Hola gente!!!! Gracias por los rewiews!!! YUUUJUUU!!!

Hermione es una genia Agus: Gracias!!! si, ya sabía que tú ibas a hacer una cosa parecida...¡Y me has adivinado lo que voy a poner en éste capítulo!!! jeje, aki tienes la continuación!

Selene: Jejeje, gracias a ti tb. Ya verás cuando Malfoy y Snape me conozcan... mejor dicho, NOS conozcan. Va a ser la monda, jejejeje.

Hermione: Bueno, aki tienes el sexto capítulo... a ver si te gusta más que el quinto!

Bueno, os dejo con el capítulo seis. Que lo disfrutéis!!!!

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1 de Septiembre de 1998.

Querido diario:

¡Al fin estoy en Hogwarts! Es como un sueño... pero mucho más real. Es de noche, y te estoy escribiendo en mi nueva cama. Te contaré cómo ha sido el viaje, como siempre, desde el principio:

Yo ya estaba preparada para irme a Hogwarts. La verdad, es que estaba deseando ir y contaba los días para que llegase el día de hoy, pero al mismo tiempo, pedí por favor que en el tren no se agolpara gente para pedirme un autógrafo, o algo así.

Y no es para menos, después de lo que me contó Hagrid aquél día. Resulta que yo y Harry somos famosos... por ser los únicos sobrevivientes al mortal maleficio de lord Voldemort, un brujo tenebroso extremadamente malvado y poderoso, y que se hallaba en la cima de su poder... Hasta que nosotros dos le derrotamos. ¡Y con tan sólo un año de edad!

Voldemort había ido consiguiendo aliados, y había matado a mucha gente por oponerse a su poder, entre ellos a nuestros padres. Sí, porque nuestros padres murieron por asesinato. Voldemort fue a nuestra casa y les mató...
Pero al tratar de matarnos a Harry y a mí, no lo consiguió, y perdió todos sus poderes, para desaparecer así. Nadie sabe cómo pudimos sobrevivir, cuando otros tantos brujos y brujas antes que nosotros no lo lograron, pero así pasó. Harry fué quien se llevó la peor parte, quedándole en la frente la cicatriz con forma de rayo, pero yo no recibí ni un rasguño. Cuando Voldemort se fue, los que estaban de su lado(que eran bastantes, según me contó Hagrid) regresaron al bando de los que se oponen al poder de Voldemort, y todo volvió a ser paz y concordia en el mundo mágico... o al menos, así parece.

¿Que qué tal con los Walker? Pues bien, se lo conté todo, y lo entendieron(Menos Dennis, claro, que ya no se puede quedar en la misma habitación en la que estoy). Desde que recibí la carta de Hogwarts, todo ha cambiado de una forma extraordinaria para mí. Bueno, menos algunas cosas: Hannah me trata como siempre, y Matthew también(aunque parece que éste último me tiene algo de miedo, no sé por qué).

Pero quien de veras ha cambiado, y para mejor, ha sido Dennis. Desde que sabe que soy bruja, ya no se mete conmigo, llamándome "Cabeza de estropajo" o cosas por el estilo, ni me fastidia, ni nada, todo porque teme que de un momento a otro le convierta en rana, o algo parecido(Hay que ver cómo son los niños...). Cada vez que entro en la cocina y está él allí, se esconde debajo de la mesa, y si hago el más mínimo ademán de sacar la varita, pega un grito que hasta en Australia le oyen(es un decir)y sale corriendo como alma que lleva el diablo.

La verdad, no estoy autorizada a hacer magia en el mundo muggle(por ahora), pero me moría de ganas por hacer conjuros en toda regla, así que, sólo para tener algo de práctica, me leí el libro de encantamientos, y me aprendí de memoria dos o tres hechizos sencillitos. Los practiqué un poco, y para mi asombro, funcionaron. Pero no quería aprenderme todos los encantamientos del libro de memoria hasta que entrase en Hogwarts, así que solo me quedé con esos tres. En una de ésas, Dennis me vio realizar el encantamiento Lumos(un conjuro para que se encienda una luz en la varita, y así pueda servir como de una especie de linterna, solo que más potente, por supuesto), y ya que vio que lo de la brujería no era de broma, me tiene más miedo todavía.

