LAS CUATRO GUERRERAS



CAPITULO VI : POR NUESTROS SERES QUERIDOS



Morpheus miraba tristemente a su hermana, quien estaba poseída por el odio, sus ojos reflejaban

con claridad la ira que cargaba con ella, poco a poco se olvidaba de su verdadero objetivo y se

centraba únicamente en su odio... no descansaría hasta ver la sangre de Nibenay correr por sus

manos. El odio la dominaba por completo, y si no lograba detenerlo terminaría por destruirla a

ella y tal vez también a sus seres queridos.

Caminaba sin descansar y no cruzaba ni una palabra con su hermano.

De repente un resplandor segó a los dos hermanos y cuando fueron capaces de lograr abrir los

ojos solo lograron ver un escenario escalofriante: el suelo estaba constituido por piedras

negras, no había árboles en kilómetros a la redonda, las aguas de los lagos eran negras, el

cielo era gris, el viento se sentía frió y a todo alrededor se apreciaban esculturas de

diversos demonios y seres malignos de aspectos repugnantes y muy a los fondo había una pared

echa por una pila de piedras combinada con cráneos de persona, se lograba distinguir algunas

partes de esqueletos como, la caja toráxica de varios cadáveres, brazos esqueléticos que sobre

salían de la pila suspendidos en el aire como esperando que alguien los jalara y los liberara

de su prisión, algunas cabezas que conservaban aun la piel putrefacta mostraban facciones de

desesperación, sufrimiento, dolor y pena. Era una especie de portal u monumento que

representaba el purgatorio donde miles de almas sufrían esperando algún día ser enviados al

infierno o al paraíso. Enfrente había un trono echo de una extraña madera negra. Sentado en

el trono se encontraba un hombre cubierto por una capa negra, un mechón de cabello color

morado sobresalía de la capucha que no permitía ver el rostro de aquel hombre, posaba las

manos pálidas en un báculo dorado muy parecido al de nuestro Guru Clef y a la vez con un gran

parecido a la cuchilla que lleva la muerte.

- Nibenay - susurra Morpheus impactado

- Vaya, vaya... mis dos hijos traidores han regresado - contesta este sin voltear a verlos

- ¡esta vez no te me escaparas! - exclama Clow invocando su espada y armadura - ¡ya me canse de

tus juegos!

- Hace tanto tiempo que no nos veíamos mi querida Clow, la ultima vez que no enfrentamos no

tuve tiempo de verte bien. - dice Nibenay viéndola con sumo interés - si mal no recuerdo tan

solo eras una chiquilla cuando te vi en la tierra... mmm... pero mírate ahora ya eres toda una

mujer

- No desvíes la conversación (chale a eso le llama conversación o_O) - dice lista para pelear

- te vas a quedar ahí a esperar tu muerte o vas a pelear

Nibenay rió, y se saco la capa negra que le envolvía su cuerpo, se puso en pie y lucio un traje

muy parecido al de Clef (el que lleva Clef en las Ovas).

Nibenay sabia a la perfección que el poder de la diosa era gigantesco, sin embargo también se

percato de todo el odio que sentía - un punto a mi favor - pensó este. No podría atacarlo de

lleno con ese sentimiento

Clow se canso de esperar, empuño la espada con fuerza y se arrojo contra su padre quien la

detuvo con su báculo.

Clow salto hacía atrás soltó su espada y con las manos extendidas en dirección hacia Nibenay

grito : "CANTO FÚNEBRE"

Una especie de ser sombra-niebla comenzó a cubrir el cuerpo de Nibenay que se sintió débil por

un momento, cada vez le era mas difícil respirar, sentía que tenía algo atorado en la garganta,

y la piel le ardía, pero repentinamente el poder de Clow dejo de tener efecto, simplemente

desapareció.

- ¡pero que rayos...! - dijo Clow casi en un susurro

Nibenay esbozo una sonrisa, al parecer sus sospechas eran acertadas.

