Capítulo 16 "Diálogos entre niños"
- ¡Imposible! - grito Izzy, con desesperación, mientras dejaba chocar su lisa frente con el monitor de su aparato digital.
- ¿Estás seguro, Izzy? - indagó Ken, mientras se acercaba lentamente, con la mirada triste y resignada.
- Velo por ti mismo, Ken - exigió él, con el rostro rojo del enojo y de la impotencia.
El pelirrojo se levantó, dando oportunidad a que el famoso detective Ken Ichijiouji se sentara en aquél tronco que tenía la función de asiento, Izzy caminó directo a un huevo blanco con morado, se inclinó para acariciarlo, deseaba que se abriera, pero ahora, él sabía que las cosas no resultarían del todo positivas, no sabía que era peor, si dejar salir a su "Tentomon" (mm, sabemos que antes es Babumon y Motimon, ¿no?) o simplemente desear que el digihuevo nunca se abriera. Ken suspiró al reafirmar la mala noticia.
- Tienes razón, no hay equivocación posible, la puerta se va a cerrar...
- Es lamentable, Ken - empezó Izzy, poniendo su masculina mano en la barbilla, parecía pensativo - y por más que lo pienso, no encuentro una solución... eso sencillamente porque no la hay, ¿verdad?
- Yo tampoco veo salida - sinceró Ken.
- Pero como se dice por ahí "Dos cerebros piensan más que uno", me supongo que las cosas mejorarán si pedimos la opinión de varias mentes más, al menos es lo único que nos queda, los Digihuevos no tardarán en abrirse, y las cosas empeorarán si los demás no están advertidos.
- Otra vez lo mismo, tienes razón
- Desearía no tenerla - agregó Koushiro, todavía molesto por las circunstancias, parecía haber encontrado una barrera que no podía derribar, esa era la causa de su ira.
--
Abrió sus canelos ojos, estaban rojos, ciertos recuerdos lo atormentaban, pero no podía estar evadiendo su realidad; Toshiro no recordaba haberse sentido tan mal en otra ocasión, pero no era el cuerpo adolorido, las nauseas o el dolor de cabeza lo que lo atormentaba, sino unos remordimientos gigantes, el sentimiento de culpa, el dolor de sentirse malvado, temía ver a su madre a los ojos directamente, sospechaba que Kari estaría junto a él en esos momentos, velando su sueño, pero no quería ver más a su mamá, sentía una vergüenza infinita, él no se sentía digno de ser un Yagami. Lo primero que vio fue la melena rubia de Takeru Takaishi, el amor de su madre, por tanto, su futuro padre, el hombre le dio una sonrisa sincera y llena de esperanza, Toshiro se acordó de su amigo Seiyuro, no en balde eran padre e hijo, desvió su mirada, ¿Por qué estaba él y no su mamá?
- Hola, Toshiro - saludó cordialmente - No te preocupes, Kari fue con Joe a preguntarle algunas cosas de tu salud, la llamaré en seguida.
- ¡No! - dijo éste, con notoria angustia - No-no la llames...
- Ella se pondrá muy feliz de verte mejor, anda, dale una sonrisa.
- No es tan sencillo - argumentó Toshi, muy desganado - No me siento capaz de volver a ver a mamá a los ojos, no puedo... yo... no soy digno de ella, no tengo esa luz que debería haber tenido, la he decepcionado.
- Creo que el único que está decepcionado aquí eres tú, estás muy afectado por sentir que no has sido fuerte.
- ¡Es la verdad!, por mi culpa pudieron morir Kotaro, Osen y Seiyuro, los iba a matar.
- Decías que nos ibas a matar a todos, pero no eras tú, era el lado oscuro de Genai, querido niño, deja atrás esos pensamientos, pienso que nada ganas atormentándote a ti mismo.
- Soy incapaz de olvidarlo - se entercó, dándole la espalda a su padrastro - ¡Es imposible!
- Si tomas esa actitud, me temo que tu madre y muchos otros sí se decepcionarán, aunque creo que el problema aquí eres tú; Toshi, eres muy duro contigo mismo, ¿No te das cuenta de que Kari no volverá a sonreír si no te ve como antes?, trata de animarte, hazlo por los que te quieren, por tus amigos, tu mamá, también por mí...
Toshiro suspiró desganado, volvió a ver a TK.
- Me dará mucho gusto tenerte entre mi familia, sé que no eres mi hijo, pero todo lo de Kari es sagrado para mí.
- Yo... sé, que cuando era el otro yo, me porté mal... no estoy en contra de nada que haga feliz a mi mamá, pienso, como Sei, que no hay pareja más linda que ustedes, es una lástima que yo arruine todo - comenzó a llorar tenuemente, pero se calmó, entonces rogó - Por favor, que no venga mi madre, no podré enfrentarla..
- De acuerdo, hijito - animó Takeru - pero te advierto que postergar las cosas no es conveniente.
El hombre se levantó y se retiró. Toshiro se tranquilizó un poco, miró a su alrededor, estaba en una cabaña improvisada, era el campamento. Al lado de su catre estaba la pequeña Osen, que también reposaba por resultar "herida" o por lo menos enferma en los últimos acontecimientos. Él se puso de pie y caminó hacia la compañera pelirroja, a cada paso lloraba con más potencia, pero silencioso, recordaba los buenos días que había pasado junto a Taiki y Osen, que eran como sus hermanos, el día de hoy los había lastimado a ambos, y no sólo eso, también al resto de sus amigos; cuando llegó hasta ella revisó que estuviera dormida, y al verificarlo se dedicó a acariciarle el cabello con calma, en sus ojos había una tormenta inetivable, además de ello, susurraba levemente "Perdóname hermanita, perdón... no quise herirte... pero pagaré por ello, mis pecados me condenarán... ¡Ah, querida Osen!, siempre he odiado verte enferma, y ahora es mi culpa, soy un desgraciado..."
--
- ¿Ya despertó?
- Él se siente incapaz de verte, Kari - dijo Takeru - le prometí que no te diría nada, pero creo que sería injusto que siguieras con ese pendiente...
- Entonces mi querido Toshi me rechaza porque se siente culpable... ¡Por Dios, TK!, mi pobre niño está traumatizado, no sé que hacer para ayudarlo - gimió Kari, mientras se refugiaba en los brazos de su amado.
- No te preocupes, yo tengo una idea, mi amor - le esperanzó él, mientras besaba a Kari con ternura - sólo confía en mí.
Vieron cómo Seiyuro y Zetaro se acercaban con rostro asustado de la cocina.
- ¡Papá, Tía Kari! - clamó Sei - ¡¡Por favor, ustedes tienen que ayudarnos!!
- ¿Qué pasa, Seiyuro? - indagó Takeru
- ¡Es una abominación!, Sei y yo queríamos advertirles - anunció Zet - porque si no lo evitamos, habrá más enfermos.
La cara funesta de los hombrecitos causaban gracia.
- Estamos esperando a que nos digan, chicos - replicó Hikari, a la plática se había unido Mayumi, con cara asqueada.
- Lo que sucede es que... la Sra. Mimi está cocinando - dijo avergonzada.
