1 Capítulo 5 .- El pasado de Melian
Legolas y Melian estaban en la biblioteca buscando en todos los libros. Nandor se había escabullido de la tarea diciendo que iba a enseñar el Bosque Negro a los invitados.
- Todo lo que sale en los libros son cosas que yo ya sabía – dijo Legolas cerrando otro pesado libro
- Pues así si me lo cuentas nos ahorraremos trabajo – dijo Melian sonriendo
Legolas empezó a contar la historia des de el principio, de forma que Melian la comprendiese bien.
"A los Grandes de entre los espíritus, los elfos les llaman Valar, y los hombres con frecuencia los han llamado dioses. Los Señores de los Valar son siete; y las Valier, las Reinas de los Valar, son siete también. Son los que en su momento construyeron la Tierra Media. Con los Valar vinieron otros espíritus que fueron también antes que el Mundo, del mismo orden de los Valar, pero de menor jerarquía. Son éstos los Maiar, el pueblo sometido a los Valar, y sus servidores y asistentes. El número de estos espíritus no es conocido, así como la mayoría de sus nombres, porque rara vez se han aparecido en forma visible a los elfos y a los hombres.
Melian era el nombre de una Maia que servía a Vána y a Estë, que eran dos Valar; abandonó Valinor, la tierra de los dioses y llegó a la Tierra Media. Vivió largo tiempo en Lórien, donde cuidaba de los árboles que florecen en los jardines. No había allí nadie más hermosa que Melian, ni más sabia, ni que conociese mejor las canciones de encantamiento. Se dice que los Valar abandonaban el trabajo y que el bullicio de los pájaros de Valinor se interrumpía y que las fuentes dejaban de fluir, cuando al mezclarse las luces Melian cantaba en Lórien. Los ruiseñores iban siempre con ella y ella era quien les enseñaba a cantar; y amaba las sombras profundas de los grandes árboles.
Pues bien, Elwë, señor de los Teleri (una raza de elfos), un día penetró profundamente en Nan Elmonth y se extravió. Pero llegó por fin a un claro abierto a las estrellas, y allí se encontraba Melian; y desde la oscuridad él la contempló.
No dijo Melian ni una palabra; pero anegado de amor, Elwë se le acercó y le tomó la mano, y en seguida un hechizo operó en él, de modo que así permanecieron los dos mientras las estrellas que giraban por encima de ellos medían largos años, y los árboles de Nan Elmonth se volvieron altos y oscuros antes de que ninguno pronunciara una palabra.
En años posteriores, él se convirtió en un rey importante. El Rey Mantogrís, como se lo llamó, Elu Thingol en la lengua de esa tierra. Y Melian fue Reina; habitaban en las estancias ocultas de Menegroth, las Mil Cavernas, en Doriath. Gran poder le dio Melian a Thingol, que fue grande entre los elfos. Y del amor de Thingol y Melian vinieron al mundo los más hermosos de todos los elfos que fueron o serán.
Tuvieron una hija, a la que llamaron Lúthien Tinúviel, ella se enamoró de un hombre, Beren. Esa fue la primera unión de un elfo con un hombre. Luthien y Beren tuvieron un hijo, Dior, que fue el Heredero de Thingol. Él a su vez se casó con Nimloth de Doriath, una elfa. Ellos tuvieron a Elwing, quien tuvo en custodia uno de los silmarils., que eran objetos de gran valor entre los elfos, pues contienen la luz de los dos árboles que iluminaron Valinor durante mucho tiempo antes de que el Enemigo los destruyese, pero este silmaril se perdió durante la Primera Edad. El último lo tenía Galadriel y se lo dio a Frodo, durante su misión como Portador del Anillo. Elwing se casó con Eärendil, y con el poder del silmaril dejaron atrás las sombras.
Los hijos de Eärendil y Elwing fueron Elrond y Elros. Elrond decidió ser elfo, y fue el Señor de Rivendel por mucho tiempo. Se casó con Celebrian, hija de Galadriel y Celeborn y tuvieron tres hijos: Elladan, Elrohir y Arwen. Elros decidió renunciar a la inmortalidad y se convirtió en el primer rey de Númenor.
