1 Capítulo 6 .- Rivendel
Dos días más tarde todo el grupo llegó a Rivendel. Allí quedaban ya muy pocos elfos, puesto que la mayoría se había marchado a los Puertos Grises.
Glorfindel los fue a recibir.
- Bienvenidos de nuevo a Rivendel
- Es bueno volverte a ver – le dijo Legolas
- ¿Todo bien? – dijo Gimli con una sonrisa
- Bueno, estoy acabando mis asuntos pendientes aquí y pronto me marcharé yo también – respondió Glorfindel
- Ella es Melian, de quien ya te hablé en la carta – dijo Legolas señalando a la elfa
- Encantada – dijo ella dando un paso al frente
Glorfindel le dedicó una sonrisa a la elfa que hizo que ella se sonrojara, pensó que era muy guapo. Le recordó vagamente a alguien... Nandor y los demás vieron divertidos que cara ponía Legolas.
- Elrohir le ha mandado una carta a su padre para preguntarle si sabe algo del tema – explicó Glorfindel – No creo que la respuesta de Elrond tarde mucho en llegar. Mientras tanto podréis quedaros aquí
- Por cierto ¿Dónde están Elrohir y el otro hijo de Elrond que ahora no me acuerdo como se llama? – preguntó Pippin
- Han tenido que salir temprano, creo que a la hora de la cena ya estarán aquí.
- "Que guapo es..." – pensaba Melian mirando a Glorfindel
Melian estaba tan absorta en sus pensamientos que no se dio cuenta de que éste le hablaba.
- ¿Dama Melian? – volvió a preguntar Glorfindel
- Oh.. Si... ¿Qué? – Melian reaccionó de golpe
- Le estaba diciendo que si tiene cualquier problema o necesita algo, sea lo que sea, sólo me lo tiene que decir.
- Oh, muchas gracias... Es usted muy amable – dijo Melian con educación
- No hace falta que me trate de usted. Con llamarme Glorfindel basta – dijo él con una sonrisa
- Bueno, así tu tampoco me trates de usted, y llámame solamente Melian – contestó con una sonrisa ella también
- ¿Os puedo ayudar en algo más? – preguntó Glorfindel dirigiéndose a los demás
- Bueno.... – dijo Merry con una sonrisa –¿Nos podrías dar comida?
Glorfindel sonrió
- Veo que vosotros los medianos seguís como siempre. Venid conmigo.
Gimli también los siguió. Como que los elfos no tenían tanta necesidad de comer como los hobbits o los enanos, Nandor, Melian y Legolas se quedaron paseando por los jardines. Estos seguían tan verdes y llenos de flores que cuando Legolas estubo allí por última vez.
- Y dime... – dijo Nandor - ¿Todos los de aquí son tan serios como ese Glorfindel?
- No es que sean serios, Nandor – contestó Legolas con una sonrisa – Es que tu tienes un carácter un tanto extraño en un elfo.
- Adelante! Puedes decirlo... "Nandor, eres raro. No sé de donde saliste"
Melian y Legolas rieron.
- ¿Y con esa elfa que te gustaba? – se interesó Melian
- ¿Níniel? – preguntó con una sonrisa un tanto sospechosa
- ¿Algo que no me hayas contado? – preguntó Legolas viendo esa sonrisa
- Bueno... Gimli, Merry y Pippin me ayudaron con eso... Le contaron que yo era una especie de héroe...
- ¿Y en que situación te deja esto con ella? – preguntó Melian
- Cuando vuelva al Bosque Negro te lo sabré decir – dijo Nandor – Pero espero que en buena... Pero os voy a contar como sucedió todo...
Y Nandor empezó a hablar y a hablar, pero Melian ya no le escuchaba. Fuera de los límites de Rivendel vio un árbol... Sus ramas se extendían sobre una parte del jardín donde ahora se encontraban. Si... Lo recordaba perfectamente. Empezó a correr hacia allí ignorando que Nandor y Legolas la llamaban.
Tenía una imagen muy clara de ella misma de pequeña subida en ese árbol mirando los jardines de Rivendel. Miraba... ¡A un elfo muy guapo! Aunque un poco joven (al menos como ella lo recordaba)... ¿Como se llamaba? Se........ llamaba....... Glorfindel !!!!... No podía ser que fuese el mismo de hace unos momentos..... ¿o si? ¡Claro que si!, él debía tener más o menos su misma edad.... Y antes lo había encontrado muy guapo también y le había recordado a alguien... Le había recordado a él mismo de pequeño! Pero... si estaba ella de pequeña en ese árbol... ¿Quería decir que vivía cerca de allí? No recordó precisamente eso, pero se recordó a si misma, en una habitación oscura, tenía algo entre las manos que desprendía mucha luz, no alcanzaba a recordar qué era exactamente. De pronto una puerta que estaba justo delante de ella se abrió, entró un hombre de cabellos negros, al que no podía ver la cara, porque las sombras la ocultaban. Una cosa le dijo que ese era el hombre que la quería muerta. Que quería lo que ella tenía entre sus manos..... ¿Quién era ese hombre?.........
