Nota:
¡Hola de nuevo! Todavía me siento con ánimo de escribir por lo que de una vez
voy a escribir el capítulo 5. Definitivamente ya no voy a hacer una traducción
literal de la versión en inglés, sino que voy a rescribir de nuevo la historia.
Estoy disfrutando mucho esto debido a que como ya tengo la trama ideada todo es
más sencillo y puedo poner atención a otros detalles que dejé medio raros en la
versión original. La revisé y descubrí que tiene muchas incoherencias y que los
personajes no estaban bien desarrollados, por lo que voy a tratar de ser más
explícita. Para eso estoy escribiendo en primera persona usando los puntos de
vista de varios personajes. Hablando de eso, espero que el capítulo anterior no
haya sido muy confuso. Supuestamente lo escribí en Word para que pudiera poner
algunos párrafos en negritas y así distinguir los dos puntos de vista que se
fueron alternando. Pero el HTML confundió todo y puso las negritas donde se le
dió la gana (ARRGGHH!!). Y ni qué decir de la canción, ponía como mil espacios
entre las líneas. Intenté arreglarlo pero no quedó muy bien...eso sí, por lo
menos ahora está mas claro. Espero que este capítulo salga mejor porque también
voy a usar las negritas para distinguir los puntos de vista.
Por
cierto, yo estoy plenamente consciente de que estos primeros capítulos fueron
terriblemente predecibles, no pude evitarlo. Ojalá a pesar de ello aún estén
animados para leer el resto de esta historia. Voy a intentar darle un giro para
hacerla más interesante. ¡Muchas gracias! (¡Vaya cómo hablo!)
Aclaración:
¿Tengo que hacer esto cada capítulo? En fin, Digimon y todo lo que tiene que
ver con eso no me pertenece.
Dedico
este capítulo a Ariadna y especialmente a Cris, ya que sus reseñas me han
motivado mucho a escribir. ¡Gracias!.
Capítulo
5: ...Y, así nos convertimos en los niños elegidos.
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Y
por supuesto, tuvo que hacer esa pregunta. Me habría extrañado que no la
hiciera. Aún no me sentía listo como para hablar de eso, y la verdad es que
dudaba estarlo algún día.
-"Está
bien Kari, te voy a contar lo que me pasó. Pero quiero advertirte un par de
cosas"
-
"¿Qué cosas?"
-
"En primer lugar no es una historia agradable. Y la segunda, y esto es lo
más importante, tu vida no será la misma una vez que haya
terminado...¿realmente quieres que te la cuente ahora?"
-"¡Por
supuesto!"- dijo ella mientras se ponía de pie. Intentaba aparentar calma
pero era obvio que mis palabras la habían confundido.- "No voy a estar
tranquila hasta que hables...y tengo la sensación de que a tí te hará bien
hablar de ello. Se te vé"
¡Maldita
sea! A pesar de que habían pasado 10 años aún me conocía muy bien. En fin, como
Kari no me iba a dejar ir sin contarle qué demonios estuve haciendo 10 años me
resigné y comencé mi historia...
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Ahí
estaban los ocho. Mi misión era muy sencilla: elegir al último en bajar del
tren y llevármelo. Mientras los veía platicar, intentaba adivinar cuál de ellos
se iría conmigo. ¿Sería acaso el chico callado que tenía una computadora en la
mochila? ¿O la chica escandalosa que hablaba con una muchacha con lentes? ¿O
sería acaso el chico que estaba durmiendo?. Tenía que ser muy cuidadoso, ya que
entre los 8 estaban otros 4 chicos y si me confundía tendría muchos problemas
con mi maestro.
En
fin, poco después el tren se detuvo en la estación de Odaiba y los chicos
salieron del tren. Me puse de pie y me acerqué a ellos. Uno a uno fueron
saliendo, primero la chica escandalosa y su amiga y luego los demás. Todo era
tan rápido que no estaba seguro si podría llevarme a uno de ellos sin que los
demás se enteraran. Pero entonces, vi como el último se levantaba lentamente de
su asiento y se dirigía a la salida. Estaba un poco adormilado: perfecto. Una
de las chicas lo llamó antes de bajar y luego se marchó.
El
muchacho se acercó a la puerta, la cual estaba a punto de cerrarse. Justo
cuando iba a poner un pie afuera lo tomé del brazo y lo jalé hacia el interior
del tren. Antes de que el muchacho se diera cuenta la puerta ya se había
cerrado y el tren había reanudado la marcha. Intentó forcejear, pero entonces
saqué mi pistola (mejor dicho un pedazo puntiagudo de madera, pero eso no lo sabía
este chico) y le murmuré..
