Titulo: WAITING FOR THE SUN
Autora: Trades
Feedback: of course baby. tradesgarden@hotmail.com o aquí. (please, please, please. Etc).
Disclaimer: personajes son de SAAB, excepto hum, los que no reconozcan.
Comentario: primer fic de SAAB. Mcqueen personaje principal más uno nuevo, ya están advertidos. Hum, que más, ha: Gramática y ortografía, sorry, soy tan floja. Todo esto ira progresando… eso espero. En serio. El titulo igual puede cambiar.
WAITING FOR THE SUN
PROLOGO:
TREINTA SEGUNDOS
DOS DIAS ANTES.
1300 HORAS. TIEMPO MUNDIAL.
¿Podía ser que solo fuera otro día mas?. Había miles como ese. Presentando cada uno la misma monotonía. Asignaciones nuevas. Cambios de carguero. Cambio de litera. Cambio de nada. Mismo día. Misma guerra.
Nueva asignación en el USS Saratoga. Nueva litera. Nuevo cargo. Misma guerra. Misma muerte. Misma soledad. Con una aspiración profunda, desecho la imperiosa necesidad de reír ante tan soso discurso mental. No seria bueno hacerlo en medio de decenas de camillas con hombres gritando y olor a muerte. Primer día en el trabajo.
Se paro en medio del pasillo. Solo observando. Noto la ironía de la costumbre. Ella siempre hacia eso. Muchos decían que era su mejor habilidad. Observar y leer. Los espacios. Las habitaciones. Las situaciones. Las personas. No se preocupo por los gritos, ni los aullidos, ni las muertes. No la sangre que caía por doquier. Ni en la suya.
¿Momento de Epifanía?. Quizá. Momento de observación. O solo un momento de parar. Solo parar. No sé permitía a menudo eso. Momentos de bajar la guardia. Momentos de descansar. Podía dormir. Comer. Luchar. Impartir ordenes. Callar. Pero nunca parar. No realmente. Aunque a los demás le pareciera que siempre estaba en un mundo diferente donde todo era distante y calmo. Nunca era así. Pero claro. Ella nunca compartía mucho con los "demás". Casi sonrío.
¿Capitán?- voz de su segundo al mando. No volteo. Por una vez, no quería ver a su rostro y que él señalara el camino al que uno de sus hombres había ido a parar. Vacío.Era un jodido mal día, penso. Y en ese instante, lo percibió. A su alrededor. Cerca de ella. Observando.
1300 HORAS CON DOS MINUTOS. TIEMPO MUNDIAL.
Camino unos pasos más. Saliendo de la sección de heridos, pero aun en la escotilla de acceso. A su lado pasaban médicos, soldados cansados, muertos. Muertos. Mas de una vez ella había estado en ese grupo. A veces dudaba que hubiera salido de él. A veces, solía dudar de todo. Defecto de carácter se dijo.
Se paro con su mochila al hombro. No se dio cuenta de la pose. Arrogancia. Le hubiera parecido gracioso. Distante. Como siempre. Viendo la panorámica. Piernas semi separadas. Actitud de frialdad. Frialdad cotidiana. Nada en sus ojos. Herencia familiar dirían algunos. Herencia del alma diría ella. Herencia de años de entrenamientos, dolor e ira. Renuncia sin voluntad de recobrar algo que siempre se le enseño, no era suyo. Pero que aun no se admitía a sí misma que siempre había luchado por conservar. Su libertad. Su alma. Paseo la vista. Cubierta de suciedad, de arrastrarse por los campos de Dedalus 7. Sangre seca, a veces suya, otras no. Definitivamente, hoy no había mucho buen humor en ella.
¿Es esto el destino?. ¿El precio?. Hace mucho tiempo que para ella y su gente, la imposición se había transformado en elección.
1300 HORAS CON DOS MINUTOS TREINTA. TIEMPO ESPACIAL.
De pronto lo vio. "Buscando, siempre buscando". Le dijo una voz. Parado. En una de las entradas laterales. Mirándola. Directo. Un grupo de soldados se le acercaba. Una doctora lo miraba, también lo hacia una técnica que ayudaba sacar a los pilotos de los cazas. Y una comandante. Registro la situación en unos segundo, pero no se detuvo en ella. No tendría por que, no le incumbía. Pero claro, ella lo sabia. Si lo hacia, pero no quería ver el porque.
Su segundo al mando espero paciente detrás de ella. El hombre que la observaba reparo en eso. Respeto. Un respeto que decía mucho, si era dirigido a alguien que no parecía tener mas de 22 años.
