Capítulo 2: Un cálido abrazo
- "A ver si entendí: Fuiste a la cocina para tomar un vaso con agua y cuando regresaste a tu recámara había un mensaje escrito en la pantalla de tu computadora, ¿correcto?"
- "Correcto"
- "¿Cómo era ese mensaje?"
- "La pantalla se puso negra y apareció un mensaje escrito con letras verdes que decía "Prepárate, ¡El momento de enfrentar a tu destino se acerca!"
- "¿Todavía está ahí?"
- "No. Desapareció justo después de que lo leí"
- "¿Estabas conectada a al red?"
- "No. Sólo estaba escribiendo un ensayo...¿qué crees que sea?"
- "No estoy seguro, pero puede tratarse de un virus"
- "¡Oh no! No otra vez. ¿Puedes arreglarlo?"
- "Probablemente. Pero en este momento estoy muy ocupado, ¿puedes esperar hasta mañana en la mañana?"
- "Supongo que sí. Será cuestión de que busque la máquina de escribir en el cuarto de mi hermano para terminar la tarea"
- "Lo siento mucho Kari pero..."
- "¡Vamos! No te preocupes que no pasa nada. Entonces, ¿vas a venir mañana?"
- "Por supuesto. ¿A qué hora vas a estar en tu casa?"
- "Déjame ver...tengo clases de 7 a 12. Luego regreso a casa un rato y después tengo una reunión en casa de Mimí a las 4"
- "Perfecto. En ese caso puedo llegar a tu casa cerca de la 1, revisar tu computadora y luego te acompaño a casa de Mimí. De todos modos iba a ir a su casa mañana...dejó unos libros anoche y seguramente los va a necesitar."
- "Muy bien. Entonces, nos vemos mañana a la 1"
- "Bien. Hasta mañana Kari...por cierto, ¿mañana es tu cumpleaños verdad?"
- "Sí"
- "Pues aprovecharé para felicitarte...que raro que me haya acordado"
- "Tienes razón, últimamente tienes la cabeza en otro planeta"
- "Es el trabajo...me está matando. Necesito un descanso"
- "En ese caso ya vete a dormir Izzy. Muchas gracias"
- "No hay de qué, adiós"
(click)
-"Así que se trata de un virus"- dijo Kari mientras pasaba la mano encima de su computadora- "Qué raro, no recuerdo haber usado discos extraños últimamente"
Kari colocó el teléfono en su base y se levantó del escritorio para dirigirse al cuarto de su hermano. Hacía mucho tiempo que ya no compartían la recámara, desde que habían ampliado el departamento unos años atrás.
Kari abrió la puerta de la recámara y encendió la luz. La cama estaba vacía, como lo estaba desde hacía casi 5 años. Tai estaba muy lejos estudiando la carrera. En Estados Unidos para ser exactos. Había ganado una beca gracias al fútbol y aunque le había costado decidirse, al final lo convencieron de que aprovechara esa oportunidad. No fue cosa fácil ya que tuvo que dejar a su familia, amigos y especialmente a su novia atrás. Kari lo extrañaba mucho, la casa parecía muy silenciosa sin él.
-"¡Ay Tai! Ya tengo ganas de verte"-murmuró mientras abría el closet. Afortunadamente sus deseos se cumplirían ese mismo mes, ya que su hermano había terminado la carrera y finalmente regresaría al Japón. En cuanto estuvo abierto, del closet salió una nube de polvo.
-"Veamos (tose). Una cosa (tose) es cierta. Tai va a tener que (tose) limpiar este chiquero cuando regrese"
Minutos después encontró la máquina de escribir. Era mecánica, pequeña, vieja y sobretodo estaba cubierta de polvo. Kari sopló para remover la mayor cantidad posible produciendo una gran nube de polvo.
(Tose, tose)
Kari se quedó helada...no era ella quién había tosido.
-"¿Papá? ¿Mamá?"- llamó Kari. Pero nadie respondió. Fue a la recámara de sus padres y comprobó que ambos ya estaban dormidos. Asustada, regresó a la recámara de Tai y tomó un bat de béisbol en las manos.
