1 Capítulo 3 .- Carta de Gimli

En los días que siguieron, Melian se recuperó muy bien. Daba largos paseos por los bosques, y sobretodo visitaba muy frecuentemente la habitación donde había los libros. Le encantaba leer sobre el pasado, sobre cuando se formó Arda, sobre Valinor...

Esa mañana Legolas se había reunido con su padre para tratar ciertos asuntos sobre política interior y a Nandor no le había visto aún. Por lo que cogió un libro y se sentó bajo la sombra de un árbol a leer.

Pero un rato después un mensajero la sacó de su lectura

- Perdone señorita, pero ¿sabe donde puedo encontrar a maese Legolas?

- Pues está reunido. ¿Qué quiere de él? – preguntó Melian

- Le traigo una carta

- Yo se la puedo dar si quiere – se ofreció ella

- Pues me haría un gran favor.

El mensajero le entregó un sobre y luego se marchó.

Melian le dio unas cuantas vueltas al sobre, examinándolo. En él sólo había el nombre de Legolas. Nada más. Ni el nombre de quien la mandaba ni nada.

La puso entre las páginas del libro y continuó leyendo. Pero parecía que ese día todo el mundo la interrumpía. Llegó Nandor y se sentó a su lado. Parecía completamente hundido.

- ¿Qué pasa? – preguntó Melian

- ¿Por qué sois tan complicadas las mujeres?

- ¿Cómo? – volvió a preguntar ella con una sonrisa

- A ver, Melian, tu eres una chica. ¿Quieres ayudarme?

- No tengo ni idea de lo que me estás hablando, Nandor

- ¿Qué os gusta a las chicas?

- ¿A que viene esto ahora? – Melian no comprendía nada.

- Bueno, te lo contaré – dijo Nandor decidido – El caso es que hay una elfa, Níniel...

- Vale, no hace falta que digas más – Melian ya lo había comprendido - ¿No te hace caso?

- Es como si para ella yo no existiera...

- ¿Eres tu mismo cuando hablas con ella?

- Bueno, no exactamente... Legolas me dijo una vez que con las chicas tenía que ser amable, que no tenía que dejar ver mi carácter.

- Creo que Legolas es un pésimo consejero. Tienes que hacer absolutamente al revés de lo que te dijo. – dijo Melian con una sonrisa

- Nunca debí hacerle caso! – exclamó Nandor – Es que no sé como se me pasó por la cabeza! Si él nunca en su vida ha intentado conquistar a una elfa o a una mujer!!!

- Una cosa, conmigo eres tu mismo ¿verdad?

- Pues si, porque no sé... A ti no te veo como a una elfa... O sea... A ver... Si que eres una elfa, eso está claro pero... – Nandor no sabía como explicarse

En ese momento llegó Legolas

- Y aquí llega el peor consejero! – dijo Nandor

- ¿Es que me he perdido algo? – preguntó él sin acabar de comprender nada

- No! Tranquilo! Bueno yo me voy que ahora soy un elfo muy ocupado! Adiós! – Nandor se fue corriendo.

- ¿Qué le pasa? – le preguntó Legolas

- Creo que se va a conquistar cierta elfa. – contestó Melian con una sonrisa

- ¿Otra vez?. Que cabezota que es! Con las veces que le ha dicho que no....

- Bueno, si insiste tanto es señal que la quiere de verdad

Legolas se sentó al lado de la chica.

- Si tu lo dices te voy a hacer caso. Es que yo en estas cosas no tengo mucha experiencia...

- Por cierto – dijo Melian recordando la carta – Han traído esto para ti mientras estabas ahí con tu padre.

Legolas abrió el sobre y empezó a leer, y conforme iba leyendo, una sonrisa apareció en su rostro.

- ¿Buenas noticias? – preguntó Melian

- Es de mi amigo Gimli – contestó él tendiéndole la carta

" Mi querido amigo:

Estoy de camino al Bosque Negro. Vengo a verte porque si no vengo yo dudo que vengas aquí tu. Espero no causar muchos problemas. Conmigo también vienen dos personas a las que creo que te gustará ver. Mañana estaremos allí.

Tu amigo

Gimli"

- Que explícito – dijo irónicamente Melian

- Es su manera de ser – dijo Legolas aún con una sonrisa – Ahora tu y Nandor podréis conocerlo. Y también mi padre.

- ¿Y no tienes ni idea de quien pueden ser estas dos personas a las que se refiere?

- Pues no... Pero eso ya tendremos ocasión de saberlo mañana.

