Notas: Primero que nada me disculpo por algunos errores de "dedo" en el capítulo anterior, espero eso no haya impedido que entendieran (lógicamente no). De nuevo les traigo otro episodio de este demente fic, el más incoherente que he hecho.


Parte II "Organización"


- ¿Qué están esperando, chicos? - reclamó la abuelita, enojada por haber dado la "campana de inicio" y ver tan poca respuesta - ¡Váyanse de aquí, ladronzuelos!

El equipo de Yamato, bastante contrariado, salió volando del lugar (bueno "Corriendo", pero se entiende la idea). Entonces el equipo de Takeru, que eran los policías, se quedaron quietos, sin hacer nada.

- ¿Qué no piensan organizarse? - preguntó Kyoko con indignación.

- Creo que ser policía es más aburrido que ser ladrón - rezongó Tai - Nosotros tenemos qué esperar una hora para encontrarlos.

- ¡Al contrario, ser policía es más complicado! - regañó la abuela - tienen que formar una estrategia para atraparlos, tienen que espiar, deducir, comprobar...

- Oye, abuela... ¿No vas a hacer comida?, es que seguro que pronto querremos comer - sugirió Takeru, pensando que ese juego duraría menos de dos horas.

- Al final ni se acordarán de la comida; pero tienes razón, Takerito, tengo que ir a hacer mi deber - anunció retirándose con una sonrisa maquiavélica en el rostro.

La señora Ishida desapareció del lugar, entonces los chicos se echaron al suelo y se pusieron a jugar baraja.

- Me da flojera el juego de tu abuela, Takeru - sinceró Miyako bostezando y tomando una carta, que resultó ser un 2 de corazones negros.

- ¡Vamos, no renuncien! - pidió el nieto - si la abuela no nos ve jugando seguro y se entristece.

- Tal vez con eso se calme - musitó Jyou en voz muy baja, consideraba que la ancianita tenía demasiada energía para su edad; tuvo suerte de no ser oído.

- Pues a mí me parece una buena manera de pasar el rato, ¿No, Sora? - el chico de pelos locos espió el juego de cartas del despistado Jyou.

- Creo que sí, Taichi - respondió la pelirroja, mostrando una escalera de cartas de corazones rojos y diamantes - y por cierto, ¡Gané el juego!

- Oigan, ¿Dónde está Ken?

- No lo sé

Ken Ichijouji regresó de no se donde, respiraba agitado y sonreía satisfecho.

- ¡Ya sé por dónde se han ido! - exclamó a sus camaradas.

Taichi, Takeru, Miyako, Jyou y Sora le miraron con asombro, ¿Acaso Ken se estaba tomando en serio el juego?. El semblante del antiguo Kaiser estaba iluminado extrañamente, como que el sol y su rostro no hacían un juego armónico, Ken era lindo, pero no gracioso.

- ¿No me digas que los seguiste? - preguntó Taichi, con la boca abierta (la hubiera cerrado de haber notado que se le salía la baba).

- Pues sí, de eso se trata esto, de "Investigar"

- Pero la abuela ha dicho que debemos darles una hora - recordó Miyako, poniendo una excusa a su pereza.

- Bueno, en una hora no vamos a atacarlos, pero eso no priva que los espiemos - agregó Ken, con una felicidad notable.

- No entiendo tu entusiasmo - sinceró Jyou - ¡Es sólo un juego tonto!

- Pienso que de las cosas tontas se sacan grandes premios, superior - replicó Sora, sonriendo amistosamente, notando que Ken le agradecía con la mirada y se sonrojaba ante ella.

- Además, Ken quiere ser policía, ¿No es así? - siguió la dueña de la Pureza y el amor.

- ¡Ah, es verdad! - recordó Takeru - por cierto, Ken, ¿Dónde se hallan?, hay que cazarlos con rapidez, piensen que es posible que mi abuela nos de una porción más de postre si les ganamos.

- ¡Por un premio así, haría lo que sea! - gritó Taichi con emoción, imaginando en su cerebro de chorlito manjares deleitosos y postres sublimes.

- ¡Tienes razón!, arriba esos ánimos - exclamó Miyako, dando patadas voladoras sin rumbo fijo.

Ken alzó la mano de forma parecida a cuando Koushiro va a explicar algo, miró intensamente a cada uno de los miembros de su equipo y sonrió misteriosamente.

- Están en el estanque, arriba de la casa del árbol.

- Pero sería ridículo que ahí escondieran el cofre, es un lugar muy obvio - dijo Takeru - tal vez pongan el cofre en el fondo de lago.

- ¡Pero la cámara de Hikari se decompondría! - dijo Miyako.

- Pero mi hermana es ladrona, puede sacar su cámara de ahí sin ningún problema, la abuela se equivocó al desprenderla de su objeto, en cambio, se olvidó de quitarle algo a Ken.