-"¿Quién está ahí?"- murmuró con voz temblorosa. Los nudillos de sus manos estaban casi blancos por lo fuerte que estaba tomando el bat.
Fue entonces cuando esa extraña sensación regresó. Otra vez sentía que alguien la estaba observando.
-"¡Salga o llamaré a la policía!"- dijo casi en un murmullo. Para ese entonces estaba tan asustada que la voz ya no le salía ni para llamar a sus padres. En ese momento deseó más que nunca que su hermano estuviera en casa. Él sabría que hacer. Pensó en llamar a Davis pero primero se quería asegurar de que en realidad estuviera alguien en el cuarto. Prestó atención pero no vio ni escuchó algo fuera de lo común.
-"Creo que fue una falsa alarma"-dijo Kari mientras regresaba a su recámara para continuar su tarea. Preparó la máquina de escribir y se puso a teclear- "Me voy a apurar porque creo que el estrés me está haciendo alucinar"
Una hora después el ensayo estaba terminado, a pesar de que tuvo que empezar de nuevo. Kari se puso a leer unas notas para la clase del día siguiente pero el sueño pudo más que sus ganas de estudiar y se quedó dormida en el escritorio.
Fue entonces cuando comenzó a soñar: Cuando era muy pequeña, antes de que se convirtiera en una Niña Elegida, y solía ir al parque con su hermano a jugar. Todas esas memorias de su infancia la producían una sensación de calidez...como si alguien la estuviera abrazando.
El reloj de la sala la despertó a la media noche. Las memorias de su infancia se esfumaron más no así la sensación de calidez. Fue entonces cuando Kari se percató de que alguien la estaba abrazando literalmente.
Kari encendió la lámpara. Y nadie estaba ahí. ¡Pero si ella había sentido claramente a alguien abrazándola por detrás hacía unos pocos segundos!. Y no era un abrazo cualquiera...había sido tan cálido, tan lleno de cariño.
- "¡Será mejor que me vaya a la cama!"
---------------------------
-"Veamos"- dijo Mimi mientras le cepillaba el cabello a Kari- "¿Cómo quieres que te peine?"
- "Tú elige, después de todo eres la experta"
- "Y bien...¿Qué es lo que tenía tu computadora?"- preguntó Sora.
- "Ni idea. Izzy revisó la computadora como seis veces. Usó un antivirus, el disco de reinicio e incluso abrió la máquina con un desarmador. Pero no pudo encontrar ningún error en ella, trabajaba igual que siempre".
- "Qué raro"
- "Eso es lo mismo que dijo Izzy. Finalmente se llevó el aparato 'para revisarlo con más calma'. Lo más probable es que le haya picado la curiosidad"
- "Ese hombre nunca va a cambiar"- murmuró Mimi.
- "¿Y qué hay de aquella 'extraña sensación' que tenías ayer Kari? ¿Ya se fue?"
- "¡Qué va! No sólo no se ha ido, sino que empeoró anoche. Hasta sentí que alguien me abrazaba por detrás"
- "¿Abrazaba?"- dijo Yolei.
- "Sí. No pude cerrar los ojos del miedo que me entró"
- "Pero...ahora te sientes mejor, ¿verdad?"- dijo Mimi con cautela.
- "Ahora que lo dices...tienes razón. ¡Me siento mucho mejor!"
- "Genial. En ese caso debe haber sido el estrés. Tanto trabajo en la escuela te tiene muy tensa. Es por eso que esta noche te la tienes que pasar muy bien y sobretodo relajarte"- dijo Sora
- "Por cierto, ¿a dónde van a ir?"- preguntó Mimi.
- "Davis me habló en la mañana y me dijo que íbamos a ir a un restaurante que abrió junto al parque"
- "¿El italiano? Una amiga acaba de ir y me dijo que es un lugar muy romántico"- dijo Yolei.
- "Perfecto para un aniversario"- dijo Mimi dándole unos retoques al peinado.
- "Vendrá a recogerme a las 8 en mi casa"
- "En ese caso tenemos que apurarnos. Ya son casi las seis y todavía no te maquillo. Y no hay que olvidar el pastel que te compramos"
- "¡Tenemos que festejarte!"