-"Una
palabra y te mueres"- oprimí mi supuesta pistola contra su espalda e hice
ademán de que quería jalar el gatillo. Como estaba sosteniendo su mano pude
sentir cómo se ponía helada.
Lo
llevé hasta el final del tren y lo senté. Yo me coloqué a su lado, con mi brazo
rodeándole la espalda y no moví mi "pistola" en todo el camino. Como
traía puesta una gabardina nadie la vió.
Estaba
muy asustado. Ese individuo me estaba llevando a sólo Dios sabía dónde y no
dejaba de oprimir su arma contra mi espalda. ¿En qué momento me había metido en
este lío? Todo el tiempo intenté pensar en un modo de escapar, después de todo
había estado en aprietos mayores, pero no se me ocurrió nada. A medio camino,
una anciana entró al tren y se sentó en el asiento de enfrente. Probablemente
me veía muy angustiado porque me preguntó
-"¿Te
pasa algo jovencito?"- inmediatamente sentí el arma clavarse contra mi
espalda, ya me estaba lastimando. Intenté controlar mis nervios.
-
"Nada señora, estoy un poco cansado por los exámenes"- solía ser un
mal mentiroso por lo que decidí decir la verdad...a medias. Sentí la presión de
la pistola reducirse y suspiré aliviado.
-
"Oh, ya veo. Espero que no te hayas desvelado mucho, los chicos en
crecimiento como tú deben dormir lo suficiente, ¿sabes?"
-
"Sí señora. Gracias"
La
mujer bajó del tren en la siguiente estación.
Pronto
llegamos a la última estación y vi como todos los humanos bajaban del tren.
Sólo quedábamos el chico y yo. Me puse de pie.
-"¿Qué...Qué
me va a hacer?"- me preguntó.
-
"No te preocupes chico. No te va a pasar nada...si te portas bien"
-
"¡No le tengo miedo!"- evidentemente trataba de intimidarme. Me quité
la gabardina y me mostré ante él.
-"¡Eres
un digimon!"- exclamó sorprendido
-
"Mi nombre es Humon y no te voy a hacer daño"
-
"Oh claro...y por eso me tenías amenazado con una pistola"- parece
que el descubrir que yo era un digimon por alguna razón le dió un poco más de
confianza para enfrentarse a mí.
-
"¿Esto?"- dije sacando mi pedazo de madera.
-
"¡Me engañaste!"- para ese entonces se veía muy enojado y dispuesto a
golpearme o algo peor.
-
"Era necesario, si no, no hubiera podido traerte hasta aquí"
-
"¿Qué quieres de mí?"
-
"Te lo diré una vez en casa"- saqué mi dispositivo y lo encendí. Un
portal morado apareció en medio del tren. Tomé al chico del brazo y lo arrastré
hacia el portal antes de que pudiera hacer un movimiento.
Por
un momento no supe de mí. Cuando abrí los ojos me encontré en un laboratorio. Humon
(ese sujeto) entró al laboratorio con algunos instrumentos médicos. Este
digimon parecía un ser humano, algo así como Angemon, pero anciano y sin alas.
Vestía una bata blanca de científico y tenía una larga cola morada.
-"Bienvenido
a la Torre Gris"- me dijo
-
"¿La Torre Gris? ¿Estoy en el Digimundo?"
-
"Sí y no. Digamos que esta es una dimensión alterna del digimundo que mi
maestro Geekmon y yo creamos para hacer nuestros experimentos a gusto"
-
"¿Experimentos? ¿Qué clase de experimentos?"
-
"Los más importantes. Somos la razón por la cual este mundo está a
salvo...por ahora"
-
"¿De qué hablas? Ya eliminamos a MaloMyotismon, se supone que este mundo
ya está bien...¿ o no?"
-
"Temporalmente, pero las fuerzas oscuras siguen trabajando. Todos los
enemigos a los que se han enfrentado son sólo distracciones."
-
"¿Qué quieres decir con que ustedes son la razón por la cual este mundo
está a salvo?"
-
"Silencio chico. Tengo que hacer esta revisión antes de que llegue
Geekmon. Quítate la ropa"
-
"¡Olvídalo!"
-
"No tengo una pistola pero puedo obligarte por otros medios"- dijo
señalándome con una de sus herramientas.