- ¡Vaya, tienes razón, Taichi! - agregó Jyou - Entonces, ¿Qué haremos?

- Propongo tratar de cazarlos individualmente - propuso Sora - y luego los torturaremos hasta que nos digan dónde están los tesoros.

- Sora, a veces tienes ideas maquiavélicas - sonrió Miyako - ¡Bingo! - gritó la misma con una incoherencia notable.

Los chicos caminaron hacia el dojo.

- Necesitaremos un carcelero - dijo Jyou, leyendo la especie de instructivo que le había dado la abuela - aquí dice que el juego acaba cuando los policías atrapan a todos los delincuentes y los encierran en la cárcel, además se debe recuperar el tesoro.

- Bueno, se dice fácil, pero no es tan sencillo - interpeló Ken - tomemos en cuenta que hay miembros del otro equipo que son muy mañosos y veloces, además, no creo que sean tan estúpidos como para esperar todos juntos en la casa del árbol.

- ¿Qué haremos entonces, Ken?

- Pues dividámonos a los chicos - dijo casi ordenando - ¿Tú que dices, Taichi?

- Estoy de acuerdo - respondió éste - y cuando atrapemos a algunos deberemos doblar la guardia en la cárcel... y bien, ¿Quién será el carcelero?

- ¡YO! - contestaron en unísono Jyou y Miyako.

- Me parece que Jyou es más responsable - dijo Takeru - claro, sin ofender, Miyako.

- No hay problema... grrr - "Me las pagarás, Takeru, wjuajajaja". - yo puedo ser la segunda carcelera, es decir, doblar a Jyou.

- Los demás debemos repartirnos a los chicos - siguió Taichi - Tres de nosotros serán los correteadores.

- Taichi, no estoy seguro de que esa palabra exista, mejor di: perseguidores.

- Como sea, Jyou - agregó el ex-líder al sentirse intimidado - otros dos serán los carceleros, o sea Miyako y Jyou, y otro, el espía, que como sabemos, conviene que sea Ken.

- Me parece buena idea - dijo Takeru - ¿Y quién me tocará perseguir?, ¡Ya sé!, Hagamos el "pin-pon-papas..."

- Takeru, olvídate de eso - juzgó Sora, Takeru agachó la cabeza, como desilusionado - creo que es mejor repartírnoslo por habilidades, yo podría hacerme cargo de Mimi y de... ¡Iori!

- Agarraste a los más fáciles, eso no es justo - renegó Taichi.

- Elijo a Hikari y Koushiro - se apuró en decir Takeru, le parecía mucho más complicado cazar a su hermano y a Daisuke.

- ¡Tú también, Takeru!, ¡Eso es injusto, prefiero a Hikari!, Yamato y Daisuke son más veloces - volvió a rezongar, encantado muy al fondo por el reto.

- Nadie te manda ser "Pionero de paradigma", Taichi - le dijo Takeru, con mucha ironía - jejeje, recuerda que fuiste un valeroso Líder.

- Cállate, o creeré que la demencia de tus abuelos te fue heredada.

- Yo que tú lo daba por hecho - afirmó el rubio Takaishi, muy contento.

- ¡Pues manos a la obra! - sugirió Ken, despidiéndose de sus amigos, para ir a espiar (después les comunicaría las noticias por el D3, que todavía servía).

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Por su parte, los Ladrones se refugiaban en la casa del árbol.

- ¿No es muy obvio que estemos aquí, todos apachurrados? - indagó el menor de todos, Iori Hida, el chico estaba inconforme porque prefería ser policía, la sola idea de traicionar sus principios (aunque fuera en un juego), lo angustiaba.

- Ya les dije que es por mientras - dijo Yamato, comiendo la fruta que colgaba del árbol - es que una hora es mucho tiempo, no necesitamos apresurarnos.

- Pues yo creo que sería mejor planear algo - dijo Daisuke.

- Podemos usar media hora de nuestro tiempo para pensar en una estrategia, luego la diremos y nos organizaremos - juzgó Koushiro, muy entretenido con la computadora.

Hikari sacó su cámara del cofre, aún no entendía porqué la abuela la había metido con los demás objetos, seguro que se había confundido, mientras lo hacía, veía por la ventana de la vieja casita (que casi se caía por el peso y la vejez, a cada crujido de madera que se oía, Mimi pegaba un quejumbroso gritito).
Por la ventana observó a Ken y a Miyako, parecía que discutían, la chica de la luz se quedó con la boca abierta y se acercó disimuladamente para escuchar.

No se oía para nada la voz de Ken, pero la de Miyako sí.

