||Boys Be...||

Autoras: Patty*Potter y Lina Saotome
Emails: oscarinatrunks@hotmail.com / lina_saotome@hotmail.com

:: Este fic contiene SLASH ::
| Homofobicos, abstenganse de leerlo |

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-Capitulo 2: Castigo de medianoche-

Lily y Remus iban a paso lento rumbo a la enfermería, sin comentar nada de lo que había sucedido. El licántropo tenía sujeto el dedo índice con su mano derecha, ya no sangraba, ni sentía dolor alguno. Y a decir verdad, le había gustado sentir los labios de Severus en su dedo, aunque sólo fuese para quitarle el veneno.

- ¿Te duele? - preguntó Lily, observando el dedo con inseguridad.

- Ya no. Snape le quitó el veneno - susurró Remus, pensativo.

- Es increíble, primero te ataca y luego te salva la vida - refunfuñó Lily.

- No quiero pensar en eso - comentó Remus, desganado.

- ¿Qué demonios habrá pasado? Dudo que Horus haya explotado su poción - dijo Lily, con algo de preocupación.

- ¿Así que Horus? ¿Ése me anda bajando a la pelirroja más bonita de Hogwarts? - preguntó James, con una sonrisa seductora.

Remus y Lily se voltearon, para ver a James y Sirius, los cuales tenían una gran sonrisa en el rostro. James se acercó a Lily con mirada determinante, provocando un leve estremecimiento en ella.

- Hola James - saludó Lily.

- Hola Lily, sigue comentando sobre el buen Horus - dijo divertido James.

- Sí, aunque la cara de susto que tenía en la clase - agregó Sirius, llevándose una mano a la boca para ahogar su risa.

- ¡Ustedes siempre andan riéndose de todos!. Él es muy amable, deberían ser más educados - respondió Lily, comenzando a molestarse.

- Tranquila, solo queríamos pasar un buen rato - dijo Sirius. James asintió.

- Como sea. Bueno, nos vemos en un rato, tengo algo que hacer, ustedes acompañen a Remus a la enfermería - dijo, y se acercó a Remus con paso rápido - Nos vemos luego Remus - susurró Lily con una sonrisa.

- Igual - dijo Remus, sonriendo.

Comenzaron a caminar con un paso mas rápido. James y Sirius le contaron con lujo de detalles, planos y estadísticas sobre el maravilloso plan para sabotear la poción de Horus Longbottom. Remus sonrió varias veces imaginando la cara del inocente Peter, intentando cumplir la misión con valentía, tal cual era la característica de su casa; Gryffindor.

Remus dudó de contarles sobre lo que había hecho Severus, aunque no tenía nada de malo. Sabía de la reacción que podrían tener sus dos mejores amigos. Tras algunos minutos de meditarlo, prefirió guardarlo como un secreto; pero cuando cruzaron una esquina, vio que Severus venía en la misma dirección que el. Ambos se detuvieron y observaron un momento, para luego, tan repentinamente como se observaron, desviar la mirada.

Sirius y James vieron con desconfianza al Slytherin, el cual volvió su vista al dedo de Remus. Él lo notó y se sonrojó; Severus como si fuese un espejo, hizo el mismo gesto. Se volvió por donde había venido, y se fue sin pronunciar palabra.

- Eso sí fue raro - comentó James, afirmándolo.

- Ni que lo digas Cornamenta - aseguró Sirius.

- ¿Por qué se te quedó viendo el dedo? - preguntó de pronto James.

Remus se puso nervioso, no quería que ellos lo notaran. Pero terminó por mostrarles la herida del dedo índice; Sirius tomó su mano y la acercó a sus ojos azules para observarla de cerca. James pegó su cara a la de Sirius, para observar también; haciendo que volviese a ponerse incómodo Remus. "¿Por qué se tienen que comportar de esa manera?", se preguntaba mentalmente Remus, a la vez que se reprendía por el hecho de estar molesto. El licántropo quitó su mano de la de Sirius, y la puso de nuevo entre las suyas.

- ¿Con qué te lastimaste? - quiso saber Potter.

- Con... el colmillo de basilisco - contestó Lupin.

- ¡¿Qué?!, ¡¿Cómo?! - exclamó un poco alterado Black.

- Cierto, ¿cómo sucedió? - dijo preocupado, pero a la vez calmado James, quien le lanzó una extraña mirada a Sirius.

- Cuando lo agarré para echarlo a la poción - fue todo lo que comentó Remus.

- Y fue Lily quien te sacó el veneno, ¿no? - preguntó Sirius, prácticamente dándolo por hecho.

Pero antes de que el hombre lobo pudiera afirmarlo o negarlo, llegaron a la enfermería, en donde Madame Pomfrey se "adueñó" de Lupin para poder atenderlo sin ser molestados.

::~::

Por su parte, la pelirroja Evans, aprovechando el receso de 20 minutos que tenían entre la clase de Pociones y la de Historia de la Magia, se dirigió a la biblioteca, puesto que tenía que devolver unos cuantos libros que se había llevado el pasado fin de semana. Al entrar, se dirigió hacia donde estaba Madame Pince, para informarle que traía los libros sacados, y también para preguntarle por los nuevos ejemplares que estaban por llegar.

