Música.





La melodía llenaba el salon.

Pasaron lo s minutos, y solo se podía escuchar la música; nada más.

La canción terminó y sobrevino el silencio.

De pronto el silencio se vio roto; la varita de Draco había caido al suelo, pero el ni siquiera pareció notarlo y siguió lavando.

Inesperadamente Draco dejó de lavar. Se arrodilló para levantar su varita, pero no se levantó.

Estaba inmóvil, arrodillado.

Kian suspiró, había terminado su trabajo; solo le quedaba esperar al Profesor Snape.

Contemplo las estanterías y se dirigía a examinar los frascos cuando recordó que ese día no estaba sola...

Volteó la vista hacia donde se encontraba Draco, pero no estaba. Se acercó extrañada y lo vio, tenía una actitud derrotada.

Se acerco a él lentamente por detrás, y se arrodilló junto a él.

-¿Estas bien?- preguntó preocupada.

-¿Te parece que estoy bien?- contestó en un susurro.

-No te conozco muy bien por eso pregunto... â€" su voz tenía un toque comprensivo.

-Lo siento es que... es que...- la barbilla de Draco comenzó a temblar.

-Tranquilo, si no quieres decirme es tu decisión- le apartó el cabello de los ojos.

-Mi... mi padre murió- comenzaban a formarse lágrimas, pero parpadeo furiosamente; no podía llorar.

-Comprendo, yo tampoco tengo padre, pero supongo que tu estarías muy unido al tuyo...- trataba de calmarlo.

-¿Unido? No lo creo- contestó con amargura.

-¿Por qué lo dices?- estaba perpleja.

-Sabia que mi padre estaría allí para protegerme... si no con cariño al menos como obligación, pero ahora... ahora no hay nadie... estoy solo, completamente solo y me siento miserable- se le quebró la voz.

-Ya veo- ella jamás había pensado que eso le pudiera pasar a alguien, pero de pronto recordó; si podía pasar y a las personas menos pensadas.

-Soy tan ruin que incluso mande a mi propia madre a un sanatorio- Draco soltó una pequeña risita. - Todos me odian, en verdad no tengo ninguna razón para vivir a no sea para preservar el apellido Malfoy... pero eso tan solo es una palabra... una miserable palabra que causa demasiadas desgracias- su labio temblaba.

-Yo... yo no creo que seas ruin, y tampoco te odio... a decir verdad me agradas- Kian bajó la vista, avergonzada.

Draco la miró â€"¿D... de verdad?-

-Si- contestó en voz baja, y le pasó el brazo por la espalda.

Draco la abrazó con fuerza y comenzó a llorar.

Kian se sorprendió, pero le devolvió el abrazo.

En ese momento entró el Profesor Snape, giró la vista hacia todos lados, pero no vió a ninguno de los dos. Pero en su inspección pudo ver que la mochila de Kian seguía allí.

Así que no podía haberse marchado.

Rápidamente su mente se dirigió al compartimento donde estaban los componentes mas peligrosos para pociones, la ultima vez la encontro revisando los frascos.

Molesto se dirigió hacia alli, pero de reojo pudo ver que había alguien en el piso.

Se acercó un poco y vió que eran ellos dos.

En sus labios se dibujó un esbozo de sonrisa, sus dos alumnos preferidos al parecer se estaban comenzando a llevar bien.

Era una lastima que Kian estuviera en Gryffindor, tenía mucho futuro; además que parecia poseer espíritu de Slytherin.

Snape se retiró en silencio, les daría unos minutos.

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Genial... me ataca el sentimentalismo.

En fin... les prometo que no toda la historia va a seguir así, este es solo el pretexto para juntar a este par.

Gracias por los reviews.