Kari dejó la casa de Mimi a las 7 de la noche y se fue a su casa. Tomó el tren ligero y a las 7:15 ya estaba de vuelta en su barrio. Estaba caminado las pocas cuadras que separaban la estación de su departamento cuando tuvo esa extraña sensación de nuevo.
-'Alguien me está siguiendo'- pensó mientras apresuraba el paso. Antes de que se diera cuenta ya estaba corriendo los últimos metros.
-"¡Qué buen día para usar estos tacones!"- dijo una vez dentro de su casa. Se quitó los zapatos para descansar los pies y fue a la cocina por un poco de agua. Después fue a su cuarto. Se miró en el espejo: Mimi había hecho un trabajo estupendo. Sonrió y se sentó en su cama para descansar. Eran las 7:30 y su novio llegaría en media hora.
Fue entonces cuando vio un objeto rosado en su escritorio. Se levantó y descubrió lo que era: Un tulipán rosa.
- "¡Qué lindo detalle!"- dijo Kari pensando en su novio.
A las 8 en punto llegó Davis. Le regaló un ramo de rosas, como lo hacía cada aniversario.
-"¡Feliz cumpleaños mi amor!"- dijo mientras la abrazaba.
- "¡Rosas! Están preciosas. Este año sí que me has regalado. Primero el tulipán y ahora estas rosas"
- "¿Tulipán? Yo no te regalé un tulipán"
Kari notó que Davis fruncía el ceño. Si había algo con lo que ella había lidiado en cinco años de relación eran los celos de su novio, que a veces eran irracionales. Kari trató de arreglar la situación.
-"Probablemente han de haber sido mis padres. No importa. Vámonos"
Finalmente llegaron al restaurante, donde pasaron una noche muy agradable. No fue tan romántica como esperaba Kari, pero por lo menos estuvo a gusto, aunque a veces temía que alguien los estuviera observando. No tenía la misma extraña sensación que hacía un par de horas pero de todos modos estaba alerta. Davis notó que su novia volteaba constantemente hacia otras mesas y la puerta, por lo que le preguntó:
-"¿Qué pasa?"
- "Nada mi amor, ¿por qué preguntas?"
- "Has estado muy tensa toda la noche, ¿qué te preocupa?"
- "Es tu imaginación, es sólo el estrés de la escuela. Ven, vamos a bailar"- dijo mientras se ponía de pie y conducía a su novio a la pista. Había decidido no contarle a Davis acerca de sus sensaciones para no alterarlo. Era capaz de no despegársele un segundo y ella no deseaba eso ahora. Por lo que las únicas que conocían su secreto serían Mimí, Sora y Yolei.
Cerca de la media noche salieron del restaurante y dieron una vuelta alrededor del barrio. Platicaron acerca de todo...excepto su relación, algo que se esperaría en un quinto aniversario, pero por lo visto ninguno de los dos se animaba. Finalmente, faltando 15 minutos para las 2 de la mañana, Davis dejó a su novia en la puerta de su casa y se fue.
---------------
-"Y bueno picarona. Cuéntanos qué tal estuvo tu cita anoche"- dijo Mimí. Las tres chicas estaban de nuevo en el café, su lugar favorito de reunión.
- "Me fue bien"- dijo Kari secamente.
- "¿Cómo qué bien?"
- "Me fue bien. punto"
- "¡Oh bueno! Guárdate los detalles para tí sola"- dijo Mimí con una risita.
- "¡No es lo que estás pensando!"- exclamó Kari mientras sentía sus mejillas enrojecer.
- "No le hagas caso Kari"- dijo Sora- "Ya sabes que a Mimí le encanta molestar"
- "Ya lo sé..."- Kari bajó la vista.
- "¿Qué te pasa?"
- "Es mi relación con Davis. No le veo futuro. A veces creo que él está harto de mí"
- "Oh Dios...eso es malo"- dijo Sora mientras tomaba la mano de Kari- "Yo también sentía lo mismo poco antes de terminar con Matt"
- "Creo que lo mejor es que hables con Davis lo antes posible"-dijo Mimí- "Es absurdo mantener una relación en donde ninguna de las dos partes se aman"
- "Sí...eso será lo mejor"- dijo Kari con un suspiro.
Las tres chichas permanecieron en silencio por unos segundos.