Pero ya digo, aún no se gran cosa de magia, tan solo ése encantamiento y otros dos, los tres totalmente inofensivos, por supuesto. Pero estoy segura de que aprenderé muchísimas más cosas, ya que ésto no ha hecho más que empezar.

Jake está como siempre, sólo que ahora me llama "Brujita", y realiza pequeñas bromas con respecto a mis poderes(lo que hace que Dennis se asuste todavía más), pero bueno, a mí no me molesta para nada ése hecho, y aparte de ése detalle, no ha cambiado nada.

En todo el pasado mes de Agosto, he estado evidentemente más comunicada con Harry. Casi a diario, recibía cartas suyas a través de Hedwig, que es como ha llamado a su lechuza. Yo también le mandaba cartas(y sigo mandándolas) con mi lechuza, a la que he llamado Athenea y a la que quiero un montón. Athenea es muy puntual, y entrega las cartas a su debido tiempo, como debe de ser.

Pero bueno, volvamos al día de hoy. Me desperté temprano y me vestí con mis vaqueros y mi camiseta nueva: No quería llamar la atención con la túnica del colegio puesta. Me aseguré de que lo tenía todo, Matthew puso mi baúl y la jaula de Athenea en el maletero del coche, y nos fuimos a la estación King's Cross. Me acompañó toda la familia: Matthew, Hannah, Jake y(contra su voluntad) Dennis. Me tuve que sentar a su lado en la parte trasera del coche, y se estuvo todo el trayecto aferrado a su cinturón de seguridad, evidentemente muerto de miedo. Cuando llegamos a King's Cross, te puedo asegurar que fue el primero en bajarse del coche.

