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Notas: ¡Hola, queridos lectores!, aquí les traigo el siguiente capítulo, también decidí dividirlo en dos, debido a su extensión, es un capítulo que me gusta mucho, espero a ustedes también les agrade.... bueno, los dejo con la lectura.
Muchas gracias por seguirle a Fusión Prohibida, les aviso que en total son 20 capítulos, los iré poniendo poco a poco.
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Capítulo 13: "¡Esto no se queda así!"

Parte uno.

Recuperó la conciencia, pero sus ojos no podían abrirse; se sentía débil, era una debilidad extraña; su alma revoloteaba inquietamente, pero no tenía fuerzas físicas, ¡Ni siquiera para ver donde se hallaba!, ¿Acaso tenía miedo?, posiblemente, pero no temía por él solamente, su hija, sus amigos y... "ella" eran antes que él, desde siempre.

Reposó unos instantes más y tomó fuerza de su espíritu. Lentamente y realizando un esfuerzo casi supremo se dispuso a ponerse de pie; mientras lo hacía movió su mano izquierda (lógicamente para usarla de apoyo a la hora de levantarse), sintió entonces que alguien lo sujetaba fuertemente.

Abrió sus ojos y divisó a aquel individuo que se aferraba a él de una manera impresionante. El semblante del hombre cambió completamente, ahora, más que resignación expresaba sorpresa, ¡Era ella, su hijita!, ¿Cómo era posible?, ¿Acaso no la había visto morir frente a él hacía unos instantes?; no podía asegurarlo, todo era muy confuso y posiblemente se trataba de una ilusión, un espejismo fugaz en su desdichada alma. Sonrió afectuosamente al ver a su angelito cerca de él, sintió ternura y, como buen padre que era, se olvidó de su cansancio y sufrimiento, inmediatamente se fortaleció y se sentó, recargando en el acto a la niña, acto seguido la estrechó en sus masculinos brazos.

"¡Está viva!" pensó entusiasmado, por la emoción difícilmente hubiera podido hablar "¡Esto es un milagro!" se repetía incansablemente en su cerebro, su mente se fue despejando de incoherencias y comenzó a razonar; él jamás debía de dejar de buscar las respuestas de sus dudas.

"¿Dónde estoy?, el corazón de Osen late, no a todo su esplendor, pero eso significa que estamos vivos, ¿Qué fue lo que pasó con la Fusión Prohibida?, ¿Cómo es que me encuentro junto a mi niña si estaba con los demás?"; su cerebro, presa de una crisis nerviosa, no le permitía obtener respuestas claras. Sabía que en ciertas ocasiones, por más que pensara, estudiara y analizara, jamás encontraría respuestas a incógnitas como, ¿Qué es la vida?, ¿Existe lo infinito?, ¿Cómo es que surgió el mundo digital?... (claro que no quiero desviarme de la narración...).

Su visión iba mejorando, la imagen de su pelirroja hija se iba aclarando; al verla se escandalizó, Osen lucía más pálida que nunca. Percibió o notó entonces otros detalles; por ejemplo, la respiración de la niña era muy corta y agitada, se veía claramente que más que dormida, se hallaba desmayada y seguía enferma.

"¿Qué es lo que tienes?, ¿De dónde sacaste esas ojeras?, ¡La voz se ha ido, Osen! ¡Quiero verte sana!".
Se puso de pie (claro que cargaba a la niña en sus brazos, con mucho cuidado), ¿Dónde se encontraba?, lo ignoraba pero era un sitio muy bello; su memoria comenzó a recordar.

- ¡Es el castillo!, ¡Estoy dentro del Castillo Legendario!

- Así es - le dijo una voz amiga, él miró a sus espaldas ¡Era Tai el que le hablaba!, en sus espaldas traía a Taik, su "sobrinito" también estaba inconsciente.

- ¿Qué significa todo esto, Tai?

- No lo sé Izzy, normalmente yo pregunto y tú contestas.

Izzy observó de nuevo a su alrededor, ¿Cómo era posible que antes no hubiera visto a sus amigos?, todos estaban ahí, cada padre cargaba con su hijo.

- Se ha realizado el Puente del Corazón - habló Kari con voz clara, concisa y baja, mientras acariciaba la faz de su hijo Toshiro, que yacía en el piso ya no podía cargarlo con tanta facilidad.

- Eso ya lo sabía - insistió Tai

- Pero Izzy no, recuerda que él fue el primero en desaparecer.

- ¡Es verdad, estoy más idiota que de costumbre!

- ¡Tai! - regañó Sora - No bromees.

