Fusión Prohibida.
Capítulo 14 "Eclipse Eterno"

Toshiro corrió con rapidez, pero al darse cuenta de que Seiyuro y los demás no lo seguían (como él pensaba), se detuvo y siguió con paso más lento; su rostro mostraba una extraña sonrisa amarga que confundiría a cualquiera que lo hubiera visto, ¿Qué expresaba ese raro gesto?, él mismo lo ignoraba, pero no era para menos el sentirse extraviado interiormente, cualquier persona experimenta dichos pesares si se halla en dificultades tan penosas como las del hijo de Kari Yagami; se detuvo de nueva cuenta y verificó que nadie estuviera cerca de él.

- Ya estamos lejos - dijo de pronto.

- Ya me di cuenta, porque ahora soy parte de tu ser - le dijo nuestra conocida voz.

- ¡Estás demente!, yo nunca seré parte de ti, ¿Entiendes?, ¡Puedes poseer mi cuerpo y engañar a mi alma, pero te juro que nunca permitiré que te fusiones con mi ser!

- Ay Toshiro, Ay Toshiro; pobrecito de ti, no puedes hacer absolutamente nada en mi contra, te perjudicarías a ti mismo, ¿Has entendido ahora tú?, Ya eres mío, y muy pronto, tendré toda la luz, para convertirla en oscuridad y hacer un gran caos.

- ¿Toda la Luz?, ¿No querrás atacar a mi madre, verdad?, ¡Nunca te lo perdonaría!

- ¿Acaso te he pedido perdón?, pobre niño del emblema brillante; ahora que han triunfado, yo he de llevarme el premio de consolación.

El niño se llenó de impotencia, poco a poco temblaba y sus ojos perdían el encantador toque misterioso que los acogía.

- ¿Por qué?.... ¡No lo entiendo!; ¿Por qué no cumplen las escrituras de la profecía?, se ha dicho: "Si se realiza el Puente del Corazón entre los elegidos y demuestran ser dignos de sus cretas, la Fusión Prohibida se suspenderá y los humanos y sus digimons volverán a estar a salvo, ¡Cumplan con su palabra!"

- Eso es cosa de los Dioses Digimons, Toshiro.

- ¡¿Qué?!, ¿Tú no eres un Digimon Legendario?, ¡¿Cómo es posible?!

- JAJAJAJAJA, eres cómico, pequeño.... ¡Claro que no soy un Digimon Legendario!; lo hubiera sido, si tus porquerías de amigos /y tú mismo/ no hubieran triunfado; yo hubiera ascendido de puesto y sería un dios digimon; pero ahora que he perdido, me ha quedado la dulce venganza.

El chico Sugiyama/Yagami analizó lo que pudo, pero su mente estaba notablemente confundida, y un fuerte dolor en el pecho le molestaba.

- ¿Por qué atacas a la luz?, ¿Qué tiene mi emblema?, ¿Qué eres tú?

- ¿Por qué no decirte?, de todas maneras eres parte de mí.

- ¡Ya te dije que eso jamás!

- No te exaltes, Toshi-kun - siguió la voz , con ironía - los chicos que tienen mal carácter, le causan jaqueca a su madrecitas, ¿No querrás que Kari se enoje contigo, verdad?.

- Desgraciado...

- ¡Vaya!, qué niño tan malhumorado... en fin, ¿En qué estábamos?, ¡Ah, sí!, hablábamos de el porqué eres parte de mí, ¿Aún quieres saberlo?

- Por supuesto que sí - respondió el hombrecito, notablemente consternado, pero tratando de tranquilizarse, nada ganaba perdiendo aún más la paciencia.

- Yo también quiero decírtelo; así que comencemos: Resulta, querido Toshi, que el emblema de la Luz tiene un brillo diferente al de los demás emblemas, al igual que la Esperanza, ¿No lo has notado?; la Luz es como la FE, y... ¿Qué es un ser sin esa fe?, sencillamente nada, ¿De qué sirve un individuo si no tiene Esperanza?, ¡Tampoco de nada!

- Pero ni la fe, ni la esperanza han muerto en mi persona, así que no entiendo cómo es posible que mi ser se invada por tu asquerosa esencia.

- Cada emblema tiene su función; cada niño elegido tiene su destino o misión.... la Luz es portadora de noticias, la Luz puede ser invadida por poderosos espíritus cuya misión es dar información, muchas veces desconocida; ¿Acaso tu mamá no ha sido dominada por un espíritu espectral con anterioridad?

- Algo así he oído - recordó Toshi.