Luego de esto, se dirigió a uno de los pasillos; se detuvo frente a un estante que tenía un letrero que decía "Misterio y Terror", allí dejó un par de libros; tras esto dio unos cuantos pasos y se detuvo frente a "Cuentos de Hadas". Finalizada su labor, Lily se iba a marchar de la biblioteca, la cual estaba prácticamente desierta, a excepción de una sola persona que ocupaba una de las mesas más alejadas... Horus Longbottom.

La chica caminó en dirección al muchacho de Gryffindor. Al llegar a la mesa, se sentó en una silla, quedando frente a él, quien hasta ese momento no se había percatado que Evans estaba allí, ya que estaba concentrado en su lectura, pero al oír el movimiento levantó su vista, encontrándose con el rostro de su compañera de casa.

- Hola. Siento lo que pasó - dijo en tono serio Lily. Sabía lo importante que era para el segundo en pociones lo ocurrido.

- Yo también. No sé qué fue lo que pasó - confesó el chico, bajando su mirada.

- No tienes por qué sentirte avergonzado - Longbottom levantó el rostro, y se encontró con los ojos verdes de ella - No tienes la culpa de nada, además, a todos nos pasan accidentes-

- Sí - afirmó Horus, lanzando un suspiro - Al menos no perdí puntos -

Lily iba a decirle algo, pero fue interrumpida por el ruido que provocó el correr de una silla en una de las mesas cercanas a la que ellos estaban. Era Severus Snape. El chico de Slytherin les dirigió una mirada de rencor, y luego empezó a escribir en un pergamino. Los dos Gryffindor se dirigieron miradas de incomprensión, y siguieron con su charla.

- A lo que iba... el nuevo profesor es muy agradable, ¿verdad? - comentó Lily - ¡No! Sólo bromeaba - agregó al ver el rostro perplejo de su compañero - La verdad es que es extraño -

- MUY extraño - acentúo Horus - Por cierto, tú entraste a la mazmorra con él, ¿no? -

- Sí, lo encontré en el pasillo. Me estaba dando consejos para el cuidado del cabello - dijo Lily, riéndose ante eso.

- ¿En serio? - el muchacho también rió - Bueno, es muy... mmmm... -

- ¿Afeminado? - Longbottom asintió - Es verdad, pero parece un buen profesor -

- En eso tienes razón, por algo Dumbledore lo trajo... -

- ¡¿Es que ya ni se puede estar 5 minutos en la biblioteca en paz?! - era la voz de Snape, quien se había acercado a la mesa - ¿Por qué no se ríen más fuerte? Ah, y se ve que no pierdes tiempo, Evans - añadió antes de marcharse del lugar.

El rostro de la chica estaba rojo de la furia, ¿por qué Snape se empeñaba en arruinar momentos agradables?, es cierto, él había ayudado a Remus, pero seguía siendo la misma porquería de persona, además de meterse en asuntos que no le incumbían, "Se ve que no pierdes tiempo", ¿acaso ese sujeto no tenía vida propia?. Fue sacada de sus pensamientos por Horus.

- Qué imbécil es - pronunciando esto con rabia - Pero no dejes que te afecte lo que dijo. A personas así no hay que darles mayor importancia de la que merecen -concluyó Longbottom.

- Tienes razón - admitió Lily, respirando hondamente para calmarse - ¡Oh! - exclamó al ver su reloj mágico - Ya casi empieza la clase, ¿nos vamos? - propuso a la vez que se ponía en pie.

- Bien, vamos - dijo a la vez que se levantaba, siguiendo el ejemplo de la chica.

Los dos caminaron rápidamente por los pasillos, hasta llegar a la puerta del salón, pero antes de entrar Horus la detuvo suavemente por el antebrazo.

- Em... oye Lily - empezó a hablar, con un poco de inseguridad.

- ¿Dime? - respondió esta.

- Me preguntaba si... te gustaría salir a caminar un rato por el lago en la tarde - propuso Longbottom.

- Por supuesto, Horus - aceptó Lily, sonriéndole, mientras se adentraba al aula, dejando al chico con una expresión atontada, para luego reaccionar con un leve empujón que recibió de Potter, quien pasó por su lado para entrar al salón. Seguido por los otros Merodeadores, quienes vieron la escena con gran extrañeza, puesto que su líder, por lo general, no actuaba así con los otros Gryffindor.

::~::

- ¡Ya déjame en paz! - gritó Severus Snape, fastidiado.

- Oh vamos Severus, no me has respondido - contestó el joven.

- ¿Qué quieres, Lucius? - preguntó malhumorado Severus.

- El por qué estás así - susurró Lucius.

Malfoy se acercó a Severus de forma peligrosa, ambos estaban al fondo del aula de Transformaciones. Pero Lucius prácticamente estaba "sentado" en la misma silla que Severus, este se dio cuenta, por lo que se puso de pie, haciendo que Lucius perdiera el equilibrio y se cayera al piso.

- No tengo por qué decirte nada - dijo eufórico Severus - Y no me pasa nada, para empezar - gruño - ¡Así que deja de molestarme! -

- Pero no me hubieses tirado al piso - gruño Lucius.

