguió atenta a la discusión surgida, lo mejor era seguir enlazando sus pensares y reflexiones.

- En mi sueño los emblemas se unen, eso me recuerda al término de Fusión Prohibida. Hay posibilidad de que como nuestros padres son 12 y poseen crestas, hayan sido capturados para sacrificarlos o fusionarlos con los digimons y así efectuar esa dichosa unión.

- ¡Vaya! ¿De donde sacas esas teorías, cerebrito-Osen?

- Sólo son suposiciones Ben, pero ahora que desperté trataré de descifrar los signos del programa y así obtendré una respuesta coherente.

- Esas suposiciones tienen mucha lógica, pero ojalá la parte del "Sacrificio" sea errónea - murmuró Mayumi

La niña de ojos negros ya no contestó, con prisa acelerada y manos temblorosas comenzó a trabajar. La chica de los ojos azules cambió su mirada de asombro (Por la teoría de su amiga) a una de preocupación.

- Oye Osen, nosotros tenemos un mapa que nos guía al Castillo legendario, pero los demás no tienen algo que los guíe.. ¿Cómo llegarán al castillo?

- Buen punto, May - dijo Osen, mientras con su mano derecha tocaba su mejilla y mostraba una expresión de intelectual, su rostro dudoso se iluminó después de unos instantes.

- Ahora recuerdo que Kurumi empacó un FAX entre sus cosas, ya sabes que le encanta armar y desarmar cosas raras.

- ¿Un Fax? ¿Qué es eso?

- Ben ¿Qué no llevas en la escuela la asignatura llamada: Historia de los inventos? - humilló May, al parecer gozaba torear a Ben tanto como Sei se divertía peleando con Doguen (tal vez venga de familia =).

- Bueno, un fax es un medio de comunicación viejo, esta laptop posee un fax integrado; si mando el mapa que tenemos al fax de Kurumi, es posible que podamos establecer comunicación con los demás.

- Pero Osen ¿Qué te hace pensar que servirá? ¿Qué no la tecnología estaba muerta?

- Pienso que nada se pierde con intentarlo; además recuerden que con el ataque de los robots, nos entraron las dudas acerca del funcionamiento de la tecnología.

En esos momentos Doguen Kido y Zet Ichijiouji regresaron de la pesca.

- ¡Osen! - gritó el expresivo Zetaro mientras se lanzaba a los brazos de la niña - ¿Cómo te sientes?

- Mucho mejor - replicó ella, con una pasividad sorprendente - pero en estos momentos estábamos a punto de intentar establecer comunicación con tu hermana.

- ¿Con Kurumi? ¿Cómo?! - volvió a decir emocionado.

- ¡No grites, mis tímpanos son delicados! - exigió Ben, mientras se tapaba los oídos y miraba al niño de cabellos morados con exasperación.

- Le mandaré un fax; ¡Ah!, pero no se el número de fax ¿Tú no lo recuerdas Zet?


El chico agrandó sus sobrenaturales ojos, la expresión de inocencia que tenía cambiaba a una de duda, trataba de recordar.

- El fax es el extraño aparato que mi hermana se entercó en empacar ¿verdad?

"¡Ah, paciencia!" pensó Mayumi al ver la tranquilidad en Zet ante una situación estresante para ella.

- Sí, es eso.. pero creo que no posees el número de fax - balbució Osen algo triste.

- ¡Espera! - dijo Zetaro mientras esculcaba su pequeña mochila; todos lo miraron de forma curiosa, muy pronto el pequeño de 9 años sacó de su "equipaje" un libro, aquel objeto se veía viejo y estaba obeso.

- ¿Ven esto?, es la agenda de mamá, contiene datos muy importantes y viejos acerca de su laaaaarga vida, tal vez venga el número de Fax que buscan, ya que mi madre dice que ese aparato era el que tenían antes en el supermercado de su familia para ordenar los productos, o algo así.

- ¡Que bien! - replicó Osen

- Lo hubieras dicho antes - regañó Ben

May comenzó a hojear aquélla gruesa agenda ¡vaya que tenía datos!, tal vez innecesarios.

- ¿Cómo es que traes ese librote entre tus cosas, Zet?

- No sé de que te asombras Doguen - agregó Zet con su tono ingenuo, él era una de esas criaturas incapaces de usar el sarcasmo - tienes tu maleta llena de libros para estudiar.

Doguen calló su boca; acto seguido se dedicó a ayudarle a May con el teléfono.

- ¡Lo tengo Osen! - confirmó el miope - May, ¿cómo es que no lo veías?, estaba frente a ti.