- La persona dueña de la Luz, tiene un tinte de misterio, puede ver y captar cosas que para los otros no existen; pueden ser líderes y guías, manifiestan inquietudes extrañas y tienen puntos débiles muy marcados que pueden destruirlos casi de inmediato, ¿Has captado?, ¡Es tu naturaleza la que ha provocado que seas mío!.

- Comprendo, eres un espíritu que se quiere apoderar de mí - dijo con ojos llorosos y notable agitación - ¿Qué planeas hacer conmigo?

- No lo sé, pero lo que sí sé, es que me vengaré por la humillación pasada, ¡Machacaré a los elegidos!

- Escucha voz... si los Digimons legendarios tuvieran un poco de honor /lo cual, es muy probable/, te aseguro que jamás te hubieran hecho uno de ellos; eres un ser detestable, sin ética, cruel... y ¡¡oscuro!!.

- ¡Eso justamente, soy muy oscuro!, soy casi tan denso y negro, como el espacio exterior, soy como la oscuridad, vengo de ella, y mi función es negativa, ¿Has comprendido porqué estoy en ti?, ¡Porque quiero provocar en tu alma un eclipse eterno que te mate, que domine a todos! JAJAJAJAJA.

- Lo seres negros en cuerpo y alma, como tú, ¿Qué ganan con esas actitudes negativas? ¡Dime!

- Satisfacción... y ahora dime, las almas buenas, como tú, ¿Qué ganan con esas bondades absurdas?

- ¡Satisfacción verdadera!, dudo que sepas lo que es eso, se le llama Felicidad.

- No me importa lo que digas, eres un inepto ingenuo que cree en la amabilidad de corazón de los vivos; pero cuando seamos uno solo, ya no serás diferente a mí.

- ¡Por última vez! - rogó Toshiro - Sal de mí...

- JAJAJA, tú eres mi única esperanza de venganza, así que ignoraré tu proposición.

Toshiro ya no pudo hablar, su semblante se volvió lívido y su conciencia se esfumó, cayendo al suelo desmayado... al poco tiempo se restableció; se puso de pie con serenidad extrema y comenzó a reír macabramente.

Esa risa sádica no era la propia de una voz tan agraciada, Toshiro tenía una mirada maliciosa y actitud sarcástica.

- Ahora somos uno solo, el eclipse de la muerte, ha iniciado..

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Seiyuro y Kyosuke habían retornado al campamento; el rubio lucía bastante consternado, mientras que Kyo parecía más tranquilo, era verdad que la actitud de Toshi era desconcertante, pero definitivamente el hijo de Tk exageraba.

- ¡Oigan, Sei y Kyo!

- ¿Qué pasa, Kurumi?

- ¿Dónde estaban?, Los estábamos buscando a ustedes y a Toshi para jugar a "la botella", ¿No es así Yuri?

- Si tu dices - agregó la hija de Iori, con simpatía - pero Toshi no viene con ellos.

- ¿Qué es el juego de la Botella? - indagó Kyo

- Es un juego que les encanta a las niñas, el fin de este es besarnos.... bueno, es como jugar "verdad o reto" - expuso Sei, con rostro sombrío, en otros tiempos le hubiera gustado la idea de tener la posibilidad de besar a Yuri, pero ya estaba en proceso de olvidarse de líos de amor - Lo siento Kurumi, pero no tenemos tiempo para eso, juega con Taiki y los demás

- ¡Ellos son muy chicos!, Ustedes son los elegidos y no aceptaremos un No como respuesta - exigió la hija mayor Ichijiuoiji.

- ¿Qué te pasa, Sei?, te ves muy mal

- Yuri... la verdad es que me inquieta Toshiro, algo le pasa... ahora nos encontramos buscando a tía Kari.
- Ella está con tu papá, en la zona de la fogata - replicó Yuriko, con nueva expresión de preocupación.

- Nosotros los acompañamos - siguió Kurumi

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Taiki lanzaba piedras con furia, con desesperación y despecho, con ello quería dejar salir un extraño dolor interno que lo dominaba; su mente estaba bloqueada y un sentimiento de impotencia lo acogía. Estaba temblando, su rostro estaba desfigurado por la tristeza y su enojo era, sencillamente... conmovedor.
Se talló los ojos y volvió a arrojar una roca al lago.