-"Voy a ordenar otro café"- dijo Mimí rompiendo el silencio.
- "Te acompaño"- dijo Sora- "¿Quieres venir Kari?"
- "No, gracias. Quisiera estar sola por unos minutos"
- "Muy bien, si se te ofrece algo estaremos allá"- dijo Sora mientras se alejaba con su amiga.
Kari las vio alejarse y después fijó su atención a las ventanas del café. Como estaba localizado dentro de un centro comercial, Kari vio a todo tipo de gente pasar.
- "Tienen razón, lo mejor será que hable con Davis porque..."-pero su pensamiento fue interrumpido por la extraña senscaión de que alguien la observaba...otra vez. Pero en esta ocasión la sensación era más fuerte que nunca.
Sora y Mimí regresaron a la mesa y se sentaron.
- "¿Cómo te sientes Kari?"- preguntó Sora, pero luego notó que la cara de la chica menor estaba más pálida de lo normal- "¿Qué te pasa?"
- "Alguien me está observando"
- "¿Esa sensación otra vez?"- dijo Mimí- "¡Esto ya me está preocupando!"
Kari examinó el lugar de nuevo para asegurarse de que, como siempre, nadie la estaba observando. Probablemente se estaba volviendo paranóica...pero de pronto los vió. De entre toda la gente en la cafetería, Kari distinguió ese par de ojos que la miraban con tanta intensidad que no pudo evitar sentir un escalofrío recorrer su espalda.
-"¿Kari?"- preguntó Sora.
- "Encontré a quién me ha estado observando"
- "¿Y quién es?"- dijo Mimí.
- "¡ES ÉL!"
-Continuará-
Nota: Lo sé, la obviedad de esta historia es desesperante, pero tengan paciencia, más adelante ocurrirán cosas que no se imaginan (eso espero). Yo creo que tendré el próximo capítulo pronto, sólo tengo que arreglar una pequeña escena romántica que habrá al final que nunca me gustó en la versión original. Gracias por leer y espero que les haya gustado. Ahora mismo voy a continuar con Loca Imaginación. ¡Hasta luego!
- "A ver si entendí: Fuiste a la cocina para tomar un vaso con agua y cuando regresaste a tu recámara había un mensaje escrito en la pantalla de tu computadora, ¿correcto?"
- "Correcto"
- "¿Cómo era ese mensaje?"
- "La pantalla se puso negra y apareció un mensaje escrito con letras verdes que decía "Prepárate, ¡El momento de enfrentar a tu destino se acerca!"
- "¿Todavía está ahí?"
- "No. Desapareció justo después de que lo leí"
- "¿Estabas conectada a al red?"
- "No. Sólo estaba escribiendo un ensayo...¿qué crees que sea?"
- "No estoy seguro, pero puede tratarse de un virus"
- "¡Oh no! No otra vez. ¿Puedes arreglarlo?"
- "Probablemente. Pero en este momento estoy muy ocupado, ¿puedes esperar hasta mañana en la mañana?"
- "Supongo que sí. Será cuestión de que busque la máquina de escribir en el cuarto de mi hermano para terminar la tarea"
- "Lo siento mucho Kari pero..."
- "¡Vamos! No te preocupes que no pasa nada. Entonces, ¿vas a venir mañana?"
- "Por supuesto. ¿A qué hora vas a estar en tu casa?"
- "Déjame ver...tengo clases de 7 a 12. Luego regreso a casa un rato y después tengo una reunión en casa de Mimí a las 4"
- "Perfecto. En ese caso puedo llegar a tu casa cerca de la 1, revisar tu computadora y luego te acompaño a casa de Mimí. De todos modos iba a ir a su casa mañana...dejó unos libros anoche y seguramente los va a necesitar."
- "Muy bien. Entonces, nos vemos mañana a la 1"
- "Bien. Hasta mañana Kari...por cierto, ¿mañana es tu cumpleaños verdad?"