Matthew puso todas mis cosas en un carrito y entramos en la estación. Al entrar, se dirigió a mi(por una vez en su vida, vaya):
-¿Cuál dices que es tu andén?
-Nueve y tres cuartos-Contesté, mirando por segunda vez el billete.
-¿Qué estás diciendo? No hay ningún andén nueve y tres cuartos.
-Pero eso dice mi billete...
-Compruébalo tú misma. Tu andén debería estar en el medio del andén nueve y del diez, pero sólo hay una barrera.
Tenía razón. No había ningún andén nueve y tres cuartos. Me desanimé.
-En fin... Que tengas un buen curso-Me dijo, nervioso-. Ya encontrarás tu andén, creo...
-Pásatelo bien, cielo-Hannah me dio un beso-. Y aprende mucho.
-¡Hasta pronto, brujita!-Me despidió Jake, dándome una palmada en la espalda y dirigiéndome una sonrisita.
Dennis no dijo nada. Estaba demasiado asustado para articular palabra alguna.
Después de despedirse de mí, los Walker se fueron de la estación, dejándome a mí sola allí y sin saber qué hacer. Me acerqué a la barrera. ¿Qué se supone que debería hacer? ¿Sacar la varita y golpear algún punto de la taquilla con ella, como en el callejón Diagon?
A punto estaba de ello, cuando oí unas palabras detrás mío:
-Adiós, Seamus. Cuídate mucho, y no te olvides de mandar una lechuza cuando hayas llegado allí, ¿Está bien?
Me di la vuelta. Una mujer estaba despidiendo a su hijo, un chico de mi edad con el pelo color arena. Me fijé en que también tenía un baúl.
-Adiós, mamá-El chico se despidió de su madre y ya iba a caminar hacia la barrera, cuando le detuve.
-Disculpa... ¿Sabes dónde está el andén nueve y tres cuartos?
-Claro, allí me dirijo-Contestó el chico-. Tú eres nueva en Hogwarts, ¿Verdad?
-Sí, así es.
-Yo también, pero sé cómo pasar allí. Mi madre me lo dijo. Mira, tienes que caminar hacia la barrera y traspasarla.
-¿Y no nos chocaremos?
-Estoy seguro de que no. Mi madre cruzó ésa barrera muchas veces. ¿Pasamos juntos?
Yo no estaba muy segura de si fuera verdad lo que el chico aquél me decía, porque sonaba muy inverosímil, pero asentí. Nada perdía con probarlo.
-Vale. A la de tres, corremos hacia la barrera, ¿De acuerdo?-Prosiguió el chico.
-De acuerdo-Puse mi carrito en dirección hacia la barrera. Lo que íbamos a hacer era de locos, pero teníamos que hacer un intento.
-Bien... Una... Dos... ¡Tres!
El chico y yo nos dirigimos corriendo hacia la barrera. Ya no podía dominar el carrito... Ya estaba allí... Y cuando creí que me iba a chocar... Pasé limpia y sorprendentemente al otro lado.
Estábamos en un andén lleno de gente. Detrás mío, había un muro con una arcada de metal: "Andén nueve y tres cuartos". ¡Lo habíamos conseguido!
El chico que me había ayudado a cruzar la barrera estaba a mi lado, y sonreía.
-¿Has visto?-Me dijo.
-Sí, es increíble-Contesté, mirando a mi alrededor. Había muchos magos y brujas en el andén, acompañando a sus hijos, que también transportaban baúles como los nuestros. El ambiente estaba lleno de ululares, conversaciones, pasos y aleteos. Me pregunté si Harry estaría allí.
-¿Tienes hora?-Me preguntó el chico.
-Sí, son las once menos cuarto-Respondí, mirando mi reloj.
-Habría que ir entrando al tren, ¿No?
-Bueno... -Estaba dudosa. Quería encontrar a Harry, pero no le veía por ningún lado.
-¿Buscas a alguien?-Inquirió el chico, al ver que buscaba a alguien entre la multitud.
-Bueno, sí, a mi hermano-Contesté-. Pero no le veo por ninguna parte, así que será mejor que le espere adentro.
-Oye, ¿Cómo te llamas? Yo soy Seamus Finnigan-Se presentó el chico-¿Y tú?
-Harriet Potter-Contesté.
Seamus me miró asombrado.
-¿Harriet Potter?-Exclamó, sin podérselo creer-¿Una de los mellizos Potter? ¿La que venció al Señor Tenebroso?
Así llaman a Voldemort mucha gente, pues no se atreven a llamarlo por su nombre.