- Es que.... Pasé tanto tiempo queriendo saberlo, me imaginaba otra cosa, ¿Por qué cuando crees volar, te estrellas?, ¿Por qué si pienso que las cosas son de un modo, resultan de otro?, ¡No es justo!, ahora la detesto, la ODIO... Con razón papá no quería decirlo, no quería que sufriera, pero.... él no puede protegerme siempre del sufrimiento, debo aprender a ser fuerte por mí mismo; ¡Por eso voy a enfrentar a mi madre!, la encontraré y le haré saber que siento odio por su ser - el niño de 10 años estaba más que exaltado, una extraña vena estaba asestada en su frente, sus dientes chocaban entre sí con frenetismo, y su mirada, fija en la nada, causaba miedo; de pronto, sintió desfallecer sus fuerzas, suspiró desganado y profirió injurias indescriptibles, acto seguido quedó estático, y comenzó a llorar - ¡Pero no soy fuerte por mí mismo! - rezongó mientras la cinética lo volvía a invadir sólo para dejarse caer en el suelo.

- La fuerza sólo la obtienes por ti mismo, Taiki - escuchó el menor Yagami, el niño distinguió la voz que le hablaba, si voltear, emitió:

- Tal vez tengas razón May, pero yo no soy como tú.

La rubia Ishida se acercó al niño y se sentó junto a él, Taik la miró sorprendido, la seca Mayumi jamás actuaría así, distinguió en ella una nueva mirada y una flamante sonrisa, se le revolvió el estómago al ver a su acompañante tan... linda.

- Te ves muy bien, amiga - le dijo el castaño hombrecito.

- Al contrario de ti - respondió ella, un tanto irónica.

- Normalmente es al revés, ¿Verdad?, yo soy el tonto que sonríe e intenta animarte.

- ¡Taiki!, ¿Estás insinuando que mi sonrisa es tonta?

- ¡Ah, no!, el tonto soy yo, tú jamás te verás de esa manera - el pequeño hijo de Tai escondió su rostro con sus pequeños y varoniles brazos, no quería que Mayumi lo viera llorar - Soy un estúpido por creer en ella, ¿te enteras?.... Es horrible, todo ha salido mal, ¡Mi madre, May!, esa mujer es, ¡es una.... mujerzuela!

May abrió sus ojos al doble.

- Lo siento - dijo ella, con sinceridad.

- Yo no esperaba que fuera un ángel; jamás me imaginé que sería tan maravillosa como tu mamá, porque para mi papá, nadie será tan grandiosa como la tía Sora, él me lo ha dicho - hubo una incómoda pausa - ¡Pero una prostituta... no es justo!

La niña sentía que todo le daba vueltas, el sincero llanto de Taiki la alteraba, extrañamente no soportaba el oír y ver llorar a su amigo.

- ¡Oh, no llores!, por favor

- ¿Es malo que los hombres lloren?

- NO, es malo que me contagies las lágrimas...

Él se estremeció después de oír esas palabras y abrazó a May, como si ella fuera su salvación.

- Taiki, lo siento... no sé como animarte.

- No, May, tú me animas mucho - dijo él.

La niña se sonrojó levemente, si hubiera visto el rostro de su interlocutor, su rubor hubiera sido mayor.

- Lamento lo que has descubierto, pero ¿No es mejor saber la verdad?, no es bueno que el tío Taichi siguiera ocultándote la realidad.

- Tienes razón... - murmuró el pequeño, mientras finalizaba el abrazo dado y comenzaba a separarse un poco de la primogénita de Sora y Matt.

Ambos se miraron con intensidad, sus tiernas miradas se estrellaron con ilusión infantil, Taiki tuvo intenciones de abrazar de nuevo a su amiga, pero su cuerpo comenzó a temblar con emoción notable y sonrió de forma nerviosa; Mayumi lo miraba con su atenta y especial mirada azul, parecía estar iluminada por un ángel celestial; poco a poco se fueron acercando, los guiaba un extraño instinto... sus labios se tocaron dulcemente y sus jóvenes organismos se estremecieron de pies a cabeza, y cuando recuperaron la conciencia en sí mismos, se separaron, dándose la espalda y adquiriendo color carmín en sus mejillas.

- Yo... - comenzó Taik, con valor.

- No digas nada - exigió ella.

- Como tú digas - comprendió él, ahora estaban más nerviosos, porque sin tenerlo previsto, habían recibido su primer beso.

"¿Qué he hecho?, ahora ella me va a odiar" pensó Taik "Pero se sintió tan bien... no me arrepiento de lo que hice".

- Taiki...

- M-a-n-d-e - contestó con nervios.

- Lo que pasó, no estuvo tan mal.

- ¿¿Ehh?? @_@

- Quiero decir... que, si.... bueno... algún día iba a tener que besar a un chico, y, la verdad, me alegro que tú hayas sido el primero.

