1.1 HOLA A TODOS, AQUÍ TIENEN EL TERCER CAPITULO, DEJEN SUS REVIEWS!

LINA: Gracias por tus comentarios, ya corregí los errores. Draco tendrá una buena participación aquí, pero no te agradará más.

Patty Potter: 20 puntos para Slytherin!

1.2

1.3 Capitulo 3: El reencuentro

Aquel día no tuvieron Defensa Contra las Artes Oscuras, cosa que a Harry le molestaba, ya que estaba ansioso de conocer a la profesora Miranda Hunt y ver de qué manera impartiría sus clases, así que se tendría que esperar hasta el miércoles para conocerla.

Los entrenamientos de quidditch ya habían comenzado, y Harry tenía que buscar 2 nuevos cazadores, porque las 3 anteriores ya habían acabado Hogwarts, pero ya tenía uno de ellos: Mathew Smith.

Luego de muchas pruebas a los alumnos que querían entrar al equipo de Quidditch, encontró a 2 cazadoras nuevas, a Holly Howards y a Tracy Bott, ésta última era prima de Hannah Bott.

Ellas dos eran muy buenas en el quidditch, y no fue difícil escogerlas, ya que, siendo Harry el capitán del equipo, debería concentrarse muy bien en sus jugadores para el partido contra Ravenclaw, que tendría lugar en la segunda semana de enero, así que no le preocupaba tanto por ahora, ya que apenas saldrian de vacaciones de navidad.

El primer jueves de su primera semana de clases, la maestra Miranda Hunt, salió de urgencia a Londres, luego, en la segunda semana, no les dio clases porque hubo reunión de aurores en Francia y así sucedió con otras semanas, hasta que el segundo jueves de octubre, cuando por fin entró la misma mujer que conoció el dia del gran banquete. Caminaba ondeando su cabello largo y plateado, cuando entro al salón y se sentó en su escritorio.

- Muchachos, les pido una disculpa a todos por no haber venido estas ultimas clases, pero he tenido muchos contratiempos que atender y les ruego que me disculpen, en unas semanas mas estaremos al corriente con los otros alumnos.

- Primeramente, la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras es muy importante y difícil, ya que es indispensable para cualquier mago que se quiera proteger en situaciones de peligro, y si ustedes no tienen conocimientos, los pueden matar.

Este año no aprenderán animales que atacan a los hombres, este año aprenderán hechizos como el Expelliarmus, el Avada Kedavra y otros más.

- Tengo entendido que en este curso estudia el joven Harry Potter – dijo mirando a su alrededor, hasta que divisó al niño de pelo negro azabache con una cicatriz que apenas se le asomaba en la frente.

Harry se puso rojo, aunque no había motivo para hacerlo, ya que la profesora sólo lo quería conocer.

- Harry, mucho gusto en conocerte, no sabes cuánto he deseado hacerlo desde la caída de Quien-tu-sabes. Mis respetos para ti, chico.

Bueno, es hora de comenzar la clase, hoy aprenderán el hechizo ceguiatus, que sirve para dejar a su enemigo sin vista, es decir, dejándolo ciego. No existe contrahechizo que lo repare, sino que la cura es un poco de Lormítero. En ésta ocasión, tengo un poco de la planta aquí que me proporcionó la profesora Sprout, de hecho, me dijo que hace poco la estudiaron. – La maestra observó a toda la clase pensando a quién eligiría para practicar su hechizo – Veamos, por favor que pase al frente Seamus Finnigan y Hannah Abott, Hannah, lánzale el hechizo a tu compañero cuando diga tres – la maestra se apartó un poco – uno.., dos..., tres!

- Ceguiatus!- exclamó Hannah y un rayo de luz violeta salió de su varita dirigiéndose a los ojos de Seamus, que, aparentemente, no le sucedió nada.

- Seamus, ¿me ves? – dijo la profesora Miranda, colocándose justo frente a él.

- ¿Profesora?, no, no la veo, sólo distingo una figura gris en un fondo negro...- dijo Seamus levantando las manos hacia el frente, como si quisiera tocar a la maestra.

- Bueno, eso es porque el hechizo no se hizo a la perfección, no deberías de visualizar nada

Luego, la profesora tomó un trozo de lormítero que tenia sobre su escritorio y lo colocó en los ojos de Seamus, quien empezó a ver poco a poco. Después les explicó cómo se realiza correctamente el hechizo y les encargó deberes.