- ¿Ah, sí?, ¿Y eso que tiene de extraordinario?, digo, hace un pastel de arroz muy... excéntrico, pero rico - declaró TK
- ¡Es que Ben nos ha torturado con la cocina de su mamá por mucho tiempo! - dijo Zet, traumatizado - y pensamos que corremos el mismo riesgo con la tía Mimi, por favor, ayúdennos, es peligroso, a Doguen una vez le dio indigestión
- ¡Bah, no exageren chicos! - rió Takeru - ¿Qué tan malo puede ser?, no es la misma comer la comida de una cocinera profesional que la de su hijo.
- Bueno, la receta sigue siendo Pescado con caramelo, lo que según nosotros, no es una receta alentadora para nuestro aparato digestivo - juzgó Mayumi Ishida, con sonrisa fingida.
- TK, iré ha hablar con Mimi - agregó Kari, algo horrorizada.
- Espera, Hikari - dijo un recién llegado, el cual era Koushiro - ya que vas hacia allá, te rogaré que le anuncies a todos que Ken y yo tenemos que hablarles, es muy importante.
- De acuerdo, Izzy - respondió ella, con una sonrisa.
Hubo un extraño silencio, los chicos miraban atentos el rostro de los adultos, tanto Ken, como Izzy parecían impotentes, sus rostros claramente decían que tendrían que dar una mala noticia, Takeru ya se había dado cuenta de ello, intentó alegrar el lugar, no parecía ser buena idea que los pequeños comenzaran a cuestionar.
- Chicos, les tengo noticias de Toshi.
- ¿Ah, sí?, ¿Cómo está? - preguntó Sei con mucho interés.
- Ha despertado, hijo - habló el padre, ahora fue el centro de atención - pero me temo que está muy mal, muy triste, deprimido a tal extremo que no puede ver a su madre a la cara, piensa que no vale nada, que sus ojos no merecen un perdón, no quiere ver a nadie... ¿Qué opinan de eso?
Los niños estaban muy tristes.
- ¡Lo que pasó no es su culpa! - renegó Zet
- Pienso que él no puede perdonarse a sí mismo - dijo May, con su típico sentido racional, era una niña muy lista.
- Exactamente, y la verdad es que Toshi no puede salir solo de ésta.
- ¡Pero nosotros no estamos en vano, padre!, yo quiero ayudarlo, es mi mejor amigo.
- A eso iba, chicos - musitó el rubio escritor - cuando terminemos esta reunión, sería conveniente que ustedes le fueran a dar una visita, denle ánimos, eso le ayudará mucho, tengo fe en ustedes.
- Supongo que nada se pierde con intentarlo - dijo May, con aparente frialdad - pero no sé si yo pueda hacer algo por él, primeramente debe de perdonarse a sí mismo.
--
Todos los que podían estar presentes se habían reunido, a excepción de Osen, Toshiro y Satoru (que dormía una siesta).
- No es gusto mío decirles esto, amigos - dijo Izzy con expresión de agobio muy notable - he estado investigando el porqué no podemos abrir la puerta a la Tierra, con ello me he topado con muchas sorpresas, nada agradables...
- Izzy, habla de una buena vez - exigió Mimi - que nos estás asustando.
"Ojalá de verdad te asustara, Mamá, así te alejarías de él" pensó Ben, con malicia.
- La puerta que une al Digimundo y la Tierra se cerrará... para siempre.
- ¡Oh, no! - exclamó Sora - ¿Están seguros?
- Completamente - replicó Ken, de forma triste - no hay solución posible, por ahora.
- Pero papá - dijo Zetaro - ¿Qué significa eso de que la puerta se cerrará?
- ¿No lo entiendes, Zet? ¡Si la puerta se cierra, nos separarán de los digimons! - explicó Kurumi, con lágrimas en los ojos.
- ¡Eso no es justo! - sollozó Taiki - ¡Nadie me separará de Koromon!
Kotaro comenzó a llorar de forma escandalosa, Mayumi intentó calmarlo, pero ella misma quería consuelo.
- Pero... - dijo temblorosa - ¿En verdad tendremos que separarnos?, es decir, ¿Todos los humanos se quedarán sin su compañero del alma?
- En efecto - le dijo Yamato - será como la primera vez
- ¿La primera vez?
- Verás Doguen, la primera vez que viajamos al Digimundo regresamos a casa, pero sin Gomamon y los demás... ahora la situación habrá de repetirse, supongo que es parte del destino.
- ¡Pero los Digimons son parte de nosotros mismos! - rezongó Seiyuro
- ¡No imagino la vida diaria de los hombres sin ellos! - siguió Kyo - ¿No podemos hacer algo?, ¡Papá, hay que hacer algo!
Izzy dio un paso al frente, estaba dispuesto a seguir explicando.
- Hemos suspendido la Fusión Prohibida gracias al Puente de Corazón a Corazón, la fusión era el resultado del conjunto de todas las bases de datos de digimons, después de demostrar de lo que somos capaces, el Digimundo se ha salvado, este... ¿Me están entendiendo?
- Si no me equivoco - dijo Yuriko Hida - la fusión prohibida pudo haber sido un Apocalipsis, pero como ahora tenemos una segunda oportunidad y el ciclo se ha cumplido, todo vuelve a iniciar, como si fuera una creación.
- ¡Muy bien, Yuri! - felicitó el Ing. Izumi - eso mismo, las bases de datos de los Digimons se han formateado, es como si un equipo de cómputo se reiniciara.
- Por eso mismo han llovido Digihuevos, nacerán muy pronto, pero la puerta se cerrará. - agregó Taichi
- ¿Y no podremos abrir la puerta después? - preguntó Yolei.
- No sabemos - le contestó su marido - esperemos que sí.
- La puerta se abrirá siempre que exista en la tierra alguien con las características de nuestros emblemas - replicó Takeru, tratando de ayudar a dar ánimo - Alguien curioso y con ganas de conocer, alguien que brinde luz, amor, esperanzas y amistad, alguien que sepa ser sincero y demostrar pureza, personas con valentía, que unan a las masas con perseverancia y sepan actuar con equidad, que crean en el destino, pero no se dejen arrastrar por él.
- Cuando haya problemas, los digimons no dudarán en pedir nuestra ayuda - dijo Kari - por eso nunca debemos decir ADIOS, creamos en el "Hasta luego", así que no quiero verlos tristes, chicos.
Los niños no respondieron, la verdad era que no estaban impuestos a vivir sin digimons.
- La puerta se cerrará muy pronto, debemos desplazarnos hasta la Isla File, regresaremos en el tren (o trolebús) de hace tiempo, Ken y yo nos haremos cargo, en cuando a los digihuevos, según creemos, se abrirán hoy mismo y con el poder de nuestros emblemas los haremos digievolucionar con rapidez, de modo que con ellos nos desplacemos al sitio de partida.
- Ahora niños, deben de acariciar a sus digimons, para que nazcan, y cuando ya estén con nosotros, debemos de asegurarnos de que estén contentos hasta el último momento, ¿De acuerdo? - ordenó Sora, amorosamente.
- OK - contestó Ben. - Será una buena despedida entonces...
--
Los niños entraron al improvisado recinto, sus sonrisas eran tenues y nerviosas. Kyosuke fue el primero en avanzar hacia el sitio de Toshiro, que los esperaba sentado, mirando a la nada; al lado de la cama del mismo estaba Osen, igualmente callada y confundida.
- ¿Cómo te sientes? - preguntó Kyo, con preocupación en su rostro.
Toshiro endureció su rostro y derramó una lágrima.