- ¿Hablas en serio? - gritó emocionado.

- Sí, ¡pero no grites!, sólo fue un beso - dijo May con extraña dignidad.

- Sí, sólo fue un beso - replicó él, antes de volver a centrar su mirada en el bello paisaje del Digimundo, trataba de dejar grabada en su mente, su primera escena romántica.

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- ¿Los has visto, Sora? - preguntó Taichi

- Claro que sí, Tai - afirmó ella - ¿Acaso me trajiste hasta acá solo para espiar a nuestros hijos?

- Pues sí, esa era mi intención - dijo el antiguo portador del Valor - Primero quería buscar a mi hijo y tratar de animarlo, quedó muy afectado por saber su origen, pero cuando lo encuentro, veo a tu hijita, y... me di cuenta de lo mucho que significa May para Taik, parecemos tú y yo de niños; ¿Te imaginas que en un futuro se enamoraran?, sería un sueño hecho realidad, Sora... Un Yagami, con un Takenouchi

- ¿No será malo que te apresures?

- Probablemente, pero no me importa, el caso es que me di cuenta de que tu hija pudo ayudar mucho más a Taik con su presencia, que yo.... y ese beso que se dieron, ¿Acaso no fue tierno?

Sora sonrió, tal vez Tai construía un Castillo sobre nubes, pero como decía él, eso no importaba; extrañamente también sentía gozo al ver a su primogénita con el hijo de su mejor amigo.

- Es una situación algo irónica, Tai - habló ella - pero muy linda, si mi Mayumi se llegara a enamorar de Taiki, sé que sería la mujer más dichosa del mundo, de eso no me cabe la menor duda, tú hijo es tan maravilloso como tú.

- Pues gracias, amiga - sonrió él - ¡Demonios!, no sé que tienen los Yagami, que suelen sentirse metal con los Takenouchi, que son los imanes.

Sora lo miró con intensidad, luego sonrió; Tai suspiró desganado.

- Espero no interrumpir - dijo Yamato al acercarse.

- No interrumpes - exclamó Taichi, con nuevos ánimos y sonrisa burlona - Justamente Sora y yo íbamos a llamarte

- ¿A mí?, ¿Se puede saber para qué?

- Acaba de suceder algo extraordinario - fanfarroneó el Embajador, mientras comenzaba a reír desquiciadamente.

- ¿Ah, sí?, ¿Qué cosa?

- Mi hijo besó a la tuya

- ¡¿Que qué?! - exclamó Ishida, bastante sorprendido.

- Matt, ¿No me digas que eres celoso con tu hijita? - rió Taichi.

- ¡Cállate Tai!, no es lo mismo tener hijos que hijas

- Padre celoso, mi hijo va a cuidarla bien

- ¡Tú que sabes! - exclamó alterado, bastante celoso.

- Nomás hay que verte la cara, Matt... ¡Vaya!, y yo que te quería sugerir que los comprometiéramos (nota: Esto no es Ranma ½).

- ¡Sora, Di algo que lo calle! - exigió el esposo, la amable pelirroja sonrió con carisma, parecía divertida.

- ¿Acaso Tai dijo algo erróneo?, Matt, admite que estás celoso.

- Lo que pasa es que me da miedo emparentar con Tai - bromeó el astronauta - pero parece que es inevitable, nomás hay que ver a Tk y Kari.

El rubio tenía una sonrisa que trataba de no hacer salir a la risa, pero al chocar con la risa burlona de Tai, se convirtió en carcajada.


- ¡Hey, callados los dos! - mandó Sora - Si siguen así, los chicos nos descubrirán espiándolos.

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El Principito Tachikawa estaba recargado en un árbol, su mirada estaba perdida en la nada, en cambio, su mente trabajaba para encontrar salida a sus problemas. Analizaba el comportamiento de su madre, la inquilina que le había dado la vida parecía feliz de comportarse cariñosa con el mentado Izzy, pero claro está que para el niño, no era una situación alegre. Él estaba impuesto a acaparar la atención de medio mundo, su egoísmo caprichoso tenía bases, su madre le había dado el ejemplo, y Ben era, sin dudas, un niño mimado (pero no me nieguen que encantador).

- Hola Ben - interrumpió Zet - ¿Qué haces?

- Nada - contestó secamente.

- No me parece - volvió a decir Zetaro

- ¿Me ves acaso haciendo algo?

- Te ves muy reflexivo, ¿Estás pensando en la niña que te gusta?