- ¿Quién ha dicho que es una broma?, de verdad estoy más aturdido que siempre.

- Yo también siento la cabeza nublada y mis sentidos no reaccionan igual - Agregó Cody con aire sabio - cuando "reviví" o recuperé la conciencia, sentía que estaba perdido, que no tenía fuerzas para seguir; pero en cuanto vi que mi hija Yuri estaba junto a mí, tomando mi mano con determinación, me estremecí y saqué fortaleza de la nada para protegerla.

- A mí me pasó lo mismo - interrumpió Joe

- Al darnos cuenta del milagro ocurrido y al sentir el calor del amor de nuestros hijos, recuperamos nuestras esperanzas - habló TK, con tono tranquilo, complacido y sereno.

- TK tiene razón - apoyó Mimi.

El lugar comenzó a estremecerse; era sin duda un temblor el que azotaba el sitio.

- ¡Oh, no, Ken! - gritó Yolei, que cargaba a Zetaro desesperada (Aclaración: Yolei realizó el puente del corazón con Kurumi, pues tenían el mismo emblema en común, pero llevaba en sus brazos al varón mayor de sus hijos (Zetaro), pues era más ligero que la hermosa joven Ichijiouji). - ¡Satoru, ¿Dónde está mi bebé?!

- Yo.... no lo sé - respondió el esposo notablemente consternado, con un sólo brazo sostenía a su hija de 13 años, demostraba así una gran tenacidad y fuerza - No... no te preocupes - trató de tranquilizar - él está bien.

El temblor empeoró, la mayoría de los que permanecían en pie cayeron; el techo se derrumbaba, sin duda todo terminaría convertido en escombros.

- ¡Vamos a morir! - chilló Mimi en su intento de cargar a Ben y ponerse de pie.

Entonces se escuchó de pronto.

** LO HAN LOGRADO, ¡ME HAN VENCIDO!, PERO NO SERÁ PARA SIEMPRE, ¡ESO LO JURO!.
SUS CORAZONES NOBLES Y VOLUNTADES DE ACERO LES HAN HECHO VENCER.... AHORA SÓLO LES QUEDA SALIR DE AQUÍ, ESTE EDIFICIO SE DESTRUYE, Y ¿SABEN QUÉ?, ¡LO DESTRUYO YO!, PARA QUE MUERAN**

- ¡Salgamos de aquí! - exclamó Davis con lágrimas en los ojos y expresión iracunda; el hombre ( de posibles 36 años) acomodó a su hijo Kyosuke en su espalda; y cómo todo líder, tomó la delantera. - ¡Vamos, síganme! - volvió a gritar mientras se apresuraba.

- ¿¡Pero si no sabemos dónde está la salida!? - gritó Joe paranoicamente.

- Confiemos en él - agregó Cody con calma siniestra.

Ellos dos siguieron a Daisuke con temerosa impaciencia (Llevaron también a sus hijos) .

- ¡No me puedo ir sin él!, ¡Ken, nuestro Satoru está desaparecido!

- ¡Él no está aquí, Yolei!

- No podemos irnos querido, si él muere yo nunca me lo perdonaré, ¿Qué han hecho de mi hijo menor?, ¡Él es un bebé!, ¿Por qué lo han involucrado?, ¿Cómo se han atrevido?, Juro que....

Ken, con la mano que le quedó libre zarandeó a su esposa, la tomó del hombro y le dijo.

- ¿Acaso quieres quedarte?, ¿Quieres que Zetaro también muera, en caso de que Satoru no viva?, ¡Piensa bien, querida!, ¿Qué es lo que ha dicho Genai?, ¡Ha dicho que si los emblemas brillan, el Destino también brillará; Satoru es el dueño del Detino y sé que está bien! - gritó de forma firme; Miyako derramó algunas lágrimas de resignación, pero logró calmar su histeria, Ken prosiguió - Yo traigo en mis brazos a Kurumi, y no pienso ponerla en peligro quedándome aquí; si te entercas en quedarte, dame a Zetaro, él está en tus brazos y confía en ti, ¿Entiendes?, ¿Qué has decidido?

Ella sonrió débilmente, Ken, al mirarla, comprendió la respuesta de su esposa.

- ¡Démonos prisa! - dijo ella (cuando pudo articular palabra, claro). Ken la tomó de la mano y comenzaron a avanzar.

Por su parte, Matt y Sora habían distribuido a sus hijos (de acuerdo al peso y edad; claro está que Yamatto cargaba a Mayumi y Sora a Kotaro, el cuál no le parecía pesado, ya que era muy ligero y pequeño).