- Merecías más que eso - dijo Severus, molesto.

Se acercó a su silla y tomó asiento. Por su parte, Lucius se acomodó su cabellera rubia, totalmente relamida, ya que algunos cabellos se salieron de su lugar. Dio unas palmadas a su túnica, para esparcir el polvo que había caído sobre ella.

- Soy tu amigo Severus, se supone que puedes confiar en mí - susurró Lucius, dolido.

- ¿Amigos? No digas tonterías, esa palabra no existe - escupió Severus.

- Bien, como gustes. Podríamos ser grandes amigos - dijo Lucius, clavando sus ojos grises en Severus.

- Cállate - interrumpió Severus, dando por terminada la platica.

Y en realidad, algo le molestaba. Pero no podía admitirlo, ningún Slytherin que realmente lo fuera, lo admitiría. No tuvo tiempo para pensar en eso, ya que la puerta del aula se abrió y todos los estudiantes guardaron inmediato silencio. Si había un profesor en todo Hogwarts, que cualquier alumno consiente de sus actos en la casa de Severus temía, era, a la profesora de Transformaciones.

No porque fuese fea, en realidad, era la maestra mas joven que había en Hogwarts. Sin duda era muy bella, pero esa túnica y peinado tan conservador, hacía que perdiera la mitad de su encanto.

Pero lo que la hacía la profesora más temida entre los Slytherin, era que, además de ser la Jefa de Gryffindor y Subdirectora de Hogwarts; era la persona más estricta sobre la faz de la tierra. Lo cual hacía que todos, incluyendo los mismos Gryffindor, le temiesen.

Entró con paso lento pero seguro al centro del frente del aula. Observó a todos los alumnos, uno que otro tenían miradas "curiosas" en las partes superiores e inferiores de la joven profesora. Ella, como siempre lo había hecho, bajo 2 puntos a cada uno de esos estudiantes. Lo cual resultaron unos 16 puntos menos para su casa.

Lucius le dirigió una mirada a Severus, ya que él, tenía la "misión" de recuperar todos aquellos puntos. Lo cual significaba, estar atento y responder a todas las preguntas con seguridad, para que así, Minerva McGonagall le devolviese todos esos puntos.

Pero esa clase, Severus no tenía la mínima intención de cumplir con lo que debía hacer. Su mente estaba aún en la biblioteca, preguntándose por qué demonios había reaccionado así. Ciertamente, las cosas relacionadas con las "relaciones humanas" no eran su fuerte. Fue criado en un medio demasiado "frío", y lo más cercano a cariño, lo había recibido de parte de la única mascota que tuvo; la cual no duró ni un mes, ya que su padre la consideraba "sucia" y "repugnante", aunque en realidad, la razón fue que era una mascota muggle. Pero Severus teniendo 5 años, no pudo reconocer la diferencia. En punto es, que no tenía experiencia en ese aspecto de su vida.

Claramente, se había molestado por ver a Evans con Longbottom. Pero no tenía por qué molestarse, Evans es una sangre sucia y además de Gryffindor. Es estúpido que se haya molestado por eso, debía existir una razón, no pudo haberse molestado por... celos... No... no era por eso.

- Veo que sus pensamientos son más importantes que mi clase, Severus Snape - dijo una voz.

El Slytherin alzó la vista, para encontrar que McGonagall estaba frente a su mesa, viéndole de forma severa. Todos los demás estudiantes le veían con terror, el era la ÚNICA esperanza para recuperar puntos, y se había distraído en clase.

- No profesora - contestó Severus.

- No me contradiga Snape. ¿Qué es tan importante para no atender a mi clase? - preguntó McGonagall, severamente.

- Es algo que no le importa - respondió sin pensar Severus.

Todos se esperaron lo peor, Lucius comenzó a sudar frío.

- Muy bien Snape, en ese caso, tiene usted detención. La cumplirá después de la cena - dijo McGonagall.

- Yo también estaba distraído profesora - dijo divertido Lucius.

Severus volteó hacia Lucius, sorprendido. Lucius esbozó una sonrisa. McGonagall que ya había volteado, se volvió a girar y encaró al rubio.

- ¿Usted también, Malfoy?, bien. Dos detenciones, después de la cena - concluyó McGonagall.

Severus seguía observando a Lucius, el cual se acercó a Severus. Éste se alejó un poco, pero Lucius se acercó más, hasta que tuvo sus labios cerca del oído de Severus.

- Así no estarás solo - susurró.

Severus empujo a Lucius, el cual seguía con su sonrisa. Realmente se estaba comportando muy extraño.

::~::

La brisa suave y un tanto fría les refrescaba el rostro. Una caminata a esa hora de la tarde era muy relajante, sobretodo después de haber tenido un arduo día, lleno de de acontecimientos inesperados, pero que a la vez habían provocado de alguna u otra forma, que ellos dos estuviesen allí, juntos, compartiendo un rato tan agradable, alejando su mente de las clases y problemas cotidianos.

- Ven, sentémonos aquí - propuso un chico alto y delgado, a la vez que señalaba la sombra debajo de un árbol.

- Bien - aceptó ella, siguiéndolo, y sentándose a su lado.