La rubia no contestó, estaba demasiada esperanzada por la idea de comunicarse con Kotaro que no prestó atención a esos comentarios; claro que de haber sido la "Mayumi" de siempre es posible que tampoco hubiera emitido palabra alguna... lo que sí es verdad es que hay personas que no necesitan comunicarse oralmente, los ojos dicen cosas que los labios jamás se atreverán a recitar, sólo es cuestión de saber interpretar las miradas (y eso amigos es todo un arte).

La pelirroja Izumi introdujo los datos necesarios y envió el fax.

- Añadí una nota informando cuántos estamos y dónde

- ¡Recemos para que funcione, amigos!- dijo el mediano Ichijiouji - ¡Ojalá mi Kurumi lo reciba!

- Bueno, supongo que hay que tener fe; pero más bien, creo que depende de la suerte - agregó Mayumi, con una mirada fría.

Hubo un silencio grupal que más tarde fue interrumpido por uno de los miembros del mismo.

- Bien, hoy es el día de caridad de Ben Tachikawa; por lo que iré a preparar la cena - dijo adulándose "OH, soy tan servicial, mamá estará contenta de mí, con mis acciones haré que mi emblema brille de forma impresionante"

De nuevo, tras la frase dicha, todo se volvió silencioso, algunos ocultaron sus rostros para que el castaño Ben no viera las expresiones de asco que ponían.

- ¡¿Qué no oyeron?!, ¡¡Iré a preparar la cena!!- dijo en forma amenazante (tal vez por no recibir comentario alguno) - es una suerte que cuente con ingredientes y el recetario de mamá (bueno, imagínense los platillos endulzados que hará =).

- Doguen... - susurró Osen en voz muy baja, apenas perceptible para los cercanos a ella.

- ¿Qué pasa?

- Bueno, creo que si tienes el emblema de la Sinceridad es tu deber ir con Ben y decirle que su comida no es de nuestro agrado.

- ....

- Osen tiene razón - amplió May - tu deber es ir a decirle sus verdades, que su cocina apesta y que no queremos comer pescado con miel de nuevo; debes ser sincero.

- Pe-peperooo... - balbució nervioso.

- Ambas confiamos en ti - añadió Osen con rostro alegre; May empujó a Doguen hacia Ben.

- ¿Qué se traen ustedes tres?, se ven muy misteriosos - dijo en hijo de Mimi

- Es que Kido tiene algo que decirte - dijo la rubia solemnemente con una sonrisa maliciosa.

El chico con cabello castaño y ondulado cruzó los brazos y miró a su interlocutor fijamente.

- ¿Qué quieres? - cuestionó con desconfianza.

- Verás... este, la verdad, tu comida; bueno.. yo... y los demás, no nos... gus-taa

- ¿Qué?, además de cuatro ojos eres tartamudo - replicó - lo siento pero no tengo tiempo que perder, vamos Zetaro, tú serás mi asistente.

Zet sonrió y comenzó a seguir a Benjamín.

- No teman - musitó - trataré de hacer que le eche menos dulce a las recetas.

Doguen se puso a estudiar maniáticamente, eso parecía tranquilizarlo; Osen siguió tecleando, aunque poco a poco aquellos densos dolores comenzaron a acogerla, justo como al cubrirse una persona con un cobertor el calor se va expandiendo.

May Ishida sacó sus audífonos y comenzó a escuchar música, claro que no podía dejar de pensar en el dichoso fax. Observó como su amiga dejaba las labores tecnológicas y se jalaba el cabello de forma desesperante, tal vez con ello quería disminuir el dolor o en su defecto opacar dichas torturas. Exclamó unas palabras imperceptibles y gritó levemente, su gemido causaba desesperación al ser oído.

- ¡Esto no es mi asma! ¡Deja en paz a mi cabeza! ¡AHHH! - acto seguido comenzó a llorar desconsoladamente; Mayumi la vio horrorizada, conocía muy bien a Osen y sabía que su pelirroja amiga sólo se quejaba cuando era estrictamente necesario - ¡Quiero morir! - dijo de pronto.

Esa frase fue expresada con tal horror, que provocó que Seiyuro (Quien tomaba plácidamente una siesta) despertara.

- ¿Qué pasa? - dijo adormilado - ¿Ya amaneció? - agregó al ver el ocaso.

- No, apenas oscurece.. pero lo importante ahora es que Osen comenzó a sentirse mal de nuevo - expresó May algo preocupada (claro que solo alguien que la conociera muy bien podría notar su turbación).

- ¡¡Quiero Morirme!! - volvió a decir la chica Izumi mientras empezaba a toser y a evacuar sangre por su fina y temblorosa boca.

- ¡O-chan, no digas eso! - rogó Seiyuro - May, ve por Doguen y que traiga el sedante.

