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A date with Sakuragi Hanamichi? It's
a joke, or what? By Leslie Dalí
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Parte V De como destruir la reputación de 16 años en menos de 10 minutos, y que no te inculpen por ello. En el capitulo anterior quedamos en que mientras desayunaba con Rukawa Kaede, quizás el sujeto más deseado del estado de Kanagawa, descubrí, por accidente, que posiblemente le gustaba al chico. Hablamos de un sujeto tan denso, que para entrarle es por medio del grabado con taladro. Hemos de recordar las razones por la que entré a Shohoku. 1ª Quiero una cita, romance, empate, etc. con Sakuragi Hanamichi También debemos recordar que cada vez que me pasa algo, el sujeto "R" está implicado, o al menos cerca. El fue quien me dirigió a Akagi, quien con su "consideración" me hizo perder una oportunidad de amistad con Mitsui, y quien dentro de 10 minutos, si no hago nada al respecto, me hará perder la oportunidad de mi vida con Sakuragi. Y para colmo llega a la mesa con un tazón de sopa Miso del tamaño de una ensaladera, una cara de yo no fui, y la seguridad interna de "esta vez si le voy a decir". Mi única opción para pensarlo es escapar. -¿Me disculpas? Voy a lavarme las manos -No hay problema. Yo espero Cinco palabras seguidas. De verdad tengo influencia sobre él. ***************** Ok, ya estoy en el baño de mujeres, ya me lavé la cara, ya me senté sobre una de las pocetas de forma tal que si un curioso entra, piense que no haya nadie en el, ejem, cubículo del baño. Ahora debo pensar algo en que decir. Lo primordial es devolverle el cuaderno, escapar, ir a mi casa a ponerme algo decente, y volver a tiempo para encontrarme con Hanamichi como si nada. Hay una variable que no tengo, y es TIEMPO. Jo, que lío. Respira, Maris, respira. Debes estar relajada para lo que vaya a suceder. Ok. Antes que nada, devuélvele el cuaderno. Luego agradécele el desayuno con una sonrisa patentada numero 26 para tipos simpáticos pero indeseables, y dile que tienes deberes pendientes en casa, pero que te agradó pasar un rato con él. Con suerte se sentirá tan complacido, que no le importara que desaparezcas. **************** Para no agobiarlos con el detalle, seguí mi plan al pie de la letra. Bueno, considerando como son los hombres de brutos para elegirnos cosas... y siempre puedo perderme en una tienda departamental, huir antes de que se de cuenta y meterle un tarjetazo a mi progenitora, porque no me iba a dar tiempo de volver a casa. Juro que el cuento del regalito para su prima me pareció algo sospechoso, pero no tanto como para desconfiar. Al menos no en ese momento. **************** Para estas alturas de la historia, comprendí por que llamaban a Rukawa "el zorro" Es astuto como uno de esos condenados bichos. Aunque no lo crean. Ni parezca El sujeto me llevó casi de la mano por todo el centro comercial, entrando y saliendo en cuanta tienda de detalles, recuerditos, peluches, y demás se podía entrar. En un momento dado, cuando empecé a creer que mis enculubraciones sobre la simpatía que yo inspiraba en Kaede Rukawa eran infundadas, cuando una de las chicas que atendía un puesto de perfumes en una tienda departamental nos interpeló. -¡Hey, te conozco! ¡Eres Rukawa, el super-Rookie! ¡Eres la estrella de Shohoku! -Algo así- contestó con desgana el aludido. -Y ¿desean algo en particular? -Bueno, venimos a comprar un regalo para chica. Yo vengo acompañándolo- dije. -¡Wow! ¡Que kawaii! ¿Son ustedes novios o algo así? -¿Novios nosotros? ¡No! ¡Nada que ver! ¿Vedad, Rukawa-sa..? No pude terminar la frase. El muchacho parecía Shokeado. No, no estaba dormido, estaba como si estuviera desmayado de pie, con quemaduras de primer grado en la cara. -Rukawa ¿Estas bien?