- ¿Cómo he de sentirme? - exclamó de pronto, con voz temblorosa y ademanes siniestros - ¡Me siento como un asesino! - gritó excitado.
- ¡Pues no lo eres! - renegó Seiyuro, que también se había acercado - ¡No eres tú quien a matado!, ¿Entiendes?, ¡No eres tú!, ¿Por qué te entercas en esa hipótesis que figuraste?
- ¡Porque yo lo hice, porque yo lo recuerdo!; no sólo lo maté a él, estuve a punto de matar a Osen, a Kotty... a ti, casi infarto a mi madre, y destruyo a los digielegidos, ¿Qué eso no es suficiente para lamentarme eternamente?, ¡¿Qué sería de ustedes si lo hubieran vivido?!... No saben nada, no pueden comprender lo que siento, ¡Menos mal! - sentía un nudo en la garganta que le impidió continuar.
Mayumi, entonces, tomó la palabra, la chica Ishida había encontrado una manera de hacer sentir "mejor" a Toshiro.
- Buen punto, Toshiro - ella calló unos segundos, para elegir las palabras adecuadas, todos la miraron intrigados - me refiero a lo que dijiste anteriormente "¿Qué sería de ustedes si lo hubieran vivido?", piensa, Toshiro, ¿Qué tal si yo hubiera sido la Poseída?, Si yo hubiera sido, por causas del destino, la que matara al viejo Genai... ¡Imagínalo!, y ahora, dime con sinceridad, ¿Sería yo, una asesina?, ¿Me intentarías animar y tratarías de hacerme sentir liberada?, ¡Juro por mi existencia, que tu postura sería la misma que la de nosotros, tus amigos intentan quitarte del cerebro ese sentimiento de culpa, ¿O me equivoco?.
- No te equivocas - agregó el dueño de la Luz - Pero... aún así, no me comprenden; jamás volveré a ser quien era, me siento sucio y denigrante...
¡El hubiera no existe, May!... mi cuerpo es el que ha matado.
- Tu cuerpo, más no tu espíritu - interrumpió Taik, mirando fijamente a su primo, con expresión dulce - Tu espíritu es puro, primo, no hay alma más brillante que la tuya, ¿No es así, Yuri?
Yuri Hida se sonrojó instantáneamente y afirmó con su atenta cabecita, el hijo de Kari devolvió esa sonrisa.
- Yo... les agradezco, pero... Tengo miedo - sinceró encogiendo los hombros y desviando la mirada, Kotaro vio ahora su oportunidad de entrar en la plática.
- ¿Acaso no has sido tú, quién me ha dicho que es imposible no tener miedo?.
- Sí.
- Sempai Toshi - replicó el niño pelirrojo, con gracia, ternura y precisión - ¡El miedo no se vence, sólo se enfrenta y se desaparece!
- Eso lo sé, a veces doy buenos consejos, pero ignoro como aplicarlos a mí mismo - argumentó con tristeza, su alma exaltada sólo quería liberarse de sus fastidiosos amigos, no le gustaban ese tipo de torturas parlantes.
- Entonces, no debes dar consejos nunca más - dijo Kotty, algo decepcionado - porque podría perder la fe en ti.
- ¡Oh!, ¡Ya váyanse! - rogó con la mayor amabilidad posible - me están confundiendo, estoy muy cansado.
- ¡Nadie se irá sin que cada uno acabe de decir lo que planeamos! - exclamó Ben, con expresión de enojo - Me molesta tu actitud, me exaspera que un niño tan bueno e "ideal" se porte tan bestialmente, ¡Deberías sentirte aliviado!, has sido tú quien ha salvado a todos nosotros de ser poseídos, ¿Comprendes esto?, me ahorraste la molestia de ser invadido por la oscuridad, por tu bendita culpa, no sufrí, ¡Ese es mi enfoque, nos salvaste, así que aprende a vivir con ello!
Toshi pareció enfadarse.
- ¡¡Tú jamás hubieras sido el poseído!!, ¡Tenía que ser yo!, él lo dijo, ¡Sólo podía ser yo!.
- Me das lástima, no quería llegar a este extremo, pero es la verdad - dijo Ben con sonora voz quebradiza, mezcla de la ira, impotencia y decepción.
- No me importa, pues me compadezco a mí mismo.
Todos bajaron el rostro, apenados.
- Por favor Ben, si no lo vas a animar, mejor no hables - sugirió Zet.
- Pienso que hay que ser directos y decirle sus verdades - argumentó Benjamín en su defensa, mientras se alejaba del grupo un poco y se hacía el despistado.
Osen escuchaba aturdida la escena, cada uno de sus amigos intentaba ayudar a Toshiro a salir del abismo, ella no hablaba, de hecho, se sentía incapaz de hacerlo desde que había despertado y se había topado con la mirada confundida de su "hermano mayor"; la verdad es que ella debía dejar ese sentimiento de impotencia y tratar de ayudar; comenzó a hablar, con un poco de miedo.
- Toshi...
El niño rápidamente miró a la niña que según él casi mata.
- Mande, Osen - inició con cortesía.
- ¿Por qué ya no me llamas O-chan?
- Porque ya no puedo seguir teniendo ese honor, casi te mato, ¿Entiendes?, ¡Si te hubiera matado, juro que me hubiera suicidado!.
- No la hubieras matado, eso lo aseguro - opinó Taiki - Tantas veces hemos rogado por la vida de Osen, que apuesto mi vida a que no la hubieras matado.
- Eso creía yo, hace mucho - dijo el canelo hijo de Hikari - en aquél entonces, todavía creía en mi fortaleza, tenía fe en todo y creía que los sueños se podían hacer realidad, era otro... pero me equivoqué, el alma que creía tener fuerte, resultó débil... Juré que él no me dominaría, lo contradije tantas veces y ¡con tanta seguridad!... ¡Ustedes no saben nada!, ¡Ya no sirve de nada saber, es sólo la realidad!, ¡No existen los sueños!, ¡No hay real fortaleza, todos somos débiles y volubles!... al final, de nada sirve vivir, sólo existimos para sufrir y morir - declaró histérico.
Kyo lo cacheteó con determinación, con la intención de calmarlo.
- ¡Eso no lo diría el Toshiro de siempre! - renegó Kurumi -Eso lo podría decir yo, pero tú no, por favor, vuelve en ti, yo tengo fe en ti.
- Es verdad, tú eres muy importante y creemos en tu emblema, lo menos que podemos hacer es hacerte entrar en razón: NO HAS SIDO TÚ, EL QUE HA MATADO; ha sido ese eclipse maldito, aquella negra oscuridad.
- Doguen tiene razón - prosiguió Zetaro - No debes culparte por eso, en cambio, alégrate, nunca fuiste dominado por completo, no pudiste herir a tus amigos, te detuviste antes de golpear a Seiyuro, no mataste ni a Osen, ni a Kotaro... y eso fue porque muy dentro de ti, luchabas por ser el mismo.
(Vaya, que niños tan profundos n_n)
- Te diré algo, Toshi - comenzó Sei Takaishi, mirando fijamente a su mejor amigo - y esto que te digo, es por experiencia propia.
- ¡No quiero oírte!
- ¡Tu actitud patética me harta!, actúas casi como el Toshi poseído, digo, comprendo que jamás serás el mismo, pero esa no es razón para que actúes como un patán.