- ¡Yo ya no quiero más droga!, ¡Sólo quiero descansar! - gritó la pequeña de forma histérica (si, ya se que soy drástica, pero es parte de la historia) - ¡Quiero morir!, pero no puedo hacerlo, no me lo permitiré....

May fue a obedecer la orden, Sei se acercó a su amiguita; con una paciencia admirable alejó las manos de Osen de la cabeza de la misma, juzgó innecesario que hiciera presión en su cuerpo, luego la recargó en su hombro y comenzó a proporcionarle caricias fraternales; el emblema de la esperanza (obviamente de Sei) comenzó a brillar, aquel majestuoso brillo invadió a la pequeña Izumi y poco a poco la histeria de la niña se esfumó y el dolor se fue debilitando. Osen respiró profundamente y cerró sus cansados ojos.

- Muchas gracias - agradeció con una sinceridad innegable - por darme tu esperanza.

- Por nada, O-chan - dijo él, lo que debía hacer ahora era cambiar de tema - hablando de otras cosas, he tenido una ocurrencia .. ¿sabes algo?.

- ¿Qué cosa?, sé mucho, pero no sé si es lo que tú quieres que sepa - comentó con curiosidad.

- Estuve pensando - agregó el alegre Sei - hace poco vi a mi padre de niño en una visión, supongo que viste al tío Izzy

- Positivo, pero ¿cuál es el misterio en eso?, supuestamente esas visiones eran para la obtención del emblema.

- Sí, pero cuando vi a papá le dije que era su ángel de la guarda... con eso se me ocurrió que sería buena idea hacer una historia sobre guardianes secretos o algo así.

- Tú, eres un chico que siempre halla tiempo para pensar en cosas fantasiosas.

- Creo que tienes razón ¡No tengo remedio!.. por cierto, ¿te sientes mejor?

- Sí, tu emblema me ha ayudado; no dudaré jamás del poder de las crestas... ¿ya no vas a dormirte?

- No, cuando desperté pensé que ya había amanecido; es una suerte que no porque así podré cenar.

Osen Izumi sonrió ligeramente

- ¿Sabes quien cocina hoy? - indagó curiosa; por el tono de voz de Osen, Sei supuso lo peor.

- ¡No me digas que Ben!

- Sí te digo... es una lástima, yo que tú me tomaría otra siesta.

- ¡No!, debo impedir que nos envenene, lo último que necesitamos es más enfermos.

Se puso de pie rápidamente y corrió hacia donde el Principito intentaba ser chef , ¡Alguien debía detenerlo!, Y Seiyuro se haría responsable de su tropa.
Osen sonrió, su sonrisa se fue desvaneciendo poco a poco; justamente como los rayos dorados del sol van desapareciendo para dar cabida a la oscuridad de la noche.


--mientras, en la zona opuesta (zona sur: Kotaro, Yuriko, Toshiro, Kurumi, Kyosuke y Taiki)


- ¡¡Auch!!, ¡Basta Kurumi!, prefiero que Yuri cure mi herida

- Cierra tu boca, malagradecido - dijo la Chica - deberías sentirte feliz, ya que me tomé la molestia de ayudarte.

- ¡AAHH! - volvió a Quejarse Taik, mientras Ichijiouji limpiaba la herida que el chico había adquirido al luchar con aquel robot.

- Kurumi, creo que usaste mucho alcohol - juzgó Yuriko, que hasta entonces había estado de espectadora.

- ¡Yo sé lo que hago!, sólo desinfecto la herida, lo he hecho miles de veces con Zet

- Pobre, lo has de tener todo traumatizado - agregó Taiki, mientras seguía de quejumbroso.

- Ush.... deja de quejarte - el tono de voz de ella se transformó en uno amable y dulce - prometo poner más cuidado en mis acciones; no quiero resultar patética .

Taiki Yagami guardó silencio al oír aquellas palabras recitadas con gracia femenina.

- Lo siento Kurumi, no quise ser grosero.

- ¿Ves cómo es mejor portarse bien con las chicas lindas como yo?; si te portas bien, te daré un premio, tal como le di uno a tu primo Toshi por salvarme.

- ¿Qué clase de premio?

- ¡Ya lo verás! - dijo ella con un rostro pillino "Ahh, es tan fácil engañar a un niño.." se dijo como si en realidad fuera una experta en tomar roles posesivos y caprichosos.

Yuri se retiró de ellos, sentía una ansiedad extraña, nada parecía tranquilizarla. Miró a su alrededor, la luna llena brillaba y aquel brillo iluminaba sus verdes ojos.