- Las clases estuvieron agotadoras - comentó él, con una mezcla de afirmación y pregunta.

- Realmente sí... Me duele la cabeza - dijo ella, a la vez que se llevaba sus manos a la sien, dándose pequeños masajes circulares.

- ¿Te sientes mal, Lily? - preguntó preocupado - Si quieres vamos a la enfermería - propuso, empezando a incorporarse.

- No, no - ella lo agarró suavemente por el brazo, para que éste se sentara - No es necesario. Es tan sólo un pequeño malestar -

- Bueno... Pero si empeoras, me avisas, ¿bien? - dijo él, mirándola con expresión preocupada.

- Claro - susurró ella - ¿Sabes, Horus? Me parece extraño -

- ¿Qué cosa? - quiso saber él, curioso.

- Que es la primera vez que estamos así... Ya sabes... - la pelirroja no sabía cómo expresar lo que estaba pensando.

- Te entiendo - sonrió él, despreocupadamente.

- Y dime, Horus, ¿qué otra cosa, aparte de las pociones, te gusta? - quiso saber ella, tal vez por simple curiosidad.

- Eh... me gusta... cantar - dijo Longbottom, levemente sonrosado.

- ¿En serio?. ¡Qué bien! Canta algo -pidió ella, ansiosa.

- No... es que... no suelo cantar... em, pues en público - confesó el chico, apenado.

- Pero sólo estamos nosotros... y las criaturas del bosque, pero no creo que cantes tan mal como para que salgan y te devoren, ¿o sí? - le miró ella, con mirada divertida.

- No - negó él, a la vez que una ligera risa se escapaba de sus labios.

- ¿Entonces?. Quiero escucharte - solicitó Lily, expectante.

- Está bien - cedió finalmente el chico.

Horus inhaló profundamente el aire, cerró los ojos, y empezó a cantar una hermosa tonada. Su voz se comportaba como la melodía de un suave piano en una silenciosa mañana de invierno. Las expresiones de su rostro cambiaban constantemente, según la intensidad que requería la tonada.

Por su parte, Lily miraba embelesada el "recital privado" que le brindaba Longbottom. Escuchar su profunda, pero a la vez suave voz, era muy extasiante, además de que el muchacho lograba transmitir sentimientos y emociones. La Evans cerró sus ojos por unos minutos, concentrándose en la canción, hasta que ésta acabó, y sus ojos se encontraron con los de su compañero, quien la miraba esperando un signo de aprobación o desaprobación.

- ¡Qué hermoso cantas! - felicitó ella, mientras aplaudía.

- Oh, vamos. No exageres - dijo él, cuyo rostro ahora estaba completamente rojo.

- Lo digo muy en serio, Horus. Eres realmente bueno - reafirmó ella.

- ¿De verdad lo crees, Lily? -preguntó él, queriendo asegurarse de lo que ella le decía.

- ¡Por supuesto! Podrías ser un gran profesor de Pociones, y en las noches hacer streptease en las "Tres Escobas", a la vez que cantas -y ambos empezaron a reírse fuertemente, imaginándose cómo sería eso. Tras este comentario, ninguno de los dos habló de nuevo, compartiendo ese pequeño silencio, preludio del crepúsculo.

La muerte de los últimos rayos del sol les indicaron que la noche ya se hacía presente. Esperaron unos minutos más, hasta que Horus se puso en pie, y extendió una mano para que Lily se apoyara en él, y con un pequeño empujón la chica se levantó. Cuando empezaron a caminar hacia la entrada del Colegio, la Evans habló nuevamente.

- Es en serio - murmuró la chica.

- ¿Qué cosa? - preguntó Longbottom, quien fue sacado de sus pensamientos repentinamente.

- Que cantas muy bien - dijo ella, en tono muy serio.

- Gracias - le dijo Horus, feliz.

Estuvieron caminando un trecho, llegando al Gran Comedor, puesto que la hora de la cena había iniciado hacía un rato. Al entrar, mecánicamente se encaminaron hacia la mesa de Gryffindor. La pelirroja se sentó al lado de Remus, como era su costumbre; y Longbottom se sentó a su lado. Sus platos se llenaron inmediatamente de alimentos, y ambos empezaron a comer.

Con la llegada de Lily, Remus vislumbró la respuesta de su llamado de auxilio. Llevaba un buen rato soportando miradas entre Sirius y James... Ya no sabía si eran miradas inocentes, o cargadas de lujuria, o si todo eso era una trampa de su imaginación. Definitivamente, todo sería más llevado con su amiga allí, al menos así se distraería un poco... Claro, sería más llevadero si ELLA le hubiese dirigido algo más que un simple "hola", pero claro, al parecer estaba muy ocupada hablando con Horus Longbottom... No cabía duda: hoy era su día de "suerte", se dijo mentalmente, a la vez que hundía su vista en el plato casi vacío que tenía delante de él.

James le echó una mirada a Longbottom, e iba a abrir su boca para decir algo, pero de pronto se calló debido a un estremecimiento que le recorrió todo el cuerpo. Bajó disimuladamente la vista, y encontró la mano de Sirius que lo acariciaba sensualmente, cercano a la zona de su entrepierna. Posó sus ojos en los de Sirius, y vio que éstos de alguna manera le sonreían pícaramente. Los dos terminaron su comida lo más rápido que pudieron, y se fueron del lugar, alegando que tenían "algo urgente que hacer".