La hermosa madre que portaba el amor miró a su exmarido, el semblante de Matt lucía distinto, tenía un toque sombrío. Mientras caminaban, una roca se atravesó entre ambos; Sora quedó lastimada de un pie; se quejó con un gemido y Matt se detuvo.

- ¡Sora!, ¡Kotaro! - dijo mientras se devolvía.

- Matt, cuidado.... tú, no regreses, estamos bien.

Yamato no hizo caso y retornó preocupadísimo, el lugar pronto sería ruinas y no tenía la intención de quedar sepultado junto a su familia, ¡No ahora que se había dado cuenta!.

- Estás lastimada - dijo fríamente

- Así parece - sollozó ella, con aires de valentía -Me quedaré atrás, por favor ¡Te encargo a mis hijos!, Llévate a Kotty también..

- No te abandonaré... ¡No esta vez!

- Pero Yamato, los niños...

- ¡Ellos así lo hubieran querido!, ¿Has visto el amor tan grande que los une?, ¡Son unos ángeles!, ¡Tú eres un ángel!, pero yo.... yo soy el demonio, sí ¡Soy el diablo que ha acabado con la familia!, Ha sido mi culpa.. He sido egoísta.

- Yamato, no empieces... sabes muy bien que la culpa es de los dos; además ¡Esta no es la situación adecuada para hablar de eso!, ¡Vete con los niños!

- ¡Yo te amo! - le gritó - ¿Cómo crees que podría dejarte?, ¡Eres mi vida!, ¡He sido un ciego desgraciado! - la voz le temblaba al hablar, Sora sintió congelarse en llamas y se estremeció.

- ¡Oh, Matt! - Agregó Dulcemente, sin quitarle la vista de encima.

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Koushiro Izumi se disponía a salir con Osen en sus brazos, la protegería a toda costa; su hija, más que su obligación, era su vida. Un extraño instinto le hizo mirar a su costado derecho, claramente vislumbró que Mimi tenía conflictos para levantar a Ben y llevarlo con ella, después de todo, Mimi nunca había sido una mujer con gran fuerza brutal. Izzy se acercó a ella y levantó a Ben; cariñosamente lo acomodó en su otro brazo.

- ¿Así está mejor, verdad? - le dijo sonriente, Mimi parecía muy agradecida.

- ¡Me has salvado, Izzy! - le replicó dulcemente - ¡Y lo has salvado a él!.

Las miradas de ambos vibraron intensamente. "¿Por qué no ha de salvar a quien será su hijo?" pensó Mimi, mientras corría tras Izzy "Yo quiero que ahora él sea su padre" se reafirmó contenta, seguro que muy conmovida por la acción de su querido ¿Amigo?... mm, usen el término que prefieran.

Koushiro y Mimi llegaron a donde estaban Sora y Matt, ante la desesperada situación, Sora confió a Mimi el cuidado de su hijo Kotaro y le rogó que lo pusiera a salvo.

- ¡Pero Sora, no podemos dejarte aquí! ¡eres mi mejor amiga! - le dijo Mimi.

- Por favor Mimi, cuida a Kotty - rogó Sora.

- Sí, por favor - siguió Yamato, que ayudaba a Sora con su pie y cargaba a May.

- Mimi, entiende, por favor - le dijo Izzy - ellos estarán bien, sigamos, ¡Te han encargado a Kotaro!

(He mencionado que Mimi no era fuerte, pero sí se le facilitaba más cargar a un niño de 6 años en vez de uno de 10).

La mujer, antigua dueña de la Pureza, sonrió amargamente, sabía que debía seguir.

- Sora, Matt - les replicó - ¡Les prometo que cuidaré a Kotty como si fuera Ben!

- De eso no me cabe duda - aseguró Sora , con el rostro desfigurado por la presión.

Las siluetas de Izumi y Tachikawa se fueron alejando, Sora temía por Mayumi, al paso en que iban, su preciosa rubia podría morir por culpa suya.

Era una situación angustiante y extremosa. Ella se recargaba en el hombro de Matt y caminaba... más bien, cojeaba; Yamato no emitía queja alguna, pero el cargar a May y reconfortar a Sora no era una tarea sencilla.

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Kari miraba a Toshiro, estaba consternada y alterada; su hijo era ya un poco grande para que le cargara fácilmente; tenía la impresión de que no lo lograría, ¡Pero no podía rendirse!. Volvió a tratar de levantarlo, pero no pudo, ¿Por qué?, Toshi no era un niño pesado y ella lo sabía. La piel del niño estaba muy caliente, también tenía las mejillas sonrojadas; seguro que Toshiro se había enfermado.