- Melian. ¿Qué te ha pasado?
Legolas y Nandor habían llegado donde estaba ella.
- He recordado algo – dijo Melian en un susurro
- Cuéntanos – dijo Legolas
- Pues yo estaba en una habitación oscura, con algo entre las manos que desprendía mucha luz... Una luz blanca... Y de pronto entraba un hombre en la habitación. El hombre que me quería matar.... o que me quiere matar...
- ¿Un hombre? ¿Estás segura? – preguntó Legolas
- Si, era un hombre, de eso estoy segura. No era un elfo, y no podía ser un enano, era demasiado alto. Y un orco tampoco.
Nandor, viendo que el ambiente se tornaba demasiado triste decidió intervenir
- ¿Y no has recordado nada más feliz? - preguntó
- Bueno... que yo de pequeña me subía a ese árbol – dijo Melian con una media sonrisa. Había alcanzado a entender porque Nandor había cambiado de tema y se lo agradecía de todo corazón.
- ¿Lo has recordado ahora? – preguntó Legolas
- Si. En cuanto lo he visto
- ¿Y a que te subías al árbol? – preguntó Nandor
- Pues... – Melian se sonrojó y no contestó
- Ui... – Nandor puso la sonrisa tan habitual en él – Algo me dice que a espiar los elfos guapos...
Melian se sonrojó aún más
- Acerté – dijo Nandor satisfecho – Y creo saber a quién en concreto... A cierto elfo de hace un momento... ¿Por qué si no te has sonrojado en verle? Porque has pensado : El elfo guapo al que yo miraba cuando era una elfita!
- No... Yo aún no recordaba nada cuando he visto a Glorfindel... – dijo Melian muy avergonzada.
- Si solo se tenía que ver como le hablabas – Nandor no se detuvo, pestañeó repetidas veces y intentó imitar la voz de Melian: " Oh! No me trates de usted... Llámame Melian... Cásate conmigo de paso..."
Melian no pudo más que reírse. Le agradeció profundamente el gesto a Nandor.
- Bueno Legolas! – exclamó Nandor dándole una palmada en la espalda a su amigo y con una ancha sonrisa – Me parece que acaba de surgirte competencia!
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Bueno y aquí va otro capítulo. Espero que les haya gustado. Es que me está costando bastante eso de que Melian vaya recordando poco a poco lo que le pasó en el pasado.
Y sobretodo imaginarme una buena historia pasada de la elfa....
En el próximo capítulo : Melian encontrará a alguien inesperado que complicará un tanto los hechos....
Dejen reviews por favor!!!!
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Dos días más tarde todo el grupo llegó a Rivendel. Allí quedaban ya muy pocos elfos, puesto que la mayoría se había marchado a los Puertos Grises.
Glorfindel los fue a recibir.
- Bienvenidos de nuevo a Rivendel
- Es bueno volverte a ver – le dijo Legolas
- ¿Todo bien? – dijo Gimli con una sonrisa
- Bueno, estoy acabando mis asuntos pendientes aquí y pronto me marcharé yo también – respondió Glorfindel
- Ella es Melian, de quien ya te hablé en la carta – dijo Legolas señalando a la elfa
- Encantada – dijo ella dando un paso al frente
Glorfindel le dedicó una sonrisa a la elfa que hizo que ella se sonrojara, pensó que era muy guapo. Le recordó vagamente a alguien... Nandor y los demás vieron divertidos que cara ponía Legolas.
- Elrohir le ha mandado una carta a su padre para preguntarle si sabe algo del tema – explicó Glorfindel – No creo que la respuesta de Elrond tarde mucho en llegar. Mientras tanto podréis quedaros aquí
- Por cierto ¿Dónde están Elrohir y el otro hijo de Elrond que ahora no me acuerdo como se llama? – preguntó Pippin
- Han tenido que salir temprano, creo que a la hora de la cena ya estarán aquí.
- "Que guapo es..." – pensaba Melian mirando a Glorfindel
Melian estaba tan absorta en sus pensamientos que no se dio cuenta de que éste le hablaba.
- ¿Dama Melian? – volvió a preguntar Glorfindel
- Oh.. Si... ¿Qué? – Melian reaccionó de golpe
- Le estaba diciendo que si tiene cualquier problema o necesita algo, sea lo que sea, sólo me lo tiene que decir.
- Oh, muchas gracias... Es usted muy amable – dijo Melian con educación
- No hace falta que me trate de usted. Con llamarme Glorfindel basta – dijo él con una sonrisa
- Bueno, así tu tampoco me trates de usted, y llámame solamente Melian – contestó con una sonrisa ella también
- ¿Os puedo ayudar en algo más? – preguntó Glorfindel dirigiéndose a los demás
- Bueno.... – dijo Merry con una sonrisa –¿Nos podrías dar comida?
Glorfindel sonrió
- Veo que vosotros los medianos seguís como siempre. Venid conmigo.