--Kurumi jugaba a la enfermera y "curaba" a Taiki; Kyosuke preparaba la cena (bueno, parecía molesto al cocinar, pero el tener un padre experto en comida japonesa lo condenaba). Yuri estuvo a punto de irle a proporcionar su ayuda, pero no tenía ánimos de lidiar con Kyo, aquel chico moreno y expresivo siempre terminaba intimidado y eso provocaba que nunca pudieran entablar una plática decente. Toshiro se hallaba viendo las estrellas con una pasividad envidiada por todo ser vivo, menos por ella que era igual o más paciente que el hijo de Kari.

- ¿Interrumpo? - preguntó al acercarse con timidez.

- No, para nada; el cielo es una maravilla universal - la miró con expresión coqueta, claro que él lo hizo inconscientemente - a veces me cuestiono sobre cuántas personas estarán viendo el firmamento al mismo tiempo que yo - agregó sabiamente.

- Toshiro...

- ¿Pasa algo, Yuri?, últimamente te veo diferente; tus ojos no parecen ser los mismos.

- Pues.. creo que mis ojos están invadidos de pesimismo... temo que fracasemos, ¿Crees que salgamos victoriosos?

- No lo sé; Seiyuro diría: "Hay que tener Fe", pero sería conveniente tenerlo enfrente para oírlo - hizo una pausa corta, típica de sus reflexiones - desgraciadamente la Fe es algo que debe sentirse, no decirse o escucharse... francamente tengo dudas muy fuertes.

- Yo también

- ¿Es por eso que ya no sonríes? - preguntó mientras la miraba fijamente.

- Tal vez - respondió.

Un lloriqueo interrumpió aquella incómoda plática, el pequeño Kotaro Ishida parecía ser el causante o el productor de aquel llanto.

- Vamos a ver que le pasa - dijo el Sereno hijo único de la dama Yagami
.
Los niños comenzaron a buscar al hijo menor de Sora y Matt, no tardaron mucho en encontrar al tierno, pero escandaloso Kotty.

- ¡Kotty, ¿Qué te pasa?! - cuestionó Yuri al verlo sentadito en el suelo con los ojitos llorosos.

Kotaro Ishida trató de contenerse, recargó su esqueleto en el árbol que estaba tras él y miró a sus interlocutores de forma dulce, aquélla "Forma dulce" tenía la intención de ser valentía (pero hay que admitir que cuando los niños pequeños intentan poner postura de valientes, se ven tiernos).

- Lo siento, ya no lloraré - dijo obligándose a sí mismo; no quería que lo juzgasen como cobarde por ser un niño llorón.

Toshiro Sugiyama/Yagami puso una expresión seria.

- Kotaro, si quieres llorar ¡Hazlo!, las lágrimas no son signo de debilidad.

- ¿En serio?

- Debilidad es cuando no lloras o cuando lo haces por cualquier cosa - dijo el sabio chico; su rostro liberó tensión y se sentó junto a Kotty, Yuri siguió observándolos.

- Yo... no quería decirlo - agregó el pequeñín de 6 años - pero ¡Extraño mucho a mis papás! ¡Quiero ver a May! ¡Quiero ser valiente, pero no puedo!.. sólo logro tener miedo; no puedo superarlo, no es tan fácil como cuando dejé de temerle a los fantasmas, ese día mamá estaba a mi lado diciéndome que no existían... ahora no hay alguien a mi lado del que dependa ¡Buaaaaa!

Toshi se admiró un poco, su pequeño amigo tenía coherencia al replicar frases; él mismo sufría una situación parecida "mi madre me ha ayudado y me ha guiado.. ella es mi maestra y, ahora no está a mi lado para orientarme.... hay que admitir que me vuelvo inseguro al tomar decisiones; eso no es falta de carácter, sino falta de experiencia, falta de ella". Kotaro se había calmado un poco, el que alguien escuchara sus quejas lo hacía sentir mejor.

- ¿Sabes una cosa, Kotty? - indagó Yuri con expresión seca y cruda - si algo he aprendido en este viaje es que NADIE ES INDISPENSABLE.

- ¿Quéééé? ¡No lo creo así! - balbució Kotaro - Mamá, papá y May son indispensables para mí.

- No lo son, porqué ahora no están contigo y sigues con vida ¿Has comprendido?

- No - contestó el niño de cabello naranja

- Lo que Yuri quiere decir es que tú has aprendido a ser autosuficiente y no es indispensable que tu familia esté para lo físico; pero aunque nadie es indispensable, hay muchos seres que son Necesarios para el alma o el corazón, pero no a fuerzas viven en lo físico, sino en lo espiritual.

- No entiendo...

- No importa, es algo complicado - dijo Yuri; a veces usaba frases que surgían en su cerebro, pero ello no quería decir que fueran coherentes o ciertas (tal vez no sabía expresarse con claridad); lo que sí es que la chica Hida se hubo confundido un poco con su argumento.