Arwen se casó con Aragorn."
Legolas terminó su relato.
- Así nada sobre mí ¿verdad? – dijo Melian
- Hay cosas que las leyendas no cuentan – dijo Legolas – En Rivendel seguro que encontramos algo.
- Eso espero... – suspiró Melian – Y ahora no te quiero entretener, debes tener obligaciones de príncipe que cumplir!
Legolas sonrió
- No tengo nada más que hacer hoy. Vamos a buscar a los demás
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Mientras tanto, en otro lugar....
- Así podríamos hacer algo al respecto – dijo Gimli
- Si... ¿Pero qué? – preguntó Merry
- Bueno, tampoco puede ser tan difícil. Sólo tenemos que pensar un poco – dijo Nandor
- Esperad... Ahí vienen! – exclamó Pippin
Los cuatro se escondieron detrás de un arbolillo. Legolas y Melian pasaron por donde hacía unos momentos habían estado hablando, buscándolos.
- ¿Veis lo que os dije? – susurró Nandor con una sonrisa – Sólo hay que mirarlos para darse cuenta
- Creo que nos buscan – dijo Merry
- Que nos busquen... – dijo Pippin con una sonrisa maliciosa
- Si no salimos tendrán que pasar un rato solos. Ya es un primer paso ¿no creéis? – dijo Nandor
- Cierto – afirmó Gimli – Dejémosles solitos.
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- ¿Dónde estarán? – preguntó Legolas
- No se los ve por ningún lado – dijo Melian – Bueno, entonces... ¿podríamos hablar en un lugar tranquilo?
Legolas la miró pensando que era lo que le tenía que decir.
- Claro ven.
El elfo condujo a Melian hasta un lugar bastante escondido. Allí había un árbol enorme. Treparon por él, y en sus alturas, oculta entre sus hojas había una pequeña casita de madera.
- La hicimos Nandor y yo de pequeños. Y yo en los últimos tiempos que estuve aquí antes de partir con la comunidad a menudo subía aquí para pensar. Estaremos bien aquí. – explicó Legolas
Una vez dentro de la casita, se acomodaron, y Legolas miró a Melian interrogante.
- Bueno.. – empezó ella intentando escoger las mejores palabras – Ayer recordé algo más...
- Lo supuse.. Pero cuéntame.
- Mi madre me dijo algo de que había alguien, un hombre o un elfo, incluso puede que un enano, o un orco, quería hacerme daño. Que tenía que marcharme con mi verdadera madre...
- ¿Tu verdadera madre? – repitió Legolas – Esto se hace cada vez más complicado. ¿Pero tu creías recordar que esa mujer que te hablaba en el bosque era tu madre?
- Si, pero por lo que dijo, realmente no lo era...
- ¿Y no recuerdas como se llamaba esa mujer?
- Nienor – dijo Melian muy convencida. Ella se sorprendió de recordar el nombre con tanta claridad.
- ¿Estás segura? Esto nos podría ayudar mucho. ¿Y no tienes ni idea de porque el hombre al que se refería tu madre te quería hacer daño?
Melian se obligó a si misma a recordar, pensó y pensó hasta que le dolió la cabeza, y entonces.....
- Si, lo recuerdo.... – dijo – Me dijo... "Él lo quiere, y para poder quitártelo te tendrá que matar"
- ¿El que? – preguntó Legolas cada vez más interesado
Melian negó con la cabeza para dar a entender que no lo sabía.
- No pasa nada. Ya lo recordarás. – le dijo él
Se quedaron en silencio unos momentos.
- ¿Te molesta que te cuente todo esto? – preguntó Melian al fin
- Claro que no! Al contrario, me halaga que sea en mí con quien confíes... Y estoy deseando poder ayudarte.
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Bueno, aquí otro. ¿Qué les ha parecido? Espero que no demasiado aburrido! Es que estoy tan acostumbrada a hacer fanfics tan distintos a este que ahora este me parece un tanto aburrido.
Bueno, en el próximo todos se irán a Rivendel y pasarán varias cosas...