- Yo...
- La vida está llena de sufrimientos, de tropiezos y de falsedades, el espíritu es débil y se desmorona cuando no se tiene fe, cuando no hay esperanza, cuando no hay luz... el sol se oculta, ¿Lo has notado?, pronto será un nuevo día y con ello , todos iniciaremos una nueva vida, nada volverá a ser lo mismo... Tokomon y los demás digimons no podrán retornar a nuestro mundo, ¿Has oído bien?, ¡Será mañana cuando te despidas de tu Salamon para siempre!, ¿No lloras, Toshi?, ¡Me desesperas!, me fastidia que tu madurez se desvanezca y le de auge a temores, y formes una inmadurez que no va contigo.
- Tú... ¡No tienes derecho a decirme esto!, ¡Cállate!
- ¡Claro que tengo derecho!, ¿Sabes por qué?, ¡¡porque somos amigos!!, y como tales, es mi deber hacerte ver tus errores... Eres mi hermano del alma, todos los son, ¿Te enteras? - el rubio cambió su actitud reprendedora por una más nostálgica - Cuando estábamos dentro del Castillo Legendario, y vimos morir a O-chan, ¿Lloraste?, Sí, te sentiste tan triste como todos, pero tu actitud nos ayudó y seguimos adelante; a cada paso caían nuestros amigos, y aunque nuestros corazones estaban cansados y entumidos por el dolor, ¿Acaso no sentían nuestras débiles almas la necesidad de seguir?, ¡claro!, entre más sufríamos, más queríamos dejar de sufrir, queríamos triunfar y demostrar que hay amor en el mundo; sentíamos arder fe en nuestras almas, porque sabíamos que tras la tormenta, hay luz.... ¡Y yo me niego a creer que ya no pienses así!, ¡qué no confíes en la victoria del amor y la amistad!... ¡Jura que no crees en el mañana, y prometo dejarte en paz!
Toshiro bajó la mirada y no respondió.
- ¿Verdad que no puedes engañarte a ti mismo? - argumentó Taik, notablemente contento - Y eso porque vibra la esperanza en tu corazón.
- A-a-mi-goss - chilló Toshiro.
- Tú siempre creerás en el mañana - le dijo Yuri - siempre tratarás de afrontar tus penas; has escalado un gran cima, y por un tropiezo no echarás tu esfuerzo a la basura, porque aunque más te lo niegues, más sabrás tu verdad.
- Toshiro - dijo Zet - ¡Muchas gracias!
- Sí, Toshi, ¡Gracias! - siguió Doguen
- No lo entiendo, ¿por qué me agradecen?
- Ya lo hemos dicho - declaró Ben
- Has sufrido más que nosotros, pero a cambio merecerás muchos más gozos - animó Kyo, como complementando la frase anterior.
Toshiro sonrió triste y resignado, luego suspiró. Sus amigos tenían razón, no podía desvanecer su luz, en cambio, debía de fortalecerla, porque aunque los espíritus son débiles, saben hacerse fuertes en el momento necesario.
- Ustedes... son mi fuerza
- Eso porque somos un equipo, amigos
- Perdónenme - pidió el hijo de Kari - lamento haberlos decepcionado, pero prometo que de ahora en adelante iniciaré mi lucha para salir del vacío.
- No estarás sólo.
- Gracias, Kurumi-chan - entonces Toshiro bajó su mirada, acto seguido enfocó a Osen - O-chan, sé que mi cuerpo y aquella alma que me poseyó te hirieron; si en verdad te hice sufrir, perdóname.
- ¡Me dices O-chan de nuevo! - dijo la pelirroja con emoción - ¿Acaso tengo algo que perdonarte?, tú lo has dicho, el que te poseyó me hirió, pero tú, serías incapaz.
Toshiro besó la frente de la niña Izumi, ella se sonrojó.
- ¡Toshiro ha vuelto! - exclamó Kotty
- Ahora debemos dejarlo descansar - propuso la hermana mayor, mientras señalaba a todos la salida - Nos vemos Toshi.
- Gracias, May
- No agradezcas cuando no es necesario.
- Difícil el caso que deje esa costumbre, me gusta agradecer de más.
- En ese caso, un agradecimiento no sale sobrando - dijo ella, con un mirada tierna.
Doguen ordenó a los demás evacuar el área como todo un enfermero, también salió.
- Entonces, te dejo - dijo Kyo - me da mucho gusto verte mejor.
- Kyo... gracias.
- Taiki, vámonos
El niño asintió.
- Me voy primo Toshi y Osen, debo ir a pescar con Kyosuke
- Que te vaya bien, nos veremos.
Osen se recostó y el sueño la fue venciendo, ahora sólo quedaban Yuri y Sei al cuidado de Toshiro.
- Sei, gracias por ser mi hermano del alma.
- Por nada, ahora, los dejaré solos - dijo con voz firme, le guiñó el ojo a Yuri en señal de suerte.
- ¿De-de-jarme solo?
- No, solo no, con ella - rió Sei al notar a su amigo nervioso - le iré a preguntar al tío Izzy sobre cuando nacerán los digimons, ya ves con eso de que están en los digihuevos... jeje, si pasa algo relevante, les aviso.
El rubio Takaishi se retiró, Osen se durmió completamente (la niña tenía su dedo pulgar derecho dentro de su boca, eso no lo dejaría ver una Osen consciente).
- ¿No querías estar conmigo?
- Le tengo miedo a lo que no conozco.
- ¡Pero tú sí me conoces! - dijo algo indignada, la hija de Cody
- Pero no conozco lo que siento por ti - replicó él, con las mejillas rojas - me descontrola mi actitud, eso me asusta.
- A mí también me asusta... dime Toshi, ¿Es verdad que te gusto?
- Eres una niña muy linda, yo creo que sí - dijo él, ya más calmado - Pero Seiyuro y Kyosuke creen lo mismo que yo, y eso ya es un problema... lo que yo siento por ti, es como una nube densa que me confunde, prefiero no pensar en ella, sólo sentirla.
- Toshi... tú, también me causas esa nube densa...
Ambos sonrieron, eran niños, pequeños adolescentes que empezaban a actuar como adultos, pero sin olvidar la magia de la niñez.
--
Fin del capítulo 16
--
Notas actuales: Hola, pues sigo con la publicación de esta historia, ya sólo me quedan 4 capítulos por poner. Aquí traté de disolver un poco la tragedia anterior, supuse que si todo había cesado tendría que haber secuelas, y más con la situación de Toshiro, por lo que quise enfocarme en los sentimientos y en la maravillosa capacidad infantil de animar a los amigos; también introduje el último elemento clave en la saga, y me acerqué al final.
Sigan leyendo, por favor, muchas gracias por los reviews que han dejado, y no se olviden de dejar uno nuevo.
Notas de la autora:
Después de un largooooooo receso (creo que de dos meses), Fusión Prohibida ha regresado con su nuevo capítulo; espero les haya gustado, traté de no extenderme mucho para que no se aburrieran. Muchas gracias a todas las personas que me han animado a que continúe con esta saga, el próximo capítulo será "Cuatro llantos de niñas bonitas"... hasta pronto!!
Por favor, no olviden dejar sus comentarios, quejas, dudas y críticas a: ziddycm@hotmail.com
¡Carpe diem!