- En conclusión - siguió Toshiro - he aquí un consejo: "no intentes vencer el miedo, mejor evádelo y enfréntalo cuando sea necesario", yo te aseguro que ni el más valiente se libra de sentir temor.

- ¿Lo que dices es cierto? ¿Papá tiene miedo cuando viaja al espacio?

- Claro, todos tienen miedo al menos una vez - replicó Yuri un poco más alegre - Hasta Kyo, que porta el valor, tiene miedo a veces.

- Si tiene miedo ¿Cómo es que es el valor?

- El valor le fue otorgado porque su forma de afrontar el miedo es audaz y fructuosa.

- ¡Ahh, ya sé!, o sea que sentir miedo no es malo mientras sepas como desaparecerlo.

- Diste en el blanco Kotty, no cabe duda de que eres muy listo.

- ¿Lo crees, Toshi?

- Lo aseguro

-- (Taiki apareció de la nada y les gritó)

- ¡Oigan, Toshi, Kotty y Yuri!, ¡Ha ocurrido un milagro!!, ¡¡Kurumi recibió un e-mail raro de Osen!! - gritó el vástago de Tai.

- ¿Qué dices? - respondieron en cuestión al unísono los tres niños, mientras se acercaban a los demás.

- En realidad no es un correo electrónico, se trata de un Fax, Osen fue muy inteligente al recordar que llevaba un fax y utilizó el fax modem de la laptop para comunicarse - expresó Kurumi con voz alegre.

- ¿¡Qué es!? ¿Qué dice?

- Calma Kyo, leeré la nota.

"Querida Kurumi: esperamos que te llegue el fax; todos estamos muy bien; Sei, Zet, May, Ben, Doguen y yo. Lo seis viajamos al Castillo Legendario de norte a sur; el punto rojo en el mapa es nuestra actual ubicación, llegaremos pronto al castillo, nosotros tenemos fe en que los 6 restantes (O sea, ustedes) estén juntos
Atentamente. Osen Izumi"

- ¡Osen es muy inteligente! - dijo el admirado Kyosuke

- De eso no cabe la menor duda, querido Kyo - replicó Taik en tono orgulloso, como si gracias a él, Osen fuera brillante de cerebro.

Toshiro miró atento el mapa, iban en la dirección correcta, incluso mucho más adelantados que la otra mitad.

- Al paso que vamos llegaremos antes que Seiyuro y los demás - opinó - eso será bueno, ya que estaremos seguros de encontrarlos.

- ¿A que se deberá el retraso? - preguntó Yuri

- Yo creo que se debe a que Sei carga a puros menores - replicó Kyo - si se fijan, la mayoría de los pequeños se encuentran en el otro bando; aquí los únicos niñitos son Taiki y Kotaro.

- ¡¿A quien llamas "niñito"?! - gritó Taiki haciéndose el ofendido - detesto que se crean los grandes, ¡Son sólo unos añitos de diferencia!.

- Ya, dejen eso por la paz - regañó Kurumi - lo mejor será apresurarnos, ¡Ya imagino la cara que pondrá Zet al verme!

- ¡Y mi hermana Mayumi! - gritó Kotty con los ojitos iluminados.

- Bueno, entonces cenemos, durmamos y mañana reiniciemos nuestro caminar.

- ¡Sí! - gritaron en coro.

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Pasaron 3 días; el equipo de la zona sur había llegado al punto clave (donde según el mapa se encontrarían los 12), pero los otros 6, no aparecían.

Kyo y Toshiro habían levantado un improvisado campamento, más al fondo, en lo alto de una montaña, se encontraba un despampanante y deslumbrante castillo, ese legendario sitio que se alzaba majestuosamente frente a ellos, era hermoso.

Taiki pasaba largas horas mirando con sus binoculares aquella construcción, era una estructura fuerte y de marfil, poseía tres altas torres que irradiaban en la punta una luz sobrenatural.

- ¿Cuándo llegarán? - se dijo preocupado

- Calma Taik, no deben tardar mucho - interrumpió el varón mayor de los hijos de los elegidos (Kyo) - es cuestión de tener paciencia... hasta eso que ya están bastante retrazados, tal vez algo les pasó - agregó sin darse cuenta de que con ello alteró al pequeño hijo de Taichi.

Mientras ellos hablaban, la alegre Kurumi recogía unas hermosas flores silvestres, con gracia femenina las acomodó y caminó directamente hacia donde Taiki y Kyosuke estaban; su rostro coqueto involucraba intriga, sabrá Dios que tenía planeado.
Ella se acercó a Kyo y con extraña voz, le dijo.

- ¡Oh, Kyo!, te he traído estas bellísimas flores; ya sabes, como muestra de mi "Amistad"

Kyosuke Motomiya se enrojeció de una manera increíble, Taik en cambio puso expresión de curiosidad.