-pregunté. -Te has puesto rojo -No fue nada.- dijo, para luego añadir -Estoy bien. Ahí me di cuenta de que el chico estaba afectado de verdad. Si realmente no lo hubiera turbado la insinuación, no se hubiera sonrojado y solo hubiera contestado "si" o mucho menos. **************** Finalmente, mediante la ingeniosa táctica de hacerlo discutir con un vendedor de joyas, logre escaparme 10 minutos, los suficientes para comprar un vestido llevándomelo puesto (tuve que convencer a la vendedora con un cuento de encontrarme con el hombre de mi vida, tal vez por ultima vez... que de paso es bastante cierto, si a ver vamos), arreglarme al mas puro estilo ko-gal, e instalarme en una máquina de bebidas calientes a beberme un vaso de café con chocolate. Mientras me reanimaba con esta dosis de cafeína, reflexioné sobre mi situación. Había notado muchas miradas de envidia por parte de muchas chicas mientras estaba al lado del kitsune. Debo reconocer que no se había comportado ni tan mal conmigo. Rukawa no es tan mal tipo, mientras esta callado.... ¡NO! No voy a sucumbir ante un sujeto de semejante calaña. Ahora que se que le gusto ¿como carrizo le hago ver que ni remotamente tiene oportunidad conmigo? -Eh...- dijo alguien a mis espaldas. Voltee tan súbitamente, que derrame mi bebida sobre la camisa que me había hablado. Oh-oh. El que me había llamado era Rukawa. Con una mancha de cafe expreso caliente en su antes inmaculada camisa causada por mi sorpresa y mi velocidad de reacción -Upsie....- murmuré. -No hay problema. Vi una lavandería en el pasado bloque de tiendas. ¿me prestarías tu suéter? Bonito vestido. No recuerdo que lo tuvieras puesto. **************** Mientras en la lavandería esperaba a que Rukawa se quitara la camisa, yo esperaba fuera del local. De repente, vi a Hanamichi pasar frente a mi, sin mirarme, y con una expresión de felicidad. Y lo mejor: solo. Sin Yohei Mito, ni su pandillita, ni ninguno de Shohoku. Solito como la una. ¡No iba a perder semejante oportunidad! Así que corrí, lo alcancé, lo rebasé y me le puse en frente. Impossible ignorarme de esta manera. -Hola, Hanamichi- lo saludé. -¡Ah Maris!-me respondió. ¡que Lindo! *^^* -¡Que haces por aquí? -Vine... ¡a dejar algo en la lavandería! ¡Si! -Ahhhh- musitó un poco distraido. -Y tu, ¿que haces? -Pues vine a ver los balones de baloncesto, pero están muy caros. Un talentoso como yo debe practicar mucho. -Y si que se te nota- murmuré con algo de libidinosidad. -¿Perdón? -No, que se ve que entrenas, porque has mejorado mucho- me corregí de inmediato. Hanamichi río por mi salida. Oh por Kamisama, se veía tan lindo... Pero debo aprovechar la oportunidad. -Eh, Hanamichi... Disculpame el atrevimiento, pero ¿almorzarías conmigo hoy? -¿a que viene esa petición? -Es que hoy inauguran un puesto de comida italiana en la feria de comida, y como una vez me dijiste que tenías curiosidad en probarla... Yo iría, pero no me gusta comer sola... -Ya veo. Y quieres la compañía del gran Sakuragi ¿No? -¡Eso! ¿Aceptas? -Bueno.... - se lo pensó durante unos 10 segundos antes de responder -Está bien. ¿A que hora? Mire mi reloj. -¿Que hora tienes? -Las 10:55 -Yo tengo las 11 en punto. Sincronicémoslo para encontrarnos a las 12:30, frente a la fuente