-Sí, la misma-Dije, algo aturdida.
-Dios, ¡es increíble! ¡Harriet Potter en Hogwarts! Bueno, mucho gusto, Harriet... Mi madre me ha contado mucho acerca de tu hermano y de ti.
Sonreí. Aquél Seamus me cayó simpático.
-Igualmente, Seamus-Contesté-. Venga, ¿Subimos al tren?
-Claro, claro-Seamus reaccionó y ambos nos dirigimos al tren que había llegado al andén, que era todo de color rojo y tenía por nombre en la parte delantera de la locomotora: "Expreso de Hogwarts". Encontré un compartimento vacío, y dejé todas mis cosas allí. Seamus se despidió de mí y entró a otro compartimento, diciendo:
-¡Te veré en Hogwarts, Harriet!
Sonreí y al volver a entrar a mi compartimento, vi que en él estaba una chica, que supuse sería de mi edad. Tenía el pelo castaño abundante y enmarañado, y los ojos marrones.
-Hola-Me saludó, mirándome.
-Hola-Le devolví el saludo con timidez-. No sabía que hubiese alguien aquí...
-No importa, llegué hace un minuto-Contestó la chica sin preocuparse-. Siéntate, si quieres.
-Gracias-Me senté en el asiento opuesto a ella.
-¿Tú empiezas Hogwarts éste año?-Me preguntó ella.
-Sí, así es-Asentí-.¿Y tú?
-Yo también. Nadie en mi familia es mago, así que todos se llevaron una sorpresa cuando recibí la carta de Hogwarts, pero estoy muy contenta también, sé de sobra que ésta es la mejor escuela de magia del mundo, por lo que leí... Me he leído todos los libros que nos han mandado, para tener una mejor preparación, ya sabes, y me los sé todos de memoria, así que creo que no tendré demasiados problemas al empezar.
La chica había dicho aquello muy deprisa, a pesar de eso, lo entendí todo. ¡Qué bestia! ¡Se sabía todos los libros de memoria! Yo no sería capaz, desde luego. Apenas me sabía tres encantamientos de nada, y apuesto a que ella se los sabía todos.
-Bueno, eh... me... me alegro mucho-Balbuceé, bastante perpleja-.A mí no me ha dado tiempo de aprenderme TODOS los libros de memoria, apenas dos o tres encantamientos muy simples.
-Bueno, algo es algo-Dijo la chica, que me dirigió una sonrisa.
-¿Cómo te llamas?-Quise saber.
-Hermione Granger-Contestó ella-. ¿Y tú?
-Harriet Potter.
-¡Oh, cielos! ¿De veras eres tú?-La chica se mostró entusiasmada-¡Estupendo! Lo sé todo sobre tí y tu hermano, compré unos pocos libros más por si acaso, y vosotros dos figuráis en Historia de la magia moderna, Defensa contra las Artes Oscuras y Grandes eventos mágicos del siglo XX.
-¿En serio?-Me asombré-¿Salimos hasta en libros? Qué fuerte...
-¿No lo sabías? Vaya, yo que tú, hubiese investigado todo lo que pudiera...
-Tú lees muchos libros, por lo que veo, ¿No?
-Bueno, sí... Ya sabes lo que dicen-Dijo Hermione, sin darle mucha importancia-. Si quieres llegar lejos, mejor que te preperes a fondo, ¿no crees?
-Sí...-Contesté. No me quedaba más remedio.
-¿Y en qué casa crees que vas a estar?-Me preguntó.
-¿Qué?-No entendía nada.
-¿No sabes lo que son las casas de Hogwarts?-Hermione parecía sorprendida.
-Pues no-Confesé-. A mí me gusta leer también, pero no tanto como tú...
-Bueno, bueno, no te enfades. Las casas de Hogwarts son cuatro: Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin, y a los alumnos que llegan nuevos a Hogwarts, se les selecciona para alguna de ellas.
-¡Ah! ¿Y sabes más de ellas?
-Oh, claro. Cada casa tiene una característica diferente, y a los alumnos se les selecciona dependiendo de si su carácter coincide con la característica de alguna de las cuatro casas.
-Qué interesante... ¿Sabes cuáles son las características de cada casa?
-Por supuesto. A Gryffindor van los valientes y nobles de corazón, a Hufflepuff, los leales y trabajadores, a Ravenclaw, los inteligentes y erúditos, y a Slytherin, los astutos y ambiciosos.
