El crimen de Monte Fuji.
Por: Ariadna
Basado en la novela "El crimen de la Hipotenusa" de Emili Teixdor.
Tercera parte,
Los hermanos Yagami.
El inspector decidió llamar al segundo acusado. Mejor dicho, la segunda. Despidió a Takeru, dejándolo en manos del guardián de la puerta, e hizo pasar a Yagami Hikari, la joya del curso. El inspector recomendó que a Takeru se le vigilara bien y que no lo mezclaran con los restantes sospechosos, que aún esperaban su turno.
Hikari se sentó ante el tribunal sin decir nada. Estaba hermosa, como siempre, tan fina y brillante, como la luz de la luna… un cierto aire de superioridad la hacía un poco antipática, a pesar de que ella se esforzaba, cuando quería, para no serlo.
-Yagami Hikari. – leyó Arveja, tras encontrar su ficha entre los papeles. - ¿no crees que con las notas que sacas en todo, también podrías aprobar las matemáticas si te esforzaras un poco?
-siempre las apruebo… en el último mes de clases. – afirmó ella, con seguridad.
-si, pero un expediente como el tuyo quedaría más brillante sin esa mancha negra entre un montón de sobresalientes.
-yo creía… - dijo Hikari, girando su vista a la Doctora Takaishi.
-si, ya lo sé… - la cortó el policía. – tú creías que tu presencia aquí era para aclarar el caso del profesor, y enseguida nos ocuparemos de eso. Pero tu problema con las matemáticas no deja de ser un misterio interesante para investigar algún día.
-no hay ningún misterio. No estudio lo suficiente, de hecho, ni miro mis cuadernos.
-¿por qué?
-hace un par de años, cuando entró como profesor nuevo el señor Fujiyama, me suspendió en la primera evaluación.
-¿una injusticia?
-si. Él quería que resolviéramos los problemas de la manera antigua, y yo los resolvía de la forma moderna, la que me había enseñado el profesor anterior. Si el resultado es correcto, ¿qué importancia tiene el método utilizado?
-y desde entonces, como venganza, suspendes voluntariamente todas las pruebas.
-¿de que sirve estudiar una asignatura si el profesor no es justo y no se adapta a las particularidades de cada alumno?
El inspector la miró por un momento y suspiró.
-en fin, vamos al caso que nos ha traído aquí. Con los antecedentes expuestos, seguro que no aceptaste con agrado la asistencia a la reunión convocada por el profesor.
-nunca me he negado a colaborar en algo que pudiera beneficiar a mis compañeros.
-pero no serías de las primeras en llegar a la reunión…
-cuando mi hermano y yo llegamos, solo faltaba Takeru.
-¿cómo te llevas con Takeru?
-es un compañero, como los demás.
-según él, y según la psicóloga aquí presente, le costó adaptarse a la clase.
-es normal cuando eres nuevo y no conoces a nadie.
-¿cómo te enteraste que era un chico adoptado?
-no lo recuerdo bien… al principio era un chico huraño y no hablaba con nadie. Todos lo considerábamos extraño, hasta que un día me dio pena y, cuando todos corrían al laboratorio, yo me fui a su lado. Desde aquel día, al verme, me sonreía, y empezamos a hablar un poco.
-¿de qué?
-de temas sin importancia: música, televisión, cosas así. Y otro día, cuando ya hablaba más con el resto del curso, me regaló una joya.
-¿una joya?
Hikari se ruborizó, y giró sus ojos hacia mí, y luego a la Doctora Takaishi.
-si… ya se lo dije a la doctora.
Arveja se volvió hacia la psicóloga.
-no lo comenté porque no creí que tuviera ninguna relación con el caso. – se excusó la señorita Takaishi. – ahora pienso que sí… perdón.
-¿qué clase de joya? ¿De dónde la había sacado?
-una cadena… una cadena con una pequeña cruz. Yo creía que era una baratija. Takeru dijo, sin darle importancia, que me la regalaba por haber sido la primera en ofrecerle mi amistad.
-¿se la enseñaste a alguien?
-los primeros días, no. Me daba vergüenza. Pero la vieron en mi casa, y resultó que era una joya autentica, de mucho valor. Entonces tuve que explicarles de donde la habia sacado.
-¿de donde él la había sacado?
-en mi casa supusieron que la había robado de las joyas de la antigua mujer del abogado con quien vive, me ordenaron que se la devolviera.
-¿y lo hiciste?
-si, pero él me dijo que no era cierto. Que su hermano Yamato siempre cargaba con objetos extraños y que le regalaba algunos. Que su hermano no había tenido tanta suerte como él con sus padres adoptivos, porque eran una familia de mal vivir, traficantes de objetos robados…
-¿se trataba de una joya robada?