*****

Después de clases, justo cuando Harry acabó de entrenar quidditch y se dirigía al vestíbulo del castillo, alguien se acercó a él. Harry se puso algo nervioso, no supo porque.

- Hola, Harry – Lo saludó una chica conocida... Andie Foster.

- Ho..ola Andie, que..qué haces por aquí? – tartamudeó Harry, se sintió como un Quirrell

- Bueno, sólo estaba viendo cómo practicabas quidditch, realmente lo haces muy bien

Eh...gracias, y... – Harry estaba pensando qué mas le podría preguntar, pero ella lo interrumpió.

Oh, perdón!, seguro te preguntarás qué quiero, bueno, todavía es temprano y quería preguntarte si quieres ir a pasear un rato por aquí.

Claro!, vámos.

Caminaron fuera del colegio, cerca del lago, luego fueron por la cabaña de Hagrid, llegaron al campo de quidditch y regresaron al castillo. Realmente no hablaron de nada interesante, pero al menos ya sabía más cosas de ella; sabía que salió de la escuela Durmstrang porque su padre consiguió un trabajo en Londres, en el banco Gringotts, y que puede comunicarse muy bien con los demás, sin problemas de lenguaje, ya que su madre nació en Gran Bretaña, en un pueblo cerca de Manchester y también que ella ya había visitado Hogwarts, en el Torneo de los Tres Magos, sin embargo, no conoció a Harry, debido que regresó a los pocos dias con su familia por la muerte de un pariente de ella, un mago que era profesor, uno de los mejores de Durmstrang, pero Harry le informó de todo lo que pasó aquel año, pero eso sólo sucedió ya que Andie le sacó las palabras con tirabuzón, ya que Harry es un poco modesto, y más en sus encuentros con Voldemort.

Durante la cena, le informó todo a Ron y a Hermione.

Harry, debo advertirte algo – dijo Ron y Harry se esperaba una respuesta más seria – Andie pertenece a Slytherin, ¿recuerdas? Puede ser que esté tramando algo, ya sabes cómo son todos los Slytherins, Malfoy, Crabbe y Goyle no son mas que unos desgraciados, y no se pueden esperar cosas buenas de ellos

Harry le envió una mirada de fastidio, como si no le importara aquello, ya que así fue.

Ya sé que es de Slytherin, pero ella no es como Malfoy, Parvati o cualquier otra persona de esa casa, ella misma me dijo que el sombrero la seleccionó y la puso en esa casa, pero que tambien le dijo que quedaría muy bien en Gryffindor y que ya casi la tocaba aquí.

Esta bien, pero no quiero decir "te lo dije" algún dia, me entiendes? – le advirtió Ron.

Harry no le contestó, no estaba de acuerdo con los pensamientos de Ron y mejor volteó su mirada a la mesa de Slytherin, exactamente a Andie, quien también lo miraba.

Es hora de ir a la cama -les indicó Hermione, ya que era prefecta de la casa

¿Qué? ¡Pero si Harry no ha comido nada! – dijo Ron, pero Harry seguía observando a Andie.

Ni modo, Harry perdió su tiempo, no queda mucho para el desayuno y en realidad, no creo que le importe mucho – dijo Hermione, viendo a Harry que seguía sin hacerles caso a ninguno de los dos – Vámonos

Ron, Hermione y Neville se levantaron, seguidos de Hannah, Holly y Ginny, los demás también los siguieron unos segundos más tarde y las otras casas, ya estaban desalojando el Gran Comedor de Hogwarts.

¡Harry!¡Harry! ¡vámonos! – le gritó Ron, cuando se regresó por él que se había quedando mirando todavía a Andie, quien conversaba con Parvati Patil.

¿¡Qué!?, oh, sí vamonos – se levantó Harry, pero Ron lo llevaba casi arrastrando.

Ya en la sala común, Harry se fue directo a la cama, no les hizo caso a Ron ni a Hermione que lo estaban esperando en la sala común. Se estaba cambiando, cuando entró Ron al dormitorio.

Harry, te estuvimos esperando en la sala común, no sé que es lo que te pasa.

Oh, perdón, es que...tengo sueño y....hambre...¡espera! ¡¡no he cenado!! – recordó Harry, fue como si hubiese vuelto a la realidad.