de la feria -¿Por que no antes? -Es que... tengo que hacer unas cosas, y no puedo terminarlas antes de las 12. -¿Y no podemos a las 12:15? Es que tengo practica a las 2, y no puedo retrasarme mucho. -¡Bien! Si quieres, hasta te acompaño. -Pero yo pago -No, yo fui quien invitó. Dejémoslo a medias ¿Claro? Los sincronizamos y nos despedimos. Suspiré mientras mi pelirrojo se perdía entre la gente (vaya, ya se que exagero, un sujeto así es reconocible a kilómetros). Mientras soñaba despierta, la encargada me llamó. Me devolví a la lavandería apresuradamente. Tuve que contener la risa cuando vi a Rukawa con mi suéter. De verdad se veía ridiculísimo. Si un suéter así se ve de terror en una curvilínea chica de metro y medio, imagínenselo en un bishonen paliducho de metro 88 de estatura. **************** Me resigné a la compañía de Rukawa, durante el resto de la mañana. Realmente horrible. Ahora sabia que no tenia tantas oportunidades de escape como antes. ¿que hacer? A eso de 10 para las 12, me di cuenta que estábamos justo en la entrada de la feria de comida. Con hambre, una cita en menos de media hora, y la ostinacion en la carne decidí matar la culebra por la cabeza. -Rukawa... -¿Si? -Durante toda la mañana, he tenido la sensación de que quieres decirme algo ¿no es así? El chico asintió. -Bien. Pues dímelo. Yo soy muy franca y sincera, y no me gustan las personas que ocultan cosas o que no aceptan ese lado de mi. -De hecho a mi me gusta que seas así ¿¿Perdon?? La cara que puse debió decirle bien poco, porque continuó por su cuenta. -¿Sabes?- me preguntó. -Creo que te vi por primera vez en un partido contra no se quien, creo que Kainan. ¿No lo recuerdas? Pues no lo recordaba. La verdad, no creía haberlo visto nunca hasta que entré a Shohoku -La verdad, la primera vez que recuerdo haberte visto fue el día que le pedí una cita a Akagi en el gimnasio por error.... Un momento. ¿Dices que me conocías de antes? -Si Oh, cielos. -Entonces...- tartamudeé -No me gusta que te guste ese idiota. ¿¿¿¿PERDÓN???? -Tu me intereses desde hace tiempo, Mariko. creo que me gustas. y mucho. No sabia como decirlo, pero creo que lo acabo de decir. Ohhhh....................................... Cielos. En ese momento, desee que me tragara la tierra, aparecieran las chicas porristas, Hanamichi, un Evangelion, las Sailor Senshi, o cualquier cosa, para no tener que responderle. Un escenario mental apareció en mi cabeza. Un sitio plateado y redondo, con mucha
gente a mi alrededor. Yo, sentada en una silla alta, una pantalla con una pregunta y un Animador vestido de traje
Armani que se parece mucho a Maki. -Vaya Maris- exclamó Sendoh. -¿Interrumpo algo? ¿Sendoh? ¿Sendoh Akira? ¿Mi mejor y único amigo masculino (quizás porque nunca hemos salido ni nada por el estilo)? ¡El hombre que necesito para salir de esto! -¡Amichi! ¡Akira! ¿Cómo te ha ido?- le brinqué encima, por la emoción de verlo. -Pues praticandito. Ahora que soy capitán de Ryonan...- en ese momento vio a Rukawa Kaede, y su expresión amable cambió a una más perversa. -Hola, novato- saludó. -¿Que quieres, Sendoh? ¿No ves que interrumpes?