Remus dio un largo suspiro. Ya Peter se había ido, en realidad, había estado nervioso desde la mañana, cuando cumplió su "misión". Tan sólo estaban Lily y Longbottom, y algunos cuantos alumnos de otros cursos. Se paró de la mesa, para irse y en ese momento su amiga y Horus también se pusieron de pie. Resignado, Lupin los acompaño, aunque callado.

Cuando llegaron a la sala común, Remus se sentó en uno de los sillones más apartados, mientras que los "nuevos amigos" se sentaron en uno de los sofás que había cerca de la chimenea.

- La pasé muy bien contigo, Horus - dijo la pelirroja Evans.

- Yo también, Lily - le confesó él. Longbottom intentó sofocar un bostezo con una de sus manos - Disculpa -

- No te preocupes. ¿Tienes sueñito? - preguntó ella.

- Un poco - admitió el chico.

- Es mejor que vayas a dormir - le recomendó Evans.

- Tienes razón. ¿Tu no tienes sueño? - dijo Horus.

- Algo, pero primero tengo que hablar con Remus - le dijo Lily, casi como si fuera una confidencia.

- Bien. Entonces... buenas noches - se despidió Horus, levantándose.

- Hasta mañana - dijo Lily, también poniéndose en pie, y dándole un beso en la mejilla a Horus. Éste le sonrió; dio media vuelta, y subió las escaleras. Lily se giró; tenía que hablar con Remus, había estado muy extraño todo el día, así que dio unos cuantos pasos para llegar a donde estaba sentado el hombre lobo, arrinconado, y triste.

Remus alzó la vista al sentir que alguien se acercaba a su puesto en la Sala Común de Gryffindor. Sonrió débilmente al notar que era Lily, y bajó la mirada nuevamente.

- Hola Remus - susurró Lily, tomando asiento a su lado.

- Hola Lily... - dijo Remus, meditabundo.

- Hoy... Fue un día inusual, ¿no crees? - preguntó jovialmente la chica.

- Muy inusual - reconoció Remus.

- En especial la clase de Pociones - comentó ella.

- Sí, lo fue - dijo encogiéndose de hombros.

Lily observó con detalle a su compañero, realmente le pasaba algo... Remus por su parte estaba un poco nervioso... Quería hablar pero no sabía exactamente por qué.

- ¿Te sucede algo? - preguntó Lily, preocupada..

- ¿A mí? - contestó Remus, alarmado.

- ¿Hay alguien más aquí? - dijo Lily, divertida.

- No... es solo qué - cedió Remus, dudoso.

Hubo un largo silencio, Remus dudó... ¿Era correcto hablarlo con alguien?. Lily era de confianza, pero... Había algo que lo hacía estar inseguro... No podía decirle "Encontré a James y Sirius besándose"... cuando en realidad... era algo muy complicado como para andar diciéndoselo a alguien... Pero Lily era su amiga, podía confiar en ella...

- Dime, Remus - apoyó Lily.

- Es algo complicado - soltó Remus, confundido.

- Vamos, puedes confiar en mí... - persuadió Lily - Sea lo que sea, te apoyaré - terminó Lily, con una gran sonrisa.

- Bien... - aceptó Remus.

La observó de nuevo con decisión y algo de nerviosismo... Tenía que decírselo a alguien, no podía aguantar más con ese sentimiento que tenía enterrado dentro de sí. Abrió la boca para poder articular la primera palabra de su confesión, pero fueron interrumpidos.

La puerta de la Sala Común se abrió de golpe y de ella, entraron dos chicos... Los dos traían la respiración agitada, y por las caras que traían, no era por haber corrido. Remus notó que las túnicas estaban mal acomodadas, pero este detalle sólo fue captado por él, ya que era muy observador.

James y Sirius se dieron una mirada rápida, acercándose a donde estaban Lily y Remus. James se sentó a lado de Lily, y le sonrió. Ella le devolvió el saludo, y observó a Remus un poco confundida; saludó a los recién llegados y miró el reloj mágico de la pared de la Sala Común, poniéndose de pie en el acto.

- Lo siento, tengo que ir a hacer mi guardia de prefecta - dijo Lily, excusándose y observando a Remus.

- No te preocupes - alcanzó a susurrar Remus.

- ¿Ya te vas? - soltó James, decaído.

- Si... Tengo que ver que ningún alumno de los grados inferiores esté fuera de la Sala Común - dijo ella.

- Qué lástima - dijo Sirius, mirando de forma extraña a James.

- Bien, creo que iré al dormitorio entonces - dijo Remus, pensativo.

- Luego hablamos - dijo Lily, sonriéndole.

Lily volvió a dar unas palabras de despedida, y salió por el retrato de la Dama Gorda. Remus por su parte, observó a James y Sirius, que habían comenzado una guerra de "manos" y por lo tanto, no logró dejar de pensar mal al respecto. Apenado y fingiendo sueño, se fue al dormitorio, dejando a un extrañado Sirius.