Gimli también los siguió. Como que los elfos no tenían tanta necesidad de comer como los hobbits o los enanos, Nandor, Melian y Legolas se quedaron paseando por los jardines. Estos seguían tan verdes y llenos de flores que cuando Legolas estubo allí por última vez.
- Y dime... – dijo Nandor - ¿Todos los de aquí son tan serios como ese Glorfindel?
- No es que sean serios, Nandor – contestó Legolas con una sonrisa – Es que tu tienes un carácter un tanto extraño en un elfo.
- Adelante! Puedes decirlo... "Nandor, eres raro. No sé de donde saliste"
Melian y Legolas rieron.
- ¿Y con esa elfa que te gustaba? – se interesó Melian
- ¿Níniel? – preguntó con una sonrisa un tanto sospechosa
- ¿Algo que no me hayas contado? – preguntó Legolas viendo esa sonrisa
- Bueno... Gimli, Merry y Pippin me ayudaron con eso... Le contaron que yo era una especie de héroe...
- ¿Y en que situación te deja esto con ella? – preguntó Melian
- Cuando vuelva al Bosque Negro te lo sabré decir – dijo Nandor – Pero espero que en buena... Pero os voy a contar como sucedió todo...
Y Nandor empezó a hablar y a hablar, pero Melian ya no le escuchaba. Fuera de los límites de Rivendel vio un árbol... Sus ramas se extendían sobre una parte del jardín donde ahora se encontraban. Si... Lo recordaba perfectamente. Empezó a correr hacia allí ignorando que Nandor y Legolas la llamaban.
Tenía una imagen muy clara de ella misma de pequeña subida en ese árbol mirando los jardines de Rivendel. Miraba... ¡A un elfo muy guapo! Aunque un poco joven (al menos como ella lo recordaba)... ¿Como se llamaba? Se........ llamaba....... Glorfindel !!!!... No podía ser que fuese el mismo de hace unos momentos..... ¿o si? ¡Claro que si!, él debía tener más o menos su misma edad.... Y antes lo había encontrado muy guapo también y le había recordado a alguien... Le había recordado a él mismo de pequeño! Pero... si estaba ella de pequeña en ese árbol... ¿Quería decir que vivía cerca de allí? No recordó precisamente eso, pero se recordó a si misma, en una habitación oscura, tenía algo entre las manos que desprendía mucha luz, no alcanzaba a recordar qué era exactamente. De pronto una puerta que estaba justo delante de ella se abrió, entró un hombre de cabellos negros, al que no podía ver la cara, porque las sombras la ocultaban. Una cosa le dijo que ese era el hombre que la quería muerta. Que quería lo que ella tenía entre sus manos..... ¿Quién era ese hombre?.........
- Melian. ¿Qué te ha pasado?
Legolas y Nandor habían llegado donde estaba ella.
- He recordado algo – dijo Melian en un susurro
- Cuéntanos – dijo Legolas
- Pues yo estaba en una habitación oscura, con algo entre las manos que desprendía mucha luz... Una luz blanca... Y de pronto entraba un hombre en la habitación. El hombre que me quería matar.... o que me quiere matar...
- ¿Un hombre? ¿Estás segura? – preguntó Legolas
- Si, era un hombre, de eso estoy segura. No era un elfo, y no podía ser un enano, era demasiado alto. Y un orco tampoco.
Nandor, viendo que el ambiente se tornaba demasiado triste decidió intervenir
- ¿Y no has recordado nada más feliz? - preguntó
- Bueno... que yo de pequeña me subía a ese árbol – dijo Melian con una media sonrisa. Había alcanzado a entender porque Nandor había cambiado de tema y se lo agradecía de todo corazón.
- ¿Lo has recordado ahora? – preguntó Legolas
- Si. En cuanto lo he visto
- ¿Y a que te subías al árbol? – preguntó Nandor
- Pues... – Melian se sonrojó y no contestó
- Ui... – Nandor puso la sonrisa tan habitual en él – Algo me dice que a espiar los elfos guapos...
Melian se sonrojó aún más
- Acerté – dijo Nandor satisfecho – Y creo saber a quién en concreto... A cierto elfo de hace un momento... ¿Por qué si no te has sonrojado en verle? Porque has pensado : El elfo guapo al que yo miraba cuando era una elfita!
- No... Yo aún no recordaba nada cuando he visto a Glorfindel... – dijo Melian muy avergonzada.
- Si solo se tenía que ver como le hablabas – Nandor no se detuvo, pestañeó repetidas veces y intentó imitar la voz de Melian: " Oh! No me trates de usted... Llámame Melian... Cásate conmigo de paso..."
Melian no pudo más que reírse. Le agradeció profundamente el gesto a Nandor.
- Bueno Legolas! – exclamó Nandor dándole una palmada en la espalda a su amigo y con una ancha sonrisa – Me parece que acaba de surgirte competencia!
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Y sobretodo imaginarme una buena historia pasada de la elfa....
En el próximo capítulo : Melian encontrará a alguien inesperado que complicará un tanto los hechos....
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