Por
mi bien, decidí no ser tan obstinado y obedecí. Me llevó a una mesa helada de
metal y me pidió que me recostara en ella. Después, colocó un montón de
electrodos encima de mí y encendió una computadora. Muchas líneas de varios
colores aparecieron en la pantalla. Mientras la computadora registraba quién
sabe qué cosas, Humón sacó una cinta métrica y me midió. Los brazos, las
piernas, el tronco, el rostro...todo. Anotaba los resultados y murmuraba cosas
como "anormal" e "insólito". En ese momento la puerta del
laboratorio se abrió y otro Digimon entró. Este sujeto parecía una lagartija
verde humanizada, con unos enormes ojos rojos, pero unas manos muy
delicadas....definitivamente no era una criatura común.
-"Trajiste
a un prototipo Humon. Bien hecho"- murmuró con una voz aguda y fría. Me
miró directo a los ojos y por un momento me sentí aturdido.- "¿Cuál de
todos es?"
-
"No lo sé maestro. Sólo seguí su instrucción de llevarme al último en
bajar del tren"
-
"Muy bien, averigüemos quién es nuestro invitado"
-
"Mi nombre es T..."- intenté decir, pero fui interrupido por las
heladas manos de Geekmon (luego descubrí que ese era el nombre de la lagartija)
en mi pecho. Cerró sus ojos y parecía concentrado. Inmediatamente sentí mi
pecho arder, como si tuviera una bola de fuego adentro. Lo siguiente que ví fue
una luz amarilla muy brillante...¡Saliendo de mí!.
-
"Amarillo...trajiste al código de la Esperanza. Hubiera preferido que
trajeras a un código fuerte como el Valor o la Amistad...incluso la Luz. Pero
en fín, esto es lo mejor que pudiste traer. ¿Cómo están sus niveles?"
-
"La máquina detecta que tiene una concentración de partículas D muy bajo.
Además de que su desarrollo es anormal, sólo mire lo desproporcionado que está.
Las piernas son el doble del tronco, las manos son monstruosas y..."
-
"¡Óigame!"- grité enojado.
-
"Además de que no ha desarrollado sus facultades especiales y..."
-
"¿Facultades especiales? ¿De qué está hablando?"
-
"Veamos"- dijo Geekmon (quien obviamente me estaba ignorando) tomando
un cuaderno amarillo que estaba en un librero, lo abrió y comenzó a leer-
"Código de la Esperanza. Fecha de introducción: 4 de septiembre de 1989.
Producto terminado: 26 de marzo de 1990. Nombre-humano: Takeru
Ishida-Takaishi...vaya Humon, este chico es el último código que introdujimos,
¿verdad?"
-
"Parece que sí"
-
"Tuvo que repetir entrenamiento junto con el código de la Luz. Varios
desperfectos..."
-
"¡¿Se puede saber de qué hablan?!"- grité muy enojado.
-
"De acuerdo con estos datos, este chico tiene casi 12 años de edad. Eso
explica la desproporción Humon, ¿qué no leíste los libros sobre desarrollo
humano que te dí?"
-
"Comencé a leerlos maestro pero..."
-
"Este chico está puberto. Tiene un crecimiento desproporcionado, pero de
acuerdo a la teoría se va a equilibrar en un par de años"
-
"Claro...si fuera un ser humano normal Geekmon. ¿Pero cómo va a afectar el
código a su desarrollo?"
-
"¡Basta con las clases de Biología! ¿Qué es eso de los códigos?"
Geekmon
me miró otra vez con esos ojos aterradores.
-"Muy
bien chico, te voy a explicar todo..."
--------------
Como
bien sabes, este mundo surgió paralelamente a la Tierra. Con el nacimiento de
las computadoras hace ya casi 40 años (gracias a unos científicos que las
mantuvieron en secreto por muchos años) los seres humanos tuvieron acceso al Digimundo y pudieron manipular sus
condiciones. De ese modo, surgieron otras criaturas que al ser perfeccionadas
dominaron a aquellas que eran más débiles. Estas criaturas se extinguieron.
Pero sus almas llenas de odio no desaparecieron y se unieron, formando la
Alianza de las fuerzas oscuras. Durante muchos años se mantuvieron ocultos,
haciendo planes para acabar tanto con el Digimundo como con la Tierra, ya que
las creaciones de los seres humanos había provocado su extinción. Hace 15 años,
un grupo de digimon diabólicos atacaron este mundo. Para ese entonces, aquellos
científicos humanos ya habían fallecido y sólo estábamos Gennai, Humon y yo.