- Grrraacciaasss - dijo tartamudeando

- De nada - entonces Kurumi le besó la mejilla - ¡Oye Kyo!, en vista de que he sido tan amable, me preguntaba si podrías hacerme un pequeño favor.

"He aquí la razón de su coquetería" pensó Taiki "¿qué le pedirá?"

Kyo se desilusionó un poco.

- ¿Por eso le has dado las flores? - preguntó el entrometido de Taiki.

- ¡No te importa, metiche! - agregó ella.

- ¿Qué es lo que quieres, Kurumi? - cuestionó Kyo con voz seca

- Bueno, quería tu ayuda; hoy me toca hacer la cena y no sé que hacer.. entonces me dije: ---¡Mi querido y dulce Kyo sabe tato de cocina que podría orientarme!---; así que recordando tu audacia y valentía, vi bien en darte unas flores a cambio de tu ayuda.

"Vaya, no me libraré de cocinar ni un solo día" se dijo Motomiya mientras se ponía de pie con pocos ánimos, indirectamente se había convertido en el chef oficial del lugar.

De repente, como por arte de magia, aparecieron dos siluetas tras unos arbustos. Aquellos cuerpos (hasta entonces desconocidos) eran de infantes.

- ¡Quién está ahí? - gritó Kyosuke mientras miraba aquellas figuras que se mezclaban con las sombras de la oscuridad.

- ¡Kyosuke! - respondió una vocecita dulce y pasiva.

- ¡Idiota ¿qué no nos reconocen?! - agregó otra voz, pero menos "angelical"

Taiki corrió animadamente al distinguir las voces que se emitieron, eran sin duda las de Zetaro Ichijiouji y Bejamín Tachikawa.

- ¡Son Zet y Ben! - exclamó con notoria alegría.

Kurumi no pensó dos veces y corrió hacia su hermano, Zet también se acercó a su consanguínea. Se abrazaron; los dos expresivos hermanos gritaron de gozo.

"Dios mío, que ridiculez" pensó Ben al ver la melosa escena.

- ¡Por fin han llegado! - Dijeron Toshiro y Kotty.

- Todavía no - argumentó Ben - al menos no hemos llegado todos.

- ¿Dónde está mi hermana? - indagó Kotaro, preocupado por Mayumi.

Zetaro dejó de abrazar a Kurumi y su rostro alegre se nubló un poco.

- Los demás están más atrás; no pudimos llegar al mismo tiempo.

- ¿Por qué, hermano?

- Osen está enferma - contestó el niño - Seiyuro la ha estado llevando en su espalda, pero no puede andar mucho y está muy cansado.

- Es por eso que preferimos adelantarnos, para conseguir ayuda - finalizó Ben.

Las pupilas de los castaños ojos de Taiki se dilataron, si algo le preocupaba siempre, era la salud de su amiga (o "hermana"), sus ojitos después adoptaron una mirada hirviente de preocupación.

- ¡Cómo que Osen está enferma! - exclamó histérico, mientras amenazaba a Ben tomándolo por la ropa - ¿Está tan mal que no puede andar sola?, ¡Debieron haberla cuidado más!

- ¡Suéltame, Baka! - se defendió Ben - que no quiero tomarme la molestia de golpearte.

- ¡Silencio y basta los dos! - ordenó el tranquilo y misterioso Toshi - lo que haremos es ir por ellos y ayudarles, luego discutiremos.

- Zetaro puede quedarse; Ben, tú nos guiarás hasta donde está Sei - replicó Kyo, como buen prospecto líder.

- ¡Yo también voy!

- No Taik, tú te quedas.. con Kyo, Ben y yo será suficiente.

- ¡No es justo primo!

- Escucha - agregó Kyo - Te quedarás a cargo de los demás ¿De acuerdo?, confío en ti.

- Está bien, Kyo - respondió resignado, pero poco conforme.

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Toshiro, Kyo y Ben partieron, aunque no tardaron mucho en encontrar a los restantes puesto que ya estaban cerca. Kyo y Toshi se admiraron al ver el traumático cuadro que sus ojos captaron. Seiyuro se veía agotadísimo cargando a Osen, que parecía un cadáver; Mayumi cargaba las tres valijas (la de ella, Osen y Sei) y Doguen parecía cargar un botiquín (de primeros auxilios, supongo).

- ¡Seiyuro! - le gritó Toshiro al acercarse; su mejor amigo elevó su apuesto rostro y sonrió aliviado.

- Ya sabía... que faltaba muy poco ¿no te dije, May?

La rubia prima de Takaishi asintió.