James, que no pareció notar nada de lo que acababa de pasar con Remus, se acercó al sillón que ocupaba Sirius. Éste observó la Sala Común, estaba vacía... Sirius puso una mirada expectante, olvidando por completo el comportamiento de Remus.

- Me divertí mucho hace un momento - susurró James.

- Yo también, Cornamenta - susurró Sirius, tranquilamente.

James sonrió y puso una mano en el cuello de Sirius, acariciando su suave piel y sintiendo cada pedazo de ella. Sirius tuvo un escalofrío y agarró la nuca de James. Con un movimiento rápido le acercó a su cara, besándole los labios con fuerza. James se subió en el sillón donde Sirius estaba sentado, quedando uno encima del otro.

Sirius recorrió la espalda y pecho de su compañero, a su vez que James hacía lo mismo. Bajó lentamente los besos, hasta llegar al cuello de Sirius y sus manos bajaron a la parte baja de la espalda, acariciando el comienzo del trasero de su acompañante.

Los labios de ambos volvían a fundirse en un apasionado beso, cuando oyeron que alguien bajaba las escaleras de los dormitorios. Sirius por inercia, empujó a James, y éste cayó en seco al piso.

- ¿Cornamenta? ¿Por qué estás tirado en el piso? - preguntó Peter.

Sirius y James tuvieron ganas de golpearle, pero se contuvieron. Sirius se acomodó un poco su cabello largo, que ahora estaba alborotado, y ayudó a James a ponerse en pie.

- No fue nada grave, Colagusano - dijo James, enfadado.

- ¿Interrumpí algo? - preguntó Peter, inocentemente.

- No... Para nada - soltó Sirius y observó a James.

- Vamos a dormir, Canuto - sugirió James.

Se observaron y con una sonrisa confidencial se despidieron de Peter, el cual dijo que estudiaría un poco en la Sala Común antes de irse a dormir.

::~::

Severus caminaba al lado de Lucius, la profesora McGonagall ya les había informado del castigo que tendrían que cumplir: limpiar la mitad de los pasillos del segundo piso; lo cual, sería un trabajo largo...

Lucius no parecía querer aligerar la carga, puesto que se puso insoportable durante el camino. Iban al salón de limpieza, para agarrar lo necesario para comenzar a trabajar. Pero Severus seguía con la cabeza en otra parte y esto lo notó Lucius.

- Vamos Severus... Dime qué diablos te pasa - pidió Lucius.

- Lucius, si no dejas de fastidiar, me voy a molestar en serio - gruñó Severus.

- ¿Vas a seguir en ese plan? - preguntó Lucius.

- No es ningún plan. Ya déjame en paz - dijo rápidamente Severus.

- Podrías ser más amable - dijo Lucius.

- ¿Amable?, soy un Slytherin... Si quieres comportarte como un Hufflepuff, es tu problema - comentó Severus, hiriente.

No pronunciaron palabras... Continuaron su camino con paso lento pero seguro. Las paredes oscuras de los pasillos eran demasiado lúgubres, en especial siendo de noche y las luces que brindaban las antorchas jamás parecían suficientes para la iluminación.

Lucius estaba preocupado, había visto lo que Severus había hecho en clases de Pociones... Besándole el dedo a un Gryffindor... éso era caer bajo... Pero había una razón mucho más profunda al respecto del comportamiento del Slytherin, y él lo sabía.

- ¿Por qué hiciste eso? - preguntó Lucius.

- ¿Hacer qué? - dijo Severus, no prestando atención.

- Vi lo que hiciste en clase de Pociones - susurró Lucius.

- ¿Qué? - preguntó Severus, alarmado.

- Lo que oíste... Vi lo que hiciste con Lupin - declaró Lucius.

- No sé de qué hablas - dijo Snape rápidamente.

- No me engañas... yo lo vi - contradijo Lucius.

- Y si lo hice... ¿qué? - dijo Severus, enfadado.

Lucius miró a Severus de forma deseosa y lo empujó un poco. Entraron a un pasillo aún más oscuro que en el que estaban, y lo arrinconó en él. Severus observó a Lucius extrañado, pero no pudo decir nada, pues sintió la mano fría de Lucius recorrer su mejilla con suavidad y luego tocando sus cabellos largos con agilidad.

Severus intentó separar a Lucius, pero su compañero que le arrinconaba era mucho más alto y por ello no pudo completar su plan.

- No quiero que estés con ese Gryffindor - susurró Lucius, sus ojos grises y fríos parecieron mostrar emociones... Severus se estremeció - Hay personas mucho mejores que ese Lupin.

Con un movimiento, acercó su cara a la de Severus, sus alientos se podían se sentir cerca... demasiado cerca... Severus se sintió extraño y la mirada de Lucius era demasiado penetrante...

Lucius acercó aún más sus labios, haciendo que se rozaran... Se separó y Severus por inercia se acercó a Lucius. Éste pareció seguro de su victoria, y acercó sus labios a los de Severus y...

- ¡¿Quiénes están ahí?! - exclamó la voz de alguien.

Lucius y Severus se sorprendieron, volteando hacia donde provenía la voz. Lily Evans caminó con seguridad hacia la pareja y puso una cara perpleja cuando los reconoció.

- Esto sí que es una sorpresa... - susurró.