Gennai era un humano y creo que tú ya lo conoces. Humon y yo somos creaciones
de aquellos científicos, y fuimos dotados con una inteligencia fuera de lo
común.
Los
ataques de las fuerzas oscuras aumentaron y fue entonces cuando decidimos crear
a nuestro ejército de Digimon, el cual sería tan fuerte que acabaría con las
fuerzas oscuras de una vez por todas. Humon y yo trabajamos durante 2 años y
creamos 8 clases de Digimon, a los cuales nombramos de acuerdo a 8 virtudes.
Sólo teníamos a los códigos, los programas que indicaban los poderes de estos
digimon, sin embargo, todavía no diseñábamos a las criaturas. Las fuerzas
oscuras descubrieron nuestro laboratorio, que estaba situado en el castillo
donde encontraste a Myotismon. No teníamos tiempo para hacer diseños y huímos.
Una vez ocultos Humon y yo tuvimos la siguiente discusión:
-"Maestro
Geekmon, las fuerzas oscuras no están buscando. Saben de los códigos y quieren
llevárselos"
-
"No podemos permitirlo Humon. Si caen en sus manos podrían usarlos para
crear un ejército. Tenemos que establecer nuestra defensa pero ya"
-
"Pero maestro, todavía no tenemos los diseños. Y aunque los tuviéramos y
creáramos los digimon, no podrían desarrollarse. Las fuerzas oscuras los
destruirían siendo bebés"
-
"Es cierto. Por eso, he ideado una alternativa para probar nuestros
códigos. Los insertaremos en criaturas que ya existan"
-
"Pero las fuerzas oscuras..."
-
"No los encontrarán, porque no pienso introducir los códigos en Digimon.
Los voy a introducir en criaturas de la Tierra"
-
"¡La Tierra! Pero maestro, eso es una locura"
- "No nos queda de otra. Además, las fuerzas oscuras aún no tienen acceso
a la Tierra por lo que los códigos estarían a salvo"
-
"¿Y qué clase de criaturas va a escoger?"
-
"Creo que eso es obvio Humon: Los seres humanos"
-
"¡Maestro! Los humanos son criaturas débiles físicamente. Son inestables
y..."
-
"Y muy inteligentes. Además de que tienen emociones. Son perfectos"
Y
dicho y hecho, Humon y yo buscamos a los seres humanos que albergarían a
nuestros códigos. Finalmente encontramos a una joven mujer que esperaba a su
tercer hijo, esposa de un médico. Humon se hizo pasar por el ginecólogo de esta
mujer e introdujo uno de los códigos cuando le estaba haciendo un ultrasonido.
El código entró por medio de radiaciones, las cuales mutaron al bebé. Luego fue
una espera angustiante que al final valió la pena porque el bebé nació sano y
su mutación no era evidente. Ese niño tenía adentro al código de la Sinceridad.
Un
mes después introdujimos 3 códigos el mismo día a tres mujeres que estaban
juntas en la sala de espera del hospital. Meses después nacieron 2 niños y una
niña, la cual por poco fallece. Ellos tenían a los códigos del Valor, el Amor y
la Amistad.
Esperamos
unos tres meses para evaluar por qué la niña casi se muere y después
introdujimos otros dos códigos. Su desarrollo fue normal y meses después
nacieron un niño y una niña, quienes llevaban adentro los códigos del
Conocimiento y la Pureza.
Justo
cuando íbamos a introducir los dos últimos códigos, las fuerzas oscuras nos
encontraron. Casi se llevan los códigos pero escapamos. Recorrimos todo el
Digimundo tratando de despistarlos por un año. Nos ocultamos en el bosque y
estábamos desesperados. Teníamos que introducir esos códigos inmediatamente
pero ya no teníamos tiempo para buscar a mujeres cuyos bebés pudieran aceptar
la mutación. Fue entonces cuando Humon descubrió que dos de las mujeres a las
que habíamos introducido códigos anteriormente estaban embarazadas por lo que
les introdujimos los dos últimos códigos. Meses después nacieron un niño y una
niña, quienes llevan los códigos de la Esperanza y la luz. Y bueno, ese niño
eres tú.