-¡Vaya! De veras te sabes de memoria los libros...-Me asombré por todo lo que sabía mi nueva amiga. Hermione sonrió.
-Bueno, yo opino que Gryffindor es la mejor casa, pero creo que Ravenclaw no está tan mal-Dijo-. ¿Tú que crees?
-No sé... con cualquiera de las cuatro me conformaría, excepto con Slytherin. Me contaron que de ahí salieron muchos magos y brujas tenebrosos, entre ellos, Voldemort...
Hermione dio un respingo en la silla.
-¿Qué pasa?-Inquirí, extrañada.
-Que... has dicho el nombre-Titubeó Hermione-. Pensé que tú... bueno... en fin, no importa.
-Perdón-Me disculpé-. No intento hacerme la valiente diciendo el nombre, sólo olvidé que no había que decirlo.
-No te preocupes, está todo bajo control-Hermione volvió a sonreírme. Yo sonreí también. Nos pasamos casi todo el viaje conversando, cuando de repente entró a nuestro compartimento un chico. Tenía cara redonda y se le veía muy preocupado.
-¿Habéis visto un sapo por aquí?-Nos preguntó-Es que lo he perdido...
-No, lo siento-Contesté.
-Ah, bueno... si lo veis, avisadme, ¿Vale?-Dijo el chico, afligido. Hermione y yo asentimos. Ya se iba a marchar, cuando Hermione le detuvo.
-¡Espera! Nosotras te ayudaremos a buscarle, ¿Quieres?
"¿Nosotras?", pensé, horrorizada ante la perspectiva de ir de compartimento en compartimento buscando al dichoso sapo ése. Pero no dije nada.
-Muchas gracias-El chico sonrió débilmente-Me llamo Neville Longbottom. ¿Y vosotras?
-Encantada-Dijo Hermione-. Yo soy Hermione Granger, y ella es Harriet Potter.
-¿En serio?-Neville me miró con ojos muy abiertos-¿La famosa? ¡Increíble! Bueno, más tarde te preguntaré cosas, Harriet... mucho gusto en conoceros a las dos. Venid.
Neville salió del compartimento y nosotras dos le seguimos. Fuimos de compartimento en compartimento, a ver si alguien había visto el sapo de Neville. Y cuando llegamos al penúltimo, me llevé una gran sorpresa.
Hermione entró de golpe en él y Neville y yo entramos tras ella.
-¿Habéis visto un sapo? Neville ha perdido uno-Dijo a los ocupantes del compartimento, por enésima vez. Entonces, vi que en el compartimento estaban un chico pelirrojo y... ¡¡¡Harry!!!
-Ya le hemos dicho que no-Dijo el chico pelirrojo a Hermione, quien tenía una varita en la mano, pero Harry se levantó bruscamente del asiento al verme y exclamó:
-¡¡Harriet!!
-¡Hola, Harry!-Le saludé, sonriendo-¿Qué tal?
-Muy bien, ¿Y tú? Te he estado buscando por todas partes, pero no te había visto..
-Ya, ¡Yo a ti también!
El chico pelirrojo nos miró a Harry y a mí.
-Es tu hermana, ¿verdad, Harry?-Preguntó, mirándome con curiosidad.
-Sí-Asintió Harry, feliz-. Se llama Harriet.
-Sí, ya lo sabía... Realmente, os parecéis mucho-El chico pelirrojo se levantó del asiento. Noté que era más alto que nosotros dos, y que tenía pecas.
-Harriet, él es Ron Weasley-Harry me presentó al chico-. Nos hemos conocido aquí, en el tren.
-Encantada, Ron-Le dije.
-Igualmente-Contestó Ron, sonriendo.
-Ejem-Hermione se aclaró la garganta, algo irritada porque no la teníamos en cuenta ni a ella ni a Neville. Harry, Ron y yo nos volvimos-. Bueno, ¿así que no lo habéis visto?
-No... Qué plasta-Ron puso los ojos en blanco y luego se volvió hacia Harry y yo-.¿Y ésta quién es?
-Se llama Hermione Granger-Dije, viendo que Hermione comenzaba a perder los estribos-. También la he conocido a ella aquí. Nos hemos hecho amigas.
Hermione me dirigió una sonrisa de agradecimiento.
-Mucho gusto-Le dijo Harry a Hermione.
-Eres Harry Potter, ¿Cierto?-Dijo ella, como quien no quiere la cosa.
-Sí... ¿Cómo lo sabes?
-Bueno, eres el hermano de Harriet... es lógico-Contestó Hermione-. Lo sé todo sobre vosotros, por supuesto, leí acerca de vosotros en...