Dejen reviews!!!!
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Legolas y Melian estaban en la biblioteca buscando en todos los libros. Nandor se había escabullido de la tarea diciendo que iba a enseñar el Bosque Negro a los invitados.
- Todo lo que sale en los libros son cosas que yo ya sabía – dijo Legolas cerrando otro pesado libro
- Pues así si me lo cuentas nos ahorraremos trabajo – dijo Melian sonriendo
Legolas empezó a contar la historia des de el principio, de forma que Melian la comprendiese bien.
"A los Grandes de entre los espíritus, los elfos les llaman Valar, y los hombres con frecuencia los han llamado dioses. Los Señores de los Valar son siete; y las Valier, las Reinas de los Valar, son siete también. Son los que en su momento construyeron la Tierra Media. Con los Valar vinieron otros espíritus que fueron también antes que el Mundo, del mismo orden de los Valar, pero de menor jerarquía. Son éstos los Maiar, el pueblo sometido a los Valar, y sus servidores y asistentes. El número de estos espíritus no es conocido, así como la mayoría de sus nombres, porque rara vez se han aparecido en forma visible a los elfos y a los hombres.
Melian era el nombre de una Maia que servía a Vána y a Estë, que eran dos Valar; abandonó Valinor, la tierra de los dioses y llegó a la Tierra Media. Vivió largo tiempo en Lórien, donde cuidaba de los árboles que florecen en los jardines. No había allí nadie más hermosa que Melian, ni más sabia, ni que conociese mejor las canciones de encantamiento. Se dice que los Valar abandonaban el trabajo y que el bullicio de los pájaros de Valinor se interrumpía y que las fuentes dejaban de fluir, cuando al mezclarse las luces Melian cantaba en Lórien. Los ruiseñores iban siempre con ella y ella era quien les enseñaba a cantar; y amaba las sombras profundas de los grandes árboles.
Pues bien, Elwë, señor de los Teleri (una raza de elfos), un día penetró profundamente en Nan Elmonth y se extravió. Pero llegó por fin a un claro abierto a las estrellas, y allí se encontraba Melian; y desde la oscuridad él la contempló.
No dijo Melian ni una palabra; pero anegado de amor, Elwë se le acercó y le tomó la mano, y en seguida un hechizo operó en él, de modo que así permanecieron los dos mientras las estrellas que giraban por encima de ellos medían largos años, y los árboles de Nan Elmonth se volvieron altos y oscuros antes de que ninguno pronunciara una palabra.
En años posteriores, él se convirtió en un rey importante. El Rey Mantogrís, como se lo llamó, Elu Thingol en la lengua de esa tierra. Y Melian fue Reina; habitaban en las estancias ocultas de Menegroth, las Mil Cavernas, en Doriath. Gran poder le dio Melian a Thingol, que fue grande entre los elfos. Y del amor de Thingol y Melian vinieron al mundo los más hermosos de todos los elfos que fueron o serán.
Tuvieron una hija, a la que llamaron Lúthien Tinúviel, ella se enamoró de un hombre, Beren. Esa fue la primera unión de un elfo con un hombre. Luthien y Beren tuvieron un hijo, Dior, que fue el Heredero de Thingol. Él a su vez se casó con Nimloth de Doriath, una elfa. Ellos tuvieron a Elwing, quien tuvo en custodia uno de los silmarils., que eran objetos de gran valor entre los elfos, pues contienen la luz de los dos árboles que iluminaron Valinor durante mucho tiempo antes de que el Enemigo los destruyese, pero este silmaril se perdió durante la Primera Edad. El último lo tenía Galadriel y se lo dio a Frodo, durante su misión como Portador del Anillo. Elwing se casó con Eärendil, y con el poder del silmaril dejaron atrás las sombras.
Los hijos de Eärendil y Elwing fueron Elrond y Elros. Elrond decidió ser elfo, y fue el Señor de Rivendel por mucho tiempo. Se casó con Celebrian, hija de Galadriel y Celeborn y tuvieron tres hijos: Elladan, Elrohir y Arwen. Elros decidió renunciar a la inmortalidad y se convirtió en el primer rey de Númenor.