(Noviembre-Diciembre del 2001)
- ¡Imposible! - grito Izzy, con desesperación, mientras dejaba chocar su lisa frente con el monitor de su aparato digital.
- ¿Estás seguro, Izzy? - indagó Ken, mientras se acercaba lentamente, con la mirada triste y resignada.
- Velo por ti mismo, Ken - exigió él, con el rostro rojo del enojo y de la impotencia.
El pelirrojo se levantó, dando oportunidad a que el famoso detective Ken Ichijiouji se sentara en aquél tronco que tenía la función de asiento, Izzy caminó directo a un huevo blanco con morado, se inclinó para acariciarlo, deseaba que se abriera, pero ahora, él sabía que las cosas no resultarían del todo positivas, no sabía que era peor, si dejar salir a su "Tentomon" (mm, sabemos que antes es Babumon y Motimon, ¿no?) o simplemente desear que el digihuevo nunca se abriera. Ken suspiró al reafirmar la mala noticia.
- Tienes razón, no hay equivocación posible, la puerta se va a cerrar...
- Es lamentable, Ken - empezó Izzy, poniendo su masculina mano en la barbilla, parecía pensativo - y por más que lo pienso, no encuentro una solución... eso sencillamente porque no la hay, ¿verdad?
- Yo tampoco veo salida - sinceró Ken.
- Pero como se dice por ahí "Dos cerebros piensan más que uno", me supongo que las cosas mejorarán si pedimos la opinión de varias mentes más, al menos es lo único que nos queda, los Digihuevos no tardarán en abrirse, y las cosas empeorarán si los demás no están advertidos.
- Otra vez lo mismo, tienes razón
- Desearía no tenerla - agregó Koushiro, todavía molesto por las circunstancias, parecía haber encontrado una barrera que no podía derribar, esa era la causa de su ira.
--
Abrió sus canelos ojos, estaban rojos, ciertos recuerdos lo atormentaban, pero no podía estar evadiendo su realidad; Toshiro no recordaba haberse sentido tan mal en otra ocasión, pero no era el cuerpo adolorido, las nauseas o el dolor de cabeza lo que lo atormentaba, sino unos remordimientos gigantes, el sentimiento de culpa, el dolor de sentirse malvado, temía ver a su madre a los ojos directamente, sospechaba que Kari estaría junto a él en esos momentos, velando su sueño, pero no quería ver más a su mamá, sentía una vergüenza infinita, él no se sentía digno de ser un Yagami. Lo primero que vio fue la melena rubia de Takeru Takaishi, el amor de su madre, por tanto, su futuro padre, el hombre le dio una sonrisa sincera y llena de esperanza, Toshiro se acordó de su amigo Seiyuro, no en balde eran padre e hijo, desvió su mirada, ¿Por qué estaba él y no su mamá?
- Hola, Toshiro - saludó cordialmente - No te preocupes, Kari fue con Joe a preguntarle algunas cosas de tu salud, la llamaré en seguida.
- ¡No! - dijo éste, con notoria angustia - No-no la llames...
- Ella se pondrá muy feliz de verte mejor, anda, dale una sonrisa.
- No es tan sencillo - argumentó Toshi, muy desganado - No me siento capaz de volver a ver a mamá a los ojos, no puedo... yo... no soy digno de ella, no tengo esa luz que debería haber tenido, la he decepcionado.
- Creo que el único que está decepcionado aquí eres tú, estás muy afectado por sentir que no has sido fuerte.
- ¡Es la verdad!, por mi culpa pudieron morir Kotaro, Osen y Seiyuro, los iba a matar.
- Decías que nos ibas a matar a todos, pero no eras tú, era el lado oscuro de Genai, querido niño, deja atrás esos pensamientos, pienso que nada ganas atormentándote a ti mismo.
- Soy incapaz de olvidarlo - se entercó, dándole la espalda a su padrastro - ¡Es imposible!
- Si tomas esa actitud, me temo que tu madre y muchos otros sí se decepcionarán, aunque creo que el problema aquí eres tú; Toshi, eres muy duro contigo mismo, ¿No te das cuenta de que Kari no volverá a sonreír si no te ve como antes?, trata de animarte, hazlo por los que te quieren, por tus amigos, tu mamá, también por mí...
Toshiro suspiró desganado, volvió a ver a TK.
- Me dará mucho gusto tenerte entre mi familia, sé que no eres mi hijo, pero todo lo de Kari es sagrado para mí.
- Yo... sé, que cuando era el otro yo, me porté mal... no estoy en contra de nada que haga feliz a mi mamá, pienso, como Sei, que no hay pareja más linda que ustedes, es una lástima que yo arruine todo - comenzó a llorar tenuemente, pero se calmó, entonces rogó - Por favor, que no venga mi madre, no podré enfrentarla..
- De acuerdo, hijito - animó Takeru - pero te advierto que postergar las cosas no es conveniente.
El hombre se levantó y se retiró. Toshiro se tranquilizó un poco, miró a su alrededor, estaba en una cabaña improvisada, era el campamento. Al lado de su catre estaba la pequeña Osen, que también reposaba por resultar "herida" o por lo menos enferma en los últimos acontecimientos. Él se puso de pie y caminó hacia la compañera pelirroja, a cada paso lloraba con más potencia, pero silencioso, recordaba los buenos días que había pasado junto a Taiki y Osen, que eran como sus hermanos, el día de hoy los había lastimado a ambos, y no sólo eso, también al resto de sus amigos; cuando llegó hasta ella revisó que estuviera dormida, y al verificarlo se dedicó a acariciarle el cabello con calma, en sus ojos había una tormenta inetivable, además de ello, susurraba levemente "Perdóname hermanita, perdón... no quise herirte... pero pagaré por ello, mis pecados me condenarán... ¡Ah, querida Osen!, siempre he odiado verte enferma, y ahora es mi culpa, soy un desgraciado..."
--
- ¿Ya despertó?
- Él se siente incapaz de verte, Kari - dijo Takeru - le prometí que no te diría nada, pero creo que sería injusto que siguieras con ese pendiente...
- Entonces mi querido Toshi me rechaza porque se siente culpable... ¡Por Dios, TK!, mi pobre niño está traumatizado, no sé que hacer para ayudarlo - gimió Kari, mientras se refugiaba en los brazos de su amado.
- No te preocupes, yo tengo una idea, mi amor - le esperanzó él, mientras besaba a Kari con ternura - sólo confía en mí.
Vieron cómo Seiyuro y Zetaro se acercaban con rostro asustado de la cocina.
- ¡Papá, Tía Kari! - clamó Sei - ¡¡Por favor, ustedes tienen que ayudarnos!!
- ¿Qué pasa, Seiyuro? - indagó Takeru
- ¡Es una abominación!, Sei y yo queríamos advertirles - anunció Zet - porque si no lo evitamos, habrá más enfermos.
La cara funesta de los hombrecitos causaban gracia.
- Estamos esperando a que nos digan, chicos - replicó Hikari, a la plática se había unido Mayumi, con cara asqueada.
- Lo que sucede es que... la Sra. Mimi está cocinando - dijo avergonzada.