Ben se enrojeció, en parte por la ira que le causó el comentario, y en parte porque recordó a la afortunada de sus pensamientos.

- ¡Eres el insecto más entrometido de todos! - rugió el hijo de Mimi, casi histérico.

Zetaro no hizo caso del insulto.

- Cuando me pongo pensativo, es porque tengo presente a Osen en mi mente - dijo con serenidad el tierno hijo mediano de Yolei y Ken.

- A esa pelirroja, ni me la menciones, me recuerda a su patético padre.

El niño Ichijiouji miró intrigado a su interlocutor, claro está que el morado no comprendía el resentimiento del castaño Ben.

Como si hubiera sido invocada, Osen apareció de la nada, junto con Kotaro.

- ¡Osen! - gritó Zet - ¿Cómo te sientes?

- Zetaro, no hace falta que grites, la cerebrito está enfrente de ti - renegó Benjamín - vas a dejarme sordo.

- Me siento bien, Zet - respondió con cordialidad, la niña parecía estar muy recuperada - Kotty y yo buscamos a May y a sus papás; parecen nerviosos, ¿Interrumpimos una plática importante?

- Hablábamos de que tú le recordabas a Ben al tío Iz... - Ben le tapó la boca a su amigo "¡Qué imprudente mocoso!", pensó.

- Nos preguntábamos acerca del porqué los digimons no están con nosotros a pesar de que ya se suspendió la Fusión prohibida.

- ¡Es verdad, yo quiero ver a Tsunomon! - lloró Kotty.

- Mi papá está investigando eso - mencionó la pelirroja, con orgullo - con la información que traduje encontrará la respuesta, ¡Es más!, probablemente ya resolvió algo.

- ¿Por qué no vamos entonces a preguntarle? - sugirió Zet

- Me parece una buena idea - terminó Ben, queriendo borrar de su cabeza la idea del romance de su madre, ante todo debía de ver pronto a su Tanemon, no en vano había arriesgado su vida.

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Koushiro Izumi tecleaba con frenetismo el computador avanzado de su brazalete digital, ahora, la tecnología ya servía, aunque la puerta al mundo real estaba cerrada. Su concentración clásica no era interrumpida por nada, bueno, por casi nada. Él sintió que algo le rodeaba los hombros, unos femeninos brazos con esencia divina habían tocado su cuerpo, de una manera declarativa, dejó un momento su quehacer y se dio la vuelta, topándose en el acto, con un par de ojos miel.

- ¿Encontraste algo? - preguntó Mimi, que estaba frente a Izzy, en una extraña cabaña improvisada.

- Todavía nada, pero creo que ya casi - afirmó con algo de modestia

- ¿Sabes? - inquirió con coquetería - creo que te apetecería un "descanso"

- ¿Ah, sí? - respondió en cuestión, siguiéndole en juego - ¿Acaso me veo agotado?

- ¡Oh, sí!, muy cansado - Mimi se sentó en las rodillas de su.... (mm, nunca sé cual palabra es la propia, mmm, digamos "prometido") amor, y comenzó a proporcionarle comprometedoras caricias; Izzy se aseguró de que nadie estuviera a la vista, y le siguió la corriente, muy pronto sus labios se unieron, parecían hacer piruetas con gracia, sus corazones palpitaban de alegría, después de todo, habían pasado mucho tiempo separados, y ahora que volvían a unirse, la pasión los quemaba por dentro.

Tal vez no había nadie en la choza, pero ellos no contaban que en ese momento "alguien" hiciera acto de presencia... ¡Adivinen!, pues sí, eran Osen, Ben, Zet y Kotty...

EL niño Tachikawa había entrado muy distraído al lugar, pero al ver estupefacta a su compañera Izumi, miró con atención el sitió, se topó con su madre, en brazos enemigos, dando un tronador beso; los celos lo acogieron.

- ¡MAMÁ! - gritó como si regañara a su progenitora.

Mimí e Izzy se separaron, la mujer volteó hacia atrás y miró a los pequeños; Zetaro y Kotaro sonreían bobamente, bueno, se veían tiernos, pero eso no tenía importancia. Primero miró al histérico de su hijo, parecía que le salía humo por la cabeza, luego miró a la hija de su Izzy, Osen parecía muy impresionada, pero no podía adivinar su estado de ánimo, ya que esa niña era impredecible, como su papá, sólo había notado una extraña palidez en ella.