Pasaron
cuatro años y las fuerzas oscuras desaparecieron por un tiempo, regresamos a
nuestro antiguo laboratorio y continuamos con nuestros experimentos. Un día
decidimos estudiarlos y mandamos a un huevo a la Tierra, el cual fue recogido
por dos de los códigos. Cuando este huevo nació, creció y se convirtió en
Greymon, mandamos al Parrotmon a pelear con él. Mientras ustedes observaban la
batalla, nosotros registramos la información de sus códigos y descubrimos que
su cuerpo no estaba listo para usar sus poderes, por lo que cambiamos nuestro
plan: Ideamos una forma de utilizar los poderes de los códigos que crecían en
su interior e inventamos los digivices y los emblemas. Estos dispositivos
tenían la capacidad de absorber la energía de los códigos para dirigirla a un
Digimon y hacerlo crecer. Criamos 8 digimon que seleccionamos cuidadosamente y
todo estaba muy bien. Pero las fuerzas oscuras nos atacaron de nuevo y Gennai
huyó con los huevos, perdiendo uno en el camino. Los colocó en un lugar seguro
y escondió los emblemas. Así pasaron otros cuatro años y los ataques se
reanudaron, por lo que decidimos que era hora de probar nuestros códigos, así
que enviamos a los digivices y ustedes llegaron a este mundo. Creo que es tonto
que cuente todo lo que pasaron. En fin, derrotaron a Apocalypmon y el mundo
estuvo en paz.
Satisfechos
con nuestros objetivos, nos dedicamos a crear un nuevo lugar para vivir, así
ideamos este universo alterno donde nos encontramos ahora. Pero pasaron 3 años
y las fuerzas atacaron de nuevo, esta vez utilizando a un ser humano. Pensamos
que no sería necesario utilizar a todos los códigos por lo que sólo llamamos a
los dos que participaron menos la última vez. Y agregamos a otros 3 humanos
porque queríamos ver como se relacionaban con otros individuos de su especie. Sin
embargo, subestimamos este problema y por poco se acaba este mundo por lo que
tuvimos que llamar a los otros códigos y reclutar a muchos humanos. Pero ya
todo está en paz y les borramos la memoria a esos niños.
------------
-
¿Entendiste nuestra historia código de la Esperanza?"
-
"Creo que sí...¿eso significa que no soy un humano?"
-
"Casi humano es más adecuado"
-
"¿Y entonces, por qué estoy aquí?"
-
"Sentimos la presencia de las fuerzas oscuras otra vez. Pero necesitamos
revisar a nuestros códigos para ver si ahora sí pueden usar sus poderes por sí
mismos. Tú no los has desarrollado"
-
"Bueno...ya me revisaron, creo que entonces me voy a casa"
-
"No tan rápido chiquillo. Tenemos que hacer muchos estudios y sobretodo
entrenarte para que aprendas a utilizar tus facultades especiales. Queremos
asegurarnos de que tu cuerpo humano puede utilizarlos. Además, queremos ver
cómo ha afectado el código a tu desarrollo"
-
"Bueno, hagan esos estudios y ya"- no me gustaba a dónde estaba
dirigiéndose esta conversación.
-
"Creo que tendrás que quedarte hasta que desarrolles un poder. El día que
lo hagas, te vas a casa"
Me
negué, pero no tuve opción. Me encerraron el la parte más alta de la torre, en
un cuarto gris sin ventanas. Ahí pasaba todo el día, hasta que me llamaban al
laboratorio, dónde me sacaban muestras de sangre, me colocaban electrodos y me
medían. El tiempo pasaba y yo hacía intentos por desarrollar unos poderes
especiales que ni siquiera sabía en qué consistían. Intenté todo: Hice
ejercicio, medité, dejé de comer, dejé de dormir, dormía todo el día, etc. Nada
funcionaba...
-----------
Vi
como ese muchacho se apagaba día con día. Sus ojos estaban opacos, estaba sucio
y mal nutrido. Pasaba todo el día sólo en esa torre. Tantas muestras de sangre
lo tenían casi anémico y muy débil. Un día le dije a Geekmon que dejara en paz
al muchacho un tiempo, después de todo, lo había estado estudiando por cuatro
años. Mi maestro aceptó con desgano. Fui a informarle al chico la novedad. Lo
encontré sentado en el suelo como siempre, temblando de frío, con la mirada
fija a la nada y abrazándose a sí mismo.
-
"Hola Espe (así le llamábamos Geekmon y yo) tengo algo que
informarte"
-
"Qué importa..."
-
"¡Ánimo muchacho! Tengo buenas noticias"
-
"Ya nada es bueno para mí..."
-
"¿Qué te pasa?"- aunque era obvio lo que le pasaba le pregunté.
-
"¿Sabes qué día es hoy?"- dijo mientras me miraba con esos ojos tan
tristes.
-
"Creo que es 26 de marzo, ¿por qué?"