Toshiro Sugiyama arrebató el cuerpo de su hermana postiza y lo acomodó en sus brazos; la observó un momento; estaba asombrado por la extrema palidez y debilidad que presentaba "¿Cómo era posible que su O-chan estuviera en tal estado?".

- Lo siento, amigo - se disculpó el hijo de Takeru - para ser sincero creo que no pude hacer más por ella.

- No te disculpes - agregó el hijo de Hikari - no es culpa tuya. Sólo que no entiendo qué es lo que le pasa a O-chan, no se trata de su asma.

- Eso también lo suponemos nosotros - dijo May

Kyo hizo que el cansado Sei se apoyara en su hombro; May y Ben se repartieron el equipaje equitativamente.

- ¿Ella se desmayó? - preguntó el hijo de Davis (Kyo)

- No - respondió Doguen - le di un sedante para que dejara de sentir dolor...

Hubo un silencio tétrico, acto seguido comenzaron a retornar, las pláticas reanudadas no eran sobre la salud de Osen, sino sobre la situación.

- ¿Han visto el Castillo Legendario? - indagó Sei

- Sí, está en lo alto de una montaña, ¡Si lo vieras!

- Ya lo veré - afirmó él.


Llegaron a donde los demás se encontraban; después de los lógicos saludos e intercambio de experiencias, se disponían a cenar.
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10 niños estaban alrededor de la fogata; sus rostros no irradiaban completa alegría, pero había que admitir que lucían un poco más tranquilos que antes; Kotaro y su hermana Mayumi se hallaban un poco más alejados del resto. La niña le ofrecía alimento a su hermanito de forma dulce, tal vez antes así solía alimentar a su Pyokomon.

- ¡¡Mmm, delicioso!!

- Sí, tienes razón, por fin algo comestible recibe mi estómago; un consejo ¡en la vida pruebes la comida de Ben!, es asquerosa.

- Hermana... - dijo él, cambiando de tono de voz y tema de conversación.

- ¿Qué sucede, Kotty?

- ¿Estás orgullosa de mí?

Mayumi miró los rojizos ojos de su hermano, sonrió al ver en su consanguíneo tanta ingenuidad mezclada con prematura madurez.

- Claro que sí - le contestó - has sido un buen niño y además has aprendido a ser autosuficiente - ella se enrojeció un poco, hablar de esas cosas no era su especialidad - mamá y sobre todo, papá, estarán muy orgullosos de ti, tal vez te den un premio.

- ¡Ojalá! - gritó entusiasmado.

Dejemos a los hermanos Ishida/Takenouchi por un lado y transportémonos a una de las carpas del campamento; dentro de aquella "casa de plástico" Osen Izumi reposaba, a su lado; como un guardián eterno, se hallaba Taiki Yagami. Veía atentamente cada detalle de su coetánea; podía notar los rasgos débiles de su amiga y nerviosamente trataba de recordar cómo era la "Osen sana"... había demasiadas diferencias; y eso lo hacía temblar.

- Taiki

- Toshiro ¿qué sucede?

Toshi le dijo desde la entrada de la carpa de campaña:

- Será mejor que vengas a comer; yo me encargaré de guardar la ración de O-chan.

- Iré en un momento, primo

- De acuerdo; entonces me adelantaré... Taiki, no te tortures a ti mismo. Desde ahora te digo que lo que le pasa a nuestra niña no es natural.

- ¿En serio? ¿Cómo lo sabes?

- Tengo la sospecha de que una magia poderosa la controla, al menos esa fue mi impresión al cargarla.

- Sea lo que sea, es horrible.

El niño de 12 años se retiró, antes de hacerlo suspiró desganado, la situación se agravaba cada vez más.

Taik en tanto comenzó a ponerse los tenis para salir a comer con los demás; mientras lo hacía, Osen recobró el conocimiento. Pudo ver a su mejor amigo a su lado, su piel se enchinó de la emoción y sonrió dulcemente; levantó su mano y tocó el hombro del niño.

- Taik...

El chico de 10 años giró su cabeza, atónico de la emoción.

- ¡Has despertado! ¡Qué emoción!

- Sei tenía razón; me dijo que cuando volviera a abrir mis ojos, me encontraría con la sorpresa de verlos.

- ¿Cómo te sientes?

- Bien, por ahora... pero cuando me pase el efecto de la medicina estaré mal; lo que ahora tengo es hambre.

- Pues vamos a comer - aconsejó él - Kyo hizo la comida junto con Kurumi

- Entonces ha de estar delicioso - agregó aliviada de no tener que engullir de nuevo cierto alimento.

El hombrecito ayudó a Osen a ponerse de pie y fueron hacia donde estaba la fogata.

- Taiki, muchas gracias

- Por nada

- Taik, hoy me di cuenta de algo que había pasado desapercibido para mí.

- ¿Qué cosa?