Palpitando en el aire. La pregunta. ¿Por qué?, ¿Por qué sigo mirando?.
Dos razonamientos al unísono: Quitar la mirada. Concentrarse en la situación presente. Ninguno de los dos lo hizo. Testarudez. Y algo más.
Clase alta. Reconoció él de inmediato. La pose, la actitud. Y ella. Solo ella. Miro el parche en su hombro "Sombras". Líder de escuadrón. Él había oído de ellos. Antes, cuando pertenecía a los Angeles Sangrientos. Se decía que era escuadrón de niños ricos y genios. Y todos habían sido desechados de otros escuadrones de elite. Aparentemente por disciplina o acciones contra el reglamento, de cualquier modo. Todo era clasificado. Entrenados desde pequeños para combatir. Dejados de lado porque no les convenía, o porque se rumoraba, estaban locos de remate. La nueva oficial de tácticas.
Entonces se dio cuenta. De que le hablaban. Sus hombres. De que su ex esposa lo miraba desde una de las áreas de trabajo, de él soldado muerto a sus pies. Y él no había prestado su atención a nadie. Absolutamente nadie. Mas que a una extraña.
Angel Sangriento. Escuadrón 58. In vitro. Treinta segundos mirándose sin pestañear. Se asusto. Todo los años de entrenamiento a su rescate. Volteo con tranquilidad. Gracia. Y tomo atención a lo que su segundo al mando, Ryan, decía.
¿Capitán?. Sí. Murió. - le entrego la identificación de Mulroy. Mulroy, recién asignado. 18 años. Hijo de padre general que lo único que quería era que el chico tuviera experiencia y dejara una novia de nivel mas bajo. Que mejor modo de castigarlo que dejarlo con las Sombras por un mes. Mala suerte. Avisare al general. La buscan. - señalo al hombre de color que la miraba desde abajo. Por un segundo vio lo que había visto en el hombre de ojos azules. Intenso azul. Peligroso. "Clase alta, niña rica". No le molestaba eso, nunca lo había hecho. Pero por alguna razón, le seguía molestando la subestimación que acompañaba al hecho. No quiso pensar en lo intrascendente de aquel sentimiento, y el ejemplificador que resultaba, si se le comparaba a todo lo que había soportado durante su vida. Subestimación. Autosubestimación. Reagrupa el escuadrón. Busquen sus cosas- voz calmada. Inglesa. - aguarden mis instrucciones- en otras palabras, penso Ryan. "Solo recibirán mis ordenes y los demás se pueden ir yendo al demonio". "Si", penso casi sonriendo, "ese es el estilo que nos ha hecho famoso. Ese y el de arrancar corazones". Miro a su capitán un momento, a los ojos, y una pequeña sonrisa asomo en ellos, él le devolvió el gesto. Tácito. Fue en busca de sus hombres.Angela Cávalos se acerco al Contramaestre Reagan.
Capitana Angela Cávalos, oficial de tácticas presentándose señor.- su acento ingles se marco. Descanse soldado. Se le esperaba ayer. Señor, se solicito al escudaron en el cuadrante 7, sector 24 para la batalla de Belgrius. Emergencia de última hora señor. Esta guerra esta llena de esas emergencias capitana, dispensada. Gracias señor. Necesitamos la mayor ayuda de campo ahora. Nos están arruinando la base del planeta Diana 5. Tome a su escuadrón y diríjase a la salida B. Y de paso, deme ese plano que han enviado los del USS Varsovia- se lo dio. Y volteo para dar las ordenes correspondiente a su equipo. Dos semanas sin descanso. Todos aguardaban con tranquilidad- puede que a la vuelta haya buenas noticias con las conversaciones. No veo que la guerra se haya detenido por ellas. Son silicatos, en su mayoría. Los silicatos atacan porque se les da la oportunidad sin mencionar el apoyo.- dijo casi desafiándolo. El contramaestre la miró con tranquilidad. La esperan en la plataforma… Capitana- la llamo el contramaestre antes de que se dirigiera a su caza. ¿Sí?. Bienvenida al Saratoga.Antes de contestar una sacudida a la nave la tomo desprevenida y por alguna razón busco un punto de referencia al cual aferrarse. Un par de ojos azules. El hombre, vestido en uniforme oficial caminaba en dirección contraria, dándole la espalda. No supo porque había mirado hacia esa dirección de todas maneras. Esa elección la marcaría
gracias- dijo quedamente apartándose de esos ojos que ya no la miraban. Se olvido de ellos mientras bajaba al planeta. Y luego todo se fue al infierno.1300 HORAS CON TRES MINUTOS. TIEMPO ESPACIAL.