- ¿Ah, sí?, ¿Y eso que tiene de extraordinario?, digo, hace un pastel de arroz muy... excéntrico, pero rico - declaró TK
- ¡Es que Ben nos ha torturado con la cocina de su mamá por mucho tiempo! - dijo Zet, traumatizado - y pensamos que corremos el mismo riesgo con la tía Mimi, por favor, ayúdennos, es peligroso, a Doguen una vez le dio indigestión
- ¡Bah, no exageren chicos! - rió Takeru - ¿Qué tan malo puede ser?, no es la misma comer la comida de una cocinera profesional que la de su hijo.
- Bueno, la receta sigue siendo Pescado con caramelo, lo que según nosotros, no es una receta alentadora para nuestro aparato digestivo - juzgó Mayumi Ishida, con sonrisa fingida.
- TK, iré ha hablar con Mimi - agregó Kari, algo horrorizada.
- Espera, Hikari - dijo un recién llegado, el cual era Koushiro - ya que vas hacia allá, te rogaré que le anuncies a todos que Ken y yo tenemos que hablarles, es muy importante.
- De acuerdo, Izzy - respondió ella, con una sonrisa.
Hubo un extraño silencio, los chicos miraban atentos el rostro de los adultos, tanto Ken, como Izzy parecían impotentes, sus rostros claramente decían que tendrían que dar una mala noticia, Takeru ya se había dado cuenta de ello, intentó alegrar el lugar, no parecía ser buena idea que los pequeños comenzaran a cuestionar.
- Chicos, les tengo noticias de Toshi.
- ¿Ah, sí?, ¿Cómo está? - preguntó Sei con mucho interés.
- Ha despertado, hijo - habló el padre, ahora fue el centro de atención - pero me temo que está muy mal, muy triste, deprimido a tal extremo que no puede ver a su madre a la cara, piensa que no vale nada, que sus ojos no merecen un perdón, no quiere ver a nadie... ¿Qué opinan de eso?
Los niños estaban muy tristes.
- ¡Lo que pasó no es su culpa! - renegó Zet
- Pienso que él no puede perdonarse a sí mismo - dijo May, con su típico sentido racional, era una niña muy lista.
- Exactamente, y la verdad es que Toshi no puede salir solo de ésta.
- ¡Pero nosotros no estamos en vano, padre!, yo quiero ayudarlo, es mi mejor amigo.
- A eso iba, chicos - musitó el rubio escritor - cuando terminemos esta reunión, sería conveniente que ustedes le fueran a dar una visita, denle ánimos, eso le ayudará mucho, tengo fe en ustedes.
- Supongo que nada se pierde con intentarlo - dijo May, con aparente frialdad - pero no sé si yo pueda hacer algo por él, primeramente debe de perdonarse a sí mismo.
--
Todos los que podían estar presentes se habían reunido, a excepción de Osen, Toshiro y Satoru (que dormía una siesta).
- No es gusto mío decirles esto, amigos - dijo Izzy con expresión de agobio muy notable - he estado investigando el porqué no podemos abrir la puerta a la Tierra, con ello me he topado con muchas sorpresas, nada agradables...
- Izzy, habla de una buena vez - exigió Mimi - que nos estás asustando.
"Ojalá de verdad te asustara, Mamá, así te alejarías de él" pensó Ben, con malicia.
- La puerta que une al Digimundo y la Tierra se cerrará... para siempre.
- ¡Oh, no! - exclamó Sora - ¿Están seguros?
- Completamente - replicó Ken, de forma triste - no hay solución posible, por ahora.
- Pero papá - dijo Zetaro - ¿Qué significa eso de que la puerta se cerrará?
- ¿No lo entiendes, Zet? ¡Si la puerta se cierra, nos separarán de los digimons! - explicó Kurumi, con lágrimas en los ojos.
- ¡Eso no es justo! - sollozó Taiki - ¡Nadie me separará de Koromon!
Kotaro comenzó a llorar de forma escandalosa, Mayumi intentó calmarlo, pero ella misma quería consuelo.
- Pero... - dijo temblorosa - ¿En verdad tendremos que separarnos?, es decir, ¿Todos los humanos se quedarán sin su compañero del alma?
- En efecto - le dijo Yamato - será como la primera vez
- ¿La primera vez?
- Verás Doguen, la primera vez que viajamos al Digimundo regresamos a casa, pero sin Gomamon y los demás... ahora la situación habrá de repetirse, supongo que es parte del destino.
- ¡Pero los Digimons son parte de nosotros mismos! - rezongó Seiyuro
- ¡No imagino la vida diaria de los hombres sin ellos! - siguió Kyo - ¿No podemos hacer algo?, ¡Papá, hay que hacer algo!
Izzy dio un paso al frente, estaba dispuesto a seguir explicando.
- Hemos suspendido la Fusión Prohibida gracias al Puente de Corazón a Corazón, la fusión era el resultado del conjunto de todas las bases de datos de digimons, después de demostrar de lo que somos capaces, el Digimundo se ha salvado, este... ¿Me están entendiendo?
- Si no me equivoco - dijo Yuriko Hida - la fusión prohibida pudo haber sido un Apocalipsis, pero como ahora tenemos una segunda oportunidad y el ciclo se ha cumplido, todo vuelve a iniciar, como si fuera una creación.
- ¡Muy bien, Yuri! - felicitó el Ing. Izumi - eso mismo, las bases de datos de los Digimons se han formateado, es como si un equipo de cómputo se reiniciara.
- Por eso mismo han llovido Digihuevos, nacerán muy pronto, pero la puerta se cerrará. - agregó Taichi
- ¿Y no podremos abrir la puerta después? - preguntó Yolei.
- No sabemos - le contestó su marido - esperemos que sí.
- La puerta se abrirá siempre que exista en la tierra alguien con las características de nuestros emblemas - replicó Takeru, tratando de ayudar a dar ánimo - Alguien curioso y con ganas de conocer, alguien que brinde luz, amor, esperanzas y amistad, alguien que sepa ser sincero y demostrar pureza, personas con valentía, que unan a las masas con perseverancia y sepan actuar con equidad, que crean en el destino, pero no se dejen arrastrar por él.
- Cuando haya problemas, los digimons no dudarán en pedir nuestra ayuda - dijo Kari - por eso nunca debemos decir ADIOS, creamos en el "Hasta luego", así que no quiero verlos tristes, chicos.
Los niños no respondieron, la verdad era que no estaban impuestos a vivir sin digimons.
- La puerta se cerrará muy pronto, debemos desplazarnos hasta la Isla File, regresaremos en el tren (o trolebús) de hace tiempo, Ken y yo nos haremos cargo, en cuando a los digihuevos, según creemos, se abrirán hoy mismo y con el poder de nuestros emblemas los haremos digievolucionar con rapidez, de modo que con ellos nos desplacemos al sitio de partida.
- Ahora niños, deben de acariciar a sus digimons, para que nazcan, y cuando ya estén con nosotros, debemos de asegurarnos de que estén contentos hasta el último momento, ¿De acuerdo? - ordenó Sora, amorosamente.
- OK - contestó Ben. - Será una buena despedida entonces...
--
Los niños entraron al improvisado recinto, sus sonrisas eran tenues y nerviosas. Kyosuke fue el primero en avanzar hacia el sitio de Toshiro, que los esperaba sentado, mirando a la nada; al lado de la cama del mismo estaba Osen, igualmente callada y confundida.
- ¿Cómo te sientes? - preguntó Kyo, con preocupación en su rostro.
Toshiro endureció su rostro y derramó una lágrima.