Izzy por su parte, permaneció serio, pero con una sonrisita extraña, sus ojos severos en esos instantes se encontraron con los de su hija, ¿Acaso estaba él haciendo algo malo?, ¡Claro que no!, no había porqué sentirse nervioso, en cambio Mimi, parecía temerle a su propio hijo, él iba a solucionar ese inconveniente.

Ben no soportó seguir ahí y salió furioso del sitio, Osen se dio cuenta de ello, tal vez quería seguirlo, pero la mirada de su papá la contuvo.

- En breve regreso - dijo Izzy, con seguridad.

- No tienes que ir, mi hijo es un berrinchudo - agregó Mimi

- No voy para explicarle nada, sino a otra cosa.

El Ingeniero salió del sitio, Zet y Kotty también se marcharon, así que quedaron Mimi y Osen.

- Tú, ¿No te pondrás en el plan negativo de mi Ben, verdad? - preguntó de forma amistosa, mientras se acercaba a su futura hijita.

Osen la miró, parecía examinarla con esa mirada, la niña parecía intrigada.

- Mi papá se ve contento - dijo de pronto.

- ¿Qué dices?, pero si no ha sonreído - replicó Mimi, al recordar que Izzy se había mostrado severo y serio.

- La felicidad va más allá de una sonrisa, tal vez no sonrió porque la ocasión lo hizo mostrarse de manera diferente, pero sé que está contento.

- Entonces, ¿Me aceptas? - indagó la extrovertida mujer, admirando la enorme profundidad de la pequeña.

- A todas las niñas les gusta ver felices a sus papás, además, tía Mimi también se ve feliz. - mencionó con sinceridad, aunque con temblorosa voz.

- ¡Qué linda! - gritó Mimi - Si me caso con tu papá, seguro que hace entrar a Ben en sus cabales, ¡Qué educada!, ¡ahh, siempre quise tener una hija!

Osen se sonrojó "Que señora tan expresiva" pensó, pero bueno, le simpatizaba...

- Muy pronto iremos juntas de compras, ¿Te imaginas?, ya no tendrás que sufrir con esa ropa que te compra tu padre,

- De hecho, tía Kari se toma la molestia de elegir mi ropa - interrumpió sonriente.

- Jeje, pues no le digas a Kari lo que dije, ¿De acuerdo?, tu ropa es linda.

- No hay problema - recitó Osen, mientras se acercaba al computador, a ver los avances de su padre.

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Izzy Izumi encontró a Ben después de unos minutos, el niño estaba sentado en un árbol de espaldas al hombre, sin embargo, se dio cuenta de que Koushiro estaba cerca.

- No tienes que hacerlo - le dijo de pronto

- Hacer qué - siguió Izzy, mientras seguía acercándose.

- Mi mamá te mandó para que me calmaras, quiere que nos hablemos y nos pongamos todos felices, pero las cosas no funcionan así conmigo.

- No juzgues a las personas sin conocerlas - replicó Izzy - He venido aquí por mi propia cuenta, tu madre no tiene nada que ver.

- Vienes a decir "Sé que no puedo ser tu padre, pero seamos buenos amigos", ¡Típico!

- Ben, parece que sigues juzgándome, eso no es justo.

- No es nada personal - siguió - con cualquiera sucedería lo mismo.

Izzy se sentó en el mismo tronco, lo más alejado que pudo, este niño era tan diferente a Osen, que no sabía como encararlo.

- Por supuesto que no puedo ser tu padre, Michael es conocido mío y jamás querría querer tomar un rol que no me pertenece, y eso de ser amigos, pues... no depende de mí, sino de las circunstancias, la postura que tengo ante ti, no es precisamente amistosa.

- ¿A qué has venido entonces?

- A ser franco contigo.

- ¿A ser franco?, en cuanto a qué.

- Mira Ben, la verdad es que no sé cómo tratarte, no se si se deba a tú carácter o a que eres un varón, pero creo que a cualquiera le gusta que le hablen sin rodeos, ¿verdad?

- Justamente, estás usando rodeos - rezongó Ben

- Sí, conmigo eso es inevitable en ocasiones - entonces hubo una pausa - lo que quiero decir es lo siguiente...

Benjamín agudizó su oído.

Pero Koushiro no hablaba, se había puesto nervioso.

- Sé que no tienes intenciones de reemplazar a mi padre, y no buscas mi amistad, entonces, ¿Qué quieres?

- Quiero a tu mamá, eso es todo.

- Pues ese es el problema - retó el rebelde niño.