La calma que en ocasiones la acogía desapareció; comenzó a desesperarse de una manera impresionante, estuvo a punto de gritar y pedir ayuda, pero juzgó que eso sería egoísta de su parte, cada padre intentaba salvar a sus respectivos hijos.

Una enorme pared de cemento se desprendió y comenzó a caer, Hikari, al ver que sería aplastada, se paralizó, ¡Ella y su hijo iban a morir!. Justo antes de estrellarse la pared en el suelo, (y de paso aplastar a Kari y Toshi) Takeru se lanzó en ayuda de la madre y el hijo, y con gran audacia y valentía nata, logró salvarlos.

Kari se aferró a los brazos de su salvador y comenzó a llorar, Takeru le besó la mejilla con infinito amor y ella no pudo evitar sonrojarse como una niña.

- ¡TK! - le dijo con voz que denotaba emoción - ¡Gracias!.

El escritor sonrió satisfecho
.
- Dale las gracias a Tai, que me hizo el favor de sostener a mi hijo Seiyuro mientras te ayudaba - agregó de inmediato.

- ¡Hermano! - dijo ella.

- Propongo seguir, no quiero terminar aplastado, como una cucaracha - dijo en tono imperioso; Taichi tomaba rol nato de líder cuando era necesario.

Se acercó a Luz y Esperanza, entonces le dio a Kari el cuerpo de su hijo Taiki.

- Hermana, espero puedas llevar a mi "glotón", estoy seguro de que será más sencillo cargarlo a él.

Kari recibió a Taik gustosa, lo protegería con su vida.

- No hay problema con mi niño de las frituras - replicó en tono cariñoso recordando que su sobrino solía comer alimentos chatarra - sólo pesa un poco más que Osen.

Tai cargó a Toshiro y Seiyuro regresó a los brazos de su progenitor.

Comenzaron a evacuar el lugar, pero entonces, vieron que Matt y Sora no la estaban pasando nada bien debido a "ciertos" problemas.

- ¡Hermano! - gritó Takeru - ¿Qué ha pasado?

- Sora se ha lastimado, Mimi e Izzy se han llevado a Kotty..... pero May..

En ese instante Tai le arrebató a la niña.

- No hay problema - dijo con sonora tristeza al ver a Sora lastimada - Yo cuidaré de la hija de mis mejores amigos.

Acomodó a Mayumi junto con Toshiro, Tai no tenía grandes dificultades para llevarlos a ambos.

- Matt, yo sé que tu la salvarás... ¿No es así?, ¡Si no, creo que no te lo perdonaré! - gritó Taichi antes de marcharse, seguido por Hikari; Takeru miró a su hermano y cuñada, le preocupaba dejarlos, pero nada podía hacer.

- Hermano... Matt...

- TK, estaré bien... estaremos bien.
- Eso lo sé - agregó el menor - ¡Suerte!

Takeru siguió su camino, tenía esperanza en Yamaato, su hermano siempre lograba salir adelante, esta vez no tenía que ser la excepción.

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Habían pasado algunos minutos desde que había salido, el castillo se derrumbaba lentamente, pero él no podía verlos.... tampoco se resistía a perderlos, su corazón, pionero de lo positivo, se iba haciendo negativo (Aquí me refiero a Takeru).

- ¡Matt, Sora! - chilló Mimi - ¡No pueden morir, hay que ayudarlos!

- No podemos ir - excusó Cody - ya es tarde ¡no hay forma de entrar!

(Todos, a excepción de Sora y Matt, ya se hallaban fuera del recinto).

Tai sonreía malévolamente, esa extraña sonrisa escandalizó a todos.

- Tai, ¿Qué te pasa? - cuestionó Davis, muy extrañado "¿Habrá perdido la razón al pensar que Sora, el amor de su vida y Matt, su mejor amigo, han muerto?" se indagó, ahora se dispuso a hablar en voz alta - Todavía hay esperanza, ¿Verdad, Takeru?

El semblante de Takeru no era muy reconfortable, parecía nervioso, aún así contestó.

- Ellos.... saldrán .... vivos - tartamudeó.

- ¡Claro que saldrán vivos! - exclamó Taichi con seguridad - ¿Acaso Matt es un hombre sin palabra? ¡Le he exigido que la salve, y eso hará!.

Y... como si los hubiese invocado, Yamato y Sora aparecieron tras los escombros; lucían exhaustos, pero felices, tal vez por sobrevivir y tener la oportunidad de seguir protegiendo a May y Kotty, sus queridos niños.


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Continuará...
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(Este capítulo continúa en la siguiente parte, sigue leyendo)