Clow perdió la paciencia y con un ademán que hico con ambos brazos, la tierra tembló y

cadáveres de gente muerta comenzaron a salir, pero de un momento los cadáveres dejaron de

moverse y quedaron regados por todo el suelo sin vida (mas muertos ya no pueden estar jeje)

Clow comenzó a sudar un poco alterada, pero que rayos le sucedía a sus poderes, des pues de

un momento de titubeo opto por usar su espada y matarlo de una buena ves... Clow se disponía

a atacarlo pero su cuerpo dejo de responderle, no podía mover sus manos y mucho menos sus

piernas, se sentía pesada y por mas que intentaba moverse, su cuerpo la había abandonado...

todo aquel odio había consumido sus energías y había dejado incapacitado su cuerpo.

Nibenay no desaprovecharía esta oportunidad, su báculo se transformo en una espada negra con

algunos tonos dorados, y sin titubear se lanzo contra Clow.

La sangre corrió por el suelo, la espada había logrado clavarse en la carne... pero no en la

de su objetivo.

Morpheus callo escupiendo sangre; interpuso su cuerpo para salvar la vida de su hermana.

El cuerpo de Clow fue tomando movimiento y se acerco al cuerpo de su hermano quien dejo de

moverse.

- ¡¡¡¡NOOOOOOOOO!!!! - las lagrimas inundaron el rostro de Clow



(noooo!!! ...sniff mi querido morpheus....buaaaa)

***

Marina yacía acostada sobre una lago de aguas oscuras, sus cabellos estaban regados portadas

partes, y en su pecho una mancha roja cubría su vestido blanco, mientras que una daga se

mantenía enterrada en su corazón. Estaba atada de pies y manos y su boca cubierta por un trapo.

-¡que es esto! - exclama Clef - por que esta en ese estado - dice sin atreverse a acercarse

Un sombra sale del agua y envuelve a marina

Clef despierta alterado y cubierto de sudor, que había sido ese sueño y por que marina estaba

en esas condiciones.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por Caldina que entro de golpe a su habitación, estaba

muy alterada y eso era raro en la bailarina.

- ¿qué te pasa?

- Es marina esta muy grabe - dice exaltada Caldina

-¡¿que le ha sucedido?!

-Marina despierta, te lo ruego, tienes que estar bien, vamos amiga - suplica Lucy tomando la

mano de su amiga inconsciente

- gu... guru clef - las palabras de marina eran un susurro de su inconsciente que luchaba por

salir

-¿qué pasa? - entonces si quieres a Clef - dice Anais tratando de comprender

-discúlpenme...

Celeste apareció por de tras de las chicas, se inclino a un costado de la cama de marina y la

tomo de las manos, su cuerpo comenzaba a desvanecerse poco a poco.

- ¿qué pasa? - dice Lucy asustada

- tengo que estar con ella, me necesita...

- ¿qué esta sucediendo? - dice Anais

- la tengo que ayudar a luchar dentro de su mente...

- que intentas decirnos - dice Anais pacientemente

- lo tenemos que sacar de su mente... a Nybenay - esto ultimo lo dijo en un susurro e

inmediatamente desapareció

- entonces eso era - dice Anais tomando la mano de marina

En ese momento Clef entra a la habitación alertado .

- ¡que le sucedió!

- No te preocupes, celeste esta con ella... ella lo tiene que superar...sola - dice Lucy

tratando de Clef no intervenga

- Pero...

- No te preocupes Guru Clef, ella te ama, fue obra de Nibenay - Anais se pone en pie y posa

su mano en el hombro del mago - tienes que ir con céfiro, de eso depende todo...

Clef asiente con la cabeza, ya no jugaría mas ya era la hora y nadie lo detendría y con esa

fuerte voluntad salió de la habitación de su amada para encontrarse con lo que era su destino.

- Tenemos que cuidar el cuerpo de Marina - dice Lucy - si algo le pasa todo estaría arruinado

Lucy y Anais se mantenían a lado de su amiga para cuidar de que no le sucediera nada, mientras

esperaban el resultado de la batalla interna de marina. De pronto una fuerte aura maligna se

sintió fuera del castillo, Lucy se asomo por una ventana y alcanzo a ver a Nibenay

(el verdadero) parado sobre una gran roca, ahí esperando a que salieran todos; al parecer todo

le parecía un simple juego.

- tenemos que ir afuera o destruirá el castillo - dice Anais

- no tu quédate aquí, debes cuidar a marina, estoy segura que Nibenay enviara a alguien para

destruir su cuerpo, mientras tanto yo peleare afuera

- pero Lucy...