No todos los días se veía a dos Slytherin del mismo sexo en un pasillo oscuro y muy "cerca" el uno del otro. Severus pareció tomar fuerzas nuevamente y empujó a Lucius.

- Cállate, Evans - dijo Severus, fulminándole con la mirada.

- ¿Y quién era el que no perdía el tiempo? ¿Eh? - dijo Lily, sarcástica.

Se vieron unos segundos y Lily se fue caminando por el pasillo, siguiendo con su recorrido. Severus gruñó por lo bajo, y caminó por el lado opuesto del pasillo, ignorando Lucius, el cual caminó detrás de él.

- ¿A qué se refería la sangre sucia? - preguntó molesto, pero a la vez curioso, Lucius.

- A nada que te interese - escupió Severus, tratando de alejarse de su compañero de casa.

- Por supuesto que me interesa - respondió rápidamente el rubio.

- Deja de molestar - ordenó Snape.

- Es que todo lo que tiene que ver CONTIGO me interesa - dio como respuesta Malfoy, con voz sensual.

- ¡Cállate! - exclamó el más bajo de los dos, alejándose del otro.

El chico de cabello negro pudo sentir cómo una mano le agarraba fuertemente por el hombro izquierdo, haciendo que se girara. Sus ojos negros cual noche chocaron con los ojos glaciares del otro. Lucius lo empujó nuevamente contra la pared. Pudo sentir cómo el frío aliento chocaba en su cuello.

- No finjas... Déjate llevar, Severus - murmuró Malfoy cerca del oído de Snape, haciendo que éste se estremeciera, y quedara impactado.

Lucius empezó a acariciar una de las mejillas de Severus con la punta de su nariz... suavemente... ladeando su cabeza. Luego sustituyó su nariz por su labios. Empezó por la frente de Severus, descendiendo lentamente, hasta llegar a sus labios, pero sin tocarlos, tan sólo rondando la comisura de los mismos. Con una de sus manos empezó a tantear la túnica de Severus, presionando la tela para que sus dedos pudieran palpar por encima de ella el bien formado abdomen de éste; cuando estaba a punto de llegar a la zona del pubis se detuvo. Observó el rostro de Snape... sus ojos, momentos atrás cerrados, ahora se abrían, mostrando expectación, ansiedad y confusión. Malfoy bajó su rostro por un instante, y cuando lo levantó, en él se enmarcaba una medio sonrisa...

- Es mejor que nos apuremos con la limpieza... Hay que terminar rápido con el castigo, ¿no, Severus? - dijo el rubio, conteniendo una risita.

Snape estaba perplejo. ¿Acaso todo eso había sido real?. Decidió contestar esa pregunta después de terminar de asear los pasillos, ya que su idea de meditación no era precisamente esa: acompañado de Malfoy en un piso desolado y a oscuras.

Las horas parecían más largas, o era quizá el fastidio que les provocaba el estar allí. Finalmente, después de tanto tiempo terminaron con la labor. Sin dirigirse palabras durante todo ese periodo, ambos acomodaron las cosas con las que limpiaron en la primera habitación en la que habían entrado. Tras esto, bajaron las escaleras, y fueron cruzando algunos pasillos, descendiendo cada vez más, hasta que llegaron a la entrada de su sala común. Mediante la contraseña pudieron entrar. Se dirigieron entre la penumbra a una puerta que quedaba en una de las esquinas; al abrirla, se encontraron con varias subdivisiones, las que conducían a cada mazmorra. Antes de separarse, Lucius observó a Snape tranquilamente, aunque un brillo de picardía se hacía en sus ojos.

Severus dirigió una mirada de soslayo a Lucius, y caminando pesadamente llegó hasta su mazmorra. Entró en ella; sintió unas ganas terribles de acostarse así mismo, pero decidió ponerse el pijama primero. Al hacerlo, se acostó en su cama. Cerró los ojos, y todos los recuerdos del día vinieron a su mente, sobretodo los más recientes...

Lucius... ¿qué rayos le pasaba?, ¿acaso la enorme cantidad de gel que usaba en el cabello ya empezaba a mostrar sus consecuencias?. Desde hacía días estaba teniendo un comportamiento extraño. Además... lo que había pasado hoy era... era... ¿Qué estaban haciendo en el segundo piso?. Estuvieron a punto de besarse, y lo hubieran hecho de no ser por él... ¡demonios! Eso le molestaba a sobremanera, ¿por qué había sido Lucius quien detuviera toda la "escenita" y no él?. Pero bueno... eso no era tan importante, y después de todo, ¿a quién no le afecta tener un "profesor" como el tal Amorce Herrinman?.

Pociones... esa era OTRA cosa. O más bien, no eran en sí las clases de pociones, sino lo que ÉL había hecho esa mañana. Y todo se podía resumir con dos palabras: Remus Lupin.

Recapitulando todo... ¿qué era lo que había pasado?. Lupin se había herido con el colmillo de basilisco, y él le había quitado el veneno. Es decir, él, Severus Snape, le salvaba la vida a un Gryffindor, que resultaba ser licántropo, además de ser amigo de la basura de Potter. Pero... no le había quitado el veneno como si tal cosa... ¡le había lamido el dedo! Y es que la piel de Lupin era tan suave, tan provocativa, tan... deseable...