- Ya te dije que no nos escuchan, Ken, es que quiero ayudarte a espiar, ¿Qué tiene de malo?, recuerda que soy la segunda carcelera y no tengo trabajo hasta después - Ken le hacía señas de que bajara la voz, Hikari se asustó al ver que estaban tomando el juego en serio.

Como la discusión seguía e Ichijouji no quería ser descubierto, arrastró a Miyako de las ropas hasta donde seguro era el cuartel secreto: El dojo.

- Oigan - avisó cortésmente - me acabo de enterar de que Ken y Miyako nos andaban espiando.

- ¿En verdad? - indagó Koushiro, algo sorprendido, seguro el otro equipo no había tomado ese bobo juego tan a la ligera como él, sintió vergüenza, no le gustaba ser vencido sin poner esfuerzo.

- Los vi, trataban de ocultarse tras unos arbustos, además, los oí.

- ¿Y cómo lo hiciste?, yo no oí nada - agregó Mimi.

- Bueno, hay cosas que sólo un Tailmon puede enseñar - informó con elocuencia, recordando fugazmente a su amiga felina, aquella gata digimon que tanto le había enseñado - el caso es que nos están espiando.

- ¡Rayos, no podemos quedarnos con las manos cruzadas!

Cuando Yamato dijo eso, Daisuke notó que traía los brazos cruzados, cambió de posición rápidamente.

- Es verdad, si nos atrapan así, sería humillante - dijo Iori, olvidando su sentido de justicia.

- La abuelita se decepcionaría - dijo Daisukito - y si les damos lucha, tal vez nos premie con uno de esos banquetotes de comida.

- Como sea, debemos organizarnos - propuso Yamato, la verdad es que el sólo hecho de imaginar que Taichi ganaba y lo aplastaba, le daba náuseas, después de todo, sería su eterno rival.

- Tengo una idea - dijo Koushiro, los demás suspiraron satisfechos al recordar que tenían a ese genio en el equipo - Saquemos los tesoros del cofre, metamos en él otra cosa, así los engañaremos.

- ¡Excelente idea! - gritó Daisuke.

- No grites - reprendió Hikari

- Cada uno de nosotros se llevará uno de esos tesoros y los esconderemos en sitios diferentes, por otra parte, haremos un mapa donde muestre lo que escondimos, y donde ocultamos el cofre, en dado caso que nos descubran, los Policías buscarán el cofre, no los tesoros por separado.

- El cofre lo podemos hundir en el agua del lago, para que así los otros batallen más al sacarlo - agregó Yamato - ¡Hagamos eso!, después evitemos que nos atrapen.

- ¿Qué pasará si nos llegaran a atrapar? - preguntó Mimi, suponiendo instantáneamente que ella iba ser la primera en ser cazada, no le gustaba eso de correr en exceso - seguro que nos encierran en la "cárcel", ¿Cómo podremos pedir ayuda?, tal vez nos quitan el D3 - agregó pensando en que sería bonito ser rescatada por uno de sus amigos, o príncipe ladrón.

- Yo tengo una idea - dijo Hikari - cuando alguien necesite ayuda, deberá gritar "Aleluya"

- ¿"Aleluya"?, ¿Por qué esa palabra? - cuestionó Mimi, muy confundida.

- ¿No sería mejor "Auxilio"? - sugirió Daisuke.

- Claro que no Daisuke - corrigió Iori - si pedimos auxilio los policías sabrán que llamamos a los camaradas. Buena idea, Hikari.

- También sería conveniente cambiar la palabra, luego se podría sospechar - siguió Koushiro - cuando ya la hallamos usado, cambiémosla, después de decir "Aleluya", digan otra clave, que será la nueva usada.

- ¿Saben?, creo que tantos años de aventuras en el Mundo Digital han servido de mucho, tenemos experiencia en este tipo de cosas - sinceró Yamato.

- Y ya que estamos en eso de las claves, dividamos el territorio de la abuela Kyoko en cuatro partes, la 1,2,3 y 4; si alguien está en la zona uno y necesita ayuda, podrá gritar "Aleluya uno", y así, dependiendo.

- Con todo esto triunfaremos - aseguró Daisuke - Haremos pedazos a los policías, ¿No, Hikari?

- Recuerda que es un juego, Daisuke.

- Sí, sí, ya lo sé.


Y con esas deducciones, planes, enredos y demás cosas, pasó la hora que era el límite... ¡La guerra había comenzado!

Continuará en la parte tres.

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Notas: Creo que este episodio no estuvo chistoso, pero era necesario para lo que sigue, tengo buenas ideas respecto al fic, claro, son ideas algo bobas, pero ya he mencionado antes que "policías y ladrones" no es para seres humanos racionales al 100 por ciento.
Sigan leyendo, estoy segura que el próximo capítulo les gustará.
(no se olviden del dulce comentario que inyecta ánimo en la autora loca).