- ¿Cómo he de sentirme? - exclamó de pronto, con voz temblorosa y ademanes siniestros - ¡Me siento como un asesino! - gritó excitado.
- ¡Pues no lo eres! - renegó Seiyuro, que también se había acercado - ¡No eres tú quien a matado!, ¿Entiendes?, ¡No eres tú!, ¿Por qué te entercas en esa hipótesis que figuraste?
- ¡Porque yo lo hice, porque yo lo recuerdo!; no sólo lo maté a él, estuve a punto de matar a Osen, a Kotty... a ti, casi infarto a mi madre, y destruyo a los digielegidos, ¿Qué eso no es suficiente para lamentarme eternamente?, ¡¿Qué sería de ustedes si lo hubieran vivido?!... No saben nada, no pueden comprender lo que siento, ¡Menos mal! - sentía un nudo en la garganta que le impidió continuar.
Mayumi, entonces, tomó la palabra, la chica Ishida había encontrado una manera de hacer sentir "mejor" a Toshiro.
- Buen punto, Toshiro - ella calló unos segundos, para elegir las palabras adecuadas, todos la miraron intrigados - me refiero a lo que dijiste anteriormente "¿Qué sería de ustedes si lo hubieran vivido?", piensa, Toshiro, ¿Qué tal si yo hubiera sido la Poseída?, Si yo hubiera sido, por causas del destino, la que matara al viejo Genai... ¡Imagínalo!, y ahora, dime con sinceridad, ¿Sería yo, una asesina?, ¿Me intentarías animar y tratarías de hacerme sentir liberada?, ¡Juro por mi existencia, que tu postura sería la misma que la de nosotros, tus amigos intentan quitarte del cerebro ese sentimiento de culpa, ¿O me equivoco?.
- No te equivocas - agregó el dueño de la Luz - Pero... aún así, no me comprenden; jamás volveré a ser quien era, me siento sucio y denigrante...
¡El hubiera no existe, May!... mi cuerpo es el que ha matado.
- Tu cuerpo, más no tu espíritu - interrumpió Taik, mirando fijamente a su primo, con expresión dulce - Tu espíritu es puro, primo, no hay alma más brillante que la tuya, ¿No es así, Yuri?
Yuri Hida se sonrojó instantáneamente y afirmó con su atenta cabecita, el hijo de Kari devolvió esa sonrisa.
- Yo... les agradezco, pero... Tengo miedo - sinceró encogiendo los hombros y desviando la mirada, Kotaro vio ahora su oportunidad de entrar en la plática.
- ¿Acaso no has sido tú, quién me ha dicho que es imposible no tener miedo?.
- Sí.
- Sempai Toshi - replicó el niño pelirrojo, con gracia, ternura y precisión - ¡El miedo no se vence, sólo se enfrenta y se desaparece!
- Eso lo sé, a veces doy buenos consejos, pero ignoro como aplicarlos a mí mismo - argumentó con tristeza, su alma exaltada sólo quería liberarse de sus fastidiosos amigos, no le gustaban ese tipo de torturas parlantes.
- Entonces, no debes dar consejos nunca más - dijo Kotty, algo decepcionado - porque podría perder la fe en ti.
- ¡Oh!, ¡Ya váyanse! - rogó con la mayor amabilidad posible - me están confundiendo, estoy muy cansado.
- ¡Nadie se irá sin que cada uno acabe de decir lo que planeamos! - exclamó Ben, con expresión de enojo - Me molesta tu actitud, me exaspera que un niño tan bueno e "ideal" se porte tan bestialmente, ¡Deberías sentirte aliviado!, has sido tú quien ha salvado a todos nosotros de ser poseídos, ¿Comprendes esto?, me ahorraste la molestia de ser invadido por la oscuridad, por tu bendita culpa, no sufrí, ¡Ese es mi enfoque, nos salvaste, así que aprende a vivir con ello!
Toshi pareció enfadarse.
- ¡¡Tú jamás hubieras sido el poseído!!, ¡Tenía que ser yo!, él lo dijo, ¡Sólo podía ser yo!.
- Me das lástima, no quería llegar a este extremo, pero es la verdad - dijo Ben con sonora voz quebradiza, mezcla de la ira, impotencia y decepción.
- No me importa, pues me compadezco a mí mismo.
Todos bajaron el rostro, apenados.
- Por favor Ben, si no lo vas a animar, mejor no hables - sugirió Zet.
- Pienso que hay que ser directos y decirle sus verdades - argumentó Benjamín en su defensa, mientras se alejaba del grupo un poco y se hacía el despistado.
Osen escuchaba aturdida la escena, cada uno de sus amigos intentaba ayudar a Toshiro a salir del abismo, ella no hablaba, de hecho, se sentía incapaz de hacerlo desde que había despertado y se había topado con la mirada confundida de su "hermano mayor"; la verdad es que ella debía dejar ese sentimiento de impotencia y tratar de ayudar; comenzó a hablar, con un poco de miedo.
- Toshi...
El niño rápidamente miró a la niña que según él casi mata.
- Mande, Osen - inició con cortesía.
- ¿Por qué ya no me llamas O-chan?
- Porque ya no puedo seguir teniendo ese honor, casi te mato, ¿Entiendes?, ¡Si te hubiera matado, juro que me hubiera suicidado!.
- No la hubieras matado, eso lo aseguro - opinó Taiki - Tantas veces hemos rogado por la vida de Osen, que apuesto mi vida a que no la hubieras matado.
- Eso creía yo, hace mucho - dijo el canelo hijo de Hikari - en aquél entonces, todavía creía en mi fortaleza, tenía fe en todo y creía que los sueños se podían hacer realidad, era otro... pero me equivoqué, el alma que creía tener fuerte, resultó débil... Juré que él no me dominaría, lo contradije tantas veces y ¡con tanta seguridad!... ¡Ustedes no saben nada!, ¡Ya no sirve de nada saber, es sólo la realidad!, ¡No existen los sueños!, ¡No hay real fortaleza, todos somos débiles y volubles!... al final, de nada sirve vivir, sólo existimos para sufrir y morir - declaró histérico.
Kyo lo cacheteó con determinación, con la intención de calmarlo.
- ¡Eso no lo diría el Toshiro de siempre! - renegó Kurumi -Eso lo podría decir yo, pero tú no, por favor, vuelve en ti, yo tengo fe en ti.
- Es verdad, tú eres muy importante y creemos en tu emblema, lo menos que podemos hacer es hacerte entrar en razón: NO HAS SIDO TÚ, EL QUE HA MATADO; ha sido ese eclipse maldito, aquella negra oscuridad.
- Doguen tiene razón - prosiguió Zetaro - No debes culparte por eso, en cambio, alégrate, nunca fuiste dominado por completo, no pudiste herir a tus amigos, te detuviste antes de golpear a Seiyuro, no mataste ni a Osen, ni a Kotaro... y eso fue porque muy dentro de ti, luchabas por ser el mismo.
(Vaya, que niños tan profundos n_n)
- Te diré algo, Toshi - comenzó Sei Takaishi, mirando fijamente a su mejor amigo - y esto que te digo, es por experiencia propia.
- ¡No quiero oírte!
- ¡Tu actitud patética me harta!, actúas casi como el Toshi poseído, digo, comprendo que jamás serás el mismo, pero esa no es razón para que actúes como un patán.