-Bueno, eso creo que Harry ya lo sabe-Interrumpí a Hermione, temiendo que nos volviese a soltar la charla de antes-. No hace falta que lo repitas, Hermione.
-Vale-Hermione accedió-.En fin, ya que no habéis visto al sapo ninguno de los dos, nos vamos.
-Harriet, quédate aquí, anda-Me dijo Harry-. A Ron y a mí no nos importa. Además, tenemos golosinas de sobra, si quieres...
-Gracias, pero...-Miré a Hermione, dubitativa.
-No te preocupes, Harriet-Hermione me sonrió-. Es normal que quieras estar con tu hermano. A mí no me importa, seguiré buscando al sapo de Neville. ¡Nos veremos más tarde!
-Vale. ¡Hasta luego, Hermione!-Le despedí.
Hermione se despidió ella también, antes de irse del compartimento junto con Neville.
-Menos mal que se ha ido-Musitó Ron, volviéndose a sentar-. Me estaba poniendo de los nervios, en serio...
-Siéntate-Me dijo Harry, señalando el asiento que estaba al lado suyo.
-Gracias-Me senté al lado de Harry y miré la rata que Ron tenía en sus rodillas-¿Es tuya?-Le pregunté.
-Sí, pero antes perteneció a mi hermano mayor, Percy-Contestó él-. Se llama Scabbers, y realmente, no sirve para nada... Podría estar muerta, y no le verías la diferencia-Concluyó, con amargura.
-Ron tiene seis hermanos-Me dijo Harry-. Cinco de ellos fueron a Hogwarts, y dos terminaron sus estudios allí.
-¿Tienes seis hermanos?-Me volví a Ron, sin podérmelo creer.
-Sí-Dijo Ron, sin mucho entusiasmo-. Soy el sexto que va a Hogwarts, pero como eso no tiene mucho mérito, pues...
-¡Claro que lo tiene!-Objeté.
Ron negó con la cabeza.
-Todos hicieron grandes cosas antes que yo-Dijo-. Así que todos esperan que haga algo sorprendente, pero si lo hago, no tendrá importancia, puesto que ellos ya lo hicieron primero.
-No debes menospreciarte de ésa manera-Contesté-. Seguro que tú también vas a llegar lejos.
-Lo dudo, pero gracias-Ron sonrió débilmente-. Bueno, ¿Y qué tal tú, Harriet? Ya conocías a Harry, por lo visto...
-Bueno, nos conocimos en una cena de compromiso que tuvieron nuestros tíos con la gente que me acogió-Dije-. Pero no estábamos juntos antes.
-Fué una gran sorpresa para nosotros saber que somos hermanos mellizos-Añadió Harry-. Al menos para mí... Yo no tenía ni idea.
-Me lo imagino... Si yo tuviese un hermano mellizo y no lo supiera, y después de muchos años me encontrase con él, habría reaccionado igual.
Así, Harry, Ron y yo estuvimos charlando animadamente, entre otras cosas, sobre el quidditch, un deporte de magos que, según nos contó Ron, es muy emocionante y se juega sobre escobas voladoras. Ron es un auténtico apasionado del quidditch. Nos contó muchas cosas acerca de él. Cuando nos estaba contado acerca de las cuatro pelotas que se utilizaban en el quidditch, la puerta del compartimento volvió a abrirse, y entró Hermione. Llevaba puesta ya la túnica del colegio.
-Chicos, vamos a llegar dentro de unos minutos-Nos informó-. Acabo de hablar con el maquinista, así que poneos las túnicas.
Ron soltó un bufido.
-Nosotros ya sabremos cuándo ponernos las túnicas y cuándo no-Le soltó a Hermione-. Si no vienes para decirnos algo que valga la pena saber, te puedes ir largando.
Hermione miró con desprecio a Ron.
-Qué agradable eres-Dijo, con sarcasmo.
-¿Has encontrado ya al sapo, Hermione?-Quise saber.
-¿Eh?-Hermione me miró-No, aún no lo hemos visto... ¿Te vienes, Harriet? Tu túnica está allí.
-Bueno-Me levanté del asiento y me fui con Hermione, no sin antes despedirme de Harry y de Ron.
-¡Hasta luego, Harriet! ¡Nos vemos fuera!-Exclamaron Harry y Ron casi a la vez.
Hermione y yo nos fuimos a nuestro compartimento, y me puse la túnica. Me quedaba perfecta. Cuando el tren paró, Hermione y yo salimos de nuestro compartimento, dejando nuestras cosas
allí(nos lo pidieron por megafonía) y nos fuimos a la salida del tren, donde estaba Hagrid.