- Me di cuenta de que cada vez que abro mis ojos tras una crisis veo a mi lado a alguien que me cuida y quiere.... eso es algo gratificante.

- Ya lo creo - dijo él - créeme que te das a querer, amiga.

Los niños llegaron a donde se hallaban los demás (lamento la falta de descripción, pero tengo bloqueo).

- ¡Bienvenidos! - dijo Kurumi - ¡Osen!, qué bueno verte; siéntate y espera a que te traiga la cena; hoy soy generosa.

- ¡Qué bien, gracias!

- No, no, no.. le traeré comida a Osen, no a ti, Taiki, así que ve por la tuya; ella es la enfermita, ¿entiendes?

- Mmmm

Las 12 criaturas cenaban alegres y dialogaban animadamente, la reunión se había prolongado, sin embargo dentro de sus corazones, sabían que debían dejar atrás los temas triviales y enfrentar la realidad; Toshiro decidió romper la paz.

- Y ahora - anunció solemnemente, dirigiéndose sus ojos al cielo - debemos decidirnos, es decir, aclarar nuestras acciones para organizarnos.

- Las instrucciones son claras, las cartas dicen que debemos introducirnos al castillo y salvar a nuestros padres - continuó Kyo

- Para estar tan grande eres muy ingenuo - interrumpió May - si lo piensas bien, es muy posible que ese recadito que nos dieron, sea una trampa; es estúpido pensar que saldremos victoriosos sin Digimons.. podrían atacar más robots o algo así.

- A eso se le llama ser desconfiada - agregó Taik - pero creo que tienes razón, ¿Qué debemos hacer entonces?

- Yo creo - dijo Yuri - que debemos hacer lo que primero debíamos realizar.

- ¿Qué cosa?

- ¿No recuerdas Zet?, primero debíamos ver al Sr. Genai.

- ¡Es verdad Doguen!

Osen comenzó a teclear su laptop.

- El continente donde habita Genai está muy lejano a éste; así que tenemos que analizar correctamente los hechos.

- Creo que ese Castillo es una clave - dijo Sei - en mi opinión algunos de nosotros deberíamos ir a ver que hay; así no arriesgaremos a todos.

- Parece viable, pero no estoy segura - dijo Kurumi - el castillo está muy alto.

- Yo digo que mañana se decida ¡Tengo sueño! - replicó Ben, como si impusiera una orden.

El fuego que ardía en la fogata se volvió morado, lentamente se fue desvaneciendo y un holograma apareció, y.... por supuesto que apareció Genai en él.

- ¡El Señor Genai! - dijo Kotty al verle

- Por fin una luz de Esperanza en medio de la nada - agregó poéticamente Seiyuro.

"Queridos niños; lucen tan fuertes... se ve que han madurado ya que han llegado hasta aquí"

- Viejo, ahora sí quiero que expliques con claridad los hechos - amenazó Taik.

El viejo extraño sonrió de forma maliciosa, pero nadie, a excepción de Toshi, lo notó.

"Han llegado muy lejos; y también lograron obtener emblemas y vencer muchos obstáculos.. se han vuelto muy fuertes"

- Genai ¿Qué es lo que hay que hacer para salvar a nuestros padres?

"Calma, hija de Sora.. a eso iba" argumentó "lo único que falta para que no ocurra la Fusión Prohibida, es que ustedes pasen la prueba final"

- ¿En qué consiste esa "prueba"? - cuestionó Doguen

"Eso no lo sé, pero deben adentrarse al castillo legendario y subir a la torre principal, ¿La ven?, está en el fondo y es la más alta... allá están sus padres, pero lo que tienen qué hacer es que el brillo que emite esa torre, desaparezca".

- ¿Cómo?

"Jalando una palanca"

- ¿Sólo eso?

"Sí" dijo con voz terminal "así que recuerden que el poder de sus emblemas los han de proteger"

El holograma desapreció.

- ¡Hey, espera! ¡Hay mucho que preguntar!

- Ese anciano es patético

- Benji, ¿cuántas veces debo decirte que no es educado ofender e insultar a personas mayores?

- ¡Ay sí!, la niña Hida me da clases de etiqueta

- Chicos, no empiecen - sentenció Sei - y bien equipo ¿Qué dicen? ¿Vamos al castillo Legendario?

- El que diga sí, que levante la mano - propuso Kurumi

Claro que sobra decir que todos levantaron sus manos.

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Fin del capítulo 11
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Notas de la Autora: Bueno, espero no haberlos decepcionado. El próximo capítulo se titula "Voluntades de Sangre", y es ahí donde sabremos si los niños logran rescatar a sus padres, ¡no se lo vayan a perder!.

Dejen Review, dudas y todo eso a: ziddycm@hotmail.com