- Tendrás que aceptarlo, te guste o no - agregó el adulto - no debes portarte tan egoísta y caprichoso, tu madre no es tu objeto, ella es libre de hacer lo que quiera, ¿Comprendes?, tal vez no suene lo suficientemente amable, pero así son las cosas... Pasó mucho tiempo antes de que Mimi y yo nos reuniéramos, nos gustaría intentar ser felices, dime algo Ben, ¿No te gusta ver a tu madre sonreír?

- Claro que sí, ella siempre está riendo

- Sí, es simpática, pero sabes a lo que me refiero.

- Yo... yo quería que ella y papá....

- ¿Se reconciliaran?

- No lo sé - anunció el pequeño rompiendo en llanto, Izzy se asombró, ahora sí que ignoraba como actuar.

- Ben, te entiendo - replicó sin saber que decir

- ¡No, claro que no me entiendes!, no sabes lo que es vivir de un lado para otro, ir los veranos con papá, y de pronto volver con mamá, ellos no parecen pareja en lo mínimo, y eso me molesta, ¿Acaso no me crearon con amor?... ¡Ah, yo no se! ¡Al demonio con todos!.

- Y tú, no sabes lo que es vivir en un mundo de mentiras, y descubrir a los 6 años que eres adoptado, no quiero compararme, pero es inevitable hacerte ver que no sólo tú sufres - dijo con extraña serenidad.

- ¿Adoptado?

- Así es, mis verdaderos padres murieron cuando era bebé.

- ¿Osen sabe esto?

- No - respondió.

- ¿Por qué me lo dices a mí?

- Porque me pareces confiable

- ¡Y vamos a lo mismo!, lo dijiste para que "seamos amigos"

- Probablemente, porque si he de casarme con tu madre /porque esa es mi intención/ no quiero tener enemigos, haré mi intento por tratar de ser aliado tuyo, al menos de llevarme bien contigo... claro que de tu reacción no dependen los planes que tengo con Mimi, eso ya es otra cosa.

El niño, probablemente herido, le dio la espalda.

- Tiene usted mucha razón - dijo hablándole de usted, Koushiro se fijó en el cambio de voz, parecía haber perdido un duelo de espadas o algo así - la quiero sólo para mí, y eso está mal... no me gusta compartir la cosas... pero ella, ella es mi madre, siempre lo he dicho "Su felicidad es primero", tal vez soy un niño ciego... y c-a-p-r-i-c-h-o-s-o, pero me doy cuenta que su felicidad, no es la mía...

Izzy seguía mudo, pero sus ojos brillaron emotivamente.

- ¿Todo queda entre nosotros dos, verdad?, usted se ve confiable - añadió, con nerviosismo.

- No me hables de usted, no estoy impuesto - replicó Koushiro.

- Y, tengo que admitirlo, me caes bien - dijo volteando a ver a su futuro padrastro, con una sonrisa tan pura, como la de Mimi.

- ¿En serio? - preguntó Izzy, con ánimos notables.

- Me recuerdas a la cerebrito -admitió mirándolo fijamente, con algo de sarcasmo.

Izzy sonrió, ahora su preocupación, sería la reacción de su hija.

- Vaya, con que aquí estaban - gritó Mimi, desde lejos, Izzy y Ben notaron que Mimi venía de la mano con la pequeña pelirroja, que parecía sonrojada en el acto, en sus nueve años de vida ella debía admitir que no estaba impuesta a ese tipo de tratos. - ¿Viste Osen?, y parece que todo está resuelto.

Ellas llegaron a ellos, Mimi se lanzó a los brazos de Izzy, que trató de calmar la efusividad de la misma, pero no pudo evitarlo.

- ¿Benji me has comprendido? - preguntó la madre.

- No comprendo a las mujeres, pero lo he aceptado - contestó, con algo de arrogancia, secándose las lágrimas.

- Ben, dejémoslos solos - sugirió Osen, al ver la melosa escena, creo que para los niños, no era exactamente cómodo estar ahí.

- Como siempre, la cerebrito tiene razón.

"Algo que no había previsto, si mi madre se casa con Izzy, Osen sería técnicamente mi hermanita... mmm, menos mal que ella es lo contrario a mí, le gusta pasar desapercibida"

- ¿Y tú que piensas de esto, Osen?

- No pienso en eso, así es más sencillo adaptarse - habló con su voz pausada, y expresión tranquila - al menos creo que ellos ven felices.

- No hablo de ellos, sino de mí, porque, si ellos se casan, serías mi hermanastra. - el niño parecía apenado por decir eso.

- Un hermano más no me caerá mal - siguió ella.

- Hablas de Taiki y Toshiro, ¿verdad?