- Bueno pues anda vamos! – Melian se levantó

- ¿A dónde? – preguntó Legolas extrañado

- ¿Es que no les piensas preparar ni una fiesta de bienvenida? Anda! Yo te ayudaré – dijo ella decidida

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- Pues a mi me gustaría viajar tanto como tu – dijo Melian

Ella y Legolas estaban decorando uno de los salones del palacio para la fiesta, y mientras lo hacían hablaban de las aventuras que había tenido Legolas que fascinaban a la elfa.

- Yo creo que Fangorn te gustaría si fueses... Espera, sube esto un poco más. Ahora... es que quedaba torcido... Bueno pues lo que te decía, un día te llevaré a Fangorn, bueno a ti y a Nandor, que se lo prometí.

Ahora estaban subidos a unas escaleras colgando unas tiras de flores en las paredes.

- Hablando de Nandor – dijo Melian – Des de la mañana que no aparece por aquí

- Es que huele cuando hay trabajo que hacer. Y por no trabajar es capaz de todo. Menudo vago está echo!!! – exclamó Legolas

- ¿Decías algo? – Nandor estaba en la puerta observándolos

- Pues ahora mismo hablábamos de ti – dijo Melian con una sonrisa – Y en lo bien que nos iría una ayuda por tu parte.

- Bueno, tendréis que hacer un trato conmigo si quereis mi ayuda – dijo él

- Podrás estar aquí en la fiesta mañana, cuando el amigo de Legolas y sus dos acompañantes lleguen. Y habrá comida... – dijo Melian

Legolas sonrió al ver lo rápido que había aprendido la chica a tratar con Nandor

- Bueno... ¿Qué hay que hacer? – preguntó Nandor

- Pues podrías empezar por apartar las cosas de en medio y solo dejar una mesa y siete sillas – dijo Legolas – Nosotros acabamos con estas flores

Un buen rato después los tres estaban muy cansados, pero ya habían acabado con todo. Había quedado muy bonito

- Bueno ahora nos merecemos una buena cena! – exclamó Nandor. – Cortesía del príncipe Legolas, por supuesto. Y luego se ha de rematar la noche con algunas buenas bromas a los guardias nocturnos...

- Ni se te ocurra, Nandor – dijo Legolas – Los pobres ya han sufrido bastantes veces.

- Oh! Que aburrido puedes llegar a ser a veces! – y el elfo se fue, olvidando la cena.

- ¿Se habrá enfadado? – preguntó Melian

- Que va! Siempre hace lo mismo. Mañana lo verás como si nada hubiera pasado. ¿Cenamos tu y yo?

- Bueno. La verdad es que ya tengo hambre...

Legolas y Melian cenaron tranquilamente bajo las estrellas, y luego pasearon un rato.

- Bueno, me has contado muchas cosas acerca de Gimli, pero ¿y los demás miembros de esa comunidad? – preguntó Melian

- Uno de ellos es el actual rey. El otro hombre que venía, Boromir, lo perdimos cerca de los Argonath. Luego venía Gandalf el mago, y como no, los hobbits.

- ¿Hobbits?

- Medianos. Uno de ellos, Frodo, era el portador del anillo

- Siento que siempre tengas que hablar tu – dijo Melian – Si yo recordase algo, también te.... – la elfa calló de golpe

- ¿Qué ocurre? – preguntó Legolas

- Recuerdo... En una noche muy parecida a esta, la luna en el cielo... Había alguien a mi lado... Una mujer... Mi madre... Me dijo algo...

- ¿Qué te dijo? – preguntó Legolas suavemente

- No... No lo recuerdo.... – dijo Melian bajando la vista

- No te preocupes. Ya lo recordarás. Anda, vamos a dormir

Los dos regresaron al palacio, se dieron las buenas noches y se fueron a sus respectivas habitaciones, pero ninguno de los dos ser durmió hasta bastante rato después. Legolas daba vueltas y más vueltas a las palabras de Melian, y ella, por su parte, intentó recordar con todas sus fuerzas que le dijo su madre esa noche... Pero no lo consiguió. Al fin se quedó profundamente dormida.

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Y aquí el tercero. ¿Qué tal? Me costó un poco hacerlo, porque no sabía muy bien como empezarlo, pero al fin aquí está.

En el próximo capítulo llegará Gimli y sus dos acompañantes, sean quienes sean. Y Nandor tendrá una idea. Una buena idea, aunque parezca raro....

Dejen reviews, por favor!!!!

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