- "Sí"
- "Pues aprovecharé para felicitarte...que raro que me haya acordado"
- "Tienes razón, últimamente tienes la cabeza en otro planeta"
- "Es el trabajo...me está matando. Necesito un descanso"
- "En ese caso ya vete a dormir Izzy. Muchas gracias"
- "No hay de qué, adiós"
(click)
-"Así que se trata de un virus"- dijo Kari mientras pasaba la mano encima de su computadora- "Qué raro, no recuerdo haber usado discos extraños últimamente"
Kari colocó el teléfono en su base y se levantó del escritorio para dirigirse al cuarto de su hermano. Hacía mucho tiempo que ya no compartían la recámara, desde que habían ampliado el departamento unos años atrás.
Kari abrió la puerta de la recámara y encendió la luz. La cama estaba vacía, como lo estaba desde hacía casi 5 años. Tai estaba muy lejos estudiando la carrera. En Estados Unidos para ser exactos. Había ganado una beca gracias al fútbol y aunque le había costado decidirse, al final lo convencieron de que aprovechara esa oportunidad. No fue cosa fácil ya que tuvo que dejar a su familia, amigos y especialmente a su novia atrás. Kari lo extrañaba mucho, la casa parecía muy silenciosa sin él.
-"¡Ay Tai! Ya tengo ganas de verte"-murmuró mientras abría el closet. Afortunadamente sus deseos se cumplirían ese mismo mes, ya que su hermano había terminado la carrera y finalmente regresaría al Japón. En cuanto estuvo abierto, del closet salió una nube de polvo.
-"Veamos (tose). Una cosa (tose) es cierta. Tai va a tener que (tose) limpiar este chiquero cuando regrese"
Minutos después encontró la máquina de escribir. Era mecánica, pequeña, vieja y sobretodo estaba cubierta de polvo. Kari sopló para remover la mayor cantidad posible produciendo una gran nube de polvo.
(Tose, tose)
Kari se quedó helada...no era ella quién había tosido.
-"¿Papá? ¿Mamá?"- llamó Kari. Pero nadie respondió. Fue a la recámara de sus padres y comprobó que ambos ya estaban dormidos. Asustada, regresó a la recámara de Tai y tomó un bat de béisbol en las manos.
-"¿Quién está ahí?"- murmuró con voz temblorosa. Los nudillos de sus manos estaban casi blancos por lo fuerte que estaba tomando el bat.
Fue entonces cuando esa extraña sensación regresó. Otra vez sentía que alguien la estaba observando.
-"¡Salga o llamaré a la policía!"- dijo casi en un murmullo. Para ese entonces estaba tan asustada que la voz ya no le salía ni para llamar a sus padres. En ese momento deseó más que nunca que su hermano estuviera en casa. Él sabría que hacer. Pensó en llamar a Davis pero primero se quería asegurar de que en realidad estuviera alguien en el cuarto. Prestó atención pero no vio ni escuchó algo fuera de lo común.
-"Creo que fue una falsa alarma"-dijo Kari mientras regresaba a su recámara para continuar su tarea. Preparó la máquina de escribir y se puso a teclear- "Me voy a apurar porque creo que el estrés me está haciendo alucinar"
Una hora después el ensayo estaba terminado, a pesar de que tuvo que empezar de nuevo. Kari se puso a leer unas notas para la clase del día siguiente pero el sueño pudo más que sus ganas de estudiar y se quedó dormida en el escritorio.
Fue entonces cuando comenzó a soñar: Cuando era muy pequeña, antes de que se convirtiera en una Niña Elegida, y solía ir al parque con su hermano a jugar. Todas esas memorias de su infancia la producían una sensación de calidez...como si alguien la estuviera abrazando.
El reloj de la sala la despertó a la media noche. Las memorias de su infancia se esfumaron más no así la sensación de calidez. Fue entonces cuando Kari se percató de que alguien la estaba abrazando literalmente.
Kari encendió la lámpara. Y nadie estaba ahí. ¡Pero si ella había sentido claramente a alguien abrazándola por detrás hacía unos pocos segundos!. Y no era un abrazo cualquiera...había sido tan cálido, tan lleno de cariño.
- "¡Será mejor que me vaya a la cama!"
---------------------------
-"Veamos"- dijo Mimi mientras le cepillaba el cabello a Kari- "¿Cómo quieres que te peine?"
- "Tú elige, después de todo eres la experta"
- "Y bien...¿Qué es lo que tenía tu computadora?"- preguntó Sora.