- confía en mi

diciendo esto Lucy salió corriendo de la habitación convoco su espada y su armadura, estaba

decidida a pelear a muerte por defender a sus seres queridos, pero había algo que la

inquietaba: ¿Que le había pasado a Clow?, se suponía que estaba con Nibenay. Deseaba con

todas sus fuerzas que no le haya pasado nada; odiaba ver a sus amigas en peligro y odiaba mas

no poder hacer nada. No sabía cual era el poder de Nibenay, pero si era hermano de Clef sin

duda su poder seria enorme, y no tenía idea si podría ganarle ella sola, así que de alguna

forma se despidió de todos y aunque le doliera en el alma tener que decirles adiós, sabia que

si tenía que morir, moriría peleando por sus seres queridos.

***



- Ya déjame - dice Marina

- Ja ja esta será tu cárcel por toda la eternidad - dice una sombra. Aquella sombra que había

atacado a Marina y a Clef, a la que se suponía ya había derrotado.

Marina estaba esclavizada dentro de su propio cuerpo, no sabía que sucedía en el exterior,

como estaban sus amigas, Clef, Caldina, Ascot, Kamui y todos aquellos que ella amaba tanto.

Estaba envuelta por una terrible sobra, que aunque visiblemente parecía ser frágil, era dura

como el acero y la mantenía quieta sin alguna esperanza de poder librarse. Una lagrima se

deslizo por su mejilla y callo sobre un estanque a sus pies, la lagrima fue devuelta, ahora

flotando y subiendo al estanque sobre su cabeza. En el momento en que la lagrima se unió al a

las aguas, el estanque brillo y una figura salió de el: era Celeste

La sombra - un demonio al servicio de Nibenay, capas de introducirse en las mentes de sus

victimas recibía el nombre de Dream's Stalker (invasor de sueños) - cerro el portal que había

transportado a celeste hasta el sueño de marina y una gran oscuridad se trago todo.

Celeste muy tranquilo formo una esfera de agua que ilumino parte del sitio con una dulce y

tranquilizadora luz azulada.

La esfera quedo flotando y Celeste se dirigió a Marina.

- Vamos marina - dice con una voz que tranquilizaba el alma - rompe tus ataduras, yo se que

puedes - Celeste se alejo un poco de ella - afuera todos te necesitan

- ¿Están bien?

- Clow y Morpheus se han ido y no sabemos como están, Clef esta muy preocupado por ti, Lucy

ahora combate contra Nibenay...

Los ojos de marina se inundaron de lagrimas brillantes, marina alzo su cara y con un notable

cambio de triste a decidido se reflejo en su cara.

- ¡¡Ceres!!

Su gema brillo y elimino toda la oscuridad de su mente-sueño, un gran dragón salió de las

profundidades y se dispuso a pelear.

- No será tan fácil dijo la sombra - con un cierto tono de confianza

Hizo un ademán con alguna parte de su cuerpo (lo que se supone es su brazo *-*) y un dragón

construido de sombras se alzo frente a Ceres.

Ambos se miraron desafiantes, ninguno pensaba dejarse derrotar y pelearían hasta que uno fuera

el vencedor. Ceres y el dragón negro comenzaron una feroz lucha cuerpo a cuerpo, ambos se

elevaron por los aires uno irradiando luz y otro oscuridad - una lucha entre la luz y la

oscuridad relativa - Ceres desplegó sus hermosas y majestuosas alas, rugió en seña de

dominación, agito las alas que lanzaron espigas de hielo, volvió a rugir esta vez mas fuerte

y lanzo de sus fauces una hélice de agua, que envolvió el cuerpo de su oponente, oprimiéndolo

hasta desaparecerlo.

Ceres se disponía a continuar con el Dream's stalker, pero la voz de marina lo detuvo.

- Deja Ceres, este es nuestro turno - marina volteo a ver a Celeste, quien se acerco a ella

- hagámoslo

Celeste y Marina se colocaron frente a frente, con las cabezas inclinadas y con las frentes

pegadas una de otra, y sus manos entrecruzadas (como si fueran a rezar el padre nuestro ^-^ ).

Sus cuerpos fueron envueltos por pilares de agua que se alzaron, las aguas de los estanques

(tanto el de bajo sus pies como el de encima de sus cabezas) se alborotaron salvajemente.

- ¡SUSURRO ACUÃ