- Yo...
- La vida está llena de sufrimientos, de tropiezos y de falsedades, el espíritu es débil y se desmorona cuando no se tiene fe, cuando no hay esperanza, cuando no hay luz... el sol se oculta, ¿Lo has notado?, pronto será un nuevo día y con ello , todos iniciaremos una nueva vida, nada volverá a ser lo mismo... Tokomon y los demás digimons no podrán retornar a nuestro mundo, ¿Has oído bien?, ¡Será mañana cuando te despidas de tu Salamon para siempre!, ¿No lloras, Toshi?, ¡Me desesperas!, me fastidia que tu madurez se desvanezca y le de auge a temores, y formes una inmadurez que no va contigo.
- Tú... ¡No tienes derecho a decirme esto!, ¡Cállate!
- ¡Claro que tengo derecho!, ¿Sabes por qué?, ¡¡porque somos amigos!!, y como tales, es mi deber hacerte ver tus errores... Eres mi hermano del alma, todos los son, ¿Te enteras? - el rubio cambió su actitud reprendedora por una más nostálgica - Cuando estábamos dentro del Castillo Legendario, y vimos morir a O-chan, ¿Lloraste?, Sí, te sentiste tan triste como todos, pero tu actitud nos ayudó y seguimos adelante; a cada paso caían nuestros amigos, y aunque nuestros corazones estaban cansados y entumidos por el dolor, ¿Acaso no sentían nuestras débiles almas la necesidad de seguir?, ¡claro!, entre más sufríamos, más queríamos dejar de sufrir, queríamos triunfar y demostrar que hay amor en el mundo; sentíamos arder fe en nuestras almas, porque sabíamos que tras la tormenta, hay luz.... ¡Y yo me niego a creer que ya no pienses así!, ¡qué no confíes en la victoria del amor y la amistad!... ¡Jura que no crees en el mañana, y prometo dejarte en paz!
Toshiro bajó la mirada y no respondió.
- ¿Verdad que no puedes engañarte a ti mismo? - argumentó Taik, notablemente contento - Y eso porque vibra la esperanza en tu corazón.
- A-a-mi-goss - chilló Toshiro.
- Tú siempre creerás en el mañana - le dijo Yuri - siempre tratarás de afrontar tus penas; has escalado un gran cima, y por un tropiezo no echarás tu esfuerzo a la basura, porque aunque más te lo niegues, más sabrás tu verdad.
- Toshiro - dijo Zet - ¡Muchas gracias!
- Sí, Toshi, ¡Gracias! - siguió Doguen
- No lo entiendo, ¿por qué me agradecen?
- Ya lo hemos dicho - declaró Ben
- Has sufrido más que nosotros, pero a cambio merecerás muchos más gozos - animó Kyo, como complementando la frase anterior.
Toshiro sonrió triste y resignado, luego suspiró. Sus amigos tenían razón, no podía desvanecer su luz, en cambio, debía de fortalecerla, porque aunque los espíritus son débiles, saben hacerse fuertes en el momento necesario.
- Ustedes... son mi fuerza
- Eso porque somos un equipo, amigos
- Perdónenme - pidió el hijo de Kari - lamento haberlos decepcionado, pero prometo que de ahora en adelante iniciaré mi lucha para salir del vacío.
- No estarás sólo.
- Gracias, Kurumi-chan - entonces Toshiro bajó su mirada, acto seguido enfocó a Osen - O-chan, sé que mi cuerpo y aquella alma que me poseyó te hirieron; si en verdad te hice sufrir, perdóname.
- ¡Me dices O-chan de nuevo! - dijo la pelirroja con emoción - ¿Acaso tengo algo que perdonarte?, tú lo has dicho, el que te poseyó me hirió, pero tú, serías incapaz.
Toshiro besó la frente de la niña Izumi, ella se sonrojó.
- ¡Toshiro ha vuelto! - exclamó Kotty
- Ahora debemos dejarlo descansar - propuso la hermana mayor, mientras señalaba a todos la salida - Nos vemos Toshi.
- Gracias, May
- No agradezcas cuando no es necesario.
- Difícil el caso que deje esa costumbre, me gusta agradecer de más.
- En ese caso, un agradecimiento no sale sobrando - dijo ella, con un mirada tierna.
Doguen ordenó a los demás evacuar el área como todo un enfermero, también salió.
- Entonces, te dejo - dijo Kyo - me da mucho gusto verte mejor.
- Kyo... gracias.
- Taiki, vámonos
El niño asintió.
- Me voy primo Toshi y Osen, debo ir a pescar con Kyosuke
- Que te vaya bien, nos veremos.
Osen se recostó y el sueño la fue venciendo, ahora sólo quedaban Yuri y Sei al cuidado de Toshiro.
- Sei, gracias por ser mi hermano del alma.
- Por nada, ahora, los dejaré solos - dijo con voz firme, le guiñó el ojo a Yuri en señal de suerte.
- ¿De-de-jarme solo?
- No, solo no, con ella - rió Sei al notar a su amigo nervioso - le iré a preguntar al tío Izzy sobre cuando nacerán los digimons, ya ves con eso de que están en los digihuevos... jeje, si pasa algo relevante, les aviso.
El rubio Takaishi se retiró, Osen se durmió completamente (la niña tenía su dedo pulgar derecho dentro de su boca, eso no lo dejaría ver una Osen consciente).
- ¿No querías estar conmigo?
- Le tengo miedo a lo que no conozco.
- ¡Pero tú sí me conoces! - dijo algo indignada, la hija de Cody
- Pero no conozco lo que siento por ti - replicó él, con las mejillas rojas - me descontrola mi actitud, eso me asusta.
- A mí también me asusta... dime Toshi, ¿Es verdad que te gusto?
- Eres una niña muy linda, yo creo que sí - dijo él, ya más calmado - Pero Seiyuro y Kyosuke creen lo mismo que yo, y eso ya es un problema... lo que yo siento por ti, es como una nube densa que me confunde, prefiero no pensar en ella, sólo sentirla.
- Toshi... tú, también me causas esa nube densa...
Ambos sonrieron, eran niños, pequeños adolescentes que empezaban a actuar como adultos, pero sin olvidar la magia de la niñez.
--
Fin del capítulo 16
--
Notas actuales: Hola, pues sigo con la publicación de esta historia, ya sólo me quedan 4 capítulos por poner. Aquí traté de disolver un poco la tragedia anterior, supuse que si todo había cesado tendría que haber secuelas, y más con la situación de Toshiro, por lo que quise enfocarme en los sentimientos y en la maravillosa capacidad infantil de animar a los amigos; también introduje el último elemento clave en la saga, y me acerqué al final.
Sigan leyendo, por favor, muchas gracias por los reviews que han dejado, y no se olviden de dejar uno nuevo.
Notas de la autora:
Después de un largooooooo receso (creo que de dos meses), Fusión Prohibida ha regresado con su nuevo capítulo; espero les haya gustado, traté de no extenderme mucho para que no se aburrieran. Muchas gracias a todas las personas que me han animado a que continúe con esta saga, el próximo capítulo será "Cuatro llantos de niñas bonitas"... hasta pronto!!
Por favor, no olviden dejar sus comentarios, quejas, dudas y críticas a: ziddycm@hotmail.com
¡Carpe diem!
(Noviembre-Diciembre del 2001)