- "Ni idea. Izzy revisó la computadora como seis veces. Usó un antivirus, el disco de reinicio e incluso abrió la máquina con un desarmador. Pero no pudo encontrar ningún error en ella, trabajaba igual que siempre".
- "Qué raro"
- "Eso es lo mismo que dijo Izzy. Finalmente se llevó el aparato 'para revisarlo con más calma'. Lo más probable es que le haya picado la curiosidad"
- "Ese hombre nunca va a cambiar"- murmuró Mimi.
- "¿Y qué hay de aquella 'extraña sensación' que tenías ayer Kari? ¿Ya se fue?"
- "¡Qué va! No sólo no se ha ido, sino que empeoró anoche. Hasta sentí que alguien me abrazaba por detrás"
- "¿Abrazaba?"- dijo Yolei.
- "Sí. No pude cerrar los ojos del miedo que me entró"
- "Pero...ahora te sientes mejor, ¿verdad?"- dijo Mimi con cautela.
- "Ahora que lo dices...tienes razón. ¡Me siento mucho mejor!"
- "Genial. En ese caso debe haber sido el estrés. Tanto trabajo en la escuela te tiene muy tensa. Es por eso que esta noche te la tienes que pasar muy bien y sobretodo relajarte"- dijo Sora
- "Por cierto, ¿a dónde van a ir?"- preguntó Mimi.
- "Davis me habló en la mañana y me dijo que íbamos a ir a un restaurante que abrió junto al parque"
- "¿El italiano? Una amiga acaba de ir y me dijo que es un lugar muy romántico"- dijo Yolei.
- "Perfecto para un aniversario"- dijo Mimi dándole unos retoques al peinado.
- "Vendrá a recogerme a las 8 en mi casa"
- "En ese caso tenemos que apurarnos. Ya son casi las seis y todavía no te maquillo. Y no hay que olvidar el pastel que te compramos"
- "¡Tenemos que festejarte!"
Kari dejó la casa de Mimi a las 7 de la noche y se fue a su casa. Tomó el tren ligero y a las 7:15 ya estaba de vuelta en su barrio. Estaba caminado las pocas cuadras que separaban la estación de su departamento cuando tuvo esa extraña sensación de nuevo.
-'Alguien me está siguiendo'- pensó mientras apresuraba el paso. Antes de que se diera cuenta ya estaba corriendo los últimos metros.
-"¡Qué buen día para usar estos tacones!"- dijo una vez dentro de su casa. Se quitó los zapatos para descansar los pies y fue a la cocina por un poco de agua. Después fue a su cuarto. Se miró en el espejo: Mimi había hecho un trabajo estupendo. Sonrió y se sentó en su cama para descansar. Eran las 7:30 y su novio llegaría en media hora.
Fue entonces cuando vio un objeto rosado en su escritorio. Se levantó y descubrió lo que era: Un tulipán rosa.
- "¡Qué lindo detalle!"- dijo Kari pensando en su novio.
A las 8 en punto llegó Davis. Le regaló un ramo de rosas, como lo hacía cada aniversario.
-"¡Feliz cumpleaños mi amor!"- dijo mientras la abrazaba.
- "¡Rosas! Están preciosas. Este año sí que me has regalado. Primero el tulipán y ahora estas rosas"
- "¿Tulipán? Yo no te regalé un tulipán"
Kari notó que Davis fruncía el ceño. Si había algo con lo que ella había lidiado en cinco años de relación eran los celos de su novio, que a veces eran irracionales. Kari trató de arreglar la situación.
-"Probablemente han de haber sido mis padres. No importa. Vámonos"
Finalmente llegaron al restaurante, donde pasaron una noche muy agradable. No fue tan romántica como esperaba Kari, pero por lo menos estuvo a gusto, aunque a veces temía que alguien los estuviera observando. No tenía la misma extraña sensación que hacía un par de horas pero de todos modos estaba alerta. Davis notó que su novia volteaba constantemente hacia otras mesas y la puerta, por lo que le preguntó:
-"¿Qué pasa?"
- "Nada mi amor, ¿por qué preguntas?"