Arwen se casó con Aragorn."
Legolas terminó su relato.
- Así nada sobre mí ¿verdad? – dijo Melian
- Hay cosas que las leyendas no cuentan – dijo Legolas – En Rivendel seguro que encontramos algo.
- Eso espero... – suspiró Melian – Y ahora no te quiero entretener, debes tener obligaciones de príncipe que cumplir!
Legolas sonrió
- No tengo nada más que hacer hoy. Vamos a buscar a los demás
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Mientras tanto, en otro lugar....
- Así podríamos hacer algo al respecto – dijo Gimli
- Si... ¿Pero qué? – preguntó Merry
- Bueno, tampoco puede ser tan difícil. Sólo tenemos que pensar un poco – dijo Nandor
- Esperad... Ahí vienen! – exclamó Pippin
Los cuatro se escondieron detrás de un arbolillo. Legolas y Melian pasaron por donde hacía unos momentos habían estado hablando, buscándolos.
- ¿Veis lo que os dije? – susurró Nandor con una sonrisa – Sólo hay que mirarlos para darse cuenta
- Creo que nos buscan – dijo Merry
- Que nos busquen... – dijo Pippin con una sonrisa maliciosa
- Si no salimos tendrán que pasar un rato solos. Ya es un primer paso ¿no creéis? – dijo Nandor
- Cierto – afirmó Gimli – Dejémosles solitos.
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- ¿Dónde estarán? – preguntó Legolas
- No se los ve por ningún lado – dijo Melian – Bueno, entonces... ¿podríamos hablar en un lugar tranquilo?
Legolas la miró pensando que era lo que le tenía que decir.
- Claro ven.
El elfo condujo a Melian hasta un lugar bastante escondido. Allí había un árbol enorme. Treparon por él, y en sus alturas, oculta entre sus hojas había una pequeña casita de madera.
- La hicimos Nandor y yo de pequeños. Y yo en los últimos tiempos que estuve aquí antes de partir con la comunidad a menudo subía aquí para pensar. Estaremos bien aquí. – explicó Legolas
Una vez dentro de la casita, se acomodaron, y Legolas miró a Melian interrogante.
- Bueno.. – empezó ella intentando escoger las mejores palabras – Ayer recordé algo más...
- Lo supuse.. Pero cuéntame.
- Mi madre me dijo algo de que había alguien, un hombre o un elfo, incluso puede que un enano, o un orco, quería hacerme daño. Que tenía que marcharme con mi verdadera madre...
- ¿Tu verdadera madre? – repitió Legolas – Esto se hace cada vez más complicado. ¿Pero tu creías recordar que esa mujer que te hablaba en el bosque era tu madre?
- Si, pero por lo que dijo, realmente no lo era...
- ¿Y no recuerdas como se llamaba esa mujer?
- Nienor – dijo Melian muy convencida. Ella se sorprendió de recordar el nombre con tanta claridad.
- ¿Estás segura? Esto nos podría ayudar mucho. ¿Y no tienes ni idea de porque el hombre al que se refería tu madre te quería hacer daño?
Melian se obligó a si misma a recordar, pensó y pensó hasta que le dolió la cabeza, y entonces.....
- Si, lo recuerdo.... – dijo – Me dijo... "Él lo quiere, y para poder quitártelo te tendrá que matar"
- ¿El que? – preguntó Legolas cada vez más interesado
Melian negó con la cabeza para dar a entender que no lo sabía.
- No pasa nada. Ya lo recordarás. – le dijo él
Se quedaron en silencio unos momentos.
- ¿Te molesta que te cuente todo esto? – preguntó Melian al fin
- Claro que no! Al contrario, me halaga que sea en mí con quien confíes... Y estoy deseando poder ayudarte.
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Bueno, aquí otro. ¿Qué les ha parecido? Espero que no demasiado aburrido! Es que estoy tan acostumbrada a hacer fanfics tan distintos a este que ahora este me parece un tanto aburrido.
Bueno, en el próximo todos se irán a Rivendel y pasarán varias cosas...
Dejen reviews!!!!
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