-no lo dijo así de claro…
-¿qué más dijo de su hermano?
-no mucho más… que no sabía exactamente a que se dedicaba, y que muchas veces transcurría mucho tiempo sin saber nada de él…
-¿mencionó si lo había visitado alguna vez en casa del abogado?
-no lo dijo. Comentó que el abogado era un hombre muy amable y muy ocupado, que se preocupaba de sacar tiempo para estar con él, pero que para llegar a querer a alguien como un padre se necesitaba aún más tiempo y dedicación.
-¿conocen los compañeros la existencia de su hermano?
-los más amigos, sí.
-¿y alguno de esos amigos ha visto en alguna ocasión a Yamato?
-que yo sepa, Mimi, y mi hermano Taichi.
-¿cómo es el hermano de Takeru? ¿Cómo lo conociste?
Yagami Taichi estaba cruzado de brazos sobre la mesa, y la fuerza que centraba en sus brazos se notaba en su cuello, causando tensión.
-es como Takeru, muy parecidos.
-¿no observaste ninguna diferencia entre ellos?
-no lo sé… algunas, si.
-¿cómo que?
-el hermano se viste peor.
-¿de que modo?
-um, la ropa era muy vieja, y sucia…
-quizá va muy desarreglado, por lo que dices.
Taichi sonrió confiado.
-solo nos vimos en una ocasión.
-¿y no volviste a verlo?
-no, solo lo vi una vez.
-¿cómo fue el encuentro?
Taichi se pasó la mano por el cabello, rascándose la cabeza.
-fue para… darle una paliza a un contrario.
-¿a un contrario?
-para darle una lección a un chico de un equipo rival, de Tamachi.
-¿cómo fue eso?
-Takeru jugaba con nosotros, de suplente. Y en un partido muy complicado, en terreno contrario, el capitán de Tamachi se metió con Takeru con mala sangre. El tipo era alto y corpulento, y no le gustó nada perder el partido. Al volver a los vestuarios empezó a acusarnos de comprar al árbitro y usar a delincuentes como Takeru para robarles el partido jugando sucio. Takeru protestó, y nosotros nos pusimos de su lado, por supuesto. Pero aquel pesado no paraba de gritar que Takeru era un delincuente y que él lo había visto en una comisaría cuando había acudido con sus padres para denunciar el robo de un auto.
El aumento de interés del inspector se notó claramente. Mientras, Taichi continuó:
-el público también se metió con nosotros y tuvimos que huir para que esos salvajes no nos cayeran encima, pero juramos darle una lección a aquel imbécil de Tamachi. Takeru dijo que hablaría con su hermano para hacerle una cara nueva al idiota ese, y el equipo dejó la cuestión en nuestras manos.
-así que depositaron el honor del equipo en ustedes. – dijo Arveja en tono ligeramente burlón.
Taichi trató de fulminarlo con la mirada, pero le resultó imposible.
-dos semanas después, Takeru me dijo que su hermano me esperaría en la esquina del parque por donde pasaba nuestro blanco todos los días al volver a casa. Takeru y yo habíamos espiado durante unos días el itinerario de nuestro enemigo.
-¿y qué ocurrió aquel día en la esquina?
-Takeru no vino. Dijo que se lo había prohibido su hermano.
Taichi hizo una pausa.
-Yamato me esperaba en el lugar escogido. Cuando apareció el capitán contrario, saltamos encima de él y lo dejamos a medio morir. Lo cogimos por sorpresa y no alcanzó a reaccionar. El hermano de Takeru pegaba como una bestia, es tan fuerte o más que yo. "¡Deja a mi hermano tranquilo!" Le repetía a puñetazos. "En la comisaria me viste a mí y no a él, ¿entiendes? Y a ti vamos a verte en el hospital si te vuelves a meter con él o con sus amigos, ¿has comprendido? ¡A mi hermano no lo tocas!"
Taichi se detuvo, como sorprendido por sus propias palabras.
-¿qué más? – insistió el inspector.
-no… que el tipo salió corriendo, morado de golpes. Parecía un espantapájaros. Y el hermano… Yamato, me saludó, adiós y gracias y desapareció. Y no lo he vuelvo a ver más.
Tomó un respiro y continuó.
-a la mañana siguiente, el hermano de Takeru era más famoso entre nosotros que si fuera un cantante, y eso que sólo lo conocía yo… yo y "la descarada", es decir, y Tachikawa Mimi.
Continuará…
Notas:
Me demoré con este cap, pero ya me estoy poniendo al día con todo poco a poco, ténganme paciencia…
Sobre porque tanto interés por el personaje de Yamato… porque en él están las preguntas y las respuestas de esta historia, aunque… nada es lo que parece…