- "Has estado muy tensa toda la noche, ¿qué te preocupa?"
- "Es tu imaginación, es sólo el estrés de la escuela. Ven, vamos a bailar"- dijo mientras se ponía de pie y conducía a su novio a la pista. Había decidido no contarle a Davis acerca de sus sensaciones para no alterarlo. Era capaz de no despegársele un segundo y ella no deseaba eso ahora. Por lo que las únicas que conocían su secreto serían Mimí, Sora y Yolei.
Cerca de la media noche salieron del restaurante y dieron una vuelta alrededor del barrio. Platicaron acerca de todo...excepto su relación, algo que se esperaría en un quinto aniversario, pero por lo visto ninguno de los dos se animaba. Finalmente, faltando 15 minutos para las 2 de la mañana, Davis dejó a su novia en la puerta de su casa y se fue.
---------------
-"Y bueno picarona. Cuéntanos qué tal estuvo tu cita anoche"- dijo Mimí. Las tres chicas estaban de nuevo en el café, su lugar favorito de reunión.
- "Me fue bien"- dijo Kari secamente.
- "¿Cómo qué bien?"
- "Me fue bien. punto"
- "¡Oh bueno! Guárdate los detalles para tí sola"- dijo Mimí con una risita.
- "¡No es lo que estás pensando!"- exclamó Kari mientras sentía sus mejillas enrojecer.
- "No le hagas caso Kari"- dijo Sora- "Ya sabes que a Mimí le encanta molestar"
- "Ya lo sé..."- Kari bajó la vista.
- "¿Qué te pasa?"
- "Es mi relación con Davis. No le veo futuro. A veces creo que él está harto de mí"
- "Oh Dios...eso es malo"- dijo Sora mientras tomaba la mano de Kari- "Yo también sentía lo mismo poco antes de terminar con Matt"
- "Creo que lo mejor es que hables con Davis lo antes posible"-dijo Mimí- "Es absurdo mantener una relación en donde ninguna de las dos partes se aman"
- "Sí...eso será lo mejor"- dijo Kari con un suspiro.
Las tres chichas permanecieron en silencio por unos segundos.
-"Voy a ordenar otro café"- dijo Mimí rompiendo el silencio.
- "Te acompaño"- dijo Sora- "¿Quieres venir Kari?"
- "No, gracias. Quisiera estar sola por unos minutos"
- "Muy bien, si se te ofrece algo estaremos allá"- dijo Sora mientras se alejaba con su amiga.
Kari las vio alejarse y después fijó su atención a las ventanas del café. Como estaba localizado dentro de un centro comercial, Kari vio a todo tipo de gente pasar.
- "Tienen razón, lo mejor será que hable con Davis porque..."-pero su pensamiento fue interrumpido por la extraña senscaión de que alguien la observaba...otra vez. Pero en esta ocasión la sensación era más fuerte que nunca.
Sora y Mimí regresaron a la mesa y se sentaron.
- "¿Cómo te sientes Kari?"- preguntó Sora, pero luego notó que la cara de la chica menor estaba más pálida de lo normal- "¿Qué te pasa?"
- "Alguien me está observando"
- "¿Esa sensación otra vez?"- dijo Mimí- "¡Esto ya me está preocupando!"
Kari examinó el lugar de nuevo para asegurarse de que, como siempre, nadie la estaba observando. Probablemente se estaba volviendo paranóica...pero de pronto los vió. De entre toda la gente en la cafetería, Kari distinguió ese par de ojos que la miraban con tanta intensidad que no pudo evitar sentir un escalofrío recorrer su espalda.
-"¿Kari?"- preguntó Sora.
- "Encontré a quién me ha estado observando"
- "¿Y quién es?"- dijo Mimí.
- "¡ES ÉL!"
-Continuará-
Nota: Lo sé, la obviedad de esta historia es desesperante, pero tengan paciencia, más adelante ocurrirán cosas que no se imaginan (eso espero). Yo creo que tendré el próximo capítulo pronto, sólo tengo que arreglar una pequeña escena romántica que habrá al final que nunca me gustó en la versión original. Gracias por leer y espero que les haya gustado. Ahora mismo voy a continuar con Loca Imaginación. ¡Hasta luego!