Antes de que ella pudiera contestar, Toshiro (el nuevo y malévolo Toshi) apareció de la nada.

- Claro que habla de mí, ¿Verdad, Osen? - El canelo chico lucía macabro, sus ojos estaban rodeados de ojeras rojizas y sus pupilas estaban dilatadas, respiraba agitado, y su boca estaba tan reseca, como el desierto.

Los chicos se estremecieron al escuchar hablar así al sereno amigo de la Luz.

- ¿Toshiro?, ¿Estás bien? - preguntó Ben, al cercarse y tocarle la frente.

- No te tomes la molestia, niño berrinchudo; he venido por mi arma secreta.

Osen Izumi miraba temerosa a Toshiro, algo raro estaba ocurriendo.

- ¡Oye, no me insultes, bestia! - rezongó Ben - ¿¡Cómo te atreves!?

- Estúpido llorón, lárgate... - dijo de nuevo, Ben se lanzó dispuesto a golpearlo, pero entonces Toshiro lo aventó.

- ¿Qué te pasa? - indagó sorprendido, ahora que reflexionaba, esa actitud era totalmente anormal en un niño tan bueno como su amigo Toshi.

- Digo la verdad, eres un llorón, grosero, egoísta, caprichoso... y lo peor, siempre tienes miedo, ¿no es así?, tienes miedo de abrir tu corazón, escondes tu debilidad en un manto frágil, que hasta yo puedo quemar.

- ¡Eso que dices! - gritó alterado - ¡Ya me lo habían dicho antes!, pero....

- Pero te lo repito, ahora, lárgate, que tú no eres mi arma secreta - anunció malévolamente, mientras miraba a cierta pelirroja - ¿Vienes, Osen?

- No

- Es tu hermano mayor quien te llama.

- No eres tú - alegó, nerviosamente.

- Es verdad, ahora pierdo la paciencia con tanta facilidad que me admiro de mí mismo, he cambiado, pero soy yo, Toshiro.

- Yo, soy tu arma secreta.... ¿Por qué?

- No es bueno curiosear antes de tiempo - Toshiro la tomó de la malo, la pelirroja sintió inmediatamente un choque eléctrico de energía negativa, y gritó asustada.

Trató de zafarse, pero no podía, "¡Suéltame!" gritaba asustada, pero Toshiro le contestaba riendo, Ben se acercó con determinación.

- ¡Qué la sueltes, o te rompo la cara, cobarde! - rugió como buen hermanastro - ¿Me oyes?

- Ah, no, niño berrinche, quédate quieto, sino, puede ocurrir algo fatal.

Benjamín no quería ponerse a sacar conclusiones acerca de lo que le pasaba a Toshi, nada más quería dejar de ver sufrir a Osen, porque la verdad, si algo odiaba Ben, era ver sufrir y llorar a las niñas, podía parecer un insensible, pero por el contrario, era muy tierno. Corrió en ayuda de la "cerebrito", pero antes de llegar a los niños, Toshiro le gritó.

- Si das un paso más, ella se muere.

- ¿De qué demonios hablas?

- No bromeo - habló Toshiro - observa....

Osen comenzó a sentir los dolores de siempre, la cabeza pesada, y la intensidad del sufrimiento.

- ¡¡Ahhhhhhh!!, ¡por favor, para! ¡Me duele! - dijo rompiendo en llanto y cayendo al suelo - ¡Ben, él no es Toshi, es la voz!

- No, Osen, te equivocas, soy yo... que si la oscuridad es negra, la luz es blanca, pero... ¿Acaso hay oscuridad sin luz?, somos uno solo, ¡soy yo!, Soy yo quien te condena, a ti y todos, el eclipse ha iniciado, y espero que sea eterno.



Notas de la Autora:
Hola de nuevo, ¿Qué les pareció?, muchas gracias por sus reviews y mail, aumentan y reafirman mi autoestima con eso, ahora sólo me queda no decepcionarlos con la historia. Bueno, ya comenté que son 20 capítulos, el que sigue se titula "Huele a sangre" y creo que también lo dividiré en dos, es un capítulo "climax", como el 11 (Voluntades de sangre), es decir que es uno de los más trágicos y me compliqué mucho la vida redactándolo (todavía no sé si me quedó bien, pero ya me dirán, ¿verdad?). De nuevo les agradezco sus comentarios y los animo a que me sigan escribiendo, (por favor, si no es molestia).
Mi correo es: ziddycm@hotmail.com, aunque es más sencillo dejar review, acepto consejos, críticas y sugerencias.

POR CIERTO, FELIZ DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD.