Capítulo 13 "¡Esto no se queda así!
Parte dos
El sol vespertino se estaba apaciguando de manera típica, los rayos dorados hacían contraste con las pieles suaves de todos los presentes humanos en el Mundo Digital.
Cada padre había buscado un sitio en aquella salvaje naturaleza para recostar a sus hijos y velar por ellos.
Lucían cansados, pero por alguna extraña razón, no habían podido volver a la tierra; Hikari se estremeció de sólo pensar que la pesadilla no hubiera cesado. Había improvisado una cama para su hijo, el cual, no se veía nada bien; la fiebre le carcomía lentamente.
- ¡Oh, Toshi!; ¿Qué es lo que te pasa? - preguntó al joven inconsciente, aunque claro que aquel niño educado no se encontraba en condiciones de responder a su progenitora.
Kari observaba cada detalle de su máxima creación; su hijo era sin duda muy apuesto, no sólo eso ¡era lindísimo!, estaba segura que el amor de madre no la cegaba. El niño comenzó a sudar, parecía que la fiebre se le estaba bajando, gracias a un remedio del Dr. Kido, pero en cambio comenzaba a delirar y replicar incoherencias.
- ¡Noo... no quiero verlos morir..! - gritó de pronto, mientras deliraba - ¡Maldito, no les mates!... No te puedo dar mi Luz...
- ¡Toshi, ¿Qué te pasa?! - interrogó la madre con expresión de angustia - ¡Hijo!
El niño se movía de sitio a cada momento, parecía perturbado.
- ¡No es culpa mía! - tartamudeó Toshiro - No... no pude... no ma..mates a mi mejor amigo..... ahora él es la última esperanza..
- ¡Por Dios! - exclamó Kari - ¿Cómo es posible que estés sufriendo, hijito? ¡Todo se ha resuelto!, Seiyuro logró bajar la palanca y evitó la Fusión Prohibida; no llores dormido, Toshiro, mamá vela por ti y por tus pesadillas; pero no quiero verte sufrir - dijo la madre al borde del llanto.
Se recargó en un árbol, era demasiado doloroso ver a Toshi así.
- Perdón... no pude ser, como mi mamá - siguió Toshiro.
- ¡No, hijo!, ¡Has sido mejor que yo!, ¡No te culpes, que nadie a muerto!, ¡Despierta! - Pero Toshi seguía sin responder, seguía con ese delirio o pesadilla. - No podré con esto, hijo..... no puedo verte sufrir sola..
- No tienes porqué sufrir sola, Kari, sabes que yo siempre estaré contigo
- Takeru....
- No llores Hikari, ¿Acaso a Toshi le gusta ver lágrimas en tus ojos?
- ¡No puedo evitarlo!, ¿Le has oído?, Grita como un loco diciendo que "es su culpa", "Que no pudo ser como yo"; ¡Él está sufriendo, Takeru!... y yo no sé como ayudarlo.
Takeru acostó a Seiyuro junto a Toshi; el pequeño rubio parecía estar perfectamente normal, nada más dormía..
- Kari, puedes apoyarte en mí y llorar - le dijo TK dulcemente - No puedo hacer más por ti; sólo entregarte mi alma, pero eso lo he hecho siempre.
Ella se lanzó a sus brazos.
- ¿Por qué siento que esto no ha terminado?, ¿Acaso no fue suficiente ver sufrir así a todos los niños?, ¡Esto es el infierno, TK!
- Kari, no me asustes.... Ya lo oíste: al probar que los emblemas brillan en corazones humanos se ha suspendido la Fusión Prohibida.
- ¿Pero a qué precio?, Toshiro no volverá a ser el mismo.
- Seiyuro tampoco; después de una experiencia de esta calaña, no se puede esperar en ellos las mismas actitudes - agregó seriamente.
Aunque él era un As en las palabras, el abrazo era el causante de que Kari se tranquilizara.
- Se siente bien...
- ¿Qué cosa, Kari?
- Tu cuerpo, ¡Es tan cálido!, me reconforta - exclamó ella sinceramente.
- Y el tuyo Kari, me ilumina, ¿Sabías que eres mi luz?
Ella no contestó aquélla última cuestión, parecía reflexionar algo.
- Takeru, ¿Has visto que mi Toshi ha dejado de gritar?
- Es verdad, se ha calmado; creo que le hizo efecto la medicina que le dio Joe.
- No, es la presencia de Sei la que lo calma; ¿No te has fijado en que son muy unidos?, ¡Se dicen hermanos del alma!
- Son muy unidos, en efecto - replicó melancólicamente -¿Acaso nosotros no lo somos?.
Hikari guardó silencio unos instantes.
- Takeru - comenzó - puedo afirmar con la mayor seguridad del mundo que somos más unidos que el amor mismo.
La dama volvió a llorar, TK se separó de ella un poco y le sonrió.
- Kari, hazme feliz riendo.
Ella hizo un esfuerzo por reír, pero solo consiguió sonreír.
- No puedo, lo siento.
Él le secó los restos de lágrimas.
- No importa; si tú no estás feliz, yo tampoco, con esa sonrisa tuya es más que suficiente.
Ya no podía soportar tenerla enfrente sin tocarla, besarla, --- "Amarla"--- . Su corazón estaba intranquilo y su estómago parecía realizar la danza de las mariposas; los nervios le invadían y se alejaban casi al mismo tiempo. TK miraba los ojos llorosos de Kari, ¿Qué había en ellos?, ¡Había todo!, Todo un mundo en una mirada; por su parte, Kari miraba a TK "¿Por qué será que lo necesito tanto?" se indagó mientras lo observaba, también veía los azules ojos de Takeru, eran hermosos, sinceros y expresivos.
- Kari, tal vez no sea el momento, pero... - entonces la sujetó tiernamente de los hombros - pero ya no puedo seguir así; esto que siento lo he guardado casi toda mi vida, y sé que no es un secreto para ti, porque tu lo sabes, pero, ¡Quiero gritarlo!, ¡Quiero enfrentar este sentimiento!, ¿Por qué he huido siempre de él?, no lo sé; pero a pesar de que siempre es lo que más he deseado, lo he escondido, tal vez para revelarlo en este momento.
- ¡Takeru, yo también lo he guardado!
- Eso ya lo sé - reafirmó él - Kari, tal vez ya sea tarde; sé que nuestros cuerpos adultos no tardarán mucho en envejecer, pero no importa... ¡todavía nos quedará la eternidad del más allá!..... Hikari Yagami, ¡Te amo, te adoro!.... lo he dicho antes y lo repito, Eres la luz de mi existir; sé que tu también me amas; tus ojos me lo dicen, ¿O me equivoco?
La mujer sonrió, poco a poco se fue acercando a él como un imán. Takeru Takaishi no esperó a que Kari llegara a él, también se fue acercado a ella. Primero la abrazó, recargó su frente en la de su amor y acto seguido comenzó a besarla dulcemente, como todo un fiel enamorado.
Era un beso profundo, apasionado, pero sin dejar de ser tierno y sublime... sus labios entrelazados realizaban movimientos extraños , impropios de un experto besador pero propios de una pareja que se ama más que a nada. Kari dejó escapar un gemido de satisfacción y TK suspiró emocionado, ¿¡Cómo era posible haber perdido tanto tiempo?!.
Mientras ellos se expresaban amor, Seiyuro abrió sus celestes ojos, hacía varios minutos que había recuperado el conocimiento, pero una extraña debilidad le había impedido ver y oír al mundo sin distorsiones; había entonces decidido reposar un poco más, pero su curiosidad por saber en donde se encontraba era mucho más grande que el cansancio; en ese tiempo sintió cerca de él a alguien, no sabía quien era, pero aquel individuo parecía inconsciente y se movía mucho. Tampoco pudo oír la conversación de Kari y TK; ya que sus sentidos no coordinaban adecuadamente; pero el tiempo que empleó en reposar le ayudó a recuperarse sorprendentemente y al abrir sus ojos se sorprendió con el espectáculo..
Sonrió estupefacto mientras miraba a su padre besar a la madre de su mejor amigo. Extrañamente se sonrojó y sintió un gozo interno maravilloso. A su lado estaba Toshiro, Seiyuro notó a su amigo algo demacrado, pero no le dio mucha importancia, pues él mismo no gozaba de su fuerza y carácter normal.
El beso se había prolongado, él comenzó a desesperarse y se dispuso a interrumpir, pues quería felicitarlos.
- ¡Debo admitir que es el mejor espectáculo para un niño anteriormente convaleciente! - exclamó mientras aplaudía - ¡Bravo papá, así se hace!.
Los adultos suspendieron su acto algo asustados, se sonrojaron al ser interrumpios y vistos.
- ¡¿Cómo?!, ¿Se sonrojan ante un chico de 12 años? - cuestionó muerto de risa - ¿No creen que exageran?, ¡Yo sólo quería felicitarlos!
- ¡Ah, mi Seiyuro! - interrumpió Takeru, dándole un abrazo fraternal - ¿Estás bien?, ¿No te duele algo?
- ¡Hey!, no me cambies el tema, papá.
- No seas entrometido - bromeó Takeru, mientras le sonreía - ¡Esas son cosas de adultos!
- Soy despistado - replicó Sei - ¿Cómo no me di cuenta de que ella es el amor de tu vida?, ¿Te vas a casar?, ¡Qué bien!, Toshiro y yo nos convertiremos en hermanos.
- Sei, Guarda silencio.
- Nunca pensé en llegar a intimidar a mi padre - expuso orgulloso - Lo repito, yo sólo quiero felicitarte; imposible que consiguieras mejor madre para mi que tía Kari, ¡Ella es un ángel!
Hikari se acercó amorosamente a Sei y le acarició el rostro; sonreía, pero Seiyuro captó que estaba triste.
- Seiyuro, ¿No te sientes mal?, ¿No te duele algo? - le preguntó preocupada.
- No me siento "muy" mal; pero para ser sincero estoy débil, ¡Y el vientre!, me duele el vientre de una forma anormal.
Alzó su verde camiseta y observó su dorso, justo en el centro tenía un morete gigante, y no sólo ahí, si no en varias partes más.
- ¡Dios mío!, ¿Qué te pasó? - exclamó Kari, muy asustada.
- Esos moretes son consecuencia de las espadas con que le atacaron, ¿Cómo es posible?, ¿Acaso no era una ilusión? - replicó TK, muy asombrado.
- ¡Es verdad!, la fusión prohibida.. ¿Qué ha pasado?, ¿Lo hemos logrado?, ¿Pasamos la prueba final?, ¡¿Verdad que sí?!, ¿Estamos vivos o muertos?.
- Tranquilo, hijo.... estamos vivos, ¡Nos han salvado!
- ¿En serio? - preguntó orgulloso - ¡Qué bien!, ¿Todos están a salvo?, ¿Qué tiene Toshiro?, ¿Por qué no despierta? - entonces movió a su amigo , que en vez de responder y despertar, exclamó delirando:
- Voz.... claro que no quiero que.... mates a mi-i m-e-jo-r ammigo....no, por favor... no quiero que mueran...no es culpa mía... no quiero t-e-n-e-r remordimientos, no puedo darte mi emblema... traicionaría a todos...
Seiyuro se asustó de inmediato.
- ¡Estás delirando, Toshi!, ¡Ya todo está bien, nos hemos salvado!, ¿Por qué sudas y deliras?, ¿Te sientes mal?, ¿Estás enfermo? ¡Toshiro, despierta! - las lágrimas se hicieron presentes en Sei - ¿Qué es lo que tiene, tía Kari?, ¿Por qué dice esas cosas?, ¡Quiero que despierte y los vea besándose como yo!.
El niño abrazó a los adultos envuelto en llanto; Kari y Takeru se dedicaron a consolarlo.
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Joe regresaba de atender a Osen; anteriormente había curado la herida que Sora tenía en el pie y administrado un medicamento a Toshiro. Llegó hasta donde había dejado a Doguen descansando, se acercó a él y se sentó a su lado.
A pesar de que todo ya había acabado se hallaba intranquilo y nervioso, sabía que no era momento para que el pesimismo lo invadiera, pero no podía evitar sentirse así; después de todo, esa era su forma de ser.
Por momentos miraba a su hijo de forma orgullosa, verdaderamente se sentía agradecido con el pequeño Doguen; Joe no podía sentirse de otra manera pues su hijo había demostrado una valentía asombrosa, combinada con fuerte voluntad. Sabía que Doguen no era un chico fuerte, pero pudo comprobar que en las peores situaciones, el pequeño era decidido y sabía desempeñarse correctamente.
El Dr. Kido tenía en sus manos las gafas del niño; anteriormente Daisuke Motomiya se las había entregado diciendo que su hijo Kyo las traía entre sus cosas.
Observó los lentes; sonrió después de verlos... estaba admirado de lo mucho que se le parecía Doguen, ¡Hasta en lo miope!. "Jun, querida ¡Cuán orgullosa estarás de Doguen cuando sepas lo valiente que ha sido!"
- Papá...
- ¡Doguen! ¿Hace cuanto despertaste?
- Hace unos momentos, pero tú estabas observando mis lentes, ¿Están sucios?
- Eso no tiene importancia, hijito - le dijo el padre cariñosamente - Doguen, has sido muy valiente y has salvado a tu padre, ¡Estoy muy orgulloso de ti!
El niño, que era muy sensible, comenzó a llorar.
- ¡Sabía que volvería a verte, papi! - exclamó con voz cortada - perdón por llorar, pero me siento muy feliz por estar contigo; lo que hicimos no fue en vano, porque logramos vencer.
- ¡Ah, Doguen!, ¿Te he dicho que me gusta cuando lloras por cosas importantes?, ¡Eres muy sensible!, eso sí, no me gusta cuando llegas llorando por tus peleas con Seiyuro.
- A veces yo tengo la culpa, no debo llorar por tonterías, papá ¿En dónde estamos?
- En el Digimundo.
- ¿Dónde están los digimons?, si la fusión prohibida se ha cancelado, ya los hemos rescatado.
- No lo sé - Joe notó inquieto a su único hijo - ¿Te sientes bien?
- Me duele mucho la cabeza y estoy cansado, ¿Podrías darme un paracetamol?
- Claro, siempre y cuando lo necesites, también es necesario que descanses.
- Así lo haré, yo no tengo miedo cuando estoy contigo.
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- Tai, ¿Podemos hacerles compañía? - interrogó Davis, en su espalda cargaba a Kyo.
- Claro que sí, si gustan - ofreció Tai, mientras acomodaba a Taik de modo que cupiera Kyosuke.
Daisuke se sentó al lado de Taichi Yagami, por unos instantes, permanecieron en silencio.
- ¿Por qué crees que estén inconscientes, Tai? - preguntó el antiguo admirador del mayor de los Yagami (y de la menor también, jeje).
- No tengo la menor idea - contestó Tai, con un tono de voz que lo hacía parecer molesto.
- Nuestros hijos, se nos parecen mucho, ¿No crees?
- En ciertas cosas - afirmó el Embajador - pero no en todo; creo que tú y yo también nos parecemos mucho.
- ¿Lo crees?
Tai hablaba seriamente, Davis se sentía muy extraño al oírlo.
- Sí, lo creo - dijo y luego prosiguió - Siempre nos parecimos en cosas; cuando yo tenía 14 años y te veía de 11, no podía evitar el verme reflejado en ti, en ciertos aspectos, claro, no en todo - realizó una corta pausa - y... lo más importante, ambos estamos destinados a lo mismo Davis, porque los dos perdimos el amor.
Daisuke agachó la cabeza.
- Yo no he perdido a Kari... - trató de interrumpir, pero Tai lo calló.
- Kari ama a TK, siempre lo has sabido Davis - replicó bruscamente - No es bueno engañarse y vivir pensando en que algún día la tendrás en tus brazos.
Davis pareció molestarse.
- ¿Por qué te enojas si sabes que es la verdad?; lo cierto es que yo te lo digo por experiencia; Sora nunca fue mía, pero su recuerdo nunca abandonó mi corazón, ¿Sabías que la quiero todavía?, pero ya es muy diferente ese afecto; me he conformado con verla feliz con Matt, que es uno de mis mejores amigos.
- Deberías luchar, ahora ella está divorciada.
- Esa es sólo una etapa en su matrimonio, ellos se volverá a arreglar, tienen 2 lindos hijos y se aman - agregó con voz firme - Yo les querré siempre, Davis, porque son mis queridos amigos... pero en la vida hay que saber perder.
- Tienes razón.... - observó Davis - No se como le haces para ser firme, por eso siempre te he admirado.
- ¿Tú crees que soy firme?, no, soy débil, como la mayoría de los enamorados - terminó poniéndose de pie y levantando a Taiki para acomodarlo en sus brazos.
- ¿A dónde vas?
- Kyosuke acaba de despertar - inició Tai - creo que es mejor que hables con él a solas.
Tai y Taik se alejaron.
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Davis miró entonces a su vástago, éste le sonrió y acto seguido se abrazaron.
- ¡Querido papá! - le dijo con una expresión alegre - ¿Por qué siempre que intento salvarte termino siendo salvado por ti?
- Eso no es verdad, me has rescatado Kyo, eres mi héroe.
- ¿Cómo sabes que soy héroe?, nada más he cumplido mi deber como hijo.
- Te he observado desde que entraste al Castillo Legendario por medio de una televisión gigante - le acomodó los googles al hombrecito y prosiguió - Has actuado valientemente y tu fortaleza ha ayudado mucho a tus amigos...
- Papá, ¿Hemos evitado la Fusión Prohibida?, ¿Todos pasamos la prueba?... cuando yo caí en ella quedábamos muy pocos, me hubiera gustado hacer más.
- Ya he dicho que hiciste mucho, y no te preocupes; tu amigo Sei logró jalar la palanca y fue el último en caer en la prueba final.
- ¡Ese Sei! - renegó Kyo con extraña alegría - siempre hace todo bien..
- Igual que su padre - siguió Davis, también contento - supongo que tienen una chispa de esperanza que les ayuda; pero no te tortures, Kyo, si luchas mucho, te quedarás con Yuri.
- ¡Papá, ¿De qué hablas?! - contestó rojo, como un tomate.
- ¿Me negarás que te gusta Yuri? ¡Yo te he oído decirlo!
El niño se volvió sombrío al recordar algo.
- ¿Has visto todo lo que me aconteció mientras estaba en el Castillo Legendario?
- Sí.
- Entonces fuiste espectador de la plática que tuve con Toshiro antes de ser aplastado, ¿verdad?
- Así es...
- Papá, ¿Por qué amas a Kari?, si es así ¿Por qué te casaste con mi mamá?
- Tu amigo Toshiro ha dicho que esos son temas de adultos, tiene mucha razón.
- ¡Con eso no te justificas!, Sabes muy bien que ya no soy un niño... Si Toshiro dijo eso, fue por la simple y sencilla razón de que suele desviar los temas que le afectan con su poder de convencimiento, ¡Yo lo conozco!, y también te conozco, no soy tonto, padre.
- Cálmate Kyo, te diré cuanto gustes, pero no te exaltes; te ves muy débil y creo que no es necesario que gastes energías sin necesidad.
- ¿Entonces me explicarás?, tengo deseos de no ser engañado.
- Nunca te he engañado, hijo - Davis ofreció a su hijo una bebida mientras buscaba las palabras adecuadas para hablarle.
Entonces comenzó a ver todo a su alrededor y descubrió a TK y Kari besándose en un lugar un poco alejado a él. Los estuvo viendo unos segundos y sonrió, no sentía nada, ¡Ni siquiera se sentía celoso!, sólo lo dominaba un sentimiento melancólico difícil de expresar.
- Kyo, quiero que mires a tu derecha.
El niño obedeció, entonces comprendió.
- Ella no te ama porque ama a él.
- Así es, siempre ha sido así - dijo Davis - Lo que yo sentía era obsesión; amé mucho a esa chica, pero al pasar el tiempo me di cuenta de que no era para mí; por eso me casé con tu madre...
- ¡Pero no la amas!
- ¿Cómo me juzgas si no sabes?, claro que le quiero - replicó el compañero de V-mon - lo que pasa es que no he sabido demostrarle mi afecto por aquella obsesión que me dominaba; ahora que ya he visto que ella no me amará nunca, mi mente se ha despejado..... En cuanto llegue a casa le diré lo que siento y todo se arreglará entre Makoto y yo, ya lo verás.
- Papá, no quiero que hagas eso por mí.
- No hijo, lo hago también por mí, creo que ya es hora de dedicarme a ser feliz.
El joven de trece años sonrió y se aferró a su padre.
- ¡Papá, yo también lucharé por mi niña y no permitiré que nadie me la gane!
- ¡Así se habla, Motomiya! - bromeó Davis, el ver a su hijo animado le hacía sentir muy bien.
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Tai seguía caminado con Taiki (éste último era sostenido por los varoniles brazos de su padre).
"Espero Davis haya entendido que no puede luchar contra un verdadero amor" pensó; Taichi estaba muy deprimido, se sentía solo.... anteriormente la compañía de su hijo y sus amigos (y hermana) le eran suficiente; pero ahora se sentía invadido por un vacío que iba más allá de su terca voluntad, ¿Por qué se sentía así?, eso no lo sabía con seguridad, pero creía que su depresión se debía a que Taiki se había mostrado muy afectado por no saber de su madre. Tai ignoraba que su pequeño tuviera resentimientos hacia él, incluso jamás pensó que el tener ausente a la progenitora le afectara tanto al niño.
"La verdad es que, a pesar de que intente ser padre y madre de Taiki, y Kari le prodigue ese tipo de amor maternal, no es suficiente.... él quiere saber que ha sido de su madre, y tiene derecho a saberlo.... sé que no puedo ocultárselo pero ¿Qué le diré?, ¿Qué su madre es una prostituta?, ¿Qué no se quien es ni como se llama?; se decepcionaría más de mí, pero por otra parte, no quiero mentirle... ¡Mi pobre niño!
Tai observó el rostro de hijo, realmente era una criatura encantadora; tenía un toque mágico, sensible, travieso; Tai sentía mariposas en el estómago cada vez que Taik hacía un gesto suyo o actuaba como él, eso sin duda lo enorgullecía.
Su vástago fue abriendo los ojos lentamente, sobra decir que lo primero que vio fue a su padre.
- Pa-pá - susurró dulcemente - ¿Estamos vivos?
- Taiki, ¡Claro que sí! - gritó el padre.
- Qué bueno, papá... entonces, eso quiere decir que la unión no se ha roto.
- La unión nunca se romperá, porque es eterna - afirmó Tai.
- ¿Sabes?, yo estaba muy triste al principio, quería tener el emblema del valor, como tú... pero me di cuenta de que no necesito el valor para actuar como un valiente; ante todo, yo quería ser como tú, papá - la voz del niño no era efusiva ni aturdidora como de costumbre, al contrario, tenía un toque débil y melancólico - Yo sabía que evitaríamos la Fusión Prohibida, hemos triunfado contra el mal, ¡Te he salvado!
Taichi le dio un beso en la mejilla al pequeño y le habló cariñosamente.
- Taiki, quiero darte las gracias; por tu esfuerzo mi corazón salió adelante, tuve siempre mucha fe en ti.. - entonces calló un momento y su rostro cambió de expresión - También quería pedirte perdón, he sido malo y desconsiderado.
- ¡Claro que no, has sido el mejor papá del mundo!
- Si lo fuera, te hubiera dicho que ha sido de tu madre...
- Puedes decirme ahora, nunca es tarde - replicó con los ojos llorosos y la voz tenue - Papá, ¿Has visto que sufro y lloro por ella?
- Sí, lo he visto... lo siento mucho, nunca pensé en tu dolor.
- ¿Quién es mi madre?, ¿Está viva o muerta?
- No te preocupes, ni te exaltes, prometo decirte todo.
- ¿Por qué lo has ocultado?
- Por muchas razones; ven, acércate - le dijo mientras le señalaba sus piernas - Siéntate aquí, junto a mí.
El niño obedeció ciegamente, Tai se preparó para relatar; lucía nervioso y estaba sonrojado, claro que Taik no se fijó en ello.
- La verdad es que no te lo pensaba decir nunca, creía que era mejor evadir el tema y que con el tiempo lo olvidarías; pero me equivoqué.
- Papá, ¿Cómo crees que podría olvidar a mi madre?
- Fue un error mío que pienso desaparecer - excusó Tai - ¿No es tarde para ganarme tu perdón, verdad?
- No, estás a tiempo - le respondió con una sonrisa sincera el pequeño Taiki.
El Embajador suspiró, sus ojos se llenaron de lágrimas, pero se contuvo, no quería dejarse ver débil.
- Cuando era pequeño y cursaba la infancia tenía yo una mejor amiga...
- ¡La tía Sora!
- Sí... con el paso del tiempo me enamoré de ella, pero Sora se enamoró de alguien más, ¿Comprendes?.
El niño abrió bien sus ojos y aumentó su atención, estaba muy asombrado.
- ¿Ella no es mi madre, verdad?
- No - respondió seco - Taik, ¿Sabes como nacen los bebés? - preguntó inocentemente Tai.
- ¡Papá, tengo 10 años, claro que sé!
- Ups... lo siento, debí suponerlo o al menos debía hablar contigo de eso.
- Olvídalo, continúa con lo de mamá.
- Hijo, lo que te voy a decir no me enorgullece, pero admito que fue la mejor acción que pude haber hecho, porque gracias a ello estás aquí - dejó escapar dos lágrimas, que parecían jugar carreras por su mejillas - Matt y Sora se casaron y yo, me hube resignado a perderla, lo único que me importaba era que fuera feliz y ¡qué mejor que Yamato para ello!; me deprimí mucho, una noche fui a un bar y me emborraché, ese mismo día conocía tu mamá.
- ¡Entonces todavía vive!
- No sé si viva -siguió Tai - pero es mejor suponerlo; Taiki, ese día tuve una relación sexual con tu madre, que trabajaba ahí, pero eso fue todo, pues no volví a saber de ella hasta un año después.
Taiki tembló inconscientemente, la histeria lo acogió.
- ¡Soy hijo de una... de una... prostituta!! - gritó exaltado - ¡De una mujer de la calle! - exclamó con vergüenza, se sentía decepcionado y humillado.
Tai lo abrazó fuertemente.
- ¡No llores, Taik!, yo he tenido la culpa de ello...
- Papá, ¿Cuándo la volviste a ver?
- Ya te dije que casi un año después; tocó mi puerta contigo en brazos y cuando yo abrí, me dijo que eras mi hijo y que debía cuidarte porque ella no podía hacerlo... nunca más ha vuelto...
- ¡Aparte me abandonó!, ¡Buaaaaa!
- ¡Oh, no te preocupes, hijo, no llores!
- ¿Y si no soy tu hijo? ¡Imagina con cuantos señores habrá estado!, ¡Es horrible!
- ¿No ves que eres mi doble? ¡Eres un Yagami, sin duda alguna!
- ¿Sabes al menos quién es, papá?
- No lo sé; pero prometo contactarla para que te encuentres con ella.
- ¿Hablas en serio? - indagó Taiki
- Claro; siempre y cuando quieras conocerla.
- Sí quiero... - entonces volvió a entonar el llanto, pero con más disimulo - ¡Le haré ver que no la necesito!, ¡Le reclamaré el que te haya abandonado a ti y a mí!, ¡Le diré que me avergüenza!, ¡Qué la Odio!!
- No, debes perdonarla.
- ¡Eso jamás! - Exclamó molesto mientras se ponía de pie y se iba corriendo.
Tai estuvo a punto de seguirlo, pero las fuerzas lo abandonaron.
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Cody Hida y su hija Yuriko se encontraban a la orilla del río; la niña ya había despertado, y junto a su padre, parecía entablar una conversación.
- Mamá estará contenta de vernos - dijo ella con voz seria y agradable - ¿No crees?
- Claro que sí, hijita - replicó su padre.
Yuri observó a su papá; era sin duda su ejemplo a seguir y no podía evitar admirarlo tanto, deseaba ardientemente llegar a ser como él.
- Padre, ¿Crees que soy una niña severa e indiferente?; la voz que me habló dijo que yo hacía sufrir a Sei, Toshi y Kyo; ¿Soy mala entonces?
- Tú sabes muy bien que la voz se equivocaba.
- Pero padre, sé que es verdad.... Kyo y Sei se muestran muy interesados por mí; yo no quiero herirlos... la realidad es que yo no pienso en los chicos como ellos quieren, simplemente porque soy pequeña, ¿Verdad que una niña no debe pensar en el amor?
- Para el amor no hay edad, Yuri - le explicó Cody - Pero pienso que no debes torturarte por penas ajenas; preocúpate por se amiga de ellos y ser justa, pero ante todo no te presiones, ¿Has comprendido?
- ¡Claro que sí!, y eso es porque eres muy sabio.
- No, soy malo en estos temas; será mejor que le preguntes a Hiromi, tu madre en eso sí que es una experta.
- ¿En serio? - Yuri sonrió y miró el paisaje - Padre, estoy muy feliz de haber impedido la Fusión Prohibida.
- Yo también.
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Muy cerca de ahí se hallaban Sora, Matt y sus vástagos; los niños seguían desmayados, mientras que los padres, angustiados y deprimidos, esperaban a que abrieran sus ojitos y recuperaran la conciencia.
No hablaban mucho entre ellos; pero el silencio sólo les acumulaba más palabras y sentimientos que debían ser sacados algún día.
Kotaro dormía en el regazo de Sora, el niño tenía el semblante tranquilo y casi feliz, en ocasiones replicaba incoherencias indistinguibles. Mayumi esta recostada en el pasto, Matt estaba sentado muy cerca de ella y no paraba de mirarla. Su hija le parecía una preciosa y frágil joya llena de encanto, pero lo más relevante es que él se sentía reflejado en ella, eran muy parecidos.
La niña estaba pálida y constantemente se tocaba el cuello de forma desesperada (recordemos que en la prueba o ilusión final terminó ahorcada junto a Kotty).
Cada vez que se tocaba el cuello una lágrima salía de su ojo, su padre secaba esa gota de amor y le acariciaba el cabello.
Yamato Ishida, al ver a May en ese estado, se llenó de ira, sentía una impotencia grandísima. Miró a su alrededor, por un instante su vista o mirada se cruzó con la de Tai, ambos parecieron comunicarse con los ojos y al final, asintieron con la cabeza; Sora les vio y comprendió el mensaje a señas de Matt y su mejor amigo Tai.
- Matt, ¡Olvídalo! - dijo ella - Sé lo que planean hacer, eso no servirá de nada.... la venganza nunca es buena.
Yamato miró el rostro angustiado de Sora.
- Lo siento, Sora; pero jamás podré admitir lo que ha pasado, ¿Has visto como May se talla el cuello y llora?, ¡Mi hija está sufriendo!, ¿Qué no la pesadilla había cesado?, ¿Por qué parece triste y enferma?... ¡Esos monstruos lo pagarán!, ¡¡no tenían ningún derecho de hacer sufrir así a los niños!!, ¿Te das cuenta de lo que hicieron?, Esos imbéciles jugaron con el alma de los chicos, revolcaron sus sentimientos por una fortaleza y voluntad falsa.
Sora guardó silencio, sabía que Yamato tenía razón.
- Sora, esos Digimons Legendarios no tenían derecho de usar la mente de los niños y simular matarlos, ¿Te puedes imaginar el dolor que han debido sentir al ver morir a sus amigos?, les amenazaron con lo que más les dolía, y eso es un pecado.
- Yo lo sé, ¿Qué van ha hacer?
- ¡No lo sé!, pero ¡Esto no se queda así!; lo que le hicieron a May es imperdonable, la pusieron en una situación sin salida y trataron de engañarla, ¡Tu la viste, querida!, ¡Ella exclamaba piedad para su hermano!, ¿Sabías que yo hubiera actuado igual a su edad si quisieran matar a TK?, ¡Mayumi es un angelito a la que hicieron sufrir cruelmente!. Ve a tu alrededor, encontrarás a padres y madres llenos de impotencia como tú y yo; pues, ¿Cómo crees que deba sentirse Izzy al ver lo que le hicieron a Osen?, ¡Eso es un pecado!, Jugaron con la salud de la criatura; ¿O crees que Ken y Yolei están complacidos por lo que le hicieron a Zet y a Kurumi?, ¡Encima de todo, Satoru desapareció! - Matt se había exaltado, respiraba con desesperación - Sora, yo sé que ninguno está conforme; ¡Al demonio con la prueba final!, fueron muy crueles y estoy seguro de que no era necesario hacerles vivir tan horribles visiones, ¿Has visto cómo jugaron con Taiki por el trauma de su madre?, ¿No te pareció horrible hacer que Toshiro creyera que era su culpa que sus amigos cayeran por no dar su emblema?; perdóname, pero yo no puedo olvidar... ¡Estoy seguro de que ellos tampoco!, ¡Fue un acto inhumano que no dejaré pasar desapercibido!; Querida, ¿No habían mostrado los niños ser fuertes y tener una voluntad eterna?, El sólo hecho de llegar al Castillo legendario lo demuestra.
- ¡Oh, Matt, tienes razón! - ella se aferró a los brazos de su amor - ¡Fue un pecado el haber atormentado así a los niños!, ¡yo tampoco lo soporto!.
- Sora... - le dijo él; entonces le levantó el rostro y lo besó dulcemente - Te amo.
- ¡Yo también te amo!, no quiero seguir así, siento un vacío enorme si no estás junto a mí.
- Dejaré mis expediciones espaciales, ya estoy viejo... además, me he dado cuenta que puedo perderlo todo en un instante, ¿Te has puesto a pensar en ello?, ¡Imagina que May y Kotty de verdad hubieran muerto!.
Sora se estremeció y le murmuró dulcemente.
- Pero el hubiera no exista, además, no quiero que dejes de hacer lo que te gusta.
- No te preocupes, ¿Recuerdas mi afición por la música?, tal vez cambie de campo de trabajo.
- ¡Cómo olvidarlo, si eras el mejor!
- Sólo quiero que sepas que May, Kotaro y tú, son mi vida... quiero tenerlos siempre conmigo, quiero que mi hija me perdone por haber estado ausente y tú también...
- Papá, te perdono.
Matt miró como May, despierta ya, le sonreía; Kotaro aplaudía emocionado.
- ¡Vamos a volver a ser una familia!
Los cuatro sonrieron, entonces Kotty agregó:
- ¿Verdad que he sido un héroe?
- ¡Claro, mi niño! - habló Sora - Y Mayumi también.
- ¡Cuidé a mi hermana, no sólo ella cuidó de mí!
- Estamos orgullosos de ambos, Kotty - expresó Matt
- Si vencimos, ¿Dónde está mi Tsunomon?
- Es verdad, ¿Dónde está Pyokomon?
- Todavía no sabemos. - dijeron los padres.
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Su respiración se había regularizado gracias a una mascarilla de oxígeno avanzada que Joe le había proporcionado para mejorar su respirar, ahora él esperaba de forma impaciente que Osen recuperara el color de su piel y despertara.
A su lado se encontraba Mimi, que cuidaba celosamente de cierto "principito" (al cual, llamaremos Ben); Koushiro y Mimi se miraban de vez en cuando; esas miradas expresaban muchas cosas que tendrían que reflexionar más adelante.
"Gracias Yue, Gracias Dios, ustedes han hecho el milagro de que aún esté viva... ¡Juro que haré que sane!, no soporto verla débil" le acarició el rojo cabello a su hijita "Estoy realmente admirado, Osen es maravillosa; es inteligente y decidida, tímida pero valiente... ¡Estoy tan orgulloso!, es capaz de sacrificarse por los demás, ¿Cómo pudieron hacerla sufrir tanto?, ¡No les perdonaré nunca!, la han hecho sufrir jugando con su salud, ¡Eso es intolerable!".
Izzy estaba inundado en sus pensamientos cuando Osen despertó; lo primero que hizo la niña fue quitarse la mascarilla de oxígeno, que no era más que un inhalador temporal; Osen observó el rostro triste de su padre; se sintió culpable.
- Papá, yo... lamento haber perdido mi inhalador, no estés triste, no llores por mi culpa... ¡Soy una mala hija!, Prometí usarlo, pero fue lo primero que perdí... - la niña se trabó al hablar por una leve tos, luego empezó a lagrimar.
- ¡Osen!, ¡Cuánto anhelaba oír tu voz!
- Perdóname papá..
- ¿Tengo acaso algo que perdonarte? - le dijo Izzy de forma emotiva y paternal - Eres mi orgullo y fuerza; tú no tienes la culpa de haber sido burlada, estoy seguro de que ellos te arrebataron el inhalador y te enfermaron, ¡Yo les haré pagar!
- Descifré toda la información, pero me tardé mucho... entonces no pude decirles a los chicos que se realizaría el Puente del Corazón; yo misma tenía dudas.
- La Fusión Prohibida se ha suspendido, todo es gracias a ustedes; Te agradezco enormemente que hayas cuidado de nuestro emblema, el Conocimiento. - dijo Izzy, conmovido.
- Papá, cuando volvamos a casa quiero que Tentomon, Motimon y tú me acompañen al mar, quiero darle las gracias a mi mamá, sé que ella también me cuidó.
- Claro que sí - le respondió el padre, mientras le ponía la mascarilla y la niña volvía a perder fuerzas (para ser más explícitos, se desmayó).
(Nota: Las cenizas o restos de Yue Izumi fueron arrojados al mar, debido a que aquella dama amaba las aguas oceánicas) .
Izzy se acercó a Mimi y acostó a Osen junto a Ben en la improvisada cama.
- ¿Qué ha pasado, Izzy? - preguntó Mimi.
- Ella se despertó, pero volvió a desmayarse - explicó Izzy de forma breve - Me pidió perdón, ¿Te das cuenta de lo noble que es?
A Mimi le pareció extraño que Koushiro le hablara de eso, pero lo reconfortó con una sonrisa.
- Ben no ha despertado.
- Estoy seguro de que no tardará en hacerlo.
- ¿Cómo lo sabes? - preguntó Mimi intrigada.
- Se está poniendo inquieto, eso es seña de que pronto se levantará - Koushiro se puso de pie - Mimi, ¿Quieres algo de beber?, te traeré algo.
- Sí, por favor - le contestó - y no te preocupes, en tu ausencia cuidaré bien a Osen.
- Gracias.
El pelirrojo se alejó, Mimi lo siguió con la mirada, dio un suspiro melancólico y le arrojó un beso aéreo de forma coqueta (Izzy no se dio cuenta, si no, se hubiera puesto colorado).
- ¡¿Por qué le arrojaste un beso?! - escuchó de pronto la mujer, al girar la cabeza, se encontró con el celoso de su hijo, que la miraba de forma penetrante.
- ¡Ben! - exclamó Mimi de forma simpática.
El niño se levantó y corrió a su regazo.
- Estás a salvo Mami; y sigues igual de hermosa - le replicó - ¡Vencimos!
Mimi comenzó a llorar y él le dijo:
- No llores, es momento de estar felices.
- A veces se llora de felicidad, Ben
- Tienes razón - aseguró Ben, al recordar que había llorado de gusto cuando salvó a Osen de ahogarse - ¡Pero qué veo!, la cerebrito está inconsciente, ¿Qué tiene en la cara?.
- Recuerda que ella está enferma - le dijo cariñosamente - lo que trae en su rostro le ayuda a respirar mejor.
El niño miró a la chica Izumi y se compadeció.
- Espero se recupere, Osen se ve muy linda cuando está sana - expuso Ben- pero es muy tonta y sacrifica su salud por su curiosidad.
- No es tonta puesto que es igual a Izzy.
- ¡Mamá! - exclamó Ben, se había vuelto a poner celoso - ¡No me has dicho porqué le tiraste un beso en el aire al padre de Osen!, ¿Acaso te gusta?, ¡No permitiré que se te acerque!
- Ben, hazme un favor y olvídate de los celos, ¿Quieres?
- Mmm
- Mejor háblame de los chicos, ¿La pasaste bien con ellos?
- Aprendí a convivir con los insectos (o los chicos, pero ya conocen a Ben) - agregó orgullosamente - Me di cuenta de que es bueno trabajar en equipo y tener amigos.
Mimi volvió a sonreír; Benjamín Tachikawa había logrado vencer una de sus barreras interiores.
El niño tocó su rostro.
- Está liso... - dijo y luego le indagó a su madre - ¿Tengo acaso alguna cicatriz de quemadura en mi cara?; tengo la sensación de tener esa cicatriz...
(Recordemos que cuando Ben se enfrentó a su Prueba Final fue quemado por un ácido; por eso quedó traumatizado con eso de las quemaduras).
- Estás más lindo que nunca - animó Mimi - Ten, mírate en mi espejo.
- Es verdad, sigo igual.
- No, ahora eres más lindo.
- No diré que no.
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Yolei Inoue (nombre de Soltera); derramaba desesperantes lágrimas; un pequeño niño, de unos 9 u 8 años y cabello lila, trataba de consolarla.
- No llores mami - pidió Zet (que por supuesto ya había despertado), el niño traía abundantes ojeras y labios secos; se veía cansado y triste, pero sacaba fortaleza de la nada para tratar de ayudar a su madre - Papá y Kurumi encontrarán a mi hermanito, ¡Ya lo verás!, y cuando eso suceda, volveremos a casa con todos los digimons y seremos felices.
- ¡Ay, Zet!, Eres tan Lindo - susurró la madre- Me das consuelo, pero no debería ser así; yo debería consolarte a ti.
- No te das cuenta mami, pero nos consolamos mutuamente.
Un holograma apareció de la nada, apareció frente a ellos una cunita, que se fue materializando poco a poco.
Zetaro Ichijiouji se acercó a dicha camita y se encontró a Satoru-kun.
- ¡Es mi hermanito! - gritó emocionado, Yolei corrió hacia el aparato y sacó al bebé, lo abrazó y comenzó a besarlo.
"Este sí es el verdadero Satoru" pensó Zet "nomás hay que ver como sonríe"
- ¡Papá! ¡Kurumi!, ¡Hallamos a Satoru!.
Después de los gritos padre e hija se acercaron.
- ¡Gracias a Dios él está de nuevo con nosotros! - exclamó Kurumi, que abrazaba a su padre locamente, es decir, con gran efusión. Ken sonrió al ver unida de nuevo a su familia.
"Sabía que mi niñito estaría bien, mi corazón no hubiera soportado otra tragedia como la de Ozamu".
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Llegó así la noche; todos los antiguos y nuevos elegidos se hallaban bien; Osen nada más estaba un poco pálida y Toshiro lucía sombrío y cortante, pero su salud parecía haberse restablecido. El niño de ojos canela y de nombre Toshiro, se fue alejando lentamente, Seiyuro lo siguió, notablemente preocupado.
- Toshi, ¿Qué tienes?
- No es nada, Sei - le contestó con voz seca, sin vida - Quiero estar solo.
- ¿Por qué?, ¡Dime!; ¿Acaso te molesta que nuestros padres se amen?
- No es eso.
- ¡No sabía que eras celoso, Toshiro!
- ¡Vete, Seiyuro! - gritó molesto, mientras le daba un empujón a su mejor amigo - ¡Ve con los demás y deja de enfadarme!.
- No me iré hasta que me digas qué es lo que te sucede, ¿Entiendes?, ¡Para eso son los amigos!
- En éstos momentos lo que menos deseo es tener cerca de mí a los "amigos" - agregó dándole la espalda al rubio.
- ¿Qué te pasa, Toshiro? - interrumpió un recién llegado, ese recién llegado era Kyosuke - ¿Por qué peleas con Sei?, ¡él solo puede pelear conmigo!
- Entonces lárguense a violentar y déjenme en paz.
Kyo se acercó a Sei, lo interrogó con la mirada, pero el rubio negó con la cabeza, dando a entender que no comprendía la situación (ver esa actitud negativa en Toshi alteraría a cualquiera).
- ¡Toshiro! - le gritó Motomiya - Escucha; lamento haberte presionado en nuestra última plática, tú no tienes la culpa de lo que sienta tu madre por mi papá.... ¿Sabes?; Me da gusto que sea el Tío Tk el que ame tu mamá.
- ¿Quién ha dicho que eso me desagrada?; eso es otra cosa, sólo les pido que salgan de mis vista, ¡Déjenme solo!.
Toshiro comenzó a correr, Sei intentó seguirlo pero Kyo lo detuvo.
- Él quiere estar solo...
- Pero no debe estar solo, algo lo atormenta.
- Entonces Sei, lo mejor será llamar a los mayores.
- Concuerdo con ello, Kyo... a veces tienes buenas ideas.
¿Qué pasará con Toshiro?, ¿Habrá terminado la pesadilla?
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Fin del capítulo.
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Notas de la Autora: Bien, ¿Qué les pareció?, lamento la extensión, pero no quiero deformar el escrito original, a mí me gustaron las pláticas de los padres con los hijos, algo enrollado y largo, pero tomen en cuenta de que son muchos personajes. Gracias a las personas que me animaron a seguir con este fic, gracias por todos los mail que he recibido y por los review que he leído, espero se compadezcan de mí y me digan que opinan.
En este capítulo doy un pequeño "inicio" a lo que sucederá, ya que se desenvolverá un misterio con el hijo de Kari y la historia dará un giro, eso lo verán el en capítulo 14, titulado "Eclipse Eterno".
Hasta pronto.
Parte dos
El sol vespertino se estaba apaciguando de manera típica, los rayos dorados hacían contraste con las pieles suaves de todos los presentes humanos en el Mundo Digital.
Cada padre había buscado un sitio en aquella salvaje naturaleza para recostar a sus hijos y velar por ellos.
Lucían cansados, pero por alguna extraña razón, no habían podido volver a la tierra; Hikari se estremeció de sólo pensar que la pesadilla no hubiera cesado. Había improvisado una cama para su hijo, el cual, no se veía nada bien; la fiebre le carcomía lentamente.
- ¡Oh, Toshi!; ¿Qué es lo que te pasa? - preguntó al joven inconsciente, aunque claro que aquel niño educado no se encontraba en condiciones de responder a su progenitora.
Kari observaba cada detalle de su máxima creación; su hijo era sin duda muy apuesto, no sólo eso ¡era lindísimo!, estaba segura que el amor de madre no la cegaba. El niño comenzó a sudar, parecía que la fiebre se le estaba bajando, gracias a un remedio del Dr. Kido, pero en cambio comenzaba a delirar y replicar incoherencias.
- ¡Noo... no quiero verlos morir..! - gritó de pronto, mientras deliraba - ¡Maldito, no les mates!... No te puedo dar mi Luz...
- ¡Toshi, ¿Qué te pasa?! - interrogó la madre con expresión de angustia - ¡Hijo!
El niño se movía de sitio a cada momento, parecía perturbado.
- ¡No es culpa mía! - tartamudeó Toshiro - No... no pude... no ma..mates a mi mejor amigo..... ahora él es la última esperanza..
- ¡Por Dios! - exclamó Kari - ¿Cómo es posible que estés sufriendo, hijito? ¡Todo se ha resuelto!, Seiyuro logró bajar la palanca y evitó la Fusión Prohibida; no llores dormido, Toshiro, mamá vela por ti y por tus pesadillas; pero no quiero verte sufrir - dijo la madre al borde del llanto.
Se recargó en un árbol, era demasiado doloroso ver a Toshi así.
- Perdón... no pude ser, como mi mamá - siguió Toshiro.
- ¡No, hijo!, ¡Has sido mejor que yo!, ¡No te culpes, que nadie a muerto!, ¡Despierta! - Pero Toshi seguía sin responder, seguía con ese delirio o pesadilla. - No podré con esto, hijo..... no puedo verte sufrir sola..
- No tienes porqué sufrir sola, Kari, sabes que yo siempre estaré contigo
- Takeru....
- No llores Hikari, ¿Acaso a Toshi le gusta ver lágrimas en tus ojos?
- ¡No puedo evitarlo!, ¿Le has oído?, Grita como un loco diciendo que "es su culpa", "Que no pudo ser como yo"; ¡Él está sufriendo, Takeru!... y yo no sé como ayudarlo.
Takeru acostó a Seiyuro junto a Toshi; el pequeño rubio parecía estar perfectamente normal, nada más dormía..
- Kari, puedes apoyarte en mí y llorar - le dijo TK dulcemente - No puedo hacer más por ti; sólo entregarte mi alma, pero eso lo he hecho siempre.
Ella se lanzó a sus brazos.
- ¿Por qué siento que esto no ha terminado?, ¿Acaso no fue suficiente ver sufrir así a todos los niños?, ¡Esto es el infierno, TK!
- Kari, no me asustes.... Ya lo oíste: al probar que los emblemas brillan en corazones humanos se ha suspendido la Fusión Prohibida.
- ¿Pero a qué precio?, Toshiro no volverá a ser el mismo.
- Seiyuro tampoco; después de una experiencia de esta calaña, no se puede esperar en ellos las mismas actitudes - agregó seriamente.
Aunque él era un As en las palabras, el abrazo era el causante de que Kari se tranquilizara.
- Se siente bien...
- ¿Qué cosa, Kari?
- Tu cuerpo, ¡Es tan cálido!, me reconforta - exclamó ella sinceramente.
- Y el tuyo Kari, me ilumina, ¿Sabías que eres mi luz?
Ella no contestó aquélla última cuestión, parecía reflexionar algo.
- Takeru, ¿Has visto que mi Toshi ha dejado de gritar?
- Es verdad, se ha calmado; creo que le hizo efecto la medicina que le dio Joe.
- No, es la presencia de Sei la que lo calma; ¿No te has fijado en que son muy unidos?, ¡Se dicen hermanos del alma!
- Son muy unidos, en efecto - replicó melancólicamente -¿Acaso nosotros no lo somos?.
Hikari guardó silencio unos instantes.
- Takeru - comenzó - puedo afirmar con la mayor seguridad del mundo que somos más unidos que el amor mismo.
La dama volvió a llorar, TK se separó de ella un poco y le sonrió.
- Kari, hazme feliz riendo.
Ella hizo un esfuerzo por reír, pero solo consiguió sonreír.
- No puedo, lo siento.
Él le secó los restos de lágrimas.
- No importa; si tú no estás feliz, yo tampoco, con esa sonrisa tuya es más que suficiente.
Ya no podía soportar tenerla enfrente sin tocarla, besarla, --- "Amarla"--- . Su corazón estaba intranquilo y su estómago parecía realizar la danza de las mariposas; los nervios le invadían y se alejaban casi al mismo tiempo. TK miraba los ojos llorosos de Kari, ¿Qué había en ellos?, ¡Había todo!, Todo un mundo en una mirada; por su parte, Kari miraba a TK "¿Por qué será que lo necesito tanto?" se indagó mientras lo observaba, también veía los azules ojos de Takeru, eran hermosos, sinceros y expresivos.
- Kari, tal vez no sea el momento, pero... - entonces la sujetó tiernamente de los hombros - pero ya no puedo seguir así; esto que siento lo he guardado casi toda mi vida, y sé que no es un secreto para ti, porque tu lo sabes, pero, ¡Quiero gritarlo!, ¡Quiero enfrentar este sentimiento!, ¿Por qué he huido siempre de él?, no lo sé; pero a pesar de que siempre es lo que más he deseado, lo he escondido, tal vez para revelarlo en este momento.
- ¡Takeru, yo también lo he guardado!
- Eso ya lo sé - reafirmó él - Kari, tal vez ya sea tarde; sé que nuestros cuerpos adultos no tardarán mucho en envejecer, pero no importa... ¡todavía nos quedará la eternidad del más allá!..... Hikari Yagami, ¡Te amo, te adoro!.... lo he dicho antes y lo repito, Eres la luz de mi existir; sé que tu también me amas; tus ojos me lo dicen, ¿O me equivoco?
La mujer sonrió, poco a poco se fue acercando a él como un imán. Takeru Takaishi no esperó a que Kari llegara a él, también se fue acercado a ella. Primero la abrazó, recargó su frente en la de su amor y acto seguido comenzó a besarla dulcemente, como todo un fiel enamorado.
Era un beso profundo, apasionado, pero sin dejar de ser tierno y sublime... sus labios entrelazados realizaban movimientos extraños , impropios de un experto besador pero propios de una pareja que se ama más que a nada. Kari dejó escapar un gemido de satisfacción y TK suspiró emocionado, ¿¡Cómo era posible haber perdido tanto tiempo?!.
Mientras ellos se expresaban amor, Seiyuro abrió sus celestes ojos, hacía varios minutos que había recuperado el conocimiento, pero una extraña debilidad le había impedido ver y oír al mundo sin distorsiones; había entonces decidido reposar un poco más, pero su curiosidad por saber en donde se encontraba era mucho más grande que el cansancio; en ese tiempo sintió cerca de él a alguien, no sabía quien era, pero aquel individuo parecía inconsciente y se movía mucho. Tampoco pudo oír la conversación de Kari y TK; ya que sus sentidos no coordinaban adecuadamente; pero el tiempo que empleó en reposar le ayudó a recuperarse sorprendentemente y al abrir sus ojos se sorprendió con el espectáculo..
Sonrió estupefacto mientras miraba a su padre besar a la madre de su mejor amigo. Extrañamente se sonrojó y sintió un gozo interno maravilloso. A su lado estaba Toshiro, Seiyuro notó a su amigo algo demacrado, pero no le dio mucha importancia, pues él mismo no gozaba de su fuerza y carácter normal.
El beso se había prolongado, él comenzó a desesperarse y se dispuso a interrumpir, pues quería felicitarlos.
- ¡Debo admitir que es el mejor espectáculo para un niño anteriormente convaleciente! - exclamó mientras aplaudía - ¡Bravo papá, así se hace!.
Los adultos suspendieron su acto algo asustados, se sonrojaron al ser interrumpios y vistos.
- ¡¿Cómo?!, ¿Se sonrojan ante un chico de 12 años? - cuestionó muerto de risa - ¿No creen que exageran?, ¡Yo sólo quería felicitarlos!
- ¡Ah, mi Seiyuro! - interrumpió Takeru, dándole un abrazo fraternal - ¿Estás bien?, ¿No te duele algo?
- ¡Hey!, no me cambies el tema, papá.
- No seas entrometido - bromeó Takeru, mientras le sonreía - ¡Esas son cosas de adultos!
- Soy despistado - replicó Sei - ¿Cómo no me di cuenta de que ella es el amor de tu vida?, ¿Te vas a casar?, ¡Qué bien!, Toshiro y yo nos convertiremos en hermanos.
- Sei, Guarda silencio.
- Nunca pensé en llegar a intimidar a mi padre - expuso orgulloso - Lo repito, yo sólo quiero felicitarte; imposible que consiguieras mejor madre para mi que tía Kari, ¡Ella es un ángel!
Hikari se acercó amorosamente a Sei y le acarició el rostro; sonreía, pero Seiyuro captó que estaba triste.
- Seiyuro, ¿No te sientes mal?, ¿No te duele algo? - le preguntó preocupada.
- No me siento "muy" mal; pero para ser sincero estoy débil, ¡Y el vientre!, me duele el vientre de una forma anormal.
Alzó su verde camiseta y observó su dorso, justo en el centro tenía un morete gigante, y no sólo ahí, si no en varias partes más.
- ¡Dios mío!, ¿Qué te pasó? - exclamó Kari, muy asustada.
- Esos moretes son consecuencia de las espadas con que le atacaron, ¿Cómo es posible?, ¿Acaso no era una ilusión? - replicó TK, muy asombrado.
- ¡Es verdad!, la fusión prohibida.. ¿Qué ha pasado?, ¿Lo hemos logrado?, ¿Pasamos la prueba final?, ¡¿Verdad que sí?!, ¿Estamos vivos o muertos?.
- Tranquilo, hijo.... estamos vivos, ¡Nos han salvado!
- ¿En serio? - preguntó orgulloso - ¡Qué bien!, ¿Todos están a salvo?, ¿Qué tiene Toshiro?, ¿Por qué no despierta? - entonces movió a su amigo , que en vez de responder y despertar, exclamó delirando:
- Voz.... claro que no quiero que.... mates a mi-i m-e-jo-r ammigo....no, por favor... no quiero que mueran...no es culpa mía... no quiero t-e-n-e-r remordimientos, no puedo darte mi emblema... traicionaría a todos...
Seiyuro se asustó de inmediato.
- ¡Estás delirando, Toshi!, ¡Ya todo está bien, nos hemos salvado!, ¿Por qué sudas y deliras?, ¿Te sientes mal?, ¿Estás enfermo? ¡Toshiro, despierta! - las lágrimas se hicieron presentes en Sei - ¿Qué es lo que tiene, tía Kari?, ¿Por qué dice esas cosas?, ¡Quiero que despierte y los vea besándose como yo!.
El niño abrazó a los adultos envuelto en llanto; Kari y Takeru se dedicaron a consolarlo.
--
Joe regresaba de atender a Osen; anteriormente había curado la herida que Sora tenía en el pie y administrado un medicamento a Toshiro. Llegó hasta donde había dejado a Doguen descansando, se acercó a él y se sentó a su lado.
A pesar de que todo ya había acabado se hallaba intranquilo y nervioso, sabía que no era momento para que el pesimismo lo invadiera, pero no podía evitar sentirse así; después de todo, esa era su forma de ser.
Por momentos miraba a su hijo de forma orgullosa, verdaderamente se sentía agradecido con el pequeño Doguen; Joe no podía sentirse de otra manera pues su hijo había demostrado una valentía asombrosa, combinada con fuerte voluntad. Sabía que Doguen no era un chico fuerte, pero pudo comprobar que en las peores situaciones, el pequeño era decidido y sabía desempeñarse correctamente.
El Dr. Kido tenía en sus manos las gafas del niño; anteriormente Daisuke Motomiya se las había entregado diciendo que su hijo Kyo las traía entre sus cosas.
Observó los lentes; sonrió después de verlos... estaba admirado de lo mucho que se le parecía Doguen, ¡Hasta en lo miope!. "Jun, querida ¡Cuán orgullosa estarás de Doguen cuando sepas lo valiente que ha sido!"
- Papá...
- ¡Doguen! ¿Hace cuanto despertaste?
- Hace unos momentos, pero tú estabas observando mis lentes, ¿Están sucios?
- Eso no tiene importancia, hijito - le dijo el padre cariñosamente - Doguen, has sido muy valiente y has salvado a tu padre, ¡Estoy muy orgulloso de ti!
El niño, que era muy sensible, comenzó a llorar.
- ¡Sabía que volvería a verte, papi! - exclamó con voz cortada - perdón por llorar, pero me siento muy feliz por estar contigo; lo que hicimos no fue en vano, porque logramos vencer.
- ¡Ah, Doguen!, ¿Te he dicho que me gusta cuando lloras por cosas importantes?, ¡Eres muy sensible!, eso sí, no me gusta cuando llegas llorando por tus peleas con Seiyuro.
- A veces yo tengo la culpa, no debo llorar por tonterías, papá ¿En dónde estamos?
- En el Digimundo.
- ¿Dónde están los digimons?, si la fusión prohibida se ha cancelado, ya los hemos rescatado.
- No lo sé - Joe notó inquieto a su único hijo - ¿Te sientes bien?
- Me duele mucho la cabeza y estoy cansado, ¿Podrías darme un paracetamol?
- Claro, siempre y cuando lo necesites, también es necesario que descanses.
- Así lo haré, yo no tengo miedo cuando estoy contigo.
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- Tai, ¿Podemos hacerles compañía? - interrogó Davis, en su espalda cargaba a Kyo.
- Claro que sí, si gustan - ofreció Tai, mientras acomodaba a Taik de modo que cupiera Kyosuke.
Daisuke se sentó al lado de Taichi Yagami, por unos instantes, permanecieron en silencio.
- ¿Por qué crees que estén inconscientes, Tai? - preguntó el antiguo admirador del mayor de los Yagami (y de la menor también, jeje).
- No tengo la menor idea - contestó Tai, con un tono de voz que lo hacía parecer molesto.
- Nuestros hijos, se nos parecen mucho, ¿No crees?
- En ciertas cosas - afirmó el Embajador - pero no en todo; creo que tú y yo también nos parecemos mucho.
- ¿Lo crees?
Tai hablaba seriamente, Davis se sentía muy extraño al oírlo.
- Sí, lo creo - dijo y luego prosiguió - Siempre nos parecimos en cosas; cuando yo tenía 14 años y te veía de 11, no podía evitar el verme reflejado en ti, en ciertos aspectos, claro, no en todo - realizó una corta pausa - y... lo más importante, ambos estamos destinados a lo mismo Davis, porque los dos perdimos el amor.
Daisuke agachó la cabeza.
- Yo no he perdido a Kari... - trató de interrumpir, pero Tai lo calló.
- Kari ama a TK, siempre lo has sabido Davis - replicó bruscamente - No es bueno engañarse y vivir pensando en que algún día la tendrás en tus brazos.
Davis pareció molestarse.
- ¿Por qué te enojas si sabes que es la verdad?; lo cierto es que yo te lo digo por experiencia; Sora nunca fue mía, pero su recuerdo nunca abandonó mi corazón, ¿Sabías que la quiero todavía?, pero ya es muy diferente ese afecto; me he conformado con verla feliz con Matt, que es uno de mis mejores amigos.
- Deberías luchar, ahora ella está divorciada.
- Esa es sólo una etapa en su matrimonio, ellos se volverá a arreglar, tienen 2 lindos hijos y se aman - agregó con voz firme - Yo les querré siempre, Davis, porque son mis queridos amigos... pero en la vida hay que saber perder.
- Tienes razón.... - observó Davis - No se como le haces para ser firme, por eso siempre te he admirado.
- ¿Tú crees que soy firme?, no, soy débil, como la mayoría de los enamorados - terminó poniéndose de pie y levantando a Taiki para acomodarlo en sus brazos.
- ¿A dónde vas?
- Kyosuke acaba de despertar - inició Tai - creo que es mejor que hables con él a solas.
Tai y Taik se alejaron.
--
Davis miró entonces a su vástago, éste le sonrió y acto seguido se abrazaron.
- ¡Querido papá! - le dijo con una expresión alegre - ¿Por qué siempre que intento salvarte termino siendo salvado por ti?
- Eso no es verdad, me has rescatado Kyo, eres mi héroe.
- ¿Cómo sabes que soy héroe?, nada más he cumplido mi deber como hijo.
- Te he observado desde que entraste al Castillo Legendario por medio de una televisión gigante - le acomodó los googles al hombrecito y prosiguió - Has actuado valientemente y tu fortaleza ha ayudado mucho a tus amigos...
- Papá, ¿Hemos evitado la Fusión Prohibida?, ¿Todos pasamos la prueba?... cuando yo caí en ella quedábamos muy pocos, me hubiera gustado hacer más.
- Ya he dicho que hiciste mucho, y no te preocupes; tu amigo Sei logró jalar la palanca y fue el último en caer en la prueba final.
- ¡Ese Sei! - renegó Kyo con extraña alegría - siempre hace todo bien..
- Igual que su padre - siguió Davis, también contento - supongo que tienen una chispa de esperanza que les ayuda; pero no te tortures, Kyo, si luchas mucho, te quedarás con Yuri.
- ¡Papá, ¿De qué hablas?! - contestó rojo, como un tomate.
- ¿Me negarás que te gusta Yuri? ¡Yo te he oído decirlo!
El niño se volvió sombrío al recordar algo.
- ¿Has visto todo lo que me aconteció mientras estaba en el Castillo Legendario?
- Sí.
- Entonces fuiste espectador de la plática que tuve con Toshiro antes de ser aplastado, ¿verdad?
- Así es...
- Papá, ¿Por qué amas a Kari?, si es así ¿Por qué te casaste con mi mamá?
- Tu amigo Toshiro ha dicho que esos son temas de adultos, tiene mucha razón.
- ¡Con eso no te justificas!, Sabes muy bien que ya no soy un niño... Si Toshiro dijo eso, fue por la simple y sencilla razón de que suele desviar los temas que le afectan con su poder de convencimiento, ¡Yo lo conozco!, y también te conozco, no soy tonto, padre.
- Cálmate Kyo, te diré cuanto gustes, pero no te exaltes; te ves muy débil y creo que no es necesario que gastes energías sin necesidad.
- ¿Entonces me explicarás?, tengo deseos de no ser engañado.
- Nunca te he engañado, hijo - Davis ofreció a su hijo una bebida mientras buscaba las palabras adecuadas para hablarle.
Entonces comenzó a ver todo a su alrededor y descubrió a TK y Kari besándose en un lugar un poco alejado a él. Los estuvo viendo unos segundos y sonrió, no sentía nada, ¡Ni siquiera se sentía celoso!, sólo lo dominaba un sentimiento melancólico difícil de expresar.
- Kyo, quiero que mires a tu derecha.
El niño obedeció, entonces comprendió.
- Ella no te ama porque ama a él.
- Así es, siempre ha sido así - dijo Davis - Lo que yo sentía era obsesión; amé mucho a esa chica, pero al pasar el tiempo me di cuenta de que no era para mí; por eso me casé con tu madre...
- ¡Pero no la amas!
- ¿Cómo me juzgas si no sabes?, claro que le quiero - replicó el compañero de V-mon - lo que pasa es que no he sabido demostrarle mi afecto por aquella obsesión que me dominaba; ahora que ya he visto que ella no me amará nunca, mi mente se ha despejado..... En cuanto llegue a casa le diré lo que siento y todo se arreglará entre Makoto y yo, ya lo verás.
- Papá, no quiero que hagas eso por mí.
- No hijo, lo hago también por mí, creo que ya es hora de dedicarme a ser feliz.
El joven de trece años sonrió y se aferró a su padre.
- ¡Papá, yo también lucharé por mi niña y no permitiré que nadie me la gane!
- ¡Así se habla, Motomiya! - bromeó Davis, el ver a su hijo animado le hacía sentir muy bien.
--
Tai seguía caminado con Taiki (éste último era sostenido por los varoniles brazos de su padre).
"Espero Davis haya entendido que no puede luchar contra un verdadero amor" pensó; Taichi estaba muy deprimido, se sentía solo.... anteriormente la compañía de su hijo y sus amigos (y hermana) le eran suficiente; pero ahora se sentía invadido por un vacío que iba más allá de su terca voluntad, ¿Por qué se sentía así?, eso no lo sabía con seguridad, pero creía que su depresión se debía a que Taiki se había mostrado muy afectado por no saber de su madre. Tai ignoraba que su pequeño tuviera resentimientos hacia él, incluso jamás pensó que el tener ausente a la progenitora le afectara tanto al niño.
"La verdad es que, a pesar de que intente ser padre y madre de Taiki, y Kari le prodigue ese tipo de amor maternal, no es suficiente.... él quiere saber que ha sido de su madre, y tiene derecho a saberlo.... sé que no puedo ocultárselo pero ¿Qué le diré?, ¿Qué su madre es una prostituta?, ¿Qué no se quien es ni como se llama?; se decepcionaría más de mí, pero por otra parte, no quiero mentirle... ¡Mi pobre niño!
Tai observó el rostro de hijo, realmente era una criatura encantadora; tenía un toque mágico, sensible, travieso; Tai sentía mariposas en el estómago cada vez que Taik hacía un gesto suyo o actuaba como él, eso sin duda lo enorgullecía.
Su vástago fue abriendo los ojos lentamente, sobra decir que lo primero que vio fue a su padre.
- Pa-pá - susurró dulcemente - ¿Estamos vivos?
- Taiki, ¡Claro que sí! - gritó el padre.
- Qué bueno, papá... entonces, eso quiere decir que la unión no se ha roto.
- La unión nunca se romperá, porque es eterna - afirmó Tai.
- ¿Sabes?, yo estaba muy triste al principio, quería tener el emblema del valor, como tú... pero me di cuenta de que no necesito el valor para actuar como un valiente; ante todo, yo quería ser como tú, papá - la voz del niño no era efusiva ni aturdidora como de costumbre, al contrario, tenía un toque débil y melancólico - Yo sabía que evitaríamos la Fusión Prohibida, hemos triunfado contra el mal, ¡Te he salvado!
Taichi le dio un beso en la mejilla al pequeño y le habló cariñosamente.
- Taiki, quiero darte las gracias; por tu esfuerzo mi corazón salió adelante, tuve siempre mucha fe en ti.. - entonces calló un momento y su rostro cambió de expresión - También quería pedirte perdón, he sido malo y desconsiderado.
- ¡Claro que no, has sido el mejor papá del mundo!
- Si lo fuera, te hubiera dicho que ha sido de tu madre...
- Puedes decirme ahora, nunca es tarde - replicó con los ojos llorosos y la voz tenue - Papá, ¿Has visto que sufro y lloro por ella?
- Sí, lo he visto... lo siento mucho, nunca pensé en tu dolor.
- ¿Quién es mi madre?, ¿Está viva o muerta?
- No te preocupes, ni te exaltes, prometo decirte todo.
- ¿Por qué lo has ocultado?
- Por muchas razones; ven, acércate - le dijo mientras le señalaba sus piernas - Siéntate aquí, junto a mí.
El niño obedeció ciegamente, Tai se preparó para relatar; lucía nervioso y estaba sonrojado, claro que Taik no se fijó en ello.
- La verdad es que no te lo pensaba decir nunca, creía que era mejor evadir el tema y que con el tiempo lo olvidarías; pero me equivoqué.
- Papá, ¿Cómo crees que podría olvidar a mi madre?
- Fue un error mío que pienso desaparecer - excusó Tai - ¿No es tarde para ganarme tu perdón, verdad?
- No, estás a tiempo - le respondió con una sonrisa sincera el pequeño Taiki.
El Embajador suspiró, sus ojos se llenaron de lágrimas, pero se contuvo, no quería dejarse ver débil.
- Cuando era pequeño y cursaba la infancia tenía yo una mejor amiga...
- ¡La tía Sora!
- Sí... con el paso del tiempo me enamoré de ella, pero Sora se enamoró de alguien más, ¿Comprendes?.
El niño abrió bien sus ojos y aumentó su atención, estaba muy asombrado.
- ¿Ella no es mi madre, verdad?
- No - respondió seco - Taik, ¿Sabes como nacen los bebés? - preguntó inocentemente Tai.
- ¡Papá, tengo 10 años, claro que sé!
- Ups... lo siento, debí suponerlo o al menos debía hablar contigo de eso.
- Olvídalo, continúa con lo de mamá.
- Hijo, lo que te voy a decir no me enorgullece, pero admito que fue la mejor acción que pude haber hecho, porque gracias a ello estás aquí - dejó escapar dos lágrimas, que parecían jugar carreras por su mejillas - Matt y Sora se casaron y yo, me hube resignado a perderla, lo único que me importaba era que fuera feliz y ¡qué mejor que Yamato para ello!; me deprimí mucho, una noche fui a un bar y me emborraché, ese mismo día conocía tu mamá.
- ¡Entonces todavía vive!
- No sé si viva -siguió Tai - pero es mejor suponerlo; Taiki, ese día tuve una relación sexual con tu madre, que trabajaba ahí, pero eso fue todo, pues no volví a saber de ella hasta un año después.
Taiki tembló inconscientemente, la histeria lo acogió.
- ¡Soy hijo de una... de una... prostituta!! - gritó exaltado - ¡De una mujer de la calle! - exclamó con vergüenza, se sentía decepcionado y humillado.
Tai lo abrazó fuertemente.
- ¡No llores, Taik!, yo he tenido la culpa de ello...
- Papá, ¿Cuándo la volviste a ver?
- Ya te dije que casi un año después; tocó mi puerta contigo en brazos y cuando yo abrí, me dijo que eras mi hijo y que debía cuidarte porque ella no podía hacerlo... nunca más ha vuelto...
- ¡Aparte me abandonó!, ¡Buaaaaa!
- ¡Oh, no te preocupes, hijo, no llores!
- ¿Y si no soy tu hijo? ¡Imagina con cuantos señores habrá estado!, ¡Es horrible!
- ¿No ves que eres mi doble? ¡Eres un Yagami, sin duda alguna!
- ¿Sabes al menos quién es, papá?
- No lo sé; pero prometo contactarla para que te encuentres con ella.
- ¿Hablas en serio? - indagó Taiki
- Claro; siempre y cuando quieras conocerla.
- Sí quiero... - entonces volvió a entonar el llanto, pero con más disimulo - ¡Le haré ver que no la necesito!, ¡Le reclamaré el que te haya abandonado a ti y a mí!, ¡Le diré que me avergüenza!, ¡Qué la Odio!!
- No, debes perdonarla.
- ¡Eso jamás! - Exclamó molesto mientras se ponía de pie y se iba corriendo.
Tai estuvo a punto de seguirlo, pero las fuerzas lo abandonaron.
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Cody Hida y su hija Yuriko se encontraban a la orilla del río; la niña ya había despertado, y junto a su padre, parecía entablar una conversación.
- Mamá estará contenta de vernos - dijo ella con voz seria y agradable - ¿No crees?
- Claro que sí, hijita - replicó su padre.
Yuri observó a su papá; era sin duda su ejemplo a seguir y no podía evitar admirarlo tanto, deseaba ardientemente llegar a ser como él.
- Padre, ¿Crees que soy una niña severa e indiferente?; la voz que me habló dijo que yo hacía sufrir a Sei, Toshi y Kyo; ¿Soy mala entonces?
- Tú sabes muy bien que la voz se equivocaba.
- Pero padre, sé que es verdad.... Kyo y Sei se muestran muy interesados por mí; yo no quiero herirlos... la realidad es que yo no pienso en los chicos como ellos quieren, simplemente porque soy pequeña, ¿Verdad que una niña no debe pensar en el amor?
- Para el amor no hay edad, Yuri - le explicó Cody - Pero pienso que no debes torturarte por penas ajenas; preocúpate por se amiga de ellos y ser justa, pero ante todo no te presiones, ¿Has comprendido?
- ¡Claro que sí!, y eso es porque eres muy sabio.
- No, soy malo en estos temas; será mejor que le preguntes a Hiromi, tu madre en eso sí que es una experta.
- ¿En serio? - Yuri sonrió y miró el paisaje - Padre, estoy muy feliz de haber impedido la Fusión Prohibida.
- Yo también.
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Muy cerca de ahí se hallaban Sora, Matt y sus vástagos; los niños seguían desmayados, mientras que los padres, angustiados y deprimidos, esperaban a que abrieran sus ojitos y recuperaran la conciencia.
No hablaban mucho entre ellos; pero el silencio sólo les acumulaba más palabras y sentimientos que debían ser sacados algún día.
Kotaro dormía en el regazo de Sora, el niño tenía el semblante tranquilo y casi feliz, en ocasiones replicaba incoherencias indistinguibles. Mayumi esta recostada en el pasto, Matt estaba sentado muy cerca de ella y no paraba de mirarla. Su hija le parecía una preciosa y frágil joya llena de encanto, pero lo más relevante es que él se sentía reflejado en ella, eran muy parecidos.
La niña estaba pálida y constantemente se tocaba el cuello de forma desesperada (recordemos que en la prueba o ilusión final terminó ahorcada junto a Kotty).
Cada vez que se tocaba el cuello una lágrima salía de su ojo, su padre secaba esa gota de amor y le acariciaba el cabello.
Yamato Ishida, al ver a May en ese estado, se llenó de ira, sentía una impotencia grandísima. Miró a su alrededor, por un instante su vista o mirada se cruzó con la de Tai, ambos parecieron comunicarse con los ojos y al final, asintieron con la cabeza; Sora les vio y comprendió el mensaje a señas de Matt y su mejor amigo Tai.
- Matt, ¡Olvídalo! - dijo ella - Sé lo que planean hacer, eso no servirá de nada.... la venganza nunca es buena.
Yamato miró el rostro angustiado de Sora.
- Lo siento, Sora; pero jamás podré admitir lo que ha pasado, ¿Has visto como May se talla el cuello y llora?, ¡Mi hija está sufriendo!, ¿Qué no la pesadilla había cesado?, ¿Por qué parece triste y enferma?... ¡Esos monstruos lo pagarán!, ¡¡no tenían ningún derecho de hacer sufrir así a los niños!!, ¿Te das cuenta de lo que hicieron?, Esos imbéciles jugaron con el alma de los chicos, revolcaron sus sentimientos por una fortaleza y voluntad falsa.
Sora guardó silencio, sabía que Yamato tenía razón.
- Sora, esos Digimons Legendarios no tenían derecho de usar la mente de los niños y simular matarlos, ¿Te puedes imaginar el dolor que han debido sentir al ver morir a sus amigos?, les amenazaron con lo que más les dolía, y eso es un pecado.
- Yo lo sé, ¿Qué van ha hacer?
- ¡No lo sé!, pero ¡Esto no se queda así!; lo que le hicieron a May es imperdonable, la pusieron en una situación sin salida y trataron de engañarla, ¡Tu la viste, querida!, ¡Ella exclamaba piedad para su hermano!, ¿Sabías que yo hubiera actuado igual a su edad si quisieran matar a TK?, ¡Mayumi es un angelito a la que hicieron sufrir cruelmente!. Ve a tu alrededor, encontrarás a padres y madres llenos de impotencia como tú y yo; pues, ¿Cómo crees que deba sentirse Izzy al ver lo que le hicieron a Osen?, ¡Eso es un pecado!, Jugaron con la salud de la criatura; ¿O crees que Ken y Yolei están complacidos por lo que le hicieron a Zet y a Kurumi?, ¡Encima de todo, Satoru desapareció! - Matt se había exaltado, respiraba con desesperación - Sora, yo sé que ninguno está conforme; ¡Al demonio con la prueba final!, fueron muy crueles y estoy seguro de que no era necesario hacerles vivir tan horribles visiones, ¿Has visto cómo jugaron con Taiki por el trauma de su madre?, ¿No te pareció horrible hacer que Toshiro creyera que era su culpa que sus amigos cayeran por no dar su emblema?; perdóname, pero yo no puedo olvidar... ¡Estoy seguro de que ellos tampoco!, ¡Fue un acto inhumano que no dejaré pasar desapercibido!; Querida, ¿No habían mostrado los niños ser fuertes y tener una voluntad eterna?, El sólo hecho de llegar al Castillo legendario lo demuestra.
- ¡Oh, Matt, tienes razón! - ella se aferró a los brazos de su amor - ¡Fue un pecado el haber atormentado así a los niños!, ¡yo tampoco lo soporto!.
- Sora... - le dijo él; entonces le levantó el rostro y lo besó dulcemente - Te amo.
- ¡Yo también te amo!, no quiero seguir así, siento un vacío enorme si no estás junto a mí.
- Dejaré mis expediciones espaciales, ya estoy viejo... además, me he dado cuenta que puedo perderlo todo en un instante, ¿Te has puesto a pensar en ello?, ¡Imagina que May y Kotty de verdad hubieran muerto!.
Sora se estremeció y le murmuró dulcemente.
- Pero el hubiera no exista, además, no quiero que dejes de hacer lo que te gusta.
- No te preocupes, ¿Recuerdas mi afición por la música?, tal vez cambie de campo de trabajo.
- ¡Cómo olvidarlo, si eras el mejor!
- Sólo quiero que sepas que May, Kotaro y tú, son mi vida... quiero tenerlos siempre conmigo, quiero que mi hija me perdone por haber estado ausente y tú también...
- Papá, te perdono.
Matt miró como May, despierta ya, le sonreía; Kotaro aplaudía emocionado.
- ¡Vamos a volver a ser una familia!
Los cuatro sonrieron, entonces Kotty agregó:
- ¿Verdad que he sido un héroe?
- ¡Claro, mi niño! - habló Sora - Y Mayumi también.
- ¡Cuidé a mi hermana, no sólo ella cuidó de mí!
- Estamos orgullosos de ambos, Kotty - expresó Matt
- Si vencimos, ¿Dónde está mi Tsunomon?
- Es verdad, ¿Dónde está Pyokomon?
- Todavía no sabemos. - dijeron los padres.
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Su respiración se había regularizado gracias a una mascarilla de oxígeno avanzada que Joe le había proporcionado para mejorar su respirar, ahora él esperaba de forma impaciente que Osen recuperara el color de su piel y despertara.
A su lado se encontraba Mimi, que cuidaba celosamente de cierto "principito" (al cual, llamaremos Ben); Koushiro y Mimi se miraban de vez en cuando; esas miradas expresaban muchas cosas que tendrían que reflexionar más adelante.
"Gracias Yue, Gracias Dios, ustedes han hecho el milagro de que aún esté viva... ¡Juro que haré que sane!, no soporto verla débil" le acarició el rojo cabello a su hijita "Estoy realmente admirado, Osen es maravillosa; es inteligente y decidida, tímida pero valiente... ¡Estoy tan orgulloso!, es capaz de sacrificarse por los demás, ¿Cómo pudieron hacerla sufrir tanto?, ¡No les perdonaré nunca!, la han hecho sufrir jugando con su salud, ¡Eso es intolerable!".
Izzy estaba inundado en sus pensamientos cuando Osen despertó; lo primero que hizo la niña fue quitarse la mascarilla de oxígeno, que no era más que un inhalador temporal; Osen observó el rostro triste de su padre; se sintió culpable.
- Papá, yo... lamento haber perdido mi inhalador, no estés triste, no llores por mi culpa... ¡Soy una mala hija!, Prometí usarlo, pero fue lo primero que perdí... - la niña se trabó al hablar por una leve tos, luego empezó a lagrimar.
- ¡Osen!, ¡Cuánto anhelaba oír tu voz!
- Perdóname papá..
- ¿Tengo acaso algo que perdonarte? - le dijo Izzy de forma emotiva y paternal - Eres mi orgullo y fuerza; tú no tienes la culpa de haber sido burlada, estoy seguro de que ellos te arrebataron el inhalador y te enfermaron, ¡Yo les haré pagar!
- Descifré toda la información, pero me tardé mucho... entonces no pude decirles a los chicos que se realizaría el Puente del Corazón; yo misma tenía dudas.
- La Fusión Prohibida se ha suspendido, todo es gracias a ustedes; Te agradezco enormemente que hayas cuidado de nuestro emblema, el Conocimiento. - dijo Izzy, conmovido.
- Papá, cuando volvamos a casa quiero que Tentomon, Motimon y tú me acompañen al mar, quiero darle las gracias a mi mamá, sé que ella también me cuidó.
- Claro que sí - le respondió el padre, mientras le ponía la mascarilla y la niña volvía a perder fuerzas (para ser más explícitos, se desmayó).
(Nota: Las cenizas o restos de Yue Izumi fueron arrojados al mar, debido a que aquella dama amaba las aguas oceánicas) .
Izzy se acercó a Mimi y acostó a Osen junto a Ben en la improvisada cama.
- ¿Qué ha pasado, Izzy? - preguntó Mimi.
- Ella se despertó, pero volvió a desmayarse - explicó Izzy de forma breve - Me pidió perdón, ¿Te das cuenta de lo noble que es?
A Mimi le pareció extraño que Koushiro le hablara de eso, pero lo reconfortó con una sonrisa.
- Ben no ha despertado.
- Estoy seguro de que no tardará en hacerlo.
- ¿Cómo lo sabes? - preguntó Mimi intrigada.
- Se está poniendo inquieto, eso es seña de que pronto se levantará - Koushiro se puso de pie - Mimi, ¿Quieres algo de beber?, te traeré algo.
- Sí, por favor - le contestó - y no te preocupes, en tu ausencia cuidaré bien a Osen.
- Gracias.
El pelirrojo se alejó, Mimi lo siguió con la mirada, dio un suspiro melancólico y le arrojó un beso aéreo de forma coqueta (Izzy no se dio cuenta, si no, se hubiera puesto colorado).
- ¡¿Por qué le arrojaste un beso?! - escuchó de pronto la mujer, al girar la cabeza, se encontró con el celoso de su hijo, que la miraba de forma penetrante.
- ¡Ben! - exclamó Mimi de forma simpática.
El niño se levantó y corrió a su regazo.
- Estás a salvo Mami; y sigues igual de hermosa - le replicó - ¡Vencimos!
Mimi comenzó a llorar y él le dijo:
- No llores, es momento de estar felices.
- A veces se llora de felicidad, Ben
- Tienes razón - aseguró Ben, al recordar que había llorado de gusto cuando salvó a Osen de ahogarse - ¡Pero qué veo!, la cerebrito está inconsciente, ¿Qué tiene en la cara?.
- Recuerda que ella está enferma - le dijo cariñosamente - lo que trae en su rostro le ayuda a respirar mejor.
El niño miró a la chica Izumi y se compadeció.
- Espero se recupere, Osen se ve muy linda cuando está sana - expuso Ben- pero es muy tonta y sacrifica su salud por su curiosidad.
- No es tonta puesto que es igual a Izzy.
- ¡Mamá! - exclamó Ben, se había vuelto a poner celoso - ¡No me has dicho porqué le tiraste un beso en el aire al padre de Osen!, ¿Acaso te gusta?, ¡No permitiré que se te acerque!
- Ben, hazme un favor y olvídate de los celos, ¿Quieres?
- Mmm
- Mejor háblame de los chicos, ¿La pasaste bien con ellos?
- Aprendí a convivir con los insectos (o los chicos, pero ya conocen a Ben) - agregó orgullosamente - Me di cuenta de que es bueno trabajar en equipo y tener amigos.
Mimi volvió a sonreír; Benjamín Tachikawa había logrado vencer una de sus barreras interiores.
El niño tocó su rostro.
- Está liso... - dijo y luego le indagó a su madre - ¿Tengo acaso alguna cicatriz de quemadura en mi cara?; tengo la sensación de tener esa cicatriz...
(Recordemos que cuando Ben se enfrentó a su Prueba Final fue quemado por un ácido; por eso quedó traumatizado con eso de las quemaduras).
- Estás más lindo que nunca - animó Mimi - Ten, mírate en mi espejo.
- Es verdad, sigo igual.
- No, ahora eres más lindo.
- No diré que no.
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Yolei Inoue (nombre de Soltera); derramaba desesperantes lágrimas; un pequeño niño, de unos 9 u 8 años y cabello lila, trataba de consolarla.
- No llores mami - pidió Zet (que por supuesto ya había despertado), el niño traía abundantes ojeras y labios secos; se veía cansado y triste, pero sacaba fortaleza de la nada para tratar de ayudar a su madre - Papá y Kurumi encontrarán a mi hermanito, ¡Ya lo verás!, y cuando eso suceda, volveremos a casa con todos los digimons y seremos felices.
- ¡Ay, Zet!, Eres tan Lindo - susurró la madre- Me das consuelo, pero no debería ser así; yo debería consolarte a ti.
- No te das cuenta mami, pero nos consolamos mutuamente.
Un holograma apareció de la nada, apareció frente a ellos una cunita, que se fue materializando poco a poco.
Zetaro Ichijiouji se acercó a dicha camita y se encontró a Satoru-kun.
- ¡Es mi hermanito! - gritó emocionado, Yolei corrió hacia el aparato y sacó al bebé, lo abrazó y comenzó a besarlo.
"Este sí es el verdadero Satoru" pensó Zet "nomás hay que ver como sonríe"
- ¡Papá! ¡Kurumi!, ¡Hallamos a Satoru!.
Después de los gritos padre e hija se acercaron.
- ¡Gracias a Dios él está de nuevo con nosotros! - exclamó Kurumi, que abrazaba a su padre locamente, es decir, con gran efusión. Ken sonrió al ver unida de nuevo a su familia.
"Sabía que mi niñito estaría bien, mi corazón no hubiera soportado otra tragedia como la de Ozamu".
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Llegó así la noche; todos los antiguos y nuevos elegidos se hallaban bien; Osen nada más estaba un poco pálida y Toshiro lucía sombrío y cortante, pero su salud parecía haberse restablecido. El niño de ojos canela y de nombre Toshiro, se fue alejando lentamente, Seiyuro lo siguió, notablemente preocupado.
- Toshi, ¿Qué tienes?
- No es nada, Sei - le contestó con voz seca, sin vida - Quiero estar solo.
- ¿Por qué?, ¡Dime!; ¿Acaso te molesta que nuestros padres se amen?
- No es eso.
- ¡No sabía que eras celoso, Toshiro!
- ¡Vete, Seiyuro! - gritó molesto, mientras le daba un empujón a su mejor amigo - ¡Ve con los demás y deja de enfadarme!.
- No me iré hasta que me digas qué es lo que te sucede, ¿Entiendes?, ¡Para eso son los amigos!
- En éstos momentos lo que menos deseo es tener cerca de mí a los "amigos" - agregó dándole la espalda al rubio.
- ¿Qué te pasa, Toshiro? - interrumpió un recién llegado, ese recién llegado era Kyosuke - ¿Por qué peleas con Sei?, ¡él solo puede pelear conmigo!
- Entonces lárguense a violentar y déjenme en paz.
Kyo se acercó a Sei, lo interrogó con la mirada, pero el rubio negó con la cabeza, dando a entender que no comprendía la situación (ver esa actitud negativa en Toshi alteraría a cualquiera).
- ¡Toshiro! - le gritó Motomiya - Escucha; lamento haberte presionado en nuestra última plática, tú no tienes la culpa de lo que sienta tu madre por mi papá.... ¿Sabes?; Me da gusto que sea el Tío Tk el que ame tu mamá.
- ¿Quién ha dicho que eso me desagrada?; eso es otra cosa, sólo les pido que salgan de mis vista, ¡Déjenme solo!.
Toshiro comenzó a correr, Sei intentó seguirlo pero Kyo lo detuvo.
- Él quiere estar solo...
- Pero no debe estar solo, algo lo atormenta.
- Entonces Sei, lo mejor será llamar a los mayores.
- Concuerdo con ello, Kyo... a veces tienes buenas ideas.
¿Qué pasará con Toshiro?, ¿Habrá terminado la pesadilla?
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Fin del capítulo.
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Notas de la Autora: Bien, ¿Qué les pareció?, lamento la extensión, pero no quiero deformar el escrito original, a mí me gustaron las pláticas de los padres con los hijos, algo enrollado y largo, pero tomen en cuenta de que son muchos personajes. Gracias a las personas que me animaron a seguir con este fic, gracias por todos los mail que he recibido y por los review que he leído, espero se compadezcan de mí y me digan que opinan.
En este capítulo doy un pequeño "inicio" a lo que sucederá, ya que se desenvolverá un misterio con el hijo de Kari y la historia dará un giro, eso lo verán el en capítulo 14, titulado "Eclipse Eterno".
Hasta pronto.