"Oh", dejó escapar Severus a través de sus labios. Y al compás, sintió cómo "algo" se comenzaba a abultar; miró hacia sus zonas íntimas y comprobó lo que se negaba a aceptar... "¡¡Maldición!!", gritó mal humorado, mientras sus mejillas se cubrían de un tono rosáceo.

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|| Notas de las Autoras ||

Patty*Potter:

¡Hola! espero que les haya gustado este capi ^^ quiero darle las gracias a Lina, porque me encanta escribir con ella, congeniamos mucho, lo cual hace que se nos facilite el trabajo a la hora de escribir, además de que somos muy buenas amigas, o corrección, es una de mis mejores amigas, así que me encanta poder coescribir este fic con ella ^^

Y bueno, en lo personal, este segundo capi me gustó mucho *^^* o sea, y he de confesar que me encanta Horus!! XD no creen que es un chico muy tierno y de muy buenos sentimientos?? es de lo más encantador, amable, simpático e inteligente, y además, es guapo =P realmente chicos como estos son los que hacen falta en este mundo muggle ¬¬U

En cuanto a los reviews, quiero agradecer a todos los que escribieron ^^ realmente nos anima mucho el hecho de saber de que este fic les gusta, o sea, porque a nosotras nos gusta mucho, y el hecho de que a ustedes también y de que lo demuestren, hace que nos sintamos muy chévere! ^^ Quiero agradecer especialmente a Hermione Granger, una gran amiga, a quien adoro, porque sé que ella no es fanática de este género, pero leyó el primer capítulo, y le gustó ^.~ También a Pace, primero porque él es anti-slash jajajaja ^^;; pero con todo y eso andaba con la cuestión de que publicáramos pronto el 2do capi =P y bueno, igualmente a quienes leer pero no dejan review ^^U aunque deberían dejar ¬¬U pero bueno ^^;;

Quería recalcar que este es un fic para personas que NO tengan estrechez de mente [como dice la canción ^^], y que por ende se aclara desde el comiendo que es slash, si son homofóbicos, no entiendo para qué lo leen, si saben qué es lo que se van a encontrar. Además, la homosexualidad no tiene NADA de malo, además, todo el mundo es libre de sentir... ¿o acaso alguien es capaz de decidir de quién se enamora o no?, si es así, vaya, ¡qué increíble! Y bueno, aquí NADIE tiene derecho de juzgar a los demás! nadie es mejor que nadie! y no sirve de nada engañarse a uno mismo... además, el pensamiento es libre!

Y pues, eso es todo por ahora... nos estamos leyendo en el 3er capi!! ^^

[Sirius y Remus rules]
[si yo fuera una gragea, sabría a sandía]
[auuuuuuuu -> soy licántropa]

Lina Saotome:

Terminamos el capi 2!!!!!, que felicidad!!!!. Fueron 19 hojas!!, realmente no las sentí ^^U, es que escribiendo con alguien las cosas van mas rápido y la verdad este capi me encanto!!!!, sé que no salió mucho Remus, pero tambien hay que dar paso a los demas cuerazos, en especial a Severus XD~~~ y Patty esta de acuerdo conmigo en eso XD~~~. Por cierto, Lucius me encanta!!!!, lo malo es que es malito ;_; y en los libros es un maldito... pero ES guapo!!!, tener dos Dracos es demasiado, una versión peque y uno adulto!!! XD~~~.

Tambien algo de relación hetero ^^, para no abrumarlos con pro slash XD. Horus me sigue encantando ^^UUUU. Mmmm... creo que podríamos meter tambien al padre de Aton Polls (mas referencias, lean Graue Augen XD, es mío) jejejejeje ^^U... Bueno... es mucho material masculino XD~~, falta meter material femenino... Habra que trabajar en ello ^^.

No sé cuantos caps tenga este fic, pero mientras haya inspiración habra mas y más capis XD. Saludos a Javi-chan, que cumplió hoy años y le dedico el capítulo ^^!!!, o sea... mi mitad ^^U.

Mmmm... creo que es todo lo que había que comentar... gracias a Athenea, Kali, Maggy, May, Wilbur, Pottermaniaca, Usako, Kanami Kirashi, Hermine Granger y Pace por sus reviews ^^. Esperamos que les guste este capítulo ^^.

Y concuerdo con Patricia... es una de mis mejores amigas!!!! y realmente no sé porque la gente se pone a leer fics slash cuando es homofibico, sabiendo que es lo que va a encontrar y aun así, se pone a mandar flames ¬¬... Si eres HOMOFOBICO, no lo leas y ya!, no andes haciendonos perder el tiempo. Además la homosexualidad no tiene nada de malo y si se meten con ella se meten con mis mejores amigos y amigas, y de paso, se meten conmigo directamente. Así que, solo les digo que el amor es el amor, no podemos decidir si nos enamoramos de alguien o no, solo pasa y ya... Y lo que más critica uno, es lo que primero les pasa con sus hijos o con sus nietos... y eso lo he comprado.

Eso es todo ^^.

~ auuuuuuuuuuuuuu ~ Soy licántropa XD.