- gruñó Rukawa. -Ah vaya, vaya, Kaede ¿No te he dicho que me puedes llamar Akira con toda confianza? -Estoy hablando con Maris algo importante. -Y yo la estoy saludando, que es más importante todavía. Ni que te le estuvieras declarando, o algo parecido. Rukawa pareció arder. -Te reto a un uno a uno- exclamó de repente. -Lo siento, no tengo tiempo para jugar contigo- contestó Sendoh agíl y despreocupadamente. -Bueno, si. pero no en una cancha de baloncesto Yo quedé blinked. -Eh? Acaso... - murmuré, recordando algo... La principal razón de mi estupenda relación con Sendoh radica en que yo conozco un oscuro secreto suyo. El también tiene una pasión prohibida y no correspondida como la mía con Hanamichi, solo que la de el es prohibida porque esta enamorado de un chico, siendo él uno, y ejemplo de virilidad, además. ¡Boing! No tardé en relacionar la actitud juguetona hacia Rukawa con las confesiones que me había hecho un año atrás. ¿Sería el zorro capaz de despertar tan bajas pasiones en mi amigo? Si- me respondió Akira. -El es. Viendo como iban las cosas, como que sí. No me caí de la risa por mi propia situación. Tenía una cita con mi amado Sakuragi-kun en menos de 10 minutos, y estaba en el circulo de influencia de lo que podía ser interpretado, con toda razón, como una pelea entre una pareja homosexual. -No se de que hablan- exclamó Rukawa de pronto -pero te voy a hacer pagar que hayas arruinado mi momento con Maris Decidí aclarar las cosas, antes de terminar de darle alas al animal este. -Lo siento Kaede, pero tu en mi ejerces el mismo efecto que los gatos negros, sólo me traes problemas Aparte, tengo una cita con Hanamichi. No me caes mal, pero creo que no te puedo dar un "sí", ni ahora, ni cuando te conviertas en algo más parecido a un ser humano y no a un androide del baloncesto. Creo que le di duro. Demasiado. Por si acaso, empecé a alejarme de a poco. -¡¡¡¡¡Y TODOO POR TU CULPA SENDOOOOHHHH!!!!!- exclamó Rukawa, en un estallido emocional que obviamente aprendió de alguien más, justo segundos antes de atestarle a mi amigo un derechazo de cuidado. Una joya de la accidentografía universal. En ese sitio estaba todo el mundo: la banca y el equipo de Shohoku, la banca de Shoyo y de Ryonan, mis amiguitos de Kainan y las chicas mas chismosas de Kirameki, entre muchos, muchos más, viendo el (des)encuentro del año: Kid Kitsune contra el Yokosuna Sendoh -¿Estaran peleando ese par de novios?-era la pregunta que rodaba -¿Son novios?- preguntó una nena doceañera a su novio, un tipo bastante adulto. -Como que parecen- contestó el novio de la nena. -¡Wai~! ¡Nunca habia visto una pelea yaoi en directo!- exclamó una chica, bastante entusiasmadita. -¡Esto va a estar mejor que el último tomo de Bronze!- comentó alguien más. Caí en cuenta de que SI parecía una pelea de novios homosexuales. Me relaje y empecé a disfrutar del espectáculo. Ya para ese momento, estaba cómodamente mezclada entre la multitud de curiosos, interesados, y entrometidos que se había formado espontáneamente. La pelea se prolongo por un periodo interesante de tiempo, hasta el momento en que ambos terminaron cayendo en la fuente de una forma, pues, bastante comprometida (abrazados en estilo enfrentamiento). Y Sendoh, para aprovechar la ocasión, le dio a Rukawa un bonito beso estilo piquito apenas salieron del agua. Uhhhhhhh. No se en que momento Rukawa termino de perder el poco autocontrol que le quedaba, y arremetió
a golpes contra Sendoh, quien le respondía con besitos volados y llaves de fuerza. Tampoco calcule en que
momento empezaron las eculubraciones de los demás, ni a subir de tono los rumores. Pero cuando vi a todo
el equipo de regulares de Shohoku en pleno, Sakuragi incluido, en reunión y preguntándose en pleno
si Rukawa era o no novio de Sendoh -lo de gay parecía sobreentendido-, me di cuenta de dos cosas.
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