-
"Hoy es mi cumpleaños...hoy cumplo 15"
-
"Oh, no lo sabíamos, felicidades"
-
"Qué más da...nunca voy a salir de aquí. Sólo soy un niño enano y
débil"
-
"No digas eso, te he dicho muchas veces que vas a salir, ya lo verás"
-
"No me importa nada ya..."- el desgano y la apatía de este chico era
alarmante. Había pasado casi cuatro años sólo en una recámara oscura y fría.
Hacía mucho tiempo que no sabía lo que era ser querido por alguien y había
entrado en una depresión profunda...lo que ocurre cuando alguien pierde las
esperanzas.
Salí
de la recámara y fui al laboratorio. Geekmon me ignoró y se dedicó a examinar
unas muestras de sangre del muchacho. Hurgando en los papeles encontré lo que
estaba buscando y volví con el chico, quien estaba en la misma posición que
como lo dejé.
-"Mira
chico, no puedo comprarte un regalo...pero creo que te gustará esto"- dije
mientras le mostraba una foto que había pertenecido a Gennai. La habían tomado
justo después de que eliminaran a Apocalypmon 7 años atrás. El chico examinó la
foto y por un momento sus ojos se iluminaron.
-"Somos
nosotros...mi hermano..."- se puso a llorar- "Fue cuando vencimos
a..."
-
"Ya lo sé. Ese monstruo era muy poderoso y sin embargo lo vencieron,
porque nunca perdieron las esperanzas. Yo observé como te enfrentaste a Piedmon
y créeme que eso es una proeza mucho mayor a la que te estás enfrentando ahora.
Anímate y sigue luchando. Si no es por tí...por lo menos hazlo por ellos"
-
"No sé...estoy muy cansado y..."
-
"Le pedí a mi maestro que te dejara en paz un par de meses. No te vamos a
molestar para nada. Si no quieres vernos así será. Lo que sea para que tengas
tiempo de reflexionar y estar tranquilo, ¿de acuerdo?"
No
me contestó. Sólo miró a la fotografía y por un momento creo que intentó
sonreír.
-"Lo
haré. Voy a hacer un último esfuerzo. Pero quiero que me dejen sólo. Quiero
pasar un día sin temer el momento en que me llamen al laboratorio y Geekmon me
aterrorice una vez más"
-
"Así será. Nos veremos cuando estés listo"
Cuando
lo dejé se veía mucho más animado. Contemplaba la foto para darse ánimos.
Pasaron
4 meses, en los cuales ni Geekmon (quien estaba furioso conmigo) ni yo vimos al
chico. Yo le llevaba el alimento a su recámara y lo dejaba afuera. Supongo que
después el abría la puerta y lo recogía. Geekmon se dedicó a rastrear a las
fuerzas oscuras y yo estudiaba acerca de los seres humanos. Finalmente, un día
que fuí a dejar el alimento la puerta se abrió y no ví nada. Entré a la
recámara y la encontré vacía. Me asusté terriblemente y estaba a punto de salir
corriendo para informar a Geekmón cuando sentí una mano tomarme el brazo.
-"¡Aquí
estoy!"- dijo una voz desconocida. Me dí la vuelta y vi como lentamente
aparecía la imagen del muchacho...pero ahora se veía diferente. Había crecido
mucho en sólo 4 meses y ya no era un niño.
-
"¿Espe?"
-
"No me digas así, que me dieron un nombre"- dijo mientras me sonreía.
Aún se veía muy pálido.- "Tenías razón Humon, todo es cuestión de no
perder las esperanzas. ¡Mírame! ¡Lo logré! Puedo hacerme invisible"
Ese
día había logrado mi meta, había descubierto mi poder oculto. Fue algo muy
sencillo aparentemente. Por cuatro meses tuve mucho tiempo para reflexionar.
Esa fotografía me hizo recordar que tenía a mis amigos y familia y que me
darían ánimo, no importara si estuvieran cerca o lejos. Lejos de los
experimentos y el terror que me producía Geekmon, pude recordar las cosas
buenas de mi vida y creo que eso me hizo crecer. Ese día, al despertar, sentí
un leve cosquilleo por todo el cuerpo. Me puse de pié y al tratar de mirar mis
manos ya no las encontré. Estaba asustado, pero al tranquilizarme vi como mi
cuerpo reaparecía. Fue cuando me dí cuenta de que era invisible. ¡Ese debía ser
mi poder oculto!. Cuando Humon fue a llevarme el alimento como todos los días
me volví invisible y abrí la puerta. Casi se muere del susto al verme.
