Definiciones del Corazón

Wizarmon había vuelto... Realmente había vuelto! Tailmon todavía no podía terminar de aceptarlo, ni

de aceptar el nuevo sentimiento que entibiaba su corazón...

Pero definitivamente ambos estaban nuevamente ahí, y eso era algo que ni ella iba a poder evitar,

de haberlo deseado...

Una vez más, una vez más en su vida, y esperando solo por aquella frase mágica...

Capítulo 3.- Entrenamiento para el amor...



Tailmon agachó la cabeza; Hikari meneó la suya con resignación y Taichi se dejó caer sobre el sofá de espuma suave y confortable a un lado de Sora, quien no pudo dejar de sonrojarse.



-¿Entonces dices que necesita de mi luz?-murmuró Hikari, quebrando el silencio.

-Si...

-Y de tu amor...-añadió Piyomon, dándole un empujoncito al gato.

-...-su respuesta inmediata fue un sonrojo que no dejó muchas cosas que pensar.

-En ese caso nosotras no podemos ayudarlos...-alegó Sora, poniéndose de pie.-Si el amor que necesita es el de Tailmon y no el de mi emblema, será mejor que nos

marchemos... Es tarde y mi madre debe de estar preocupada...

-Si...-respondió la más joven del grupo.-Hermano; ¿podrías acompañarla a su casa?

-¿Eh?-´Taichi dejó caer la lata de refresco que balanceaba en la punta de su nariz.

-Si, claro!

-.....-Sora se ruborizó también.-No!!

-¿Qué?-el par de hermanos Yagami la miró.

-Digo!! No es necesario!! No deseo molestarte Tai!! Seguramente tienes muchas cosas que hacer aqui!! Como seguir observando a tu nueva vecina n_ñU Piyomon y yo nos iremos solas!! Gracias de todas maneras!-luego hizo una reverencia y salió corriendo de la sala.

-.......Sora!!-su digimon salió un segundo después.

-¡¿Qué pasa con ella?!-gimió Taichi, frunciendo chistosamente el seño.- Iré a

acompañarla, ya es muy tarde; vuelvo en media hora Kari!

-Si ^^ Ten cuidado!

-Lo tendré!

El socio de Hikari suspiró dos veces y se alejó a pasos cortos hacia la habitación de la chica; se trepó a la cama y se dejó ir de boca abajo; cerró los ojos y terminó de ruborizarse.

-Wizarmon es mi amigo...-repitió.-El mejor de todos... Y necesito ayudarlo...

-...-el hechicero la observaba desde la ventana, sentado sobre el borde y ventilando el interior de la alcoba.-¿Por qué no puedes decidirte...?- pensó, bajando la mirada.-Si tan solo pudieras hacerlo... Es cosa de admitirlo... Tailmon... Mi preciosa Tailmon... ¿Qué tengo que hacer yo para que me abras tu corazón...?

Taichi alcanzó a Sora una cuadra más tarde; le llegó por sorpresa y le colocó una mano en los hombros que la hizo pegar un grito de horror; lo único que recibió el chico por saludo fue un mochilazo de parte de su amiga, quien reaccionó por inercia.

-Taichi!!

-HEY!! ¡¡¿ASÃ