En
fin, estaba muy emocionado porque podría regresar a casa. Bajé al laboratorio y
Geekmon no me reconoció.
-"Sorprendente"-
dijo mientras me colocaba en esa horrible mesa- "Parece que el código se
activó finalmente. Muéstrame tus poderes"
Obedecí.
Geekmon se veía muy complacido.
-"Excelente.
Ese es tu poder oculto"
-
"¿Entonces, puedo ir a casa?"
-
"Claro que no. Necesito saber qué significa ese crecimiento tuyo tan
repentino"
-
"¡Se llaman hormonas!"- dije furioso- "Y eso es normal en todos
los seres humanos de mi edad. ¡Déjame ir!"
-
"Pues tú no eres un humano normal, ¿recuerdas?. Quiero asegurarme de que
tu desarrollo sea correcto"
-
"¡Y lo es! ¡Me prometiste que me podría ir!"
-
"Además, ese nuevo cuerpo tuyo debe tener otras capacidades"- dijo Geekmon,
ignorándome como siempre- "Humon, creo que tenemos que hacer otro tipo de
pruebas"
-
"¡Nada de eso! Me tengo que ir"
-
"Maestro...hicimos una promesa y..."
-
"Silencio Humon, después hablaremos. Muchacho, regresa a tu cuarto."
-
"¡NO! Yo me voy de aquí"
Pero
Geekmon puso su mano helada en mi pecho y sentí un ardor horrible en él, tanto
que me desmayé. Cuando desperté me encontré en mi cuarto, o mejor dicho, mi
prisión. Humon me informó que no podría dejar el lugar hasta que hubiera
terminado mi desarrollo, es decir, que fuera un adulto. Así que tendría que
esperar casi 3 años para eso. Durante ese tiempo me entrenaron en el uso de mis
poderes y pronto los dominé.
El
tiempo pasó y el día que cumplí los 18 entré al laboratorio. Geekmon estaba
estudiando mi sangre como siempre (otra vez tenía problemas de anemia). Humon
tecleaba en la computadora. Ambos me miraron.
-"¿Qué
se te ofrece?"- dijo Geekmon a secas.
-
"Bueno, hoy cumplo los 18 y creo que ya terminé mi desarrollo físico. Soy
mayor de edad y por lo tanto me tienen que dejar ir. A menos..."- miré a
Geekmon- "Que vuelvas a ser un canalla y no me dejes ir"
-
"Muy bien muchacho te puedes ir...aunque no creo que sea lo mejor"
- "No me vas a engañar"
-
"¡Qué va! ¡Vete! Así ya no tendré que alimentar a alguien más. Sólo opino
que tu ya no tienes nada que hacer en la Tierra"
-
"¿Qué quieres decir?"
-
"Tu no eres un humano común. Tienes poderes y eso siempre te va a aislar
del resto del mundo. Además, ya pasaron muchos años y tu gente continuó con sus
vidas. ¿Qué piensas hacer tú? No puedes volver a la primaria como cuando tenías
11. Ya te olvidaron, entiéndelo"
-
"Eso...¡eso no es cierto!"
-
"Geekmon..."
-
"Silencio Humon, es verdad lo que digo. Puedes irte y sentirte un desadaptado
o...ayudar a este mundo a que siga en paz. ¿Qué dices?"
No
había pensado en eso. Realmente habían pasado muchos años y yo era un fenómeno.
¿Qué clase de vida me esperaba en la Tierra?
-"Muy
bien Geekmon me quedaré"
-
"Pero Espe..."- intentó decir Humon.
-
"Pero con dos condiciones. Uno, no quiero más experimentos. y dos, quiero
estudiar"
-
"Está bien"
Y
así pasaron 3 años. Durante ese tiempo estudié todo lo que pude en las mañanas
y en las tardes ayudaba a Humon con la computadora o a barrer el laboratorio.
Humon no estaba de acuerdo con que me quedara pero al final se convirtió en mi
aliado. Le conté acerca de mis aventuras y de ustedes. Aún me sentía
sólo...pero por lo menos ya tenía un amigo. Sin embargo, siempre pensaba en la
Tierra.
-----------
-"...Y,
así nos convertimos en los niños elegidos Kari"- dijo- "No somos
seres humanos comunes y corrientes. ¿Entiendes?"
-
"Creo que sí"- pero la verdad es que estaba muy confundida. ¡Qué iban
a decir los demás cuando se enteraran!. Pero aún así tenía muchas dudas.
-
"Tengo una duda"
-
"¿Y cuál es?"
-
"¿Cómo es que regresaste a la Tierra? ¿Por qué estás aquí si dijiste que
este ya no era tu lugar?"
--------------
Bueno
Kari, hace 6 meses Humon entró a mi cuarto muy emocionado.
-
"Te tengo una excelente noticia Espe"
-
"¿Qué clase de noticia?"
-
"Geekmon quiere saber cómo han estado los otros códigos en la Tierra por
lo que lo convencí para que fueras a la Tierra a observar a tus camaradas"
-
"¿En serio? ¡Eso es genial!"
-
"Te vas esta tarde. Tenemos que prepararte, pareces un ermitaño con esos
harapos"
Hicimos
los preparativos correspondientes y me fui a la Tierra. Geekmon me advirtió que
no hablara con ninguno de ustedes. Mi
misión era observar y nada más, para eso utilizaría mis poderes de
invisibilidad.
Aparecí
en el tren donde me había secuestrado Humon. Estaba aterrado y ya no reconocía
nada. Afortunadamente los nombres de las estaciones no habían cambiado y me
bajé en Odaiba. De ahí, sólo fue buscar sus casas. Comencé con mi hermano. Lo
seguí a casa y lo vigilé por casi dos semanas. No sabes lo emocionado que
estaba cuando lo ví por primera vez.
Así,
fui vigilando a cada uno de los 8 "códigos", con excepción de Tai
porque estaba muy lejos. Finalmente, un día que estaba siguiendo a Sora, te
encontré a tí en esa cafetería. Y en ese momento sentí algo muy raro...como un
cosquilleo en el estómago.
Y
para complicar la situación, tú te percataste de mi presencia. A pesar de que
estaba invisible. A partir de ese día te seguí a todos lados, como había hecho
con los demás. Pero cada vez más sentías mi presencia. Esa noche en tu casa yo
fui el que te abrazó. Perdóname si te asusté...pero algo me obligó a hacerlo. Y
fue la sensación más maravillosa que he tenido en mucho tiempo. También
manipulé tu computadora, tengo esa pequeña habilidad, aunque se supone que uno
de los códigos puede mover incluso los aviones.
Ese
día en la cafetería me agarraste distraído. Ser invisible ocupa mi energía y al
estarte observando se me acabó y me volví visible y entonces me viste. Y por
supuesto que me dí cuenta de tu plan para "atraparme" pero yo ya
estaba decidido, quería hablar contigo. Eso que pasó en el parque me produjo
muchos regaños de Geekmon pero no me importó. Fue sensacional.
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"¿Y entonces te fuiste al Digimundo?"
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"Después de nuestro encuentro en el parque, me volví invisible para que no
me encontraras y regresé a mi "casa". Pasé 6 meses en el
laboratorio...pero las cosas ya no eran iguales. No podía dejar de pensar en
tí"
Hace
dos días, Humon entró a mi recámara muy alterado.
-"Geekmon...el
quiere hacer algo horrible"- exclamó.
-
"¿Qué cosa?"
-
"Quiere secuestrar a todos los códigos para experimentar con ellos. Me lo
dijo. Tienes que impedirlo"
Yo
no podía con la idea de que ustedes pasaran por el mismo infierno que yo por lo
que me escapé ayudado por Humon. Aparecí en el mismo tren y te he estado
buscando, hasta esta noche en el club.
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"Geekmon no nos va a secuestrar"- dije- "Ni a nosotros ni a tí.
Se acabaron sus experimentos"
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"Te dije hace 6 meses que te iba a proteger y voy a cumplir"
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"Lo sé"- le sonreí.- "Pero creo que has sido muy tonto"
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"¿Por qué?"
- "¿Cómo pensaste que nosotros te habíamos olvidado? Eres nuestro amigo y
te queremos mucho...especialmente yo"
Y
fue entonces cuando la hormona mató a la neurona, porque me le acerqué y lo
besé. Al principio solamente rocé sus labios, pero poco a poco el beso se hizo
más profundo...fue algo muy bello.
Me
agarró distraído...como siempre. Durante los años de mi encierro me imaginaba a
veces como sería mi primer beso y ahora que estaba pasando sentí que no podría
ser mejor. Y era porque ella era la persona a la que más quería en el mundo.
Y
mientras besaba al hombre de mis sueños sólo una cosa pasó por mi mente: Pasara
lo que pasara, esta vez estaríamos juntos para siempre.
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Continuará-
